Demanda de unidad de las fuerzas democráticasLa convocatoria a la conformación del Frente Amplio en septiembre

del año pasado fue la respuesta de seis organizaciones políticas a la de-manda ciudadana de unidad, de coherencia programática e institucional, y de renovación de liderazgos.

El Frente Amplio fue concebido como una “institución para la demo-cracia” y no como una mera alianza electoral o un partido político. Nos propusimos crear un espacio plural para la deliberación, la participación y la representación política, destinado a ofrecerle al país una opción de buen gobierno en las próximas elecciones generales con el objetivo pro-gramático de la democratización del poder político y la construcción ins-titucional de los pactos que requiere Bolivia.

Desde el inicio asumimos que nuestra iniciativa era necesaria pero no suficiente. Por ello convocamos en reiteradas oportunidades a las demás fuerzas democráticas a sumarse a este esfuerzo unitario, incorporándose al Frente Amplio o acordando con él un procedimiento democrático para la definición de una candidatura común. Esa es la razón por la que el Fren-te Amplio no eligió hasta ahora un candidato propio.

También consideramos necesaria, aunque igualmente insuficiente, la aproximación del MSM y el MDS orientada a lograr coincidencias políticas e ideológicas y “construir a través de la unidad una gran mayoría demo-crática”. La aproximación política y programática de esas dos fuerzas –que parecían más distanciadas entre sí que cada una de ellas respecto al Fren-te Amplio– abre la posibilidad de una opción unitaria entre el FA, el MSM y el MDS, que incluya también a la disidencia democrática del MAS.

La crisis de Estado provocada por el colapso del órgano Judicial y la anulación de la función fiscalizadora y arbitral de los órganos Legislativo y Electoral, no podrá resolverse sin un nuevo pacto social y político for-jado por una alternativa democrática surgida efectivamente de las urnas pero con capacidad de aglutinar al país. Como insistió en su momento

Marcelo Quiroga Santa Cruz, también esta vez se requiere en Bolivia “un frente para un programa” y ese programa pasa hoy por la construcción del Estado social y democrático de derecho sin el cual no habrá verdadera democracia ni justicia. La unidad de las fuerzas democráticas se hace im-prescindible por estas razones programáticas y políticas.

No desconocemos las dificultades para forjar la unidad más amplia que demanda el pueblo boliviano. Anteponer candidaturas en lugar de acuer-dos programáticos, o promover la unidad excluyendo a actores políticos imprescindibles, no nos permitirá ofrecerle a la ciudadanía democrática una opción real frente al despotismo del proyecto hegemónico del MAS.

En ausencia de la unidad más amplia que buscó desde hace meses, el Frente Amplio convocó a la selección, vía encuesta, de su propio candidato a la Presidencia. El Foro de la Ciudadanía Democrática ha decidido no parti-cipar en el legítimo proceso de selección interna de un candidato del Frente Amplio, dado que sus prioridades son distintas. En este momento, no pasan por respaldar una candidatura preexistente o promover una candidatura al-ternativa. Continuaremos la búsqueda de la unidad de todas las fuerzas de-mocráticas, sin anteponer ninguna expectativa personal o interés de grupo.

Solamente una sólida e imprescindible concertación política y electo-ral entre el FA, el MDS y el MSM podrá generar en 2014 un factor de equi-librio que recupere la institucionalidad democrática en Bolivia. El Foro de la Ciudadanía Democrática convoca a las principales fuerzas democráticas del país a iniciar en el plazo más breve un proceso de diálogo y concerta-ción que recupere la esperanza para Bolivia.

Por la dirección del

Foro de la Ciudadanía DemocráticaLoyola Guzmán y José Antonio Quiroga T.