Isabel García Carpio

En un mundo que ha sido conquistado en su mayoría por caucásicos, el pelo liso se impone sobre aquel estilo que tenga alguna ligera relación con las raíces africanas. Usar, en sociedades como las hispanoamericanas, el pelo rizado al natural es un desafío, pero es hoy y cada día más una realidad. El ser humano debe colocarse por encima de cualquier valoración que de preferencia a la imagen sobre el espíritu.

El pelo liso ha sido siempre símbolo de belleza, especialmente en los países colonizados por caucásicos. La presión social ha llevado a miles de hombre y mujeres a sufrir procesos de debilitación de la hebra del pelo para pasar de rizado a liso.

Expresiones como "el cabello es el marco de la cara", "¿Cuándo vas a ir al salón de belleza" son expresiones que escuchan quienes se han atrevido a ir en contra de los parámetros sociales y en miras a ser más ellos mismos. Quisiera pensar que en nuestros días y en esta era en la que el ser humano lucha por metas más humanas y globales, el estilo del peinado es una elección y no el resultado de una presión social.

Una mujer o un hombre con el pelo rizado "al natural" siempre serán un foco de atención por su estilo poco usual y esto solo podrá resistirlo quien no preste mucha atención al qué dirán, producto de su alta autoestima o algunas ocasiones por el logro de su realización personal. Una persona con peinado "al natural" es fuerte, decidida y segura de sí.

Algunas mujeres famosas son un ícono en la sociedad por haber elegido llevar su pelo rizado al natural, ya sea corto o largo. Ellas son ejemplo de aceptación y de unión ante la mujer con sus raíces africanas, otras en la lucha por la igualdad de género. Ellas gritan que la mujer no es un objeto que aspira ser una Barbie para atrapar un hombre. Toda mujer es bella por el hecho de ser un ser humano.