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REVISTA HACER FAMILIA. AÑOVI N°6S Comité Editorial: Lily Ariztfa R., Ran Florenzano U .. Isabel Larraín C .. Jorge Montes V .. Jorge Peña V. . Christi ane Raczynski V. . Mar ía Ester Roblero C .. Juan Enrique Zegers H . Directora: Maria Ester Ro bler o C. Editoras: Isabel Larraín C ., Josefina Lecaros S. Redactoras: Magdalena Pulido S., Josefina Schencke R. Documentación: Magdalena Subercaseaux del R. Colaboradores: Bernardita Barros B., Cecilia Fontaine T.. Ana Maria Gálmez B.. Diego lbáñez L., Andrea López E.. Jorge Mittelmann P .• Elena Vial C., Susana Wilson H. Departamento de Arte: M. Victoria Domínguez C. (Estilo y maquetación). Ana Maria Castellón M. (Directora gráfica): Francisca !biela M. (Disef'io); Francisco Santamaría A. (Ilustrador). Fotografía: Patricia Stevenson F.. Ximena Larraín A. Comité Comercial: Jaime Alcalde C.: Bernardo Errázuriz G.: Lorenzo Gazmuri S. : Luis Felipe Hübner G .; Juan Carlos Méndez G.; Patricio Parodi G.; Maria José Ureta V. Publicidad: María José U reta V. (Directora Comercial). Ariela lnguerzon P. (Ventas). Suscripciones: Josefina Soto S. (Coordinadora y atención al suscriptor). M• . de los Ángeles lbáñez V. {Club de suscriptores y puntos de venta). Telemarketing: Carolina Soto S. , telefóno: 215 3685. María del Carmen Ureta V. , telefóno: 215 1231. Secretaria: lsolina Galleguillos V. CURSOS DE O' UENTACIÓN FAMILIAR: Coordinadora académica: Isabel M. Arraztoa V. Proyectos educativos: Constanza Huneeus D. ALÓ, HACER FAMILIA: 217 2769. Coordinación: Ja1me Cárdenas M. Impresión y Pre-impresión: Morgan Impresores. Revista Hacer Familia es una publ icación mensual de Fundación para la Educación y Orientación Familiar Hacer Familia, entidad sin fines de lucro creada en 1981, miembro fundador de la AMFE. con sede en México, y de la FIOF, con sede en España. Consejo Pirectivo de Fundación Hace r Familia: Presidente: Juan Enrique Zegers H. Directores: Ja1me Al calde C. Jorge Montes V. Consejer os: Angélica Cardoen del R. Mar ía Ester Roblero C. Hernán Corral T. TELÉFONO MESA CENTRAL: 217 0539 FAX: 217 9282 E-MAIL: hacerf am@ctcinte rnet.cl E D 1 DIEGO H as;e u nos seis meses n os llamó un susc ript or de Tal ca para hablarnos de Ceci· lia Ouintás. Es u na m ujer que r emeci ó pro- fund amente a quien es la con ocieron mien- tras viven esa ciudad, puesto que reaccio- de manera sobrenatural a la enfermedad de tr es de sus cuatro hi jos -una microcefalia que se mani f iesta meses después de que n a- cen- y a la muerte de su marido, Crist i án lthur - bisquy. Nuestro suscriptor nos hacía ver enton- ces que Ceci l ia no sólo sobrellevó esta tr age- dia con profunda esperanz a, si no que junto a sus niños y a su marido, pr ovocaron mu chas convers iones de vi da a su alreded or. V erda- deros vuel cos en hombr es y mu jer es a l os que esta f amilia abr el hori zon te insospechado de vivir la gratu idad del amor de man era tan plena: quer erse profundamente, sabi endo que el tiempo que pasarían juntos en esta et apa de la exist encia sería muy breve. Días antes de Navidad conocimos a Cecilia, quien luego de unos meses y de con- versarlo con su hijo Cristián, de 14 años. lle- a la conclusión de que su historia puede servir de remezón para muchos. a modo de un "detente. la vi da h ay que vivirla por gran- des m oti vos". Pero en h onor a la ver dad, si la mirada serena y cl ara de Ceci lia rem ece, y Cecilia Quintás y , su hijo Diego, que padece microcefalia. su h istoria conmueve h asta lo más pr ofundo del corazón, es Di ego, fue Di ego, el men or de sus hijos con micr ocef alia, quien plantea las preguntas de fondo, l as de todos l os tiem- pos, y entrega a la vez l as r espuestas. Pocos instantes existen en la vida en que la palabra CERTEZA nos envuel va, y es con Diego en los brazos que se logra ese mo- mento. En Diego se unen toda la flaqueza y la grandeza del ser humano. Por qué vivir, por qué morir , por qué servir, a qui én servi r, por qluchar. hasta dónde ll egar, de qué huir , a quién seguir .. . T oda madre puede anhelar que s us hijos de jen huella en el mundo, trans- formen su ent orno, in fl uyan sobre la gente, inspiren deseos de superarse y ser mejores. nos recue rden nuestras debili dades y t am- bién nues tras fortalezas. T odo eso ha conse- guido Di ego, y seguro tambi én lo hicieron sus h ermanos que ya parti eron. El lo expl ica que Cecil ia mire a l os ojos con una segur i dad im- pr esi onante. Si bi en existe una tendencia natural en el ser humano a huir del dolor. en esta oca- sión es un privilegio conocer la hi storia de esta mujer de "buena voluntad". María Ester Roblero Cum Directora Revista Hacer Familia

Cecilia quintas y su familia de dos mundos

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REVISTA HACER FAMILIA. AÑOVI N°6S

Comité Editorial: Lily Ariztfa R., Ramón Florenzano U .. Isabel Larraín C .. Jorge Montes V .. Jorge Peña V. . Christiane Raczynski V. . María Ester Roblero C .. Juan Enrique Zegers H .

Directora: Maria Ester Roblero C. Editoras: Isabel Larraín C ., Josefina Lecaros S. Redactoras: Magdalena Pulido S., Josefina Schencke R. Documentación: Magdalena Subercaseaux del R. Colaboradores: Bernardita Barros B., Cecilia Fontaine T.. Ana Maria Gálmez B .. Diego lbáñez L. , Andrea López E .. Jorge Mittelmann P .• Elena Vial C., Susana Wilson H. Departamento de Arte: M. Victoria Domínguez C. (Estilo y maquetación). Ana Maria Castellón M. (Directora gráfica): Francisca !biela M. (Disef'io); Francisco Santamaría A. (Ilustrador). Fotografía: Patricia Stevenson F.. Ximena Larraín A. Comité Comercial: Jaime Alcalde C.: Bernardo Errázuriz G.: Lorenzo Gazmuri S. : Luis Felipe Hübner G.; Juan Carlos Méndez G.; Patricio Parodi G.; Maria José Ureta V. Publicidad: María José U reta V. (Directora Comercial). Ariela lnguerzon P. (Ventas) . Suscripciones: Josefina Soto S. (Coordinadora y atención al suscriptor). M•. de los Ángeles lbáñez V. {Club de suscriptores y puntos d e venta). Telemarketing: Carolina Soto S. , telefóno: 215 3685. María del Carmen Ureta V. , telefóno: 215 1231. Secretaria: lsolina Galleguillos V.

CURSOS DE O 'UENTACIÓN FAMILIAR: Coordinadora académica: Isabel M. Arraztoa V. Proyectos educativos: Constanza Huneeus D. ALÓ, HACER FAMILIA: 217 2769. Coordinación: Ja1me Cárdenas M.

Impresión y Pre-impresión: Morgan Impresores. Revista Hacer Familia es una publicación mensual de Fundación para la Educación y Orientación Familiar Hacer Familia, entidad sin f ines de lucro creada en 1981, miembro fundador de la AMFE. con sede en México, y de la FIOF, con sede en España.

Consejo Pirectivo de Fundación Hacer Familia: Presidente: Juan Enrique Zegers H. Directores: Ja1me Alcalde C.

Jorge Montes V. Consejeros: Angélica Cardoen del R.

María Ester Roblero C. Hernán Corral T.

TELÉFONO MESA CENTRAL: 217 0539 FAX: 217 9282 E-MAIL: hacerfam@ctcinte rnet.cl

E D 1

DIEGO Has;e unos seis meses nos llamó un

suscriptor de Talca para hablarnos de Ceci· lia Ouintás. Es una mujer que remeció pro­fundamente a quienes la conocieron mien­tras vivió en esa ciudad, puesto que reaccio­nó de manera sobrenatural a la enfermedad de tres de sus cuatro hijos -una microcefalia que se manifiesta meses después de que na­cen- y a la muerte de su marido, Cristián lthur­bisquy.

Nuestro suscriptor nos hacía ver enton­ces que Cecilia no sólo sobrellevó esta trage­dia con profunda esperanza, sino que junto a sus niños y a su marido, provocaron muchas conversiones de vida a su alrededor. Verda­deros vuelcos en hombres y mujeres a los que esta familia abrió el horizonte insospechado de vivir la gratuidad del amor de manera tan plena: quererse profundamente, sabiendo que el tiempo que pasarían juntos en esta etapa de la existencia sería muy breve.

Días antes de Navidad conocimos a Cecilia, quien luego de unos meses y de con­versarlo con su hijo Cristián, de 14 años. lle­gó a la conclusión de que su historia puede servir de remezón para muchos. a modo de un "detente. la vida hay que vivirla por gran­des motivos". Pero en honor a la verdad, si la mirada serena y clara de Cecilia remece, y

Cecilia Quintás y , su hijo Diego, que padece microcefalia.

su historia conmueve hasta lo más profundo del corazón, es Diego, fue Diego, el menor de sus hijos con microcefalia, quien plantea las preguntas de fondo, las de todos los tiem­pos, y entrega a la vez las respuestas.

Pocos instantes existen en la vida en que la palabra CERTEZA nos envuelva, y es con Diego en los brazos que se logra ese mo­mento. En Diego se unen toda la flaqueza y la grandeza del ser humano. Por qué vivir, por qué morir, por qué servir, a quién servir, por qué luchar. hasta dónde llegar, de qué huir, a quién seguir .. . Toda madre puede anhelar que sus hijos dejen huella en el mundo, trans­formen su entorno, influyan sobre la gente, inspiren deseos de superarse y ser mejores. nos recuerden nuestras debilidades y tam­bién nuestras fortalezas. Todo eso ha conse­guido Diego, y seguro también lo hicieron sus hermanos que ya partieron. Ello explica que Cecilia mire a los ojos con una seguridad im­presionante.

Si bien existe una tendencia natural en el ser humano a huir del dolor. en esta oca­sión es un privilegio conocer la historia de esta mujer de "buena voluntad".

María Ester Roblero Cum Directora

Revista Hacer Familia

ARA ALGUNOS PO­DRÁ PARECER MOR­BOSO CONTAR LA

HISTORIA DE UNA FAMILIA DE SEIS MIEMBROS, DE LA QUE MUY PRONTO SÓLO QUEDARÁN DOS EN ESTA VIDA YA PARTIÓ CRISTIÁN, EL PADRE, VÍCTIMA DE UNA LEU­CEMIA; Y ANTES HABÍAN FA­LLECIDO DOS DE SUS HIJOS, SEBASTIÁN Y FRANCISCO, POR CAUSA DE UNA MICROCEFA­LIA CONGÉNITA AL MOMEN­TO DE ESCRIBIR ESTA HISTO­RIA AGONIZA DIEGO, DE 2 AÑOS, DE LA MISMA ENFER­MEDAD. SIN EMBARGO, CECI­LIA, LA MADRE, Y CRISTIÁN, EL HIJO MAYOR DE 14 AÑOS, CREEN QUE SU EXPERIENCIA ES ''VIDA" Y ABRE UNA VENTA­NA HACIA ESE OTRO MUN­DO, A DONDE VAMOS TODOS.

por María Ester Roblero Cum.

HACER FAMILIA • enero 2001

• Cristián lthurb isquy Ouintás tiene 14 años y a su corta edad cree que el libro que está escribiendo su madre sobre esta difícil experiencia debe llamarse .. v ida": porque estas vivencias forman parte de la existencia y contienen más vida humana que muchas otras experiencias. • Arriba, junto a Dieguito. Abajo: Cristián, junto a Francisco y Sebastián. Arriba der.: En la foto familiar sólo falta Sebastián.

Cecilia Quintás:

SU FAMILIA Sorprende el porte altivo y joven de

Cecilia Quintás, ágil en sus jeans y bien parada sobre unas zapatillas deportivas. Sorprende su mirada tan abierta y la voz tan calma. Para muchos resultó incluso chocante -cuenta en una carta el sacerdo­te franciscano Pedro Yillagra (Perico, para todos)- llegar al funeral de su marido y encontrarla de pie, sin den·amar una lá­grima, más aún si sabían que había ente­n·ado a dos de sus hijos, teniendo a otro, el más pequeñi to, también al borde de la muerte. En todo caso, aclara él, Cecilia no es única en su categoría. Su largo tra­bajo pastoral lo ha hecho reconocer este "tipo humano" todo terreno, dotado de doble tracción, capaz de sobrepasar por encima de enormes obstáculos ...

Pero el hecho es que es imposible no quebrarse dentro de su casa, donde todo funciona tan bien, donde se respira un aco­gedor aire de famil ia, donde las fotos del marido y los niños iluminan cada rincón,

y sobre todo, donde Diego, niño delicado y frágil , respira sus últimos días. "Bueno, dice ella, es que yo tengo una familia, sólo que no toda v ive acá; es una familia de dos mundos".

-Pero es que así es el dolor -sigue explicando Cecilia, ante el desconcierto de quien la escucha. Y pronuncia una de aquellas frases que escandalizan a tantos de quienes la vienen conociendo: "El do­lor está lleno de alegría y de amor" ..

" HOY DE VIEJO RECIÉN HE DESPERTADO .. . "

A estas alturas de la presentación sobra decir que CecDJa Q\fjn&is es creyen­te- "Pero yo no creo que Dios mande e l dolor, ni que Dios pruebe a la gente ... , el dolor simplemente es parte de esta vida y le tocó vivirlo con creces al propio Dios cuando se hizo hombre. Jesús sufrió, y yo he tenido el privilegio de que El me lleve

a capacipad de resistir de Cecilia no viene de su

"fuerza de voluntad", aclara el sacer­dote franciscano Pedro Villagra, sino de su "buena voluntad". De una man­sedumbre y afabilidad, capaz de levan­tar a los más desanimados y entriste­cidos, cuando es precisamente ella quien padece el dolor. De un conven­cimiento profundo de que esta vida es un tránsito hacia otra vida, y que lo im­portante es conocerla de antes y pre­pararse para ese más allá. Su hijo Die­go (izq.), por su parte, remece de tal forma a quienes lo conocen que pue­de asegurarse que deja huella, reubi­ca prioridades, replantea objetivos, despierta el amor más dormido ... Aba­jo: Cecilia y su marido Cristián.

DE DOS MUNDOS en sus brazos los últimos años. El es mi yunta en este tema del dolor, en todo ... "

¿Delirio místico? Algunos creen que sí. De hecho, Cecilia tuvo que buscar tra­bajo al quedar viuda en enero del 2000 y una psicóloga, que la entrevistó para al­gun trabajo al que postuló, desaconsejó su contratación por considerar que tenía "una personalidad inclasificable". Es de­cir, fuera de lo común.

Hoy, gracias a un amigo, trabaja para una empresa frutícula de nombre Gospa, que en croata significa "Nuestra Señora" y que recuerda las apariciones de la Vir­gen a ocho adolescentes yugoslavos. Este nombre ... , pura casualidad, dice ella, pero el hecho es que se le cerraron algunas pue1tas para seguir trabajando como pro­fesora de re ligión y a cargo de talleres de

oración, pero igual trabaja para Gospa. -Es tanto el miedo al dolor que siente

la gente, que algunos rechazan a quien lo padece o los consideran raros si lo sopor­tan; y es que desde afuera sólo se ve el dolor, en cambio, desde adentro, uno asu­me su realidad y ve el gozo y la alegría que también existe junto al sufrimi ento", explica Cecilia.

A pesar de ese rechazo evidente al sufrimiento, su caso llegó hasta "Hacer f1amilia" precisamente por quienes la co­nocieron en Talca. Un suscriptor nos lla­mó desde allá, contando el caso de esta mujer y su marido, quienes produjeron verdaderas «conversiones» a su alrededor: muchos matrimonios se encontraban con Cristo y un camino de a legría y esperan­za a través de ellos. A modo de anécdota:

Hace pocos meses en una comida en que ~ee-\!i.;l estaba presente, un hombre contó los problemas de trabajo que lo aquejaban. Otro de los presentes lo hizo callar y le dijo, "Mira, tu ves a <;:e<ii1(a''acá en esta mesa, déjame contarte lo

1que ella ha vivido .. . ".

Días después este mismo personaje la tele­foneó y le contó que había sido tal el reme­zón que vivió al conocer su historia que escribió unas letras bajo el título "Gracias Diego", a las que quiere poner música para converti rlas en canción. La letra, en una pmt e, dice: "Hoy de viejo RECIÉN he des­peitado después de muchos años ... Dios, a través de un niño me ha enseñado ... Deja que tu corazón exprese el amor por las per­sonas que padecen. Pero no sientas pena por un niño que muere, ya que Dios lo ha enviado a cumplir con su legaclo".

HACER FAMILIA- e

ecilia es sin duda muy "especial». Ella lo sabe y

da una explicación: los niños especia-les necesitan mamás especiales. En­tre sus notas personales guarda un re­corte del que lee "características" de estas madres: que sepan sonreír, por­que sería muy cruel para esos niños que no vieran la risa de su madre; no demasiado pacientes, porque se po­drían ahogar en un mar de quietud y autocompasión; algo egoístas, de lo contrario no podrían separarse ocasio­nalmente de su hijo y luego, no podrían sobrevivir sin él.

ERES UNA EXTRATERRESTE, HABLAS OTRO IDIOMA

Recién en diciembre nos reunimos con Cecilia. Ella, junto a su hijo Cristián de 14 años, decidieron esperar un tiempo antes de hablar de su experiencia. Pero hoy sienten que deben compartirla, por­que hace ver que el paso por la tierra es. breve, que las cosas que de verdad valen la pena no tienen nada que ver con la pri­sa y la agitación, y sobre todo, que hay un más allá por el que vale la pena existir.

En su dormitorio lleno de luz des­cansa Dieguito. Pequeño, bonito, casi tras­paren te, al que la microcefalia ya com­promete funciones vitales.

-¿Cómo resiste tanto dolor?, es la consulta espontánea.

-Buena pregunta, dice ella, pero la verdad es que cuando yo tenía 17 años escribí una oración en la que decía estar dispuesta a ayudar a cargar la cruz de los «cristos» que pasaran por mi vida. Yo tuve una formación cristiana por mi familia y por el colegio Universitario Inglés. Mi marido me decía que yo era una "extrate­rrestre" porque hablaba en otro idioma, donde tenían cabida palabras como dolor, sacrificio, paciencia, esperanza, y sobre todo amor, amor a Dios.

- ¿Se ha preguntado alguna vez " por qué a mí"?

- No me lo he preguntado, pero sí «para qué», porque todo tiene un sentido.

-Y su marido, ¿entendía ese idio­ma distinto?

-Al principio no. El no tenía forma­ción familiar re ligiosa, era ... , bueno, como son los hombres: menos contacta­

FAMILIA · enero 2001

dos con la parte espiritual. Pero luego, antes de morir, comenzó a escribir, a re­zar, y un día me dijo: "Ahora entiendo tu idioma".

-¿Cómo ha reaccionado su hijo Cristián ante la muerte de todos sus hermanos?

-El ha vivido dando amor gratuito a sus hermanos menores. Y ha tenido con ellos una relación de protección, pero más normal de lo que la gente supone. No sólo él, sino también los amigos de Cristián. Cuando sus hermanos Francisco y Sebas­tián estaban, todos ellos jugaban al super­nintendo con los dos en los brazos. Aho­ra, cuando sus compañeros del colegio San Benito vienen, Cristián les enseña a Diego, les habla de él. .. En ese sentido es un niño que se ha relacionado con el más allá de manera distinta, lo cual lo ha mar­cado. Y eso lo hace estar siempre preocu­pado por los desvalidos.

UNA HISTORIA PARA NO CREER

Cecilia Quintás conoció a su mari­do, Cristián lthurbisquy, muy joven y se casó con él a los 22 años. El era un año mayor. Su primer hijo, Cristián nació muy sano, después de un embarazo fantástico. Cuatro años más tarde nació Francisco José: el embarazo fue malo y nació de ur­gencia, con daños severos.

-Al comienzo se le trató como un caso de desnutrición intrauterina, pero pasaron los meses y al hacer nuevos exá­menes se diagnosticó microcefalia. Los

médicos nos tranquilizaron y aconsejaron tener otros hijos sin miedo, porque ya te­níamos al mayor sano. Así y todo nos de­moramos cuatro años en atrevemos, has­ta que Cristián me dijo: "Tenemos la ma­durez para enfrentarlo". Al fin nació Se­bastián, muy pequeño, apenas con 2 ki­los, pero dentro de rangos normales. Re­cién a los tres meses presentó el cuadro de microcefalia. Entonces nos hicimo todos los estudios que demostraron nues­tra incompatibilidad genética: decidimos no tener más niños.

De ahí en adelante Cecilia y Cris­tián se dedicaron a cuidar a sus hijos. La microcefalia causa un daño progresivo. Les impide hablar, caminar y la k.inesio­terapia diaria es vital para ayudarles a vi­vir. "Más allá de los cuidados, no se pue­de hacer nada para prevenir, revertir o cu­rar. La ciencia, hoy, no puede hacer nada por mis hijos", dice.

Tan cuidados fueron estos dos niños microcefálicos, como integrados a la vida de la familia: "Siempre salimos a todas partes con ellos. Tuvimos que traer desde Estados Unidos un coche especial, y la gente me miraba en el supermercado como a un espectáculo cuando andaba con mis dos niños. Pero nuestra vida familiar fue bastante más normal y muy plena, aun­que de Jos c inco miembros, sólo tres ha­blaban y sólo tres caminaban ... " .

Cecilia cuenta más sobre estos dos hijos:

-Nuestro segundo niño, Francisco José, lleva el nombre de su abuelo. Siem-

• ·Diego me da~ fuerza en este período de transición, en el que he pasado de ser dos a ser viuda de 5el' equ po a ser sola con dos hijos. Diego se está encargando de dejar cosas ordenadas Y desde el Cielo aumentará el apoyo a los que quedamos. para seguir trabajando para Dios por .ntermedio de su Iglesia". dice Cecilia. • (Derecha C sbán unto a Sebastián)."Cristián, mi marido, sufrió tanto en su vida, le tocó todo rruy duro y cuando él entendió que existía la otra vida, yo supe que iba a partir". diCe Cec a m presiona al revisar los álbumes fotográficos de esta familia ver cómo el rostro oe Cr stán adqu1ere paz y enorme plenitud precisamente cuando la quimioterap¡a lo haO a dejado calvo.

pre supe que iba a er un niño de historia, importante. Y así fue porque él transfor­mó a toda la geme a su alrededor. Vivió 11 años. plazo increíble dada su enferme­dad. Los médicos dicen que vivió tanto alimentado por el amor. Sebastián murió mucho menor. a lo 2 años y medio, de muerte súbita. y en ese sentido, Dios nos lo regaló muy dulce. Su partida ocurrió el año 94, cuando ya vivíamos en Curicó.

Francisco sobrevivió a su hermani­to hasta 1999. Murió en los brazos de su madre, de un infarto, cuando viajaban camino a la clínica.

DIEGO: UN PUENTE ENTRE DOS MUNDOS

El embarazo de Diego fue más que sorpresivo para sus padres. Aunque nació completamente sano a principios de 1998, a los seis meses de vida presentó el cua­dro. Obviamente mucha gente dijo que era una irresponsabilidad haber llevado a tér­IT\Íno un embarazo de tanto riesgo. Hoy Cecilia entiende claramente el enigma: "Diego llegó para que yo y mi hijo Cris­tián no quedarámos solos tan abruptamen­te. El es nuestro enlace con el resto de la familia".

Y es que ni el más cruel de los guio­nes habría sometido a sus protagonistas a

lo que ocurrió entonces. Apenas un mes después de la muerte de Francisco, en sep­tiembre de 1999, se detectó la leucemia del padre.

-Cristián se sentía cansado y estaba muy pálido. Pero él me decía que estaba pálido de pena. El resultado de un heme­grama hacía parecer imposible que estu­viera parado y caminara. Nunca olvidaré esa tarde en que la doctora me dijo: "Esto es muy grave, es leucemia". Aunque se hizo todo Jo posible, murió en forma ful­minante en cuatro meses, en enero del 2000. "Durante ese corto tiempo alcanzó a escribir y vivió una profunda conver­sión interior. Empezó a rezar el rosario y no dejó de hacerlo más", cuenta Cecilia. Tal vez es este consuelo, el que deja ple­namente serena a Cecilia con respecto al tiempo compartido con su marido.

EL PAPEL CLAVE DE DIEGO

1 Al quedar viuda ~Qilia decidió vol-

ver a Santiago: por razones de trabajo de su marido, habían vivido en Curicó, Chi­loé, Osorno y Talca. A ella siempre le cos­tó mucho mudarse de ciudad: partir de nuevo, sin conocer a nadie, y organizar todo lo que implica el tratamiento de sus hijos.

-Pero a mis hijos siempre los han

atendido los pediatras de la Clínica Las Condes, a los que estoy eternamente agra­decida por su preocupación y calidad hu­mana. Decidí estar más cerca de ellos por Diego. Además, Cristián entró al colegio San Benito donde nos acogieron como familia y nos han apoyado en todo. Tam­bién, yo pensé que acá tendría más alter­nativas de trabajo.

Se encontró con un Santiago muy acelerado. Y sus amigos de antes, distin­tos. "Los pesca la máquina. La gente ol­vida las cosas esenciales. Uno tiene que decirles, detente, la vida hay que vivirla por otros motivos".

-¿Cómo saca fue rzas para tra­bajar?

- Bueno, al comienzo no podía. Pero en eso Cristián fue muy precavido y me dejó todo preparado para que yo pudiera descansar un tiempo tras su muerte. Yo estaba físicamente muy des­gastada, porque aunque uno esté espiri­tualmente bien, te falla el envase, la parte nuestra es limitada, tenía que des­cansar. Pero luego encontré este traba­jo en Gospa, empece a entregar fruta, ha sido una terapia. Y digo gracias Se­ñor. También pasé al computador todos los apuntes que comencé a escribir tras la muerte de Sebastián, y decidí trans­formarlos en un libro.

Así y todo, hoy Cecilia enfre n­ta nuevamente el sufrimiento al ver apagarse a Diego:

-La gente podría pensar que uno adquiere experiencia en esto de ver mo­rir a sus hijos. No es así. Cada hijo es único para uno. Y de todos los dolores, tal vez éste es el que más me ha costado asumir: ver apagarse a Diego, bajar de peso, perder sus sentidos, es terrible para uno como mamá. Sé también que es duro para mi hijo Cristián perder a su hermanito.

-¿Cómo te proyectas cuando falte Diego?

-Tengo que darle mi amor a borbo­tones a Cristián, ayudarlo a hacerse un hombre de valores, con capacidad de amar y de entregar y de reír. Ya lo es, me siento orgullosa de él, pero estaremos solos y por el momento pienso sólo en él. Luego, bue­no, Dios pondrá en mi camino lo demás. Es que, ¿sabes qué siento? Que definiti­vamente lo importante es preocuparse de las cosas de Cielo . ..

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