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Artículo pablo papa francisco

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Page 1: Artículo pablo papa francisco

OPINIÓN 17Diario de Navarra Jueves, 27 de noviembre de 2014

CRONOFOBIA POLÍTICA

L A cronofobia es una patología que consis-te en temer al tiem-po, al paso del tiem-

po, más de la cuenta, pero que en política cursa en miedo y rechazo al paso del tiempo en los demás, es decir, a las per-sonas mayores, a las de, por decir algo, más de 50 años. Lo comentaba aguda y desolada-mente, el otro día, el colega y amigo Fernando Jáuregui en su columna, en la que lamen-taba la preterición y el despre-cio de los veteranos, y no diga-mos de los viejos, en todos los ámbitos de la vida social. En política, donde además priva la neofilia, el culto a la cara jo-ven ande o no ande, el caso es especialmente devastador.

Cuando se habla de cambio en política, o de regeneración, o de revolución, o, sin más, de ganar las elecciones, se pone un joven (o se pone él solo) y asunto concluido: Pedro Sán-chez, Pablo Iglesias, Tania Sánchez, Albert Rivera, Al-berto Garzón... La juventud es, sin duda, un divino tesoro, el más divino, pero en un país políticamente tan podrido,

tan degenerado, tan comido por el timo, la estafa, la golfe-ría, la sirla institucional y el bandidaje, ¿qué puede apor-tar la poca experiencia, la po-ca edad? La mucha experien-cia y la mucha edad, por sí, tampoco, pero los años bien y honestamente vividos sí acre-ditan algo, o bastante, o mu-cho.

O dicho de otro modo: Con la de personas mayores que hay de trayectoria vital inta-chable, luminarias en sus di-ferentes oficios y actividades, que nunca se han vendido ni se han dejado sobornar pese a las añagazas que a lo largo de la vida se sufren, que han lle-gado a una edad más o menos provecta con la vida resuelta decorosamente, que no ambi-cionan otra cosa que dejar una España mejor a sus hijos y a sus nietos, que podrían, en consecuencia, orientar, admi-nistrar o dirigir los asuntos públicos con extrema pericia, conocimiento y decencia a cambio de nada, sólo de la sa-tisfacción de sentirse útiles y vivos, ¿por qué no contar con ellos? Guardan en sí, incólu-me e indesmayable, lo mejor de la juventud. Un tesoro des-perdiciado.

Se merecen un diez

E L Acogimiento Fa-miliar ofrece al ni-ño o niña la oportu-nidad de crecer en un entorno donde pueda encontrar

afecto, dedicación y apoyo el tiempo que sea necesario. A los menores les aporta un hogar es-table, cálido, normalizado, ade-cuado, con pautas educativas cla-ras. Y a la vez permite conservar la relación con la familia biológi-ca lo que minimiza la sensación de abandono, confirman su ori-gen y pueden reconstruir la rela-ción. El acogimiento -el sábado se celebra el día de la asociación de familias de acogida Magale- les ayuda a entender su pasado y su presente y les ofrece la alter-nativa de un futuro mejor.

Y es experiencia común el ver que transcurrido un breve perio-do de tiempo desde que se inicia la convivencia con la familia aco-gedora se observan resultados positivos, tanto para el niño o ni-ña acogidos como para la familia acogedora: desarrollo del len-guaje, incremento del desarrollo psicomotor, crecimiento físico (aumentan talla y peso) y desa-rrollo de la relación afectiva.

Se prima que el acogimiento

sea, como primera opción, con miembros de la propia familia del menor y, sólo cuando esto no es posible, por una familia ajena. En los dos casos, los principios del acogimiento pasan por esta-blecer vínculos afectivos que en-riquezcan la historia vital de los menores y, además, por favore-cer la reunificación familiar en el grado que sea posible y más be-neficioso para el menor.

Una reflexión también sobre la economía del acogimiento. Es más barato tener a un menor en una familia que en un piso de aco-gida. Pero no es mejor por ser más barato, es mejor por ser una familia. De hecho hay necesidad actual de ofrecer ayuda (forma-ción, apoyo y seguimiento) a las familias, a la biológica y a la que acoge. También invertir en equi-pos multidisciplinares que, con suficiente personal, formación y experiencia, busquen recursos y ayuden a las familias y los meno-res.

Cada año en Navarra 50 niños necesitan una familia que les aco-ja. Hay hogares que temporal-mente necesitan que acojamos a sus hijos e hijas, porque los niños y niñas deben vivir siempre en fa-milia. El Gobierno Foral de Nava-rra dirige y promueve esta medi-da de protección (www.familias-deacogida.es). A finales de 2013, 469 menores se encontraban en situación de desprotección en Navarra, 225 de ellos acogidos en residencias y 244 en familias. De estos últimos, unos 90 están vi-viendo en familia ajena, es decir, una familia que no tiene vínculos de consanguinidad con el menor. Es importante resaltar que existe

esta necesidad y que la mayoría de estos niños y niñas son mayo-res de 7 años.

En el otro lado, también hay fa-milias de acogida navarras que conviven con uno o varios meno-res en su hogar. Todas ellas com-parten los valores que represen-tan la esencia de la atención a la infancia: el compromiso, porque se comprometen a atender y cui-dar al menor que acogen; la acep-tación, ya que acoger no es susti-tuir, sino que es aceptar y respe-tar la historia de los niños y sus otros vínculos y la generosidad, puesto que ofrecen lo más valio-so que tienen, su propia familia.

Es importante matizar que es una medida compleja con una elevada cantidad de aspectos po-sitivos para el niño a la vez que conlleva grandes retos. El Acogi-miento Familiar supone la plena participación del menor en la vi-da de la familia e impone a quien lo recibe las obligaciones de velar

por él, tenerlo en su compañía, cuidarlo, educarlo y procurarle una formación integral. Además, para que el Acogimiento Fami-liar llegue a buen fin, es necesaria la colaboración real entre las dos familias que participan en el aco-gimiento, de origen y acogedora. Como dicen nuestras familias, “nadie dice que sea fácil, pero me-rece la pena”.

Navarra, al igual que el resto de comunidades, padece la falta de una cultura de acogimiento en familia ajena y por tanto son po-cas las familias que se dirigen al Sección de Adopción y Acogi-miento Familiar del Gobierno de Navarra solicitando acoger ([email protected]). Se buscan parejas o familias mo-noparentales que quieran cuidar a un niño o una niña o unos her-manos… incluyéndolos en el seno de su familia, por un tiempo.

En el día de Magale ([email protected]) de este año, celebramos nuestras familias, familias de acogida. Las hacemos visibles y nos damos un premio, porque estos niños se merecen un 10. El sábado a las 11.30 en el Colegio de Médicos de Pamplona habrá una mesa re-donda con representantes de Sa-lud, Educación y Bienestar So-cial, donde hablaremos de las ne-cesidades actuales del Acogimiento Familiar en Nava-rra y nos encantará contar con más familias y con aquellos que quieran defender los derechos de los niños y niñas.

Helena Escalada Pardo es presidenta de la Asociación Magale de familias de acogida de Navarra.

Redescubrir Europa

E L martes tuve la suerte de escu-char en directo al Papa Francis-co en el hemiciclo del Parla-mento Europeo en Estrasbur-go. Es la primera visita de un Pontífice a la Eurocámara en

los últimos 26 años. La última vez fue en 1988, cuando Juan Pablo II pronunció un discurso ante la Cámara, justo un año antes de la caída del muro de Berlín.

Con un mensaje claro y directo, el Papa Francisco hizo especial hincapié en la protec-ción de la dignidad humana. La inmigración, la defensa del medio ambiente, así como la promoción de los Derechos Humanos y la de-mocracia también han sido algunos de los asuntos que el Pontífice ha destacado en su discurso, en el que ha llamado a Europa “a re-descubrir lo mejor de sí misma”.

Desde el Parlamento Europeo trabajamos en estos ámbitos y las palabras que nos dirigió el Papa tienen que ser un aliciente para seguir haciéndolo, siempre con la vista puesta en la dignidad del ser humano y en el bien común.

Con un mensaje lleno de esperanza y alien-to a los ciudadanos de toda Europa, el Pontífi-ce señaló que la dignidad fue el concepto fun-damental en la reconstrucción del viejo conti-nente después de la Segunda Guerra Mundial y elogió el hecho de que “la promoción de los Derechos Humanos sea central en el compro-miso de la Unión Europea para defender la dignidad de la persona”, tanto dentro de la Unión como en sus relaciones con terceros países.

El Parlamento Europeo, dijo el Papa, tiene la responsabilidad de mantener viva la demo-cracia para los pueblos de Europa y no debe-

sistiendo en que las personas que llegan en barco necesitan aceptación y asistencia. Eu-ropa será capaz de hacer frente a los proble-mas relacionados con la inmigración “sólo si es capaz de afirmar con claridad su propia identidad cultural”, ha agregado.

Toda Europa debe estar unida ante el dra-ma de la inmigración, no solo los países que son receptores directos, ya que es una cues-tión que va más allá de ser un asunto nacional, pues el efecto reclamo lo produce Europa en su conjunto y no solo los países del sur.

Si todos los presentes en el discurso del Pa-pa aplaudimos sus coherentes palabras, ojalá esta visita sea un aliciente para que logremos trabajar conjuntamente. Precisamente los aplausos al Papa demostraron que en el deba-te político tenemos mucho más en común de lo que a veces pensamos.

Así como hace 26 años la visita de Juan Pa-blo al Parlamento Europeo contribuyó a la caída del muro de Berlín, la visita del Papa Francisco debe ser un aliciente para que to-dos los que trabajamos en esta Cámara sea-mos más conscientes que nunca de que valo-rando la trascendencia de la dignidad de la persona y luchando por el bien común, la so-ciedad logrará ser mucho más humana. Espe-ro que las palabras del Pontífice no caigan en saco roto, pues ha hablado de temas cruciales en los que los políticos tenemos una gran res-ponsabilidad. Ha sido sin duda una visita posi-tiva y muy necesaria.

Pablo Zalba Bidegain es diputado al Parlamento Europeo, portavoz adjunto del PPE en la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios y presidente del PPN

ría permitirse que las democracias se colap-sen bajo la presión de los intereses de las mul-tinacionales, que no son universales. Ha llega-do el momento de promover políticas que cre-en empleo, pero sobre todo es necesario restaurar la dignidad del trabajo, garantizan-

do las condiciones adecua-das.

No tengo ninguna duda de que estas palabras de-ben ser un aliciente para que el Parlamento Euro-

peo trabaje todavía más in-tensamente en conseguir que los datos macroeconó-micos positivos que ya se es-tán percibiendo se convier-tan en creación de empleo, pero también en restaurar la dignidad del trabajo.

Debemos quitarnos los complejos y tomar ejemplo del mensaje directo y claro del Papa, siendo sinceros con nosotros mismos a la ho-ra de reconocer las raíces cristianas de Euro-pa, sobre las que se basa nuestra sociedad oc-cidental.

Los que representamos a los ciudadanos europeos debemos ser coherentes y defender la vida humana en todas sus etapas, evitando caer en el mero mercantilismo, por el que mu-chas veces no se valora a la persona en sí mis-ma. Debemos construir una Europa social que vele por el bien común y cuyo centro sea la libertad individual.

El Papa Francisco también abordó la cues-tión de los flujos migratorios hacia la UE. No podemos permitir que el Mediterráneo se convierta en un enorme cementerio, dijo, in-

Helena Escalada

En Navarra hay falta de cultura de acogimiento, pero cada año 50 niños necesitan una familia que les acoja

Pablo Zalba

Una cosa es la regeneración política y otra, el culto a la cara joven

Rafael Torres