2
Factores de diferenciación en los que basar tu propuesta de valor Es una estrategia empresarial que maximiza la demanda a través de configurar óptimamente la oferta. Selecciona y jerarquiza los elementos específicos de un producto o servicio que son más valorados por la demanda, haciéndolos asequibles y replicables según las capacidades de la empresa que los ofrece. Por ser una propuesta integral de cara al mercado, la propuesta de valor no debe ser reducida a un elemento diferenciador o una ventaja competitiva, pues estos son subconjuntos de la primera. Tampoco debe ser confundida con promociones o descuentos temporales, pues estos obedecen sólo a variaciones en los términos de intercambio, no al diseño de la oferta ni al producto. Precio: Ofrecer el mismo producto o servicio a un precio menor puede ayudarte a alcanzar a públicos que sean muy sensibles al precio. Pero cuidado con entrar en una guerra de precios con tus competidores, si tu modelo de negocio no está preparado para soportarlo herirás de muerte a tu empresa. Novedad: Ofrecer una nueva forma de suplir una necesidad que los clientes ya tenían, o una necesidad nueva que ha emergido recientemente y a la que aún no se estaba dando respuesta. La nueva solución debe ser suficientemente ventajosa para el consumidor si queremos que éste se interese en nuestro producto.

Propuesta De Valor

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Propuesta De Valor

Factores de diferenciación en los que basar tu propuesta de valor

Es una estrategia empresarial que maximiza la demanda a través de configurar óptimamente la

oferta. Selecciona y jerarquiza los elementos específicos de un producto o servicio que son más

valorados por la demanda, haciéndolos asequibles y replicables según las capacidades de la

empresa que los ofrece. Por ser una propuesta integral de cara al mercado, la propuesta de valor no

debe ser reducida a un elemento diferenciador o una ventaja competitiva, pues estos son

subconjuntos de la primera. Tampoco debe ser confundida con promociones o descuentos

temporales, pues estos obedecen sólo a variaciones en los términos de intercambio, no al diseño de

la oferta ni al producto.

Precio: Ofrecer el mismo producto o servicio a un

precio menor puede ayudarte a alcanzar a

públicos que sean muy sensibles al precio. Pero

cuidado con entrar en una guerra de precios con

tus competidores, si tu modelo de negocio no está

preparado para soportarlo herirás de muerte a tu

empresa.

Novedad: Ofrecer una nueva forma de suplir una

necesidad que los clientes ya tenían, o una

necesidad nueva que ha emergido recientemente

y a la que aún no se estaba dando respuesta. La

nueva solución debe ser suficientemente

ventajosa para el consumidor si queremos que

éste se interese en nuestro producto.

Page 2: Propuesta De Valor

Calidad: La calidad de tu producto debe ser

percibida como superior, ya sea por el uso de

materiales de producción, los acabados, el trato

personalizado del servicio…

Conveniencia: Un enfoque orientando a ponernos

en los zapatos del cliente y tratar de hacerle la

vida más fácil. En muchas ocasiones va asociado

a los hábitos de vida, costumbres, o tiempo que

dedican los clientes a realizar una cierta actividad.

Simplificar la realización de una actividad diaria.

Reconocimiento y prestigio social: Productos

asociados a la pertenencia a un cierto grupo

social, moda o tendencia. Grandes marcas utilizan

esta estrategia que ataca necesidades de índole

más profunda en los individuos. No se trata de

ahorrarles tiempo ni de resolver un problema

tangible, sino de descubrir los anhelos más

íntimos de un grupo de individuos y encontrar la

manera de satisfacerlos.

Desempeño y funcionalidad: Garantizar que le

producto o servicio realiza las funcionalidades

para las que fue concebido de un modo superior o

más beneficioso a los productos de la

competencia. Un buen ejemplo podrían ser los

anuncios de detergentes que tratan de demostrar

una y otra vez ser los que más manchas son

capaces de eliminar.

Reducción de riesgos: Cuando el cliente percibe

un riesgo importante al consumir un producto o

utilizar un servicio, será importante conseguir

ofrecer una solución que minimice dichos riesgos y

genere una mayor confianza en el cliente.

Reducción de costes: Cuando el uso de nuestro

producto o servicio, supone que el cliente ahorre,

puesto que ya no incurre en los gastos que tenía

antes de utilizarlo.

Diseño: Tan de moda en nuestros días, el diseño

puede ser un elemento claramente diferenciador

de una propuesta de valor y puede llevar a ciertos

segmentos del público a decantarse por nuestro

producto sólo porque éste les resulta más atractivo

o más usable.