4
Juegos De Niñas 5 marzo 2015 Mayo Zamora

Juegos de niñas

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Juegos de niñas

Juegos De Niñas

5 marzo 2015

Mayo Zamora

Page 2: Juegos de niñas

No sé porque me decidí a venir, no sé si es un capricho, curiosidad o

atrevimiento, quizá tan solo una locura, porque aún no sé porqué lo hago.

El hecho es que aquí estoy, caminando hacia aquel rincón no lejano,

atravieso este pasillo largo y amplio, enmarcado por árboles altos y

frondosos.

No podía negarme al llamado de ella, su voz era tan hipnotizante, tan

envolvente, como si ya la conociera; además, está sola e indefensa, si no soy

yo quien la escuche, ¿quién más?, parece no estar al cuidado de nadie, y creo

conocer a su mamá, pero no logro recordar su nombre.

El camino se vuelve estrecho y difícil de caminar, empieza a caer la tarde,

las parvadas de pajarillos chillones empiezan a tomar por asalto los árboles,

cuyas ramas se mecen al rito del frío viento que anuncia lluvia. Ya se va

aquella muchacha vestida de chef, quien se despide de su abuela y le pide su

bendición porque dice que la van a operar en los días próximos; sigo avante,

hay mucho silencio a pesar de la multitud de voces en las ramas.

Y ahí está ella, la niña bonita quien me invitó a venir, su vestido blanco ha

sido ensuciado con el paso del tiempo jugando en este suelo blanquizco,

tapizado por las hojas otoñales, ella trae las uñas llenas de tierra, las mejillas

“empanizadas” por el polvo mezclado con sudor.

- ¿Estás sola? – le pregunto para romper el hielo.

- Sí, por ahora sí – responde sin dejar de jugar.

- ¿Por ahora?

- No tarda en llegar mi amiga.

- ¿Y tu mamá?

Page 3: Juegos de niñas

- Trabajando como siempre, me encarga con mi abuela, pero ella se la

pasa regañándome, por eso mejor me salgo.

- ¿Quién es tu mamá?

- Rita, la “larguera”, y mi abuela doña Toña.

- Con razón te me hacías conocida…

- Ahí viene ya mi amiga, con los juguetes para jugar, jajjaj, siempre se

los quita a los niños de allá y luego se los devolvemos.

- Hola señor.

- Hola niña, no creen que ya es medio tarde para que anden jugando aquí,

mejor váyanse a sus casas – ambas intercambian sonrisas traviesas.

- No, es mejor aquí, mira, tómate un poco de té – lo bebo como fingiendo

que la tasita está llena, pero no… sí está llena, el té está tibio, sabe

dulce en los labios y amargo en la garganta.

- Mire, aquí tenemos galletitas, están ricas en verdad - al principio no

entendía que decían en sus juegos, pero luego de 3 tazas de té y 3

galletas ya reímos los tres como locos; sentadas en el suelo, cuentan

cuentos de los niños de ahí en frente como si los conocieran a todos, y

sé que eso no es posible.

- Ya me tengo que ir niñas, ustedes ya también váyanse a dormir.

- La luna ya se empieza a notar entre las ramas de los árboles, mírela.

- Qué bonita lu…

No sé cuánto tiempo ha pasado, apenas voy despertando luego de este

pesado letargo, otra vez no recuerdo bien lo que pasó, así me ha venido

ocurriendo desde aquel día que me dolió mucho el pecho, solo recuerdo que

una niña me dijo que si podría ir a verla jugar como a las 6 de la tarde, no sé

porque pero siento que debo ir.

Page 4: Juegos de niñas

Qué raro, no están, solo la muchacha aquella que creo que vino a ver a su

abuela el otro día, esta memoria mía que recuerdo todo a medias, ella parece

no verme, pero parece muy interesada en las dos tumbas de las niñas, umm,

tendré que esperar a que se vaya si no, no podré probar de nuevo ese

delicioso té y las galletitas.