El beso

Ahí estaba, estática.

Sentada en la alfombra, delante de su puzzle a medio armarse.

En una media noche, de una media vida.

Fragmentos de una novela neurótica.

Sólidos pedazos, que acomodados en su propia lógica,

devuelven el paisaje deshecho.

En una media vida, de una media noche.

En estado interrogante, de ser instinto.

La sangre, ahora fría.

El aire, algo rarefacto.

Sus seis sentidos, sobredosis.

En una media noche, de una media luna.

Así está ella, dinámica.

Y él surge, sin aviso.

Consciente del caos. Sólo un escenario más.

De repente, le da un beso.

El beso entorpece.

Ella se resigna. Perdón en reencuentro.

Recuento, primavera.

La esperanza, éxtasi inmortal, al fin.

Los sueños destrozados por restaurar.

A él no le queda nada. A ella, todo.

Su estado donante, de entregar instinto.

Él, otra vez nutrido, vuelve a su desconocido.

Aquí está ella.

La luna llena, llena de vida.

Paisaje de sueños remodelados.

Ella luna

De noche entera, de media risa.

De sangre tibia, ahora novela.

En estado floreciente, de vivir instinto.

Isabela Pupo