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Revista Letras Del Sur

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Revista de Cultura y Política

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Page 1: Revista Letras Del Sur
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¿Cuál es el rol de los intelectuales en sociedades

como la peruana o la latinoamericana? ¿qué pueden decir

ahora que la practicidad y el utilitarismo son parte de

nuestro estilo de vida a tal punto de que sin ellos pareciera

que nada tiene sentido? ¿quiénes son y qué hacen nuestros

intelectuales? Estas son algunas preguntas que desde

Letras del Sur nos formulamos constantemente con el

ánimo de encontrar una respuesta a la crisis reflexiva en

la que gran parte de nuestra población está sumida.

Fomentar el espíritu crítico al interior de sus

comunidades, discutir los temas de interés nacional,

hacer que su discurso trascienda más allá de congresos o

de las aulas universitarias con claridad y didactismo en sus

intervenciones y sobre todo un compromiso moral con su

sociedad y su época, son algunas de las funciones más

importantes de los intelectuales. Jean-Paul Sartre

consideraba que un intelectual era todo lo opuesto a un

académico y Terry Eagleton es de la idea de que el papel

del intelectual es hablarle al poder con la verdad. Para que

un científico nuclear pudiera ser considerado un

intelectual tendría que firmar primero una declaración

contra el uso de bombas nucleares. Un intelectual es un

académico que tiene siempre algo que decir a su

comunidad referente no solo a temas propios de su

especialidad sino en todo aquello que nos afecta como

seres humanos; es entonces, un académico con un

marcado compromiso moral. En otras palabras, es alguien

que se entromete donde no lo llaman.

Aquello que distancia a los intelectuales de las

masas es el oscurantismo teórico, el lenguaje enrevesado y

la actitud elitista que ciertos intelectuales adoptan cuando

logran instalarse en el ambiente académico. Nada más

perjudicial para la reflexión, la crítica y la discusión. No

quiere decir esto que el lenguaje especializado de las

ciencias debiera descender de nivel, sino que uno puede

ser complejo sin resultar oscuro . Los contenidos pueden

ser difíciles de comprender y es una exigencia de los

investigadores y del público interesado lograr su

comprensión, pero agregar a esto la dificultad de la forma

nos parece un despropósito. La lectura debe provocar el

placer de entender y no la tortura de adivinar , escribió

González Prada. Es por ello que resulta contradictorio que

aquellos teóricos de la cultura representantes de las

tendencias políticas más progresistas utilicen un lenguaje

oscuro de manera intencionada (me viene a la mente el

connotado filósofo esloveno Slavoj ek, a quien logro

disfrutar luego de consultar el diccionario lacaniano, a tal

punto que no sé si es a él o a Lacan a quien estoy leyendo).

Los esquemas teóricos no deben convertirse en el fin sino

en el medio para justificar la reflexión.

En este contexto, Letras del Sur surge con el

propósito de incentivar la investigación interdisciplinaria

en las áreas de humanidades y ciencias sociales para crear

un espacio de diálogo entre las diversas comunidades

académicas de nuestro país, en momentos en que el

debate de los asuntos de interés nacional y el discurso de

los investigadores especializados puede aportar nuevas

luces para la comprensión de nuestra realidad

sociocultural. El carácter de los trabajos publicados en este

número es interdisciplinario: estudios literarios, política,

historia y psicocrítica. Incluimos, además, una sección

sobre creación literaria; en las próximas ediciones

ampliaremos las secciones para cubrir otros aspectos de la

cultura como el cine y el teatro.

Agradecemos al diario Noticias en la persona de su

gerente general Ing. Ronald Ibáñez Barreda, sin cuyo

auspicio no hubiera sido posible sacar adelante esta

publicación. Agradecemos también a todos nuestros

colaboradores por creer en este ambicioso proyecto y

desde ya, convocamos a los interesados en publicar sus

trabajos de investigación para la próxima edición de

Letras del Sur en mayo de este año.

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Recientes encuestas afirman que existe un

desinterés general por la política, especialmente entre los

jóvenes. La situación ha cambiado considerablemente si la

comparamos con aquella de hace tres o cuatro décadas

atrás. En los sesentas y setentas se vivieron tiempos

sumamente políticos; en el plano internacional el

enfrentamiento entre capitalismo y comunismo de la

Guerra Fría y en el plano local, las protestas estudiantiles

ante el gobierno dictatorial vivido en el gobierno militar.

De esa época ha quedado en la mente de muchos que los

jóvenes son revolucionarios y políticos. ¿Qué es lo que ha

cambiado de una generación a otra? Mucho, entre lo cual

se encuentra el gran impacto de la globalización. Proceso

que ha logrado modificar la personalidad de los jóvenes. El

individualismo y escepticismo son los rasgos

característicos de esta juventud. Esta generación ha

perdido la idea de un nosotros como nación y no es tan

idealista como lo fue la hippie, más consciente de la

realidad y escéptica ante ella, en especial de la política.

Somos conscientes de que la política es necesaria

por el bien de la sociedad. Dado el carácter imprescindible

de esta ciencia sus participantes también lo son. Sin ellos

la política no perduraría y ello generaría un grave

problema social. Los jóvenes no se muestran interesados

en política, pero dentro de poco o inclusive ahora es

necesaria su participación. ¿Es esta generación

individualista y escéptica capaz de asumir retos políticos?

A pesar de todos los adjetivos con los que se le ha

calificado a esta generación, creo firmemente que la

juventud sí es capaz de asumir retos políticos.

En el siguiente ensayo analizaremos por qué el

individualismo y escepticismo pueden ser revertidos hacia

un interés y posible participación política. Además

analizaremos como los adultos e instituciones políticas

deben contribuir para que lo anterior suceda. Por último,

revisaremos algunos ejemplos en los cuales sí hay una

participación política entre los jóvenes.

Como ya se describió previamente, la juventud de

hoy tiene un marcado carácter individualista. En el mundo

globalizado en el que vivimos estamos expuestos a

influencias culturales de todas partes del mundo. Ello ha

generado un proceso llamado destradicionalización. La

pérdida de tradiciones y cultura, lo cual aumenta las

posibilidades del hombre de poder planear y configurar su

vida independientemente (Bendit 2000:26). Valores como

autorrealización y autonomía desplazan a otros más

tradicionales como respeto y disciplina.

Uno piensa primero en sus metas y luego en las de

todos. Existe un discurso que se repite entre los jóvenes

progresando yo, progresa el resto (Chávez Granadino

1998:34). Hasta cierto punto esto es verdadero; el

progreso de uno contribuye en la mejora de los demás,

pero el desarrollo personal puede no darse de no existir un

avance colectivo. El hombre al desenvolverse en la

sociedad necesita del bienestar de esta. Es imprescindible

que el individuo entienda que por sí mismo no va a lograr

mucho y es por esta razón que debe velar por el bien de la

sociedad. El mecanismo más directo hacia ello es la

política. Errados están los que creen que poco o nada

importa la política.

El carácter individualista de una persona lo aleja

del interés y por tanto de la participación política, práctica

que exige una preocupación por los intereses colectivos.

Por ello, la creación de una consciencia social es vital para

la futura participación de los jóvenes en la política.

Consciencia que se crea básicamente en la etapa escolar y

universitaria, principalmente a través de los cursos de

Historia y Cívica o Ciencias Sociales. A su vez, la

percepción individualista de los problemas de la vida

cotidiana impide a los jóvenes establecer un nexo directo

entre sus problemas y aspiraciones, y las cuestiones

políticas y sociales implícitas en mucha de la información

que reciben a lo largo de la educación. (Chávez Granadino,

1998: 45)

Es por esta razón que muchos consideran que los

jóvenes no son capaces de asumir retos políticos. Pero la

barrera antes mencionada puede ser derribada con una

adecuada información, la cual puede ser influencia directa

en el incremento del interés de los jóvenes en participar de

actividades de extensión académica, entre ellas la política.

Por adecuada información se refiere a crear en la juventud

un bichito , un interés por las actividades académicas, la

Los jóvenes y su futuraparticipación política

Clarisa Yerovi

Pontificia Universidad Católica del Perú

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necesidad de tener una consciencia social, la importancia

de la política. En las instituciones privadas hacerles

evidentes su situación de privilegiados y por tanto su

responsabilidad de ser los que lideren en el futuro. Es

importante recordar que el hombre al ser un ser social,

solo hay que despertar este interés latente en cada uno de

nosotros.

La década de los noventas ha sido considerada por

muchos autores como los setentas al revés . El idealismo

de la época hippie ha quedado en el pasado. El cual ha sido

suplantado por un escepticismo generalizado, que abarca

todos los campos, uno de los más afectados el campo

político. Escepticismo que se traduce en las encuestas

producidas en los últimos años, las cuales muestran una

clara desconfianza de la mayoría del pueblo en las

instituciones estales y menos aún en sus representantes

elegidos.

Los jóvenes se muestran también escépticos ante el

futuro. Ellos creen que no vana a vivir tiempo de grandes

cambios, en el hipotético caso que estos se den no será

hasta en un futuro lejano. Percepción completamente

opuesta a la profesada por los jóvenes del setentas,

quienes inclusive creían ser los protagonistas de grandes

cambios. La juventud no tiene esperanza ni interés por el

futuro. Basándose en hechos pasados y en el actual

escepticismo, los jóvenes (en el caso peruano), han

generado una cultura al fracaso ; ¿Por qué pensar en un

mundial si nunca vamos a clasificar? , ¿por qué pensar a

futuro si nada va a cambiar? El Perú no es una maravilla,

tiene problemas como todos los demás países y para

solucionarlos se necesitan de cambios, todos demandamos

cambios, pero sin embargo, ¿qué hacemos para lograrlos?

La respuesta es nada, no hacemos absolutamente nada,

simplemente esperamos que alguien lo hago por nosotros.

Sin interés por lo que viene y mostrándonos

escépticos ante el cambio, es poco probable que los

jóvenes quieran participar en la política, ya que ella

demanda un interés por el futuro y la fe por el cambio. Por

ello, es necesario alimentar en la juventud una cultura de

esperanza y en cierto grado idealista, porque para llevar a

cabo metas primero hay que soñarlas. De lo contrario

estaríamos viendo a una generación sin ideales,

pragmática y conformista, lo cual puede llegar a ser muy

peligroso. Un mundo sin ideales es uno sin rumbo; donde

habrían cambios, pero no necesariamente aquellos que

quiere le gente, sino unos que irían totalmente en contra

de ellos. Si el hombre no llega aspirar y esta contento con

lo que tiene, el mundo se encontrará estancado, porque sin

aspiraciones no hay cambio. Dudo mucho que lo anterior

se concrete, ya que el hombre por naturaleza es idealista y

no se conforma tan fácilmente. Vuelvo repetir que es

importante que se despierte este sentimiento en los

hombres que ahora último se encuentra adormecido.

Quienes afirman que el escepticismo, característico

de esta generación, impide un posible interés en la política

están equivocados. Es cierto que ello dificulta el acceso al

campo político pero no es un factor determinante. El

escepticismo no es del todo negativo, para el autor de

Renegar la Utopía , (Eduardo Dargent) este permite una

posición crítica, desconfianza de las grandes verdades y de

las fáciles promesas. Los jóvenes no se dejan engañar tan

fácilmente por los políticos. El escepticismo entonces nos

permite una posición mucho más realista, así la próxima

generación se planteará metas que se puedan concretar.

No sólo se necesita modificar el individualismo y

escepticismo característico de la juventud sino también el

escenario político. La poca participación de los jóvenes en

la política no se debe sólo a ellos sino también la clase

política que no facilita el acceso a ella. Como dice Bendit:

Faltan organizaciones y estructuras adecuadas con las

cuales se puedan identificar (los jóvenes) y generar

cambios en la sociedad (2000:35). Los jóvenes no

encuentran un camino definido hacia la política. Los

canales actuales de participación política son considerados

formales y ficcionales (Miranda y Balardini, 2000:144).

Quienes están interesados en política pueden no llegar a

ella por lo tedioso, difícil y trabado del camino. Por ello se

necesitan crear instituciones estatales o modificarlas de

manera que inviten a la juventud a la participación

política.

Los adultos, en especial aquellos que conforman la

clase política, se preocupan por el bajo interés que

muestran los jóvenes por la política. Pero lo que ellos no

perciben es que son actores que motivan esta conducta, al

desapropiar a los jóvenes de credibilidad. Ello genera una

juventud que no es escuchada ni tomada en cuenta.

(Miranda y Balardini 2000: 143) En la actualidad existen

muchas iniciativas y opiniones de las cuales no sabemos

mucho o nada, gracias a la poca credibilidad que se les

confiere a los jóvenes. Los adultos deben reconocer los

esfuerzos hechos por la juventud en el aspecto político y

social, porque de lo contrario la desconfianza política

crecerá y los jóvenes al no ser reconocidos no volverán a

intentarlo.

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Quienes sí les prestan atención a los jóvenes

interesados en política son los partidos políticos

tradicionales. De las canteras de estos partidos emergen

gran cantidad de políticos para el futuro. Los partidos más

tradicionales cuentan con jóvenes partidarios. Por

ejemplo, el APRA cuenta con CHAP (Chicos del APRA del

Perú) conformado por niños de siete a catorce años.

Cumplida esta edad uno pasa a ser parte de JAP (Juventud

Aprista del Perú), donde son adoctrinados en política e

historia aprista. Los JAP cuentan con miembros de catorce

a veinticinco años. Pero no sólo de los partidos nacen los

políticos de la política universitaria también. Raúl Diez

Canseco es un vivo ejemplo de ello, presidente del centro

federado de Ciencias Sociales, líder estudiantil de los

setentas quien logró sentarse en un curul por largos años.

Además existen diversos grupos juveniles que

contienen una gran preocupación social, desarrollando

múltiples obras de caridad. Mucho de ellos son

agrupaciones religiosas como Cruz Blanca y otras de

carácter autónomo como lo es un techo para mi país .

Como ya se dijo previamente, los gobiernos, por lo

general, no promueven una participación política juvenil.

El actual gobierno del presidente Alan García Pérez

promulgó, entre sus primeras actividades como jefe de

Estado, la Ley del Concejal Joven . En ella se establece

que los partidos políticos, alianzas electorales y

movimientos políticos tendrán que contar con jóvenes

menores de 29 años entres sus aspirantes como

candidatos a regidores en las elecciones municipales

(Diario La República, 2006). Los jóvenes deben

representar por lo menos el 20% de la lista total de

regidores presentada. Así según el lugar encontraremos

entre once y un regidor por municipio. Esta legislación sin

duda contribuye bastante en la participación política de

los jóvenes. Ahora los partidos deben tomar más en cuenta

al sector juvenil, legitimarlos y reclutarlos. Además, ahora

los jóvenes cuentan con un acceso mucho más directo

hacia la política que antes.

Como hemos visto, gracias a la globalización

mucho ha cambiado entre la generación de los sesentas y

setentas con la actual. La juventud no es idealista y

colectiva como lo fue en esa época. El escepticismo e

individualismo representan a esta generación, pero ello no

significa que no puedan asumir retos políticos. Hasta

cierto punto ello es beneficioso, sólo se debe despertar el

interés colectivo y las aspiraciones tan naturales en el

hombre. A través de este trabajo también hemos

descubierto el rol importantísimo que cumple la clase

política y las instituciones estatales en la participación

política de los jóvenes. Los cuales necesitan de

instituciones las cuales estén abiertas a sus sugerencias y

una clase política que los tome en cuenta. Dentro de poco

esta generación deberá estar gobernando, pero no hay que

alarmarse, en el futuro sí tendremos gobernantes capaces

de asumir los retos políticos necesarios, a pesar del actual

desinterés por la política mostrado por los jóvenes.

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VENTURO SCHULTZ, Sandro2001 Contrajuventud: ensayos sobre juventud y

participación política. Lima: IEP.

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El término globalización ha inundado las ciudades del

mundo en los últimos 20 años, hoy casi no hay político e

intelectual que no se refiera a ella en algún momento; sin

embargo, ha sido pobremente conceptualizado (Giddens

2000 y Sifuentes 2002: 92). Esto en parte por sus varias

dimensiones de fenómeno complejo, además según el

lente profesional con el que se le mire; empero, hay otras

razones por las que este término aparece como

inespecífico y hasta abstracto.

La globalización es estrategia y discurso

legitimador. Utilizada para acompañar y justificar una

serie de concepciones o medidas políticas muy concretas y

reales, la globalización, al recuperar su historia, ser

analizada en sus actores y presupuestos teóricos, como al

verse sus desiguales consecuencias en forma total (global)

deja de ser marco irremediable de todo suceso y pasa a ser

una realidad elegida e impuesta por personas y grupos y

como tales pasibles de ser cambiadas y modificadas si se

cree necesario. Esto es vital porque el término suele

usarse mucho en nuestros países, entre medios y élites del

sur, como condición a la que simplemente hay que

adaptarse, de la mejor manera posible, sin mediar ante

ella crítica o alternativa. A la vez, porque prestigiosos

académicos caso Anthony Giddens quien a pesar de

estar muy acertado al dar cuenta de los efectos desiguales

entre los países, culturas y clases, de aceptar la impronta

norteamericana del fenómeno, y dividir las posturas en

escépticas y radicales (los primeros la toman como pura

palabrería, los segundos como algo muy real y negativo)

termina participando del entusiasmo globalizador;

creemos que la globalización es a la vez real y ficticia y no

compartimos su optimismo final, y contradictorio, de

creer que esta no está (o estará) en control de nadie y que

se puede hablar incluso de una colonización inversa al

dar cuenta por ejemplo de la presencia latina en EEUU

(Giddens 2000: 28-29).

Pretendemos analizar algunos aspectos de la

globalización, más como fenómeno económico pues lo

consideramos aspecto esencial aunque no único. Veremos

la paradoja del orden internacional actual con un FMI

(Fondo Monetario Internacional) que a pesar de

sentenciar menos intervención en los mercados desde

fines de los 80 desde entonces ha intervenido más que

antes para tratar de salvar a las economías de las crisis

creadas por seguir sus recetas. Medidas para gran parte

del tercer mundo, medidas que los países del primer

mundo no suelen ni siquiera plantearse para ellos.

Veremos también que existe un gran y profundo malestar

contra ella, muchas veces ocultado por la prensa

Veremos, también, cómo el mercado global hoy se

ha convertido en el nuevo paradigma, paradójico cuando

se ha sentenciado la crisis de los paradigmas. Creemos que

al desmitificar la globalización y ver sus consecuencias

(globales) ante todo en los países del 3er mundo nos

daremos cuenta de su sentido esencialmente desigual y

poco humano; veremos finalmente que se hace necesario

pensar una globalización alternativa, con otros

presupuestos y prácticas

Por último, es justo decir aquí que la crítica que

plantearemos a la globalización no anula que sea esta un

fenómeno contradictorio (Gandarilla 2002: 2). Es decir

que no sólo se mundializa el capital sino también la

solidaridad, que surgen nuevas formas de fragmentación

así como de integración. Que las nuevas formas de

comunicación, con el gran desarrollo tecnológico,

atraviesan la misma contrariedad, pudiendo ser bien

utilizadas y reapropiadas por las mayorías.

Pensamos que la globalización es estrategia política

de un nuevo momento de la mundialización del sistema

capitalista. Primero, porque aquella no ocurre en abstracto

sino por acciones y restricciones determinadas

(Ugarteche; 1999; pg. 23). Desarrollaremos esto. El

término aparece por primera vez entre los medios

empresariales y escuelas de negocio en los Estados

Unidos. Desde 1983, Theodore Levitte propone el término

para designar la convergencia de los mercados del mundo

¿Es beneficiosa la globalizaciónpara nosotros ?

César Velazco

Pontificia Universidad Católica del Perú

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entero , en Globalization of Markets (Boyer 1997: 21).

De allí la expansión y adopción finalmente casi religiosa

del término. El momento es crucial, pues coincide con

gobiernos en las principales potencias que buscaron volver

a un liberalismo económico muy ortodoxo, Margaret

Thatcher en Gran Bretaña y Ronald Reagan en EEUU

quiénes además impusieron, con otros, un sentido común

neoliberal y fatalista de la historia; coincide con el proceso

de inminente caída del bloque socialista y de crisis de los

proyectos desarrollistas en las periferias. Esta expansión

ha tenido sus promotores, ante todo hombres de negocios,

funcionarios de gobierno y medios de comunicación

masiva. Atilio Borón nos recuerda que John Gallbraith,

uno de los más importantes economistas de este siglo en

una entrevista reproducida en la Folha de Sao Paulo ,

sostuvo que la globalización no es un concepto serio.

Nosotros los americanos la inventamos para disimular

nuestra política de penetración económica en otros países

(Borón 1999: 224) Y, agreguemos que, este término nace

con la emergencia o aparición de otros, como un paquete

discursivo, en el escenario mundial, así como

gobernabilidad, democratización (que adquiere sentido

nuevo), y otros.

El fatalismo que acompaña estas ideas ha sido

expresado en América Latina por Fernando H. Cardoso,

reconocido intelectual y ex presidente del Brasil,

justamente impulsor del modelo, quien ha dicho fuera

de la globalización no hay salvación; dentro de la

globalización no hay alternativas (Boron 1999: 207); a su

vez, Menem, ex presidente Argentino, dijo O nos

adecuamos a sus mandatos y entramos al primer mundo o

nos autocondenamos a la exclusión y decadencia

(ibid) ambos muy en concordancia con el slogan

publicitario de M.Thatcher : There is no alternative.

Segundo, veamos la ficción que se ha creado

alrededor del término, mistificación que favorece y es

funcional finalmente a algo. Antes diremos que esa

construcción discursiva de la globalización como universal

abstracto implica que cada una de las partes (sociedad,

grupo) está en necesaria conexión subordinada con el

todo; y que, entenderla como fuerza inviolable lleva a

naturalizar la economía, y como esta es capitalista, lleva a

aceptarla sumisamente (José Gandarella, 2002, pg.4). El

totalitarismo del automatismo de mercado de

Hinkelammert (1996).

Bien, desarrollemos la ficción o engaño- sobre

algunos aspectos del discurso de la globalización

neoliberal. Dicen que se trata de un fenómeno

esencialmente nuevo. Es obvio que tiene cosas nuevas

pero sus tendencias en general son las mismas que tuvo el

capitalismo desde sus inicios. Diversos autores han

manifestado el carácter secular del capitalismo de

ampliarse hacia todo el mundo. Aldo Ferrer (2000) dice

que estamos en la 3era Ola globalizadora, siendo la

primera aquella que descubrió y colonizó América. Paul

Hirst, (1998: 104) un importante estudioso del tema, dice

que estamos en una etapa de aceleración de las tendencias

globalizantes y que los Estados Unidos, Australia,

Argentina y África del Sur eran los tigres económicos de

la Era Victoriana , representando a Shangai, Tokio, Taipei

de nuestros días (Hirst 1998: 14) y que se parece mucho al

período del Auge Británico, de la belle epoque, de fines del

siglo XIX. Atilio Borón dice con un poco de realista

sarcasmo que si aquella primera globalización empezada

en 1492 se destruyó ciudades y culturas, se diezmó y

explotó poblaciones no hay razones para suponer que la

ola actual va ser más benigna (208). Lo nuevo vendría a

ser el dominio del sector financiero en la economía; este

sector es el que mejor se ha beneficiado con las políticas

neoliberales de ajuste, estabilidad monetaria y equilibrio

fiscal, muy importantes para sus ganancias. La cantidad de

plata que se maneja allí es asombrosa, tal que en poco más

de una semana se iguala al PBI de los EEUU (209); esta

plata está en una muy baja conexión con la economía real,

casi no necesita de ella aunque su caída arrastra siempre a

todos.

Con los desarrollos en la comunicación hay la idea

que todos podemos estar en todas partes, que no hay

fronteras, hasta que se intenta viajar del Sur al Norte: Las

Visas se han convertido en las duras fronteras donde

quedan excluidos los que no poseen el título de propiedad,

la tarjeta de crédito Internacional, el empleo estable. No

estamos en un mundo sin fronteras, no estamos siquiera

en el mismo mundo (Ugarteche 1999:20). Atilio Borón

suelta un dato, que sólo el 17% de la población en India

vive fuera de sus Aldeas de origen y el porcentaje es menor

en China, juntos los 2 tienen casi casi la mitad de la

población mundial. ¿Un mundo globalizado?, se pregunta.

Veamos más, muchos gobiernos promueven hoy el

crecimiento por exportaciones, el desarrollo por comercio

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exterior (caso del Perú, sólo los Tratados de Libre

Comercio nos salvarán dicen casi todos los funcionarios y

medios), olvidando (muchas veces intencionadamente)

que el motor principal del las economías desarrolladas es

el mercado interno y que aún 9 de cada 10 personas en el

mundo trabajan para los mercados de sus respectivos

países (Boron 1999: 215). La distancia entre lo que se dice

y la realidad es muy grande. Japón, el éxito económico

más significativo del siglo XX en vez de abrir su economía

hizo exactamente lo contrario (la proporción del Comercio

Exterior pasó entre 1913 y 1993 de 31,4 a 14,4), es más sólo

los EEUU y Alemania han abierto muy cautelosamente sus

economías (en EEUU el comercio exterior ha subido del

bajísimo 11,2 al 16,8 % de 1913 al 1993) (Boron 215-219).

En realidad la apertura económica se promueve sólo para

el Tercer Mundo.

Otro de los grandes mitos es la necesaria reducción

del Estado y del gasto Público. Los datos muestran que el

gasto Público no ha cesado de crecer en los países

desarrollados (Ver anexo 1) y que supera en muchos el

50% del PBI, también ha crecido el empleo en el gobierno;

en contraposición la Reforma del Estado en América

Latina ha implicado ir en contra de todo esto, con muchos

despidos y un presupuesto raquítico atado a la deuda

externa y al equilibrio fiscal. En realidad la reducción del

Estado como actor es producto de ser una traba a la

liberalización financiera y a sus ganancias.

Más allá de apariencias también es un mito decir

que la actual globalización ha eliminado a los Estados-

Nación o que los ha disminuido en su poder. Primero

porque sin ellos no se hubiera podido llevar a cabo todos

los cambios normativos (incluso constitucionales) para

quitar derechos a la Nación sobre sus territorios, a los

trabajadores en nombre de la flexibilización, etc. Segundo

porque los EEUU, la gran potencia mundial que concentra

en sus manos los factores mayores de dominio, ayudan a

sus transnacionales.

La globalización incluye, consta de, un programa

de políticas que han sido implementadas en buena parte

del mundo. Promovidas por el FMI y el BM (Banco

Mundial), políticas llamadas de ajuste o de reconversión,

implementadas en el tercer mundo y en los países del ex-

bloque socialista respectivamente; en el primer caso,

donde se encuentran los países de sud América, tras la

crisis de la deuda, inflación y recesión que asoló a la región

en los 80; en el otro caso, para llevarlos a una transición

económica y política de su economía planificada-

socialista, en ambos casos para llevarlos a una economía

de mercado (Stiglitz 2002).

Más de 10 años de implementadas estas políticas

sus consecuencias económicas negativas son evidentes. El

fracaso de esas políticas, que no eran negociadas con los

supuestos beneficiarios sino aceptadas todo o rechazadas

(Stiglitz 2002) , ha sido ampliamente denunciado, no sólo

por intelectuales sino por prominentes ex funcionarios,

caso Stiglitz, u hombres de negocios como George Soros.

Este último en su libro La globalización (2002) denuncia

a quienes creen que los mercados pueden corregir sus

propias imperfecciones, reclama intervención política

estatal para salvar el sistema y para la justicia social;

agrega que los mercados son eficientes para generar

riqueza pero no para redistribuirla Stiglitz por su parte,

premio Nóbel de economía (2002), ex asesor de la Casa

Blanca con Bill Clinton y funcionario del FMI, en su libro

El malestar en la Globalización ha definido a las políticas

del FMI de la primera década como una mezcla de

ideología y mala economía (Stiglitz 2002).

Pero, sobre las críticas, o bajo ellas si se quiere,

están las realidades. A fines de la década pasada e inicios

de la actual se sucedieron varias crisis financieras que

hicieron tambalear el sistema mundial, la crisis Argentina

que estalló el 2001, la crisis Mexicana y el llamado efecto

tequila, y las crisis en varios puntos del sudeste Asiático.

El daño económico, más aun el social, fueron enormes.

Ellos habían seguido las recetas del FMI, liberalizaron su

economía completamente. Es revelador ver hoy a una

Argentina crecer a un 11%, la tasa mayor de todo América

Latina y el Caribe, siguiendo pautas en buena medida

distintas de aquellas recomendadas por el FMI, como la

suspensión del pago de la deuda y desconocimiento de

parte de ella por ilegítima, intervención en el tipo de

cambio y gran inversión estatal. Hay ejemplos

paradigmáticos en otras regiones, así Rusia que en su

transición ha economía de mercado fue tutelada por el

FMI hoy no sale de periódicas crisis y malestar social y,

mas bien China que hizo su propia transición tiene unos

indicadores económicos asombrosos.

La globalización ha traído consigo gran malestar

social y crecientes y activas resistencias. El ajuste

estructural incluía privatizaciones, recorte de gasto social

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por obligaciones de deuda y reducción del estado. Las

protestas sociales contra las privatizaciones primero y por

las nacionalizaciones luego se extendieron por América

Latina, en Bolivia, Argentina, Venezuela, Ecuador y Perú,

como sucedió en 2001 cuando el pueblo arequipeño se

levantó masivamente ante el intento del gobierno peruano

de privatizar el servicio de Luz, o en Cochabamba, Bolivia,

donde se llegó a expulsar a una transnacional procesadora

de aguan mineral, en 1994, así hay varios ejemplos.

Podemos incluir también como prueba las grandes

protestas que buscaron y lograron la caída de presidentes

en la región. Estas se dieron sobre aquellos que,

justamente, habían introducido y aplicado políticas de

ajuste y apertura. En Argentina (2), Bolivia (2, contra

Sánchez de Lozada), Ecuador (2), Venezuela (1) y Perú

(contra Fujimori). Junto a lo mencionado, la aparición de

gobiernos o fuerzas políticas que tuvieron necesariamente

una prédica de crítica a las políticas anteriores, llamadas

también neoliberales, que proponían nacionalizaciones y

apoyo a los grupos menos favorecidos con la globalización;

sin importar lo que hicieron al llegar al gobierno esas

fuerzas, prácticamente en todos los países en que lograron

llegar, lo hicieron con esas propuestas; incluso, en

aquellos países donde los gobiernos no salieron por

revuelta popular las fuerzas nuevas eran más o menos

críticas a lo hecho anteriormente, así en Chile llegó el

Partido Socialista en coalición con otras fuerzas, en Brasil

triunfó el Partido de los Trabajadores, luego en Uruguay el

Frente Amplio (de izquierda), y más.

Por otra parte, aparecería a fines de los 90 un

movimiento que se ha venido en llamar de anti o alter

globalización, mundial pero con eje en el centro

desarrollado. Desde la protesta en Seatle (EEUU), en

1999, ese movimiento se articuló y creció al tono de

grandes manifestaciones acompañando a cada reunión de

los organismos globalizadores y a los foros de las élites

económicas y políticas del mundo (OMC, FMI, G8 -que es

el grupo de las 8 potencias del mundo-, Foros

Económicos, etc.) Protestas en Italia (Génova), Alemania,

EEUU, Canadá, y otros se han hecho frecuentes bajo lemas

como Otro Mundo es Posible, Comercio con Justicia, Por

una globalización Alternativa, etc. Los Foros Sociales

Mundiales nacieron de su seno y ya han congregado en

cuatro encuentros en distintos lugares del mundo a

decenas de miles de personas, movimientos, colectivos e

intelectuales opuestos a la globalización neoliberal

(Wallerstain 2002).

Todo este malestar y resistencia ha motivado

cambios en los mismos organismos globalizadores, así se

habla de políticas del FMI de segunda generación desde

los primeros años de esta década tras sus pésimos

resultados; tenemos las discusiones para reformular y

rediseñar los organismos multilaterales, hacerlos más

democráticos y flexibles; o la reciente condonación de la

deuda externa de los 30 países más pobres del mundo;

aunque a todo esto el gobierno norteamericano toma gran

desinterés.

La globalización es un fenómeno esencialmente

desigual y profundamente deshumano. Desigual para el

tercer Mundo y especialmente para los pobres de estos

países.

En primer lugar, no sólo no ha conseguido reducir

la pobreza, esta ha aumentado en el mundo entre 1980 a

1998 en casi 100 millones de personas, esto mientras la

renta anual aumentaba en este mismo periodo en un 2,5

%, promedio anual (Stiglitz, 2002). Aquellas crisis

financieras, y las sociales, desde entonces se han dado

prácticamente sólo en las economías periféricas (Sudeste

Asiático, México, Argentina). La desigualdad creció, pues

la porción de la renta global de la quinta parte más pobre

de la población se ha reducido del 2,3 % al 1,4% entre 1989

y 1998 (Giddens 28). Modernización y desigualdad viene

juntas, sobretodo en América Latina, la región con las

mayores desigualdades del mundo. El crecimiento actual

de la región tiene su lado oscuro, datos puestos al fondo

del sótano de la memoria. El ejemplar Chile es el país con

las mayores desigualdades y el gigante Brasil combina

modernísimas metrópolis con zonas de pobres muy

cerradas (Fabelas). En el Perú, el optimismo de la marcha

económica y las jugosas rentabilidades obtenidas por las

empresas oculta que el salario real ha disminuido en un

10% desde 1990. La participación porcentual de los

trabajadores en el PBI, para el mismo periodo, en el Perú,

ha disminuido de 30,1 a 22,9 de 1992 a 2004, en esa

misma época las ganancias de empresas suben del 52,7 al

60, 6 % (Campodónico 2006).

Estas desiguales consecuencias no se deben a

factores naturales, ni siquiera principalmente a diferencias

de competitividad o tecnología. Como hemos visto, las

economías desarrolladas hacen cosas distintas de las que

promueven para el 3er mundo, así subsidian, protegen y

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promueven a sus productos y productores; ese cinismo

acompaña la política de los Organismos Multilaterales en

sus políticas de apertura, organismos controlados por un

grupo pequeño de países. Además, los trabajadores de los

países del Tercer Mundo al no contar con el colchón del

Estado de Bienestar Europeo han sufrido mucho más las

consecuencias de la precarización del trabajo. Hay quienes

dicen que la desigualdad esta en la lógica misma del

sistema en el 1er mundo el aumento de productividad

está asociado a mejora en el empleo pleno, pero en el 3er

mundo esa asociación está rota (Amin 1997), quizá por eso

aquí en pleno crecimiento de la riqueza y aumento de la

productividad los neoliberales se propongan flexibilizar

más el mercado del trabajo.

Finalmente, su sentido deshumanizado lo

ejemplificamos en la propia concepción que de la

globalización tiene el FMI fenómeno de creciente

intercambio de bienes, servicios y capitales , un discurso

y una realidad donde los hombres importan poco.

En síntesis, la globalización constituye un proyecto

y una etapa del capitalismo mundial; se le puede apreciar

como tal en el paquete de recetas comunes aplicadas al

tercer mundo aplicados por el FMI, BM y discutida en las

reuniones Intergubernamentales como los Foros

Económicos; también en le develamiento de su origen, y

ubicación de sus impulsores, globalizadores, entre las

élites empresariales y políticas.

Proyecto que ha traído crisis financiera, pobreza y

desigualdad creciente; malestar social base para las

protestas que han caracterizado a la región en los últimos

lustros, que ha derrumbado presidentes, sacado

transnacionales y llevado a la aparición importante de

gobiernos y movimientos populistas. Tampoco los países

centrales se han escapado del nacimiento de un

movimiento antiglobalización.

Planteamos que hay que ver lo que han hecho los

países desarrollados más que lo que dicen que se haga,

pues como ha dicho Hobsbawn (quizá el principal

historiador vivo) el desarrollo en realidad no se ha dado

con la liberalización sino contra ella. Lamentamos que en

el país predominen los usos más simplistas y maniqueos

del término, para legitimar de todo a favor de la ortodoxia

de mercado.

Remarcamos uno de los ejes del ensayo que es el de

intentar quitar todo la ficción construida a su alrededor

que pretende ocultar algo, nada inocente, pues como

Noam Chomsky ha sugerido, esta mistificación contribuye

a desresponsabilizar a los gobiernos neoliberales y a las

megacorporaciones transnacionales de las nefastas

consecuencias de sus políticas.

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Page 11: Revista Letras Del Sur

10

INTRODUCCIÓN

En esta breve ponencia intento situar el pensamiento poético

de Alberto Hidalgo (1897-1967) en el ámbito del

vanguardismo poético latinoamericano. Además uno de mis

objetivos es el análisis de la metáfora como recurso

fundamental de la poesía de Hidalgo que nos lleva a

reflexionar acerca de la humanización de los objetos en el

mundo contemporáneo. Hidalgo construye metáforas

vanguardistas para dar un perfil humano a las distintas

expresiones del desarrollo tecnológico.

I. EL VANGUARDISMO HISPANOAMERICANO, LA

METÁFORA Y EL SIMPLISMO DE ALBERTO

HIDALGO.

Entendemos al vanguardismo como un conjunto de

escuelas literarias que comienza a manifestarse antes de la

Primera Guerra Mundial y cuyas características

fundamentales son: el simultaneísmo discursivo, que se

revela en la articulación de diversos planos y voces en la

orquestación textual; la predilección por el montaje de

connotaciones cinematográficas, visible en el caligrama de

Apollinaire, donde la disposición de los versos en el espacio

de la página es medular; el modelo de un discurso

entrecortado con interrupciones y enlaces imprevistos, pues

la concatenación abrupta de imágenes oníricas constituye un

desvío de la norma convencional; la fragmentación del

discurso, ya que el poema vanguardista constituye una

especie de rompecabezas, cuya coherencia debe ser

construida por el lector; el trabajo estético-formal que

destruye en cierta forma la idea de representación, porque

las palabras por sí mismas son las auténticas protagonistas

del poema; la autocrítica del arte como testimonio de que el

rasgo esencial de la literatura moderna es la crítica; y el

papel de lo lúdico como cuestionador de la racionalidad

moderna, puesto que el juego es un poderoso instrumento de

conocimiento.

El vanguardismo se constituye como una crítica

radical de la racionalidad positivista del siglo XIX. Comte y

sus seguidores habían tomado como punto de partida del

conocimiento a la observación de los fenómenos físicos, idea

que los conducía a la inducción como método científico por

antonomasia. La concepción positivista subrayaba el

carácter lineal de la historia y el surgimiento de una

racionalidad que se enfrentaba al fenómeno literario,

provista de conceptos como clima, temperamento y medio

ambiente, categorías tomadas de las ciencias naturales.

El vanguardismo, a diferencia de la teoría positivista,

subrayó la función del azar en el proceso de conocimiento y

puso de relieve lo lúdico, asociado al inconsciente, como una

fuente valiosa de experiencias para propugnar no sólo la

discontinuidad, la ruptura, sino también la fragmentación

del discurso y la crisis de la categoría de unidad.

En este ámbito de reflexión cabe asignarle un papel

muy importante a la metáfora vanguardista como forma de

conocimiento analógica y asociativa porque resulta

imposible reflexionar acerca del lenguaje sin ella. En un

artículo publicado en 1921, Jorge Luis Borges decía que

"cuando un geómetra afirma que la luna es una cantidad

extensa en tres dimensiones, su expresión no es menos

metafórica que la de Nietzsche cuando prefiere definirla

como un gato que anda por los tejados" (Verani 1986: 275).

Una de las corrientes vanguardistas que ha puesto

mayor énfasis en la metáfora es el ultraísmo, liderado por

Borges y Guillermo de Torre. Según el primero, el ultraísmo

se reduce a cuatro principios: a) reducción de la lírica a su

elemento primordial: la metáfora, en vista de que ella

presupone una identificación voluntaria entre dos conceptos,

por ejemplo: campos de zafir, donde la idea de "campo" se

vincula a la de "zafir"; b) tachadura de las frases medianeras,

los nexos, y los adjetivos inútiles, porque resulta

imprescindible el proceso vanguardista de fragmentación del

discurso; c) abolición de los trebejos ornamentales, el

confesionalismo, las prédicas y la nebulosidad rebuscada,

La metáfora vanguardista en Hispanoamérica.El caso de Alberto Hidalgo

Camilo Fernández Cozman

Universidad Nacional Mayor de San Marcos

Page 12: Revista Letras Del Sur

11

pues se trata de sugerir y no de mostrar con espíritu

didáctico la coherencia de una ideología, y d) síntesis de dos

o más imágenes en una, que ensancha de ese modo su

facultad de sugerencia, a causa de que esta última constituye

el fin supremo del arte (Verani 289). El segundo nos

recuerda a una de las propuestas del creacionismo de

Vicente Huidobro: "El adjetivo, cuando no da vida, mata"

(Verani 209). En este último verso se observa una

preocupación por el aspecto técnico del poema.

El poeta peruano Alberto Hidalgo también

manifiesta, como Borges, dos predilecciones: la metáfora

como motivo de reflexión y un interés por la técnica poética.

La corriente vanguardista fundada por Hidalgo es el

simplismo. Él define a la poesía como el arte de pensar en

metáforas (1925: 5). El poeta no es sino un fabricante de

ellas. Según Hidalgo, las palabras y los signos constituyen

artificios para comunicar los sentimientos. No representan

como un espejo el mundo real, ya que poseen siempre un

aspecto simbólico. Este hecho los emparenta con las

metáforas. Sobre la base de dicha fundamentación teórica,

Hidalgo formula sus principales propuestas: a) el simplismo

implica el despojamiento de toda retórica, de toda

estilización, pues se trata de devolver la espontaneidad al

arte; b) son intolerables el arte "comprometido" y la poesía

de tesis, porque el producto artístico no es útil para la

transformación de las estructuras socio-económicas; c) el

poeta debe tender a la especialización y a la dedicación

absoluta, por cuanto ha de ser consciente de que su oficio

exige un proceso lento de perfeccionamiento ; d) la metáfora

debe estar en movimiento y crear la situación, es decir, no se

sostiene con el "como" o el "parece", sino que "el poeta, una

noche, ante el espectáculo de la luna, recuerda el de la lluvia"

(28), entonces escribe la luna llueve, y e) el poema debe ser

breve para ser bello. Según Hidalgo, la profundidad del

mensaje del poema ha de estar expresada con precisión en

pocas palabras. Veamos ahora cómo lo que dice Hidalgo

acerca de la metáfora haya un correlato en su propia

producción poética.

En Simplismo, poemario publicado en 1925, Hidalgo

utiliza la metáfora para referirse a la tecnología moderna.

Aquí predominan los ascensores, las fábricas, los aeroplanos,

las telecomunicaciones, entre otros componentes del

"sistema nervioso de la ciudad" (78). El propio arte es

influido por los mecanismos de la reproducción técnica. El

poeta debe responder ante tal desafío.

Walter Benjamin afirmaba que la reproducción

técnica en el mundo contemporáneo hace variar nuestra

percepción de la obra artística. En efecto, la experiencia

perceptiva masificada comienza a predominar sobre la

individual e irrepetible (Benjamin 1989: 22). En

consecuencia, se tritura el aura entendida como el carácter

original y específico de la obra de arte. En la cultura de

masas, esta última pierde su aura, "su individualidad

irrepetible conexa a la civilización y a los modos de disfrute

típico del tiempo en que ha nacido" (Marchese 1989: 41).

Mediante la metáfora, Hidalgo enfrenta a la cultura

tecnológica (donde predomina la percepción masificada) con

el fin de humanizar los objetos tecnológicos, dotándolos de

rasgos antropomórficos y de un sentimiento de

trascendencia, para propugnar una superación de la

experiencia automatizada. Pero a la vez el poeta aprovecha

de modo cabal los experimentos vanguardistas que

significan una modernización técnica del lenguaje poético.

En otras palabras, Hidalgo, provisto de un código

vanguardista, teje metáforas que humanizan las expresiones

de la tecnología contemporánea.

II. ANÁLISIS DE UN POEMA DE ALBERTO

HIDALGO

En "La oficina simplista" (1925: 64-65), se afirma:

¡El ave no tiene alma de cautivo!

Si la redecilla no les rodeara las alas,

se volarían los ventiladores.

El péndulo tiene una enamorada

a quien pasea la calle interminablemente.

La "Underwood" trastabillea

al escribir estas palabras: ¡te amo!

El amor no es tan mecánico

que se pueda expresar con una máquina.

Para cortar los papeles de los libros

está el cortapapel de mi invención.

¡Por la ventana filtra un rayo de sol!

Page 13: Revista Letras Del Sur

12

¿Biblioteca?

Unos libros, están en el cerebro,

otros se alojan en el corazón.

Sobre todas las cosas hay miradas dormidas.

Aunque moleste el polvo,

no hay que pasar plumero para que no se vuelen.

El propio título del texto ("La oficina simplista")

materializa una espacialización discursiva. Se trata de

representar de manera imaginaria los objetos que forman

parte del ámbito de trabajo burocrático: los ventiladores, las

máquinas, el cortapapel, los libros de una biblioteca, el polvo

y el plumero. El poeta habla de la tradición cultural. La

palabra "polvo" remite a un pasado, una historia. Esta última

pareciera quedar petrificada en una atmósfera de un "eterno

presente", marcada por la rutina de la vida burocrática que

anula al individuo y hace predominar la experiencia

automatizada, donde la individualidad irrepetible brilla por

su ausencia.

Sin embargo, el hablante lírico rompe esta estructura

por medio de la metáfora. Tenemos la expresión "Si la

redecilla no les rodeara las alas,/ se volarían los

ventiladores". Este último verso es eminentemente

metafórico. Los ventiladores son aves y ellas, como dice el

primer verso, no tienen alma de cautivo.

Dicha perspectiva que humaniza los objetos

tecnológicos se sostiene con otra metáfora: "Para cortar los

pliegues de los libros/ está el cortapapel de mi invención".

"Cortapapel" es el núcleo, y "de mi invención", el

modificador. Se trata de una fusión anómala de dos

estructuras semánticas. Aquí percibimos una sustitución tan

típica del procedimiento metafórico. El "cortapapel" ha sido

humanizado. La máquina, en este caso, es producto de la

imaginación, de la percepción irrepetible de un individuo

creador que no está sometido a la cultura de masas que hace

predominar, por el contrario, a las experiencias

automatizadas en el mundo contemporáneo.

Además, hay una tercera metáfora: "Unos libros,

están en el cerebro,/ otros se alojan en el corazón". El poeta

supera el fragmentarismo del mundo contemporáneo donde

la percepción masificada de montajes sucesivos (por

ejemplo, en el cine) hace que se triture el aura y vaya

predominando el kitsch como expresión de la cultura de

masas. La cultura, pues, se convierte en una industria que

produce vacuos simulacros con la consiguiente pérdida del

valor artístico.

Para Hidalgo, en cambio, "Cerebro" y "corazón" son

complementarios; también, racionalidad y sentimiento. Él

desea redescubrir la unidad del patrimonio cultural del

hombre que se inserta en la tradición representada por la

biblioteca. Por esta razón, el poeta afirma sin ambages: "El

amor no es tan mecánico/ que se pueda expresar con una

máquina". Lo opuesto a la máquina es, sin duda, el hombre

creador que ama y razona a la vez. La primera sólo produce

fantoches, vanas copias de la experiencia humana y tiene un

valor exhibitivo; el segundo, por el contrario, se inserta en la

historia y mantiene una relación ritual con el mundo. El

pensamiento mágico del hombre revela una tentativa de

organización del mundo. Y la metáfora despierta también el

lado mítico del razonar del individuo. Por eso, los mitos se

encuentran tan llenos de metáforas. Y, como dice Lévi-

Strauss, el artista hacedor de metáforas tiene numerosos

puntos comunes con el "primitivo" que se expresa en los

mitos y la magia (Lévi Strauss 1975: 49 y ss.)

Los dos últimos versos de "La oficina simplista"

constituyen un final muy ilustrativo. El poeta se niega a

limpiar el polvo de la oficina, pues hay miradas dormidas. En

realidad, está hablando de la tradición, del largo recorrido de

la experiencia humana. Trabajar significa también

incorporarse a ese largo camino. Que la historia permanezca,

nos dice Hidalgo.

III. ANÁLISIS DE OTROS TEXTOS Y CONCLUSIÓN

TENTATIVA

En el poema "Visión simplista desde 2000 m. de

altura" (66-67), el poeta remarca que "Todas las fábricas

despeinan/ sus cabelleras en el espacio". Más adelante se

expresa: "Y desciende grada a grada el aeroplano// por la

tapizada escalera del aire//mientras las manos de la hélice

aplauden al sol". Tanto las fábricas cuanto los aeroplanos

son vistos como seres humanos. Las primeras extienden sus

cabelleras en el espacio. Los segundos aplauden

alegremente. Ambos parecen tener un hálito de la

naturaleza. "Cada humareda es una trenza", dice el hablante

lírico. Esta metáfora a es b expresa un anhelo del poeta: la

Page 14: Revista Letras Del Sur

13

humanización del proceso de producción de los bienes

materiales.

Por eso, en "El edificio simplista" (57-58), se subraya

la idea de que "El humo/ es sólo mi alma que flamea". Y

cuando el escritor alude a "humo" se refiere a "fábrica". Esta

metáfora hace que el alma parezca una bandera.

En "Cabaret simplista" (113-115), el poeta remarca

que "Las mujeres lanzan miradas a la circulación// Son

Bancos emisores de sonrisas,/ que hacen cheques de amor

en descubierto/ contra los corazones". En la metáfora

"cheques de amor" está probablemente condensado el

mensaje de Simplismo. Los Bancos se asocian a la

manifestación de sentimientos y afectos. Los cheques, al

amor. La producción de bienes materiales no es posible sin

el lenguaje y éste se sostiene en el carácter intersubjetivo de

la relación humana. Por tal razón, el poeta tiene derecho a

jugar con el lenguaje y, de ese modo, transmitir un rico

manantial de experiencias subjetivas.

Según Hidalgo, debemos humanizar el desarrollo

tecnológico. También Carlos Oquendo de Amat había

escrito: "nos llenamos la cartera de estrellas/ y hasta hay

alguno que firma un cheque de cielo" (Bueno 1985: 107-134).

El yo debe mantener su sed de trascendencia, su postura

filosófica en el mundo. De ahí que Hidalgo diga en

"Telegrafía simplista" (46):

El cielo y yo cambiamos noticias

por intermedio de los alambres de agua.

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Page 15: Revista Letras Del Sur

14

INTRODUCCIÓN

La Independencia del Perú, pertenece a aquellos

hechos singulares de nuestra historia, en que a pesar del

tiempo transcurrido siguen generando décadas de

polémicas, diatribas, revisiones y frecuentes

replanteamientos; y quizá ello se deba, a que durante

muchos años fue observada tan solo a través del

empañado lente geocentrista limeño y con una miopía

histórica que no fue capaz de identificar las diversidades,

intereses y necesidades regionales muy diferentes a las

suyas; trayendo como lógica consecuencia, juicios y

conclusiones de poco alcance y claridad.

La independencia en nuestro país fue jurada en

julio de 1821, y consolidada en diciembre de 1824; tres

años después que México y casi a una década de distancia

respecto al Río de la Plata. Curiosamente, el

comportamiento de las diversas ciudades y pueblos del

Perú, frente a este trascendental acontecimiento resultó

tan disímil como nuestra propia geografía. Así, mientras

algunas regiones como el norte se alinearon con la

independencia a la llegada de San Martín; los vecinos de

Lima, invitaron al generalísimo argentino a ocupar la

capital y proclamarla luego del retiro de las fuerzas

realistas en julio de 1821; en tanto la región sur, asumió la

independencia como un hecho consumado después de las

capitulaciones de Ayacucho, en diciembre de 1824.

A primera vista parecería una historia un tanto

singular, poco menos que excepcional, sino reparásemos

en la cuestión que, en el Perú la independencia no fue

precisamente un movimiento integrador, cohesionador de

intereses y necesidades, sino todo lo contrario. Separó

regiones, pueblos y hasta familias; de tal forma que para

poderla entender tenemos que estudiarla al interior de sus

complejas dinámicas regionales y coyunturales.

No obstante la importancia que Arequipa tuvo en la

historia política del Perú decimonónico, la historiografía

nacional y local le ha asignado al tema de su

independencia escasa atención. Los estudios regionales

sobre el período de 1820-1824, en los que prácticamente

se definió nuestro futuro político, son casi inexistentes.

Como es el caso de la voluminosa Historia General de

Arequipa , para quien este tema solo le ha merecido seis

reglones, y en los escasísimos artículos escritos sobre la

materia, no se tiene una idea muy clara de lo que implicó

la independencia ni de cuales fueron sus reales alcances.

Incluyéndose dentro del mencionado movimiento

emancipador, la rebelión de los Pasquines, el Seminario de

San Jerónimo y al poeta Mariano Melgar.

Por medio de este breve ensayo, buscamos en

primer lugar, revisar algunos conceptos que

tradicionalmente se han hecho sobre la actitud política de

la Ciudad Blanca durante los años de la independencia; en

segundo lugar, a través de documentos de archivo,

memorias y cartas de la época, acercarnos con una mayor

certeza al singular comportamiento de Arequipa y sus

habitantes en relación a las dos fuerzas que en aquellos

momentos decidían el futuro del Perú.

AREQUIPA: ¿REALISTA O PATRIOTA?

El ser realista o patriota pudo haber sido la

cuestión para los diferentes pueblos del Perú, que después

del 9 de diciembre de 1824, vieron el surgimiento de un

nuevo estado, de una nueva realidad que reemplazaba al

entonces injusto y opresivo régimen español. Ahora, la

novedad consistía en haber sido patriotas y

revolucionarios, desde la llegada de San Martín e incluso

desde antes; los títulos y reconocimientos ya nada valían,

salvo para remarcar el estigma de haber sido tan realistas

como la propia dinastía Borbónica.

La Independencia en Arequipa fue jurada de la

forma más entusiasta1, el 6 de Febrero de 1825, tres años y

medio después del ingreso de San Martín a Lima y a más

de un mes de su reconocimiento en la imperial ciudad del

Cuzco. Una realidad tan incuestionable como esta ha

1 Chambers, Sarah. De súbditos a ciudadanos... p. 46.

Arequipa y la independencia del Perú:1821-1824

Víctor Condori

Universidad Nacional de San Agustín

Page 16: Revista Letras Del Sur

15

servido de argumento a ciertos historiadores y durante

muchos años, para producir ligeras reflexiones

relacionadas con el carácter político de la ciudad y su

actitud frente al proceso emancipador; reflexiones que han

concluido en una implacable sentencia al calificarla de

ciudad goda , realista , fidelista y defensora de la

sagrada institución colonial.

Quizá ello se deba a la obsesión que aún existe

entre algunos investigadores, siempre atentos a

membretar con cierta ligereza las actitudes y

comportamientos de los pueblos a través del maniqueísmo

político en realistas o patriotas . Sin tomar en cuenta

los diferentes matices o posturas intermedias existentes

entre tales posiciones extremas. Tal obsesión maniquea,

como puede esperarse lleva a considerar a aquellos que no

lucharon por la patria como realistas; y a decir de Charles

F. Walker, este es uno de los mayores problemas que tiene

la interpretación nacionalista de la independencia.2 En la

misma línea de análisis, Brian R. Hamnett señala que el

historiador nacionalista busca los orígenes de la

independencia y describe su desenvolvimiento como si

fuera un problema ineludible:

En realidad, este proceso no era de ninguna manera

claro y la gente que vivía en esta época estaba llena de

dudas y temores, tenía perspectivas e intereses

particulares y cambiaba de mente y de bando.3

Vale la pena recordar que, la independencia no fue

un movimiento cohesionador o integrador, todo lo

contrario, dividió las regiones, las clases sociales y grupos

étnicos dentro de un mismo territorio.4 Por esta razón

creemos que, sin un estudio minucioso de las condiciones

sociales, políticas y económicas imperantes en ese corto

pero decisivo periodo (1820-1824), es muy arriesgado

imprimir algún juicio o conclusión definitiva. Sin embargo

y muy a pesar nuestro, la etiqueta de realista para la

ciudad de Arequipa fue reiteradamente rotulada y no solo

por historiadores foráneos, sino también locales. A

continuación presentamos algunos ilustrativos ejemplos.

2 Walker, Charles. De Túpac Amaru a Agustín Gamarra.... p.114.3 Hamnett, Brian R. La política contrarrevolucionaria del virreyAbascal, 1806-1816. p 14.4 Walker, Charles. De Túpac Amaru a Agustín Gamarra..., p.114.

Alejandro Málaga Medina, en la Historia General

de Arequipa afirmó que el fidelismo de la ciudad goda de

Arequipa se debió a la fuerte influencia del intendente

Juan Bautista de Lavalle y del obispo José Sebastián de

Goyeneche, a los que denominó las dos fuertes columnas

del realismo español .5

Para Heraclio Bonilla y Karen Spalding, en su ya

famoso artículo sobre la independencia, Arequipa sólo

participó en el movimiento emancipador en el último

momento, cuando un grupo de poderosos de la ciudad, sin

ninguna participación popular juró la independencia,

pasando así la región a la etapa republicana sin mucha

pena .6

Eusebio Quiroz Paz-Soldán, en su tesis sobre la

economía de Arequipa durante la Independencia,

considera que este fidelismo se manifestó a través de

donativos patrióticos y empréstitos para apoyar la causa

realista .7

Sarah Chambers, en un reciente trabajo sobre el

honor, el género y la política arequipeña, clasifica el

comportamiento político de la ciudad frente a la

independencia según las clases sociales existentes. Así

descubre un fuerte realismo en la élite, un espíritu

revolucionario en el sector medio y una cuidadosa

neutralidad en el resto de la población.8

Carlos Malamud, autor de una tesis y algunos

artículos sobre una prominente familia arequipeña, señala

que la defensa de los intereses de la corona durante las

guerras de independencia, solo estuvo en manos de

miembros de la oligarquía arequipeña, como los Tristán y

los Goyeneche .9

John F. Wibel, en un notable pero hasta ahora,

inexplicablemente inédito trabajo de investigación sobre la

evolución de la comunidad arequipeña, sostiene que las

contribuciones de la oligarquía local al gobierno colonial

no necesariamente deben ser consideradas como un

respaldo a la causa realista .10 Aunque afirmaba que ésta

ciudad se hizo conocida como un centro de sentimientos

5 Varios autores. Historia General de Arequipa. p 414.6 Bonilla, Heraclio y Spalding Karen. La Independencia en el

Perú, p. 105.7 Quiroz Paz-Soldán, Eusebio. Aspectos económicos de la

Independencia en Arequipa, p. 38.8 Chambers, Sarah. Op. Cit., p. 46.9 Malamut, Carlos. Consolidación de una familia de la oligarquía

arequipeña, p.86.10 Wibel, John. The Evolution of a local Community within

Spanish Empire and Peruvian Nation. Arequipa 1780-1845,pp. 282 284.

Page 17: Revista Letras Del Sur

16

realistas ; llamaba su atención que tal fidelidad

contrastase con la oposición a las tempranas reformas

fiscales.11

En resumen, mientras Málaga, Bonilla y Quiroz

señalan tácitamente la existencia de un fidelismo

arequipeño; Chambers y Malamud consideran que tal

actitud solo estuvo presente en los miembros de las clases

altas; sin embargo, únicamente Wibel pudo percatarse

que el comportamiento político arequipeño no podía

deberse a un simple fidelismo, sino más bien, este

encubría cierta ambigüedad que no llegó a comprender

claramente, afirmando que se trataba de sentimientos

realistas contrastantes .

UN PRAGMATISMO MUY OPORTUNISTA

Este es precisamente el punto de vista que nosotros

tenemos, al considerar el comportamiento de la ciudad de

Arequipa durante las guerras de independencia como

pragmático y oportunista (ni realista ni patriota). Tal

actitud llevó a sus habitantes a reconocer claramente

cuáles eran sus intereses y necesidades y la manera de

preservarlos por encima de cualquier ideología política en

pugna. De este modo, la aceptación del régimen español

no tiene que ser vista como una identificación plena con el

sistema colonial, sino más bien, como una necesidad para

la conservación de dichos intereses. Si este interés los

impelía a defender el sistema español, lo hacían, pero

dentro de las limitaciones que establecía su propia

capacidad de sobrevivencia; y cuando las autoridades

intenten sobrepasarla, sus habitantes responderán con

dilaciones o negativas. Por todo ello, fue bastante

frecuente encontrar en los documentos de la época, de un

lado elogios excesivos de las autoridades al espíritu cívico

de la población mistiana y por el otro, reproches y hasta

condenas a la exigua colaboración o egoísmo criminal de

esta misma población. Si para Wibel fueron sentimientos

contrastantes, para las autoridades de la época (no solo

realistas sino también patriotas) fueron experiencias

amargamente desconcertantes y así lo podemos

comprobar en los siguientes testimonios.

11 Wibel, John. Op. cit. , p. 9.

En abril de 1823, el general Jerónimo Valdez

dirigió una carta de agradecimiento y despedida al cabildo

de la ciudad de Arequipa, luego de haber permanecido

cerca de dos años (1821-1823), en el cargo de comandante

de los ejércitos reales de esta provincia. En dicha carta,

Valdez se esforzaba por elogiar a la Ciudad Blanca,

manifestándole:

Su eterno respeto y gratitud por haberlo auxiliado

eficazmente, desde que tomó el mando militar de las

tropas de esta provincia... proporcionándole cuanto

necesito en todos los ramos... 12

Sin embargo, cuatro años después (1827), en su

conocida Exposición al rey Fernando VII Sobre las causas

que motivaron la pérdida del Perú , el general Valdez se

refería a esta ciudad como voluptuosa y corrompida en

la que no se podía tener moral y disciplina , para

justificar las razones por las que su colega el brigadier

Mariano Ricafort, perdió toda una división de soldados

cuando los conducía en julio de 1821 desde Arequipa a

Lima. En dicha exposición señalaba:

La división de Ricafort no se quedó en esqueleto en

aquella marcha por su incomodidad, privaciones y

trabajos, puesto que casi su total pérdida la sufrió los

cinco o seis primeros días, después de la salida de

Arequipa en que de nada carecía; así que no fue esta la

causa, sino la falta de previsión en haberla formado en

una ciudad voluptuosa y corrompida, en que era

imposible tener moral y disciplina, ni apenas salud ni

robustez...13.

Los elogios y denuestos del general Valdez contra

esta ciudad, podrían ser dos caras de la misma moneda,

ambiguas y contrastantes, determinadas por un

comportamiento pragmático y oportunista de sus

pobladores, que trató de ser entendida por Wibel y que

estaría definiendo a una ciudad con un extendido

sentimiento regionalista. Cuyos efectos, también lo sufriría

el brigadier José Carratalá, quien en mayo de 1823

reemplazó al general Valdez en la comandancia general de

los ejércitos de esta provincia. Dicha autoridad a los dos

12 AMA. Libro de Actas de Cabildo (en adelante LAC) Nº 29: 25de abril de 1823

13 Valdez, Jerónimo. Exposición del General Valdez... En: CDIP.XXII, pp. 315 384.

Page 18: Revista Letras Del Sur

17

meses de asumir el mando, ya se encontraba amenazando

al cabildo arequipeño por su indolencia y nula

cooperación:

Que de no hacerlos efectivos los pedidos de caudal y

carnes necesarios a la subsistencia de las tropas de su

mando, se verá precisado a abandonar esta capital,

contra todos los sentimientos de su interés a

defenderla...14.

Mucho más desconcertante y conmovedora fue la

experiencia vivida por el general patriota Antonio José de

Sucre. Quien ocupó la ciudad del Misti el 31 de agosto de

1823 por espacio de 39 días. En este breve tiempo, el joven

militar venezolano disfrutó de todas las bondades que el

oportunismo arequipeño pudo ofrecer; determinando que

su apacible ánimo fuera progresivamente desplazándose

desde la algarabía de los primeros días hasta la turbación

más absoluta, un mes después. Como lo podemos

reconstruir a través de sus cartas al cabildo arequipeño y

al propio libertador Simón Bolívar.

El día de su ingreso a la ciudad, Sucre agradecía

complacido a la población por el entusiasmo que ha

manifestado este benemérito vecindario, a la llegada del

ejército libertador .15 Una semana después, ese tono

jubiloso se fue progresivamente convirtiendo en reclamo:

Después de agotados los medios de suavidad para

excitar el patriotismo de este vecindario, a socorrer las

tropas libertadoras, apenas se ha producido un

miserable donativo que a nada alcanza, me veo

colocado en el terrible conflicto de ocurrir a otras

medidas.16

¿Qué había sucedido? Erróneamente, Sucre había

considerado que su recibimiento casi apoteósico se

traduciría en generosos donativos, y al no llegar estos con

la prontitud y cantidad esperada, la frustración y la rabia

pronto hicieron su aparición; por ello se entiende sus

reclamos al ayuntamiento arequipeño. Estos primeros

sinsabores fueron inmediatamente comunicados al

Libertador, en carta del 7 de setiembre de 1823:

14 AMA. LAC. Nº 29. 18 de julio de 1823.15 Carta de Sucre al Excelentísimo Ayuntamiento de Arequipa. 31

de agosto de 1823. En Vargas Ugarte, Rubén. Documentosinéditos sobre la campaña de la Independencia del Perú(1810-1824) . p. 80.

16 Ibidem. 5 de setiembre de 1823, p. 85.

Aquí he podido conseguir muy pocos reemplazos,

apenas tengo 100 hombres de alta, en los siete días

que estamos en Arequipa, apenas he conseguido

12,000 pesos de donativo y he tenido por tanto que

exigir un empréstito de 100,000 pesos a la

provincia 17

Quince días después la situación del jefe patriota

en la ciudad, no había progresado sustantivamente, por

ello sus reclamos empezaron a sonar amenazantes:

Han pasado tres días de los señalados, para que

exhibiese en la comandancia del ejército 25,000 pesos

a cuenta de los 100,000 pesos de empréstito que se ha

pedido. En este concepto diré por última vez que a las

nueve del día de mañana iré yo mismo al cabildo a

presenciar la entrega al comisario del ejército de los

25,000 pesos que han de reunirse por el pronto.18

Al cumplirse un mes del ingreso de las fuerzas

patriotas en Arequipa, la turbación de Sucre fue

agravándose por las prolongadas esperas de

contribuciones que no llegaban, empujándolo a radicalizar

sus amenazas:

La contribución impuesta sobre el vecindario y

particularmente sobre los españoles y desafectos,

deben entregarse hoy y mañana. Si a las doce del día

primero (octubre) no hubiesen exhibido se le hará

arrestar en la prevención de los dragones de Chile y

darme parte de ello para tomar las últimas

providencias.19

El 7 de octubre, las fuerzas patriotas tuvieron que

abandonar la ciudad seguido muy de cerca por el

fortalecido ejército virreinal. Como coronando sus

frustraciones, ahora Sucre tuvo que contemplar perplejo el

cambio de los sentimientos de la población en su contra,

en comparación a su ingreso un mes antes. Esta

metamorfosis política, la evidenció un testigo de

excepción, que participó en estos acontecimientos, el

coronel inglés Guillermo Miller. El inglés había

17 Carta de Sucre al Libertador Simón Bolívar. 7 de setiembre de1823. En Zegarra Meneses, Guillermo. Arequipa en el paso dela colonia a la República ...

18 Carta de Sucre al Excelentísimo Ayuntamiento de Arequipa. 12de setiembre de 1823. En: Vargas Ugarte p 87.

19 Ibidem. 30 de setiembre de 1823, p. 90.

Page 19: Revista Letras Del Sur

18

acompañado a Sucre en Arequipa y en sus memorias relata

un tanto sorprendido estos últimos instantes:

Antes de que Sucre saliese de la Plaza algunos

individuos del clero y otros de la Municipalidad que

habían hecho grandes protestas de patriotismo,

hicieron replicar las campanas en celebridad por la

entrada de los realistas y al mismo momento sacaron

desde un balcón el retrato del rey Fernando. 20

Las mismas personas que habían dado muestras de

un espontáneo patriotismo al ingreso de las fuerzas

colombianas de Sucre, un mes después exhibían sus

mejores sentimientos monárquicos en frente de los

ejércitos del rey que recuperaban la ciudad. Todo un

ejemplo de oportunismo político mostrado por la

población arequipeña durante este episodio de la

independencia; que sin embargo, no pasó inadvertido para

la célebre pluma del mayor de todos nuestros

tradicionalistas, don Ricardo Palma. Siendo registradas en

su monumental obra con los títulos Un general de

antaño y La maldición de Miller .21

Equivocadamente podría pensarse, que un espíritu

de colaboración tan exiguo, como el mostrado por los

arequipeños durante la ocupación colombiana, estuvo

reservado solo para las fuerzas patriotas, que al fin y al

cabo se presentaban como intrusas al mundo local. Pero

no fue así, el propio virrey La Serna, en comunicaciones

enérgicas dirigidas al intendente de Arequipa, coronel

Juan Bautista de Lavalle (1816-1824), le expresaba su

profundo malestar para con los habitantes de la ciudad:

Quienes miran con indiferencia las disposiciones de

este gobierno para reunir fondos ... quienes con llorar

pobrezas, falta de numerario, obstrucción del

comercio ... unos a otros se han retraído de dar los

auxilios que se les ha exigido22.

Sin embargo, al no presentarse variación alguna en

aquellas poco colaboradoras actitudes, un año después

(1824), las reiteradas protestas del virrey se hicieron cada

vez mas graves:

20 Miller, Guillermo. Memorias T. II, p. 62.21 Palma, Ricardo. Tradiciones Peruanas. T IV: Un general de

antaño y La maldición de Miller . Espasa-Calpe Madrid1945., pp. 334-400.

22 Mazzeo, Cristina. Vicisitudes de la Independencia del Perú...pp. 65 66.

Cuando considero que este miserable comercio

(Cuzco) ha contribuido en tres ocasiones con más de

50,000 pesos, me asombra y admira que ése de

Arequipa, que por título alguno puede compararse con

el de Cuzco tenga tantas dificultades para dar 30,000

pesos y esto a la verdad no puede proceder de otra

causa que de un egoísmo criminal.23

Y siguiendo la misma línea del general Sucre, el

virrey pasó de las protestas más encendidas a las

amenazas intimidatorias:

Todos los que al recibo de esta, no hubiesen

entregado a esta cajas reales la cantidad que se les

designó, se les notifique que si en el término de 24

horas, de hecha la notificación se les embarguen los

efectos a cubrir la cantidad, mas un tercio; y el que

ocultase los efectos y se resistiese al pago dispondrá

VS que en calidad de preso pase a la isla de

Chuchito.24

Cristina Mazzeo (comunicación personal) llamó

nuestra atención al respecto, afirmando que la gente

siempre fue reticente a la entrega de contribuciones

forzadas, por ello se hizo necesaria la presión de las

autoridades para conseguirlas en medio de la guerra.

Además, el aporte económico de Arequipa durante la

independencia al parecer fue significativo, aunque a decir

de las autoridades virreinales insuficiente. Mazzeo señala

que la insuficiencia arequipeña se debió a que se les pedía:

un patriotismo prácticamente impensable ya que de

ellos dependía la financiación de la guerra como así

también la manutención del ejército de reserva. 25

Estamos parcialmente de acuerdo con estas

afirmaciones. Debido a que en una guerra, las

contribuciones son exigidas a la población de una manera

más frecuente. Así sucedió durante este periodo en Lima y

Cuzco, Arequipa no fue la excepción. De la misma forma

se comprende que existiesen algunas personas resistentes

a la entrega de las contribuciones señaladas y, como

sucedió en 1824, luego de las amenazas del virrey La

23 ARAR. Intendencia Administrativos 108: 8 junio 1824.24 Ibídem.25 Mazzeo, Cristina. Op. cit., p .45

Page 20: Revista Letras Del Sur

19

Serna, los comerciantes que no pudieron cubrir el monto

exigido, sufrieron el embargo de sus bienes.26

Quisiéramos, no obstante, considerar algunas

situaciones específicas en el caso de Arequipa. En primer

lugar, mientras las economías de Lima y el Cuzco

agonizaban con la guerra, Arequipa se convirtió en el

centro económico y comercial más importante del

virreinato y en el único nexo entre la metrópoli española y

el último bastión realista de América del Sur. Por ello, esta

ciudad entre 1821-1824 recibió las más importantes

migraciones de comerciantes limeños, peninsulares y

extranjeros. Además del arribo de numerosísimos barcos

ingleses, franceses y norteamericanos, cargados de los

llamados efectos de Europa . Todo ello contribuyó al

crecimiento notable de la actividad comercial, la misma

que se convirtió, al menos por estos años, en el eje de la

creciente economía local.27 En segundo lugar, los

empréstitos forzados establecidos por las autoridades a los

miembros del comercio local y regional, no fueron

señalados de forma arbitraria, sino en función a la

capacidad económica de cada uno de ellos. Así por

ejemplo de los 28.269 pesos exigidos a la Intendencia en

1824, 5.500 pesos le correspondieron al rico comerciante

español Lucas de la Cotera; 3.000, a todo el comercio de

Arica; 2.000, al comercio de Moquegua; 1.600, al segundo

comerciante más poderoso de la ciudad Ambrosio Ibáñez y

compañía; 700, a Mariano Miguel Ugarte; 500, a Juan

Bautista Arróspide; 300, a la compañía de Ramón Font;

200 al hacendado y minero Mariano Basilio de la Fuente,

entre otros.28 Finalmente, señalaremos que antes del

inicio de las guerras de independencia y del gobierno de

La Serna, el virrey Joaquín de la Pezuela (1816-1821)

arribó a la misma conclusión sobre el compromiso de la

población arequipeña. En una carta remitida en 1817 al

recién nombrado Intendente Lavalle, le prevenía sobre los

hombres de la ciudad:

26 ARAR. Intendencia Administrativos. 108. 31 de julio de 1824.Ejecución y embargo por no cumplir con las asignaciones ...

27 En un trabajo anteriormente realizado, sobre la economía deArequipa durante la Guerra de la independencia señalamos elimpacto positivo y negativo que dicha guerra tuvo en lasactividades económicas más importantes de la región. Condori,Víctor. La Independencia y la Economía Arequipeña 1820-1825(inéd.). Arequipa, 2005.28 ARAR. Caja Nacional de Hacienda. Libro Mayor 1824:Préstamo Patriótico Voluntario

Siempre repugnaron a los hombres el servicio al Rey y

no usan salir de sus hogares por lo que... habrá alguna

dificultad en el envío de los 100 hombres a Tacna29.

Cinco meses después, volvía a prevenir al

Intendente sobre este mismo asunto:

Pero debe tenerse presente que esa provincia hasta

ponerse VS a la cabeza no ha dado gente para el

servicio de las armas, o en un número tan corto que no

merece la memoria...30.

En junio de 1820 el virrey Pezuela ordenó que el

Batallón Victoria, compuesto de 700 plazas acantonado en

la ciudad de Arequipa, se dirigiese al puerto de Quilca con

el objetivo de embarcarse rumbo al Callao. Las razones

que tuvo el virrey para este traslado, las explica en su

memoria de gobierno:

Por la dificultad de reunir los batallones de Arequipa y

Número, que ambos se componen de menestrales de

todas las castas de esta ciudad, casados, cargados de

hijos, de vicios y de oposición a tomar las armas,

siendo así todos los sastres, zapateros y demás oficios,

absolutamente necesarios y por último una gente sin

vergüenza, estímulo y honor, a quien a pesar de esto

es preciso tener contenta en las presentes

circunstancias de ser más temible esta chusma que los

hombres buenos31.

Como gente sinvergüenza, estímulo y honor

calificó Pezuela a los soldados arequipeños que se negaban

tomar las armas en los ejércitos reales. Pero, aunque suene

paradójico, reconocía que dichos soldados eran los

mejores para la guerra ; y así se lo hizo saber al intendente

de la ciudad, en otra carta que le envió en octubre de 1817:

En las otras provincias no son sus naturales tan a

propósito como los de esta provincia para servir en

dicha arma; por lo tanto sería conveniente y aún

necesario el que proporcione los que sea posible.32

29 Mazzeo, Cristina. Las Vicisitudes de la Independencia delPerú... p. 14.

30 Ibídem. p.16.31 Pezuela, Joaquín. Memorias de Gobierno, p. 735.32 Mazzeo, Cristina. Op. cit. , p. 16.

Page 21: Revista Letras Del Sur

20

En la misma carta, el virrey continúa destacando

las cualidades militares de los soldados arequipeños:

Rodil tiene en el día 660 arequipeños que han

agradado aquí extraordinariamente, y me prometo

mucho de ellos. Dicho su comandante me ha

manifestado muchas veces que ni los cambiaría por las

mejores tropas de las que van a la expedición.33

Como en situaciones anteriores los elogios y

denuestos vuelven a estar presentes, en relación esta vez, a

los soldados arequipeños. Lo que pone de manifiesto que

la actitud pragmática y oportunista no fue un patrimonio

de las clases altas de la ciudad (hacendados y

comerciantes), como podría pensarse, sino también de

sastres, zapateros y demás oficios que constituían los

sectores populares arequipeños.

UN SENTIMIENTO REGIONALISTA

Podemos a estas alturas del trabajo confirmar que

tan peculiar comportamiento en los arequipeños, estuvo

extendido en todas las clases que comprendía la sociedad

local. Porque, a fin de cuentas, todo ello no fue más que el

efecto de un ferviente sentimiento regionalista o como lo

llamaría el doctor Carlos Garaycochea un localismo

acendrado ; que diferenció a los arequipeños de otros

pueblos y le dio a la ciudad y sus habitantes una condición

especial , que lentamente se fue consolidando hasta

alcanzar durante las guerras de independencia su forma

más definida. Y cuando tuvieron que elegir entre la

corona, la patria y su propia seguridad, inteligentemente

(o interesadamente) se decidieron por esta última.

Dicho sentimiento regionalista, preocupado más

del resguardo de la ciudad y la defensa de sus propios

intereses indujo a aquel pragmatismo tan oportunista de

sus habitantes durante esta época; sin embargo, ya se

venía manifestando desde las campañas realistas contra

los patriotas argentinos en el Alto Perú hacia 1809 (sino

desde antes). En dichas campañas participaron

importantes fuerzas militares arequipeñas, al mando de

oficiales también arequipeños como el general José

33 Ibídem.

Manuel de Goyeneche o los coroneles Domingo y Pío

Tristán.34

De este modo, en noviembre de 1810, el Cabildo de

Arequipa rechazó un pedido de armas para auxiliar a la

Intendencia de La Paz, que se encontraba convulsionada

por una revolución popular. La razón, dichas armas eran

necesarias para la defensa de la ciudad;35 y a pesar del

peligro que pudo significar el levantamiento de la Paz para

la región, las autoridades locales consideraron que de los

200 fusiles que quedan no son suficientes a mantener el

buen orden, atentas a las actuales circunstancias. 36

En medio de esta guerra, fueron bien conocidas las

diferencias políticas existentes entre el virrey Abascal y el

general arequipeño Goyeneche; no obstante, a este último

se le mantuvo en el puesto de comandante del ejército

realista en el alto Perú, debido a sus talentos y sobre todo

al ascendiente que mantenía entre sus tropas, integradas

en gran número por soldados arequipeños. Abascal no se

equivocó. Después del relevo de Goyeneche por el

brigadier Joaquín de la Pezuela en 1813, se produjeron

numerosas deserciones de estos soldados en el ejército del

Desaguadero.37

Soldados reclutados posiblemente a la fuerza, se

mantuvieron en servicio mientras el mando estuvo en

manos de un jefe arequipeño de tanto prestigio como

Goyeneche. Todo un orgullo de la Ciudad Blanca y

vencedor de los patriotas argentinos en Guaqui (1811).

Pero, al ser reemplazado por otro oficial no arequipeño, el

vínculo que los mantenía en el ejército se rompió y

decidieron regresar a sus entrañables hogares.

Posteriormente, en 1815, otro militar mistiano aunque de

un menor talento que Goyeneche, Juan Pío Tristán y

Moscoso, con el fin de levantar la moral de los soldados

arequipeños estacionados en Puno y deseosos de ser

enviados de vuelta a casa, les tuvo que asegurar estar

cuidando de sus familias. 38

Confirmando este regionalismo tan evidente, Sarah

Chambers señala que los arequipeños mostraron en esta

época mayor disposición a derramar su última gota de

sangre cuando les parecía que su propia ciudad estaba

34 Fisher, John. Relación del gobierno del Intendente Salamanca.1796 1811 pp. 102 103.

35 Chambers, Sarah. Op. cit. p. 4436 AMA. LAC. Nº 26. 29 de setiembre de 1810.37 Malamud, Carlos. Op. cit. pp. 92 93.38 Chambers, Sarah. Op. cit. pp. 44 45.

Page 22: Revista Letras Del Sur

21

directamente amenazada.39 Efectivamente la Ciudad

Blanca representaba para muchos arequipeños el centro

en torno al cual giraba toda su vida económica y social; y

ello se puso en evidencia no solo en la actitud de las tropas

locales enviadas al Alto Perú, sino también en las mismas

donaciones pecuniarias que realizaron, por que según

Wibel:

muchas donaciones para la Corona, fueron pensadas

para la defensa de Arequipa, antes que del gobierno

español en general. 40

Finalmente, si los supuestos sentimientos

realistas de los arequipeños tuvieron más de interés y

defensa propia que una convicción fuerte, como concluye

Chambers, entonces ese mismo interés pudo haber estado

presente en el comportamiento de muchos connotados

personajes arequipeños, tildados injustamente como

defensores del poder real . Como fue el caso de José

Sebastián de Goyeneche y Barreda, excelentísimo Obispo

de Arequipa entre 1817-1859. A quien Alejandro Málaga

Medina señaló como una de las columnas del realismo

español en la ciudad. Sin embargo, creemos que su

comportamiento en líneas generales, sin llegar a ser la de

un ferviente patriota, distaba mucho de aquella

apreciación. En principio, su actitud no fue distinta a la

mantenida por la mayor parte de los obispos americanos.41

Como máxima autoridad religiosa de la ciudad, apenas

iniciado su ejercicio episcopal señaló la prohibición de

denunciar a los insurgentes hasta no tener la suficiente

claridad para ello 42. Además, la opinión que tenía de las

autoridades virreinales, tampoco sonaba demasiado

fidelista. Así, frente a las continuas exacciones monetarias

exigidas por el virrey La Serna a su institución y

patrimonio familiar, escribía a su hermano el conde de

Guaqui (José Manuel) en 1822:

La Serna y sus adláteres pierden el Perú, son unos

ladrones, todos ladrones ...43

Luego de la derrota definitiva del ejército realista

en los campos de Ayacucho, el 7 de febrero de 1825, hizo

39 Chambers, Sarah. Op. cit., p.44.40 Wibel, John. Op. cit. ,p. 283.41 Malamud, Carlos. Consolidación de una familia p 112.42 Ibídem , p. 110.43 Ibídem , p . 104.

sin ninguna resistencia jurar la independencia a los curas

y eclesiásticos de las provincias de su jurisdicción.44 Y algo

que merece destacarse, a diferencia de otros prelados, se

quedó en el Perú y en Arequipa a fin de no desamparar a

su rebaño ni a sus enormes propiedades.

REFLEXIONES FINALES

Durante mucho tiempo algunos historiadores se

refirieron a la Ciudad Blanca en relación a sus títulos

coloniales de muy noble y muy leal y fidelísima , sin

tratar de excavar qué había debajo de esos

reconocimientos. Más aún, como durante el proceso de

independencia no se produjo ninguna manifestación

patriótica a favor de la emancipación, entonces

concluyeron que se trataba de una ciudad realista . Que

solo participó en dicho proceso en el último momento

(1825) cuando ya el régimen colonial había fenecido. ¿Qué

hizo entonces durante los años de guerra? Había sostenido

mediante donativos, empréstitos y soldados la sagrada

causa realista, respondieron.

Como lo hemos señalado a lo largo de estas breves

pero significativas páginas, todas ellas no fueron más que

conclusiones ligeras, sin demasiada relación con una

realidad local mucho más compleja y singular. Si existió

alguna forma de fidelismo entre los arequipeños, fue con

sus propios intereses y necesidades, los mismos que

buscaron resguardar por encima de las efímeras fuerzas en

pugna (realistas o patriotas). Si apoyaron al bando real, no

fue por convicción sino por que aquel garantizaba la

conservación y reproducción de los mismos. Pero cuando

el sistema exigió más allá de sus límites poniendo en

riesgo la existencia de tales intereses, la población se

replegaba, dilatando o abiertamente rechazando aquellas

exigencias. Como ya había anteriormente sucedido en

plena Era Borbónica , cuando toda la población local

rechazó violentamente la aplicación de los nuevos

impuestos reales y el establecimiento de una aduana, en la

ya mítica Rebelión de los Pasquines (1780).

Entonces, fue un emergente sentimiento de

identidad regional lo que llevó a la mayor parte de

arequipeños (de diferente condición social) a identificarse

con estos intereses, en cuyo centro se encontraba la propia

Ciudad Blanca. Ciudad que se había desarrollado durante

44 Ibídem , p. 114.

Page 23: Revista Letras Del Sur

22

muchos siglos distante de la capital del virreinato,

engendrando como consecuencia una gran autonomía

económica y cultural; sus principales mercados estuvieron

en el Alto Perú y su aristocracia dependía mucho menos de

los favores reales y más de los esfuerzos personales y

relaciones sociales. Por todo ello, la proclamación de la

independencia y el establecimiento de un nuevo régimen,

después de 1824, no representó el trauma de otras

regiones. Su élite había consolidado durante la guerra una

importante base económica que le permitió fácilmente

adaptarse al nuevo orden, al menos políticamente, y a

través de sus fuertes lazos familiares y sociales, seguir

monopolizando el gobierno de la ciudad.

Este trabajo fue posible gracias al valioso apoyo de la

historiadora Cristina Mazzeo y del Dr. Eusebio Quiroz, para

ellos mi enorme agradecimiento.

BIBLIOGRAFÍA

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BONILLA, Heraclio.2001 Metáfora y realidad de la independencia del

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Page 24: Revista Letras Del Sur

23

1. INTRODUCCIÓN

Este trabajo tiene como principal objetivo completar en

una visión sintética las ideas de van Dijk en relación a la

"cultura", "etnicidad", "género", "tipos de análisis de

discurso" y la "emergencia" de otras disciplinas relevantes.

A la luz de las fuentes consultadas, como referencias,

queda claro que gran parte de los estudios sobre "análisis

del discurso" (AD) ocurren en una o más de las áreas

descritas en el trabajo anterior: forma, significado,

interacción y cognición. Sin embargo, se aprecia que el

"contexto" juega un rol fundamental en la descripción y

explicación de los textos escritos y orales. A pesar de que

no existe una teoría del "contexto", el concepto es utilizado

por diversos expertos en una variada amplitud de

significados. En la línea de enfoque de van Dijk se puede

definir como "la estructura que involucra todas las

propiedades o atributos de la situación social que son

relevantes en la producción y comprensión del discurso";

así los rasgos del contexto no sólo pueden influir en el

discurso (escrito y oral) sino que es posible lo contrario:

puede modificar las características del contexto; tal como

pueden distinguirse estructuras locales y globales en el

discurso, lo mismo puede darse con referencia al contexto.

Entre las primeras se ubican el "ambiente" (tiempo,

ubicación, circunstancias, etc.) los "participantes" y sus

"roles socio-comunicativos" (locutor, amigo, presidente,

etc.), intenciones, metas o propósitos. El contexto global

se hace evidente o relevante en la identificación del

desarrollo o proceso del discurso en acciones de las

organizaciones o instituciones conocidas como

"procedimientos" (legislaciones, juicio, educación,

reportaje o informes). Del mismo modo el contexto global

se manifiesta cuando los participantes se involucran en

interacciones como miembros de un grupo, clase o

institución social (mujeres - hombres; "winka"- mapuche;

anciano-joven; jefe-empleado; el proceso educativo; el

parlamento, la Corte, o la Policía).

Pues bien, al asumir un enfoque contextual del discurso

involucramos muchos aspectos de la sociedad y su cultura.

Por ejemplo, el uso pronominal que tenemos en

nuestra lengua como el Español "tu-Ud" como formas de

cortesía presupone siempre que, como usuarios de esta

lengua, conocemos la naturaleza, de algún modo, del otro

en la interacción social. Por otro lado, la variación en el

léxico implica igualmente que como hablantes podemos

tener opciones diferentes o "ideologías", por ejemplo,

"terrorista" frente a "luchador por la libertad" o "viejo"

versus "adulto mayor". Los actos de habla como las

ordenes o imperativos presuponen siempre diferencias de

poder y autoridad. Van Dijk (l992) es concluyente cuando

plantea que en todos los niveles del discurso podemos

encontrar las "huellas del contexto" en las que las

características sociales de los participantes juegan un rol

fundamental o vital tales como "género", "clase",

"etnicidad", "edad"," origen" , y "posición" u otras formas

de pertenencia grupal. Además, sostiene que los contextos

sociales no siempre son estáticos y que, como usuarios de

una lengua, obedecemos pasivamente a las estructura de

grupo, sociedad o cultura; así el discurso y los usuarios

tienen una relación dialéctica en el contexto. Es decir,

además de estar sujetos a los límites sociales del contexto

contribuimos también a construir o cambiar ese contexto;

podemos comprometer negociaciones flexibles como

función de las exigencias contextuales junto con los límites

generales de la cultura y la sociedad; al mismo tiempo que

obedecemos al poder del grupo también lo "desafiamos"

pues las normas sociales y sus reglas pueden ser

cambiadas de un modo creativo donde se puede dar origen

a un orden social nuevo.

2. GÉNERO

En relación a este aspecto se plantea que como varones, de

un modo abierto y a veces no tanto, nos comprometemos

en formas verbales "sexistas" con y acerca del sexo

opuesto, atributos que prevalecen en un grupo social. De

esta forma contribuimos a " reproducir" un sistema de

El análisis del discurso según Van Dijk ylos estudios de la comunicación

Omer Silva-Villena

Universidad de La Frontera, Temuco-Chile

Page 25: Revista Letras Del Sur

24

desigualdad de géneros al ejercer un control de aquellos

aspectos del contexto a expensas de participantes

femeninos en el tópico, estilos, turnos, etc. en todo tipo de

eventos comunicativos (Montgomery l976; Giles l979;

Salkie l995).

Sobresalen en este ámbito los estudios de West,

Lazar, y Kramarae quienes han desarrollado el AD en este

interesante ámbito.

3. LA ETNICIDAD

Las ideas relacionadas con el punto anterior son

válidas en cuanto a la etnicidad. Aunque no se define el

concepto, implica el discurso y la comunicación intra e

intercultural. Se menciona la situación en los EE.UU.

donde la historia de la esclavitud y la segregación racial o

el racismo continuo han creado las condiciones propicias

del discurso típicas de las comunidades Afro-americanas

en ese país . De esta manera, los grupos étnicos o raciales

han sido capaces de desarrollar formas de hablar

específicas dando origen a una influencia y adaptación

mutua y generando al mismo tiempo problemas de

comunicación y comprensión intercultural. A nivel de

sociedad global estas relaciones interculturales o

interétnicas pueden tomar la forma de "dominancia" al

entrar en una forma de reproducción de etnocentrismo y

racismo a través de la utilización de un discurso

"prejuiciado" o "discriminatorio" sobre una minora étnica

o racial o de cualquier emigrante. Sobresalen en esta línea

los estudios del mismo van Dijk junto con S. Ting-Toomey

y D. Troutman sobre cultura, etnicidad y racismo (Giles

l979; Saville-Troike l982; Stubbs l993).

4. LA CULTURA

Lo sintetizado en los puntos o aspectos anteriores

sobre el AD adquieren validez también en el ámbito de la

cultura. Ello por cuanto las distintas formas del discurso

han sido testigos de las variaciones sociales entre los

actores sociales como en los grupos; esto significa que el

discurso es influido por las características de los cambios

culturales. Así, "narrar", "cumplir una orden", expresar

cortesía", o "cambiar de tema", por citar ejemplos, se

pueden hacer de modos diferentes dependiendo de los

valores, normas, relaciones sociales, o instituciones y la

forma que adoptan o tienen determinados contextos socio-

culturales. Ocurre que en el contacto intercultural las

diferencias discursivas pueden aceptarse de un modo

tolerante y cooperativo o dar origen a incomprensiones o

conflictos traducidos en formas de dominación, exclusión

u opresión (Stubbs 1993) hacia los de menos poder. De

aquí que el estudio y análisis de la comunicación intra e

intercultural sea un campo de acción importante para el

AD multidisciplinario. En este terreno las ideas de van

Dijk han sido desarrolladas por C. Goddard y A.

Wierzbicka en relación a lo que ellos denominan la

"interculturalidad del discurso".

5. ANÁLISIS DEL DISCURSO SOCIAL

Es la dimensión donde encontramos el AD

relacionado con las nociones de cultura y sociedad. Para

van Dijk, es justamente el ámbito donde debieran

culminar los estudios de AD. A pesar de ser un marco

complejo, podemos aquí, como investigadores, trascender

el mero análisis de las combinaciones "discursivas" de la

oraciones, la coherencia", los "actos de habla", y los

"turnos conversacionales" o los simples "cambios de

tópico". Si bien es cierto que muchas de las propiedades de

estas estructuras y estrategias poseen cierta autonomía y

son libres de contexto, ellas interactúan con muchas de las

propiedades de los contextos locales y sociales

anteriormente bosquejados. Además, van Dijk plantea que

si queremos explicar lo que es el "discurso", resulta

insuficiente analizar sus estructuras internas, las acciones

que se logran, o las operaciones mentales (procesos

cognitivos) que ocurren en el uso del lenguaje. En este

sentido es necesario dar cuenta que el discurso como

acción social ocurre en un marco de comprensión,

comunicación e interacción que a su vez son partes de

estructuras y procesos socio-culturales más amplios. De

esta manera, por ejemplo, las destrezas narrativas pueden

ser constitutivas de una cultura colectiva o las habilidades

de argumentación en el Parlamento pueden ser inherentes

a los ambientes legislativos, o cómo el "discurso

educacional" (Stubbs,l993) pueda definir la educación

como proceso social, etc. Sobre esta base, se puede

plantear la idea de que, mediante propiedades especificas

del habla acerca de inmigrantes o de los "pueblos

indígenas", se pueda contribuir a una forma de

reproducción de "prácticas racistas". Por otra parte,

siempre en la línea de van Dijk, la desigualdad de los

"géneros" puede también manifestarse y confirmarse por

el discurso "machista" desafiado a su vez por otro

"feminista". El abuso del poder político puede involucrar a

Page 26: Revista Letras Del Sur

25

la manipulación y legitimación de la propaganda como

tipos o funciones de una "comunicación discursiva" que

cualquier oposición política puede de igual forma realizar.

En síntesis, lo que puede aparecer como mero discurso

local, en muchos casos, se instituye como procesos y

estructuras complejas a un nivel más global de la sociedad.

Estas formas de AD no son simples; requieren de

un estudio más integrado en todos los niveles o

dimensiones vistos hasta aquí; así las relaciones entre

discurso y estructuras sociales resultan a menudo ser

indirectos y altamente complicados de abordar.

Retomando, a modo de ejemplo, lo que decíamos en

párrafos precedentes sobre el o los "usos pronominales"

(pronominalización) éstos necesitan relacionarse con la

estructura de la oración, el significado, la interacción,

modelos mentales, la identidad y las creencias

compartidas, antes de relacionarlos con las diferencias de

poder entre los miembros de un grupo o estructuras y

rutinas institucionales. No cabe duda que al ámbito del AD

es, en consecuencia, inter o multi disciplinario; ello queda

claro al entrar al campo social del AD que tiende a

orientarse hacia un "campo aplicado" sobre todo si

intentamos llevar este tipo de análisis al terreno de la

"educación", los "medios", la "política", el "derecho", y

tantos otros campos donde el discurso adopta diversas

formas y usos. Esta línea específica de desarrollo del AD la

encontramos en los trabajos de Britt-Louise Gunarsson

quien en forma detallada nos da cuenta de lo que ocurre

desde la llamada "lingüística aplicada" a la conformación

del marco de un "análisis de discurso aplicado" enfocado

hacia los "ambientes educativos", "ambientes legales y

burocráticos", "ambientes médico- social", "ambientes

laborales" ,y los "ambientes científicos o académicos" (De

Beaugrande l993).

6. EL AD CRÍTICO: (O ANÁLISIS CRÍTICO DEL

DISCURSO)

A pesar de que podamos involucrarnos activa o

pasivamente en los aspectos sociales del AD y de un modo

también lejano o desinteresado siempre tendremos en

frente de nuestro trabajo las normas dominantes que

requiere todo trabajo intelectual o académico con el fin de

ser "objetivo". Igualmente nos comprometemos en los

temas y/o fenómenos a estudiar. Como tal debemos

asumir una posición más cuestionadora de la realidad

circundante, principalmente cuando se trata de cómo los

discursos orales y escritos reproducen el abuso de poder,

la dominación o la desigualdad social. A esto es lo que van

Dijk denomina "AD crítico" cuyo exponente explicita

siempre su posición social y política; asumir una posición

con el fin de descubrir, desmitificar y, al mismo tiempo,

"desafiar" una posición o dominación mediante un análisis

crítico del discurso opuesto. Así, en lugar de centrarse en

la disciplina y sus teorías o paradigmas lo hace en la

relevancia de una situación problemática o crucial . El

trabajo de un analista crítico está orientado por un

"problema" más que por un marco teórico; su análisis, su

descripción de un fenómeno como la formulación de una

teoría juegan un rol en la medida que permita una mejor

comprensión crítica de la "desigualdad social" basada en,

por ejemplo, origen, género, clase, religión, lengua, u otro

criterio que pueda definir las diferencias humanas. Su fin

último no ser puramente científico, sino también político y

social, es decir, con tendencia al "cambio". Es justamente

en este sentido que la orientación social se transforma en

"crítica". Quienes se mueven en esta senda ven el AD como

una tarea moral y política con responsabilidad académica.

Finalmente, debemos dejar en claro que, para van

Dijk, el AD o el "discurso" mismo es una parte inherente

de la sociedad y participa prácticamente en todas las

"injusticias" de la sociedad como en la lucha contra ellas.

Un analista crítico del discurso , además de tener en

cuenta el vínculo entre discurso y estructura social apunta

a ser un "agente de cambio", solidario con las necesidades

que promueven tal cambio. En esta línea de trabajo

sobresalen las contribuciones de N. Fairclough y R. Wodak

en temas tales como "lenguaje y poder", "el discurso de los

medios", y los "trastornos del discurso".

7. TIPOS DE ANÁLISIS DEL DISCURSO

Hasta aquí hemos presentado una introducción

elemental, aunque densa, de las estructuras, niveles y

dimensiones del discurso y sus enfoques. Ahora, en una

breve visión retrospectiva, consideraremos el marco

resultante en términos más generales al examinar aquellos

principios básicos que orientan el quehacer en AD donde

se distinguen tipos, estilos y modos de realizar el análisis.

El que más prevalece o ha prevalecido es el trabajo

sobre "análisis textual" que trata con las estructuras más

abstractas del discurso escrito como un objeto fijo en la

perspectiva de la "lingüística". El otro es el relacionado

con el "estudio del habla" (discurso oral) que se centra en

aquellos aspectos más dinámicos de la interacción

espontánea en la perspectivas de las "ciencias sociales".

Page 27: Revista Letras Del Sur

26

A pesar de las diferencias de enfoques, ambos están

comprometidos con el descubrimiento de "ordenes",

"reglas", y "regularidades" en el trabajo de análisis de

"estrategias" y "estructuras"; tienen una orientación

descriptiva y su tendencia es a ignorar contextos mayores

como por ejemplo lo "cognitivo" y lo "social".

De la misma forma también existe la distinción

entre estudios más "formales" o abstractos como en la

inteligencia artificial y gramática, y estudios más

"concretos" de textos reales o formas de habla en

contextos específicos o socio-históricos, es decir, de la

formas reales en que los usuarios de una lengua se

manejan como "actores sociales", hablando, significando,

y haciendo cosas con palabras.

En la literatura consultada, resaltan las

orientaciones de tipo teórico y descriptivo y los aplicados y

críticos con un fuerte énfasis en lo social, el último.

También se puede distinguir una diferencia en los "estilos"

o diseños de investigación; aquí se sitúan los estudios

"empíricos" que trabajan con información concreta o

corpus, y los de orientación "filosófica" que son más bien

especulativos y utilizan formas impresionísticas para

referirse al discurso.

Otro criterio de diferenciación de enfoques se basa

en tipos de discurso en cuanto a "género". Aquí las

preferencias apuntan hacia las conversaciones, las

noticias, la publicidad, la narrativa, la argumentación, el

discurso político, entre otros. Ahora bien, cada uno de

estos enfoques ha desarrollado sus propios conceptos,

métodos y técnicas de análisis; una integración de los

mismos pueden circular en forma paralela a la variación y

especialización interdisciplinaria van Dijk distingue tres:

a) los que se centran en el discurso mismo o en la

estructura, b) los que consideran el discurso como

comunicación en el ámbito de la "cognición", y c) aquellos

que se centran en la estructura socio-cultural. Todos

conforman una trilogía (discurso, cognición, sociedad) la

que se vislumbra como el ámbito propicio para es

establecimiento de una empresa multidisciplinaria en el

AD. Sea cual fuere el punto por donde podamos ingresar a

este triángulo descubriremos que no se necesitan de los

otros lados o aspectos; cualquier exclusión, entonces,

década de los años 60 el interés emergió simultáneamente

tanto en el campo de las "humanidades" como en el de las

"ciencias sociales". Ya, como discurso escrito y oral, venía

siendo abordado o tratado en el análisis literario, la

historia, la comunicación de masas, y desde la Grecia

Antigua en la retórica o como las propiedades de "hablar

en público". Por ser el AD un campo interdisciplinario nos

referiremos en forma resumida a las principales

disciplinas que lo abordan y tratan:

** Etnografía. Surge a mediado de los años 69

como una interdisciplina sistemática y explícita para

abordar el AD; fue justamente en el campo antropológico

donde se levanta un escenario con un primer "informe

etnográfico" de los llamados "eventos comunicativos"

(formas de hablar") en los contexto culturales. Se planteó

que los hablantes de una lengua no sólo conocen las reglas

o principios que estructuran una lengua como sistema

gramatical sino también, como miembros de una cultura,

son poseedores de una "competencia comunicativa" (saber

qué decir y cuándo) (Silva, l988) más amplia; que

comparten un conocimiento cultural de reglas sobre cómo

hablar correcta y apropiadamente en situaciones, por

ejemplo, "cómo advertir", "cómo contar un cuento", o

"cómo entrar/salir de una disputa o debate"(Saville-

Troike, l982).

** Estructuralismo y Semiótica. Surge como el

llamado de Formalistas y otros especialistas Rusos en los

años 20 y 30. El primero ofrece un marco más amplio para

el estudio de la "narrativa", los "mitos", "literatura", y

"cine" y otras prácticas semióticas en Francia desde donde

se proyectaron influencias en diversos sentidos y latitudes.

Por ejemplo, el análisis estructuralista de textos y/o

narrativas en el estudio de los "medios" (Tobin,l990). La

crítica que siempre aparece en estos enfoque es la de no

dar cuenta de los procesos cognitivos, la interacción social,

y las estructuras sociales.

** Gramática del Discurso. Más allá de la corriente

Generativista en Lingüística, algunos lingüistas se han

dado cuenta que el estudio de la lengua significaba, más

que describir un sistema sintáctico, sobre la base de

oraciones aisladas de contexto , comenzar a pensar en

términos de "texto" o, como lo denomina van Dijk, la

gramática de discurso centrado especialmente en las

relaciones semántica y funcionales entre las oraciones. En

otras palabras, cómo un texto es coherente y cómo se

distribuye la información en el mismo. Hasta ese

momento, el enfoque estructuralista o semiótico en el AD

no consideraba el uso real de la lengua o la "dimensión

social del discurso". De esta manera, y como una forma de

enriquecer el campo del AD, los aportes provenientes de la

"psicolingüística" y de la "psicología cognitiva" se han

hecho relevantes al considerar el estudio de lo que ocurre

Page 28: Revista Letras Del Sur

27

en el "procesamiento" de la información verbal en textos

orales y escritos.

** La Sociolingüística y la Pragmática. Al mismo

tiempo que emergen los intereses por la estructura del

discurso lo hacen también la sociolingüística y la

pragmática como nuevas orientaciones en el campo de las

ciencias del lenguaje. Parte de estos esfuerzos se centran

en la "naturaleza discursiva del uso del lenguaje", "los

actos de habla", y la "interacción verbal" al no sentirse una

satisfacción con las cuentas formales de la estructura del

discurso en un contexto socio-cultural (Salkie,l995;

Leech,l996).

** La Etnometodología. Surge a fines de los 60

como un enfoque "micro-sociológico" interesado en el

campo de la "interacción diaria" especialmente en lo

referente al análisis de conversaciones en la "vida

cotidiana"; reciben una atención preferente los "cambio de

turno" o alternancias del diálogo como también qué tipo

de interacción social se logra al expresarse de una

determinada forma. Estos estudios ejercen gran influencia

en la conformación del "análisis conversacional". Se

observan escasos vínculos con los estudios lingüísticos

formales y cognitivos al tiempo que se mantuvo cierta

distancia de las formas "macro-sociológicas" clásicas al

dar cuenta de una estructura social (Giles, l979; Stubbs,

l993).

** La Psicología Cognitiva. Junto con la Psicología

Educacional e inspirada por las complejidades del

"aprendizaje humano" y/o "la adquisición del

conocimiento" (fundamentos epistemológicos) (Audi,

l998) en el inicio de los 70 surge una corriente de

investigación en el estudio o rol que desempeñan los

"procesos mentales" (atención, memoria, percepción,

concentración, solución de problemas, etc.) en el proceso

de comprensión de "textos" y en un marco que

posteriormente conocemos como "ciencia cognitiva". Este

desarrollo ocurre en estrecha cooperación con los avances

de la "simulación" de computadores en la comprensión así

como el rol del conocimiento en el ámbito de la

"inteligencia artificial" que en su conjunto integra,

enriqueciendo, las perspectivas de la "Lingüística Textual"

(Green, l989; Turner, l996).

** La Psicología Social y la "Psicología Discursiva".

La primera entra al campo del AD solamente en la década

de los 80 a pesar de que en sus áreas de acción se habían

tratado temas relevantes como los "procesos de

socialización" y la "atribución". En Gran Bretaña algunos

psicólogos sociales desde una relevancia obvia en la

interacción social y la construcción de representaciones

sociales" desarrollan su propio enfoque conocido como

"psicología discursiva". Desde una posición cognitiva, e

inspirados por los principios de la etnometodología, se

centran en el estudio de la interacción como "fenómeno

psicológico" para abordar la "comprensión", la

"explicación", la "formación de opiniones e ideologías"

(Giles, l979).

** Los Estudios de la Comunicación. En forma de

algún modo lenta, en la década de los 70 y 80 las diversas

ramas interesadas por el estudio de la "comunicación

humana" sintieron que el AD ampliaba su domino de

acción, por ejemplo, la estructura de los mensajes en los

medios de comunicación masivos, la comunicación

interpersonal, intercultural, y empresarial. Se puede

afirmar que tanto el estudio de la comunicación humana

así como el AD, en conjunto, pueden contribuir a una

mayor integración de ambos enfoques ampliando el

campo de una "teoría de la comunicación humana"

(Brown, l994).

** Otras disciplinas. Lo planteado hasta aquí es

válido para otras disciplinas que puedan emerger en el AD

centrados en la humanidades y ciencias sociales. Por

ejemplo, el estudio de las interacciones verbales en la

administración de justicia (Corte o Tribunales) ya han

atraído el interés en los llamados "estudios legales" en

sociología y la psicología social. Por otra parte, los

historiadores se interesan por la naturaleza textual de sus

fuentes y de los aspectos narrativos de la historiografía; es

el caso de la "teología" con el estudio de la Biblia o de otros

textos sagrados. Podemos decir también que, por ahora,

de la gama de disciplinas interesadas en el AD, la "ciencia

política" es la que parece estar ausente en forma más

sistemática; no se necesita argumentar mucho para darse

cuenta que es justamente éste uno de los campos en que el

discursos oral y escrito constituye un elemento central en

todo proceso político (Leech, l996).

8. ¿DIVERSIDAD O INTEGRACIÓN?

A pesar de la riqueza de enfoques interdisciplinarios para

abordar el AD, van Dijk lo plantea como opciones válidas

conducentes a la unificación de los esfuerzos o al inicio y

desarrollo de caminos propios. Lo positivo, como sea que

fuere, es que los esfuerzos así expuestos producen una

constante renovación teórica interesante por el hecho de

Page 29: Revista Letras Del Sur

28

que inicialmente, como hemos visto, el AD ha tenido lugar

en los límites de disciplinas ya establecidas. Más que

tender a la diversidad, el punto es y ser la emergencia de

una empresa unificada. Por ejemplo, es lo que hemos

venido percibiendo entre la lingüítica textual y la

psicología cognitiva; otro tanto se da entre la micro-

sociología, la sociolingüística, y la etnografía. Sin embargo,

también se observan dominios dispares o aislados como lo

son, hasta el momento, la estilística, la retórica y los

estudios sobre "argumentación" (Audi, l998). Igualmente

permanecen algo separados los dominios entre "mente" e

"interacción"; ello lo vemos reflejado en los estudios de la

"coherencia" la que fue primero tratada en los textos

escritos y desde allí al análisis conversacional; las

estrategias de interacción en la llamada "habla situada"

fueron ignorados en el estudios de los "textos". Por otra

parte, nociones fundamentales como el "significado" han

sido tratadas de maneras diferentes en la semántica

formal, psicología cognitiva, sociología, y la etnografía de

las interacciones.

El mismo van Dijk visualiza que también han

ocurrido "formas de fragmentación" lamentables en los

puntos o lugares en que se inició el AD con trayectorias

más o menos típicas como ha sido el caso de aquellos

esfuerzos estructuralistas y post-estructuralistas en

Francia y su contraparte inglesa especialmente en

orientaciones literarias y filosóficas. En la tradición

Hispánica el rumbo ha sido el trazado por la influencia

Francesa. Afortunadamente, en la últimas décadas se han

podido apreciar muchos intentos de integración. Por el

lado psicológico la ciencia cognitiva suministra un marco

unificado de integración e inspiración mutua en aspectos

lingüísticos, cognitivos, neurológicos, y filosóficos (Turner,

l996). Desde la perspectiva socio- cultural el interés por la

"interacción social situada" ha favorecido el intercambio

desde la pragmática, sociolingüística, sociología, y

etnografía.

Es igualmente relevante destacar que han surgido

algunos puntos de vistas como para plantear que no es

posible una división entre cognición e interacción,

sociedad y cultura favoreciendo el desarrollo de la

"antropología cognitiva" con la noción de "cognición

social" como el fundamento base en el AD tanto en su

dimensión socio-cultural como cognitiva.

En síntesis, se puede afirmar que el AD define un

dominio de estudio que por si mismo ha promovido una

influencia interdisciplinaria, por ende, una integración

más que división. Se trata de que nos podamos centrar, en

el futuro, en un AD como disciplina autónoma. Para ello

no ser exclusividad referirse en detalle a una estructura o

gramática textual, o a la cognición, interacción, estructura

social, etc. sino como aspectos de un compromiso

científico complejo que explique y describa el "discurso"

humano como comunicación (Brown, 1994).

9. LOS PRINCIPIOS EN LA ACCIÓN DEL AD

No es suficiente explicar las propiedades del discurso así

como sus dominios correspondientes. Hasta aquí hemos

ampliado la visión o campo tratada en el trabajo anterior.

Como toda disciplina o área de conocimiento el AD se

orienta por algunos principios que es necesario de tener en

consideración sobre todo cuando diseñamos algún tipo de

investigación en el campo. van Dijk plantea que debemos

tener en cuenta un cierto número de normas con el objeto

de realizar un trabajo interdisciplinario objetivo y

académico. A pesar de que los mismos puedan provocar

reacciones críticas en el campo investigativo, ellos están

sujetos a cambios. Veamos los más relevantes:

Lo escrito y lo oral en su entorno natural. Significa

que cualquier estudio de AD debe tener como centro un

material de trabajo que refleje realmente lo que ocurre en

la interacción. Se deben evitar ejemplos inventados o

construidos en favor de datos reales o "corpus". Los datos

no pueden "editarse" o someterlos a un proceso de

"sanitización" sino estudiados tal como son recogidos en la

realidad o contexto social.

El contexto: el discurso debe ser estudiado

preferentemente como constituyente de su situación local,

global, socio-cultural. De muchas maneras los discursos

orales y escritos indican, reflejan o señalan su pertenencia

contextual. Así las estructuras contextuales se deben

observar y analizar en detalle y también como posibles

consecuencias del discurso: ambiente, participantes, roles

comunicativos, metas, conocimiento relevante, normas y

valores, o estructuras institucionales u organizacionales,

etc.

El discurso como expresión oral. Mientras la

mayoría de los trabajos iniciales de Ad se centraron en

textos escritos (literatura, medios), la tendencia ahora es

al cambio . Se trata de trabajar con interacciones verbales

reales en conversaciones o diálogos formales e informales .

El habla es considerada como la forma básica y primordial

del discurso.

Page 30: Revista Letras Del Sur

29

El discurso como práctica de los miembros de una

sociedad. Tanto el discurso oral y escrito son formas de

prácticas sociales en contextos socio-culturales; no sólo

somos usuarios de una lengua sino también somos parte o

miembros de un grupo, institución o cultura. Mediante el

uso de la lengua, entre otros, desempeñamos roles,

afirmamos o negamos, estamos de acuerdo o desacuerdo,

pedimos o damos información, adquirimos conocimiento

e, incluso, dice van Dijk, somos capaces de "desafiar" una

estructura social, política o institucional.

Las categorías de los miembros. Desde las prácticas

en "análisis conversacional" siempre se ha mantenido la

idea de que no debemos imponer nociones preconcebidas

o categorías desde la perspectiva del investigador. Se

tienen que respetar las formas sobre cómo los integrantes

o miembros de un grupo social interpretan, orientan y

categorizan los atributos o propiedades del mundo social,

sus conductas y el discurso mismo. Sobre esta base se

deben formular las teorías que en forma sistemática y/o

explícita den cuenta del discurso como práctica social.

La secuencialidad. Se refiere al hecho de que el

discurso se realiza en un sentido lineal o secuencial tanto

en su producción como en comprensión. Esto es válido en

lo oral y escrito e implica que en todo sus niveles

(oraciones, proposiciones, actos) se deben enunciar e

interpretar de acuerdo a la información precedente que es

lo que ocurre en la así llamada "coherencia". Ello involucra

cierta "funcionalidad": los elementos últimos se relacionan

con los anteriores. Como usuarios de la lengua operamos

así mental e interactivamente (modo en línea o "on-line").

Así nos damos la oportunidad de re-interpretar o corregir

información o contenido.

La constructividad. Los discursos también son

constructivos en el sentido que las unidades constitutivas

se pueden usar, comprender, y analizar "funcionalmente"

como partes de un todo, creando estructuras jerárquicas

en la forma, significado e interacción.

Niveles y dimensiones. Los analistas del discurso

tienen siempre la tendencia a descomponer sus trabajo en

niveles y cómo se relacionan estos niveles. Como usuarios

de la lengua los manejamos como un conjunto (sonidos,

significados, o acciones).

Significado y función. El investigador siempre está

tras el o los significado(s) . Formular preguntas como:

¿Qué significa esto aquí? ¿Cuál es el sentido en este

contexto? Este principio tiene implicancias funcionales y

explicativas ¿Por qué se dice aquí?

La reglas. Se postula que el discurso también está

gobernado por reglas. Tanto el discurso oral como escrito

se debe analizar como manifestación o expresión de reglas

gramaticales, textuales, comunicativas o interaccionales

compartidas socialmente. También interesa al analista

descubrir cómo se quebrantan, se ignoran o se cambian

tales reglas y qué funciones discursivas presentan tales

perturbaciones.

Estrategias. Los usuarios de una lengua conocen y

aplican estrategias mentales e interactivas en el proceso de

producción y comprensión efectiva para lograr una

efectividad en la realización del discurso (expresión de la

intensionalidad) y su impacto en la conducta de un

destinatario . Es como en el ajedrez donde para ganar o

perder aplicamos técnicas, movimientos especiales, etc.

La cognición social. Es fundamental aunque sea

menos reconocida en algunos enfoque o tendencias. Se

trata de los procesos mentales y representaciones del

mundo que expresamos en lo oral o escrito. No podríamos

entender el significado, coherencia, acción, etc. sin

considerar lo que ocurre en la mente de los usuarios de la

lengua en la realización de las interacciones. También

juegan un rol fundamental en al AD los recuerdos o

experiencias personales (modelos), las representaciones

socio-culturales compartidas (conocimientos, actitudes,

ideologías, valores, normas) que tenemos como usuarios

de una lengua o como miembros de un grupo; la cognición

es la "interface" entre el discurso y la sociedad.

PALABRAS FINALES

En estos dos trabajos se ha presentado el

pensamiento de van Dijk en relación a los estudios sobre

análisis del discurso como una manera de divulgar, en el

ámbito académico, este importante conocimiento. Mirada

su teoría, retrospectivamente, se aprecia un recorrido

largo donde destacan, podríamos decir, los estudios

lingüísticos de la "pronominalización", la "coherencia

semántica", la observación de los "turnos

conversacionales", y la "comprensión textual". Sin duda,

en este camino se han involucrado más de una disciplina

con enfoques algunos más sofisticados que otros. Casi en

el término del milenio, el AD está cumpliendo la mayoría

de edad; su interdisciplinareidad garantiza, por tanto,

renovaciones continuas, e inspiraciones que apuntan en la

actualidad hacia los campos del Derecho, Ciencia Política,

y la Comunicación Humana. EL AD se mueve desde un

Page 31: Revista Letras Del Sur

30

nivel macro-social a otro micro-social y viceversa

entregándonos un enfoque bien fundado y crítico para el

estudio de problemáticas sociales, el poder, y la

desigualdad. Por otro lado, está tomando, dice van Dijk, su

propio lugar en las Humanidades y Ciencias Sociales

entregándonos visiones o perspectivas de los fenómenos

sociales y mentales que, posiblemente, otras disciplinas lo

hacen tangencialmente. Debe tenerse en cuenta que el AD

no es un método aplicable al diseño de investigaciones

psicológicas, sociológicas, antropológicas o socio-política.

Postula a ser una disciplina autónoma. Específicamente,

en el ámbito de la "psicolingüística" el AD plantea que el

uso de la lengua y la manifestación del pensamiento se

manifiestan en lo que van Dijk denomina " interacción

social discursiva". En este sentido, habría que agregar que

no son muchas las especialidades del saber humano

capaces de ofrecer oportunidades válidas para entender

cómo los hablantes usan una lengua, piensan, e

interactúan "reproduciendo" de esta manera su

pertenencia grupal, y socio-cultural; ello desde el diálogo

cotidiano a la formalidad del discurso científico, o desde lo

cotidiano a la rigidez del discurso pedagógico en el aula,

etc. El camino de la ciencia del lenguaje en las décadas

venideras será textual, discursivo, comunicativo, crítico e

interdisciplinario.

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Page 32: Revista Letras Del Sur

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los bellacos liberales conformistas puedenencontrar una satisfacción hipócrita en su defensadel orden existente: saben que hay corrupción,explotación, y todo lo que se quiera; pero cualquierintento de cambiar las cosas se denuncia comoéticamente peligroso e inaceptable, como unaresurrección del fantasma del totalitarismo .

Slavoj ek. ¿Quién dijo totalitarismo?

A cinco años de las protestas de junio de 2002, contra la

privatización de las empresas eléctricas en Arequipa, es

necesario un análisis de los hechos tomando en cuenta el

contexto político y cultural que rodea a América Latina. Y

es que, tal como lo plantean muchos analistas, libertad de

expresión, libre mercado y democracia parecen conceptos

y prácticas inseparables al interior de una sociedad

globalizada en camino hacia el progreso. En este

panorama, las protestas populares son vistas como

expresión del totalitarismo, amenaza contra la

democracia, maniobra de la izquierda y del partido

nacionalista cuando no, un siniestro plan de Hugo

Chávez para desestabilizar al gobierno elegido

democráticamente. Estos calificativos llevan el signo del

atraso y de todo lo que pudiera significar oposición al

progreso y a la modernidad. El problema central es que

quienes avalan estas críticas exponen dos falsedades: la

primera, una falsa asociación entre populismo, revolución,

totalitarismo e izquierda, por un lado; y entre progreso,

modernidad, democracia y liberalismo, por otro. Además

de ignorar las contradicciones propias de la democracia

liberal y el rol que cumple la globalización al convertirla en

la única receta política, sociocultural y económica ante la

cual el resto de sociedades, aparentemente debieran

integrarse sin remedio, la segunda falsedad está en la

tendenciosa oposición entre democrático/totalitario,

liberal/conservador, progreso/atraso, civilización / barba-

rie y Lima/provincia. La discusión de este tema cobra,

actualmente, suma importancia, por cuanto en las dos

últimas décadas, un gran sector de la población peruana

manifiesta su desconfianza en la democracia a la vez que

apoya propuestas neopopulistas como la fujimorista o el

nacionalismo etnocentrista.

El arequipazo al igual que el autogolpe del 5 de

abril de 1992 puso en tela de juicio el arraigo y la

credibilidad de la ciudadanía en la democracia, exhibió las

tensiones entre dos formas opuestas de concebir a la

nación y ratificó la distancia cada vez mayor entre los

intelectuales y las masas. Lo ocurrido en Arequipa no fue

un hecho aislado de lo que sucedió en Ilave, Andahuaylas,

Bolivia, Ecuador, Venezuela y años antes, en México con el

movimiento zapatista. Todo ello tuvo lugar en un contexto

generalizado de descontento de las masas luego de que la

receta neoliberal aplicada en América Latina en la década

del 90, acentuara las diferencias económicas y, sobre todo,

la exclusión social de las mayorías. Es así que,

primeramente, sostengo que la universalización de la

democracia liberal es poco viable para las sociedades que

aún no se han consolidado dentro de la modernidad;

segundo, que el arequipazo fue una clara señal de que las

luchas ideológico-políticas están adoptando la forma de

reivindicaciones culturales; y tercero, que el repliegue de

los intelectuales de la esfera política cedió lugar a

propuestas neopopulistas y neoconservadoras.

En Un mundo desbocado, Anthony Giddens

propone que para democratizar la democracia esta debe

volverse transnacional (2000:88). El problema que

Giddens no percibe es que la transnacionalización de la

democracia liberal occidental, impulsada por la

globalización, acentúa la reafirmación de las identidades

culturales regionales en dos niveles: entre naciones que

comparten una misma cultura en oposición a las que no; y

al interior de un Estado-nación entre grupos étnicos

diferentes, más específicamente, en una sociedad

multicultural como el Perú.

¿Cuál es el rol que la globalización juega en este

asunto? Difundir las bondades de la democracia liberal

por todos los rincones del planeta: consumismo, confort,

libre mercado, libertad de expresión, libertad individual,

etc. (Lipovetsky 2002:10), además de propalar el fracaso

La democracia liberal, el arequipazo y el rol de

los intelectuales en el PerúArturo Caballero Medina

Pontificia Universidad Católica del Perú

Page 33: Revista Letras Del Sur

32

de la izquierda y el fin del antagonismo izquierda/derecha.

La globalización significa hoy una nueva versión de la

expansión capitalista con un discurso remozado que ya no

alude a un enfrentamiento ideológico-político (la

magnificación de la amenaza comunista) sino que toma

ribetes más triviales y sutiles, ligados a lo que Slavoj ek

denomina goce , el imperativo del sujeto postmoderno

occidental u occidentalizado que lo lleva a satisfacer un

deseo que no es el deseo de un objeto, sino el signo de una

falta constante, cuyo vacío es inconmensurable; de ahí que

el deseo sea el deseo de desear45.

El capitalismo puritano a la antigua usanza nos

prohibía divertirnos, puesto que una vez que

hubiéramos adquirido el gusto por la cuestión

seguramente no podríamos volver a ver jamás el

trabajo desde dentro [ ] No obstante, un tipo de

capitalismo consumista más ladino nos persuade de

que satisfagamos nuestros sentidos y nos

complazcamos con tan poca mala conciencia como sea

posible. De este modo, no solo consumiremos más

bienes, sino que también identificaremos nuestra

propia satisfacción con la supervivencia del sistema .

(Eagleton 2005: 17-18)

En segundo lugar, significa la expansión del poder

económico46 de los Estados Unidos, mediante la

propagación del libre mercado; y en lo político, implica

derechos humanos y democracia electoral al estilo

estadounidense, (Huntington 1996). En resumen,

globalizar la democracia es globalizar cultura, política y

economías particulares de un estado que impone o

45 La globalización de la cultura del consumo ha generado unacceso masivo al crédito. Un modesto taxista o trabajadorindependiente con un sueldo mínimo puede acceder a una tarjetade crédito como CMR que le provoque el placer de comprarprimero y pagar después, placer que quince años atrás era soloprivilegio de un selecto grupo de clientes Diners, Visa, AmericanExpress o Mastercard. La ética protestante en la que se apoyó lamodernidad se basaba en el ahorro: juntemos ahora para elporvenir, gastemos con mesura, impongámonos restricciones.Paradójicamente hoy, los ricos del primer mundo están en rojo:tener deudas es ahora síntoma de riqueza puesto que solo puedeendeudarse aquel que puede consumir; hemos pasado del ahorroal consumo y esto ha sido posible por la masificación del crédito.La ética protestante en la que se apoyó la modernidad se basabaen el ahorro: juntemos ahora para el porvenir, gastemos conmesura, impongámonos restricciones.46 El FMI es un ejemplo de globalización por medio de laeconomía en un momento en el que es posible sumergir en lamiseria a un país si no cumple con los requerimientos del libremercado, bajo amenaza del retiro de los fondos de inversión(Jameson 2000:6). El proletariado de los Estados Unidos es hoyen día transnacional: está en Singapur, China, Taiwán, Corea yLatinoamérica.

pretende imponer su agenda al resto del mundo no

precisamente por vías pacíficas47.

Entonces, ¿por qué transnacionalizar la

democracia? Porque por medio de la globalización se logra

consolidar la estrategia, aparentemente no violenta, de

asegurar el dominio occidental, principalmente

estadounidense, sobre el resto de civilizaciones. Creo que

propuestas como esta tienen su origen en: a) la visión

triunfalista occidental luego de la caída del Muro de

Berlín, el colapso del bloque socialista, la disolución de la

URSS y el despegue económico de China bajo un sistema

capitalista, b) considerar que la democracia surge de la

ecuación libre mercado más libertad de expresión; y d)

explicar la expansión de la democracia liberal como

demostración de que el marxismo fracasó y que al resto de

estados no les queda otra opción que igualarse con el

vencedor de la guerra fría (Fukuyama 1989:4,18). El error

en estas apreciaciones es su afán totalizante: en un

momento en que la posmodernidad ha cuestionado y

relativizado todo discurso es paradójico que los dogmas

económicos neoliberales encuentren cada vez menos

resistencias, por ejemplo, el que las libertades económicas

acarrearán, por efecto de arrastre, libertades políticas.

Aquellos que lo enfrentan son invalidados con el

argumento de que están ideologizados y por lo tanto se

ha politizado el debate . Esta etiqueta es muy efectiva: ha

servido para menospreciar reivindicaciones legítimas y

para alertar a la ciudadanía del peligro de una opción

radical ¿Es que acaso existe un discurso no ideológico? De

existir, habría que suponer que el sujeto que lo posee se

encuentra en una ubicación por encima del lenguaje. La

posibilidad de un sujeto o discurso desideologizado es

insostenible porque toda forma de discurso se construye

dentro y a partir de presupuestos ideológicos que lo

articulan y sostienen, y que preexisten al sujeto que los

enuncia; además, porque todo discurso al insertarse en la

cultura no puede evitar su carácter dialógico con otros

discursos a partir de los cuales se ha construido. La noción

de texto planteada por Roland Barthes (1987:75) ilustra

47 Las evidencias apuntaban a que Corea del Norte era mucho másamenazante que el Irak de Husein; de la primera no quedabaduda alguna acerca de la posesión de un arsenal nuclear. Hoysabemos que no había armas de destrucción masiva en Irak. Y side democratizar el mundo islámico se trata ¿podríamos imaginarque los Estados Unidos invadirían Arabia Saudita como parte desu plan mundial de democratización? El gobierno de Bush tendríarazones de sobra para hacerlo considerando que la mayoría de losterroristas que participaron en los atentados del 11 de septiembreeran sauditas.

Page 34: Revista Letras Del Sur

33

muy bien la inviabilidad de un discurso desideologizado

cuando afirma que un texto es a la vez muchos textos.

Análogamente, un discurso es a la vez muchos discursos y

ese entramado da cuenta de una complejidad de relaciones

que imposibilita el aislamiento ideológico. En síntesis, la

ideología se concreta a través del discurso y es inseparable

de él.

La transnacionalización de la democracia liberal,

además de totalizante, es contradictoria. En el Perú,

nuestra derecha tiene su particular interpretación de la

democracia liberal; sus representantes son, como afirma

Julio Cotler, liberales en lo económico pero conservadores

en lo político: apoyaron las reformas económicas liberales

durante el fujimorato como antes lo hicieron con Vargas

Llosa48 pero califican el descontento popular frente a la

privatización como una maniobra de la izquierda , horda

de bárbaros , gente que no sabe lo que se pierde por

ignorancia ; condenan el terrorismo, pero censuran el

informe de la Comisión de la Verdad; descalifican a

Humala como el enemigo de la democracia49 y censuran el

cierre de un canal de televisión en Venezuela, pero no

censuran abiertamente el autogolpe del 5 de abril, y

muchos de los que ahora defienden la libertad de

expresión y protestan por lo que acontece en Venezuela

callaron en su momento cuando se favoreció a los Winter

para apropiarse de Frecuencia Latina, (además de

enmudecer si se trata de condenar a Fujimori, y alguno

hasta es capaz de solicitar asesoramiento a Vladimiro

Montesinos en materia de seguridad del Estado si la

ocasión lo ameritara50 ); están a favor de un Tratado de

Libre Comercio con Estados Unidos, pero apoyan el retiro

del Perú de la Corte Interamericana de Derechos

Humanos, la fiscalización a las ONG s, el control la Iglesia

48 A la luz de estas contradicciones recién puedo comprendercómo Rafael Rey, conservador y católico confesional, se adhirió almovimiento Libertad, liderado por un agnóstico Vargas Llosapartidario de la legalización del aborto, del consumo de drogas yde un estado laico. Pareciera que a Rey, el besamanos de AlanGarcía al cardenal Cipriani cuando aquel asumió la presidencia, loconvenció de que estaba en el lado equivocado y apresuró sumigración hacia el oficialismo aprista.49 El análisis de Carlos Iván Degregori es muy pertinente en estepunto: Paradójicamente, es cuando uno de los Humala decidejugar dentro de los marcos electorales y comienza a crecer, que losDioses se despeinan [ ] Ubiquémonos, pues, y agradezcamos quetenemos a Ollanta que optó por la vía electoral -y deberíamosestar interesados en que allí siga y no regrese a la que inauguróAntauro- en vez de una versión recargada de lo que sucedió en los80, porque poco hemos hecho para que nunca más se repita algosemejante . Cuestión de ubicación . Peru.2150 Sincero exabrupto del actual ministro de la Producción, RafaelRey, al ser consultado sobre el ex asesor de Alberto Fujimori.

en la Pontificia Universidad Católica y la instauración de la

pena de muerte, siendo esta última medida muy

popular , pero nada cristiana . La segunda

contradicción, siguiendo la línea de Isaiah Berlin, es que

igualdad y libertad son conceptos más antagónicos y

menos fraternos de lo que parecían cuando se enarbolaron

durante la Revolución Francesa. Para asegurar la igualdad

de todos los individuos se tiene que restringir las

libertades públicas e individuales. Es por ello que

democracia y liberalismo son también conceptos en

tensión porque mientras el primero desea mantener la

soberanía popular, el segundo se basa en el imperio de la

ley, la separación de poderes y derechos individuales: lo

popular y lo individual entran en conflicto porque,

dada la complejidad de las sociedades modernas, la

soberanía popular no se puede ejercer directa, sino

representativamente y, en consecuencia, la voluntad

popular se somete a voluntades individuales.

¿Cómo se explica entonces el resurgimiento del

nacionalismo, el etnocentrismo indígena y el colectivismo

en América Latina en momentos en que la democracia

liberal parece culminar su proceso de expansión mundial?

En parte por lo anteriormente expuesto, las paradojas de

la democracia liberal: ¿liberales conservadores o

conservadores liberales?; ¿igualdad y libertad individual

para todos?; ¿soberanía popular y democracia

representativa?; ¿pluralismo extremo que anule los

antagonismos izquierda/derecha dándolos por superados

o pluralismo agonista que reconozca las diferencias en las

relaciones sociales de subordinación? A continuación

analizo otras razones. Primeramente, porque América

Latina, ni bien ingresó a una modernidad forzada y en

conflicto, se encontró décadas después con la

postmodernidad en ciernes. En el acomodo nos quedamos,

como diría Alberto Hidalgo, muertos, heridos y

contusos . Detrás de la violencia popular del arequipazo ,

se escondía la frustración de un sector de la población que

no se siente integrado a la modernidad. No fue, como se

interpretó desde la metrópoli limeña, la reacción

primitiva, bárbara, popular, ignorante y desinformada de

la población arequipeña no solamente eso sino la

evidencia de una modernidad inconclusa y excluyente. A

diferencia del liberalismo clásico, que postulaba la

modernización para todos, la propuesta neoliberal nos

lleva a una modernidad selectiva: pasa de la integración de

Page 35: Revista Letras Del Sur

34

las sociedades al sometimiento de la población a las élites

empresariales latinoamericanas y de estas a los bancos,

inversionistas y acreedores transnacionales (García

Canclini 2004:170). Más que bárbaros premodernos, los

sectores populares de Arequipa se comportaron como

sujetos atrapados dentro de una modernidad inacabada.

Este hecho se corresponde en segundo lugar con que

la democracia supone una promesa de derechos. La gente

comprende que se le deben derechos. Entonces hay un

descontento porque la democracia siempre tiene que dar.

Y hay expectativas muy elevadas por temas como la

globalización (Dioses, Alva 2005:15). Hay muchas

demandas insatisfechas y esto se agrava más cuando no

hay vías para canalizarlas hacia las instituciones

correspondientes, sencillamente porque estas no existen.

Entonces se recurre a la violencia.

Esta violencia en tercer lugar también es

resultado de la mirada que le imprime la metrópoli a los

cocaleros, campesinos y población rural como ignorantes

y bárbaros . Las declaraciones de Fernando Rospigliosi

fueron desafiantes y ausentes de una total capacidad de

negociación51; Ricardo Vega Llona52 minimizó las

protestas declarando que nada frenaría la privatización de

Egasa y Egesur, y pronosticó que las inversiones futuras se

comprometerían si el gobierno retrocedía frente a las

protestas; Jaime Quijandría53, en aquel momento ministro

de Energía y Minas, comunicó que de todas maneras se

procedería a la apertura de sobres con las propuestas

económicas a pesar de que Tractebel era el único postor54;

Fernando Olivera, ministro de Justicia, declaró que el

estado peruano denunciaría al juez arequipeño Benni José

51 El general en retiro Oscar Gómez de la Torre Ovalle, una vezmás recordó que el arequipazo no fue producto de la oposición ala privatización de Egasa, sino de los insultos del ex ministro delInterior, Fernando Rospigliosi Capurro. Me insultó a mí y aArequipa y la gente no le perdonó esta falta, eso fue lo más grave

] sostuvo que la orden explícita de Rospigliosi en la base de LaJoya fue: Se tiene que restablecer el orden en Arequipa, bajocualquier costo, así hayan cien muertos, se tiene que cumplir conel orden en la ciudad . (Correo, 11 de junio del 2007, locales).52 El Comercio, 14 de junio de 2002, economía, b2. Estasdeclaraciones también fueron secundadas por el presidente de laConfiep, Julio Favre: un eventual retiro de postores en la subastade las generadoras de energía eléctrica ( ) sería consecuencia delas manifestaciones y paros contra el proceso de privatización.Advirtió que si continúa esta situación nadie invertirá en el país .(La República, 13 de junio de 2002, política, 9).53 La República, 13 de junio de 2002, política, 9.54 De las cinco empresas precalificadas, solo Tractebel se presentóal concurso. El resto de empresas eran Statkraft, NRG Energy,Duke Energy y PSEG Global.

Álvarez Quiñónez por prevaricato55, la acuciosidad con la

que Rosa María Palacios suele preparar sus entrevistas y

su dominio en materia legal, no surtieron el efecto

esperado: lograr que se entienda el problema sobre la

privatización de las empresas eléctricas en el grueso de la

población arequipeña. El nivel del discurso de la notable

abogada y periodista estuvo impregnado de un hálito de

superioridad racional-intelectual-urbana-moderna-limeña

en oposición a la barbarie-ignorancia-intolerancia-

violencia-provinciana-arequipeña. El constitucionalista

Jorge Avendaño explicó que legalmente la región Arequipa

no era dueña de las empresas eléctricas simplemente

porque no existía como entidad jurídica56. Aldo

Mariátegui57, recientemente se refirió a Guillén como un

débil mental y a los arequipeños como irracionales. Así fue

como se interpretó la protesta desde la metrópoli

capitalina. No fue el contenido del mensaje sino la actitud

del emisor lo que indignó a gran parte de la población

arequipeña e impidió que la información precisa llegara

intacta a su destinatario: que no existía una base legal para

acreditar que la región Arequipa era dueña de las

empresas eléctricas; que el Estado Peruano era el legítimo

propietario; y que, en consecuencia, las autoridades

arequipeñas, con Guillén a la cabeza, mentían a la

población58. Esta información se discutió en los medios,

pero poniendo énfasis en la incapacidad de la población

55 La República, 14 de junio de 2002, política, 4. El mencionadojuez rechazó la acción cautelar que podía detener el proceso deprivatización, pero aceptó la acción de amparo.56 Refutando la tesis de Juan Manuel Guillén, y su séquito deoportunistas alcaldes distritales, entre los que destacaba SimónBalbuena, actual alcalde de Arequipa, dirigentes populares comoAndrés Mamani de AUPA y los miembros del Frente AmplioCívico de Arequipa. Avendaño, respecto a la acción de amparoiniciada por la Municipalidad Provincial de Arequipa, declaró queEl juez [Benni José Álvarez Quiñónez] ha cometido un error al

declarar fundada esa demanda, seguramente la Corte lo va arevocar. Además, la acción de amparo la interpone quien sufre laviolación. Debió haberlo hecho la región, no el alcalde. Esademanda debió ser desestimada ( ) es una locura, porque no sepuede violar el derecho de propiedad de una persona que noexiste. Esas empresas le pertenecen al Estado Peruano , acotó. (ElComercio, 14 de junio de 2002, economía, b1).57 Tras el irracional Arequipazo pensé que ya tendrían a laCiudad Blanca enterrada a pesar de la sinergia que Egasa lessupondría. Si el presidente regional Guillén tuviera dos neuronas

cosa que a veces dudo [ ] ¡Tiene la sartén por el mango! PeroGuillén y los mistianos están congelados en los 80 . (Correo, 11de junio del 2007, La columna del director ).58 El procurador del Estado, César Benites desestimó la acción deamparo interpuesta por la Municipalidad Provincial de Arequipaporque contravenía el artículo 4 inciso 6 de la Ley de Amparo yHábeas Corpus. Esta norma establece que no es permitido y estáprohibida la acción de amparo entre entidades del Estado . Laestrategia de Guillén se basaba en que la región Arequipa seguíasiendo dueña de Egasa y Egesur al no haberse derogado las leyesque le transferían su propiedad, argumento que queda invalidadopor lo expuesto por Jorge Avendaño.

Page 36: Revista Letras Del Sur

35

arequipeña para poder entenderlos más que en

argumentar razones a favor de la sensatez. Los

argumentos que invalidaban las acciones legales contra la

privatización eran sólidos, pero ese no fue el problema,

sino la manera como se ilustraron. El éxito de la

explicación se basa en el entendimiento de lo explicado, y

los políticos, funcionarios del gobierno y comunicadores

sociales capitalinos y locales no lograron este cometido.

Esta mirada hacia la protesta y la población, provocó el

afloramiento de lo arequipeño y que este adquiriera la

forma de un colectivo sociocultural. A medida que

transcurría la protesta, la indignación por los agravios a la

población arequipeña iba desplazando progresivamente el

reclamo antiprivatización, dominando por momentos el

sentir de la protesta y generando más simpatizantes a

pesar de la discrepancia entre los ciudadanos. Este fue el

momento en que lo cultural reemplazó y apuntaló a lo

político e integró a sectores sociales hasta antes ausentes

en la protesta.

¿Qué esperaban los creadores del comercial a favor

de la privatización en Arequipa? Un viejito cascarrabias se

niega a escuchar razones tapándose los oídos, mientras su

joven hijo insiste inútilmente en convencerlo de las

ventajas que traerá la privatización en la región. Por otro

lado, los comentaristas radiales y conductores de

programas de opinión en la televisión colaboraron

directamente en alentar la violencia enarbolando la

bandera de Arequipa revolución .La deficiente

comprensión de la protesta por parte de los medios de

Lima tuvo su correspondencia en la irresponsabilidad de

varios medios locales al realizar la cobertura de los hechos

y la falta de rigor y profundidad para analizarlos. Los

periodistas de Radio Melodía y Radio Líder comentaban

los hechos con la superficialidad propia de un aficionado;

no brindaron explicaciones a la población sino que la

azuzaron a la violencia, y en el peor de los casos,

justificaron el vandalismo. El abogado Alberto Núñez

Borja, conductor de La ventana de Alberto , advertía a la

población que se venía un estado de sitio y que se

suspenderían las garantías constitucionales para

restablecer el orden en la ciudad, y para resistir a ello,

recomendaba a la población arequipeña atrincherarse y

enfrentar a las fuerzas del orden. En el clímax de las

protestas, lanzó un desafío al jefe del comando político-

militar general de división del ejército, Oscar Gómez de la

Torre Ovalle, advirtiéndole en vivo que no se dejaría

amedrentar y a que se atreviera a intervenir la emisora

para silenciarlo, en una actitud verdaderamente

paranoica. La cuota de sensatez la puso una joven

televidente que por teléfono instó al abogado a dejar de

victimizarse y alarmar a la población. Cinco años después,

se repiten las reacciones ante el mismo escenario: Cecilia

Valenzuela se escandaliza y llama a sus paisanos

arequipeños locos por oponerse al progreso, lo cual

podría ser cierto en lo que afirma (ingentes pérdidas

económicas) pero falso en lo que niega (que no haya razón

para alzarse). En síntesis, la falta de profesionalismo de

los comunicadores sociales locales, el oportunismo de las

autoridades y dirigentes populares, y la ausencia de un

discurso alternativo a la interpretación de los medios

capitalinos, colaboraron a que la violencia generalizada

opacara una protesta que entrañaba un reclamo legítimo

en términos éticos, pero cuestionable en lo económico. En

la medida que se cambie la mirada a las masas y se les

otorgue reconocimiento, representación y respeto, habrá

más posibilidades de disminuir aquella violencia.

Otra explicación más para la cuestión antes

planteada, la hallo además del escepticismo

posmoderno en la falta de pedagogía de parte de

nuestros políticos, intelectuales, comunicadores y en el

repliegue de la izquierda, (esto último no solo evidente en

el Perú y Latinoamérica, sino también en Europa).

Fujimorismo y nacionalismo etnocacerista tienen acogida

en las masas precisamente porque han llenado el espacio

que los intelectuales han abandonado, y me refiero sobre

todo a los intelectuales de izquierda. Por ello, es un error

considerar que detrás de toda manifestación popular

exista una maniobra desestabilizadora de la izquierda para

atentar contra la democracia. Ejemplo de esto es el

frecuente recurso neoliberal de vincular toda

manifestación populista y radical con proyectos de la

izquierda. El resurgimiento de los fundamentalismos

étnicos no implica necesariamente, un proyecto de

izquierda; y de la misma forma, los planteamientos

libertarios de la izquierda no se exponen necesariamente

en términos de violencia social (Zizek 2002:15). En el

panorama actual, más en Latinoamérica y un poco menos

en Europa, la izquierda está en otro lado y no

precisamente en las masas o detrás de toda revolución

popular o nacionalista. Más bien, en su afán conciliador, le

Page 37: Revista Letras Del Sur

36

hace el juego a la hegemonía demoliberal, renunciando al

antagonismo izquierda/derecha bajo el supuesto de que

tal conflicto político está superado59. La lectura

equivocada de algunos políticos y funcionarios del

oficialismo como Fernando Rospigliosi, veían en las

protestas provincianas un complot de la vieja izquierda

(Patria Roja, Sendero Luminoso), del nacionalismo

etnocacerista y del aprismo. Aunque estos grupos hayan

participado en los acontecimientos del arequipazo , Ilave

y Andahuaylas, no coincido con la opinión de que fueron

los agentes motivadores del levantamiento. El papel que

desempeñaron los grupos antes mencionados (sobre todo

Patria Roja y los etnocaceristas) fue el de magnificar y

organizar la violencia añadida, además de coludirse

indirectamente con el sistema al que deseaban

desestabilizar: los dirigentes de AUPA (Asociación de

Urbanizaciones Populares de Arequipa) y del FACA

(Frente Amplio Cívico de Arequipa) compartían el

escenario con los alcaldes distritales liderados por Juan

Manuel Guillén60. Muchos de los dirigentes del FACA

encabezaron listas para regidores en las elecciones

municipales inmediatamente posteriores al arequipazo .

Fueron satélites que utilizaron la coyuntura del momento

59 la izquierda ha aceptado las coordenadas centrales de lademocracia liberal ( democracia frente a totalitarismo , etc.), yestá tratando de redefinir su (o)posición dentro de este espacio.

) lo primero que hay que hacer es quebrantar sin miedo algunoestos tabúes liberales, aun a riesgo de ser acusado deantidemocrático , totalitario . La hegemonía demoliberal hamanipulado el concepto de totalitarismo descalificando la críticade la izquierda a la democracia liberal que considera a esta últimacomo otra forma de dictadura fascista de derecha. (Zizek2002:13). Chantal Mouffe también se manifiesta en contra de esteconsenso a la manera de Anthony Giddens y la tercera vía .Considera que la hegemonía del neoliberalismo representa unaamenaza para las instituciones democráticas. Los dogmasneoliberales (libre mercado, libertad de expresión y libertadindividual) imperantes en las sociedades demoliberales sonintocables y tienen gran impacto en la izquierda ya que muchospartidos de izquierdas se están desplazando hacia la derecha yredefiniéndose eufemísticamente como centro izquierda . Elconsenso de centro lo que hace es invisibilizar a la izquierda, consu propia anuencia, apareciendo como la única opción políticadentro de la nueva sociedad de la información y desacreditar atodos aquellos que se opongan, calificándolos de conservadores.(2003:23).60 Cuyo papel como líder de la protesta fue, a mi parecer, muycuestionable. Su capacidad de convocatoria fue circunstancial laprotesta lo encontró a él como alcalde ; su estrategia legal fueerrada y no informó completamente a la población sobre lapropiedad de las empresas eléctricas. Pero a la vez, su situaciónfue la más crítica porque en él recayó el liderazgo de la protesta.Un Guillén opuesto a la voluntad popular lo hubiera convertido,probablemente, en el primer alcalde ejecutado del gobierno deToledo, al mejor estilo de Fuente Ovejuna, precursor de lo que lesucedería al de Ilave. Lo destacable es que cumplió su palabra deno participar en la reelección para la alcaldía.

para adquirir notoriedad pero de ninguna manera los

ideólogos o los traductores del sentir popular.

La ausencia de pedagogía política dejó el espacio

abierto para que la desinformación campeara a cual mejor.

A los ojos del ciudadano de a pie, liberalismo,

neoliberalismo y derecha son iguales; la privatización

implica necesariamente desempleo y alza de tarifas o más

empleo y eficiencia empresarial o que el estado es siempre

un mal administrador; y que Lourdes Flores representa el

partido de los ricos así como el etnocacerismo al

verdadero nacionalismo. A los ojos del político

improvisado y del analista miope, las protestas populares

ahuyentan la inversión y deterioran la imagen del país en

el extranjero61, el TLC es la oportunidad de nuestra vida y

Ollanta Humala es un cadáver político . Ante la ineficacia

de nuestros políticos, los intelectuales son los llamados a

discutir sobre los grandes temas nacionales: cultura,

educación y política. De lo contrario, estos se encontrarán

en manos de quienes ignoran por completo la

problemática nacional. Aparte de discutir en las aulas

universitarias, congresos y seminarios o a través de blogs,

deben presentarse al ciudadano de a pie posicionándose

en los medios sin importar su filiación ideológica.

Comparten una responsabilidad social con la sociedad civil

y los medios de comunicación, pero en vano esperamos

que los medios inicien esta pedagogía. Bajo el argumento

de la irrestricta libertad de expresión entendida como la

capacidad del medio para emitir los contenidos que

considere correctos y del televidente para elegir qué ver o

qué no ver, la pobreza informativa estará más que

asegurada62. Argumentarán que la intervención de la

61 La turbulencia social espanta muy poco a los mercadosinternacionales. Prueba de ello es que el riesgo país ha seguidobajando inexorablemente al mismo tiempo que ha subido elnúmero de incidentes sociales ( ) los conflictos sociales no ponenen riesgo la capacidad del Estado peruano de atender su deudapública ( ) gracias al crecimiento de los ingresos fiscales, estacapacidad viene mejorando . (Arbe 2005: 23). La cuestiónprincipal es si las empresas que van a invertir en el Perú estándispuestas a invertir paralelamente en proyectos de bienestarsocial que incluyan campañas de información sobre los beneficiosa la población de las regiones donde se instalarán. Mientras no seden cambios en la mentalidad de la población, producto de lainformación adecuada, y del modo en que el Estado se relacionacon la población rural, los proyectos de inversión seránobstaculizados por conflictos sociales.62 El responsable de que el cerdo se alimente de basura es quien loalimenta y no el cerdo; los responsables de que el grueso de lapoblación sea adicta al consumo de televisión basura son losmedios de comunicación que asumen un rol netamenteempresarial y poco o nada social. El argumento de la libertad deelección y de expresión que sustentan es endeble porque, en lasituación de desinformación y analfabetismo político-cultural enla que está sumergida gran parte de la población, es irrisorio

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37

sociedad civil para regular los contenidos televisivos se

convertirá en un grave atentado contra la libertad de

información y, por extensión, contra la democracia63.

Esclarecer si la televisión es verdaderamente democrática

en el Perú no es el objetivo de esta investigación, pero

¿cómo podría serlo cuando la mayoría de ciudadanos

están condenados a sintonizar canales que no incluyen a la

cultura en su agenda debido a su escasa rentabilidad y

cada vez más televidentes tienen que pagar televisión por

cable para acceder a contenidos de mayor calidad? No

puedo creer en una televisión democrática donde se

ponen límites al ejercicio de la soberanía del pueblo

(Mouffe 2003:22) y donde los intereses privados de las

corporaciones, la mayor de las veces, no coinciden con los

de la sociedad civil, sino que los medios de comunicación

diseñan la agenda que la sociedad debe seguir64.

Afán de protagonismo, pertenencia a una élite,

consolidación de un espacio de influencia y poder son

vicios de los que adolecen algunos intelectuales que en

nuestro país entienden el ejercicio de la crítica política y

cultural como erudición exhibicionista a medio camino

entre el oscurantismo teórico y la discusión masmediática

de banalidades cortoplacistas. Al menos ocurre así en la

disciplina de la cual provengo: Los estudios literarios se

han vuelto acríticos en su gran mayoría porque se han

preocupado [los investigadores] en obtener su estatuto

académico propio, en mantener sus espacios

corporativos (Huamán 2007). Todo ello deriva en una

actitud egoísta e indiferente respecto a los asuntos que

pensar que será la misma sociedad la que se autorreguleconfiando en su capacidad de elección. ¿De dónde elegir cuandola parrilla televisiva no brinda variedad de opciones? Con estetipo de oferta la elección se reduce exceptuando al canal delestado simplemente a cambiar de canal pero no de contenidos.Deseo resaltar que no avalo la intervención del gobierno, sinembargo, soy de la opinión que para que la televisión seademocrática en el Perú, esta debe ser intervenida por el estado yla sociedad civil para asegurar contenidos mínimos de interésgeneral y de ninguna manera para censurar la información.63 Uno de los éxitos de la globalización ha sido, justamente,transnacionalizar la idea de que la democracia liberal es el únicoorden político correcto y que toda crítica a este sistema sea vistacomo una amenaza totalitaria (Zizek 2002:14)64 Recordemos la campaña presidencial: las encuestadorasdirigieron la intención de voto desapareciendo de la escena a loscandidatos menos comerciales, por no decir rentables. El declivede Lourdes Flores ya era notorio hacia mediados de enero de2006 pero los medios y las encuestadoras la inflaron hasta laquincena de marzo cuando ya era evidente que García habíapasado al segundo lugar de preferencias. Otro punto apartemerece la campaña de la gran mayoría de medios en contra deOllanta Humala quien debe estar muy agradecido a Rosa MaríaPalacios, Cecilia Valenzuela y Aldo Mariátegui por la coberturagratuita que le concedieron. César Hildebrandt prefirió salir de latelevisión antes que aunarse a esta campaña.

debieran ser cuestionados, situación manifiesta en la

complicidad ideológica de quienes ocupan un lugar

privilegiado en el circuito cultural.

En este sentido, ¿cuál es el rol de los intelectuales

en el Perú? propiciar un diálogo con el ciudadano común y

corriente, ya que el error de muchos fue, precisamente,

alejar su discurso al oscurecerlo con tecnicismos y

especulaciones abstractas; y sobre todo, asumir una

actitud crítica frente al poder. La fórmula es simple:

demandas populares insatisfechas más menosprecio o

ninguneo a las masas igual violencia generalizada. ¿Cómo

podemos exigirles que sean críticas o que estén alertas

ante la amenaza del chavismo ante un Estado inútil y

ausente, con líderes que no cuestionan el poder sino que lo

sostienen y sin la orientación de los que podrían decir algo

consistente? La plaza Francia entre las siete y las diez de la

noche congrega a espontáneos polemistas que publican

sus textos y los ofrecen en fotocopias a los asistentes y a un

público ávido de que le expliquen cosas como ¿si todo

está muy bien por qué yo estoy tan mal? , o si los judíos y

chilenos se están adueñando del Perú. Los textos que

circulan allí serán tendenciosos, faltos de rigor académico,

apócrifos y hasta plagiados, pero no podemos negar que

influyen en ese ciudadano que no encuentra respuestas en

quien se las debería dar. Salvando las distancias, aquellos

improvisados expositores convocan un reducido pero

selecto auditorio que participa, replica, corrige y se

enriquece con el aporte de los que matices más, matices

menos saben algo de lo que dicen. ¡Ya quisiera tener ese

público o esos compañeros en mis aulas!

La intención que ha guiado este ensayo ha sido

articular la crítica a la democracia liberal con el análisis

del arequipazo , con el fin de desarrollar la tesis de que

las luchas políticas adoptan la forma de reivindicaciones

culturales como respuesta a la globalización de la

democracia liberal, proceso que pretende la consolidación

de un sistema que es tomado como un fin, mas no como

un medio para gobernar una sociedad que pudiera no

estar lista para ello al no haber concluido su inserción en

la modernidad. En consecuencia, se agravan los conflictos

interculturales al interior de una sociedad. Otro objetivo

ha sido analizar las lecturas que suscitó el arequipazo

desde Lima, entendido como un discurso antimoderno y

políticamente incorrecto; y explicar la responsabilidad de

los intelectuales de izquierda en el auge de los discursos

Page 39: Revista Letras Del Sur

38

neopopulistas y neoconservadores debido a su retiro de la

esfera política pública.

Las miradas que desde el centro se imponen hacia

los márgenes terminan por determinar estructuras fijas

que dificultan el reconocimiento del discurso del otro y la

transmisión del discurso propio cuando dichas estructuras

se entronizan en los imaginarios sociales. En la medida

que se cambie la mirada a las masas y se les otorgue

reconocimiento, representación y respeto, habrá más

posibilidades de disminuir aquella violencia en el futuro.

¿Cuál es el futuro de la democracia liberal?

Sintetizo las propuestas de Noam Chomsky y Chantal

Mouffe: volver a las raíces del liberalismo clásico que poco

tenía que ver con el neoliberalismo que superpone lo

económico a lo político; abandonar el pluralismo extremo

que impide reconocer las diferencias que se construyen

como relaciones de subordinación que deberían ser

cuestionadas por una política democrática radical, en aras

de un pluralismo que reconozca la lucha de una

multiplicidad de grupos por la afirmación de sus derechos,

ya que las reivindicaciones sociales que hoy en día

defendemos, fueron construidas sobre la base de la

exclusión o subordinación de otros a reclamos legítimos.

Para ello, el liberalismo debe dejar la posta a la una

versión de socialismo contemporáneo con el cual, en sus

inicios, tenía más afinidades que con el capitalismo y el

neoliberalismo actuales; es decir, construir un liberalismo

desde la izquierda.

BIBLIOGRAFÍA

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Page 40: Revista Letras Del Sur

39

I. EL ROMANTICISMO EUROPEO

El romanticismo es una de las literaturas más amplias y

ricas del mundo y por eso mismo, compleja; sobre todo en

su definición. Que el nacimiento oficial del romanticismo

se da en Alemania a fines del siglo XVIII hasta mediados

del XIX, y que surge en oposición la neoclasicismo

enalteciendo los sentimientos de libertad y pasión, y

célebres nombres como, Schlegel, Novalis, Víctor Hugo,

Goethe lo representan, es cosa consabida, y nada nos dicen

de su ser como ideario o corriente.

Los sentimientos románticos tenían contacto con

tantos otros sentimientos, y había tanta filosofía, ciencia y

política y a la par, paganismo y cristianismo en lo

romántico, que era cada vez más difícil identificarlo.

Hubo un momento en el mundo que todo era romántico, y

entonces se llegó a la conclusión de que lo romántico, por

definir tanto, no definía nada. Los críticos confesaron que

no sabían lo qué era. ¿Qué en común podrían tener

Hölderlin, que era romántico, con Espronceda, que

también lo era?

Como se observará es difícil atribuir al

romanticismo una unidad intencional o significativa; es

más, pareciera que su naturaleza se opone a esos intentos

de codificación. No es posible reconocerlo por la ideología

ni por la unidad intencional sino sólo por su carácter,

predominantemente apasionado, lo romántico no se

delata por la forma exterior, sino por la interior, o sea por

el movimiento ( ) por la entrega sin disculpas y sin

reservas al volcán interior, al Sturm und Drang [tormenta

y pasión] del espíritu (Cirlot 1949:350)

Enrique de Gandia (1946) ha buscado en los

orígenes del romanticismo aquello que lo defina, el crítico

argentino sostiene que lo romántico se da con los

elementos de los antiguos romances, pero romance no en

el significado del latín que se refiere al nombre de la

lengua, sino en el sentido popular: historia, relato, que en

actualidad equivaldría a lo novelesco, sin embargo estos

elementos no son en sí mismo románticos sino hasta que

sean expresados en un estilo y gesto románticos, de no ser

así estos elementos amor, muerte, heroísmo- podrían ser

clásicos, realistas, naturalistas, etc. Y para de Gandia esto

del gesto romántico no es otra cosa que el carácter de las

antiguas novelas de caballería, En otras palabras lo

romántico es lo que tiene un viejo gesto Español (...) que

se habría formado en su historia. Durante ocho siglos

España se halló en lucha contra los moros. Esta cruzada

creó en ellos, antes que en ningún otro país, el sentido de

lo nacional y del nacionalismo (Ibit, 24). Es decir, en

España lo romántico era una realidad histórica, los

hombres vivían diariamente lo novelesco, y en ese sentido

afirma De Gandia que hay un romanticismo histórico

vivido y un romanticismo literario, de evocación.

No ha de ser una novedad que el sentido de lo

romántico en la actualidad ha devenido devaluado y

semánticamente también está maltratado, hoy hay dos

acepciones distintas, en terrenos distintos, de lo

romántico, que desgraciadamente suelen confundirse: lo

romántico que define un ismo, un estilo literario y

artístico, con características forjadas y definidas más

forjadas que definidas- por las plumas de los estudios y

críticos, por lo tanto su definición es académica. Y otro,

derivado los bordes significativos del anterior, es decir de

lo que superficialmente significa; esta segunda acepción se

ubica en el terreno de lo cotidiano, por lo tanto su

significación es variada y ambigua, puede referirse a lo

iluso o idealista, así como se refiere al que está enamorado

o también a lo que no es práctico. Y por un efecto bumerán

este sentido ya ultrajado ha regresado a su original y le ha

dado en la cabeza, desestabilizándolo.

Si en Europa el romanticismo fue considerado

como el florecimiento de fin de época, de evocación de las

grandes revoluciones y de tiempos pretéritos, en franca

rebeldía con el presente y el orden social de hegemonía

burguesa imperante. En el Perú no fue así, como es

sabido, aquí el romanticismo surge tardíamente (1840),

cuando el fervor ver la patria liberada estaba apagándose,

quizá porque prontamente después de 1821 (declaración

de la independencia) la gran mayoría de los peruanos no

se sentía liberado ni independiente. Mientras aquí

aparecía el romanticismo, en Europa llegaba a su fin.

II. LO ROMÁNTICO, MARIANO MELGAR

En nuestra literatura Mariano Melgar está

considerado como el precursor del romanticismo y,

además, por José Carlos Mariátegui, como el primer

momento peruano de esta literatura (1981:267), lo que

Significado del romanticismo en el PerúJorge Monteza Arredondo

Universidad Nacional de San Agustín

Page 41: Revista Letras Del Sur

40

equivaldría a sostener que la literatura peruana nace

romántica y además arequipeña. Melgar es por excelencia

un romántico, y no sólo de obra sino también en vida, la

suya fue una vida novelesca con gesto romántico en el

sentido que De Gandia refiere: Melgar fue el poeta y joven

patriota que murió heroicamente en el campo de batalla

buscando ver la patria liberada. Amante apasionado que se

rebeló contra todo lo que se opusiera a su amor, a su amor

imposible y que abandonó una prominente carrera en el

sacerdocio y luego en la jurisprudencia por delirios de

amor, y buscó sus remedios volcando su pasión a la patria

para defenderla y liberarla, pero sobre todo escribió poesía

amorosa, y patriota. El preclaro e intelectual precoz había

tomado la cruz, la espada y la pluma antes de morir

prematuramente por esos ideales; así como el caballero

medieval cuyo lema de vida era defender tres cosas sobre

todas las cosas: mi Dios, mi patria y mi dama por las que

se vivía y también se moría. De ese espíritu, como sostiene

De Gandia, proviene el romanticismo, es decir a lo que él

llama el romanticismo vivido. Pero De Gandia no observa

que esa actitud, ese espíritu no puede ser considerado un

ismo, corriente o escuela, porque un ismo se refiere más

bien, a un determinado estilo que predomina en una

época, con una tendencia del pensamiento y la cultura de

manera colectiva, o sea, es esa actitud o espíritu refractado

en una manifestación cultural como el arte y la literatura

(en forma colectiva). Es decir, lo caballeros medievales

eran auténticos románticos, pero ellos no formaban una

corriente que podamos llamar romanticismo -aunque la

vida del caballero era romántica- porque sus andanzas no

se expresaba en un producto literario de estilo romántico;

las novelas de caballería, llenas de hazañas fabulosas son

más maravillosas que románticas. Así como tampoco

podemos llamar representante del romanticismo a Melgar

-aunque sus poemas sean románticos-, porque esa

expresión no era colectiva. Así, a Melgar o su obra se ha

dado en llamarlos pre-romanticismo, lo cual por supuesto

tampoco es un ismo, sino sólo un distintivo temporal. Sin

embargo, el significado y valor de Melgar radican en esa

actitud romántica y en su signo de precursor.

Suele ocurrir, y es normal en la literatura, que una

gran obra provoque en el lector conocer al autor, y con

esto los pormenores de su vida, es un natural pero siempre

secundario deseo. En el caso de Melgar fue al revés. Fue

su vida o mejor dicho su muerte, el término de una vida

intensa, que incentivó en la época la lectura de su poesía.

Hacia 1827 se publica Carta a Silvia, desde entonces

abundaron las publicaciones en revistas, periódicos y

antologías con bastante buena acogida, al parecer más por

saber qué y cómo escribía el héroe. En 1865, Manuel

Moscoso Melgar sobrino de Mariano presenta el libro

Poesías de Don Mariano Melgar; el motivo, según el

propio Manuel Moscoso, recordar el cincuentenario del

fusilamiento del poeta (Poesía completa, M.M., 1997). El

libro, considerado por la crítica como la edición oficial de

la poesía melgariana, aparece con una biografía del poeta,

también la primera biografía, Y es que en Melgar fue más

determinante el elemento prosaico que el lírico en el

sentido que el influjo histórico e incluso mítico, en suma

eso novelesco de su vida más que su obra poética

admitámoslo-, le forjó su sitial en la literatura peruana. En

general, la crítica no fue muy generosa con su poesía hasta

el famoso ensayo de José Carlos Mariátegui que encuentra

en los yaravíes de Melgar la primera manifestación de una

literatura auténticamente mestiza. Y después de

Mariátegui, esto ha sido reafirmado repetidas veces por la

crítica, sin olvidar que Mariátegui se estaba refiriendo a un

valor histórico de los yaravíes, puesto el proyecto de

Mariátegui más que rescatarlos literariamente, era el de

construir una nación y tomó lo que más auténticamente

mestizo le pareció.

Ciertamente no se puede negar el carácter

precursor de Melgar. Para Luis Alberto Sánchez de

acuerdo con Mariátegui en que los yaravíes son la primera

expresión mestiza literaria en el Perú , Melgar es el

primer poeta republicano y romántico del Perú, pero

además, dice L. A. Sánchez, que con Melgar aparece por

primera vez en nuestra literatura la mujer: Antes de

Melgar, es decir, antes de Silvia ¿cuál fue el nombre que

recogiera la historia literaria ? ( ) El primero en

nombrar al objeto de sus ensueños con un nombre real,

aunque siempre artificioso, fue Melgar (1981: 756). Por

otro lado Jorge Cornejo Polar observó que el tema de la

naturaleza, propio del romanticismo, aparece también por

primera vez en al poesía de Melgar.

Bueno, digamos que en toda historia literaria no

faltan escritores que tiene un lugar que no se justifica con

el valor intrínseco de la obra, es el caso de la poesía de

Melgar, cuyo sitial radica más bien en su carácter

inaugural, que no es pequeña cosa sino un punto

indispensable en todo proceso literario. Pero mejor

defensa hace el mismo Luis Alberto Sánchez. Si se insiste

en menospreciar al poeta por imperfecto, se comete craso

error. Cualquiera fuese su torpeza expresiva, le salva su

valentía temática. Él rompe las trabas coloniales. Exalta a

la mujer. Se entrega a la patria (1981: 766)

Page 42: Revista Letras Del Sur

41

III. EL ROMANTICISMO EN EL PERÚ

Si bien, como sostiene Cirlot (1949), no es posible

reconocer el romanticismo por la ideología ni por la

unidad intencional, sino sólo por su carácter, no por su

forma exterior sino por la interior, y aunque algunos

críticos han llegado ha dudar la existencia del

romanticismo en el Perú y este ensayo observa la duda .

No se puede negar el carácter y tema románticos que se ha

experimentado en las letras peruanas con la obra de

Mariano Melgar, pero como ya se mencionó esta

experiencia está fuera de constituirse en un ismo por dos

razones; una cronológica, que no era determinante; y otra

es que Melgar fue una isla en la inclinación temática de su

obra, no tuvo seguidores inmediatos, y esta sí era

determinante.

José Miguel Oviedo ha dicho del romanticismo

peruano que fue tardío y endeble: casi todo lo que

produjo, en el campo de la poesía, el drama y la novela

bien pueden permanecer olvidado, sin que perdamos

mayor cosa, a excepción de Ricardo Palma (1997:117),

que sin duda es la mejor expresión literaria de esta época

que llamamos romanticismo y sin embargo Palma es el

que menos se parece y se ajusta al romanticismo.

Y es que el nuestro no sólo fue tardío sino también

pasivo y hasta incoherente. Los románticos peruanos

repitieron temas y formas de los maestros franceses y

españoles, naturalmente con algunas predilecciones

temática, al decir de Jorge Cornejo Polar Desolación,

soledad, incomprensión, desengaño y muerte aparecen

constantemente. Este sistema expresivo es especialmente

visible en al poesía de inspiración intimista, confesional,

amatoria, que es, por cierto la que predominó en el

romanticismo peruano (1980:33); por supuesto esta

imitación pasiva no implicaba el nivel.

Mientras que el carácter del romanticismo en

Europa estuvo marcado por una actitud de rebeldía y

retorno al pasado. Fundían el ímpetu literario con el credo

político. Cuando la burguesía ocupó el lugar dominante

en al sociedad, y cuando su vida no se exaltaba ya con el

fuego de la lucha emancipadora, entonces el arte nuevo no

tuvo otra tarea que idealizar la negación del orden burgués

de la vida. El arte romántico fue, precisamente esta

idealización (Plejanov, en L. A. Sánchez. 1981: 928)

Mientras que Europa el romanticismo se rebelaba contra

el modo de vida burgués, aquí los escritores románticos

representaban el orden burgués produciendo un

romanticismo de alcoba. En La bohemia de mi tiempo

Palma insiste en el generoso mecenazgo público y en la

rapidez con la que alcanzaron posiciones privilegiadas en

la diplomacia, la política, la administración del Estado

(En Cornejo Polar. 31). Ciertamente nuestra realidad es

diferente a la europea, y tiene que serlo, pero la opción

temática y actitud de nuestro romanticismo parece un

tanto incomprensible e incoherente entre la relación de lo

que le tocó vivir y el carácter del romanticismo. Aunque ya

Alejandro Losada ha observado esta situación y arguye

que nuestra generación romántica estuvo determinada por

una ambigua relación simultánea con la modernidad

europea y un público nacional tradicional que pretendía.

ponerse a tono con la época pero manteniendo al mismo

tiempo una estructura social y un comportamiento

coloniales (En Cornejo Polar: 31). En esta época se perdió

las posibilidades que había abierto Mariano Melgar, y que

tanta falta hacía, principalmente en la incorporación de

elementos y formas culturales indígenas a la literatura

culta. Si Melgar con su carácter precursor pagó su derecho

de piso en la historia de la literatura, cabría preguntarse si

los escritores románticos, excepto Palma y tal vez

Salaverry, merecen ser salvos; es cosa que todavía hay que

pensar. Este es un período fracturado y no sólo

cronológica, sino, lo que es más grave, culturalmente

debido a que no hubo una continuidad en la búsqueda de

un mestizaje cultural en la literatura, que por derecho y

definición esa exploración le tocaba al romanticismo y así

su rasgo particular estaría ajustado y en coherencia con

nuestra realidad cultural. Es por eso que no alcanzamos en

rigor a un romanticismo peruano sino sólo a lo romántico

en el Perú.

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SÁNCHEZ, Luis Alberto1981 La literatura peruana. Tomo III. Lima: Juan Mejía Baca.

Page 43: Revista Letras Del Sur

42

La recuperación pública de la memoria constituye

una tarea política fundamental, perteneciente a lo que los

politólogos llaman procesos de justicia transicional. Este

concepto alude a los proyectos de reconstrucción

institucional que deciden afrontar las sociedades que han

padecido regímenes dictatoriales o períodos largos de

violencia interna. El esclarecimiento de la tragedia vivida,

la asignación de responsabilidades a los que perpetraron o

avalaron crímenes contra la vida y la libertad, la

reparación de las víctimas constituyen condiciones ético

políticas necesarias para la puesta en marcha de una

genuina transición democrática. Una sociedad que ha

recuperado la vigencia de la legalidad tiene que

comprometerse con la tarea de generar las políticas

sociales y las reformas institucionales que impidan que las

situaciones de conflicto armado o la suspensión del orden

constitucional puedan reproducirse. Como puede

apreciarse, la política que se plantea en contextos

transicionales no es corriente , pues introduce la

discontinuidad en el curso de la discusión y el diseño de la

política pública: plantea la revisión de la historia y

promueve la acción judicial sobre los casos en los que se

han lesionado tanto los derechos básicos de los

ciudadanos como los principios del propio Estado de

Derecho.

Es cierto que la puesta en marcha del proyecto de

justicia transicional es una opción que una sociedad

asume en la persona de sus ciudadanos y autoridades. No

todos los países que han afrontado transiciones

democráticas han conformado comisiones de la verdad o

han procesado a quienes han delinquido desde el poder.

España es el caso más conocido. Transcurridos cuarenta

años desde la Guerra Civil y muerto Franco, las fuerzas

políticas que acordaron el retorno al régimen

constitucional consideraron conveniente no hurgar en el

pasado para sancionar los crímenes de guerra. En diversos

países de Latinoamérica se han aprobado desde el poder

leyes de punto final e incluso medidas de amnistía

que archivaron investigaciones judiciales y dejaron

cerradas las fosas comunes. No han faltado autoridades

políticas y religiosas que han abogado por no reabrir

viejas heridas , y dejar las cosas como están. Debo decir

que no creo que estas políticas de silencio hayan

conseguido ahogar el anhelo de memoria que

experimentan las víctimas, aquellas personas que aun

quieren saber qué pasó con sus familiares desaparecidos,

aquellos que no encontrarán la paz a menos que sus

verdugos puedan ser castigados con todo el peso de la ley.

Considero que este anhelo de memoria no sólo está

presente en las víctimas directas de la violencia y la

exclusión; un sector importante de la ciudadanía todavía

invoca la reconstrucción de esa historia trágica. Por

ejemplo, son tantos los libros y películas que en España se

han producido para narrar bajo diversas perspectivas la

dictadura franquista y la Guerra Civil que cuesta creer que

a los ciudadanos españoles les es suficiente voltear la

página para construir una sociedad estable y civilizada.

Allí donde el sistema político y el Estado han preferido el

olvido como condición para la transición, comienzan a

abrirse espacios sociales diversos para el trabajo del

recuerdo.

El mayor adversario de la memoria de la violencia

no es el olvido. Paul Ricoeur y Tzvetan Todorov han

afirmado con agudeza que la memoria es un proceso

selectivo, que procura distinguir qué recuerdos son

relevantes para el ejercicio de la justicia, en contraste con

aquellas imágenes del pasado que pueden ser finalmente

olvidadas por los miembros de la comunidad65. Recordar

tiene sentido desde un punto de vista ético político

cuando el ejercicio de la rememoración se pone al servicio

de la construcción del presente. La alétheia el des-

cubrimiento de aquello que permanecía oculto o

65 Cfr. Todorov, Tzvetan Los abusos de la memoria Barcelona,Paidós 2000; Ricoeur, Paul El olvido en el horizonte de laprescripción en: Academia Universal de las Culturas ¿Por Quérecordar? Barcelona, Granica 2002 pp. 73 -80.

Transición política y recuperación pública de lamemoria

Gonzalo Gamio Gehri

Pontificia Universidad Católica del Perú

Page 44: Revista Letras Del Sur

43

intencionalmente reprimido está vinculada al

discernimiento práctico. Ambos autores nos han

recordado la descripción borgiana de Funes el memorioso,

aquel inquietante personaje incapaz de olvidar. El

auténtico enemigo de la memoria es su supresión o control

bajo la forma de una historia oficial. Se trata de una

historia que se construye desde arriba por encargo de las

autoridades en ejercicio el poder o de sectores influyentes

en la sociedad. Una historia en la que los crímenes de lesa

humanidad no figuran como hechos relevantes, que

merecería la pena que fuesen conocidos por los

ciudadanos. Una historia que prescinde de la mirada y la

voz de las víctimas. Una historia sin desaparecidos ni fosas

comunes.

Es un hecho conocido que los regímenes

totalitarios se han esforzado por escribir historias de esta

clase, compuestas a imagen y semejanza de la voluntad de

sus dirigentes. Hemos visto las fotos de Stalin alteradas

para que no figure a su lado un antiguo camarada caído

en desgracia , sabemos de las declaraciones de los

generales nazis que negaban en su momento la existencia

de los campos de concentración. El control del pasado

basado en el recurso a la represión o la fuerza constituye

un poderoso instrumento contra la justicia. En nuestro

medio, cuando la CVR reveló que según las proyecciones

estadísticas que manejaba la cifra de muertos y

desaparecidos ascendía a 69,280 personas, diversos

actores políticos y periodistas insistieron en afirmar que la

Comisión había inflado aquel número, dado que hasta

aquel momento, las cifras que las instancias del gobierno

consideraban no superaban la mitad de esa cantidad.

Hasta hace muy poco, uno de los temas recurrentes en la

campaña mediática en contra de la CVR ha sido el

cuestionamiento de la cifra de muertos y desaparecidos.

Incluso un congresista conservador hoy miembro del

Consejo de Ministros llegó a exigir que, si la Comisión

pretendía que dicha cifra fuese creíble, debía adjuntar una

lista con los nombres y el DNI de las víctimas. En un país

en donde casi dos millones de personas son

indocumentados, ya sea porque el Estado no llega a los

lugares que habitan o porque se carece de dinero para

tramitar el DNI, tales declaraciones ponen de manifiesto

la absoluta ignorancia de su autor, o su evidente cinismo.

Hoy ese mismo político tradicionalista - que

lamentablemente actúa como brazo político del sector más

medievalizado de la Iglesia - muestra nuevamente su

insensibilidad moral bautizando un Pisco como "7.9", en

alusión directa al terremoto que destruyó parte del

Departamento de Ica. Uno se pregunta seriamente si

quienes suscriben esta posición consideran que sería

menos escandaloso el hecho que la cifra de muertos y

desaparecidos ascendiese a 35 mil personas. Lo que queda

claro es que el desafío de los defensores de los Derechos

Humanos ya no consiste solamente en demostrar que

miles de personas fueron sometidos a tortura o

asesinados, sino que nacieron alguna vez, formaron una

familia, tuvieron una vida.

La composición de una historia oficial constituye

una evidente usurpación de la potestad de los ciudadanos

de reconstruir la memoria histórica. La recuperación de la

memoria es una tarea pública, vinculada no solamente al

reconocimiento de la injusticia y al descubrimiento de la

verdad acerca de la violencia sufrida; también constituye

un elemento fundamental en la construcción de las

identidades colectivas66. Lo que somos como comunidad

política es en parte lo que hemos hecho con nuestras

instituciones y con nuestros conciudadanos (y lo que

hemos dejado que suceda con ellos). El trabajo de la

memoria puede convertirse a menudo en una operación

dolorosa, puesto que puede re-velar aquello que pudimos

hacer desde el lugar que ocupábamos en la sociedad

para evitar que otros conciudadanos sufrieran violencia o

exclusión. Cuando el propósito de la recuperación de la

memoria es la reparación de la injusticia, la primera voz

que debe ser escuchada es la de la víctima. Se trata de

generar espacios de comunicación en los que la víctima

pueda relatar lo que vivió y denunciar a sus agresores.

Paul Ricoeur ha señalado que lo que el testimonio de una

víctima quiere dejar en claro es aquello existió : no se

trata de una ficción creada por sectores sociales y políticos

deseosos de poder. El daño sufrido ha dejado una huella

que puede ser percibida, y esa imagen del pasado vivido

presente como huella puede convertirse en objeto de una

narración67.

66 Garretón, Manuel A. Reparación y construcción de la memoriahistórica en: Cuellar Martínez, Roberto y otros Democracia yderechos humanos en el Perú: del reconocimiento a la acciónLima, PUCP 2005 pp. 35 -38.67 Ricoeur, Paul Definición de la memoria desde un punto devista filosófico en: Academia Universal de las Culturas ¿Por Quérecordar? Op.cit., p. 26.

Page 45: Revista Letras Del Sur

44

Ricoeur señala asimismo que con la aseveración

aquello existió corazón del relato de la víctima el

agente quiere decir fundamentalmente son tres cosas:

primero, yo estuve allí . En ese sentido, el relato

pretende verdad, en el sentido lato de fidelidad con la

experiencia vivida. En segunda instancia, a través del

testimonio la víctima esta formulación se torna

imperativa, nos dice créeme , invoca que su interlocutor

en el caso de las comisiones de la verdad, la ciudadanía,

la opinión pública se fíe de su palabra, confíe en la

veracidad del relato, y asuma la disposición a ponerse en

su lugar. Finalmente, nos exhorta a contrastar su

testimonio con el de otros: si no me crees, pregúntale a

otros . La palabra de otros puede dar fe de lo que

realmente la víctima ha tenido que afrontar. Lo que se

busca es que el relato pueda ser corroborado o

confrontado por el testimonio de otras víctimas, por

testigos oculares, o incluso por la propia palabra de los

perpetradores. Como es sabido, la CVR llegó a recabar casi

17 mil testimonios, visitando zonas andinas y selváticas a

las que no llegaban las dependencias del Estado, para

entrevistar a campesinos y comuneros que no habían sido

acogidos por las autoridades civiles y militares cuando

habían intentado denunciar la pérdida de sus familiares, o

el abuso o la desidia de quienes ejercían funciones de

Estado y prefirieron mirar a otro lado cuando se

vulneraban sus derechos fundamentales.

Escuchar y contrastar el testimonio de las víctimas

constituyen las primeras acciones conducentes a la

restitución de su condición de ciudadano, proceso que se

cumple con la sanción de los culpables, con la reparación

de la víctima, y con la construcción de una historia más

amplia que contribuya a esclarecer el proceso de violencia

vivido. Dar prioridad a la perspectiva de las víctimas en el

discernimiento cívico de la memoria reincorpora a quienes

han sufrido en los escenarios de la esfera pública, el

espacio de aparición de lo distintivamente humano

según el juicio de Hannah Arendt68. La víctima comparte y

confronta su testimonio con quienes pueden reconocerse a

sí mismos en su historia y asumir la defensa de sus

derechos. Mientras las historias oficiales condenan a las

víctimas a la invisibilidad y a la insignificancia social y

política, la recuperación pública de la memoria procura

68 Cfr. Arendt, Hannah La condición humana Madrid, Séix Barral1976 p. 262.

devolverles al lugar que les corresponde en la comunidad

como personas y ciudadanos. El entramado hermenéutico

de testimonios e interpretaciones de las experiencias de la

violencia - que es en sí mismo valioso para la reflexión y la

acción política tiene que insertarse en una narrativa

mayor, la del proceso histórico del conflicto armado

vivido, que pretende hacer explícitas las posibles causas y

las secuelas de aquella época de terror y represión.

Tampoco esta narrativa mayor deja de ser una

urdimbre de interpretaciones. El Informe Final de la CVR

no pretende constituirse en la explicación última del

proceso de violencia interna. Esto es necesario señalarlo,

dado que muchos de sus objetores académicos en su

mayoría periodistas formados en canteras tradicionalistas

han sugerido que los Comisionados han elaborado un

documento diseñado desde el paradigma de una

presuntamente incuestionada objetividad científica . El

Informe Final constituye una investigación

multidisciplinaria que ofrece a la sociedad peruana en

sus propias palabras un relato fidedigno, éticamente

articulado, científicamente respaldado, contrastado

intersubjetivamente, hilvanado en términos narrativos,

afectivamente concernido y perfectible, sobre lo ocurrido

en el país en los veinte años considerados por su

mandato 69. Es en este sentido que el texto pretende

verdad . El Informe fue presentado a la ciudadanía y a los

poderes del Estado para ser estudiado, discutido y

reformulado, si cabe hacerlo. Podríamos decir que el

documento más que pronunciar la palabra final sobre la

tragedia que describe y examina, pretende en todo caso

pronunciar una palabra primera en el contexto del

diálogo público que tendríamos que generar acerca de lo

que sucedió con nuestros compatriotas, muchas veces con

la complicidad de nuestro silencio o de nuestra

indiferencia. Es preciso señalar que el debate sobre el

Informe Final sigue pendiente, pues sólo algunas

instituciones de la sociedad civil algunas universidades,

ciertas comunidades religiosas han asumido esta tarea.

Ante el silencio mayoritario de nuestra autodenominada

clase política , corresponde a los propios ciudadanos

los primeros actores políticos en una democracia poner

en marcha el trabajo público de la memoria.

69 CVR, Informe Final de la Comisión de la Verdad y laReconciliación Tomo I, Lima UNMSM PUCP 2004 p. 56.

Page 46: Revista Letras Del Sur

45

No me acuerdo haber escrito por mi gustosino un papelillo que llaman El sueño

Sor Juana Inés de la Cruz

0. PALABRAS PRELIMINARES

Hay en la literatura hispanoamericana una

tradición poética que rebasa las fronteras de lo que

Mariátegui llama etapa colonial, es decir, el proceso de

una auténtica literatura, madura, singular, original. Hay

también excepciones mayores en las que la poesía de las

colonias se sitúa de igual a igual (algo no muy frecuente) a

competir en el siglo XVII, siglo del Renacimiento y del

Barroquismo, con los grandes nombres de la metrópoli

española: Calderón, Góngora. Y lo extraordinario de esta

circunstancia es el que nuestra poetisa estudiada se

convierte no solo en ideario de la intelectualidad de la

época, sino, de todas las épocas.

La literatura creada por Sor Juana Inés de la Cruz

es considerada la más alta en tres siglos de la Nueva

España. Hay que considerar que Sor Juana vivió en un

tiempo que no era adecuado para que una mujer

extendiera su vocación por el estudio; pero no solo es esa

exquisitez la de Sor Juana la que nos sorprende, sino que

precisamente ése fuera el móvil que acrecentara su

esfuerzo por la comprensión y el entendimiento del

mundo.

El producto de toda esta situación: un arte

depurado y perfecto. El poema Primero Sueño, puede

considerarse su obra más alta y estar al lado de las de

Góngora(Al que supuestamente imitó) y Calderón.

Además debemos entender el impulso de la creación

poética: Entenderlo todo, conocerlo todo, por medio de lo

objetivo y lo subjetivo, de los ojos y la fantasía, del cuerpo

y el alma. Una grandiosa pieza que exige a sus lectores una

destreza sobre el conocimiento cultural de esa época, vale

decir la filosofía, la literatura, además de la ciencia.

En el presente trabajo, trataremos de abordar

algunos puntos, como propuesta para el debate y la

reflexión, para el mejor entendimiento del poema Primero

sueño, por lo que basaremos nuestra aproximación

interpretativa en los estudios teóricos que han

desarrollado sobre este poema, Octavio Paz, Georgina

Sabat, Antonio Alatorre, Jorge Checa, quienes han

desarrollado trabajos sobre distintos temas como la

mitología, el feminismo, las alegorías, el estilo barroco,

entre otros. Y nos apoyaremos en el análisis textual

entendiendo al texto como un tejido de textos, voces, como

lo entiende muy bien José E. Martínez Fernández70 Como

estudioso de la poesía contemporánea no he dejado de

observar su intensa intertertextualidad, explícita o difusa,

que integra en el tejido textual otras voces que hacen del

texto un cuerpo abierto, tarea a veces de una abundante

copia de citas que el estudio de la intertextualidad en la

poesía española es capaz de ofrecer pautas de

investigación, de evidenciar distintos objetivos poéticos,

caracterizar épocas, momentos ésta es la razón de mi

trabajo: explicarme a mí mismo y, si es posible, a los

demás la razón de la profusa e intensa intertextualidad

de la poesía española contemporánea .

Notamos en la inquietud de Martínez Fernández

una metodología de estudio amplia; sin embargo, creemos

que ese estudio, nos puede servir también para hurgar en

la poesía de Sor Juana Inés de la Cruz y su época.

La época de Sor Juana está marcada por la religión

y la tradición, ahí las rupturas se pagan, en el siglo XVII la

reforma española abomina lo científico y moderno, pero

no puede hacer mucho para que esto cobre notoriedad y

atención en el nuevo mundo. El intertexto que hallamos en

Sor Juana es riquísimo, casi todo el conocimiento de su

tiempo; leer su obra es acercarse a su época y su cultura.

Nosotros adentraremos nuestro estudio en algunos tópicos

70 José Enrique Martínez Fernández. La IntertextualidadLiteraria . Ediciones Cátedra. S. A. 2001.

Eje temático en Primero Sueño de Sor JuanaInés de la Cruz

Henry Rivas Sucari

Universidad Mayor de San Marcos

Page 47: Revista Letras Del Sur

46

que nos parecen importantes, por ejemplo el carácter del

narrador en la poesía, personal o impersonal, la

estructuración, el sueño como material de amor engañoso

y el carácter científico del poema Primero Sueño.

1. SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ Y SU TIEMPO.

Juana Ramírez de Asbaje nacida según Calleja el 12

de noviembre de 165171 en una casa de campo en San

Miguel de Neplanta. Esta finca estaba situada cerca de

Amecameca, entre los volcanes Popocatepetl e Iztlacihuatl,

al sureste de la capital. Su padre fue el español: Pedro

Manuel de Asbaje y Vargas Machuca, probablemente de

origen vasco y su madre la criolla doña Isabel Ramírez de

Santillana. En los documentos del convento donde Sor

Juana profesó y vivió, siempre dice ser hija legítima de

sus padres; sin embargo su madre no estuvo casada y en

su testamento se declara mujer de estado soltera . La

madre de Sor Juana debió haber tenido un carácter

independiente e individualista, pues teniendo libertad

económica, dirigiendo ella misma su alquería, proporcionó

el modelo a seguir que varias de sus hijas tomaron.

Sor Juana tuvo una vocación precoz de mujer

intelectual y erudita y también, hay que decirlo una

extraña combinación de sometimiento e independencia. El

sometimiento al servir en una congregación religiosa y la

independencia del conocimiento, tan cara para la época y

además desde su posición de mujer, es decir una doble

exclusión.

A los tres años aprendió a leer, luego a escribir y se

ponía castigos rudos sino podía cumplir las metas de

aprendizaje que se había fijado. La frustración de poder ir

a la universidad, puesto que era inaudito e imposible tuvo

que resignarse con ser autodidacta, agotando así los libros

de la biblioteca de su abuelo materno en la cercana

Hacienda de Panoayán, por muchos castigos y represiones

que recibiera. A los ocho años había producido una loa

71 Conservamos la fecha de 1651 porque el hecho de haberseencontrado un acta bautismal de 1648 de una niña, hija deiglesia , a quien se le puso por nombre Inés y cuyos padres erandos hermanos de la madre de la madre de Sor Juana, no essuficiente para cambiar la fecha que la misma Sor Juana le daríaal padre Calleja. No sabemos si Sor Juana adoptaría el nombre deInés al hacerse monja o si lo tenía de sgundo al bautizarse. Locierto es que no solo usó, ni ella ni su madre (al referirse a ella),antes de entrar en el convento. Historia de la literaturahispanoamericana. Tomo I. Época colonial. Luis Iñigo Madrigal.°Ed. Madrid: Cátedra, 1992. Pág. 275-293.

eucarística, según nos dice su biógrafo Calleja. Al poco

tiempo, su madre la mandó a la capital a la casa de unos

parientes.

Los marqueses de Mancera, en la corte virreinal

captaron muy pronto estimación por la niña rara erudita.

El virrey comentaría el extraordinario talento a sus amigos

ilustrados y a someterla al examen de cuarenta personajes

conocidos por su erudición en distintos campos. Se puede

apuntar este hecho como la graduación de Sor Juana, su

reconocimiento como fenómeno raro de mujer intelectual

en el mundo de aquella época.

Sor Juana decidirá luego unirse al aristocrático

convento de las Carmelitas. Es decir, no se dejó seducir

por el mundo de la corte prefiriendo un espacio más

cómodo para su vocación de estudio. A su alrededor ve a

su hermana casada y abandonada por su marido; amigas,

compañeras, más o menos sometidas a esposos a sus

padres y hermanos; sin otra ocupación permitida ni

reconocida que el imperio de la devoción a los maridos y a

la crianza de los hijos.

Parece que Sor Juana no concilió sus costumbres

con esta orden y precipitó su salida a los tres meses, pero

esta vida conventual le permitía todavía algunos atractivos

como dialogar con los hombres ilustrados de la época y

frecuentar todavía el palacio.

La poetisa dedicó a la marquesa, Condesa de

Paredes varios versos y es ella la que a su retorno a

Madrid publicará Inundación de castálida (1689),

primera edición de parte de sus obras.

La fama de Sor Juana crecía en la Nueva España y

en la Península a la par que sus problemas, en un mundo

donde la ciencia ye le estudio no se concebía si no estaban

representados por un ser masculino.

Sor Juana cultivó todos los géneros, todos los

metros. Evidencia influencia de Lope de Vega, Quevedo,

Gracián, Góngora; así como Trillo y Figueroa, Salazar y

Torres, Jacinto Polo. Entre sus obras tenemos la ya

mencionada Inundación castálida (Madrid 1689). Las

ediciones sucesivas de este libro cambiaron el título por

Poemas. En total este primer tomo se editó nueve veces en

España. El tomo dos bajo el título de Segundo volumen

(Sevilla 1692), cambiado luego al de Segundo Tomo y más

tarde a Obras Poéticas. El tercer tomo se publicó bajo el

título de Fama y Obras póstumas (Madrid, 1700). Sus

Page 48: Revista Letras Del Sur

47

Villancicos, (1676 a 1679). En teatro escribió Loas, Autos

sacramentales, comedias. Estas se publican en Madrid

dentro del Tomo II (Sevilla 1692). La Respuesta a Sor

Filotea (Crisis sobre un sermón, Carta Atenagórica, Tomo

II, Sevilla 1692). La única edición moderna completa es la

de A. Méndez Plancarte en cuatro tomos, México 1951-

1957.

En 1682, el que había sido su confesor, el padre

Antonio Núñez de Miranda, quien la guió antes

espiritualmente antes de entrar de monja, le instaba a

abandonar toda escritura no ligada a estrictos cánones

religiosos. La ruptura de parte de la monja con su confesor

se manifiesta en tono muy firme en lagarta del padre

Núñez ( Carta de Monterrey ,1681 o 1682). El dilema de

Sor Juana es que era mujer escritora y monja creyente en

una sola persona. El misógino arzobispo de México,

Francisco de Aguilar y Seijas, quien nunca aprobó la

actitud de estudiosa de Sor Juana intervino en la venta de

los bienes de ésta, de sus libros, para las limosnas para

pobres.

Sor Juana no era mística ni monja que creyera en

éxtasis, ni abogaba por una oración de tipo sobrenatural;

su fe religiosa recogía las razones humanas, morales y

filosóficas que buscaba el ser humano en su acercamiento

a Dios.

Sor Juana se dedicó a hacer penitencia con la

misma energía que antes utilizaba para defender su

vocación por el estudio. Sor Juana se dedicó a cuidar a sus

hermanas enfermas cuando ene. Convento de San

Jerónimo entró una epidemia tan pestilencial, que de diez

religiosas que enfermaban, apenas convalecía una. Era

muy contagiosa la enfermedad (Véase a Glantz, UNAM,

1995, pp.93-98). Juana Inés la contrajo, y aunque, según

Calleja, el rigor de la enfermedad, que bastó a quitarle la

vida, no la pudo causar la turbación más leve en le

entendimiento . La Décima Musa murió el 17 de abril de

1695.

2. PRIMERO SUEÑO, UNA APROXIMACIÓN

INTERPRETATIVA

El título de Primero Sueño, su poema más

ambicioso, está saturado de polisemia. Sueño puede

tener varias acepciones. Octavio Paz diferencia cinco

sentidos en la palabra: sueño como dormir; sueño como

ensoñación no mentirosa sino como visión; sueño como

nombre de esa misma visión; y sueño como ambición,

deseo o ilusión no realizada 72.

2.1. PLURALISMO SEMÁNTICO EN EL SUEÑO

Esto nos recuerda el pluralismo semántico de las

Soledades de Góngora, ya que soledad en este texto

tampoco presenta un significado único. Sueño evoca

entonces órdenes diversos o signos de experiencia, pero

esta imprecisión se ve retratada en el poema, por la

dificultad de saber, de conocer, de tener una explicación

sobre todos los fenómenos que nos rodean. Otra influencia

que podemos colegir según Octavio Paz73 es: Del

Somnium de Kepler; Iter exstaticum de Kircher. Estos

poemas pertenecen a la tradición hermética tan en boga en

el renacimiento y en el barroco. Según Paz esas

indicaciones le muestran ataca cabos para darse cuenta

que la visión hermética de la que es parte la visión del

alma liberada en el sueño de las cadenas corporales, llegó

a Sor Juana a través de Kircher y subsidiariamente de los

tratados de la mitología de Cartario ( P. 477).

A lo que concluye que Primero Sueño debe leerse

no como el relato de un éxtasis real, sino como la alegoría

de una experiencia que no puede encerrarse o en le

espacio de una noche la noche del poema es una noche

ejemplar, una noche de noches (p. 481).

Para Margo Glantz74 los textos anteriores a primero

Sueño que bordean el tema y que cita Paz, carecen de lo

que Sor Juana muestra: Individualidad. Así ene. Caso de

Kircher; Teodidacto es guiado por Cosmiel; en la Divina

Comedia, Dante es guiado por Virgilio; y en el Corpus

hermético Hermes por Pimandro. En este tipo de textos

siempre es necesaria la presencia de un ser divino para el

viaje sobrenatural.

72 Octavio Paz. Sor Juana Inés de la Cruz o las trampas de la feBarcelona: Seix Barral, 1982. Pág. 485.73 Octavio Paz. Sor Juana Inés de la cruz o las trampas de la fe.Barcelona, Seix Barral, 1982. Pág. 469.74 Raquel Chang-Rodríguez. Margo Glantz. Historia de laliteratura mexicana .Vol. 2. La cultura letrada en la NuevaEspaña del siglo XVII. Ed. Siglo XXI. 2002. Pág. 672. SorJuana: Los materiales afectos y el sueño

Page 49: Revista Letras Del Sur

48

En Primero Sueño se rompe esa regla. El alma,

independizada del cuerpo recorre los espacios

supralunares sin ningún guía.

Paz cree que El Primero Sueño anticipa unote los

grandes poemas de finales del siglo XIX, Un coup de dés

nabolira pasle hazard de Stephane Mallarmé.

El texto nos propone que le fracaso en esta

aventura de conocerlo todo se explica por la riqueza y

variedad del universo. Octavio Paz nos dice que el poema

nos sugiere nociones de infinitud y descentramiento

asociadas a imágenes cósmicas mucho más inquietantes.

(502-503). Así el tema de Primero sueño será: la

representación de la aventura fallida del alma se equipara

a la victoria irremediable de las energías centrífugas que

nunca dejan de infiltrarse en el texto . 75

3. APUNTES FINALES

El poema Primero Sueño representa la búsqueda del

conocimiento total que gobierna el mundo, y asimismo la

frustración de esta búsqueda; pero no el fracaso, pues en

la búsqueda está el deleite y el arte.

En la composición de los elementos constitutivos de

esa visión del mundo; además de mitología y filosofía

clásica, están también el amor como símbolo de libertad;

la ciencia como herramienta de conocimiento y el carácter

personal en la voz narradora de Primero Sueño.

La influencia que recibió Sor Juana para la

composición del poema es múltiple; le debe tanto a

fuentes literarias clásicas como a filósofos y científicos.

El amor de Sor Juana por el conocimiento, en una

época en que la mujer desempeña un rol menor, y la

soberbia personalidad de esta mujer que fue admirada en

su tiempo y dio muestra que para la libertad no debe

existir ningún tipo de exclusión. 76

75 Jorge Checa. Los caracteres del estrago: Babel en PrimeroSueño . Mujer y cultura en la colonia hispanoamericana. MabelMoraña, Ed. Pittsburg: Instituto Internacional de LiteraturaIberoamericana, 1996. Pág. 257.76

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Page 50: Revista Letras Del Sur

49

Rojo: es el color de la Muerte que nos acompaña

Rosas rojo sangre, rojo púrpura.

Arturo Caballero. Almendra, Poema X

La luz del foco era muy pobre, las paredes ennegrecidas

del cuarto apenas la reflejaban. Junto a la cama principal,

en una maleta amplia y desvencijada, a duras penas

dormía una niña de poco más de dos años.

Desde la cocina, la tetera de agua empezó a pitar.

La mujer, abandonada en el suelo del recibidor, lloraba

abrazando sus rodillas. Por el piso rodaba un frasco de

medicamentos vacío.

Un hombre entró al ascensor, se dirigía al quinto

piso. Afuera, el tránsito ya había cesado, sin embargo, la

noche parecía ser larga.

Llamaron a la puerta, la mujer se levantó de un

salto; algo de su aspecto triste había cambiado, se secó las

lágrimas y fue a abrir.

hasta que por fin llegaste le habló al hombre parado

frente a ella y lloró nuevamente.

No pude salir antes.

No sé qué hacer la bebé cada vez está peor, ven vamos

a verla la mujer le tomó una mano, quería conducirlo al

cuarto, que supiera por él mismo, que se conmoviera, que

no la dejara sola, que le dijera algo que la aliente. Deseaba

desde su alma escuchar (de cualquiera) No te preocupes,

tu hija sanará

El hombre se soltó. La mujer sorprendida se quedó

mirándolo.

¿Qué pasa? ¿No quieres venir?

No, no es necesario que vaya.

La mujer se molestó

¡Entonces dame las medicinas! ¿Las trajiste?

El hombre negó moviendo la cabeza.

Pero si te mandé un mensaje al celular dijo la mujer

preocupada.

Sí, lo leí él respondió con cierta aspereza.

Entonces ¿por qué no las has traído?

Porque no me alcanzó el dinero. Hoy tuve que pagar la

matrícula de mis hijos.

Tus hijos, tus hijos ¡siempre tus hijos! Y para qué diablos

vienes, si no traes nada ¡Pobre imbécil! ¡La bebé está

grave! ¡Ella también es tu hija! la mujer rabiaba de

impotencia.

¡Una hija que no pedí! el hombre levantó la voz ¡yo

no quise que la tuvieras, lo sabes bien!

¡Cómo te atreves! el corazón de la mujer empezó a

llenarse de odio.

Tú conocías perfectamente mi condición, esa niña no

estaba en mis planes. He sido paciente y he soportado todo

esto por ti el hombre habló suavemente esperando que

la mujer respondiese de la misma forma.

¡Basta! ¡Eres un infeliz! volvió a estallar en llanto, sus

ojos reflejaban todo el dolor que sentía.

¡Cálmate! ¡Cálmate! No hagas un escándalo dijo el

hombre preocupado por no llamar la atención de los

vecinos.

¡Un escándalo! gritó la mujer ¡Tú, que no te duele

ver como está tu hija me hablas de escándalo! ¡Tú, que

nos has hecho vivir a escondidas, como unas ratas, en esta

podredumbre! ¡Eso es un escándalo! ¡Qué poco hombre

eres!

Los gritos llegaron hasta el cuarto e incomodaron

a la criatura que empezó a toser fuertemente. En la cocina

la tetera de agua seguía pitando.

Mi amor, por favor, no te pongas así; yo te quiero y

deseo que volvamos a ser felices, como antes dijo el

hombre acercándose, tratando de abrazarla . Esa niña

está muy enferma, ya no podemos hacer mucho por ella.

¡Cállate! ¡Maldito egoísta! ¡Es tu hija, es tu hija!

La mujer se precipitó a golpear con sus puños sobre

el pecho del hombre, él logró asirla fuertemente de las

muñecas empujándola contra la pared, en una serie de

movimientos bruscos le arrancó la ropa y comenzó a

besarla a la fuerza. Ella no dejaba de golpearlo y de

maldecir.

Mientras tanto, a través de la puerta semiabierta

del cuarto y desde su maleta desvencijada, la niña los

estaba observando. Un hilo de sangre se abría camino por

una de las comisuras de sus labios pequeños.

CuentoTristeza a la media noche

Elena De Yta Bejarano

Universidad Nacional de San Agustín