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ESCRITOS DE FORMACIÓN Número 63 – Mayo de 2017 E A S
LA SITUACIÓN DE CONTAMINACIÓN DE LA
ATMÓSFERA DEL VALLE DE ABURRÁ. ALGUNAS
PROPUESTAS
El comité de Formación genera documentos periódicamente para beneficio de los EAS y su formación. Estos escritos se basan en
recopilaciones de documentos de diversos autores, incluyendo personas de los EAS, sometidos en algunos casos a adaptaciones que los hagan
más afines y prácticos para los EAS, bajo la responsabilidad del comité. Son bienvenidos los comentarios y los aportes.
Enrique Posada, de la comunidad de la Luz y quien ha sido coordinador
de las comunidades EAS de Medellín, ha dedicado buena parte de su vida profesional al estudio del medio ambiente de la región del Valle de Aburrá
donde está asentada la ciudad. Creemos que publicar este escrito es una contribución valiosa de las comunidades hacia una cosmovisión y hacia un análisis de temas importantes para la sostenibilidad. Ojalá que estos
temas parte del trabajo en las pequeñas comunidades.
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LA SITUACIÓN DE CONTAMINACIÓN DE LA ATMÓSFERA DEL VALLE DE
ABURRÁ. ALGUNAS PROPUESTAS
Enrique Posada
Abril de 2017
1- La crisis ambiental como una oportunidad para dar un salto hacia adelante
en la región
Un asunto que depende de muchas variables
Hemos visto que la ciudad de Medellín y Área Metropolitana, han reaccionado de
una manera compleja a la crisis ambiental que se ha estado viviendo en los últimos
días. Ante las medidas de las autoridades, que tratan de enfrentar la situación de la
mejor forma posible, se crean todo tipo de críticas, de interpretaciones, de
suspicacias y de resistencias. Esto se debe a que la ciudad, desde lo ambiental,
funciona como un sistema complejo, donde intervienen, entre otros:
El clima (vientos, temperaturas, humedades, lluvias, radiación solar)
Los impactos sobre la salud a corto y a largo plazo
El medio natural.
Las emisiones contaminantes.
Las fuentes de emisión contaminante (carros, fábricas, construcción,
desgastes de vías, emisiones naturales y cualquier tipo de actividad)
Los aspectos operativos, de mantenimiento, de control y de tecnología
relacionados con las fuentes.
La química atmosférica.
El uso de recursos
El uso de la energía.
La topografía.
La cultura y las costumbres.
La economía.
La movilidad (flujos, congestiones, prácticas de conducción, actitud hacia las
normas, desorden, disciplina, respeto).
La informalidad. Nivel de acercamiento de las actividades a lo que está
regulado y vigilado.
Los medios de comunicación.
La autoridad.
Las normas.
Las redes sociales.
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Algunas de estas variables, pueden responder a acciones y se dejan sensibilizar y
los impactos se pueden apreciar con rapidez y relativa claridad.
Otras son variables dependientes o que están controladas por factores externos y
por ello no obedecen claramente a las acciones.
Otras responden a efectos e impactos no lineales cuyos comportamientos pueden
no estar claros y pueden ser sorprendentes.
Ilustración de la situación de contingencia ambiental que se presenta en el Valle de Aburrá
en los meses de marzo a mayo. Tomado de reporte del Área Metropolitana AMVA
Hay que comprender, ante todo, que es un asunto de dinámica de sistemas, con
gran cantidad de bucles de retroalimentación y efectos de orden no lineal, tanto en
el tiempo, como en el espacio. Un bucle corresponde a fenómenos que se alimentan
a sí mismos. Algunos tienen naturaleza caótica y exponencial, es decir cambian con
gran velocidad con cambios muy fuertes.
Un asunto que requiere información de buena calidad sobre las variables que lo
afectan y que lo causan
Para enfrentarse a un sistema de este tipo, es muy importante contar con
información de buena calidad sobre los elementos cuyo comportamiento se desea
sensibilizar y entender.
Es importante que para cada elemento se cuente con alguna estructura de causa
efecto, que muestre su impacto sobre las variables dependientes de interés.
En principio se plantea que las variables dependientes son:
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La calidad del aire (en todos sus parámetros, con todas sus interrelaciones
físico químicas)
El estado de la salud de las personas.
La percepción de la gente, cómo se siente y cómo reacciona.
Los resultados económicos de las actividades y sus costos y beneficios.
La generación de empleo.
Los efectos sobre el estado de los bienes privados y públicos.
La estética y el paisaje.
El prestigio de la ciudad y su capacidad de generar negocios y de atraer
contactos y visitas.
La calidad de la vida.
Las facilidades para comunicarse y desplazarse, los tiempos de viaje.
La felicidad y el bienestar mismo de las personas.
Las variables independientes, que se pueden sensibilizar, que se pueden mover
para resolver la situación, para cambiar las cosas, aunque no siempre a corto plazo,
tienen que ver con:
Las normas aplicables.
Las restricciones en la actividad.
El grado de exigencia que se aplique.
Las mejoras operativas en los procesos y los controles de emisiones.
Los cambios de tecnología.
Los cambios en la matriz energética y de recursos.
Las buenas prácticas y costumbres (incluyendo la disciplina individual y
social, el liderazgo, el voluntariado).
El empleo de medidas de protección (como el uso de filtros personales y
colectivos).
Los cambios en los patrones de comportamiento.
Las medidas de atención (preventivas y curativas) aplicables a la salud y los
daños.
Las medidas culturales.
El trabajo con los medios de comunicación (incluyendo campañas,
publicidad, estímulo a los valores).
Las acciones de liderazgo y de mando.
El empleo de métodos participativos para escuchar ideas y dar salida a las
inquietudes de las personas.
Los cambios en la intensidad de la actividad, los cuales, en último término,
está en la raíz de casi todos los efectos positivos y negativos.
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Hay variables de tipo circunstancial y externo, que no son controlables a primera
vista, aunque hay que decir que están sujetas a las variables independientes y a las
dependientes, a través de bucles y de fenómenos no lineales. Entre ellas están:
El clima (lluvias, vientos, corrientes verticales y horizontales, nubosidad,
altura de la capa de mezcla, efectos estacionales y globales, calentamiento
local y global) es quizás, la más importante.
Pero también el ambiente natural y la geografía; la química natural y
atmosférica.
También aquellas normas que no dependen de los actores locales.
La calidad de los insumos y de los energéticos.
La tecnología disponible.
El conocimiento existente.
La capacidad de inversiones.
Los presupuestos disponibles.
Hay que contar con modelos de comportamiento
Es importante contar con al menos unas matrices básicas y unas relaciones
esenciales, que permitan a las autoridades y a la comunidad visualizar los impactos
de tipo directo.
Una matriz es un modelo, entendimiento de las relaciones entre las variables, algo
que permita simular los comportamientos y saber qué pasa cuando se interviene
sobre las variables independientes. ¿Cómo se afectan las dependientes, qué pasa,
cómo influyen las circunstancias?
Por ejemplo, contar con matrices, de la mejor calidad posible que muestren las
relaciones entre los contaminantes y las fuentes que los emiten. En el caso de las
fuentes industriales, es importante que las empresas organizadas sepan cómo
estiman las autoridades sus factores de influencia para sus distintas fuentes para los
distintos contaminantes, y cómo se relacionan dichas emisiones con la calidad del
aire. En esta forma cada fuente se puede acercar a conocer su responsabilidad y
puede comprometerse con planes de mejora.
Igualmente, para los distintos tipos de fuentes móviles. Hay que hacer un trabajo
gradual y continuo de calibración de estas matrices de influencia, de modo que cada
vez se basen más en datos experimentales y menos en estimativos. Los ciudadanos
debieran tener una idea de qué tan contaminantes son sus propias actividades.
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La región se ha urbanizado de manera muy rápida, llenando todas las zonas planas y extendiéndose por las laderas, invadiendo zonas de riesgo geológico, canalizando y cubriendo
corrientes de agua y eliminando zonas verdes. Elaborada con base en figuras de AMVA
2- Las propuestas para dar un salto hacia adelante
La región debe electrificar su movilidad hasta dónde sea posible
Como parece evidente que las fuentes móviles son las más importantes,
comenzando por el hecho de que sus emisiones ocurren a nivel de piso, en ambientes
de mala dispersión como son los corredores viales, que además son lugares de alta
circulación de personas, y aún de mayor impacto cuando se considera el efecto de
las prácticas pobres de conducción y los problemas de movilidad, parece claro que
hay que trabajar mucho sobre las fuentes móviles.
La región, con su gran riqueza en electricidad de origen hidroeléctrico y con sus
complejidades urbanas y geográficas, debe comprometerse en un plan decidido para
convertirse a la movilidad eléctrica, tanto en el transporte masivo (en el cual ejerce
liderazgo nacional y en algunos casos internacional) como en los demás medios.
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En esta forma se eliminarían la mayor parte de sus emisiones y se crean hechos
culturales de gran impacto.
Un programa de este tipo debería hacerse con base en el empleo creciente de
tecnología y empleo local, atrayendo a la región a las empresas mundiales líderes en
estos procesos, de modo que se generen riqueza, prosperidad, tecnología y prestigio.
Debe adelantarse un gran propósito tecnológico, científico, innovador y cultural,
para hacer de la región un modelo nacional e internacional de movilidad eléctrica
con una perspectiva temporal de 20 años.
El gobierno se ha comprometido con unas medidas que se llaman NAMAS
(Acciones Nacionalmente Apropiadas de Mitigación) para disminuir las emisiones
de gases efecto invernadero. El programa de electrificación que se acá se propone se
debería considerar como un proyecto NAMA nacional, Esto permite atraer recursos
y apoyo externo y nacional.
Mientras se logra la transición hacia la electricidad, hay que considerar el empleo
del gas natural como combustible.
La región debe conocer las relaciones entre salud y contaminación con base en
estudios y no en especulaciones o miedos
Como parece evidente que la salud y la ecología están absolutamente conectadas,
debe emprenderse un gran proyecto de región para entender, mitigar, prevenir y
tratar los asuntos de la salud, desarrollando modelos locales de impacto, de
prevención y de tratamiento, que perfeccionen y adecúen los que se usan en la
actualidad en el mundo.
En un análisis que el autor ha hecho de la situación, con base en las normas de salud
de la OMS (ver cuadros)
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De acuerdo con el cuadro 1, es deseable lograr para el material particulado fino
PM2.5 un valor GCA de 10 µg/m3. Además, se establecen tres niveles adicionales,
denominados como “objetivos”, de 15, 25 y 35 µg/m3 para los cuales los riesgos de
mortalidad aumentan en porcentajes especificados con respecto al que existe para el
nivel GCA. No se dice en forma directa cuál es el riesgo de mortalidad para el GCA,
pero es evidente que no se trata de un riesgo cero.
De acuerdo con el cuadro 2, es deseable lograr un valor GCA de 25 µg/m3. Además,
se establecen tres niveles adicionales, denominados como “objetivos”, de 37,5; 50 y
75 µg/m3 para los cuales los riesgos de mortalidad a corto plazo aumentan en
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porcentajes especificados con respecto al que existe para el nivel GCA. Tampoco se
dice en forma directa cuál es el riesgo de mortalidad a corto plazo para el GCA, pero
también es evidente que no se trata de un riesgo cero.
Con base en tales cuadros el autor ha hecho un análisis de riesgos de mortalidad
asociada, partiendo del que la guía de la OMS que señala que el total de muertes
prematuras anuales en el mundo (2005) asociado con la contaminación del aire es
del orden de 2 millones de personas. Esta cifra se ha proyectado al 2015, para el Valle
de Aburrá y se ha ajustado de acuerdo a la situación ambiental de esta zona. Se
encontró que las muertes prematuras totales, por ambos impactos de corto
(episodios) y largo plazo (promedios anuales) oscilarían, para el Valle de Aburrá,
entre 2,42 muertes diarias si se logran niveles de calidad semejantes a los GCA de la
OMS y de 2,90 muertes diarias para casos críticos como el que ocurriría si la calidad
se deteriora a niveles como los de Beijing. Ambos extremos no son previsibles a corto
plazo para la región, que en la actualidad parecería presentar 2,56 muertes diarias.
Las figuras siguientes muestran las proyecciones de mortalidad prematura
asociadas al PM2.5 para las dos situaciones de riesgo a largo y a corto plazo, con
base en los datos de concentraciones de PM2.5 que ocurren en el Valle de Aburrá.
Estos son de 26,9 µg/m3 promedio anual (2014) y de 66,4 µg/m3 para los valores
máximos promedio de 24 horas, del año (asociados con las contingencias
ambientales)
Impactos sobre salud de PM2.5 en Valle de Aburrá, promedios anuales. Por el autor
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Impactos sobre salud de PM2.5 en Valle de Aburrá, episodios. Por el autor
Se desprende de las anteriores consideraciones que carecen de base diversas cifras
de mortalidad por contaminación del aire que han aparecido durante los recientes
episodios. En círculos inclusive universitarios se ha hablado hasta de 8 muertes
diarias, cifra que afortunadamente ha sido desmentida por las autoridades.
Parece evidente que no es posible llegar a la eliminación total de las muertes
prematuras asociadas con la contaminación, aun mejorando significativamente la
calidad del aire. Tampoco es de esperar que ocurran aumentos catastróficos de la
mortalidad asociada cuando se generan episodios de contaminación. Por ello no
parece sabio montar todo un sistema de acusaciones y señalamientos de
culpabilidad cuando se generan aumentos de los niveles de contaminación
originados fundamentalmente en efectos climáticos y atmosféricos.
La región tiene capacidad para reaccionar con sabiduría, sentido de planeación y
empleo de herramientas estratégicas, ya que no se están generando situaciones
desastrosas con los episodios, a no ser que se dé lugar a todo un nuevo sistema de
creencias que haga que las personas sientan que van a morir o a experimentar graves
consecuencias. En tal caso, se puede considerar que en verdad se va a afectar
gravemente la situación de salud de las personas que sean muy susceptibles a tales
creencias y estados mentales. Como esto puede suceder en la actualidad, parece
recomendable establecer sistemas de protección personal que permitan a las
personas susceptibles contar con medios para atravesar la crisis sin consecuencias
negativas. Lo más evidente es el empleo de filtros de protección personal de bajo
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costo, que sean recomendados por la autoridad cuando los niveles lleguen a las
alertas rojas o inclusive a las alertas naranjas.
Lo anterior no exime, en absoluto, de la necesidad constante e imperiosa de trabajar
de manera sostenida y persistente para limpiar el aire de la región y para generar los
menores niveles posibles contaminación
La región debe fortalecer su evolución educativa y cultural y sus programas medio
ambiental
Hay que fortalecer las políticas culturales, de campañas de valores, de compromiso
colectivo y de fortalecimiento de los programas de parques, zonas verdes, espacios
alejados de las calles para los peatones y embellecimiento de los espacios mediante
jardines, corredores naturales y árboles, pero de tal forma que no se ponga en riesgo
la movilidad.
La región debe formalizar su economía y fortalecer su economía formal
De ninguna manera se puede dejar de enfrentar la informalidad como fuente de
perturbación del medio ambiente. Hay que poner en marcha la normatividad, la
coherencia en las medidas y la disciplina social en todos los sectores sociales.
Las buenas comunicaciones son muy importantes
Es importante que haya muy buena comunicación a la sociedad, para evitar acciones
improvisadas, miedos no justificados, campañas mal intencionadas y pérdida de
foco social.
Hay que crear un ambiente de colaboración, de trabajo conjunto, de concertación, de
compromiso y de planes a corto, mediano y largo plazo. Para ello hay que emitir
información regular con cierta periodicidad, con un lenguaje que las personas
puedan entender y que convoque al compromiso.
El manejo estratégico de los datos
Hay que administrar y revisar el avance de los distintos pactos y de los convenios
que se tienen con los distintos sectores.
Hay que manejar las situaciones creadas cuando los indicadores de calidad
muestren comportamientos que lo ameriten. Debe contarse con grupos de expertos
que puedan aplicar las modelaciones y las matrices a la situación existente, dando
lugar a medidas equilibradas y oportunas y a buenas comunicaciones.
Es importante que el asunto de la salud y de los impactos sobre la salud se maneje
con objetividad y con buen criterio. Es necesario realizar encuentros y seminarios
sobre el tema de las relaciones salud-normas de calidad – impactos agudos –
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impactos crónicos – medidas de protección y de mitigación- estadísticas locales e
interpretación – costos de la salud relacionados con la calidad del aire para contar
con información de alta calidad.
Las acciones de responsabilidad
Cada empresa, conociendo sus fuentes y sus emisiones, debe saber en qué medida
contribuye al deterioro de la calidad del aire y en qué medida está dando lugar a
problemas de saludo y de costos ambientales, para crea mayor conciencia y sentido
de compromiso. Debe comprometerse con las mejores tecnologías y operaciones
posibles y mantener buenas relaciones con las comunidades vecinas.
Cada empresa debe comprometerse con un plan de movilidad sostenible para su
personal, para minimizar los impactos ambientales asociados con la movilidad.
Cada persona, cada propietario de vehículo, debe actuar de manera responsable.
Cumpliendo las normas de tránsito.
Circulando de manera calmada y respetuosa y a velocidades prudentes.
Planeando sus viajes y sus tiempos para no estar sometido a urgencias y
acosos.
Manteniendo el vehículo debidamente operado, con mantenimiento de alta
calidad, con sus sistemas de control de emisiones operando debidamente.
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Estos sistemas se deterioran con el tiempo y hay que mantenerlos bien. Esto
implica gastos que deben ser asumidos por los dueños.
Manteniendo vigente los certificados de emisiones sin recurrir a trampas o
irregularidades.
Evitando viajes innecesarios, compartiendo el vehículo, utilizando el
transporte público siempre que pueda.
Hacia las buenas prácticas de la población en lo que tiene que ver con la movilidad
Con ellas se pueden mejorar los resultados y la efectividad de las acciones. Con
frecuencia se pueden llevar a cabo con muy bajos costos o inclusive sin costos. Al
aplicar buenas prácticas en la comunidad, hay beneficios por la reducción de los
riesgos para las personas y para el medio
Las ciudades son una realidad de la vida actual, en la cual los espacios urbanos están
conformados por grandes conglomerados, con frecuencia dispersos y alejados. Las
personas tienen necesidades de transporte y se ven sujetas a hacerlo en espacios que
tienden a ser limitados, especialmente en nuestra región que tiende a ser montañosa.
Se requiere el denominado amueblamiento urbano, que es costoso, que no siempre
está bien diseñado.
La movilidad se ve afectada por el clima, por las costumbres. Por ejemplo, existe la
tendencia a que se produzcan horas pico relacionadas con las costumbres sociales y
comunitarias. En todo este contexto, el tiempo de desplazamiento se constituye en
un recurso valioso para las personas y para la economía.
Las personas buscan economía, rapidez, comodidad y facilidad para sus
desplazamientos urbanos. Prefieren la flexibilidad y la existencia de alternativas
para ello. La creatividad y la inventiva humanas han posibilitado y siguen
posibilitando una riqueza amplia de medios de transporte. Hay que tener en cuenta
que el sistema de transporte es una fuente muy significativa de empleo y de ingresos
en las comunidades urbanas.
La tecnología ofrece y ofrecerá múltiples posibilidades para la movilidad. Esto hay
que tenerlo en cuenta y de ello se aprovecha la región, que se beneficia con la
existencia de sistemas de transporte masivo bien concebidos y organizados. Sin
embargo, con frecuencia estos sistemas se ven sujetos a grandes acumulaciones
humanas durante las horas pico, lo cual exige especiales cuidados, procedimientos
y esfuerzos de logística y organización. La tecnología ofrece, cada vez más,
alternativas de control, de información y de programación que facilitan el manejo
ordenado e inteligente de estos sistemas
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Es vital contar con una cultura ciudadana madura para que los sistemas masivos de
transporte sean amigables, eficientes y ordenados. La movilidad se ve altamente
afectada por las situaciones irregulares que puedan presentarse. Estas situaciones
generan restricciones en los espacios para la circulación, que dan lugar a menores
espacios y menores velocidades de paso.
Estos impactos generan lentitud en los movimientos e inclusive suspensión de los
flujos; funcionamientos inestables de los motores de los vehículos; aumento de las
emisiones de sustancias contaminantes y de calor; exasperación y tensiones
nerviosas en las personas; pérdidas de tiempo sociales e individuales; mayores
riesgos de accidentes; efectos negativos sobre la salud y dificultades de convivencia,
entre otros.
Con frecuencia se producen situaciones irregulares en la movilidad. Algunas son
el resultado de obras viales o de obras urbanas. Entonces son programables, se
pueden mitigar mediante medidas planificadas e inteligentes, son susceptibles de
manejo mediante avisos y advertencias, mediante la generación preventiva de rutas
alternas y la existencia de señales, de personas que guíen y con base en
reglamentaciones especiales que la gente pueda entender, obedecer y mejorar con
sus comentarios y participación
Otras son el resultado de accidentes, de imprudencias, de malas prácticas, de falta
de orden y de cultura, de daños no previstos, del no cumplimiento de las normas de
tránsito, de falta de civismo y de comportamientos egoístas y riesgosos. No son
programables, generan caos.
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Para generar los menores impactos posibles sobre la ecología y el medio ambiente y
los recursos naturales y lograr que la movilidad de una ciudad sea sostenible se
recomienda:
Tener preferencia por los sistemas masivos de transporte, los cuales son más
eficientes y menos contaminantes por cada unidad de viaje transportado
Evitar en lo posible el uso innecesario, suntuario, desordenado e
individualista del transporte en vehículo particular. Hacerlo de manera
compartida, eficiente, razonable, planeada, inteligente y respetuosa
Utilizar los sistemas de transporte de manera tranquila, atenta, ordenada,
respetuosa. Para ello hay que tener una actitud culta, cívica y amable.
Obedecer las normas de tránsito y estar atento a las señales y advertencias,
para evitar accidentes y perturbaciones que alteran la movilidad y generan
mayores emisiones contaminantes y reactividad en las personas
Mantener los vehículos en buenas condiciones mecánicas y ambientales
Preferir vehículos que sean de menor consumo (que den más kilómetros por
galón), más livianos y que ocupen menores espacios.
Utilizar en lo posible las distintas alternativas que la ciudad va estableciendo
con la finalidad de aliviar el impacto de la demanda sobre el vehículo
particular, tales como las ciclo rutas, los senderos peatonales, el sistema
masivo y sus rutas integradas, el teletrabajo, los ajustes en las horas de trabajo
y las medidas restrictivas sobre la circulación
Conocer y planear las rutas
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Reportar a las autoridades las situaciones que implican riesgos y
perturbaciones a la movilidad.
Contribuir de forma generosa con el pago de los impuestos prediales y de
rodamiento, con las multas de tránsito y con las asignaciones de valorización,
para generar fondos suficientes que contribuyen a mejorar la movilidad, el
amueblamiento público y para costear los recursos humanos que vigilan y
ordenan la movilidad
Contribuir a la autoestima, la dignidad y la amabilidad de los conductores y
agentes de tránsito, con base en actitudes de agradecimiento, respeto y
aprecio por sus trabajos.
Hacia una cultura moto
En la región se ha logrado consolidar una ejemplar cultura metro para sus sistemas
de transporte masivo, producto de años continuos de esfuerzo, de vigilancia, de
buenas prácticas, de compromisos, de buen diseño, de inversiones.
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Al mismo tiempo es necesario reconocer que la región se ha constituido en una de
las del mundo con mayor intensidad en el uso de las motos, que actualmente son el
más numeroso de los medios de transporte. Ya se cuenta con mayor número de
motos que de vehículos particulares.
La movilidad está altamente afectada por las motos, tanto en sentido favorable ante
la gran cantidad de personas que ven en ellas un medio económico y conveniente
de movilidad y de calidad de vida; pero también se aprecia un alto impacto negativo
por la accidentabilidad y por el alto nivel de indisciplina social asociada con las
malas prácticas de algunos de los motociclistas. Desde el punto de vista de las
emisiones contaminantes, se van convirtiendo en una fuente importante a la vez que,
como un factor de perturbación de la movilidad por los accidentes y las malas
prácticas de conducción, dan lugar a mayores emisiones para los demás vehículos
cuando se generan irregularidades en el tráfico.
Hay que desarrollar una cultura moto, basado en las buenas prácticas de conducción
respetuosa, con el apoyo decidido de las empresas comercializadoras y fabricantes
de motos y de las autoridades y los medios de comunicación.
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Propuestas basadas en la innovación
Desarrollo de tecnología local para fabricar y/o ensamblar sistemas amigables de
transporte masivo y particular basados en la electricidad. Alinear las capacidades de
inversión, de investigación, de negociación, de legislación, de emprendimiento , de
incentivos, en este sentido. Generar riqueza, empleo y capacidad exportadora con
estos sistemas. Convertir a la región en modelo mundial de movilidad sostenible
eléctrica con una amplia variedad de esquemas, basados en la riqueza hidroeléctrica
de la región. Convocar desde Ruta N a los grandes creadores del mundo y a las
empresas que están rompiendo esquemas de transporte eléctrico al Valle de Aburrá,
para que traigan tecnología y sistemas de producción a la región.
Convertir el eje del Río Medellín en un sistema multimodal de movilidad, de cultura
y de recreación en la siguiente forma:
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Esquema de la propuesta del parque lineal de movilidad y recreación sostenible
• Cubrir las vías con una cubierta que sea la base de un parque continuo que
tenga además senderos peatonales y de bicicleta en todos los 35 km desde
Caldas a Copacabana. No hacer soterrados. No enterrar las vías. Cubrirlas,
incluyendo cubrir al metro. Todo con diseño y construcción local.
• Utilizar el Río como sistema de transporte colectivo urbano, con barcazas
taxis de río, en forma semejante a lo que se ha hecho en San Antonio, Texas.
Para ello, contar con varios diques y esclusas. Todo con diseño y construcción
local
• Colocar un sistema de metrocables a lo largo de este sistema de parque lineal,
apoyado en columnas paralelas a los dos lados del río, para facilitar el
movimiento de personas en este eje. Alternativamente contar con un sistema
de carros impulsados por aire tipo Sky Train similar al que se está
desarrollando en Tel Aviv, Israel.
• Contar con un sistema de servicios educativos, culturales, cívicos y de
alimentación en este corredor de recreación y movilidad sostenible.
• Extender este concepto a corredores en las quebradas La Iguaná, La Picacha,
Altavista, Santa Helena, Ayurá y Doña María.
Impulsar decididamente el sistema de parque circunvalar que rodee el Valle en las
montañas. Hacerlo de forma continua en tres niveles: uno de cota superior, a partir
de la cual no se permiten desarrollos urbanos; solo bosques, huertas o parques
ecológicos; uno de cota intermedia y otro de cota baja. En los tres niveles,
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especialmente en los dos inferiores, contar con ciclovías y senderos peatonales en
toda la extensión. En el tercer nivel, contar con un metro cable circunvalar que rodee
toda la región.
Otro aspecto a considerar es que la región tiende a mostrar altos niveles de
congestión, lo cual tiene que ver con los muy altos porcentajes de ocupaciones de los
vehículos con relación a sus áreas urbanas, particularmente en el caso de Medellín.
Como las tendencias son crecientes, la región debe tomar decisiones apropiadas en
este sentido, para evitar colapsos físicos e impactos culturales negativos. Así como
en el caso de las soluciones que se dan al tema de las viviendas, habrá que pensar en
sistemas elevados o subterráneos de transporte para liberar áreas y en un claro
refuerzo a los sistemas masivos de transporte.
Hacia la búsqueda de un cielo limpio en el Valle de Aburrá
Los episodios de contaminación que se han registrado han estado asociados con
cielos brumosos, que fácilmente se asocian con la presencia de contaminación en la
atmósfera. Sin embargo, hay que anotar que los cielos de la región tienen la
tendencia a presentar nieblas y nubosidades, especialmente en las mañanas.
Igualmente debe anotarse que desde hace muchos años la región ha experimentado
situaciones de bruma, las cuales solamente en tiempos recientes han sido asociadas
y contrastadas con episodios de contaminación. También hay que señalar que
diversas ciudades presentan fenómenos de bruma y que no se los asocia
necesariamente con la presencia de episodios de contaminación.
Es deseable que el cielo de la región se vea claro y limpio. No es atractiva la ciudad
con una capa de nieblas que las personas relacionan con facilidad con la
contaminación. Como se aprecia en las figuras, estas situaciones ocurren en distintas
ciudades. Pero tampoco hay que dejar de entender que se presentan con mucha
frecuencia nieblas y nubosidad que muy poco tienen que ver con la contaminación.
De hecho, el Valle de Aburrá tiene alta nubosidad en la mayor parte de los días del
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año. Entre 1995 y 2015, promedio de horas diarias con brillo solar fue de 4.9, contra
un total de 12 posibles.
La figura siguiente muestra la forma en que se estudian los cielos en cuanto a que
sean o no nubados.
En la región el cielo promedio muestra 6,7 octas, es decir, se puede clasificar como
cielo cubierto (en su mayor parte esto ocurre haya o no episodios de contaminación
por PM2.5)
Bucaramanga, desde la vía al aeropuerto Palonegro, cubierta por una capa de bruma (Abril
28, 7:45 am)
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Bucaramanga, desde el aeropuerto Palonegro, cubierta por una capa de bruma (Abril 28, 8
am)
Medellín, desde la vía Las Palmas, (Abril 28, 2:45 pm)
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Medellín, con el cielo afectado por quemas en la ladera oriental
Medellín con el cielo despejado, desde el estadio
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Medellín en el mismo día, brumas creadas por la pólvora en el estadio
Algunas de las ilustraciones fueron tomadas de EL LIBRO DE LAS BUENAS IDEAS DE
MOVILIDAD - CONTRIBUCIONES A LA MOVILIDAD SOSTENIBLE DEL PERSONAL DE LA
EMPRESA TRANSPORTES MEDELLÍN CASTILLA S.A. DESARROLLADAS EN UN CONJUNTO
DE TALLERES CREATIVOS. Edición, recopilación, trabajo literario y textos Enrique Posada
Restrepo, Johan Almanza Araque, Andrés Felipe Muñoz Patiño, Miryam Gómez Marín, Dora Luz
Yepes Palacio, Medellín, Mayo de 2016
