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Resistencia Mapuche: "Nuestra Lucha es necesariamente anti-
capitalista..."
1 Enero 2013
Héctor LLaitul desde la Cárcel de Angol: "Nuestra Lucha es
necesariamente anti-capitalista, si no es imposible la reivindicación de
lo propio"
Condenado a 10 años por robo con intimidación y a 4 por homicidio
frustrado contra un fiscal y 541 días por ley de seguridad interior del
Estado , Héctor Llaitul Carrillanca, uno de los últimos comuneros
mapuches condenados por la justicia chilena, conversa en exclusiva
con La Chispa sobre la Coordinadora de Comunidades en Conflicto
Arauco-Malleco (CAM), sus lineamientos y formas de acción, la
coyuntura nacional, la izquierda y sobre las nuevas expresiones
mapuches como la FEMAE y la ENAMA. El histórico dirigente nos
plantea su visión, sus críticas y las razones para reafirmar su opción
en la causa mapuche.
Por Diego Calderón y Felipe Correa
Nuevamente el conflicto mapuche aparece en las páginas de la
prensa oficialista. El incendio de Carahue y las últimas acciones
realizadas en Ercilla han comenzado una campaña que, liderada por
el Ministerio del Interior y la Fiscalía Nacional, busca establecer una
nueva ofensiva de criminalización a la causa Mapuche. La "Cumbre de
Seguridad por el conflicto mapuche en La Araucanía" es su nombre;
Rodrigo Hinzpeter y Sabas Chahuán sus actores principales.
Una semana después de la entrevista, un nuevo allanamiento en el
módulo de los presos políticos mapuche tuvo lugar en la cárcel de
Angol. El mismo donde Héctor Llaitul, comunero mapuche y uno de
los dirigentes de la CAM, nos recibió y entregó una versión distinta
del conflicto. Esto es lo que nos contó.
La lucha mapuche, la izquierda y el libro con Jorge Arrate
Comenzando la conversación en el modulo que comparte con Ramón
Llanquileo y Jonathan Huillical, Llaitul nos comenta sobre su relación
con Arrate y el próximo lanzamiento de un libro de conversaciones
con él, sobre la causa mapuche y su lucha por la autonomía.
"Una de las cosas que hay que considerar en el debate es la mirada
cosmovisionaria del conflicto mapuche, que a veces no se entiende
desde la perspectiva occidental, por eso es necesario explicarla y para
ello he pensado en hacer un libro. Yo no soy bueno escribiendo, me
cuesta, aunque para discutir soy mejor, por eso necesito a alguien
que me confronte, y Arrate cumple esa función, no significa que
compartamos las mismas ideas, al contrario ese es el objetivo de un
debate", nos dice.
"En primer lugar, acepté la relación con Arrate en su calidad de
escritor, pero considerando también que en lo político, "Arrate se ha
ido izquierdizando cada vez más", según Llaitul. "Con el tiempo, se
volvió un crítico de la Concertación, abandonó el PS, constituyó al
MAIZ y se salió nuevamente. Paralelamente, se acercó silenciosa y
desinteresadamente a la causa de la libertad de los presos políticos
mapuche. A pesar de que no sabía mucho del tema, se la jugó
durante el proceso judicial que enfrentábamos, nos dio su apoyo
durante en la huelga de hambre y realizó gestiones por nosotros,
tocando puertas y echándose gente encima. Creo que se volvió un
simpatizante de la lucha autonomista, en particular de la CAM. Nos
gustaría que esto sucediera también con la izquierda chilena en
general, que tiende a subestimar la causa mapuche".
"A la izquierda clásica le cuesta reconocer el trabajo que ha realizado
la CAM, un trabajo que se ha hecho sin ellos y que obedece a una
construcción propia, distinta a la de la izquierda clásica reduccionista
que tiende a objetivar todo, y que no le da valor a los elementos
subjetivos como la cosmovisión y la cultura. El problema es que la
izquierda en Chile y en Latinoamerica ha tomado mucho el
pensamiento extranjero, sin tener una visión propia".
- ¿Son más de la línea de autores como Mariátegui, entonces?
"Efectivamente, Mariategui planteó "Ni calco ni copia, sino creación
heroica". Del mismo modo rescatamos el pensamiento desde dentro,
como lo planteado por Lipschutz (Científico chileno-letón, autor de "El
problema racial en la conquista de América", "De Francis Bacon a
Carlos Marx y otros ensayos", entre otros). Yo seria de la línea de la
creación en la izquierda, de la visión latinoamericanista, pero indiana
no indigenista, porque lo "indigenista" es una visión desde fuera, que
intenta representar al "indio" y que promueve su integración. En lo
"indiano", el indio reivindica desde su propia cosmovisión. Un ejemplo
de la mirada indigenista, de la izquierda, es el periodo de la Unidad
Popular, donde el tractor era nombrado "Ho Chi Minh" o "Che
Guevara", y en el mismo territorio mapuche, los asentamientos de la
CORA, tenía nombres como "Luis Emilio Recabarren". Esto hacía que
los mapuche se constituyeran como parte de una sociedad mayor,
desde fuera, es decir, el movimiento progresista y de izquierda los
hacía integrarse a su proyecto de sociedad, lo que a su vez influía en
que nuestra cultura se fuera perdiendo".
- A diferencia de otras organizaciones mapuche, hay un énfasis en la
CAM del carácter anticapitalista de la lucha. ¿Puedes explicarnos
mejor eso?
"La CAM se volvió un referente al interior del movimiento mapuche,
principalmente, al definir su carácter anticapitalista y a la vez,
anticolonialista y antiimperialista. Lo cual obedece al análisis histórico
que desarrolla la CAM al momento de constituirse como organización.
De esta forma identificamos tres procesos de invasión. El primero fue
la de los españoles, la segunda, la del Estado Chileno en 1881, con la
"Pacificación de la Araucanía", y el tercero y actual, que es la invasión
del capital, que genera un proceso de transnacionalización de la
territorialidad mapuche, y de ahí se desglosan todos los conflictos con
las forestales, las hidroeléctricas, el derecho de las aguas, el mar, el
subsuelo, etc.."
"Nuestra lucha es necesariamente anti-capitalista porque si no es de
esta forma, es imposible la reivindicación de lo propio, no hacerlo es
un absurdo. En primer lugar, nuestro pueblo jamás tuvo relaciones
productivas de tipo capitalistas, su cosmovisión lo impide, el
capitalismo contradice nuestras formas de vivir. Segundo, los
responsables del despojo y destrucción de nuestro Wallmapuche son,
principalmente, las inversiones capitalistas, porque su naturaleza es
esa, destruir para acumular. Por otro lado, no podemos estar
solamente contra el Estado Chileno, desde una lógica sólo
nacionalitaria, puesto que éste es parte del mismo entramado y
responde a los intereses del sistema capitalista neoliberal. Otras
organizaciones también se plantean la autonomía, pero la
particularidad de la CAM es que se basa en la territorialidad, porque
no existe autonomía sin territorio, y como partimos de la
territorialidad chocamos ineludiblemente con los intereses
capitalistas, es una realidad. Por ultimo, planteamos el control
territorial contra el capital y para reconstruir nuestras propias formas
de relaciones, entre mapuche y con su entorno, que bajo ningún
pretexto pudieran ser capitalistas."
- Es decir, la táctica política en ese sentido se ha planteado de
resistencia y control territorial frente a la inversión capitalista. En esa
línea, ¿De qué manera estas tácticas hacen sentido en las
comunidades? ¿Cómo se trabaja esto en la cotidianidad tomando en
cuenta los mecanismos de cooptación y colonialismo ideológico?
"El trabajo que se realiza, más allá de la confrontación, tiene que ver
con la reafirmación de la identidad, de aspectos culturales y valóricos.
Hay mucha gente haciendo trabajo día a día en las comunidades. Así,
lo cultural pasa a ser un motor de cambio. Entonces, uno se detiene y
se pregunta ¿Qué somos? ¿De dónde venimos? Y en ese sentido uno
de los logros de la CAM y el movimiento mapuche en general, es que
ha promovido la autoafirmación étnica nacional. Si te fijas, ahora hay
muchos más niños (as) con nombres mapuche, las mujeres jóvenes y
niñas han vuelto a vestir sus prendas y lo hacen con orgullo.
Entonces, hoy existe una mayor consciencia de un mundo propio,
justo y sano, que hay que pelear por ello, y eso permite plantear la
idea de la liberación de una nación".
"Al mismo tiempo disputamos territorialmente, porque a diario las
comunidades están en permanente roce con las inversiones, por sus
caminos pasan los camiones cargados de madera, sus lugares
sagrados son inundados y se levantan centrales hidroeléctricas, en
sus subsuelos se realizan exploraciones mineras, por tanto, la
resistencia es una actitud natural en nuestra gente, es desde ahí
donde se recupera la dignidad y genera una reacción en las
comunidades, de manera que existe una potencia interna que
colectivamente puede llegar a ser muy fuerte".
" Hay diversas experiencias, pero obviamente todos los procesos
tienen altos y bajos, pues la política de la "zanahoria" tiene grandes
recursos para cooptar dirigentes y su avance es silencioso, a
diferencia de la del "garrote". Hay algunos dirigentes que no quieren
dejar de aparecer, públicamente, como consecuentes, lo que tiende a
confundir. Nunca hay que olvidar aquella premisa cristiana, pero muy
valida que dice, "por sus obras los conoceréis", así como puede haber
procesos en los cuales hay "mucho ruido y pocas nueces", hay que ir
y mirar con profundidad, mirar si realmente hay confrontación con el
sistema, si se está dentro de los fundos reivindicados, recuperándolos
y desarrollando el control territorial, si se esta practicando la
autonomía o se está recibiendo proyectos, subsidios y se sigue bajo
la tutela del estado"
- ¿Y qué piensan del caso en que son los mismos mapuches los que
oprimen a otros mapuches? ¿Cómo empresarios mapuche o
mapuches contratados por transnacionales?
"Ese es un tema complicado, ya que hoy está ocurriendo un
fenómeno donde muchos se consideran autonomistas, lo que
explicamos antes por ejemplo en el ENAMA (Encuentro Nacional
Mapuche) hay varios que se proclaman "nacionalitarios", pero que
quieren reproducir el capitalismo, o no quieren perder los beneficios
que a ellos les a dado este sistema. Creen en el desarrollo, desde la
óptica occidental, pero sin perder la identidad o mejor dicho, algunos
aspectos de nuestra identidad. La formación de elites y burguesías
nativas son fenómenos característicos de la mayoría de los procesos
de liberación nacional. Elites y burguesías impulsan, alientan y
muchas veces financian dichos procesos, pero para sus propios
beneficios y estatus dentro de la nación emergente. Sin embargo, en
el caso mapuche, esto no corresponde a lo que antiguamente se
pensó, eso no ha existido nunca en la historia mapuche, no existen
experiencias de explotación hacia otros o de acumulación de riquezas,
en manos de unos pocos y en desmedro de otros. Esto puede
traducirse en la creación de una oligarquía mapuche, lo que como
CAM rechazamos categóricamente"
- En relación a las nuevas formas de organización mapuche ¿Qué
piensas del partido político mapuche Wallmapuwen y la FEMAE
(Federación de Estudiantes Mapuches)?
"Con Wallmapuwen se podría decir que coincidimos en algunos
planteamientos autonomistas, pero no en el cómo. Tampoco tenemos
clara su posición frente al sistema capitalista. Nosotros no trabajamos
dentro de la institucionalidad, la desconocemos. La principal
diferencia es que nosotros nos jugamos por la disputa territorial,
arriesgando junto a las comunidades y no desde los espacios
urbanos. Ellos reivindican los canales y formas de la institucionalidad
política winka, como la vía electoral para integrase a un municipio o
congreso. Nosotros estamos contra la integración, buscamos
recuperar el tejido social y político propio, para eso hay que partir por
lo territorial. Junto a lo anterior también promueven al "intelectual y
profesional mapuche" como un fin en si mismo, como otro tipo de
elite, nosotros en tanto, apostamos por el militante de comunidad y,
el rol de los intelectuales y profesionales o técnicos, debe responder a
ese mismo planteamiento, sin privilegios de ningún tipo"
"Dicho de otra manera, lo que están haciendo Wallmapuwen o
FEMAE, es poner "la carreta delante de los bueyes". Se enfrentan a la
institucionalidad sin tener nada y el Estado los coopta, los hace jugar
en su cancha. FEMAE, plantea el reconocimiento de la educación
intercultural en las universidades y se suman a las reivindicaciones
del estudiantado en general. Pero esta idea de la interculturalidad
más que liberarnos, nos hace entrar a la institucionalidad y a
confrontarla en desigualdad de condiciones. Sin duda la educación
occidental, como institución, es un derecho y para nosotros una
herramienta que nos puede servir mucho (como el caballo sirvió a
Lautaro), pero no es una reivindicación como Pueblo Nación
Mapuche"
La crítica es también a formas de lucha que creemos no son
asertivas, el derecho político de nuestro pueblo va en confrontación al
Estado Capitalista, y siempre desde las comunidades".
- ¿Qué sentido tiene la demanda territorial para el mapuche que se
encuentra radicado en la ciudad?
"Debería significar todo, pues la migración es una realidad producto
de la pérdida del territorio, del desarraigo y con el, de la identidad.
Ahora, como CAM, tanto por el principio territorial, como por aspectos
cosmovisionarios, el llamado es obvio, la gente debiera volver. Pero
también tenemos sentido de la realidad, no se está planteando volver
al pasado, se plantea volver a los principios del mundo mapuche, a
reencontrarnos, y entendemos que es un proceso, sobre todo para
generaciones de mapuche que han vivido y se han reproducido en la
ciudad. Es por este cuestionamiento, tal vez, que mucha gente de la
ciudad no tiene sintonía con los postulados de la CAM. La
conformación de una identidad necesita de una territorialidad. Si uno
rompe con los vínculos territoriales, pierde la identidad mapuche. Sin
embargo, en el ámbito rural, hay también muchas reducciones que
funcionan como juntas de vecinos y vemos como se dividen aun más
conformando "comunidades" a través de la Ley Indígena vigente, una
Ley que promueve la atomización y subdivisión de las ya reducidas
comunidades. Nosotros decimos que hay que reconstruir el Lof, lo
que el mapuche entendía por comunidad, y para eso hay que
recuperar territorio. No se puede construir el mundo mapuche fuera
de la territorialidad ancestral. Se trata de emparentarse como los
viejos lo entendían, no sólo entre las personas, sino con la
naturaleza, con las aguas, los cerros, los bosques, es lo que al
mapuche le da su identidad. Se busca reconstruir el Tugun (espacio)
y el Kupalme (parentela) y esto en la ciudad no se puede, ya es difícil
en nuestros campos devastados por las inversiones, menos aun es
posible en la ciudad"
- ¿Qué rol le atribuyen a los instrumentos internacionales de derecho
como el Artículo 169 de la OIT o el Convenio Internacional de
Derechos Humanos (CIDH)? ¿En qué medida apoyan su lucha?
"Si bien mecanismos como estos están controlados por la
institucionalidad global, que todos sabemos a que responde. En las
actuales condiciones no podemos descartar estas tribunas de
denuncia y posicionamiento de la lucha mapuche en el concierto
internacional. Ningún pueblo que busca su libertad lo ha hecho, ni los
procesos de liberación nacional, ni tampoco los procesos
revolucionarios. Especialmente, cuando somos dominados por un
estado cuyos estándares de respeto a los derechos humanos es
bajísimo, menos aun si se refiere a los pueblos originarios. La
perspectiva de los derechos humanos, es sólo una arista, nuestra
lucha no podemos reducirla ni encasillarla en esa línea. Lo que nos
interesa es el posicionamiento de la causa mapuche a nivel
internacional. Sin duda los pactos y convenios debemos utilizarlos
como herramientas jurídicas, pero no son lo fundamental, de hecho
estos no se aplican si no existe una correlación de fuerzas favorables,
si no existe movilización y lucha que obliguen a su aplicación"
- En un trabajo recientemente publicado, Fernando Pairicán plantea la
tesis de que el gran fracaso de la CAM fue que no generó un
movimiento mapuche amplio, permitiendo que el Estado los aislara y
pudiera atacarlos de forma direccionada. ¿Qué piensas de esa idea?
"A ver, el periodo post dictadura y en los que gobernó la
Concertación, fue un escenario muy difícil para construir organización
y espacios revolucionarios. Le ocurrió también a lo chilenos, de
hecho, luego del término de la dictadura, organizaciones con más
trayectoria vivieron este proceso y fueron desarticuladas por el
trabajo de inteligencia y campañas de deslegitimación, lo que no
permitió el surgimiento de un proyecto político más avanzado"
"De hecho, la CAM surge durante ese periodo, cuando la mayoría de
las organizaciones mapuche estaban cooptadas por las políticas de
"Nuevo Trato", cuando algunas de ellas, inclusive, vinculadas a la
izquierda, nos hacían contra propaganda acusándonos de derechistas,
por luchar en democracia. Para nosotros, la Concertación fue la
continuidad de la dictadura. Yo peleé en los '80 contra la dictadura, y
te puedo decir que nunca apliqué tantas tácticas conspirativas como
durante los gobiernos civiles, cuando la Oficina y sus colaboradores
causaban estragos en las organizaciones de izquierda chilenas. La
Concertación fue un periodo muy difícil para trabajar, debido a
campañas mediáticas, montajes, operaciones de inteligencia,
infiltraciones para generar división (que se lograron en algunos
casos). Por otro lado, los dirigentes de las agrupaciones mapuche
tenían, en su mayoría, militancia en la Concertación o en el PC"
"En segundo lugar, efectivamente, como CAM perdimos una base
social amplísima, por la necesidad de operar desde la clandestinidad,
lo que protege a los cuadros y militantes, en términos de seguridad,
pero te quita posibilidades de trabajo, de llegar a ciertos espacios
donde comenzaron a llegar otros(as), justamente, los que no estaban
a favor de la línea de la CAM, que influyeron en que varias
comunidades dejaran sus recuperaciones "de hecho" e iniciaran
procesos de negociación a través de la CONADI, esto llevó a grandes
divisiones y conflictos fraticidas que se mantienen hasta el día de
hoy"
"Por otro lado hubo una campaña de criminalización de la causa
mapuche, pero apuntada y direccionada claramente hacia la CAM. Es
lamentable decirlo, pero inclusive, varios de nuestros militantes
frente a situaciones de persecución, como por ejemplo, durante los
juicios o ya estando presos, han renegado de la CAM. También hubo
represión indiscriminada hacia las comunidades, allanamientos
violentos, con decenas de detenidos, que finalmente eran absueltos,
regando el temor en las comunidades de lo que les podía pasar si
trabajaban con la CAM, es decir, la política de "quitarle el agua al
pez". Estas son algunas de las razones, para explicar y comprender
los diversos proceso sobrellevados por la CAM.
"Ciertamente, podríamos haber seguido siendo una organización
amplia de comunidades, pero tal vez, para eso tendríamos que haber
renunciado a varios de nuestros principios y a nuestra línea política.
Podríamos haber aceptado que las comunidades realizaran
negociaciones y recibieran subsidios y proyectos, pero preferimos dar
un paso al lado cuando esto ocurría. Autocriticamente, podríamos
decir que no fuimos capaces de convencer y tal vez, fuimos muy
intransigentes"
"Aún así la CAM lleva más de diez años de existencia y ha logrado
adaptarse a las circunstancias, sin perecer y sin abandonar sus
postulados".
"De esta forma, en los últimos años, se ha desarrollado la política de
construcción de órganos de resistencia territoriales, basado en la
figura de los weichafe, que han dado continuidad a la lucha, después
de un periodo de reflujo, siendo un elemento subjetivo muy
importante para el desarrollo de nuevos conflictos y la continuidad de
otros. También hemos desarrollado alianzas y acompañamientos a
comunidades y organizaciones mapuche en lucha, muchos longko y
jóvenes cona, de diversos territorios, nos invitan o visitan para
conocer nuestra opinión respecto de sus conflictos. Lo realmente
importante es que seamos capaces de seguir aportando al
movimiento mapuche, con ideas, estrategia, formación y
autodefensa."
La ética política de la CAM
"Ahora, hay una cosa bien importante que quiero mencionar", quiere
agregarnos Llaitul. "Y tiene que ver con que la CAM también se
caracteriza por una "ética política" que no ha sido suficientemente
reconocida. En primer lugar, nosotros tenemos claro que nuestros
enemigos principales son las forestales, los poderosos, por lo tanto,
no tenemos una línea de confrontación indiscriminada contra
parceleros y campesinos. De hecho, estamos en contra de eso. Atacar
a los más débiles, aunque estén en territorio mapuche, es una actitud
asegurada que no responde a la ética de un weichafe. Esa línea nunca
ha existido en la historia de la CAM".
"Y esto viene de un análisis económico e ideológico, y es que el
campesinado es un sector también oprimido por el sistema y
desfavorecido por este, algunos de ellos viven en territorio mapuche
debido al proceso de Reforma Agraria. El poder está en los grupos
económicos y trasnacionales. Probablemente, muchos de los
pequeños agricultores chilenos tienen un discurso de derecha, sobre
todo en la novena región, pero el mismo sistema también los
perjudica"
"La CAM apunta a aquellos que infraganti están en la destrucción de
nuestros territorios, algunos sagrados, avanzando sobre las
comunidades, pero no contra las personas si no contra los bienes de
las empresas. Por eso se habla de una línea de autodefensa, no hay
una línea ofensiva. La CAM tampoco busca derramar sangre, y
siempre hemos sido muy cautelosos (as) con eso, por lo que puede
significar para las comunidades"
" Hay también una ética del weichafe, que no puede caer ni rayar en
lo delincuencial y si algún cona ha cometido abigeatos, robos, u otros
ha sido expulsado. Menos aun vamos a reivindicarlo como preso
político mapuche. Por nuestra disciplina jamás hemos tenido algún
hecho de sangre o de otro tipo que ensucie nuestra causa. Acá se
quiere hacer un deslinde categórico con actos que no compartimos y
que sólo deslegitiman nuestra lucha"
- En base a lo conversado sobre la relación entre los mapuches y los
pescadores no-mapuches en torno a una demanda común, ¿cuál
crees tú que es el rol de ustedes dentro de la lucha revolucionaria en
Chile? ¿Cómo ves las perspectivas dentro de una lucha política
conjunta?
"Nuestra lucha podría confluir con la lucha de los oprimidos, porque
entendemos que el enemigo es común. Por ejemplo, la ley de pesca,
los pescadores debieran tener una política de control territorial, pues
son trabajadores, no se enriquecen, sino que subsisten. Más que
solidaridad, se trata de defender estratégicamente la territorialidad, y
si dicha defensa se puede compartir, que se comparta. A nosotros
nos da gusto cuando la lucha se clarifica, cuando hay golpes
certeros".
"Personalmente, creo que falta harto para una lucha revolucionaria en
Chile, o al menos para que estén esas condiciones subjetivas y de
organización. En ese contexto no puede descartarse nada y pueden
hacerse propuestas más claras. Pero se necesita la vivencia, no sólo
el discurso"
"Efectivamente, se han dado importantes expresiones de lucha en
distintos ámbitos sociales, pero la mayoría a terminado pactando
logros dentro del mismo orden y sin transformaciones de fondo. Hay
que trabajar para dar ese salto cualitativo y para eso es muy
importante la organización revolucionaria, para transformar el
movimiento social en un movimiento político"
"Se perfilan interesantes procesos, y es necesario que exista una
referencia para una claridad mayor. Para esto se necesita un
pensamiento más acabado que se manifieste en expresiones reales
de luchas, que tengan una inserción real. Vemos que los partidos
políticos actuales son una práctica agotada. Por ejemplo, el debate
entre Salazar y Vallejo confirmó esa situación. Por otro lado hay
organizaciones que se han dedicado a las Universidades,
abandonando el mundo popular".
"Para construir desde los oprimidos tiene que haber una definición de
ser y vivir en el pueblo, como pobre, y construir desde ahí. Vemos
que aun no hay maduración, no hay cambio político. La izquierda
tradicional perdió su base y además perdió su consecuencia, es más
bien una renuncia, un reacomodo, un que hacer político desde
posiciones más cómodas que no representan ni un riesgo. Tiene que
existir consistencia en las dirigencias y asumir los costos y
consecuencias que esto implica".
Movimiento estudiantil
Sin lugar a dudas debemos un reconocimiento a la lucha que han
desarrollado los estudiantes cuya expresión revitaliza las ideas de
justicia y el cuestionamiento al modelo neoliberal, que en el caso de
la educación hace estragos en muchas familias.
Con mucho respeto señalamos que sentimos mayor simpatía por el
movimiento secundario, por varias razones, en primer lugar por que
se perciben menos intervenidos, por otro lado manifiestan una actitud
más combativa, y porque son un movimiento menos elitista y más
ligado al mundo popular, la mayoría de los hijos e hijas de los
trabajadores sólo terminan la enseñanza media, por lo tanto, las
transformaciones deben partir desde ahí, una demostración muy
acertada de ello fueron las ultimas movilizaciones las cuales no se
centralizaron en Santiago si no que se expresaron en diversas
comunas, creemos que la vinculación a las organizaciones
territoriales es fundamental.
De los universitarios observamos, en el ultimo tiempo, cierto freno a
las propuestas iniciales, podría haber un agotamiento natural y/o un
viraje hacia posturas más cómodas políticamente. Movimiento que
también puede estar cruzado por el tema electoral, que para algunos
dirigentes emblemáticos (as), puede ser ahora su prioridad.
Lo positivo es que desde hace años que no se realizaban
manifestaciones tan masivas y transversales. Al mismo tiempo las
tomas y asambleas han permitido el desarrollo de discusión y debate
en una generación que se está politizando cada vez más pero menos
intervenida por los reduccionismos y maquinas de los partidos
políticos tradicionales. Es una gran oportunidad para la construcción
revolucionaria y la creación heroica, como decía Mariategui.
Sinceramente esperamos la continuidad de este movimiento, el cual
debería transformarse en un aporte al movimiento social en general,
vinculándose a los sectores más golpeados por el sistema desde una
perspectiva territorial, anticapitalista y revolucionaria.
fuente:
http://www.lachispa.cl/2012/09/10/hector-llaitul-desde-la-carcel-de-
angol-nuestra-lucha-es-necesariamente-anti-capitalista-si-no-es-
imposible-la-reivindicacion-de-lo-propio/
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