3
1. Sirve a Dios hoy, mientras hay tiempo (Juan 9:4). 2. No temas de compartir tus pensamientos y miedos con Dios y con un amigo (a) que te sabrá escuchar (Salmo 18:1-6). 3. Llora cuando te sientes mal, pero no desconsoladamente. Las lagrimas son de Dios para expresar las emociones y calmarnos, sin hacer daño a otras personas, como lo pueden hacer el gritar o tirar cosas (Job 16:19-22). 4. Sonríe! te hace bien física y anímicamente. La sonrisa trae paz y descanso emocional (Proverbios 17:22). 5. Analiza bien las prioridades en tu vida. Pon a Dios primero. Da más prioridad a las personas y a las relaciones interpersonales que al trabajo, las ambiciones, las metas y las cosas materiales (Mateo 6:33). 6. Ama a otros: abraza a un niño, besa a un ser querido, visita a un viejo amigo, reconcíliate con un enemigo (Juan 13:34-35). 7. Lee bueno libros y revistas, ya que así podrás conocer el mundo. 8. Si no te está prohibido médicamente, no temas expresar tu amor sexual a tu cónyuge. De todos modos, los dos necesitan expresar su amor y cariño mutuo (I Corintios 7:3). 9. Prepara regalos, recuerdos, álbumes de fotos, cartas y/o videos para compartir tus ideas y bendiciones con las generaciones venideras. Sé creativo. Deja una “huella” (Deuteronomio 6:6-9, 20). 10. Participa en un grupo de apoyo y/o estudio bíblico. 11. Pasa un buen tiempo cada día a solas con Dios, conversando con él, leyendo la Biblia y orando (Salmo 55:17). 12. Cuida tu salud con una dieta saludable, descanso y ejercicio. Ello ayudará a tu cuerpo a resistir la enfermedad y a tu espíritu a resistir el desánimo (I Corintios 6:19, 20). 13. Arréglate bien siempre. De ser posible, un buen corte o una nueva prenda de vestir te traerán ánimo. Debes siempre hacer el esfuerzo de estar lo más presentable posible. 14. No aceptes un diagnostico pesimista. Los médicos no son dioses y pueden equivocarse en sus diagnósticos. La vida y la muerte están en las manos de Dios (Deuteronomio 30:19-20). 15. Disfruta de las flores, las plantas, el jardín o un animal doméstico en casa. Son pequeñas cosas que traen alegría y vida aun cuando llegas al punto de no poder salir de la cama. 16. Planifica paseos y tiempos especiales con tu familia y amigos; nadie sabe cuánto tiempo más podrán pasar juntos. Cada momento es una experiencia preciosa que no se va a repetir, aprovecha al máximo tus días!. 17. Da gracias a Dios en toda situación (I Tesalonicenses 5:14-24, especialmente 18). 18. Recuerda que es sólo una enfermedad. No es la sentencia de muerte. No amenaza el plan de Dios para ti. Es una oportunidad de conocer a Dios en una forma más profunda como nunca antes. Puede ser que se vaya o que se queda; todo depende del Señor. Para más información o para programar una cita con un consejero del Centro, contactarnos: Centro Prenatal Vida Nueva C.C. La Rotonda II, oficina 2052 Av. La Fontana 440 San César – La Molina 348-5100; 9-9913-6601

Folleto enfermedad

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Folleto enfermedad

1. Sirve a Dios hoy, mientras hay tiempo (Juan 9:4).2. No temas de compartir tus pensamientos y miedos

con Dios y con un amigo (a) que te sabrá escuchar (Salmo 18:1-6).

3. Llora cuando te sientes mal, pero no desconsoladamente. Las lagrimas son de Dios para expresar las emociones y calmarnos, sin hacer daño a otras personas, como lo pueden hacer el gritar o tirar cosas (Job 16:19-22).

4. Sonríe! te hace bien física y anímicamente. La sonrisa trae paz y descanso emocional (Proverbios 17:22).

5. Analiza bien las prioridades en tu vida. Pon a Dios primero. Da más prioridad a las personas y a las relaciones interpersonales que al trabajo, las ambiciones, las metas y las cosas materiales (Mateo 6:33).

6. Ama a otros: abraza a un niño, besa a un ser querido, visita a un viejo amigo, reconcíliate con un enemigo (Juan 13:34-35).

7. Lee bueno libros y revistas, ya que así podrás conocer el mundo.

8. Si no te está prohibido médicamente, no temas expresar tu amor sexual a tu cónyuge. De todos modos, los dos necesitan expresar su amor y cariño mutuo (I Corintios 7:3).

9. Prepara regalos, recuerdos, álbumes de fotos, cartas y/o videos para compartir tus ideas y bendiciones con las generaciones venideras. Sé creativo. Deja una “huella” (Deuteronomio 6:6-9, 20).

10. Participa en un grupo de apoyo y/o estudio bíblico.11. Pasa un buen tiempo cada día a solas con Dios,

conversando con él, leyendo la Biblia y orando (Salmo 55:17).

12. Cuida tu salud con una dieta saludable, descanso y ejercicio. Ello ayudará a tu cuerpo a resistir la enfermedad y a tu espíritu a resistir el desánimo (I Corintios 6:19, 20).

13. Arréglate bien siempre. De ser posible, un buen corte o una nueva prenda de vestir te traerán ánimo. Debes siempre hacer el esfuerzo de estar lo más presentable posible.

14. No aceptes un diagnostico pesimista. Los médicos no son dioses y pueden equivocarse en sus diagnósticos. La vida y la muerte están en las manos de Dios (Deuteronomio 30:19-20).

15. Disfruta de las flores, las plantas, el jardín o un animal doméstico en casa. Son pequeñas cosas que traen alegría y vida aun cuando llegas al punto de no poder salir de la cama.

16. Planifica paseos y tiempos especiales con tu familia y amigos; nadie sabe cuánto tiempo más podrán pasar juntos. Cada momento es una experiencia preciosa que no se va a repetir, aprovecha al máximo tus días!.

17. Da gracias a Dios en toda situación (I Tesalonicenses 5:14-24, especialmente 18).

18. Recuerda que es sólo una enfermedad. No es la sentencia de muerte. No amenaza el plan de Dios para ti. Es una oportunidad de conocer a Dios en una forma más profunda como nunca antes. Puede ser que se vaya o que se queda; todo depende del Señor.

Para más información o para programar una cita con un consejero

del Centro, contactarnos:

Centro Prenatal Vida NuevaC.C. La Rotonda II, oficina 2052

Av. La Fontana 440San César – La Molina

348-5100; 9-9913-6601

LaLa EnfermedadEnfermedad

Lo que necesitas saber

¡Hay esperanza!

Evelyn Stone

Page 2: Folleto enfermedad

Jesús dijo: No se angustian. Confíen en Dios, y confíen también en mí. En el hogar de mi Padre hay muchas viviendas… Voy a prepararles un lugar… Yo soy el camino, la verdad y la vida.

La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni se acobarden.

Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido el mundo. Juan 14:1, 2, 6, 27; 16:33

Enfermedades Graves

Diagnóstico: Cáncer. La vida se detiene de un momento a otro de golpe. No te lo esperabas y en tu cabeza y en tu corazón se amontonan miles de sentimientos, de dudas y de temores. Tus pensamientos dan vueltas en el sufrimiento, el miedo a morir y todo lo que eso significa: los gastos, el futuro de tus hijos y de tus seres queridos. Queremos proveer amistad y comprensión durante este tiempo difícil. Dios te ama y provee de recursos para ayudarte a pasar por este valle que ahora sólo parece un “valle de sombra.”

“Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento… y en la casa de Jehová moriré por largos días.” Salmo 23:4, 6.

Si luchas con miedos o tienes inquietudes acerca de la muerte, pide a tu consejero que te muestre cómo puedes encontrar la verdadera paz a través de Jesucristo.

Comprendiendo el dolor y el sufrimiento

Tarde o temprano todo el mundo experimenta el dolor y la tristeza que traen la enfermedad grave y la posible muerte cercana. Por lo tanto, debes estar preparado para enfrentar algunas cuestiones como: ¿Por qué Dios no sana? El sufrimiento debe ser entendido dentro del marco de la soberanía de Dios (Romanos 8:28; 11:34-36; Isaías 48:10, 14, 16-18).

“La soberanía significa que nuestro omnisciente y omnisapiente Dios reina en esferas más allá de nuestra comprensión, para originar un plan más allá de nuestra capacidad de alterarlo, impedirlo o detenerlo.” – Charles Swindoll

Confiar por completo en la soberanía de Dios te quitará la ansiedad y te librará de toda necesidad de explicación. El proceso del sufrimiento nunca es fácil, pero los recursos de Dios traen coraje y valor (Josué 1:8, 9). Además, con la ayuda de Jesucristo, puedes aprender la habilidad de controlar tus pensamientos y preocupaciones, que son los que aumentan el dolor emocional.

Algunos propósitos del dolor y el sufrimiento

Para alertarte del pecado y enseñarte a obedecer la Biblia – Salmo 119:67, 71.

Para producir buenas características en ti, hacerte crecer y moldearte – Romanos 5:3-4; I Pedro 1:6,7.

Para unirte a otros cristianos – Romanos 12:4, 5, 10, 15, 16; II Corintios 1:3,4; Gálatas 6:2.

Para traer gloria a Dios – Job; Juan 9:1-3, 8-11. Para llevarte a la madurez espiritual – Hebreos

2:10. Para identificarte con Cristo y alabarle – I Pedro

2:19-23; 4:12-14. Para aprender a no depender de ti mismo, sino de

Dios – Filipenses 4:13. Para conocer al carácter y el corazón de Dios, su

grandeza, su poder y su amor inefable (Filipenses 3:10).

Tu cáncer (enfermedad) será una pérdida si:1

1. Crees que es una maldición y no una bendición. 2. No crees que fue diseñado para ti por Dios (Job

2:10; 42:11).

1 Por John Piper. ©Desiring God. www.desiringGod.org

3. Buscas consuelo y esperanza en las estadísticas médicas en vez de buscar en Dios.

4. Rehúsas pensar en la muerte. 5. Piensas que “vencer el cáncer” significa

mantenerte en vida en vez de permanecer en Cristo.

6. Pasas demasiado tiempo leyendo acerca del cáncer y poco tiempo leyendo acerca de Dios.

7. Te cierras en ti mismo con tu dolor en vez de desarrollar relaciones más íntimas y amorosas con los demás.

8. Te entristeces como otros que no tienen esperanza (I Tesalonicenses 4:13).

9. Tratas el pecado con ligereza como antes. 10. No lo usas como medio de testimonio de la verdad

y gloria de Dios.

Consejos para enfrentar la enfermedad

19. Vive cada día al máximo, agradeciendo a Dios y disfrutando cada pequeña bendición y placer como un regalo de Él (I Tesalonicenses 5:16-18).

Page 3: Folleto enfermedad

20. Pide la ayuda y fortaleza de Dios para el día de hoy, no preocupándote del mañana, de las semanas o meses que vienen (Deuteronomio 33:25; Mateo 6:34).