Su objetivo es ayudar al fumador a dejar su adicción, sin embargo, la manera en que lo logran e, incluso, su inocuidad están en duda.

Antes de utilizarlos como deshabituantes del tabaco, conoce las ventajas y desventajas de los cigarros electrónicos.

Quienes han utilizado estos productos cuyo tamaño generalmente es similar a un cigarro normal, aseguran que son el remedio más eficaz para dejar de fumar, incluso, más que otros deshabituantes del tabaco, como parches y goma de mascar con nicotina.

La boquilla del aparato tiene un cartucho (se puede cambiar o recargar) lleno de líquido que contiene principalmente propilenglicol y/o glicerina vegetal, nicotina en variadas dosis, sabores y aromas opcionales.

En vez de las sustancias tóxicas que ingresan al organismo con el humo del cigarro tradicional, con el cigarro electrónico el individuo inhala vapor de agua.

El funcionamiento es simple: cuando el usuario inhala a través del aparato, un sensor detecta el flujo de aire; luego, el microprocesador instalado en el dispositivo activa un nebulizador (atomizador), el cual inyecta minúsculas gotas de líquido en el aire que fluye y enciende una luz (led) de color (por lo general, naranja o rojo) en la punta del aparato para simular el acto de fumar.

La mayoría de estos productos también llamados eCigarros utilizan batería recargable como fuente de energía, cuya duración depende del modelo, ya sea 12 ó 24 horas, una semana e, incluso, más tiempo.

De esta forma, los cigarros electrónicos permiten que la adicción del organismo al tabaco, así como la necesidad de tener un cigarro o sentir el vapor, pueda controlarse y disminuir paulatinamente, ya que el usuario puede usar líquidos con menor cantidad de nicotina hasta despedirse por completo de su dañina dependencia.

Si bien su objetivo es ayudar a dejar de fumar a personas adictas a la nicotina, a la fecha la comunidad científica sigue debatiendo sus beneficios ante la ausencia de estudios serios que respalden sus ventajas y seguridad.

De ahí que las autoridades sanitarias de diversos países (en México, por ejemplo, la Secretaría de Salud, a través de la Cofepris, lo estableció en la Ley General para el Control del Tabaco, vigente desde agosto de 2012) prohíban actualmente su importación, distribución, comercialización y venta, pues no es posible afirmar que los cigarros electrónicos constituyen deshabituantes del tabaco inocuos.

Diversas investigaciones han descrito lesiones pulmonares relacionadas con el eCigarro, además de argumentar que la falta de regulación impide identificar cómo afectan la salud del consumidor.

Expertos en el tema afirman que el uso del cigarro electrónico afecta las estrategias oficiales para lograr ambientes sin humo de tabaco, ya que la persona puede utilizarlo en lugares donde se prohibe fumar (las leyes respectivas generalmente no lo contemplan), lo cual obstaculiza sus esfuerzos para acabar con la dependencia utilizando deshabituantes del tabaco.

En Estados Unidos, donde se vende libremente (incluso, en algunos estados sin restricción para menores de edad), las autoridades temen que los cigarros electrónicos adquieran cada vez más popularidad entre los adolescentes, quienes suelen sentirse atraídos ante cualquier dispositivo electrónico moderno, sin pensar en los riesgos para su salud.

Eduardo J. Ruiz – SyM

Para mayor información:

http://www.saludymedicinas.com.mx/centros-de-salud/asma-y-epoc/