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EL MUNDO. DOMINGO 22 DE SEPTIEMBRE DE 2013 ESPAÑA 20 PEDRO SIMÓN / Madrid Dio clases a sus hijos durante la ca- rrera, les corrigió los exámenes con bolígrafo muy rojo, les aclaró todas las dudas en las tutorías y les explicó las vicisitudes de nuestro Derecho Penal. Pero ahora resulta que el sus- penso garrafal se lo pone al padre. El calificado es el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón. La calificación inmisericorde es cosa de Julián Ríos, profesor de De- recho Penal de la Universidad Pon- tificia Comillas-ICADE y docente de Alberto Ruiz-Gallardón junior y José Ruiz-Gallardón. Y la asignatura objeto de examen esta vez es la cadena perpetua revi- sable que quiere implantar el vete- rano político. Todo está en la dedicatoria ma- nuscrita de 17 líneas que el profe- sor de dos de los cuatro hijos de Ruiz-Gallardón le ha hecho llegar al ministro, a medio camino entre una boya a la desesperada y un honroso puente de vuelta. «Estimado Alberto; fui profesor de Derecho Penal de tus hijos», co- mienza diciendo en su apelación. Para luego interpelar al ministro, pero también al padre y al hombre. El profesor Ríos ha declinado ha- cer público el contenido de ese escri- to privado. Ruiz-Gallardón recibió el mensaje el martes y contestó el vier- nes. El Ministerio de Justicia no tie- ne previsto modificar sus planes, se- ñalan fuentes de la casa. Y así el sus- penso del ministro está garantizado. A la espera de una improbable re- pesca, al titular de Justicia le suspen- den el propio profesor Ríos y los miembros de la plataforma Otro De- recho Penal es Posible, la Coordina- dora de Barrios y el Centro de Docu- mentación contra la Tortura de Ma- drid, la Federación andaluza Enlace (200 colectivos detrás) y el Observa- torio para la Defensa de los Dere- chos y Libertades Esculca (Galicia), la Comisión de Defensa del Colegio de Abogados de Barcelona y la Aso- ciación catalana para la Defensa de los Derechos Humanos, Oteando (Valladolid) o Salhaketa de Álava. Unos y otros preparan ya sus cartas de rechazo, que le serán enviadas al Ministerio en los próximos días. El argumentario está en el libro La prisión perpetua en España. Ra- zones de su ilegitimidad ética y de su inconstitucionalidad, que acaba de publicar el profesor y que le fue remitido a Gallardón. En la página 5, con un texto escrito a boli, em- pieza esta historia. «Le mandé este libro con la dedi- catoria porque es el responsable político de tomar la decisión de in- corporar la cadena perpetua al Có- digo Penal», señala Julián Ríos. «Me sentí en la obligación de remi- tirle personalmente todos los argu- mentos posibles para que retire es- ta pena del anteproyecto». «Todas las personas tenemos la capacidad de reflexionar sobre las consecuencias de nuestras decisio- nes, y ésta supone que el ministro quedará encadenado a la historia de la pena que más sufrimiento y dolor genera en los seres humanos, que no dejan de serlo aunque ha- yan cometido delitos muy graves», opina el profesor de dos de sus hi- jos. «Ojalá recapacite, porque den- tro de 50 años ya no viviremos nin- guno para remediar el dolor inne- cesario que estará causando». La prisión perpetua revisable es una de las medidas estrella del an- teproyecto de reforma del Código Penal y responde a una vieja pro- mesa electoral del PP. Supone una condena de por vida para penados por delitos «de excepcional grave- dad» (terrorismo, asesinatos múlti- ples) con una salvedad: sólo des- pués de haber pasado entre 25 y 35 años entre rejas (y tras haber cum- plido determinados requisitos), el reo tiene una revisión de la pena. Aunque el Consejo General del Poder Judicial declaró «inconstitu- cional» la cadena perpetua y el Con- sejo de Estado señaló que era «inne- cesaria» e «injustificada», lo cierto es que la reforma lleva velocidad de crucero y frenarla no va a ser fácil. En ello está, entre otros, Xabier Etxebarria, abogado, profesor de Derecho Penal y miembro de la pla- taforma Otro Derecho Penal es Po- sible. «Esta nueva condena no va a aportar nada en términos de eficacia preventiva, no va a hacer disminuir los delitos. Además, en España ya tenemos penas de hasta 40 años». Hay muchos motivos para el no, sostiene el frente abolicionista. La pena perpetua niega la posibilidad de reinserción, señalan, y ello va contra el artículo 25 de la Constitu- ción, que habla de la «reinserción» y de la «reeducación social»; la norma prevé unas posibilidades de revisión tales que harán que la gente muera en la cárcel; la refor- ma nos sitúa frente a un escenario sórdido y sin retorno: la posibilidad de un error judicial tendría conse- cuencias irreparables. Todo esto y más se lo dice el do- cente al padre en este libro con mi- siva que es como un obús. Esta- mos en septiembre, un mes histó- rico para recuperar suspensos. A los hijos de Ruiz-Gallardón les fue bien con el profesor. Cuando el suspenso es para el padre El profesor de Derecho Penal de los hijos de Gallardón le envía un libro dedicado donde le pide suprimir la cadena perpetua Julián Ríos, profesor de Derecho Penal de los hijos del ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón. / EL MUNDO / B. DÍAZ Un reputado penalista >Ríos es un penalista conside- rado progresista entre la judica- tura. El juez Castro utilizó párra- fos de un libro suyo de derecho en el auto para excarcelar a Boli- naga. ‘La prisión perpetua en Es- paña’ es su último trabajo. El docente que dio clases a sus hijos José y Alberto dice: «Ojalá recapacite» L@P

Artículo julian

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EL MUNDO. DOMINGO 22 DE SEPTIEMBRE DE 2013

ESPAÑA 20

PEDRO SIMÓN / Madrid Dio clases a sus hijos durante la ca-rrera, les corrigió los exámenes con bolígrafo muy rojo, les aclaró todas las dudas en las tutorías y les explicó las vicisitudes de nuestro Derecho Penal. Pero ahora resulta que el sus-penso garrafal se lo pone al padre.

El calificado es el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón.

La calificación inmisericorde es cosa de Julián Ríos, profesor de De-recho Penal de la Universidad Pon-tificia Comillas-ICADE y docente de Alberto Ruiz-Gallardón junior y José Ruiz-Gallardón.

Y la asignatura objeto de examen esta vez es la cadena perpetua revi-sable que quiere implantar el vete-rano político.

Todo está en la dedicatoria ma-nuscrita de 17 líneas que el profe-sor de dos de los cuatro hijos de Ruiz-Gallardón le ha hecho llegar al ministro, a medio camino entre

una boya a la desesperada y un honroso puente de vuelta.

«Estimado Alberto; fui profesor de Derecho Penal de tus hijos», co-mienza diciendo en su apelación. Para luego interpelar al ministro, pero también al padre y al hombre.

El profesor Ríos ha declinado ha-cer público el contenido de ese escri-to privado. Ruiz-Gallardón recibió el mensaje el martes y contestó el vier-nes. El Ministerio de Justicia no tie-

ne previsto modificar sus planes, se-ñalan fuentes de la casa. Y así el sus-penso del ministro está garantizado.

A la espera de una improbable re-pesca, al titular de Justicia le suspen-den el propio profesor Ríos y los miembros de la plataforma Otro De-recho Penal es Posible, la Coordina-dora de Barrios y el Centro de Docu-mentación contra la Tortura de Ma-drid, la Federación andaluza Enlace (200 colectivos detrás) y el Observa-torio para la Defensa de los Dere-chos y Libertades Esculca (Galicia), la Comisión de Defensa del Colegio de Abogados de Barcelona y la Aso-ciación catalana para la Defensa de los Derechos Humanos, Oteando (Valladolid) o Salhaketa de Álava. Unos y otros preparan ya sus cartas de rechazo, que le serán enviadas al Ministerio en los próximos días.

El argumentario está en el libro La prisión perpetua en España. Ra-zones de su ilegitimidad ética y de su inconstitucionalidad, que acaba de publicar el profesor y que le fue remitido a Gallardón. En la página 5, con un texto escrito a boli, em-pieza esta historia.

«Le mandé este libro con la dedi-catoria porque es el responsable político de tomar la decisión de in-corporar la cadena perpetua al Có-digo Penal», señala Julián Ríos. «Me sentí en la obligación de remi-tirle personalmente todos los argu-mentos posibles para que retire es-ta pena del anteproyecto».

«Todas las personas tenemos la capacidad de reflexionar sobre las consecuencias de nuestras decisio-nes, y ésta supone que el ministro quedará encadenado a la historia de la pena que más sufrimiento y dolor genera en los seres humanos, que no dejan de serlo aunque ha-

yan cometido delitos muy graves», opina el profesor de dos de sus hi-jos. «Ojalá recapacite, porque den-tro de 50 años ya no viviremos nin-guno para remediar el dolor inne-cesario que estará causando».

La prisión perpetua revisable es una de las medidas estrella del an-teproyecto de reforma del Código Penal y responde a una vieja pro-mesa electoral del PP. Supone una condena de por vida para penados por delitos «de excepcional grave-dad» (terrorismo, asesinatos múlti-ples) con una salvedad: sólo des-pués de haber pasado entre 25 y 35 años entre rejas (y tras haber cum-plido determinados requisitos), el reo tiene una revisión de la pena.

Aunque el Consejo General del Poder Judicial declaró «inconstitu-cional» la cadena perpetua y el Con-sejo de Estado señaló que era «inne-cesaria» e «injustificada», lo cierto es que la reforma lleva velocidad de crucero y frenarla no va a ser fácil.

En ello está, entre otros, Xabier Etxebarria, abogado, profesor de

Derecho Penal y miembro de la pla-taforma Otro Derecho Penal es Po-sible. «Esta nueva condena no va a aportar nada en términos de eficacia preventiva, no va a hacer disminuir los delitos. Además, en España ya tenemos penas de hasta 40 años».

Hay muchos motivos para el no, sostiene el frente abolicionista. La pena perpetua niega la posibilidad de reinserción, señalan, y ello va contra el artículo 25 de la Constitu-ción, que habla de la «reinserción» y de la «reeducación social»; la norma prevé unas posibilidades de revisión tales que harán que la gente muera en la cárcel; la refor-ma nos sitúa frente a un escenario sórdido y sin retorno: la posibilidad de un error judicial tendría conse-cuencias irreparables.

Todo esto y más se lo dice el do-cente al padre en este libro con mi-siva que es como un obús. Esta-mos en septiembre, un mes histó-rico para recuperar suspensos. A los hijos de Ruiz-Gallardón les fue bien con el profesor.

Cuando el suspenso es para el padre El profesor de Derecho Penal de los hijos de Gallardón le envía un libro dedicado donde le pide suprimir la cadena perpetua

Julián Ríos, profesor de Derecho Penal de los hijos del ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón. / EL MUNDO / B. DÍAZ

Un reputado penalista >Ríos es un penalista conside-rado progresista entre la judica-tura. El juez Castro utilizó párra-fos de un libro suyo de derecho en el auto para excarcelar a Boli-naga. ‘La prisión perpetua en Es-paña’ es su último trabajo.

El docente que dio clases a sus hijos José y Alberto dice: «Ojalá recapacite»

L@P