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59: un primo muy leal. José Acevedo Jiménez. 59, el número junto a un grafiti esbozado en una vieja pared, no parecía una cifra llamativa. Al menos para mi amigo Nestor, era el más insulso de los números. - Me has dicho muchas veces que todos los números son interesantes…y, sin embargo, al mirar ese 59, mal trazado en la pared, no puedo dejar de pensar en lo frívolo que es. Comentó Nestor, mientras caminábamos por aquella oscura y triste callejuela que con frecuencia transitábamos. Él conocía mi fascinación por los números y, supuse que el objeto de tal acotación no era otro mas que llamar mi atención para iniciar una conversación. Y, como era de esperarse no me pude resistir. - Pues, creo que es interesante el 59. Para empezar, es un número primo. - Dije sin mucho galanteo. - ¡Justamente eso pensé que ibas a decir! y, no creo que, el 59, sea interesante sólo porque es un número primo…después de todo, hay infinitos de esos y a mí no me convences con tal argumento. En efecto, Nestor tenía razón. La primalidad del 59 no era razón suficiente para tildarle de interesante. Y, la verdad, no tenía idea de que otra propiedad podía tener el número 59. Incontables, con toda seguridad, pero, no las conocía. Fue entonces cuando llegó a mi mente el 59 grabado en la pared. <<Qué propiedades puede tener>>. Pensé. - ¡Lo ves! Tu silencio es prueba de que no tiene nada de interesante el 59 más allá de ser un número primo. Dijo Nestor, como queriendo exclamar: ¡victoria! - Pero, es un número interesantede hecho, es un número primo leal. Dije sin estar muy seguro de lo que decía. - ¡Número primo leal! exclamó ¡vamos!, eso te lo has inventado. Concluyó. - Me has pillado. La verdad, eso lo he inventado. Confesé. - Pero, dime más. Al menos el nombre suena interesante. Dijo.

Un primo muy leal

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Page 1: Un primo muy leal

59: un primo muy leal. José Acevedo Jiménez.

59, el número junto a un grafiti esbozado en una vieja pared, no parecía una

cifra llamativa. Al menos para mi amigo Nestor, era el más insulso de los

números.

- Me has dicho muchas veces que todos los números son interesantes…y,

sin embargo, al mirar ese 59, mal trazado en la pared, no puedo dejar de

pensar en lo frívolo que es. – Comentó Nestor, mientras caminábamos

por aquella oscura y triste callejuela que con frecuencia transitábamos.

Él conocía mi fascinación por los números y, supuse que el objeto de tal

acotación no era otro mas que llamar mi atención para iniciar una

conversación. Y, como era de esperarse no me pude resistir.

- Pues, creo que es interesante el 59. Para empezar, es un número primo. -

Dije sin mucho galanteo.

- ¡Justamente eso pensé que ibas a decir! y, no creo que, el 59, sea

interesante sólo porque es un número primo…después de todo, hay

infinitos de esos y a mí no me convences con tal argumento. – En

efecto, Nestor tenía razón. La primalidad del 59 no era razón suficiente

para tildarle de interesante. Y, la verdad, no tenía idea de que otra

propiedad podía tener el número 59. Incontables, con toda seguridad,

pero, no las conocía.

Fue entonces cuando llegó a mi mente el 59 grabado en la pared. <<Qué

propiedades puede tener>>. Pensé.

- ¡Lo ves! Tu silencio es prueba de que no tiene nada de interesante el 59

más allá de ser un número primo. – Dijo Nestor, como queriendo

exclamar: ¡victoria!

- Pero, es un número interesante…de hecho, es un número primo leal. –

Dije sin estar muy seguro de lo que decía.

- ¡Número primo leal! – exclamó – ¡vamos!, eso te lo has inventado. –

Concluyó.

- Me has pillado. La verdad, eso lo he inventado. – Confesé.

- Pero, dime más. Al menos el nombre suena interesante. – Dijo.

Page 2: Un primo muy leal

- ¡No!, de ninguna manera…es algo muy tonto. – Le dije algo

avergonzado.

- ¡Oh, vamos!...nadie lo va saber. Será nuestro secreto. – Aseguró.

- Bueno, no es una cosa del otro mundo…pero, como insistes, te voy a

complacer. El 59 es un número primo, eso ya lo sabemos, pero, además

es un primo leal; esto quiere decir que al sumar cada uno de sus dígitos

obtenemos otro número primo. Es decir: 5 + 9 = 14, 4 + 1 = 5. –

Expliqué mientras tomábamos un breve descanso en un parque local.

- Entiendo…entonces, el 67 también es un primo leal. 6 + 7 = 13; el 13 es

un número primo.

- No, si el resultado es un número de dos o más cifras, entonces, debes

repetir el proceso, sumar los dígitos individuales, hasta obtener un

número de una cifra. – Aclaré.

- ¡Ah, muy bien!...entonces, los primeros números primos leales son: 2,

3, 5, 7, 11, 23, 29, 41, 43, 47, 59…

- Así es. Veamos que sucede con un número primo de seis dígitos,

digamos: 345679. – Propuse.

- Pues, ahora que soy un experto en primos leales, es fácil de saber. Si lo

descomponemos, tenemos que: 3 + 4 + 5 + 6 + 7 + 9 = 3 + 4 = 7; por lo

tanto, así como el 59, el número: 345679 es un primo leal.

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