Por: Alma Leal

Dedicado a mi hija mayor Almita. 14 de octubre del 2.009.

Monterrey, Nuevo León, México

VIAJANDO CONTIGO

En la Isla de Rodas ansiando va mi pecho descubrir los caminos

De la cita y del primer encuentro que hiciera el Augusto César

Octavio de Roma y el hijo de Antípatro.

Herodes en Rodas,

A medio camino entre las Provincias dominadas y el vislumbre de un Imperio.

Después de varios siglos encuentro a Constantino

Para reconstruir la Nueva Roma en tierras de Bizancio

Las 7 Colinas y lagunas construidas para siglos por venir

Prohibiendo el Paganismo y decretando el Cristianismo.

Otro romano de nombre Justiniano

Edificó en la nueva Roma la Catedral Sofía

A expensas del banquero Julio, los Dinares

Y la primera misa el Obispo Maximiano

En el Templo de la Sabiduría.

Así quedó registrado en la Historia

La exclamación soberbia del gran emperador

“Gloria a Dios que me ha juzgado digno de cumplir esta obra”

¡Te he vencido, Salomón!

Después ya no rigió Oriente o Poniente, o los lugares,

Sino el Tiempo del Antes y Después.

En las espesas selvas de las rumorosas brumas

Las cumbres imitadas observan por doquier el cosmos

Tebas, Tikal, Yaxchilán, Tajín, Chichén Itzá, Angkor Wat

Nada se parece, y sin embargo, todo es igual.

El mismo sol, la misma luna iluminando todo lo nuestro

Haciéndolos voltear hacia arriba y preguntarse

Y dibujando mapas celestes y terráqueos

Configurando el mundo, poblando el mundo, transformando el mundo,

Explicando el mundo, a su manera.

El hierro fundido dio al hombre un diferente esquema

La urdimbre primera en el uso de sus manos confirió a su cerebro sapiencia

El agua y los caminos fue su primera reyerta

Después, tan poderoso, arrancó de la Madre Tierra las gemas.

Continuará………..