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CÉLULAS DE LA SANGRE
La sangre es una masa líquida contenida en un compartimiento cerrado, el aparato
circulatorio, que lo mantiene en movimiento regular y unidireccional, esencialmente debido
a las contracciones rítmicas del corazón. Está formada por dos fases: los elementos
formes o glóbulos sanguíneos y el plasma, fase líquida en que los primeros están en
suspensión.
Cuando la sangre es retirada de la circulación, el fibrinógeno del plasma se
transforma en fibrina que forma un coágulo. Éste contiene glóbulos sanguíneos apresados
en las redes de fibrina. Durante la coagulación se separa del coágulo un líquido amarillo
claro, el suero sanguíneo.
Los elementos formes o glóbulos sanguíneos son los eritrocitos o hematíes, las
plaquetas y diversos tipos de leucocitos. Estos últimos se clasifican en dos grupos: los
granulocitos o polimorfonucleares y los agranulocitos. Los granulocitos tienen un núcleo de
forma irregular y presentan gránulos específicos en el citoplasma. De acuerdo con la
afinidad tintorial de sus gránulos citoplasmáticos se distinguen tres tipos de granulocitos:
neutrófilos, eosinófilos y basófilos.
El gránulo es específico cuando tiene características propias (dimensiones, forma, afinidad
tintorial y ultraestructura) y está presente de modo constante en un determinado tipo de
leucocitos y sus precursores.
El núcleo de los agranulocitos tiene forma más regular y el citoplasma no posee
granulaciones específicas pudiendo, sin embargo, presentar gránulos inespecíficos,
presentes también en otros tipos celulares. Hay dos tipos de agranulocitos: los linfocitos y
los monocitos.
ERITROCITOS
Los eritrocitos o hematíes son glóbulos sanguíneos que se
forman en la medula ósea roja y posteriormente penetran en
la corriente sanguínea. La producción de eritrocitos esta
regulada por la eritropoyetina, que es una hormona producida
por el riñón.
En los mamíferos son anucleados y, en el hombre, tienen forma de disco bicóncavo, con
un diámetro de 7,2 µm y un grosor de 2,1 µm cerca de su borde. La forma bicóncava
proporciona una gran superficie en relación con su volumen, lo que facilita el intercambio
de gases.
Los eritrocitos con más de 8 µm y menos de 6 µm de diámetro se denominan macrocitos y
microcitos, respectivamente.
El eritrocito es muy flexible, lo que le permite adaptarse a la forma, a veces
irregular, de los capilares. La observación in vivo muestra que, al llegar a los ángulos de
bifurcación de éstos, el eritrocito que contiene la hemoglobina normal del adulto (Hb A) se
deforma con facilidad.
LEUCOCITOS
Los leucocitos o glóbulos blancos de la sangre son corpúsculos incoloros
implicados en las defensas celulares e inmunocelulares del organismo. Son células
esféricas cuando están en suspensión en la sangre circulante, pero pueden adoptar un
aspecto amebiforme al encontrar un sustrato sólido. Constantemente los leucocitos salen
de los capilares (diapédesis), pasando entre las células endoteliales y penetrando en tejido
conjuntivo; son tan frecuentes en este tejido que se los considera células normales de
éste.
Linfocitos
Los linfocitos son células esféricas, cuyo diámetro varía entre 6 y 8 µm. Los
linfocitos con estas dimensiones son conocidos como linfocitos pequeños. En la sangre
circulante hay también un pequeño porcentaje de linfocitos mayores, que pueden alcanzar
los 18 µm de diámetro. Según la variedad de linfocito de que se trate, su vida media
celular puede variar entre unos pocos días hasta meses y años. Su duración como células
libres del tejido conjuntivo es en general de pocos días.
Aunque los linfocitos tengan morfología semejante, técnicas
especiales permiten identificar los linfocitos B y T sobre la base de
sus propiedades y los receptores localizados en sus membranas.
La célula precursora del linfocito se origina en la médula ósea y, en las aves, se
hace inmunocompetente en la bolsa de Fabricio y el timo. La bolsa de Fabricio es una
masa de tejido linfático localizada en la cloaca de las aves, en que las células
indiferenciadas transportadas desde la médula ósea por la sangre son inducidas a originar
unos linfocitos capaces de ser transformados en plasmocitos que producen anticuerpos
(inmunoglobulinas). Estos linfocitos de llaman B por depender de la bolsa de Fabricio y
participan en la defensa humoral del organismo mediante síntesis de anticuerpos por los
plasmocitos. Los linfocitos B poseen en su superficie receptores constituidos por
inmunoglobulinas específicas para numerosos antígenos, pero diferentes de un linfocito a
otro.
En el timo, las células precursoras, que son procedentes de la médula ósea, son
inducidas a hacerse progenitoras de los linfocitos participantes en la defensa inmunitaria
celular del organismo. Estos linfocitos se llaman T por depender del timo. Los receptores
localizados en sus membranas no son inmunoglobulinas.
Como la bolsa de Fabricio no existe en los
mamíferos, las células precursoras de la médula
ósea se diferencian en linfocitos B probablemente
en microrregiones de la propia médula ósea. El
timo y la bolsa de Fabricio o su equivalente en los
mamíferos se denominan órganos linfoides
centrales o primarios y las células originadas en
estos órganos van a colonizar los otros órganos
linfoides del organismo (órganos secundarios).
Cuando entran en contacto con antígenos,
los linfocitos B se dividen y se diferencian en
células plasmáticas que sintetizan y secretan anticuerpos para la sangre, la linfa y el
líquido intercelular.
Los linfocitos T son los más numerosos de la sangre. Son responsables de las
respuestas inmunitarias de base celular que no dependen de los anticuerpos circulantes.
Algunos linfocitos, tanto B como T, que entran en contacto con un antígeno, pasan
a constituir las células de la memoria inmunológica. Gracias a estas células, cuando un
antígeno invade el organismo por segunda vez, en general la respuesta inmunitaria es
mucho más intensa y más rápida.
PLAQUETAS
Las plaquetas son corpúsculos anucleados, en forma de disco, que miden unos 3
µm de diámetro, derivados de células gigantes de la médula ósea, los megacariocitos. Su
número normal está entre 200.000 y 400.000 por mm3 de sangre. Su vida dura 9 días.
En los frotis de sangre, las plaquetas tienden a aparecer en grupo (aglutinación).
Presentan una parte transparente, azul claro, o hialómero, que contiene gránulos teñidos
en púrpura, el cromómero.
Cuando un vaso sanguíneo sufre una lesión en su pared se inicia un proceso
denominado hemostasia que tiene por objeto impedir la pérdida de sangre (hemorragia).
La hemorragia es un fenómeno complejo en el que participan la musculatura lisa del vaso
seccionado, las plaquetas y varios factores del plasma sanguíneo que provocan la
coagulación de la sangre. La contracción del músculo liso es estimulada por la serotonina
liberada por las plaquetas.
HISTOLOGÍA
La histología es el estudio de la estructura microscópica del material biológico y de
la forma en la que se relacionan tanto estructural y funcionalmente los distintos
componentes individuales. Estudia las células y su entorno, el material extracelular, que
constituyen los tejidos del cuerpo.
Los tejidos están formados por células y por la matriz extracelular producida por
ellas. La matriz es casi inexistente en algunos tejidos, mientras que en otros es abundante
y contiene estructuras y moléculas importantes desde el punto de vista estructural y
funcional.
A pesar de la complejidad del organismo de los mamíferos, hay tan solo cuatro tipos
básicos de tejidos:
• Tejido epitelial
• Tejido conjuntivo
• Tejido muscular
• Tejido nervioso
Estos cuatro tipos de tejidos no existen aisladamente, sino que se unen unos a otros en
proporciones variables para formar los distintos órganos y sistemas del organismo animal.
TEJIDO EPITELIAL
Los epitelios están constituidos por células generalmente poliédricas, yuxtapuestas,
entre las que se encuentra escasa sustancia extracelular. En general, las células
epiteliales se adhieren firmemente unas a otras, formando capas celulares continuas que
revisten la superficie externa y las cavidades corporales (boca, fosas nasales, tubo
digestivo, etc.). Además de estos epitelios de revestimiento se distinguen los epitelios
glandulares, formados por células especializadas en la producción de secreciones. Hay
también epitelios especializados en la captación de estímulos (luz, olores y gusto)
procedentes del medio ambiente: son los neuroepitelios.
Los epitelios de revestimiento dividen el organismo en compartimientos funcionales
y tienen un papel importante en la absorción de los nutrientes (revestimiento de la
superficie interna del intestino).
Las células epiteliales proceden de las tres hojas germinativas. La mayor parte de
las células epiteliales que revisten la piel, boca, fosas nasales y el ano son de origen
ectodérmico.
Los epitelios que revisten casi todo el tubo digestivo, el árbol respiratorio y las
glándulas del aparato digestivo, como el páncreas y el hígado, son de origen endodérmico.
Otros epitelios, como el endotelio que reviste el interior de los vasos sanguíneos, son de
origen mesodérmico.
TEJIDO CONJUNTIVO
El tejido conjuntivo se caracteriza morfológicamente por presentar diversos tipos de
células separadas por abundante material intercelular, sintetizado por ellas.
La riqueza en material intercelular es una de sus características más importantes. Ese
material está representado por una parte con estructura microscópica definida, las fibras
del conjuntivo, y por la sustancia fundamental amorfa, llamada así porque no presenta una
estructura visible al microscopio óptico; no obstante actualmente su estructura
macromolecular ya es conocida. Una pequeña cantidad de líquido, el plasma intersticial,
baña las células, las fibras y la sustancia amorfa.
Sin embargo, la mayor parte de agua extracelular presente en el tejido conjuntivo
no está libre, sino en forma de agua de solución de las macromoléculas de proteínas y de
glucosaminoglucanos. Las fibras del conjuntivo son de tres tipos principales: colágenas,
reticulares y elásticas.
Los tejidos de la serie del conjuntivo se originan a partir del mesénquima, que es un
tejido embrionario caracterizado por poseer células estrelladas con prolongaciones
sumergidas en abundante sustancia intercelular amorfa, poco viscosa. Estas células,
denominadas células mesenquimatosas, poseen núcleos ovoides, con cromatina fina. El
mesénquima deriva principalmente de la hoja embrionaria media o mesodermo y sus
células emigran al embrión y rodean los órganos en formación y penetran en ellos.
Además de dar origen a los tejidos de la serie del conjuntivo, el mesodermo forma
otras estructuras como los vasos sanguíneos, las células sanguíneas y los tejidos
musculares.
Los tres tipos principales de fibras conjuntivas son las colágenas, reticulares y elásticas,
que se distribuyen de forma desigual entre las distintas clases de tejido conjuntivo.
Muchas veces, las fibras predominantes son responsables de ciertas propiedades del
tejido, como sucede en el tejido elástico, variedad de tejido conjuntivo dotada de gran
elasticidad por ser rica en fibras elásticas.
TEJIDO MUSCULAR
El tejido muscular es responsable de los movimientos corporales. Está formado por células
alargadas que se caracterizan por la presencia de una elevada cantidad de filamentos
citoplasmáticos responsables de la contracción.
Las células musculares son de origen mesodérmico, y su diferenciación se debe
principalmente a un proceso de alargamiento gradual, con síntesis simultánea de
proteínas filamentosas.
De acuerdo con sus características morfológicas y funcionales, en los mamíferos
pueden distinguirse tres tipos de tejido muscular:
• El músculo liso está formado por agregados de células fusiformes que no poseen
estrías transversales. El proceso de contracción es lento y no está sujeto al control
voluntario.
• El músculo estriado esquelético está formado por haces de células cilíndricas
muy largas y plurinucleadas, que presentan estriaciones transversales. Su
contracción es rápida, vigorosa y está sujeta al control voluntario.
• El músculo estriado cardiaco, que también presenta estrías transversales, está
formado por células alargadas y ramificadas que se unen unas a otras mediante los
discos intercalares. Su contracción es involuntaria, vigorosa y rítmica.
Las células musculares están tan diferenciadas y tienen características tan peculiares que
sus componentes han recibido nombres especiales. La membrana se denomina
sarcolema, el citoplasma (con excepción de las miofibrillas), sarcoplasma, el retículo
endoplasmático, retículo sarcoplasmático y las mitocondrias, sarcosomas.
TEJIDO NERVIOSO
El tejido nervioso está distribuido por el organismo interligándose y formando una
red de comunicaciones que constituye el sistema nervioso.
Desde el punto de vista anatómico, este sistema se divide en:
• Sistema nervioso central (SNC), formado por el encéfalo y la médula espinal.
• Sistema nervioso periférico (SNP), formado por los nervios y por pequeños
agregados de células nerviosas denominados ganglios nerviosos. Los nervios están
constituidos principalmente por prolongaciones de las neuronas (células nerviosas)
situadas en el sistema nervioso central o en los ganglios nerviosos.
El tejido nervioso está constituido por dos elementos principales: a) las neuronas, células
que presentan generalmente largas prolongaciones y b) varios tipos de células de la glía o
neuroglia que, además de sostener las neuronas, participan en la actividad neural, en la
nutrición de las neuronas y en los procesos de defensa del tejido nervioso.
MÚSCULO
Los músculos están formados por haces
de células muy largas (hasta 30 cm), cilíndricas y
plurinucleadas, cuyo diámetro varia entre 10 y
100 µm, llamadas fibras musculares estriadas.
Estas fibras musculares se originan en el embrión
por fusión de células alargadas, los mioblastos.
En un músculo, las fibras musculares están organizadas en haces rodeados por
una cubierta externa de tejido conjuntivo, llamado epimisio. Del epimisio parten tabiques
muy finos de tejido conjuntivo que se dirigen al interior del músculo, dividiéndolo en
fascículos.
Estos tabiques se denominan perimisio. El perimisio envuelve cada fascículo de fibras
musculares. A su vez, cada fibra muscular está rodeada por una capa muy fina, formada
por la capa basal de la fibra muscular y por fibras musculares del endomisio.
El tejido conjuntivo mantiene unidas las fibras musculares, permitiendo que la
fuerza de contracción generada por cada una de ellas individualmente actúe sobre el
músculo entero, contribuyendo a su contracción. Este papel del tejido conjuntivo tiene gran
significado funcional porque, en la mayoría de las veces, las fibras no se extienden de un
extremo del muslo al otro.
También por intermedio del tejido conjuntivo la fuerza de contracción del músculo se
transmite a otras estructuras tales como los tendones, los ligamentos y el hueso.
El cuerpo humano se cubre de unos 650 músculos de acción voluntaria. Tal riqueza
muscular permite disponer de miles de movimientos. Hay músculos planos como el recto
del abdomen, en forma de huso como el bíceps o muy cortos como los interóseos del
metacarpo. Algunos músculos son muy grandes, como el dorsal en la espalda, mientras
otros muy potentes como el cuadriceps en el muslo. Además los músculos sirven como
protección a los órganos internos así como de dar forma al organismo y expresividad al
rostro.
Fig. Músculos del cuerpo
ÓRGANO
Un órgano, por ejemplo el corazón, el hígado o el riñón, es una masa
anatómicamente diferenciada. Está formado
desde el punto de vista anatómico por distintos
grupos de tejidos, normalmente de distintos
tipos, que realizan funciones específicas.
El término “sistema” se puede utilizar
para:
• Describir células con una función similar pero
que se distribuyen por distintos sitios
anatómicos.
• Describir un grupo de órganos con funciones
similares o relacionadas.
Las células especializadas en la producción
de hormonas dispersas por el intestino y por el
pulmón (sistema endocrino difuso) no pueden
ser un órgano, puesto que no forma una masa
anatómicamente diferenciada, mientras que la
lengua, el esófago, el estómago, el intestino, el páncreas exocrino y el recto son
componentes del tracto digestivo.
HUESOS
El tejido óseo es uno de los más resistentes y rígidos del cuerpo humano. Es el
constituyente principal del esqueleto, sirve de soporte a las partes blandas y protege
órganos vitales, como los contenidos en el cráneo, el tórax y la columna vertebral. Aloja y
protege la médula ósea, generadora de las células sanguíneas. Proporciona apoyo a los
músculos esqueléticos, transformando sus contracciones en movimientos útiles, y
constituye un sistema de palancas que amplía las fuerzas generadas en la contracción
muscular.
Además de cumplir estas funciones, los huesos actúan como depósitos de calcio,
fosfato y otros iones, almacenándolos o liberándolos de forma controlada para mantener
constante su concentración en los líquidos orgánicos (líquido intersticial, sangre y linfa).
El tejido óseo es un tipo especializado de tejido conjuntivo formado por células y
material intercelular calcificado, la matriz ósea. Las células son:
• Los osteocitos, que se sitúan en cavidades o lagunas en el interior de la
matriz.
• Los osteoblastos, productores de la parte orgánica de la matriz.
• Los osteoclastos, células gigantes, móviles y plurinucleadas, que
reabsorben el tejido óseo participando en los procesos de remodelación de
los huesos.
El esqueleto humano consta por lo general de 206 huesos. El cráneo que protege el
encéfalo, los ojos y los oídos tienen 29. La columna vertebral, columna flexible que
sustenta el esqueleto, tiene 26 vértebras. Los 25 huesos de la caja torácica protegen el
corazón y los pulmones. El arco pectoral, los brazos y las manos suman 64 huesos más,
mientras que entre la zona lumbar, las piernas y los pies reúnen un total de 62 piezas
óseas.
ENFERMEDADES
DIABETES
EPIDEMIOLOGÍA
La diabetes es sin duda un problema creciente de Salud Pública y una de las principales
causas de muerte, discapacidad y altos costos requeridos para su cuidado.
De acuerdo con estudios epidemiológicos nacionales, realizados en el año 2000,
alrededor de 10.7% de la población mexicana con edad de 20 años y más padece
diabetes, pero 35% ignora que la tiene. Esto significa que en México existen mas de 5.5
millones de personas enfermas, de las cuales alrededor de un millón y medio no han sido
diagnosticadas. Este hecho impide que los individuos busquen tratamiento o que,
sabiéndose enfermos, no acudan a los servicios de salud o lo hagan de manera irregular.
La diabetes es la causa más importante de amputación de miembros inferiores de
origen no traumático, así como de otras complicaciones como retinopatía e insuficiencia
renal; además, es uno de los factores de riesgo más trascendentes en cuanto a
enfermedades cardiovasculares.
En términos generales, puede decirse que la prevalencia de este padecimiento no
ha dejado de aumentar en las últimas décadas, como consecuencia de una serie de
factores, entre los que deben mencionarse una mayor longevidad de la población, el
progresivo incremento de la obesidad y el sedentarismo entre los diversos grupos
sociales, así como cambios en los hábitos alimentarios.
Otro aspecto fundamental de la epidemiología de la diabetes en México es la proporción
de individuos (alrededor de 10%) que desarrollan diabetes tipo 2 antes de los 40 años de
edad. Estas personas se encuentran en mayor riesgo de desarrollar complicaciones
crónicas, ya que están expuestas a los efectos de la hiperglucemia por periodos más
prolongados, comparados con quienes adquieren la enfermedad después de la quinta o
sexta década de su vida.
Por tratarse de una enfermedad incurable, el paso del tiempo hace que las
personas con diabetes no sean regulares en la demanda de su atención, hecho que
conduce a un deficiente control metabólico de la enfermedad. Solo una pequeña fracción
de los afectados acude regularmente a los servicios de salud y, de éstos,
aproximadamente un tercio logra un control metabólico adecuado.
DEFINICIÓN
La diabetes es una enfermedad sistémica, crónico degenerativa, de carácter heterogéneo,
con grados variables de predisposición hereditaria y con participación de diversos factores
ambientales, caracterizada por el aumento de los niveles de glucosa sanguínea
(hiperglucemia), causada por un defecto (completo o no) en la secreción o acción de la
insulina.
En una persona con diabetes, la producción de insulina se encuentra disminuida o
su acción es menor, lo que impide que la glucosa penetre en las células y su
concentración se mantiene elevada en sangre, produciendo los síntomas clásicos de
Poliuria, Polidipsia y Polifagia. Puesto que no puede recibirse energía proveniente de los
azúcares, el organismo intenta obtenerla de las grasas, produciéndose una movilización
de estas últimas que se encuentran almacenadas en el tejido adiposo. Por tanto, esta es
una de las causas del adelgazamiento del diabético no controlado.
SÍNTOMAS
Los síntomas cardinales de la diabetes son:
• Poliuria
• Polidipsia
• Polifagia
• Perdida de peso
TIPOS
Diabetes tipo 1
Es de las de menor incidencia. Anteriormente se conocía como diabetes dependiente de
insulina o diabetes juvenil. Ésta constituye menos de 5% de todos los casos de diabetes
diagnosticados. El organismo no produce insulina y el enfermo debe administrársela
diariamente, para mantenerse sano.
Este tipo de diabetes de diagnostica con mayor frecuencia en personas menores de
20 años, pero puede ocurrir a cualquier edad. En general, no afecta a todos los miembros
de la misma familia y aparece comúnmente en individuos que son delgados o de peso
normal. El riesgo de cetosis está aumentado en estos pacientes.
Diabetes tipo 2
La diabetes tipo 2, conocida anteriormente como diabetes no dependiente de insulina o
diabetes del adulto, constituye más de 95% de todos los casos de diabetes
diagnosticados.
En la mayoría de los casos, la detección es tardía, por ello los niveles de glucosa
que se registran son, por lo regular, elevados; sin embargo, también ocurre en personas
con niveles por arriba de 126 mg/dL, es decir, en individuos con niveles cercanos a la
normalidad. En general, se diagnostica en gente con más de 40 años de edad, pero
también se localiza en niños, adolescentes y adultos jóvenes. En México la diabetes da
inicio entre los 20 y los 40 años de edad, tiende a afectar a personas en la misma familia y
regularmente aparece en individuos con sobrepeso; además, aumenta el riesgo de
padecer hipertensión arterial e hipercolesterolemia.
Diabetes gestacional
La diabetes gestacional se desarrolla entre 4 y 11% de todos los embarazos, pero
desaparece al finalizar la gestación; no obstante, las mujeres que han tenido esta diabetes
muestran un riesgo más elevado de desarrollar diabetes tipo 2 en el futuro, pues algunos
estudios comprueban que cerca de 50 a 54% de las mujeres con historia de diabetes
gestacional desarrolló diabetes en los siguientes cinco años. Asimismo, la obesidad
también está asociada con un alto riesgo de desarrollar este tipo de padecimiento. Ocurre
con más frecuencia en mujeres afroamericanas, hispanas, latinoamericanas, indias
americanas y con antecedentes familiares de diabetes.
Otros tipos específicos
Resultan como consecuencia de síndromes genéticos específicos, cirugía, drogas,
malnutrición, infecciones y otras enfermedades. Se calcula que estos otros tipos forman
entre 1 y 2% de todos los casos diagnosticados de diabetes.
DIAGNÓSTICO
La enfermedad por lo regular es asintomática durante los primeros tres a siete años, a
causa, principalmente, del paulatino aumento de los niveles de glucosa en sangre; niveles
mayores de 160 mg/dL se asocian con pocas manifestaciones clínicas hasta alcanzar
cifras superiores a 200 mg/dL, momento en el que la sintomatología ya es clara.
TRATAMIENTO
Los objetivos fundamentales del tratamiento para todos los tipos de diabetes son:
• Alivio de los síntomas.
• Mantener el control metabólico.
• Mejoría de la calidad de vida.
• Prevención de las complicaciones agudas y crónicas.
• Disminución de la mortalidad.
• Tratamiento de las enfermedades que acompañan a la diabetes.
Tratamiento NO farmacológico
Se recomienda que se aplique de manera estricta, durante un periodo de por lo menos
seis meses. Este tratamiento es básico para el paciente diabético y consiste en tres
actividades fundamentales:
Un plan de alimentación
Actividad física
Control de peso
Tratamiento farmacológico
El manejo farmacológico se iniciará en caso de que no se alcancen las metas de
tratamiento establecidas entre el médico y el paciente durante un periodo de seis meses,
con tratamiento no farmacológico; o bien, cuando el médico tratante lo juzgue pertinente,
iniciar desde el principio con medicamentos o en presencia de hiperglucemia sintomática.
Los medicamentos a usar para el control de la diabetes son: sulfonilureas,
biguanidas, insulinas o combinaciones de estos medicamentos. Asimismo, se podrán
utilizar los inhibidores de alfa glucosidasas, y tiazolidinedionas.
Nivel estándar de glucosa
70 - 140 mg/dL
HIPERTENSIÓN ARTERIAL
(HTA)
EPIDEMIOLOGÍA
En el mundo existen 600 millones de hipertensos; de éstos, 420 millones corresponden a
países en vías de desarrollo. Se calcula que 1.5% de los hipertensos muere cada año por
causas directamente relacionadas con la hipertensión.
En México, las enfermedades crónico-degenerativas cada vez más se presentan en
edades más tempranas y ocupan las principales causas de mortalidad general.
En la actualidad, alrededor de 17 millones de mexicanos tienen algún grado de HTA
y más de 60% de ellos desconoce padecerla. El aumento de la esperanza de vida y la
elevada frecuencia de los factores de riesgo, determinan parcialmente el incremento de la
prevalencia de esta enfermedad y sus complicaciones, siendo uno de los problemas de
salud más frecuentemente observados en la población mexicana y la cual atiende
diariamente el personal de salud.
De acuerdo a estudios nacionales en 1993, la prevalencia de HTA en la población
de 20 años y más fue de 26.6%, siete años después aumentó a 30%. Esto significa que
alrededor de 17 millones de personas son hipertensas. De todos los pacientes
hipertensos, 39% tenia diagnóstico previo y 61% lo ignoraba, es decir, 9.4 millones no
sabían que eran hipertensos. También se observó una relación directa entre edad y
desarrollo de la HTA, la cual resume que la prevalencia de HTA se incrementa con la
edad.
La relación entre obesidad y el desarrollo de HTA se ha revisado en varios estudios
en México, la prevalencia de obesidad para el año 2000 fue de 24.4%. De éstos, 46.8%
registró hipertensión arterial, mientras en la población no obesa fue de 24.6%. Lo anterior
representó un riesgo de aproximadamente 2.6 veces más de ser hipertenso con obesidad.
Se encontró además un incremento notable en la prevalencia de hipertensión
arterial conforme se incrementa el índice de masa corporal (IMC).
Con respecto a la mortalidad en México, las enfermedades del corazón y las
enfermedades cerebrovasculares se encuentran en los lugares primero y sexto,
respectivamente; como factores de riesgo subyacentes para ambos padecimientos se
encuentra la HTA y la obesidad.
La morbilidad y mortalidad debida a estos padecimientos ha aumentado sistemáticamente
en las últimas décadas, como consecuencia de una serie de factores, entre los que
destacan, una mayor longevidad de la población, el progresivo incremento de la obesidad,
tabaquismo, aumento en el consumo de alcohol, sedentarismo y el inadecuado manejo del
estrés.
DEFINICIÓN
La presión arterial (PA) se define como la fuerza ejercida por la sangre contra cualquier
área de la pared arterial y se expresa a través de diferentes técnicas de medición, como
presión arterial sistólica, presión arterial diastólica y presión arterial media.
La PA es controlada por el gasto cardiaco y la resistencia vascular periférica, ya que
ésta, es igual al producto de ambas. Este planteamiento es correcto; sin embargo, ninguno
de estos factores la controla de manera absoluta porque, a su vez, dependen de muchos
otros elementos fisiológicos.
El gasto cardiaco y la resistencia vascular periférica, son operadores para el control de la
presión arterial que se deben a sistemas de mecanismos de regulación más complejos,
relacionados entre sí y que tienen a su cargo funciones específicas.
La HTA se define como la elevación de las cifras de tensión arterial sistólica y
diastólica por encima de los valores considerados como normales (140/90 mmHg).
De manera arbitraria, se han considerado como elevados, a aquellos valores que
aumentan la predisposición a sufrir eventos cardiovasculares relacionados con la HTA. Por
esta razón, es preciso considerar por separado y en conjunto, tanto los valores de la
presión arterial sistólica como los de la diastólica.
SINTOMAS
En general, la hipertensión primaria es asintomática hasta que se desarrollan
complicaciones. Los síntomas y signos son inespecíficos y derivan de complicaciones en
órganos blanco; no son patognomónicos de la hipertensión ya que pueden desarrollarse
signos y síntomas similares en los normotensos.
El vértigo, rubor facial, cefalea, epistaxis, fatiga y el nerviosismo no son causados
por la hipertensión sin complicaciones, entre éstas figuran la insuficiencia del ventrículo
izquierdo, cardiopatía aterosclerótica, hemorragia y exudados retinianos y accidentes
vasculares; insuficiencia vascular cerebral e insuficiencia renal.
TIPOS
Hipertensión arterial primaria
Conocida también como idiomática o esencial, es cuando no se conoce causa orgánica
evidente, ni la etiopatogenia, aunque distintos estudios indican que los factores genéticos
y ambientales desempeñan un papel importante en el desarrollo de este tipo de HTA.
Aproximadamente entre 90 y 95% de los hipertensos padece HTA primaria.
Hipertensión arterial secundaria
Es la hipertensión de causa conocida, ya que puede ocasionarse por carga de volumen
con aumento del líquido extracelular (LEC), por vasoconstricción que da un aumento de la
resistencia vascular periférica, por combinación de sobrecarga de volumen y
vasoconstricción. Aproximadamente entre 5 y 10% del total de los hipertensos la padecen,
y en algunos casos, los pacientes pueden curarse con cirugía o con tratamiento médico
específico.
DIAGNÓSTICO
El diagnóstico de la hipertensión primaria se basa en comprobar que las presiones
sistólica y diastólica sean superiores a los rangos considerados como normales, siempre y
cuando se excluyan causas secundarias tales como hipertensión renovascular, síndrome
de la bata clínica, ingesta de café previo a la toma, actividad física, entre otros.
Al menos dos mediciones deben ser realizadas en dos o más visitas al médico, para
poder calificar como hipertensa a una persona.
TRATAMIENTO
Los objetivos fundamentales del tratamiento no varían para la mayoría de las
enfermedades crónicas y son:
• Alivio de los síntomas.
• Mantener el control de la presión arterial.
• Mejoría de la calidad de vida.
• Prevención de las complicaciones agudas y crónicas.
• Tratamiento de las enfermedades que acompañan a la HTA.
• Disminución de la mortalidad.
La reducción de esta enfermedad requiere la puesta en marcha de acciones de tipo
preventivo, encaminadas a inducir cambios en los estilos de vida de la población, con el fin
de modificar los factores de riesgo que eventualmente conducen a la HTA.
Con una detección oportuna se espera efectuar una intervención temprana en el
control de la HTA e impulsar el tratamiento no farmacológico entre los individuos con
prehipertensión e HTA etapas 1 y 2, apoyándose fundamentalmente en el control e los
factores de riesgo, es decir, reducción del consumo de sal, reducción del consumo de
alcohol, aumento del consumo de potasio, ejercicio físico, control de peso y alimentación
saludable.
Tratamiento NO farmacológico
Alimentación saludable
El beneficio principal de un cambio de alimentación es la rápida disminución de la presión
arterial y el control de peso, por lo que el manejo efectivo de la hipertensión arterial no se
puede conseguir sin una dieta apropiada.
La terapia nutricional es el elemento más importante en el plan terapéutico de los
pacientes con hipertensión, aunado al ejercicio, estas son las primeras intervenciones que
se requieren para controlar la enfermedad.
Tratamiento farmacológico
El tratamiento farmacológico debe ser individualizado, de acuerdo con el cuadro clínico,
tomando en cuenta el modo de acción, indicaciones y contraindicaciones, efectos
adversos, interacciones farmacológicas, enfermedades concomitantes y costo económico.
Los grupos terapéuticos a considerar son:
• Diuréticos. De este grupo se emplean con mayor frecuencia las tiazidas, las cuales
provocan diuresis del sodio y disminución de volumen.
• Antiadrenérgicos. Actúan en el nivel central (clonidia, metildopa, guanabenz,
guanfacina), los bloqueadores ganglionares (trimetafan) y posganglionares
(guanetidina) se utilizan poco en la práctica. La metildopa puede ser útil en el
embarazo.
• Vasodilatadores. Comprenden hidralazina, minoxidil, diazóxido y nitroprusiato. Se
utilizan poco como fármacos para el control de la HTA esencial y se suelen reservar
en vía intravenosa para el tratamiento de las emergencias hipertensivas.
• Antagonistas del calcio. Modifican la entrada de calcio a las células e impiden la
unión a los lugares específicos de la subunidad alfa 1 de los canales de calcio tipo L
dependientes de voltaje. Son ampliamente usados y presentan un buen perfil de
eficacia/tolerancia.
• Inhibidores de la enzima convertidota de angiotensina (IECA). Actúan inhibiendo la
enzima que convierte la angiotensina I en angiotensina II. Son especialmente
valiosos en la HTA renal y vasculorrenal.
• Antagonistas de los receptores de angiotensina II (ARA-II). Su mecanismo de
acción consiste en el bloqueo de la unión de la angiotensina II a su receptor
específico AT 1. su principal ventaja es que no producen tos. Todavía no existen
estudios a largo plazo que demuestren su eficacia, aunque es probable que
produzcan los mismos efectos beneficiosos que los IECA. Entre ellos están
losartán, valsartán, irbesartán.
OBESIDAD
EPIDEMIOLOGÍA
Lo obesidad es una enfermedad crónica, que afecta a todos los grupos poblacionales. El
sobrepeso y la obesidad son tan comunes como la diabetes tipo 2 (Diabetes mellitus),
dislipidemias, hipertensión arterial (HTA) y las enfermedades cardiovasculares (ECV), que
han pasado a ser las primeras causas de muerte, lugar que ocupaban tradicionalmente las
enfermedades infecciosas y la desnutrición.
Expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) han reconocido al
sobrepeso y a la obesidad, como un problema de Salud Pública mundial en diversas
poblaciones tanto de países desarrollados, donde el problema es mayor, como en aquellos
en vías de desarrollo, donde el incremento es paulatino.
En los últimos años se han generado datos que sustentan un incremento en la
prevalencia e incidencia de la obesidad en todos los grupos de edad, razas, grupos
étnicos, tanto en hombres como en mujeres.
Esto preocupa a los sistemas de salud mundiales por sus consecuencias negativas
en salud, lo cual puede ser visto muy claramente en el rápido incremento de casos nuevos
de Diabetes mellitus, HTA, dislipidemias y enfermedades cardiovasculares, padecimientos
en los que la obesidad es el principal factor de riesgo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), considera la obesidad como la
enfermedad nutricional más común del mundo, estimando alrededor de 300 millones de
adultos obesos.
En el ámbito mundial, las mujeres presentan mayores tasas de obesidad (IMC>30) que los
hombres, aunque estos últimos tienen mayores tasas de sobrepeso (IMC>25 y <30).
Respecto de la asociación entre nivel socioeconómico y obesidad, en los países en
desarrollo se ha observado una relación positiva para los hombres pero negativa para las
mujeres.
DEFINICION
La obesidad es una enfermedad caracterizada por la acumulación excesiva de grasa en
forma de tejido adiposo, que propicia efectos negativos en la salud del individuo.
La causa básica es un balance positivo de energía, con la consiguiente ganancia de
peso. Sin embargo, los individuos obesos difieren no sólo por el grado en el exceso de
grasa almacenada, sino también por la distribución regional de la misma en el cuerpo. La
distribución de la grasa influye de manera importante en los riesgos asociados con la
obesidad y con los tipos de enfermedades que pueden resultar.
El índice de masa corporal (IMC) o de Quetelet, es el más aceptado por la mayoría
de los grupos de población adulta, debido a que es el menos afectado por la talla y es fácil
calcularlo. Además, este índice se correlaciona con muchos otros procedimientos
antropométricos en cuanto a la predicción de riesgo de morbilidad y mortalidad.
La distribución de la grasa en el cuerpo tiene mucha importancia en el momento de
predecir las posibles complicaciones derivadas de la obesidad. La circunferencia de la
cintura es una determinación muy sencilla para valorar la distribución de la grasa y permite
distinguir dos tipos:
• Obesidad androide, central o abdominal: el exceso de grasa se localiza
preferentemente en abdomen.
Este tipo de obesidad se asocia con un mayor riesgo de resistencia a la insulina,
hiperinsulinemia, intolerancia a la glucosa, propensión a la diabetes mellitus tipo 2,
hiperlipidemia, aterosclerosis, isquemia o infarto del miocardio, hipertensión arterial,
gota, hiperuricemia, trastornos menstruales, hiperandrogenismo y síndrome de
ovario poliquístico.
• Obesidad ginecoide o periférica: la grasa se acumula básicamente en la
cadera y muslos.
Este tipo de distribución se relaciona principalmente con insuficiencia venosa en
extremidades inferiores (várices) y artrosis de rodilla (gonartrosis), constituyendo
una obesidad con menor riesgo que la de tipo androide.
ETIOLOGÍA, FISIOPATOLOGÍA Y SÍNDROME METABÓLICO
La obesidad es consecuencia de un desequilibrio de energía, por ejemplo cuando la
ingesta (obtenida por alimentos) supera al gasto de la misma (actividad física
desarrollada), durante un periodo prolongado, se da un balance positivo de energía
(ganancia de peso), como resultado de la interacción entre los factores y no la acción de
uno solo que la población percibe que es el que propicia el desequilibrio.
El mundo moderno y la tecnología actual han propiciado un “ambiente obesogénico”
en el que la tendencia, de acuerdo con los patrones de trabajo y de transporte, hacen que
en general las personas sean menores activas y tengan actitudes más sedentarias. Al
mismo tiempo la sociedad tiende a consumir alimentos procesados producidos a gran
escala, que contienen altas cantidades de grasa y calorías, carecen de fibra y
micronutrimentos indispensables para el organismo, por lo que este ambiente asegura
irremediablemente a la obesidad como la enfermedad del siglo XXI.
ENFERMEDADES DIARREICAS AGUDAS
(EDA)
Las enfermedades diarreicas agudas, también conocidas como diarrea,
enfermedad diarreica, síndrome diarreico o gastroenteritis aguda, se definen
cuando una persona ha tenido tres o más evacuaciones intestinales en 24
horas, de consistencia líquida o semilíquida, con o sin sangre.
EPIDEMIOLOGÍA
Las enfermedades diarreicas agudas fueron, durante mucho tiempo, el origen de un gran
numero de casos y defunciones debidos al desconocimiento de sus causas y mecanismos
de transmisión.
Desde 1960, con la estrategia de promoción del manejo efectivo de la
deshidratación por diarrea con la Terapia de Rehidratación Oral (TRO) y el uso de Vida
Suero Oral (VSO), se logró disminuir las altas tasas de mortalidad, especialmente en los
niños menores de cinco años. Este logro también se debe a las distintas estrategias que
se han manejado y que incluyen actividades específicas de prevención y control, además
de algunas relacionadas con la Vigilancia Epidemiológica.
Las enfermedades diarreicas en México aún ocupan uno de los primeros lugares
como causa de morbilidad en menores de cinco años, generando 20% de la demanda de
consulta en los servicios de salud y 10% de las hospitalizaciones al año. Uno de cada tres
casos ocurre en menores de cinco años, quienes presentan entre tres y seis episodios
diarreicos por año y generan altas tasas de hospitalización y demanda de consulta
médica.
ETIOLOGÍA
Las diarreas pueden ser de origen infeccioso y no infeccioso. Los agentes etiológicos más
frecuentes de la diarrea infecciosa son, en orden decreciente: virus, bacterias, parásitos y
hongos.
Solo un pequeño porcentaje de los episodios de diarrea es de origen no infeccioso;
sin embargo, las diarreas también pueden tener otras causas: por uso de antibióticos, por
intolerancia a disacáridos, por alergia a las proteínas de la dieta y por asociación con otros
padecimientos.
CLASIFICACIÓN CLÍNICA
Para fines didácticos, los cuadros de diarrea se pueden clasificar por el periodo de
duración y por las características de las heces de la siguiente manera:
• Por el tiempo:
a) Diarrea aguda: aquella que dura menos de 14 días.
b) Diarrea persistente: si la diarrea dura 14 días o más.
• Por las características de las heces:
a) Diarrea acuosa: heces líquidas sin sangre.
b) Diarrea disentérica: heces líquidas con sangre.
• Por el estado de hidratación del paciente:
a) Sin deshidratación.
b) Con deshidratación (leve, moderada o severa).
Diarrea aguda ocasionada por virus
Algunos virus tienden a causar principalmente la enfermedad diarreica en grupos de edad
específicos, además de presentar su propia actividad estacional.
En México los rotavirus ocupan el primer lugar como causa de infección intestinal,
seguido de los adenovirus, astrovirus, calcivirus y virus Norwalk, así como un grupo de
virus similares a Norwalk. Otros virus, tales como los coronavirus, torovirus, picobirnavirus
y picornavirus, también son causa de diarrea, pero con menor trascendencia
epidemiológica.
Diarrea aguda de etiología bacteriana
Entre los agentes bacterianos que se han identificado con más frecuencia como causantes
de diarrea están Shigellae sp, Escherichia coli enterotoxigénica (ECET), Escherichia coli
enteropatógena (ECEP) y Campylobacter jejuni.
Otras enterobacterias menos frecuentes son Salmonella sp, Aeromonas hydrophila,
Plesiomonas shigelloides, Yersinia enterocolitica, Escherichia coli enteroinvasiva (ECEI) y
Escherichia coli enteroadherente (ECEA). Vibrio cholerae aparece entre los agentes
bacterianos, pero aún menos frecuente en México.
Principales enfermedades diarreicas de etiología parasitaria
En México, las diarreas más frecuentes por parásitos son la amibiasis, la giardiasis y la
criptosporiadiasis. La fuente de infección en todos los casos es la fecal-oral.
La amibiasis intestinal en México se encuentra dentro de las primeras 20 causas de
morbilidad, con un promedio de 1.0 a 1.5 millones de casos por año, ocupando el quinto
lugar de morbilidad nacional.
Diarreas por intoxicaciones alimentarias
Las intoxicaciones alimentarias se presentan como consecuencia de la ingestión de
alimentos cuya composición tiene una serie de sustancias tóxicas de origen químico no
bacteriano; o bien por el resultado de la acción de las toxinas microbianas liberadas en el
alimento e ingeridas por el individuo; por ejemplo, botulismo, enterotoxina esafilocócica,
etc.
CARACTERÍSTICAS CLÍNICAS
Por su etiología (viral, bacteriana y amibiana) las manifestaciones clínicas de las
enfermedades diarreicas son:
• Etiología viral:
Vómitos frecuentes
Diarrea líquida abundante
Ausencia de fiebre
• Etiología Bacteriana (gérmenes enteroinvasores):
Evacuaciones mucosanguinolentas abundantes
Fiebre elevada persistente
Mal estado general
• Amibiana:
Evacuaciones mucosanguinolentas escasas
Ausencia de fiebre
Buen estado general
Pujo y tenesmo
COMPLICACIONES
Las dos principales complicaciones de la enfermedad diarreica son deshidratación y
desnutrición.
TRATAMIENTO
Para un tratamiento adecuado del paciente con enfermedad diarreica aguda, en primer
lugar se debe evaluar el estado de hidratación, así como los problemas asociados a la
diarrea.
La detección de deshidratación se basa en los signos observados cuando el
paciente es examinado. Los signos que deben ser evaluados en cada paciente son:
• Presencia o ausencia de sed.
• Aspectos oculares.
• Hidratación de boca y lengua.
• Presencia o ausencia del signo del pliegue para observar la elasticidad de la
piel, presencia o ausencia de lágrimas.
• Tensión de la fontanela anterior en menores de un año de edad.
• Llenado capilar
• Pulso.
Después de examinar al paciente, se debe clasificar el grado de deshidratación para
seleccionar el plan de tratamiento apropiado.
Plan A: Enfermedad diarreica sin deshidratación.
Alimentación. Continuar con lactancia materna y la alimentación habitual con una
mayor frecuencia que la acostumbrada.
Líquidos. Aumentar la ingesta de los líquidos de uso regular en el hogar, así como
Vida Suero Oral.
Consulta oportuna. Capacitar a la madre o al responsable del cuidado del paciente
para reconocer los signos de deshidratación y otros de alarma por enfermedades
diarreicas, con objeto de que acuda nuevamente en demanda de atención médica.
No automedicarse.
Plan B: Enfermedad diarreica con deshidratación.
• Ministrar 100 mL de peso de Vida Suero Oral durante cuatro horas, dosis
fraccionada cada 30 minutos.
• Si el paciente presenta vómito, esperar diez minutos e intentar otra vez la
hidratación oral más lentamente.
• Al mejorar el estado de hidratación, pasar al plan A. En caso contrario,
repetir el plan B por otras cuatro horas o pasar al plan C.
• Si los vómitos persisten, existe rechazo al suero oral o gasto fecal elevado,
se hidratará con sonda nasogástrica, a razón de 20 a 30 mL/kg/h.
• Todo el tratamiento debe ser supervisado en la unidad de salud.
Plan C: Enfermedad diarreica con choque hipovolémico por deshidratación.
• Comience con líquidos intravenosos inmediatamente. Administre solución
Hartman o solución salina isotónica a 9%.
• Si no hay mejoría, aumente la velocidad de infusión.
• Cuando pueda beber, pase a uso de Vida Suero Oral.
• Evalúe cuidadosamente al paciente.
Uso de antimicrobianos en las enfermedades diarreicas
Los antimicrobianos no son de utilidad en el tratamiento de las enfermedades diarreicas
que no se acompañan de sangre (90% de los casos). Por otra parte, su uso puede
propiciar que la enfermedad se prolongue, además de ocasionar las resistencias
bacterianas. Los antimicrobianos solo están indicados en casos de diarrea por Shigella sp,
Vibrio cholerae, Giardia lamblia y Entamoeba histolytica.
INFECCIONES RESPIRATORIAS AGUDAS
(IRA)
EPIDEMIOLOGÍA
Las infecciones respiratorias agudas (IRA) son la causa más frecuente de enfermedades
en las niñas y niños menores de cinco años de edad y el principal motivo de consulta en
los servicios de salud.
Los menores de cinco años de edad en especial, presentan de cuatro a ocho
episodios de IRA por año. En las áreas rurales, la incidencia es discretamente menor (uno
a tres episodios) mientras que en las urbanas es mayor (seis a once), situación que puede
afectar su crecimiento y desarrollo. Por otra parte, las IRA generan alrededor de 30% de la
consulta externa en los servicios de salud y cerca de 40% en las hospitalizaciones
pediátricas.
La IRA (incluyendo la influenza y neumonías), han sido una de las principales
causas de mortalidad en México, sobre todo en la población infantil. En los últimos años
las diferencias pasaron de más de 8,000 defunciones a 3,894 en el último año.
El Sistema Epidemiológico y Estadístico de Defunciones (SEED) ha sido una
herramienta útil para obtener de manera oportuna información sobre mortalidad general y
por entidad nosológica específica. En el caso de IRA, durante un periodo de 10 años se
logró un descenso de más de 70% en las tasas de mortalidad para esta causa.
PREVENCIÓN
En México se han obtenido avances importantes en la prevención y control de estos
padecimientos, sin embargo aún representan un problema de Salud Pública y un desafío a
resolver.
Las actividades que han demostrado ser efectivas en la prevención de las
infecciones respiratorias agudas y que el personal de salud debe promover en la
comunidad se pueden resumir en:
• Dar lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida.
• Vigilar y corregir el estado nutricional del niño.
• Asegurar el esquema completo de vacunación de acuerdo a la edad.
• Evitar el hábito de fumar cerca de los niños.
• Evitar la quema de leña, o el uso de braseros, en habitaciones cerradas.
• Evitar los cambios bruscos de temperatura.
• En tiempos de frío, mantener abrigados a los niños
• Proporcionar el aporte adecuado de líquidos, frutas y verduras amarillas o
anaranjadas, que contengan vitamina A y C.
• Evitar el hacinamiento humano para disminuir la transmisión de estos
padecimientos.
• Ventilar la habitación del niño.
• Fomentar la atención médica del niño sano.
ETIOLOGÍA
La etiología de estas infecciones es variada, incluye principalmente virus, bacterias y
micoplasmas, pero en su mayoría, los cuadros clínicos tienen una etiología viral primaria.
Se considera que más de 90% de los casos de IRA son de etiología viral, particularmente
las del aparato respiratorio superior.
En las infecciones del aparato respiratorio inferior, los virus también son los más
frecuentes (60 a 70%), sin embargo, un porcentaje elevado (30 a 40%) es de etiología
bacteriana.
El mecanismo de diseminación de las infecciones virales es el contacto directo con
personas enfermas; duran menos de 15 días y, por lo general, son autolimitadas y no
requieren tratamiento antimicrobiano.
La complicación mas importante de las IRA es la neumonía; de ahí la importancia en la
atención de las niñas y los niños, para el reconocimiento de tal complicación, la cual debe
atenderse urgentemente.
CUADRO CLÍNICO
El cuadro clínico se caracteriza por la presencia de tos, obstrucción y secreciones nasales,
dolor y enrojecimiento de garganta, ronquera, dolor o secreción de oído y puede haber
dificultad para respirar.
EVALUACIÓN CLÍNICA Y CLASIFICACIÓN
En todo caso de IRA, la evaluación del paciente debe estar orientada en primer lugar a
descartar neumonía y se deberá disponer en todas las unidades de salud del
equipamiento e insumos necesarios para la correcta evaluación y tratamiento, a saber:
cronómetro, estetoscopio, otoscopio neumático, termómetros, básculas pesa-bebé, mesa
de exploración, abatelenguas, antibióticos, analgésicos y antipiréticos.
De acuerdo a las características clínicas, las IRA se clasifican en:
• Sin neumonía
• Con neumonía e insuficiencia respiratoria leve (polipnea o taquipnea)
• Con neumonía e insuficiencia respiratoria grave (tiros u otros signos de insuficiencia
respiratoria.)
Si se considera el paciente con IRA que no presenta signos y síntomas de neumonía, se
debe diferenciar entre aquellas entidades nosológicas que no requieren tratamiento
antimicrobiano y que son las más frecuentes: rinofaringitis, faringitis congestiva, faringitis
vesiculosa, laringotraqueítis viral o bronquitis; y aquellas que sí requieren tratamiento
antimicrobiano como la otitis media aguda, faringoamigdalitis purulenta, sinusitis y
traqueítis bacteriana.
Otros signos, que también obligan a que la madre o responsable del cuidado del
menor solicite atención médica son:
• Más de tres días con fiebre.
• Fiebre o hipotermia, en el niño menor de dos meses.
• Otalgia u otorrea.
• Pus en las amígdalas.
Otros padecimientos del grupo de las IRA que también demandan atención con
frecuencia, en los Servicios de Salud, se refieren a la faringitis, que es una enfermedad
inflamatoria de la mucosa y estructuras adyacentes a la garganta.
Clínicamente existen tres entidades principales: amigdalitis, nasofaringitas y
farongoamigdalitis, que por su evolución puede ser aguda, subaguda o crónica.
Aunque el ardor de la garganta es considerado como una constante en faringitis
bacteriana, en niños se asocia a resfriado común de origen viral.
Otra entidad nosológica de importancia dentro de las IRA es la sinusitis aguda y
crónica. La sinusitis aguda es la inflamación de uno o varios senos paranasales,
habitualmente como complicación de una infección respiratoria viral, y puede ocurrir en
pacientes con rinitis alérgica o alteraciones anatómicas de la nariz.
TRATAMIENTO
Para la atención de las IRA, se cuenta con tres planes generales de tratamiento:
Plan C: Neumonía grave o neumonía leve con factores de mal pronóstico.
Envío inmediato a un hospital.
Traslado con oxígeno, si es necesario (4 a 6 litros por minuto).
Control de la fiebre.
Antibiótico.
Plan B: Neumonía leve, sin factores de mal pronóstico.
Tratamiento ambulatorio (no hospitalizar).
Antibiótico: Trimetoprim con sulfametoxazol.
Incrementar la ingesta de líquidos
Alimentación habitual, pero en pequeñas fracciones, más veces al día.
Control de la fiebre.
Revaloración en 24 horas, o antes, si se agrava.
Plan A: Niños sin neumonía.
Incrementar la ingesta de líquidos.
Mantener la alimentación habitual.
No suspender la lactancia al seno materno.
Control del dolor, la fiebre y el malestar general.
No aplicar supositorios para la fiebre, en menores de un año.
No utilizar jarabes o antihistamínicos.
Revisar el esquema de vacunación y aplicar las dosis faltantes.
Evaluar el estado nutricional.
Antibióticos.
ENFERMEDADES DE TRANSMISIÓN SEXUAL
(ETS)
Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) son infecciones que se adquieren por
tener relaciones sexuales con alguien que esté infectado. Algunas pueden infectar los
órganos sexuales y reproductores. Otras (VIH, hepatitis B, sífilis) causan infecciones
generales en el cuerpo. Las causas de las ETS son las bacterias, parásitos y virus. Existen
más de 20 tipos de ETS, que incluyen:
• Clamidia
• Gonorrea
• Herpes simple
• VIH/SIDA
• VPH
• Sífilis
• Tricomoniasis
La mayoría de las ETS se pueden curar con tratamiento. Es posible tener una de estas
enfermedades aunque no se presente ningún síntoma. En otras ocasiones, los síntomas
pueden desaparecer por sí mismos, pero la enfermedad no se cura si no se recibe
tratamiento. Algunas de estas enfermedades no se pueden curar aún.
Estas enfermedades se transmiten durante las relaciones sexuales por la vagina, por el
ano o durante el sexo oral. Algunas de estas enfermedades (VIH y hepatitis B) también
pueden transmitirse en contacto con sangre infectada.
La mayoría de los microbios causantes de estas enfermedades necesita lugares
cálidos y húmedos para vivir. Por esto infectan la boca, el recto y los órganos sexuales (la
vagina, la vulva, el pene y los testículos). La mayoría de las ETS afectan tanto a hombres
como a mujeres, pero en muchos casos los problemas de salud que provocan pueden ser
más graves en las mujeres. Si una mujer embarazada padece de ETS, puede causarle
graves problemas de salud al bebé.
GONORREA
La gonorrea es una enfermedad de transmisión sexual (ETS), causada por la
Neisseria gonorrhoeae, una bacteria que puede crecer y multiplicarse fácilmente en áreas
húmedas y tibias del aparato reproductivo, incluidos el cuello uterino (la abertura de la
matriz), el útero (matriz) y las trompas de Falopio (también llamadas oviductos) en la
mujer, y en la uretra (conducto urinario) en la mujer y el hombre. Esta bacteria también
puede crecer en la boca, la garganta, los ojos y el ano.
La gonorrea se transmite por contacto con el pene, la vagina, la boca o el ano. No es
necesario que haya una eyaculación para transmitir o contraer la gonorrea. La gonorrea
también puede transmitirse de madre a hijo durante el parto.
SÍFILIS
La sífilis es una enfermedad de transmisión sexual
(ETS) causada por la bacteria Treponema pallidum. A
menudo se le ha llamado “la gran imitadora” porque
muchos de sus signos y síntomas no se distinguen
fácilmente de otras enfermedades. La sífilis se pasa de
una persona a otra a través del contacto directo con una
úlcera sifilítica. Las úlceras aparecen principalmente en los
genitales externos, la vagina, el ano o el recto. También pueden salir en los labios y en la
boca. La transmisión de la bacteria ocurre durante las relaciones sexuales vaginales,
anales u orales. Las mujeres embarazadas que tienen esta enfermedad pueden pasársela
a los bebés que llevan en el vientre. La sífilis no se propaga por el contacto con los
inodoros, las manijas de las puertas, las piscinas, las bañeras normales o de hidromasaje,
ni por compartir ropa o cubiertos.
SINTOMATOLOGÍA
Muchas personas que tienen sífilis no presentan síntomas durante años, pero aun así
enfrentan el riesgo de tener complicaciones en la fase avanzada si no se tratan la
enfermedad. Las personas que están en la fase primaria o secundaria de la enfermedad
transmiten la infección aunque muchas veces las úlceras sifilíticas no se puedan
reconocer. Por lo tanto, las personas que no saben que están infectadas pueden contagiar
la enfermedad.
Fase primaria: La fase primaria de la sífilis suele estar marcada por la aparición de una
sola úlcera (llamada chancro), pero puede que haya muchas. El tiempo que transcurre
entre la infección por sífilis y la aparición del primer síntoma puede variar de 10 a 90 días
(con un promedio de 21 días). Por lo general, el chancro es firme, redondo, pequeño e
indoloro. Aparece en el sitio por donde la sífilis entró al organismo. El chancro dura de 3 a
6 semanas y desaparece sin ser tratado. Sin embargo, si no se administra el tratamiento
adecuado la infección avanza a la fase secundaria.
Fase secundaria: La fase secundaria se caracteriza por erupciones en la piel y lesiones
en las membranas mucosas. Esta fase suele comenzar con la aparición de una erupción
de la piel en una o más áreas del cuerpo, que por lo general no produce picazón. Las
erupciones de la piel asociadas a la sífilis secundaria pueden aparecer cuando el chancro
se está curando o varias semanas después de que se haya curado. La erupción
característica de la sífilis secundaria puede tomar el aspecto de puntos rugosos, de color
rojo o marrón rojizo, tanto en la palma de las manos como en la planta de los pies. Sin
embargo, en otras partes del cuerpo también pueden aparecer erupciones de aspecto
distinto, o que son similares a las causadas por otras enfermedades. Algunas veces, las
erupciones asociadas a la sífilis secundaria son tan leves que pasan desapercibidas.
Además, puede que se presenten otros síntomas durante la fase secundaria de la sífilis,
como fiebre, inflamación de los ganglios linfáticos, dolor de garganta, caída del cabello en
algunas áreas, dolor de cabeza, pérdida de peso, dolores musculares y fatiga. Los signos
y síntomas de la sífilis secundaria desaparecen aun si no son tratados, pero si no se
administra tratamiento la infección progresará a la fase latente y posiblemente hasta la
última fase de la enfermedad.
Fases latente y terciaria: La fase latente (oculta) de la sífilis comienza con la
desaparición de los síntomas de las fases primaria y secundaria. Sin tratamiento, la
persona infectada seguirá teniendo sífilis aun cuando no presente signos o síntomas ya
que la infección permanece en el cuerpo. Esta fase latente puede durar años. En el 15%
de las personas que no reciben tratamiento para la sífilis, la enfermedad puede avanzar
hasta las fases latente y terciaria, que pueden aparecer de 10 a 20 años después de
haberse adquirido la infección. En esta fase avanzada la sífilis puede afectar
posteriormente órganos internos como el cerebro, los nervios, los ojos, el corazón, los
vasos sanguíneos, el hígado, los huesos y las articulaciones. Los signos y síntomas de la
fase terciaria de la sífilis incluyen dificultad para coordinar los movimientos musculares,
parálisis, entumecimiento, ceguera gradual y demencia. El daño puede ser grave y causar
la muerte.
VIRUS DEL PAPILOMA HUMANO
(VPH)
El virus del papiloma humano genital (también
conocido como VPH) es la infección de transmisión sexual
(ITS) más frecuente. Existen más de 40 tipos de VPH que
pueden infectar las zonas genitales de los hombres y las
mujeres. Estos tipos de VPH también pueden infectar la
boca y la garganta.
El VPH no es igual al virus del herpes o del VIH (el virus que causa el sida). Todos estos
virus se pueden transmitir durante el contacto sexual, pero causan síntomas y problemas
de salud distintos.
El virus del papiloma humano genital (también conocido como VPH) es la infección
de transmisión sexual (ITS) más frecuente. Existen más de 40 tipos de VPH que pueden
infectar las zonas genitales de los hombres y las mujeres. Estos tipos de VPH también
pueden infectar la boca y la garganta.
El VPH no es igual al virus del herpes o del VIH (el virus que causa el sida). Todos estos
virus se pueden transmitir durante el contacto sexual, pero causan síntomas y problemas
de salud distintos.
La mayoría de las personas infectadas por el VPH no presentan síntomas o problemas de
salud. En el 90% de los casos, el sistema inmunitario del cuerpo elimina de manera natural
la infección por el VPH en un periodo de dos años.
• Pero hay ocasiones en que ciertos tipos de VPH causan verrugas genitales en
hombres y mujeres. En casos inusuales, estos tipos de virus también causan
verrugas en la garganta, una afección llamada papilomatosis respiratoria recurrente
o PRR.
• Otros tipos de VPH pueden causar cáncer de cuello uterino. Estos tipos de VPH
también pueden ocasionar otros cánceres graves aunque menos frecuentes, como
los cánceres de vulva, vagina, pene, ano y de cabeza y cuello (lengua, amígdalas y
garganta).
Los tipos de VPH que pueden causar verrugas genitales no son los mismos que los que
causan cáncer.
VIH (SIDA)
El VIH por sus siglas significa Virus de la
Inmunodeficiencia Humana. Este virus afecta a las células de
defensa de nuestro cuerpo, llamadas linfocitos T CD4. Si la
infección no es controlada evoluciona con mayor rapidez a lo que
llamamos SIDA. Este virus se encuentra en la sangre, en los
fluidos de los órganos sexuales (líquido preeyaculatorio, semen,
secreción vaginal) y en la leche materna.
Una vez que el VIH se encuentra dentro de las células de nuestro cuerpo, las utiliza para
replicarse sin causar molestias, a esta etapa se le llama asintomática.
Existen tres vías de transmisión:
Sexual. Por contacto sexual no protegido (pene-ano, pene-vagina pene-boca) con una
persona con VIH.
Sanguínea
• Por transfusiones de sangre o sus derivados (plasma, plaquetas) que tienen virus.
• Por trasplante de órganos con VIH o por compartir agujas y/o jeringas en personas
usuarias de drogas inyectables (UDI).
Perinatal
• Una mujer embarazada con VIH puede transmitir el virus al bebé en cualquier momento
del embarazo o durante el parto, a través del canal vaginal por el contacto del bebé con
las secreciones vaginales potencialmente infectadas.
• Por medio de la leche materna (lactancia).
SIDA es un conjunto de enfermedades que se presentan cuando ya hay un daño
importante al sistema de defensas, dejándolo desprotegido contra infecciones
causadas por virus, bacterias, hongos o parásitos que afectan frecuentemente la piel,
aparato respiratorio, digestivo, nervioso, que si no se tratan trae complicaciones de
severas a mortales.
Actualmente, la epidemia del SIDA se ha convertido en un conjunto de problemas
sociales, culturales, económicos y de salud pública, que impacta en los planos:
personal, de pareja, familia y comunitario, de mujeres y hombres en todo el mundo.