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Y durmieron juntos

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Dora Calvo

Y durmieron

Juntos

Con prólogo del Sr Juan Ignacio Alvarez Gortari

Cónsul General de España en Rosario

Rosario, Santa Fe

Año 2006

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Dedicado a aquellos esperanzados inmigrantes españoles que el paso del tiempo transformó en recuerdos

“ vivir también es ...

una reconstrucción

de recuerdos ...”

Agradezco a quienes hicieron posible la edición de este libro, especialmente al Consulado General de España en Rosario y a mis cuatro hermanos

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Prólogo

Se conocieron en Alcorisa, pueblito de la provincia de Teruel, en el Bajo Aragón. Él había llegado de Argentina a visitar a su familia y a convencer a sus próximos de que le acompañaran en su regreso, para instalarse también en la tierra de promisión.

Ella era profesora, con un agudo sentido artístico y buena pintora.

Fue un amor a primera vista. Se instalaron en Reconquista, al norte de la

provincia de Santa Fe. El hombre trabajó muchos años en el campo y dejó fama de honrado, serio, fiable y trabajador.

La mujer se ocupó abnegadamente de la numerosa prole, que procrearon juntos, a la que cuidó, atendió, mimó y sacó adelante. Era una de aquellas mujeres de gran temple, acostumbrada a trabajar en silencio y a vivir más ocupada de los demás que de sí misma.

Una de sus hijas Dora Calvo, recuerda en estas páginas los pormenores de aquella historia de una familia de inmigrantes aragoneses.

La suya. Es la historia de un amor. De un gran e

inolvidable amor. Y durmieron juntos...

Juan Ignacio Alvarez Gortari Cónsul General de España en Rosario

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Primera parte

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Día del padre 16 de Junio de 2002.

Pronto se cumplen diez años de quien fuera el mío.

El presente testimonio va a cuenta

de lo mucho que lo extraño e influye sobre mí

su recordada vida.

Con mucho amor a Pascual Calvo.

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CAPÍTULO I

Pascual

Hace tiempo ya que escribo algunas cosas, sin

embargo, la necesidad impera y esta vez deseo

escribir una amada historia... una historia que se me

presenta como un proyecto ambicioso y gratificante. Es

que intento luchar contra el olvido porque estoy

convencida que nadie muere en este mundo mientras

haya otro que lo recuerde y lo retrate en la escritura.

Mi viejo fue un tipo simple y extremadamente

simpático, poco pensante, terco, muy conservador y sin

ningún sentimiento de frustración, por eso creo que su

historia es especial, quizás la más linda de las pocas

historias personales que conozco, de manera vívida.

En función de ello escribo ya que su historia es

también la mía y por lo tanto forma parte de mi

identidad. Él fue un ser feliz y una historia feliz siempre

viene bien... no?

Trabajó afanosamente el campo, arregló

tractores, arados, motos, bicicletas y cualquier cosa

que de hierros se tratase. Un simple tornillo, clavo,

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pinza y cualquier herramienta eran de mucho valor

para él, a tal punto que detenía su caminar para

levantar del suelo una arandelita insignificante, un trozo

de alambre o un clavo torcido que luego enderezaba.

Coleccionó más hierros, herramientas y motores que

cualquier desarmadero de gitanos. Tenía una llave con

diez bocas de diferentes tamaños, útil para arreglar “lo

que se te ocurra”, decía él. Era como su mascota

preferida, la llamaba “la llave de 100 bocas” y para

identificarla rápidamente en semejante colección la

había pintado de un rojo muy vivo.

Pascual nació un 17 de Mayo de 1905 en

España, cuando se iniciaba el siglo XX, en Alcorisa,

provincia de Teruel y región de Aragón, y fue el quinto

hijo vivo de Doña Concepción Gamón de 36 años y de

Don Joaquín Calvo de 42. Don Joaquín nació en 1863

en Gargallo y Doña Concepción en 1870 en Montalbán.

Desconozco cómo se conocieron mis abuelos y

cómo fue 10 esa historia de amor. Pascual comentaba

muy poco, tal vez porque era muy poco lo que sabía,

creo que no averiguó demasiado... no tuvo tiempo...

Sin embargo, imagino que debieron casarse muy

jóvenes según las buenas costumbres de aquella

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época, es decir por iglesia católica y para toda la vida...

Sé que tuvieron muchos hijos y hasta mellizos, algunos

se les murieron al nacer o de muy chiquitos y de

cualquier enfermedad, para la que aún no existían

vacunas en aquel tiempo. Esto, lo contaba papá, decía

que su madre había sufrido mucho con todo esto, sin

embargo no se le retiraban las ganas de tener hijos. Al

último lo llamaron Joaquincito y lo tuvo casi a los 50

años, de lo que deduzco su maravillosa fertilidad y el

deseo interminable de su amante esposo.

De chica no sentía demasiado afecto por estos

abuelos desconocidos, lejanos y fallecidos, sin

embargo me gustaba mirar una vieja foto en la que

Don Joaquín aparecía muy viejo y serio, junto a su

esposa y los dos hijos más pequeños. Siempre

pensaba que ese hombre poco tenía que ver con la

imagen que yo tenía de mi padre, sin embargo me

hubiera gustado conocerlo, preguntarle cosas,

quererlo. Ahora, al revisar papeles y cartas muy

antiguas, siento un enorme respeto por ellos y esto se

debe a que no dejo de pensar en la diferencia que

aquel mundo mantiene con el mío, un mundo en el que

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no existían las vacunas, en el que a algunos

privilegiados la vida les regalaba 80 años como poca

cosa y a otros mezquinamente unos pocos respiros...

Recientemente encontré en casa de una prima

hermana, llamada Olga, una foto muy borrosa de mi

padre en su infancia. Aparece junto a sus padres y

hermanos pequeños. Esa foto carga sobre sí cerca de

cien años, una larga historia y además un conflicto de

pertenencia, ya que en ella aparecen ambos

progenitores, el de mi prima y el mío. Me emocioné al

descubrirla, la observé con detenimiento tratando de

traspasar esos cien años, (como si fuera posible). Mi

imaginación y espíritu anhelaron conocer más de

aquella familia borrosamente plasmada sobre un cartón

color sepia, pero, fuertemente enraizada dentro de mí...

A Pascualito se lo ve de unos cinco o seis años, con

una frente muy amplia que insinúa desde temprana

edad lo cabeza dura que sería a lo largo de toda su

vida. Se presenta de pie junto a su madre. Sus

hermanos mayores no están presentes en esa foto,

quizás porque ya no estaban en España. Pensé mucho

en aquella numerosa familia de mi padre y encuentro

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que poco es lo que sé de ella, aunque lo poco, me

basta...

La segunda foto de Pascual aparece en su

“Cartera de Identidad” que es una especie de cédula

con la que vino a Argentina, a los 16 años y en la que

parece ser aún más chico, portando un gesto de

seriedad y un cierto enojo que imitan muy bien a un

adulto. En esa cédula aparecen sus huellas digitales y

deja leer 1.490 de estatura, corpulencia natural, pelo

castaño, barba y bigotes imberbes, frente espaciosa,

ojos garzos, nariz chata, boca regular, labios gruesos,

orejas grandes y cutis color blanco. Además declara

que sabe leer y escribir, que en ese registro no

aparecen antecedentes penales, también que le fue

otorgado el permiso para emigrar a la Argentina, por su

padre, el 18 de Junio de 1921 y que, el inspector de

emigración en vista de los datos precedentes, autoriza

el embarque a Don Pascual Calvo para Argentina.

Juntas aparecen registradas la firma de él y de su

padre, Don Joaquín Calvo, ambas se parecen, y en la

última página se ve un borroso sello del Consulado

General de la República Argentina en España y

alcanza a leerse: Barcelona 2 de Julio de 1921.

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CAPÍTULO 2

Breve infancia

Basta con ver alguna foto de mi hermano Paco, para

imaginar lo que habría sido mi padre cuando chico.

Vale decir, un flaco esmirriado de pantalones hasta las

rodillas, piernas finas y largas, zapatos oscuros tipo

botines de guerra y con una forma de mirar típica de

los que nacimos con escasa vista, o sea, algún ojo

revirado y el ceño un tanto fruncido.

Aunque a mi viejo “nunca se le desvió ningún

ojo”, los lentes le llegaron igual en sus años de joven

mozo, logrando trasmitir la “suerte opuesta” y por arte

de la genética a su único hijo varón: Paquín de niño y

de adulto, Paco. En sus fotos de apenas cuatro años

Paquín ya aparece con unos lentecitos redonditos,

negros, de marcos de alpaca, que intentaban corregirle

un ojo que miraba contra el gobierno -como decía

tristemente papá- y que lo enmarcaban desde muy

chico en una especie de fiel copia de su progenitor. El

particular sobrenombre de mi hermano fue idea original

de Pili, mi hermana mayor, que desde su incansable

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media lengua intentaba llamarlo como lo hacían sus

padres, abuelos y tíos: Pascualín. Ella, apenas lograba

pronunciar Paquín y fue tal su insistencia que ganó por

sobre la voluntad de los demás.

Violeta, hermana que siguió a Paquín y hermosa

como la flor que lleva su nombre, no tuvo conflicto

alguno en cómo llamar a su hermano, pues cuando le

tocó hacerlo toda la familia lo llamaba como lo había

decidido Pili.

Pili es la responsable de guardar en su casa

todo lo que perteneció a mi familia y así como Paco es

una copia fiel de mi viejo, ella lo es de mi mamá.

Violeta sin embargo eligió ser más original y sin copiar

fielmente a ninguno de sus progenitores, lleva cierta

hermosura de su madre y es concreta y práctica como

lo fue su padre. Por otro lado (y para terminar con las

presentaciones) Carmen y yo pretendimos mayor

originalidad aún, e intentamos alcanzarla gestándonos

al mismo tiempo y copiándonos una de la otra, solo

que por un error en la comunicación intrauterina,

compartimos “la misma desviada suerte genética” que

antes tocó a Paquín... ¡Y bueno!...

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Volviendo a la infancia de Pascual, sé que mi

padre creció junto a cuatro hermanos varones, Julián,

José, Manuel y Joaquín y junto a una sola hermana.

Por el nombre que le pusieron a esta pobre tía, llegué a

imaginar que debió ser más jodida y más seria que

Don Joaquín su propio padre, considerando que Don

Joaquín era “guardia civil”, es decir, un policía del

gobierno y conservador del orden. La bautizaron

Concha y la llamaban cariñosamente con el diminutivo

“Conchitica”. ¡Qué tal!...

Recuerdo una foto de ella de cuando buena

moza. Su gesto facial no reflejaba precisamente el

orgullo de llevar semejante nombre...

Carmen, mi hermana gemela, le estará

eternamente agradecida al escribiente de la oficina del

registro civil, que oficiaba el día en que Don Pascual

fue orgulloso para anotar a sus hijitas gemelas. Aquel

señor realizó un esmerado esfuerzo y logró cambiar la

voluntad de Don Calvo en llamar a una de sus hijas

con el nombre de su recordada hermana. De haber

sido así, Carmen hubiera quedado condenada a peor

desgracia que su lejana tía, ya que una cosa sería

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portar ese nombre en España y otra muy diferente

soportarlo en Argentina...

A mí me llamaron Adoración. Mi madre un día

me explicaba, pretendiendo convencerme de mi bonito

nombre, que usaban el diminutivo Dorita. De chiquita

siempre fui Dorita y en la actualidad los únicos que me

llaman así son la tía María, el tío Rafael y el tío José.

Estos tíos muy queridos, son algunos del gran

contingente familiar que muchos años después que mi

viejo vinieron a la Argentina.

Mi viejo no contaba muchas cosas acerca de su

infancia, oscilaba muchas veces entre la memoria y el

olvido, sin embargo, de chicos nos relataba dos

anécdotas que le gustaba mucho recordar y le

producían sentimientos muy diferentes. Las contaba a

manera de malos ejemplos, una se relacionaba con el

miedo y la otra con la risa. Decía:

-“Una vez cuando yo era muy chico,

arriesgándome junto a otros amigos, trepábamos a una

montaña muy alta y nos agarrábamos como podíamos

y de lo que podíamos para llegar lo más alto posible.

Teníamos mucha ilusión, pero se nos acabó cuando

uno de nosotros se cayó y rodando, rodando, se dio un

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golpe fenomenal en su cabeza. A partir de aquel

accidente, en el pueblo a mi amigo le decían “el cabeza

rota”. El pobre no quedó muy normal que digamos, a

veces se parecía a un tonto... Yo entonces, descendí

con mucho cuidado y corrí impresionadísimo a

contárselo a mi madre: - “¡Madre, madre!...” - le dije –

“sabe que un niño se cayó de la montaña. Estaba

trepando y resbaló. Rodó de cabezas y se ha dado un

montón de golpes!...” Y mientras que yo trataba de

sacarme la impresión contándoselo a mi madre, las

palabras de ella fueron : - “¿Y tú hijo mío, dónde

estabas?”... Mi papá decía que en aquel momento no

se animó a contestarle: -con ellos madre-... ¡yo también

trepaba y quería llegar bien alto!...”

Siempre que nos contaba esto, se quedaba un

instante en silencio, pensando y moviendo su cabeza

reflexivamente. Sus ojos asomaban grandes detrás de

sus lentes. Reconocía que su madre debió haberle

dado una paliza aleccionadora, de esas que no se

olvidan jamás, pero se ve que no lo hizo, porque no lo

recordaba y de haberlo hecho, lo habría olvidado para

continuar con eso del “cero sentido de frustración” que

pretendía. Así me gusta denominar a aquella

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personalidad tan vivaz, alegre y payasesca que

mostraba siempre mi viejo.

La segunda anécdota fue menos traumática que

la primera, pero esta vez el golpe y las peladuras le

tocaron a él. Su hermano mayor, Julián, le llevaba

trece o catorce años y tenía una moto con un side card.

Un día debía ir a no sé dónde y en forma rápida. A

Pascualito que ya le gustaban las motos, le encantaba

subir como acompañante aunque más no sea en ese

carrito suplementario. Así que muy contento se metió

adentro y juntos partieron rápidamente. Al llegar a una

especie de badén, Pascualito notó que Julián frenaba

mucho la moto. Instintivamente, y para resistir con éxito

la brusca variación de la energía cinética, se agarró de

donde pudo en tanto que la emoción de la aventura

le aceleraba el ritmo cardíaco.

-“¿Por qué has frenado así?...” preguntó

Pascualito a su hermano...

-“Pues porque ha llovido bastante y está

peligroso el paso, podríamos resbalar y tener un

accidente los dos...”, respondió Julián.

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Pascualito sumaba a su emoción y a su

acelerado ritmo cardíaco, la confianza y seguridad que

le trasmitía la prudencia de su hermano mayor.

De regreso llevaban más apuro que de ida, así

es que al llegar al mencionado badén y tratando de

advertirle a su pequeño hermano que no reduciría la

velocidad, Julián alcanzó a gritarle :

-“¡Agárrate!”...- lo que fue escuchado como un

“¡Tírate!”... orden que fue obedecida inmediatamente

por Pascualito. Para el obediente pequeño, aquello se

trató de esas cosas que la mente procesa en fracción

de segundos, no habiendo tiempo de cuestionarse

nada, obedecer y sólo obedecer es la respuesta.

Durante la marcha, al pequeño Pascual le había

resultado muy emocionante pasar sobre aquel badén,

en cambio de regreso, la emoción se había

transformado ya en un acto peligroso, “de vida o

muerte”...

La cosa terminó en que Julián notó luego de

unos segundos la ausencia de su hermano dentro del

side card y al girar hacia atrás alcanzó a ver algunas

de las incontables vueltas que todavía estaba dando

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Pascualito sobre el “peligroso badén”. Entonces

regresó por él, totalmente desconcertado.

-“¿Qué pasó... Pascual?...”

-“¿Cómo qué pasó?...”, preguntó Pascualito

extrañado, aunque seguro de haber sido todo lo audaz

que su hermano pretendía de él. “¡Tú me dijiste

tírate!...”

-“Que no, hombre, yo te dije agárrate...”

-“¿Pero cómo?... ¡yo sentí perfectamente

tírate!...”.

A veces pienso que esto debió indicar el primer

antecedente de la sordera que le llegó mucho tiempo

después, en sus años seniles.

Cuando nos relataba esta anécdota se reía de sí

mismo y de lo mal que había escuchado la consigna,

pero por supuesto, no se acordaba si se había pelado

las rodillas, cuántos golpes se había dado o si se le

habían roto los pantalones...

Según puedo ahora entender, vivió entre cosas

simples, con poco estudio, algo de trabajo y buenos

amigos. Así transcurrieron sus dieciséis primeros años

en Alcorisa.

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CAPÍTULO 3

Puertas abiertas a la América de los sueños ...

Pocos somos los que sabemos que el Estado

Nacional instituyó el 4 de Septiembre como “Día del

Inmigrante”. Quizás sea ignorancia u olvido.

Tanto en el espíritu que impregnó su letra como en su

Preámbulo, la Constitución de 1853, propició el

momento en que Argentina abrió sus puertas y se

comprometió a garantizar los derechos consagrados en

su Carta Magna a todos los hombres de buena

voluntad que quisieran habitar el suelo argentino.

Así, el gobierno de Nicolás Avellaneda había

promulgado en el año 1876 la “Ley de Inmigración y

Colonización”, con el objetivo de auspiciar y proteger la

llegada de colonos a nuestro país, desde su

alojamiento en el Hotel de Inmigrantes, hasta su

traslado, concesión y asentamiento en tierras del

Estado. La Constitución también preveía la propaganda

en los países emisores de inmigrantes y designaba

representantes acreditados ante los gobiernos

europeos, para distribuir folletos explicativos sobre las

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bondades y virtudes de nuestro país en materia de

explotación agrícola, como así también, las ventajas

que el gobierno argentino ofrecía a quienes quisieran

radicarse en estas tierras. Resolvía además hacerse

cargo de los inmigrantes desde el momento en que

éstos decidían viajar a Argentina, y en diversos

artículos de ella se garantizaba al mismo una situación

digna durante el viaje.

El Hotel de Inmigrantes fue pensado para tal fin,

su proyecto fue elaborado por el Ministerio de Obras

Públicas, fue adjudicado a sus constructores en el año

1905 y el sitio elegido para levantarlo fue un terreno

ubicado en la zona comprendida entre Puerto Madero y

Retiro, al costado norte de la Dársena Norte, una parte

de la ciudad que se hallaba en completo aislamiento.

De esta manera, la disposición del lugar facilitaba la

construcción de un desembarcadero propio, su

completo aislamiento de la ciudad dejaba a la

población al abrigo de las posibles epidemias que

pudieran desembarcar con los inmigrantes; se hallaba

a muy pocos pasos de la estación de ferrocarril, en

Retiro.

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El soñado hotel brindaría alojamiento y

asistencia social, como así también toda la información

que el gobierno argentino debería saber con respecto a

oficios del recién llegado, su estado de salud y el lugar

de su próxima radicación.

El artículo 32 de la Ley de Inmigración y

Colonización de 1876 expresaba: “los capitanes de

buques conductores de inmigrantes no podrán

transportar a la República, en calidad de tales, a

enfermos de mal contagioso o de cualquier vicio

orgánico que los haga inútiles para el trabajo, ni

dementes, ni mendigos, presidiarios o criminales que

hubiesen estado bajo la acción de la justicia, ni

mayores de sesenta años, a no ser jefes de familia, so

pena de reconducirlos a sus expensas y pagar las

multas que les fuesen fijadas con arreglo al artículo

35”.

En esta forma y a partir de 1860 gran cantidad

de inmigrantes de origen europeo llegaron al país

masivamente atraídos por mejores expectativas de

vida. Entre ese año y 1930, fueron millones los que se

radicaron definitivamente en Argentina. Provenían de

las regiones más empobrecidas de Europa debido al

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gran crecimiento demográfico, a la crisis agrícola que

generaba desocupación y hambre y también, a causas

de guerra y conflictos religiosos. El continente

americano, en particular los países de la costa atlántica

y entre ellos la Argentina, aparecían como un destino

favorable para que una gran cantidad de europeos,

mayoritariamente agricultores pobres, realizaran sus

deseos de mejores condiciones de vida.

Estos inmigrantes arribaban con el afán de

trabajar las tierras, sin embargo, el acceso a la

propiedad de las mismas no resultaba fácil, ya que las

mejores áreas rurales estaban ocupadas por grandes

terratenientes y muy pocos de los recién llegados

contaban con capital para adquirir una parcela. Ante

esta situación, muchos de ellos se instalaron en las

ciudades de Buenos Aires y Rosario.

Así, se generaron entonces problemas

habitacionales, las ciudades no estaban preparadas

para recibir a tantas personas y en tan poco tiempo. El

Hotel de Inmigrantes, inaugurado recién el 26 de Enero

de 1911, se convirtió en un lugar en el que se podía

alojar ocasionalmente, de esta forma, las ofertas más

accesibles resultaron los conventillos. Se trataba de

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grandes casas con numerosas habitaciones que se

comunicaban por un patio central, en ellas se alojaban

numerosas familias condenadas a vivir en condiciones

de hacinamiento y precariedad y la llegada continua de

inmigrantes alentó a algunos especuladores a edificar

viviendas precarias con muchas habitaciones

pequeñas para alquilar a las familias recién

desembarcadas.

El término “inmigrantes” se reservaba a los

pobladores de origen europeo, en cambio a los

provenientes de Bolivia, Chile, Paraguay, se los

denominaba “extranjeros de países vecinos”. A unos y

otros, las esperanzas que despertaba un país de

amplios horizontes y los temores y obstáculos que

habrían de superar para alcanzarlos, les fueron

comunes... Dejar sus ciudades o sus pequeñas aldeas

y llegar en tercera clase al puerto de una ciudad

desconocida, no fue un lecho de rosas para esos seres

humanos que apretujaban sus ilusiones, junto a su

pobre y escaso equipaje, sin embargo, les aguardaban

otras durezas que eran menores a las soportables en

sus lugares de origen...

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Aquellos inmigrantes no sólo aportaron los

brazos necesarios que produjeron la transformación

económica del país, sino que también su presencia

modificó la estructura social, enriqueció la cultura,

diversificó ideas y creencias, y transformó hábitos,

costumbres y sensibilidades...

No puede imaginarse a la Argentina sin el aporte

de aquellos inmigrantes y es que los inmigrantes del

ayer somos los argentinos de hoy...

(Consulta: Revista “Todo es Historia”- Septiembre

2000).

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CAPÍTULO 4

Con la proa hacia América ...

Transcurría el año 1921 y con 16 años apenas

cumplidos Pascual cruzó el Atlántico en un barco a

carbón llamado “Reina Victoria Eugenia”. Viaje que

realizó en soledad y durante unos treinta días, para

luego desembarcar en el puerto de Buenos Aires. Allí

lo esperaban sus tres hermanos mayores: Julián, José

y Manuel, que habían venido unos años antes “para

hacerse la América”, expresión muy usada en aquella

época.

Pensar en ese barco y en las cosas que mi

padre contaba me producen una fuerte emoción. Me

gustaría ver una foto del “Reina Victoria” pero me temo

que es imposible conseguirla. De todas formas algo de

la historia de ese barco felizmente pude averiguar.

El año 1913 había señalado el comienzo de una

nueva etapa en la historia de las comunicaciones

marítimas con los puertos del Plata, vía Santa Cruz de

Tenerife (Islas Canarias). Por primera vez entonces se

hizo a la mar el “Reina Victoria Eugenia” cuya fama

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aún perdura a pesar del tiempo transcurrido desde su

desaparición. El 17 de Mayo de 1913 doblaba Punta

Anaga y se ofrecía a la vista de esa ciudad marítima,

su estampa gallarda, empenachada de humo su negra

y única chimenea, remataba una de las más finas y

sobrias siluetas que en toda la mar han sido... Tenía el

“Reina Victoria Eugenia” 10.130 toneladas de registro y

15.400 toneladas de desplazamiento. Con sus 11.000

H.P. sobre cuatro hélices alcanzaba 19 nudos

correlativos y al mando del capitán “Castellá” iniciaba

su vida marina, tomando el nombre de la reina fallecida

hacía unos años. Entonces comenzaron años de ir y

venir, años y años de sumar singladuras y al mismo

tiempo hacer historia en los anales de la Marina

Mercante Española. En noviembre de 1918 actúa en el

salvamento del mercante alemán “Tenesa Horn” y dos

años después en ruta de Montevideo a Buenos Aires

fue abordado por el noruego “Terreir” de la Wilhelmsen

de Oslo. En el puerto de la capital argentina fue

reparado provisoriamente y entonces, zarpa en línea

regular una vez más hacia Barcelona.

La crisis económica posterior a la primera guerra

mundial impidió que el “Reina Victoria Eugenia” fuera

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reemplazado oportunamente, con sus viejas

alternativas y quemando carbón siguió luchando contra

los nuevos de la “Mala Real” inglesa, los italianos de la

“General de de Navigazione” y restablecido el prestigio

de la flota alemana, con los de la “Hamburg

Sudamerikanische”. En 1931 ya casi vencido, fue

amarrado en el puerto de Barcelona y durante la guerra

civil española resultó hundido en ese puerto. En 1942

se logró ponerlo a flote.

Este trasatlántico acercó a Santa Cruz de

Tenerife y a Argentina a un montón de personalidades

de todos los campos del saber y hacer humanos,

políticos, diplomáticos y artistas.

Así es como en una de sus tantas travesías,

para el año 1921 acercó en su primer viaje a Argentina

y lleno de ilusiones a Don Pascual Calvo, mi viejo.

Pascual decía que desde la cubierta del Reina Victoria

Eugenia se podía ver en su bodega a los hombres que

cargaban carbón permanentemente dentro de ella y

agregaba que por lo pequeños y movedizos que

parecían desde allá arriba, impresionaban a ratones

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renegridos que también navegaban dentro de aquel

barco.

Contaba también papá que su hermano Julián

fue el primero de ellos en venirse a la Argentina. Era el

hermano mayor y tenía fuertes deseos de progresar.

No lo detenía nada. Era un hombre tesonero, valiente,

emprendedor y muy inteligente. Ya había vivido su

juventud en España y quería independizarse, aspiraba

a enriquecerse y tener una mejor vida que la de su

padre. No había nacido para cultivar viñas, ni sería

guardia civil, tampoco trabajaría los campos de otros. Y

entonces se animó a navegar el Atlántico...

Las cartas comenzaron a cruzar una y otra vez

el inmenso océano, relatando de un lado las pocas

novedades de aquel pueblito de la región de Aragón,

Alcorisa, y resaltando del otro las buenas de Argentina,

despertando esperanzas en las vidas estancas de

algunos jóvenes con anhelos de aventuras y deseos de

superación. Así, unos años más tarde y a la espera de

una joven enamorada, desembarcó también José, vino

a intentar mejores suertes. Al poco tiempo, en el año

1916 le siguió su hermano Manuel con tan sólo 14

años.

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Para entonces el mundo europeo hablaba de la

reciente primera guerra mundial y si bien algunos

países como España no participaron en ella, se viviría

cierta incomodidad que más bien inspiraba deseos de

probar nuevos horizontes y en tierras de paz...

Creo que la historia de los jóvenes hermanos

Calvo emigrando hacia América, debe parecerse a la

de otros centenares más, de lejanos tiempos...

Así, veo vaciarse paulatinamente aquel hogar

que había sido tan fecundo. Los tres hijos mayores de

Don Joaquín y Doña Concepción habían procurado un

mejor futuro y sólo quedaban Conchitica y Pascualito,

ahora un poco más grandes y el pequeñito Joaquín,

pequeño aún. En este cuadro transcurrieron cinco o

seis años más.

No sé bien por qué, pero imagino a Doña

Concepción en el siguiente diálogo con su hijo

Pascualito, ya casi Pascual...

- “Querido hijo mío, tu padre está pensando en

hablar contigo. Se preocupa por ti porque ya no eres

un crío...”

- “Sí madre, que ya me doy cuenta... pero a mí

estudiar no me gusta, ya he aprendido lo suficiente y

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prefiero ayudaros haciendo algo por aquí o trabajando

en las viñas...”

- “Mira hijo mío que en sus cartas tus hermanos

nos cuentan que América es otra cosa, allí se trabaja

bien. Nosotros ya estamos grandes, tu padre ya casi

tiene 60 años y esto de ser de la guardia civil no nos da

muy buen pasar. Además, mi Pascualín querido, yo

también me estoy sintiendo un poco cansada, he

pasado ya los 50 años y debo seguir luchando por el

más pequeño que Dios me ha dado, tú sabes que

Joaquincito es un zagalico todavía y necesita muchos

cuidados ...”

Alguna de las tardecitas siguientes y regresando

de las viñas, cansado y con el pequeñico Joaquín

sobre sus rodillas o quizás correteando por el patio,

imagino a Don Joaquín diciendo:

- “Óyeme Pascual, siéntate conmigo y escucha

con atención lo que tu padre tiene para decirte...

Sabrás que las cosas en España no están buenas que

digamos. Yo pienso que pueden empeorar y no

quisiera que te toque el servicio militar, pues te

imaginarás que tendrás obligadamente que prestar

servicio al gobierno para lo que se te ordene. Además,

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tus hermanos allá en América dicen estar trabajando

muy bien y tú puedes ir allí con ellos, por lo menos a

probar un tiempo. Si no te sientes a gusto, pues,

puedes ahorrarte unas pesetas y te vuelves, quizás

puedas casarte con una mujer española... en fin, de tu

misma sangre. Piénsalo bien, que tú ya eres un

hombre...”

- “Pues padre -dijo Pascual- que no hay mucho

que pensarlo, yo por aquí no hago demasiadas cosas y

allá en el negocio de Julián puedo ayudar bastante.

Quizás sea una buena idea que me vaya con ellos...”

- “Bueno hijo querido, que tu padre y tu madre te

queremos mucho pero nos estamos poniendo viejos y

queremos ayudarte, así que veremos de hacer las

averiguaciones y guardaremos para pagar tu pasaje.

Tú también debes ayudar en todo esto mirando qué

cosas puedes hacer. Por tu hermana la Conchitica no

tenemos mayormente preocupación, pues ella sabe

hacer todas las cosas de una casa y ha aprendido a

coser muy bien a máquina. Además, está pronta a

casarse con Manolo, que es un buen hombre y muy

trabajador...”

Page 33: Y durmieron juntos

32

En realidad no sé muy bien cómo fueron estas

conversaciones, ni el tiempo necesario en concretar la

reiterada decisión de embarcar a otro hijo. Tampoco sé

si había otras alternativas, quizás sí, porque mi viejo

aprendió algo de inglés antes de venirse y creo haberle

escuchado que una posibilidad era ir hacia

Norteamérica. Algunas veces y ya de viejo, se

mandaba la parte con esto del inglés preguntando

algunas cosas (también sabía algunas palabrotas). Me

producía mucha risa la cara de hombre serio e

importante que ponía cuando hacía estas pantomimas

y me gustaba ver a mis hermanos y compañeros de la

secundaria seguirle la pavada.

Encontrar fotos y cartas guardadas en casa de

Pili me produce emociones muy profundas, sobre todo

ahora que papá y mamá ya no viven. Intentar

reconstruir esta historia en ausencia de ellos tiene otro

valor para mí, es como tenerlos muy cerca, en mis

pensamientos y en muchas cosas de las que hago. Me

ilusiono conversando con ellos y preguntándoles cómo

fueron las cosas, qué sentían, por qué fueron así?...

Entiendo que la muerte es siempre dolorosa, pero al

menos para mí, le otorga un valor a los recuerdos y

Page 34: Y durmieron juntos

33

vivencias, a los papeles viejos y a las fotos, que la vida

paradójicamente no puede lograrlo a pesar de ser tan

virtuosa.

Me emocioné entrañablemente al encontrar el

primer pasaje de mi padre para Argentina. Es un papel

muy viejo y amarillento que él conservó entre sus

cosas. Al mirarlo y leerlo, inexplicablemente sentí una

especie de contemplación reverente acompañada de

unas cuantas preguntas que en mi mente se

formulaban una a una, en prolongado silencio...

¡Cuántos años tenía ese viejo papel!...

¡Qué enorme valor tomaba ante mis ojos!...

¿A qué gran historia se le ofrecía como una de

sus primeras páginas?...

En aquel momento sentí que esa gran historia la

escribiría yo, que aquel viejo papel amarillento sería el

disparador de todo lo que podría contar... Ese pasaje

fue comprado un mes antes de la fecha de viaje.

Puedo imaginar ese mes de larga espera, de hacerse a

la idea de dejar España, de prepararse, de realizar un

montón de trámites y también de muchas

conversaciones y expectativas que Pascual compartiría

con sus amigos en aquellos duros tiempos.

Page 35: Y durmieron juntos

34

¿Cuánto esfuerzo para ahorrar las 565 pesetas

que costó su viaje? ¿Cómo habrá sido?

No lo sé. Quizás Don Joaquín que poco ganaba,

apartaba algo de su sueldo de guardia civil, o quizás

recibieron ayuda de los hermanos de América. Pascual

no me contó estos detalles. ¡Vaya a saberse cómo fue

todo aquello! Lo cierto es que fue pagado en efectivo.

- “¡Se nos va Pascual a Argentina!...” sería lo

que comentarían sus amigos y vecinos.

- “Pascual, ¿es cierto que te vas tú también allá

con tus hermanos?...”

- “Sí Francisco. Quiero ir a trabajar con ellos y

conocer la Argentina. Dicen que es muy linda, que se

está bien allí. Si luego de un tiempo no estoy a gusto,

pues será fácil volver... no?...”

Para muchos amigos esto sería envidiable, para

algunos inalcanzable, para otros, uno más que partía a

probar mejor suerte.

- “Doña Concepción, ¿así que se va también

Pascualín a América?”, le preguntarían a mi abuela.

- “Sí Doña María. Tengo allí ya a mis tres hijos

mayores y están trabajando muy bien, así nos lo dicen

en sus cartas. Han puesto un negocio en una ciudad

Page 36: Y durmieron juntos

35

muy importante. Así que con mi marido pensamos que

Pascual se vaya allí con ellos, que nos parece que será

lo mejor para él también. Qué le vamos hacer... aquí

las cosas no están buenas, Joaquín dice que pueden

empeorar, además, si quieren siempre podrán volver...”

Al fin llegó el 3 de Julio, día del embarque en el

puerto de Barcelona. Estoy casi segura que Pascual

llegó a último momento, (costumbre que nunca perdió)

a las 5 de la tarde de ese último día en su tierra. Entre

despedidas, llantos y abrazos, debe haber sido el

último en subir al Reina Victoria Eugenia. El día

anterior en Alcorisa se despedía de sus amigos, los

abrazaba con mucha emoción, también abrazó a su

madre que lloraría al despedir a su cuarto hijo. Abrazó

a sus hermanos Conchitica y Joaquincito. Don Joaquín

lo acompañó hasta Barcelona. De su padre de 57 años

ya, recibió el último abrazo...

Pascual abordó el Reina Victoria Eugenia

emocionado y expectante ante la grandeza de aquella

nave. Algunos minutos después ya en cubierta,

enviaba muchos saludos con su mano en alto y sus

ojos cubiertos de lágrimas. Abajo, muchos pañuelos se

Page 37: Y durmieron juntos

36

agitaban y deseaban la bendición de Dios para esa

travesía. Mi abuelo Joaquín debió llorar...

El barco zarparía a primera hora del día

siguiente. Las horas transcurrieron y lentamente fue

cerrándose la noche de aquel 3 de Julio de 1921.

Aquella fue la primera noche que Pascual ya no

dormía en su casa... ¿Qué sentiría?, ¿emoción,

ansiedad?, ¡Todo era nuevo!

Dentro de sus valijas lo acompañaban muchos

certificados que lo recomendaban como buen

trabajador en cualquier oficio, aseguraban que venía

vacunado, que era buen vecino y que nunca había sido

un mendigo. Lo que yo no creo, de todo lo que dicen,

es que haya sido un comerciante. No sé qué cosas

habría hecho antes de viajar, creo que ayudaría en su

casa y que pavearía bastante con sus amigotes,

porque como decía Pascual, estudiar no era para él, y

estoy segura que los negocios tampoco. La escuela la

abandonó en dos o tres años, quizás por esto su letra

era prácticamente ilegible, y de asuntos de negocios

jamás aprendió nada.

Page 38: Y durmieron juntos

37

Transcribo a continuación esos certificados que

me impresionan a cosa seria aunque también, muy de

aquellos tiempos de fácil emigración. Están en

manuscrito y se lee borrosamente lo siguiente:

“Don Pedro F. Clemente Alloza, juez municipal de la

Villa de Alcorisa. Certifico: que según resulta del Registro

Civil de penados y demás antecedentes existentes en este

Registro a mi cargo, Pascual Calvo Gamón, soltero de

dieciséis años de edad, comerciante natural y vecino de esta

villa, hijo de Joaquín y Concepción, no ha estado bajo la

acción de la justicia por delitos contra el orden social

durante los cinco años anteriores o por delitos que hayan

dado lugar a penas infamantes. Y para que conste a los

efectos de la Inmigración expido

la presente en Alcorisa a diez y ocho de Junio de mil

novecientos veintiuno”.

“Don Juan Evdarpal Esteban, Licenciado en

Medicina y Cirugía, Titular inspector de Sanidad de la

presente Villa. Certifico: Don Pascual Calvo Gamón, natural

de Alcorisa (Teruel) se halla vacunado y revacunado, no

Page 39: Y durmieron juntos

38

padece ninguna enfermedad infectocontagiosa ni presenta

síntomas de enajenación

mental. Y para que conste a petición del interesado y a los

efectos de inmigración, expido la presente en Alcorisa a

veinte de Junio a mil novecientos veinte”.

“Don Toribio Villarroya, Gral. Alcalde Ejerciente de

Alcorisa, “Teruel”. Certifico: que Pascual Calvo Gamón de

dieciséis años de edad, soltero, comerciante natural de esta

Villa no ha ejercido la mendicidad en esta localidad. Para

que conste a petición del interesado y a los efectos de

inmigración se expide la presente en Alcorisa a diez y ocho

de junio de mil novecientos veintiuno”.

“Don Toribio Villarroya, Gral. Alcalde Ejerciente de

Alcorisa “Teruel”. Certifico: que Pascual Calvo Gamón de

dieciséis años de edad, soltero, comerciante, natural de esta

Villa, es apto para cualquier industria u oficio útil. Para que

conste a petición del interesado y a los efectos de

inmigración se expide la presente en Alcorisa a diez y ocho

de junio de mil novecientos veintiuno”.

“Don Toribio Villarroya, Gral. Alcalde Ejerciente de

Alcorisa “Teruel”. Certifico: que Pascual Calvo Gamón de

Page 40: Y durmieron juntos

39

quince años de edad, soltero, comerciante, natural de esta

Villa, hijo de Joaquín y Concepción ha observado siempre

buena conducta. Para que conste a petición del interesado y

a los efectos de inmigración se expide la presente en

Alcorisa a diez y ocho de junio de mil novecientos

veintiuno”.

“Don Ramón Gimeno Gómez Secretario del Juzgado

Municipal de Alcorisa. Certifico: que en el legajo de

consentimiento para emigrar al extranjero obrante en la

secretaría de mi cargo se encuentra lo siguiente: En Alcorisa

a diez y ocho de Junio de mil novecientos veintiuno, ante el

juez municipal Don Pedro Clemente Alloza y de mí el

secretario, comparece el que dice llamarse Joaquín Calvo

Ferrero,

natural de Gargallo y vecino de esta Villa de 57 años de

edad pensionista con cédula personal de 1ª clase número 703

y espontáneamente manifiesta, que otorga consentimiento

favorable para que su hijo Pascual Calvo Gamón, soltero de

diez y seis años, comerciante, pueda emigrar a la República

Argentina. Leída que le fue, en ella se ratifica y firma con el

señor juez de que doy fe. Pedro F. Clemente. Joaquín Calvo

Ferrero. Ramón Gimeno. Consta el sello del juzgado.

Page 41: Y durmieron juntos

40

Concuerda con un original al que me remito. Y para que

conste a los efectos de la inmigración, libro la presente con

el visto bueno del señor juez municipal en Alcorisa a diez y

ocho de Junio de mil novecientos veintiuno”.

“Don Pedro Clemente Alloza, Juez Municipal

encargado del Registro Civil de Alcorisa. Certifico: que en el

registro Civil de mi cargo sección de nacimientos, tomo 30,

folio 8, se encuentra la siguiente acta de nacimiento, número

8, de Pascual Calvo Gamón. En la Villa de Alcorisa a las

nueve del día diez y nueve de Mayo de mil novecientos cinco

ante Don José Sancho Busmal juez Municipal y Don Falué

Lima secretario, compareció Joaquín Calvo Ferrero (no

exhibe cédula por un reciente retiro) natural de Gargallo,

provincia de Teruel de edad 42 años, de estado casado su

ejercicio pensionista y domiciliado en esta villa, calle del

Pilar número veinte, presentado con el objeto de que se

inscriba en el Registro Civil un niño y al efecto como padre

del mismo declaró: Que dicho niño nació en este pueblo el

día diecisiete de Mayo a las doce de la mañana, en el

domicilio de sus padres. Que es hijo legítimo del declarante

y de Concepción Gamón López, natural de Montalbán,

provincia de Teruel, de edad de 36 años, dedicada a las

Page 42: Y durmieron juntos

41

ocupaciones propias de su sexo y domiciliada en el de su

marido. Que es nieto por línea paterna de Miguel Calvo

Nuez natural de Gargallo, ya difunto y de Joaquina Ferrero

Pérez, natural de Villaluenga, domiciliada en Zaragoza y

por la línea materna, de Manuel Ramón Lacueva, natural de

Montalbán, ya difunto y de Elena López Pier, natural de

Ampuero, ya difunta. Y que al expresado niño se le había

puesto el nombre de Pascual. Todo lo cual presenciaron

como testigos Joaquín Laragosa y José Escabedo, ambos

mayores de edad y vecinos de la presente villa.

Leída íntegramente esta acta e invitadas las personas que

deben suscribirla a que la leyeran por sí mismas, si así lo

creían conveniente, se estampó en ella el sello del Juzgado

Municipal y la firmaron el señor juez con el declarante y

testigos y de todo ello como secretario certifico. José

Sancho. Joaquín Calvo Ferrero. José Escabedo. Joaquín

Laragos. Felué Lima.

Concuerda fielmente con el original a que me remito.

Y para que conste, expido el presente certificado a los

efectos de la Inmigración en Alcorisa a dieciocho de Junio

de mil novecientos veintiuno”.

Page 43: Y durmieron juntos

42

Todos estos certificados tienen las

correspondientes firmas y un sello al pie que dice: Visto

en este Consulado General de la República Argentina

en España. Barcelona 2 Julio 1921. Por lo que se ve, le

fueron extendidos dos días antes de la fecha de

embarque. Con estos documentos viajaría mi padre,

trayendo además la Cartera de Identidad extendida por

el Consejo Superior de Inmigración. En ella aparece la

autorización para inmigrar firmada por su padre.

Pascual decía que su padre se veía venir una

guerra y a la vez, sabía que América prometía grandes

cosas. Por eso, enviar a su hijo junto a sus hermanos

mayores era más tranquilizante que retenerlo en

España y sufrir mientras hacía el servicio militar. La

guerra efectivamente sucedió pero unos cuantos años

después que mi abuelo lo sospechara. Su último hijo,

Joaquín, que no salió de España, y José, que regresó

a ella para casarse, fueron muertos en aquella guerra

atroz que se llevó la vida de un millón de hombres

dejando al país hundido en el peor de los dolores y de

las miserias humanas...

Page 44: Y durmieron juntos

43

Don Joaquín Calvo no vivió muchos años más,

apenas sobrevivió la guerra viendo a “los rojos” por

todas partes y poco después falleció sumergido en

profunda tristeza. En cierta forma podría decirse, que

intentó salvar la vida de los hijos que despidió para

Argentina. Con alguno de ellos lo logró...

Así es como Pascual dejó su tierra, su madre, su

padre al que nunca más volvería a ver, a su hermana y

a sus amigos de la infancia, entre ellos a Francisco

Lamata, un gran amigo para él, tal vez el más

entrañable. De este amigo conservó sus cartas. Las

guardó entre todos los papeles que consideraba

importantes.

Frente a esta documentación y ante el

desarraigo que observé en tantos años y que me

hicieron cavilar acerca de su fortaleza, es que me

detengo a pensar y me pregunto: ¿Qué sentiría mi

padre en aquellos días implacables de navegación?

¿Estaría consciente de lo que significaba ese viaje?

¿Entendería lo mucho que cambiaría su vida? ¿Qué

ilusiones tendría? ¿Qué pensaría acerca de su futuro

en éste país? ¿Extrañaría la Villa de Alcorisa, sus

calles, sus montañas, su gente? ¿Y a su madre?...

Page 45: Y durmieron juntos

44

Jamás lo percibí melancólico, ni triste, y mucho

menos arrepentido de semejante decisión. Insisto, mi

padre era una persona especial, no conocía lo que era

la nostalgia, la melancolía, la frustración. Miraba a la

vida frontalmente, pensando en trabajar y vivir cien

años, en arreglar cosas, buscando en qué

entretenerse, dispuesto siempre a la alegría, al chiste,

a la ocurrencia, a reírse de las cosas que le sucedían y

a contárselas a la gente.

Estimo que es esto lo más profundo y valorable

que Pascual me ha enseñado sin siquiera

proponérselo. No me enseñó demasiadas “lecciones

debidas” pero sí “de vida”, es decir, me enseñaba con

su vida...

Page 46: Y durmieron juntos

45

CAPÍTULO 5

Buenos Aires... esa gran ciudad

Y Pascual llegó al puerto de Buenos Aires, luego

de un mes de navegación. Allí lo esperaban sus

hermanos Julián, José y Manuel que lo recibieron con

mucha alegría.

- “¿Qué tal Pascual? ¿Cómo ha sido ese viaje?

¿Te has mareado mucho?”...

- “¡Cómo te has estirado hombre... ya casi te

pareces a uno de nosotros!”...

- “¡Cuéntanos de allí! ¿Cómo está nuestra

madre y el padre y los demás?”...

- “Sabes que llevamos planes de que trabajes

con nosotros en el almacén de ramos generales. Lo

tenemos en la esquina de Brasil y Tacuarí. Estamos

necesitando un cadete que se ocupe de llevar los

pedidos que nos encargan. Se trabaja mucho aquí en

Buenos Aires, Pascual y vas a hacer buen dinero. Eso

sí, tendrás que andar mucho en bicicleta y aprenderte

bien las calles. Verás que Buenos Aires es muy

Page 47: Y durmieron juntos

46

grande... no es como Alcorisa... y además, no vas a

encontrar una sola montaña por estos lados!...”

Continuaron días de euforia, sorpresas y

acomodos. El acento de la gente llamaba la atención

de Pascual. ¡Qué distinto sonaba su mismo idioma en

esa gran ciudad!... Observaba admirablemente a los

tranvías, se quedaba mirando con asombro cuántos

autos y motos se veían circular. Caminaba fascinado

por las calles enripiadas prolijamente barridas y

limpias, sin dejar naturalmente de plantarse y girar cual

embobado frente a cuánta linda moza paseara por allí.

Aunque, allí en Buenos Aires, debió aprender muy

pronto que la expresión acertada era, es y será: ¡Qué

linda mina!...

El dueño del almacén era Julián. Al igual que él

antes, sus hermanos fueron llegando uno a uno,

muñidos seguramente de todos aquellos certificados

que exigía la Ley de Inmigración, los que acreditaban a

viajeros de excelente conducta, buena salud y aptos

para trabajar en cualquier industria. Así llegó también

Pascual que por ser el más chico, le fue asignado el

oficio de cadete y algunas veces también el de

Page 48: Y durmieron juntos

47

cocinero. Repartía entonces los encargos con una

bicicleta en la que trasladaba una canasta llena de

mercadería. Su orgullo era dejar el pedido en casa del

primer presidente constitucional electo de la historia

argentina moderna: el señor Hipólito Irigoyen.

Muchos años después y ya en su vejez, cuando

corría el año 1985, año en que Pascual enviudó y

perdió también a su hermano Julián, (ya de 93 años),

quiso que yo lo acompañara a la ciudad de Mar del

Plata a visitar a su cuñada Victoria. Recuerdo el

encuentro de esos dos cuñados recientemente viudos.

¡Cómo se abrazaron y lloraron juntos!... Pero les hizo

bien verse y los dos días que estuvimos allí no fueron

todo lágrimas, sino también largas horas de

conversaciones y ejercicios de memoria, de recuerdos,

de añoranzas de España y comentarios de toda la

familia.

No faltó por supuesto la cotidiana macana que

tuve que resolver... La cuento.

Era pleno invierno y hacía un frío acobardante.

Para dormir nos dejaron a mi viejo y a mí la mejor

habitación que tenían en la casa. Era la de María

Page 49: Y durmieron juntos

48

Victoria, sobrina nieta de papá, una joven linda y muy

simpática que desde hacía un tiempo compartía su

pieza con el hombre al que declaraba amar, un flaco

macanudo. Tenían su cuarto muy prolijo,

completamente cubierto con una alfombra de gruesos

pelos de lana gris, (lo recuerdo perfectamente) y en el

centro aparecía la cama matrimonial que me tocó

compartir con mi viejo. Los enamorados nos ofrecieron

su habitación con gentileza (no les quedaba otra) y

ellos durmieron apretadísimos en un sofá que tenían

en el comedor, frente al televisor, seguros de

contemplar ese aparato mayor tiempo que otras

noches.

Mi viejo a esa edad, 80 años, tenía dos

problemas que por supuesto para él no lo eran, pero a

mí que me tocó acompañarlo, me pesaron como

nunca. Uno de ellos era que orinaba a cada rato ya con

dificultades prostáticas, es decir lentamente le salían

algunas gotas. El otro, era que tenía una tosecita de

miércoles, acompañada por “catarrina” a la que trataba

de escupir donde le fuera posible, algunas veces en la

tierra, (según sus costumbres de campo) y

Page 50: Y durmieron juntos

49

desparramándola con un pie como para que no se

notara.

A la hora de acostarnos hubo que conseguir un

sustituto de un “orinal” en donde depositar ambos

fluidos en las horas de la noche. Esto fue una botella

de plástico a la que le cortamos la parte de arriba

dejando una buena entrada.

No sólo sucedió que mi viejo orinó y escupió

doce mil veces aproximadamente, sino que en sus

ceremoniosos movimientos me despertaba y me hacia

titiritar porque por supuesto hacía un frío de perros...

Para completar la anécdota, al levantarse Pascual y en

un descuido, pateó el improvisado orinal de pequeña

base desestabilizándolo y vaciándolo completamente

sobre la acogedora alfombra de gruesos pelos de lana

gris...

Salté como un resorte de aquella cama al

escuchar algunas expresiones oportunas para singular

ocasión, de la boca de mi viejo, entre ellas por ejemplo

- “¡Hostias... Coño... Re-Dios!...” No había sido

suficiente con dormir tan interrumpidamente aquella

noche, sino que al levantarme debía resolver dos

problemas enormes, que para mí fueron sin

Page 51: Y durmieron juntos

50

precedentes. El primero de ellos: “Dorita -hija mía-

hazte cargo de limpiarlo con lo que puedas y se te

ocurra...”. El segundo: -“comunícalo a los dueños de la

pieza y pídeles por favor una disculpa”-...

Prefiero no detallar cómo resolví aquello y mejor

sigo con la parada que hicimos antes, en Buenos Aires

y a poca distancia de Brasil y Tacuarí, aquella esquina

que lo recibió a sus 16 años.

Nos encaminamos hacia el “histórico almacén

de ramos generales”. Mi viejo conocía las calles y las

esquinas como si estuviese de repartos en ese preciso

momento. Miraba para todos lados y no paraba de

hablar, a la vez que iba imaginando qué le diría al

dueño del almacén con el que pensaba encontrarse. Al

llegar, notamos que el histórico almacén se había

transformado en un bar. Conservaba el mostrador

grande y la columna central, tal cual aparece en una

foto de aquella época en la que se ve a los tíos y a

Pascual. Pero en esta ocasión había un mozo que ni

se dio cuenta que habíamos entrado. Eran horas de

siesta. Mi viejo encaró hacia el mostrador pensando en

sorprender a quien imaginaba por dueño. El mozo

Page 52: Y durmieron juntos

51

levantó la vista y mi viejo... que ya llevaba una mano

en la solapa de su saco en señal de buen agrandado...

lo saludó diciendo:

- “¡Buenas tardes!”, y continuó: -“¿Oiga... usted

sabe con quién está hablando?...” Agregó:

- “Yo, Pascual Calvo, en el año 1921 fui el dueño

de todo esto!...” y con su otra mano señalaba todo el

local, en un gesto que más parecía indicar las 100

hectáreas de campo que muchos años después llegó a

tener en Villa Ocampo (Santa Fe).

El mozo giró su mirada deteniéndola sobre mí.

En su cara leí: - ¿Vos viniste con él?. ¿Me decís cómo

sigue esto? ¿Qué le tengo que contestar a este

viejo?...

A pesar de mi incomodidad intenté dar una

explicación que contextualizara tan particular forma de

dialogar, y le conté al mozo que se trataba de mi padre

y sus recuerdos de sesenta y tantos años atrás, años

en los que había sido un joven inmigrante, y que había

trabajado muchos años exactamente en ese lugar

donde él lo hacía ahora. El mozo nos atendió con

simpatía y nos regaló el cafecito que tomamos

pausadamente mientras hacíamos tiempo para tomar

Page 53: Y durmieron juntos

52

el colectivo que nos llevaría a Mar del Plata. Mi viejo

disfrutó mucho aquel momento, sin dejar de recordar

aquellos años de pibe de mandados.

Supongo que en aquellos años de cadete de

repartos, surgió su apego por las bicicletas, gusto que

perduró en su larga vida. Ya de viejo y en Reconquista,

tenía algunas ocurrencias para llamar la atención de

los chicos, como por ejemplo armaba una bicicleta con

una rueda chica adelante y una grande atrás y daba

unas vueltas por la vereda. Por supuesto que todos

corríamos a probarla. Otras veces circulaba sentado de

espaldas hacia la rueda delantera, con sus manos

sobre el manubrio y pedaleando en sentido inverso.

Esto resultaba poderosamente llamativo a todos,

incluyendo algunos vecinos del barrio que salían a la

puerta para ver las locuras que se le ocurrían a Don

Pascual.

Pero vuelvo a Brasil y Tacuarí que hay más por

contar todavía...

Algunos años transcurrían en tanto los

hermanos trabajaban y desarrollaban el sentido del

Page 54: Y durmieron juntos

53

ahorro. Seguramente que un futuro viaje de visita a

España tendrían todos como ilusión.

Mientras tanto llegaba el tiempo de estar para mozo,

de adquirir un buen traje y también un sombrero...

como para echar pinta.

Pascual pensaba en invertir unos pesos y

satisfacer su pretensión. Además, ya se parecía a sus

hermanos mayores y quería acompañarlos en sus

salidas a los bailes, clubes y por qué no, a algún que

otro prostíbulo? Imagino que sus pasiones juveniles

debió satisfacerlas libremente, cosa que resultaría

relativamente fácil estando lejos de una madre y una

hermana observadoras. Eso sí... había que tener a

mano “la solución de permanganato” y cuidarse mucho

de pescar alguna de esas enfermedades venéreas muy

propias de aquella época.

Así fue como un buen día decidió comprarse el

atuendo que lo igualara a cualquier porteño y lo dejase

con “toda la facha” frente a sus experimentados

hermanos. Claro que, en esto no pensaría el vendedor

que lo atendió aquel día. Más bien, debió haber visto

en ese galleguito toda la inocencia e inexperiencia que

venían al punto, como para enchufarle algo muy

Page 55: Y durmieron juntos

54

pasado de ocasión, algo que habría quedado de clavo

en la trastienda y que seguramente le ofreció a muy

buen precio.

Creo ver a Pascual probándose su primer traje y

sombrero, mirándose frente a un viejo espejo con

renegridas manchas, quizás poca luz, tratando de

verse con toda la facha que nunca había alcanzado

hasta ese día, prestando oído a la parla de un

vendedor inescrupuloso, que le debió calentar la

cabeza con que “pintaba fenómeno”. ¡Otra que

Gardel... Pascual!...

- “¡Lo compro!”, dijo Pascual.

Vendido, pensó el dueño, (cling ,caja!...).

- “Envuélvamelo bien y me llevo la caja del

sombrero para conservarlo mejor”

Se retiró de allí a la espera de la ocasión en que

estrenar su adquisición. Ahora sentía que era un

adulto, ya no más un imberbe. Se había comprado

aquello con su trabajo, sentía que estaba dando los

pasos correctos para ingresar al mundo de los más

maduros...

Page 56: Y durmieron juntos

55

Llegado el momento, quería sorprender a sus

hermanos. Se les presentó bañado, perfumado,

“empilchado de una” y por supuesto con sombrero.

- “¿Y tú?... - preguntó Manuel - ¿Qué haces así

vestido?...” La mirada supervisora de su hermano no

era precisamente aprobatoria.

- “¿Cómo que así vestido?... Voy a salir con

ustedes. A ver si os apuráis un poco que yo ya estoy

listo y se nos hace tarde”.

- “Mira Pascual... con ese sombrero no salgas a

la calle”, trató de explicarle uno de sus experimentados

hermanos...

- “¿Cómo?... ¿Qué tiene el sombrero?... Es

nuevo y lo he comprado barato...”

- “¡Mira Pascual... con ese sombrero no vienes

con nosotros!...” le dijo enfáticamente Manuel.

De esta rápida manera, es decir sin ninguna

vuelta, sus hermanos lo hicieron caer en la cuenta de

que le habían vendido un clavo por sombrero. Cuando

nos relataba esta anécdota se reía de sí mismo, de lo

ridículo que debía verse y de “lo corta” que se la

hicieron sus hermanos. Y cerraba diciendo: “¡Pero qué

Page 57: Y durmieron juntos

56

hijo de perras aquel vendedor. El muy vivo vio a un

galleguito principiante y aprovechó la ocasión para

sacarse un clavo de encima!”.- “¡Cómo habría sido el

sombrero que me encajó, que nadie quiso salir

conmigo!...”

Pareciera que ésta y otras graciosas anécdotas

alejadas de la nostalgia, le acontecían al joven Pascual

en los primeros años de adaptarse a esa gran ciudad...

Buenos Aires. Tenía mucho por aprender todavía...

sobre todo a no ser tan simple ni tan confiado.

Page 58: Y durmieron juntos

57

CAPÍTULO 6

Cartas de un querido amigo

De España llegaban algunas cartas de los

familiares y también de amigos. La inmensa distancia y

el paso del tiempo paradójicamente señalaban más

aún los lazos y afectos entrañables. Siempre llevamos

muy dentro del corazón a los que amamos. Los

recuerdos y las añoranzas no son fáciles de

reemplazar ni siquiera por las nuevas vivencias que

tengamos en otro lado del mundo. Se me ocurre, que

es quien emigra al que le toca la difícil tarea de escribir,

no sólo en un intento de acortar la distancia y el

tiempo, sino también por la necesidad de contar algo

de lo poco bueno que trae el desarraigo.

Imagino a Pascual escribiendo y contando de su

nueva vida. Me inclino a pensar que sus cartas estaban

llenas de optimismo, que su juventud y sus ilusiones

filtrarían en cierta forma su tristeza. Me habría

encantado encontrar entre tantos papeles aquellas

primeras cartas, pero es un absurdo ya que partían con

destino hacia el viejo continente.

Page 59: Y durmieron juntos

58

Transcribo a continuación las cartas que papá

conservó de su amigo Francisco Lamata. Algunos

párrafos me impresionan mucho y además me

permiten comprender de manera muy clara, el valor

que tenía en aquellos tiempos, un amigo.

“Alcorisa 27 de Enero de 1923

Querido amigo Pascual, el 13 del presente recibí la

tuya y veo que estáis buenos tanto tú como tus hermanos y

me alegro mucho. También dices que vistes a Olivares y a

Perico y que te dieron mucha alegría al verlos y que les

acompañaste dos días que supongo que os divertirías mucho.

También me alegro mucho que marchéis bien con la

tienda que tengáis y ganéis dinero.

Pascual yo me aburro de estar por aquí y me dicen

mis padres que todo el pasaje no me lo pueden dar pero que

la mitad sí y que si tú me pudieras mandar la otra mitad,

pronto nos veríamos juntos. Porque yo tengo en ésa, dos

primos hermanos de mi padre, que se escriben y mis padres

les escribirían como que salgo para ésa y siempre mirarían

por mí algo.

Page 60: Y durmieron juntos

59

En fin acuérdate del camino de la vuelta, así es que

todo depende de si me quieres mandar la mitad del pasaje,

pronto nos veríamos juntos que sería para mí una alegría.

Sin más por ahora, muchos recuerdos para tus

hermanos y tú recibe el cariño de este tu amigo que te

quiere. Francisco Lamata”.

¿Quiénes serían Olivares y Perico?.

Seguramente otros dos muchachitos, inmigrantes

ilusionados con América, que al igual que Pascual

vinieron a probar mejor suerte, tal vez se radicaron en

Buenos Aires o estuvieron de paso por allí.

Pascual llevaba alrededor de un año y medio en

Argentina y estaría teniendo nuevos amigos, pero

Francisco era un amigo del alma, de su tierra, de un

pasado reciente. Lo extrañaría mucho. ¿Cómo no

trabajar horas de más y juntarle el dinero para que

viniera?... ¡Si la Argentina daba para todos!...

En tanto que sus hermanos mayores ahorraban

e invertían sus ganancias en el negocio, este buen

muchacho sólo pensaba en juntarle el dinero a

Francisco y mandárselo lo antes posible. Además,

Pascual sabía que organizar el viaje llevaba muchos

Page 61: Y durmieron juntos

60

meses de trámites y que juntar el dinero no era cosa

demasiado fácil.

Diez meses después de la primera carta de

Francisco, Pascual recibe la segunda.

“Alcorisa 8 de Noviembre de 1923

Querido amigo Pascual, el 30 de octubre recibí la

tuya lo que me alegró mucho al ver que estáis bien tanto tú

como tus hermanos.

Pascual también recibí el certificado en el cual me

mandaste el cheque de 200 pesetas para el viaje. Pascual

ahora sí que iré pronto para ésa y nos podremos abrazar no

como se abrazan los amigos sino como se abrazan los

hermanos.

Pascual mi padre va a escribirle a mi tío Manolo a

ver cómo está eso, pues mira Pascual, tú puedes ir a verlo y

le dices que se interese por mí y tú le escribes a mis padres y

tan pronto la tuya reciba, ya estamos sacando el pasaje.

Porque mis padres sí que me dejarán ir allá.

Pascual, queda nada más que 2 ó 3 meses, mira tú

haces conmigo lo que no haría un hermano, pero no tengas

cuidado que yo te lo agradeceré.

Page 62: Y durmieron juntos

61

De lo que me dices que si puedo traer la historia de

España, te llevaré lo que quieras, así que me puedes

mandarme pedir lo que quieras que todo te lo llevaré.

Sin más de particular recibe un fuerte abrazo de tu

amigo. Francisco Lamata.

P.D. La dirección de mi tío es calle Juncal número

2867 Manuel Aisa. Buenos Aires. Contesta a vuelta de

correo y procura que mi tío conteste también a la vuelta de

correo”.

Pero las cosas no siempre salen como se

desean muy a pesar de las tantas ilusiones y los

esfuerzos que hagamos. Muchas veces aparecen los

imponderables que no se resuelven en forma breve.

Pascual permanecía a la espera...

- “Manuel y Julián, por favor estaros bien atentos

al correo y mirad si llega carta de España para mí. No

tengo noticias de mi amigo Francisco y hace casi un

año que no sé nada de él. Le he mandado unas

pesetas para que se venga y no sé lo que le habrá

sucedido”...

Los hermanos se debieron mirar uno y otro.

Posiblemente, Julián comentó a Manuel que Pascual

Page 63: Y durmieron juntos

62

no estaba aprendiendo el sentido del ahorro, que ese

hermano no se les parecía demasiado, que era muy

confiado y que su cabeza no estaría muy bien. ¡Qué es

eso de mandar plata para un amigote que decía

aburrirse... Pues que se busque un oficio, qué joder!...”

Al fin y casi un año después... carta para

Pascual Calvo, Brasil 899.

“Barcelona Septiembre 7 de 1924

Querido amigo. Salud te deseo, la mía buena gracias

a Dios. Pascual la presente sirve para decirte lo primero que

me perdones, lo segundo para contarte el motivo de no

escribirte antes.

Pues bien, apenas me mandaste el dinero nos pusimos

a gestionar el pasaje y por mi edad no me lo quisieron hacer.

Nos enteramos con un señor que iba todos los viajes a ver a

mi tío, que este señor iba en un barco que hacía la travesía

de Barcelona a Buenos Aires .

Pues bien en vista que no podía embarcar decidimos

marcharme a Francia y de Francia ir a ésa y así salir, pero

como no llevábamos ningún papel, no nos los quisieron

hacer, nos detuvieron en dentro de Francia y nos hicieron

Page 64: Y durmieron juntos

63

volver a España y menos mal que no nos hicieron nada y de

regreso nos hemos quedado a trabajar en Barcelona junto

con el Paco, aquél que trabajaba en el garaje no sé si te

recordarás de él que también se vino a Francia conmigo.

En fin, que te quería dar una sorpresa de

presentarme sin escribirte, pero no ha podido ser, qué le

hemos de hacer, seremos carne de cañón si la suerte no lo

remedia, porque Sevilla cada vez está peor, pues que

mataron más gente que es capaz de producir toda la

humanidad.

Porque sitian los campamentos que es una vergüenza

para España.

Pascual nunca dudé de tu lealtad de buen amigo y

más al ver tu generosidad de mandarme lo que te pedí y me

lo mandaste al momento y en cambio tú sí que tienes motivo

para dudar de mí, pero Pascual no dudes que yo siempre soy

el mismo y si no te he escrito antes ha sido por eso y ahora

estoy preparándome para ver si por algún medio pasarme

otra vez a Francia antes de ser carne de fusil. Haré lo que

pueda, en cambio tú ya estás fuera de peligro y no seas

tonto, que no vengas si no se arregla bien todo.

Page 65: Y durmieron juntos

64

Escríbeme pronto, no seas rencoroso conmigo y así

como yo he tardado tanto en escribirte, tú si quieres

escríbeme enseguida.

Pascual ya me dirás de qué forma recibirás el dinero

que me mandaste para yo volvértelo a mandar y te vuelvo a

decir que me perdones por no escribirte antes.

Sin más, hasta la tuya, recuerdos hasta la tuya.

Francisco Lamata. Mi dirección es ésta: Calle Billamarí 104

nº 3 bajo derecha. Barcelona”.

Así es como se frustra lo que para mí habría

sido un emocionante encuentro, de esos que de alguna

forma nos marcan la memoria y afectan el entretejido

de los recuerdos.

Para el año 1924 tanto Francisco como Pascual

tendrían 19 años ya cumplidos. El servicio militar los

estaba aguardando. Uno, sin otra posibilidad que la de

presentarse y no saber cómo seguía, el otro y a la

distancia, pensando en volver o constituirse en un

desertor y hacer todos los trámites correspondientes en

el Consulado Español.

De este modo transcurre un año más.

Page 66: Y durmieron juntos

65

¿Qué pensaría Pascual?... Sentiría

desconfianza, dudaría de la honestidad de su lejano

amigo?... Francisco se habría gastado las pesetas en

otra cosa?...

Quizás, mi padre pensaba en que mejor hubiese

sido guardarse el dinero para un futuro viaje. En fin,

alguna carta más debió enviar a Francisco. ¿Le

reclamaría el dinero, le pediría entregarlo a sus padres

en Alcorisa?

No sé cómo fue esto. A mi viejo el paso de

tantos años se lo había borrado.

¿Qué debías aprender Pascual... Pascual?

¿Qué ser buenazo no siempre es lo que se te

reconoce?...

¿Que el dinero no importa, que más importa

ayudar a un amigo?...

Mejor es olvidar un poco - ¿no Pascual? - total

uno obrará siempre de buena fe, porque así es uno...

¡Qué se le va a hacer!...

Un año más tarde llega otra vez carta para

Pascual Calvo. Brasil 899.

Page 67: Y durmieron juntos

66

- “Pascual fíjate que en el primer cajón del

mostrador tienes carta de ese tal Lamata. Deberías

insistirle en que te devuelva el dinero, hombre, que

esas cosas no se hacen. -¡Que ha salido bueno ese

gandul!...

“Barcelona 25 de Agosto de 1925

Querido amigo Pascual yo bien lo que deseo en ti.

Pascual el motivo de escribirte es el siguiente, ya no

recuerdo en qué fecha por lo mucho que hace que te escribí

contándote el viaje que hicimos con el Paco, el que estaba en

el garaje y yo a Francia, para no ir al servicio y que no dio

el resultado que esperábamos, que creo ya estarás enterado

por la otra que te escribí y te decía que me dijeras cómo

había de mandarte el dinero que tú me mandaste a la cual yo

no he recibido ninguna contestación, aunque tú hayas

contestado porque me cambié de patrona y si me has

contestado a la que le llegará la carta, ya no estaba yo en

aquella calle porque aquí se puede decir que estamos un mes

en cada casa, porque si en una casa nos cobran 30 pesetas

cada semana por comer y dormir y hallamos ésta, que nos lo

hace por 23 pesetas pues nos cambiamos y así es lo que hice.

Yo te diría contéstame a mi casa o sea Alcorisa, que las

Page 68: Y durmieron juntos

67

cartas que me mandaron allí, me las mandan aquí sin

abrirlas.

Mira Pascual si es que lo necesitas pues dilo que yo

ahora no puedo dártelo y me harías un favor que te

esperases para cuando vengas tú para el servicio entonces te

lo daría yo sin enterarse nadie, pero que si te hacen falta y

no puedes prescindir de ellos, pues yo se los pediré a mis

padres y aunque se enteren me lo darán tan pronto como me

los pidieseis, que mira como te parece mejor, pero que no

dudes de lo que te digo, porque al dudar, prefiero que me lo

pidas a vuelta de correo.

Pascual sabes que el Paco está tan bien en

Barcelona, le buscó el trabajo Toribio Villarroya. También

te digo que embarcan bastantes soldados ahora para

Marruecos. Quizás para cuando tú vengas ya esté todo

arreglado.

Sin más de particular recuerdos para tus hermanos y

tú recibe el cariño de este tu hermano. Francisco Lamata”.

Entre los papeles que se guardaba Pascual no

encontré más de estas valiosas cartas. Mas no es

difícil imaginar el final de esta parte de su historia. Mi

viejo no recuperó su dinero, y segura estoy que le

Page 69: Y durmieron juntos

68

importó muy poco. Tampoco volvió a España para

hacer el servicio. Regresó recién para el año 1952

(treinta años después), y a su querido amigo no logró

encontrarlo.

¡Treinta años después... viejo!. ¿De qué

acordarse?... ¿No Pascual?... ¿Si Francisco quizás

murió en Marruecos... o en la guerra?. ¡Vaya a saberlo

uno!... ¡Por eso viejo... mejor es olvidarse un poco de

aquello... no? Es menos triste que tenerlo presente.

Además... Francisco siempre te será un amigo de los

años de vivir en España... amigos de esos que no

mueren cuando los guardamos en el corazón!...

Pascual guardó aquellas cartas. Para mí -hoy-

conservarlas es un orgullo y una preciada emoción,

porque me permiten reflexionar en amigos que se

quisieron como hermanos sobreviviendo a sus

caprichosos destinos y al paso del tiempo. Hallo

además otra comprobación más de lo buenudo y

simple que fue mi viejo, y de aquel “cero sentido de

frustración” con que me gusta caracterizarlo.

Page 70: Y durmieron juntos

69

CAPÍTULO 7

Mirando a Buenos Aires

Pero volvamos a sus 20 años, años de porteño,

entre cartas de recordados amigos, alguna linda mina,

la voz internacional del morocho del Abasto, las

orquestas de tango, el trabajo y la compañía de sus

hermanos mayores, que como decía Francisco...

siempre mirarían algo por él ...no?

En estos años se le pegó el gusto por cantar

tangos y milongas, gusto que le duró de por vida.

Recuerdo las expresiones y gestos que le ponía a cada

letra que cantaba y los pasos de tango con los que se

deslizaba mientras se hacía el interesante. Cuando

terminaba con sus interesantes demostraciones, decía

alegremente: -“¡Ay... qué tangazo!...” y sonreía... feliz

de la vida. Yo me quedaba mirando a ese español que

era mi padre, al que tanto se le había pegado lo

porteño, y pensaba: ¡Qué lindo viejo... qué bien te pegó

la Argentina!...

Page 71: Y durmieron juntos

70

- “Flaca, fané y descangallada, la vi esta madrugada

salir del cabaret ... / fea, tres cuartos de cogote y una percha

en el escote, debajo de la nuez .../ parecía un gallo

desplumao, luciendo al compadrear su cuello picoteao ... / yo

que sé cuando no aguanto más, al verla así.. rajé, pa no

llorar.../ y pensar que hace diez años fue mi locura, que

llegué hasta la traición por su hermosura ...”

- “Aún recuerdo aquella noche bien juntito a la

vidriera.../ y en susurros me decías ... ay querido... si vos

pudieras .../ aquel tapado de armiño todo forrado en lamé.../

que tu cuerpito abrigaba, al salir del cabaret... / tu tapado de

armiño me salió más caro que tu amor... / pues el tapado lo

estoy pagando todavía.../ y tu amor... tu amor ya se acabó...”

- “Ay morena... morenita meuo amor ... / túme dices

que me quieres morena... / pero es mentira morena... mentira

morena.../ amores no... amores no...”

“Y estás perdiendo el tiempo, pensando, pensando.../ por lo

que tú más quieras, hasta cuando, hasta cuando .../ y así

pasan los días... y yo desesperando... y tú, tú contestando.../

quizás... quizás... quizás.../ quizás... quizás... quizás...

Page 72: Y durmieron juntos

71

Pascual siempre me pareció el más divertido y

despreocupado de los cuatro hermanos. Manuel en

cambio, era el maduro, el pensante, el intelectual, el

que se había venido sólo con 14 años. Al poco tiempo

que mi joven tío desembarcó, lleno de las ilusiones

propias de los que venían por una vida nueva, su salud

enfrentaría un fuerte contratiempo obligándolo a

cambiar de planes. Enfermó de una fuerte neumonía

que lo dejó marcado el resto de su vida. Hablaría

siempre muy bajito. Los médicos entonces le

recomendaron para su mejoría que se fuera a vivir a

lugares de clima frío y seco. Así es como el jovencito

Manuel volvió a España enfermo y al cuidado de su

querida madre. Luego de permanecer casi dos años en

los que efectivamente su salud mejoró, y ante el temor

de cumplir con el servicio militar allí, retorna

nuevamente a Argentina, al almacén de Brasil y

Tacuarí.

A pesar de su frágil salud, ahora el tío estaba

más decidido a superarse que cuando era un niño de

catorce años. Le gustaba mucho leer, entendía de

política, simpatizaba con los ideales socialistas y

aprovechaba muy bien su tiempo ya que en las noches

Page 73: Y durmieron juntos

72

estudiaba Teneduría de libros, por correspondencia.

Tenía alma de contador y era un hombre prolijo, fino y

de buen gusto. Para mí, era el tío más lindo!... y el que

se preocupaba mucho por su hermano Pascual, que al

parecer... vivía bastante en una nube!...

- “Óyeme bien Pascual”, dijo Manuel, -“una de

estas mañanas iremos al Consulado español.

Tendremos que hacernos un tiempo para hacer

averiguaciones y trámites. Como ya lo sabrás, tú y yo

somos desertores para el gobierno de España. Allí

dejaremos claro que hace años que estamos en la

Argentina y que tenemos intenciones de seguir

trabajando en Buenos Aires. Llevaremos todos los

certificados y permisos que nos dieron en España,

cuando nos embarcamos”.

Así es que luego de algunas mañanas de largas

horas en el Consulado General de España, Manuel y

Pascual consiguieron los siguientes certificados:

“El cónsul general de España en la República

Argentina: Certifico que en el archivo de este Consulado

General y entre los expedientes correspondientes al año

1926 existe uno bajo el número 132 que copiado dice: “ El

Page 74: Y durmieron juntos

73

Cónsul General de España en la República Argentina

certifica que en esta fecha, ha sido tallado y reconocido en

esta cancillería el mozo Pascual Calvo Gamón, hijo de

Joaquín y Concepción, natural de la parroquia de Alcorisa,

provincia de Teruel, de 20 años de edad, profesión

empleado, de estado soltero, inscripto en el registro de este

consulado con el número 5421 del actual ejercicio,

domiciliado en Brasil 899 el cual mide la estatura de 1.630

m y resulta útil para servicio auxiliar, según los certificados

facultativos y de medición toráxica que se acompañan

firmados por los Doctores A.A. Martínez y J. Torrontegui,

médicos de este consulado. Dicho mozo manifiesta que su

residencia en esta República no es eventual sino permanente

en razón de la ocupación a que se dedica y nombra para que

lo represente en el acto de la clasificación y declaración de

soldados a Don Joaquín Calvo. Buenos Aires 28 de Enero de

1926. Cónsul General José Buigas”.

“El que suscribe, médico del Consulado General de

España nombrado por R.O. de 19 de Agosto de 1923

certifica que el quinto Pascual Calvo Gamón de 20 años de

talla 1.630 metros con un perímetro toráxico de 0.93, natural

de Alcorisa provincia de Teruel, hijo de Joaquín y

Page 75: Y durmieron juntos

74

Concepción, resulta que del examen practicado se halla

comprendido en la clase y orden E. Arto. 45, resultando útil

servicio auxiliar. Várices voluminosa pierna izquierda.

Varicocele. A solicitud del señor cónsul General expido este

certificado en Buenos Aires a 28 de Enero de 1926. A:A:

Martínez.”.

“El que suscribe médico del Consulado General de

España nombrado por R.O. de 23 de Noviembre de 1911

certifica que el tercero Manuel Calvo Gamón de 24 años de

talla 1.730 con un perímetro toráxico de 0.93, natural de

Alcorisa provincia de Teruel, hijo de Joaquín y Concepción,

resulta que del examen practicado se halla comprendido en

el grupo 111 orden E resultando útil servicio auxiliar.

Várices voluminosas en la pierna izquierda. A solicitud del

Sr Cónsul General expido este certificado en Buenos Aires a

28 de Enero de 1926. J Torrontegui. Concuerda con su

original a que me remito y para el interesado expido este

certificado que firmo y sello en Buenos Aires a 28 de Enero

de 1926”.

Estos certificados están escritos a máquina.

Pegado al sello de la primera carilla observé una nota

Page 76: Y durmieron juntos

75

en lápiz con letra desconocida, que dice: Debe

presentarse en el consulado de Buenos Aires antes del

30 de Abril de 1930.

Quiero destacar que en el año 1926, en tanto

que el joven Pascual Calvo de 20 años de edad, de

1.630 mts de altura, soltero, de profesión empleado...

(y que parecía vivir bastante en una nube!...) y,

mientras que su pensante hermano lo aconsejaba e

instaba a gestionar certificados que lo declararan útil

para el servicio auxiliar, (¡qué sé yo qué era esto!)... en

la Villa de Alcorisa... se gestaba dentro de la panza de

una señora llamada Carmen una preciosísima niña que

saldría al mundo el 12 de Octubre del mencionado año.

El nombre de la preciosa sería Pilar. Pero de ella voy a

escribir mucho más adelante...

Entiendo que mientras Pascual trabajaba de

cadete, realizaba gestiones en el Consulado, bailaba,

cantaba y quizás adquiría un mejor sombrero, sus

hermanos mayores obraban como más adultos...

Julián era muy diferente a Manuel. Era un

convencido de que las horas debían invertirse en el

trabajo, fundamentalmente, en ahorrar. Era de los que

Page 77: Y durmieron juntos

76

pensaban que la vida da muchas vueltas y siempre es

bueno tener unos pesos por cualquier cosa que ocurra.

Y de llegar a suceder... pues habrá que encontrar la

manera de no gastarlos... .pues sino... coño... ya no

serían ahorros!... ¡ Era un tío muy agarrado!, (y desde

este mundo te pido disculpas querido tío, pero es que

tengo miedo que no se entienda la idea... sabes?).

Además este tío había cumplido en España con el

servicio militar y entonces quería volver luego de

algunos años de mucho ahorrar...

Así es cómo entre idas y venidas, al menos

durante un tiempo, cuatro de los seis hermanos Calvo

que habían nacido en Alcorisa y en la provincia de

Teruel, estuvieron juntos en el almacén de Brasil y

Tacuarí, en Buenos Aires, Argentina. Recuerdo una

foto de los cuatro en la que se ve un mostrador grande

y unas estanterías muy antiguas junto a la pared llenas

de frascos y botellas de licores, muy propio de los

almacenes españoles de aquella época.

¡Cuatro gallegos solteros, simpáticos y alguno

con plata !

¡Qué oportunidades para las porteñas del

barrio!...

Page 78: Y durmieron juntos

77

¡Fantástico, chicas de tacones altos, medias de

seda y un buen escote. A bailar muy bien el tango, que

a alguno de ellos van a conquistar!...

¡Dale vos Gumersinda, con esas piernas

hermosas que tenés y que te las mira mucho Pascual.

Seguro que lo podés enganchar... no dejes de

coquetearle que se le nota a ese gallego las ganas de

vos que tiene!...

Gumersinda debió ser una mina como pocas (de

esas que no sólo bailaban a la perfección sino que

además contaba con envidiables piernas para hacerlo),

perseguida por algunos cuantos porteños y también

por un gallego desesperado... Pero de esta historia yo

no quise saber ni los detalles... aunque Pascual me los

habría contado sin problemas.

Sin embargo aquellas chicas pronto debieron

caer en la cuenta, de que a esos gallegos podían

enseñarles a bailar tangos y milongas... también

podían aceptarles algunos tragos que ellos les

pagarían de puro jugarla de caballeros... Además y si

lo preferían, podían disfrutar de otros placeres más que

la buena vida ofrece... mas los gallegos eran durísimos

Page 79: Y durmieron juntos

78

de casar... con aquello de que España... y España... y

la sangre de la tierra que tira...

-“¿Querrán minas gallegas, éstos?..., debieron

preguntarse...

-¡Maaa sí... vuélvanse al barco... o mejor...

váyanse al carajo!...

Page 80: Y durmieron juntos

79

CAPÍTULO 8

Caminos diferentes

Con el pasar de algunos años de trabajo,

ahorros y bastante juerga en aquel histórico almacén,

aparecieron los deseos de trazar planes distintos.

Aquellos hermanos que habían unido sus fuerzas para

enfrentar un país tan grandioso como la Argentina de

esa época, ahora pensaban en separarse.

José fue el primero en regresar a España, se lo

había prometido a su novia Ramona que lo esperaba

fielmente. Pascual contaba que este hermano quería

volver, que no estaba muy a gusto, además tenía

fuertes ideas políticas de las que no quería

desprenderse. Lo cierto es que regresó pronto, se casó

y formó su familia. Es muy poco lo que sé de este tío y

claro es que no lo conocí, pero me gusta mirar una foto

que le envió a Pascual con fecha 11 de mayo de 1927.

En ella se lee: “A mi querido hermano Pascual, tu

hermano que te quiere: José Calvo”. Su letra es

prácticamente idéntica a la de mi padre. Al mirar su

gesto me impresiona a hombre bueno. Tenía los ojos

Page 81: Y durmieron juntos

80

claros. Julián también quiso volver y estar con los

suyos. Tenía fuerza y juventud para hacerlo.

Problemas con ingresar a España no tenía y lo que sí

tenía “mi tío agarrado”, era dinero para empezar algo

allí. Llevaba idea de instalar un puesto de venta de

combustible para autos. Sabido es que el mundo se

estaba llenando de coches y esto, sí o sí, sería un

buen negocio.

Don Joaquín y Doña Concepción lo recibieron

con felicidad. La Argentina les devolvía al hijo mayor,

que volvía como a quien le ha asentado bien el emigrar

hacia otras latitudes, transformado en un hijo adulto y

muy prosperado. En sus ya envejecidos años, Julián

les brindaría cierta protección que seguramente la

necesitaban mucho.

Así fue. Julián vuelve a España, fuerte, joven,

soltero, con plata y con ganas de instalar una

gasolinera en Alcorisa, (ideal situación para cualquier

moza casamentera... Mejor... Imposible!). Su pronto

casamiento con Victoria fue además una excelente

sociedad, no sólo porque ella crió a los tres hijos que

tuvieron: Magdalena, Asterio y Julianín, sino porque

Victoria se parecía a su marido. Era valiente y de

Page 82: Y durmieron juntos

81

carácter fuerte, apoyó a su marido en todo, luchó a su

lado hasta lo último y cuidó muy bien de su dinero, aún

de sus propios hijos, los que con el tiempo se las

ingeniaron para ratear algunas pesetas, sobre todo,

Asterio, y sin un gramo de culpas!...

Manuel y Pascual en cambio no regresaron. El

sólo hecho de hacer el servicio militar los detenía.

¿Qué significaba prestar este servicio al gobierno de

España en aquel tiempo?... ¿Cuánto se le temía?...

Pascual releería las cartas de Francisco donde le decía

que embarcaban muchos soldados hacia Marruecos,

que no volviera, que esperara a que todo se arreglara.

Tengo la impresión que el tío Manuel se

desarraigaba sin demasiados conflictos. Tal pareciera

que lograba verse cómodo y sin tantas nostalgias en

este país. Quizás pensaba más fríamente. Había

completado sus estudios en contabilidad y quería

ejercer como tenedor de libros en algún negocio

importante. Para su suerte, se enteró que se

necesitaba gente con esos estudios en una ciudad

pequeña y lejana a Buenos Aires llamada

“Reconquista”, ubicada hacia el norte de la provincia de

Santa Fe. Allá fue, ya que había aprendido, quizás del

Page 83: Y durmieron juntos

82

propio Julián, el valor que tiene el arriesgarse y

emprender de frente los nuevos desafíos que la vida

trae. Es así que al poco tiempo, lo encontramos

ejerciendo sus conocimientos en esa alejada ciudad

norteña, en la firma Lanteri Hnos., ubicada en las calles

Belgrano y Habbeger Posteriormente trabajó en una

famosa tienda de la misma ciudad, la tienda de Don

Moisés Gazze. También necesitaban allí un tenedor de

libros de mucha confianza. La persona que venía

realizando ese trabajo se trasladaba a otra ciudad y

entonces recomendó a su dueño, nada menos que al

joven y apuestísimo Manuel Calvo.

Finalmente los hermanos Calvo se separaron,

vendieron el almacén de ramos generales, repartieron

las cosas como les pareció mejor y a empezar de

nuevo. Abandonaron Buenos Aires, sus clubes, jodas,

bulines, trajes y sombreros. Nada o muy poco se

llevaría Pascual del histórico almacén de Brasil y

Tacuarí, ya que, poco o nada sería lo que habría

ahorrado, (muy a pesar de los esfuerzos de Julián en

enseñarle este valor). Creo que además de faltarle la

compañía de sus hermanos, otra de las cosas que

lamentaría mi viejo, quizás fue la pérdida del trabajo

Page 84: Y durmieron juntos

83

conductista que ellos habían pensado para él. ¡No más

el chico de los repartos!... ¡No más... de cocinero!...

Tomó sus pocas cosas y partió en tren hacia un

pueblucho, país adentro, donde necesitaran

empleados. Más o menos para el año 1930

encontramos a Pascual en “Banderaló”, provincia de

Buenos Aires, pueblo cercano a General Villegas,

provincia de Buenos Aires.

Nunca manifestó mi viejo disconformidades o

quejas en cuanto a la disociación del almacén. Por lo

menos yo, jamás le escuché una crítica con respecto a

la forma en que se repartieron los pesos de aquellos

años de trabajo. Quiero decir, que no sé cómo fue la

cosa, sin embargo y como entreviendo repartos justos,

digo que Pascual siempre quiso mucho a sus

hermanos, nunca los dejó de admirar y recordar, sobre

todo, a Manuel. Esto notaba yo cuando era chica. La

opinión del tío era muy tenida en cuenta por mi papá y

además, cuando venía a visitarnos, mi viejo sentía una

alegría inmensa que me trasmitía fácilmente. Todos

esperábamos su llegada, (yo además esperaba que

me regalara una muñeca que hablara). Según me

pareció siempre, creo que el tío Manuel funcionó por

Page 85: Y durmieron juntos

84

mucho tiempo como una especie de tutor - guía para

su hermano, al menos en aquellos años de ridículos

sombreros y de juventud en una nube... Entendí el

dolor que mi papá sintió al fallecer su hermano. Lo vi

realmente llorar... Comprendí la pérdida... Su ropa la

usó en ocasiones especiales...

Transcribo ahora una carta que encontré entre

los papeles de Pascual. Es de su hermana Concha, la

única hermana que tenía en España y que nunca viajó

a la Argentina. No tiene fecha. Supongo que la envió

en aquellos años en que los hermanos Calvo se habían

separado intentando caminos diferentes. Tal pareciera

que poco se sabía de Pascual.

“Queridos hermanos, nosotros bien lo que deseamos

en vosotros.

Hace bastante recibimos carta de Manuel con sus fotografías

en las cuales estás muy bien y muy guapo, nos dieron una

alegría muy grande, te he puesto en un marco encima de la

cómoda y pareces que se nos ríes cuando te miramos y si

Page 86: Y durmieron juntos

85

todo lo que le decimos a tu foto lo oyeras tú, con seguridad

que te reirías.

Manuel creo recibirías la felicitación que te

mandamos para el día de tu santo y cómo puedes ver nos

acordamos mucho de ti, decirte mucho es poco, nos

acordamos constantemente.

De Pascual lo mismo, nada más que como es tan

perezoso para escribir se pasa el tiempo sin tener carta suya,

sin darnos cuenta a lo mejor casi el año. Pascual esperamos

carta tuya, no nos la hagas esperar mucho tiempo que

estamos siempre ansiosos de tener noticias vuestras.

Como ésta la recibirás por los días de tu santo, te

felicito en ella y te deseo pasar un feliz día y te pido tengas

para nosotros un pensamiento ya que otra cosa no te será

posible, nosotros nos acordamos siempre, pero en los días de

vuestros cumpleaños o tal como el de vuestro santo, más.

Pascual espero una carta tuya muy larga en la que

creo me contarás algo de tu vida que permaneces callado y

también te pido tu foto, con que a ver si eres bueno y me

cumples en darme lo que te pido.

Sin nada más, cuidaros mucho y recibir el cariño de

vuestra hermana que nunca os olvida. Concha Calvo.

Page 87: Y durmieron juntos

86

Queridos hermanos: yo bueno, lo que deseo en

vosotros. Sólo dos líneas para demostraros que no me olvido

de vosotros. Recibimos la vuestra con las fotos de Manuel,

sólo nos falta la de Pascuale.

Yo llevo siempre la monótona vida de siempre.

Manolo.”

Esta carta no tiene fecha ni demasiado

contenido, pero sí mucho afecto. Denota a una lejana

hermana, muy católica, cariñosa y bastante aburrida,

extrañando a sus hermanos y hablándoles a sus fotos.

Supongo que al no hacer ninguna referencia a Julián,

ni a José, es porque estarían de regreso en España.

Mientras fui chica no sentía cariño por esta

lejana tía. Cuando miraba su foto de buena moza su

rostro me resultaba tenso, frío, siempre pensé que

sería amarga y estricta. Frente a mis ojos tengo más

cartas de ella. Al comparar su letra a través del tiempo,

noto en las últimas una letrita chiquita y muy

temblorosa. Transcribiendo aquélla que me parece ser

una de las primeras, intento una especie de disculpas

por los escasos sentimientos que tuve para con esta

tía. Actualmente se me han modificado... Ahora que ha

Page 88: Y durmieron juntos

87

pasado el tiempo alcanzo a entender el cariño que

sentía por sus hermanos, a los que había visto nacer y

crecer junto a ella, con los que habría jugado como la

única niña de la casa rodeada de cinco hermanos

varones que la perseguirían siempre. La vida casi la

deja sin ellos. A casi todos los despidió para la

Argentina, sólo dos volvieron a su lado y otros dos

murieron en la guerra...

Vuelvo a mirar su rostro en la foto y me parece

dulce....

Page 89: Y durmieron juntos

88

CAPÍTULO 9

Banderaló

Viajaría si pudiese hacia atrás y en el tiempo

rumbo a Banderaló, provincia de Buenos Aires. Me

gustaría conocer ese lugar y recorrer sus calles

maginando lo que habría sido en aquellos años en que

Pascual vivió allí. Quiero escribir todo lo que pueda

recordar de las muchas cosas que él contaba de aquel

pueblo tan distinto a Buenos Aires, con calles de tierra,

pobladores más pobres y trabajadores, donde las

cosas sucedían lentamente o más bien había que

provocarlas, donde un comisario tiene la última palabra

y donde tener una buena moto era “lo más ”!

Allí estuvo Pascual unos cuantos años

trabajando con patrones extraños. Ahora sí necesitaba

ahorrar un poco de lo que ganaba. Debió pagar por

una pieza de la casa que compartía con otros

muchachotes. Necesitó hacerse lentes. Posiblemente

también renovó el traje y el sombrero. Y no quiero

olvidarme de mencionar que debía mantener a su

Page 90: Y durmieron juntos

89

mascota preferida de aquel tiempo, es decir una

espectacular Harley Davison de 1200 c.c. y con side

card que, según las fotos de la época, parecían

destacarlo entre los más facheros del pueblo...

Esta etapa de su vida era también muy

felizmente recordada por él. Ahora se manejaba solo y

con su propio criterio. Aprendió a ser independiente. Se

hizo de dos amigos muy queridos: Rosendo y Freddy, y

también de otros amigotes más que lo llamaban

“gallego”. Siempre venían a su pieza a escuchar los

chistes del gallego o salían por el pueblo a darse unas

vueltitas. En las noches de verano el calor era

sofocante. A partir de cierta hora se interrumpía el

servicio de luz en las calles quedando el pueblo a

oscuras hasta el amanecer. Los vecinos encendían

lámparas, soles de noche o lo que se tuviera.

Pascual relataba muchas anécdotas de aquellos

años, siempre con gran sentido del humor y disfrutando

al revivirlas. Nos contaba que vivía en una casa muy

grande con un negocio adelante y varias habitaciones

en la parte de atrás, una era de él. No sé cómo se la

arreglaba para limpiar y cocinar toda la muchachada,

Page 91: Y durmieron juntos

90

Pascual jamás se extendía su cama. La pieza del

gallego resultaba el lugar de reunión en el que se

planificaba toda joda y también se lamentaba algún

amor no correspondido o contrariado. Su cama sería

silla de un montón de muchachotes, así que ¿para qué

extenderla?, si cualquiera la distendía en cualquier

momento. Además, a Pascual le daba lo mismo, al

llegar cansado de trabajar no pensaba demasiado en

esos detalles.

Nunca descubrió al autor, pero parece que

alguno quería corregirle un poco aunque no más fuera,

tanta desprolijidad. Una noche al llegar, mientras

pensaba en acostarse en pocos minutos más, se le

ocurrió acomodar un poco la despelotada pieza.

Coincidentemente esa noche no tenía la visita de

nadie. Al retirar la sábana para ventilarla un poco... ¡Oh

sorpresa !..., lo esperaban debajo de ellas unos

cuantos huevos de gallinas, bien distribuidos y listos

para recibir a Pascual y hacer de él una especie de

tortilla u omelette.

¡...Ojo Pascual!... Casi te mandaste?...

¡Huuuy, ¿es hostias?!... Lo que podría haber

sido... un empaste baboso que te hubiera costado un

Page 92: Y durmieron juntos

91

baño de esos únicos en la vida, de esos que no te

darían ganas de cantarte un tango, quizás sintiendo

alguna carcajada en el patio o en otra pieza.

¡Hijos de perras!... ¿Quién se la pensó a ésta?

¿Habrá sido Rosendo o el Freddy? ¿Quién otro?

¡Nunca lo sabrás Pascual!... Cuando quieras

averiguarlo, van a poner todos esas caras de

“pelotudones babiecas desentendidos” (expresiones de

Pascual), mejor pensáte algo y alegráte de que no te

agarraron!

¡Tranquilo Pascual, no digas nada, como si esos

huevos nunca existieron. ¿Quizá tengas alguna pista

mañana? Aguantátela gallego. Además, te gustan los

huevos fritos, mandáte tres o cuatro con el aceite bien

caliente y a dormir!... ¡Mañana veremos!...

Algunos días pasaron y nada de nada. Entonces

había que pensar en el contraataque. ¿Qué se te

puede ocurrir Pascual?...

¡Pensala bien, no te puede fallar, tiene que caer

el de los huevos, deja pasar unos días como para que

se olviden del asunto y mandáte con eso que tu

cabezota está pensando y no te rías por adelantado...

esperá!...

Page 93: Y durmieron juntos

92

Unos días más adelante...

- “¡Che Freddy!, el gallego dijo que tiene unas

cervezas en la pieza para esta noche. ¿Vos qué haces

, venís?”, preguntó uno de ellos.

- “¿Por qué no?, si el gallego invita!...”

El calor los acompañaba, andar descalzos y con

poca ropa era lo esperado en aquel conventillo, el patio

de la casa era el lugar más fresco, no se cerraban las

puertas de las habitaciones.

Como vendrían los muchachos, Pascual, simuló

limpiar un poco la pieza, fundamentalmente se ocupó

de baldear bien el piso de la entrada y además,

conectó al picaporte por el lado de adentro, un cable de

corriente continua de 110 voltios... y entornó la puerta.

¡El patadón , carajo - pensaba Pascual - no te

mata pero te va a sacudir un rato y a lo mejor cantes

quien fue “el de los huevos”!

¡Quedáte esperando Pascual y escuchá los

silbidos y tarareos de los que van llegando!...

- “Larai... larai... larai... ayyy, ... la p... carajo

gallego!...”

- “¡Eh!..., ¿qué pasa?, ¿por qué gritas?”

Page 94: Y durmieron juntos

93

- “¡Cómo qué pasa, güevón, le pusiste corriente

el picaporte?!...”

- “Ja ja ja... - pasá, pasá y decime una cosa

hablando de güevones : ¿Vos fuiste el de los

huevos?...”

- “¿Qué?... No Pascual. ¿Qué huevos? ¿De qué

hablás?... No, yo no fui !”.

- “Pero -insistía Pascual con su dedo apuntado y

su mirada fija: -a mí me dijeron que vos fuiste el de los

huevos”.

- “No gallego, te digo que yo no fui”.

- “Bueno pasa y cállate la boca que viene otro y

escucha el alarido que va a dar éste ahora...”

Otro se acercaba ...

- “Guauuuuuh!... carajo, que te parió!...”

Así cayeron unos cuantos y aunque nunca supo

quién fue el autor de “los huevos”, tal cual sus planes,

les surtió un sacudón y se les rió en la cara...

Allí en Banderaló, la vida transcurría demasiado

tranquila. Poco había en ese pueblo de lo que había

sido Buenos Aires. Es decir, la muchachada tenía que

pensar mucho más en qué entretenerse, idear algún

Page 95: Y durmieron juntos

94

partido de fútbol, tomarse algún trago en alguna

cantina o rajarse a General Villegas en la Harley

Davison aunque esto sería más de los fines de

semana, supongo. En las noches muy calurosas era

agradable sentarse en la vereda a tomar aire fresco.

Sacaban entonces varias sillas y charlaban de

cualquier cosa. Como el servicio de iluminación se

suspendía un rato antes de la media noche, se podía

estar casi desnudo, es decir en calzoncillos y sin

problemas. Además, aquella casa en la que vivían

Pascual y sus amigos, estaba ubicada al final de la

calle y del otro lado continuaban terrenos del ferrocarril.

La gente paseaba habitualmente por allí y más o

menos en esa cuadra se pegaba la vueltita, pues se

terminaba el caserío y la poca luz con que contaban.

Pascual, el Freddy, Rosendo y otros, estaban muy

frescos y conversadores una noche como tantas otras.

Entre charlas y comentarios el sueño iba llegando con

algún bostezo y un poco de aburrimiento. Esa noche

los últimos en entregarse al descanso fueron Pascual y

Rosendo. Era muy agradable estarse prácticamente

desnudo y tomando aire fresco. Adentro de las piezas

el calor era insoportable. Los acompañaba una luna

Page 96: Y durmieron juntos

95

muy clara, el canto de alguna rana en las cunetas y

algunos vecinos que paseaban por allí cerca. El

comisario con su flamante esposa y su cuñada también

lo harían esa noche...

- “Rosendo, yo me voy a dormir, tengo un poco

de sueño”, dijo Pascual.

- “Bueno gallego, yo me quedo un rato más y

después cierro todo”, contestó Rosendo. Era cierto que

Pascual tenía un poco de sueño, aunque no el

suficiente. Se le ocurrió cerrar con llaves la puerta e

imaginar a Rosendo en ciertos apuros... Esperó un rato

allí detrás de la puerta y se aburrió como un chico que,

jugando a las escondidas, pasa el tiempo y nadie lo

encuentra. ¡El muy crápula se mandó a dormir y

olvidóse del asunto!...

Lo que Pascual no imaginó es que el comisario y

su esposa caminarían por allí hasta llegarse

propiamente a los terrenos del ferrocarril. Rosendo

veía que los caminantes avanzaban por la vereda y se

dio un changüí, total, pensaba, “a unos metros de

distancia hago dos pasos y me meto adentro”. Evitaría

así que se lo viera en paños menores, sobre todo la

primera dama del pueblo.

Page 97: Y durmieron juntos

96

La noche estaba espléndida, su clara luna

invitaba a caminar e iluminaba el sendero de los que se

amaban, y también de los que retozaban aburridos y

solitarios en las veredas ...

“¡Caramba!, pensó Rosendo viendo a los

caminantes bastante cerca , ¡estos dos vienen

agarraditos y no se pegan la vueltita!”.

“¿Y quién será esa mujer que viene con ellos?”.

“ Bueno, llegó el momento, ahora sí me meto

adentro”.

“¡Uyyyy la puerta está cerrada, carajo!... Toc,

toc, toc...¡Gallego abríme, te dije que yo cerraba...

abrime... abrime carajo... no te hagas el güevón!...

Pascual no escuchó jamás este pedido

desesperado de Rosendo, ya no estaba detrás de la

puerta sino largo en su cama, relajado y tranquilo. Su

despertador había sido puesto para que sonara

temprano al otro día y el tic tac de sus agujas

centinelas... invitaban al descanso.

¡Qué desesperación... Rosendo. ¿Qué haces

ahora?...¡Ya están acá y vos en calzoncillos!... ¡Te ven,

te ven... corre, corre!... ¡Date cuatros zancadas, cruzá

la calle y tiráte a la cuneta de enfrente... qué se yo!...

Page 98: Y durmieron juntos

97

El comisario, vivo y de rápida sospecha, con un

agudo sentido del orden y la vigilancia mucho más

fuerte que el romance y el encantamiento,

acostumbrado a dejar el amor en espera, porque la

responsabilidad es lo primero, dijo:

- “¿Qué sucede ? ¿Quién es este loco que

aterriza en la zanja? Mejor saco la pistola y tomo

precauciones. Dame la linterna, dijo a su señora, y

ustedes quédense acá!”

Las mujeres se detuvieron y el comisario dio

unos pasos muy rápidos hacia la cuneta.

- “¿Quién es usted? ¿Qué hace acá? ¡Y en

calzoncillos!... ¿De quién dispara?”

El haz de luz de la linterna iluminaba a un pobre

hombre avergonzado...

- “Le explico, le explico señor comisario... Yo

trabajo acá en la firma Orcoyen y Cía. y estaba

tomando fresco. Ya me iba a dormir pero me cerraron

la puerta”.

- “¡Discúlpenme señoras!...”, decía el pobre

mientras se levantaba de la cuneta.

Page 99: Y durmieron juntos

98

- “No sé, no sé...” decía mientras intentaba

taparse y limpiarse el barro que se le había pegado por

todas partes.

Las ranas de la zanja habían silenciado su croar

para apreciar mejor semejante espectáculo...

- “Si usted quiere comisario mañana hablamos

con mi patrón, yo soy Rosendo García...”

La primera dama tomó con una mano a su

esposo en señal de retirada y con la otra intentaba

ocultar sus ojos de semejante bochorno. La cuñada,

que era más desprejuiciada, se reía con ganas...

- “¡Bueno hombre, dijo el comisario, no son

formas de estar en la vía pública, vaya y golpee bien

fuerte la puerta a ver si le abren y métase adentro!...”

Rosendo emprendió la puerta a patadas con la

fuerza de un “toro burlado” en la Plaza de toros San

Isidro de Madrid. Por su rabioso silencio pasaban las

siguientes escenas: ¡Yo al gallego, lo reviento! ¡Le dije

que dejara abierto. Pasé el papelón de mi vida. Debí

parecer un tarado! ¡Qué gallego carajo!...

No sé quién abrió la puerta pero Rosendo

avanzaba con los “cuernos enhiestos” y derecho hacia

Page 100: Y durmieron juntos

99

la pieza del gallego. Desde las habitaciones se debió

escuchar... ¡Ole torero... que ahí va el toro!...

El torero descansaba plácidamente y no tenía ni

su capa para defenderse... La puerta de la habitación

del gallego fue abierta de un “topete”. Las agujas

centinelas del despertador detuvieron su tic tac. Al

torero le había llegado su hora final...

Allí estaban frente a frente el toro y el torero...

El toro bufaba: -¡“Yo te reviento gallego de

mierda, me agarraron el comisario y su señora en

pelotas, se me cagaron de risa en la cara!...”

El torero medio dormido quería reírse, pero el

toro Rosendo no se lo permitió. Agarró con sus patas

delanteras el despertador que se había quedado mudo,

lo levantó en alto y apuntaba a la cabeza del torero...

- “¿Y todavía te ríes, maricón... te lo tiro a la

cabeza... mira que te lo tiro, eh!...”

La sangre del toro le hervía por dentro. El

despertador estaba allí en lo alto, en un silencio

sepulcral... Pero así como Dios obra en las personas,

obró ese día en la cabeza de un animal bravío,

enfriándole la sangre, poquito a poco. En algunos

instantes más, el despertador retomó muy lentamente

Page 101: Y durmieron juntos

100

su tic tac, allí desde lo alto, deseaba el momento de

volver a la mesita de luz... Pascual salvó su cabeza

milagrosamente, la amistad con Rosendo perduró toda

la vida y esta anécdota los sobrevivió a los dos...

Cuando mi viejo contaba “su jodita”, yo lo

imaginaba con un viejo despertador a cuerda

incrustado en su cráneo y algún resorte rodando por el

piso...

El 30 de Abril de 1930 se iba acercando.

Pascual debía volver al Consulado español de Buenos

Aires para completar los trámites pendientes. Tenía 25

años cumplidos y llevaba intenciones de continuar en

Argentina.

No conservó las cartas de este período de su

vida, tampoco las debió haber escrito, andaría bastante

borrado del resto de su familia. Los amigos, el trabajo y

alguna novia lo mantendrían ocupado, la Harley

Davison también.

En el consulado de Buenos Aires consiguió el

siguiente certificado:

Page 102: Y durmieron juntos

101

“El cónsul General de España en la República

Argentina, certifica que en el archivo de este Consulado

General y en el legajo correspondiente a los expedientes de

quintas del año 1930, existe uno bajo el número 2II que

copiado a la letra dice así. El Cónsul General de España en

la república Argentina , certifica: que en esta fecha ha sido

tallado y reconocido en esta cancillería el mozo Pascual

Calvo Gamón, hijo de Joaquín y de Concepción natural de la

parroquia de Alcorisa, ayuntamiento de ídem, provincia de

Teruel, de 25 años de edad de estado soltero y profesión

jornalero, inscripto en el Registro de Nacionalidad de este

Consulado General con el número 24, domiciliado en

Banderaló F. C.O. el cual mide la estatura de un metro y 630

milímetros y resulta inútil según los certificados

facultativos y de medición torácica que se acompañan

firmados por los doctores E. López de Gomara y R. Martínez

Baladrón médicos de este consulado General. Dicho mozo

manifiesta que su residencia en esta República no es

eventual sino permanente en razón de la ocupación a que se

halla dedicado. Buenos Aires 25 de Abril de 1930.

El Cónsul General P. A. el Vicecónsul Víctor

Aranegui. Rubricado. Hay un sello del Cónsul general de

España, nombrado por real orden de 31 de Agosto de 1915,

Page 103: Y durmieron juntos

102

certifica Que el quinto señor Pascual Calvo de 25 años de

talla un metro y 630 milímetros con un perímetro toráxico de

O metros 91 centímetros natural de Alcorisa, provincia de

Teruel, hijo de don Joaquín y de doña Concepción resulta de

examen practicado se halla comprendido en el grupo 1º y 2º

letras G y E arts. 83 y 45, resultando inútil para el servicio

de las armas. Observaciones: Miopía superior a 5 dioptrías

y várices

voluminosas. A solicitud del señor Cónsul General de

España, expido este certificado en Buenos Aires a 25 de

Abril de 1930. E. López de Gomara. Rubricado.

El que suscribe médico del Consulado General de

España, nombrado por real orden de 5 de Junio de 1920,

certifica: que el quinto señor Pascual Calvo Gamón de 25

años de edad, de talla un metro y 63 centímetros con un

perímetro toráxico de O metros y 92 centímetros natural de

Alcorisa, hijo de don Joaquín y de doña Concepción, resulta

del examen practicado se halla comprendido en los grupos

1º y 2º letras G y E. Arts. 83 y 45, resultando inútil para el

servicio de las armas. Observaciones; Miopía de 8 dioptrías

, várices

Page 104: Y durmieron juntos

103

voluminosas . A pedido del señor Cónsul General de España,

expido este certificado en Buenos Aires a 25 de Abril de

1930. R. Martínez Baladrón. Rubricado. Concuerda con su

original al que me remito y para el interesado expido este

certificado que firmo y sello en este consulado General a 25

Abril de 1930”.

Al terminar de transcribir este certificado, me

queda más claro que su “inutilidad” era solamente en

cuanto al servicio de armas, y sus causas: miopía y

várices. También supongo que al volver a Buenos

Aires, debió darse una vueltita por “el almacén de

ramos generales”, pero, quiero creer que no encaró tan

agrandadamente a su dueño como lo hizo en 1985

cuando viajamos juntos a Mar del Plata. Posiblemente

visitaría a sus amigotes porteños y quizás a una

recordada novia.

Además en el Consulado español de General

Villegas renovaba cada año una inscripción a la

Matrícula de Subsidios Españoles. No entiendo en qué

consistía este trámite o matrícula, pero dice lo

siguiente:

Page 105: Y durmieron juntos

104

“Consulado Honorario de España en General

Villegas República Argentina Cédula de Nacionalidad. El

vice cónsul honorario de España certifica que don Pascual

Calvo Gamón, natural de Alcorisa provincia de Teruel de 25

años de edad, soltero y profesión empleado se halla inscripto

en la Matrícula de Subsidios españoles de este Consulado.

General Villegas 18 de Abril de 1930”.

En este documento aparece una foto de sus 25

años, sin lentes... fachero. Para mí, es la foto de uno

de los hombres más lindos que vi en mi vida. Me

habría casado con él, pero este hombre maduraba

para quien sería mi mamá. Y si al escribir ésto, se me

nota algún rollo psicoanalítico... nada me importa. A mi

viejo lo amaré mientras viva y ¿a otros hombres?...

pues, no podría saberlo ahora!... (Necesito vivir

muchos años para contestarme esto). Además,

siempre tendremos un solo padre, en cambio y en

estos tiempos que corren podría resultar que se tenga

marido, novio o amante... (aunque, no es mi caso).

Continuamos en Banderaló relatando un partido

de fútbol

Page 106: Y durmieron juntos

105

para el que se prepararon los muchachos. No existían

allí clubes de mucho prestigio, más bien, eran

muchachos de distintos barrios que algún que otro

domingo sembraban grandes expectativas en el

pueblo. La cancha sería algún terreno descampado del

ferrocarril al que se podía acceder en forma libre y

gratuita.

Como el fútbol mueve pasiones muy fuertes, la

presencia del comisario era imprescindible, además

ese domingo se enfrentaban en un amistoso dos

equipos muy bien preparados, los muchachos de la

cerealera Orcoyen, Beloquí y Cía. Contra los de la

casa de ramos generales Sol de Mayo. Por uno de

ellos simpatizaba la máxima autoridad.

El día se presentaba espectacular, el asadito y

el vino del mediodía iban sembrando ilusiones para el

partido de las tres de la tarde... Las bicicletas estaban

preparadas para ir a la cancha, el torito Rosendo

también, quien jugaba en uno de los equipos y todos

sus compañeros estaban listos para hacerle “el

aguante” por supuesto. Los espectadores rodearon el

alambrado, los equipos salieron a la cancha, se oyó el

silbato del referí, comenzaba el primer tiempo. El

Page 107: Y durmieron juntos

106

placer y la ansiedad del público eran impresionantes, el

calor y la polvareda también.

Se oía en un altoparlante al relator del partido

muy enfervorizado, la pelota corría de un lugar a otro,

al torito Rosendo no lo paraba nadie. A los pocos

minutos ocurrió el primer ¡gooolll!... que se escuchó

hasta en General Villegas...

El comisario no lo gritó, su equipo simpatizante

iba perdiendo, además era un hombre que había

aprendido a dominar sus pasiones y sentimientos en

favor del orden, había que esperar y controlar tanta

euforia con la cabeza bien fría.

El primer tiempo pasaba y no pasaba nada, el

calor apretaba, los muchachos sudaron sus camisetas.

Se oyó el silbato del referí, había terminado el primer

tiempo y el descanso había llegado.

No sé si preveían venta de gaseosas y

refrescos, pero supongamos que sí. La deshidratación

de los jugadores se notaba en sus camisetas y en el

“olor a chivo” que emanaban. Al torito Rosendo le

alcanzaron una jarra con refresco que se la abrevó de

un solo saque. Su respiración era profunda y ruidosa,

parecida a la que tuvo la noche en que quiso reventarle

Page 108: Y durmieron juntos

107

la cabeza a Pascual con el despertador, aunque en

esta oportunidad la diferencia estaba en que el toro

estaba cansado y sus oportunidades en la cancha eran

más para lucirse que para pasar vergüenzas.

- “¡Dale Rosendo, estuviste hecho un toro, no

bajés la guardia que acá tenés a tu hinchada!...” le

decía Freddy.

En los minutos del entretiempo el altoparlante

publicitaba ofertas y buenos artículos de los negocios y

bodegones banderolenses, lo que alternaba con algún

que otro evento cercano y popular. La gente

comentaba sobre el partido y soportaba el

impresionante sol dorado que iluminaba aquella

cancha. Luego de unos momentos de descanso y de

comentarios alentadores, otra vez se escuchó el silbato

del referí que indicaba el comienzo del segundo

tiempo. Los jugadores entraron a la cancha

nuevamente y el público otra vez rodeaba el

alambrado. Las expectativas marchaban en creciente

aumento, unos cuantos deseaban por lo menos el

empate y otros querían el “dos a cero”.

Al comisario se lo veía sereno, actitud que

trataba de transmitir en toda dirección y sentido. Los

Page 109: Y durmieron juntos

108

minutos corrían más rápido que algunos jugadores a

los que se les notaba el cansancio que llevaban

encima y además la necesidad de algún recambio. El

calor era sofocante y empezaba a escucharse al relator

nervioso en su parlante.

En un determinado instante sonó nuevamente el

silbato, el referí marcaba penal a favor del equipo que

había convertido el único gol de la tarde, el altoparlante

gritaba... penal... penal!... Sorprendentemente el

comisario ingresa a la cancha de juego. Todos le

vieron dirigirse al referí, los jugadores miraban

atentamente a ambos y se hizo silencio, el altoparlante

también calló... Se escuchó decir al comisario

enérgicamente: “No fue penal...!”

- “Pero le digo que sí”, dijo el referí un tanto

desconcertado, -“ yo lo vi y por eso lo cobré”. Algunos

espectadores creyeron ver (o lo imaginaron) al

comisario levantando un poco su fuste en señal de

pocas palabras y enfatizando -“le digo que no fue

penal”...! y dando media vuelta sobre sus firmes pasos

emprendió la retirada de la cancha. Todos vieron al

referí girar hacia el altoparlante y con un gesto de

brazos, indicarle a su relator que “no había sido

Page 110: Y durmieron juntos

109

penal”. El altoparlante balbuceando llegó a decir: “no

fue penal y que continúe el partido”.

El partido continuó y no sé cómo terminó, pero

una cosa quedó muy clara: la máxima autoridad de

Banderaló en aquel domingo caluroso, quedó muy bien

representada en el fuste de su flamante comisario.

Todos habían vivido un domingo de buen fútbol y el

retiro de los hinchas ocurrió sin ningún tipo de

problemas... La violencia no alcanzó a asomar su

rostro en aquella tarde.

Pero también ocurrían en este pueblo tan

recordado por mi viejo, algunos dramas pasionales,

más o menos como sucede en todas partes. El amor

iba dejando sus marcas en la gente como en el resto

de mundo. Para algunos sería más fácil que para otros

amar y ser correspondidos... En este mundo un tanto

desajustado y pasado de vueltas, lleno de pobres seres

humanos que intentamos transitarlo, el amor muchas

veces se escapa, se torna una ilusión que te

obsesiona, te atonta, te somete, no te deja pensar. No

sé si esto es lo que nos hace el amor, o hacemos del

amor estas cosas, necesito pensarlo más

Page 111: Y durmieron juntos

110

detenidamente, pero veamos una historia de amor de

aquellos tiempos y en Banderaló.

Pongámosle un nombre lindo a ella: “Rosaclara”.

Como su nombre lo indica, era una mujer preciosa, de

suaves modales, encantadora, dulce y admirada por

todos los hombres. Su cabello era de color oscuro y

caía sobre sus hombros coronando su cara angelical,

su mirada y su sonrisa eran para todos como un regalo

que se espera con ansias. Su figura perfecta y de

curvas suaves dejaba al pasar un perfume encantador

que seducía a cualquiera, su presencia era

perturbante... En un lenguaje falto de romanticismo,

diríamos que era una yegua a la que todos querían

cabalgar!...

A ella le sucedía lo que a todas las diosas les

ocurre. Se preguntaba seguidamente:

¿Dónde estará el amor verdadero entre tanta

demanda?... ¿Quién es el que me amará realmente

más allá de mi belleza, los aromas y las hormonas?...

¿Cómo tomar una decisión sabia y honesta para mi

existencia? ¿Quién será el hombre que deba elegir

para mi vida?...

Page 112: Y durmieron juntos

111

Así es como encontramos a Rosaclara confusa, pero

nada tonta. Creyó que su hombre sería él... el más

fuerte... el más serio... el que era capaz de permanecer

en la mesa del bar solamente acompañado por unos

tragos y con una mirada dura. Él, era un hombre de

trabajo rudo. Tenía un carro y hombreaba bolsas.

Pocas eran sus palabras, pero eran fuertes como su

amor por ella, capaz de amarla con la mirada y en

silencio. De firme contextura, morochazo, alto, serio y

firme. Con pocas palabras ganó el corazón de

Rosaclara. Ella creyó encontrar al hombre que la haría

feliz. Al principio no le importaba mucho su humilde

trabajo, algunos días él viajaba con su carro lleno y ella

se quedaba esperándolo con ansias de amarlo. El

amor se manifestaba a borbotones y entre las bolsas

cuando se encontraban. Al humilde bolsero y a la

preciosa Rosaclara les había llegado el amor, a pesar

de la incredulidad y el asombro de unos cuantos.

Sin embargo, el paso del tiempo se ocupó de

poner a prueba la calidad de aquel amor que ambos se

prodigaban. Los comentarios eran muy variados, que

ella era mucho para él, que con él sería pan y cebollas,

que seguramente él la engañaría con alguna de otro

Page 113: Y durmieron juntos

112

pueblo a donde trasladaba bolsas, que él era muy

celoso y desconfiado, que no la dejaba pasear con sus

amigas y un montón de comentarios más, que

cualquiera se atrevía a hacer. A Rosaclara le asaltaban

las dudas, los encuentros con su bolsero ya no le

parecían tan apasionados y hasta llegó a parecerle un

poco bruto. Deseaba ciertos rasgos de delicadeza

masculina que su bolsero no tenía, además, las

comparaciones son siempre odiosas y llegó a descubrir

en otros hombres que conocía cuando su bolsero

viajaba, justo aquellas virtudes que su amado jamás

tendría...

Un señor policía rondaba en su cabeza. Lo veía

muy seguido cuidando el orden, era prolijo y siempre

andaba muy bien vestido. No era un hombre corpulento

sino más bien delgado y de estatura media, su pelo

siempre engominado y bien recortado, su rostro sereno

y su mirada preocupada, sus bigotes afilados

enmarcaban sus labios delgados y tensos. A Rosaclara

le parecía un príncipe... En los paseos con sus amigas

lo encontraba siempre. Le pareció notar que el policía

la miraba diferente, le resultaba todo un caballero y

además su trabajo era prestigioso. Sus amigas le

Page 114: Y durmieron juntos

113

hacían comentarios que ella no podía desoír. En las

noches no conciliaba fácilmente el sueño y su amor se

debatía entre un bolsero y un policía...

Pero tenemos que llegar al final de esta historia

para saber cómo resultó el mencionado debate.

¿Cómo enfrentar al bolsero? ¿Cómo podría dejarlo?

¿Qué razones le daría? ¡Si le había dicho tantas veces

que lo quería!... En su confusión, llegó a sentir miedo,

porque sabía que el bolsero era un hombre celoso y

brutal, lo creía capaz de cualquier cosa. Sus amigas no

sabían aconsejarla y su confusión era cada vez mayor.

Se sentía entre dos amores, uno ya vivido, otro por

vivir... Llegó a pensar que podría con los dos, que ella

amaba de una manera especial y que el tiempo se

encargaría de probar lo verdadero. Ambos amores

consumían agua de la misma fuente y ella les daba

generosamente de su fresco manantial... En realidad el

tiempo y algunas colaboradoras voluntarias se

encargaron de que se supieran los amores de

Rosaclara. El bolsero fue el último en saberlo... le

tenían miedo... siempre lo veían tomar sus tragos en

silencio. También respetaban mucho al policía, ya que

éste hacía bien su trabajo.

Page 115: Y durmieron juntos

114

El amor es frágil, se escapa, no está en él

resolver estos dramas y aparece entonces en su lugar

fácilmente el odio, los celos, el rencor. Y uno se queda

esclavo de todo esto, se confunde, creemos que esto

es amor, le obedecemos, nos domina, y terminamos

descubriendo que también perdimos la libertad con la

que habíamos amado.

Para relatar el final de esta historia, tenemos

que volver a ubicarnos en el “bodegón de los tragos

silenciosos” viendo en escena al bolsero con ojos de

muerte... con sed de venganza... viendo a unos

cuantos hombres sentados en distintas mesas quizás

jugando a las cartas, hablando con gestos y señas más

que con palabras. Vemos también entrar al policía

tranquilo y en dirección al mostrador, venía por unos

tragos que seguramente le eran sin costo. El cantinero

lo saluda y se apura a servirle, conocía bien su gusto...

Dos protagonistas en escena, los demás,

espectadores: Cuentan que vieron levantarse al

bolsero y caminar hacia el mostrador... Dicen que el

policía estaba de espaldas... Cuentan que vieron al

bolsero agarrar al policía brutalmente de un brazo y

arrastrarlo hacia el centro... Dicen que vieron al bolsero

Page 116: Y durmieron juntos

115

levantar su puñal y lo escucharon decir: -“¡Vení para

acá que tenemos que arreglar cuentas!...”. Todos

presintieron la presencia de la muerte allí. El policía

pegó un salto y dio varios pasos hacia atrás, nadie

pudo explicar cómo logró soltarse de ese brazo tan

fuerte y tieso. ¡...Mientras un puñal brillaba en lo alto

con deseos de dar muerte a un corazón asustado... se

oyeron tres disparos que dieron en otro, enamorado!...

Algunos afirman haber escuchado -“Rosaclara”- otros

solamente oyeron tres disparos y el suspiro de la

muerte... Muchos fueron los testigos oculares del fin de

esa historia de amor, sin embargo, su protagonista

principal, Rosaclara, no estuvo allí aquella noche, no

vivió el desenlace, no escuchó pronunciar su nombre

de los labios del hombre que más la amaba...

El policía conocía de algunos actos que

ennoblecen al hombre, (muy a pesar de otros). Salió

del bodegón de los tragos silenciosos, con su arma

baja, pensaba entregarse a la justicia por sí solo y a

pesar de que no dijo nada, todos sabían que lo haría.

Comenzó a transitar esas calles oscuras con rumbo

fijo, la comisaría que tanto conocía, pero esta vez no

como un orgulloso que hace respetar la ley, sino como

Page 117: Y durmieron juntos

116

un delincuente que acababa de transgredirla. La fuerte

experiencia recientemente sucedida lo inundaba de

olor a muerte, muerte con sed de venganza... muerte

que vengaría a un bolsero... personificada quizás en

algún buen amigo del pobre muerto que andaría en su

acecho. Los pasos del policía eran más que sigilosos,

tenía miedo de su propia sombra, su mano derecha

portaba su arma, era la primera vez que la sentía

helada, más liviana, más enemiga que amiga, pero

estaba dispuesto a usarla...

Al doblar la esquina se encontró muy de frente

con el andar de una silueta tranquila, silenciosa, triste y

serena. El policía apuntó su arma nuevamente al

corazón de ésta y la cuarta bala estaba lista para ser

disparada... Esta silueta era la de Pascual Calvo (que

ahora entra en escena) venía de un velorio. (Por eso lo

de triste y serena...).

El que esté leyendo estos renglones sentirá que

la respiración se le detiene... ¡Igualito que a Pascual!...

Quizás llegue a sentir que no puede hablar... ¡Igualito

que a Pascual!... Pensará que confundieron a Pascual

con un bolsero... ¡Lo mismo pensó Pascual!... Pascual

Page 118: Y durmieron juntos

117

enmudeció... no podía hablar... Algunos dirán que se le

subieron las gónadas a la garganta... ¡Lo mismo diría

yo!..., pero como soy su hija y quiero dejarlo bien, voy a

escribir textualmente lo que pensó mi papá en ese

momento: “A mí me confunden... yo no tengo

enemigos... Es así... me confunden...”.Y al poner su

mente en blanco logró transmitir telepáticamente estas

palabras al policía. El hombre bajó su arma y siguió su

rumbo.... Pascual también... aunque ahora con un

cagazo enorme!

A la mañana siguiente Pascual fue a la

comisaría, no se bien con qué intenciones, cuando nos

relataba el hecho se me olvidó preguntárselo. Al

encontrarse con el policía frente a frente... cuentan que

se oyó al policía decirle: -“Pascual... Pascual... por un

pelito anoche... no te hice cagar!...”

Esta vez la violencia sí asomó su rostro en

aquella noche, en Banderaló...

Si es verdad que los gatos tienen siete vidas, mi

viejo debió parecerse a ese género. Recuerdo dos o

tres circunstancias más donde estuvo en peligro,

quizás las cuente más adelante. Se me ocurrió pensar

Page 119: Y durmieron juntos

118

que el día que nació Pascual, la vida le fue entregada

muy generosamente, no solo porque vivió casi 90 años

y no había enfermedad que pudiera alcanzarlo, sino

porque en muchas oportunidades en que parecía que

la perdía, que le llegaba su fin, salía airoso y con

promesas más fuertes de poder continuarla. Cuando

era chiquita y nos contaba sus anécdotas, sobre todo

aquéllas en que veía peligrar su existencia, agradecía

a Dios en mis oraciones por el ángel de la guarda que

le había asignado a mi papá. Es más, llegué a pensar

que mi viejo sería eterno, que jamás nos faltaría.

Sigo relatando sobre sus veintiocho o treinta

años más o menos, joven y buen mozo, buenazo y

durísimo para escribir una carta. Y digo esto último,

porque recuerdo que en varias ocasiones luego de

formar su numerosa familia, me tomaba de secretaria y

me dictaba alguna para enviar a España. El

encabezamiento yo lo escribía de memoria: “Nosotros

bien lo que deseamos en vosotros”. También es cierto

que tenía una letra espantosa y cuando alguna vez las

cartas las escribía él, al terminarlas y hacer una lectura

de corrido, se detenía en alguna palabra totalmente

Page 120: Y durmieron juntos

119

inentendible aún para él y recientemente escrita. Me

preguntaba: -“ Hija mía, a ver si tú te das cuenta qué

habré querido escribir acá?... Juro que no estoy

exagerando para nada!...

Me llama mucho la atención, porque en estos

años sucedieron hechos familiares muy importantes,

como por ejemplo el casamiento de sus hermanos, la

llegada de sus primeros sobrinos, la guerra civil, la

muerte de su padre. De todo estaría al tanto, sin

embargo, no hay más que una sola carta de su padre,

la que escribió en plena guerra y que transcribo más

adelante. Copio a continuación un certificado,

convencida de su veracidad (y confieso que me pone

orgullosa). Alguien podría decirme: “bueno... no la

exagerés... son simples palabras que iban muy bien de

relleno...”. Yo le contestaría: “ ¿sabés qué?, puede que

tengas razón... Sin embargo éste no es el caso!...”.

“ORCOYEN, BELOQUI Y CIA. Ramos generales.

Acopio de cereales. Consignatarios- BANDERALÓ

Certificamos por la presente que el señor Pascual

Calvo, ha sido empleado desde el 7 de Diciembre de 1934

hasta la fecha, durante cuyo tiempo su desempeño ha sido a

Page 121: Y durmieron juntos

120

nuestra completa satisfacción, por lo que nos merece el

mejor concepto, ya sea por su voluntad en el trabajo como

por su honradez. A pedido del interesado, extendemos el

presente para los fines que crea conveniente, en Banderaló a

los treinta y un día del mes de Marzo de 1939”.

¿Para qué pidió este certificado y dónde lo

presentaría?...No sé realmente cuántos trabajos

diferentes tuvo en Banderaló, ni cuánto tiempo vivió

allí, pero le llegó el momento de ver que sus días en

ese pueblo estaban terminando. Sus amistades, el

trabajo, la moto, eran muy importantes, quizás también

alguna novia. Sin embargo y suponiendo que el amor

le afectara... continuaba soltero.

De su familia de España se enteraría por Manuel

que era el que siempre escribía. Éste seguía en

Reconquista.

Page 122: Y durmieron juntos

121

CAPÍTULO 10

Reconquista... tierra de indios...

Para los que no oyeron nada de esta ciudad

santafesina, les llegó el momento de saber algunas

cosas. Les escribe una reconquistense. Reconquista

será para mí la mejor ciudad del mundo, allí nací y me

crié. La llaman “la perla del norte santafesino” y es una

pequeña y hermosa ciudad que se ubica al norte de la

provincia de Santa Fe, dentro del departamento

General Obligado, siendo la ciudad cabecera del

mismo. Posee un clima cálido, una extensión

aproximada de 600 km cuadrados y una población

alrededor de 120.000 habitantes. Sus coordenadas de

posicionamiento global son : 29 º 9’ latitud Sur (es decir

debajo del paralelo máximo del Ecuador) y 59 º 38’

longitud Oeste (medida referida al meridiano origen

que pasa por el observatorio de la ciudad de

Greenwich). Esta información va para los fanáticos del

sistema G.P.S. y para todo habitante de otras latitudes

y longitudes, que se interese en ubicar a mi ciudad

Page 123: Y durmieron juntos

122

natal en nuestro globo terrestre, que es lo poco en

común que tenemos todos.

Reconquista fue fundada hace unos 130 años

por el General Obligado, cosa que costó además de la

vida de unos cuantos soldados, la de los indios

“guaraníes”, que eran sus habitantes y dueños.

“Hichoalay” era el nombre de su cacique. En el primer

intento de conquistarla, Obligado llamó a su fuerte

“los lanceros del sauce”, posiblemente este nombre

tenía algo que ver con los indios, pero al poco tiempo

de creer su maniobra militar exitosa, el general notó

que más indios surgían por todas partes, razón por la

que debió redoblar esfuerzos y pedir ayuda. Fue

necesario una segunda conquista de aquella ciudad.

De allí su definitivo nombre “Reconquista”.

Cierto es que debería saber mucho más de la

historia de mi ciudad natal, pero esto es todo lo que sé,

sin embargo, amo esa ciudad y siempre se me repite la

misma sensación al entrar por la ruta y ver a su

virgencita mirando a todos desde el frente del hospital,

como diciendo: “La ciudad es chiquita, pero su corazón

es grande...”

Pero dejando de lado el encantamiento que por

Page 124: Y durmieron juntos

123

Reconquista siento y el gusto de evocarla, imagino que

en la época en que Manuel fue a trabajar allí, no era

más que una pequeña ciudad con ánimos de

desarrollare. Contaba con un pequeño centro comercial

para los más bacanes, algunas cuantas calles

mejoradas, agua corriente, corriente continua y por

supuesto un cine. ¡Y qué cine, “el Español” con su

patio “Jardín de verano” al aire libre!

¿Qué tal ?... ¿Cómo se sentiría Manuel allí y en

qué andaría este buen mozo?. Seguro que con el oficio

de tenedor de libros tendría más disposición a escribir

cartas y por supuesto mejor letra que su

hermano Pascual.

Como dije antes, Manuel era un pensador

español de firmes convicciones republicanas, inspiraba

mucha confianza y realizaba un buen trabajo en la

firma “Hnos. Lanteri”. Tenía unos treinta años y

continuaba soltero. No pensaba ya en regresar a su

patria, aquello de una esposa de su misma sangre se

le había borrado y además en España soplaban

vientos difíciles ...

Ir al cine Español le encantaba, era su gusto

favorito, además, se veían lindas muchachas por allí,

Page 125: Y durmieron juntos

124

elegantes, con tacones finitos y vestidos entallados.

Una vez al salir, la vio a “ella” junto a sus amigas. Se

sorprendió de no haberla visto antes, (él, que siempre

andaba observando!). ¿Por qué? ¿Dónde había

estado? ¿Quién era, cómo se llamaría?... ¡Bueno

Manuel, tranquilo, que te va llegando el amor, eh ?!

¡Espérate un poco hombre, ya se te va a dar,

esperaste 32 años en tu vida y ahora te agarró el

apuro! ¿Por qué no te das un paseo por la plaza?, ella

y sus amigas caminan siempre por ahí. Además la

Nena Nickisch es su amiga y te la puede presentar.

Unas tardes después, en la plaza, la Nena

Nickisch le dijo:

- “Manuel, ella es Fernanda, es hija de don

Moisés Gazze y atiende el negocio de su padre, es

soltera y no la conociste antes porque estaba

cumpliendo el estricto duelo por la muerte de su madre.

Lleva un año sin salir y tiene una hermana melliza,

María”.

- “Mira Manuel que el verdadero nombre de

Fernanda es Faridi, es un nombre turco, o sirio ¡qué sé

yo!, pero te digo que tiene un carácter espectacular, te

va a gustar tratarla y creo que además de llevar la

Page 126: Y durmieron juntos

125

contabilidad del viejo Gazze, podrías llevártela a ella, al

altar. Fernanda es divina...”.

Estas fueron las palabras con que la Nickisch le

calentó la cabeza al pobre Manuel. Seis meses

después de esta intervención, mi tío estaba rendido!...

Y así fue. El 13 de Septiembre de 1934, fecha en que

Fernanda cumplía 22 años, fue el día elegido para el

casamiento, una gran fiesta, pantagruélica comilona,

bien al estilo de los turcos!...

Imagino a Manuel escribiendo:

- “Querido hermano Pascual:

Yo muy bien lo que espero de ti. Al fin voy a casarme y tienes

que venir a la boda. Faridi es encantadora y tiene el corazón

de oro... Yo me quedo definitivamente aquí, en Reconquista.

Tú deberías venir a conocer esta ciudad... ¡hombre, que

estás perdido por ahí tan lejos y hace tanto que no nos

vemos! ...

Esta carta debió existir pero no la encontré entre

los papeles de mi viejo, sin embargo, imagino a Manuel

escribiéndola y animando a Pascual a que viniera a

Reconquista. Unos cuantos años atrás lo había

Page 127: Y durmieron juntos

126

animado a cruzar el Atlántico para trabajar junto a él.

Ahora, ese hermano andaba un poco perdido aunque

más cerca, a 800 km., distancia que sería más fácil de

recorrer en tren o colectivo y sobre todo por semejante

motivo. ¡Se casaba Manuel!... La restante familia

lógicamente no estaría presente ya. Así es como se

presenta la primera ocasión en que Pascual viajaría a

Reconquista, decidido a representar a todos los

españoles ausentes. ¡El casamiento de Manuel y

Fernanda -gran joda- prepárate Pascual!... Había que

estar presente por supuesto y además con toda la

facha posible... La vida le daba la segunda oportunidad

de presentarse ante uno de sus hermanos de mirada

supervisora. Ahora había que ganar. Contaba con unos

treinta años y más experiencia, basada en lo

independiente que había llegado a ser en aquellos

años de haber vivido solo y a la buena de Dios.

Por supuesto que “el traje y el sombrero” fueron

actualizados, y se le agregaron lentes. Sorprendería

muy bien a todos.

Aquella fiesta debió ser espectacular. Toda la

“crema” festejaba ese casamiento. No faltó nada, la

abundancia de comidas y bebidas sobre las largas

Page 128: Y durmieron juntos

127

mesas quedó registrada en todas las fotos de aquel

histórico enlace. Si bien es cierto que Don Moisés

Gazze había enviudado hacía poco tiempo, la tristeza

no alcanzó a invadir totalmente su generoso corazón

como para impedirle bancar y disfrutar unos de los

eventos más importantes de aquel año. Se le casaba

una de las mellizas, la que se había quedado

acompañándolo en el negocio al faltar su esposa.

Pascual contaba sobre aquella fiesta, decía:

“fue un gran banquete”, que se realizó en casa de Don

Moisés, la que ocupaba un cuarto de manzana en la

esquina de las calles Iturraspe y Obligado. Esto indica

que el prestigioso “Club Sirio Libanés”, cotidiano lugar

de reunión de cuanta turcada habitara o transitara

ocasionalmente la ciudad de Reconquista, todavía no

estaba en pie brindando su tradicional y opulenta

acogida.

Manuel y Fernanda fueron muy felices a pesar

de llevar sangres distintas. El tiempo así lo demostró.

Recuerdo que la tía era muy tendiente a la risa y los

buenos afectos, había cultivado desde chica la

hospitalidad y la generosidad, virtudes que se le

Page 129: Y durmieron juntos

128

notaban hasta en los más pequeños detalles. No era

una excelente cocinera como se esperaría de ella, pero

era excepcional vendiendo, que depende de cómo se

mire, sería un mejor talento. Al casarse, Fernanda

abandonó el negocio de su padre para dedicarse al

hogar que tenía en planes, mientras su flamante

marido continuaba su trabajo en la firma “Lanteri

Hnos.” y comenzaba a llevar los libros de contabilidad

de su suegro Moisés, por supuesto con una caligrafía

perfecta (es decir, Manuel hacía buena letra ...).

Esa acertada mezcla de sangres siria y

española, resultó una buena fórmula para la llegada de

dos hijos encantadores, Carlos y Olga, y también una

excelente química para conservarse uno junto al otro,

aún, cuando lo novedoso se volviera cotidiano y

algunas veces aburrido. Como era de esperar, la

novedad del amor los llevó a alquilar una casa donde

realizar sus primeras experiencias como pareja y

concretar sus nuevos roles, pero como Fernanda no

había nacido para la cocina y la crianza, pronto

convenció a su marido en buscar quien la sustituyera,

así ella daría rienda suelta a su talento de vendedora

en lo que resultaría su propia tienda.

Page 130: Y durmieron juntos

129

Si Manuel pensaba resistir a su esposa con

algún argumento convincente a favor del hogar y los

asuntos domésticos, Fernanda resistiría con otro.

Conociendo la simpatía que su marido tenía por Carlos

Marx, diría con picardía mientras se tocaba la panza: -

“¿La podríamos llamar Carlitos?”. Así resultó la

llamada “Casa Carlitos”, y lo que no se encontraba en

ella era porque sencillamente, no existía. El primer

domicilio de esta novedosa tienda fue en la esquina de

las calles Iturraspe y Ley 1420, lugar al que se

trasladaron a vivir estos tíos. La publicidad terminó

siendo un cantito que mi viejo entonaba siempre: - “¿Si

quiere comprar barato, barato, baratito?..., vaya

corriendo, corriendo a la Casa Carlitos” - Esta

espectacular creación y composición se oía desde una

propaladora que recorría las calles de Reconquista por

las mañanas y por las tardes.

Carlitos Calvo llegó al mundo el 27 de Junio de

1935, siendo un bebé bellísimo y lleno de rulitos, que

heredaría por un lado, la delicadeza, la facha y las

tendencias intelectuales de su padre, y por otro, el

gusto por las comidas sirias, propias de su madre. A

Fernanda la enloquecía el “quepí”, debilidad que

Page 131: Y durmieron juntos

130

contagió a todos los que la quisimos. Su placer al

saborearlo indicaba la razón de los kilos de más que

siempre le andaban sobrando.

No sé si al nacer Carlitos, su tío Pascual viajó a

Reconquista nuevamente, creo que no, en cambio sí lo

hizo en ocasión del bautismo de Olguita, hermana que

pronto le seguiría.

Olga Ana nació el 5 de Noviembre de 1937 para

alegría de sus padres y celos de su pequeño hermano,

que sólo le llevaba dos años y ya tenía que soportarla.

“Querido hermano Pascual.

Nosotros bien lo que deseamos en ti. Ha nacido

nuestra segunda hija Olguita y queremos que tú seas su

padrino, nos gustaría que nos visites pronto y así la

bautizamos. También pensamos con Fernanda que te vengas

a vivir aquí, con nosotros y tus sobrinos. Te extraño mucho

querido hermano. Sabrás que España está en plena guerra y

yo estoy muy apenado por los nuestros, no dejo de pensar en

ellos. Te esperamos pronto...

Un abrazo de tu hermano Manuel”.

No registro mucho a este tío en la tristeza, más

bien siempre lo percibí pensador y tranquilo, pero estoy

Page 132: Y durmieron juntos

131

segura que al estallar la guerra, sus fibras más tensas

se le ablandaron... Imagino estas palabras en su carta

a Pascual, también pienso que intentaba comunicarse

con los afligidos del otro lado del mundo...

Olguita, que desde muy chiquita se parecería a

su madre, no detenía su crecimiento. En tanto, el tío

Pascual se hacía esperar, pero llegaría con una

sorpresa para todos. Para esta singular ocasión del

bautismo de Olga Ana, Reconquista recibiría a la

primer moto “Harley Davison” que recorrería sus calles,

conducida por Pascual. ¡Qué motazo para los más

fanáticos!... ¡Qué mozo para las amigas solteras de

Fernanda!... ¡Qué padrino para Olguita Ana!... -“¡Qué

loco sos Pascual, mirá que hacerte 800 Km en moto,

vos estás de remate!..., fueron las palabras de

recibimiento de su cuñada Fernanda.

El 23 de Agosto de 1938 esa niña con mezcla de

sangres y con diez meses de vida fue presentada ante

Dios en los brazos de su flamante padrino. En esta

ceremonia ambos seres, sobrina y tío, sellaban una

fuerte relación de amor que los acompañaría siempre.

Yo no he conocido en mi vida a un tío y una sobrina

Page 133: Y durmieron juntos

132

que se quisieran tanto, se adoraban el uno y otro,

además, a ella debo mi segundo nombre.

He pensado en las emociones tan fuertemente

enfrentadas que aquella familia viviría. Mientras en

Argentina abundaban el bienestar y la prosperidad,

nacían niños que aumentaban la capacidad de amor

que llevamos dentro, en España, la guerra y sus

muertos ponían a prueba hasta lo sumo, el dolor que

puede soportarse...

Tres semanas después de esta fiesta de

bautismo, el abuelo Joaquín desde España envía la

única carta que de él se conserva...

“Alcorisa 15 de Setiembre de 1938

Queridísimos hijos Manuel, Pascual, Faridi y

queridísimos nietos Carlitos y Olguita, nosotros bien en lo

que cabe, pues tanto la madre como yo nos cuesta trabajo

tenernos derechos, pues tenemos mucha debilidad en la

columna, yo alguna vez suelo caerme a tierra teniendo que

llevar de continuo en las manos un bastón de apoyo.

Recibimos la vuestra con la letra de 100 pesetas las

que aún no hemos cobrado por no llegar el aviso, la que nos

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133

sirvió de muchísima alegría pues llevábamos pasados de 2

años sin tener noticias vuestras.

A José lo mataron a los pocos días de estallar la

revolución, volándole toda la tienda, dejando a Ramona y los

niños en la miseria, ya han puesto algo de tienda y les han

dado el estanco que tenía el Magallón y con ello se van

dando vida, el chico es muy listico y tiene

muchos deseos de trabajar, la niña es muy dócil y muy

amorosa, a casa vienen mucho a jugar con los de Julián y

Concha.

Estamos en casa de Julián desde que estalló la

revolución, llevándonos muy bien y Julián sigue sirviendo la

gasolina.

A Joaquín lo mataron en Aliaga, juntamente con el

joven hijo de José Feler que salían para Teruel el día 8 de

Setiembre del 36 que cumplía los 18 años. Pero ahora ya los

han traído a este cementerio colocados en un panteón que ha

hecho el municipio para todos los fusilados por los rojos.

Ayer todo el pueblo subió al calvario, pues desde el

día de la revolución no se había subido pues los rojos

destrozaron todo cuanto había.

Yo sigo representando a D. Pilar que también ha

pasado su calvario pues a D. Guillermo lo asesinaron en su

Page 135: Y durmieron juntos

134

despacho de la Diputación, un alcalde que era muy rojo, un

general de asalto cómplice y un escribiente, pero ya han

pagado con lo que tenían.

A Juanito que era teniente, lo mataron los rojos en el

frente y Alejandro que es teniente de Ingenieros, está de

continuo en el frente.

Yo como estoy tan flojo, voy muy poco a Gargallo y

como no hay personal que trabaje las tierras están

abandonadas, las viñas no se han labrado ni cavado, y las

viñas Las Vueltas están todas yermas, se desmoronó, se cayó

un pedazo de acequia en los terrenos y se cayó otro terreno

de los de arriba que enrunó sobre 20 metros de acequia,

para arreglarlo se necesitan 400 pesetas y no están, así es

que está todo perdido.

Mi pequeña paga desde que estalló la revolución no

la he cobrado, ahora estoy gestionando para ver si puedo

conseguir el cobrarla y nos dicen que sólo cobraremos desde

ahora, también estoy gestionando para entrar en la

obligación de pagar las defunciones y

el derecho de cobrar lo reclama la madre y vosotros, pero

necesito pagar 320 pesetas por el tiempo que no he pagado y

en donde están esas señas?

Page 136: Y durmieron juntos

135

El año 36 los rojos se nos llevaron de Gargallo todo

lo que había en casa así como las cosechas quedando sólo

las paredes.

Julián también ha pasado su calvario, se le llevaron

los rojos todo lo que tenía y luego lo detuvieron y

sentenciaron por tres años a trabajos forzados en un pantano

que hacen en la provincia de Huesca con su corriente multa,

a los 11 meses le rebajaron la causa e hizo efectiva la multa

y lo mandaron a casa, pero vino deshecho y extenuado que le

ha costado mucho tiempo reponerse.

La Magdalena ya va al colegio de las monjas que lo

han vuelto a reponer así como los frailes en el convento que

ya van a traer estudiantes.

Las Iglesias nos las quemaron los rojos sin dejar en

ellas ninguna imagen, ya tenemos cura párroco para

enterrarnos católicamente, pues los rojos enterraban los

muertos como el que llevaba macho muerto al muladar, pues

aquí estaba tan impuesto el

comunismo que los hombres tenían que ir a trabajar a donde

los mandaban, a las órdenes de un delegado orgulloso que

les amenazaban con calentarles la piel y nos hacían comer

carne de caballo y chorizos de burro, pues a nosotros nos

Page 137: Y durmieron juntos

136

mataron un burrico que teníamos para hacer chorizos, pues

en el convento establecieron

la fábrica, pero los dirigentes que eran Jallero, los Jaimes,

Panderel, Juan el pollo y varios más no comían de esa carne

ni chorizos.

El marido de la Concha va en el frente hace 22

meses, escribió con mucha frecuencia y hace unos días

estuvo en casa con 15 días de permiso y la Concha y sus

niños Joaquín y Josefina los tenemos con nosotros desde la

revolución pues tanto el uno como el otro son muy dóciles y

amorosos y nos sirven de mucho consuelo pues al otro

abuelo que los quería mucho también lo mataron.

Nos decís en las vuestras que vayamos a ésa pero es

imposible pues tanto la madre como yo no podemos salir de

casa pues de buena gana iríamos a conocer a Farídi y a los

míos y a daros a todos el beso de despedida pero es

imposible y sólo nos queda un

consuelo de que llegará un día que nos veremos y

abrazaremos en el Valle de Jirafa el día de la resurrección

que perezca quien, pero ha de llegar.

Ya sólo me queda deciros que deseo críen mis nietos

católicamente, enseñándoles la doctrina de Jesucristo y que

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137

a mi muerte me dirijan algún padre nuestro pidiéndole a

Dios la salvación de mi alma.

Esta carta, enséñasela a Pascual y decile si sabe si

tiene padres, y tú dirás algo de él así como si se ha casado y

qué vida hace, pues yo creí que estaba con vosotros, dile que

nos mande su fotografía y vosotros mandarnos la de los

niños para que nos quede un consuelo de conocerlos por

fotografía. ¿Y vosotros qué tal marcháis con el negocio?

Yo trabajo el huerto y un bancal que tiene la Concha

cerca del pantano.

La madre sigue trabajando lo más que puede, pues

ella recuece en la cocina el cerdo y las gallinas que vamos

reponiendo, porque los rojos nos llevaron las que teníamos

que eran 12 y un gallo.

Decile a Pascual que venga unos días para ayudarme

a arreglar lo de las viñas Las Vueltas y si no quiere venir

que nos mande lo que se necesita para ello.

La Concha va trabajando de su oficio con la máquina

de la madre, pues la que le comprasteis vosotros, se la

llevaron los rojos.

En el convento van a instalar los frailes un seminario

porque el de Teruel y Belchite los des

Page 139: Y durmieron juntos

138

Este pueblo se ha quedado con muy poca gente pues

hay muchos en los frentes.

La Concha no escribe pues hace cinco días que está

en cama con un enfriamiento en la cabeza y la madre no lo

hace porque como yo les digo todo lo que ella puede deciros

se conforma con estampar su firma.

Cuidaros mucho, vivir como buenos esposos, darles muchos

besos a nuestros nietos y vosotros recibir cuanto queráis de

todos de casa y de vuestros padres.

Joaquín Calvo Ferrero y Concepción Gamón”.

Esta carta me resulta impresionante... la leí

varias veces.. Son dos hojas muy viejas y coloreadas

por el tiempo con una letra muy chiquita y prolija de mi

desconocido abuelo paterno. Al descubrirla entre

tantos papeles, sentí una enorme emoción. Creo que

algo de la vida de ese abuelo se acerca a la mía, ahora

me siento orgullosa de ser su nieta y aunque no llegué

a conocerlo, siento por él enorme respeto y admiración.

Por todo esto, decidí incluir su carta como el testimonio

más cruel que me llega de la guerra que pasaron mis

Page 140: Y durmieron juntos

139

abuelos y tíos desconocidos. También creo que esta

carta pesó sobre mi viejo, lo debió haber sacudido e

impulsado a la idea de acercarse a sus sobrinos y a su

hermano, es decir a la familia que en la Argentina

estaba teniendo.

Creo, que así fue como Banderaló perdió

encanto para Pascual. El cariño por esos sobrinos le

tironeaba los sentimientos y Reconquista parecería ser

el próximo destino de mi padre... ¿Y qué podría hacer

Pascual en esa ciudad? ¿En qué trabajaría...? A pesar

de las insistencias de su hermano y de su cuñada para

que se viniera a vivir con ellos, quienes realmente

debieron convencerlo y en media lengua fueron

Carlitos y Olguita, con pocos años de edad.

Adiós a Rosendo y Freddy, tan queridos y

siempre recordados amigos... adiós Banderaló... y a

empezar nuevamente...

Manuel y Fernanda lograron comprar la esquina

de Mitre y Obligado. Era una esquina céntrica, frente a

la plaza principal “25 de Mayo”, rodeada por la

catedral, la policía, los bancos y una importante

Page 141: Y durmieron juntos

140

escuela. Allí mudaron definitivamente la “Casa Carlitos”

y su definitivo hogar. Aquella casa enorme tenía varias

habitaciones para alojar a cualquier pariente,

especialmente a un tío solterón que aterrizó con sus

cosas, con la Harley Davison y dispuesto a empezar

otra vez... Hubo que ajustarse a las reglas de

convivencia de aquel hogar, comer y cenar a horario,

afeitarse y bañarse todos los días, ayudar en el

negocio, acostumbrarse al bullicio de sobrinos que se

le pegoteaban, no dejando dormir la siesta y un montón

de cosas más. Entre ellas, realizar visitas al dentista

Juan Tomei para que le extrajera en dos o tres

oportunidades todos los dientes, buenos o malos, y le

colocara una linda dentadura postiza.

A Carlitos le tocó compartir su dormitorio con el

tío Pascual, cosa que hacía con tal gusto que despertó

los celos más profundos que Olguita haya sentido

alguna vez. Así es como encontramos a la hora de la

siesta, a esa “pequeña maestra de entretenimientos”,

contando cuentos para dormir a su hermano y tío en

aquella pieza, claro que algunas veces se les orinaba

encima, distraída en sus narraciones, y seguidamente

Page 142: Y durmieron juntos

141

había que cambiarle la bombacha, tarea que le tocaba

por supuesto al tío Pascual.

El afecto entre el tío y sus sobrinos llegó a ser

de tal magnitud que podría calificarse de inmensurable.

El tío era formidable ya que los paseaba en la moto, les

llevaba el apunte en todo y les enseñaba a andar en

las bicicletas que les había regalado. Para esto los

llevaba a la plaza, les daba coraje para que lograsen

andar solitos mientras él corría unos cuantos pasos

junto a ellos. Olguita aprendió a andar tan sólo a los

cuatro años y sin la ayuda de rueditas auxiliares... El

tío los hacía amigar cuando Olguita y Carlitos

peleaban, o los haría pelearse cuando eran amigos.

Llegaron a formar una tríada pocas veces vista, al

punto que mi tía llegó a sentir que tenía tres hijos en

lugar de dos.

En algunas ocasiones Fernanda mandaba a

Pascual a afeitarse y a ponerse más presentable para

estar en el negocio. Quería enseñarle el oficio de

vendedor, le explicaba algunas estrategias para ayudar

a un cliente a que se definiera por comprar, le explicó

de sedas, tafetanes, algodones, de anchos y doble

anchos, de saldos, de retazos, de únicas

Page 143: Y durmieron juntos

142

oportunidades... Pero su cuñado no aprendía... no

había nacido para las ventas... y su tiempo en el

negocio terminó el día que Fernanda escuchó en el

mostrador las siguientes palabras:

- “Mire señorita, la tela es cierto que es muy

linda... pero la verdad es que yo no sé si despinta...”

- ¡“Pascual, dedicáte a otra cosa, la tienda te

queda grande!..., debieron ser las amables palabras

con que Fernanda lo sacó de raje.

No sé qué otras cosas intentó por allí Pascual

pero Reconquista le gustaba. Estaba decidido a

quedarse. Esa pequeña ciudad norteña y agropecuaria

lo llenaba de nuevas expectativas, era de creciente

desarrollo, además la gente era amigable, caía

simpático y ser hermano de Manuel Calvo lo situaba en

un muy buen lugar, especialmente para las amigas

solteras de Fernanda.

Page 144: Y durmieron juntos

143

CAPÍTULO 11

Reconquista... preciosa perla del norte...

¡Reconquista... cuidad amada y entrañable...

tierra de indios que nos legaron su espíritu... pequeña

perla rodeada de campos ... donde crece el algodón, la

caña de azúcar y el girasol de cara a tu sol, donde el

Paraná se aquieta y se abre en arroyos para

refrescarte, para hacerte fértil... tierra que cobijas al

inmigrante como tuyo y les das hijos que te transiten.

¿Cómo no anidar en tu seno? ¿Cómo no entregarte mi

esfuerzo... pequeño Edén?!...

Allí decididamente se quedó Pascual, allí echó

definitivamente sus raíces. ¡El campo fue su destino...

un espíritu libre para trabajar la tierra, su vocación ...

tractores, herramientas y muchos hierros, su

compañía!... A sus 35 años, Pascual se define como

“colono del norte santafesino”. Ahora sí aprendía

rápido y con gusto los quehaceres de campo, ahora

parecía asentar cabeza. Su primer campo lo arrendó a

50 Km más al norte, distancia que recorría en un tren

que salía de la estación de Reconquista, pasaba por

Page 145: Y durmieron juntos

144

Avellaneda, Mussi, Flor de Oro, Lanteri y finalmente

bajaba en Ingeniero Chanourdié. ¡A arar y sembrar,

que después se viene la zafra!...

Realizó una innumerable cantidad de veces este

recorrido y se hacía conocer por todo el mundo,

conversaba y contaba su historia a todos, al guarda, al

maquinista y a cualquier colono acompañante de

asiento. Llegó a ser tan agradable la presencia de

Pascual (y su bicicleta) en el tren, que el maquinista

conocía los días y horarios de sus viajes, a tal punto

esto era así, que el tren no salía a horario por

esperarlo, a pesar de la queja de algún pasajero

apurado. En cierta oportunidad mi viejo no llegó a

tiempo. No sé por qué razón se le había hecho

demasiado tarde. El silbato que anunciaba la pronta

salida hacía unos cuantos minutos que se había oído.

El maquinista después de esperarlo unos minutos

consideró que Pascual no viajaría ese día a

Chanourdié y puso a andar la vieja locomotora. Así, el

tren llevaba unos cuantos metros recorridos cuando se

veía allá a lo lejos venir a un hombre a toda velocidad

sobre una bicicleta. Era Pascual que por supuesto

llegaba más tarde que de costumbre. Mi viejo ese día

Page 146: Y durmieron juntos

145

se convenció de perder el tren ya que vio cómo se

alejaba de la estación...

¡Qué macana Pascual!... ¿Por qué te demoraste

tanto?... ¡No te sientas tan importante hombre, que no

siempre te han de esperar!... ¿Quién crees tú que

eres? ¡Ahora jódete y espera el próximo que recién

sale pasado mañana!... Esto se decía a sí mismo

cuando para su sorpresa y alegría vio que el tren se

detenía y retrocedía hacia la estación. Pensó entonces

que habían olvidado de enganchar algún vagón

cargado y que sí o sí debía ser trasladado ese día.

Sucedió lo que nadie hubiera esperado. El

maquinista lo había visto llegar velozmente y detuvo el

tren, dio marcha atrás a la vieja máquina regresando a

la estación. De esta sencilla e inusual manera, el tren

recogió a mi viejo y su bicicleta y partió nuevamente.

Pascual subió al tren con la misma naturalidad de

siempre pero ante el asombro de los demás pasajeros.

Uno de ellos que lo conocía se atrevió a preguntar:

- “¿Dígame Don Calvo, usted alguna vez fue

presidente de la República, o algo así?...

- “¡No mi amigo - contestó Pascual - no podría

serlo, yo soy un ciudadano español!...”

Page 147: Y durmieron juntos

146

El pasajero agregó muy sorprendido y con gran

énfasis: - ¡Pero qué cosa!... ¡Mire que yo hace rato que

hago este viaje y creo que ni por el presidente de la

República retrocede el tren una vez que ya salió de la

estación!...”

Esta anécdota me encanta recordarla porque

muestra lo simpático que era mi viejo, lo mucho que se

hacía querer, y en ocasiones, la suerte que lo

acompañaba.

Como dije antes el campo era su vida, lo

trabajaba y disfrutaba como ninguna otra cosa,

cosechó por toneladas todo lo que sembraba. En

algunas ocasiones tenía que sobrellevar muchos

contratiempos como por ejemplo las invasiones de

cotorras a los sembrados de sorgo, la falta de lluvias

que cayeran a tiempo o el bajo precio que tenía la caña

de azúcar, entre otras cosas más.

Al comienzo de su trabajo en el campo los

arados de rejas eran tirados por bueyes que trabajaban

todo el día como lo que eran -unas bestias- hasta que

las garrapatas hicieron de ellos unos despojos. Pascual

tuvo que consultar a la veterinaria de la zona y le

recomendaron bañarlos con un polvo blanco que debía

Page 148: Y durmieron juntos

147

diluir en agua, también le advirtieron que se cuidara

mucho de no tocarlo. Lo que no le quedó muy claro fue

las proporciones en la dilución. Pascual creyó entender

“una bolsita en 50 litros de agua”. Se apropió entonces

de unos buenos guantes, suficientes trapos y un

tambor de 50 litros que llenó con agua, vertió

cuidadosamente aquel polvo y manos a la obra. Bañó a

dos bueyes cuidadosamente y mientras lo hacía,

notaba que no le alcanzaría aquel preparado para

hacerlo con los dos o tres más que tenía en espera. Al

poquito rato, los bueyes comenzaron a sacudirse de

manera un tanto extraña. A Pascual le habría gustado

interpretar que a los animales les gustaba el baño y

ésa era la manera en que lo manifestaban. Sin

embargo algo pareció indicarle que no era tal cosa. Los

animales se acostaron sobre el suelo como buscando

más el fresco. Pascual comprendiendo que de veneno

se trataba, los refrescaba con mucha agua fría que

tenía en otro tambor y los pobres seguían

sacudiéndose... Fue la última gracia que hicieron esa

yunta de bueyes ya que murieron junto a todas las

garrapatas que chupaban de ellos. ¡Qué sorpresa

Pascual!... ¡Al carajo con los bueyes!... ¿Qué pasó?...

Page 149: Y durmieron juntos

148

La bolsita de semejante producto dejaba leer en su

parte de atrás: “diluir completamente en 500 litros de

agua”.

¡...Hostias!... ¡450 litros nada más, marcaban la

diferencia entre una operación exitosa, de una

animalada!... Como decía él: - “A joderse Pascual, eran

500 litros y no 50. La próxima vez lee bien y no te

confíes de lo que te diga un vendedor cualquiera... y

anda pensando cómo seguir que la tierra te espera”.

No sé cómo resolvió su problema. Esta

anécdota me la contó de chiquita, una vez que me

encontró llorando desconsoladamente porque se me

había muerto una gatita, al parecer, por comer una rata

envenenada. A mí, su experiencia con los bueyes nada

me consolaba, sin embargo, comprendí que de algún

modo también él quiso llorar aquel día... Con el

transcurso de algunos años compró un arado de doble

acción, con doce discos y de los bueyes ni se

acordaba.

Éstas y otras cuantas anécdotas más le

sucedían en aquellos años mientras éstos se pasaban

volando. Su paradero seguía siendo en la Casa

Carlitos, sin embargo, gran parte de su tiempo estaba

Page 150: Y durmieron juntos

149

en el campo y poco ya se podía encontrarlo en

Reconquista, razón por la cual lo apodaron “figurita

difícil” (autor desconocido).

Pascual había construido en Chanourdié una

simple casa, de paredes de ladrillos asentado en barro

y con techo de chapa (un buen rancho podría decirse),

además un galpón donde guardaba las herramientas y

el tractor. Tenía unos peones que trabajaban con él.

Uno de ellos, Mundo Bello Artal, al que papá lo llamaba

“Artala”, era el encargado. Vivía con su mujer, Ana, y

algunos cuantos chiquitos en aquel rancho. La señora

se pasaba las horas cuidando sus críos, cocinando

guisos, hirviendo gallinas y haciendo pan casero.

Mientras tanto en Reconquista, Olguita y Carlitos

extrañaban mucho al tío. Lo esperaban con gran

ilusión, especialmente Carlitos, a quien le encantaba

pasear con su tío, en la moto, y a pesar de que una vez

se los llevó por delante el “sordo Kolhi” en la calle Mitre

entre 9 de Julio y Belgrano. Este sordo además de no

escuchar el impresionante motor de la Harley Davison

parecía que también tenía dificultades para ver.

Carlitos voló por el aire y resultó ileso pero a Pascual

se le fisuraron algunas costillas, sin embargo a ninguno

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150

de los dos les duró el miedo y los paseos continuaron,

aunque ahora a escondidas de Fernanda.

Carlitos era un flaco esmirriado, como solía decir

el tío Pascual, delicado para todo, especialmente para

comer. Nada de lo que le hacían en su casa parecía

gustarle demasiado. Al tío Pascual estas cosas le

parecían mariconadas, siempre pensaba que unos días

de campo y lejos de las complacencias de su madre,

su niñera y su cocinera, le vendrían bien. Convenció a

Fernanda para llevárselo unos días con él.

A Carlitos le parecieron las más lindas vacaciones. El

tío lo levantaba muy temprano y se lo llevaba a trabajar

con él y la peonada. Lo subía al tractor y le enseñaba a

manejarlo, lo hacía caminar por la tierra arada, le

enseñó a pelar y chupar un pedazo de caña de azúcar,

le mostraba los animales y gallinas que por allí tenían.

A Carlitos le llamaba la atención ver los pollitos

tan chiquitos. Nunca los había tocado. El tío Pascual le

acercó uno para que lo tomara entre sus manos.

- “Agárralo y mira que chiquito y lindo es!...” dijo

animándolo. Carlitos ocultaba sus manos tras él.

- “No tío, me da miedo”.

Page 152: Y durmieron juntos

151

- “¡Pero agárralo hombre! ¿Cómo puedes tenerle

miedo a un pollito tan chiquitito?...” Aquello de una

“buena psicología” para enfrentar esos miedos

infantiles, el tío no tenía ni lo elemental. Por sorpresa

tomó las manos de su sobrino y colocó al pollito en

ellas. Carlitos se quedó casi sin respirar y mirando al

pollito que estaba muy quietito.

- “¿Ves que no hace nada?”, decía el tío y

Carlitos no contestaba. -“¿Ves qué chiquitito y lindo

es?, pero Carlitos seguía mudo y sus ojos fijos en el

pollito. En un momento el pollito movió sus patitas,

rascando las palmas de Carlitos. ¡...Ehhh...! suspiró

Carlitos y dejó caer el pollito al suelo. Al tío lo desbordó

tanta “mariconada” y tomó entonces al pobre pollito y

se lo metió a Carlitos en el pecho, dentro de la camisa.

Carlitos pataleó más que el pobre pollito, no sé quién

era el más asustado de los dos, pero la anécdota

terminó en que Carlitos se encantó con los pollitos del

campo y perdonó a su tío semejante atropello.

Cuando volvió a Reconquista le contaba a su

madre todas estas cosas y además, de los ricos guisos

que hacía la cocinera del campo del tío. -“Mamá -

decía , vos no sabés hacer esas comidas que hace la

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152

señora del campo, ella sí que cocina rico”. Fernanda,

que tenía asumido aquello de no ser una buena

cocinera y en atención a los reclamos de su querido

Carlitos, le pidió a Pascual que trajera las recetas del

campo para reintentar algo de las artes culinarias.

Pascual le explicó que no se trataba de recetas

especiales sino de simples guisotes y que el secreto

estaba en levantar temprano a Carlitos y hacerlo

caminar algunas horas por la tierra arada. -“¡Eso

despierta inevitablemente un buen apetito!” , decía a su

cuñada, por propia experiencia.

Las visitas a la familia de Reconquista habían

menguado pero no así el cariño y apego que se tenían.

Cuando el tío llegaba del campo era un buen motivo

para comidas especiales, era como festejar no sé bien

qué cosa - según palabras de Olga -. El pan y un buen

vino eran símbolos del encuentro.

Para muchos españoles el pan será siempre

como un regalo de Dios, símbolo de la prosperidad que

pocas veces acompañó a sus vidas, quizás por eso,

comerlo no es más que agradecer al cielo por el fruto

del trabajo de nuestras manos. Recuerdo que de

chiquita papá me cantaba una canción que decía algo

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153

así: -“¡Ay... ay... ay... ay... qué trabajo nos manda el

Señor... levantarse y volverse a agachar ... todo el día

a los rayos del sol!...” Mientras la cantaba representaba

dramáticamente el significado de aquella cancioncita,

como pretendiendo enseñarme el esfuerzo que

significa sembrar la tierra y a la vez, la felicidad que

trae cosechar sus frutos.

El tío Pascual quería trasmitir aquellos valores a

sus sobrinos, ya que hijos no tendría todavía. ¿Creo?

Así que, a la hora de colaborar en la tarea de preparar

la mesa, se ocupaba de cortar el pan y dejar unas

tajadas junto al plato en que comería Olguita, porque

sabía que a su sobrina, el pan no le iba ni le venía y

que todo aquel rollo con respecto a cómo llega el pan a

nuestras mesas... no le hacía mella.

La zorra niña (no tan niña pero sí bastante

zorra), que ya había decidido que el pan no le gustaría

nunca, y, para evitar conflictos y griteríos en la mesa

de aquellos lindos encuentros, cortaba el pan en

trocitos como para llevárselos a la boca, pero en

realidad y muy astutamente, los arrojaba debajo de la

mesa, aprovechando la complicidad del largo mantel y

Page 155: Y durmieron juntos

154

de la buena cocinera (que luego barrería aquellas

señas en total silencio).

Infelizmente ese día Olguita se sentó entre su

tío y su padre y su artera treta terminó cuando el tío,

que sospechaba algunas irregularidades de su

indómita sobrina, miró debajo de la mesa. Así

descubrió la forma en que su sobrina zorra tenía de

pasarse por el traste aquello de comer el pan

agradecidamente al cielo... La pobre Olguita aquel día

cobró de ambos lados. Uno fue el sostobón que le dio

el tío mientras le decía: -“El pan no se tira”- indignado

por su frustrado empeño en grabar ciertos valores en

su sobrina, y el otro, vino del lado de su padre como

represalia a las palabras que la inteligente niña

argumentó en su defensa, cuando le dijo a su tío: “¡Vos

no sos mi papá para pegarme!...”, a lo que su padre

puso fin diciéndole: -“¡No es tu padre... pero sí es tu tío

y tu padrino!...”

Y el asunto terminó así. ¡Qué carajo ni qué ocho

cuartos... mocosos de miércoles que parecen indios sin

educación!... según el parecer de Pascual con respecto

a todo niño que prescindiera del pan a la hora de

Page 156: Y durmieron juntos

155

comer, incluyendo a los cinco que la vida le dio por

hijos. Algunas veces recuerdo su reiterada pregunta:

- “¿Dónde está tu pan?..., pero a diferencia de

Olga, a mí el pan me gusta y coincido con mi viejo con

respecto a ser agradecida al cielo, sin embargo, jamás

me he sentido una “india mal educada” cuando me

olvido de comerlo...

Con el pasar de los años mi prima perdonó a

ambos, excusándolos porque probablemente las

teorías de Piaget con respecto a los niños, aún no se

conocerían demasiado en el tiempo de las visitas a la

Casa Carlitos... Y es más aún, cuando ya estaba

casada y recibía la visita del tío a su mesa,

personalmente se ocupaba de comprarle abundante

cantidad de pan para que el tío se lo comiera... fiel a su

sentir...

El tío Pascual era el tío del alma, pero había que

soltarlo un poco y dejarlo para ver si se casaba. No sé

con cuantas amigas de Fernanda llegó a engancharse,

sin embargo con ninguna se concretaba nada a pesar

de la permanente cabeza que su cuñada le haría al

respecto. Olguita crecía segura de que su tío sería

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156

siempre de ella. Algunas tardecitas paseaba feliz con

sus amigas por la plaza 25 de Mayo. Tenía unos 12

años y posiblemente algún enamorado escondido. Su

seguridad tambaleó el día que vio en la misma plaza, a

su tío paseando con una de las señoritas Del Fabro.

Los celos la dominaron por completo... Dejó a sus

amigas y se encaminó hacia su tío como una leona. La

genética le salió al cruce y dijo enérgicamente: -¡“Papá

dame plata”!

Dos imposibles, ya que el tío era “un seco” y

además “no era su padre”, como bien ella misma lo

había dejado claro. Mas Pascual se la sacó de encima

con $ 5 que le dio para que se las tomara de allí. El

resultado final de aquel día de paseos, celos y

contratiempos, no lo sé... pero Pascual no se casó con

aquella joven. Así transcurría el tiempo del tío de

Olguita y el tiempo del que sería mi padre...

Hacia fines de la primera presidencia del

General Juan Domingo Perón, a Pascual se le dio la

oportunidad de viajar a Buenos Aires con unos cuantos

colonos cañeros. Había sido un año de buena zafra y

los colonos habían entregado a los ingenios de la zona

Page 158: Y durmieron juntos

157

muchas toneladas de caña que demoraban en

pagarles y a sólo $9 la tonelada. Mi viejo tuvo el gusto

de hablar frente a frente con el General en la casa de

gobierno. Sentía que su voz le temblaba, estaba muy

emocionado al pensar en que él, un simple colono

cañero, se dirigía al presidente de la República, y éste

los escuchaba atentamente. Contaba que el General

los recibió con su característico saludo... los brazos en

alto... y escuchó respetuosamente los planteos que

Pascual y otros hacían respecto al bajo precio que

tenía la caña de azúcar en el norte de la provincia de

Santa Fe. Llegaron al acuerdo de $14 la tonelada para

ese año. Además el General los alentó con unas

cuantas palabras y reforzaba el valor que tenía para el

país el trabajo de aquellos hombres de campo. Logró

que aquellos colonos regresaran al campo con mucho

más entusiasmo y que los ingenios pagaran a $14 aún

lo que se les adeudaba.

Pascual nunca tuvo dinero para grandes

emprendimientos, pero ahora, las ganas de volver a

España y visitar a su madre empezaron a cosquillearle

la cabeza. ¿Sería posible viajar y visitar a su madre?

¿Y por qué no?

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158

Al poco tiempo de finalizar la guerra Doña

Concepción había enviudado y añoraba la visita de los

hijos, que tan jóvenes había despedido. Habían

transcurrido treinta largos años y se sentía muy vieja.

Pascual ya tenía 47 y ahora, dinero para pasajes, tenía

planes de viajar y de estar unos meses con los otros,

también suyos. Además fantaseaba con lo siguiente:

¿Por qué no ganar el corazón de una mujer española y

hacerla su esposa?, si total por aquí no pasaba nada, o

al menos nada demasiado importante.

Un día le dijo a su hermano:

- “¡Manuel, tengo muchas ganas de viajar a

España! He estado juntando unos cuantos pesos con

estas cosechas y quiero hacer los trámites para

embarcarme. A ti que te parece?...”

- “Pues me parece muy bueno Pascual, el visitar

a la madre y volver a Alcorisa es una gran cosa,

además sabrás cómo están los nuestros allí, cómo han

salido de la guerra, cómo los trata Franco a los

españoles. Podrás también decirles que la Argentina

está abierta para todos los que quieran venirse, que

por aquí se trabaja muy bien y que no hay

resentimientos entre la gente”.

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159

- “¿Cómo harás con el campo mientras estés por

allí?..., preguntó Manuel.

- “Pues no te preocupes por ello - contestó

Pascual – dejaré a Artala y otros peones a cargo, son

de mucha confianza y ya hemos hablado”.

Olga y Carlos no querían saber nada con que el

tío se fuera. Los dos estaban más que crecidos y

haciendo sus vidas, pero la idea de que el tío volviera a

España les sonaba un poco a abandono. Y por cierto,

la sola sospecha de que por locura se les casara, les

producía una feroz rabieta. Intentando apaciguar a sus

contrariados sobrinos les preguntó qué cosas querían

que les trajera de España... Olguita contestó

claramente: - “A mí cualquier cosa me da lo mismo,

menos una tía...”. A pesar del llanterío y las caras de

culos de sus sobrinos, Pascual volvería a España con

el corazón lleno de ilusiones...

Ya no llevaría su Cartera de Identidad, aquel

envejecido documento de sus 16 años con el que vino

a Argentina y en el que aparece su primera firma, sino

que llevaría el pasaporte tramitado en el Consulado

Español de la ciudad de Rosario, con fecha 10 de

Enero de 1952. En él deja verse una muy linda foto de

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160

sus 47 años, con un gesto, según mi apreciación, de

hombre maduro, seguro y confiable.

Tampoco regresaría al viejo continente en el

barco a vapor Reina Victoria Eugenia, sino en el

trasatlántico italiano Giulio Cesare. ¡Qué grandiosa

nave aquella! ¡Todos sus sueños pesaban en ella!...

Otra vez a cruzar el inmenso océano para

abrazar a su madre... ¿Qué sentiría?... ¿Cuántas

cosas pensaría en contar?... Seguramente diría que

arrendaba un campo grande y que había cosechado

mucha caña de azúcar, que tenía varios peones, un

tractor y un arado, que había entrevistado al presidente

de Argentina, el general Perón. Pascual estaba

deslumbrado con la primera dama, llegó a valorarla

mucho, aunque nunca se sintió peronista...

¿Cuántas cosas más desearía recordar?...

¿Querría saber sobre la guerra?... ¿ Y sobre los

hermanos que habían muerto en ella?... ¿De su padre

que ya no vería?... ¿Y encontrarse con la hermana que

tan cariñosa era en sus cartas? ¿Y conocer a sus otros

sobrinos? ¿Cómo sería todo eso?... Abrazar a Julián y

conocer a Victoria, ver lo que hacían por allí juntos y

saber cómo habían sobrevivido. Sabía que Julián la

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161

había pasado muy mal, había estado detenido mucho

tiempo y lo obligaron a hacer trabajos muy pesados.

Sabía que Victoria era sumamente valiente y había

luchado muy sola por sus hijos en aquellos

momentos...

¿Cómo estaría Alcorisa?... ¡Caminar por sus

calles entre montañas y contemplar la iglesia donde lo

bautizaron!... ¡Y ver aquella montaña que treparon con

el cabeza rota!... ¿Sería tan alta como le parecía de

chico?... ¿Se encontraría a Francisco?... ¿Hablarían de

una vieja deuda de amigos?... ¡Cuántas, cuántas

emociones contenía en su corazón!...

Apenas puedo ubicarme en su lugar y ni aún así,

puedo imaginar realmente lo fuerte de aquellas

vivencias... Me lo imagino feliz, ansioso, caminando

incansablemente por todo el barco, hablando con todo

el mundo sin parar, apenas conciliando el sueño,

contando los días que faltaban para desembarcar...

En este viaje no faltó por supuesto la esperada

anécdota... Pascual volvía a España hecho un “mozo

americano”, es decir con algunas canas que ya

peinaba en sus sienes y que le daban un aspecto lindo,

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162

de hombre maduro. Completaban esta apreciación

mía, un par de lentes y una sonrisa perfecta (de su

dentadura postiza) que lo asemejaban más a un

intelectual que a un colono de campo argentino.

Además llevaba 10.000 pesetas que había logrado

gracias a la cosecha de caña de azúcar.

La tripulación a bordo del Giulio Cesare era

advertida con respecto a los paseos sobre la cubierta,

especialmente en los primeros días de navegación. Se

les indicaba no detenerse mucho tiempo a contemplar

el mar desde la proa hacia la popa, ya que en algunos,

los movimientos ondulantes que se producían sobre la

nave ocasionaban mareos, molestias estomacales,

náuseas y hasta vómitos.

Aquellos primeros paseos por la cubierta dejaron

en este mozo americano un lamentable recuerdo, que

afectó su imagen. Pascual descreyó a la señalada

advertencia e inevitablemente le vinieron las ganas de

vomitar. Pretendió ser cuidadoso ante semejante e

incontrolable hecho corrió hasta la barandilla de la

nave con intenciones de expulsar al mar sus líquidos

estomacales... Con ellos también salieron sus lindos

dientes postizos... ¡Al carajo los dientes Pascual!...

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163

¡Qué macana viejo!... ¿Y ahora?... Pascual nos

contaba que el estómago se le tranquilizó, pero sus

ojos, en colaboración con sus lentes, quedaron fijos en

aquella sonrisa que su propia dentadura le devolvía

desde las olas del inmenso mar!... Ahora sumaba a

todas las emociones que en su corazón llevaba, una de

las primeras preocupaciones para luego del

desembarque: ubicar un buen dentista en Barcelona

que le hiciera una nueva dentadura!... Agregaba al

relato de esta anécdota los inconvenientes que se le

presentaban al hablar con cualquiera. Trataba de

permanecer callado todo el tiempo posible, cosa que

le debió haber resultado sumamente difícil. Además

pasó el resto de los días de embarcado comiendo puré,

arroz y demás cosas blandas que el cocinero le servía

y se perdía de comer otros manjares que se

presentaban a la mesa... ¡por culpa de faltarle unos

buenos dientes!...

Aquel viaje de regreso fue más corto que el

primero, sin embargo, estoy segura que a mi viejo le

debió parecer interminable. A mi entender, siempre que

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164

regresamos a los lugares donde fuimos felices de

chiquitos, nos viene esa sensación...

Transcurrieron finalmente todos aquellos días y

el Giulio Cesare atracó en el puerto de Barcelona el día

2 de Marzo de 1952. El momento del desembarque

había llegado...

¡Qué distinto y renovado se veía aquel puerto!...

¡Qué linda se veía Barcelona desde allí!...

¡Sus ojos buscaban desesperadamente a su

madre entre tanta gente. Su corazón estallaría al verla.

La recordaba tal cual la había dejado, una mujer de

estatura media, erguida, de pechos prominentes, de

mirada serena...

Esos primeros minutos de búsqueda fueron

interminables y el nudo en su garganta le retiraría la

voz al verla.

Reconoció a su hermano: -“¡Julián... Julián!...”-

gritó Pascual, y su mirada giró un poco buscando a su

madre. Allí, allí junto a su hermano... estaba una

ancianita de cabellos emblanquecidos por sus 82

años... de reducida estatura... y pechos caídos... Sólo

conservaba de aquel recuerdo, la mirada serena...

Page 166: Y durmieron juntos

165

¡Ésa, ésa viejecita, de pie junto a Julián, era su

madre... Temblorosa... ansiosa y con sus pequeños

ojos llenos de lágrimas!...

Al tratar de relatar este encuentro, siento la

enorme limitación que tengo entre mi imaginación y mi

capacidad de escritura. Me quedo sin palabras así

como Pascual se quedó sin su voz.

Las lágrimas y abrazos lo dirían todo...

Cuando mi viejo me relataba este reencuentro...

siempre volvía a llorar... y yo captaba una vez más, las

maravillosas formas en que el amor se manifiesta...

Page 167: Y durmieron juntos

166

Segunda parte

Page 168: Y durmieron juntos

167

España madre patria,

tierra de mis padres y abuelos.

Tan lejana y sufrida

tan desconocida y querida

tan dentro de mí ...

Page 169: Y durmieron juntos

168

España... la madre que llevo dentro...

En los años de mi infancia oía muchas veces a

mis padres, tíos y abuelos hablar de España. En toda

fiesta de fin de año la “Madre patria” se hacía presente.

Ella nos visitaba siempre con su música y alegría.

Nunca faltaba el “Uno de enero, dos de febrero, tres de

marzo y cuatro de abril, cinco de mayo, seis de junio,

siete de julio San Fermín, a Pamplona hemos de ir... a

Pamplona hemos de ir... con una media y un

calcetín”... Todos cantaban divertidamente mientras

la bota de vino pasaba de un tío a otro, o del abuelo a

un nieto entusiasmado, que quería aprender a tomar

de ella.

Mas también, aquella visita traía la melancolía

de algún paso doble que cantaba mi prima Carmen,

con su voz privilegiada “Paso doble te quiero... porque

llevas en tu garbo lo mejor del mundo entero... paso

doble te quiero... porque llevas en tus notas el valor de

los toreros... paso doble te quiero... porque estando en

tierra extraña... tú me traes el recuerdo... tú me traes el

recuerdo... de aquella madre que tengo en España”...

Page 170: Y durmieron juntos

169

Al escribir esto, algunas lágrimas llenan mis ojos...

como inevitablemente sucedía a muchos de aquella

gran familia que fuimos.

De chica sentía que aquella “madre patria” era

de mis padres, de mis tíos y de mis abuelos... poco

mía... a pesar de las veces que jugando me ponía un

hermoso vestido rojo y negro, entallado hasta la

cintura, y con muchos volados que llegaban hasta

verse los zapatos españoles de tacones rojos. Para

completar a la “salerosa mujer española” había que

recogerse el cabello y agregar sobre la espalda un

mantón de seda negro con largos flecos y unas

coloridas flores pintadas al óleo. Por último no había

que olvidar las castañuelas. Nunca aprendí a tocarlas a

pesar de la infinidad de intentos realizados, llegué a

convencerme que igual bailaría penosamente “el paso

doble” aunque no resultase tan “salerosa”. Recuerdo la

ilusión de mi madre cuando nos hacía aquel vestido y

cuando pintó sobre el mantón aquellas hermosas

flores...

Escribir ahora acerca de España me resulta un

trabajo difícil a pesar de que la siento muy dentro mío.

He leído bastante de las costumbres de aquella época

Page 171: Y durmieron juntos

170

de los abuelos y mi madre, de sus viñedos, de los

toreros, de la guerra Muy lejos estoy de hacer historia,

aún lejos de llegar a comprenderla. Sólo pretendo

entender algunas razones si me fuera posible, quizás

aquéllas que fueron muy significativas, ya que dieron

lugar a muchas decisiones tomadas según mi

parecer... contra el corazón...

Intento escribir algo de tanta historia, pensando

en los años que vivieron mis abuelos y en lo mucho

que influyeron sobre mí, a pesar de la distancia y el

tiempo.

Es un sincero deseo de entenderlos un poco

más... Sus sangres llevo...

Page 172: Y durmieron juntos

171

Me queda la palabra

Si he perdido la vida, el tiempo

todo lo que tiré como un anillo al agua.

Si he perdido la voz en la maleza

me queda la palabra.

Si he perdido la sed, el hambre,

todo lo que era mío y resultó ser nada.

Si he segado las sombras en silencio

me queda la palabra.

Si abrí los ojos para ver el rostro

puro y terrible de mi patria.

Si abrí los labios hasta desgarrármelos

me queda la palabra.

Blas de Otero

Page 173: Y durmieron juntos

172

CAPÍTULO 12

Madre, ¿qué has gestado?...

A finales del siglo XIX España transitaba una

marcada crisis económica que desintegraba poco a

poco su gloriosa historia monárquica. Contaba con

grandes amenazas de desintegración política, de

separatismos entre sus fuertes regionalismos, de

división de clases, así como un elevado porcentaje de

analfabetismo. La sociedad se dividía en ricos, pobres

y una amplia clase media. A esta última pertenecían

los profesionales, los funcionarios militares y civiles, el

ejército de la enseñanza y el clero. En la última década

del siglo y a principios del siguiente, el proletariado

español genera movimientos importantes que irrumpen

en la política, alcanzando un signo anarquista y

degenerando algunos en el terrorismo. Para esto, la

única reacción de los gobiernos conservadores era la

represión absoluta y la ceguera ante las justas

reivindicaciones laborales y humanas. Por aquellos

años de depresión y crisis, la emigración alcanzaba su

Page 174: Y durmieron juntos

173

cota máxima, muchos españoles marchaban cada año

a las Américas con el objetivo de todos los

conquistadores: “hacerlas”.

Con respecto a la situación militar en la España

de aquella época, circulan por la historia diversas

explicaciones. Una de ellas indica que el ejército, que

había sido liberal durante casi todo el siglo XIX, se

transformó en un grupo conservador y reaccionario.

Muchos carlistas se habían integrado a sus filas y

aunque estaban suprimidas las milicias nacionales que

resultaban el principal apoyo del progresismo liberal, se

mantenía viva la antítesis Ejército-Milicias.

Precisamente, a impulsos del primero se había

conseguido una interesante síntesis de unos y otros en

“La Guardia Civil”, que a fines de siglo aparece ya

como una institución plenamente consolidada a la que

respetarían todos los regímenes españoles del siglo

siguiente. Por otra parte a lo largo del siglo XIX las

fuerzas armadas habían experimentado una intensa

transformación sociológica en sus cuadros de jefes y

oficiales. El ejército aristocrático del antiguo régimen se

transformó en un ejército de clase burguesa,

transformación que fue más administrativa que

Page 175: Y durmieron juntos

174

sociológica, sin embargo, resultó en una canalización

de movilidad social que logró el acercamiento entre las

fuerzas armadas y el pueblo español de clase media.

Ésta misma identificación popular realizada sobre un

pueblo profundamente dividido, influyó en la propia

división del ejército. De estos fragmentos militares

derivaron graves complicaciones históricas sobre los

siglos XIX y XX.

España había fracasado en las guerras de

independencia americana, sus fuerzas armadas

terminaron invariablemente en una frustración naval,

política y militar. A pesar de los muchos

pronunciamientos del ejército, puede decirse que

ninguno de ellos representó una intervención

significativa en la política española. En realidad, los

políticos y militares de la Restauración monárquica,

establecieron una especie de pacto mutuo de no

intervención. Así, los militares se comprometían a no

mediar corporativamente en la política y los políticos

dejaban a los militares la organización del Ejército. Las

consecuencias resultaron en la no existencia de una

política militar, en el aumento excesivo de oficiales, en

el surgimiento de reformadores dentro del mismo

Page 176: Y durmieron juntos

175

ejército y en el servicio militar obligatorio, sin

excepciones carlistas. Con motivo de estas reformas

surgen grandes tensiones y el ejército reclama el poder

judicial contra los delitos que se referían a “la patria y

las fuerzas armadas”. En medio de este proceso, las

fuerzas armadas van a aislarse política e

institucionalmente configurándose como un centro de

poder dentro del poder, y sus enemigos las acusarían

de convertirse en un “Estado dentro del Estado”. Se

produjo un desbarajuste administrativo con graves

efectos en lo político y militar, y en 50 años de

Restauración se contaría nada menos que con 62

ministros de guerra.

Así, la guerra de 1898 sorprenderá a España y a

sus fuerzas armadas carcomidas por sus problemas

internos y sin la preparación necesaria para con el

destino que la acechaba a fines del siglo XIX. Hasta

entonces, se había conseguido a fuerza de buena

voluntad establecer un diálogo mutuo con Cuba, el que

fue fraguándose poco a poco. En 1895 estalla la

segunda insurrección cubana, más parece por la

declarada intervención de los Estados Unidos en apoyo

a intereses materialistas e imperialistas, que por un

Page 177: Y durmieron juntos

176

sincero espíritu de auxilio a una causa de libertad. El

20 de Abril de 1898 los Estados Unidos dirigen un

ultimátum a España para que abandone Cuba y

posteriormente declara la guerra. Los barcos

españoles sin más protección que unas baterías que

no disparaban desde años, con toda la herencia de

incuria y valor salen a la mar y a la muerte. Pero el

honor de España estaba a salvo... La conciencia del

desastre y la ruptura definitiva de tantas ilusiones, es la

realidad con la que España va a entrar al siglo XX.

Un 3 de Diciembre de 1892 y en el seno de una

familia de clase media, dentro de la ciudad marítima

militar El Ferrol (provincia de Galicia), nacía un niño al

que sus progenitores llamarían Francisco Franco

Bahamonde. Su padre (hombre de fuerte carácter y

administrador de marina) y su madre (mujer

profundamente religiosa y dedicada a sus hijos),

dejarían por herencia a Paquito “una educación

cristiana y el santo amor a la patria”. La influencia que

este niño ejercería sobre los destinos de su patria sería

tal que para algunos comentaristas españoles y

extranjeros, esa patria acabaría llamándose durante

Page 178: Y durmieron juntos

177

largos cuarenta años “La España de Franco”. Durante

dos siglos la población de aquella villa se había

mantenido estacionaria. A partir de que Felipe V le

diese estatuto de ciudad e instalase en ella los

arsenales y los astilleros para la reconquista de

Gibraltar, la ciudad marítima militar El Ferrol nacería

como base de partida para la reconquista del honor de

España. Por entonces, lejos estaría del pensamiento

español de aquella época conocer la influencia que

tienen las circunstancias existenciales en la vida de un

hombre. No puede entenderse a Francisco Franco

fuera de esas circunstancias infantiles ferrolanas. Pasó

sus primeros años en la ciudad isla de El Ferrol

cursando su formación primaria en el Colegio del

Sagrado Corazón, en el que vio junto a sus hermanos y

amigos pasar los años trágicos de lo que se llamaría el

“Desastre de 1898”. Su educación secundaria

profesional no podría ser otra que orientada a la

marina, por eso, ingresó a la Academia de Marina de

preparación para estudiantes navales administrativos y

de guerra. Ésta, era una pequeña academia local muy

acreditada. Sus futuros cadetes recibían una educación

equivalente al bachillerato elemental, complementadas

Page 179: Y durmieron juntos

178

con enseñanzas técnicas y prácticas. Millan Astray

(general en la guerra del Rif, Marruecos) que trató a

Franco como jefe, escribió muchos años después:

“Francisco Franco, por el lugar en que nació, por la

sangre que corre por sus venas y por su íntima

vocación, es marino”.

Poco a poco fueron llegando a España y a la

ciudad isla, detalles sobre el desastre en Cuba. Las

conclusiones deducidas fueron muy variadas y

afectaron profundamente las convicciones y trayectoria

personal de Franco. La pérdida de las escuadras

produjo una superabundancia de oficiales que obligó al

cierre de la Escuadra Naval Militar y de la Academia

General Militar. La formación militar se recibiría

entonces en las academias particulares de las diversas

armas. Ante la perspectiva de una familia católica

influenciada por el ambiente antiliberal, y frente a la

captación de los ambientes universitarios de

intelectuales reformistas relacionados con la Institución

Libre de Enseñanza, parecía ahogarse la posible

formación universitaria de Francisco Franco. Contra la

voluntad de su padre decide ingresar a la Academia de

Infantería de Toledo para convertirse en cadete tras

Page 180: Y durmieron juntos

179

superar los exámenes de ingreso a los 14 años y en el

año 1900. De ella egresaría con el grado de segundo

teniente. Después de una breve estancia en un

regimiento de infantería de El Ferrol, el joven oficial

pidió su traslado a Marruecos donde se desarrollaba

una guerra poco lúcida, hecha de correrías y

emboscadas para conservar las comunicaciones entre

las ciudades y los puestos que mantenía el ejército

español. En Febrero de 1912 Franco desembarca en

Marruecos. Allí haría una carrera notable recibiendo las

estrellas de capitán en el año 1915, siendo así el más

joven oficial del ejército español dentro de su grado y lo

seguiría siendo luego en todos los escalones de la

jerarquía militar. Sus biógrafos se preguntan: ¿Cómo

explicar tan excepcional carrera en aquel hombrecito

de poca estatura, de voz endeble y de aspecto poco

vistoso?... Sus iguales le decían irónicamente:

“Franquito, el comandantín”. Sin embargo, pocos

sabían que tenía el don del mando...

Page 181: Y durmieron juntos

180

El niño yuntero

Carne de yugo, ha nacido

más humillado que bello,

con el cuello perseguido

por el yugo para el cuello.

Nace como la herramienta

a los golpes destinado,

de una tierra descontenta

y un insatisfecho arado.

Entre estiércol puro y vivo

de vacas trae a la vida

un alma color de olivo

vieja ya y encallecida.

Empieza a vivir, y empieza

a morir de punta a punta

levantando la corteza

de su madre con la yunta.

Empieza a sentir y siente

la vida como una guerra

y a dar fatigosamente

en los huesos de la tierra.

Contar sus años no sabe

y ya sabe que el sudor

es una corona grave

de sal para el labrador.

Page 182: Y durmieron juntos

181

Trabaja, y mientras trabaja

masculinamente serio,

se unge de lluvia y se alhaja

de carne de cementerio.

A fuerza de golpes, fuerte,

y a fuerza de sol, bruñido,

con una ambición de muerte

despedaza un pan reñido.

Cada nuevo día es

más raíz, menos criatura

que escucha bajo sus pies

la voz de la sepultura.

Y como raíz se hunde

en la tierra lentamente

para que la tierra inunde

de paz y panes su frente.

Me duele ese niño hambriento

como una grandiosa espina

y su vivir ceniciento

revuelve mi alma de encina.

Lo veo arar los rastrojos,

y devorar un mendrugo,

y declarar con los ojos

que por qué es carne de yugo.

Page 183: Y durmieron juntos

182

Me da su arado en el pecho,

y su vida en la garganta

y sufro viendo el barbecho

tan grande bajo su planta.

¿Quién salvará a ese chiquillo

menor que un grano de avena?

¿De dónde saldrá el martillo

verdugo de esta cadena?

Que salga del corazón

de los hombres jornaleros,

Que antes de ser hombres son

y han sido niños yunteros.

Miguel Hernández

Page 184: Y durmieron juntos

183

CAPÍTULO 13

Una tierra descontenta...

Para algunos historiadores la España de

comienzos del siglo XX era una isla dentro de un

mundo occidental que se iba uniformando frente a

corrientes políticas y económicas modernas. Estaba

económicamente retrasada y perdiendo sus

posesiones mundiales. Las clases de su régimen

monárquico seguían disgregándose y sus masas

campesinas comenzaban a proletarizarse y a estallar

en verdaderas cóleras. Era un país esencialmente

agrícola. En el mercado mundial España ofrecía los

productos de su suelo y subsuelo, a cambio de

productos manufacturados de empresas extranjeras.

De esta manera y por algunas décadas fue terreno

predilecto para la inversión de capitales extranjeros

sobre todo en sectores importantes como los

ferrocarriles, las minas de cobre, la industria textil y las

centrales hidroeléctricas. La primera guerra mundial de

1914 a 1918 la hizo proveedora de productos

agrícolas, pero la crisis mundial la afectó duramente en

Page 185: Y durmieron juntos

184

1929. El cierre de las barreras aduaneras levantadas

por las grandes potencias, le obstaculizó el camino a la

exportación provocando el hundimiento de su mercado

interior que era apenas capaz de absorber los

productos de su industria nacional. Otro gran problema

de España a comienzos del siglo XX era que su

industrialización crecía a ritmo lento. Solamente en

Vizcaya y Asturias existía una verdadera oligarquía

financiera. Los millonarios buscaban aliarse con los

oligarcas terratenientes. La nueva oligarquía financiera

se unió con la aristocracia, así pues, la burguesía era

incapaz de dar a la economía española el impulso

necesario para una transformación profunda, en la

medida que esta última suponía afectar los intereses

de la primera. Por otro lado, once millones de

españoles constituían la población activa. De éstos,

ocho millones eran pobres, entre ellos artesanos,

obreros agrícolas, obreros de la industria, mineros y

pequeños propietarios rurales. Sus trabajos apenas les

aseguraban la subsistencia. Sólo un millón eran los

privilegiados a los que pertenecían funcionarios,

sacerdotes, intelectuales, grandes propietarios rurales

y grandes burgueses. Dos millones pertenecían a la

Page 186: Y durmieron juntos

185

clase media, en ella se incluían a los campesinos

acomodados y pequeños burgueses agrupados en

Barcelona, Bilbao, Valencia y Santander. Para que se

diese el desarrollo del mercado interior era necesaria la

creación de un campesinado sólido, pero esto

significaba solucionar el mayor problema de España de

aquellos tiempos, el de “sus tierras”. Es allí, en el

campo, donde se dan más fuertemente las oposiciones

sociales y se alimentan los odios seculares. Sabido es

que dos millones de agricultores no tenían tierras

mientras que 50.000 hidalgos campesinos poseían la

mitad de las tierras de España. Un millón y medio de

pequeños propietarios de una hectárea de superficie,

los “aparceros”, se veían obligados a trabajar las tierras

de los grandes para poder vivir. En las llanuras, el

campesino característico era el “yuntero”, campesino

sin tierra que poseía un par de mulas y que cultivaba

las tierras del gran propietario ausente. Pero la mayoría

de los campesinos eran los “braceros”, jornaleros que

casi no tenían trabajo más que un día de cada dos y

tenían que vivir todo el año con miserables sueldos. En

definitiva, en aquella monarquía, un puñado de

grandes propietarios “los oligarcas” como decían sus

Page 187: Y durmieron juntos

186

adversarios, dominaban la tierra de España y habían

sabido preservar a través del tiempo sus privilegios y

fortunas en detrimento de las masas campesinas.

Para el año 1931 la proclamación de la

República se llevará a cabo sin violencia, como lo

dijera su presidente Alcalá Zamora: “revolución

pacífica”. La monarquía cedió su paso a la República

sin que en lo esencial se modificase el régimen

económico y social. Los campesinos españoles

esperaban muchas reformas del nuevo régimen,

mientras que los oligarcas trataban de conservar los

pilares Iglesia-Ejército, que siempre habían apoyado su

dominación. La Iglesia era uno de los más grandes

propietarios de los bienes raíces del país, controlaba

las empresas bancarias, las minas de cobre, los

ferrocarriles y la compañías trasmediterráneas.

Durante la monarquía y en gran medida en la

República, era dueña de la enseñanza en un país que

por entonces contaba con doce millones de

analfabetos. De todas formas el mes de mayo de 1931

revela en los incendios de iglesias y conventos, que las

masas populares se habían separado de la tutela de la

Iglesia, aunque en la España de los latifundios la

Page 188: Y durmieron juntos

187

Iglesia era considerada defensora del orden social. Por

otro lado, el ejército español no tenía equivalente en

Europa. Derrotado en defender sus últimas posesiones

coloniales se afianzaba como un cuerpo político

autónomo. Era un ejército de pronunciamientos. La

guerra del Rif que se prolongó desde 1921 hasta 1926

había costado sólo en el año 1924 la vida de 15.000

soldados y terminó victoriosamente gracias a la

intervención de tropas francesas. Los jefes militares se

habrían convertido en los campeones de la reconquista

colonial. En este papel aparece el teniente coronel

Francisco Franco como uno de los jefes más

destacados de la Legión Extranjera. Sabido es que la

República fue proclamada con el consentimiento del

Ejército, pero la realidad mostraba que éste estaba

muy mal equipado, no podía hacer frente a cualquier

aviación extranjera, sus oficiales eran poco

experimentados, los más, eran los que habían servido

en Marruecos entrenados por el general Millan Astray.

Durante la monarquía no habían faltado oficiales dentro

del ejército, pero durante la República disminuyeron los

oficiales republicanos y los grandes jefes eran

esencialmente monárquicos, partidarios de la

Page 189: Y durmieron juntos

188

oligarquía, adversarios de toda evolución y enemigos

de la revolución.

Por entonces la Iglesia de España, (aconsejada

por el Vaticano) trató de crear un gran partido católico

que rechazara la etiqueta de monárquico como de

republicano. La “Acción Popular” así formada fue la

transposición al plano electoral, en forma de partido

reaccionario y autoritario, de la Acción Católica. Su

jefe, José María Gil Robles, fue elegido para dirigir el

partido de la Iglesia y de los propietarios. Éste llegó a

Ministro de Guerra en los años 1934 y 1935.

Uno de los primeros actos del gobierno

emanado de las elecciones de 1934, fue el de

proclamar la amnistía de los militares envueltos en

1932 en el pronunciamiento del general Sanjurjo. Los

oficiales condenados y expulsados fueron reintegrados

en ese mismo año y por iniciativa del propio Sanjurjo

se creó la “Unión Militar Española” que prontamente se

convierte en el centro de una conspiración formada por

grandes jefes, entre ellos Francisco Franco jefe del

Estado Mayor, el general Fanjul subsecretario del

Estado y el general Rodríguez de Barrio inspector

general del Ejército. Todos ellos monárquicos,

Page 190: Y durmieron juntos

189

conservadores e instalados en los puestos de mando

del Ejército republicano. En el verano de 1935 durante

las grandes maniobras ocasionadas en Asturias,

Franco y Fanjul sentaron las bases de los preparativos

del levantamiento nacional. Los jefes del Ejército

estaban preparados para entrar en acción si el partido

de Gil Robles, “Acción Popular”, resultaba incapaz de

alcanzar el poder por el camino de las elecciones.

En el año 1932 el hijo del dictador Primo de

Rivera, José Antonio, había fundado la “Falange

Española”, transformada después en 1934 en “Falange

Española Tradicionalista” en virtud de su unión con las

Juntas ofensivas nacional-sindicalistas. Este joven

estaba lleno de encanto, muchos simpatizaban con él,

sin embargo, nadie tomaba muy en serio su partido.

Era un grupo pequeño cuya influencia se hizo sentir en

los días siguientes de las elecciones de Febrero de

1936. El programa de la Falange era

característicamente fascista, reprochaba a los

republicanos por su timidez ante la oligarquía, proponía

la nacionalización de los bancos y ferrocarriles,

además de una importante y radical reforma agraria, al

mismo tiempo denunciaba la doctrina marxista como

Page 191: Y durmieron juntos

190

corruptora y disolvente de las luchas de clases. La

actitud frente a la Iglesia era la de respetar su ideal

histórico en España.

Otro de los grandes dramas que debía resolver

la República era la persistencia de las tendencias

separatistas entre la burguesía vasca y la burguesía

catalana, lo que impedía la constitución de una

verdadera burguesía española. En el resto de España

salvo en algunas ciudades, no había una base

verdadera para partidos republicanos burgueses. El

“Partido radical” de Alejandro Lerroux representó las

aspiraciones de una pequeña burguesía hostil al

Ejército y la Iglesia, encarnó su deseo de ver a España

librada de la época feudal y abierta a la expansión

capitalista creadora, pero atemorizados por la agitación

obrera y campesina se aliaron con la C.E.D.A.

(Confederación Española de las Derechas Autónomas)

en 1933 y cayeron en el descrédito. Una parte se unió

a los “republicanos de izquierda” de Manuel Azaña,

presidente del Consejo en octubre de 1931 hasta la

victoria de la derecha en las elecciones de 1933.

En 1936, Azaña llega a presidente de la

República. Éste, era un ardiente anticlerical que

Page 192: Y durmieron juntos

191

desempeñó un papel importante en la oposición

republicana al final de la monarquía, se impulsó

rápidamente en las Cortes a la cabeza del grupo de los

diputados de la “Acción republicana”. Soñaba con una

República de orden y equilibrio guiada por notables y

apoyada sólidamente por una clase media de

campesinos propietarios. La agitación obrera y

campesina lo persuadía de la necesidad que tenían los

republicanos de un programa de reformas que

conquistase la voluntad de suficientes trabajadores y

mantuvieran a raya al movimiento revolucionario. Su

primer gobierno decepcionó a quienes no esperaban

nada de la monarquía pero sí de la República, la ley

agraria atacaba solamente el problema de los

latifundios, pero nada hacía con respecto a los

pequeños agricultores. En dos años solamente 12.000

campesinos de los millones que tenían necesidad de

tierras recibieron un lote y por lo demás tenían que

pagar, pues los grandes propietarios fueron

indemnizados. En cuanto a las reformas que el

gobierno de Azaña ocasionó sobre el Ejército no tuvo

más resultados que la separación de los oficiales

republicanos, muchos contentísimos de retirarse con

Page 193: Y durmieron juntos

192

sueldos eternos. Los jefes monárquicos se quedaron. Y

en cuanto a las reformas en lo laboral fue

completamente aniquilado por las consecuencias de la

crisis mundial en la economía española. Su legislación

anticatólica levantó contra él a buena parte de la clase

media y sobre todo frente a la agitación obrera y

campesina, el orden se mantuvo con más firmeza que

contra los monárquicos. La “Ley de defensa de la

República” posibilitó una represión severa similar a la

de la monarquía. La “Guardia Civil” heredada de la

monarquía permaneció intacta y se creó a manera de

doble, otro cuerpo de policía entre los republicanos, la

“Guardia de Asalto”, no menos enérgica en sus

acciones contra los obreros y campesinos. Cuando

Azaña dejó el poder, el balance de su lucha con la

agitación obrera y campesina fue muy pesado en su

contra. Las cárceles estaban llenas de militantes

revolucionarios, la mayoría anarquistas, según

documentos oficiales. De todas maneras, Azaña, como

jefe de la izquierda republicana, simbolizó a la unión de

los republicanos y socialistas, a la República

parlamentaria que quería que los trabajadores la

Page 194: Y durmieron juntos

193

apoyaran para crear una España renovada,

modernizada y libre de la oligarquía.

La ruptura en las filas de los republicanos

burgueses se produjo por la oposición entre Alejandro

Lerroux y Manuel Azaña. El primero eligió la alianza

con la C.E.D.A por temor a la revolución obrera, en

tanto que Azaña y Martínez Barrio (otro republicano

moderado) eligieron aliarse a los partidos obreros para

ahorrarle a España una revolución. Estos últimos

consideraban que el marco constitucional ofrecía todas

la posibilidades para realizar profundas reformas de

estructura. Las Cortes, cámara única elegida por

sufragio universal gracias a la ley electoral, podía

ofrecer mayorías estables, los poderes ampliados

dados al presidente de la República permitían el

derecho de elegir y revocar al presidente del consejo,

de oponerse a una ley, así como, la existencia del

tribunal de las garantías constitucionales permitía ser al

mismo tiempo una garantía contra las aventuras. Se

pretendía finalizar dentro del marco de la obra

empezada en 1931, la constitución de un verdadero

estado liberal, democrático y de regeneración de la

sociedad, mediante una reforma agraria que convirtiera

Page 195: Y durmieron juntos

194

en propietarios a millones de campesinos sin tierras,

pero no podía esperarse llegar a buen término sin el

apoyo del movimiento obrero, de los sindicatos y de los

partidos. En el transcurso del siglo XX este movimiento

se habría convertido en una fuerza decisiva que se

sentiría en toda España y el mundo campesino...

Page 196: Y durmieron juntos

195

Vientos de pueblo me llevan

Vientos del pueblo me llevan

vientos del pueblo me arrastran

me esparcen el corazón

y me aventan la garganta.

Los bueyes doblan la frente,

imponentemente mansa,

delante de los castigos:

los leones la levantan

y al mismo tiempo castigan

con una clamorosa zarpa.

No soy de un pueblo de bueyes,

que soy de un pueblo que embargan

yacimientos de leones,

desfiladeros de águilas

y cordilleras de toros

con el orgullo en el asta.

Nunca medraron los bueyes

en los páramos de España.

¿Quién habló de echar un yugo

sobre el cuello de esta raza?

¿Quién ha puesto al huracán

jamás ni yugo ni trabas

ni quién al rayo detuvo

prisionero en una jaula?

Asturianos de braveza

vascos de piedra blindada

Page 197: Y durmieron juntos

196

valencianos de alegría

y castellanos de alma,

labradores como la tierra

y airosos como las alas;

andaluces de relámpagos

nacidos entre guitarras

y forjados en los yunques

torrenciales de las lágrimas,

extremeños de centeno,

gallegos de lluvia y calma

catalanes de firmeza,

aragoneses de casta,

murcianos de dinamita

frutalmente propagada

leoneses, navarros, dueños

del hambre, el sudor y el hacha

reyes de la minería

señores de la labranza

hombres que entre las raíces

como raíces gallardas

vais de la vida a la muerte

vais de la muerte a la nada,

yugos os quieren poner

gente de la hierba mala,

yugos que habéis de dejar

rotos sobre sus espaladas.

Crepúsculo de los bueyes

está despuntando el alba.

Los bueyes mueren vestidos

de humildad y olor de cuadra:

las águilas, los leones

y los toros de arrogancia,

Page 198: Y durmieron juntos

197

y detrás de ellos el cielo, el cielo

ni se enturbia ni se acaba.

La agonía de los bueyes

tiene pequeña la cara,

la del animal varón

toda la creación agranda.

Si me muero que me muera

con la cabeza muy alta.

Muerto y veinte veces muerto,

la boca contra la grama

tendré apretados los dientes

y decidida la barba.

Cantando espero a la muerte,

que hay ruiseñores que cantan

encima de los fusiles

y en medio de la batallas.

Miguel Hernández

Page 199: Y durmieron juntos

198

CAPÍTULO 14

Ruiseñores que cantan...

El movimiento obrero español señaló durante

mucho tiempo a un movimiento revolucionario y de

tradición anarcosindicalista. Las influencias de teóricos

anarquistas y de sindicatos revolucionarios de la

C.G.T. francesa produjeron la C.N.T. (Confederación

Nacional del Trabajo), organización sindical

revolucionaria a la que la represión no le impidió dirigir

a partir de 1917 la gran ola de huelgas de Cataluña. La

C.N.T. adhería al principio de las luchas de clases, a la

acción de los “Comités de Defensa”, esto, le confería

una base obrera militante combativa que realizaba

huelgas muy duras. Bajo la dictadura de Primo de

Rivera se había organizado en 1927 la F.A.I.

(Federación Anarquista Ibérica), misteriosa y poderosa,

que muy pronto dominó a la C.N.T. y se convirtió en el

arma central de los anarcosindicalistas. No todos los

sindicatos aceptaban el dominio de la F.A.I. y a partir

de 1931 muchos dirigentes pedían el retorno a una

acción más propiamente sindical con perspectivas de

Page 200: Y durmieron juntos

199

acción a largo plazo. La tradición anarco-sindicalista

hizo de estos sindicatos de España mucho más que un

arma de defensa de la lucha cotidiana, sino, una célula

viviente del organismo social, el medio revolucionario

por excelencia, la herramienta de la transformación

social, el agrupamiento de clases, infinitamente

más importante que el resto de los partidos políticos.

El adversario del movimiento anarquista era el

movimiento socialista de tipo mucho más clásico, el

“socialismo español”. Era una rama del socialismo

europeo y durante mucho tiempo fue minoritario dentro

del movimiento obrero español. En 1888 se fundó la

U.G.T. (Unión General de Trabajadores) y a partir de

comienzos de siglo, el Partido Socialista y la U.G.T. se

convirtieron en verdaderas organizaciones de masas.

La institución de las “Casas de Pueblo” convirtió a

millares de militantes obreros y la U.G.T. desempeñó

un importante papel en la dirección de las huelgas en

1917 y 1918.

En cuanto al movimiento comunista español,

podría decirse que se reunieron tres corrientes para

organizarlo: las juventudes socialistas, la minoría

socialista y un grupo de dirigentes

Page 201: Y durmieron juntos

200

de la C.N.T. Pero durante la dictadura de Primo de

Rivera fue muy duramente afectado por la represión y

debilitado por las luchas internas. En vísperas de la

guerra civil el partido comunista no se habría

desarrollado mucho, y su personalidad destacada,

Dolores Ibárruri Gómez conocida como “la Pasionaria”

y oradora de masas fue condenada a 15 años de

prisión luego de la insurrección de Asturias.

Para los historiadores es muy difícil el análisis

en el reordenamiento de los partidos y sindicatos que

se operó en los últimos meses de la República, sin

embargo, están de acuerdo en afirmar que eran los

sindicatos los que daban el tono, la vida del obrero

gravitaba alrededor de las “Casas de Pueblo” y de las

“Bolsas de Trabajo”, centros de vida colectiva que eran

las verdaderas fuerzas de clases.

El presidente de la República Alcalá Zamora

católico y conservador decidió poner fin al llamado

según algunos historiadores el “bienio negro”,

disolviendo las Cortes. Gil Robles jefe de la Acción

Católica reclamó entonces la presidencia del Consejo

pero Alcalá Zamora prefirió apelar a un político del

centro: Portela Valladares y así formar un nuevo

Page 202: Y durmieron juntos

201

gabinete con el objetivo de preparar nuevas elecciones

con fecha fijada para el 16 de Febrero de 1936. Los

acontecimientos sucedidos en los últimos años, la

insurrección y la represión de 1934, la radicalización

obrera, habían endurecido las posiciones y creado una

atmósfera propicia a la formación de bloques

electorales irreductiblemente opuestos. Para Enero de

1936 los partidos republicanos de izquierda, la Unión

Republicana de Martínez Barrio y la Izquierda

Republicana de Manuel Azaña, firmaron con el Partido

Socialista (y por lo tanto con la U.G.T.), con el Partido

Sindicalista de Ángel Pestaña, con el Partido

Comunista y el P.O.U.M. (Partido Obrero de

Unificación Marxista), el pacto de “Frente Popular”, que

fijó el programa de coalición electoral así constituida.

Este programa moderado encontró gran aceptación y

movilización popular. Exigía la amnistía total para los

insurrectos de 1934 y la reintegración e indemnización

de todos los trabajadores echados de sus trabajos.

El “Frente Popular” venció y obtuvo mayoría de

diputados en las Cortes. El resultado de estas

elecciones transformó la fisonomía de las Cortes y más

profundamente la atmósfera política del país, pero

Page 203: Y durmieron juntos

202

contrariamente a la voluntad del presidente de la

República, las elecciones fueron una derrota para el

centro y centro-derecha. Los días siguientes a las

elecciones fueron de gran entusiasmo pero también de

temor, pánico y rebelión. Se rumoreaba en las

derechas sobre el levantamiento armado de los

marxistas o de los anarquistas y en las izquierdas se

denunciaban los preparativos de un golpe de Estado

Militar. Portela Valladares juzgaba como delicada a la

situación y presentó su renuncia al presidente Alcalá

Zamora aconsejándole reemplazarlo por uno de los

dirigentes del Frente Popular. Más tarde reveló que el

general Franco le había ofrecido el apoyo del ejército

para anular las elecciones. Azaña formó de inmediato

el nuevo gobierno compuesto de republicanos

burgueses y al que los partidos obreros apoyaban sin

formar parte de él. La renuncia socialista a participar se

explica por las crisis internas del partido, debidas a las

luchas entre sus dos fuerzas representativas, Largo

Caballero e Indalecio Prieto, ambos representantes del

socialismo español. La presencia de Azaña en el

Estado parecía una doble garantía tanto contra la

reacción como contra la revolución, su compromiso era

Page 204: Y durmieron juntos

203

demasiado como para ser cómplice de un golpe de

Estado y por otro lado estaba demasiado apegado al

liberalismo económico y político como para convertirse

en un dirigente de la revolución. Al día siguiente en su

discurso, apeló a la unión para la defensa de la

República, a republicanos y no republicanos y a todos

los que ponían por encima el amor a la patria. En las

Cortes, el gobierno se esforzaba en lograr la

aprobación de reformas sociales para calmar las olas

de reivindicaciones populares que se extendían día a

día.

Desde el día siguiente a las elecciones,

poderosas manifestaciones sin esperar el “decreto de

amnistía” abrieron las cárceles y liberaron a los obreros

detenidos desde 1934. Unos días después

comenzaban las huelgas por la reincorporación de los

condenados o despedidos, por el pago de los salarios

a obreros detenidos, por el aumento de salarios y

mejoramiento de las condiciones de trabajo. A estas

huelgas corporativas se agregaron otras de tipo

político, de solidaridad, generales y locales o

regionales. En el campo la situación se tornó

verdaderamente revolucionaria, muchos campesinos

Page 205: Y durmieron juntos

204

ingresaban a las tierras de los grandes y comenzaron a

cultivarlas. La guardia civil intervino reprimiendo y

deteniendo a muchos, las descargas de fusil se dejaron

oír por los campos. La ciudad y el campo se vieron

envueltos en una atmósfera de violencia, se

incendiaron numerosas iglesias y conventos y había

manifestaciones callejeras por todas partes, la fiebre

revolucionaria empujaba día a día a nuevas acciones.

Las cifras oficiales de aquellos días fueron 269

muertos, 1287 heridos en las calles, 381 edificios

atacados, 43 locales de periódicos saqueados y 146

atentados de bombas. Pero estas cifras no eran

totalmente imputables a los revolucionarios. Desde

Febrero y a impulsos de la Falange se desarrolló una

acción sistemáticamente contrarrevolucionaria. Fue en

las calles donde la Falange mostró su carácter fascista,

trataba de quebrantar con la violencia y el terror al

movimiento obrero revolucionario, atacó los locales de

los partidos y asesinó a cuanto ser pareciese

necesario. Los falangistas perseguían un doble

objetivo, al mismo tiempo de eliminar a un adversario

sea militante, periodista, marxista o anarquista, juez o

policía, trataba de crear una atmósfera tal que los

Page 206: Y durmieron juntos

205

amigos del orden no viesen otra solución que volver a

poner la suerte del país en manos de una dictadura.

Los progresos de la Falange fueron en aumento, hacia

ella se dirigieron jóvenes del partido de Gil Robles, las

juventudes de acción popular y la ola de descontentos

de derecha.

De todas maneras no puede considerarse a la

Falange como única responsable de todos los

desórdenes que sucedieron a las elecciones. La

oligarquía, los tradicionalistas, los monárquicos, los

conservadores, esperaban del ejército la actuación. Por

otra parte era justamente esa actuación la que temían

cada día los republicanos y los revolucionarios. Todos

tenían conocimiento que el Ejército se preparaba para

intervenir y reglar al movimiento revolucionario. Para

los jefes del ejército la victoria del Frente Popular había

desencadenado una crisis revolucionaria a la que no

eran capaces de imponerse los políticos republicanos

de la izquierda. Desde el día siguiente a las elecciones,

Calvo Sotelo y luego Franco incitaron al presidente de

la República a que tomara la iniciativa de un golpe de

fuerza anulando las elecciones. Después de la

negativa, el 20 de Febrero en toda España se

Page 207: Y durmieron juntos

206

realizaron conferencias entre los jefes militares y los

dirigentes políticos de los partidos de derecha. Se llegó

a la conclusión de que todavía no era el momento para

un levantamiento militar. El gobierno informado de todo

esto tomó medidas: Franco, jefe de Estado Mayor, fue

privado de su cargo y trasladado al comando militar de

las Canarias; Goded, inspector general del ejército del

Norte, fue trasladado a las Baleares y el general Mola,

antiguo jefe de la Dirección General de Seguridad de la

monarquía, fue trasladado a Navarra. La conspiración

prosiguió igualmente sin trabas, Franco desde las

Canarias, debía llegar a Marruecos y ponerse a la

cabeza del ejército de África, Mola sublevaría Navarra,

González de Lara, Burgos y Rodríguez Carrasco,

Cataluña, Varela y Orgaz se pondrían a la cabeza de la

insurrección en Madrid. La fecha fue fijada para el 20

de Abril. Pero el 18 el general Rodríguez informó a la

junta que el gobierno estaba advertido, entonces los

jefes militares hicieron cambios en sus planes. Entre

tanto la conspiración seguía y al parecer Calvo Sotelo

fue una de las cabezas de ella. El 16 de Julio, Mola

avisó a José Antonio Primo de Rivera (Fundador de la

Falange e hijo del dictador Primo de Rivera) que la

Page 208: Y durmieron juntos

207

sublevación se había fijado para los días 18, 19 y 20 de

Julio. Estas fechas ya no se aplazaron.

La actitud del gobierno da lugar a numerosas

críticas ya que estando al tanto de lo que tramaban los

jefes militares tomó muy pocas medidas, algunas muy

torpes como fue acercar a Franco al ejército de

Marruecos en el que era muy popular. La timidez de las

medidas tomadas contra los conspiradores y la

declarada voluntad de cerrar los ojos, no tuvo más

resultados que sumar al golpe a oficiales vacilantes. La

lucha que se desenvolvía en España en 1936 era una

lucha feroz entre clases sociales antagónicas. La

revolución obrera y campesina amenazaba a la

República parlamentaria precisamente por lo mismo

que la reacción militar y fascista. La lucha armada

entre los dos bandos señalaría el final y fracaso de la

política de Azaña y Casares Quiroga. El gobierno corrió

por todo el país, detuvo a falangistas, anarquistas,

cerró locales de unos y otros y en todo caso, se negó a

golpear seriamente a los generales, quedando

apretado entre dos fuerzas hostiles. El gran reproche

fue su debilidad...

Page 209: Y durmieron juntos

208

¡Disciplina!... nunca bien definida...

Un día 30 de Junio de 1931 de aquella primavera

republicana se decretaba el cierre de la Academia General

Militar de Zaragoza. El 14 de Julio su director general

Francisco Franco dirigía a sus alumnos sin enseña, sus

últimas palabras:

“Caballeros cadetes: Quisiera celebrar este acto de

despedida con la solemnidad de años anteriores en que a los

acordes del Himno Nacional, sacásemos por última vez

nuestra bandera y como ayer, besaréis sus ricos tafetanes,

recorriendo vuestros cuerpos el escalo frío de la emoción,

nublándose vuestros ojos al conjuro de las glorias que ella

encarna, pero la falta de bandera oficial limita nuestra fiesta

en estos sentidos momentos en que, al hacerse objeto de

nuestra despedida, recibáis en lección de moral mis últimos

consejos”.

El director general apuntó luego a una de las típicas

imágenes barrocas de la academia, dijo: “El esplendoroso

sol se acerca ya al ocaso” y ofreció a España las

satisfacciones por los éxitos conseguidos, además proclamó

frente a la amargura de la ocasión la necesidad de

disciplina: “¡Disciplina!... Nunca bien definida y

Page 210: Y durmieron juntos

209

comprendida. ¡Disciplina !... que no encierra mérito cuando

la condición del mando no es grata y llevadera.

¡Disciplina!... que reviste su verdadero valor cuando el

pensamiento aconseja lo contrario de lo que se nos manda,

cuando el corazón pugna por levantarse en íntima rebeldía,

o cuando la arbitrariedad o el error van unidos a la acción

del mando. Esta es la disciplina que os inculcamos. Esta es

la disciplina que practicamos. Este es el ejemplo que os

ofrecemos”.

Invocó después el servicio a la patria como suprema norma

de conducta militar y exhortó a los cadetes al culto del

compañerismo, sólo subordinado al concepto del honor “que

no es exclusivo de un regimiento, arma o cuerpo, que es

patrimonio del Ejército”.

Concluyó diciendo: “No puedo deciros como antes,

que aquí dejáis vuestro solar, pues hoy desaparece, pero sí

puedo aseguraros que repartidos por España, lleváis

vuestros corazones y que en vuestra acción futura ponemos

nuestras esperanzas e ilusiones, que cuando al correr de los

años blanqueen vuestras sienes y vuestra competencia

profesional os haga maestros, habréis de apreciar lo grande

y elevado de nuestra actuación, entonces vuestro recuerdo y

sereno juicio ha de ser nuestra más preciada recompensa.

Page 211: Y durmieron juntos

210

Sintamos hoy al despedirnos la satisfacción del deber

cumplido y unamos nuestros sentimientos y anhelos por la

grandeza de la patria, gritando juntos: Viva España”.

El dieciocho de julio

del año que nos traspasa

la guerra erizó su lomo

de bestia desesperada.

Reluciente fecha amigos

de mi aldea y de mi alma.

Los ricos contra los pobres

traidoramente se lanzan

tras de cuatro generales

traidores de pura raza.

Los pobres contra los ricos

levantaron sus murallas

el dieciocho de julio

para que no las pasaran

y hoy, treinta de agosto, aún

ni las rompen ni las pasan.

Miguel Hernández

Page 212: Y durmieron juntos

211

CAPÍTULO 15

Traidores de pura raza...

En el mes de Julio de 1936 en que estallaría la

insurrección militar, la violencia se imponía a la

debilidad del gobierno. Cada día quedaba marcado por

encuentros, disparos y asesinatos. En Madrid, los

trastornos cotidianos anunciaban la guerra civil que

estaba por llegar, numerosas huelgas afectaban a los

sectores más conservadores. El 1º de Julio una

multitud de 70.000 obreros de construcción

comenzaron una huelga ilimitada organizada en común

por las dos centrales sindicales, la C.N.T. y la U.G.T.

Los falangistas aplicaron sus métodos de violencia

contrarrevolucionarios atacando primero a obreros

aislados y luego a los que se hallaban ocupando sus

lugares de trabajo. El comité de defensa de la C.N.T.

organizó la defensa armada de los trabajadores. El

gobierno hizo todo lo que pudo para solucionar el

conflicto. El 4 de Julio, el ministro de trabajo pronunció

un arbitraje que daba satisfacción a los huelguistas, los

salarios fueron aumentados. La U.G.T. dio la orden de

Page 213: Y durmieron juntos

212

volver al trabajo. Esta huelga señalaba más que una

simple lucha por el aumento de los salarios y la

disminución de la jornada de trabajo, era una prueba

de fuerza contra la burguesía y el Estado, una

verdadera huelga de insurrección. En estas

condiciones particulares y frente a la amenaza de un

levantamiento militar, Largo Caballero pidió al gobierno

que distribuyera armas al pueblo. Se comprende que el

gobierno se haya negado pues temía más a armar a la

vanguardia revolucionaria que a los generales

reaccionarios. El 12 de Julio el asesinato del teniente

de la Guardia de Asalto, José del Castillo, señalaba

una etapa en el cambio hacia la guerra civil. Los

guardias de asalto decidieron vengarse por sí mismos

argumentando que el Estado, que los empleaba para

mantener el orden, era incapaz de protegerlos de

quienes asesinaban en plena calle. Al amanecer del

día siguiente acribillaron a balazos a Calvo Sotelo. Gil

Robles, en un discurso pronunciado en las cortes

señaló: “La sangre de Sotelo ahogará al gobierno”.

Suárez de Tangis, en nombre de los carlistas y de la

Renovación española, leyó un discurso que constituía

la declaración de la guerra civil: “Desde el 16 de

Page 214: Y durmieron juntos

213

Febrero vivimos en plena anarquía bajo el imperio de

una subversión monstruosa de todos los valores

morales, que ha culminado en poner a la autoridad y a

la justicia al servicio de la violencia. Los que quieran

salvar a España y a su patrimonio moral como pueblo

civilizado, nos encontrarán a la vanguardia por el

camino del deber y del sacrificio”.

Algunos historiadores afirman que la muerte de

Calvo Sotelo proporcionó el pretexto para el

levantamiento militar tramado durante largo tiempo.

Todo estaba listo para que el ejército, (que el gobierno

había tenido la imprudencia de enviar para resguardar

Marruecos), se lanzara contra la República. Las tropas

marroquíes, (los moros) eran guerreros terribles que no

aspiraban más que a la lucha. “La Legión” era un

cuerpo de mercenarios. En Marruecos el movimiento

obrero existía pero no tenía gran influencia y carecía

de contacto con los soldados profesionales, además

las autoridades civiles eran muy débiles ante los jefes

militares. El movimiento militar partió de Melilla el 17 de

Julio. El jefe designado teniente coronel Seguí obtuvo

la adhesión de los guardias de asalto. La Legión

Extranjera asaltó la Casa del Pueblo en la que se

Page 215: Y durmieron juntos

214

habían reunido los albañiles, los obreros trataron de

resistir y se les dio muerte. Dueño de la ciudad, Seguí

telegrafió a las demás guarniciones la orden de

sublevarse. Se interrumpieron las comunicaciones con

la metrópoli. Los jefes de La Legión, los tenientes, los

jefes de las tropas moras, pasaron a la acción hacia la

media noche. Ocuparon los puntos estratégicos,

regularon la circulación y tomaron a los obreros. El

ejército había aplastado toda resistencia el día 18.

Franco salió de las Palmas hacia Tetuán para

informarse de las operaciones. En su nombre se lanzó

la proclama: “El Ejército ha decidido restablecer el

orden en España... El general Franco ha sido puesto a

la cabeza del movimiento y apela al sentimiento

republicano de todos los españoles”.

El gobierno tuvo que admitir: “Una parte del

Ejército se ha sublevado en Marruecos” y agregó que

“nadie en la península adhiere a una empresa tan

absurda”. Ese mismo día la empresa absurda se

extendía. Los militares se sublevaban en Málaga y

Sevilla. Un comunicado común de los partidos

socialista y comunista declaró: “El momento es difícil

pero no desesperado. El gobierno está seguro que

Page 216: Y durmieron juntos

215

posee los medios suficientes para aplastar esta

tentativa criminal. En caso que sus medios fuesen

insuficientes, la República cuenta con la promesa

solemne del Frente Popular, que está dispuesto a

intervenir en la lucha a partir del momento en que se

reclame su ayuda”. Al anochecer, la C.N.T. y la U.G.T.

lanzaron la orden de huelga general. El 19 de Julio,

Casares Quiroga entregó al presidente Azaña la

dimisión de su gobierno. Azaña apeló a Martínez Barrio

como presidente de las Cortes y constituyó

inmediatamente un gobierno compuesto

exclusivamente de republicanos, pero ampliando a su

derecha con grupos de republicanos nacionales que

habían permanecido fuera del Frente Popular. En el

ministerio de guerra puso al general Miaja. El anuncio

en Madrid del nuevo gobierno fue como una bomba.

Miles de manifestantes se reunieron sin la consigna de

ninguna organización y pidieron armas para luchar

contra los militares. Se comentaba que Largo Caballero

amenazó al gobierno con una insurrección socialista

armada. Éste, en sus memorias, cuenta que la U.G.T.

puso como condición de apoyo al nuevo gobierno el

armamento de los trabajadores, pero Martínez Barrio

Page 217: Y durmieron juntos

216

como Casares Quiroga se negaron a lo que para ellos

significaba el comienzo de la revolución obrera y el fin

de la república parlamentaria. De las personalidades

republicanas sondeadas sólo el doctor José Giral,

eminente republicano y amigo de Azaña, aceptó dar el

paso decisivo: su gobierno nacido el 19 de Julio,

decretó la disolución del ejército y la distribución de las

armas a las milicias obreras formadas por los partidos

y sindicatos. Firmó al mismo tiempo lo que pareció ser

el decreto de muerte de la “legalidad republicana”, pero

en aquella fecha no era más que un reconocimiento de

un hecho consumado; ahora era la fuerza de los

generales y sus tropas contra la de los obreros

armados la que habría de decidir el porvenir de

España. La legalidad se esfumaba ante el choque de

las fuerzas sociales...

Page 218: Y durmieron juntos

217

A galopar...

Las tierras, las tierras, las tierras de España

Las grandes, las solas, desiertas llanuras.

Galopa, caballo cuatralbo

jinete del pueblo

al sol y a la luna.

A galopar,

a galopar,

¡hasta enterrarlos en el mar!

A corazón suenan, resuenan, resuenan,

las tierras de España en las herraduras.

Galopa jinete del pueblo,

caballo cuatralbo

caballo de espuma.

A galopar,

a galopar,

¡hasta enterrarlos en el mar!

Nadie, nadie, nadie, que enfrente no hay nadie,

que es nadie la muerte si va en tu montura.

Galopa, caballo cuatralbo,

jinete del pueblo,

que la tierra es tuya.

A galopar,

a galopar,

¡hasta enterrarlos en el mar!

Rafael Alberti

Page 219: Y durmieron juntos

218

CAPÍTULO 16

Jinetes que galopan...

Los jefes militares rebeldes no habían previsto

tan larga y ardua resistencia. El éxito o el fracaso

dependió de factores imprevisibles, por ejemplo, de las

actitudes de los guardias civiles y de asalto, de las

evasivas de los gobernadores civiles, de la vigilancia o

ingenuidad de los dirigentes obreros.

En Navarra, (feudo tradicional de los carlistas)

hubo un entusiasmo y acogimiento al movimiento

militar. Las calles de Burgos y de Pamplona se llenaron

de voluntariosos paramilitares carlistas, los requetés.

Aquí las masas populares estaban con los militares y

los voluntarios afluían para reforzar al ejército de Mola

que marchaba hacia la capital. En Andalucía los

insurgentes vencieron rápidamente. En Algeciras el

gobierno se negó a dar armas a los trabajadores

mientras los militares se declarasen leales. El día 20

Algeciras cayó. Al igual en Córdoba el gobierno se

negó a dar armas a los obreros en huelga, la guardia

civil y la guarnición se sublevaron al mismo tiempo y

Page 220: Y durmieron juntos

219

aplastaron toda resistencia. En Granada ocurrió algo

idéntico, los guardia civiles y de asalto se sublevaron y

aplastaron rápidamente la resistencia armada en los

barrios. Pero la victoria de los militares sublevados fue

la toma de Sevilla, bastión de las organizaciones

obreras. El general Queipo de Llano, que el gobierno

no había querido retener, llegó a la capital andaluza.

En los cuarteles de la guardia civil se armó y organizó

militarmente a los falangistas para participar de la

sublevación. Cuando finalmente la C.N.T. y U.G.T.

reagruparon sus militantes para la lucha armada era

demasiado tarde, los refuerzos marroquíes habían

llegado. En Sevilla no fue una lucha sino una matanza

y limpiada Sevilla, los militares se lanzaron a la

conquista de las demás aldeas y ciudades. En pocos

días, Andalucía fue conquistada. Queipo de Llano se

apoderó del aeródromo y la radio, ventaja que los

obreros no pudieron compensar. Fue una victoria de

igual clase la que obtuvo el ejército en Zaragoza, otro

bastión obrero. Allí el jefe de la guarnición, general

Cabanellas era también jefe de la conspiración y a

última hora se sumó a la insurrección e incorporó

rápidamente a sus tropas, a los falangistas. El gobierno

Page 221: Y durmieron juntos

220

suplicó a los dirigentes obreros que no perturbaran el

orden y se negó a dar armas a los trabajadores. Aquí

también los dirigentes obreros no se dieron cuenta de

lo que ocurría hasta que la policía comenzó a detener a

los suyos. El 19 la C.N.T. y U.G.T. dieron orden de

huelga general y trataron de organizar la resistencia

armada en barrios en los que las tropas no se habían

atrevido a entrar. En el transcurso de esos días casi

todo Aragón cayó en manos de los rebeldes. En los

planes de Mola no se había previsto el éxito en Oviedo,

corazón de Andalucía. Allí los militantes socialistas y

anarco-sindicalistas tenían una sólida tradición de

combate, experiencia y algunas armas.

Inmediatamente los mineros se reunieron en sus

locales sindicales, improvisaron unidades y

desenterraron armas ocultas desde octubre de 1934. El

coronel Aranda, jefe de la guarnición, se apresuró a

tranquilizar a los dirigentes obreros y republicanos, sin

embargo, había hecho transportar a los cuarteles todas

las armas disponibles y había dado en secreto a la

guardia civil la orden de marchar sobre Oviedo. La treta

del coronel había tenido éxito, Oviedo había perdido su

Page 222: Y durmieron juntos

221

guardia obrera, los mineros obreros estaban lejos y

entonces el coronel ocupó la capital sin disparar un tiro.

Pero no todo fue éxito. Al lado de estos éxitos

previstos o inesperados los generales también habrían

de conocer reveses. Sanjurjo muere en un accidente

aéreo al despegar el avión. Además, el desembarco en

masa de las tropas marroquíes previsto en el plan para

las horas inmediatas a la insurrección, no tuvo lugar,

dado que la flota no se sumó al movimiento. Casi en su

totalidad los oficiales eran partidarios del movimiento

pero fueron los tripulantes los que hicieron fracasar el

plan, ellos estaban en contra de la conspiración y en

vez de asegurar la conexión y la llegada de los

refuerzos de Marruecos a la península, los buques de

guerra lo impidieron. La acción de los marinos trastornó

gravemente el plan de los generales.

Fue en Barcelona donde los militares sufrieron

su más grave derrota, infligida por los obreros

catalanes ayudados por la guardia civil y los de asalto

que además distribuyeron armas a grupos de obreros.

Los obreros barceloneses fueron ayudados por 4000

soldados profesionales que dio como refuerzo el

Page 223: Y durmieron juntos

222

coronel Escobar de la guardia civil. Goded cayó

prisionero.

En Madrid, el 19, las dos grandes centrales

sindicales lanzaron la orden de huelga general. Los

socialistas distribuyeron las armas guardadas

clandestinamente desde 1934. El bastión de los

rebeldes fue el cuartel de la Montaña, allí se

encontraba el jefe de la conspiración, el general Fanjul,

alrededor del mismo se reunieron oficiales de otras

unidades, señoritos y falangistas. Fanjul proclamó el

estado de sitio y el 20, junto con otros oficiales, fueron

alejados del lugar en un coche blindado. Al día

siguiente el pueblo completó su victoria. La guerra

había comenzado, muchas columnas armadas

marcharon hacia la sierra al encuentro de Mola.

También se dio el fracaso en Málaga. Esta era

una plaza importante en las relaciones con Marruecos.

Las fuerzas de los militares parecían aplastantes, los

guardias de asalto eran hostiles a la sublevación, los

trabajadores no tenían armas, pero incendiaron las

casas que rodeaban los cuarteles de las tropas y los

militares se rindieron a los guardias de asalto.

Page 224: Y durmieron juntos

223

En el País Vasco el fracaso se debió también a

las vacilaciones de los rebeldes. La guarnición de

Bilbao no se movió. La de Santander quedó cercada en

sus cuarteles y los nacionalistas vascos incitaron a sus

partidarios a luchar en defensa de la República. La

guardia civil que hasta entonces se había proclamado

leal, se sublevó junto a los oficiales que habían

detenido y atacaron al local de la C.N.T., pero los

obreros se habían movilizado. La guardia civil se

replegó entonces en un importante hotel del que se

apoderaron los obreros el día 23 y el 28 los jefes del

movimiento fueron abatidos en su mayoría.

En Valencia los militares de la guarnición no se

sublevaron pero tampoco se pasaron a la revolución.

Ante los primeros rumores de la sublevación el

gobierno se negó a dar armas a los sindicatos y

aseguró que los jefes de las guarniciones estarían por

encima de toda sospecha. La C.N.T. y U.G.T. lanzaron

la orden de huelga general y pusieron condiciones al

Frente Popular para dar su apoyo: la movilización

obrera alrededor de los cuarteles. Se multiplicaron los

encuentros entre obreros y falangistas así como los

ataques a iglesias y conventos. Los marinos de los

Page 225: Y durmieron juntos

224

barcos de guerra anclados en el puerto se sublevaron

contra sus oficiales y simpatizaron con los obreros

portuarios.

Al anochecer del 20 de Julio, salvo en Valencia,

las posiciones se habían tomado ya. Las luchas

siguieron en las calles, en los barrios, alrededor de los

cuarteles y en todas partes, en un combate

desesperado. Franco telegrafió a Queipo: “España está

salvada, las provincias de Andalucía, Valencia,

Valladolid, Burgos, Aragón, Las Canarias y Las

Baleares se han incluido a nosotros”. A pesar del

optimismo del general, el pronunciamiento había

fracasado. No sólo porque habían sufrido muchas

bajas de los rebeldes, sino que además se

desencadenó la revolución obrera cuya acción había

querido prevenir. La leyenda de la invencibilidad del

ejército en las luchas civiles había terminado y en lo

sucesivo ya no se enfrentaría a un débil gobierno de

Frente Popular, sino a una revolución propiamente

dicha. El pronunciamiento había fracasado pero

comenzaba la guerra civil...

Page 226: Y durmieron juntos

225

El toro sabe

El toro sabe al fin de la corrida,

donde prueba su chorro repentino,

que el sabor de la muerte es el de un vino

que el equilibrio impide de la vida.

Respira corazones por la herida

éste un gigante corazón vencido

y su vasto poder de piedra y pino

cesa debilitado en la caída.

Y como el toro, tú mi sangre astada

que el cotidiano cáliz de la muerte,

edificado con un turbio acero

vierte sobre mi lengua un gusto a espada

diluida en un vino espeso y fuerte

desde mi corazón donde me muero.

Miguel Hernández

Page 227: Y durmieron juntos

226

CAPÍTULO 17

Un gigante corazón vencido...

El Estado republicano había quedado roto. Se

hallaba entre un ejército revelado y las masas

populares armadas. Su poder estaba debilitado. Donde

los militares habían sido derrotados, el poder había

pasado a los grupos armados del pueblo. Entre las

gentes que se habían lanzado a la calle y el gobierno,

empezaron a aparecer grupos de poder con real

autoridad que se apoyaban mutuamente tanto en el

gobierno como en la fuerza popular. Estos fueron los

innumerables “Comités”, en ellos residiría el nuevo

poder, se organizaron rápidamente para hacer frente a

la guerra que se venía y a la tarea de reacomodar la

producción, en plena revolución social. Para algunos

observadores España transitaba una total anarquía,

para otros, los trabajadores habían tomado en sus

manos su propio destino, dando nacimiento a un nuevo

poder.

En Barcelona se veía caminar durante el día por

sus ramblas a sus obreros armados, por las noches

Page 228: Y durmieron juntos

227

reinaba el silencio y el miedo. Los carteles indicaban

que las tiendas y fábricas habían sido “colectivizadas

por el pueblo” o que pertenecían a algún sindicato.

También en Madrid los partidos y sindicatos se habían

instalado en los grandes edificios y organizado sus

milicias. En la zona republicana prácticamente no

había fuerzas de mantenimiento del orden, los

miembros de las mismas se habían pasado a las filas

de los sublevados o de los combatientes. Por todas

partes desde los días 18 y 19 la huelga era general.

Los trabajadores estaban en las calles con armas,

habían sido abiertas las cárceles, el terror era

indescriptible, cualquiera podía ser un enemigo si

estaba armado. Se conocieron los “paseos”, que

consistían en detener en su casa, por la noche, a algún

personaje que podía ser político, policía, soplones,

atormentadores, sacerdotes, patronos, burgueses o

reaccionarios. Se los trasladaba ocultamente en auto a

algún lugar descampado y se los ejecutaba. Se

generaba una atmósfera propicia para las venganzas.

Los incendios y saqueos a las iglesias y conventos, así

como la detención y ejecución de sacerdotes y

religiosos, quizás sea más que una simple reacción en

Page 229: Y durmieron juntos

228

el transcurso de la lucha; obreros y campesinos

buscaban no sólo destruir a enemigos, sino erradicar

de España lo que a sus ojos encarnaba el

oscurantismo y la opresión.

El grupo de hombres que integraban los comités

eran elegidos en asambleas por los sindicatos y

partidos. Los comités se encargaban de las funciones

municipales, de formar a las milicias, autorizaba la

entrada y salida de los pueblos, cerraba los almacenes

fascistas, realizaba las requisas y demolía los interiores

de las iglesias para convertirlas en propiedades de las

instituciones populares. Tenían funciones legislativas,

ejecutivas, decidían sobre los precios, las tareas

revolucionarias, las expropiaciones del clero y

empresas industriales. Se encargaron también de las

expropiaciones de las tierras, de la distribución entre

los aparceros y entre otras cosas, de la organización

de la información, de la enseñanza y de la asistencia

social. Se los llamó los “Comités-Gobierno”, su

autoridad se basaba en la fuerza de los obreros

armados a los cuales obedecían los guardias civiles,

los de asalto y diversos funcionarios. El Comité Central

de las Milicias antifascistas de Cataluña resultó un

Page 230: Y durmieron juntos

229

ministerio de Guerra, un ministro de Gobernación y un

ministro de Estado. Este organismo político con poder

legislativo y ejecutivo, creó comisiones de trabajo y

comités ejecutivos especializados que desempeñaron

el papel de verdaderos ministros. Así encontramos los

comités de guerra, de transporte, de abastecimiento.

Nada escapaba a la jurisdicción y a la autoridad del

Comité Central, establecimiento del orden

revolucionario en la retaguardia, organizador de las

fuerzas más o menos encuadradas para la guerra,

formador de oficiales, de escuelas de transmisión de

señales, organización económica, acción legislativa y

judicial. El Comité Central de las Milicias lo era todo,

velaba por todo, por la transformación de las industrias

de paz en industrias de guerra, de la propaganda, de

las relaciones con el gobierno de Madrid, de la ayuda a

todos los centros de luchas, de las relaciones con

Marruecos, de la sanidad, de la vigilancia de las costas

y fronteras, y de problemas muy diversos.

Un caso particular lo constituyó el País Vasco.

Desde mediados de Septiembre la dirección del partido

nacionalista vasco dio un paso decisivo y constituyó

Page 231: Y durmieron juntos

230

bajo su dominio, un gobierno propio, defensor de la

propiedad y la iglesia.

Durante los primeros días de aquel “nuevo

poder” el funcionamiento de los comités se dio sin

especialización ni división de atribuciones, sin

embargo, rápidamente aparecieron en las grandes

ciudades cuerpos especializados encargados en primer

lugar de las funciones de policía que trataban de

mantener el orden revolucionario. La unidades de

guardia civil y de asalto inspiraban poca confianza, los

comités encargaban a comisiones especiales la

vigilancia de las antiguas fuerzas de policía y la

organización de las nuevas comisiones. Paralelamente

se formaron las “Milicias de la retaguardia” con

funciones de policía propiamente dicha.

En un marco de guerra la construcción de un

nuevo ejército fue la tarea más urgente, la milicias

nacieron por iniciativa de los partidos y sindicatos. En

Barcelona el Comité Central de las Milicias organizó la

primera columna de 3000 hombres, eran soldados

voluntarios. En Valencia se formó la “Columna de

hierro” dirigida por anarquistas, la “Desesperada”, la

“Columna de acero”, la columna “Fantasma”, dirigida

Page 232: Y durmieron juntos

231

por socialistas. En Madrid cada organización tuvo sus

propias tropas. Entre las milicias se encontraban

obreros, guardias civiles, de asalto, soldados y algunos

oficiales. Los jefes eran militantes políticos y

sindicalistas, eran raros los que tenían formación

militar. La masa de milicianos ignoraba los rudimentos

del manejo de armas y tenían ideologías distintas

según sus orígenes. Así, se construyó una fuerza

armada cuyo entusiasmo y eficacia en los combates

callejeros eran innegables. Aquello fue la realización de

una vieja consigna: la del “pueblo en armas” y por el

momento parecía escapar a la autoridad

gubernamental.

El gobierno apenas subsistía. El presidente Giral

después de resignarse a armar a los obreros luchó

donde quiera conservaba autoridad, parecía pretender

una conciliación con los generales sublevados. La

situación era difícil en el dominio de lo militar. El

gobierno no tenía ejército, eran los partidos y

sindicatos los que organizaban las milicias al igual que

el abastecimiento, pero lo hacían en nombre del

Estado. En conclusión, seis semanas después de la

insurrección todas las articulaciones del Estado

Page 233: Y durmieron juntos

232

estaban rotas, ninguno de sus órganos políticos

funcionaban ya. Para los historiadores, la revolución

española había nacido de una profunda crisis social,

que al ser emprendida espontáneamente contra el

Estado, sus trabajadores, apuntaron más allá de una

simple revolución política. Sus acciones constituyeron

una revolución social en todos los campos. A manera

un tanto brutal emprendieron contra los grandes

problemas de España: la estructura oligarca del

Estado, la Iglesia, las bases económicas de la

oligarquía, la propiedad industrial y los latifundios.

Algunos meses más tarde de estallar la revolución

todas las iglesias estaban cerradas al culto y la

mayoría habían sido incendiadas, sus riquezas habían

sido requisadas por las autoridades revolucionarias, los

edificios habían sido transformados en garajes,

mercados, refugios. Además habían sido cerradas las

escuelas confesionales, los comités y los sindicatos se

hicieron cargo de la enseñanza. Escuelas nuevas se

instalaron en numerosos lugares. Las bases

económicas de la burguesía también habían sido

destruidas, en las semanas precedentes a la

sublevación muchos jefes de empresas habían huido y

Page 234: Y durmieron juntos

233

puesto a buen recado sus capitales. La victoria de la

revolución y el terror que se apoderó de los jefes,

funcionarios bancarios e industriales, paralizó el

funcionamiento de un aparato económico que se

hallaba deteriorado. Los obreros se apoderaron de las

fábricas y los campesinos de los campos, porque esto

parecía a su juicio el objetivo último de la revolución.

La “incautación y la intervención” fueron las dos formas

jurídicas que parecían concretar la consigna, “la fábrica

para los obreros”, pero en la etapa siguiente se

transformaron en empresas “colectivizadas o

sindicalizadas”.

En este período de “automatización” del poder,

el gobierno no tenía prácticamente fuerza para

contrarrestar la de los comités. La diversidad en las

soluciones adoptadas marcó grandes dificultades por

ejemplo respecto a los salarios, se luchó entre dos

posiciones extremas, la del salario uniforme de

inspiración anarquista contra la del mantenimiento

integral de la jerarquía existente. Entre otros problemas

a considerar junto al de los salarios también

aparecieron las preocupaciones por la implantación de

las medidas de seguridad, pensiones, retiros,

Page 235: Y durmieron juntos

234

vacaciones, indemnizaciones por despidos. Durante y

después de la revolución hubo un vasto movimiento de

colectivización rural que en algunos casos comenzó

con la matanza de sus grandes propietarios. Para

algunos anarquistas la colectivización fue el resultado

de un poderoso movimiento de asociación voluntario

provocado por el ejemplo colectivista de muchos

grupos. Para otros, comunistas o republicanos, la

colectivización agraria en la mayoría de los casos fue

impuesta por la fuerza y bajo el terror de las milicias y

grupos anarquistas. Estas colectivizaciones nacidas

durante el verano de 1936 duraron a veces hasta

finales de la guerra civil, pero tuvieron menos

adversarios en las primeras semanas de la revolución

que después de varios meses de funcionamiento,

sobre todo en las condiciones poco favorables de la

guerra y bajo la constante amenaza de los

requisamientos. Al cuadro optimista de realización

anarquista se oponían las ideas comunistas, a saber,

no había un campesino que no haya sido forzado a

entrar en las colectivizaciones. Miles de campesinos

emigraron prefiriendo abandonar sus tierras. La verdad

Page 236: Y durmieron juntos

235

sin embargo debe encontrarse a igual distancia de

ambas posturas.

Pronto aparecieron divergencias en el orden

político. Los partidarios del Frente Popular,

republicanos, socialistas, comunistas, pensaban que

en los primeros momentos las colectivizaciones habían

tenido su justificación en el hecho de que los grandes

industriales y propietarios de tierras habían

abandonado las fábricas y campos y era necesario

ponerlos a producir. Así, todos los que estimaban que

la España de 1936 no vivía una revolución social sino

que debía ser republicana, democrática y

parlamentaria, condenaban las colectivizaciones y

sindicalizaciones que constituían a sus ojos un peligro

para la unidad de frente entre la clase obrera y sus

aliados campesinos y pequeños burgueses. Al día

siguiente del hundimiento del Estado republicano los

militantes de los sindicatos, amos del poder y de sus

fuerzas de represión, pasaron inmediatamente a la

destrucción del régimen de la propiedad burguesa y a

pesar de la prudencia de los dirigentes - no hay

comunismo libertario - se lanzaron a la construcción de

la nueva sociedad libertaria. Esta era una tarea muy

Page 237: Y durmieron juntos

236

compleja para los que no estaban bien preparados. No

bastaba con hacer de las fábricas propiedades

colectivas, el problema del crédito quedaba sin

resolver, se necesitaba dinero y divisas para la compra

en el extranjero, un fondo de rotación para las

empresas colectivizadas. La mayoría de las empresas

colectivizadas tuvieron que vivir de lo que pudieron

requisar en ocasión de la revolución. Los bancos, el

crédito y el comercio exterior escapaban gracias al

gobierno, al sector colectivizado y se contempló la

aparición de tendencias conducentes a las que se

llamó “capitalismo sindical”. Las colectivizaciones y

sindicalizaciones colocaron a los trabajadores en

situaciones materiales muy diferentes. Algunas

empresas vieron simplemente gastadas sus reservas

financieras y los salarios fueron muy variados.

Tampoco la colectivización de las tierras culminó en un

sistema coherente y satisfactorio de producción, cierto

es que permitió al campesino vivir mejor, trabajar más

racionalmente y aumentar su producción, pero era

necesario que a estos campos se aportase el apoyo de

las industrias, se necesitaba máquinas agrícolas,

abonos y agrónomos, para que las colectivizaciones no

Page 238: Y durmieron juntos

237

pareciesen pronto, una simple colectivización de la

miseria.

La revolución que había sido tan vigorosa al

comienzo parecía perder pie por falta de una verdadera

dirección. La insurrección había terminado con las

estructuras económicas y sociales, los abastecimientos

de materia prima se habían cortado en las regiones y

quedaron suspendidos sus mercados, en las ciudades

ya no había abastecimientos y amenazaba el hambre.

Cuando la huelga terminó se reanudó muy lentamente

el trabajo y había que asegurar el abastecimiento,

redistribuir las fuerzas productoras, reorganizar los

mercados y además había que equipar y armar a las

milicias. Todo esto fue realizado con entusiasmo por

los comités. El mismo entusiasmo y voluntad

presidieron la improvisación o el aumento de la

producción en las industrias de guerra. Se pusieron a

funcionar fábricas de cartuchos, detonadoras de

bombas y blindajes. Las fortunas requisadas sirvieron

para financiar los primeros esfuerzos. Todos estos

problemas no podían ser resueltos más que conforme

a una política de conjunto de dirección de economía.

Los órganos revolucionarios crearon en las distintas

Page 239: Y durmieron juntos

238

provincias los “Consejos de Economía” que habrían de

convertirse en el cerebro de la transformación

económica y social, sin embargo pronto chocaron con

el problema político de las divisas y el crédito.

Así se desarrollaba la revolución española. Sus

problemas económicos no podían resolverse

independientemente de los políticos. Los organismos

de control se reducían a cumplir sus funciones

parásitas, se vio progresar a toda una burocracia sobre

la base de los comités y consejos. Seis meses después

de iniciada la revolución, la economía española se

debatía en terribles dificultades, se oía a la gente

denunciar la “anarquía de las colectivizaciones y de las

sindicalizaciones” y la incompetencia de sus dirigentes.

Pero en todo esto es necesario incluir como factor de

peso la terrible guerra, pues la revolución apenas

nacida tuvo que defenderse. Fue la guerra la que

redujo a migrar las conquistas revolucionarias antes

que hubiesen tenido el tiempo de madurar y llevar a

cabo sus pruebas en una experiencia constituida por

avances y retrocesos, por aciertos y por errores....

Page 240: Y durmieron juntos

239

Canta miliciano...

Canta miliciano canta

y canta todos los días,

que quiero con tus cantares

convivir las alegrías

lo mismo que los pesares.

El domingo ya pasó,

las flores se estropearon

las campañas no tocaron

y Madrid no se tomó.

Le he prometido a mi novia

ser algo más que valiente

pues ella sabe la rabia

que tengo yo al otro frente.

Mientras tengamos fusiles

y no falten municiones

venceremos los civiles

contra todas las naciones.

Poema anónimo

Page 241: Y durmieron juntos

240

CAPÍTULO 18

Mientras tengamos fusiles...

El pronunciamiento militar había sido aplastado

en las regiones más importantes, en Madrid, en

Asturias, en el País Vasco y a lo largo de la costa

oriental. La flota anclada en la bahía de Tánger

dominaba el estrecho de Gibraltar e impedía la llegada

a la península de los refuerzos del ejército de

Marruecos. Las tropas aguerridas y disciplinadas que

eran los moros constituían un triunfo importante, pero

por sí solas, nada indicaba que pudieran decidir la

victoria. Los generales rebeldes cuya situación

estratégica era desfavorable no tenían más que una

pequeña superioridad ya que la marina se había

pronunciado contra ellos y la aviación se había pasado

al campo popular. Mola, para toda la zona Norte

contaba nada más que con una docena de viejos

aviones.

Por otro lado las milicias campesinas y obreras

dejaron ver sus debilidades y límites de eficiencia. Su

valor, entusiasmo y espíritu de sacrificio, habían hecho

Page 242: Y durmieron juntos

241

de ellas tropas invencibles en las calles de sus

ciudades y pueblos, pero en la guerra comenzaron las

dificultades. A campo raso pronto mostraron ser poco

eficaces. Se despreciaba la “técnica” de los militares.

El entusiasmo de los milicianos parecía ser lo esencial,

como lo había sido en los combates callejeros, pero a

menudo no sabían conservar sus armas, a veces ni

manejarlas, no sabían cuidar sus municiones, no eran

soldados profesionales, no habían sido entrenados ni

encuadrados. Finalmente, las fuerzas que se oponían

parecían neutralizarse en un equilibrio precario, que se

rompió muy pronto como consecuencia de la

intervención extranjera.

Durante todo este período los diplomáticos

alemanes se hicieron eco de la zona nacionalista,

sabían que se carecía de dinero y había necesidad de

armas. Portugal era desde tiempo, una de la bases de

la insurrección, los rebeldes circulaban entre

España y Portugal, los primeros aviones alemanes

tuvieron su base en terreno portugués. Italia por su

parte envió lo primeros aviones prometidos a los

rebeldes, Alemania entregó material de guerra

desembarcado en Lisboa. Las flotas alemanas e

Page 243: Y durmieron juntos

242

italianas protegieron el pasaje de las tropas moras

desde Marruecos hasta España, interponiéndose entre

la flota republicana y lo transportes nacionalistas.

El campo republicano no recibió ninguna ayuda

comparable. El gobierno francés del Frente Popular

prohibió la entrega de armas a España y después

lanzó la idea de la “no intervención” a la que adhirieron

Inglaterra y la U.R.S.S. En lo siguiente sólo los

rebeldes fueron abastecidos de manera continua y

apreciable en armas y municiones, pues Alemania e

Italia aunque se adhirieron al comité de la no

intervención no interrumpieron sus entregas. La

República española quedó aislada y los generales

rebeldes se beneficiaron de una verdadera conjunción

internacional.

Bajo la presión de las amenazas de Franco, de

las reclamaciones de Roma y de Berlín para el respeto

del “estatuto de Tánger”, los gobiernos de Londres y

París obtuvieron de Giral la evacuación de la bahía de

Tánger por parte de la flota republicana en los primeros

días de agosto. El día 4 numerosos contingentes de

marroquíes desembarcaban en Tarifa. En lo sucesivo

ya no hubo obstáculo para las comunicaciones entre

Page 244: Y durmieron juntos

243

Marruecos y España, los nacionalistas ya no

carecieron ni de soldados ni de material. Pudieron

entonces lanzar su primera ofensiva y trataron de

realizar la unión entre las dos zonas. Las tropas de

Franco en complicidad con la protección de Portugal

pudieron avanzar hacia el oeste y hacia el norte para

unirse con las tropas de Mola, las columnas avanzaron

sin encontrar verdadera resistencia siguiendo los

grandes caminos y pasando por encima de las

precarias barreras levantadas por comités de

campesinos y obreros. El 11 la columna Tella se

apoderó de Mérida, la columna Yagüe franqueó Sierra

Morena y luego llegó a Badajoz. Los nacionalistas

entonces pusieron su esfuerzo en el frente Norte donde

Mola disponía de numerosas tropas “los requetés de

boinas rojas”. Un enviado personal de éste, se hallaba

en Berlín reclamando aviones el 1º de Agosto, y el 8 el

embajador de Alemania en París transmitió su

demanda de 10 millones de cartuchos. Material y

municiones llegaron por Portugal. La unión con el sur

aseguró la retaguardia.

Los moros de Franco comenzaron a afluir por

Badajoz para reforzar a las tropas de Mola. Fue el

Page 245: Y durmieron juntos

244

comienzo de los sitios de las plazas fuertes: Oviedo,

Toledo, De la Cabeza, Irún, San Sebastián. Los

milicianos luchaban enfrentándose a un ejército

superior. La aparición repentina de los aviones

alemanes que apoyaron la ofensiva de Mola, fue

determinante. Los ametrallamientos a ras de suelo y

los bombardeos sembraron de pánico en las filas de

milicianos que se hallaban a campo raso. La relación

de fuerza desigual dada por la ayuda alemana e

italiana era de tal índole a comienzos de Setiembre,

que se esperaba en un breve plazo la caída de Madrid.

Pero Franco, prudentemente retardó la ofensiva por

causa de los refuerzos que había tenido que enviar al

norte. Al parecer quería concentrar fuerzas suficientes

para dar un golpe seguro e hizo a un lado la

oportunidad de marchar sobre Madrid, para intentar la

liberación del Alcázar de Toledo. Desde el 19 de Julio

guarniciones de sublevados se habían encerrado en la

vieja fortaleza con provisiones, municiones y rehenes.

Los milicianos que los habían sitiado disparaban al

azar contra sus espesos muros. El ejército de Franco

atacó por el sur a lo largo del valle del río Tajo. Los

milicianos hicieron resistencia, pero el pánico se

Page 246: Y durmieron juntos

245

apoderó de ellos y el 27 de Septiembre el Alcázar fue

liberado.

A partir de entonces se veía la amenaza sobre la

capital. El mundo entero esperaba su caída y terribles

represalias. La insurrección militar comenzó por todas

partes, con la detención, el asesinato o la ejecución,

después el juicio sumario a los oficiales republicanos.

La “depuración” continuó con todo el que podía ser

considerado dirigente de sindicato, partido obrero o

simplemente republicano. También la matanza de los

presidiarios se convirtió en un fenómeno cotidiano.

La voluntad de destruir al adversario era también

evidente en el lado opuesto. Entre los republicanos se

dio un movimiento de masas público y espontáneo. La

entrada de los nacionalistas en Badajoz fue una

verdadera carnicería. En la gran plaza yacían los

cuerpos de los partidarios del gobierno ejecutados en

serie y alineados delante de la catedral. Los soldados

moros por su parte, castraban a los hombres y violaban

a las mujeres. Queipo de Llano se sentía orgulloso de

sus soldados. El terror fue el medio de terminar con la

resistencia de las masas, así lo entendían los jefes de

la rebelión. El 30 de Julio, Franco afirmó a un

Page 247: Y durmieron juntos

246

periodista que estaba dispuesto a “fusilar la mitad de

España de ser necesario” y el 18 de Agosto Queipo de

Llano dijo que “el 80% de las familias andaluzas

estaban de duelo y no vacilaremos a recurrir a medidas

más rigurosas”.

Se dio la huída de muchos campesinos que

empujaban ante sí a sus animales, mujeres y niños. El

contraataque nacionalista mostró que los jefes militares

habían alcanzado su meta y que sus tropas inspiraban

un profundo terror. En esa multitud aterrada, estos

campesinos de rostro curtido y gran sombrero

reclamaban inmediatamente el fusil y ya no lo soltarían

ni para comer ni para dormir. Todas las precauciones

anteriores se borraban ante la voluntad de resistir. Era

necesario luchar y resistir, en primer lugar para no

perecer y en segundo lugar para poner fin al caos

nacido de la multiplicidad de conflictos entre poderes,

instaurar la disciplina, construir un mando y adaptar a

las milicias a la tarea vital: la guerra.

Badajoz, Irún, Talavera, Toledo, fueron las

etapas de una campaña desastrosa para los

revolucionarios y también la condenación de una

“dualidad de poderes” que tuvo gran parte de la culpa

Page 248: Y durmieron juntos

247

de los reveses militares. Para llevar a cabo la guerra se

necesitaba un poder unido. La dualidad entre el poder

de los comités y el Estado era un obstáculo para la

dirección de la guerra. El problema en el otoño de 1936

era saber cuál de los dos poderes habría de vencer, si

el republicano o el revolucionario. Al crearse en todos

los niveles los consejos, comités o juntas, los obreros y

campesinos sin saberlo habían reanudado la tradición

de las revoluciones obreras y campesinas del siglo, la

de los “Consejos de obreros y campesinos y de

soldados” (los soviets de las revoluciones rusas).

La tradicional división de la clase obrera

española explica perfectamente que la forma inicial de

organización del poder revolucionario en los días que

siguieron al 19 de Julio haya sido el resultado del

acuerdo entre partidos y sindicatos. Para llegar a

convertirse en verdaderos soviets era necesario que

dejaran de estar dirigidos por dirigentes designados por

las distintas organizaciones y transformarse en

organismos elegidos y revocables en los cuales

operase democráticamente la ley de la mayoría y no la

regla de los acuerdos de las altas esferas del partido.

Esto no se produjo en ninguna parte de España.

Page 249: Y durmieron juntos

248

Ningún partido o sindicato se convirtió en campeón del

poder de los comités gobierno, ninguno se transformó

en soviets. Los partidos y sindicatos no estaban

decididos a abandonar en beneficio de un nuevo

organismo, la autoridad y el poder que habían logrado

gracias al hundimiento del Estado. De esta manera los

comités dejaron de ser verdaderos organismos

revolucionarios, se convirtieron en “comités de alianza”

en los cuales la acción de los obreros y campesinos se

dejó sentir cada vez menos, y por el contrario la

influencia de los partidos y sindicatos se volvió

preponderante.

Algunas preguntas surgen inevitablemente,

como por ejemplo: ¿a quién le correspondía tener el

poder? ¿Al gobierno del Frente Popular con sus

funcionarios y magistrados, su policía, su ejército, su

aparato de estado reconstituido?, o ¿a un gobierno de

los consejos y de los comités, con sus comités

regionales y locales, sus consejos de fábricas, sus

milicias de combate, sus comisiones de investigación,

sus patrullas de control, sus tribunales revolucionarios?

¿A un gobierno que se apoyara en el respeto a la

propiedad privada emanado de la asamblea elegida en

Page 250: Y durmieron juntos

249

Febrero de acuerdo con el programa liberal del Frente

Popular?, o ¿a un gobierno emanado de los consejos y

comités que se fijara la tarea revolucionaria de realizar

el socialismo con sus matices “autoritario” o

“libertario”? Además se planteaba el problema mismo

de la revolución: ¿Había que proseguirla o no?,

¿detenerla o no?

Divergencias de poca importancia al comienzo

se convirtieron rápidamente en posiciones irreductibles.

La insistencia a toda costa de mantener la revolución

traía consigo el riesgo de hacer que se pierda la

guerra, la voluntad de detenerla conducía directamente

a combatirla y cambiar por completo los resultados de

la guerra civil...

Page 251: Y durmieron juntos

250

Voz de España

¡Oh Rusia, noble Rusia, santa Rusia,

cien veces noble y santa

desde que roto el báculo y el cetro,

empuñas el martillo y la guadaña!,

en este promontorio de Occidente,

por estas tierras altas

erizadas de sierras, vastas liras

de piedra y sol, por tus llanuras pardas

y por tus campos verdes,

sus ríos hondos, sus marinas claras,

bajo la negra encina y el áureo limonero,

junto al clavel y la retama,

de monte a monte y río a río

¿oyes la voz de España?

Mientras la guerra truena

De mar a mar, ella te grita: ¡Hermana!

Antonio Machado

Page 252: Y durmieron juntos

251

CAPITULO 19

¿Quién velará por ti?...

Salvo en España, no se encontraba dentro de la

Europa oriental perspectivas revolucionarias que

subsistieran. La U.R.S.S. había dejado de ser la

animadora del movimiento revolucionario mundial,

Stalin había liquidado al movimiento comunista.

Alemania, que había sido amenazada por un decenio

por su revolución obrera, estaba dominada por el

nazismo. Francia terminaba con la gran ola de huelgas

que el gobierno del Frente Popular había fundado. Los

revolucionarios españoles se sentían solos, este

sentimiento de aislamiento determinó la actitud de los

mismos, muchos de los cuales renunciaron a seguir

con la revolución. Otro motivo fue la política de no

intervención de los capitalistas ingleses y franceses.

Las democracias de Londres y París podían decidirse a

sostener con precaución a una España democrática,

pero no a una revolucionaria. La U.R.S.S. se orientó en

el mismo sentido, ayudar a España proporcionaría la

ocasión de aislarla y separarla de las democracias

Page 253: Y durmieron juntos

252

occidentales. Este contexto internacional explica cómo

el débil partido republicano, aplastado en Julio de 1936

entre los generales sublevados y los trabajadores en

armas, llegó a reconstruir su Estado. Este contexto

también proporcionó a los verdaderos protagonistas de

las reconstrucción del Estado Republicano: socialistas,

comunistas y algunos anarquistas, con sus ideas

respecto a la propiedad y sus formas parlamentarias,

contra la revolución de los comités y de la

colectivizaciones. Los hombres del Estado Republicano

no parecían capaces de librar el combate que debía

ser el suyo. El gobierno subsistía en la medida que los

dirigentes obreros lo permitían. Indalecio Prieto, estaba

convencido de la necesidad de construir un régimen

republicano sólido apoyado en un ejército fuerte. Sólo

él podía obtener contra los generales y sus aliados la

ayuda de los demócratas de Londres y París. Se daba

cuenta de la gravedad del caso, pensaba que los

socialistas debían asumir las responsabilidades

gubernamentales. Llegó a preconizar la formación de

un ministerio dirigido por su viejo adversario Largo

Caballero, cuyo prestigio traía confianza popular. Prieto

y sus amigos se mantuvieron fieles al régimen

Page 254: Y durmieron juntos

253

republicano. Por otro lado, el partido comunista

español tomó posiciones más claras, sus directores

apoyaron a todas las tentativas republicanas para

preservar el Estado. Sin embargo ni el P.C. (Partido

Comunista), ni el P.S.U.C. (Partido Socialista Unificado

de Cataluña) eran capaces de decidir verdaderamente

el curso de los acontecimientos.

El 4 de Septiembre se anunció la dimisión del

gobierno de Giral y la constitución de un nuevo

gobierno del Frente Popular presidido por Largo

Caballero. Éste, dispuesto a tomar el poder a la cabeza

de un gobierno obrero, se convirtió en el jefe de un

gobierno fuerte que disfrutara de la confianza de las

masas y fuera capaz además, de recibir apoyo exterior,

por cuanto se mantenía dentro del marco del Estado

Republicano. Al hacerlo, renunció a seguir la

legalización de la revolución para ganar la guerra. El

nuevo gobierno era una ampliación del antiguo

formado por hombres que se unían en torno de una

única aspiración, la defensa de España contra el

fascismo. El gran acontecimiento del mes de

Septiembre que coincidió con la formación del gobierno

de Caballero fue la decisión por parte de la U.R.S.S. de

Page 255: Y durmieron juntos

254

proporcionar ayuda material a la República Española.

Los primeros oficiales rusos habían llegado ya y los

aviones lo hicieron en Octubre. Esta ayuda salvó a

Madrid ya que permitió equipar con armas modernas a

las milicias y al joven ejército popular que había puesto

en pie de guerra al gobierno de Caballero. Empezaba

un nuevo período bajo la bandera del antifascismo. La

popularidad de Caballero hacía de él, al único dirigente

capaz de servir de enlace entre moderados y

revolucionarios, de lograr que los obreros apoyaran a

un gobierno regular imponiendo su autoridad a los

partidos, sindicatos y comités. Su gobierno logró entre

otras cosas la recuperación del control de todos los

grupos armados por parte del Estado Republicano, la

creación de un ejército, de una policía, en otras

palabras, la instauración de un poder único y fuerte

bajo la égida de la República. Para Caballero los

problemas militares eran los que a su juicio exigían la

unificación del poder y del mando militar. Puntualizó “la

guerra civil por definición tiene un carácter social y

naturalmente en el curso de ella pueden surgir

problemas de naturaleza económica y social. La

solución quedará subordinada a un objetivo: ganar la

Page 256: Y durmieron juntos

255

guerra”. Los pasos siguientes fueron las disoluciones

de los comités y sindicatos, argumentando que habían

sido útiles en el período revolucionario y que en lo

sucesivo serían obstáculo para un trabajo que

correspondía al Frente Popular. Esta disolución fue

bastante resistida, sin embargo, Caballero supo evitar

los choques ya que nombró como gobernadores y

alcaldes a los mismos dirigentes de los comités-

gobierno y sustituyó a los organismos revolucionarios

por organismos regulares. El 20 de Septiembre un

decreto reunió bajo un cuerpo único “las Milicias de la

Retaguardia” a lo que eran las patrullas de control,

policía de seguridad, carabineros, guardias civiles y de

asalto, de esta manera, la policía revolucionaria

quedaba oficialmente bajo la autoridad directa del

ministro de gobernación. En cuanto a las milicias, el

gobierno avanzó paso a paso sin chocar con ellas y fue

transformándolas de a poco en ejército. Un decreto del

29 de Septiembre señaló el comienzo de la

militarización de las mismas. Se organizaron en

cuerpos, batallones, regimientos, brigadas y divisiones.

Así, el gobierno de Caballero disfrutaba de la

confianza de los partidos y sindicatos que exigían la

Page 257: Y durmieron juntos

256

unidad del mando. Además disponía de las armas que

había dado la U.R.S.S. El reparto de las mismas sirvió

para la militarización de las milicias, pero el problema

de éstas, era que había pocos oficiales de carrera, por

lo tanto una de las primeras tareas fue formarlos. Se

organizaron escuelas populares de guerra. Los jefes

del “ejército popular” reflejaban la diversidad de origen

de estos mandos, algunos eran antiguos oficiales

generales superiores del ejército de antes de la

revolución. Sin embargo, junto con la adopción de la

estrella roja como emblema sobre las banderas del

ejército popular, fue sin duda la institución de los

“comisarios políticos”, la que más contribuyó fuera de

España a crear la leyenda de “una revolución

comunista”. En el ánimo de todos se movía el recuerdo

de la organización del ejército rojo por Trotsky. Un

decreto de Octubre de 1936 creó el “Comisariado”. Se

fijaba como tarea para un comisario, la de representar

la política de guerra del gobierno en el ejército y

cumplir su misión de interferir con el mando militar. El

comisario era el educador político de los soldados y de

los oficiales, el agente de enlace con la población civil,

el organizador del trabajo y del reposo. “Capellanes

Page 258: Y durmieron juntos

257

rojos” como les decían sus adversarios, los comisarios

habrían de ser según el P.C. el nervio y alma del

ejército popular.

Otra de las características de la política de Largo

Caballero fue la estabilización y legalización de las

conquistas revolucionarias, pero también la detención

de su expansión. Fuera de la ley quedaron la Iglesia y

las prácticas religiosas. Desde Septiembre se había

pedido autorización para la reapertura de las iglesias y

la proclamación de la libertad de culto. Esto tropezó

con el veto de Caballero. En lo referente a lo escolar la

tarea era enorme. El Estado se esforzaba por asegurar

la sucesión de las escuelas profesionales. Se creó el

“bachillerato simplificado” abierto a los candidatos

presentados por los sindicatos y partidos del Frente

Popular. Se organizaron equipos especiales de

milicianos maestros que se lanzaron dentro de las

milicias y en los pueblos a combatir el analfabetismo.

En cuanto a las colectivizaciones iniciadas en

los primeros días de la revolución, la situación se tornó

crítica. En las oficinas del ministerio de la Industria se

amontonaban más de 11.000 peticiones de crédito,

ninguna de las cuales fue satisfecha. Se le propuso a

Page 259: Y durmieron juntos

258

Caballero un decreto de colectivización, pero no fue

aceptado, pues significaba un atentado a la propiedad

industrial y por consiguiente, el riesgo de represalias

occidentales y el cierre o bloqueo de armas. Otro

decreto permitió la intervención del gobierno en las

industrias indispensables para la guerra. La cuestión

del crédito, verdadero nudo de las colectivizaciones,

tampoco se resolvió conforme a las ideas de los

revolucionarios. El ministro de Hacienda, Juan Negrín,

se opuso a la demanda de un crédito de 30 millones de

pesetas que el ministro de Industria, Indalecio Prieto,

consideraba indispensable para hacer frente a las

necesidades más urgentes de la industria

colectivizada. Así, se vio limitado y detenido el

movimiento de colectivización en tanto que el gobierno

se quedó dueño de las empresas por intermedio de los

bancos y poco a poco, afirmó su autoridad en las

empresas incautadas como en las intervenidas.

Semejante política prevaleció en el campo. Un decreto

de Octubre de 1936 quedaba muy rezagado con

respecto a la situación real en los campos. Trataba de

la expropiación sin indemnización y a favor del Estado

de las propiedades agrícolas que pertenecían a

Page 260: Y durmieron juntos

259

individuos ligados a la rebelión y dejaba a los

campesinos la libertad de decidir si la explotación

habría de ser colectiva o individual. En lo sucesivo

miles de campesinos se preguntaron si no se verían

obligados a devolver las tierras de que se habían

apropiado en 1936.

La obra de restauración del Estado llevada a

cabo por el gobierno de Caballero también fue posible

por la participación de jefes populares de la C.N.T -

F.A.I. Muchos jefes anarquistas sintieron profundo

malestar y obraron en desacuerdo, desde las

manifestaciones armadas hasta los atentados, a los

que se oponían las fuerzas de policía de unidades

comunistas. Los anarquistas tropezaban con la fuerza

cada vez mayor de las organizaciones del P.C. y el

P.S.U.C. que poseían los mandos y la disciplina,

además, medios materiales y política. Así se dio el

ocaso anarquista. A partir de Septiembre de 1936, el

P.C. y el P.S.U.C., se convirtieron en un factor

preponderante en la vida política, pasaron a tener un

millón de militantes en Junio de 1937. Sus dirigentes

no estuvieron solos una vez que el gobierno de Moscú

aceptó comprometerse. Desde fines de Julio los

Page 261: Y durmieron juntos

260

delegados de la Internacional comunista tomaron en

sus manos la dirección y organización del partido. El

partido comunista había tomado desde las primeras

horas una posición claramente afirmada a favor del

mantenimiento del orden republicano para la defensa

de la propiedad y de la legalidad. Sus discursos

tocaban el mismo tema: “no se llevaba en España una

revolución proletaria sino de lucha nacional y popular

contra la España semi-feudal y los fascistas

extranjeros”. Particularmente el P.C. puso mucho

énfasis en conservar buenas relaciones con los

dirigentes republicanos y repitió incansablemente sus

consignas de respeto al campesino, al pequeño

industrial y al pequeño comerciante. Proclamaban una

república democrática y parlamentaria que suponía la

destrucción de las raíces materiales de la España

semi-feudal, la expropiación de los grandes

propietarios, la destrucción del poder económico y

político de la Iglesia, la liquidación del militarismo, la

desarticulación de las grandes oligarquías financieras.

Insistían en que la tarea del día era vencer a Franco y

para lograrlo había que consolidar el “bloque nacional y

popular”, reforzar la autoridad del gobierno del Frente

Page 262: Y durmieron juntos

261

Popular. Así también el P.C. libraba una guerra

encarnizada contra todos los que hablaban de

continuar la revolución: “no podemos hacer la

revolución si no ganamos la guerra”, declaró José

Díaz, dirigente comunista, “lo que hace falta primero es

ganar la guerra”. Esta política conservadora aseguró el

desarrollo del P.C. y del P.S.U.C. aumentando su

audiencia. De esta manera, defensores del “orden y la

propiedad” se volvieron hacia el P.C. y P.S.U.C.,

magistrados, altos funcionarios y policías. Sin embargo

sería erróneo explicar el crecimiento del P.C. sólo por

su política moderada y su fidelidad republicana. En el

caos de los primeros meses, se mostró con una

notable fuerza de organización, instrumento

terriblemente eficaz. Sus llamados a la unidad

antifascista encontraron inmenso eco entre

republicanos, socialistas, sindicalistas, que ante todo

querían luchar contra Franco. La historia de la defensa

de Madrid muestra también que en algunas

circunstancias el P.C. era capaz no solamente de

hacer un llamado a tradiciones revolucionarias como

las de Rusia, sino también de utilizar métodos

propiamente revolucionarios, en otras palabras, de

Page 263: Y durmieron juntos

262

aparecer ante los ojos de las grandes masas como un

partido auténticamente revolucionario. Uno de sus

instrumentos más eficaces en Madrid fue el “Quinto

regimiento” que con la ayuda rusa se desarrolló con

rapidez relampagueante. Poseía más de 10.000

hombres y fue un modelo de disciplina...

¡Madrid, Madrid !

¡Qué bien tu nombre suena

rompeolas de todas la Españas!

la tierra se desgarra

el cielo truena

tu sonríes ...

con plomo en las entrañas ...

Antonio Machado

Page 264: Y durmieron juntos

263

CAPÍTULO 20

¡No pasarán!...

Difícil es precisar el momento en que el pueblo

español tuvo la certeza de encontrarse sumido en el

espanto de una guerra civil. Cierto es que el clima

precedente al estallido tenía toda la carga fatídica de

un enfrentamiento nacional, pero las primeras semanas

mantuvieron la esperanza de unas hostilidades cortas.

El fracaso inicial de la sublevación era visto con óptica

acomodaticia por los dos bandos en que se había

dividido el país. Para los adictos al golpe militar, Madrid

estaba a pocas jornadas de marcha. La conquista de la

capital se presagiaba inmediata. El 28 de Septiembre

de 1936 las últimas resistencias de milicianos se

extinguían en Toledo. Un nuevo capítulo se abría, el de

la guerra por la capital, según el juicio de los

nacionalistas. Ninguno de sus jefes pensaba en una

resistencia seria por parte de los milicianos. La caída

de Madrid sería el hundimiento del Estado

Republicano. Los generales rebeldes pensaban que

podían hacer su entrada en Madrid el 12 de Octubre,

Page 265: Y durmieron juntos

264

día de la fiesta de la raza. El general Varela mandaba

al ejército asaltante de 22.000 soldados profesionales,

moros y legionarios aguerridos, disciplinados,

confiados y persuadidos de que no encontrarían

ninguna resistencia. A finales de Septiembre Madrid no

podía soportar un sitio ya que carecía de depósitos de

víveres, de defensas antiaéreas, de líneas de defensa

y aún de trincheras. Los milicianos que la defendían

estaban mal armados y carecían de experiencia. Pero

la concreta ayuda rusa acababa de llegar, armas,

tanques y aviación. Los jefes militares de Madrid tenían

conciencia de la gravedad del caso y parecían

resignados a la inevitable caída de la capital. A

comienzo de Noviembre fue el general Mola el que

después de haber organizado a las tropas tomó en sus

manos la dirección de lo que parecía ser un asalto

final. Informados de la ayuda rusa los generales

resolvieron atacar antes que los defensores tuvieran

tiempo de recuperarse. Radio Burgos había inaugurado

a partir del 4 de Noviembre una emisión titulada “las

últimas horas de Madrid”.

Largo Caballero impuso literalmente la decisión

de la salida del gobierno para Valencia y confió al

Page 266: Y durmieron juntos

265

general Miaja la defensa de la capital. Éste, se hallaba

en retiro pero habría de convertirse en héroe de

Madrid. El decreto que confiaba el mando a Miaja, le

encargaba también la responsabilidad de representar

al gobierno en la “Junta de Defensa”, encargada de

organizar y controlar la defensa de la capital. Hasta

entonces el general Miaja no había tenido contacto con

los comunistas. Militar de carrera, de mentalidad

apegada a la organización, se apoyó en el Quinto

regimiento, así se aseguró el enlace. La defensa de

Madrid se convirtió en el asunto del P.C., el asunto de

la Internacional comunista y el asunto de la Rusia

soviética. Su prestigio y autoridad quedaron

comprometidos en esta batalla y los rusos no volvieron

a hacer nunca el esfuerzo que consintieron en realizar

por Madrid en Noviembre de 1936. Los defensores de

Madrid tuvieron fusiles, granadas, ametralladoras,

tanques, aviones, cañones y municiones. Poco a poco,

fue un ejército moderno formado en el transcurso

mismo de los combates el que plantó cara delante de

la capital. Un grupo de militares rusos llegó alrededor

del 20 de Octubre para prestar ayuda y por último en el

momento del asalto definitivo fue cuando aparecieron

Page 267: Y durmieron juntos

266

en el frente las primeras brigadas internacionales. La

“Pasionaria” vestida de negro, así se conocía a Dolores

Ibárruri, organizó manifestaciones de mujeres

madrileñas que impresionaron mucho y que

pronunciaban consignas heroicas tales como “más vale

ser la viuda de un valiente que la mujer de un cobarde”.

La “Junta de Defensa” fue un verdadero gobierno

revolucionario. Para defender a Madrid se valió de

armamentos del pueblo y llevó al frente a columnas de

obreros sin armas que se trasladaban a las líneas de

fuego y recogían las armas de los combatientes

muertos o heridos. Se constituyeron comités de barrios

y de manzanas que tomaban en sus manos las tareas

inmediatas de las defensa, de la vigilancia antiaérea y

de los sospechosos. También la Junta constituyó

comités de abastos, de comunicaciones, de

municiones, etc. Las tropas de guardias civiles y de

asalto fueron brutalmente depuradas, fueron detenidos

más de un centenar de guardias civiles y luego

ejecutados. La Junta persiguió hasta en el interior de

las embajadas a los refugiados y los agentes de

Franco.

Page 268: Y durmieron juntos

267

Tras numerosos enfrentamientos, el 15 de

Noviembre, comenzó el gran ataque: la columna Yagüe

apoyada por cañones y morteros lanzó sucesivos

asaltos, mientras que los bombarderos de la Legión

Cóndor aplastaron la Ciudad Universitaria y el Parque

del Oeste. Por la tarde, la columna Asensio logró

perforar el frente y penetró en la Ciudad Universitaria.

Se luchó de casa en casa, se disparaban a quema

ropa, se degollaban en los descansillos. Para fines de

Noviembre las brigadas habían perdido a la mitad de

sus efectivos, pero Madrid no había caído. Frente a la

resistencia inesperada de la capital el mando

nacionalista quería alcanzar a toda costa la victoria.

Franco decidió entonces bombardear con la aviación a

la población civil, pensaba que la moral madrileña se

hundiría bajo las bombas. El 23, 24 y 30 se efectuaron

los primeros ataques, el 4 de Noviembre se produjo el

primer ataque verdadero. Los días 10, 11 y 12 ardieron

muchas casas, el 15 fue bombardeado el hospital de

Cuatro Caminos. A partir del 16 comenzó la matanza

metódica de la población civil. Los bombardeos fueron

incesantes durante todo el mes de Noviembre, Madrid

parecía encontrarse en un permanente incendio, los

Page 269: Y durmieron juntos

268

aviones nacionalistas volando al ras de los techos

completaban su obra de muerte ametrallando a los

bomberos. Aún así la matanza cotidiana no logró abatir

la moral madrileña.

El terror de Noviembre hizo de Madrid una

ciudad fantasmagórica, completamente oscura desde

la puesta del sol, masa gris envuelta en sombras por

donde los vehículos circulaban con las luces apagadas,

por las calles destruidas y donde el ruido de las

bocinas se mezclaba con el de los fusiles o cañonazos.

Esto parecía ser las únicas señales de vida. A su vez la

muerte parecía ser la única compañía de una población

de miradas angustiosas, que corría a los abismos a la

primera señal, o enterraba a sus muertos sin llorarlos y

permanecía dispuesta en todo momento a montar

guardia o a marchar hacia el frente.

Bajo la dirección de los generales del ejército

rojo la guerra de Madrid se había transformado de

guerra de comités revolucionarios, en guerra dirigida

por los técnicos del estado mayor general. El instante

heroico había pasado a la historia con el enemigo

pegado a las fortificaciones, la voluntad de resistir

parecía haber desaparecido. La defensa de Madrid se

Page 270: Y durmieron juntos

269

había convertido en símbolo de la resistencia

republicana para el mundo entero. Según expresiones

del propio Franco, hacer cesar la resistencia de Madrid

sería al mismo tiempo hacer capitular a toda España.

El nuevo objetivo por lo tanto fue llevar el combate a

campo raso. En lo sucesivo ya no se trató de tomar

Madrid por asalto sino de cercarla, atacándola por las

alas y obtener así su capitulación. La ayuda material

italiana y alemana era suficiente para realizar tal

operación proyectada.

La historia cuenta las numerosas luchas y

combates librados en aquellos días. La batalla del

Jarama ocupó el mes de Febrero, las tropas italianas

enviadas por Mussolini llegaron para fines de ese mes.

La situación era sumamente crítica ya que las tropas

estaban agotadas. En el Comisariado, los jefes

políticos de los internacionales italianos habían

preparado un plan de propaganda para sus

compatriotas. Folletos lanzados por avión y

altoparlantes decían: “Hermanos... ¿por qué habéis

venido a una tierra extraña para asesinar a los

obreros? Mussolini os ha prometido la tierra pero aquí

no encontraréis sino la muerte... ”

Page 271: Y durmieron juntos

270

La moral de las tropas italianas comenzó a bajar

y muchos desertaron y pedían a sus camaradas que se

pasaran a las tropas republicanas. El 18 de Marzo los

republicanos obtuvieron la victoria de Guadalajara.

Miles de jóvenes educados por el régimen fascista

vieron hundirse sus sueños de grandeza, vieron nacer

ante sus ojos sentimientos nuevos frente a esos “rojos”

de los que temían lo peor, pero compartían con ellos

sus escasas raciones. La victoria de Guadalajara por el

ejército popular sobre un ejército superiormente

equipado, confirmaba las predicciones que afirmaban

que “Madrid sería la tumba del fascismo”. Desde la

victoria de Mussolini y Hitler en sus países, fue la

primera victoria del proletariado internacional. Victoria

estratégica y política, parecía ser el triunfo del

antifascismo, sin embargo también su última victoria.

Vivid, la vida sigue,

Los muertos mueren y las sombras pasan;

Lleva quien deja y vive el que ha vivido.

¡ Yunques, sonad ! ¡ Enmudeced, campanas !

Antonio Machado

Page 272: Y durmieron juntos

271

CAPÍTULO 21

Mientras la guerra truena...

Es difícil de entender por qué el gobierno de

Caballero, bajo el que se habían alcanzado éxitos

militares como la resistencia de Madrid y la victoria de

Guadalajara, haya caído poco tiempo después.

Caballero creía que España seguiría siendo una

república de trabajadores”, pero ésta, se encontraba en

un marco que ya no era el revolucionario. La política de

Francia, de Inglaterra y de la U.R.S.S. que Caballero

había pretendido no desagradar por evitar el

aislamiento de España, se convirtió en uno de los

factores primordiales de su política internacional, lo que

llegó a determinar inclusive la concepción de la política

de guerra. La restauración del Estado posibilitó el

renacimiento de la fuerza de accionistas expropiados,

funcionarios y representantes de partidos; cuya

autoridad en el nuevo Estado tendía a ampliarse a

expensas de los sindicatos. Para Caballero la

reconstrucción del Estado se convirtió en un objetivo

en sí, su autoridad permitió realizarla con la apariencia

Page 273: Y durmieron juntos

272

de una transición con la revolución, pero el Estado

restaurado manifestó cada vez más, una tendencia a

combatirla. Las fuerzas políticas que se expresaban a

través de él se sumaron a las que obraban bajo la

presión de las fuerzas de las políticas occidentales y de

la U.R.S.S. De la detención de la revolución se pasó a

la lucha contra ella y Caballero habría de ser en este

sentido un obstáculo a pesar de su política antifascista.

La proclamación de la independencia de

Marruecos por parte del gobierno republicano había

podido tener incalculables consecuencias en la moral

de las tropas que servían en el ejército rebelde. Sin

embargo en 1936 - 1937 la alianza entre republicanos

españoles con nacionalistas marroquíes rebasaba el

marco de España. Francia e Inglaterra, de las que el

Frente Popular español esperaba ayuda, eran

potencias coloniales y una agitación revolucionaria en

el Marruecos español constituía una amenaza directa

para ellas. El gobierno de Caballero eligió la política

contraria, no debía hacerse nada que pudiese constituir

una amenaza para los intereses franceses e ingleses,

dio concesiones territoriales en Marruecos a Londres y

a París, su deseo de no desagradar a las potencias

Page 274: Y durmieron juntos

273

occidentales lo condujo a renunciar deliberadamente

no sólo al principio de la autodeterminación de los

pueblos coloniales, sino también a una oportunidad de

herir a Franco en la médula de su poderío.

Además y por otro lado, el apoyo de la U.R.S.S.

otorgó un carácter particular a la acción de los

diplomáticos rusos en España. Éstos tuvieron contacto

y discusiones con políticos y jefes militares españoles,

intervinieron en la prensa y tomaban la palabra en

mítines públicos para defender la política de su

gobierno y dar su apoyo a España. Se conoce de una

carta que Stalin envió a Caballero, en la que aparecen

algunos consejos al gobierno español, por ejemplo,

recomendaba tomar en cuenta a los campesinos y

atraerlos con “algunos decretos relativos a la cuestión

agraria y a los impuestos”, otro consejo sugería

ganarse el apoyo de la pequeña y mediana burguesía

protegiéndola contra las confiscaciones y asegurarle en

lo posible la libertad de comercio.

Además proponía atraer hacia el gobierno a los

amigos de Azaña para impedir a los enemigos de

España que la considerasen como una república

comunista, lo que constituía el peor peligro para

Page 275: Y durmieron juntos

274

España. La respuesta de Caballero a Stalin deja

entrever gran descontento. En esto se encuentra la raíz

de una desavenencia que habría de ir en aumento. En

unos meses Caballero, (el Lenin español) fue

denunciado por los comunistas, que lo tildaron de

burócrata y saboteador de la unidad. Uno de los

primeros factores en el deterioro de las relaciones, fue

la resistencia de Caballero a las proposiciones hechas

por la U.R.S.S. para la fusión en España de socialistas

y comunistas. Para el viejo líder de la U.G.T. la

evolución de las J.S.U. (Juventud Socialista Unificada)

y la adhesión al P.C. de la antigua dirección de la J.S.

(Juventud Socialista), no constituía a su entender, un

estímulo para su política. Además, estaba muy

descontento con la actitud de la Junta de Madrid cuyos

animadores eran hombres del P.C. y de la J.S.U. A sus

ojos, los consejos rusos y los comunistas constituían

un obstáculo a su autoridad. Terminó despidiendo al

diplomático ruso en España, en términos muy poco

diplomáticos.

La oposición de los partidos de derecha se hizo

notar en poco tiempo. Caballero se había constituido

en un obstáculo para los que no querían una revolución

Page 276: Y durmieron juntos

275

social y pretendían la reconstrucción del “Estado

popular”. La ruptura de la alianza con los rusos les dio

una ocasión. La reserva del gobierno francés y la

continuación de la no intervención les dio un

argumento. En el momento en que Caballero se

alejaba de los comunistas, Indalecio Prieto se declaró

en favor de la fusión inmediata con el P.C. Los

comunistas y socialistas de derecha acordaban sus

posiciones para la restauración del Estado, para la

organización de un ejército regular, contra las

colectivizaciones, por la defensa de las clases medias,

contra la intervención de los sindicatos y para la

detención de la revolución. Unos y otros entendían el

conflicto no como una guerra de clases, sino en escala

internacional, como un conflicto entre democracia y

fascismo. La primera batalla pública no se libró

directamente contra Caballero. Después de la batalla

de Madrid los adversarios del gobierno concentraron

sus ataques contra el hombre de confianza de

Caballero, el general José Asensio, subsecretario del

Estado encargado de la Guerra. Desde Septiembre de

1936 Asensio tenía a su cargo la organización del

ejército popular y la dirección de las operaciones

Page 277: Y durmieron juntos

276

militares. En varias ocasiones había chocado ya con

los comunistas que realizaban contra él una campaña

sistemática y discreta de denigración a la que se

asoció la C.N.T.

La caída de Málaga el 8 de Febrero de 1937, fue

la ocasión del ataque público contra el subsecretario de

Estado. Asediada desde el verano de 1936, la ciudad

andaluza no había recibido los refuerzos ni el material

que pedía. En ocasión del desembarco de las tropas

italianas que iban a tomarla, la flota republicana

anclada en Cartagena no se movió. Cuando el peligro

se perfiló claramente, Valencia no tomó ninguna

medida. ¿No había en aquel momento alguna manera

de salvar Málaga sin desguarnecer a Madrid? La caída

de Málaga y la incorporación de los nacionalistas

produjo una impresión profunda. El día 14 en Valencia

ocurrió una gran movilización y Caballero aprobó las

consignas lanzadas. Mientras tanto la prensa

comunista hizo de Asensio el culpable de la derrota.

Los republicanos, los socialistas de derecha y la

C.N.T., se unieron a su campaña y todos exigieron la

salida del subsecretario de Estado. El 21 de Febrero

Asensio dimitió. Esto fue para el presidente una derrota

Page 278: Y durmieron juntos

277

personal, debió sustituir entonces a su colaborador por

Carlos Baraibar. Por entonces republicanos, socialistas

de derecha y comunistas, buscaban un sucesor para

Caballero. Se hablaba de Indalecio Prieto, de Martínez

Barrio o de Juan Negrín.

La caída de Málaga también tuvo otra

consecuencia importante, y fue que cobrase nuevo

vigor la hostilidad entre el P.C. y la C.N.T. Anarquistas

y comunistas se acusaban de ser instrumentos de

traición. Para los comunistas, los anarquistas de

Málaga habían jugado a la revolución triplicando los

comités, factor de indisciplina. Para los anarquistas, el

proselitismo del P.C. había sembrado la división en el

frente antifascista y favorecido el predominio de los

oficiales traidores. Caballero aprovechó la ocasión para

disolver la Junta de Defensa de Madrid y en lo

sucesivo la capital tendría un consejo municipal. Esta

disolución fue una victoria del Estado restaurado y una

revancha de Caballero. Ese mismo día el “Socialista”

de Madrid denunciaba un escándalo en Murcia. En

prisiones privadas y en anos del P.C. se detenía y

torturaba a militantes socialistas. El gobierno destituyó

al gobernador civil cómplice de esta actitud clandestina

Page 279: Y durmieron juntos

278

y mandó a detener y juzgar a cuatro policías

comunistas comprometidos. Luego se enfrentó al otro

bastión del P.C., el ejército. Caballero restringió los

poderes de los comisarios políticos y se reservó

personalmente el derecho de designarlos. Fue una

verdadera declaración de guerra que los comunistas

tomaron como tal. Montaron entonces contra Caballero

una campaña y lo hicieron responsable de todos los

reveses militares. En esta lucha Caballero no tenía

demasiadas ventajas. Después de Guadalajara

propuso un plan de ofensiva que había preparado

Asensio. Se trataba de atacar en dirección de

Extremadura y Andalucía con el objeto de cortar en dos

la zona franquista a lo largo de la línea Mérida -

Badajoz. La debilidad de los nacionalistas en esta

región y el apoyo de guerrilleros que habría de

encontrar la ofensiva republicana eran los argumentos

para este proyecto cuyo primer resultado sería aliviar el

frente del Norte. Pero tropezó con la oposición de Miaja

que se negaba a desguarnecer a Madrid y de los

consejeros rusos que no creían posible tal operación

con las tropas de milicianos que se disponía.

Page 280: Y durmieron juntos

279

Quedaba claro que Caballero ya no tenía

autoridad suficiente. En aquel momento su gobierno

tenía que enfrentarse a nuevas dificultades

económicas y sociales que la propaganda no dejaba

olvidar. Las fábricas casi no trabajaban, se llevaba a

cabo un mal abastecimiento, entre Julio de 1936 y

Marzo de 1937 el costo de la vida se había duplicado y

los salarios no habían aumentado más que un 15%. El

mínimo que ofrecían las cartillas de racionamiento

distaba mucho de ser satisfecho. El mercado negro por

el contrario prosperaba. Así pues en los primeros

meses de 1937 se habían creado condiciones

favorables para el desarrollo de una oposición

revolucionaria dentro del seno mismo de las

organizaciones que en el otoño habían aceptado la

colaboración. Fue el P.O.U.M. el primer excluido de la

coalición antifascista. Objeto de los ataques del P.C. y

del P.S.U.C. fue rechazado definitivamente de la

coalición, a pesar de los esfuerzos para no aislarse ni

de la dirección, ni de los militantes de la C.N.T. Por otro

lado se desarrolló en la C.N.T. una corriente de

oposición revolucionaria. El P.O.U.M. la C.N.T. la F.A.I.

la J.C.I. estaban de acuerdo en no tolerar que la

Page 281: Y durmieron juntos

280

revolución y sus conquistas sean aplastadas hasta el

final del conflicto militar, pero la gran debilidad de esta

oposición es que no tenían un dirigente español de

primer plano. El italiano Camillo Berneri hacía el papel

de teórico y de inspirador de la tendencia

revolucionaria. A sus amigos de la C.N.T.- F.A.I. les

dijo: “ El único dilema es o la victoria sobre Franco

gracias a la victoria revolucionaria, o la derrota”. Esta

posición sin jefes tenía tropas cada vez más

numerosas. Los jóvenes libertarios catalanes

denunciaron la coalición de los comunistas y de los

republicanos como reflejo en España de la alianza de

la U.R.S.S. con Francia e Inglaterra con vistas a

“estrangular la revolución”. El 14 de Febrero 50.000

jóvenes asistieron en Barcelona a un mitin para la

constitución en Cataluña del “Frente de la Juventud

Revolucionario”. El movimiento se extendió

rápidamente a otras provincias.

Así, en la primavera de 1937 se dieron

nuevamente las condiciones de una “marejada

revolucionaria”. El ala moderada de la coalición

gubernamental se inquietó. A la presión exterior para la

detención de la revolución se había añadido la

Page 282: Y durmieron juntos

281

pequeña burguesía. En Levante y Cataluña los

campesinos reaccionaron contra los defensores de las

colectivizaciones y volvieron su cólera contra los

sindicatos y las milicias obreras que los habían

obligado. Republicanos, socialistas de Prieto y

comunistas, tomaron conciencia del peligro que

constituía el reagrupamiento revolucionario y

consideraban que había que liquidar al P.O.U.M., a la

C.N.T., a la F.A.I. y estabilizar definitivamente a la

República. Caballero comprendía su aislamiento. Se

hablaba cada vez más de un gobierno sindical, se

exaltaba la unidad de la C.N.T - U.G.T., se volvía a los

proyectos de Septiembre de 1936. Sin embargo, lo que

fue posible en los primeros días de la revolución ya no

lo era ahora. Caballero, permanecía en medio de los

que querían disputarle el control y los que rechazaban

su autoridad. El viejo líder de la U.G.T. no quería volver

a lanzar la revolución por temor a perder la guerra. El

Lenin español no quería ni la antigua burocracia ni la

nueva organización revolucionaria...

Page 283: Y durmieron juntos

282

Tal vez...

los únicos que no están cansados de la guerra

son los mismos combatientes...

Manuel Azaña

13 de Agosto de 1937

Page 284: Y durmieron juntos

283

CAPÍTULO 22

El toque de agonía...

Era en Cataluña donde existía lo esencial de las

conquistas revolucionarias. Allí se encontraba el

bastión de la oposición revolucionaria y el P.S.U.C., la

organización más decidida a poner fin a la revolución,

apoyada por el Estado republicano de Companys y la

pequeña burguesía, impacientes por librarse del yugo

de los anarquistas. El 25 de Abril fue asesinado Roldán

Cortada, dirigente de la U.G.T. y miembro del P.S.U.C.

Sus militantes reaccionaron con violencia y

denunciaron a los agentes fascistas escondidos. La

C.N.T. también condenó el asesinato, exigiendo una

investigación que pondría fuera de sospecha a sus

militantes. Los delegados del P.O.U.M. y de la C.N.T.

entendieron que contra ellos era dirigida la gran

manifestación de fuerzas que el P.S.U.C. había

organizado. Al día siguiente la policía de la

Generalidad detuvo a los dirigentes anarquistas

sospechosos y los condujo esposados a Barcelona. En

Puigcerdá carabineros y anarquistas cambiaron

Page 285: Y durmieron juntos

284

disparos y entre los muertos se halló a Antonio Martín,

el alma de la colectivización de la región. En Barcelona

circuló el rumor de una circular del ministerio de

Gobernación que prescribía el desarme de todos los

grupos obreros no integrados a la policía del Estado.

Inmediatamente los obreros reaccionaron y Barcelona

parecía estar en vísperas de combates callejeros. El 3

de Mayo de 1937, hombres de la C.N.T. tomaron el

edificio de la central telefónica quitándoselos a los

sublevados. Rodríguez Solar, comisario del Orden

público y miembro del P.S.U.C. se dirigió a la central

con tres camiones de guardias y desarmó a los

milicianos del piso bajo, pero se detuvo frente a la

amenaza de ametralladoras colocadas en baterías en

los pisos de arriba. Al mismo tiempo los obreros

entraron en huelga. Barcelona se cubrió de barricadas

sin que ninguna organización hubiese lanzado la

menor consigna. Al anochecer se dio una reunión de

los comités regionales de la C.N.T., de la F.A.I., de las

juventudes libertarias y del P.O.U.M. Los

representantes del P.O.U.M. declararon que el

movimiento era la respuesta de los obreros de

Barcelona a la provocación y que había llegado la hora

Page 286: Y durmieron juntos

285

de ponerse a la cabeza del movimiento para destruir al

enemigo, o el movimiento fracasaría y sería “nuestra

destrucción”. Pero los dirigentes de la C.N.T. y la F.A.I.

no estuvieron de acuerdo y decidieron trabajar en pro

del apaciguamiento. Al día siguiente 4 de Mayo, los

obreros cuya acción fue aprobada por el P.O.U.M. y las

juventudes libertarias eran los dueños de la capital

catalana que cercaron poco a poco. Companys dirigió

por radio las siguientes palabras: “Deponed las armas.

Es el fascismo al que debemos combatir”. El 5 los

obreros seguían dueños de las barricadas. La radio

difundía las palabras del gobierno de las Generalidad

“Cese el fuego” y pedía la retirada de los policías y

civiles armados. El 6 de Mayo el orden estaba casi

vencido. Companys proclamó que no había “ni

vencedores ni vencidos”. La masa de campesinos de

Barcelona había escuchado los llamados a la calma y

el P.O.U.M. se plegó. Sin embargo desde el día 5 de

Mayo llegaban al puerto navíos de guerra por orden de

Prieto. Algunas horas después a pedido de Companys

y bajo la presión de ministros, Largo Caballero tomó en

sus manos el Orden público y la defensa de Cataluña.

Pozas, antiguo jefe de la guardia civil afiliado al P.C.,

Page 287: Y durmieron juntos

286

recibió el mandato de las tropas de Cataluña. Para

asegurar el orden, el gobierno mandó desde el frente

el Jarama una columna motorizada de 5000 guardias.

Con su llegada, los combates cesaron definitivamente

pero al anochecer del día 6 se encontró muertos a

Camillo Berneri y Alfredo Martínez. Ambos habían

denunciado los procesos de Moscú y habían tildado de

contrarrevolucionaria la actitud del P.C. y del P.S.U.C.

o cabe dudas que ambos perecieron víctimas de un

arreglo de cuentas político.

Las jornadas de Mayo fueron el “toque de

agonía de la revolución”. Sus consecuencias fueron el

fin de la autonomía catalana y el control por parte del

Estado y del gobierno de Madrid, de los engranajes

esenciales de la vida política y económica del país. El

14 de Mayo varios diarios madrileños anunciaban una

nueva combinación ministerial que satisfaría al P.C. en

las cuestiones del Orden público y la dirección de la

guerra. El 15, en el consejo de ministros, fue Uribe,

ministro comunista de agricultura el que pidió la

disolución y prohibición del P.O.U.M. y la detención de

sus dirigentes. Caballero replicó que siendo militante

de organizaciones obreras perseguidas por los

Page 288: Y durmieron juntos

287

reaccionarios, se negaba a disolver cualquier

organización obrera. Los ministros de la C.N.T. lo

apoyaron. “El gobierno continúa” afirmó Caballero, pero

los republicanos y los amigos de Prieto no lo

aceptaron, debiendo renunciar. Fue la segunda crisis

ministerial que se producía desde Julio de 1936. El 17

se anunció la formación del nuevo gobierno. Tres

socialistas de la tendencia de Prieto ocuparon los

puestos clave, Negrín se quedó con Hacienda y la

Presidencia, Prieto con la Defensa Nacional y

Zugazagoitia con la Gobernación. Por otra parte,

Aguadé recibió la cartera de Trabajo, el doctor Giral

pasó a ministro de Estado e Irujo pasó a ser ministro

de Justicia. La C.N.T y la U.G.T., fieles a su posición

en favor de Caballero no participaron.

Juan Negrín nuevo presidente del consejo era

poco conocido. Casado con una mujer rusa tenía

relaciones en el mundo occidental. Se afilió al Partido

Socialista en 1929 y llegó a diputado en 1931, siendo

constantemente reelegido. Se consideraba a sí mismo

socialista a la occidental. Era mucho más afín a Prieto

que a Caballero, pero no había participado más que de

lejos en la lucha interna del P.S. Instalado en el

Page 289: Y durmieron juntos

288

ministerio de Hacienda era un defensor incondicional

de la propiedad capitalista y adversario de las

colectivizaciones. Fue Negrín quien reorganizó

sólidamente a los carabineros, también presidió el

envío a la U.R.S.S. de la reserva del oro de la

República. Pasaba por ser el hombre de Prieto y los

comunistas le habían asegurado de antemano su

apoyo. Entre tanto la F.A.I. denunciaba

clandestinamente no sólo la victoria del bloque

burgués-comunista, sino también de Francia, Inglaterra

y Rusia.

El 19 de Mayo el New York Times anunciaba

que Negrín tenía la intención de “utilizar en el interior

un puño de hierro” y añadió, “al obrar así el gobierno

espera conquistarse las simpatías de las dos

democracias que significan más para España,

Inglaterra y Francia, y conservar el apoyo de la nación

que le ha ayudado más, Rusia. El principal problema

del gobierno hoy es el de pacificar o aplastar a la

oposición anarquista”. Mientras que Caballero se había

negado a la represión contra el P.O.U.M., Negrín tuvo

que consentir. El 16 de Junio todos los miembros del

comité ejecutivo del P.O.U.M. fueron detenidos. El acta

Page 290: Y durmieron juntos

289

de la denuncia indicaba que el P.O.U.M. era acusado

por haber calumniado a un país amigo cuyo apoyo

moral y material había permitido al pueblo español

defender su independencia, además, de haber

“atacado a la justicia soviética” y de haber estado “en

contacto con las organizaciones internacionales

conocidas con la denominación general de trokistas,

cuya acción en el seno de una potencia amiga

demuestran que se encuentran al servicio del fascismo

europeo”. El P.O.U.M. y la J.S.U. fueron disueltos. Al

parecer, fue la resistencia de Andrés Nin detenido el 16

de Junio junto a sus camaradas, la que produjo el

fracaso final de la empresa destinada a demostrar que

en España, lo mismo que en Rusia, los trokistas

adversarios del régimen estalinista, estaban al servicio

de Hitler, Mussolini y Franco. El nombre de Andrés Nin

no figuró en la lista de los dirigentes del P.O.U.M.

enviada ante el tribunal el 29 de Junio. Circulaba el

rumor de su asesinato. El 4 de Agosto el gobierno

publicó una nota en la que decía que Nin había sido

detenido por la policía de seguridad general, trasladado

a una cárcel preventiva y desaparecido. El asunto Nin

tuvo gran repercusión. Antiguo secretario de la C.N.T. y

Page 291: Y durmieron juntos

290

antiguo secretario de la Internacional sindical roja, el

dirigente del P.O.U.M. era mundialmente conocido en

el movimiento obrero y sindical. En España y en el

exterior se multiplicaron las comisiones de

investigación. En las paredes aparecían las palabras

¿dónde está Nin? El ministro de Justicia, Irujo, nombró

a un juez para investigar la desaparición de Nin. La

tesis de los amigos de Nin, “el secuestro, por los

servicios secretos de la policía soviética, la N.K.V.D.”,

ha sido confirmada después por las revelaciones de

Jesús Hernández.

Los hombres del P.O.U.M. y los comunistas anti-

estalinistas no eran los únicos que estaban en la mira

del “gobierno de la victoria”. Pronto sirvió que el

Consejo de Defensa de Aragón no podía conservar la

cuasi-autonomía que había tenido en el gobierno de

Caballero y que hacía de él el bastión de los

extremistas de la C.N.T. y la F.A.I. Su presidente José

Ascanio fue acusado de ser el inspirador de algunas

acciones de las jornadas de Mayo. El 10 de Agosto

apareció el decreto de disolución del Consejo de

Aragón. Argumentaba el haberse quedado al margen

de la corriente centralizadora a la que se debía la

Page 292: Y durmieron juntos

291

victoria. Los comités locales fueron sustituidos y los

locales de la C.N.T. y de las organizaciones libertarias

fueron cerrados. Numerosos dirigentes fueron

detenidos, entre ellos Joaquín Ascaso. El último poder

revolucionario había sido liquidado. Al mismo tiempo el

ala irreductible de la F.A.I. y de la C.N.T. fue herida de

manera decisiva. En los meses siguientes se les quitó

totalmente de la confederación.

Contra las autoridades gubernamentales sólo

quedaba un obstáculo, la oposición de Caballero que

seguía siendo secretario de la U.G.T., su influencia era

todavía importante en el P.S. y en la J.S.U. El 17 de

Octubre dirigió sus últimas palabras ante una gran

multitud. Habló de sus refriegas con los comunistas, de

la manera en que habían tirado a su gobierno,

denunció la coalición de los socialistas de derecha y de

los comunistas y del empleo de la autoridad del Estado

para desplazarlo del mando de la U.G.T. Además

criticó ferozmente la política del gobierno de Negrín sin

lanzar ninguna consigna. Su discurso era el de un

oponente leal que no amenazaba con nada al régimen,

sin embargo produjo una enorme impresión por el eco

que encontró. El gobierno decidió impedirle seguir y el

Page 293: Y durmieron juntos

292

21 en camino para Asturias fue detenido y conducido a

Valencia donde se le dio prisión domiciliaria. Caballero

estaba derrotado y no volvería a desempeñar ningún

papel en la vida política española.

En tanto el gobierno de Negrín veía necesario

montar un dispositivo de represión. Irujo, ministro de

Justicia comenzó a reorganizar los tribunales

populares. La F.A.I. era ilegal, por tanto quedaba

excluida de dichos tribunales. Un decreto del 23 de

Junio de 1937 instituyó a los tribunales especiales

destinados a reprimir los crímenes de espionaje y de

alta traición. Fueron considerados como delitos el

realizar actos hostiles a la República, defender o

propagar nuevas, emitir juicios desfavorables a la

marcha de las operaciones de la guerra o al crédito.

Las penas estipuladas oscilaban entre seis años de

cárcel y la pena de muerte. El 18 de Julio el gobierno

se reservó el monopolio de las emisoras radiofónicas.

El 14 de Agosto una circular prohibió toda crítica al

gobierno ruso y mediante un decreto del 15, por

iniciativa de Prieto se creó la S.I.M. (Servicio de

Investigación Rusa). Este servicio de contraespionaje

se convirtió rápidamente en una policía política

Page 294: Y durmieron juntos

293

todopoderosa que podía decidir sobre detenciones o

liberaciones. El comandante Durán, comunista, jefe del

S.I.M. de Madrid, designaba a militares comunistas

para todos los cargos importantes. Algunos meses

después de su creación, el S.I.M. escapó totalmente a

la autoridad del ministro de Defensa Nacional, contaba

con más de 6000 agentes y dirigía prisiones y campos

de concentración.

De esta manera el Estado “democrático”

reconstituido por Caballero se convirtió bajo el mando

de Negrín en un Estado “fuerte” que seguía

proclamándose “democrático y parlamentario”. Se

seguía hablando de la “revolución popular”, sin

embargo, la realidad era un constante enjuiciamiento a

las conquistas revolucionarias. El gobierno de Negrín

se había proclamado partidario de la libertad de culto,

todos los terratenientes reclamaron sus tierras que les

habían sido quitadas en el 36, tenían el apoyo

gubernamental. En Cataluña se suspendió el decreto

de colectivización y el gobierno tomó en sus manos a

las empresas metalúrgicas y mineras. El ejército

popular se transformó en ejército tradicional y el

Page 295: Y durmieron juntos

294

gobierno prohibió a los militares toda participación en

las manifestaciones políticas.

La revolución había terminado. El Estado estaba

restaurado. Los obreros en las fábricas trabajaban bajo

la estricta disciplina de la “militarización”. Las cárceles

estaban reservadas a los detenidos del P.O.U.M. y de

la C.N.T. Ahora bien: ¿los que habían vencido a la

revolución, podrían ganar la guerra?... Porque sabido

es que para luchar contra Franco, la España

democrática de 1937 estaba tan aislada como la

revolucionaria de 1936...

Page 296: Y durmieron juntos

295

A las Brigadas Internacionales

Quedad que así lo quieren los árboles,

los llanos,

las mínimas partículas de luz

que reanima un solo sentimiento

que el mar sacude:

¡Hermanos!

Madrid con vuestro nombre

se agranda y se ilumina...

Page 297: Y durmieron juntos

296

CAPÍTULO 23

Ha llegado otra vez la hora de la sangre...

La guerra de España había cobrado en 1937 el

aspecto de una guerra ideológica. Sin que otras

naciones se comprometieran demasiado, el conflicto se

había vuelto europeo, de confrontamiento político

general que obligaba a cada potencia a tomar

posiciones. En este sentido es que se crearon las

condiciones políticas para una segunda guerra

mundial. Para las dictaduras de Europa central el

conflicto español ponía a prueba la debilidad de las

democracias y además, generaba gran interés en el

plano militar. Después del fracaso relativo de Julio de

1936 los nacionalistas españoles no eran sino militares

rebeldes que dominaban algunas provincias. En

Octubre Franco había sido nombrado jefe del Estado

español. Las formas legales de gobierno habían

desaparecido a partir de las elecciones de Febrero y

los jefes militares se habían sublevado para

restablecerlas. Las potencias favorables a Franco

mostraban su voluntad de considerar al gobierno legal

Page 298: Y durmieron juntos

297

de España como un adversario. Roma y Berlín habían

prometido ayudar a los jefes del movimiento mucho

antes de que estallara la insurrección ya que

consideraban como adversaria toda amenaza

comunista o aún marxista.

Pero la mayoría de las potencias europeas se

adhirieron al principio de “no intervención”.

Proclamaron oficialmente la prohibición de exportar

armas con destino a España, así parecían disminuir los

riesgos de guerra general. Todas las potencias

acordaron en la creación del “Comité Internacional”

para la aplicación de la no intervención en España.

Este comité se encargaría de llevar adelante un control

real, sin embargo desde los primeros días del mes de

Octubre de 1936 la situación internacional se volvió

tensa. Se conocieron informes que demostraban la

constante intervención de Italia y Portugal en el

conflicto español. El gobierno soviético denunció tales

intervenciones y amenazó con retirarse del convenio

de no intervención. Sabido es que desde el momento

en que los militares rebeldes habían obtenido un éxito

aunque parcial, la ayuda que había sido prometida por

los representantes del gobierno fascista italiano no se

Page 299: Y durmieron juntos

298

hizo esperar. A lo largo de la guerra se hizo todo para

ayudar a Franco y asegurar su victoria. Mussolini no

sólo veía en esta guerra la ocasión de hacer triunfar las

armas italianas y crear bases estratégicas en el

Mediterráneo, sino de combatir contra el “bolchevismo”

que se estaba liberando en España. La ocupación de

Málaga tuvo su importancia en lo político ya que se

trataba de una ciudad roja, los italianos podían

equiparse más fácilmente y dirigirse hacia Madrid. Se

conocen los resultados, fue el fracaso que dio el más

duro golpe a la moral de los italianos. Guadalajara fue

una pesada derrota para el fascismo, allí los italianos

demostraron que no estaban dispuestos a morir por el

ideal mussoliniano. La ayuda italiana alcanzó a fines de

la guerra la considerable suma de 14.000 millones de

liras, además de muchas vidas humanas. Una sola

parte fue devuelta por el gobierno nacionalista.

Por otra parte cierto es que Alemania tenía

menos interés en el Mediterráneo que Italia. Para su

gobierno no era absolutamente necesaria la victoria de

Franco, sin embargo el gobierno nazi se interesó más

en el éxito final del general. Su ayuda en hombres fue

más bien escasa y la mayoría de los técnicos

Page 300: Y durmieron juntos

299

alemanes se agrupaban en la Legión Cóndor,

organizada a partir de Noviembre de 1936 cuando la

resistencia republicana se hizo más intensa. La eficacia

del apoyo alemán se explica en su perfecta

organización y sobre todo en el valor del material

puesto al servicio del ejército nacionalista. Esta fuerza

muy útil en los primeros meses de la guerra resultó

insuficiente cuando comenzó a llegar el material ruso a

los republicanos. Material y municiones alemanas se

siguieron enviando a España a lo largo de toda la

guerra. Las deudas alcanzaron a 500 millones de

marcos. Pero el problema al que Berlín daba más

importancia era el de las sociedades mineras de capital

alemán en España, las que habían de permitir el envío

a Alemania de las materias primas esenciales para su

industria de guerra.

Cualesquiera que hayan sido las tiranteces y

dificultades que surgieron entre los aliados, una deuda

financiera y moral ligaba a Franco con sus socios. En

síntesis, para los rusos como para los alemanes e

italianos, España fue un campo de experimentación y

como contra parte se hace necesario señalar que sin la

aportación rusa, la resistencia republicana no habría

Page 301: Y durmieron juntos

300

podido prolongarse más allá del año 1936. Esta ayuda

indispensable, sin embargo nunca fue suficiente, las

tropas republicanas carecieron siempre de armas de

artillería durante todo el conflicto. Algunos políticos

llegaron a comentar que la política de Stalin determinó

la caída de Largo Caballero, ya que el primero no tenía

ninguna razón para alentar a las organizaciones

revolucionarias C.N.T., F.A.I. o P.O.U.M., cuyo papel

era esencial. España no era a juicio de Stalin, sino un

elemento muy secundario dentro de una situación

internacional inquietante. Rusia no quería verse

envuelta en ningún conflicto ya que temía el

aislamiento. Todavía vivía los recuerdos de su pos

guerra que lanzaron contra el bolchevismo a todas las

potencias europeas, a los Estados Unidos y al Japón.

Sin embargo el advenimiento de Hitler era una

amenaza. Cuando se lanzó la campaña de la no

intervención, la U.R.S.S. se sumó a ella sin vacilación,

decreto que más tarde no respetó. A mediados de

Octubre el material ruso cargado en buques rusos y

extranjeros comenzó a llegar a España. Así pues hubo

un primer cambio, debido a factores diversos y a una

modificación en la política rusa. En primer lugar, la

Page 302: Y durmieron juntos

301

emoción suscitada en el mundo (y más particularmente

en los medios de izquierda de los países occidentales)

dada por el pronunciamiento franquista y la reacción

popular. A pesar de la moderación del gobierno de

Moscú, el conflicto español había cobrado una

extensión demasiado grande como para seguir

manteniéndose al margen. La intervención de los nazis

y de los fascistas italianos era demasiado evidente, la

victoria de Franco había de parecer a ojos de todos

como “su victoria” y por lo tanto como un fracaso de la

política de la U.R.S.S. La decisión de intervenir en

España fue anunciada a principios de Septiembre y los

envíos se sucedieron a partir de Octubre de 1936 a

Marzo de 1937. Lo mismo que Alemania a Franco, la

U.R.S.S. no regaló sus armas a la República española.

Desde las primeras negociaciones, se previó que el oro

del Banco de España habría de financiar los

suministros. El envío a Rusia de la mayor parte del oro

español provocó más tarde violentas controversias

entre los dirigentes republicanos. Pero por moderada

que haya sido la ayuda rusa, es lo que permitió al

gobierno de Valencia continuar su resistencia.

Page 303: Y durmieron juntos

302

A los pocos militares rusos hay que añadir los

comunistas extranjeros formados en la Unión Soviética,

los que desempeñaron un papel esencial en la

organización y el enfrentamiento de las brigadas

internacionales. Durante los primeros meses de la

guerra, en la época de las milicias revolucionarias, un

pequeño número de extranjeros acudió

espontáneamente para combatir en las filas

republicanas. Así se formaron los primeros grupos de

voluntarios extranjeros a los que se agregaron

militantes del antifascismo: italianos, alemanes,

franceses, belgas, que se organizaron para defender a

Madrid. Fue recién a partir de Noviembre cuando

entraron en combate en el frente español las brigadas

internacionales, momento en que empezaba a aflojarse

la resistencia republicana y siguieron participando

hasta fines de 1938. Combatieron en Madrid, Teruel,

Málaga, Guadalajara. Se los encontró más tarde en

Brunete, Belchite y por último en la batalla del Ebro. El

papel determinante de estas brigadas hace que hoy

todavía se hable de ellas en España. ¿Quiénes eran

aquellos combatientes? ¿De dónde vinieron? ¿Cómo

fueron preparados y lanzados a la batalla? Estos

Page 304: Y durmieron juntos

303

combatientes eran sobre todo antifascistas alemanes e

italianos expulsados de sus países por los regímenes

de Hitler y Mussolini y que aprovecharon aquella

ocasión para reanudar la lucha contra la dictadura de

sus países. También se contaron entre los voluntarios

llegados a España a ingleses, norteamericanos,

canadienses, yugoslavos, húngaros, checos, búlgaros,

polacos, albaneses, asiáticos, africanos. Muchos de

ellos habían pasado la guerra 1914 - 1918. El primer

problema que se planteaba a las organizaciones de las

brigadas, era el de dar una determinada unidad a estas

fuerzas heterogéneas para integrarlas después al

ejército español. A este papel respondió la creación del

“centro de Albacete”, ciudad no elegida al azar ya que

allí el Quinto regimiento poseía una importante base.

En total fueron 53 países los que estuvieron

representados en las brigadas internacionales y hasta

hoy, se recuerda en España la fraternidad entusiasta

de aquellas brigadas...

Page 305: Y durmieron juntos

304

“Hay un valle en España llamado Jarama,

es un lugar que todos conocemos muy bien,

porque en él destrozamos nuestra juventud...

y nuestra edad madura en gran parte también...”

Poema de un joven voluntario inglés

Las dos sangres de ti en mí se juntan...

mi piel, en tiras para hacerte vendas...

y mis huesos marchando en tus soldados...

Nicolás Guillén

Page 306: Y durmieron juntos

305

CAPÍTULO 24

Mis huesos marchando en tus soldados...

Desde una primera mirada hacia el Norte de

España, se encontraban allí, dos zonas de resistencia

sólida y de regímenes políticos diametralmente

opuestos. Por un lado el País Vasco, conservador,

católico y al que sus aspiraciones habían pasado al

bando de la República. Por otro lado, la Asturias

obrera, bastión de la revolución de Octubre de 1934 y

de Julio de 1936. En el centro y por contraste había

una zona de debilidad, era la región de Santander. No

sólo no había mando militar unificado para las tres

zonas sino que existía oposición y desconfianza de una

región a otra. Desde Agosto de 1936 comenzaron las

dificultades. En Asturias se dio caza a sacerdotes y

religiosos, y se colectivizaron sus empresas. En el País

Vasco la Iglesia continuó con todas sus libertades y no

se afectó para nada a la propiedad. Asturianos y

vascos se enfrentaban en permanentes luchas. La

burguesía sabía que no le estaba cerrado todo el

porvenir en el caso de una victoria franquista.

Page 307: Y durmieron juntos

306

Después de los fracasos sucesivos ante Madrid,

Franco consideraba que no sería fácil una victoria

contra el Norte ya que sus reservas eran débiles. Su

táctica de atacar y reducir región por región en la

España republicana le permitiría concentrar material

importante en un frente restringido. El aislamiento del

Norte hacía de la región el sector señalado para la

realización de semejante empresa. Además, la caída

del Norte tenía un valor económico que podría ser

decisivo para el desenlace de la guerra, ya que la

mayor parte de la industria metalúrgica española se

encontraba allí. La posesión era importante para

futuras negociaciones internacionales. Alemania que

tenía necesidad de hierro, no podía menos que apoyar

a semejante operación. Inglaterra que también tenía

esta necesidad, no podía ignorar a la autoridad

establecida en esta región, fuese republicana o

franquista. Al general Mola se le encargó la operación

más importante y más fácilmente realizable, la

conquista de Vizcaya. El episodio más célebre se dio

con el bombardeo y destrucción de Guernica por parte

de la aviación alemana el 24 de Abril de 1937. Este

bombardeo tuvo enorme repercusión que llega a

Page 308: Y durmieron juntos

307

nuestros días. Guernica era la verdadera capital

religiosa del país vasco. Sin embargo las fuerzas

nacionalistas tuvieron que ser reorganizadas y

reforzadas antes de atacar las fortificaciones de Bilbao.

El mes de mayo se dedicó a la preparación de la

batalla decisiva y el 12 de Junio el “cinturón de hierro”

fue roto. Los vascos que habían luchado hasta

entonces, consideraron que ya no había manera de

resistir y al evacuar Bilbao hicieron más rápida la

victoria nacionalista pero así impidieron la destrucción

que les parecía entonces inútil.

En definitiva, la conquista del Norte fue más que

una etapa en la guerra, representó para los rebeldes su

primera gran victoria desde el momento en que la

batalla delante de Madrid había cambiado de aspecto.

Militarmente no sólo mostró la superioridad del ejército

nacionalista sobre los combatientes vascos y

asturianos divididos y mal armados, sino que probó

que en aquel momento por lo menos, el ejército de

Valencia y de Madrid era incapaz de interrumpir

eficazmente una ofensiva nacionalista. La conquista

del Norte no dio solamente a los nacionalistas ventajas

económicas y estratégicas, fue también una seguridad

Page 309: Y durmieron juntos

308

dada a los estados extranjeros de que un

reavivamiento no podría ser vencido por las armas.

Afirmó la superioridad militar de Franco en el momento

en que a ojos de todos, en la España rebelde se

convertía en el “jefe indiscutible de la cruzada”. La

dominación del ejército impuso inmediatamente el

orden por el temor. La situación política permanecía

confusa en la zona nacionalista durante los primeros

meses. Se proclamó el estado de sitio, ya no había

sindicatos ni partidos de obreros o republicanos. La

resistencia obrera y campesina de Asturias y

Extremadura fue decapitada desde las primeras

victorias nacionalistas.

El poder quedó en manos de Queipo de Llano,

de Mola y de Franco. La autoridad política militar se le

confió al general Franco. El 1º de Octubre de 1936,

Franco se había convertido en el generalísimo y en el

jefe del Estado. Se formó entonces el gobierno

provisional nacionalista que respondía a los

imperativos del momento: “llevar a cabo la guerra”.

Este sistema político debería llegar a su fin cuando

entraran las tropas nacionalistas en Madrid. La capital

provisional era Burgos pero el estado mayor tenía su

Page 310: Y durmieron juntos

309

sede en Salamanca. El segundo hombre del estado

provisional era el hermano mayor de Francisco Franco,

el general Nicolás Franco, al que se le atribuyó la

Economía de Guerra, el Orden Público y las

Relaciones Exteriores. El tercer hombre fue el

general Sangróniz, fiel partidario de Franco desde el

primer momento. Se encargó de los enlaces entre las

Canarias y España. Se nombraron además ministros y

secretarios para las distintas áreas. La prensa y

propaganda se le confió a Millan Astray. Por último se

creó la Junta Técnica encargada de Finanzas,

Agricultura, Justicia, Industria, Comercio y

Abastecimiento, Trabajo, Enseñanza, Obras Públicas y

Comunicaciones.

Por consiguiente Franco ejerció el poder

directamente o por intermedio de sus amigos, pero al

parecer, en Octubre no habría hecho todavía una

elección en lo concerniente al porvenir. De todas

maneras se convirtió en el “generalísimo”, en el

“caudillo”. Así se completó una primera evolución

política, el que habría sido uno de los principales jefes

del movimiento, pasó a ser “jefe militar supremo”. Pero

el general Franco tuvo que resolver las contradicciones

Page 311: Y durmieron juntos

310

profundas que dividían a las fuerzas políticas sobre las

que se apoyaba. Para que su autoridad absoluta no

fuese puramente nominal, tuvo que conciliar las

tendencias conservadoras de los tradicionalistas y las

ideas de los falangistas que querían una renovación

total del Estado. Para hacer esto disponía de un medio

radical: la creación de un “Partido Único” del que sería

el jefe indisputado, a imitación de lo que habría

ocurrido en Italia y en Alemania. Las reformas que este

partido traería habían sido pensadas desde hacía

tiempo por Franco. Su aplicación fue lenta y con el

deseo de obtener el consentimiento de todos a través

de la negociación. Se disolvieron los antiguos partidos

de derecha, también desapareció la Acción Popular de

Gil Robles.

Franco habría dado a entender antes del 19 de

Abril de 1937 que la Falange sería el fundamento de su

Partido Único. El nuevo partido así constituido se

convirtió en el instrumento de gobierno del que se valió

Franco, jefe del Estado, jefe del Gobierno, jefe nacional

del Movimiento, generalísimo, su autoridad quedó

afirmada con mayor vigor en todos los dominios. La

organización del Partido Único dio un medio de control

Page 312: Y durmieron juntos

311

y de acción sobre todas las actividades de España. Era

el paso decisivo hacia la realización del nuevo Estado

español, de estructura dictatorial. Pero hubo que

esperar hasta los primeros días del año 1938 para que

se constituyese un gobierno. Entre tanto, se habían

producido dos hechos importantes que contribuyeron a

reforzar todavía más la posición del caudillo; el primero

fue la victoria alcanzada en el Norte y el segundo la

adhesión oficial del clero y el apoyo sin reservas que

éste prestó al nuevo régimen. Dos años después del

pronunciamiento de 1936, Franco se convirtió en el

sucesor de los Reyes Católicos, la superioridad de las

armas parecía estar a punto de darle el dominio total

del país y así pudo declarar el 20 de Julio: “Hemos

ganado la guerra”.

Page 313: Y durmieron juntos

312

A veces cuando veo lo que pasa

en el mundo, me pregunto:

¿ para qué escribo?

Pero hay que trabajar, trabajar ...

Trabajar, aunque piense uno

que realiza un esfuerzo inútil.

Trabajar como forma de protesta.

Porque el impulso de uno

sería gritar todos los días al despertar

en un mundo lleno de injusticias

y miserias de todo orden...

¡Protesto! ¡Protesto!

Federico García Lorca

Page 314: Y durmieron juntos

313

CAPÍTULO 25

Un ejército, una religión, un pueblo...

Al parecer, Franco pretendía instaurar en el

Estado “una disciplina semejante a la de los ejércitos”.

Era sorprendente encontrar tranquilidad en regiones

como Andalucía y Extremadura que habían figurado

entre las más rojas antes de Julio de 1936. Sin duda la

represión contra la agitación revolucionaria habría sido

aquí particularmente sangrienta. Se tomaron medidas

contra todos los considerados rebeldes. Al igual que en

la zona republicana, en materia de represión, se pasó

del terror organizado a un remedo de justicia. Se dieron

desde los fusilamientos en masa, a la “instrucción

sumarial” y luego, a partir de Febrero de 1937, a la

acción sistemática de los consejos de guerra. Estos

estaban habilitados para juzgar los delitos de rebelión,

sedición, resistencia y desobediencia a la Autoridad.

Toda persona que insultase a un militar o funcionario

se exponía a una sanción. La represión era cosa

cotidiana tanto en la zona republicana como en la

nacionalista. Así todos los que sostuvieron a la

Page 315: Y durmieron juntos

314

República después del 18 de Julio estaban

amenazados. Fueron perseguidos inclusive partidarios

del Movimiento cuya actitud se consideraba

subversiva. Condenaciones, medidas de depuración y

de vigilancia se multiplicaron y siguieron aplicándose

hasta fines de la guerra. Se consideró responsables a

los que organizaron las elecciones de 1936, a los que

fueron candidatos del gobierno a las Cortes de 1936 y

de manera general a los que en 1934 a 1936

contribuyeron a la subversión. Las medidas de

vigilancia se extendieron a todos los medios de

propaganda e información: la radio, el cine y la prensa.

A partir de 1938, el Estado falangista se convirtió

en el Estado nacional-sindicalista. El Estado nuevo

debía mostrar a todos, una vocación social. Se

pretendía una afirmación de principio. “El trabajo se

exigía a todos”, pero “todos tienen derecho al trabajo”.

Se instituyó el día del trabajo que por oposición al 1º de

Mayo de los “rojos”, se fijó el 18 de Julio, aniversario

del “glorioso levantamiento” y que se había de llamar

“La fiesta de la exaltación al trabajo”. La Falange

intervenía en todas las secciones sindicales que

estaban sometidas a la autoridad de sus jefes y que

Page 316: Y durmieron juntos

315

encuadraba a todos los trabajadores, además

intervenía en la vida del país a través de las obras

sociales. Se organizó el “Servicio Social” que prestaba

socorro a los huérfanos, enfermos, y trabajadores

viejos, tarea en la que trabajaban mujeres entre 17 y

35 años. Quedaban exentas de este servicio las

mujeres casadas, las enfermas y las viudas.

Independientemente de la Falange, el gobierno

nacionalista se interesó en dos problemas nacidos de

la guerra: la ayuda a los familiares de los combatientes,

para lo que se creó un “fondo de beneficencia”,

alimentado por un impuesto del 10% sobre los

productos de lujo (venta de tabaco, entrada a

espectáculo, consumos de café, asistencia a

restaurantes, venta de perfumes) y la colocación de

niños huérfanos en familias que fuesen capaces de

darles “una buena educación”. Estas familias debían

ser de “buenas costumbres, de religión y de moral”,

para poder dar a los niños recogidos una “educación

cristiana y el santo amor a la patria”. Bajo el presente

régimen fue indudable la influencia de la Iglesia

Católica, la que fue aumentando grandemente en la

España nacionalista. Gran parte de los sacerdotes

Page 317: Y durmieron juntos

316

españoles habían aprobado y sostenido a la rebelión

desde el principio. Algunos sacerdotes dijeron en sus

sermones “hay que barrer toda esta basura ... os

advierto: ¡todo el mundo a misa! ¡No admito excusas!”.

La obligación de asistir a misa en los primeros meses

de la guerra era apoyada con serias amenazas. De

todas maneras, algunos otros sacerdotes tuvieron el

valor de protestar contra las ejecuciones en masa y

corrieron el riesgo de ser víctimas de paseos. Se dio la

alianza del gobierno nacionalista con el vaticano, se

suprimió la legislación contra el divorcio.

Pero fue en el campo de la enseñanza donde se

dejó sentir más la acción del clero, sobre todo después

de 1938. Fueron cerrados los institutos nacionales de

Santander, Lérida y Talavera. La instrucción religiosa

se hizo obligatoria, así en la enseñanza primaria como

en la secundaria. La meta de la enseñanza era dar la

idea de que la vida es “combate, sacrificio, disciplina,

lucha y austeridad”.

El espíritu de sacrificio y el valor militar de las

tropas nacionalistas, eran indiscutibles. Se

multiplicaron las academias militares. Se tomaron

algunas disposiciones particulares de disciplina para

Page 318: Y durmieron juntos

317

las tropas moras. El ejército se reforzaba cada día. En

el momento de la batalla de Teruel, el ejército

franquista contaba con 600.000 hombres. Desde fines

de 1937 se llevó a cabo la fusión en una fuerza única

de las tropas regulares y de las milicias. Así

desaparecieron no solamente los partidos políticos,

sino la posibilidad de que llegaran a resucitar un día

como fuerzas de combate.

El Partido Único, la Iglesia y el Ejército eran los

tres pilares de la nueva España, sin embargo las

condiciones de vida obrera y campesina seguían

siendo iguales de malas. Ni siquiera se había pensado

en la “indispensable reforma agraria”.

En realidad detrás de la dictadura de Franco,

estaba la dominación de una clase o más exactamente

de una casta social. La España de Franco era la de los

grandes propietarios, de la antigua aristocracia, la de

los grandes oligarcas. El ejército y el partido eran los

instrumentos de su autoridad. Pero a fines de 1937 y a

pesar de los éxitos no tenían todavía la certidumbre de

la victoria.

Page 319: Y durmieron juntos

318

La muerte acechaba entre los olivares

escogiendo a los hombres,

su dedo de plomo señalaba

una y otra vez...

Joven voluntario inglés

Page 320: Y durmieron juntos

319

CAPÍTULO 26

Un largo camino hacia el fin...

Indiscutiblemente la situación militar a fines de

1937 era muy inquietante para los republicanos. La

impresión dominante después de la caída del Norte era

de una impotencia total. Todas las tentativas para

limitar los éxitos nacionales habían fracasado. El fin de

los combates en Asturias liberó a tropas nacionalistas

numerosas y bien entrenadas que se emplearon en

otros frentes. De los tres sectores que los nacionalistas

podían elegir, dos estaban defendidos, el del sur que

seguía dirigido por Queipo de Llano y el del Norte

mandado por Dávila. La concentración más importante

de tropas se encontraba alrededor de Madrid. Por

primera vez desde Guadalajara, Franco consideró que

estaba en condiciones de dar el golpe a la capital, a

pesar de la defensa bien organizada que allí se

encontraba. El estado mayor republicano tenía

conciencia de que si dejaba tomar una vez más la

iniciativa, corría el riesgo de la derrota, así pues se

veía obligado a la ofensiva. El 8 de Diciembre de 1937

Page 321: Y durmieron juntos

320

el consejo superior de guerra aprobó la elección de

Teruel como objetivo. Las posiciones parecían

favorables para un ataque que comenzó el 15 de

Diciembre. Las fuerzas republicanas no eran

suficientemente numerosas para realizar al mismo

tiempo la conquista de la ciudad y proseguir el ataque

en profundidad. Desde el 23 al 28 de Diciembre se

extendía un período de estabilización, durante este

tiempo los franquistas trajeron refuerzos que les

permitieron sostenerse y aún contraatacar. Tuvieron

que elegir entre defender Teruel o preparar un ataque

sobre Madrid.

Franco decidió aceptar la batalla en el terreno

del adversario. Comenzó por enviar tropas retiradas del

frente de Aragón, divisiones del cuerpo de Galicia y del

cuerpo de Castilla. La dirección se le encomendó a

Dávila con la misión de liberar a Teruel. Esta afluencia

de tropas obligó a los nacionalistas a desviar la

ofensiva sobre Madrid, en la que no se volvió a pensar

hasta fines de la guerra. A pesar de las condiciones

difíciles, el 7 de Enero de 1938 retornó la calma, los

defensores de la ciudad habían capitulado, Teruel

estaba en manos de los republicanos, la lucha había

Page 322: Y durmieron juntos

321

sido dura y larga, la esperanza de hacer de Teruel un

nuevo Alcázar resultó vana. Un comunicado anunció

“Teruel pertenece totalmente a la República”.

Mas Franco no pudo quedarse con esta derrota.

A partir del 15 de Enero la superioridad aérea de los

nacionalistas pudo manifestarse de nuevo. Un doble

ataque se produjo el 5 de Febrero que permitió obtener

un primer éxito. El peligro sobre Teruel hizo que la

defensa republicana se mantuviera firme a pesar de

estar muy agotada por las batallas de desgaste. Teruel

fue desbordado y el 22 de Febrero evacuaron por

completo la ciudad. La batalla había terminado. Esto

fue considerado como un cambio grave en el curso de

la guerra civil. Hasta entonces se había manifestado un

cierto equilibrio de fuerzas en el plano militar, pero en

Teruel ese equilibrio había quedado definitivamente

roto.

El imperativo del gobierno de “vencer a Franco

primero” estaba en dificultades. Habría que admitir que

el gobierno de Negrín, casi no había tenido tiempo

antes de los primeros combates de envergadura, de

tomar en sus manos la organización de la guerra. La

batalla de desgaste de Teruel había fracasado y

Page 323: Y durmieron juntos

322

sometido a dura prueba, a los hombres obligados a

combatir durante demasiados días sin ser relevados. Si

los planes de Franco de atacar Madrid habían sido

trastornados, la batalla de Teruel obligó a los

nacionalistas a concentrar sus tropas a uno y otro lado

de la ciudad, lo que puso a disposición del mando

nacionalista una maniobra indiscutiblemente superior:

tres cuerpos de ejército contra uno republicano. El

ataque a Aragón comenzó el 9 de Marzo de 1938,

Franco concentró efectivos considerables, apuntaban

en realidad hacia el Mediterráneo y quería cortar en

dos a la España republicana. El ataque nacionalista no

fue una sorpresa, pero encontró a las tropas

republicanas en plena organización. Las columnas

motorizadas italianas y los marroquíes avanzaron sin

encontrar prácticamente resistencia. Los nacionalistas

fueron los primeros sorprendidos por la amplitud de su

éxito. Algunos presintieron el final inminente del

conflicto.

El éxito nacionalista fue decidido por un ataque

por sorpresa del ejército marroquí que atravesó

bruscamente el Ebro. Entre Mayo y Julio conscientes

del peligro que corría la zona sur, el estado mayor

Page 324: Y durmieron juntos

323

republicano había reagrupado sus tropas y lanzado el

contraataque del Ebro que obligó al estado mayor

nacionalista a aflojar su presión sobre Levante.

Valencia quedó provisionalmente salvada. Sin embargo

desde Julio de 1938 la situación militar de los

republicanos se había agravado considerablemente.

Aragón se había perdido. Se había probado

definitivamente la superioridad material de los

nacionalistas.

El desastre de Aragón tuvo una consecuencia

política directa: una crisis en el seno mismo del

gobierno. Después de la caída de Largo Caballero, la

salida de Prieto del ministerio de Defensa Nacional fue

el acontecimiento político más importante en la zona

republicana. Durante largo tiempo Indalecio Prieto

había sido el hombre fuerte de Negrín. Éste, no quería

confiar la cartera de defensa a otra personalidad, sino

que habría de encargarse él mismo. Cuando Prieto

abandonó el ministerio, lo que había cambiado era la

situación militar en la España republicana. La pérdida

del Norte y el desastre de Aragón conducían a

opiniones políticas que oscilaban entre la resistencia o

la negociación. Algunos comentaristas aludían a las

Page 325: Y durmieron juntos

324

presiones de los dirigentes del P.C. para destituir a

Prieto de su ministerio. Para éste, el apoyo comunista

había sido indispensable para la restauración del

Estado, como lo había sido en el comienzo, el de Largo

Caballero. Pero una vez restaurado el Estado, el

dominio que ejercían los comunistas sobre el ejército y

la policía le parecía peligroso. Después del desgaste

de Aragón, Negrín quería ante todo endurecer la

resistencia, en cambio Prieto ya no creía más que en la

negociación. Es probable que Negrín no haya tenido

que ceder a las presiones de los comunistas, la lógica

de su política hacía imperativa la destitución de Prieto

que se había convertido en su adversario y en el del

P.C. Negrín y del Vayo, su brazo derecho, pensaban

que el simple hecho de aguantar, daba todavía a la

República una oportunidad de vencer.

El verano de 1937 había quedado señalado por

una serie de incidentes marítimos que consistieron en

ataques a barcos mercantes y de guerra españoles,

por aviones y submarinos. La crisis generada por esta

piratería, afirmaron en el Mediterráneo las relaciones

internacionales. ¿De dónde provenían esos ataques?.

¿La meta que se quería alcanzar, era el bloqueo por

Page 326: Y durmieron juntos

325

mar de la España republicana?. De hecho era una

nueva forma de guerra. La guerra europea se estaba

preparando en la Europa central.

El gobierno de Negrín contempló una vez más la

posibilidad de internacionalizar el conflicto. La ofensiva

del Ebro fue una operación tanto política como militar.

Obligar a los franquistas a desviarse de Levante hacia

Cataluña, fue el primer objetivo que se propuso el

estado mayor republicano. En total 50.000 hombres

pasaron el Ebro a pesar de la reacción violenta e

inmediata de los nacionalistas, que pronto mostraron

su superioridad. A partir del 1º de Agosto comenzó la

verdadera batalla, fue la “lucha de la abundancia contra

la pobreza”. La pérdida de Cataluña se decidió en el

Ebro. El general Franco se vio obligado a retirar tropas

de Levante y dirigirlas al Ebro, al igual que en Teruel,

aceptó combatir en el terreno elegido por sus

adversarios, pero aceptó este desafío, seguro de su

superioridad militar, cada día más evidente. La batalla

del Ebro fue todavía más sangrienta que la de Teruel.

El 23 de Diciembre de 1938 comenzó la ofensiva

contra Cataluña. La fatiga de las tropas republicanas

se sumaba a la falta de material. El hundimiento se

Page 327: Y durmieron juntos

326

produjo en los primeros días de Enero de 1939.

Barcelona fue diametralmente bombardeada. La

propaganda decía: “Cataluña está en peligro... todos a

las armas” o también “Ganemos la batalla y ganaremos

la guerra”. La población de la ciudad no estaba

preparada para una resistencia, sobrevivir allí se había

convertido en el primero de los problemas. Desde el 23

de Enero, el presidente Negrín y sus ministros

abandonaron la ciudad.

La pérdida de Barcelona no tuvo para los

republicanos una importancia estratégica enorme, pero

la rendición incondicional de la capital sí tuvo una

influencia decisiva en la moral de la población de toda

la zona republicana. A partir de ese día, comenzó la

agonía de la República. El hundimiento del

frente y los rumores que circulaban, lanzaron a multitud

de refugiados hacia la frontera francesa. Ya no había ni

orden ni policía, sólo una vasta anarquía. Era el caos

de la derrota y la desesperación. El 30 de Enero las

autoridades francesas sólo permitieron el paso de los

enfermos, las mujeres y los niños, los que fueron

considerados como refugiados. En los últimos días

también pasaron la frontera los dirigentes de la

Page 328: Y durmieron juntos

327

República. A partir de entonces la suerte del territorio

republicano ya no se discutió en España, sino en

Francia, en el consulado español de Toulouse, donde

el gobierno de Negrín encontró asilo después de la

derrota de Cataluña. La ausencia del gobierno se

constituyó en un factor desmoralizante. Los

bombardeos incesantes aterrorizaban a las

poblaciones urbanas, eran muchas las personas a

evacuar. Sin embargo no era la evacuación lo que el

gobierno de Negrín consideraba más urgente. Franco

por su parte, no quería negociar con Negrín. No

quedaba más que resistir. Los ministros refugiados en

Toulouse aceptaron regresar, salvo Giral y Azaña. Este

último, se quedó en París y dimitió el 2 de Marzo. Su

sucesor legítimo Martínez Barrio, presidente de las

Cortes tampoco dio a Negrín el aval legal de su

presidencia y se negó a regresar a España.

Después de su llegada a España, Negrín reunió

a los jefes militares, los que declararon que era

necesario negociar para evitar el desastre. El coronel

Segismundo Casado era uno de los militares

profesionales que formaba el estado mayor de

Caballero, pasaba por ser hombre de izquierda. Era

Page 329: Y durmieron juntos

328

muy hostil al P.C. y consideraba que era el exceso de

los mandos comunistas, lo que había llevado a las

democracias occidentales a abandonar la República.

Como militar consideraba que la resistencia era

imposible. Ahora bien, Franco no negociaría mientras

Negrín, del Vayo y los comunistas dominasen la

República. Por lo tanto pensaba que había que

eliminarlos para obtener una paz honorable. Casado

estaba convencido de que los partidarios de las

negociaciones contarían con el apoyo británico en

cuanto hubiese desaparecido la influencia comunista.

Propuso a Negrín obtener el regreso de Azaña y formar

un nuevo gobierno de republicanos y de socialistas,

excluyendo al P.C. De hecho había tomado contactos

políticos para derrocar al gobierno. El gobierno de

Negrín estaba al corriente de la situación y de los

peligros que traía aparejado. Detrás de Negrín estaba

la fuerza considerable del P.C., de sus unidades

militares, de su policía. El 2 de Marzo Negrín había

hecho su elección y el consejo de ministros ratificó una

serie de cambios en el alto mando. Propuso la

reorganización del estado mayor central, Casado sería

jefe del mismo.

Page 330: Y durmieron juntos

329

A quienes acusaron a Negrín de haber

ejecutado de tal manera un verdadero golpe de Estado

y haber entregado el poder a los comunistas, éste

replicó que como el gobierno había decidido la

resistencia, tenía el deber de colocar en los puestos de

mando a los partidarios de la resistencia. Para los

adversarios del gobierno, las medidas tomadas no

tenían más que una significación: en lo sucesivo, el

P.C. sería el único que controlaría la evacuación y el

único que dispondría de poder. Estos cambios

realizados por el gobierno fueron mal recibidos. Los

técnicos militares, los partidos y sindicatos, y una gran

parte de la población, vieron en ello el predominio de

un partido cuyo comportamiento había despertado

muchos odios y rencores. Fue también una ocasión

inesperada para los conspiradores, que de tal manera

manifestaron su oposición a la vez, a un golpe de

Estado comunista y a la prolongación inútil de la

guerra, de sus matanzas y de sus miserias. Casado

estaba dispuesto a rebelarse contra el gobierno y

concertar la paz. “Sólo nosotros, los generales,

podremos librar a España de la guerra”, declaró a sus

antiguos compañeros de armas. “Les doy mi palabra

Page 331: Y durmieron juntos

330

de que puedo conseguir de Franco mejores

condiciones de las que pueda conseguir Negrín,

incluso puedo asegurarles que respetarán nuestra

graduación”.

Casado estaba preparando un golpe de Estado

contra Negrín. En Madrid continuaba conspirando y

recibió el apoyo de la mayor parte de los coroneles no

comunistas y de los partidos políticos no comunistas.

Negrín estaba presidiendo una reunión ministerial

cuando recibió un llamado: ¿Qué ocurre en Madrid, mi

general?. “Me he sublevado” contestó Casado. ¿Contra

quién, contra mí?. “ Sí, contra usted”. Negrín dijo que

aquello era una locura. El 5 de Marzo culminaba la

conspiración de Madrid. Nuevamente los jefes militares

se habían convertido en dueños de la situación. Una

nueva guerra civil había causado 2.000 muertos, sin

embargo no hubo verdaderos combates más que

alrededor de Madrid. En el momento en que los

oficiales comunistas tomaban las armas en Madrid

contra la Junta de Casado, el gobierno abandonó

España. Negrín y del Vayo tomaron el avión para

Francia.

Page 332: Y durmieron juntos

331

Esta guerra civil tuvo por lo menos un resultado,

el de comprometer definitivamente la realización del

objetivo común a dos partidos. Los amigos de Negrín

han señalado que la Junta Casado no había hecho

más que retornar la política del presidente, pero sin las

posibilidades de realizarla. Los partidarios de Casado

han replicado que fue la sublevación comunista la que

dio un golpe mortal a las minúsculas posibilidades de

resistencia. Como sea, ésta última ya no era posible.

La Junta tuvo las manos libres para negociar, pero fue

de desilusión en desilusión. Franco pretendía una

capitulación, que la aviación se rindiese el 25 y todo el

resto del ejército el 27. La aviación no se había rendido

como Franco quería, la Junta estaba en las últimas.

Casado creía que podía evacuar Madrid en tres días.

El 26 la Junta anunció a Franco que la aviación se

rendiría el 27 y le pidió fijar la fecha de la capitulación.

La respuesta de Franco no admitía réplica. Las tropas

nacionalistas iban a atacar, las tropas republicanas

debían rendirse agrupando a los soldados en brigadas

después de haber abandonado sus armas...

Para esta clase de capitulación no había

necesidad de gobierno, la Junta ya no lo era. El Estado

Page 333: Y durmieron juntos

332

republicano se había disuelto. Ya no había ni ejército ni

autoridad, todo había terminado. Madrid fue tomada

pocos días después, allí se dio lugar al desfile de la

victoria. La dominación de Franco se extendió a toda

España y el desfile de la victoria ocurrió en los días 20

al 26 de Mayo. La guerra había llegado a su fin...

Esos hombres, que han caído embravecidos en la batalla,

luchando magnánimamente por un ideal grandioso

y que ahora, abrigados en la tierra materna,

ya no tienen odio, ya no tiene rencor,

y nos envían con los destellos de su luz,

tranquila y remota como la de una estrella,

el mensaje de la patria eterna

que dice a todos sus hijos:

Paz, Piedad y Perdón”

Manuel Azaña

Discurso en Barcelona: 18 de Julio de 1938.

Page 334: Y durmieron juntos

333

Romance del desterrado

¡Ay, nuevos campos perdidos,

campos de mi mala suerte!

ahí se quedan tus olivos

y tus naranjos nacientes.

Brilla el agua en tus acequias,

surcan las tierras tus bueyes

y yo cruzo tus caminos

y jamás volveré a verte.

No tengo casa ni amigos

ni tengo un lecho caliente,

ni pan que calme mi hambre

ni palabra que me aliente.

Brilla el agua en tus acequias,

surcan las tierras tus bueyes

y yo cruzo tus caminos

y jamás volveré a verte.

Emilio Prados

Page 335: Y durmieron juntos

334

CAPÍTULO 27

Y ahora... el éxodo y el exilio...

La contienda de 1936 - 1939 dio lugar a que un

importante contingente del bando perdedor se viera

obligado a exiliarse. Es imposible precisar el número

exacto de los refugiados que abandonaron España.

Para todos ellos comenzó la terrible prueba del exilio.

Las especiales circunstancias de la postguerra civil

hicieron que la expatriación de los españoles que

defendían a la República, fuera singularmente amarga

y larga. Desde el 28 de Enero al 10 de Febrero de

1939, casi un millón de españoles pasó a Francia por

todos los puertos, pasos y collados de los Pirineos. El

refugio y el asilo en tierra francesa era la única salida

que se ofrecía a los combatientes republicanos y a los

miles de civiles que con ellos se retiraban en los

angustiosos momentos del fin de la campaña de

Cataluña. Sin demasiado entusiasmo las autoridades

francesas concedían el asilo que le pedían los

republicanos vencidos. A mediados de Enero, el

gobierno de Negrín solicitó al de París que admitiera un

Page 336: Y durmieron juntos

335

contingente de 150.000 refugiados civiles. El gobierno

francés aplazó su respuesta hasta el 26 de Enero en

que decidió responder. Únicamente se ofreció para

recibir unos 3.000 niños. Sin embargo el 1º de Febrero,

150.000 mujeres, niños y ancianos fueron recibidos y

repartidos por toda la geografía francesa. La tragedia

final de la República no pude tener imagen más

expresiva que la de los niños ateridos, caminando por

senderos nevados o llevados en brazos por sus

padres, alcanzando los pasos pirenaicos, huyendo de

los bombardeos y de la invasión. Toda una infancia

abandonada, temerosa y desnutrida, fue la auténtica y

gran perdedora de la guerra civil española.

Durante las siguientes semanas, cerca de

300.000 hombres en edad militar, pasaron a tierra

francesa a los que les esperaba la dura experiencia de

los campos de concentración. Este fue el gran éxodo

de Cataluña, éxodo que afectó a 470.000 hombres

españoles y unos pocos millares de las brigadas

internacionales. Este éxodo constituyó sin duda la

oleada de expatriados más importante y conocida que

produjo la guerra civil española, pero no fue el único. A

lo largo de toda la contienda, hay al menos cuatro

Page 337: Y durmieron juntos

336

momentos en los que se producen masivas

expatriaciones forzosas de republicanos españoles,

motivados por las operaciones militares, todas ellas en

momentos difíciles y penosos para los fugitivos.

La primera oleada la produce la campaña de

Guipúzcoa en las últimas semanas del verano de 1936.

Fueron unos 15.000 españoles en casi su totalidad no

combatientes los que pasaron a Francia. La segunda

se produce desde Junio a Octubre de 1937, meses en

los que se desarrolla la guerra en el Norte. Se produce

una casi constante corriente de españoles a Francia,

alcanzando el número de 150.000, en su mayor parte,

población civil y una pequeña proporción de

combatientes. En la primavera de 1938 se produce la

tercer oleada de españoles que se dirige también a

Francia, a consecuencia del desarrollo de la guerra, se

trata de una buena parte de la población civil y de

soldados republicanos, un total de 25.000 personas,

pero ahora la mayoría combatientes. Desde luego, no

todos los españoles que tomaron el camino a Francia

se quedaron al otro lado de los Pirineos, en parte,

porque deseaban volver pronto a su patria y en parte

también, porque las autoridades francesas estimulaban

Page 338: Y durmieron juntos

337

frecuentemente la repatriación. La última oleada tiene

lugar en las semanas finales de la guerra. Se inicia con

la salida de la flota republicana el 5 de Marzo de 1939

y termina con los precipitados y angustiosos

embarques de última hora hacia los puertos argelinos.

Un total de 10.000 fugitivos constituyeron esta oleada

final. Pocos regresaron.

Para los cientos de miles de españoles que se

encontraban en los campos de concentración y para

buena parte de la población civil, la dureza de las

condiciones de la vida en Francia fue un poderoso

estímulo para cambiar su situación y buscar otras

latitudes más acogedoras. Desde este punto de vista,

había dos opciones, el regreso a España o la

reemigración a otros países. Ninguna de las dos

situaciones eran fáciles. Para abandonar Francia, se

necesitaba tener resuelto el problema de la acogida en

otro país, y la realidad era que a los refugiados

españoles, prácticamente nadie les tendía una mano.

Inglaterra y los Estados Unidos, las dos grandes

democracias occidentales, tenían firmemente cerradas

sus puertas ante los desventurados españoles de los

campos de concentración. La propia Unión Soviética

Page 339: Y durmieron juntos

338

que tan identificada se hallaba con el bando vencido,

sólo admitió en su territorio a un modesto contingente

de refugiados, incluyendo a los niños que durante la

guerra civil se enviaron a Rusia.

En este panorama sombrío e insolidario para

con los exiliados de la guerra civil española, hubo

algunas excepciones, México. El presidente Cárdenas,

tomó una de las decisiones más lúcidas y generosas

de los gobernantes iberoamericanos de la época,

abriendo con cierta amplitud la admisión de refugiados

españoles. Unos 20.000 refugiados, entre ellos

intelectuales y funcionarios, llegaron a tierra mexicana.

México será el país que más acogidamente ofreció

asilo a los emigrados de la guerra civil. Chile y la

República Dominicana, también se acordaron e los

exiliados españoles en tiempos difíciles.

El balance final del exilio será por lo tanto del

orden de 162.000 españoles permanentemente fuera

de su patria a consecuencia de la guerra civil...

Page 340: Y durmieron juntos

339

Triste Historia

De todas las historias de la Historia

la más triste sin duda es la de España

porque termina mal. Como si el hombre

harto ya de luchar con sus demonios

quisiera terminar con esa historia

de ese país de todos los demonios.

A menudo he pensado en esos hombres,

a menudo he pensado en la pobreza

de este país de todos los demonios.

Y a menudo he pensado en otra historia

distinta y menos triste, en otra España

en donde ya no cuenten los demonios.

Pido que España expulse a esos demonios.

Que sea el hombre el dueño de su historia.

De todas las historias de la Historia

la más triste sin duda es la de España.

Jaime Gil de Biedma

Page 341: Y durmieron juntos

340

Madre... que has sufrido!...

Cuando era niña escuchaba con atención algunos

relatos de las circunstancias de la guerra de España, no

porque me los contaban directamente, sino porque en las

visitas familiares siempre algo surgía entre los mayores. Hay

una edad en que a los chicos nos gusta escuchar las

conversaciones de los adultos, mirar sus gestos y expresiones

y grabarlas en nuestra memoria. A pesar de que se nos decía

¡marchaos a jugar por allí!... resultaba más atractivo estar

metidos en el medio, que inventarse un juego con el que

entretenerse o dar vueltas en bicicleta.

En la mayoría de aquellos relatos aparecía un

importante y temible protagonista, al menos así parecía, y

era el general Francisco Franco. Me daba cuenta que

cuando alguien lo nombraba se generaba una atmósfera

silenciosa, basada en el temor y el odio que se le tenía, más

que en sus triunfos. Llegué a sentir el miedo que infunde un

gigante terrible, belicoso y destructivo, dueño de la vida de

todos, y además, un gran contrasentido con respecto a

aquellas fantasías infantiles en la que el bueno y valiente es

siempre el que triunfa. Quería entender como quien entiende

Page 342: Y durmieron juntos

341

por qué alguna vez llueve, (y suponiendo que esto fuera

sencillo) el porqué de tanto sufrimiento, tanto odio, y tanta

muerte. Interrumpía haciendo preguntas, pero las respuestas

me resultaban imposibles de comprender. Escuchaba

términos como la revolución, los falangistas, los rojos, los

moros... todos parecían protagonistas de una obra de teatro,

en la que los bombardeos y las muertes eran sumamente

reales.

Sin entender esa obra ni su final, pensé ignorarla y

me conformé con la respuesta a la última pregunta que le

hice una vez a mi madre: ¿podría ocurrir una guerra en la

Argentina?... -Ella me contestó que no-

Yo cerraba un capítulo... mi madre no sufriría en la

Argentina... y mi futuro en este país sería al menos libre de

sangre...

Hoy, al escribir estas cosas, rescato a la infancia

como una de las etapas más bellas de la vida, justamente

porque se sostiene en fantasías más que en realidades...

Sigo sin comprender demasiado la guerra a pesar de

las muchas horas en que la he leído, sin embargo y a

diferencia de cuando era una niña, entiendo un poco más a

sus protagonistas, sus fuertes ideales, los sueldos de hambre,

la resistencia... pero no consigo desde ningún punto de vista

Page 343: Y durmieron juntos

342

aceptar tanta miseria, tanto horror y tanto duelo...

Posiblemente, no sea lo suficientemente madura como para

juzgar todo esto, sobre todo, con una mirada crítica y libre

de mis afectaciones emocionales...

Y con respecto al gigante y general Francisco

Franco... me he modificado... creo que fue uno más de tantos

otros que la historia podría relatarnos...

Page 344: Y durmieron juntos

343

España en marcha

Nosotros somos quien somos.

¡Basta de Historia y de cuentos!

¡Allá los muertos! Que entierren como Dios manda

a sus muertos.

Ni vivimos del pasado,

ni damos cuerda al recuerdo.

Somos, turbia y fresca, un agua que atropella

sus comienzos.

Somos el ser que se crece.

Somos un río derecho.

Somos el golpe temible de un corazón no resuelto.

De cuanto fue nos nutrimos,

transformándonos crecemos,

y así somos quienes somos, golpe a golpe

y muerto a muerto.

Somos bárbaros, sencillos,

somos a muerte lo ibero

que aún nunca logró mostrarse puro, entero y verdadero.

¡A la calle!, que ya es hora

de pasearnos a cuerpo

y mostrar que, pues vivimos, anunciamos algo nuevo.

Page 345: Y durmieron juntos

344

No reniego de mi origen

pero digo que seremos

mucho más que lo sabido, los factores de un comienzo.

Españoles con futuro

y españoles que por serlo

aunque encarnan lo pasado no pueden darlo por bueno.

Recuerdo nuestros errores

con mala saña y buen viento.

Ira y luz padre de España, vuelvo a arrancarte del sueño.

Vuelvo a decirte quien eres.

Vuelvo a pensarte suspenso.

Vuelvo a luchar como importa y

empezar por lo que empiezo.

No quiero justificarte

como haría un leguleyo.

Quisiera ser un poeta y escribir tu primer verso.

¡A la calle!, que ya es hora

de pasearnos a cuerpo

y mostrar que, pues vivimos, anunciamos algo nuevo.

anunciamos algo nuevo

anunciamos algo nuevo.

Gabriel Celaya

Page 346: Y durmieron juntos

345

CAPÍTULO 28

La España de ayer y de hoy...

La realidad española de 1939 era terriblemente

desoladora. Barrios enteros en Madrid y en Barcelona

y otras grandes ciudades eran solamente montones de

escombros, muchos pueblos habían desaparecido,

ferrocarriles, puentes y puertos eran extraños

esqueletos de hierro retorcido, su flota mercante había

sido herida de muerte..., era un mundo en ruinas...

Millones de españoles carecían de hogar, trabajo y

pan...

España había sufrido en 32 meses de guerra

civil la pérdida de más de un millón de sus hijos,

quinientos mil exiliados por el drama vivido se

encontraban lejos de ella dispersados por el mundo, y

entre ellos, millares y millares de obreros altamente

calificados, de campesinos conocedores de la tierra

española y de su oficio, de muchos brillantes

intelectuales y destacados maestros en lo suyo.

España se hallaba empobrecida porque había

sido desposeída del oro que formaba sus reservas

Page 347: Y durmieron juntos

346

nacionales, gran parte de sus ciudades y pueblos

estaban destruidos, sus ferrocarriles y carreteras

destrozadas... y se encontraba cercada por un mundo

occidental que no le quería ni comprar ni vender nada.

Sin entrar en los problemas políticos del ayer ...

sin entrar en el fondo de su drama... de lo que fue y

podría haber sido...España siempre será España... por

encima de toda circunstancia... y una vez más se vio

obligada a hacer un esfuerzo gigantesco... para

devolver a sus hijos los hogares perdidos, para darles

trabajo y pan y para abrir los caminos a nuevos y

mejores horizontes... El genio ibérico templado en la

historia por la adversidad y la gloria, se enfrentó de

nuevo al afán supremo de sacar a España de los

tiempos de ruina y dolor...

La España del milagro español empieza a

recobrar su grandeza por el esfuerzo de su mismo

pueblo... construyó en los quince años posteriores a su

guerra un millón y medio de viviendas para más de

siete millones de españoles, bajo el eslogan “cada

español debe tener su propio hogar comprado con el

esfuerzo de su trabajo”. Y en sólo cinco años, más de

25.000 escuelas, 90.000 automóviles y camiones

Page 348: Y durmieron juntos

347

produjeron sus fábricas, su industria creció de tal modo

que logró ingresar en el Mercado Común Europeo,

creó un servicio de seguridad social que podría

enorgullecer a cualquier país del mundo, posee clínicas

y hospitales modernos en los que se imparte asistencia

gratuita, ha rehecho su flota mercante, fabrica barcos

para el extranjero, produce energía eléctrica para sus

propias necesidades y aún para exportarla, ha creado

sus reservas monetarias, ha construido ciudades y

pueblos, ha modernizado su agricultura y creado un

nuevo vivir en el campo. Cada año llegan a ella

millones de turistas para gozar de la belleza y

hospitalidad española.

Sobre las ruinas del ayer se han levantado

barrios enteros modernos, plenos de alegría y espacio,

se crearon centrales eléctricas y represas gigantescas

que riegan inmensas extensiones agrícolas. Se han

levantado también industrias tan importantes como las

del automóvil, siderometalúrgicas, textiles, mecánicas,

y muchas otras que han cambiado la fisonomía de

España, dándole una nueva luz, alegría y vida...

España muestra al mundo la capacidad

creadora de su pueblo a través del milagro español que

Page 349: Y durmieron juntos

348

sólo con su afán y fe pudo realizar... y sobre todo con

su crecer material, España ha vuelto a unir a su

pueblo, cicatrizando heridas y superando los rencores

de un ayer desgraciado...

Así pues, España es un pueblo entero que

trabaja, vive y ríe... así pues España se encamina a ser

un gigante en Europa... así pues España servirá

siempre de estímulo a otros pueblos...

A los 25 años de su guerra España celebró su

paz. En el mundo, después de muchos y largos

silencios también se habla de la paz española, pero no

se habla de la paz sin referencias al camino recorrido,

se habla de la paz de hoy pero no de esos largos años

en que la paz se construía día a día , hora a hora y

minuto a minuto en una España destrozada por dentro

y por fuera. Cierto es que la hierba creció sobre las

trincheras y los muertos, pero eso no era todavía la

paz, esa paz que sólo es auténtica cuando la familia

nacional se perdona, se une y se quiere.

“La guerra había terminado”, pero eso no era el

estallido de la paz. Después de los últimos disparos

quedaban millones de españoles con su luto, su dolor y

sus heridas, quedaba una divisoria aún no enterrada,

Page 350: Y durmieron juntos

349

quedaba el recuerdo del ayer inmediato en los pueblos

y en las ciudades, en los escombros y en los campos

yermos, en un frío silencio que hacía más fría a

España, a pesar del comienzo de una bella

primavera...

Toda paz es difícil, pero una paz que tiene que

surgir de una guerra fratricida es la paz más difícil de

hacer para cualquier pueblo de la tierra y mucho más si

se trata de un pueblo como el español, pueblo de

grandes pasiones por las cuales se ha desangrado

muchas veces a lo largo de su larga historia.

“La guerra había terminado”. La razón o la

sinrazón de la guerra era ya historia, pero la guerra

había dejado sobre el suelo de España su balance.

España vivía, pero vivía herida, en su cuerpo y en su

alma, porque todas las trincheras de España se habían

empapado de la misma sangre. Se habían enterrado

sus muertos, pero había que enterrar los rencores,

cerrar heridas y olvidar, para que el recuerdo no hiciera

doler viejas cicatrices.

España estaba además exhausta, en ruinas y

rodeada de un mundo al que poco le dolía el dolor de

ella. Y meses después, rodeada de guerras por todas

Page 351: Y durmieron juntos

350

partes, durante seis largos años, teniendo que

defender su paz interior y exterior. Más tarde un cerco

de incomprensión y rencor que era para cada español

un poco o mucho del hambre de cada día. Luego los

intentos desde fuera de acabar con esa paz española

que se iba edificando en silencio, cuesta arriba, en la

mayor de las soledades que haya podido conocer un

pueblo...Nadie creía en el surgir de España, por eso

durante tantos años a España se la veía sin verla,

viéndosela como era. Y es que a España el mundo no

la ha conocido bien nunca, se olvidaron de su historia,

y de la fidelidad de un pueblo a esa historia. Europa

necesitó el Plan Marshall, Rusia miles y millones de

dólares para resurgir y para que el mundo pudiera

hablar de milagros económicos, mientras se silenciaba

el gran milagro de un pueblo que se levantaba sobre sí

mismo, sin quejarse y sin pedir, haciendo de su

hambre una costumbre, a base de sobriedad y de

paciencia, mientras buscaba en el esfuerzo colectivo

un mañana mejor... España entera era como un arco

tendido hacia el futuro.

Y años y años.

Page 352: Y durmieron juntos

351

Se construyeron ciudades y se levantaron

nuevos pueblos, se crearon escuelas y fábricas, se

cultivaron campos y sus puertos adquirieron vida.

Todos sus caminos se poblaron de gentes que van y

vienen.

España enterró su hambre y se vistió de nuevo.

Las generaciones de la guerra cambiaron con los días,

su juventud creció sin mirar hacia atrás, empezaron a

mirarse cara a cara, a hablarse, a sonreír y reír, dando

comienzo a un nuevo vivir nacional y familiar. De los

que se fueron muchos regresaron y la gran mayoría de

los que viven fuera de ella, añoran a esa España que

también es de ellos.

Y el mundo redescubrió a España. Diez millones

de extranjeros llegaron de todos los rincones del

mundo para verla en el año 1963. El mundo se asomó

a España y España empezó a ser vista por el mundo.

España es España, ni cola de Europa ni comienzo de

África. España dejó de ser la Cenicienta de una época,

está presente en el mundo y se la tiene en cuenta, se

habla de su milagro económico, pero no debe callarse

el milagro de su paz... el más difícil y grandioso de sus

milagros ... pero España no ha terminado de recorrer

Page 353: Y durmieron juntos

352

su camino, en ella hay menos ricos y menos pobres, ha

recuperado sus años dolorosos, hay esperanza y fe

afianzadas en su paz, defendiendo su paz... que no en

balde España es una nación cuya historia es una gran

parte de la historia de nuestro mundo de hoy...

Bibliografía consultada:

La guerra civil española: Hugh Thomas.

La revolución y la guerra de España: Broué - Témine.

La Faz de España: G. Brenan.

Revistas .Auge. de México, 1957, 1963.

Page 354: Y durmieron juntos

353

Tercera Parte

Page 355: Y durmieron juntos

354

Hoy es 12 de Octubre de 2002.

Es día de la raza.

Mi madre cumpliría 76 años.

También tengo en mi corazón escribir sobre ella

aunque me resulta más difícil,

su recuerdo aún me duele,

extraño su presencia...

Con mucho amor a Pilar Nuez

Page 356: Y durmieron juntos

355

CAPÍTULO 29

La llamaremos Pilar

La hermosa niña Pilarín vino al mundo un día 12

de Octubre de 1926, siendo la tercera hija del

matrimonio de Don Pascual Nuez, que para entonces

tenía veintinueve años y de su esposa Doña Carmen

Espallargas, veinticuatro. El destino quiso que Pilarín

también naciera en Alcorisa, provincia de Teruel y

región de Aragón, en un día tan reconocido por el

mundo hispanoamericano. Tal vez sus padres no

sentirían algo especial por aquella fecha, pero a

cambio, la llegada de esa niña tan preciosa, de

cabellitos negros y ojitos verdes los llenaba de

felicidad. Así, tres niñas coronaban el hogar de

aquellos jóvenes esposos.

Pascual y Carmen también habían nacido en

Alcorisa. Él, un día 16 de Abril de 1897 y ella, un 18 de

Abril de 1902. Ambos pasaron su infancia y gran parte

de sus vidas en aquella empobrecida población

aragonesa.

Page 357: Y durmieron juntos

356

La historia de amor de estos abuelos maternos

la conozco mejor porque a Pilar le gustaba recordarla.

Las veces que la relataba, yo la escuchaba

atentamente. Me resultaba especial. Por pequeña que

fuera, igualmente percibía el gran amor que mi mamá

sentía hacia sus padres y creo que precisamente esto,

hacía que aquella historia fuera especial para mí.

Además, me producía un sentimiento inexplicable

cuando la escuchaba decir -mi padre o mi madre -me

parecía que aquellos padres eran los más dignos de

esta tierra y, que el amor y el respeto serían

inseparables.

Estos abuelos se conocieron cuando eran muy

jovencitos, llegaron a amarse verdaderamente hasta la

muerte, transitaron juntos la guerra y tejieron lazos que

alcanzaron la eternidad... Carmen, era una niña de

apenas 15 años cuando su madre enfermó gravemente

y falleció. A esa gran tristeza que sobreviene a todo

hogar al que fatalmente le arrancan a su reina, se

agregaba la responsabilidad de cuidar a dos hermanos

pequeños, Espiridión y Ramoncito. Su padre, que de

por sí era un hombre severo y de genio malogrado,

trabajaba una quinta alejada de la casa con lo que

Page 358: Y durmieron juntos

357

pobremente mantenía a su familia. Con frecuencia

entonces se alejaba del hogar dejando a su hija mayor

al cuidado de todo. Al regresar luego de varios días de

ausencia, volvía naturalmente cansado y en ocasiones

hasta muy enojado, humores que descargaba en aquel

hogar ya bastante triste, a veces, arrojando el plato de

comida que Carmen le había servido. Por fortuna para

sus tres hijos y consuelo para su viudez, este bisabuelo

pronto conoció a otra mujer que pudiera tolerarlo y al

cabo de un tiempo se marchó con ella. A partir de

entonces, poco visitaba ya a sus hijos.

Aquella resignada joven que con el pasar del

tiempo resultaría mi abuela, había aprendido a ser

trabajadora y callada, a cuidar de sus hermanos como

si fuera su madre y a llevar adelante las tareas del

hogar que le había tocado en su mala suerte. Mi mamá

decía que mi abuela hablaba poco, mas cuando lo

hacía... era la madre más dulce del mundo...

La vida premiaría a Carmen muy pronto ya que

le dio a conocer a un joven de casi 20 años llamado

Pascual Nuez, de oficio “tejero” y que debía hacer el

servicio militar. Fue aquel fabricante de tejas el amor

de su vida... Pascual era un joven sumamente honesto,

Page 359: Y durmieron juntos

358

bueno, masculinamente tierno y atractivo a los ojos de

mi abuela. Desde muy pequeño había trabajado junto a

su padre del que heredaría el oficio de tejero. Al

conocer a aquella jovencita tímida y dulce al hablar, y

al entender la vida que la pobre Carmen llevaba junto a

su padre y sus hermanos, llegó a sentir que se

desharía por ella. Por protegerla la habría robado de

aquel entristecido hogar, contrariando así a las buenas

costumbres de entonces. Pero en cambio, su

mesurado temperamento y el definido amor hacia ella

le indicaban otro modo de proceder. El joven tejero

pensaba casarse con ella y llevársela de allí, apenas

cumplido el ineludible servicio militar.

Un amor paciente, fuerte y a la espera de

realizarse, unía a estos jóvenes cuando nuevamente la

vida les traería otra sorpresa... Por motivos que ya no

podré averiguar, mi abuelo quedaría librado del servicio

militar, cosa que en España siempre pareció algo así

como “volver a nacer”. Con veinte años recién

cumplidos y con la seguridad de amar a Carmen de por

vida, se casó con ella. Juntos formaron un hogar mejor.

Espiridión y Ramoncito se fueron con ellos... No sé

cuánto tiempo estuvieron de novios estos abuelos,

Page 360: Y durmieron juntos

359

quizás mucho, tampoco sé la fecha en que se casaron

y creo que no importa. Sin embargo, sí sé que se

comprendieron, se respetaron y se amaron como

pocos.

Tuve la dicha de conocerlos aunque por poco

tiempo... La abuela Carmen falleció al poco tiempo de

cumplir mi primer año de vida y aunque no podría

recordarlo jamás, sé que me tuvo en sus brazos

llenándome de sus dulces caricias. Mis hermanos

mayores algo más la recuerdan. Violeta por ejemplo,

me contaba que mamá después de bañar a sus

mellicitas por las tardes, nos colocaba dentro de una

cuna grande que arrimaba a la ventana, para que

tomadas de la baranda pudiéramos ver llegar a la

abuela. Ella venía siempre a visitarnos y a traernos

leche. Mientras mamá planchaba y nos cantaba alguna

cosita que decía “piti, piti”, nosotras esperábamos

aquel momento, y ella se daba cuenta que la abuela

estaba llegando cuando repentinamente, aquellos

suaves balanceos que hacíamos al compás de su piti,

piti, se convertían en barullos y pataleos que

terminaban en los brazos de la abuela. Mi hermana

recuerda que ella agregaba a los festejos de sus

Page 361: Y durmieron juntos

360

hermanitas las siguientes palabras: “¡Qué nenitas que

tenemos ¿eh?!...”

El abuelo Pascual en cambio, acompañó mi

infancia durante los diez primeros años. Recordarlo es

muy agradable. Era una persona extraordinaria, firme,

bastante callado, amoroso, muy trabajador y muy

idealista. Siempre vestía como todo humilde aragonés,

es decir, con ropa de trabajo, alpargatas, un pañuelo al

cuello y su infaltable boina negra que colocaba un tanto

de costado sobre su casi emblanquecida cabeza. En

ocasiones lo encontrábamos con mi hermana gemela

en la placita “San Martín” (Reconquista), esperándonos

a que saliéramos de la escuela. Al verlo allí sentado en

un banco, nos echábamos a correr con inmensa

alegría y con el mayor de los orgullos que cualquier

“par de gemelas” pudieran sentir por su abuelito

querido, frente a otros chicos.

También recuerdo que en sus últimos años

toleraba fuertes dolores de cabeza que con mi

hermana queríamos curarle. En el intento, le

acercábamos una aspirina y un vaso con agua bien

azucarada para que le resultara más rico tragársela.

Después, nos

Page 362: Y durmieron juntos

361

untábamos las manos con alcohol y le hacíamos

suaves fricciones en la frente. El abuelo entonces

simulaba aliviarse de su molestia y nosotras nos

sentíamos más que excelentes enfermeras!...

Algunas veces y a mi corta edad lo percibía muy

triste, con sus pensamientos en los recuerdos y como

extrañando mucho a la abuela. Sereno. Resignado. Sin

embargo, lejos estaba yo de comprender su larga y

pesada historia... Hoy, al estudiar sobre aquella guerra

y escribir todo esto, lo entiendo. Lo extrañaré siempre...

“Cuando desde el sol broten los vientos... en el

instante mismo en que logre verte... con el fuerte latido del

primer impulso... allí... donde te encuentre... te besaré la

frente...”

Page 363: Y durmieron juntos

362

CAPÍTULO 30

Aquel dulce hogar

Pascual y Carmen dieron vida a su hogar con la

llegada de cuatro hijos. A la primera niña la llamaron

Bienvenida, un año después nació María, tres más

tarde llegó Pilar y después de casi nueve, vino

finalmente un niño que desgraciadamente falleció a los

cinco días de haber salido al mundo. El luto y la tristeza

se hicieron conocer en aquel dulce hogar, mas los

pechos de Carmen estaban tan llenos de vida y su

corazón tan cargado de amor a pesar de su dolor, que

fue así como apareció José Bernal entre ellos, otro

niño que tenía unos pocos días y su madre lo había

dejado en una casa de niños desamparados, en

Zaragoza. Allí fueron Carmen y Pascual a preguntar

por él, y el día que lo retiraron, la monja les dijo: “se

llevan al mejor niño de la inclusa”... Esto es todo lo que

me atrevo a contar de este querido tío con respecto a

su origen, lo demás que podría escribir son sólo

conjeturas y no lo hago por respeto a él, ya que sé que

esta historia ha pesado mucho en su vida.

Page 364: Y durmieron juntos

363

Ahora las tres niñas Nuez Espallargas se

transformaban en pequeñas madres para Josecico, lo

mimaron y lo sobreprotegieron totalmente. Aquel dulce

hogar sin abundancia de las cosas materiales, debió

rayar casi con la perfección ya que el amor, el respeto,

los mimos y los cuidados sobraban por donde se

quisiera mirarlo. Había un padre trabajador y bueno,

una madre dulce y protectora, tres niñas bien

enseñadas y un pequeñico por criar. Sin embargo,

tuvieron que transitar la guerra... que a pesar de su

crueldad y de sus marcas... les perdonó la vida a

todos.

La pequeña Pilar tenía apenas 10 años cuando

España fue sacudida por aquella guerra, haciendo de

ella una persona sumamente especial, cargada de

tristes recuerdos que desde muy chiquita instalaron en

ella un fuerte respeto por la vida, los sentimientos más

profundos, el amor a lo artístico, la libertad de

pensamiento y una serie de cuestiones más, que

dieron talla a lo que yo defino como las virtudes de una

verdadera princesa. Aquella princesa sería mi madre.

No contaba demasiadas cosas de la guerra, no le

gustaba hablar de aquello y es que, en mi opinión,

Page 365: Y durmieron juntos

364

tenía un propósito muy claro: ¿De qué habría servido

más que para afligirnos?... Pilar pensaba que cuanto

más grandes son los dolores, mayor silencio

merecen... y así intentaba eliminarlos de la memoria de

su corazón...

De todas maneras yo recuerdo pocas cosas que

relataba, eligiendo sólo aquellas en las que podía

notarse que toda su familia había quedado a salvo.

Creo que intentaba enseñarnos el valor que tiene una

familia que trasciende unida y a pesar de todo. En

muchos relatos, sus claros ojos verdes se llenaban de

lágrimas que intentaba ocultar, mas Pilar seguía siendo

fuerte y hermosa aún cuando lloraba...

Voy a transcribir sólo dos relatos de aquellos

tristes recuerdos de mi madre, intentando dejar en ellos

la enseñanza que recibí. Al no contar más, es porque

intento seguir su filosofía con respecto a guardar

silencio en los grandes dolores.

Los aviadores alemanes que se apodaban a sí

mismos como los “bomberos de Franco”, ayudaban a

éste con su imponente aviación bombardeando todo lo

que al general se le ocurría. Las sirenas dejaban oírse

Page 366: Y durmieron juntos

365

un rato antes de la lluvia de bombas que caería

indefectiblemente. La gente entonces, desesperada,

huía de sus hogares y salía a los campos intentando

buscar mejor refugio que en los sótanos de sus casas.

Don Pascual Nuez junto a su esposa, sus niños y

algunos vecinos más en la misma desgracia, corrían

hacia los campos con rumbo incierto, pero con la fuerte

ilusión de encontrar un lugar en el cual permanecer a

salvo. Los aviones cubrieron el cielo de esta huida. El

ruido de sus motores silenciaban los gritos

desesperados y tres bombas cayeron en el camino por

el que corrían. La orden dada fue ¡tírense todos al

suelo!... como facilitándole a la muerte su poderío... Así

permanecieron un rato interminable... y las bombas no

estallaron jamás... Resultaron las tres falsas. Con el

tiempo se supo que el mismo gobierno, realizaba

inexplosivas algún número de ellas en un intento de no

realizar tanta masacre... ¿Qué aprendí de este

relato?... ¿Qué dejaba dentro mío?... Creo que

exactamente lo que pretendía mi madre... y es que las

circunstancias vividas pueden ser del todo horrorosas,

pero nunca nos dañarán tanto si tenemos una familia

en quien refugiarnos...

Page 367: Y durmieron juntos

366

El segundo hecho sucedió ya en el campo.

Llevaban largas horas sin comer... Ya conocían el

hambre. El pan lo tenían racionado en dos tajadas por

día para cada uno, que podían comer cuando lo

quisieran. Ese día parecería que la suerte estaba de

parte de todos ellos ya que encontraron un par de

gallinuchas de campo que dieron caza como si se

tratara de expertos y las cocinaron en un caldero que

llevaban entre unas pocas cosas. El trabajo de los

chicos fue juntar trozos de leña con qué encender el

fuego, sin alejarse demasiado del grupo, y el de Doña

Carmen con la ayuda de otra vecina, dar muerte a esas

gallinas, desplumarlas y cocinarlas. Unos cuantos

minutos después ese caldo olía muy sabroso y lo

acompañarían con las dos tajadas de pan. Pero el

ruido de la aviación dejó escucharse nuevamente...

Otra vez a huir... juntos y hacia cualquier parte!... El

caldero con su contenido debió llegar al punto, sin

embargo nadie estuvo allí para saborearlo y sólo

comieron aquel día lejos del fuego, “las dos tajadas de

pan”... Unos días después regresaron al lugar. Sólo

encontraron cenizas... ¿Cuál sería la lección aprendida

de este hecho?... Justamente, como diría J. M. Serrat:

Page 368: Y durmieron juntos

367

“Que un manjar puede ser cualquier bocado”, aún dos

tajadas de pan. Aprendí el valor que tiene un plato de

sopa calentita acompañada de unos trozos de pan...

Vuelvo al hogar de Carmen y Pascual para

encontrar a Bienvenida, la mayor de las tres hermanas,

con quince años y transformada en una mujer

extremadamente atractiva, con un cuerpo escultural, la

más simpática de ellas, y muy segura de las gracias

que tan naturales le fueron siempre, las que conservó

sin modificarlas ni un poquito durante toda su vida. En

el transcurso de la guerra, Bienvenida se había

enamorado de un joven soldado llamado José Perea,

al que llegó a adorar hasta el último minuto de su

existencia. José era un muy buen aventurero que había

trabajado como minero y experimentado muchas cosas

en ese oficio. Me contaron que una vez se había

trabado irremediablemente el carro que ascendía a los

pobres y explotados mineros a la superficie de la

excavación. Perea fue el que se tiró valientemente a

desactivar las mechas de los explosivos, tarea que

realizó exitosamente, salvando su vida y la de todos los

que se veían volando en pedazos por allí adentro.

Page 369: Y durmieron juntos

368

Aquella aventura peligrosa y poco frecuente significó el

ganarse la total admiración de sus compañeros, y

también la mía. Además este tío contaba con una serie

interminable de anécdotas. Para él eran simples

aventuras que matizaban su vida. Había deambulado

como soldado voluntario por Francia y también por

Marruecos, en oportunidades era capaz de cambiar su

par de botas o la gorra por unos cuantos cigarrillos,

estuvo muchas veces preso y a punto de ser fusilado,

sin embargo, se las ingeniaba para escapar. Siempre

andaba yendo y viniendo de un sitio a otro, hasta que

un día consiguió llevarse con él a Bienvenida y hacer

de sus vidas una sola aventura. Claro queda que

Pascual y Carmen penaban por esa hija tan

enamorada y arriesgada, que se atrevió a dejar la casa

sin pensarlo demasiado por ir tras el amor alucinante

de un soldado aventurero, y que tuvo que luchar

aguerrida y valientemente contra otros amores de

aventuras de José para conseguir finalmente la

exclusividad de ese hombre. De esta alocada pareja

nacieron cuatro hijos, Julio al finalizar la guerra, luego

le siguieron Javier, después Carmen y por último José.

Page 370: Y durmieron juntos

369

Si yo tuviera que elegir de entre toda la familia

aragonesa a los más divertidos, sin duda serían estos

tíos y primos. No había fiesta de fin de año en que “el

tío Perea”, (así le decíamos los sobrinos) pasara sin

disfrazarse y hacer payasadas de las más ingeniosas.

En muchas hacía de soldado y representaba alguna

cosa de las cárceles por las que estuvo, o del frente de

guerra, o cualquier cosa que se le ocurriera, siempre

con gran sentido del humor. En sus actuaciones

aparecía por ejemplo un guardia civil un poco tonto al

que engañaba astutamente, un preso, o algún

malherido de guerra que se apasionaba con las

curaciones de una pobre enfermera. Otras veces,

peludísimo como era, protagonizaba a una mujerzuela.

Para ello se pintaba bien rojos los labios, se ponía un

corpiño inmenso y bien armado, unos tacos muy altos

que lo hacían caminar como pudiese y una falda

ajustada y corta. Este era todo el atuendo con que se

presentaba en escena a coquetear y a hacer sus

pavadas seductoras, pareciéndose más a un mono

cómicamente vestido para actuar en un circo que a la

pretendida mujer irresistible que quería representar.

Este tío era un verdadero comediante. Lograba

Page 371: Y durmieron juntos

370

enganchar en sus improvisadas comedias hasta los

más tímidos de su público y mientras permanecía en

escena, las risas llegaban hasta el llanto,

especialmente, la tía Bienve, su mujer. En estas fiestas

por supuesto la bota de vino pasaba de uno a otro. Las

jotas y pasodobles se oían de la garganta de mi prima

Carmen, su hija. Esta prima es pura fibra de su padre,

es alegre y divertida como lo fue él. Conserva una voz

espectacular, envidiable. A veces pienso en estos

recuerdos tan felices y me cuesta creer que estos tíos

y primos hayan pasado la guerra... no les encuentro las

marcas... aunque estoy segura que las llevan...

Las niñas María y Pilar fueron muy compañeras

en su infancia, se llevaban casi tres años de diferencia

y la guerra les interrumpió la asistencia regular a la

escuela. La llegada del pequeño Josecico las puso a

practicar de madres al punto en que María llego a

sentir que Josecico era más de ella que de nadie,

tanto, que no permitía que su madre lo castigara por

nada. Se interponía entre él y Doña Carmen como una

gallina clueca que defiende a sus polluelos. María

Page 372: Y durmieron juntos

371

adoraba a su hermano y creo que aún sigue sintiendo

que es de ella.

Pronto el destino de esta tía quedó marcado con

el amor de un hombre llamado Rafael Adán. Este otro

amor surge en la postguerra. Aún perdura. Al terminar

la guerra María tenía 16 años y era una señorita muy

sufrida, de estatura un poco escasa pero de

monumentales pechos, callada, algo tímida y de una

dulzura parecida a la de su madre, a la que no

pensaba abandonar jamás. La adoraba. Cualquier cosa

haría menos alejarse de ella. Cuando se enamoró de

Rafael sólo aceptó casarse, si es que podrían vivir en

aquel hogar de Carmen y Pascual. Así fue y la única

hija que la vida les dio es Josefina, a la que cuidaron,

mimaron y sobreprotegieron casi hasta asfixiarla.

Actualmente estos tíos son dos viejitos de unos

ochenta años y de cabellos muy blancos, que con sólo

visitarlos un ratito se les nota el amor que los une. Me

reciben con un emocionante abrazo y una amplia

sonrisa, a ellos debo muchas cosas de las que aquí

cuento.

Page 373: Y durmieron juntos

372

La pequeña Pilarín disfrutaba de aquel dulce

hogar. Le gustaba seguir a su padre en todo lo que le

fuera posible. Salían juntos a recoger uvas o lo

acompañaba a la “tejería”. Así llamaban a la pequeña

fábrica de tejas y ladrillos en la que Don Pascual

trabajaba. Pasaban largas horas juntos. Mientras que

su padre preparaba el barro, lo cargaba a una máquina

y cortaba los ladrillos a mano, Pilar amasaba algún

monigote de arcilla que más tarde, al cargar el horno,

su padre cocinaría. A esa niña le gustaba correr, subir

a una montaña, escuchar el eco de las voces,

imaginar, dibujar, recitar, soñar... parecía no tener

demasiado apuro en crecer. Mas aquella feliz infancia

fue brutalmente interrumpida al estallar la guerra,

volviéndose bastante traumática, y aunque poco sé de

esa etapa, sé que estuvo llena del amor de sus padres

y de sus tíos, quizás esto fue el mejor remedio a tanta

locura...

La primer foto que de Pilar tengo, es de cuando

tendría unos ocho o diez años, en la escuela y sentada

a una mesa con unos cuantos libros. Atrás alcanza a

verse un mapa de España. Su cabello negro y bien

corto, su cara redonda, su gesto sereno y su mirada

Page 374: Y durmieron juntos

373

indescriptible. - Pilar fue un ser especial - así lo

expresó mi tía María en la última visita que le hice. Me

gustó escucharlo, aunque yo, ya lo sabía...

Reflexionando en esa golpeada infancia de Pilarín

escribo lo siguiente: “ Primavera esperada... perfume

en el viento... sol de las mañanas que entibias el

tiempo...

¿Dónde fue a dar aquella niña de caminar ligero,

segura... traviesa y riendo?... ¿Dónde has guardado su

gesto?... Tiempo... tiempo...”

Page 375: Y durmieron juntos

374

CAPÍTULO 31

Difícil y corta juventud

Las jóvenes españolas solteras y mayores de

diecisiete años cumplían obligatoriamente con el

“Servicio Social”. Era una especie de servicio

comunitario que el gobierno ideó en respuesta a la

enormidad de niños huérfanos que la guerra había

dejado. Consistía en un año de trabajo no remunerado

en el que las mujeres cocinaban, atendían y daban de

comer a los niños desamparados y alojados en iglesias

y conventos. Después de terminar con estas tareas

seguían con el acarreo de agua y de materiales

necesarios para la reconstrucción de aquellos edificios

que habían sido quemados. María prestó este servicio

ya que era soltera y tenía la edad requerida.

Actualmente aún conserva una pequeña oblea metálica

sobre la que se ve grabado “S.S.”. La presentación de

la misma se exigía como requisito indispensable para

salir de España. En cambio Pilarín tenía 13 años

cuando la guerra terminó. Afortunadamente pudo

retomar sus estudios primarios y seguir con los

Page 376: Y durmieron juntos

375

secundarios. El Servicio Social no alcanzó a realizarlo

porque fue retirado en pocos años. Sin embargo y

como lo expresara mi tía María, su hermana era

especial. Al terminar la secundaria no se sentía

demasiado realizada como otras pueblerinas jóvenes

de la España de Franco. Parecía un tanto rara, quizás

un poco extraña y complicada. Tampoco la llegada de

los sobrinos le despertaban deseos de realizar su

maternidad. Además no se enamoraría fácilmente. Se

sentía diferente, quizás incomprendida. ¿Qué otras

cosas quería hacer?... Siguió entonces con estudios de

corte y confección y también en primeros auxilios.

Creía que siendo una buena modista o una auxiliar en

enfermería conseguiría buenos trabajos. Anhelaba así

satisfacer un fuerte deseo interno, tal vez no muy

esclarecido aún, que se le presentaba exigente.

De todas formas algo de “sanadora” quedó en

Pilar. Recuerdo un mueblecito ubicado en un rincón de

su dormitorio al que llamábamos “el botiquín”. Lo había

fabricado el tío Perea. Al abrir su cajón lo primero que

asomaba era “la caja de las jeringas”, rectangular y

metálica, que contenía unas jeringas de vidrio y unas

cuantas agujas, hervidas y listas para ser clavadas en

Page 377: Y durmieron juntos

376

“una nalga” (cuarto superior izquierdo más

precisamente) de cualquier enfermucho de la familia y

también de algún vecino necesitado. Ese mueblecito

de colores originales bastante gastados, aún se

conserva en casa de mi hermana mayor. En su puertita

y por dentro, con letras infantiles y a lápiz, se lee

“botiquín de la familia Calvo”. En cuanto a si Pilar llegó

a ser una buena modista, debo decir que tuvo la

oportunidad de demostrarlo con toda su familia.

Siempre andaba arreglando camisas y ruedos, o

cortaba algún vestido o hacía alguna sábana. El

constante pedaleo de su máquina de coser se

escuchaba casi todas las noches, un buen rato.

Retomo su historia en Alcorisa... La imagino de

veinte años pensando y pensando... ¿Qué otra cosa

harías por allí, Pilar?, ¿Qué te sucede que no te

encuentras a gusto?...

“Mujer que recuerdas y poco olvidas... Mujer que no

callas y a mucho te animas...”

Page 378: Y durmieron juntos

377

CAPÍTULO 32

Mi Alcorisa querida

Don Pascual y Doña Carmen estaban

transitando ya la mitad de sus vidas, tenían algunos

nietos y se sentían más unidos que siempre. La guerra

había quedado atrás mas no así sus consecuencias.

Alcorisa había sido bastante destruida por los

bombardeos del general Franco.

Hace poco tiempo, mi tío Rafael me contó de

aquel día de bombas...

Rafael era un joven de 17 años muy trabajador.

Todas las mañanas venía un señor temprano a

buscarlo. Lo llamaban Don Tomás. Juntos caminaban

dieciséis kilómetros para llegar hasta una quinta en la

que cultivaban olivas, pasaban allí casi todo el día y

volvían al pueblo por las tardecitas.

Un día Don Tomás vino mucho más temprano

que lo acordado. Rafael se sorprendió al verlo, lo notó

muy nervioso.

- “Rafael - dijo Don Tomás - hoy no vamos a la

quinta...

Page 379: Y durmieron juntos

378

Nos apuramos y avisamos a todos los vecinos que en

unas horas van a bombardear Alcorisa... Debemos

marcharnos todos de aquí...”

- “¿Pero Don Tomás, cómo sabe usted esto?...,

¿quién se lo ha dicho?” - preguntó Rafael - Pero aquel

hombre no dio ninguna explicación...

Me contaba también el tío sobre el siguiente día,

cuando volvieron a Alcorisa:

- “Alcorisa estaba desolada - dijo - no había un

alma allí... todos se habían marchado... sólo se

escuchaba algún gallo cantar”...

Oía atentamente al tío relatar de aquellos días

mientras mi asombro iba en creciente aumento. Por un

momento me pareció dejar de oír al anciano que

revivía esta historia para ver a un joven desesperado,

corriendo de un vecino a otro, dando avisos y sin creer

demasiado lo que sucedería... Imaginaba a ese joven

huyendo, escuchando a lo lejos los estallidos de las

bombas... aterrorizado, expectante, asombrado,

deambulando y esperando el momento de volver...

¡Para ver qué... qué de su Alcorisa querida!.... Cuando

Page 380: Y durmieron juntos

379

este tío de ochenta años ya, relata sus vivencias, tiene

la capacidad de trasladarte a ellas...

De a poco había que reconstruir Alcorisa, como

al resto de España. Se requería de varios años de

mucho esfuerzo, trabajo y paciencia. Si bien por

entonces la tranquilidad y el orden parecían

garantizados, los miedos y recuerdos estaban siempre

presentes.

Don Pascual Nuez trabajaba excesivamente

fabricando ladrillos y rehaciendo su casa, que había

sido destruida. Le ayudaba su hermano Joaquín. El tío

Joaquín era muy recordado por Pilar. Vivía con ellos.

Era sordo y mudo. Su sobrina recordaba que su tío era

muy bueno pero de mal genio. Ella lo quería mucho, lo

justificaba por su discapacidad y decía que sus

berrinches eran interminables y sólo se le pasaban

cuando, a su manera, se entendía con su hermano

Pascual. Otros tíos de Pilar fueron el tío Martín, la tía

Prudencia, la tía Pilar, la tía María. Poco es lo que sé

de estos tíos de mi madre. Ella contaba algunas cosas

pero a mí me pasaron de largo. Una de las tías se casó

y se fue a vivir a Barcelona, otros tíos compartieron el

Page 381: Y durmieron juntos

380

pequeño terreno en el que harían la casa. Pascual

pensaba en hacerle varias plantas en tanto y en cuanto

la situación lo permitiera. Acordaron en echar suertes,

a cara o cruz, y la distribución de la casa resultó en que

la primera planta sería para Pascual, Carmen, Pilar y

José. La planta baja la compartirían todos.

Por su parte y casi al mismo tiempo Rafael y

María también construían la suya. No queriendo la hija

alejarse de su madre, la hicieron en la parcela frente al

angosto callejón. Así, madre e hija continuaban sus

diálogos desde los respectivos balcones... Mi tía María

me explicaba que en razón del hambre que trajo la

guerra y la postguerra, ella no estuvo fuerte en los

meses de su embarazo y que luego de traer al mundo

a su hija, enfermó mucho, adelgazaba sin quererlo y su

leche no alimentaba demasiado a la niña... Intentaba

explicarme que necesitaba mucho a su madre, que se

sentía bastante enferma y que mi abuela le ayudaba a

cuidar de la “Josefinica”...

Con el pasar de unos años la joven Pilar que

andaría por los veinte, sentía incómoda su forma de

vivir. Ya había crecido... La felicidad de los años

Page 382: Y durmieron juntos

381

infantiles cortados por la guerra, había quedado atrás.

El alboroto de los pequeños sobrinos, la compañía de

sus padres, sus preparaciones extras... todo parecía

ser poco para retenerla. Sentía la necesidad de

cambiar de rumbo...

Pilar pensaba en Barcelona. Allí vivía una

hermana de su padre. Soñaba con estudiar artes en

esa ciudad. Ese era el fuerte deseo interno, exigente y

finalmente esclarecido del que ya no se separaría en

vida, el que inspiraría su imaginación desafiándola a

mirar más allá de lo que verían sus ojos. Pero a cambio

viviría una difícil situación: ¿Cómo se marcharía de

Alcorisa dejando a los que amaba tanto? ¿Qué les diría

a sus padres y con qué argumentos los convencería

para que la apoyaran? ¿Y los prejuicios? Por aquella

época no era bien visto que una joven de pueblo

sintiera el deseo de marcharse a una gran ciudad, se

ponía en tela de juicio su reputación y se desconfiaba

de sus intenciones.

Al aburrimiento que a veces sentía de vivir en un

pueblo empobrecido por la guerra, doloroso de por sí

reconocerlo, difícil de sobrellevarlo y prácticamente

imposible de cambiar, Pilar debía enfrentar otras

Page 383: Y durmieron juntos

382

situaciones no menos complicadas. La primera era

convencer a sus protectores padres sin que sus

ilusiones sonaran a disconformidades, desacuerdos o

rupturas, y la segunda, quizás de menor peso pero

muy real, tolerar la crítica y desconfianza de vecinos y

quizás de alguna amiga.

Me cuesta mucho imaginar aquellos diálogos,

pero algo parece indicarme que se dieron

conversaciones pausadas aunque difíciles.

- “Madre deseo hablar contigo, quiero

comentarle algunas cosas...” dijo un día Pilar.

En Doña Carmen se cumplía aquello de que

venimos al mundo con dos oídos y una sola boca,

porque siempre es necesario que escuchemos más de

lo que hablamos. Las imagino en la cocina de la casa.

Mi abuela secaría sus manos en el delantal y retiraría

los cabellos de su frente. Luego, debió sentarse a la

mesa y miraría con tranquilidad a su hija. Seguramente

dijo:

- “Te escucho hija mía... ¡cuéntame esas

cosas!...”

Pilar era muy clara cuando se expresaba, el tono

de su voz era convincente.

Page 384: Y durmieron juntos

383

- “Quiero ir a casa de la tía, a Barcelona. Hace

tiempo ya que sueño con estudiar artes... Llevo a

Cervantes como dentro de mí. Sé que es un paso difícil

el estudiar y trabajar en esa ciudad desconocida, pero

quiero al menos intentarlo, aunque no más sea un

tiempo. También sé que será difícil para vosotros el

ayudarme, pero si es que lo podéis hacer... pues lo

espero”.

- “Además – madre - agregó Pilar, estese

presente cuando se lo diga al padre. Veamos si los tres

acordamos todo esto”.

Doña Carmen no debió asombrarse para nada.

Veía en esa hija un ser distinto, quizás signada por la

fecha de su nacimiento, 12 de Octubre “día del

descubrimiento de América”. ¿Cómo impediría ella que

Pilar descubriera su nuevo mundo?...

Don Pascual Nuez tampoco se opuso porque

entendía que la libertad de elegir lleva precio. En los

tiempos de la guerra había estado unos meses preso,

ya que, por el parecido que tenía con su hermano

Martín, que andaba prófugo por los Pirineos, lo

confundieron y lo metieron a la cárcel. Pascual no abrió

su boca en ninguna aclaración, pues sabía que de

Page 385: Y durmieron juntos

384

encontrarse a un prófugo, la posible sentencia era

darle muerte. Esto me suena fuertemente paradójico y

muy, muy de aquel hombre idealista que fue mi

abuelo... Eligió estarse preso para que su hermano

siguiese libre...

Finalmente, después de varias

recomendaciones, pareceres y acuerdos, Pilar preparó

sus valijas y llenándose de muchos besos y abrazos,

partió hacia Barcelona. En su corazón le pesaba todo,

especialmente esos padres que Dios le había dado y

una mezcla de sentimientos encontrados, sin embargo

convencida estaba del derecho que todos tenemos de

labrar nuestra propia vida...

“Despierta en cada día la ilusión de un buen

comienzo... la magia ha de animarte y mira siempre al

cielo... ¡no olvides de sembrarle estrellas en cada noche!...”

Page 386: Y durmieron juntos

385

CAPÍTULO 33

Barcelona ... ¡qué bella eres!...

“¡Oh! Feliz la ciudad que tiene una montaña al

lado, pues podrá contemplarse a sí misma desde la

altura. Verá diminuto sus caseríos con la inmensidad

de los campos y del mar brillante, y sentirá cuán infinito

es el cielo”.

“ ¡Oh! Feliz la ciudad que tiene una montaña al

lado, porque en ella se siente como un tránsito a la luz

”. (Juan Maragall. Poeta barcelonés).

¡Barcelona... vieja ciudad mediterránea!... ¿Su

edad?... Se habla de su origen Ibero o Griego, se dice

también que comenzó a edificarse en el Monte Táber,

una pequeña colina que hoy es una maravillosa plaza.

Se cuenta que los romanos la llamaron Julia Augusta y

Pía Fabentina y que los visigodos la hicieron capital de

su reino, allá por el año 415 a.C. En la parte más

antigua de ella aún se conservan fragmentos de sus

murallas y fortificaciones.

Mas Barcelona no es sólo una ciudad con raíces

de siglos que vive y crece al margen de los tiempos...

Page 387: Y durmieron juntos

386

es mucho, mucho más... es una sorpresa que apasiona

y encanta a cualquiera... que hay que verla desde el

mar, desde el monte y por dentro para ir

descubriéndola poco a poco, en mañanas de sol y

trinos y de olor a mar, o en atardeceres cuando se

pone su sol, con olor a flores, murmullos y sensaciones

de vida y ritmo. De ella hay que conocer todo, lo de

ayer, lo de hoy, su gente y sobre todo sus ramblas...

con las que ella reafirma su carácter de ciudad

marítima. Puede decirse que sus ramblas son como

sus arterias... en ellas su gente pasea, habla, medita o

reza... (Barcelona. Carlos Soldevila).

Barcelona... esa bella ciudad tan prendida a su

patria, con su historia y su mar, con sus monumentos y

sus ramblas, con su gente y su catalán, con sus ritmos

y costumbres... recibía en una de sus academias a una

pueblerina ilusionada con dibujar, pintar y trabajar...

También la esperaría el amor, aunque traería dolor.

Pilar vivió en ella cuatro años hasta completar sus

estudios y obtener el diploma que la acreditaba como

“Profesora de Dibujo, Pintura e Historia del Arte”.

Page 388: Y durmieron juntos

387

El pasar de los primeros tiempos fue difícil, ya

que naturalmente extrañaba demasiado y sentía

mucho el ser forastera. Debía familiarizarse con el

catalán como uno de los primeros desafíos y además

tenía que buscar un buen trabajo. Barcelona era una

ciudad bellísima, toda por conocer, pero había que

aprender a caminarla sola, contemplarla y admirarla.

Sin embargo, el deseo de estudiar, de crecer y de

superarse, fueron más que la nostalgia de todo el que

se marcha lejos de casa. Y Pilar, fuerte y decidida

como lo fue siempre, no permitió que sus anhelos y

sueños se ahogaran en tormentas de añoranzas.

Despertaba cada día con ilusiones renovadas dejando

que tantas ilusiones hicieran su obra...

Al cabo de un tiempo de vivir en Barcelona,

adaptada ya a su nueva vida, consiguió uno de los

mejores trabajos, según mi parecer al menos muy

original. La tomaron en una fábrica de muñecas de

porcelana y luego de un examen que resultó bueno la

asignaron al taller de pinturas. Allí recibía las muñecas

que venían cocidas del horno con un tono gris mortal y

les coloreaba la piel, las mejillas, los cabellos, les

Page 389: Y durmieron juntos

388

creaba ojos vivos y labios tibios. Cada muñeca y cada

bebote resultaban una verdadera obra de arte.

Posteriormente trabajó en un laboratorio de

cosméticos. En determinada oportunidad y para hacer

publicidad, le pidieron idear un afiche que destacase

las virtudes de una especie de crema protectora de las

exposiciones solares. En aquella época no se estilaba

lucir la piel tostada sino por el contrario, la blancura era

un signo de belleza femenino. Pilar trabajó unos

cuantos días sobre su caballete realizando varios

bocetos. No sé en qué belleza femenina se habría

inspirado, pero presentó a una mujer desnuda y en una

playa, que se mostraba de espaldas dejando ver sus

preciosas e insinuantes caderas. En su cabeza llevaba

una llamativa capellina que la protegía del sol. La

censura del jefe fue poner un grito en el cielo. ¿Cómo

saldría a la calle y en la España de Franco una cosa

así?... La respuesta de Pilar fue gritarle cuatro frescas

en la cara y defender su obra. Discutieron

acaloradamente y aunque este señor reconoció que se

trataba de un perfecto afiche, le exigió que lo cambiara.

Pilar regresó al taller malhumorada y con ganas

de cambiar de trabajo, pero en poquito tiempo resolvió

Page 390: Y durmieron juntos

389

el conflicto presentando a la mujer con su capellina en

una mano tapándose una de las partes más lindas que

su creadora le había hecho. Ahora la publicidad resultó

aprobada y salió a la calle logrando que las ventas de

aquella pantalla solar resultaran buenas.

Transcurrían los años de mi madre en esa

ciudad mediterránea. Atrás iba quedando una jovencita

de pueblo introvertida y callada para transformarse en

una mujer bellísima, delicada y de carácter firme. Le

gustaban las artes y Barcelona era una fuente de

inspiración a la que llegó a amar. En aquella academia

barcelonesa Pilar aprendió a dibujar naturalezas

muertas, a darles luz y sombra, a hacer bocetos de

rostros, de animales, y de paisajes, en carbonilla.

También aprendió a amasar la arcilla partiendo de un

pastón amorfo, y poquito a poco con sus dedos y

cinceles, tallaba un Quijote flaco de nariz muy

particular, un Sancho panzón y petiso, una mujer casi

desnuda y cualquier cosa que se gestaba en su

enriquecida mente. En su vida realizó un gran número

de cuadros, xilografías y esculturas, muchas de las

cuales conserva en su casa mi hermana mayor.

Page 391: Y durmieron juntos

390

Firmaba “Zune”, usando las letras de su apellido

paterno en distinto orden.

Tengo una foto de aquella academia. Pilar está

junto a otras alumnas en una gran mesa y permanece

con los ojos sobre su trabajo muy concentrada en él.

Se la ve linda. Imagino a Pilar contenta con su vida allí,

mimada por una tía e inspirada largos ratos en todo lo

que hacía, leyendo a Miguel de Cervantes o quizás

algo del desaparecido poeta Federico García Lorca,

admirando el genio de Picasso o contemplando una

escultura en algún histórico museo. La pienso

caminando por las ramblas de aquella ciudad,

observando todo desde sus preciosos ojos verdes,

asombrada frente a cada catedral y cada estilo, gótico,

romano o renacentista.

...Pero el amor le traería dolor... Pilar no contó

demasiado de aquel amor, en realidad casi nada, fue

otro gran dolor sobre el que guardó silencio para seguir

siendo fiel a su estilo. Se había enamorado de un

muchacho que era de Barcelona, (no supe su nombre),

posiblemente estudiaba artes como ella, no lo sé.

Compartiría con él sus ilusiones de mujer joven, se

Page 392: Y durmieron juntos

391

sentiría apreciada, valorada, querida y amada... No sé

cuánto tiempo se amaron, tampoco sé de sus planes,

pero sé que él enfermó irremediablemente de

tuberculosis. Otra secuela de aquella odiosa guerra, de

su hambre y sus arraigadas pestes, y a pesar del amor

de ella y los esfuerzos de la medicina, igualmente

falleció.

Muchas veces he pensado en aquella bella

joven que fue mi madre... tan bellamente enamorada...

y tan bellamente golpeada... Frecuentemente miro una

foto suya de aquella época, tiene el cabello recogido...

no quiere mirar de frente... apenas ofrece una sonrisa...

y se abraza a un bolsito. La imagino en este dolor

escribiendo a su madre. ¿Qué le contaría ahora?, ¿con

qué cosas seguiría soñando? ¿Seguiría soñando?...

“¡Ay Pilar... Pilar... ten en cuenta que la vida sigue

¿eh?... y deberás sobrellevarlo, resístelo mujer... resístelo, y

ya deja de llorar... despoja de tus ojos la triste soledad... por

favor mujer, olvida la ansiedad... no mires para atrás...

Volverás a amar!...”

¡Barcelona!... aquella ciudad que tanto la había

deslumbrado... ya no era la misma. Pasear por sus

Page 393: Y durmieron juntos

392

ramblas la entristecía... contemplarla desde el mar le

dejaba una impresión lejana... ver a los viejos

pescadores en el puerto y remendando sus redes la

llenaba de angustia... Por momentos se sentía

desolada y extrañaba desesperadamente Alcorisa...

¿Pensaría en volver? ¿Terminaría sus estudios?...

¿Qué futuro tendría una joven que pintaba y trabajaba

la arcilla en aquel pueblo? ¿Valorarían sus bocetos en

carbonilla y sus pinceladas en acuarela?...

¿Olvidaría?...

¿Qué piensas hacer Pilar? Difícil es separarnos

de los seres que amamos - ya lo sé - y pensando en el

derecho que tenemos todos de elegir qué cosas hacer

en la vida, nos encontramos muchas veces

extrañándolos y recordándolos demasiado. Pero Pilar...

piensa ésta... ¿Qué son los recuerdos sino el lenguaje

de nuestros sentimientos?... ¿No te parece?...

“¡Otoño que has golpeado su tiempo... invierno que

te has dado al silencio... ¿Dónde hallar el lugar de un

talento... del amor... de los recuerdos?... ¿Dónde germinará

el afecto?...”

Page 394: Y durmieron juntos

393

CAPÍTULO 34

Pues vuélvete, mujer!...

Creo escuchar estas palabras de boca de Doña

Carmen... quizás no fue así o quizás sí. Lo cierto es

que Pilar volvió a Alcorisa al finalizar sus estudios.

Ahora tenía unos años más que cuando se había

marchado y posiblemente, menos sueños que

entonces. Entre sus cosas traía libros, apuntes, un

montón de bocetos y acuarelas, pinceles, espátulas,

cinceles, témperas y óleos, además de su paleta y su

caballete. El recibimiento y cariño de los suyos la

reanimaron, la cercanía y comprensión de su madre la

ayudarían enormemente, la firmeza y serenidad de su

padre le infundirían valor.

Valor... eso es precisamente lo que se necesita

para volver a crear, y crear es siempre un modo de

volver a empezar, empezar por encontrar un lugar para

cada cosa y ubicar cada cosa en el lugar hallado. “¡De

crear un lugar para ti - Pilar - de eso se trata. Un lugar

en el que seas tú misma, a cómo eres, a como

piensas, a como sientas. Debes crearlo Pilar, si tú eres

Page 395: Y durmieron juntos

394

creativa!”. Creo escuchar estas palabras de boca de

Doña Carmen ... quizás no fue así o quizás sí...

Pilar contaba a los 24 años con un espíritu que

había sido tallado en su pasado lejano y reciente, sería

pulido en su presente y alcanzaría brillo en su futuro...

Mi tía María me contó que a Pilar, se la notaba un poco

triste al volver de Barcelona, sin embargo también me

dijo en aquella tarde de visitas...“ Tu madre era muy

fuerte... hija mía... era una personita especial... yo

también la extraño mucho... Dorita querida”. Lloramos

un poquito y seguimos hablando de muchas cosas...

Era el año 1950 cuando Pilar volvió de

Barcelona. A unos diez años de la guerra, España

estaba aún en plena reconstrucción. Bajo aquel

eslogan “cada español debe tener su propio hogar,

comprado con el esfuerzo de su trabajo” la pequeña

tejería de Don Pascual se había convertido en una

importante cerámica. La trabajaba en sociedad con

otro aragonés, Don José Roca. Según me contaba el

tío Rafael, alcanzaron a una buena producción diaria

de ladrillos huecos (ya no los cortaban a mano) y el

horno era de cocción continua. En ocasiones los

Page 396: Y durmieron juntos

395

camiones que llegaban hasta allí para retirar los

ladrillos, lo hacían estando éstos aún calientes.

Don Pascual y Doña Carmen habían terminado

de reconstruir la casa, le habían hecho las plantas que

querían y una hermosa escalera en caracol que las

conectaba. María y Rafael con su pequeña Josefina,

que tenía ya tres años y disfrutaba mucho de sus

abuelos y tíos, vivían en frente. Bienvenida con sus

niños y el aventurero de su marido, el tío Perea, vivían

en Valencia.

Otra vez encuentro a Pilar y José en aquel

hogar, ahora ya pasada la infancia y la guerra.

Josecico ya había dejado de ser un niño, para

entonces tenía unos quince años y trabajaba con su

padre en la tejería, aunque poco... él mismo me lo ha

dicho... más bien le gustaba vagonetear mucho y

gastarse las pesetas que su buena madre le daba a

escondidas. Este tío José es otro de los tíos muy

queridos de la familia, tan buenazo como conversador,

sensible a los afectos familiares y de buen ánimo, a

veces terco y porfiado. Es bastante más chico que

Pilar. Una de las últimas veces que nos vimos, le

pregunté cosas de aquellos tiempos de España, pero

Page 397: Y durmieron juntos

396

no recuerda nada ni de la guerra ni de los años que le

siguieron. Sus recuerdos tienen que ver con la tejería,

con el burro que cargaba la leña, con el río en el que le

enseñaron a nadar cuando era un chico, con su familia

y con su juventud en Alcorisa. Yo pensaba en aquel

relato que mamá me contaba cuando toda su familia

huía por los campos y cayeron tres bombas que jamás

explotaron, me acordaba del caldero hirviente y de las

gallinas que se quemaron en aquel picnic... y ubicaba

al pequeño Josecico en los brazos de su madre o de

su padre, e imaginaba a sus hermanas llorando. Me

alegré por este tío, por esa especie de amnesia que lo

protegía como si la guerra no pudiese alcanzarlo...

En aquella linda casa de varias plantas, Pilar

ideó su lugar. En la parte alta y en una de sus

habitaciones con un hermoso balcón a la calle, instaló

su “tallercito”. Pintó sus paredes y colgó unos cuadros,

puso flores en los maceteros del balcón y cortinas en la

ventana. Allí puso en marcha los mejores talentos de

una modista y de una artista. Algunos notaron en ella a

una mujer poco común, con capacidades un tanto

especiales, con el don de enseñar, de pintar, de recitar.

Page 398: Y durmieron juntos

397

Al expresarse, generaba un encanto que cautivaba a

sus oyentes, el timbre de su voz, su elocuencia, su

conocimiento, su hermosura, su ojos, su gestos... la

hacían encantadora.

Mi prima Josefina, recuerda a su tía Pilar como

la mujer más hermosa, delicada y culta que haya visto

en su vida. Decía “la tía debió ser actriz de cine” y me

relató una anécdota muy simpática, que no quiero dejar

de incluir. Me contaba que ella tenía unos cuatro o

cinco años, (o sea cuando era la Josefinica aún) y

jugaba con una amiguita que vivía en la misma calle.

Las dos querían ser bonitas como la tía Pilar. Los

domingos era obligación ir a misa y la tía colocaba

sobre su hermosa cabellera negra una mantilla con la

que se rodeaba el rostro. “Yo – decía Josefina - me

quedaba embobada frente a su belleza”. La cosa fue

que un domingo Pilar salió rapidito hacia la iglesia y el

paso siguiente de estas dos zagalicas fue imitarla. Para

ello, y no contando con mejores mantillas que dos

viejos repasadores de cocina, los colocaron sobre sus

cabezas como lo hizo la tía y hacia la iglesia partieron.

Allí, se le presentaron muy santurronas y muy

contentas de parecerse a ella. Josefina decía: “...y yo

Page 399: Y durmieron juntos

398

al llegar y verla entre la gente, le levantaba mi mano y

gritaba tía... tía... para que me viera... ¡Qué quemo

pobre tía!...” La verdad es que nos reímos mucho con

esta anécdota. Me gustó imaginarla...

En aquel taller de la planta alta Pilar recibió a

sus primeras alumnas. Les enseñaba a tomar las

medidas para crear por ejemplo “una blusa de

domingo”. Entonces dibujaban el molde en un papel,

después lo colocaban sobre la tela con la ayuda de las

agujitas de cabeza, la marcaban con tiza y luego había

que animarse a cortar. A continuación seguía hilvanarla

y medirla para entrarle las pincitas. Finalmente llegaba

la instancia de coserla a máquina, luego sobrehilar las

orillas, hacerle los ojales, pegarle los botones y a

adornarla con alguna puntilla.

Hay una foto muy linda de Pilar con sus

alumnas. Son cinco mozas muy de aquella época,

también hay una niña tomada de la mano de una de

ellas. Pilar está muy sonriente con un vestido floreado.

Cuando la tía María vio esta foto, recordó a esas

mujeres y dijo: “las serranas”. Me contó que eran muy

amigas de mi madre y que venían desde “las sierras”

para aprender a cortar y coser con ella.

Page 400: Y durmieron juntos

399

Tal parecería que Pilar inventaba una nueva

vida mientras curaba su herida. Pero su gusto por el

arte no se había dormido. En aquel tallercito de la

planta alta, ese talento la despertaba y a veces la

llevaba a crear algún rostro desconocido o a pintar

algún paisaje de aquellas montañas, de aquellos

campos y de aquella gente...

María me contó que un día llegó desde

Estercuel un señor mayor. Era un profesor de pintura

que venía buscando lugares inspiradores que pudiera

plasmar en sus cuadros. Se conocieron con Pilar e

hicieron gran amistad. Unas veces salían juntos a

pintar y él le daba lecciones de dibujo y pintura. Este

señor miraba los bocetos que Pilar tenía en su tallercito

y hacía las observaciones y críticas que consideraba

conveniente. Fue un maestro y amigo para Pilar (no

pude averiguar su nombre), estuvo unos tres meses

en Alcorisa y luego volvió a Estercuel. El tío José

recuerda de un cuadro que su hermana había hecho y

que a él le gustaba mucho. Me contaba que Pilar se

había llegado hasta el convento de los curas que

vendían un vino patero exquisito. El convento quedaba

hacia las afueras de Alcorisa y ella pidió permiso para

Page 401: Y durmieron juntos

400

pintar a la Virgen de los Olivares. Según las creencias,

antiguamente una virgen se había aparecido en ese

lugar y entre los olivos, debido a eso, construyeron el

convento con su imagen un poco escondida.

De esta manera y con el suceder de muchas

cosas más o menos cotidianas, renació en aquel

pueblito un poco olvidado de la provincia de Teruel,

una joven artista que decidió cada día renovar sus

talentos... buscando lo bello... creándolo y

expresándolo, un ser que se ganó el reconocimiento de

su gente... que fue admirado y valorado en su propia

tierra...

“Mujer... contempla cómo el cielo se confunde con el

mar...”

Page 402: Y durmieron juntos

401

Cuarta Parte

Page 403: Y durmieron juntos

402

Esta parte aunque breve

queda dedicada a la pareja de mis padres,

a sus desiguales edades

a sus distantes vivencias

a sus formas de ser en la vida.

En sus diferencias se acercaron,

se igualaron, se amaron

y durmieron juntos ...

Page 404: Y durmieron juntos

403

CAPÍTULO 35

Reencuentros

En los primeros días del mes de Marzo de 1952

llegaba a su pueblo natal Alcorisa y desde la lejana

Argentina, un hombre de 47 años de edad, soltero,

agricultor y con todo el aspecto de un “americano”.

Decía llamarse Pascual Calvo. El tal, había navegado

durante quince días en el Giulio Cesare y

desembarcado en el puerto de la ciudad de Barcelona,

sitio donde lo estaban esperando su hermano Julián

Calvo y su envejecida madre Doña Concepción Gamón

de Calvo. Luego del emocionante reencuentro y ese

mismo día en Barcelona, debió realizar el primer y más

urgente trámite del que tenía necesidad: “una

dentadura nueva”.

Este aragonés bastante americanizado que

había tenido el incidente de despedir su dentadura

desde la cubierta del Giulio Césare, llevaba la intención

de visitar aproximadamente tres meses a su familia y

amigos de infancia y juventud, como así también

pensaba recorrer todo su pueblo, conocer a las

Page 405: Y durmieron juntos

404

hermosas mujeres españolas y luego se pegaría la

vuelta.

En Ing. Chanoudié, provincia de Santa Fe,

República Argentina, había dejado a cargo de un

empleado de mucha confianza, un campo de su

arrendamiento al que se había dedicado los últimos

diez o doce años de su vida.

El retorno a la villa de Alcorisa, de la que se

había marchado a los dieciséis años sacudió

fuertemente sus emociones. Alcorisa en esencia era la

misma que treinta años atrás. Sus montañas, su cielo,

sus callejones, ofrecían a este hijo una especial

bienvenida, aunque también, brindaba a su vista un

mejor aspecto que tiempo atrás. Sus casas habían sido

mejoradas, los balcones estaban florecidos, circulaban

algunos autos, había más gente, algunos negocios,

vidrieras y carteles.

Sin embargo, el retorno también lo enfrentaría

con las ausencias, ya que sabido es que en España,

un muerto, está más vivo como muerto que en ningún

sitio del mundo. Sus hermanos José y Joaquín habían

Page 406: Y durmieron juntos

405

muerto en la guerra y su padre había fallecido unos

años después.

Lo animaba el reencuentro con Julián. Su

hermano le resultaba un ejemplo de valor y trabajo, un

ejemplo de lo que significa decidirse por el retorno a

pesar de las difíciles condiciones. Lo encontraba junto

a Victoria, una esposa valiente y de fuerte carácter y

además, junto a tres hijos bastante criados ya, Asterio,

Magdalena y Julianín, que ahora conocerían al tío que

venía de la Argentina. También fue emocionante

encontrar a su hermana Concha y su cuñado Manolo.

Esta hermana lo había extrañado y mimado a través de

muchas cartas que Pascual casi nunca contestaba.

También tenía dos hijos grandes, Joaquín y Concha,

para presentar a ese tío perdido y poco dado a la

escritura. Seguramente, ésta también fue la ocasión de

un montón de reproches! Conoció además a Ramona,

viuda de su hermano José, una pobre mujer que

sobrellevó su difícil viudez junto a sus dos hijos, José y

Josefina.

¿Y su madre?... ¿Cómo habrá sido estar con

ella, abrazarla, verla tan envejecida y tan chiquita? ¿De

Page 407: Y durmieron juntos

406

qué cosas hablarían luego de treinta largos años de

separación?

Los imagino a todos en casa de Julián, en una

mezcla de emociones y alegrías, quizás comiendo una

de esas comidas especiales que se preparan para

recibir a un tío solterón y trotamundos que contaba

maravillas de una Argentina próspera.

-“¡Cuéntanos Pascual de ti y de Manuel! ¿Cómo

estáis en la Argentina?”, preguntaría Julián.

-“A mí, dime primero de mis nietos Carlos y

Olga”, diría Doña Concepción.

-“Mira Pascual, que en España no se está muy

bien que digamos, llevamos diez años de la guerra y

no hay más que trabajar y pagar impuestos”,

comentaría su cuñada Victoria.

Allí estaba Pascual frente a una familia marcada

por el paso de la guerra, frente a preguntas y

comentarios que variaban de la tristeza a la euforia, del

llanto a la alegría, frente a él mismo y su propia historia

tan distinta de aquélla. Interiormente sentiría rabia y a

la vez agradecimiento hacia sus padres, ya que lo

Page 408: Y durmieron juntos

407

habían desarraigado a tan corta edad de los suyos,

pero a la vez y quizás sin saberlo demasiado, le

posibilitaron una vida muy diferente.

No dejaba de tener presente a sus familiares de

Argentina. Los conocía felices y libres de todo esto. A

ellos volvería en poco tiempo y su pena sería grande

por los que en España dejaría. Pascual sentiría su

alma dividida...

Creo que mi padre no pasó bien aquellos

primeros días. El choque de realidades era muy fuerte

y difícil de tolerar...

Poco es lo que supo de sus amigos de la

infancia, de Francisco Lamata se había perdido el

rastro. A pesar de todo Pascual quiso disfrutar de

aquellos días, pasear, conversar con la gente,

preguntar, escuchar y llenarse de Alcorisa. Contó a

todos acerca de la Argentina, de su gente y de muchos

otros inmigrantes, de sus costumbres, del tango y la

voz de Gardel, del gobierno de Perón y los

trabajadores, de los colonos y de los grandes campos,

de la caña de azúcar y las entregas a los ingenios, de

tractores y arados, de cómo se fumigaban las siembras

y de los cosechadores del algodón...

Page 409: Y durmieron juntos

408

Al hablar de estas cosas no hacía más que

reivindicar aquello con lo que estaba fuertemente

identificado. Creo que Pascual era más argentino que

español, le gustaba más el tango que el paso doble,

prefería un asado a una buena paella, un partido de

fútbol a una corrida de toros...

Page 410: Y durmieron juntos

409

CAPÍTULO 36

Las tardecitas del mes de Marzo

Transcurrieron los primeros días de Pascual en

Alcorisa. Sobrepuesto a las primeras emociones y

reencuentros, su simpatía, su disposición a la alegría y

su modo de enfrentar las cosas, volvieron a salirle.

Se alojaba en casa de Julián. Este hermano

había progresado con el negocio de combustibles y

según tengo entendido, el pasar de mi “tíoagarrado”

era uno de los mejores entre la gente de Alcorisa,

hasta llegué a escuchar que era el hombre más rico de

allí. Tenía una casa grande y muy bien puesta. A sus

hijos les había dado formación religiosa, indicando esto

el empecinado triunfo de Victoria por sobre su apática

voluntad atea. Doña Concepción vivía con ellos,

procurando, a sus muchos años ya, que su testarudez

no chocara demasiadas veces contra la de su querida

nuera.

De todas estas cosas se enteraba Pascual al

conversar con su madre.

Page 411: Y durmieron juntos

410

- “¡Madre... véngase conmigo a la Argentina...

vamos a visitar a Manuel y a conocer sus otros

nietos!”- la invitaba Pascual.

- “¡Pero qué cosas dices hijo mío... llevo 82 años

conmigo y ya no estoy para hacer visitas... ¿No ves

que estoy tan vieja? !” - le decía su madre.

- “¡Qué viejos son los trapos madre!”- la animaba

Pascual - “¡Una persona de sus años no es tan vieja!

¡Vámonos un tiempo y luego yo la vuelvo a traer!”...

- “ ¡Hala, hala hombre!... que tú debes estar mal de la

cabeza... mira qué cosas se te ocurren!...”- decía Doña

Concepción, desoyendo esta descabellada idea de su

hijo.

En realidad era una locura descabellada la invitación

de Pascual. Sinceramente su hijo fantaseaba con la

idea de traerse a su madre a Argentina, aunque

entendía que arrancarla de España, de sus vivos y de

sus muertos no sería nada fácil. No obstante unos

años más tarde lo logró...

En las tardecitas de aquel recientemente

iniciado mes de Marzo, Pascual y su anciana madre

conversaban entretenidamente, sentados en la vereda.

Page 412: Y durmieron juntos

411

Algunos vecinos se acercaban a ellos con interés de

escuchar lo que el hijo de Doña Concepción, “el

americano”, contaba de Argentina. (¡Decía tantas

cosas!...)

Una de aquellas tardecitas, mientras

contemplaban la puesta del sol en la tranquilidad de

esas horas, el sutil taconeo de una mujer dejaba oírse.

Al acercarse a ellos detuvo su andar, la joven miró a

los dos unos instantes y saludó amablemente:

- “¡Buenas tardes Doña Concepción, ¿cómo está

usted?!...”

- “¡Buenas tardes Pilar, ¿cómo estás tú?!...”,

contestó la anciana. Pascual que tan elocuente había

estado, en aquel momento, enmudeció. La belleza de

aquella mujer le produjo una inexplicable obnubilación.

Sentía la mirada de unos segundos atrás. El timbre de

su voz y el saludo a su madre lo conquistaron

ciegamente. ¿Quién era esa joven tan bella como la

puesta del sol ? ¿Cómo es que la llamó mi madre?...

¡Epa,... oops... Pascual... qué te pasa?... te quedaste

alucinado, embaucado, mudo... ! ¡De golpe te volviste

tímido?... pareces un tonto... hombre! ¡A ver si

reaccionas y disimulas un poco tu estado!... El gesto

Page 413: Y durmieron juntos

412

facial de Pascual delataba su encantamiento, su

sonrisa y su mirada hablaban por él...

Aquel inolvidable instante de embelesamiento

fue interrumpido por la voz de su madre que dijo:

- “Pilar, este es mi hijo Pascual que ha venido de

América a visitarnos unos meses ”. Pilar entonces

dirigió su segunda mirada a Pascual y su primera

sonrisa. Le extendió su mano y con aquel timbre

perfecto en su voz, dijo:

- “¡Mucho gusto de conocerlo, Pascual... y

bienvenido a Alcorisa!...”

Pascual estrechó aquella delicada mano y se

quedó mirando a los ojos de Pilar. Le pareció

hermosa!... En ese momento sintió que el corazón le

salía como al galope..., entonces, tuvo la certeza que

podría llegar a adorar a esa mujer. Apenas saliendo de

ese estado en que se nos revuelven las entrañas,

debido a ese inexplicable toque de felicidad que por un

instante nos asiste, dijo:

- “¡El gusto es mío Pilar... el gusto es mío!”.

Aquel fue un momento mágico. El sol

perezosamente se ocultaba entre las montañas como

queriendo ser testigo de singular deslumbre. El cielo,

Page 414: Y durmieron juntos

413

que tan firmemente claro se había mostrado, insinuaba

ahora sus primeras estrellas. Alcorisa daba a dos de

sus hijos tan distantes, la posibilidad de conocerse...

La viejita Concepción a sus 82 años, percibió

aquel momento mágico y entonces indicó:

- “Pasemos adentro Pilar... conversemos un

ratitico”. Y así fue. Pilar explicó el motivo de su visita.

Se acercaba a preguntar por la dirección de un médico

de Alcorisa que se había trasladado a Barcelona. Doña

Concepción o Victoria seguramente debían saberla.

Hacia esa ciudad habían de viajar por esos días María

y Rafael, pues, la salud de María estaba empeorando.

Aquel ratico de Doña Concepción se extendió por

algunos minutos más cuando ella comentó:

- “Sabes Pascual que Pilar ha estudiado en

Barcelona y pinta muy lindos cuadros. Es hija de Don

Pascual Nuez, el tejero de Alcorisa. Su madre Doña

Carmen, es la vecina más buena que tenemos. Viven

calle arriba a cuatro casas de la nuestra”.

Pilar, ahora consideraba que había llegado el

momento de retirarse, ya era casi de noche y

poniéndose de pie, procuró despedirse. Pascual quería

retenerla, intentaba decir algo más, quizás, contar algo

Page 415: Y durmieron juntos

414

de la Argentina que era de lo que siempre andaba

hablando... ¡Ay Pascual... Pascual!. ¡Tu madre te ha

dicho que ella pinta... Pues hombre...interésate en ello,

sácate un poco el campo de encima y acompáñala

hasta su casa, que por algo hay que empezar!...

Se animó a decir:

- “¿Puedo acompañarla a su casa, Pilar?...”

- “¿Cómo no?”, dijo Pilar mostrándose un poco

distante, pero amable.

Y salieron por primera vez a caminar juntos

aunque unos pocos metros..., la casa de Pilar quedaba

muy cerca de la de su madre.

Otra vez en aquella noche de estrellas, se

dejaba oír el taconeo de una mujer española, pero

ahora, junto al de un español maduro y un tanto

americano...

Pascual lamentó no tener treinta años. Sintió

que el trabajo de campo, sus curtidas manos, los 47

años ya que tenía, lo quebraban frente a esa femenina

joven. En su vida había sido un mujeriego de muchos

trotes en lo que había corrido como un caballo al

galope, sin embargo, ahora sentía galopar el corazón...

Finalmente dijo:

Page 416: Y durmieron juntos

415

-“ Usted sabe Pilar que en tres meses regreso a

la Argentina. Sólo ese tiempo es el permiso de

permanencia que me dieron. Allí me esperan los

trabajos del campo que desde hace muchos años

tengo en arrendamiento y necesariamente tengo que

volver, pero me complacería mucho llevarme como

recuerdo de España... un cuadro hecho por usted...”.

Aquí, se debió producir un instante de silencio,

de esos en los que el riesgo es creciente, en los que

puede echarse todo a perder, en donde la experiencia

no indica si conviene seguir hablando, o callarse y

permanecer a la espera de que el otro se caiga de su

sorpresa y diga algo.

Pilar no abrió la boca y entonces Pascual con un

profundo destello de lírica inspiración, agregó:

-“¡ Quizás algún paisaje de ésta querida tierra de

Alcorisa, tierra que también es mía!... ¿Me daría ese

gusto, Pilar?...”

Esto, fue lo más acertado de Pascual en

aquellos primeros momentos en que trataba con Pilar,

e indudablemente le salió bien... La agradó... A ella, le

había gustado conocer a ese hombre que le llevaba

Page 417: Y durmieron juntos

416

muchos años, desde el primer momento le había

parecido un buen mozo, hasta le resultaban atractivas

algunas cuantas canas que ya asomaban en él, y

además de estas cosas, ese hombre llevaba por

coincidencia el nombre de su querido padre, Don

Pascual Nuez.

Mas ahora, se agregaba su particular y exclusivo

pedido, un cuadro de su propia creación y de Alcorisa...

Pilar sintió que aquel hombre, venido del otro lado del

mundo, más argentino que español y con mucho más

de campesino que de intelectual, la sorprendía con lo

que ella no habría imaginado. Ciertamente, había

regalado algún cuadro ya, pero este pedido le

resultaba un tanto especial. Se sintió muy halagada y

desde su íntima y disimulada alegría dijo:

- “¡El gusto es mío Pascual... se llevará usted a

la Argentina un cuadro de Alcorisa... tierra que también

es suya!...”

Pilar entonces invitó a Pascual a visitar en otra

de aquellas inolvidables tardecitas del mes de Marzo

de 1952, su tallercito de la planta alta. Pascual lo haría

con el corazón galopante...

Page 418: Y durmieron juntos

417

CAPÍTULO 37

El tallercito de la planta alta

¡Es el ángel que ha venido de fuera a dar luces,

es la musa que con él ha llegado para dar formas. Hay

que despertar al duende, hay que despertar al duende!

¡La verdadera lucha será con él... con el duende...

cuando lo hayas despertado, has de saberlo... porque

te quemará la sangre!...

García Lorca decía que todas las artes son

capaces de duende. España ha estado en todos los

tiempos siempre movida por duendes, trayendo la luz

de las horas viejas, vida viva de épocas muertas, al

contrario de las piedras... las campañas...

Los grandes artistas de España, gitanos o

flamencos, ya sea que canten, bailen, o toquen, saben

que no es posible ninguna emoción sin despertar a los

duendes y que un romance alcanzará su perfección

cuando su melodía despierte al duende, ya que, con

duende es más fácil amar y comprender, es seguro ser

amado y comprendido... el duende no se repite como

no se repiten las formas del mar en la borrasca...

Page 419: Y durmieron juntos

418

A la hora acordada de aquella tardecita del mes

de Marzo de 1952, Pascual salía hacia la casa de Pilar.

Se había arreglado como nunca antes. Se afeitó,

engominó sus cabellos, vistió su traje, se acomodó los

lentes y salió muy animado, saludando a su madre.

- “¿A dónde vas Pascual... tan buen mozo?...”,

preguntó Doña Concepción. - “¡A visitar a Pilar y

conocer sus cuadros!...”, contestó Pascual. Por un

momento aquella anciana pensó que su hijo ya no

volvería a América...

Luego de unos instantes frente a la casa,

Pascual tocó a la puerta esperando ser atendido por

Pilar. No fue así. La puerta fue abierta por Doña

Carmen.

- “Buenas tardes señor... a quién busca?...”,

preguntó Doña Carmen aunque ya lo sabía. Pilar le

había contado que el hijo de Doña Concepción, el que

había venido de Argentina, quería que le pintara un

cuadro de Alcorisa. También le había dicho que le

parecía un buen mozo... ¡Aunque un poco mayor,

claro!

Disimulando su sorpresa y con el mejor gesto de

un caballero, Pascual dijo rápidamente:

Page 420: Y durmieron juntos

419

- “Yo soy Pascual Calvo y desde hace unos

pocos días, vecino suyo. Soy uno de los hermanos de

Julián, he venido recientemente de Argentina y vengo

en busca de Pilar...”.

Doña Carmen sonrió ante semejante y simpática

presentación.

- “Pase a la casa Don Pascual, que ya mismo

aviso a mi hija que usted ha llegado”.

Pascual se relajaba por unos instantes, Doña

Carmen lo invitó a tomar asiento. Luego la escuchó

decir en voz alta:

- “Pilar... Pilar es para ti... ha llegado Pascual y

te espera”.

Pilar estaba en su tallercito de la planta alta

acomodando algunas cosas mientras pensaba qué le

enseñaría a Pascual?...

- “Adelante... adelante... Pascual, suba usted...”

se oyó la voz de ella desde el final de la escalera en

caracol...

Ahora Pascual perdía su relajación. Con un

gesto amable Doña Carmen lo invitaba a ascender .

¡Qué grande emoción la tuya Pascual... pero contrólate

un poco hombre... que se te va a notar!... Subía

Page 421: Y durmieron juntos

420

aquellos escalones tomándose firmemente del

pasamanos y con su mirada puesta al final de la

escalera. Allí esperaba encontrar a Pilar y así fue. Ahí

estaba Pilar, esperándolo sonriente. Otra vez le pareció

hermosa!...

Mi padre rememoraría siempre aquella imagen.

Me decía: “ella estaba ahí, mirándome desde arriba,

esperándome sonriente...” palabras que acompañaba

llevándose las manos al pecho y haciendo el gesto de

un encantado. Yo diría que el corazón volvía a

galoparle...

Aquel encuentro de final de escalera debió ser

otro momento mágico. Luego de saludarse como seres

que se atraen sin poder explicarlo demasiado, Pilar

invitó a Pascual a pasar a su taller. Las habitaciones,

así como las personas, poseen su propio e íntimo olor.

Aquel tallercito olía a óleos y solventes, pero envolvía

con la fragancia de Pilar. Nunca antes había estado

Pascual en un sitio así. Por un instante se quedó

mirando la disposición de las cosas y todo parecía

impregnado por ella. Algunos cuadros colgaban en las

paredes, había un estante con libros y papeles, un

Page 422: Y durmieron juntos

421

caballete plegado, también había una gran mesa y una

máquina de coser.

La tenue luz de la tarde que ya estaba terminado

se reflejaba sobre todo aquello, como pareciendo

revelar a la conciencia de un campesino un estilo muy

propio de vida de aquella joven, quizás un tanto

solitaria. Pascual se acercó a mirar un cuadro mientras

que Pilar encendía una luz y sin entender nada sobre

el arte de pintar, pensaba en que él no podría hacer

algo como lo que estaba viendo. Por gran contraste,

apenas captaba de otras capacidades para él

desconocidas. Con interés preguntó:

-“¿Desde cuándo pintas estas cosas Pilar y qué

representan?... Explícame un poco, que poco es lo que

yo entiendo... sabes?”.

Pilar lo entretuvo mostrándole bocetos y

acuarelas que Pascual miraba asombradamente, mas

en un momento le dijo:

- “Mire Pascual, le voy a explicar una cosa, -las

pinturas no se explican-, porque son ellas aquello que

nos trasmiten, aquello que nos inspiran cuando las

miramos, eso que sentimos al observarlas”. Y luego,

tratando de poner en palabras su inspiración y su gusto

Page 423: Y durmieron juntos

422

por pintar agregó que, -encontrar lo bello es siempre

una continua búsqueda que significa una decisión de

vida y que requiere de mucho valor...-.

Pascual captó que se encontraba frente a una

distinguidísima mujer y comprendió además, que en

ella había sueños y creaciones que no se verían a

simple vista. Supo que nunca la igualaría y que

justamente por esto, llegaría a amarla. Por momentos

creyó estar viviendo una corta ilusión, una jugada

artera de las fantasías de un hombre pasado de hora,

sin embargo no podía salirse de ese encanto, encanto

que le facilitó la siguiente idea:

- “Pilar... ¿a ver qué le parece?... podríamos salir

a caminar uno de estos días por Alcorisa y así

elegiríamos un paisaje para el cuadro que me llevaré a

la Argentina. Me gustaría que pintes las montañas, el

cielo,... en fin...”

Y mientras Pascual exteriorizaba su deseo de

pasear junto a ella, sutilmente, comenzaba a tutearla...

arriesgando otra vez echarlo todo a perder... sin

embargo, algo más familiarizado se sentía al estar en

aquel tallercito, y entonces agregó a lo antes dicho:

Page 424: Y durmieron juntos

423

- “Quizás podríamos subir por el camino que

lleva hacia “El Calvario”, sabes Pilar que en una vieja

carta que mi padre me escribió, contaba que cuando

estalló la revolución destruyeron la iglesia, pero que

luego la recompusieron. Me gustaría visitarla...

¿Quieres?...”

Pilar, inteligente como lo fue siempre, lo

escuchaba con atención mientras descubría su

acercamiento y además, un poco de la sensibilidad y

las añoranzas adormecidas de aquel hombre. Le

agradó, supo que tenían algunas cosas en común,

entonces dijo:

- “Está bien Pascual, podríamos encontrarnos el

domingo en la mañana, saldríamos temprano por el

camino que sube a El Calvario”.

De esta manera acordaron su próximo

encuentro. Saldrían juntos a caminar y a pintar y a

conocerse un poquito más... En aquel tallercito de la

planta alta develaron algunas cuantas diferencias que

tendrían siempre, aunque también unas pocas

coincidencias. Allí comenzaron a inventar una melodía

un tanto desafinada, destemplada e imperfecta que iría

pareciéndose a la armonía del amor... -diría yo-.

Page 425: Y durmieron juntos

424

CAPÍTULO 38

El Calvario

“El Calvario” es un símbolo familiar. Es un óleo

de 50 x 60 cm aproximadamente que concretó una

historia de amor de las pocas hermosas que conozco.

Para mí, que lo llevo visto desde que llegué al mundo

es bellísimo, aunque esté bastante viejo y descolorido.

Lleva la firma P. Nuez y tiene fecha de Marzo 1952.

Siempre estuvo colgado en el comedor de casa

aunque demasiado alto para la escasa altura que mis

pocos años me daban. Algunas veces trepaba a una

silla y lograba contemplarlo más de cerca. Así sentía

integrarme a su singular origen. Me encantaba

escuchar a mi papá relatar la historia de ese cuadro.

Además, él lo hacía con enorme gusto, yo lo notaba en

todas sus expresiones. Juntos contemplábamos aquel

cuadro mientras nuestras conciencias sobrevolaban su

paisaje. Era tal el encanto que me producía aquel

relato, que me imaginaba subiendo por ese caminito

entre montañas, contemplaba entonces esos pinos tan

verdes que indicaban el ascenso y oía cantar a los

Page 426: Y durmieron juntos

425

pájaros, miraba las montañas, el cielo y sus nubes,

sentía el silbido apacible del viento. Luego de aquellas

impresiones, me atrapaba una fuerte sensación de

búsqueda, y entonces corría sin detenerme hasta llegar

a la pequeña iglesia y me metía dentro... ¡Qué silencio

allí, ya no sentía el viento!... ¡Qué cálidos eran sus

bancos y ese pasillo en el medio que conducía hasta el

pequeño altar!... Me pregunto ¿qué sería aquello que

mi infantil imaginación, buscaba?... Posiblemente

quería entender el significado de enamorarse, o quizás

aquello de conocer a Dios. Creía que caminando por

esos lugares comprendería semejantes cosas!...

Un domingo muy temprano del mes de Marzo de

1952 Pascual y Pilar subían hacia “El Calvario”. Entre

las cosas que llevaban, cargaban un caballete, una

paleta y un lienzo blanco, también llevaban alguna

cosa rica para comer. Miraron y recorrieron aquel lugar

buscando cuál sería su mejor vista. Ascendieron hasta

la iglesia contemplando su pequeño edificio por dentro

y fuera. Se oirían los pasos de dos caminantes y algún

seseo bajito e íntimo, que no interrumpía ese particular

silencio que provocan los recuerdos cuando se

Page 427: Y durmieron juntos

426

acompañan de eso otro que algunas personas

llamamos reverencia. Así transcurrieron unos

momentos. Finalmente descendieron y confirmaron

que la mejor vista era la que se ofrecía desde abajo,

allí se detuvieron y se acomodaron para pasar el resto

del día.

Comenzaba ahora un momento distinto, quizás

más alejado de esa melancolía que siempre se nos

pega cuando recordamos el pasado. Pilar se disponía

a realizar un primer boceto. Había desplegado ya su

caballete y colocado sobre él, una cartulina blanca.

Acondicionó entonces las puntas de sus lápices y

comenzó con las primeras líneas. En determinados

momentos, extendía el brazo y afinando su vista,

indicaba con el pulgar alguna medida sobre el lápiz que

luego llevaba a la hoja.

Pascual observaba cada movimiento y cada

trazo, trataba de entender aquello que tan sencillo le

resultaba a Pilar. Vio colocar el lienzo y copiar sobre él,

el boceto antes logrado. Observó los primeros colores

que ella lograba sobre la paleta. Conseguía el verde

con el azul y el amarillo. Después de mezclarlos un

ratito, trasladaba a otro lugar de la paleta un poco de

Page 428: Y durmieron juntos

427

ese mismo verde y con la puntita del pincel le agregaba

un poquito más del amarillo y de blanco. Así conseguía

un verde más iluminado con el que contorneaba

algunos pinos. Pascual registró cada trazo y color que

aparecían con cada pincelada. Podría decirse que ésta

fue la primera clase de dibujo y pintura a la que asistió,

y no se aburrió. Al contrario, acompañó aquellos

momentos preguntando de todo y contando de su vida

en Argentina, del campo y del viaje a España...

Pilar lo escuchaba atentamente aunque casi sin

mirarlo. Sus ojos iban y venían desde el lienzo a la

realidad y desde la realidad a los colores de la paleta.

En momentos, se retiraba unos pasos para contemplar

lo hecho, se quedaba mirando y pensando unos

instantes y luego volvía para retocar algún detalle.

Mientras ella miraba críticamente a su obra su alumno

no hacía más que mirarla a ella... hasta se le grabó su

talle y no le encontró críticas... Seguía pareciéndole

hermosa!...

Era tanto el gusto de Pascual por estar en aquel

sitio y junto a ella, sintiéndola tan cerca y tan

inalcanzable, viendo las horas de aquel domingo pasar,

que terminó creyendo la ilusión de sentirse enamorado.

Page 429: Y durmieron juntos

428

Y luego de la locura que pareciera todo aquello, decidió

rendirse y confesar su encantamiento, sabiendo que

este sería otro momento de gran riesgo, donde la idea

de echar todo por la borda y ver el naufragio, dolía, sin

embargo, callarlo era peor mal, era como entregarse

antes de haber luchado, era como no animarse a subir

al último tren...

Yo, su hija, “la Dorita” como me llamaba él, no

puedo expresar bajo la forma de diálogos esta parte de

aquella historia y creo que es porque Pascual no

recordaba nítidamente tantos detalles. Quizás, ésta es

la señal más clara que encuentro para creer que fue

uno de los momentos más difíciles, de esos que

quedan muy bien explicados cuando se dice: “saltar al

vacío”. Sólo puedo decir que cuando en su relato

llegaba a este instante, parecía correrse de la realidad

que intentaba contar, perdía el gesto de ganador que

hasta entonces lo había acompañado y dejaba notar

todo lo sincero que había sido. Los entendidos en

teatro dirían que es el momento en que, el protagonista

y su rol se funden en una misma cosa. A mí, me

gustaba observar su gesto auténtico, hasta parecía

pretender de uno cierta complicidad, es como que te

Page 430: Y durmieron juntos

429

llevaba a su lugar para que se entendiera claramente

que enamorarse es como volverse loco, es alejarse de

la realidad, es convencerse a sí mismo que algunas

locas fantasías, de ésas que nos ilusionan, nos

obsesionan y nos trastornan la vida, tienen sí o sí, una

sola opción: realizarlas!...

¿Habrá sorprendido a Pilar con las siguientes

palabras?...: Yo creo que no...

-“Mira Pilar, yo pronto regresaré a la Argentina y

me llevaré este cuadro que está quedando precioso,

pero también... quisiera llevarme a la artista...,

¿sabes?... ¿A ver si me entiendes, mujer ?... - aunque

a ti te parezca una locura lo que voy a decirte-...

¡quiero volver casado contigo!...”

Y cuando terminaba de decir todo esto, su gesto

era el de un hombre rendido...

¡Qué bueno Pascual!... ¡Así se hace, hombre!...,

¡En ciertas ocasiones hay que tener capacidad de

síntesis!... ¡La gran elocuencia a veces confunde al

oyente, lo catalogan a uno de charlatán y embustero, y

te dejan hablando solo!... ¡Bien ahí Pascual... fantástico

lo tuyo!...

Y yo, la Dorita, me apuraba en preguntar:

Page 431: Y durmieron juntos

430

- “ ¡Papi... papi... ¿qué te contestó mamá y qué

fue lo que hicieron?...”. Papá no me contó esos

detalles. Sin embargo yo podía imaginarme fácilmente

lo que seguía... Mi papá se le acercó suavemente, la

tomó de los hombros y cerrando los ojos quiso darle un

beso... Pero ella, delicadamente se apartó porque no

estaba muy segura todavía de quererlo y además tenía

que terminar de pintarle el cuadro!... Ahora, lejos de la

niña tonta que escuchaba atentamente e imaginaba

esta historia, escribiría otras cosas, aunque no sé si

deba hacerlo, o quizás sí... como por ejemplo, que

Pascual se acercó víctima de tanto deseo, enloquecido

por besarla, abrazarla, acariciarla y más... y que Pilar

sintió su piel encenderse, los ojos quemarle y estrellas

correr por su cuerpo y que así... posarían para un

mejor cuadro del que yo apenas intento describir un

boceto!... Lo cierto es que, ni como niña tonta ni como

versada adulta, sabré de aquellos detalles... y es una

verdadera lástima!...

Pascual contaba algo de lo que Pilar le contestó

después de aquel salto al vacío:

- “Voy a conversar con mis padres, Pascual... y

quizás me case contigo!...”.

Page 432: Y durmieron juntos

431

Cuando mi papá repetía esto - “quizás me case

contigo” - revivía aquel momento con felicidad y decía

cosas propias de un enamorado, a sabiendas de que

mamá podía estar escuchándolo todo desde alguna

pieza de la casa. Lograba perturbarla y entonces ella le

gritaba:

-“ Pascual... te pareces a un hombre tonto. Mira

las cosas que les dices a tus hijos... ¡Cállate un

poco!...”

Mi viejo entonces, ponía la cara de quien es

sorprendido diciendo algo que no se debía, nos hacía

las señales y gestos propios de quien pide silencio a su

público y luego de unos instantes, se reía con picardía

y continuaba relatando sus recuerdos, aunque ahora

en voz bajita...

Me gusta pensar en la frescura y vigencia del

amor de Pascual por su mujer y en los pudorosos

silencios que se guardaba de aquel amor, su flamante

esposa.

Volviendo al relato de aquel “día de artes”, lo

cierto es que Pascual regresó de aquella clase de

dibujo y pintura, lo que se dice “pintado”..., hecho un

Page 433: Y durmieron juntos

432

tonto ilusionado, acelerado... ansioso!... Al verlo llegar

en esas condiciones a la casa, su madre pensó

nuevamente que su hijo ya no volvería a América...

Page 434: Y durmieron juntos

433

CAPÍTULO 39

Me casaré contigo

Aquel domingo Pilar regresó a casa con su

cabeza hecha “un mundo en colores”, tantos como los

que habían quedado en su paleta. Doña Carmen lo

notó al ver entrar a su hija. Ella era otra...

Pascual la había acompañado hasta su puerta.

Les costaba despedirse después de aquel largo día y

tan de ellos. Era como no querer despertar de un

sueño lindo. Mientras alargaban la despedida con

alguno de esos comentarios que sólo se hacen para

estirar el tiempo, acordaron en encontrarse en unos

días más.

Mi madre subió al tallercito para ordenar y

guardar sus cosas. En realidad quería ordenar sus

ideas. Necesitaba pensar mucho. Al conocer a Pascual

le pareció sentir otra vez el tintineo de esas campanitas

que auguran felicidad, pero sentía una tremenda

ansiedad. Reconocía gustar de ese hombre mucho

mayor a ella, le resultaba atractivo, simpático,

expresivo, simple y sincero. ¡Pero, apenas lo

Page 435: Y durmieron juntos

434

conocía!... Se había sentido a gusto junto a él aquel

domingo, pero sería suficiente?... Le indicaba esto que

se estaría enamorando nuevamente?... Y suponiendo

que así fuere, ¿debía casarse en tan poco tiempo?,

¿abandonaría España?, ¿se alejaría de su familia por

irse con ese hombre que la había devuelto a las

ilusiones del amor?, ¿o lo dejaría marcharse sin ella y

con su cuadro, como recordatorio de otro amor que no

pudo ser?...

Por otro lado, sentía que al dolor de un amor

enterrado lo acompañaba otro que llaman

resignación...

Cuán difícil debió ser para Pilar pensar en estas

cosas y tomar decisiones que la llevarían a enfrentar

grandes cambios. Sin embargo contaba con una virtud

que siempre tuvo -valentía-. Entiendo que su infancia

en los tiempos de la guerra había quedado marcada

desfavorablemente, luego seguiría la difícil juventud de

la postguerra, más tarde los años de formación en

Barcelona y su duelo. Después, la compañía y el amor

de su gente que la retornaron a Alcorisa y a precio de

dejar a un lado su deseo de crecer. Pilar era ya en una

mujer independiente y si bien había encontrado la

Page 436: Y durmieron juntos

435

manera de seguir con sus cosas en Alcorisa y en su

tallercito, con sus cuadros y su máquina de coser, no la

imagino demasiado feliz... Ahora el rumbo de su vida

parecía ofrecerle un giro rotundo. ¿Lo daría?...

Imagino en aquella cena de domingo a todos

sentados a la mesa, su padre, su madre, José, la

pequeña Josefina que había quedado al cuidado de su

abuela, algún tío y ella. Para todos era un momento de

tranquilidad y comentarios cotidianos, sin embargo

Pilar estaría distraída y un poco ausente. Había

pensado en hablar con sus padres aunque no lo haría

en aquella noche todavía. En cambio, comentó de la

visita al Calvario y contaba algunas cosas que Pascual

decía de la Argentina, de su campo, de la tranquilidad

con que se vivía, de su gente, del gobierno y de su

viaje en el Giulio Cesare. Doña Carmen que siempre

tuvo el don de escuchar, sintió como un fuerte presagio

anunciante de algo nuevo, y aunque ciertas cosas

suponía, no contaba con el don de adivinarlas.

Aquella noche la llegada del sueño se hizo

esperar, especialmente en Pilar que no lograba

menguar su ansiedad. Pensaba en Pascual y en las

Page 437: Y durmieron juntos

436

ilusiones que este señor le había despertado,

recordaba cada cosa que se habían contado, volvía a

escuchar aquello de - “quiero volver casado contigo” –

imaginaba una situación y después otra, sin parar de

dar vueltas en su cama. Finalmente, alcanzó el sueño

pensando en que hablaría con sus padres al día

siguiente, al menos así lograría disminuir tanta

ansiedad.

También mis abuelos tardaron en pegar los ojos.

Una vez acostados y en el íntimo silencio de una cama

que se comparte a gusto, comentaban unas cuantas

cosas, sabiendo los dos que Pilar era una hija especial,

diferente, soñadora y arriesgada.

Y llegó el día siguiente...

Pilar se levantó temprano. Quería completar

algunos detalles en el cuadro que iría a parar a la

Argentina. Sabía que en las primeras horas del día era

más fácil despertar al duende y que de lograrse llegaría

la inspiración. La necesitaría para ese día. Por la tarde,

temprano, vendrían sus alumnas al taller y debía tener

preparados unos moldes. Luego de la clase distraería a

su sobrina con alguna cosa, quizás un dibujo.

Page 438: Y durmieron juntos

437

Después, acompañaría a su madre a preparar la cena.

Entre tanto llegaría su padre y aquel sería el momento

de conversar con ellos. Necesitaba hacerlo.

Pilar conservó siempre en altísima estima a sus

padres. Creo que por eso no les encontraba errores. Le

fueron ejemplo de amor, respeto y comprensión,

siendo el espejo en el que se miraría siempre. En mi

manera de razonar las cosas, esto tiene que ver con la

guerra, como dije antes, el pasar juntos por ella

creó lazos eternos...

Otra vez ubico a mi madre y a mi abuela

atareadas en la cocina. Las encuentro parecidas,

siempre un tanto silenciosas, diría que cada una en sus

ocupaciones y pensamientos pero dispuestas a

escucharse. En algún momento Pilar emprendió

diciendo:

- “Madre, quiero hablarle de Pascual... necesito

escuchar su parecer...”.

Doña Carmen levantó su vista y expresó:

- “Te oigo Pilar. ¿Qué es lo que todavía no me

has dicho?...”

Page 439: Y durmieron juntos

438

- “Pues, que ayer Pascual me ha pedido que me

case con él, madre”, dijo Pilar sin más vueltas y con un

gesto expectante y feliz, mientras miraba a su madre.

Imagino otro prolongado silencio en el que la

abuela pasó su vista lentamente de un sitio a otro,

comprendiendo ahora el presagio de la noche anterior,

razón de su desvelo. Luego volvió a mirar a Pilar y

preguntó:

- “Y tú hija mía, ¿qué has pensado?”.

Pilar, que aún conservaba el gesto anterior,

empezaba a sentirse nerviosa. Explicó:

- “ Me siento atraída por ese hombre, madre. Me

gusta, y creo que llegaré a amarlo. Pero no es sólo

esto, sabe?...”

- “¿Y entonces?” - se apresuró a preguntar Doña

Carmen mirando fijamente a su hija: - “¿qué más hay

que saber?”.

- “Es que, de casarnos, nos iremos a vivir a la

Argentina. Él tiene que regresar allí, a su campo...

¿comprende madre lo difícil que es esto para mí?...”,

decía ahora Pilar, ya muy nerviosa, caminando de un

lugar a otro y sin saber qué cosa hacer, y poniendo en

evidencia esa mezcla de ansiedad y de alegría que las

Page 440: Y durmieron juntos

439

mujeres sentimos cuando vemos que el amor nos

llega, pero con complicaciones...

Mi abuela sintió que el corazón se le oprimía.

Permaneció unos instantes en silencio y con su mirada

lejana. Recordaba la fecha en que trajo a esa hija al

mundo, 12 de Octubre. Había entendido que Pilar

llevaría siempre un mundo nuevo dentro de ella, aquél

que intentó descubrir en Barcelona unos años antes y

que ahora parecía crecer hacia el otro lado del mar...

Giró para mirar otra vez a su hija, la observó

expectante, ilusionada, nerviosa. Entonces en un

profundo suspiro liberó su oprimido corazón y luego

comentó:

- “Querida hija, sentirás muchas cosas - lo sé -

pero una sola quiero decirte, ¿si quieres a ese

hombre?..., pues... no mires hacia atrás!”... Y mientras

decía estas cosas que mucho le estaban costando,

sabía que su hija se iría tras ese hombre que se

llamaba igual que su amado esposo.

Un rato después llegaría mi abuelo a casa. Don

Pascual Nuez era un hombre sensible. Al entrar a la

cocina percibió en la mirada de su esposa que algo

importante tenían esas dos mujeres para decir. Las

Page 441: Y durmieron juntos

440

escuchó con atención. En su corazón sentía la misma

opresión que antes Carmen.

No sé cuántas cosas le habrá dicho mi abuelo a

mi madre en aquella conversación, supongo que no

demasiadas, pero sé que entre ellas dijo:

- “Dile a Pascual que venga, que pase a nuestra

casa, que hablaremos los dos”. Y mientras pensaba

qué cosas le diría a ese hombre que llevaba su mismo

nombre, mi abuelo añadió:

- “Pilar querida, ese hombre es hijo de Doña

Concepción y será tan bueno como lo es su madre. Si

tú crees que serás feliz con él?... pues tu madre y yo le

tendremos como a un hijo. Además te diré otra cosa,

que tienes que pensar, que donde quiera que os

vayáis, el amor será el mismo si procuráis siempre el

entenderos”...

Yo rescato las palabras de mi abuelo -le

tendremos como a un hijo- porque recuerdo que mi

papá, cuando se dirigía a su suegro, le decía con la

mayor de las naturalidades “padre”, y a mí me hacía

feliz esa especie de adopción, sobre todo cuando

pensaba en lo jovencito que era mi papá al venirse de

España, y que nunca más volvió a ver a su padre

Page 442: Y durmieron juntos

441

Joaquín. Estos dos “Pascuales” están muy juntos en mi

corazón!...

Y entonces Pilar y Pascual se encontrarían

nuevamente tal cual lo habían acordado. Pilar tenía

listo el cuadro. Le había puesto un marco y también su

firma. Aquellos días de espera para ella fueron días de

tintineos, de lucha intensa, de pensar y volver a

pensar, de dar rienda suelta a sus temores y también a

lo que empezaba a sentir. Para Pascual fueron días de

interminable ansiedad, de ilusiones que podrían

estrellarse en aquel esperado encuentro. Sentía el

temor a perder todo y a estarse el resto de sus días en

España frente a un cuadro y sin su artista.

Allí estaban frente a frente, en otro momento

tenso, mirándose el uno al otro, con sus miedos y con

sus deseos, con sus pasados tan dispares, con un

presente tan corto y con un futuro que apenas eran

algunas líneas de otro boceto.

Pilar le dijo que había estado pensando en

muchas cosas, que algunos fuertes miedos tenía, que

había hablado con sus padres, que su padre quería

conversar de hombre a hombre con él, pero al fin,

formuló la pregunta que tanto la atormentaba y de la

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442

que parecía depender todo, aunque no sé bien de qué

manera.

- “Pascual”, dijo mirándolo fijamente, -“debes

decirme la verdad, ¿tienes hijos en Argentina?”-...

- “¡No Pilar querida!”, contestó Pascual con su

ojos mirando los de ella, -“te lo habría dicho, puedes

creerme con total tranquilidad”-.... y rápidamente y con

una pícara sonrisa agregó -“¡los tendré contigo si te

casas conmigo!”-...

Luego de un interminable instante de silencios y

de miradas fijas, decisivo, único y mágico, y con ese

timbre de voz tan lleno de gracia que la naturaleza le

había regalado para ese especial momento, Pilar dijo:

- “Entonces, me casaré contigo”, y agregó -“y si

un día descubro que me has mentido, será el día que

te deje y regrese a España!”-....

Pascual sintió que el corazón le estallaba...

Frente a él, se encontraba quien sería su adorada

mujer y por la que había valido la pena esperar 47

años...

Y yo, hija de aquellos dos osados, quiero

imaginar aquellos besos y abrazos y caricias y todo el

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443

fuego que encendieron, aunque quizás no deba

hacerlo, o quizás sí. No importa.

Quiero imaginar aquel cielo

cielo de sol y viento

de adormecidas esperanzas

y de urgentes sueños...

El sol ascendió en caricias

el viento acarició los sueños

y asomó el amor

bajo aquel ilusionado cielo...

Ahora tocaba a Pilar hacer su pedido...

- “Pascual, ¿me darías un gusto antes de

embarcarnos?”

- “ Dime”, contestó Pascual. anhelante de

complacerla

- “Visitemos Madrid unos días, quiero ver una

corrida de toros antes de dejar España”.

- “ Será con enorme gusto”, contestó aquel hombre

totalmente enamorado...

Page 445: Y durmieron juntos

444

Pascual Calvo y Pilar Nuez contrajeron

matrimonio el 14 de Abril de 1952. Para sorpresa de

todos, exactamente cuarenta y tres días después de

desembarcar el susodicho en el puerto de la ciudad de

Barcelona. ¡Qué tal!...

Para algunos, esto fue cosa de dos locos, otros

quizás arguyeron que la guerra, los años, las ilusiones,

las circunstancias.

Para mí, que soy producto de aquella atrevida

historia de amor y por lo tanto escribo desde ese lugar,

digo - sí, claro que sí - aquello fue una locura y además

tuvo que ver la guerra y los años y las ilusiones y las

circunstancias, pero también agrego, que fue el

resultado de una relación que se amoldaba día a día,

(tengo conciencia de ello y además muy buena

memoria), desde las diferencias y las coincidencias,

desde la palabra y el silencio, desde una mirada y un

gesto, y desde un objetivo en común, -como decía mi

abuelo- “el amor será el mismo siempre que procuréis

el entenderos” ...

Page 446: Y durmieron juntos

445

CAPÍTULO 40

Pasaporte para mi esposa

Y aquellos dos Pascuales que existen muy

juntos en mi corazón, se conocieron, conversaron

extendidamente, intercambiaron sus puntos de vista,

sus sentires, nostalgias y alegrías. A lo largo de sus

vidas en común llegaron a confiar ciegamente el uno

en el otro, yo diría que conservaron una de las mejores

amistades que pudiera darse entre un suegro y un

yerno.

Pascual Calvo le decía a su futuro suegro:

- “Mire Don Pascual, que estoy locamente

embelesado por Pilar y pronto si Dios lo permite me la

llevaré a la Argentina, pero le explico, y quiero que me

oiga bien a lo que le diré, que quisiera llevarme a

todos allí, a usted y a Doña Carmen, los primeros,

hombre!”...

Y como si esto fuera poco impresionante,

agregaba:

- “Créame Don Pascual que la Argentina es una

tierra preciosa, portentosa, extraordinaria... Allí usted

Page 447: Y durmieron juntos

446

puede estarse tranquilo de sembrar lo que se le ocurra,

que lo cosechará con creces”.

Don Pascual Nuez escuchaba atentamente a su

futuro y entusiasta yerno que seguía diciendo:

-“ Esa pequeña tejería que usted tiene aquí en

Alcorisa, pues tranquilamente puede tenerla y

trabajarla en Reconquista, que es una ciudad próspera,

pequeña, pero creciente”.

Mi abuelo Pascual, que había llegado a sus

cincuenta y tantos años, había pasado por una guerra

brutal y poseía la salud debilitada ya por tantos

pesares, aún conservaba el deseo de una mejor vida.

Pero le faltarían las fuerzas para intentarlo y no sería

cosa simple abandonar España. Amaba su tierra como

todo español que la habitó, que la trabajo y que la vio

sufrir.

Y Pascual Calvo, que pensaba y comprendía las

penas de ese español continuaba:

- “Atrévase a pensarlo Don Pascual, que si usted

quiere, puede llevarse a toda su familia allí y trabajar y

vivir en paz y ver crecer a su nietos y estoy seguro que

olvidarán un poco todo lo que han pasado...”

Page 448: Y durmieron juntos

447

Y para terminar de llenarle la cabeza a mi

abuelo, mi papá terminó diciendo:

-“ Pilar y yo tendremos una gran familia si Dios

lo permite, y será mayor felicidad aún si ustedes nos

acompañan, que será de gran gusto para los dos, y le

aseguro Don Pascual, que si decidiesen venir, estese

seguro hombre de contar con toda mi ayuda para lo

que se necesite!...”

Don Pascual Nuez, que era un hombre sereno,

callado y pensador, muy parecido en esto a su esposa

Carmen, sintió que el corazón se le oprimía, se le

estrujaba, se le amarraba, pero esta vez de una

manera diferente y esperanzadora. Aquel hombre,

aquel aragonés, su futuro yerno, era un optimista y

soñador, un creador de ilusiones y esperanzas que

resultaban un poco contagiosas ... Dijo serenamente:

-“ Mira Pascual, que la vida ha querido que yo te

lleve nada más que diez años y que tú te lleves a mi

hija. La mayor ilusión que puedes dejarme al marchaos

es que la querrás y la respetarás tanto como yo a su

madre. Y de las otras ilusiones?..., pues ya veremos lo

que el tiempo y la demás familia digan... ¡Qué todos

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448

ellos... -son todo lo que tengo-, sabes?... y tengo

mucho!...”

Y después de conversaciones entre aragoneses

de palabra, seguiría el casamiento de Pascual con

Pilar. El casamiento de mis padres fue un casamiento

de apuros. No en el sentido en que lo entiende todo el

mundo ya que Pilar no estaba embarazada, y es que

casi no quedaba tiempo para esas cosas. Digo de

apuros, porque el tiempo puso a correr a todos. Había

que organizar y preparar un casamiento, realizar todos

los trámites del caso, incluyendo el pasaporte de Pilar y

a la vez, y no siendo poca cosa, elaborar y procesar la

idea de dejar España...

Y me detengo en esto inevitablemente para

pensar en mi madre...

Me viene a la mente la imagen de una balanza

de platos iguales con su fiel indicador entre ellos. Es

como relacionarla con esa aguja oscilante y entre dos

platos tan difícilmente cargados. En uno de ellos

aparece la amada España con su historia, sus

encantos, su gente, su arte, su música y también, y por

otro lado, aparece la guerra y esa historia de mil

Page 450: Y durmieron juntos

449

demonios. Se suma a esto, una familia a la que se

pertenece y se ama, un pueblito en el que se ha

nacido, se han echaron raíces, y se ha vivido toda la

vida. Junto a este cargado platillo aparece otro, como

cargado con un mundo desconocido, la desconocida

Argentina, con su historia por saberse, su gente por

conocerse, y su arte por entenderse, pero, sin el peso

de una guerra, que resulta un gran detalle. Se agrega

un hombre trabajador, ilusionista, que enamora, y se

piensa en futuros hijos viviendo en paz... También

entre esos dos platillos cargados, aparece un inmenso

y tranquilo mar, que los aparta, que acrecienta la

distancia, que invita a sumergirse y elevarse al mismo

tiempo, que trasmite frescura y serenidad, que inspira a

poetas y artistas, mas a cambio, tambien aparta y aleja

de una amada tierra para transportarte hacia otras...

Pascual comprendía las lágrimas de Pilar. Si

bien, había pasado por algo parecido de jovencito sin

demasiados llantos, ¡Claro que sí, que había extrañado

mucho y le fue duro desarraigarse! Nada de eso se

olvida fácilmente!... Sin embargo, como era muy

optimista y estaba “metido hasta la coronilla” (y me

Page 451: Y durmieron juntos

450

quedo con ganas de expresarlo más popularmente

para que se entienda mejor), alentaba a su amada con

grandes sueños...

- “¡Pilar de mi alma... -así le decía muchas

veces- nos iremos a la Argentina y trabajaré mucho el

campo y ahorraremos dinero y nos llevaremos a todos

de aquí. Ya lo verás... Aún a mi madre que está bien

vieja!...”. Abrazada a Pascual, Pilar retenía sus

lágrimas. Creía en ese hombre capaz de realizar

sueños de locos. Sintió la seguridad de amarlo...

El tallercito de la planta alta fue el lugar donde

ella confeccionaría su trajecito. No quiso un vestido de

novia, tampoco anillos ni iglesia. Ahora la artista estaba

más en modista. Dejando de lado sus pinturas se

abocó a su pollera y su blusa. También a unas pocas

sábanas y manteles. Allí se reunía con sus amigas que

venían a ayudarle. Las imagino hablando todas a la

vez, preguntando, midiendo, cortando. Pienso a Pilar

feliz metiéndose en su falda y mirándose a un espejo.

Alguna le entraría las pincitas y otra sugería un

peinado especial. ¿Lamentarían sus amigas que Pilar

Page 452: Y durmieron juntos

451

se iría y que en poco tiempo más no se encontrarían

en el tallercito?... Se me ocurre que sí...

Por otro lado, había que anunciar el sorpresivo

casamiento a todos, incluyendo a los de Argentina.

Pascual escribió a Manuel y Fernanda:

-“Queridos Manuel y Faridi: Nosotros bien lo que

deseamos en vosotros. Pronto regreso a ésa... Vuelvo

casado...”.

Pascual era muy poco dado a la escritura, como

lo dije antes, pero para esta ocasión, envió una foto de

mi madre junto a tres amigas y decía que -la mujer que

llevaba reloj era Pilar- y que se casaría con ella en

pocos días.

¡Por supuesto que era una joda!..., pero lo del

reloj, ya que en la foto no alcanzaba a verse ese

detalle.

Fernanda que miraba la foto recibida dentro de

la breve carta le decía a su marido:

- “¡Mirá Manuel... ¿ves que tenés un hermano

medio chiflado?, es una joda más de él, no vas a

creerle! ¿Mirá que se va a casar tan pronto?, con

quién? Además, fijáte bien en la foto que a ninguna

Page 453: Y durmieron juntos

452

chica se la ve con reloj!... Fernanda se había tomado el

tiempo de mirar muy bien la foto y recorrerla con una

lupa. No encontró reloj alguno.

Ante la incredulidad de su cuñada, Pascual

insistió en una segunda carta, remarcando que se

habían casado el 14 de Abril, que estaban muy felices,

que habían estado en Madrid unos días, que estaban

tramitando el pasaporte de Pilar y que pronto se

embarcarían. Aclaró además que Pilar era la tercera

mujer de la foto, sin indicarle a Fernanda desde donde

empezar a contar.

Manuel y Fernanda tuvieron que creer. Pascual era un

poco chiflado según su cuñada, sin embargo no estaba

macaneando. Y entonces participaron a Carlos y a

Olga con la sorprendente noticia:

-“¡El tío Pascual se ha casado en España!...”, les

dijo su madre.

Para Olga fue “la amargura”... ¡Se largó a llorar

la boluda!... Disculpáme querida prima cuando leas

esto, (se me fueron las letras). ¿Pero qué

pretendías?... ¿Un tío solterón para vos sola?

¡Escucháme, que vos ya eras una grandota vieja de

quince años ...! ¿Qué querías, seguir andando en

Page 454: Y durmieron juntos

453

bicicleta por la plaza y con mi viejo corriendo a la par

tuyo?... ¡No vieja no! Date cuenta de que vos ya

estabas para novio y a mi viejo se le pasaba el tiempo.

Por otra parte, yo tenía que nacer, llevar tu nombre por

segundo nombre, y entre otras cosas, contar todo

esto!...

Amarga fue la noticia del casamiento para estos

sobrinos. Ese día no sólo que no quisieron comer sino

que se la pasaron abrazados y llorando por los

rincones de la casa. Ante tanto desconsuelo y

sintiéndose un poco culpable porque ella había sido la

que más le insistía al tío con aquello de casarse,

Fernanda intentó razonar con ellos, diciéndoles:

-“¿Pero, qué más quieren ustedes de que el tío

forme una familia?...” Transformada en una leona

furiosa y con cierta razón, Olga contestó:

-“¡ Pero si familia ya tiene. ¿No somos nosotros,

acaso?!...” y continuaba llorando desconsoladamente y

arrastrando en ello a su querido y cómplice hermano,

que por supuesto, a esta altura del partido pensaba y

sentía igual que ella.

Tuvo que intervenir Manuel que ya había

perdido su probada y larga paciencia soportando a sus

Page 455: Y durmieron juntos

454

escandalosos hijos. Dióles un reto del que siempre se

recuerdan, de esos que vienen sazonados con

amenazas de palizas y a dormir sin cenar...

-“¡Qué hostias... Ni una lágrima más en esta

casa!...”

Así es como estos sobrinos perdieron la

exclusividad del tío. En adelante tendrían que

compartirlo con una tía desconocida, pero que al

menos y en principio parecía justa, ya que no se los

robó completamente reteniéndolo en España, sino que

por el contrario, se venía a vivir con él a la Argentina y

al campo. Y quizás hasta lo soltaría algún rato.

El pasaporte de Pilar Nuez Espallargas fue

expedido en Teruel el día 31 de Mayo de 1952 y en sus

últimas hojas aparece un sello del Puesto de Policía

del Puerto de Barcelona, sector noroeste, con fecha de

salida: 13 de Junio de 1952, fecha en que se alejaría

de su querida España. Este mismo sello se repite en el

pasaporte de su marido, Pascual Calvo Gamón, quien

la acompañaría el resto de su vida, en Argentina.

Page 456: Y durmieron juntos

455

Entre las pocas cosas que traería a la Argentina

no olvidaría su título, sus cuadros, sus pinceles, su

paleta, el caballete, su carpeta de bocetos y unos

cuantos libros.

Un par de certificados también la acompañaban

y la recomendaban para el nuevo mundo. Los

transcribo a continuación:

“Ayuntamiento de Alcorisa

Don Antonio Calvo Romero, Alcalde - Presidente del

Ayuntamiento de la Villa de Alcorisa (Teruel).

Certifico: que según resulta de los datos obrantes en esta

Alcaldía y de los suministrados por dependencias de la

misma, Dª Pilar Nuez Espallargas, de veinticinco años de

edad, casada, hija de Pascual y de Carmen, no consta se

haya dedicado nunca, ni se dedica en la actualidad a la

mendicidad. Para que así conste a petición de parte

interesada, se expide la presente en Alcorisa a doce de Mayo

de mil novecientos cincuenta y dos”.

“Ministro de Justicia- Dirección general de Prisiones.

Madrid Don Juan Romero de Aguilar Jefe del Registro

Central de Penados y Rebeldes

Page 457: Y durmieron juntos

456

Certifico: que consultadas las notas que obran en este

registro, no aparece ninguna que haga referencia a Pilar

Nuez Espallargas, natural de Alcorisa, provincia de Teruel,

de 25 años de edad, hija de Pascual y Carmen. Esta

certificación está solicitada para pasaporte y sólo es

utilizable con este objeto, caducado su validez a los tres

meses de su fecha. Y para que conste, expido la presente en

Madrid a mes de Junio de mil novecientos cincuenta y dos”.

Y así, concretados los trámites y listo el equipaje

que aquel embarque requiso, sólo quedaba despedirse

de todos y abordar el Giulio Cesare...

Y yo... guardaré silencio respecto a aquella

despedida (me parezco a mi madre muchas veces)

como clara señal de mi incapacidad en poder relatar lo

difícil de ella, contenta con dejar dicho que, sólo el

amor nos hace capaces de ese valor que no tenemos

cuando aquél nos falta, contenta con dejar dicho que a

ciertas despedidas la vida pocas veces las premia con

grandes reencuentros...

Page 458: Y durmieron juntos

457

CAPÍTULO 41

El Giulio Cesare

En 1916 y en Inglaterra, daban comienzo las

obras de realización del más grande transatlántico

italiano que ha navegado los mares de este mundo, el

Giulio Cesare. Lo hacían los astilleros Swan

Hunter&Wigham Richardson de la compañía

constructora Navigazione Generale Italiana. Tenía un

tonelaje bruto de 21.700 toneladas, 4 turbinas a vapor

de una potencia global de 25.000 HP y sobre 4 hélices

independientes, un largo de 200 metros, ancho máximo

de 24 metros y una altura al puente de cubierta de 15

metros. Alcanzaba así una velocidad máxima de 20

nudos. Su construcción se hizo con elevadas medidas

de seguridad y según la convención de Londres de

1914, con un casco dividido en diecisiete

compartimientos estancos y dotado de un estabilizador

anti balanceo. Este barco fue una de las primeras turbo

naves que inauguraba la bandera de la Navegación

General Italiana. En su categoría de transatlántico de

línea alcanzaba gran fama por su velocidad y lujo para

Page 459: Y durmieron juntos

458

aquellos tiempos. Poseía un lujoso vestíbulo de

ingreso, un bar en estilo renacentista, galería de

biblioteca, comedor de primera clase y una

modernísima instalación de aire acondicionado en

todas las clases y en todos los ambientes. Fue lanzado

a la mar el 4 de Mayo de 1922, sirviendo a las líneas

Nápoles, Génova, Sud América y también las rutas

hacia Norte América, pudiendo transportar más de

2000 pasajeros.

Para el año 1952, el Giulio Cesare contaba ya

treinta años de navegar y navegar los mares, sin

embargo, el ímpetu de su juventud y su fama no

habían menguado. Conectaba a Italia su país de origen

con su vecino España, para luego atravesar el mar

abierto y avistar las costas del nuevo mundo,

alcanzando así Brasil, Uruguay y Argentina. Su

itinerario sería zarpar de Nápoles y tocar el puerto de

Génova, luego navegaría hacia el de Barcelona,

delineando después las costas españolas se

enfrentaría al angosto Estrecho de Gibraltar. Unos días

más tarde visitaría la belleza de las Islas Canarias y

continuaría bordeando las costas del negro continente

Page 460: Y durmieron juntos

459

hasta alcanzar el puerto de Dakar. A partir de allí,

abandonaría el viejo mundo ya sin detener su marcha y

orientaría la proa preparándose a navegar por

interminables días el extenso océano Atlántico. Así,

atravesaría una vez más la línea media del Ecuador y

celebraría a bordo dicho evento con la tradicional

“Fiesta de los Amigos”.

El 13 de Junio de ese año y en las primeras

horas de la mañana radiante, el Giulio Cesare había

atracado en el puerto de la ciudad de Barcelona.

Desembarcaría allí a unos pocos pasajeros y tomaría a

otros cuantos que desde muy temprano esperaban

para abordarlo. Amarrada la nave a la dársena, su

imponente mirada parecía controlar cada movimiento

del viejo puerto, las operaciones de carga y descarga,

la entrada y salida de coches, los arribos de viajeros,

los saludos de los que se encontraban y las últimas

conversaciones y abrazos de los que se despedían.

Y allí entre tanta gente se encontraba la señora

Pilar Nuez de Calvo, sola y esperando a su esposo que

se retrasaba en llegar. En las primeras horas de ese

último día en España, Pascual había de realizar el

Page 461: Y durmieron juntos

460

último trámite relacionado con el regreso a Argentina.

He intentado recientemente averiguar entre mis tíos los

motivos de este largo retraso, y existen dos versiones

al respecto, una de ellas parece indicar que los

pasaportes necesitaban todavía de una firma o sello

por estampar. La otra no menos cierta era que Pascual

había sacado desde Argentina pasaje de ida y vuelta,

lo que significaba camarote de hombre soltero y ahora

gestionaba el cambio de situación, reclamando

camarote para hombre casado. Yo, que conocí a mi

padre como la palma de mi mano derecha y de su

actitud frente a gestiones, papeles y puntualidad en los

horarios, me inclino a creer en la veracidad de las dos

versiones, razón por la cual la mañana del 13 de Junio

de 1952, el Giulio Cesare retrasó en casi dos horas su

salida del puerto de la ciudad de Barcelona. Esta

magnífica espera, sentó a mi entender, un importante

precedente, ya que Pascual siempre llegaría tarde a

toda cita, sea horarios de salida de trenes, fecha límite

para la inscripción del nacimiento de sus hijos, horarios

de almuerzos, vencimientos bancarios y cualquier otro

acontecimiento que fuese, incluyendo el casamiento de

su propio hijo, que, a pesar de llamarse como él, no

Page 462: Y durmieron juntos

461

logró demorar unos minutos al juez en espera de que

llegase su anciano padre.

En aquel puerto de la bellísima Barcelona, los

cargados ojos de una mujer, profesora de arte e hija de

la sufrida España lo contemplaban todo por última vez.

Entre tanto, ella rebuscaba en qué recóndito lugar del

corazón se había guardado la fuerza con la que resistir

a la aparición de esos viejos y sorpresivos duendes,

inspiradores y a veces un tanto crueles, que pululan

sobre las ciudades que tienen historia. Débilmente

protegida se sentía cuando repentinamente, uno de

ellos se detuvo frente a ella. Sonriendo con aires de

nostalgias y como extrañándola desde un pasado no

demasiado lejano, perturbó a su frágil coraza con la

fuerza arrolladora de los duendes. Cautivó su memoria

y se le metió por dentro, por sus recodos y sombras,

golpeó a las aldabas y descorrió los cerrojos, dejando

así escapar el polvo que protegía a muchos recuerdos

bien guardados. Entonces los sentimientos la

ahogaron. Aquella hija de España creyó sentir el nudo

de una de las amarras tomarse de su garganta y el

peso de una enorme piedra rodarle hasta la altura del

corazón. Oprimida, conturbada y sin fuerzas se rindió

Page 463: Y durmieron juntos

462

vaciando la lluvia que cargaba en sus ojos. A cambio,

dejó a la fresca brisa del Mediterráneo secarle las

lágrimas. Por algunos instantes, giraba lentamente

hacia la ciudad querida, sólo para comprobar que se la

llevaría grabada en la memoria del corazón. En otros,

miraba nubladamente el mar, sólo para convencerse

de que había llegado el día de partir, de llorar y de

comenzar otra historia.

Transcurría la media mañana cuando una

retumbante voz como de aire huracanado y frío la

estremeció, le traspasó el alma y la arrancó de sus

pensamientos. Desde la garganta de la nave aún

amarrada en aquella dársena se escuchó: “Se avisa a

los señores pasajeros que tengan a bien abordar el

barco... que se prepara para partir...”.

Unos momentos antes de continuar con su

travesía, el Giulio Cesare dejaba escuchar su voz en

distintos idiomas, anunciando la pronta partida. Éste,

era el momento más crítico de todos los viajeros,

momento de retirar el freno de las emociones, de darle

el lugar al llanto, a los abrazos, a los consejos y a las

promesas de correos. Luego, y lentamente caminaban

en dirección a la escalera de acceso y desde sus

Page 464: Y durmieron juntos

463

peldaños enviaban los últimos saludos. Éste, fue

también el momento más difícil de Pilar. A su garganta

anudada, a su oprimido corazón, a su alma helada y a

sus ojos en lluvia, agregaba ahora la desesperación

inconcebible de encontrarse sin su esposo. Pascual

aún no había regresado. Sucedieron unos momentos

más. Todos los que navegarían dentro de la lujosa

nave iban abordándola poco a poco. Algunos recién

embarcados se apresuraban hacia las escaleras que

subían a cubierta para disfrutar de una primera vista al

mar y saludar desde lo alto a los familiares en espera.

Y nuevamente volvió a oírse: “Se avisa a los señores

pasajeros que el barco va a partir...”.

Instantes después del segundo anuncio todos

los pasajeros habían subido, excepto Pilar que se

quedó al pie de la escalera, sola, desesperada,

nerviosa y a punto de rendirse por segunda vez. Ante

su negativa, fue interrogada por uno de los encargados

de los pasajeros a bordo que le insistía en que

abordara el barco. Ahora, vencida por ese otro llanto

que tiene su origen en un puñado de incontrolables

nervios y en la total ausencia de un duende inspirador,

la señora explicó al marinero la razón de su negativa.

Page 465: Y durmieron juntos

464

De esta manera, las autoridades del Giulio Cesare se

dieron por enteradas que la señora esperaba la llegada

de su marido, que estaba demasiado retrasado en tal

sitio haciendo los últimos arreglos para embarcar

ambos, que ella no podía hacer otra cosa más que

esperarlo y angustiarse demasiado, que no subiría de

ninguna otra forma que no fuera en compañía de su

esposo y que si querían... podían marcharse!... ¡Madre

mía, qué cojones tiene esta mujer!, debió pensar aquel

marinero si es que se trataba de un caballero español,

pero como seguramente era italiano debe haber sido

¡Mamma mía, che coglioni ha questa donna!...

Tengo la seguridad de haber escuchado que en

aquel entonces, se realizaron varias llamadas

telefónicas por orden del capitán, desde el puesto de

policía y al lugar donde se decía demorado el pasajero

faltante, de nombre Pascual Calvo. También escuché

que intervino el cónsul apurando la situación de ese

español retrasado. Finalmente, los minutos de espera

alcanzaron casi las dos horas cuando se vio llegar y a

toda velocidad un coche enviado desde el consulado.

En su interior venía el señor Pascual Calvo. Al fin, este

pasajero español que por cierto también se hallaba

Page 466: Y durmieron juntos

465

muy preocupado por su querida señora, se encontró

con su flamante y desesperada esposa, la que ahora

dejaba de llorar y esperaba unas cuantas

explicaciones. Pascual la estrechó en un abrazó

interminable hasta sentir que ambos menguaban sus

nervios. Ahora sí, aunque muy atrasadamente, juntos,

abordaban el Giulio Cesare...

Unos instantes después la nave dejó oír su

estridente y demorada señal de partida, alejando a mi

padres y para siempre de la tierra que los había visto

nacer, marcando así el comienzo de una nueva y larga

historia...

En aquellos días de navegación, mis padres

lloraron, se desahogaron, se dieron ánimos uno a otro,

trazaron nuevas esperanzas y se prometieron ser

fuertes. Mientras los pasajeros se acostumbraban a los

suaves balanceos del barco y a los horarios de la

cocina, Pascual y Pilar también recorrieron todos sus

ambientes, disfrutaron del salón de baile, de sus

comidas, de los paseos de cubierta, de la vista que

ofrece el mar y de la intimidad de un camarote

concedido finalmente para dos. Cumplían al segundo

día de embarcados exactamente dos meses de

Page 467: Y durmieron juntos

466

casados, lo suficiente para dejar atrás a dos novios

recientes y pasar a ser dos buenos esposos que

aprenderían del arte de amarse confiadamente, que

saborearían del tiempo que es sólo para buenos

amantes, para estarse el uno junto al otro satisfaciendo

los deseos de poseerse, de mezclar caricias con

besos, pasión con ternura, realidad y fantasía, tiempo

para encontrarse en el amor después del otro amor,

tiempo para entenderse después de haberse

entendido, tiempo para esos abrazos que invitan al

sueño después de haberse amado, amándose...

Page 468: Y durmieron juntos

467

Quinta Parte

Page 469: Y durmieron juntos

468

Argentina ...

Granero del mundo

Tierra de brazos grandes

tierra de paz

tierra mía...

Page 470: Y durmieron juntos

469

Argentina... mujer fértil...

Cuando tenía cinco o seis años, vino a mí la

fantasía de querer encontrar explicaciones y formas a

todo aquello que se me presentaba desconocido y

amorfo. Aclaro que me resultaba fascinante. Por

ejemplo, recuerdo que me despertaba muy temprano el

canto de los gallos... imaginaba entonces, que el más

importante de ellos era el que debía despertar primero,

para hacerlo con el segundo y éste con el tercero y así,

hasta al más dormilón de todos... Una vez despiertos,

se subían alegremente a la parte más alta de los

gallineros para cacarear y aletear uno por uno,

ordenadamente. De esta manera, cumplían con la

importante “misión de despertar” a las personas más

grandes, las que debían levantarse para trabajar, y

también, a los más chicos que pensaríamos en la

cantidad de cosas que haríamos ese día.

Entender el misterio del porqué a los gallos

siempre se les ocurre “cacarear tan temprano”, fue uno

de mis más espectaculares descubrimientos.

Seguidamente, allí en mi cama y con la

particular inspiración de las horas tempranas, me

Page 471: Y durmieron juntos

470

quedaba mirando las sombras y las manchas que

aparecían sobre las paredes de la pieza en que

dormía. Trataba de encontrar a qué cosa se parecían,

de qué tenían forma, qué misteriosa combinación de

luz y agua las dibujaban. Descubrí que había ovejitas

que pastaban muy calmas y algún monstruo que las

acechaba, no faltaban árboles, nubes, rostros, brazos,

manos y pies. Descubrí también, que si me quedaba

demasiado rato descifrando tanta cosa, la luz creciente

en la ventana me borraba casi todo y me indicaba que

sólo se trataba de las eternas manchas de humedad,

de una casa asentada sobre una tierra muy, muy

fértil...

Así, y desde aquella fantasía obsesiva que se

me ha pegado inevitable, y que ya no logra hacerme

entender muchas cosas, descubrí a mi país. Fue sobre

algo que me enseñaron que se llamaba “mapa”.

Si acaso se mira con mis ojos de niña, van a ver

que tiene forma de mujer... más precisamente, es el

perfil bien alto de una india bastante vieja y sufrida ya,

que ha aprendido de sus muchos años aunque no lo

suficiente, que es muy buena y paciente, a veces hasta

Page 472: Y durmieron juntos

471

parece desorientada con algunos intereses un poco

extraños, y además, es muy pero muy rica.

Miren conmigo y veamos ya en su frente el agua

de una inmensa red de ríos que surcan su rostro,

regándolo y dándole uno de sus mayores potenciales

que aún no ha desarrollado totalmente. Le sigue una

respingada nariz mesopotámica contorneada con ríos

navegables por los que lleva aires a sus países

vecinos. Si continuamos, le encontraremos una gran

boca, que es un enorme puerto que recibe y deja llevar

de todo, boca por la que ríe y también algunas veces

ha llorado.

Bajando lentamente aparece su extensa y rica

mejilla pampeana, la que cuenta por un lado con los

colores y sabores del vino y por el otro, con un

orgulloso mentón metropolitano.

Por último se le ve un rebelde y fantasmal cuello

patagónico, de horizontes interminables, por el que

todavía ascienden algunos gritos.

Y no quiero olvidarme, de enseñarles que está

peinada con una abultada y larga trenza hecha de

montañas coronadas por el viento blanco, que se van

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472

juntando una a una y bajan por su costado para

terminar en un lazo lleno de islas, como de fuego!...

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473

CAPÍTULO 42

Argentina, granero del mundo

Entre los años 1880 y 1916 la sociedad

argentina se transformaba profundamente bajo su

régimen oligárquico, se consolidaba el Estado Nacional

centralizado que aseguraba las bases del orden social

capitalista, insertando a la economía del país en el

mercado internacional a través de las grandes

exportaciones agropecuarias. Los gobernantes habían

logrado la obediencia al gobierno central, la unificación

de los grupos dirigentes, la organización de las nuevas

instituciones, entre ellos el Ejército, y la integración y

delimitación del territorio. Para la “generación del 80”,

paz, significaba respeto a las leyes y la Constitución de

1853, así como, administración significaba organizar el

Estado e incorporar al país a los mercados mundiales.

A mediados del siglo XIX los países altamente

industrializados demandaban materias primas y

alimentos de los países productores, de esta forma, la

economía argentina lentamente comenzaba a

organizarse como complemento de la economía

Page 475: Y durmieron juntos

474

industrial europea, generando así una fuerte

dependencia. El Estado intervino garantizando la libre

circulación de bienes y capitales, favoreciendo la red

de transporte y obras de infraestructura, estimulando la

inmigración y organizando un sistema jurídico y

monetario. Un factor importante para el sustento del

modelo agrario exportador fue la participación de

capitales extranjeros destinados al transporte y

comercialización, así por ejemplo, la mayor inversión

de origen inglés permitió la expansión del ferrocarril y

la modernización del puerto de la ciudad de Buenos

Aires, otras inversiones extranjeras se destinaron a

fundar bancos, frigoríficos y empresas exportadoras. El

fortalecimiento de este modelo de economía, consolidó

el dominio de un grupo social por sobre el resto de la

sociedad argentina, los terratenientes exportadores se

constituyeron en el grupo de capitales que actuaron

asociados con capitales extranjeros. Dentro de las

transformaciones que el modelo agrario originó podrían

nombrarse, la expansión de la agricultura, la

introducción de técnicas y máquinas agrícolas, el

problema de las tierras en arrendamiento a elevados

precios y con el riesgo por parte de los arrendatarios,

Page 476: Y durmieron juntos

475

de poner a producir tierras vírgenes. Por otro lado, la

expansión de las exportaciones agropecuarias tuvo

fuerte impacto sobre la producción industrial del país,

dando como consecuencia la decadencia de las

industrias artesanales de las regiones extra

pampeanas.

Entre 1870 y 1929 llegaron a la Argentina

alrededor de seis millones de inmigrantes europeos de

los cuales tres millones se radicaron definitivamente en

nuestro país, en su gran mayoría con la esperanza de

convertirse en propietarios de una parcela de tierras

para cultivo. La mayor parte de ellos no lo logró, debido

a que las mejores tierras ya estaban en manos de

grandes terratenientes. En esos años, las ciudades

más importantes del país ofrecían a los inmigrantes

posibilidades de hallar empleos, en Buenos Aires por

ejemplo se hacían mejoras en el puerto, se construían

edificios, desagües, vías férreas, alumbrado público,

también se encontraba trabajo en los pequeños talleres

industriales. El impacto inmigratorio se dio más en el

litoral y la provincia de Buenos Aires, debido a que

eran los centros de mayor desarrollo del comercio de

exportación. La estructura de la sociedad argentina se

Page 477: Y durmieron juntos

476

modificaría a partir de la llegada de los inmigrantes, en

particular en la capital del país, allí residían las familias

de mayor poder económico y político, la elite, dueñas

de la mejores tierras y enriquecidas por el auge

exportador. También habitaban la ciudad un número

importante de profesionales, empleados

administrativos trabajadores del sector de servicios,

además se incluían trabajadores de los talleres

manufactureros de las ramas de la vestimenta y la

alimentación, sombrereros, zapateros, sastres,

panaderos, trabajadores de la construcción,

carpinteros, albañiles, también los trabajadores en

relación con las exportaciones, changadores,

estibadores portuarios, ferroviarios, frigoríficos. Todos

éstos, constituían la incipiente clase obrera argentina y

sus posibilidades de mejora económica estaban

ligadas a la marcha del modelo agrario exportador.

Los inmigrantes recién llegados que no tuvieron

posibilidades de trabajar en el campo, debieron

emplearse como trabajadores asalariados y pasaron a

formar parte de la clase obrera urbana. Algunos que

llegaban con recursos económicos, establecían

pequeños comercios propios como talleres, sastrerías,

Page 478: Y durmieron juntos

477

relojerías, panaderías. Con el tiempo, muchos hijos de

inmigrantes obreros llegaron a ascender socialmente

por la vía de una carrera profesional o por medio de un

cargo en la administración pública.

Asimismo, puede notarse que el proceso de

urbanización en Argentina no se dio por las mismas

razones que la expansión urbana europea, es decir

como consecuencia del desarrollo industrial. En

nuestro país, el factor decisivo lo constituyó el

desarrollo del comercio de exportación y la llegada

masiva de inmigrantes atraídos por mejores

expectativas de vida. La consecuencia social de esta

urbanización resultó en la formación de nuevos

sectores sociales, ya que, junto a los obreros que

trabajaban en los talleres y en el puerto, se extendió un

sector de empleados ocupados en la administración

pública, comercio, empresas de servicios y las

relacionadas con la comercialización y transporte de

exportaciones e importaciones.

A principios del siglo XX, el régimen oligárquico

debió enfrentar a la creciente movilización y protesta

de los sectores populares y urbanos, como así también

a la oposición de un nuevo partido político que se

Page 479: Y durmieron juntos

478

había consolidado denunciando el fraude electoral, la

UCR. En las elecciones presidenciales de 1916 triunfa

el candidato radical Hipólito Yrigoyen, triunfo que

profundiza la crisis política del régimen oligárquico e

incorpora a la acción política a los sectores populares

urbanos. Entre 1916 y 1930, los gobiernos radicales

presentaban a la sociedad argentina un programa

basado en los ideales democráticos de la Constitución

Nacional de 1853. La base social del radicalismo fue

una heterogénea distribución entre los sectores medios

urbanos y terratenientes, sin vinculación con el régimen

oligárquico. Desde el punto de vista económico, se

continuó con el proceso de expansión de la economía

primaria exportadora y, aunque Yrigoyen intentó

algunas modificaciones en los criterios de

redistribución de las riquezas, con el propósito de

favorecer a los sectores medios urbanos, debió

enfrentar a la oposición de grupos conservadores, al

impacto de la primera guerra mundial y a la crisis

económica de 1929. Desde el punto de vista político,

las transformaciones más importantes que generaron

los gobiernos radicales fueron la consideración de los

intereses de dichos sectores y sus participaciones

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479

políticas. De esta manera, el fin de la oligarquía y la

instauración de la democracia política, significó la

ampliación de la participación de la ciudadanía, al

mismo tiempo, se generó un régimen político

caracterizado por la debilidad de los partidos y del

Parlamento, y el fortalecimiento del poder estatal. El

Parlamento no pudo consolidarse entre las

necesidades de la sociedad y el Estado. Por primera

vez desde 1880, el Poder Ejecutivo y el Poder

Legislativo representaban intereses opuestos y el 6 de

Septiembre de 1930, el primer golpe militar en la

historia de la Argentina moderna, organizado por un

sector del Ejército y que contó con un importante apoyo

civil, puso fin a la segunda presidencia de Yrigoyen y la

democracia política iniciada bajo la ley Sáenz Peña de

1912.

Entre los años 1930 y 1955, se produjeron

profundas reformas económicas y sociales en la

sociedad argentina. El crack financiero de la bolsa de

valores de Nueva York, originó una crisis económica

mundial que desorganizó el intercambio comercial

internacional. Como consecuencia disminuyeron las

exportaciones argentinas en los principales mercados

Page 481: Y durmieron juntos

480

europeos y a partir de 1930 la economía argentina

también entró en crisis. Las estrategias elegidas para

superarlas repercutieron sobre el régimen político. Se

pasó del modelo económico primario exportador a

fomentar la industria nacional. Durante la década de

1930, el desarrollo de nuevas industrias que

comenzaran a producir muchas de las manufacturas

importadas, cambió la vida cotidiana de los habitantes

de la ciudad de Buenos Aires, que creció

aceleradamente, y la de otros centros urbanos como

Rosario y Córdoba, también el norte del país. Por

consecuencia se dio un creciente desempleo en las

áreas rurales y requerimientos de mano de obra en las

industrias instaladas en algunas ciudades, lo que

significó movimientos importantes de migraciones

internas.

Por esos años, mientras la organización

económica y social se transformaba aceleradamente,

el régimen político impedía la participación política de

la población. Los dirigentes políticos conservadores

que asumieron el gobierno luego del golpe militar al

gobierno de Yrigoyen, intentaron dar por terminada la

experiencia democrática y se propusieron reconstruir el

Page 482: Y durmieron juntos

481

régimen oligárquico vigente entre 1880 y 1916. Pero la

Argentina ya no era la misma de finales del siglo XIX.

Por esto, se mantuvieron las instituciones del régimen

democrático, como por ejemplo las elecciones de

gobernantes por sufragio universal, pero a la vez,

pusieron en práctica el fraude, la proscripción de las

fuerzas políticas opositoras y un importante grado de

represión hacia los dirigentes del movimiento obrero.

Esta combinación mostró la ilegitimidad de los

gobiernos de la época.

El 4 de Junio de 1943, en un clima social de

gran descontento y con una opinión pública agitada por

la contienda bélica en Europa, se produjo un nuevo

golpe militar. Un sector del Ejército encabezó el mismo

y se hizo cargo del gobierno, teniendo como uno de

sus principales objetivos modernizar la sociedad

argentina a partir del desarrollo de la industria nacional,

considerándola una necesidad estratégica. Eran los

años de profundas convulsiones en todo el mundo, por

entonces los regímenes totalitarios instalados en

Alemania e Italia aparecían como los seguros

vencedores de la segunda guerra mundial y la

democracia política estaba seriamente debilitada en los

Page 483: Y durmieron juntos

482

países europeos. Sin embargo, la guerra terminó con el

triunfo de los aliados liderados por Estados Unidos, la

Unión Soviética, Francia y Gran Bretaña, sobre la Italia

fascista de Mussolini, la Alemania nazi de Hitler y el

Japón imperial.

A partir de 1945 los Estados Unidos impulsaron

la reconstrucción del capitalismo y la democracia

política en los países de Europa occidental y en toda

su zona de influencia. En Argentina, entre los años

1943 y 1945, un sector de los militares se organizó

alrededor del liderazgo del coronel Juan Domingo

Perón, uno de los principales ideólogos del movimiento

de Junio. Designado Perón director del Departamento

Nacional del Trabajo, el gobierno surgido del golpe del

4 de Junio, abandonó su política anti obrera y

comenzaron a mostrarse sensibles ante los reclamos

del movimiento obrero, proponiendo un nuevo tipo de

relaciones entre el Estado y las organizaciones

representantes de los trabajadores y empresarios. En

este nuevo marco, las luchas entre los distintos

sectores sociales y las fuerzas políticas originó al

peronismo, uno de los movimientos de masas más

importantes de América latina del siglo XX. El Estado

Page 484: Y durmieron juntos

483

peronista respondió a las demandas de los

trabajadores y sectores sociales de menores recursos

con reformas y contenidos nuevos. Desde entonces las

relaciones laborales y salariales, dejaron de ser

decididas entre trabajadores y empresarios. A través

de leyes, el Estado comenzó a regular el mundo del

trabajo. La protección de la industria nacional generó

una redistribución del ingreso entre los sectores

capitalistas y los sectores sociales. A través del

aumento del empleo y del gasto público y social en

áreas como la educación, la salud, el bienestar y la

previsión social, sectores mayoritarios de la sociedad

argentina ampliaron su participación en la distribución

de la riqueza generada en el país. La relación del

Estado peronista con los sectores capitalistas comenzó

a deteriorarse. Los terratenientes y comerciantes

exportadores se mostraban contrarios a los intereses

del proyecto peronista y participaban en conspiraciones

para desestabilizar al gobierno. Por otro lado, los

trabajadores se habían organizado sindicalmente

pudiendo desarrollar una acción gremial muy dinámica

que compensó la tendencia a la burocratización de los

dirigentes más encumbrados.

Page 485: Y durmieron juntos

484

A partir de 1949, el modelo económico

industrialista y redistributivo comenzó a sufrir algunas

dificultades que se agravaron en 1952. Los ingresos

provenientes de las exportaciones disminuyeron debido

a que los Estados Unidos protegieron su producción

agrícola y desplazaron a la Argentina de algunos de

sus tradicionales mercados europeos, también,

disminuyeron los volúmenes de los productos

exportables y como consecuencia decayó la

producción industrial y se generó inflación. En este

contexto económico recesivo e inflacionario se

agudizaron las tensiones sociales y la lucha política por

la distribución de la riqueza. Los trabajadores, a través

de las presiones ejercidas por los sindicatos,

procuraron defender el nivel de sus ingresos, y durante

el período 1949-1952 se produjeron numerosas

huelgas por reclamos salariales.

Durante la segunda presidencia, Perón se

propuso realizar cambios en la orientación de la

economía con el objetivo de atenuar los efectos de la

crisis. En 1953 se puso en marcha un plan de ajuste

que intentó detener la inflación y aumentar la

producción por medio de la reducción del consumo

Page 486: Y durmieron juntos

485

popular, el congelamiento de precios y salarios, el

recorte de los gastos del Estado, los incentivos a la

producción y la exportación agropecuaria, la apertura a

la entrada de capitales extranjeros y la disminución de

la presencia del Estado como empresario. Los efectos

de esta política fueron: la disminución de la inflación, la

mejora de la actividad agropecuaria y la recuperación

de los niveles de producción. Contribuyeron a revertir

la tendencia, el apoyo de los sindicatos y la buena

cosecha 1952-1953. Sin embargo la tensión social se

reavivó en 1954, ya superada la fase recesiva y

concluida la tregua salarial, los sindicatos reiniciaron la

lucha por la distribución de los ingresos desplegando

una intensa ola de huelgas. Frente al fuerte activismo y

las organizaciones de los sindicatos de trabajadores,

los empresarios se oponían en luchas entre fracciones,

con intereses y posiciones políticas enfrentadas. Las

dificultades económicas y las tensiones sociales se

combinaron con un panorama político cada vez más

conflictivo. El intento de los sindicatos por imponer

como candidata a vicepresidente a Eva Perón generó

la reacción de los sectores más conservadores, que

presionaron al gobierno por medio de las Fuerzas

Page 487: Y durmieron juntos

486

Armadas para que no se concretara la iniciativa. Desde

entonces, los militares se constituyeron en un actor

político cada vez más activo e independiente, que

actuó con autonomía, presionando y conspirando para

quebrar la estabilidad institucional. Por otro lado, la

Iglesia Católica que durante muchos años había

mantenido una buena relación con Perón, se fue

distanciando y adoptó una posición de abierta

oposición hacia el gobierno. El resultado de estos

conflictos políticos y sociales fue la reconstitución y el

fortalecimiento de la alianza social antiperonista

conformada por la gran mayoría de los sectores

medios, la negativa a prestar apoyo de la burguesía

ligada al capital local y extranjero, la oposición de la

Iglesia Católica y de muchos sectores de las Fuerzas

Armadas. Se produjeron levantamientos contra el

gobierno en diversas bases militares que culminaron

con un bombardeo a la plaza de Mayo, cuyo resultado

fue cientos de civiles heridos y muertos, a dicha acción,

continuó el ataque de simpatizantes peronistas a

locales de partidos opositores y el incendio de iglesias.

Finalmente el 16 de Septiembre de 1955, otro

levantamiento militar que se autodenominó “revolución

Page 488: Y durmieron juntos

487

libertadora”, destituyó a Perón y estableció un gobierno

provisional. A partir de allí, las Fuerzas Armadas que

encabezaron la alianza política y social que derrocó al

gobierno peronista, emprendieron acciones tendientes

a eliminar el peronismo de la sociedad argentina y

retomó el control del aparato del Estado para reorientar

su intervención a favor de los intereses de otros

sectores sociales. Los militares y también los políticos

y dirigentes empresarios representantes de la

burguesía agraria e industrial, consideraban que las

causas de la crisis económica del país eran las

profundas distorsiones que había provocado la

intervención del Estado peronista en los procesos de

acumulación y distribución de las riquezas. Ante este

diagnóstico, la proscripción del partido peronista y la

prohibición de los sindicatos aparecieron como las

primeras medidas que debían tomarse.

La polarización de la sociedad argentina entre

peronistas y antiperonistas, tan profundizada entre

1946 y 1955 se mantuvo en el escenario político luego

del derrocamiento de Perón y es uno de los datos clave

para comprender la crisis de legitimidad que debilitó al

sistema político desde 1955 hasta 1976. Muchas

Page 489: Y durmieron juntos

488

polémicas se relacionan con las políticas económica y

social que el peronismo impuso una vez en el gobierno.

Para algunos investigadores, la política social se

limitaba al reparto de dádivas que no modificaban

sustancialmente las condiciones de vida de los

trabajadores y de los más humildes de la sociedad.

Para otros, el gobierno peronista al poner el centro de

atención en la justicia social, rompió con una larga

tradición de gobiernos que actuaban contra los

intereses populares o desentendiéndose de ellos. Las

respuestas y posiciones frente a estos debates son

diversas y en nuestros días aún permanecen abiertas.

Bibliografía: Argentina del siglo XX . Alonso, Elisalde,

Vázquez.

Page 490: Y durmieron juntos

489

Lengua Castellana

¿A qué te compararé que seas bien comparada?.

¿Quién entenderá el amor que siento desde la infancia

cuando al mecer de la cuna el arrorró me cantaban?.

Cuando en susurros bajitos

ya te empecé a desnudar.

En una hoja la letra, en otra hoja, sílabas

en tonos y semitonos en claves altas y bajas.

A través de aquellos tonos descubrí toda tu gracia

y me enamoré de ti.

En nuestro idilio secreto me dijiste soy espada

en la amistad dulce néctar.

En la intimidad silencios navegando por el alma

cuyas aguas yo agito y surgen pueblos y razas.

Engendrada tiempo lejos allá por tierra de España

de don Fernando naciste con nobleza castellana

Alfonso te bautizó y te confirmó Cervantes

te medraron tantos otros genios de allende los mares

que la enamorada mía se ha convertido en gigante.

Veintinueve cuerdas de oro en arpa bien afinada,

en multitud de sonidos rasguean por las distancias,

y cien millones de ecos reviven toda tu savia.

Page 491: Y durmieron juntos

490

¡Lengua de la patria mía,

lengua de la otra mi patria,

si en España tú naciste

en América te cantan!

Pilar Nuez

1978

Page 492: Y durmieron juntos

491

CAPÍTULO 43

Argentina, tierra de brazos grandes

Pascual Calvo y su señora Pilar Nuez

desembarcaron en el puerto de la ciudad de Buenos

Aires el día 28 de Junio de 1952, luego de navegar

quince largos días. La experiencia sobre el Giulio

Cesare se conservó inalterable en sus memorias, les

fue muy valiosa además de irrepetible.

Yo escuché algunas cosas de ella, como por

ejemplo, que la orquesta del majestuoso transatlántico

tocaba por las noches en un gran salón, que Pascual

enseñó a bailar tangos a su señora y que ella aprendió

rápidamente porque contaba con una cinturita preciosa

de la que él se tomaba para enseñarle.

Otra cosa que escuché contar a mi papá es

sobre un amable mozo italiano que los atendía a la

mesa. Éste, quién sabe por qué razones, creía que

Pilar era hija de aquel español embarcado. La trataba

de señorita y muy amablemente al terminar los

almuerzos le decía: ¡“Signorina le servo un altro caffé”!

y ponía su mejor cara de hombre encantado con ella y

Page 493: Y durmieron juntos

492

dispuesto a atenderla de manera especial. Mi madre

aceptaba aquellos cafecitos extras hasta el momento

en que el encantador mozo se atrevió a decirle que esa

noche la invitaría a bailar en el gran salón del Giulio

Cesare. Pascual, su vigilante esposo, que comprendía

de las ilusiones y encantos que su mujer inspiraba y

muy atento a lo que había oído, llamó la atención del

amable y encantador mozo diciéndole más o menos en

su idioma: ¡“Signore, mi ascolti un momento, que lei

non é signorina... ¿lo sá, capí, me comprende?... Lei é

la mía signora”!, repetía ¡“mía signora”! y trataba de

explicarse amablemente, mientras que con una mano

se tomaba de la cinturita de su señora y con la otra

hacía un gesto de quien se lamenta sinceramente por

una situación ajena. Y del mozo italiano no supieron

más...

También sé que mi madre lloró

emocionadamente al bajar en el puerto de este país de

brazos grandes, cuando escuchó su amada lengua

castellana de unos niños que andaban por allí. Sintió

enorme felicidad. A la vez, mi padre festejaba el poner

sus pies en la Argentina, tierra que había adoptado

definitivamente como suya, a la que regresaba con su

Page 494: Y durmieron juntos

493

amada esposa y a la que se brindaría como agricultor

por el resto de su larga vida.

Unos pocos días permanecieron en Buenos

Aires. Pilar quería conocer la capital del país al cual

llegaba y el porqué la llamaban “la reina del Plata”. El

mayor conglomerado de habla hispana del mundo

poseía alma propia. Renovada y orgullosa de sí misma,

Buenos Aires dejaba ver su estilo propio a todo

inmigrante. Lucía los quince años de la obra de casi 70

metros de altura de Alberto Prebisch, el Obelisco.

También mostraba la Facultad de Ciencias Médicas

considerada por entonces el edificio de mayor volumen

en Sudamérica. Crecían además sus rascacielos con

estructuras de hierro y cemento armado. Se veía

también el Mercado de Abasto, el cine Gran Rex y el

estadio de River Plate. A la fascinación que producía

conocerla, la ciudad capitalina agregaba el furor de sus

orquestas de tango, y si bien su ídolo internacional

Carlos Gardel había desaparecido trágica y

dolorosamente para todos, contaba con otros maestros

de la canción popular como por ejemplo Aníbal Troilo,

Juan D´ Arienzo y Francisco Canaro.

Page 495: Y durmieron juntos

494

Mucho significó a la reciente pareja recorrer

Buenos Aires. En particular, visitar la esquina de Brasil

y Tacuarí en compañía de su querida señora, a

Pascual le fue demasiado. Allí aparecía el viejo

almacén de treinta años atrás que había sido atendido

por los cuatro hermanos Calvo. Mientras lo miraba con

ineludible nostalgia trataba de contarle a ella de sus

comienzos en este país, de los años de repartos, de

los pedidos que dejaba en la casa del presidente

Yrigoyen, de los tiempos de españolito recién llegado,

de amigos a los que extrañó mucho y de la infaltable

compañía de Julián y de Manuel.

España iría quedando poco a poco en el pasado

de esos dos seres que fueron mis padres, guardada

imborrablemente en sus corazones, emergiendo

muchas veces en sueños y recuerdos llenos de

nostalgia. Ahora, la Argentina de enormes horizontes

los recibía, contando para ello con una provincia en

forma de bota alta que por muchos años había sido el

granero del país. Al subir por su caña, costeando uno

de los ríos más importantes del territorio argentino y sin

dejar de apuntar en dirección noreste, aparecería una

ciudad a la que se la conocía como la «perla del norte

Page 496: Y durmieron juntos

495

santafesino”. Reconquista, sería el lugar mejor elegido

para aquellos dos desembarcados que fueron mis

padres, allí continuarían sus vidas, allí sembrarían sus

esperanzas, allí trazarían su futuro, allí les nacerían

hijos.

Luego de recorrer un poco “la reina del Plata” se

disponían a viajar hacia “la perla del norte”,

intercalando entre una y otra, una corta visita a la

ciudad capital de la provincia. En Santa Fe, los

esperaba con sorpresa y gran aprecio María, la

hermana melliza de Fernanda, que al igual que ella,

poseía ese don sirio libanés heredado de sus

antepasados y que consistía en brindar alojamiento a

parientes más o menos cercanos y recién llegados.

Después de conversar sobre algunas cuantas cosas,

entre ellas de sobrinos un poco contrariados respecto

al enlace matrimonial, María llamó por teléfono a

Reconquista, a la conocida tienda “Casa Carlitos”,

avisando a su hermana que la reciente pareja los

visitaba en su casa. El tubo pasaba de uno a otro

transmitiendo las expresiones de ansiedad y alegría

oportunas del caso, sin embargo, surgiría el primer

inconveniente familiar, al que el tan querido Pascual

Page 497: Y durmieron juntos

496

debería enfrentarse: su amada esposa y su

embravecida sobrina se negaron a cruzar palabras en

el auricular. (¡Ay Pascual, Pascual... vamos a ver cómo

te arreglas entre esas dos mujeres que tanto dicen

quererte, eh?, y tú,... Pilar,... pues mujer, no seas tan

orgullosa por lo que has oído, que la otra apenas es

una niña celosa, que ha berreado bastante porque te

has casado con su tío, pero con el transcurrir del

tiempo, se le ha de pasar... ¿no lo crees?)

Después de descansar un rato en casa de

María, de hacerse a la idea de que no todo sería color

de rosa y de que el tiempo también se encargaría de

hacer su obra, los esposos prepararon su equipaje, se

despidieron de la señora de la casa y de su familia, y

tomaron el tren General Belgrano que los trasladaría

hasta la ciudad de Reconquista.

Ya dentro de uno de sus vagones, reclinada

sobre el hombro de su amado esposo, Pilar miraba a

través de las ventanillas del viejo tren. Había

desaparecido aquella sensación de los movimientos de

navegación que por muchos días se le habían pegado

al alma, en cambio, ahora sentía con intensidad el

golpeteo interminable del tren sobre los rieles de trocha

Page 498: Y durmieron juntos

497

angosta. A través de los empolvados vidrios veía

desplegarse la gran llanura litoraleña, adornada por la

presencia de esteros y lagunas, coloreada por los

sembrados de trigo, maíz, caña de azúcar o algodón,

embellecida por el calor del sol y refrescada por esos

vientos de campos a los que Dios acaricia con su

mano.

Largas horas rodaría el tren enfrentando esa

gran llanura, descubriendo sus parajes y pueblos de

campo, su gente, sus humildes ranchos con techo de

paja, sus animales pastando al costado de las vías,

atravesando algunas veces robustos puentes

ferrocarrileros construidos con quebracho o con hierro,

que indicaban la fuerte presencia inglesa de un siglo

atrás, y que permitían pasar sobre arroyos de bajas

barrancas y aguas serenas. En ciertos momentos la

incansable máquina se detenía en las viejas estaciones

de amplias galerías, techadas en chapa. Cargaba allí el

agua que su caldera estaba necesitando.

Entre tanto, unos cuantos pasajeros que

esperaban su llegada con el boleto preparado para

mostrarlo al guarda del tren, ascenderían con sus

bolsos y paquetes abultados, intentando acomodarse

Page 499: Y durmieron juntos

498

dentro de sus vagones. Algunos lugareños

permanecían en los andenes a la espera del momento

de levantar la mano y despedir a familiares y colonos

vecinos. Los chicos, más junto a las vías, aguardaban

el instante de ver a la impresionante locomotora silbar

estridentemente y largar gruesos chorros de vapor,

mientras se alejaba orgullosamente de la vieja

estación, para continuar con su acostumbrado viaje.

Por aquellos años del mil novecientos y tanto, y

en aquellas localidades santafesinas, la llegada y la

salida del tren sería un gran acontecimiento para sus

habitantes, como así también, prácticamente la única

posibilidad de comunicarse. Los paseos por los

andenes, las miradas desde las ventanillas, los

comentarios con el maquinista y las conversaciones

con los recién llegados sería la manera más práctica y

conocida de enterarse por ejemplo de las condiciones

del tiempo, de los milímetros caídos en la lluvia

reciente, del estado de salud de algún enfermo

internado en el hospital más cercano, de los

movimientos de las cooperativas, del día en que

pagarían los ingenios azucareros y de una interminable

Page 500: Y durmieron juntos

499

serie de cuestiones más que hacían al devenir de la

vida, en aquellos tiempos y en aquellos parajes.

Así, contemplativamente y en una mezcla de

cansancio, sueño, curiosidad y calma, mi madre

aproximaba sus sentidos a una primera conciencia del

país al que llegaba, rescatando a cada instante los cien

millones de ecos de su lengua castellana... Traspasada

de emociones, reconocía aquella primera invasión de

felicidad que sintió al bajar en el puerto de Buenos

Aires. En adelante, y en esta tierra tan favorecida por la

mano del Creador... al mecer de una cunita cantaría el

arrorró.

Y pensando en estas cosas se adormecía,

reclinada sobre el hombro de su amado esposo...

Page 501: Y durmieron juntos

500

CAPÍTULO 44

Argentina, tierra de paz

El tren detuvo su marcha en la estación de la

ciudad de Reconquista. ¡Al fin silenciaba su golpeteo

sobre las vías! El largo viaje concluía para Pascual y

Pilar. Felizmente llegaban a destino. Descendieron con

ellos unos cuantos pasajeros. Otros subían

rápidamente para ubicar sus cosas dentro del tren que

en pocos minutos más seguiría marchando hacia las

próximas localidades norteñas, subiendo y bajando

gente en las estaciones Ewald, Moussy, Lanteri,

Ingeniero Chanourdié, Paul Groussac. Así, hasta

traspasar los límites de la provincia con forma de bota

alta e internarse en la vecina del Chaco.

El frío día del mes de Julio obligaba a vestir los

abrigos. Caía la tarde y el tibio sol de invierno se

apagaba en el poniente. Muy pronto las luces de la

antigua estación se irían encendiendo poco a poco.

Frente al playón y a los galpones, Pascual veía

muchos vagones cargados y a la espera de otra vieja

locomotora que los trasladaría en los días siguientes.

Page 502: Y durmieron juntos

501

Reconociendo el aroma de los grandes eucaliptos, que

en cualquier época del año dejan sentir su conocido

olor, mi padre se sentía como regresando al lugar más

familiar del mundo, tan familiar como lo es entrar a

nuestra casa y saludar a los que encontramos dentro.

Gestos como, el de levantar la mano al guarda antes

de marcharse o caminar hasta la ventanilla para

saludar al boletero Don Mulassano y cruzar algún

comentario, serían los gestos más naturales y

repetidos del colono que siempre sería Pascual.

Aunque, en esta única ocasión y a diferencia de las

otras no regresaba del campo, sino de su emocionante

viaje a España, y además, lo hacía acompañado de

aquella mujer española que una vez cuando fue chico

le oyera a su padre decir: “ te juntas unas pesetas y te

vuelves ... quizás puedas casarte con una mujer

española... quiero decir de tu misma sangre... piénsalo

bien que tú ya eres un hombre...”. Luego de cargar las

valijas, Pascual y su mujer española subieron a uno de

los autos de alquiler que en la estación aguardaban a

los pasajeros sin coches. La indicación al conductor

seguramente fue de Pascual: -“llévenos hasta la Casa

Carlitos”.

Page 503: Y durmieron juntos

502

Entre tanto imagino a mi madre muy cansada,

aunque mirando hacia sus alrededores y observando la

ciudad de la que tanto le oyó decir a Pascual en las

caminatas del mes de Marzo, allá, en Alcorisa. Aquel,

su pueblito entre montañas que hacía sentir duramente

los inviernos, lo llevaría grabado como el dueño y

señor de su alma. Sin embargo, la perla del norte

santafesino tal cual su nombre lo sugiere, la iría

conquistando y reconquistando lentamente, desde el

primer pie en el andén hasta el final de sus días.

Prendiéndosele al pecho como un niño hambriento,

Reconquista y su gente amigable, el cariño de la

familia que en ella tendría, además de la historia

especial que la pequeña ciudad posee, irían

enamorando a su corazón ansioso y necesitado de

echar raíces en tierras de paz...

Aún dentro del auto, en tanto que su marido no

dejaba de hablar con el conductor, Pilar miraba las

callecitas de tierra con las que Reconquista se le iba

abriendo. Las veía anchas, llanas y con grandes

árboles. Alcanzaba además a sentirles ese particular

olor a tierra mojada que les dejaba la visita ocasional

de un viejo camión regador. El auto avanzaba en

Page 504: Y durmieron juntos

503

dirección hacia la esquina de Mitre y Obligado. En

ambos viajeros crecía la ansiedad incontrolable de

esos momentos anteriores a un gran encuentro.

Pascual regresaba a sus más queridos con el gesto del

hombre más feliz del mundo, en tanto que Pilar se

preparaba para conocer a la nueva familia,

especialmente a sus nuevos sobrinos.

El tío Pascual visitaba nuevamente la “Casa

Carlitos” después de cuatro meses de no hacerlo. Esta

vez, llegaba de España. Tenía muchas cosas que

contar, algunos regalos para sus sobrinos y una tía

para presentarles.

Las recomendaciones maternas y paternas a

Olga y Carlos, debieron oírse desde el desayuno en la

mañana, como por ejemplo:

-“ Vos Olguita, saludas a la tía de la misma

forma que al tío Pascual, no quiero verte esa cara

estirada que pones cuando te haces la orgullosa,

tampoco quiero saber que le estés haciendo señas a tu

hermano. ¡Ah, me olvidaba... y si el tío Pascual

recuerda cortarte pan, no lo tires abajo de la mesa,

comelo aunque te cueste. ¿Me oís?, que no voy a

soportar papelones!...”

Page 505: Y durmieron juntos

504

También me parece oír al tío Manuel diciendo:

-“Ustedes dos se comportan como las dos

personas grandes y educadas que ya son, no

interrumpan las conversaciones de los adultos y

contesten con amabilidad cuando se les dirija la

palabra. Coman todo lo que se les sirva en los platos,

especialmente, esto último va para vos, Carlitos.

demás quiero que sientan la alegría que tengo yo de

volver a abrazar a mi querido hermano y de conocer a

su señora recién llegada de España”.

Ante estas advertencias, el recibimiento, las

presentaciones y los saludos debieron ocurrir sin

mayores inconvenientes. Manuel y Pascual se

abrazaron con lágrimas, de esas que evocan

emociones fuertes, duelos y reencuentros, y que sólo

suceden entre hermanos que se quieren mucho.

Fernanda besó a Pilar en ambas mejillas con la

naturalidad de quien recibe a un pariente muy

apreciado. Inmediatamente comenzó a tutearla y a

decirle “querida”, a mostrarle toda la casa y darles

indicaciones a su empleada para que hiciera sentir muy

bien a su concuñada. Después la llevó hasta la cocina

Page 506: Y durmieron juntos

505

para mostrarle los preparativos de la cena con que los

estaban esperando y le dijo:

-“Sentíte como en tu casa querida Pilar, no tenés

que pedir permiso para nada. Ahora, vamos que te

muestro la pieza que les preparé para ustedes”.

Y ya dentro de la habitación le dijo en secreto

que sus hijos estaban un poquitito celosos porque el tío

se les había casado, y agregó -“pero vos no les hagas

caso y vas a ver qué pronto se les va a pasar...”.

Y así fue. Los celos de Carlitos desaparecían si

su hermana dejaba de decirle cosas, y además, cada

vez que oía hablar a su tía española, con ese timbre

tan lindo y esos ojos tan verdes, no hacía más que

comprender el metejón del tío Pascual. En cambio,

Olguita resistió más a la conquista de la tía española.

Sin embargo, como Pilar ya lo había pensado en lo de

María, el tiempo se encargaría de hacer su obra y la

llegada de algún primito, seguramente también.

Aquella noche Pascual no hacía más que contar

cosas de España y festejar los platos de la cena. En un

instante con aire de fuertes nostalgias, dijo:

-“Manuel, le he pedido a nuestra madre que se

venga a vivir con nosotros... La pobre, me contestó que

Page 507: Y durmieron juntos

506

yo estoy loco, y que ella, ya está muy vieja para hacer

semejante viaje. Quizás tenga algo de razón...

También lo hice con mis suegros y casi los convenzo.

Sabes que Don Pascual Nuez tiene allí en Alcorisa una

fábrica de tejas. Yo le decía que tranquilamente podría

tenerla aquí, en Reconquista. Mi suegro es un hombre

muy bueno y aferrado a toda su familia... Sin embargo

me prometió que hablaría con todos ellos”.

A Manuel se lo notaría sensible, emocionado, tal

vez muy sintonizado con ese hermano que no cesaba

de hablar, de mostrarse entusiasmado, bastante

melancólico y a la vez algo delirante. Por unos

instantes creyó que Fernanda tenía algo de razón

cuando le repetía que tenía un hermano medio

chiflado. Su anciana madre parecía tener una opinión

similar desde el otro continente. No conseguía

entender el porqué de tantas ilusiones metidas en “esa

cabeza”. Pensaba si se debían a la tristeza de despedir

a los familiares de allí, que sabía muy bien no estaban,

quizás sería porque el tan añorado viaje a España ya

había finalizado. También debió considerar las

emociones que produce el enamoramiento. Se le

ocurrió creer que los delirios de su hermano fluían

Page 508: Y durmieron juntos

507

naturalmente porque se había casado recientemente,

porque estaba de regreso junto a ellos, porque pronto

volvería a ese campo que era su vida, y también,

porque las nostalgias demasiado elocuentes muchas

veces las producen el beber un buen vino!...

¿Comprendería mi tío Manuel que se vive mejor

cuando soñamos un poco?... ¿Que no hay nadie que

llegue más allá de sus propios sueños?... ¿Aceptaría

que su hermano era medio chiflado pero soñador como

pocos?...

A su cuñada Pilar se la veía animada, serena,

no demasiado conversadora, más bien con su silencio

parecía acordar con las ilusiones de su marido.

En otro momento de aquella especial cena, con

un gesto entristecido Pascual dijo:

-“En España las cosas no están bien como me

pudieron parecer a mí. He estado poco tiempo. Pilar

podría hablarles mucho rato de todo aquello, pero sé

que no le gusta hacerlo” - y agregó:

-“¡Es que esa guerra que los nuestros han

pasado no ha dejado nada bueno, ¿sabéis?!...”

Page 509: Y durmieron juntos

508

Manteniendo su acostumbrada serenidad,

aunque con signos de preocupación y angustia,

Manuel dijo:

-“Yo entiendo perfectamente aunque no me

digáis demasiado, pues sé muy bien lo que se logró

con la guerra...”.

Y luego de un largo silencio, de esos que

reflejan las amarguras de ideales rotos, de esos en los

que nadie irrumpe suspirando y cambiando de tema,

Manuel agregó:

-“Le escribiré a Julián pidiéndole que se vengan.

Le insistiré en que aquí se vive mejor... aunque

¿problemas?..., ¡pues los habrá en todas partes,

claro!”.

Dejando de lado aquellos pensamientos tristes,

Pascual dijo con su acostumbrado optimismo:

-“Pilar y yo nos marcharemos a vivir un tiempo al

campo. Necesito enterarme de cómo marcharon las

cosas en estos meses y averiguar qué facilidades está

dando el gobierno a los colonos. En fin... tengo

esperanzas de que habrá buenas cosechas para este

año...”.

Page 510: Y durmieron juntos

509

Y seguidamente, mirando a su querida Pilar y

con gesto de agrandado, dijo:

-“Con Pilar llevamos ilusiones de comprar un

terreno en Reconquista y hacernos nuestra casa. Así

podremos alojar al que quiera venir de España y

también lógicamente a los que la vida nos ha de ir

trayendo!...”

Pilar parpadeó con asombro... ¿Cómo pudo

decir esto último su agrandado marido, si no le había

comentado nada aún? Ella pensaba que se debía a los

movimientos de la navegación, o tal vez, a los

comentados y desconocidos efectos que producía el

cruce del Ecuador, o quizás alguna otra razón aún no

confirmada, pero sí sospechada... Lo cierto era que

ese último mes su matriz no había llorado...

Aquella cena señaló el comienzo de un plan que

llevarían adelante los dos hermanos Calvo y desde

estas tierras de paz. Mi tío Manuel, fiel a su costumbre

de escribir y con la excelente letra de un

experimentado tenedor de libros, convencería a su

hermano Julián y a su desconocida cuñada Victoria, de

vender la gasolinera y cruzar definitivamente el

Atlántico, aunque esta vez trayendo a Doña

Page 511: Y durmieron juntos

510

Concepción con ellos. Por otra parte, a Pascual le

tocaría hacer lo mismo con sus suegros. Aunque a

decir verdades, la que seguramente se sentaría a

escribir muy extensamente sería Pilar, ya que su

esposo trabajaba mucho el campo, y además, tenía

muy mala letra...

También aquella cena señaló el comienzo de

relaciones que se estrecharían cada día, sin dejar, por

supuesto, de creer que aparecerían muchas

diferencias, que bien vendrían para probar la calidad

de las primeras. Por ejemplo y entre otras muchas

cosas, quiero decir que no sé si mi prima Olga dejó de

resistir a la conquista de su tía el día que Pilar le

entregó el vestido plisado que le había hecho.

Tampoco sé por cuánto tiempo miró odiosamente al tío

Pascual o si le seguiría pidiendo plata como aquella

vez que lo vio en la plaza paseando con una mujer. Sin

embargo, lo que sí sé, es que al terminar la cena y en

unos segundos en que Pilar se retiraba de la mesa,

Fernanda se acercó a su cuñado y al oído le preguntó:

-“¿Esta delicadeza de mujer te vas a llevar al

campo?...”

Y Pascual serenamente le contestó:

Page 512: Y durmieron juntos

511

-“Sí mi querida cuñada, no tengas miedo. Ella

vendrá conmigo a donde yo vaya. ¿Es mi señora,

no?...”

Con el típico gesto del que trata con un cabeza

dura, Fernanda dijo:

-“Vos estás totalmente chiflado Pascual. Esa

mujer no es para vivir en el campo. ¡Date cuenta!...

¿Qué va a hacer en Chanourdié? Dejála viviendo con

nosotros hasta que se hagan la casa y mientras, vos...

seguí yendo y viniendo en ese bendito tren!...”

Page 513: Y durmieron juntos

512

CAPÍTULO 45

Argentina tierra mía

Y Pilar junto a su marido se marchó a vivir al

campo. Con ese corazón tan generoso latiendo por

dentro y tan fiel al don de la hospitalidad que la

herencia genética le indicaba, la tía Fernanda, como

viendo algunas cosas que todavía no sucederían, le

dijo al despedirla:

-“Vos querida Pilar llamáme desde la estación al

teléfono de la tienda por cualquier cosa que te pase, o

mandás a alguien. Ese mismo día te hago buscar. Mirá

que Pascual va a andar todo el santo día en el tractor y

con los peones. A mí - que no me digan - que aunque

estés con la mujer del encargado y con la tracalada de

chicos que la pobre tiene, ¿No te vas a sentir medio

sola?...” Pilar abrazó a su cuñada conmovida por la

preocupación que ésta le mostraba. Le agradeció su

generosidad y le dijo:

-“Pues anda mujer - no eches miedo de nada -

que solos se sienten los que quieren estarlo”.

Page 514: Y durmieron juntos

513

A Pascual le urgía volver al campo. Su

encargado de confianza Mundo Bello Artal lo esperaba

con preocupación, ya que según lo acordado Don

Calvo estaba un poco retrasado. Claro es que sabía el

motivo del atraso y también que vendría con su

“señorcita” a Chanourdié.

La estación de trenes de Ingeniero Chanourdié

siempre fue muy chiquita. Frente a ella se encontraba

el campo de Pascual. A unos cuantos metros de

distancia podía verse la pequeña casa, entre algunos

grandes árboles. Pascual se bajaba del tren y hacía

medio kilómetro por camino de tierra hasta llegar a la

tranquera de entrada al campo. Algunas veces, Artala

(así lo llamaba Pascual y nunca se sacó la costumbre

en los muchos años que trabajaron juntos), lo esperaba

con el tractor a la orilla de la ruta para hacer algún

trámite en el pueblo.

Esta vez desde la casa Mundo Bello aguardaría

la llegada del tren. Cuando oyera el silbato subiría

rápidamente al tractor e iría a buscar a Don Calvo y a

su señora. A Pascual se lo notaría muy ansioso por

llegar, mirando de un lugar a otro, conociendo de

memoria cada kilómetro que el tren dejaba atrás, cada

Page 515: Y durmieron juntos

514

población, los kilómetros distantes entre una y otra,

cada chacra, si hacía falta o no una buena lluvia y si

era conveniente pasar el arado otra vez más. Desde

arriba del tren habría visto su casa. Al bajar y girar

hacia la ruta debió ver allí a lo lejos, a Artala,

saludándolo con el sombrero y junto al querido y

extrañado tractor. Creo que en ese momento, mi padre

debió sentir esa impresión traicionera y un tanto

neurótica con que nos juega a veces el tiempo, esa

sensación de que todo había sido soñado, ese

sacudón con el que la realidad nos recibe cuando

volvemos a ella después de una larga ausencia. Lo

imagino saludar a Artala con su natural familiaridad y

presentando a Pilar como si se tratara de una reina.

También me parece verlo mirando hacia el campo,

haciendo algunos comentarios animados, cargando

unos paquetes y saltando al tractor tan fácilmente

como lo haría un gato a una silla. Se me ocurre que mi

madre lo miraría, recordando al americano que la había

seducido y enamorado. Ahora podía ver con toda

nitidez. Ante sus ojos aparecía un hombre de campo, ni

tan americano, ni tan seductor, pero extremadamente

simpático y muy querible, (si se me permite el término),

Page 516: Y durmieron juntos

515

que le extendería el brazo ayudándola a subir a su

querido tractor. Aunque si de decir verdades se trata,

muchas de estas cosas son producto de mi

imaginación y afirmaría que no deben estar demasiado

alejadas de lo que realmente fueron. Pero en particular

diría, que en los momentos en que mis padres llegaban

al campo yo los estaba viendo con mis propios ojos

desde no sé bien qué lugar, que, acordando (y no es

mi caso) con alguna teoría esotérica, se diría que tal

sitio existe. También me parece muy real creer que la

presencia de Pilar arriba del tractor devolvía a mi padre

a su realidad de trabajador de campo, de colono

norteño, de chacarero, aunque ahora en la feliz

compañía de su querida mujer. Los veo reír y marchar

hacia la casa...

Siempre me pregunté cómo es que a mi papá

nunca le conocí un auto. Sí, tractores viejos, carros y

arados. Una vez le dibujé mi tractor preferido. Lo hice

grande como lo veía, lo pinté de color verde y en un

costado le escribí en letras enormes CASE. A mi papá

le encantó. Por supuesto que a él, lo dibujé manejando,

le hice los lentes y además le puse un sombrero para

protegerlo del sol. Recuerdo que para subirse al CASE

Page 517: Y durmieron juntos

516

había que ser un poco audaz, es decir, más que subir

había que trepar, y siempre era más fácil si alguno

desde arriba te pegaba un tironcito. Al ponerse en

marcha el motor, yo sentía una emoción parecida a la

de Pascualito dentro del side car de la moto de su

hermano Julián, allá lejos y hace tiempo, en España.

Debía obedecer fielmente las recomendaciones que mi

papá me hacía al llevarme en el tractor. Me decía:

-“Agárrate siempre muy bien del guardabarros,

¿me oyes bien hija mía?...”

En los viejos tiempos de Banderaló, Pascual

había tenido una moto Harley Davison con la que vino

a Reconquista para bautizar a su ahijada. Después

tuvo un Ford A. Hay unas cuantas fotos de él, con traje

y sombrero junto a un auto de esos. Se lo ve con una

pinta bárbara. ¡Cómo no se iba a enamorar mi

madre!... Sin embargo, cuando le apostó su vida a

aquello de arrendar una chacra y ver qué resultaba de

ello, debió vender todo y seguramente compró un

tractor. ¡Ah... y una bicicleta que llevaba y traía en el

tren!...

Pascual retomó sus trabajos en el campo. Como

diría Artala, “Don Calvo se venía con su señorcita que

Page 518: Y durmieron juntos

517

me lo tenía animado para todo...”. Confiaba en que si

las cosechas anteriores le habían permitido viajar a

España, las próximas le facilitarían ayudar a sus

suegros a venir a la Argentina y quizás también ir

viendo algún terreno en Reconquista.

Pero la tía Fernanda estaba en lo cierto con

aquello de que “te vas a sentir medio sola, mira que

Pascual anda siempre arriba del tractor”. Sin embargo

a Pilar no le sería demasiado problema ya que contaba

con un mundo interior que le permitiría en primera

instancia tratar de adaptase a la vida de campo. La

compañía de ese fuerte don, (que admiré siempre y no

tuve la dicha de heredar) le posibilitaba pensar,

observar, crear, pintar, escribir y llevar adelante una

serie de actividades como por ejemplo cuidar de un

gallinero que le proveía los huevos con los que

preparar una gran tortilla para esperar a su marido, o

amasar en una artesa el pan de la semana y cocinarlo

en un horno de barro, o coser el cotín de un colchón al

que llenaría con lana bien escarmenada y cubriría con

gruesas mantas, o también preparar algunas sabanitas

de cuna y bordearlas en vainilla. Así, realizaría tantas

Page 519: Y durmieron juntos

518

cosas más que la irían aferrando a esta tierra, como

sintiéndola propia...

Sin embargo un mal día de aquella

recientemente iniciada vida de campo, la matriz de

Pilar lloró y lloró demasiado... Debió abandonar a sus

gallinas, dejó de amasar el pan y aún con sus gruesas

mantas sentía mucho frío...

El que siempre habría sido un gran médico en

Reconquista, el doctor Armas, apuesto y muy amable,

acudió de inmediato a la “Casa Carlitos”, respondiendo

al llamado urgente que le hiciera la tía Fernanda.

Asistió a Pilar con la tranquilidad que le faltaba a

Pascual, que caminaba de un sitio a otro nervioso y

asustado. Al finalizar, en tanto que la tía pasaba a la

habitación para acompañar a mi madre, el doctor alejó

unos pasos a mi padre, que había permanecido

pegado a la puerta y entonces, con la autoridad que

significa llevar la investidura de médico y con la

serenidad de un viejo sabio, puso su mano en el

hombro de mi padre y le dijo:

-“Don Calvo, es necesario dejar a Pilar en

Reconquista. Quiero verla en el sanatorio mañana. No

se asuste Pascual con lo que voy a decirle, pero,

Page 520: Y durmieron juntos

519

lamentablemente su señora ha perdido el embarazo y

tiene que hacer reposo absoluto. Les recomiendo que

esperen unos meses a que su matriz se recupere antes

de intentarlo otra vez, sabe?... Déjela aquí con su

cuñada Fernanda que va a estar muy bien cuidada y

esperemos que pronto ande bien!”.

Mi padre, que admiró a cuanto médico la vida le

diera a conocer, le preguntó entonces por qué había

sucedido. El querido doctor contestó que no había

causa específica, que simplemente era un embarazo

que se había presentado mal, que Pilar era una mujer

sana y que volvería a embarazarse. Lo saludó con un

fuerte apretón de manos, de esos que tranquilizan a

cualquiera y se retiró de la casa. Entonces Pascual se

encaminó para ver a su mujer. Llevaría la cara

alargada que muy pocas veces le vi. Fernanda los

debió dejar solos, supongo... Quizás lloraron... no lo sé.

Sin embargo estoy segura que Pilar dijo: “¡Si

estuviera aquí mi madre!...” Pascual seguramente la

abrazó indicando que estaba él y le recordó: “Pues en

poco tiempo la tendrás contigo, Pilar de mi alma!...”

Así se cumplía lo que la tía Fernanda había

entrevisto. Pilar permaneció en la “Casa Carlitos” y

Page 521: Y durmieron juntos

520

Pascual no hacía más que ir y venir en tren. Algunas

veces lo hacía en su bicicleta.

Un día su cuñada le dijo:

-“Escucháme un poco Pascual, el doctor dijo que

Pilar ya está bien. Pero yo creo que va a ser mucho

mejor que se quede en casa. Acá, ¿vos viste?, hay

más comodidades, tenemos luz, agua, el pan lo

compramos todos los días. Además tiene la compañía

e nosotros, puede conversar con cualquier cliente de la

tienda, si quiere puede pintar sus cuadros y podemos

salir a pasear y mirar vidrieras, también sería bueno

que le enseñe a coser a Olguita. Vos sabés que tu

sobrina va a aprender a lo de Ana de Barbatto que es

tan excelente modista, pero esta hija mía se la pasa

charlando con sus hijas y no hacen nada. En fin, un

montón de cosas, ¡Qué te voy a explicar que ya no

sepas, querido Pascual!...”

Pascual escuchaba atentamente a su cuñada

(aunque pocas veces le llevaba el apunte),

emocionado esta vez de ver cuánto que Fernanda

apreciaba a Pilar. Su cuñada tenía toda la razón del

mundo. Lo sabía aunque nadie se lo remarcase. Sin

Page 522: Y durmieron juntos

521

embargo la idea de despegarse de su señora lo volvía

loco. Fernanda volvió a decirle:

-“¿Por qué no hablas con Pilar y ves qué dice

ella? Decíle que se quede, que va a ser mejor que

volver a la chacra. Después de todo ustedes acá tienen

su pieza, no?... ¡Convencéte Pascual!...

Y Pascual le contestó:

-“No es que no esté convencido querida cuñada –

tampoco soy un tonto - lo que me joroba es no tener a

Pilar conmigo!...”

-“¡Ay Pascual!...” -le dijo su cuñada- “¿Explicáme

entonces, cómo vas a hacer cuando llegue la familia de

España y tengas que compartirla con todos ellos?.

Mejor anda acostumbrándote desde ahora”...

Muy difícil le resultó a Pascual despertar sin

Pilar a su lado. No sentirla, no escuchar su hermosa

voz, no contarle algunas cosas, quizás algún sueño. El

mullido colchón de lana ahora resultaba grande y las

gruesas mantas parecían no abrigarlo demasiado.

Aquello de dormir juntos, sería un exquisito privilegio

de sólo unos días en la semana. Y debía

acostumbrarse, porque de sobras sabía que Pilar no

Page 523: Y durmieron juntos

522

era mujer para el campo, lo había comprendido desde

el primer momento en que la conoció.

Así es como el pobre de mi padre siguió

apostándole al campo, extrañando a su mujer cada día,

yendo y viniendo en ese bendito tren como decía la tía

Fernanda, o pegado a una bicicleta como lo recuerdo

yo...

Mas volviendo a los tiempos de Chanourdie y a

las buenas cosechas, corría el año 1953. El día 5 de

Junio de ese año zarpaba nuevamente del puerto de la

ciudad de Barcelona el reconocido transatlántico Giulio

Césare. Entre sus pasajeros a bordo traía a Don

Pascual Nuez de 56 años, casado y de profesión:

cerámica y sus labores, a Doña Carmen Espallargas

de Nuez de 51 años, casada, a dos hijos del

matrimonio, José Bernal de 18 años, soltero, y a María

Nuez de Adán de 30 años, casada. Junto a ellos

también navegaban Don Rafael Adán de 31 años,

casado y de profesión: cerámica y sus labores y la

pequeña hija de este segundo matrimonio, Josefina

Adán de apenas cinco años. En sus pasaportes

aparecen varios sellos, en uno de ellos se lee:

“República Argentina. Dirección Nacional de

Page 524: Y durmieron juntos

523

Migraciones. Entrada 20 de Junio 1953. Destino:

Ingeniero Chanourdie, Reconquista”.

He meditado largamente en aquella decisión de

mis abuelos y de mis tíos, decisión que fue tomada

bajo la dictadura de Franco y a catorce años de

finalizada la guerra. Es una de las razones por las que

escribo esta larga historia. Pensé en seres que habían

vivido demasiadas cosas y que no contaban con años

jóvenes como para andar probando aventuras. Intenté

averiguar cuáles fueron los motivos de más peso a la

hora de dejar España. Escuché respuestas y razones

variadas. Recalé en la memoria olvidada de algunos

ancianos españoles que conocí recientemente y por los

que siento mucho aprecio. Oí expresiones tales como

“Argentina era un paraíso” o también “en esta tierra tú

enrunabas una patata y luego tenías miles y no venía

el gobierno a requisártelas”, y otra como, “acá, el

trabajo de uno valía”, y también “por aquí no veías

gente que le faltara un brazo o una pierna” y así, una

serie de expresiones y de gestos que no me serán fácil

olvidarlos.

Tengo ante mis ojos la copia de una poesía que

escribió mi abuelo al faltarle su amada esposa. Es una

Page 525: Y durmieron juntos

524

poesía dolorosísima que pocas veces leo porque

termino lagrimeando. Sin embargo, las palabras con

las que comienza concretan a mi entender, la única

razón de aquella decisión, tomada ya a sus cincuenta y

seis sufridos años. Dice así: “Abandonamos España / por

venir a la Argentina / por reunirnos todos / con la hija más

pequeña / Y estamos en la Argentina / la familia con los

padres / y ha sido la desgracia / que nos ha faltado la madre

/...”. No es mi intención transcribirla completamente.

Algo me indica guardar silencio, quizás, saber que mi

madre la encontró dentro del bolsillo que va pegado al

corazón en una de las camisas de su padre, cuando él

también faltó...

La llegada de mis abuelos fue un día grandioso

sumado a los festejos del día de la bandera argentina.

Mi padre fue a esperarlos al puerto de Buenos Aires.

Faltando sólo ocho días para cumplirse el año del

desembarque junto a su esposa, arribaban ahora sus

esperados suegros y demás familia. Esos dos

Pascuales que fueron mi padre y mi abuelo y que como

dije antes, están muy vivos en mi corazón, se

abrazaban aquel 20 de Junio de 1953 con enorme

alegría y muchas esperanzas en esta tierra mía...

Page 526: Y durmieron juntos

525

Entre tanto en la “Casa Carlitos”, Pilar esperaba

a su familia con gran ansiedad, traspasada de

emociones, con lágrimas de felicidad y también con

una panza bastante grande...

El reencuentro debió ser emocionante.

Pensando en él y tratando de imaginarlo, (es que otra

vez reconozco mi incapacidad de relatar emociones tan

fuertes). Aún así, voy a intentarlo. Me parece ver a

Pilar lagrimeando y mostrando su panza a todos, me

parece ver a la pequeña Josefinica colgada del cuello

de su tía, me parece ver a Don Pascual Nuez y a Don

Manuel Calvo dándose un fuerte apretón de manos,

me parece ver a mi abuela Carmen y a mi tía Fernanda

saludarse con cariño, me parece ver a Pascual

invitando a su cuñado Rafael a conocer el campo, me

parece ver a María abrazarse a su querida hermana y

preguntando: “¿Será otra Pilarica?...”, me parece ver a

Olga y a Carlos tratando de no poner caras tan largas y

saludando al tímido de José, que por tener dieciocho

años ya, no se prendería a las polleras de su madre.

Me parece ver tantas cosas que me emocionan... ¡Ah!,

me olvidaba, me parece ver a Victorina, tan alegre y

dispuesta como lo fue siempre, enloqueciendo con

Page 527: Y durmieron juntos

526

tantos aragoneses en casa. Andaría la pobre corriendo

de un lado a otro, tratando de atender a tanta familia, y

en los contados minutos que veía a su novio, le

comentaría: “Pero quién iría a creer que Pascual

traería tanta familia a la Argentina... ¿Viste mi amor?...”

Victorina era una excelente niñera, diría yo, de

esas que se toman tan a pecho la responsabilidad de

criar y ayudar en la educación de los niños, que no se

despegan de ella, jamás. Daría la impresión que

Olguita y Carlitos se hicieron grandes sin que ella se

diera cuenta, y aunque ya no necesitaban de sus

cuidados vigilantes, seguiría haciéndolo de por vida.

Por decirlo de otro modo, sólo el amor de un buen

hombre, (demasiado flaco según mi parecer) como lo

fue Humberto Estecchina, se la llevaría de la “Casa

Carlitos” a unas pocas cuadras de allí, y cualquiera

podrá imaginar el nombre de la niñita que tuvieron:

Olguita!...

Casi al principio de esta historia conté que al

entrar por la ruta a Reconquista, a mano derecha y

bien frente al hospital, hay una pequeña virgencita de

dulce mirada y sobre un pedestal muy alto. Desde allí

arriba, mira a todos los que entran por la ruta y parece

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527

decirles: ¡Pasen, pasen, que la ciudad es chiquita pero

hay gente que tiene el corazón muy grande!...

Don Torres, así le decían en mi familia a un

señor mayor, desgraciadamente sordo, muy bueno y

aún soltero, tenía su casa al final de la calle Iriondo,

dos cuadras antes de llegar a las vías. La ofreció a

Pascual para alojar a los llegados de España. Mis

abuelos y tíos estuvieron casi un año con él. María y mi

abuela Carmen le convidaban esos guisos españoles

que tanto extrañó cuando se fueron de su casa.

Después, era Don Torres el que los visitaba. Mi tía

María me decía que los extrañaba como si fueran su

familia y que al fin se casó.

Entre tanto, el 21 de Octubre de 1953 en el

sanatorio Reconquista y mediante la atención del

doctor Armas, saldría a este mundo mi hermana

mayor. La muy cruzada, contradiciendo la ley natural

que le indica a todo niño cómo poner la cabeza y

asomar sin demasiado trauma para nadie, al momento

de salir levantó su cabeza ocasionando así el primero

de los problemas que le daría a su progenitora. El

doctor debió practicar un fórceps, que como el término

lo deja claro, forzó a la mocosa de su capricho y la

Page 529: Y durmieron juntos

528

arrancó de su crispada madre. Las grandes manos del

doctor le dieron el primer chirlo en las nalgas, en señal

de que con la vida no se joroba, la levantaron en alto y

la presentaron a su emocionada madre. La recibió con

lágrimas y le dijo al oído: “Vas a llamarte como yo y

tendrás algo de tu tía”. Así nació María del Pilar,

Pilarica para los venidos de España y Pili para los

demás.

Esta hermana es sencillamente extraordinaria,

especial, divina; virtudes que no sé bien en qué

momentos le fueron dadas, porque cuando era

chiquita, me contaron que era una enanita caprichosa y

llorona, acaparadora de la atención de cuanto adulto le

caminara cerca. La conquista realizada sobre sus

primos Olga y Carlos fue tan inmediata que cargó

sobre ellos la responsabilidad de una primera ahijada.

Sus enamorados padres caminaban por la plaza en los

momentos de asomar la luna. Su papá, que la llevaba

en brazos, miraba hacia el cielo y curiosamente

preguntaba a su esposa: “¿Pilar, has visto dónde está

la luna?... La pequeña Pilarica, tan vital como lo sería

siempre y adelantándose a su madre, rotaba los ojitos

hacia todos lados hasta encontrarla y entonces

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529

apuntaba con su manito y gritaba muy fuerte: “ata”.

Con esta gracia lograba embobar más aún a los

enamorados (especialmente a su papá, que no dejó

jamás de recordarla). Sus padres la adoraban... Pili ha

sido en cierto modo la luna de ellos... y no sólo eso,

sino que al nacer, su tío José, tan contento con ella se

sentía, que invitó a sus amigos argentinos a tomar

cerveza. “¡Qué hostias, que nació mi primera sobrina

en la Argentina!...”

La “Hispano Argentina” - Cerámica en General -

de Pilar N. de Calvo y Cía, Escritorio: Bmé. Mitre 715 -

Reconquista. Ésta, se lee en el membrete de una vieja

factura que guardo como recuerdo de la ladrillería que

Don Pascual Nuez, junto a su gran familia instalaría en

Reconquista, cumpliendo así con aquella idea que le

diera su yerno Pascual Calvo en España, cuando le

decía: “esa hermosa tejería que usted tiene aquí en

Alcorisa, pues tranquilamente puede tenerla en

Reconquista, que es una ciudad preciosa”.

Mi tío José me contó muchas cosas en relación

con la “Hispano Argentina”. Me dijo: “tu padre fue el

que nos dio el dinero para comprar las tres hectáreas y

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530

media que se consiguieron, pero él siguió con su

campo. La tejería la hicieron mi padre y Rafael. Los

ayudaba Don Valentín Prieto, que después quedó

como encargado. Yo era medio chico todavía y no me

gustaba mucho trabajar. Hacía lo que mi padre me

mandaba y algunas veces me iba con tu padre al

campo porque me gustaba andar arriba del tractor.

Cuando nació “la Pili”, vine de Chanourdie y me fui a

tomar unas cuantas cervezas con unos amigos...”

Sin embargo todo comienzo es difícil y más aún

cuando se trata de tierras nuevas. El tío José me decía

que las primeras horneadas fracasaron, que los

ladrillos se rajaban y que el abuelo explicaba que se

debía a que la arcilla que traían del puerto tendría

mucha arena. Probaron con tierra que trajeron de las

islas, las mezclaban, le agregaban pasto, también

probaron con cáscaras de arroz y con virutas de

carpinterías.

Cualesquiera que hayan sido los aciertos y

desaciertos, lo cierto es que el abuelo no se

desanimaba. Contaba con muchos años de experiencia

como “el tejero de Alcorisa”, como para darle en la

tecla a las arcillas de estas tierras. Y así fue. Los

Page 532: Y durmieron juntos

531

ladrillos y tejas que edificaron las casas de los venidos

de España, salieron de la “Hispano Argentina”.

Y no quiero olvidarme, teniendo presente

aquello de que hay gente que tiene el corazón grande,

de Don Pedro Vicentín. Yo lo conocí siendo casi un

anciano. Pedro Vicentín fue el fundador de las grandes

industrias aceiteras de la zona de Reconquista y

Avellaneda. Me contó mi tío Rafael, que a la llegada de

España, Don Pedro les vendió una máquina para hacer

ladrillos huecos y tejas, (“la galletera”, así la llamaban),

con la condición de que la pagarían cuando la

ladrillería empezara a dar ganancias y sin que fuera

necesario ni papeles ni firmas. ¡Qué bueno... pensé yo,

eran aquellos tiempos en que las palabras eran del

valor que hoy tienen los documentos firmados!

Los recuerdos de la tejería son muy queridos y

están inseparablemente ligados a los abuelos. En esas

tres hectáreas y media, que a mis ojos (y sin saber lo

que carajo era una hectárea) parecían interminables,

había de todo. Por empezar, había dos lagunas en las

que algunos intentamos aprender a nadar (sin éxito),

también había árboles, pastizales, arbustos, pájaros,

alguna víbora, sapos, ranas y un monito. Por otros

Page 533: Y durmieron juntos

532

lugares te encontrabas con plantas de mandarinas,

limoneros, mamones, con un gallinero enorme y con la

famosa “Aurora”, vaca que a cambio de darnos su

preciosa leche, se instalaba en el medio de la senda

que te conducía a la tejería propiamente dicha, y no

sólo que la muy tonta no se correría de ella, sino que

se quedaba estúpidamente mirándote, moviendo su

desagradable cola hacia un lado y otro y desafiándote

con su inmensa masa, como diciendo: “ acercáte!...,

vení!..., intentá sacarme del medio y vamos a ver quién

es el que primero sale corriendo?...” Mi hermano Paco

(audaz desde pequeñito) cuenta con la masculina

experiencia (jamás olvidada) de plantarse frente a la

Aurora (con sus brazos afirmados en la cintura) y

desde su amenazante estatura (demasiado corta

según la vaca) ordenarle que se retirase. También

cuenta con la exclusiva experiencia de ser levantado

en los cuernos de la lechera y bajo la insalvable acción

del campo gravitatorio terrestre, ser lanzado por el

aire...

Sin embargo aunque la loca de la Aurora no te

dejase pasar, igual desde lejos se podía sentir el

ceniciento olor del horno. Para mí, el horno era a la

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533

tejería como el abuelo a toda la familia. Era como el

centro de muchas cosas. Era un largo túnel que se

encendía por uno de sus extremos y tenía un gran

aspirador en el otro. Sus puertitas bajas con forma de

arcos te permitían descubrir su interior. Era

emocionante!... Las paredes eran de ladrillos y adobe,

y arriba tenía unas cuantas boquillas por las que le

echaban en pequeños trozos la leña que se traía del

monte. Al techo se podía subir por una escalera de

cemento que el abuelo le había hecho y lo cubrió con

una larga galería techada. Se podía caminar por

encima y mirar por sus boquillas el rojo fuego de allí

abajo. A un costado del horno y por la parte de

adelante se entraba a una extensa superficie también

techada que llamaban “el secadero”. Lo primero que

encontrabas era al abuelo y a Don Valentín, cortando

ladrillos. El barro salía de una especie de máquina que

le llamaban “amasadora”, pasaba por otra que lo

prensaba y después por la que le decían “la galletera”.

También había un motor que dejaba sentir el ruido de

su trabajo desde bastante lejos de la entrada a la

tejería. Si seguías caminando, empezabas a ver las

estibas de ladrillos, una detrás de la otra y

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534

especialmente dispuestas como para jugar a las

escondidas. Por el otro costado y por la parte de atrás,

encontrabas una gran extensión descubierta donde se

ponían a secar los ladrillos recién cortados. Además

sabía un inmenso tanque que proveía el agua para el

barro y para el pobre caballo “el Pampa”, que daba

vueltas obedientemente en lo que llamaban “el

pisadero”. La “Hispano Argentina” era hermosa!...

Un día 2 de Febrero de 1955, en tanto que el

abuelo estaba en la tejería cortando fielmente sus

ladrillos, la abuela llegó con el aviso de que Pascualín

había nacido. Fue así: el pequeño Pascualín (audaz

desde el mismísimo momento de nacer) salió a las

corridas de dentro de su madre, al punto que la pobre

no hizo más que pujar un poco sobre su propia cama

con el auxilio de la recién llegada partera Teresa

Nogueira y bajo la mirada curiosa de la pequeña Pilarín

de apenas un año; que, a modo de limitarle sus

inquietos pasitos fue recluida dentro de su cuna. Desde

ese palco especial contempló por primera vez cómo

nace un niño (apurado) en este mundo. Diría, que esta

particular experiencia de ver a tan temprana edad a

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535

nuestra madre trayéndonos un hermanito, es lo que fijó

en Pili la vocación de médica obstetra, vocación que

actualmente ejerce tan fielmente como en otros

tiempos el abuelo su oficio de tejero. Aquella situación

de emergencia que podría decirse fue el nacimiento de

mi hermano Paco, me la relató recientemente mi prima

Olga. Me contó que ella había salido corriendo a la

farmacia y cuando volvió, encontró a Pili muy

firmemente parada en su cunita y mirando todo

atentamente. También me dijo: “Tu abuelo Pascual esa

vez carneó un chancho, hizo chorizos, morcillas y

jamón...”. ¡Qué bueno pensé yo, “tres Pascuales” en la

familia es para festejarlo!...

Este tercer Pascual de mi familia es una de las

personas más buenas que caminan por este mundo.

De otra manera (y rebajando “un cambio”), mis hijas

afirman que el tío Paco es el mejor tío del mundo...

Paco, (Paquín de chiquito) fue una especie de

mano derecha para su padre, en el sentido siguiente: si

es que con la mano derecha aprendimos a valernos en

la vida... después, mejor será que nunca nos falte!...

Pues el Paquín chiquito aprendería de todo en relación

con todo, ¿me explico? Con el campo, con los

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536

tractores, con motores, magnetos y cigüeñales, con

arados de rastras y de discos a doble acción, con

arreglar bicicletas, con bajar al pozo de una bomba a

cambiar su filtro... En fin, quiero decir, se transformó en

la mano derecha de su padre... y mejor será que nunca

le falte!...

No podría dejar de escribir alguna anécdota de

entre una docena, relacionada con aquello de andar

pegado al padre como siendo su mano derecha y

aprendiendo tantas cosas. Al Paquín chiquito le

encantaba acompañar a su padre en los viajes en tren.

Algunas veces lo hacían en el lento tren de carga,

acompañando y dando charla a toda persona que

tuviera responsabilidades que cumplir dentro de la

locomotora. Eran tantas las horas de viaje, que se

preveía por ejemplo tomar mate o comer algo dentro

de la propia máquina. Al Paquín chiquito le daba

curiosidad ver el aro de hierro que el foguero colocaba

sobre no sé bien qué parte de la caldera. Y al rato,

(¡vaya a saberse por qué razón, el calor pasaba al aro

hasta ponerlo de un color rojizo!) el foguero colocaba

una gran sartén con aceite y hacía huevos fritos para

todos.

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537

En las estaciones la máquina se detenía a

“tomar agua”. Esa expresión se usaba para decir que

necesitaban cargar el otro gran elemento que la

movería. El Paquín chiquito miraba a la locomotora que

parecía calmar su sed. Al finalizar se maravillaba de

ver cómo las manos de un solo hombre, el maquinista,

accionaban sus enormes palancas y ella tenía energía

nuevamente para salir lanzando chorros, como

enojada...

En el año 1956, el señor Lino Deguiusti vende a

Pascual Calvo un terreno para casa, ubicado en el

Solar 790 de la manzana 198 ángulo noreste, de 480

metros cuadrados. Así, más o menos se lee en la

escritura que mi hermano conserva de lo que fuera

“nuestra casa”. De ella, tendría infinidad de anécdotas

por contar y es que en ella transité los mejores años de

mi vida, la infancia. Papá me contó que en el terreno

había una pequeña pieza y que con la ayuda y

dirección del tío Perea, hicieron todo lo demás. A todo

esto, y sin conocer la fecha exacta del arribo, se

desprende que el tío Perea, la tía Bienve y sus cuatro

Page 539: Y durmieron juntos

538

hijos también habían llegado a estas tierras en las que

se hacía lugar a todo el mundo...

La casa tenía techo de tejas a dos aguas que se

apoyaba en una impresionante viga central. De chica y

desde mi cama, miraba ese techo de tirantes de

madera apoyado sobre aquella viga enorme y entonces

le pregunté a mi papá quién la había hecho y cómo

hicieron para subirla hasta esa altura. Algunas

curiosidades con respecto a las estructuras y sus

montajes daban vueltas en mi cabeza. Papá me contó

que la había hecho el tío Perea, que había andado

construyendo puentes por España después de la

guerra y sabía de esas cosas. Entonces yo, satisfacía

mis curiosidades, entendiendo que aquella enorme

viga no sólo soportaba el techo de mi casa sino que

también podría sostener a un puente...

Al costado de la casa quedaba un terreno para

huerta, cercado con tres hilos de alambre de púas y en

el que podías encontrar limones, mamones, higos y

uvas, todo prolijamente dispuesto y cuidado por mi

abuelo Pascual. Al fondo de la casa estaba la bomba y

el galponcito que mi papá usaba para guardar cuanto

hierro traía del campo. Como algunos vecinos no

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539

tenían agua, entonces entraban por lo que se llamaba

“el molinete” y una senda angosta los conducía

propiamente hasta la generosa bomba.

En esta casa nacería Violeta, el 2 de Agosto de

1956. Las circunstancias de su nacimiento parecieran

relacionarse con la flor que lleva su nombre. De otra

manera, quiero decir con la felicidad de haber nacido

en nuestra casa, con una abuela paciente y cuidadosa

que esperaría días y días hasta ver asomar su carita,

con una mamá feliz, dueña y señora de un jardín que

se agranda, y con un papá sorprendido, que jamás se

cansó de ponerle encanto al relato del nacimiento de

su tercera hija.

Lo particular fue que esta tercera hermana nació

exactamente cuando ella así lo dispuso, sin

atravesarse como su primera hermana ni saliendo a las

corridas como su hermano siguiente. Hizo esperar a

todos menos a su padre, que necesitando viajar al

campo y pasada la supuesta fecha en que debía darse

a conocer, partió en el conocido tren de siempre, con la

tranquilidad de que Doña Carmen cuidaría de los más

mínimos detalles. El mismo tren lo traería de regreso

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540

dos o tres días después. Al llegar a casa encontró a su

suegra haciendo algunas cosas propias de las abuelas

que son muy cuidadosas, incluyendo, aquello de

disimular las grandes alegrías...

Pascual saludó expectante y preguntó: -“¿No

hay novedades?...”

-“Ninguna”- contestó su suegra, siendo tan

cómplice de su hija como aquella primera vez en

España, en que Pascual golpeó a la puerta buscando a

Pilar y lo recibió ella...

-“¿Dónde está Pilar?...” preguntó entonces

Pascual. Rayando con lo inmanejable de tan actuada

tranquilidad, la abuela dijo: “Se ha acostado un rato,

pues la pobre está ya en las últimas”.

Pascual aceleró su paso hacia la pieza

pensando ver a su mujer lista para comenzar a pujar.

Al entrar encontró a Pilar en cama y tan tranquila como

si nada!...

-“Cómo están las cosas en esta casa?...,

preguntó.

-“Pues muy bien, Pascual...” contestó mi mamá

y en un gesto de no aguantar más la espera, levantó

repentinamente las sábanas. Allí junto a ella, estaba

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541

escondida Violeta. Su papá sorprendido de alegría, se

acercó a su niñita y no hacía más que decir “¡no

jodas... no jodas!...”, sin entenderse bien a quién se

dirigía tan elocuentemente...

Papá relató decena de veces esta “joda -

sorpresa”, dándole encanto a cada actuación, a la de la

abuela, a la de mamá y aún a la de su hija recién

nacida. Decía: -“Y cuando entré a la pieza, la muy

zorrita estaba calladita debajo de las sábanas, sin

hacer ni un solo ruidito, en total complicidad con su

madre. Y cuando Pilar destapó la cama... allí asomó la

Violetica con su carita preciosa para sorprender a su

padre recién llegado del campo”...

Así llegó Violeta al mundo. Preciosa como la vio

su padre al nacer, lo sería siempre. Violeta es única, es

bastante callada, muy pensante, segura de sí misma,

orgullosa, y con un montón de gracias más que heredó

(sin mezclas) de su madre.

Su papá le había fabricado una sillita especial

que montaba al caño de la bicicleta. Violetica tenía el

inmenso privilegio de pasear junto a él. La muy

orgullosa se instalaba dentro de ella cual una reina y

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542

no había quién le cambiara el gusto. Una vez su papá

la llevó a visitar a la abuela Carmen. Al llegar, la abuela

salió corriendo a recibirla extendiéndole sus cariñosos

brazos, y la orgullosa reina tuvo el valor de despreciar

a su abuela en un claro gesto de que prefería continuar

en su sillita... Mi papá me contó que la abuela lagrimeó

ante tal desplante, sin embargo, disculpó a su nietita

inmediatamente. Yo pensé “borrega de miércoles,

espera a que yo nazca y vas a ver cómo te saco de la

sillita!...”

Violeta crecía bajo la vigilante y resignada

mirada de su hermanita mayor, Pili, que apenas

contaba sus años con tres deditos y debió dejar su

cuna para brindarle el lugar a su audaz hermano

Paquín, y seguidamente a la calladita Violeta. Hay una

foto de los tres que me encanta mirar. De ella puede

inferirse exactamente lo que cuento: a Pili se la ve con

un gesto que parece decir: “aquí estoy junto a estos

dos pegotes que se apuraron en seguirme y jamás me

los sacaré de encima”..., el Paquín chiquito tiene una

mirada que parece preguntarse: “qué hago yo en

medio de estas dos que van a hincharme la vida entera

con que les arregle sus bicicletas”, y la femenina

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543

Violeta, con sus manitos sobre la cintura expresa:

“estos dos, que pataleen todo lo que tengan ganas,

que al fin de cuentas yo soy la más chiquita y por eso

uso la sillita y la cunita”...

La “casa jardín huerta” de Pilar y Pascual era el

lugar más encantador de la esquina de Amenábar y

Rivadavia. Se situaba a sólo una cuadra de la ruta por

la que se entra a la ciudad de Reconquista. Para

orientarse mejor si es que alguno quería ubicarla,

había que entrar por la ruta hasta ver el impresionante

tanque de agua que abastecía a casi toda la ciudad y

doblar por esa misma calle hacia la derecha, sólo una

cuadra. Allí estaba “nuestra casa”. Se podía caminar

hasta la puerta del frente, dar con los nudillos unos

fuertes golpes y esperar a que te atendieran, o mejor

aún, se podía ingresar directamente por el molinete,

golpeando las manos para dar aviso de llegada si es

que no tenías demasiada confianza. En caso contrario,

te podías mandar al patio gritando el nombre del que

viniste a buscar, por ejemplo Piliiii, Paquíííínnn,

Violetaaa. En fin... alguno te escuchaba y venía a

atenderte. Claro que, una sola precaución debías tener

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544

presente: “no vayas a entrar gritando a la hora de la

siesta porque Doña Pilar te sacaba rajando”...

A la pintoresca entrada de la ciudad de

Reconquista, jalonada por la presencia de un

imponente tanque de agua corriente y revivida por el

trazado de la ruta nacional Nº 11, sólo le faltaba una

sola cosa: “una estación de venta de combustible”. El

tío Julián vendría de España a cubrir esa falta. Allí,

precisamente frente al gran tanque, Manuel Calvo y su

hermano Pascual, señalarían la compra de un terreno

para la construcción de dicha estación, cumpliendo así

con un viejo plan que había sido acordado en los

primeros días del mes de Julio de 1952. El tío Julián,

su señora Victoria, y sus hijos Asterio, Magdalena y

Julianín, vinieron también a esta Argentina de brazos

grandes, tierra que recibía a todos y les permitía vivir

en paz, trayendo junto a ellos al marido de Magdalena,

a sus pequeños hijos y a la abuela Doña Concepción

de tan sólo 85 años de edad...

Y, si a Reconquista le hacía falta una estación

de venta de combustible para hacer de ella una ciudad

encantadora, a la casa de los Calvo le faltaban dos

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545

niñitas gemelas para transformarla en “la casita

encantada”. Las niñas vinieron al mundo el 5 de Mayo

de 1959, para alegría de su madre, abuelos y tíos, para

trastornar a tres hermanos que ya habían logrado

cierto equilibrio en préstamos de cuna, juguetes y

bicicletas, y para chasquear a su padre, que esperaba

un segundo varón al que quería llamar Robertito. Pilar,

inmensa como se iba poniendo, sospechaba llevar más

de un niño en su panza, pero aún, no existían los

ecógrafos para confirmar estas sospechas. La pequeña

Violetica disfrutaba a su mamá, sentada sobre su falda.

Una vez preguntó: “¿Dónde está el hermanito?”. Su

mamá le contestó “acá”, tocándose la panza. Entonces,

la ingenua y calladita niña, abrió el escote del vestido

de su mamá para ver si lograba descubrir al hermanito

que le sacaría, en principio la cuna, después la sillita...

Ese 5 de Mayo papá estaba en casa y a la

espera de la partera, porque “Robertito” había dado

aviso de querer salir. Trataba de permanecer calmo,

viendo cómo la abuela Carmen realizaba los

preparativos por partida doble, por ejemplo, enrollaba

dos largos ombligueros. Pascual pensó que se debía a

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546

que la abuela siempre cuidaba de los más mínimos

detalles... Entre tanto, Pili y los dos hermanitos que se

apuraron en seguirla, dirigidos por la capitana mayor

del barrio, “la Pocha”, se tomaron el trabajo de acarrear

escobas y varios baldes con agua que sacaron de la

generosa bomba, y limpiaron la garita que se situaba

exactamente frente a la estación de servicio del tío

Julián. Por única vez ese 5 de Mayo de 1959, la garita

se presentaba reluciente y lista para alojar en sus

asientos a cualquier viajero necesitado de permanecer

un rato en ella. El servicio de limpieza fue posible

gracias a la original ocurrencia de la capitana del

equipo, “la Pocha”, que en colaboración con la

situación que se anunciaba en casa de la familia Calvo

decidió entretener a sus niños...

Y la abuela Carmen entró a la pieza llevando los

dos ombligueros. Pascual se quedó en el comedor

caminando de un extremo a otro. Al poquito rato sintió

el llanto de un niño. Enseguida la abuela salió a decirle:

-“Pascual... ¿No la vas a querer?... ¡Es una niña!...”

(Esa niña era yo, Dorita) y la abuela agregó: -“Pero hay

que esperar un poco... pues parece que hay otro...”.

Pascual, medianamente chasqueado y totalmente

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sorprendido (porque descreía a su mujer cuando le

decía que había más de uno), dijo: -“Pues entre Doña

Carmen, vaya a ver que ahora sí viene “Robertito”. Es

que él, es un caballero y sabe que en este mundo hay

que darle el primer lugar a las damas!...”

Al cabo de un rato volvió a salir la abuela... No

quería dirigir la palabra a su ansioso yerno que la

miraba atónito. Finalmente dijo: -“¡Es otra niña

Pascual!...” (Esa segunda niña, debió llamarse

Roberta, pero prefirieron Carmen). Mi padre,

totalmente chasqueado porque Robertito lo había

engañado nueve meses, dijo: -“Pues no importa Doña

Carmen... las voy a querer igual... quédese tranquila!...”

De sobras puedo asegurar que mi papá nos

quiso igual, como lo prometió a la abuela el día en que

nacimos. En principio, nos tuvo la paciencia necesaria

para levantarse en las noches y a cada ratito a darnos

el chupete, paciencia que se le agotó a los pocos días

y tiró los chupetes al carajo convencido de que

podríamos prescindir de ellos. Efectivamente tenía

razón. De inmediato comenzamos a chuparnos el

dedo... Sin embargo, el amor hacia sus “niñitas tan

igualitas una de la otra” (así decía) crecía cada día. ¿Y

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548

cómo no sería así?, si lo seguíamos por todas partes,

mirando todo lo que intentaba arreglar, tocando lo que

no debíamos, metiendo las manos en una lata de

pintura en los segundos en que se iba, previo

advertirnos que aquello era “caca”. Lo cargoseábamos

con cuanta cosa se nos ocurriera, que cuándo vas a

pasearnos en el tractor, que quiero un pedazo de caña

y no puedo pelarle la cáscara, que mejor hacénos un

licuado de zanahoria, que acompañáme a andar en bici

pero no me sueltes el pelo que me caigo, que contános

el cuento de “la Mirtita”, que traéme un vaso de agua

por si me agarra sed esta noche, que tapáme con algo

más que tengo frío, que mañana nos lleves y que

pasado nos traigas... y así lo hinchábamos con una

infinidad de pedidos, reclamos y ñañas... a las que

atendía con “todas las pilas” que siempre tenía...

El cuento de “la Mirtita” era de su propia autoría.

Me encantaba cuando lo contaba porque lo hacía

sumamente real. En ese cuento estaba lejos la

posibilidad de que una niñita confundiera a su abuela

con un lobo, o que una jovencita muy blanca y cuidada

por siete enanitos fuera igualmente engañada por una

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549

bruja, o que una bella y joven princesa durmiera como

cien años y al despertar se veía igual de bárbara, joven

y bella...

Mirtita era una pequeñita niña de campo que

jugando y curioseando, se alejó mucho de su casa...

y se perdió. Como se estaba haciendo de noche,

empezó a sentir un poco de miedo, el que

aumentaba más y más cuando pensaba que

empezarían a aparecer los sapos y los bichos que

andan de noche por los campos... Y Mirtita se puso

a llorar desesperadamente debajo de un árbol,

mientras se hacía la cabeza con el miedo que le

producía pasar una noche en el campo y al aire

libre... Sin embargo, en un momento de aquella

recién iniciada noche de terror, escuchó:

“¡Mirtita... Mirtita!... ¿Dónde estará la Mirtita?”.

Era la voz de su papá que había salido a buscarla

y no iba a parar hasta encontrarla. Mi papá, (que

siempre fue un gran actor para mí) terminaba su

cuento diciendo:

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550

“¡Y allí debajo de un árbol encontró el papá

a su Mirtita querida! La pobrecita estaba llorando y

muerta de miedo, pero cuando vio a su papá salió

corriendo y se le colgó al cuello. Entonces le

prometió que nunca más se alejaría de la casa...”.

Diría que este cuento ha impresionado mucho

mi vida y que algo de “la Mirtita” se quedó conmigo...

Recuerdo el tiempo, en que con el pasar de los

años Pascual dejaba de ser mi papá para

transformarse lentamente en mi viejo (y yo, en lo que

alguno podría decir, en una adolescente en plena edad

del pavo... pero no me importa). Era el tiempo en que

mi viejo estaba todos los días en casa haciendo cosas,

por ejemplo estiraba los elásticos de las camas o

emparchaba alguna cámara de bicicleta, o arreglaba

una silla enclenque o hacía mandados al centro y

pagaba los impuestos o me contaba sus anécdotas...

Algunas noches después de cenar, en esos

ratos en los que más se hacía sentir el invierno, mi

papá se quedaba leyendo el diario. En un momento

frotaba fuertemente sus manos en señal de mucho frío

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551

y decía: -“¡Qué casita que tenemos Pilar, eh?!...”,

sintiéndose verdaderamente dichoso. Mi mamá, que

alguna cosa estaba haciendo todavía, le decía en un

tono muy convincente: -“anda Pascual, ve calentando

nuestra cama que yo voy en un ratito...”. Y así lo hacía

Pascual. Se acurrucaba dentro de ella y esperaba la

llegada de su mujer. Algunas veces se dormía. Mamá

siempre expresaba que papá era una “estufita” (diría

yo, que lo decía en un solo sentido, ¿creo?). Cuando al

poquito rato Pilar se acostaba a su lado y lo sorprendía

con el abrazo de sus frías piernas, él entonces daba

unos alaridos como quien es sorprendido con un

baldazo de agua helada y le decía cosas como:“¡Mujer

traicionera, cómo me haces esto que me va a dar un

infarto!...” Y mamá se reía del escándalo que papá

hacía. Yo me daba cuenta que se divertían (tan pavota

no era) y aunque no entendía demasiado de amores,

imaginaba que mi viejo la abrazaba y le daba todo el

calorcito que podían sus años.

Me hacía feliz oír que se reían, sentir que se

acompañaban, saber que dormían juntos...

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552

En relación con aquello de que mientras papá

trabajaba el campo poco se lo encontraba en nuestra

casa, con aquello de que el pobre Pascual tuvo que

llegar a viejo para dormir pegado a su mujer, con

aquello de que fuimos cinco hermanos, con aquello de

que con él se podía hablar de muchas cosas sin temor

de incomodarlo, una vez le pregunté:

-“Papi... ¿Cómo es que llegamos a ser cinco

hermanos, si vos dormías tan poco con mamá?...”

Él me escuchó atentamente y sonreía con

picardía sin darme respuesta. Yo entonces,

reflexionando sobre mi pregunta, agregué:

-“¡ Bueno... menos mal... si no, seríamos como

veinte los Calvitos!...

Mi viejo siguió sonriendo unos instantes más y

entonces, atrevido como era contando algunas cosas

que según su mujer no debía, me dijo:

-“ Ah... hija mía, si tú supieras las de veces que

tu madre me decía: ¡no Pascual... que hoy no es

posible!...”

La amada y fructífera Pilar cuidaba su fértil

matriz con aquello de que cinco días antes, sí..., que

diez días después, también..., que a los catorce días,

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553

imposible, que mientras estés dando de mamar no

habría problemas, y no sé cuántas cosas más me

enseñó un día.

Sin embargo, - a mí, a esta hija que tanto la

recuerda y la ama - que me disculpe, pero me parece

que más de una vez se olvidaría de tantos cuidados y

disfrutaría a su marido como corresponde!...

¡Que tanto bla bla, mami... que el dedo me lo

chupé sólo hasta los cinco años y fue por culpa de tu

marido que me tiró el chupete!...

¡Además... hace rato que me caí del catre!...

¡A mí - que no me vengan a decir estos dos -

que con tantas precauciones resultamos ser cinco

hermanos?!...

¡Vamos... que ya soy grande y por suerte pasé

la edad del pavo!...

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Un adiós de cerca...

Hoy, 25 de Julio de 2004 he llegado al final de esta

amada historia. Apenas tiene unos 50 años. Dos años estuve

reconstruyéndola. Fueron de gran felicidad. Leí papeles y

cartas muy viejas, contemplé muchas fotos, descubrí cosas,

recuperé algunos diálogos e imaginé encuentros

emocionantes. He enriquecido a mi memoria recordando

momentos, risas, gestos... Sin embargo, lejos estoy de

haberla abarcado y hoy quisiera agregarle algo que le diera

un adiós cercano...

En ella empecé contando sobre la corta infancia de

Pascualito, el que prontamente fue empujado tras los pasos

de sus hermanos mayores para convertirse en Pascual. El

adulto en el que se transformó, trabajaría unas 50 hectáreas

del noreste santafesino y después de muchos años de

siembras y cosechas, pasado ya de amoríos, convertido en el

hijo que regresa a casa, sería finalmente atrapado por el

amor y redimiría los últimos años de su anciana madre.

Cuando niña, de mi papá tan querido, oía relatos y

anécdotas, muchas de las cuales me ha encantado incluir en

esta historia. Eran los tiempos en que mi papá era Don

Pascual para todos, menos para mí. Con el pasar de los

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años, a Don Pascual se le cubrió la cabeza de canas, se le

encorvó la espalda, se llenaron sus piernas de várices y

perdió parcialmente el oído. Eran los años en que se

transformaba rápidamente en mi viejo. Mi viejo llegaría a

morirse de viejo, tal cual se lo prometió a su madre una vez

cuando era un zagalico preguntón. Había oído que “todos

alguna vez nos tenemos que morir”. Ante semejante y dudosa

sorpresa acudió a preguntárselo a su madre con la

seguridad de que ella no mentiría: “Madre: ¿Es cierto que

todos alguna vez nos tenemos que morir?...”, preguntó. A lo

que su amada madre le contestó que sí. La certera respuesta

sacudió a Pascualito que volvió a preguntar: “¿Y por qué,

madre?”. Su madre entonces le explicó: “Algunas personas

enferman gravemente y por eso se mueren. Otras que logran

vivir muchos años, se van poniendo viejos, y entonces un

buen día, se mueren de eso, de muy, muy viejos”. Pascualito

dijo: “pues yo me haré muy, muy viejo!...”

Mi querido viejo tendría hoy 99 años. Creo que se

conservaría igual a como lo recuerdo. En él no parecía

detenerse el tiempo. Algunas veces, con sus manos cruzadas

detrás de su cuello y recordando la promesa hecha a su

madre, se preguntaba: “¿De qué me moriré yo?”, pregunta

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que se hacía pensando en que aún no estaba demasiado

viejo. A pesar de su muerte, sigue más vivo que nunca no

sólo porque tiene semejante historia, sino porque está

viviendo siempre entre los recuerdos de cada hijo, de cada

nieto, de sus sobrinos y de una innumerable cantidad de

gente que lo conoció y lo apreció mucho. Siempre nos hará

reír con sus anécdotas, su recuerdo nos hace pasar

momentos familiares muy felices...

Y qué diré de la pequeña Pilarín, de su preciosa y

corta infancia golpeada por una guerra atroz, de la joven

Pilar que estudió en Barcelona, de la mujer amada por un

alma en agonía, de su tallercito y sus primeros cuadros, del

amor que despertó uno llegado

de América, del cariño por su otra patria, de sus poesías, de

sus esculturas y xilografías, de sus clases de arte en la

escuela de la Municipalidad de Reconquista, de los murales

que pintó en la ciudad cuando ésta cumplía cien años y en

los que mostraba a los pobres y exterminados indios dueños

de ella. Qué diré de mi querida y extrañada madre que no

alcanzó a la vejez. Hoy tendría 78 años. No puedo imaginar

cómo sería. Siempre fue tan bella y joven que no la puedo

pensar como una anciana de cabellos blancos y hablando

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con voz temblorosa. Su recuerdo duele, su ausencia fue dura

para todos y su vida continúa en cada hijo, aunque de otra

forma. Es como que ella está más adentro, parece más

oculta, más silenciosa, más pensante y como mirando

siempre a través de sus claros ojos verdes. Pensándolo un

poco, encuentro a mi madre en la madre que hoy es Pili,

viéndola en su casa grande, llena de chicos creciendo y

corriendo por todos lados y junto a un marido feliz y lleno de

admiración por ella. Los veo en una enorme mesa preparada

para toda una familia y algún otro que siempre puede

agregarse. Y cómo no encontrarla también en la delicadeza

de Violeta, en su cara siempre arreglada, con un verde en

sus ojos parecidos a los de su madre, dejando a todos

encantados con su gracia, su belleza y su risa de labios

encantadores. Cómo no encontrarla además en Carmen, en

ese carácter fuerte que es capaz de soportar como un roble

cualquier cosa, de enojarse y andar con los nervios de punta

enfrentando a la vida con uñas y dientes, desviviéndose por

su hija y pensándolo todo en función de ella. Cómo no

reconocerla en Paco, en la tranquilidad de quién hace bien

las cosas, en la seguridad de quién es querido y muy

necesitado por todos, en la confianza que se siente al estar

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558

cerca suyo, en su sensibilidad con las pequeñas cosas, en la

emoción de mirar a un hijo crecer.

Y cómo no encontrar a mi madre en mí, en cada cosa

que hago, limpiando y cocinando sin demasiadas ganas,

enseñando cosas más o menos importantes (depende de

cómo se piense), reflexionando sobre todo, cargada de

melancolía, deseando que mis hijas e superen por lejos y

delegándoles la difícil tarea de vivir siendo felices. Cómo no

encontrarme con mi madre en esta cosa de pensar, crear y

escribir, y desde ese lugar contar esta amada historia, que

puede no ser demasiado bella, puede importar poco, tener

errores literarios de todo tipo, sin embargo, abrió en mí una

puerta por la que escapó todo esto... y me sentí feliz...

A los que me han acompañado y animado en lo difícil

de escribir desde los recuerdos y sentimientos les doy todo

mi aprecio y un profundo agradecimiento. Y para los que

finalmente arribaron a estas últimas páginas, les dejo una

cálida despedida... si se me permite con cierto eco español...

¿Te ha gustado esta historia querido amigo? ¿Sí? Pues,

bueno... podrías contarla o quizás prestarla y asegurarte que

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te la devuelvan. ¿Y si no fue de tu gusto? Pues entonces...

regálala hombre y deshazte de ella!...

Cariñosamente...

Dora

Rosario 2004

Dora Calvo nació en 1959, en Reconquista pcia de Santa Fe, Argentina. Finalizada su formación secundaria en la Escuela Normal Juan Bautista Alberdi Nº 203, se traslado a la ciudad de Rosario para continuar sus estudios en Ingeniería Civil en la U.N.R. Actualmente, reside en dicha ciudad ejerciendo tareas docente.

“Y durmieron juntos” es para ella una

amada historia, la que presenta con profunda emoción.

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Índice Prólogo 3

PRIMERA PARTE Dedicatoria

4 5

Capítulo 1 Pascual 6 Capítulo 2 Breve infancia 11 Capítulo 3 Puertas abiertas a la América de los sueños 19 Capítulo 4 Con la proa hacia América 25 Capítulo 5 Buenos Aires... esa gran ciudad... 45 Capítulo 6 Cartas de un querido amigo 57 Capítulo 7 Mirando a Buenos Aires 69 Capítulo 8 Caminos diferentes 79 Capítulo 9 Banderaló 88 Capítulo 10 Reconquista... tierra de indios... 121 Capítulo 11 Reconquista... preciosa perla del norte... 143

SEGUNDA PARTE

166 Dedicatoria 167 España... la madre que llevo dentro... 168 Me queda la palabra - Blas de Otero 171 Capítulo 12 Madre... qué has gestado?... 172 El niño yuntero - Miguel Hernández 180 Capítulo 13 Una tierra descontenta... 183 Vientos de pueblo me llevan - M. Hernández 195 Capítulo 14 Ruiseñores que cantan... 198 ¡Disciplina!... nunca bien definida... 208 18 de Julio. M - Hernández 210 Capítulo 15 Traidores de pura raza... 211 A galopar... - Rafael Alberti 217 Capítulo 16 Jinetes que galopan 218 El toro sabe - M. Hernández 225 Capítulo 17 Un gigante corazón vencido 226 Canta miliciano... Poema anónimo 239 Capítulo 18 Mientras tengamos fusiles 240 Voz de España - Antonio Machado 250 Capítulo 19 ¿Quién velará por ti?... 251 ¡Madrid, Madrid!. - A. Machado 262

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Capítulo 20 ¡No pasaran!... 263 Vivid, la vida sigue... A. Machado 270 Capítulo 21 Mientras la guerra truena 271 Tal vez los únicos... Manuel Azaña 282 Capítulo 22 El toque de agonía 283 A las Brigadas Internacionales 295 Capítulo 23 Ha llegado otra vez la hora de la sangre?... 296 Las dos sangres... Nicolás Guillén 296 Hay un valle en España - Voluntario inglés 304 Las dos sangres de ti... - Nicolás Guillen 304 Capítulo 24 Mis huesos marchando en tus soldados A veces cuando veo lo que pasa...- F.G.Lorca 305 Capítulo 25 Un ejército, una religión, un pueblo... 312 La muerte acechaba... - Voluntario Inglés 318 Capítulo 26 Un largo camino hacia el fin 319 Esos hombres que han caído... - M. Azaña 332 Romance del desterrado - Emilio Prados 333 Capítulo 27 Y ahora... el éxodo y el exilio... 334 Triste historia - Jaime Gil de Biedma 339 Madre... que has sufrido!... 340 España en marcha – Gabriel Celaya 343 Capítulo 28 La España de ayer y de hoy 345

TERCERA PARTE

353 Dedicatoria 354 Capítulo 29 La llamaremos Pilar 355 Capítulo 30 Aquel dulce hogar 362 Capítulo 31 Difícil y corta juventud 347 Capítulo 32 Mi Alcorisa querida 377 Capítulo 33 Barcelona ... ¡qué bella eres!... 385 Capítulo 34 Pues vuélvete, mujer!... 393

CUARTA PARTE

401 Dedicatoria 402 Capítulo 35 Reencuentros 403 Capítulo 36 Las tardecitas del mes de Marzo 409 Capítulo 37 El tallercito de la planta alta 417 Capítulo 38 El Calvario 424 Capítulo 39 Me casaré contigo 433 Capítulo 40 Pasaporte para mi esposa 445 Capítulo 41 El Giulio Cesare 457

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QUINTA PARTE

467

Dedicatoria 468 Argentina ... mujer fértil... 468 Capítulo 42 Argentina, granero del mundo 473 Lengua Castellana - Pilar Nuez. 1978 489 Capítulo 43 Argentina, tierra de brazos grandes 491 Capítulo 44 Argentina, tierra de paz 500 Capítulo 45 Argentina tierra mía 512 Un adiós de cerca 554

Ilustración de tapa:

“El Calvario”, oleo c. 1952 de Pilar Nuez

Este libro se terminó de imprimir en el mes de mayo de

2006 en los Talleres Gráficos Acuarela- Rivadavia 168,

Granadero Baigorria. Santa Fe. Tel.: (0341) – 4714833

Hecho el depósito de ley

Dora Calvo

Buenos Aires 3003

Rosario, pcia de Santa Fe

Tel: 0341- 4810916

email:[email protected]

Libro de edición argentina

Primera edición: Junio 2006

I.S.B.N.: 987-05-0465-5