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Este boletín se distribuye en la ACAGUE sólo para fines docentes. Comentarios a : [email protected] Departamento de Estrategia y Geopolítica - Jefatura de Estudios - Academia de Guerra Ejército de Chile EL KURDISTÁN DE SALADINO Y SÈVRES: UNA ZONA DE RESERVAS PETROLÍFERAS HABITADA POR UNA ETNIA SIN ESTADO Coronel Rubén Segura Flores , 23/10/2014.- Es curioso que uno de los líderes que más glorias diera al mundo islámico fuera el kurdo Al-Nāsir alāad-Dīn Yūsuf ibn Ayyūb, más conocido como Saladino (1138 1193). Este hombre de excepción, sunita y defensor del islam, unificó política y religiosamente el mundo musulmán y venció a los cruzados en la Batalla de Hattin, ocupando de nuevo Jerusalén y recapturando la Tierra Santa. Su fama llega a nuestros días como un símbolo de hidalguía medieval, incluso para sus enemigos, siendo una figura muy admirada en la cultura musulmana árabe y kurda. La tierra de Saladino, el Kurdistán, hoy es una zona sin acceso al mar que ha sido históricamente reclamada por el pueblo kurdo, “la etnia sin Estado que lo habita”, que se encuentra disgregado entre cuatro Estados: Irak, Irán, Siria y Turquía, más un pequeño enclave en Armenia. El nombre Kurdistán aparece recién en el mundo contemporáneo con la firma en Francia el 10 AGO 1920 del Tratado de Sèvres, entre el Imperio Otomano y las naciones aliadas de la Primera Guerra Mundial (excepto Rusia y EE.UU), creando en Anatolia oriental un Estado autónomo para los kurdos. El tratado delimitó el nuevo estado solamente en lo que hoy es territorio de Turquía, no incluyendo a los territorios kurdos de Irán, ni aquellos bajo control británico en Irak y francés en Siria. Sin embargo, el Tratado de Sèvres nunca entró en vigor al no ser ratificado por las partes firmantes y finalmente fue derogado por el Tratado de Lausana en 1923, tras la Guerra de Independencia Turca liderada por Kemal Ataturk. Ahora, corrido gran parte del 2014, hasta Saladino se sorprendería al saber que su territorio natal, donde cabalgó liderando las huestes islámicas, es donde se encuentran la mayoría de las reservas de petróleo de Irak e Irán y la totalidad de las de Siria. Aún más, es allí donde un Seudo Califato Sunita, grupo al que él perteneció, está empeñado en una guerra sin cuartel contra el pueblo kurdo, cometiendo crímenes contra sus niños y mujeres, que han tomado ribetes de genocidio. Todo esto a la vista y paciencia mundo, especialmente de EE.UU. y Turquía, actores claves para ser parte de la “solución” y no del “problema” . Lamentablemente, los principales actores han tomado el camino de ser parte del “problema”, donde EE.UU., no interviene decididamente porque su prioridad es salvaguardar al débil régimen de Irak, evitando además entrar en contacto directo con Siria, que sigue con la mano rusa sobre su hombro, y evitando distanciarse de su aliado Turco en la OTAN. Por su parte, Turquía, sigue observando como uno de sus principales problemas de seguridad en la zona, los kurdos, se soluciona a manos del Estado Islámico. Así las cosas, el gran resumen es que cada actor busca sus intereses, sin valorar el costo de vidas humanas, pero si la cantidad de barriles de petróleo por metro cuadrado del territorio kurdo. Que lejos nos encontramos del Kurdistán de Sèvres, y aún más del de Saladino.

Bol Nº 136 2014 EL KURDISTÁN DE SALADINO Y SÈVRES: UNA ZONA DE RESERVAS PETROLÍFERAS HABITADA POR UNA ETNIA SIN ESTADO

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Este boletín se distribuye en la ACAGUE sólo para fines docentes. Comentarios a : [email protected]

Departamento de Estrategia y Geopolítica - Jefatura de Estudios - Academia de Guerra – Ejército de Chile

EL KURDISTÁN DE SALADINO Y SÈVRES: UNA ZONA DE RESERVAS PETROLÍFERAS HABITADA POR UNA ETNIA SIN ESTADO Coronel Rubén Segura Flores , 23/10/2014.-

Es curioso que uno de los líderes que más glorias diera al mundo islámico fuera el kurdo Al-Nāsir Ṣalāḥ ad-Dīn Yūsuf ibn Ayyūb, más conocido como Saladino (1138 – 1193). Este hombre de excepción, sunita y defensor del islam, unificó política y religiosamente el mundo musulmán y venció a los cruzados en la Batalla de Hattin, ocupando de nuevo Jerusalén y recapturando la Tierra Santa. Su fama llega a nuestros días como un símbolo de hidalguía medieval, incluso para sus enemigos, siendo una figura muy admirada en la cultura musulmana árabe y kurda.

La tierra de Saladino, el Kurdistán, hoy es una zona sin acceso al mar que ha sido históricamente reclamada por el pueblo kurdo, “la etnia sin Estado que lo habita”, que se encuentra disgregado entre cuatro Estados: Irak, Irán, Siria y Turquía, más un pequeño enclave en Armenia. El nombre Kurdistán aparece recién en el mundo contemporáneo con la firma en Francia el 10 AGO 1920 del Tratado de Sèvres, entre el Imperio Otomano y las naciones aliadas de la Primera Guerra Mundial (excepto Rusia y EE.UU), creando en Anatolia oriental un Estado autónomo para los kurdos. El tratado delimitó el nuevo estado solamente en lo que hoy es territorio de Turquía, no incluyendo a los territorios kurdos de Irán, ni aquellos bajo control británico en Irak y francés en Siria. Sin embargo, el Tratado de Sèvres nunca entró en vigor al no ser ratificado por las partes firmantes y finalmente fue derogado por el Tratado de Lausana en 1923, tras la Guerra de Independencia Turca liderada por Kemal Ataturk. Ahora, corrido gran parte del 2014, hasta Saladino se sorprendería al saber que su territorio natal, donde cabalgó liderando las huestes islámicas, es donde se encuentran la mayoría de las reservas de petróleo de Irak e Irán y la totalidad de las de Siria. Aún más, es allí donde un Seudo Califato Sunita, grupo al que él perteneció, está empeñado en una guerra sin cuartel contra el pueblo kurdo, cometiendo crímenes contra sus niños y mujeres, que han tomado ribetes de genocidio. Todo esto a la vista y paciencia mundo, especialmente de EE.UU. y Turquía, actores claves para ser parte de la “solución” y no del “problema”. Lamentablemente, los principales actores han tomado el camino de ser parte del “problema”, donde EE.UU., no interviene decididamente porque su prioridad es salvaguardar al débil régimen de Irak, evitando además entrar en contacto directo con Siria, que sigue con la mano rusa sobre su hombro, y evitando distanciarse de su aliado Turco en la OTAN. Por su parte, Turquía, sigue observando como uno de sus principales problemas de seguridad en la zona, los kurdos, se soluciona a manos del Estado Islámico. Así las cosas, el gran resumen es que cada actor busca sus intereses, sin valorar el costo de vidas humanas, pero si la cantidad de barriles de petróleo por metro cuadrado del territorio kurdo. Que lejos nos encontramos del Kurdistán de Sèvres, y aún más del de Saladino.