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La transición en Venezuela. Gabriel Hidalgo Andrade

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El entonces presidente Chávez supo que moriría tarde o temprano. Como militar y estratega pensó en la transición que supondría su ausencia. Antes de partir a Cuba, donde pasaría sus últimos días, delegó el poder al vicepresidente Maduro y pidió que votaran por él si éste se candidateara para la presidencia de la República. ¿Por qué?

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Page 1: La transición en Venezuela. Gabriel Hidalgo Andrade

Diario La Hora, domingo 14 de abril de 2013 Sección de Opinión, p. A4

La transición

en Venezuela El entonces presidente Chávez supo que moriría tarde o tem-prano. Como militar y estratega pensó en la transición que su-pondría su ausencia. Antes de partir a Cuba, donde pasaría sus últimos días, delegó el poder al vicepresidente Maduro y pidió que votaran por él si éste se can-didatizara para la presidencia de la República. ¿Por qué? ¿No era obvio que "viviría y vencería"? No. La película estaba clara para Chávez y su repentina ausencia podría desatar el caos político en Venezuela. Para solucionar el problema recurrió a la fórmula del heredamiento del poden Se

dice que el presidente falleció antes de la fecha publicada en los medios. Si esto fuera cierto, el paso de los días permitió ce-rrar filas dentro de los círculos chavistas, condujo las negocia-ciones entre las élites para viabi-lizar la transición, y simultánea-mente agitó a la oposición para crear un escenario de solidaridad entre los militantes chavistas frente a la ausencia del líder carismático.

Esta fórmula de solución es típica de las dictaduras de corte militan Sucede en la Cuba de los hermanos Castro desde 1959, lo mismo en Corea del Norte en donde gobierna un linaje fami-liar desde 1948, y en la Argenti-na de los Perón en donde Isabel, la tercera esposa del general Juan Domingo Perón, se hizo cargo de la transición en calidad de vicepresidenta tras la muerte de su esposo en 1973.

La acefalia en el poder por causa de una muerte no es nin-

guna novedad. Al menos no debería serio en los sistemas en donde existen previsiones insti-tucionales para las sucesiones y transiciones. Pero en los países en los que se combina la presen-cia de elecciones con un alto ni-vel de dependencia personalista como en Venezuela los resulta-dos pueden ser alterados por los actores con capacidad de modi-ficar el escenario. Esto fue pre-visto por el caudillo venezolano y ungió a su sucesor que hoy se disputa la continuidad del pro-yecto frente a una oposición cada vez más fortalecida.

Hasta el presidente Correa tomó partido por su favorito en las elecciones venezolanas y ha dado varios espaldarazos al candidato presidente Nicolás Maduro. En su cuenta de twitter Correa recomendó la lectura un artículo electrónico calificándolo como necesario para entender a "la oposición y a cierta prensa". El presidente

ecuatoriano no ha perdido oportunidad para identificar las dinámicas de reforma política en ambos países, y como es frecuente, asimilar los estilos de liderazgo y sus vocaciones re- fundacionales. El artículo que se llama "Hasta hoy fui opositora" hace una narración de una venezolana supuestamente convertida al oficialismo. El ar-tículo que este momento es un fenómeno de visitas en la web presenta una óptica sesgada so-bre la prensa no gubernamental en Venezuela y además esquiva el abordaje de la polémica tran-sición con elecciones.

La transición en Venezuela está cargada de elementos. Los principales están asociados a sucesión hereditaria y a la elimi-nación de los medios de comu-nicación críticos al gobierno. Lo malo para nuestro país es que el presidente Correa esté dispuesto a apoyar esto.

ghidalgoandrade@usales