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Revista de Cultura y Política
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1
¿Cuál es el rol de los intelectuales en sociedades
como la peruana o la latinoamericana? ¿qué pueden decir
ahora que la practicidad y el utilitarismo son parte de
nuestro estilo de vida a tal punto de que sin ellos pareciera
que nada tiene sentido? ¿quiénes son y qué hacen nuestros
intelectuales? Estas son algunas preguntas que desde
Letras del Sur nos formulamos constantemente con el
ánimo de encontrar una respuesta a la crisis reflexiva en
la que gran parte de nuestra población está sumida.
Fomentar el espíritu crítico al interior de sus
comunidades, discutir los temas de interés nacional,
hacer que su discurso trascienda más allá de congresos o
de las aulas universitarias con claridad y didactismo en sus
intervenciones y sobre todo un compromiso moral con su
sociedad y su época, son algunas de las funciones más
importantes de los intelectuales. Jean-Paul Sartre
consideraba que un intelectual era todo lo opuesto a un
académico y Terry Eagleton es de la idea de que el papel
del intelectual es hablarle al poder con la verdad. Para que
un científico nuclear pudiera ser considerado un
intelectual tendría que firmar primero una declaración
contra el uso de bombas nucleares. Un intelectual es un
académico que tiene siempre algo que decir a su
comunidad referente no solo a temas propios de su
especialidad sino en todo aquello que nos afecta como
seres humanos; es entonces, un académico con un
marcado compromiso moral. En otras palabras, es alguien
que se entromete donde no lo llaman.
Aquello que distancia a los intelectuales de las
masas es el oscurantismo teórico, el lenguaje enrevesado y
la actitud elitista que ciertos intelectuales adoptan cuando
logran instalarse en el ambiente académico. Nada más
perjudicial para la reflexión, la crítica y la discusión. No
quiere decir esto que el lenguaje especializado de las
ciencias debiera descender de nivel, sino que uno puede
ser complejo sin resultar oscuro . Los contenidos pueden
ser difíciles de comprender y es una exigencia de los
investigadores y del público interesado lograr su
comprensión, pero agregar a esto la dificultad de la forma
nos parece un despropósito. La lectura debe provocar el
placer de entender y no la tortura de adivinar , escribió
González Prada. Es por ello que resulta contradictorio que
aquellos teóricos de la cultura representantes de las
tendencias políticas más progresistas utilicen un lenguaje
oscuro de manera intencionada (me viene a la mente el
connotado filósofo esloveno Slavoj ek, a quien logro
disfrutar luego de consultar el diccionario lacaniano, a tal
punto que no sé si es a él o a Lacan a quien estoy leyendo).
Los esquemas teóricos no deben convertirse en el fin sino
en el medio para justificar la reflexión.
En este contexto, Letras del Sur surge con el
propósito de incentivar la investigación interdisciplinaria
en las áreas de humanidades y ciencias sociales para crear
un espacio de diálogo entre las diversas comunidades
académicas de nuestro país, en momentos en que el
debate de los asuntos de interés nacional y el discurso de
los investigadores especializados puede aportar nuevas
luces para la comprensión de nuestra realidad
sociocultural. El carácter de los trabajos publicados en este
número es interdisciplinario: estudios literarios, política,
historia y psicocrítica. Incluimos, además, una sección
sobre creación literaria; en las próximas ediciones
ampliaremos las secciones para cubrir otros aspectos de la
cultura como el cine y el teatro.
Agradecemos al diario Noticias en la persona de su
gerente general Ing. Ronald Ibáñez Barreda, sin cuyo
auspicio no hubiera sido posible sacar adelante esta
publicación. Agradecemos también a todos nuestros
colaboradores por creer en este ambicioso proyecto y
desde ya, convocamos a los interesados en publicar sus
trabajos de investigación para la próxima edición de
Letras del Sur en mayo de este año.
2
Recientes encuestas afirman que existe un
desinterés general por la política, especialmente entre los
jóvenes. La situación ha cambiado considerablemente si la
comparamos con aquella de hace tres o cuatro décadas
atrás. En los sesentas y setentas se vivieron tiempos
sumamente políticos; en el plano internacional el
enfrentamiento entre capitalismo y comunismo de la
Guerra Fría y en el plano local, las protestas estudiantiles
ante el gobierno dictatorial vivido en el gobierno militar.
De esa época ha quedado en la mente de muchos que los
jóvenes son revolucionarios y políticos. ¿Qué es lo que ha
cambiado de una generación a otra? Mucho, entre lo cual
se encuentra el gran impacto de la globalización. Proceso
que ha logrado modificar la personalidad de los jóvenes. El
individualismo y escepticismo son los rasgos
característicos de esta juventud. Esta generación ha
perdido la idea de un nosotros como nación y no es tan
idealista como lo fue la hippie, más consciente de la
realidad y escéptica ante ella, en especial de la política.
Somos conscientes de que la política es necesaria
por el bien de la sociedad. Dado el carácter imprescindible
de esta ciencia sus participantes también lo son. Sin ellos
la política no perduraría y ello generaría un grave
problema social. Los jóvenes no se muestran interesados
en política, pero dentro de poco o inclusive ahora es
necesaria su participación. ¿Es esta generación
individualista y escéptica capaz de asumir retos políticos?
A pesar de todos los adjetivos con los que se le ha
calificado a esta generación, creo firmemente que la
juventud sí es capaz de asumir retos políticos.
En el siguiente ensayo analizaremos por qué el
individualismo y escepticismo pueden ser revertidos hacia
un interés y posible participación política. Además
analizaremos como los adultos e instituciones políticas
deben contribuir para que lo anterior suceda. Por último,
revisaremos algunos ejemplos en los cuales sí hay una
participación política entre los jóvenes.
Como ya se describió previamente, la juventud de
hoy tiene un marcado carácter individualista. En el mundo
globalizado en el que vivimos estamos expuestos a
influencias culturales de todas partes del mundo. Ello ha
generado un proceso llamado destradicionalización. La
pérdida de tradiciones y cultura, lo cual aumenta las
posibilidades del hombre de poder planear y configurar su
vida independientemente (Bendit 2000:26). Valores como
autorrealización y autonomía desplazan a otros más
tradicionales como respeto y disciplina.
Uno piensa primero en sus metas y luego en las de
todos. Existe un discurso que se repite entre los jóvenes
progresando yo, progresa el resto (Chávez Granadino
1998:34). Hasta cierto punto esto es verdadero; el
progreso de uno contribuye en la mejora de los demás,
pero el desarrollo personal puede no darse de no existir un
avance colectivo. El hombre al desenvolverse en la
sociedad necesita del bienestar de esta. Es imprescindible
que el individuo entienda que por sí mismo no va a lograr
mucho y es por esta razón que debe velar por el bien de la
sociedad. El mecanismo más directo hacia ello es la
política. Errados están los que creen que poco o nada
importa la política.
El carácter individualista de una persona lo aleja
del interés y por tanto de la participación política, práctica
que exige una preocupación por los intereses colectivos.
Por ello, la creación de una consciencia social es vital para
la futura participación de los jóvenes en la política.
Consciencia que se crea básicamente en la etapa escolar y
universitaria, principalmente a través de los cursos de
Historia y Cívica o Ciencias Sociales. A su vez, la
percepción individualista de los problemas de la vida
cotidiana impide a los jóvenes establecer un nexo directo
entre sus problemas y aspiraciones, y las cuestiones
políticas y sociales implícitas en mucha de la información
que reciben a lo largo de la educación. (Chávez Granadino,
1998: 45)
Es por esta razón que muchos consideran que los
jóvenes no son capaces de asumir retos políticos. Pero la
barrera antes mencionada puede ser derribada con una
adecuada información, la cual puede ser influencia directa
en el incremento del interés de los jóvenes en participar de
actividades de extensión académica, entre ellas la política.
Por adecuada información se refiere a crear en la juventud
un bichito , un interés por las actividades académicas, la
Los jóvenes y su futuraparticipación política
Clarisa Yerovi
Pontificia Universidad Católica del Perú
3
necesidad de tener una consciencia social, la importancia
de la política. En las instituciones privadas hacerles
evidentes su situación de privilegiados y por tanto su
responsabilidad de ser los que lideren en el futuro. Es
importante recordar que el hombre al ser un ser social,
solo hay que despertar este interés latente en cada uno de
nosotros.
La década de los noventas ha sido considerada por
muchos autores como los setentas al revés . El idealismo
de la época hippie ha quedado en el pasado. El cual ha sido
suplantado por un escepticismo generalizado, que abarca
todos los campos, uno de los más afectados el campo
político. Escepticismo que se traduce en las encuestas
producidas en los últimos años, las cuales muestran una
clara desconfianza de la mayoría del pueblo en las
instituciones estales y menos aún en sus representantes
elegidos.
Los jóvenes se muestran también escépticos ante el
futuro. Ellos creen que no vana a vivir tiempo de grandes
cambios, en el hipotético caso que estos se den no será
hasta en un futuro lejano. Percepción completamente
opuesta a la profesada por los jóvenes del setentas,
quienes inclusive creían ser los protagonistas de grandes
cambios. La juventud no tiene esperanza ni interés por el
futuro. Basándose en hechos pasados y en el actual
escepticismo, los jóvenes (en el caso peruano), han
generado una cultura al fracaso ; ¿Por qué pensar en un
mundial si nunca vamos a clasificar? , ¿por qué pensar a
futuro si nada va a cambiar? El Perú no es una maravilla,
tiene problemas como todos los demás países y para
solucionarlos se necesitan de cambios, todos demandamos
cambios, pero sin embargo, ¿qué hacemos para lograrlos?
La respuesta es nada, no hacemos absolutamente nada,
simplemente esperamos que alguien lo hago por nosotros.
Sin interés por lo que viene y mostrándonos
escépticos ante el cambio, es poco probable que los
jóvenes quieran participar en la política, ya que ella
demanda un interés por el futuro y la fe por el cambio. Por
ello, es necesario alimentar en la juventud una cultura de
esperanza y en cierto grado idealista, porque para llevar a
cabo metas primero hay que soñarlas. De lo contrario
estaríamos viendo a una generación sin ideales,
pragmática y conformista, lo cual puede llegar a ser muy
peligroso. Un mundo sin ideales es uno sin rumbo; donde
habrían cambios, pero no necesariamente aquellos que
quiere le gente, sino unos que irían totalmente en contra
de ellos. Si el hombre no llega aspirar y esta contento con
lo que tiene, el mundo se encontrará estancado, porque sin
aspiraciones no hay cambio. Dudo mucho que lo anterior
se concrete, ya que el hombre por naturaleza es idealista y
no se conforma tan fácilmente. Vuelvo repetir que es
importante que se despierte este sentimiento en los
hombres que ahora último se encuentra adormecido.
Quienes afirman que el escepticismo, característico
de esta generación, impide un posible interés en la política
están equivocados. Es cierto que ello dificulta el acceso al
campo político pero no es un factor determinante. El
escepticismo no es del todo negativo, para el autor de
Renegar la Utopía , (Eduardo Dargent) este permite una
posición crítica, desconfianza de las grandes verdades y de
las fáciles promesas. Los jóvenes no se dejan engañar tan
fácilmente por los políticos. El escepticismo entonces nos
permite una posición mucho más realista, así la próxima
generación se planteará metas que se puedan concretar.
No sólo se necesita modificar el individualismo y
escepticismo característico de la juventud sino también el
escenario político. La poca participación de los jóvenes en
la política no se debe sólo a ellos sino también la clase
política que no facilita el acceso a ella. Como dice Bendit:
Faltan organizaciones y estructuras adecuadas con las
cuales se puedan identificar (los jóvenes) y generar
cambios en la sociedad (2000:35). Los jóvenes no
encuentran un camino definido hacia la política. Los
canales actuales de participación política son considerados
formales y ficcionales (Miranda y Balardini, 2000:144).
Quienes están interesados en política pueden no llegar a
ella por lo tedioso, difícil y trabado del camino. Por ello se
necesitan crear instituciones estatales o modificarlas de
manera que inviten a la juventud a la participación
política.
Los adultos, en especial aquellos que conforman la
clase política, se preocupan por el bajo interés que
muestran los jóvenes por la política. Pero lo que ellos no
perciben es que son actores que motivan esta conducta, al
desapropiar a los jóvenes de credibilidad. Ello genera una
juventud que no es escuchada ni tomada en cuenta.
(Miranda y Balardini 2000: 143) En la actualidad existen
muchas iniciativas y opiniones de las cuales no sabemos
mucho o nada, gracias a la poca credibilidad que se les
confiere a los jóvenes. Los adultos deben reconocer los
esfuerzos hechos por la juventud en el aspecto político y
social, porque de lo contrario la desconfianza política
crecerá y los jóvenes al no ser reconocidos no volverán a
intentarlo.
4
Quienes sí les prestan atención a los jóvenes
interesados en política son los partidos políticos
tradicionales. De las canteras de estos partidos emergen
gran cantidad de políticos para el futuro. Los partidos más
tradicionales cuentan con jóvenes partidarios. Por
ejemplo, el APRA cuenta con CHAP (Chicos del APRA del
Perú) conformado por niños de siete a catorce años.
Cumplida esta edad uno pasa a ser parte de JAP (Juventud
Aprista del Perú), donde son adoctrinados en política e
historia aprista. Los JAP cuentan con miembros de catorce
a veinticinco años. Pero no sólo de los partidos nacen los
políticos de la política universitaria también. Raúl Diez
Canseco es un vivo ejemplo de ello, presidente del centro
federado de Ciencias Sociales, líder estudiantil de los
setentas quien logró sentarse en un curul por largos años.
Además existen diversos grupos juveniles que
contienen una gran preocupación social, desarrollando
múltiples obras de caridad. Mucho de ellos son
agrupaciones religiosas como Cruz Blanca y otras de
carácter autónomo como lo es un techo para mi país .
Como ya se dijo previamente, los gobiernos, por lo
general, no promueven una participación política juvenil.
El actual gobierno del presidente Alan García Pérez
promulgó, entre sus primeras actividades como jefe de
Estado, la Ley del Concejal Joven . En ella se establece
que los partidos políticos, alianzas electorales y
movimientos políticos tendrán que contar con jóvenes
menores de 29 años entres sus aspirantes como
candidatos a regidores en las elecciones municipales
(Diario La República, 2006). Los jóvenes deben
representar por lo menos el 20% de la lista total de
regidores presentada. Así según el lugar encontraremos
entre once y un regidor por municipio. Esta legislación sin
duda contribuye bastante en la participación política de
los jóvenes. Ahora los partidos deben tomar más en cuenta
al sector juvenil, legitimarlos y reclutarlos. Además, ahora
los jóvenes cuentan con un acceso mucho más directo
hacia la política que antes.
Como hemos visto, gracias a la globalización
mucho ha cambiado entre la generación de los sesentas y
setentas con la actual. La juventud no es idealista y
colectiva como lo fue en esa época. El escepticismo e
individualismo representan a esta generación, pero ello no
significa que no puedan asumir retos políticos. Hasta
cierto punto ello es beneficioso, sólo se debe despertar el
interés colectivo y las aspiraciones tan naturales en el
hombre. A través de este trabajo también hemos
descubierto el rol importantísimo que cumple la clase
política y las instituciones estatales en la participación
política de los jóvenes. Los cuales necesitan de
instituciones las cuales estén abiertas a sus sugerencias y
una clase política que los tome en cuenta. Dentro de poco
esta generación deberá estar gobernando, pero no hay que
alarmarse, en el futuro sí tendremos gobernantes capaces
de asumir los retos políticos necesarios, a pesar del actual
desinterés por la política mostrado por los jóvenes.
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VENTURO SCHULTZ, Sandro2001 Contrajuventud: ensayos sobre juventud y
participación política. Lima: IEP.
5
El término globalización ha inundado las ciudades del
mundo en los últimos 20 años, hoy casi no hay político e
intelectual que no se refiera a ella en algún momento; sin
embargo, ha sido pobremente conceptualizado (Giddens
2000 y Sifuentes 2002: 92). Esto en parte por sus varias
dimensiones de fenómeno complejo, además según el
lente profesional con el que se le mire; empero, hay otras
razones por las que este término aparece como
inespecífico y hasta abstracto.
La globalización es estrategia y discurso
legitimador. Utilizada para acompañar y justificar una
serie de concepciones o medidas políticas muy concretas y
reales, la globalización, al recuperar su historia, ser
analizada en sus actores y presupuestos teóricos, como al
verse sus desiguales consecuencias en forma total (global)
deja de ser marco irremediable de todo suceso y pasa a ser
una realidad elegida e impuesta por personas y grupos y
como tales pasibles de ser cambiadas y modificadas si se
cree necesario. Esto es vital porque el término suele
usarse mucho en nuestros países, entre medios y élites del
sur, como condición a la que simplemente hay que
adaptarse, de la mejor manera posible, sin mediar ante
ella crítica o alternativa. A la vez, porque prestigiosos
académicos caso Anthony Giddens quien a pesar de
estar muy acertado al dar cuenta de los efectos desiguales
entre los países, culturas y clases, de aceptar la impronta
norteamericana del fenómeno, y dividir las posturas en
escépticas y radicales (los primeros la toman como pura
palabrería, los segundos como algo muy real y negativo)
termina participando del entusiasmo globalizador;
creemos que la globalización es a la vez real y ficticia y no
compartimos su optimismo final, y contradictorio, de
creer que esta no está (o estará) en control de nadie y que
se puede hablar incluso de una colonización inversa al
dar cuenta por ejemplo de la presencia latina en EEUU
(Giddens 2000: 28-29).
Pretendemos analizar algunos aspectos de la
globalización, más como fenómeno económico pues lo
consideramos aspecto esencial aunque no único. Veremos
la paradoja del orden internacional actual con un FMI
(Fondo Monetario Internacional) que a pesar de
sentenciar menos intervención en los mercados desde
fines de los 80 desde entonces ha intervenido más que
antes para tratar de salvar a las economías de las crisis
creadas por seguir sus recetas. Medidas para gran parte
del tercer mundo, medidas que los países del primer
mundo no suelen ni siquiera plantearse para ellos.
Veremos también que existe un gran y profundo malestar
contra ella, muchas veces ocultado por la prensa
Veremos, también, cómo el mercado global hoy se
ha convertido en el nuevo paradigma, paradójico cuando
se ha sentenciado la crisis de los paradigmas. Creemos que
al desmitificar la globalización y ver sus consecuencias
(globales) ante todo en los países del 3er mundo nos
daremos cuenta de su sentido esencialmente desigual y
poco humano; veremos finalmente que se hace necesario
pensar una globalización alternativa, con otros
presupuestos y prácticas
Por último, es justo decir aquí que la crítica que
plantearemos a la globalización no anula que sea esta un
fenómeno contradictorio (Gandarilla 2002: 2). Es decir
que no sólo se mundializa el capital sino también la
solidaridad, que surgen nuevas formas de fragmentación
así como de integración. Que las nuevas formas de
comunicación, con el gran desarrollo tecnológico,
atraviesan la misma contrariedad, pudiendo ser bien
utilizadas y reapropiadas por las mayorías.
Pensamos que la globalización es estrategia política
de un nuevo momento de la mundialización del sistema
capitalista. Primero, porque aquella no ocurre en abstracto
sino por acciones y restricciones determinadas
(Ugarteche; 1999; pg. 23). Desarrollaremos esto. El
término aparece por primera vez entre los medios
empresariales y escuelas de negocio en los Estados
Unidos. Desde 1983, Theodore Levitte propone el término
para designar la convergencia de los mercados del mundo
¿Es beneficiosa la globalizaciónpara nosotros ?
César Velazco
Pontificia Universidad Católica del Perú
6
entero , en Globalization of Markets (Boyer 1997: 21).
De allí la expansión y adopción finalmente casi religiosa
del término. El momento es crucial, pues coincide con
gobiernos en las principales potencias que buscaron volver
a un liberalismo económico muy ortodoxo, Margaret
Thatcher en Gran Bretaña y Ronald Reagan en EEUU
quiénes además impusieron, con otros, un sentido común
neoliberal y fatalista de la historia; coincide con el proceso
de inminente caída del bloque socialista y de crisis de los
proyectos desarrollistas en las periferias. Esta expansión
ha tenido sus promotores, ante todo hombres de negocios,
funcionarios de gobierno y medios de comunicación
masiva. Atilio Borón nos recuerda que John Gallbraith,
uno de los más importantes economistas de este siglo en
una entrevista reproducida en la Folha de Sao Paulo ,
sostuvo que la globalización no es un concepto serio.
Nosotros los americanos la inventamos para disimular
nuestra política de penetración económica en otros países
(Borón 1999: 224) Y, agreguemos que, este término nace
con la emergencia o aparición de otros, como un paquete
discursivo, en el escenario mundial, así como
gobernabilidad, democratización (que adquiere sentido
nuevo), y otros.
El fatalismo que acompaña estas ideas ha sido
expresado en América Latina por Fernando H. Cardoso,
reconocido intelectual y ex presidente del Brasil,
justamente impulsor del modelo, quien ha dicho fuera
de la globalización no hay salvación; dentro de la
globalización no hay alternativas (Boron 1999: 207); a su
vez, Menem, ex presidente Argentino, dijo O nos
adecuamos a sus mandatos y entramos al primer mundo o
nos autocondenamos a la exclusión y decadencia
(ibid) ambos muy en concordancia con el slogan
publicitario de M.Thatcher : There is no alternative.
Segundo, veamos la ficción que se ha creado
alrededor del término, mistificación que favorece y es
funcional finalmente a algo. Antes diremos que esa
construcción discursiva de la globalización como universal
abstracto implica que cada una de las partes (sociedad,
grupo) está en necesaria conexión subordinada con el
todo; y que, entenderla como fuerza inviolable lleva a
naturalizar la economía, y como esta es capitalista, lleva a
aceptarla sumisamente (José Gandarella, 2002, pg.4). El
totalitarismo del automatismo de mercado de
Hinkelammert (1996).
Bien, desarrollemos la ficción o engaño- sobre
algunos aspectos del discurso de la globalización
neoliberal. Dicen que se trata de un fenómeno
esencialmente nuevo. Es obvio que tiene cosas nuevas
pero sus tendencias en general son las mismas que tuvo el
capitalismo desde sus inicios. Diversos autores han
manifestado el carácter secular del capitalismo de
ampliarse hacia todo el mundo. Aldo Ferrer (2000) dice
que estamos en la 3era Ola globalizadora, siendo la
primera aquella que descubrió y colonizó América. Paul
Hirst, (1998: 104) un importante estudioso del tema, dice
que estamos en una etapa de aceleración de las tendencias
globalizantes y que los Estados Unidos, Australia,
Argentina y África del Sur eran los tigres económicos de
la Era Victoriana , representando a Shangai, Tokio, Taipei
de nuestros días (Hirst 1998: 14) y que se parece mucho al
período del Auge Británico, de la belle epoque, de fines del
siglo XIX. Atilio Borón dice con un poco de realista
sarcasmo que si aquella primera globalización empezada
en 1492 se destruyó ciudades y culturas, se diezmó y
explotó poblaciones no hay razones para suponer que la
ola actual va ser más benigna (208). Lo nuevo vendría a
ser el dominio del sector financiero en la economía; este
sector es el que mejor se ha beneficiado con las políticas
neoliberales de ajuste, estabilidad monetaria y equilibrio
fiscal, muy importantes para sus ganancias. La cantidad de
plata que se maneja allí es asombrosa, tal que en poco más
de una semana se iguala al PBI de los EEUU (209); esta
plata está en una muy baja conexión con la economía real,
casi no necesita de ella aunque su caída arrastra siempre a
todos.
Con los desarrollos en la comunicación hay la idea
que todos podemos estar en todas partes, que no hay
fronteras, hasta que se intenta viajar del Sur al Norte: Las
Visas se han convertido en las duras fronteras donde
quedan excluidos los que no poseen el título de propiedad,
la tarjeta de crédito Internacional, el empleo estable. No
estamos en un mundo sin fronteras, no estamos siquiera
en el mismo mundo (Ugarteche 1999:20). Atilio Borón
suelta un dato, que sólo el 17% de la población en India
vive fuera de sus Aldeas de origen y el porcentaje es menor
en China, juntos los 2 tienen casi casi la mitad de la
población mundial. ¿Un mundo globalizado?, se pregunta.
Veamos más, muchos gobiernos promueven hoy el
crecimiento por exportaciones, el desarrollo por comercio
7
exterior (caso del Perú, sólo los Tratados de Libre
Comercio nos salvarán dicen casi todos los funcionarios y
medios), olvidando (muchas veces intencionadamente)
que el motor principal del las economías desarrolladas es
el mercado interno y que aún 9 de cada 10 personas en el
mundo trabajan para los mercados de sus respectivos
países (Boron 1999: 215). La distancia entre lo que se dice
y la realidad es muy grande. Japón, el éxito económico
más significativo del siglo XX en vez de abrir su economía
hizo exactamente lo contrario (la proporción del Comercio
Exterior pasó entre 1913 y 1993 de 31,4 a 14,4), es más sólo
los EEUU y Alemania han abierto muy cautelosamente sus
economías (en EEUU el comercio exterior ha subido del
bajísimo 11,2 al 16,8 % de 1913 al 1993) (Boron 215-219).
En realidad la apertura económica se promueve sólo para
el Tercer Mundo.
Otro de los grandes mitos es la necesaria reducción
del Estado y del gasto Público. Los datos muestran que el
gasto Público no ha cesado de crecer en los países
desarrollados (Ver anexo 1) y que supera en muchos el
50% del PBI, también ha crecido el empleo en el gobierno;
en contraposición la Reforma del Estado en América
Latina ha implicado ir en contra de todo esto, con muchos
despidos y un presupuesto raquítico atado a la deuda
externa y al equilibrio fiscal. En realidad la reducción del
Estado como actor es producto de ser una traba a la
liberalización financiera y a sus ganancias.
Más allá de apariencias también es un mito decir
que la actual globalización ha eliminado a los Estados-
Nación o que los ha disminuido en su poder. Primero
porque sin ellos no se hubiera podido llevar a cabo todos
los cambios normativos (incluso constitucionales) para
quitar derechos a la Nación sobre sus territorios, a los
trabajadores en nombre de la flexibilización, etc. Segundo
porque los EEUU, la gran potencia mundial que concentra
en sus manos los factores mayores de dominio, ayudan a
sus transnacionales.
La globalización incluye, consta de, un programa
de políticas que han sido implementadas en buena parte
del mundo. Promovidas por el FMI y el BM (Banco
Mundial), políticas llamadas de ajuste o de reconversión,
implementadas en el tercer mundo y en los países del ex-
bloque socialista respectivamente; en el primer caso,
donde se encuentran los países de sud América, tras la
crisis de la deuda, inflación y recesión que asoló a la región
en los 80; en el otro caso, para llevarlos a una transición
económica y política de su economía planificada-
socialista, en ambos casos para llevarlos a una economía
de mercado (Stiglitz 2002).
Más de 10 años de implementadas estas políticas
sus consecuencias económicas negativas son evidentes. El
fracaso de esas políticas, que no eran negociadas con los
supuestos beneficiarios sino aceptadas todo o rechazadas
(Stiglitz 2002) , ha sido ampliamente denunciado, no sólo
por intelectuales sino por prominentes ex funcionarios,
caso Stiglitz, u hombres de negocios como George Soros.
Este último en su libro La globalización (2002) denuncia
a quienes creen que los mercados pueden corregir sus
propias imperfecciones, reclama intervención política
estatal para salvar el sistema y para la justicia social;
agrega que los mercados son eficientes para generar
riqueza pero no para redistribuirla Stiglitz por su parte,
premio Nóbel de economía (2002), ex asesor de la Casa
Blanca con Bill Clinton y funcionario del FMI, en su libro
El malestar en la Globalización ha definido a las políticas
del FMI de la primera década como una mezcla de
ideología y mala economía (Stiglitz 2002).
Pero, sobre las críticas, o bajo ellas si se quiere,
están las realidades. A fines de la década pasada e inicios
de la actual se sucedieron varias crisis financieras que
hicieron tambalear el sistema mundial, la crisis Argentina
que estalló el 2001, la crisis Mexicana y el llamado efecto
tequila, y las crisis en varios puntos del sudeste Asiático.
El daño económico, más aun el social, fueron enormes.
Ellos habían seguido las recetas del FMI, liberalizaron su
economía completamente. Es revelador ver hoy a una
Argentina crecer a un 11%, la tasa mayor de todo América
Latina y el Caribe, siguiendo pautas en buena medida
distintas de aquellas recomendadas por el FMI, como la
suspensión del pago de la deuda y desconocimiento de
parte de ella por ilegítima, intervención en el tipo de
cambio y gran inversión estatal. Hay ejemplos
paradigmáticos en otras regiones, así Rusia que en su
transición ha economía de mercado fue tutelada por el
FMI hoy no sale de periódicas crisis y malestar social y,
mas bien China que hizo su propia transición tiene unos
indicadores económicos asombrosos.
La globalización ha traído consigo gran malestar
social y crecientes y activas resistencias. El ajuste
estructural incluía privatizaciones, recorte de gasto social
8
por obligaciones de deuda y reducción del estado. Las
protestas sociales contra las privatizaciones primero y por
las nacionalizaciones luego se extendieron por América
Latina, en Bolivia, Argentina, Venezuela, Ecuador y Perú,
como sucedió en 2001 cuando el pueblo arequipeño se
levantó masivamente ante el intento del gobierno peruano
de privatizar el servicio de Luz, o en Cochabamba, Bolivia,
donde se llegó a expulsar a una transnacional procesadora
de aguan mineral, en 1994, así hay varios ejemplos.
Podemos incluir también como prueba las grandes
protestas que buscaron y lograron la caída de presidentes
en la región. Estas se dieron sobre aquellos que,
justamente, habían introducido y aplicado políticas de
ajuste y apertura. En Argentina (2), Bolivia (2, contra
Sánchez de Lozada), Ecuador (2), Venezuela (1) y Perú
(contra Fujimori). Junto a lo mencionado, la aparición de
gobiernos o fuerzas políticas que tuvieron necesariamente
una prédica de crítica a las políticas anteriores, llamadas
también neoliberales, que proponían nacionalizaciones y
apoyo a los grupos menos favorecidos con la globalización;
sin importar lo que hicieron al llegar al gobierno esas
fuerzas, prácticamente en todos los países en que lograron
llegar, lo hicieron con esas propuestas; incluso, en
aquellos países donde los gobiernos no salieron por
revuelta popular las fuerzas nuevas eran más o menos
críticas a lo hecho anteriormente, así en Chile llegó el
Partido Socialista en coalición con otras fuerzas, en Brasil
triunfó el Partido de los Trabajadores, luego en Uruguay el
Frente Amplio (de izquierda), y más.
Por otra parte, aparecería a fines de los 90 un
movimiento que se ha venido en llamar de anti o alter
globalización, mundial pero con eje en el centro
desarrollado. Desde la protesta en Seatle (EEUU), en
1999, ese movimiento se articuló y creció al tono de
grandes manifestaciones acompañando a cada reunión de
los organismos globalizadores y a los foros de las élites
económicas y políticas del mundo (OMC, FMI, G8 -que es
el grupo de las 8 potencias del mundo-, Foros
Económicos, etc.) Protestas en Italia (Génova), Alemania,
EEUU, Canadá, y otros se han hecho frecuentes bajo lemas
como Otro Mundo es Posible, Comercio con Justicia, Por
una globalización Alternativa, etc. Los Foros Sociales
Mundiales nacieron de su seno y ya han congregado en
cuatro encuentros en distintos lugares del mundo a
decenas de miles de personas, movimientos, colectivos e
intelectuales opuestos a la globalización neoliberal
(Wallerstain 2002).
Todo este malestar y resistencia ha motivado
cambios en los mismos organismos globalizadores, así se
habla de políticas del FMI de segunda generación desde
los primeros años de esta década tras sus pésimos
resultados; tenemos las discusiones para reformular y
rediseñar los organismos multilaterales, hacerlos más
democráticos y flexibles; o la reciente condonación de la
deuda externa de los 30 países más pobres del mundo;
aunque a todo esto el gobierno norteamericano toma gran
desinterés.
La globalización es un fenómeno esencialmente
desigual y profundamente deshumano. Desigual para el
tercer Mundo y especialmente para los pobres de estos
países.
En primer lugar, no sólo no ha conseguido reducir
la pobreza, esta ha aumentado en el mundo entre 1980 a
1998 en casi 100 millones de personas, esto mientras la
renta anual aumentaba en este mismo periodo en un 2,5
%, promedio anual (Stiglitz, 2002). Aquellas crisis
financieras, y las sociales, desde entonces se han dado
prácticamente sólo en las economías periféricas (Sudeste
Asiático, México, Argentina). La desigualdad creció, pues
la porción de la renta global de la quinta parte más pobre
de la población se ha reducido del 2,3 % al 1,4% entre 1989
y 1998 (Giddens 28). Modernización y desigualdad viene
juntas, sobretodo en América Latina, la región con las
mayores desigualdades del mundo. El crecimiento actual
de la región tiene su lado oscuro, datos puestos al fondo
del sótano de la memoria. El ejemplar Chile es el país con
las mayores desigualdades y el gigante Brasil combina
modernísimas metrópolis con zonas de pobres muy
cerradas (Fabelas). En el Perú, el optimismo de la marcha
económica y las jugosas rentabilidades obtenidas por las
empresas oculta que el salario real ha disminuido en un
10% desde 1990. La participación porcentual de los
trabajadores en el PBI, para el mismo periodo, en el Perú,
ha disminuido de 30,1 a 22,9 de 1992 a 2004, en esa
misma época las ganancias de empresas suben del 52,7 al
60, 6 % (Campodónico 2006).
Estas desiguales consecuencias no se deben a
factores naturales, ni siquiera principalmente a diferencias
de competitividad o tecnología. Como hemos visto, las
economías desarrolladas hacen cosas distintas de las que
promueven para el 3er mundo, así subsidian, protegen y
9
promueven a sus productos y productores; ese cinismo
acompaña la política de los Organismos Multilaterales en
sus políticas de apertura, organismos controlados por un
grupo pequeño de países. Además, los trabajadores de los
países del Tercer Mundo al no contar con el colchón del
Estado de Bienestar Europeo han sufrido mucho más las
consecuencias de la precarización del trabajo. Hay quienes
dicen que la desigualdad esta en la lógica misma del
sistema en el 1er mundo el aumento de productividad
está asociado a mejora en el empleo pleno, pero en el 3er
mundo esa asociación está rota (Amin 1997), quizá por eso
aquí en pleno crecimiento de la riqueza y aumento de la
productividad los neoliberales se propongan flexibilizar
más el mercado del trabajo.
Finalmente, su sentido deshumanizado lo
ejemplificamos en la propia concepción que de la
globalización tiene el FMI fenómeno de creciente
intercambio de bienes, servicios y capitales , un discurso
y una realidad donde los hombres importan poco.
En síntesis, la globalización constituye un proyecto
y una etapa del capitalismo mundial; se le puede apreciar
como tal en el paquete de recetas comunes aplicadas al
tercer mundo aplicados por el FMI, BM y discutida en las
reuniones Intergubernamentales como los Foros
Económicos; también en le develamiento de su origen, y
ubicación de sus impulsores, globalizadores, entre las
élites empresariales y políticas.
Proyecto que ha traído crisis financiera, pobreza y
desigualdad creciente; malestar social base para las
protestas que han caracterizado a la región en los últimos
lustros, que ha derrumbado presidentes, sacado
transnacionales y llevado a la aparición importante de
gobiernos y movimientos populistas. Tampoco los países
centrales se han escapado del nacimiento de un
movimiento antiglobalización.
Planteamos que hay que ver lo que han hecho los
países desarrollados más que lo que dicen que se haga,
pues como ha dicho Hobsbawn (quizá el principal
historiador vivo) el desarrollo en realidad no se ha dado
con la liberalización sino contra ella. Lamentamos que en
el país predominen los usos más simplistas y maniqueos
del término, para legitimar de todo a favor de la ortodoxia
de mercado.
Remarcamos uno de los ejes del ensayo que es el de
intentar quitar todo la ficción construida a su alrededor
que pretende ocultar algo, nada inocente, pues como
Noam Chomsky ha sugerido, esta mistificación contribuye
a desresponsabilizar a los gobiernos neoliberales y a las
megacorporaciones transnacionales de las nefastas
consecuencias de sus políticas.
BIBLIOGRAFÍA
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WALLERSTEIN, Inmanuel2003 Nuevas revueltas contra el sistema New left
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10
INTRODUCCIÓN
En esta breve ponencia intento situar el pensamiento poético
de Alberto Hidalgo (1897-1967) en el ámbito del
vanguardismo poético latinoamericano. Además uno de mis
objetivos es el análisis de la metáfora como recurso
fundamental de la poesía de Hidalgo que nos lleva a
reflexionar acerca de la humanización de los objetos en el
mundo contemporáneo. Hidalgo construye metáforas
vanguardistas para dar un perfil humano a las distintas
expresiones del desarrollo tecnológico.
I. EL VANGUARDISMO HISPANOAMERICANO, LA
METÁFORA Y EL SIMPLISMO DE ALBERTO
HIDALGO.
Entendemos al vanguardismo como un conjunto de
escuelas literarias que comienza a manifestarse antes de la
Primera Guerra Mundial y cuyas características
fundamentales son: el simultaneísmo discursivo, que se
revela en la articulación de diversos planos y voces en la
orquestación textual; la predilección por el montaje de
connotaciones cinematográficas, visible en el caligrama de
Apollinaire, donde la disposición de los versos en el espacio
de la página es medular; el modelo de un discurso
entrecortado con interrupciones y enlaces imprevistos, pues
la concatenación abrupta de imágenes oníricas constituye un
desvío de la norma convencional; la fragmentación del
discurso, ya que el poema vanguardista constituye una
especie de rompecabezas, cuya coherencia debe ser
construida por el lector; el trabajo estético-formal que
destruye en cierta forma la idea de representación, porque
las palabras por sí mismas son las auténticas protagonistas
del poema; la autocrítica del arte como testimonio de que el
rasgo esencial de la literatura moderna es la crítica; y el
papel de lo lúdico como cuestionador de la racionalidad
moderna, puesto que el juego es un poderoso instrumento de
conocimiento.
El vanguardismo se constituye como una crítica
radical de la racionalidad positivista del siglo XIX. Comte y
sus seguidores habían tomado como punto de partida del
conocimiento a la observación de los fenómenos físicos, idea
que los conducía a la inducción como método científico por
antonomasia. La concepción positivista subrayaba el
carácter lineal de la historia y el surgimiento de una
racionalidad que se enfrentaba al fenómeno literario,
provista de conceptos como clima, temperamento y medio
ambiente, categorías tomadas de las ciencias naturales.
El vanguardismo, a diferencia de la teoría positivista,
subrayó la función del azar en el proceso de conocimiento y
puso de relieve lo lúdico, asociado al inconsciente, como una
fuente valiosa de experiencias para propugnar no sólo la
discontinuidad, la ruptura, sino también la fragmentación
del discurso y la crisis de la categoría de unidad.
En este ámbito de reflexión cabe asignarle un papel
muy importante a la metáfora vanguardista como forma de
conocimiento analógica y asociativa porque resulta
imposible reflexionar acerca del lenguaje sin ella. En un
artículo publicado en 1921, Jorge Luis Borges decía que
"cuando un geómetra afirma que la luna es una cantidad
extensa en tres dimensiones, su expresión no es menos
metafórica que la de Nietzsche cuando prefiere definirla
como un gato que anda por los tejados" (Verani 1986: 275).
Una de las corrientes vanguardistas que ha puesto
mayor énfasis en la metáfora es el ultraísmo, liderado por
Borges y Guillermo de Torre. Según el primero, el ultraísmo
se reduce a cuatro principios: a) reducción de la lírica a su
elemento primordial: la metáfora, en vista de que ella
presupone una identificación voluntaria entre dos conceptos,
por ejemplo: campos de zafir, donde la idea de "campo" se
vincula a la de "zafir"; b) tachadura de las frases medianeras,
los nexos, y los adjetivos inútiles, porque resulta
imprescindible el proceso vanguardista de fragmentación del
discurso; c) abolición de los trebejos ornamentales, el
confesionalismo, las prédicas y la nebulosidad rebuscada,
La metáfora vanguardista en Hispanoamérica.El caso de Alberto Hidalgo
Camilo Fernández Cozman
Universidad Nacional Mayor de San Marcos
11
pues se trata de sugerir y no de mostrar con espíritu
didáctico la coherencia de una ideología, y d) síntesis de dos
o más imágenes en una, que ensancha de ese modo su
facultad de sugerencia, a causa de que esta última constituye
el fin supremo del arte (Verani 289). El segundo nos
recuerda a una de las propuestas del creacionismo de
Vicente Huidobro: "El adjetivo, cuando no da vida, mata"
(Verani 209). En este último verso se observa una
preocupación por el aspecto técnico del poema.
El poeta peruano Alberto Hidalgo también
manifiesta, como Borges, dos predilecciones: la metáfora
como motivo de reflexión y un interés por la técnica poética.
La corriente vanguardista fundada por Hidalgo es el
simplismo. Él define a la poesía como el arte de pensar en
metáforas (1925: 5). El poeta no es sino un fabricante de
ellas. Según Hidalgo, las palabras y los signos constituyen
artificios para comunicar los sentimientos. No representan
como un espejo el mundo real, ya que poseen siempre un
aspecto simbólico. Este hecho los emparenta con las
metáforas. Sobre la base de dicha fundamentación teórica,
Hidalgo formula sus principales propuestas: a) el simplismo
implica el despojamiento de toda retórica, de toda
estilización, pues se trata de devolver la espontaneidad al
arte; b) son intolerables el arte "comprometido" y la poesía
de tesis, porque el producto artístico no es útil para la
transformación de las estructuras socio-económicas; c) el
poeta debe tender a la especialización y a la dedicación
absoluta, por cuanto ha de ser consciente de que su oficio
exige un proceso lento de perfeccionamiento ; d) la metáfora
debe estar en movimiento y crear la situación, es decir, no se
sostiene con el "como" o el "parece", sino que "el poeta, una
noche, ante el espectáculo de la luna, recuerda el de la lluvia"
(28), entonces escribe la luna llueve, y e) el poema debe ser
breve para ser bello. Según Hidalgo, la profundidad del
mensaje del poema ha de estar expresada con precisión en
pocas palabras. Veamos ahora cómo lo que dice Hidalgo
acerca de la metáfora haya un correlato en su propia
producción poética.
En Simplismo, poemario publicado en 1925, Hidalgo
utiliza la metáfora para referirse a la tecnología moderna.
Aquí predominan los ascensores, las fábricas, los aeroplanos,
las telecomunicaciones, entre otros componentes del
"sistema nervioso de la ciudad" (78). El propio arte es
influido por los mecanismos de la reproducción técnica. El
poeta debe responder ante tal desafío.
Walter Benjamin afirmaba que la reproducción
técnica en el mundo contemporáneo hace variar nuestra
percepción de la obra artística. En efecto, la experiencia
perceptiva masificada comienza a predominar sobre la
individual e irrepetible (Benjamin 1989: 22). En
consecuencia, se tritura el aura entendida como el carácter
original y específico de la obra de arte. En la cultura de
masas, esta última pierde su aura, "su individualidad
irrepetible conexa a la civilización y a los modos de disfrute
típico del tiempo en que ha nacido" (Marchese 1989: 41).
Mediante la metáfora, Hidalgo enfrenta a la cultura
tecnológica (donde predomina la percepción masificada) con
el fin de humanizar los objetos tecnológicos, dotándolos de
rasgos antropomórficos y de un sentimiento de
trascendencia, para propugnar una superación de la
experiencia automatizada. Pero a la vez el poeta aprovecha
de modo cabal los experimentos vanguardistas que
significan una modernización técnica del lenguaje poético.
En otras palabras, Hidalgo, provisto de un código
vanguardista, teje metáforas que humanizan las expresiones
de la tecnología contemporánea.
II. ANÁLISIS DE UN POEMA DE ALBERTO
HIDALGO
En "La oficina simplista" (1925: 64-65), se afirma:
¡El ave no tiene alma de cautivo!
Si la redecilla no les rodeara las alas,
se volarían los ventiladores.
El péndulo tiene una enamorada
a quien pasea la calle interminablemente.
La "Underwood" trastabillea
al escribir estas palabras: ¡te amo!
El amor no es tan mecánico
que se pueda expresar con una máquina.
Para cortar los papeles de los libros
está el cortapapel de mi invención.
¡Por la ventana filtra un rayo de sol!
12
¿Biblioteca?
Unos libros, están en el cerebro,
otros se alojan en el corazón.
Sobre todas las cosas hay miradas dormidas.
Aunque moleste el polvo,
no hay que pasar plumero para que no se vuelen.
El propio título del texto ("La oficina simplista")
materializa una espacialización discursiva. Se trata de
representar de manera imaginaria los objetos que forman
parte del ámbito de trabajo burocrático: los ventiladores, las
máquinas, el cortapapel, los libros de una biblioteca, el polvo
y el plumero. El poeta habla de la tradición cultural. La
palabra "polvo" remite a un pasado, una historia. Esta última
pareciera quedar petrificada en una atmósfera de un "eterno
presente", marcada por la rutina de la vida burocrática que
anula al individuo y hace predominar la experiencia
automatizada, donde la individualidad irrepetible brilla por
su ausencia.
Sin embargo, el hablante lírico rompe esta estructura
por medio de la metáfora. Tenemos la expresión "Si la
redecilla no les rodeara las alas,/ se volarían los
ventiladores". Este último verso es eminentemente
metafórico. Los ventiladores son aves y ellas, como dice el
primer verso, no tienen alma de cautivo.
Dicha perspectiva que humaniza los objetos
tecnológicos se sostiene con otra metáfora: "Para cortar los
pliegues de los libros/ está el cortapapel de mi invención".
"Cortapapel" es el núcleo, y "de mi invención", el
modificador. Se trata de una fusión anómala de dos
estructuras semánticas. Aquí percibimos una sustitución tan
típica del procedimiento metafórico. El "cortapapel" ha sido
humanizado. La máquina, en este caso, es producto de la
imaginación, de la percepción irrepetible de un individuo
creador que no está sometido a la cultura de masas que hace
predominar, por el contrario, a las experiencias
automatizadas en el mundo contemporáneo.
Además, hay una tercera metáfora: "Unos libros,
están en el cerebro,/ otros se alojan en el corazón". El poeta
supera el fragmentarismo del mundo contemporáneo donde
la percepción masificada de montajes sucesivos (por
ejemplo, en el cine) hace que se triture el aura y vaya
predominando el kitsch como expresión de la cultura de
masas. La cultura, pues, se convierte en una industria que
produce vacuos simulacros con la consiguiente pérdida del
valor artístico.
Para Hidalgo, en cambio, "Cerebro" y "corazón" son
complementarios; también, racionalidad y sentimiento. Él
desea redescubrir la unidad del patrimonio cultural del
hombre que se inserta en la tradición representada por la
biblioteca. Por esta razón, el poeta afirma sin ambages: "El
amor no es tan mecánico/ que se pueda expresar con una
máquina". Lo opuesto a la máquina es, sin duda, el hombre
creador que ama y razona a la vez. La primera sólo produce
fantoches, vanas copias de la experiencia humana y tiene un
valor exhibitivo; el segundo, por el contrario, se inserta en la
historia y mantiene una relación ritual con el mundo. El
pensamiento mágico del hombre revela una tentativa de
organización del mundo. Y la metáfora despierta también el
lado mítico del razonar del individuo. Por eso, los mitos se
encuentran tan llenos de metáforas. Y, como dice Lévi-
Strauss, el artista hacedor de metáforas tiene numerosos
puntos comunes con el "primitivo" que se expresa en los
mitos y la magia (Lévi Strauss 1975: 49 y ss.)
Los dos últimos versos de "La oficina simplista"
constituyen un final muy ilustrativo. El poeta se niega a
limpiar el polvo de la oficina, pues hay miradas dormidas. En
realidad, está hablando de la tradición, del largo recorrido de
la experiencia humana. Trabajar significa también
incorporarse a ese largo camino. Que la historia permanezca,
nos dice Hidalgo.
III. ANÁLISIS DE OTROS TEXTOS Y CONCLUSIÓN
TENTATIVA
En el poema "Visión simplista desde 2000 m. de
altura" (66-67), el poeta remarca que "Todas las fábricas
despeinan/ sus cabelleras en el espacio". Más adelante se
expresa: "Y desciende grada a grada el aeroplano// por la
tapizada escalera del aire//mientras las manos de la hélice
aplauden al sol". Tanto las fábricas cuanto los aeroplanos
son vistos como seres humanos. Las primeras extienden sus
cabelleras en el espacio. Los segundos aplauden
alegremente. Ambos parecen tener un hálito de la
naturaleza. "Cada humareda es una trenza", dice el hablante
lírico. Esta metáfora a es b expresa un anhelo del poeta: la
13
humanización del proceso de producción de los bienes
materiales.
Por eso, en "El edificio simplista" (57-58), se subraya
la idea de que "El humo/ es sólo mi alma que flamea". Y
cuando el escritor alude a "humo" se refiere a "fábrica". Esta
metáfora hace que el alma parezca una bandera.
En "Cabaret simplista" (113-115), el poeta remarca
que "Las mujeres lanzan miradas a la circulación// Son
Bancos emisores de sonrisas,/ que hacen cheques de amor
en descubierto/ contra los corazones". En la metáfora
"cheques de amor" está probablemente condensado el
mensaje de Simplismo. Los Bancos se asocian a la
manifestación de sentimientos y afectos. Los cheques, al
amor. La producción de bienes materiales no es posible sin
el lenguaje y éste se sostiene en el carácter intersubjetivo de
la relación humana. Por tal razón, el poeta tiene derecho a
jugar con el lenguaje y, de ese modo, transmitir un rico
manantial de experiencias subjetivas.
Según Hidalgo, debemos humanizar el desarrollo
tecnológico. También Carlos Oquendo de Amat había
escrito: "nos llenamos la cartera de estrellas/ y hasta hay
alguno que firma un cheque de cielo" (Bueno 1985: 107-134).
El yo debe mantener su sed de trascendencia, su postura
filosófica en el mundo. De ahí que Hidalgo diga en
"Telegrafía simplista" (46):
El cielo y yo cambiamos noticias
por intermedio de los alambres de agua.
BIBLIOGRAFÍA
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vanguardias literarias en Hispanoamérica(manifiestos, proclamas y otros escritos). Roma:Bulzoni Editore, p.275.
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OQUENDO DE AMAT, Carlos1985 "Paisajes . En BUENO, Raúl. Poesía
hispanoamericana de vanguardia. Lima:Latinoamericana Editores, pp. 107-134.
14
INTRODUCCIÓN
La Independencia del Perú, pertenece a aquellos
hechos singulares de nuestra historia, en que a pesar del
tiempo transcurrido siguen generando décadas de
polémicas, diatribas, revisiones y frecuentes
replanteamientos; y quizá ello se deba, a que durante
muchos años fue observada tan solo a través del
empañado lente geocentrista limeño y con una miopía
histórica que no fue capaz de identificar las diversidades,
intereses y necesidades regionales muy diferentes a las
suyas; trayendo como lógica consecuencia, juicios y
conclusiones de poco alcance y claridad.
La independencia en nuestro país fue jurada en
julio de 1821, y consolidada en diciembre de 1824; tres
años después que México y casi a una década de distancia
respecto al Río de la Plata. Curiosamente, el
comportamiento de las diversas ciudades y pueblos del
Perú, frente a este trascendental acontecimiento resultó
tan disímil como nuestra propia geografía. Así, mientras
algunas regiones como el norte se alinearon con la
independencia a la llegada de San Martín; los vecinos de
Lima, invitaron al generalísimo argentino a ocupar la
capital y proclamarla luego del retiro de las fuerzas
realistas en julio de 1821; en tanto la región sur, asumió la
independencia como un hecho consumado después de las
capitulaciones de Ayacucho, en diciembre de 1824.
A primera vista parecería una historia un tanto
singular, poco menos que excepcional, sino reparásemos
en la cuestión que, en el Perú la independencia no fue
precisamente un movimiento integrador, cohesionador de
intereses y necesidades, sino todo lo contrario. Separó
regiones, pueblos y hasta familias; de tal forma que para
poderla entender tenemos que estudiarla al interior de sus
complejas dinámicas regionales y coyunturales.
No obstante la importancia que Arequipa tuvo en la
historia política del Perú decimonónico, la historiografía
nacional y local le ha asignado al tema de su
independencia escasa atención. Los estudios regionales
sobre el período de 1820-1824, en los que prácticamente
se definió nuestro futuro político, son casi inexistentes.
Como es el caso de la voluminosa Historia General de
Arequipa , para quien este tema solo le ha merecido seis
reglones, y en los escasísimos artículos escritos sobre la
materia, no se tiene una idea muy clara de lo que implicó
la independencia ni de cuales fueron sus reales alcances.
Incluyéndose dentro del mencionado movimiento
emancipador, la rebelión de los Pasquines, el Seminario de
San Jerónimo y al poeta Mariano Melgar.
Por medio de este breve ensayo, buscamos en
primer lugar, revisar algunos conceptos que
tradicionalmente se han hecho sobre la actitud política de
la Ciudad Blanca durante los años de la independencia; en
segundo lugar, a través de documentos de archivo,
memorias y cartas de la época, acercarnos con una mayor
certeza al singular comportamiento de Arequipa y sus
habitantes en relación a las dos fuerzas que en aquellos
momentos decidían el futuro del Perú.
AREQUIPA: ¿REALISTA O PATRIOTA?
El ser realista o patriota pudo haber sido la
cuestión para los diferentes pueblos del Perú, que después
del 9 de diciembre de 1824, vieron el surgimiento de un
nuevo estado, de una nueva realidad que reemplazaba al
entonces injusto y opresivo régimen español. Ahora, la
novedad consistía en haber sido patriotas y
revolucionarios, desde la llegada de San Martín e incluso
desde antes; los títulos y reconocimientos ya nada valían,
salvo para remarcar el estigma de haber sido tan realistas
como la propia dinastía Borbónica.
La Independencia en Arequipa fue jurada de la
forma más entusiasta1, el 6 de Febrero de 1825, tres años y
medio después del ingreso de San Martín a Lima y a más
de un mes de su reconocimiento en la imperial ciudad del
Cuzco. Una realidad tan incuestionable como esta ha
1 Chambers, Sarah. De súbditos a ciudadanos... p. 46.
Arequipa y la independencia del Perú:1821-1824
Víctor Condori
Universidad Nacional de San Agustín
15
servido de argumento a ciertos historiadores y durante
muchos años, para producir ligeras reflexiones
relacionadas con el carácter político de la ciudad y su
actitud frente al proceso emancipador; reflexiones que han
concluido en una implacable sentencia al calificarla de
ciudad goda , realista , fidelista y defensora de la
sagrada institución colonial.
Quizá ello se deba a la obsesión que aún existe
entre algunos investigadores, siempre atentos a
membretar con cierta ligereza las actitudes y
comportamientos de los pueblos a través del maniqueísmo
político en realistas o patriotas . Sin tomar en cuenta
los diferentes matices o posturas intermedias existentes
entre tales posiciones extremas. Tal obsesión maniquea,
como puede esperarse lleva a considerar a aquellos que no
lucharon por la patria como realistas; y a decir de Charles
F. Walker, este es uno de los mayores problemas que tiene
la interpretación nacionalista de la independencia.2 En la
misma línea de análisis, Brian R. Hamnett señala que el
historiador nacionalista busca los orígenes de la
independencia y describe su desenvolvimiento como si
fuera un problema ineludible:
En realidad, este proceso no era de ninguna manera
claro y la gente que vivía en esta época estaba llena de
dudas y temores, tenía perspectivas e intereses
particulares y cambiaba de mente y de bando.3
Vale la pena recordar que, la independencia no fue
un movimiento cohesionador o integrador, todo lo
contrario, dividió las regiones, las clases sociales y grupos
étnicos dentro de un mismo territorio.4 Por esta razón
creemos que, sin un estudio minucioso de las condiciones
sociales, políticas y económicas imperantes en ese corto
pero decisivo periodo (1820-1824), es muy arriesgado
imprimir algún juicio o conclusión definitiva. Sin embargo
y muy a pesar nuestro, la etiqueta de realista para la
ciudad de Arequipa fue reiteradamente rotulada y no solo
por historiadores foráneos, sino también locales. A
continuación presentamos algunos ilustrativos ejemplos.
2 Walker, Charles. De Túpac Amaru a Agustín Gamarra.... p.114.3 Hamnett, Brian R. La política contrarrevolucionaria del virreyAbascal, 1806-1816. p 14.4 Walker, Charles. De Túpac Amaru a Agustín Gamarra..., p.114.
Alejandro Málaga Medina, en la Historia General
de Arequipa afirmó que el fidelismo de la ciudad goda de
Arequipa se debió a la fuerte influencia del intendente
Juan Bautista de Lavalle y del obispo José Sebastián de
Goyeneche, a los que denominó las dos fuertes columnas
del realismo español .5
Para Heraclio Bonilla y Karen Spalding, en su ya
famoso artículo sobre la independencia, Arequipa sólo
participó en el movimiento emancipador en el último
momento, cuando un grupo de poderosos de la ciudad, sin
ninguna participación popular juró la independencia,
pasando así la región a la etapa republicana sin mucha
pena .6
Eusebio Quiroz Paz-Soldán, en su tesis sobre la
economía de Arequipa durante la Independencia,
considera que este fidelismo se manifestó a través de
donativos patrióticos y empréstitos para apoyar la causa
realista .7
Sarah Chambers, en un reciente trabajo sobre el
honor, el género y la política arequipeña, clasifica el
comportamiento político de la ciudad frente a la
independencia según las clases sociales existentes. Así
descubre un fuerte realismo en la élite, un espíritu
revolucionario en el sector medio y una cuidadosa
neutralidad en el resto de la población.8
Carlos Malamud, autor de una tesis y algunos
artículos sobre una prominente familia arequipeña, señala
que la defensa de los intereses de la corona durante las
guerras de independencia, solo estuvo en manos de
miembros de la oligarquía arequipeña, como los Tristán y
los Goyeneche .9
John F. Wibel, en un notable pero hasta ahora,
inexplicablemente inédito trabajo de investigación sobre la
evolución de la comunidad arequipeña, sostiene que las
contribuciones de la oligarquía local al gobierno colonial
no necesariamente deben ser consideradas como un
respaldo a la causa realista .10 Aunque afirmaba que ésta
ciudad se hizo conocida como un centro de sentimientos
5 Varios autores. Historia General de Arequipa. p 414.6 Bonilla, Heraclio y Spalding Karen. La Independencia en el
Perú, p. 105.7 Quiroz Paz-Soldán, Eusebio. Aspectos económicos de la
Independencia en Arequipa, p. 38.8 Chambers, Sarah. Op. Cit., p. 46.9 Malamut, Carlos. Consolidación de una familia de la oligarquía
arequipeña, p.86.10 Wibel, John. The Evolution of a local Community within
Spanish Empire and Peruvian Nation. Arequipa 1780-1845,pp. 282 284.
16
realistas ; llamaba su atención que tal fidelidad
contrastase con la oposición a las tempranas reformas
fiscales.11
En resumen, mientras Málaga, Bonilla y Quiroz
señalan tácitamente la existencia de un fidelismo
arequipeño; Chambers y Malamud consideran que tal
actitud solo estuvo presente en los miembros de las clases
altas; sin embargo, únicamente Wibel pudo percatarse
que el comportamiento político arequipeño no podía
deberse a un simple fidelismo, sino más bien, este
encubría cierta ambigüedad que no llegó a comprender
claramente, afirmando que se trataba de sentimientos
realistas contrastantes .
UN PRAGMATISMO MUY OPORTUNISTA
Este es precisamente el punto de vista que nosotros
tenemos, al considerar el comportamiento de la ciudad de
Arequipa durante las guerras de independencia como
pragmático y oportunista (ni realista ni patriota). Tal
actitud llevó a sus habitantes a reconocer claramente
cuáles eran sus intereses y necesidades y la manera de
preservarlos por encima de cualquier ideología política en
pugna. De este modo, la aceptación del régimen español
no tiene que ser vista como una identificación plena con el
sistema colonial, sino más bien, como una necesidad para
la conservación de dichos intereses. Si este interés los
impelía a defender el sistema español, lo hacían, pero
dentro de las limitaciones que establecía su propia
capacidad de sobrevivencia; y cuando las autoridades
intenten sobrepasarla, sus habitantes responderán con
dilaciones o negativas. Por todo ello, fue bastante
frecuente encontrar en los documentos de la época, de un
lado elogios excesivos de las autoridades al espíritu cívico
de la población mistiana y por el otro, reproches y hasta
condenas a la exigua colaboración o egoísmo criminal de
esta misma población. Si para Wibel fueron sentimientos
contrastantes, para las autoridades de la época (no solo
realistas sino también patriotas) fueron experiencias
amargamente desconcertantes y así lo podemos
comprobar en los siguientes testimonios.
11 Wibel, John. Op. cit. , p. 9.
En abril de 1823, el general Jerónimo Valdez
dirigió una carta de agradecimiento y despedida al cabildo
de la ciudad de Arequipa, luego de haber permanecido
cerca de dos años (1821-1823), en el cargo de comandante
de los ejércitos reales de esta provincia. En dicha carta,
Valdez se esforzaba por elogiar a la Ciudad Blanca,
manifestándole:
Su eterno respeto y gratitud por haberlo auxiliado
eficazmente, desde que tomó el mando militar de las
tropas de esta provincia... proporcionándole cuanto
necesito en todos los ramos... 12
Sin embargo, cuatro años después (1827), en su
conocida Exposición al rey Fernando VII Sobre las causas
que motivaron la pérdida del Perú , el general Valdez se
refería a esta ciudad como voluptuosa y corrompida en
la que no se podía tener moral y disciplina , para
justificar las razones por las que su colega el brigadier
Mariano Ricafort, perdió toda una división de soldados
cuando los conducía en julio de 1821 desde Arequipa a
Lima. En dicha exposición señalaba:
La división de Ricafort no se quedó en esqueleto en
aquella marcha por su incomodidad, privaciones y
trabajos, puesto que casi su total pérdida la sufrió los
cinco o seis primeros días, después de la salida de
Arequipa en que de nada carecía; así que no fue esta la
causa, sino la falta de previsión en haberla formado en
una ciudad voluptuosa y corrompida, en que era
imposible tener moral y disciplina, ni apenas salud ni
robustez...13.
Los elogios y denuestos del general Valdez contra
esta ciudad, podrían ser dos caras de la misma moneda,
ambiguas y contrastantes, determinadas por un
comportamiento pragmático y oportunista de sus
pobladores, que trató de ser entendida por Wibel y que
estaría definiendo a una ciudad con un extendido
sentimiento regionalista. Cuyos efectos, también lo sufriría
el brigadier José Carratalá, quien en mayo de 1823
reemplazó al general Valdez en la comandancia general de
los ejércitos de esta provincia. Dicha autoridad a los dos
12 AMA. Libro de Actas de Cabildo (en adelante LAC) Nº 29: 25de abril de 1823
13 Valdez, Jerónimo. Exposición del General Valdez... En: CDIP.XXII, pp. 315 384.
17
meses de asumir el mando, ya se encontraba amenazando
al cabildo arequipeño por su indolencia y nula
cooperación:
Que de no hacerlos efectivos los pedidos de caudal y
carnes necesarios a la subsistencia de las tropas de su
mando, se verá precisado a abandonar esta capital,
contra todos los sentimientos de su interés a
defenderla...14.
Mucho más desconcertante y conmovedora fue la
experiencia vivida por el general patriota Antonio José de
Sucre. Quien ocupó la ciudad del Misti el 31 de agosto de
1823 por espacio de 39 días. En este breve tiempo, el joven
militar venezolano disfrutó de todas las bondades que el
oportunismo arequipeño pudo ofrecer; determinando que
su apacible ánimo fuera progresivamente desplazándose
desde la algarabía de los primeros días hasta la turbación
más absoluta, un mes después. Como lo podemos
reconstruir a través de sus cartas al cabildo arequipeño y
al propio libertador Simón Bolívar.
El día de su ingreso a la ciudad, Sucre agradecía
complacido a la población por el entusiasmo que ha
manifestado este benemérito vecindario, a la llegada del
ejército libertador .15 Una semana después, ese tono
jubiloso se fue progresivamente convirtiendo en reclamo:
Después de agotados los medios de suavidad para
excitar el patriotismo de este vecindario, a socorrer las
tropas libertadoras, apenas se ha producido un
miserable donativo que a nada alcanza, me veo
colocado en el terrible conflicto de ocurrir a otras
medidas.16
¿Qué había sucedido? Erróneamente, Sucre había
considerado que su recibimiento casi apoteósico se
traduciría en generosos donativos, y al no llegar estos con
la prontitud y cantidad esperada, la frustración y la rabia
pronto hicieron su aparición; por ello se entiende sus
reclamos al ayuntamiento arequipeño. Estos primeros
sinsabores fueron inmediatamente comunicados al
Libertador, en carta del 7 de setiembre de 1823:
14 AMA. LAC. Nº 29. 18 de julio de 1823.15 Carta de Sucre al Excelentísimo Ayuntamiento de Arequipa. 31
de agosto de 1823. En Vargas Ugarte, Rubén. Documentosinéditos sobre la campaña de la Independencia del Perú(1810-1824) . p. 80.
16 Ibidem. 5 de setiembre de 1823, p. 85.
Aquí he podido conseguir muy pocos reemplazos,
apenas tengo 100 hombres de alta, en los siete días
que estamos en Arequipa, apenas he conseguido
12,000 pesos de donativo y he tenido por tanto que
exigir un empréstito de 100,000 pesos a la
provincia 17
Quince días después la situación del jefe patriota
en la ciudad, no había progresado sustantivamente, por
ello sus reclamos empezaron a sonar amenazantes:
Han pasado tres días de los señalados, para que
exhibiese en la comandancia del ejército 25,000 pesos
a cuenta de los 100,000 pesos de empréstito que se ha
pedido. En este concepto diré por última vez que a las
nueve del día de mañana iré yo mismo al cabildo a
presenciar la entrega al comisario del ejército de los
25,000 pesos que han de reunirse por el pronto.18
Al cumplirse un mes del ingreso de las fuerzas
patriotas en Arequipa, la turbación de Sucre fue
agravándose por las prolongadas esperas de
contribuciones que no llegaban, empujándolo a radicalizar
sus amenazas:
La contribución impuesta sobre el vecindario y
particularmente sobre los españoles y desafectos,
deben entregarse hoy y mañana. Si a las doce del día
primero (octubre) no hubiesen exhibido se le hará
arrestar en la prevención de los dragones de Chile y
darme parte de ello para tomar las últimas
providencias.19
El 7 de octubre, las fuerzas patriotas tuvieron que
abandonar la ciudad seguido muy de cerca por el
fortalecido ejército virreinal. Como coronando sus
frustraciones, ahora Sucre tuvo que contemplar perplejo el
cambio de los sentimientos de la población en su contra,
en comparación a su ingreso un mes antes. Esta
metamorfosis política, la evidenció un testigo de
excepción, que participó en estos acontecimientos, el
coronel inglés Guillermo Miller. El inglés había
17 Carta de Sucre al Libertador Simón Bolívar. 7 de setiembre de1823. En Zegarra Meneses, Guillermo. Arequipa en el paso dela colonia a la República ...
18 Carta de Sucre al Excelentísimo Ayuntamiento de Arequipa. 12de setiembre de 1823. En: Vargas Ugarte p 87.
19 Ibidem. 30 de setiembre de 1823, p. 90.
18
acompañado a Sucre en Arequipa y en sus memorias relata
un tanto sorprendido estos últimos instantes:
Antes de que Sucre saliese de la Plaza algunos
individuos del clero y otros de la Municipalidad que
habían hecho grandes protestas de patriotismo,
hicieron replicar las campanas en celebridad por la
entrada de los realistas y al mismo momento sacaron
desde un balcón el retrato del rey Fernando. 20
Las mismas personas que habían dado muestras de
un espontáneo patriotismo al ingreso de las fuerzas
colombianas de Sucre, un mes después exhibían sus
mejores sentimientos monárquicos en frente de los
ejércitos del rey que recuperaban la ciudad. Todo un
ejemplo de oportunismo político mostrado por la
población arequipeña durante este episodio de la
independencia; que sin embargo, no pasó inadvertido para
la célebre pluma del mayor de todos nuestros
tradicionalistas, don Ricardo Palma. Siendo registradas en
su monumental obra con los títulos Un general de
antaño y La maldición de Miller .21
Equivocadamente podría pensarse, que un espíritu
de colaboración tan exiguo, como el mostrado por los
arequipeños durante la ocupación colombiana, estuvo
reservado solo para las fuerzas patriotas, que al fin y al
cabo se presentaban como intrusas al mundo local. Pero
no fue así, el propio virrey La Serna, en comunicaciones
enérgicas dirigidas al intendente de Arequipa, coronel
Juan Bautista de Lavalle (1816-1824), le expresaba su
profundo malestar para con los habitantes de la ciudad:
Quienes miran con indiferencia las disposiciones de
este gobierno para reunir fondos ... quienes con llorar
pobrezas, falta de numerario, obstrucción del
comercio ... unos a otros se han retraído de dar los
auxilios que se les ha exigido22.
Sin embargo, al no presentarse variación alguna en
aquellas poco colaboradoras actitudes, un año después
(1824), las reiteradas protestas del virrey se hicieron cada
vez mas graves:
20 Miller, Guillermo. Memorias T. II, p. 62.21 Palma, Ricardo. Tradiciones Peruanas. T IV: Un general de
antaño y La maldición de Miller . Espasa-Calpe Madrid1945., pp. 334-400.
22 Mazzeo, Cristina. Vicisitudes de la Independencia del Perú...pp. 65 66.
Cuando considero que este miserable comercio
(Cuzco) ha contribuido en tres ocasiones con más de
50,000 pesos, me asombra y admira que ése de
Arequipa, que por título alguno puede compararse con
el de Cuzco tenga tantas dificultades para dar 30,000
pesos y esto a la verdad no puede proceder de otra
causa que de un egoísmo criminal.23
Y siguiendo la misma línea del general Sucre, el
virrey pasó de las protestas más encendidas a las
amenazas intimidatorias:
Todos los que al recibo de esta, no hubiesen
entregado a esta cajas reales la cantidad que se les
designó, se les notifique que si en el término de 24
horas, de hecha la notificación se les embarguen los
efectos a cubrir la cantidad, mas un tercio; y el que
ocultase los efectos y se resistiese al pago dispondrá
VS que en calidad de preso pase a la isla de
Chuchito.24
Cristina Mazzeo (comunicación personal) llamó
nuestra atención al respecto, afirmando que la gente
siempre fue reticente a la entrega de contribuciones
forzadas, por ello se hizo necesaria la presión de las
autoridades para conseguirlas en medio de la guerra.
Además, el aporte económico de Arequipa durante la
independencia al parecer fue significativo, aunque a decir
de las autoridades virreinales insuficiente. Mazzeo señala
que la insuficiencia arequipeña se debió a que se les pedía:
un patriotismo prácticamente impensable ya que de
ellos dependía la financiación de la guerra como así
también la manutención del ejército de reserva. 25
Estamos parcialmente de acuerdo con estas
afirmaciones. Debido a que en una guerra, las
contribuciones son exigidas a la población de una manera
más frecuente. Así sucedió durante este periodo en Lima y
Cuzco, Arequipa no fue la excepción. De la misma forma
se comprende que existiesen algunas personas resistentes
a la entrega de las contribuciones señaladas y, como
sucedió en 1824, luego de las amenazas del virrey La
23 ARAR. Intendencia Administrativos 108: 8 junio 1824.24 Ibídem.25 Mazzeo, Cristina. Op. cit., p .45
19
Serna, los comerciantes que no pudieron cubrir el monto
exigido, sufrieron el embargo de sus bienes.26
Quisiéramos, no obstante, considerar algunas
situaciones específicas en el caso de Arequipa. En primer
lugar, mientras las economías de Lima y el Cuzco
agonizaban con la guerra, Arequipa se convirtió en el
centro económico y comercial más importante del
virreinato y en el único nexo entre la metrópoli española y
el último bastión realista de América del Sur. Por ello, esta
ciudad entre 1821-1824 recibió las más importantes
migraciones de comerciantes limeños, peninsulares y
extranjeros. Además del arribo de numerosísimos barcos
ingleses, franceses y norteamericanos, cargados de los
llamados efectos de Europa . Todo ello contribuyó al
crecimiento notable de la actividad comercial, la misma
que se convirtió, al menos por estos años, en el eje de la
creciente economía local.27 En segundo lugar, los
empréstitos forzados establecidos por las autoridades a los
miembros del comercio local y regional, no fueron
señalados de forma arbitraria, sino en función a la
capacidad económica de cada uno de ellos. Así por
ejemplo de los 28.269 pesos exigidos a la Intendencia en
1824, 5.500 pesos le correspondieron al rico comerciante
español Lucas de la Cotera; 3.000, a todo el comercio de
Arica; 2.000, al comercio de Moquegua; 1.600, al segundo
comerciante más poderoso de la ciudad Ambrosio Ibáñez y
compañía; 700, a Mariano Miguel Ugarte; 500, a Juan
Bautista Arróspide; 300, a la compañía de Ramón Font;
200 al hacendado y minero Mariano Basilio de la Fuente,
entre otros.28 Finalmente, señalaremos que antes del
inicio de las guerras de independencia y del gobierno de
La Serna, el virrey Joaquín de la Pezuela (1816-1821)
arribó a la misma conclusión sobre el compromiso de la
población arequipeña. En una carta remitida en 1817 al
recién nombrado Intendente Lavalle, le prevenía sobre los
hombres de la ciudad:
26 ARAR. Intendencia Administrativos. 108. 31 de julio de 1824.Ejecución y embargo por no cumplir con las asignaciones ...
27 En un trabajo anteriormente realizado, sobre la economía deArequipa durante la Guerra de la independencia señalamos elimpacto positivo y negativo que dicha guerra tuvo en lasactividades económicas más importantes de la región. Condori,Víctor. La Independencia y la Economía Arequipeña 1820-1825(inéd.). Arequipa, 2005.28 ARAR. Caja Nacional de Hacienda. Libro Mayor 1824:Préstamo Patriótico Voluntario
Siempre repugnaron a los hombres el servicio al Rey y
no usan salir de sus hogares por lo que... habrá alguna
dificultad en el envío de los 100 hombres a Tacna29.
Cinco meses después, volvía a prevenir al
Intendente sobre este mismo asunto:
Pero debe tenerse presente que esa provincia hasta
ponerse VS a la cabeza no ha dado gente para el
servicio de las armas, o en un número tan corto que no
merece la memoria...30.
En junio de 1820 el virrey Pezuela ordenó que el
Batallón Victoria, compuesto de 700 plazas acantonado en
la ciudad de Arequipa, se dirigiese al puerto de Quilca con
el objetivo de embarcarse rumbo al Callao. Las razones
que tuvo el virrey para este traslado, las explica en su
memoria de gobierno:
Por la dificultad de reunir los batallones de Arequipa y
Número, que ambos se componen de menestrales de
todas las castas de esta ciudad, casados, cargados de
hijos, de vicios y de oposición a tomar las armas,
siendo así todos los sastres, zapateros y demás oficios,
absolutamente necesarios y por último una gente sin
vergüenza, estímulo y honor, a quien a pesar de esto
es preciso tener contenta en las presentes
circunstancias de ser más temible esta chusma que los
hombres buenos31.
Como gente sinvergüenza, estímulo y honor
calificó Pezuela a los soldados arequipeños que se negaban
tomar las armas en los ejércitos reales. Pero, aunque suene
paradójico, reconocía que dichos soldados eran los
mejores para la guerra ; y así se lo hizo saber al intendente
de la ciudad, en otra carta que le envió en octubre de 1817:
En las otras provincias no son sus naturales tan a
propósito como los de esta provincia para servir en
dicha arma; por lo tanto sería conveniente y aún
necesario el que proporcione los que sea posible.32
29 Mazzeo, Cristina. Las Vicisitudes de la Independencia delPerú... p. 14.
30 Ibídem. p.16.31 Pezuela, Joaquín. Memorias de Gobierno, p. 735.32 Mazzeo, Cristina. Op. cit. , p. 16.
20
En la misma carta, el virrey continúa destacando
las cualidades militares de los soldados arequipeños:
Rodil tiene en el día 660 arequipeños que han
agradado aquí extraordinariamente, y me prometo
mucho de ellos. Dicho su comandante me ha
manifestado muchas veces que ni los cambiaría por las
mejores tropas de las que van a la expedición.33
Como en situaciones anteriores los elogios y
denuestos vuelven a estar presentes, en relación esta vez, a
los soldados arequipeños. Lo que pone de manifiesto que
la actitud pragmática y oportunista no fue un patrimonio
de las clases altas de la ciudad (hacendados y
comerciantes), como podría pensarse, sino también de
sastres, zapateros y demás oficios que constituían los
sectores populares arequipeños.
UN SENTIMIENTO REGIONALISTA
Podemos a estas alturas del trabajo confirmar que
tan peculiar comportamiento en los arequipeños, estuvo
extendido en todas las clases que comprendía la sociedad
local. Porque, a fin de cuentas, todo ello no fue más que el
efecto de un ferviente sentimiento regionalista o como lo
llamaría el doctor Carlos Garaycochea un localismo
acendrado ; que diferenció a los arequipeños de otros
pueblos y le dio a la ciudad y sus habitantes una condición
especial , que lentamente se fue consolidando hasta
alcanzar durante las guerras de independencia su forma
más definida. Y cuando tuvieron que elegir entre la
corona, la patria y su propia seguridad, inteligentemente
(o interesadamente) se decidieron por esta última.
Dicho sentimiento regionalista, preocupado más
del resguardo de la ciudad y la defensa de sus propios
intereses indujo a aquel pragmatismo tan oportunista de
sus habitantes durante esta época; sin embargo, ya se
venía manifestando desde las campañas realistas contra
los patriotas argentinos en el Alto Perú hacia 1809 (sino
desde antes). En dichas campañas participaron
importantes fuerzas militares arequipeñas, al mando de
oficiales también arequipeños como el general José
33 Ibídem.
Manuel de Goyeneche o los coroneles Domingo y Pío
Tristán.34
De este modo, en noviembre de 1810, el Cabildo de
Arequipa rechazó un pedido de armas para auxiliar a la
Intendencia de La Paz, que se encontraba convulsionada
por una revolución popular. La razón, dichas armas eran
necesarias para la defensa de la ciudad;35 y a pesar del
peligro que pudo significar el levantamiento de la Paz para
la región, las autoridades locales consideraron que de los
200 fusiles que quedan no son suficientes a mantener el
buen orden, atentas a las actuales circunstancias. 36
En medio de esta guerra, fueron bien conocidas las
diferencias políticas existentes entre el virrey Abascal y el
general arequipeño Goyeneche; no obstante, a este último
se le mantuvo en el puesto de comandante del ejército
realista en el alto Perú, debido a sus talentos y sobre todo
al ascendiente que mantenía entre sus tropas, integradas
en gran número por soldados arequipeños. Abascal no se
equivocó. Después del relevo de Goyeneche por el
brigadier Joaquín de la Pezuela en 1813, se produjeron
numerosas deserciones de estos soldados en el ejército del
Desaguadero.37
Soldados reclutados posiblemente a la fuerza, se
mantuvieron en servicio mientras el mando estuvo en
manos de un jefe arequipeño de tanto prestigio como
Goyeneche. Todo un orgullo de la Ciudad Blanca y
vencedor de los patriotas argentinos en Guaqui (1811).
Pero, al ser reemplazado por otro oficial no arequipeño, el
vínculo que los mantenía en el ejército se rompió y
decidieron regresar a sus entrañables hogares.
Posteriormente, en 1815, otro militar mistiano aunque de
un menor talento que Goyeneche, Juan Pío Tristán y
Moscoso, con el fin de levantar la moral de los soldados
arequipeños estacionados en Puno y deseosos de ser
enviados de vuelta a casa, les tuvo que asegurar estar
cuidando de sus familias. 38
Confirmando este regionalismo tan evidente, Sarah
Chambers señala que los arequipeños mostraron en esta
época mayor disposición a derramar su última gota de
sangre cuando les parecía que su propia ciudad estaba
34 Fisher, John. Relación del gobierno del Intendente Salamanca.1796 1811 pp. 102 103.
35 Chambers, Sarah. Op. cit. p. 4436 AMA. LAC. Nº 26. 29 de setiembre de 1810.37 Malamud, Carlos. Op. cit. pp. 92 93.38 Chambers, Sarah. Op. cit. pp. 44 45.
21
directamente amenazada.39 Efectivamente la Ciudad
Blanca representaba para muchos arequipeños el centro
en torno al cual giraba toda su vida económica y social; y
ello se puso en evidencia no solo en la actitud de las tropas
locales enviadas al Alto Perú, sino también en las mismas
donaciones pecuniarias que realizaron, por que según
Wibel:
muchas donaciones para la Corona, fueron pensadas
para la defensa de Arequipa, antes que del gobierno
español en general. 40
Finalmente, si los supuestos sentimientos
realistas de los arequipeños tuvieron más de interés y
defensa propia que una convicción fuerte, como concluye
Chambers, entonces ese mismo interés pudo haber estado
presente en el comportamiento de muchos connotados
personajes arequipeños, tildados injustamente como
defensores del poder real . Como fue el caso de José
Sebastián de Goyeneche y Barreda, excelentísimo Obispo
de Arequipa entre 1817-1859. A quien Alejandro Málaga
Medina señaló como una de las columnas del realismo
español en la ciudad. Sin embargo, creemos que su
comportamiento en líneas generales, sin llegar a ser la de
un ferviente patriota, distaba mucho de aquella
apreciación. En principio, su actitud no fue distinta a la
mantenida por la mayor parte de los obispos americanos.41
Como máxima autoridad religiosa de la ciudad, apenas
iniciado su ejercicio episcopal señaló la prohibición de
denunciar a los insurgentes hasta no tener la suficiente
claridad para ello 42. Además, la opinión que tenía de las
autoridades virreinales, tampoco sonaba demasiado
fidelista. Así, frente a las continuas exacciones monetarias
exigidas por el virrey La Serna a su institución y
patrimonio familiar, escribía a su hermano el conde de
Guaqui (José Manuel) en 1822:
La Serna y sus adláteres pierden el Perú, son unos
ladrones, todos ladrones ...43
Luego de la derrota definitiva del ejército realista
en los campos de Ayacucho, el 7 de febrero de 1825, hizo
39 Chambers, Sarah. Op. cit., p.44.40 Wibel, John. Op. cit. ,p. 283.41 Malamud, Carlos. Consolidación de una familia p 112.42 Ibídem , p. 110.43 Ibídem , p . 104.
sin ninguna resistencia jurar la independencia a los curas
y eclesiásticos de las provincias de su jurisdicción.44 Y algo
que merece destacarse, a diferencia de otros prelados, se
quedó en el Perú y en Arequipa a fin de no desamparar a
su rebaño ni a sus enormes propiedades.
REFLEXIONES FINALES
Durante mucho tiempo algunos historiadores se
refirieron a la Ciudad Blanca en relación a sus títulos
coloniales de muy noble y muy leal y fidelísima , sin
tratar de excavar qué había debajo de esos
reconocimientos. Más aún, como durante el proceso de
independencia no se produjo ninguna manifestación
patriótica a favor de la emancipación, entonces
concluyeron que se trataba de una ciudad realista . Que
solo participó en dicho proceso en el último momento
(1825) cuando ya el régimen colonial había fenecido. ¿Qué
hizo entonces durante los años de guerra? Había sostenido
mediante donativos, empréstitos y soldados la sagrada
causa realista, respondieron.
Como lo hemos señalado a lo largo de estas breves
pero significativas páginas, todas ellas no fueron más que
conclusiones ligeras, sin demasiada relación con una
realidad local mucho más compleja y singular. Si existió
alguna forma de fidelismo entre los arequipeños, fue con
sus propios intereses y necesidades, los mismos que
buscaron resguardar por encima de las efímeras fuerzas en
pugna (realistas o patriotas). Si apoyaron al bando real, no
fue por convicción sino por que aquel garantizaba la
conservación y reproducción de los mismos. Pero cuando
el sistema exigió más allá de sus límites poniendo en
riesgo la existencia de tales intereses, la población se
replegaba, dilatando o abiertamente rechazando aquellas
exigencias. Como ya había anteriormente sucedido en
plena Era Borbónica , cuando toda la población local
rechazó violentamente la aplicación de los nuevos
impuestos reales y el establecimiento de una aduana, en la
ya mítica Rebelión de los Pasquines (1780).
Entonces, fue un emergente sentimiento de
identidad regional lo que llevó a la mayor parte de
arequipeños (de diferente condición social) a identificarse
con estos intereses, en cuyo centro se encontraba la propia
Ciudad Blanca. Ciudad que se había desarrollado durante
44 Ibídem , p. 114.
22
muchos siglos distante de la capital del virreinato,
engendrando como consecuencia una gran autonomía
económica y cultural; sus principales mercados estuvieron
en el Alto Perú y su aristocracia dependía mucho menos de
los favores reales y más de los esfuerzos personales y
relaciones sociales. Por todo ello, la proclamación de la
independencia y el establecimiento de un nuevo régimen,
después de 1824, no representó el trauma de otras
regiones. Su élite había consolidado durante la guerra una
importante base económica que le permitió fácilmente
adaptarse al nuevo orden, al menos políticamente, y a
través de sus fuertes lazos familiares y sociales, seguir
monopolizando el gobierno de la ciudad.
Este trabajo fue posible gracias al valioso apoyo de la
historiadora Cristina Mazzeo y del Dr. Eusebio Quiroz, para
ellos mi enorme agradecimiento.
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república. Visita de Bolívar. Arequipa.
23
1. INTRODUCCIÓN
Este trabajo tiene como principal objetivo completar en
una visión sintética las ideas de van Dijk en relación a la
"cultura", "etnicidad", "género", "tipos de análisis de
discurso" y la "emergencia" de otras disciplinas relevantes.
A la luz de las fuentes consultadas, como referencias,
queda claro que gran parte de los estudios sobre "análisis
del discurso" (AD) ocurren en una o más de las áreas
descritas en el trabajo anterior: forma, significado,
interacción y cognición. Sin embargo, se aprecia que el
"contexto" juega un rol fundamental en la descripción y
explicación de los textos escritos y orales. A pesar de que
no existe una teoría del "contexto", el concepto es utilizado
por diversos expertos en una variada amplitud de
significados. En la línea de enfoque de van Dijk se puede
definir como "la estructura que involucra todas las
propiedades o atributos de la situación social que son
relevantes en la producción y comprensión del discurso";
así los rasgos del contexto no sólo pueden influir en el
discurso (escrito y oral) sino que es posible lo contrario:
puede modificar las características del contexto; tal como
pueden distinguirse estructuras locales y globales en el
discurso, lo mismo puede darse con referencia al contexto.
Entre las primeras se ubican el "ambiente" (tiempo,
ubicación, circunstancias, etc.) los "participantes" y sus
"roles socio-comunicativos" (locutor, amigo, presidente,
etc.), intenciones, metas o propósitos. El contexto global
se hace evidente o relevante en la identificación del
desarrollo o proceso del discurso en acciones de las
organizaciones o instituciones conocidas como
"procedimientos" (legislaciones, juicio, educación,
reportaje o informes). Del mismo modo el contexto global
se manifiesta cuando los participantes se involucran en
interacciones como miembros de un grupo, clase o
institución social (mujeres - hombres; "winka"- mapuche;
anciano-joven; jefe-empleado; el proceso educativo; el
parlamento, la Corte, o la Policía).
Pues bien, al asumir un enfoque contextual del discurso
involucramos muchos aspectos de la sociedad y su cultura.
Por ejemplo, el uso pronominal que tenemos en
nuestra lengua como el Español "tu-Ud" como formas de
cortesía presupone siempre que, como usuarios de esta
lengua, conocemos la naturaleza, de algún modo, del otro
en la interacción social. Por otro lado, la variación en el
léxico implica igualmente que como hablantes podemos
tener opciones diferentes o "ideologías", por ejemplo,
"terrorista" frente a "luchador por la libertad" o "viejo"
versus "adulto mayor". Los actos de habla como las
ordenes o imperativos presuponen siempre diferencias de
poder y autoridad. Van Dijk (l992) es concluyente cuando
plantea que en todos los niveles del discurso podemos
encontrar las "huellas del contexto" en las que las
características sociales de los participantes juegan un rol
fundamental o vital tales como "género", "clase",
"etnicidad", "edad"," origen" , y "posición" u otras formas
de pertenencia grupal. Además, sostiene que los contextos
sociales no siempre son estáticos y que, como usuarios de
una lengua, obedecemos pasivamente a las estructura de
grupo, sociedad o cultura; así el discurso y los usuarios
tienen una relación dialéctica en el contexto. Es decir,
además de estar sujetos a los límites sociales del contexto
contribuimos también a construir o cambiar ese contexto;
podemos comprometer negociaciones flexibles como
función de las exigencias contextuales junto con los límites
generales de la cultura y la sociedad; al mismo tiempo que
obedecemos al poder del grupo también lo "desafiamos"
pues las normas sociales y sus reglas pueden ser
cambiadas de un modo creativo donde se puede dar origen
a un orden social nuevo.
2. GÉNERO
En relación a este aspecto se plantea que como varones, de
un modo abierto y a veces no tanto, nos comprometemos
en formas verbales "sexistas" con y acerca del sexo
opuesto, atributos que prevalecen en un grupo social. De
esta forma contribuimos a " reproducir" un sistema de
El análisis del discurso según Van Dijk ylos estudios de la comunicación
Omer Silva-Villena
Universidad de La Frontera, Temuco-Chile
24
desigualdad de géneros al ejercer un control de aquellos
aspectos del contexto a expensas de participantes
femeninos en el tópico, estilos, turnos, etc. en todo tipo de
eventos comunicativos (Montgomery l976; Giles l979;
Salkie l995).
Sobresalen en este ámbito los estudios de West,
Lazar, y Kramarae quienes han desarrollado el AD en este
interesante ámbito.
3. LA ETNICIDAD
Las ideas relacionadas con el punto anterior son
válidas en cuanto a la etnicidad. Aunque no se define el
concepto, implica el discurso y la comunicación intra e
intercultural. Se menciona la situación en los EE.UU.
donde la historia de la esclavitud y la segregación racial o
el racismo continuo han creado las condiciones propicias
del discurso típicas de las comunidades Afro-americanas
en ese país . De esta manera, los grupos étnicos o raciales
han sido capaces de desarrollar formas de hablar
específicas dando origen a una influencia y adaptación
mutua y generando al mismo tiempo problemas de
comunicación y comprensión intercultural. A nivel de
sociedad global estas relaciones interculturales o
interétnicas pueden tomar la forma de "dominancia" al
entrar en una forma de reproducción de etnocentrismo y
racismo a través de la utilización de un discurso
"prejuiciado" o "discriminatorio" sobre una minora étnica
o racial o de cualquier emigrante. Sobresalen en esta línea
los estudios del mismo van Dijk junto con S. Ting-Toomey
y D. Troutman sobre cultura, etnicidad y racismo (Giles
l979; Saville-Troike l982; Stubbs l993).
4. LA CULTURA
Lo sintetizado en los puntos o aspectos anteriores
sobre el AD adquieren validez también en el ámbito de la
cultura. Ello por cuanto las distintas formas del discurso
han sido testigos de las variaciones sociales entre los
actores sociales como en los grupos; esto significa que el
discurso es influido por las características de los cambios
culturales. Así, "narrar", "cumplir una orden", expresar
cortesía", o "cambiar de tema", por citar ejemplos, se
pueden hacer de modos diferentes dependiendo de los
valores, normas, relaciones sociales, o instituciones y la
forma que adoptan o tienen determinados contextos socio-
culturales. Ocurre que en el contacto intercultural las
diferencias discursivas pueden aceptarse de un modo
tolerante y cooperativo o dar origen a incomprensiones o
conflictos traducidos en formas de dominación, exclusión
u opresión (Stubbs 1993) hacia los de menos poder. De
aquí que el estudio y análisis de la comunicación intra e
intercultural sea un campo de acción importante para el
AD multidisciplinario. En este terreno las ideas de van
Dijk han sido desarrolladas por C. Goddard y A.
Wierzbicka en relación a lo que ellos denominan la
"interculturalidad del discurso".
5. ANÁLISIS DEL DISCURSO SOCIAL
Es la dimensión donde encontramos el AD
relacionado con las nociones de cultura y sociedad. Para
van Dijk, es justamente el ámbito donde debieran
culminar los estudios de AD. A pesar de ser un marco
complejo, podemos aquí, como investigadores, trascender
el mero análisis de las combinaciones "discursivas" de la
oraciones, la coherencia", los "actos de habla", y los
"turnos conversacionales" o los simples "cambios de
tópico". Si bien es cierto que muchas de las propiedades de
estas estructuras y estrategias poseen cierta autonomía y
son libres de contexto, ellas interactúan con muchas de las
propiedades de los contextos locales y sociales
anteriormente bosquejados. Además, van Dijk plantea que
si queremos explicar lo que es el "discurso", resulta
insuficiente analizar sus estructuras internas, las acciones
que se logran, o las operaciones mentales (procesos
cognitivos) que ocurren en el uso del lenguaje. En este
sentido es necesario dar cuenta que el discurso como
acción social ocurre en un marco de comprensión,
comunicación e interacción que a su vez son partes de
estructuras y procesos socio-culturales más amplios. De
esta manera, por ejemplo, las destrezas narrativas pueden
ser constitutivas de una cultura colectiva o las habilidades
de argumentación en el Parlamento pueden ser inherentes
a los ambientes legislativos, o cómo el "discurso
educacional" (Stubbs,l993) pueda definir la educación
como proceso social, etc. Sobre esta base, se puede
plantear la idea de que, mediante propiedades especificas
del habla acerca de inmigrantes o de los "pueblos
indígenas", se pueda contribuir a una forma de
reproducción de "prácticas racistas". Por otra parte,
siempre en la línea de van Dijk, la desigualdad de los
"géneros" puede también manifestarse y confirmarse por
el discurso "machista" desafiado a su vez por otro
"feminista". El abuso del poder político puede involucrar a
25
la manipulación y legitimación de la propaganda como
tipos o funciones de una "comunicación discursiva" que
cualquier oposición política puede de igual forma realizar.
En síntesis, lo que puede aparecer como mero discurso
local, en muchos casos, se instituye como procesos y
estructuras complejas a un nivel más global de la sociedad.
Estas formas de AD no son simples; requieren de
un estudio más integrado en todos los niveles o
dimensiones vistos hasta aquí; así las relaciones entre
discurso y estructuras sociales resultan a menudo ser
indirectos y altamente complicados de abordar.
Retomando, a modo de ejemplo, lo que decíamos en
párrafos precedentes sobre el o los "usos pronominales"
(pronominalización) éstos necesitan relacionarse con la
estructura de la oración, el significado, la interacción,
modelos mentales, la identidad y las creencias
compartidas, antes de relacionarlos con las diferencias de
poder entre los miembros de un grupo o estructuras y
rutinas institucionales. No cabe duda que al ámbito del AD
es, en consecuencia, inter o multi disciplinario; ello queda
claro al entrar al campo social del AD que tiende a
orientarse hacia un "campo aplicado" sobre todo si
intentamos llevar este tipo de análisis al terreno de la
"educación", los "medios", la "política", el "derecho", y
tantos otros campos donde el discurso adopta diversas
formas y usos. Esta línea específica de desarrollo del AD la
encontramos en los trabajos de Britt-Louise Gunarsson
quien en forma detallada nos da cuenta de lo que ocurre
desde la llamada "lingüística aplicada" a la conformación
del marco de un "análisis de discurso aplicado" enfocado
hacia los "ambientes educativos", "ambientes legales y
burocráticos", "ambientes médico- social", "ambientes
laborales" ,y los "ambientes científicos o académicos" (De
Beaugrande l993).
6. EL AD CRÍTICO: (O ANÁLISIS CRÍTICO DEL
DISCURSO)
A pesar de que podamos involucrarnos activa o
pasivamente en los aspectos sociales del AD y de un modo
también lejano o desinteresado siempre tendremos en
frente de nuestro trabajo las normas dominantes que
requiere todo trabajo intelectual o académico con el fin de
ser "objetivo". Igualmente nos comprometemos en los
temas y/o fenómenos a estudiar. Como tal debemos
asumir una posición más cuestionadora de la realidad
circundante, principalmente cuando se trata de cómo los
discursos orales y escritos reproducen el abuso de poder,
la dominación o la desigualdad social. A esto es lo que van
Dijk denomina "AD crítico" cuyo exponente explicita
siempre su posición social y política; asumir una posición
con el fin de descubrir, desmitificar y, al mismo tiempo,
"desafiar" una posición o dominación mediante un análisis
crítico del discurso opuesto. Así, en lugar de centrarse en
la disciplina y sus teorías o paradigmas lo hace en la
relevancia de una situación problemática o crucial . El
trabajo de un analista crítico está orientado por un
"problema" más que por un marco teórico; su análisis, su
descripción de un fenómeno como la formulación de una
teoría juegan un rol en la medida que permita una mejor
comprensión crítica de la "desigualdad social" basada en,
por ejemplo, origen, género, clase, religión, lengua, u otro
criterio que pueda definir las diferencias humanas. Su fin
último no ser puramente científico, sino también político y
social, es decir, con tendencia al "cambio". Es justamente
en este sentido que la orientación social se transforma en
"crítica". Quienes se mueven en esta senda ven el AD como
una tarea moral y política con responsabilidad académica.
Finalmente, debemos dejar en claro que, para van
Dijk, el AD o el "discurso" mismo es una parte inherente
de la sociedad y participa prácticamente en todas las
"injusticias" de la sociedad como en la lucha contra ellas.
Un analista crítico del discurso , además de tener en
cuenta el vínculo entre discurso y estructura social apunta
a ser un "agente de cambio", solidario con las necesidades
que promueven tal cambio. En esta línea de trabajo
sobresalen las contribuciones de N. Fairclough y R. Wodak
en temas tales como "lenguaje y poder", "el discurso de los
medios", y los "trastornos del discurso".
7. TIPOS DE ANÁLISIS DEL DISCURSO
Hasta aquí hemos presentado una introducción
elemental, aunque densa, de las estructuras, niveles y
dimensiones del discurso y sus enfoques. Ahora, en una
breve visión retrospectiva, consideraremos el marco
resultante en términos más generales al examinar aquellos
principios básicos que orientan el quehacer en AD donde
se distinguen tipos, estilos y modos de realizar el análisis.
El que más prevalece o ha prevalecido es el trabajo
sobre "análisis textual" que trata con las estructuras más
abstractas del discurso escrito como un objeto fijo en la
perspectiva de la "lingüística". El otro es el relacionado
con el "estudio del habla" (discurso oral) que se centra en
aquellos aspectos más dinámicos de la interacción
espontánea en la perspectivas de las "ciencias sociales".
26
A pesar de las diferencias de enfoques, ambos están
comprometidos con el descubrimiento de "ordenes",
"reglas", y "regularidades" en el trabajo de análisis de
"estrategias" y "estructuras"; tienen una orientación
descriptiva y su tendencia es a ignorar contextos mayores
como por ejemplo lo "cognitivo" y lo "social".
De la misma forma también existe la distinción
entre estudios más "formales" o abstractos como en la
inteligencia artificial y gramática, y estudios más
"concretos" de textos reales o formas de habla en
contextos específicos o socio-históricos, es decir, de la
formas reales en que los usuarios de una lengua se
manejan como "actores sociales", hablando, significando,
y haciendo cosas con palabras.
En la literatura consultada, resaltan las
orientaciones de tipo teórico y descriptivo y los aplicados y
críticos con un fuerte énfasis en lo social, el último.
También se puede distinguir una diferencia en los "estilos"
o diseños de investigación; aquí se sitúan los estudios
"empíricos" que trabajan con información concreta o
corpus, y los de orientación "filosófica" que son más bien
especulativos y utilizan formas impresionísticas para
referirse al discurso.
Otro criterio de diferenciación de enfoques se basa
en tipos de discurso en cuanto a "género". Aquí las
preferencias apuntan hacia las conversaciones, las
noticias, la publicidad, la narrativa, la argumentación, el
discurso político, entre otros. Ahora bien, cada uno de
estos enfoques ha desarrollado sus propios conceptos,
métodos y técnicas de análisis; una integración de los
mismos pueden circular en forma paralela a la variación y
especialización interdisciplinaria van Dijk distingue tres:
a) los que se centran en el discurso mismo o en la
estructura, b) los que consideran el discurso como
comunicación en el ámbito de la "cognición", y c) aquellos
que se centran en la estructura socio-cultural. Todos
conforman una trilogía (discurso, cognición, sociedad) la
que se vislumbra como el ámbito propicio para es
establecimiento de una empresa multidisciplinaria en el
AD. Sea cual fuere el punto por donde podamos ingresar a
este triángulo descubriremos que no se necesitan de los
otros lados o aspectos; cualquier exclusión, entonces,
década de los años 60 el interés emergió simultáneamente
tanto en el campo de las "humanidades" como en el de las
"ciencias sociales". Ya, como discurso escrito y oral, venía
siendo abordado o tratado en el análisis literario, la
historia, la comunicación de masas, y desde la Grecia
Antigua en la retórica o como las propiedades de "hablar
en público". Por ser el AD un campo interdisciplinario nos
referiremos en forma resumida a las principales
disciplinas que lo abordan y tratan:
** Etnografía. Surge a mediado de los años 69
como una interdisciplina sistemática y explícita para
abordar el AD; fue justamente en el campo antropológico
donde se levanta un escenario con un primer "informe
etnográfico" de los llamados "eventos comunicativos"
(formas de hablar") en los contexto culturales. Se planteó
que los hablantes de una lengua no sólo conocen las reglas
o principios que estructuran una lengua como sistema
gramatical sino también, como miembros de una cultura,
son poseedores de una "competencia comunicativa" (saber
qué decir y cuándo) (Silva, l988) más amplia; que
comparten un conocimiento cultural de reglas sobre cómo
hablar correcta y apropiadamente en situaciones, por
ejemplo, "cómo advertir", "cómo contar un cuento", o
"cómo entrar/salir de una disputa o debate"(Saville-
Troike, l982).
** Estructuralismo y Semiótica. Surge como el
llamado de Formalistas y otros especialistas Rusos en los
años 20 y 30. El primero ofrece un marco más amplio para
el estudio de la "narrativa", los "mitos", "literatura", y
"cine" y otras prácticas semióticas en Francia desde donde
se proyectaron influencias en diversos sentidos y latitudes.
Por ejemplo, el análisis estructuralista de textos y/o
narrativas en el estudio de los "medios" (Tobin,l990). La
crítica que siempre aparece en estos enfoque es la de no
dar cuenta de los procesos cognitivos, la interacción social,
y las estructuras sociales.
** Gramática del Discurso. Más allá de la corriente
Generativista en Lingüística, algunos lingüistas se han
dado cuenta que el estudio de la lengua significaba, más
que describir un sistema sintáctico, sobre la base de
oraciones aisladas de contexto , comenzar a pensar en
términos de "texto" o, como lo denomina van Dijk, la
gramática de discurso centrado especialmente en las
relaciones semántica y funcionales entre las oraciones. En
otras palabras, cómo un texto es coherente y cómo se
distribuye la información en el mismo. Hasta ese
momento, el enfoque estructuralista o semiótico en el AD
no consideraba el uso real de la lengua o la "dimensión
social del discurso". De esta manera, y como una forma de
enriquecer el campo del AD, los aportes provenientes de la
"psicolingüística" y de la "psicología cognitiva" se han
hecho relevantes al considerar el estudio de lo que ocurre
27
en el "procesamiento" de la información verbal en textos
orales y escritos.
** La Sociolingüística y la Pragmática. Al mismo
tiempo que emergen los intereses por la estructura del
discurso lo hacen también la sociolingüística y la
pragmática como nuevas orientaciones en el campo de las
ciencias del lenguaje. Parte de estos esfuerzos se centran
en la "naturaleza discursiva del uso del lenguaje", "los
actos de habla", y la "interacción verbal" al no sentirse una
satisfacción con las cuentas formales de la estructura del
discurso en un contexto socio-cultural (Salkie,l995;
Leech,l996).
** La Etnometodología. Surge a fines de los 60
como un enfoque "micro-sociológico" interesado en el
campo de la "interacción diaria" especialmente en lo
referente al análisis de conversaciones en la "vida
cotidiana"; reciben una atención preferente los "cambio de
turno" o alternancias del diálogo como también qué tipo
de interacción social se logra al expresarse de una
determinada forma. Estos estudios ejercen gran influencia
en la conformación del "análisis conversacional". Se
observan escasos vínculos con los estudios lingüísticos
formales y cognitivos al tiempo que se mantuvo cierta
distancia de las formas "macro-sociológicas" clásicas al
dar cuenta de una estructura social (Giles, l979; Stubbs,
l993).
** La Psicología Cognitiva. Junto con la Psicología
Educacional e inspirada por las complejidades del
"aprendizaje humano" y/o "la adquisición del
conocimiento" (fundamentos epistemológicos) (Audi,
l998) en el inicio de los 70 surge una corriente de
investigación en el estudio o rol que desempeñan los
"procesos mentales" (atención, memoria, percepción,
concentración, solución de problemas, etc.) en el proceso
de comprensión de "textos" y en un marco que
posteriormente conocemos como "ciencia cognitiva". Este
desarrollo ocurre en estrecha cooperación con los avances
de la "simulación" de computadores en la comprensión así
como el rol del conocimiento en el ámbito de la
"inteligencia artificial" que en su conjunto integra,
enriqueciendo, las perspectivas de la "Lingüística Textual"
(Green, l989; Turner, l996).
** La Psicología Social y la "Psicología Discursiva".
La primera entra al campo del AD solamente en la década
de los 80 a pesar de que en sus áreas de acción se habían
tratado temas relevantes como los "procesos de
socialización" y la "atribución". En Gran Bretaña algunos
psicólogos sociales desde una relevancia obvia en la
interacción social y la construcción de representaciones
sociales" desarrollan su propio enfoque conocido como
"psicología discursiva". Desde una posición cognitiva, e
inspirados por los principios de la etnometodología, se
centran en el estudio de la interacción como "fenómeno
psicológico" para abordar la "comprensión", la
"explicación", la "formación de opiniones e ideologías"
(Giles, l979).
** Los Estudios de la Comunicación. En forma de
algún modo lenta, en la década de los 70 y 80 las diversas
ramas interesadas por el estudio de la "comunicación
humana" sintieron que el AD ampliaba su domino de
acción, por ejemplo, la estructura de los mensajes en los
medios de comunicación masivos, la comunicación
interpersonal, intercultural, y empresarial. Se puede
afirmar que tanto el estudio de la comunicación humana
así como el AD, en conjunto, pueden contribuir a una
mayor integración de ambos enfoques ampliando el
campo de una "teoría de la comunicación humana"
(Brown, l994).
** Otras disciplinas. Lo planteado hasta aquí es
válido para otras disciplinas que puedan emerger en el AD
centrados en la humanidades y ciencias sociales. Por
ejemplo, el estudio de las interacciones verbales en la
administración de justicia (Corte o Tribunales) ya han
atraído el interés en los llamados "estudios legales" en
sociología y la psicología social. Por otra parte, los
historiadores se interesan por la naturaleza textual de sus
fuentes y de los aspectos narrativos de la historiografía; es
el caso de la "teología" con el estudio de la Biblia o de otros
textos sagrados. Podemos decir también que, por ahora,
de la gama de disciplinas interesadas en el AD, la "ciencia
política" es la que parece estar ausente en forma más
sistemática; no se necesita argumentar mucho para darse
cuenta que es justamente éste uno de los campos en que el
discursos oral y escrito constituye un elemento central en
todo proceso político (Leech, l996).
8. ¿DIVERSIDAD O INTEGRACIÓN?
A pesar de la riqueza de enfoques interdisciplinarios para
abordar el AD, van Dijk lo plantea como opciones válidas
conducentes a la unificación de los esfuerzos o al inicio y
desarrollo de caminos propios. Lo positivo, como sea que
fuere, es que los esfuerzos así expuestos producen una
constante renovación teórica interesante por el hecho de
28
que inicialmente, como hemos visto, el AD ha tenido lugar
en los límites de disciplinas ya establecidas. Más que
tender a la diversidad, el punto es y ser la emergencia de
una empresa unificada. Por ejemplo, es lo que hemos
venido percibiendo entre la lingüítica textual y la
psicología cognitiva; otro tanto se da entre la micro-
sociología, la sociolingüística, y la etnografía. Sin embargo,
también se observan dominios dispares o aislados como lo
son, hasta el momento, la estilística, la retórica y los
estudios sobre "argumentación" (Audi, l998). Igualmente
permanecen algo separados los dominios entre "mente" e
"interacción"; ello lo vemos reflejado en los estudios de la
"coherencia" la que fue primero tratada en los textos
escritos y desde allí al análisis conversacional; las
estrategias de interacción en la llamada "habla situada"
fueron ignorados en el estudios de los "textos". Por otra
parte, nociones fundamentales como el "significado" han
sido tratadas de maneras diferentes en la semántica
formal, psicología cognitiva, sociología, y la etnografía de
las interacciones.
El mismo van Dijk visualiza que también han
ocurrido "formas de fragmentación" lamentables en los
puntos o lugares en que se inició el AD con trayectorias
más o menos típicas como ha sido el caso de aquellos
esfuerzos estructuralistas y post-estructuralistas en
Francia y su contraparte inglesa especialmente en
orientaciones literarias y filosóficas. En la tradición
Hispánica el rumbo ha sido el trazado por la influencia
Francesa. Afortunadamente, en la últimas décadas se han
podido apreciar muchos intentos de integración. Por el
lado psicológico la ciencia cognitiva suministra un marco
unificado de integración e inspiración mutua en aspectos
lingüísticos, cognitivos, neurológicos, y filosóficos (Turner,
l996). Desde la perspectiva socio- cultural el interés por la
"interacción social situada" ha favorecido el intercambio
desde la pragmática, sociolingüística, sociología, y
etnografía.
Es igualmente relevante destacar que han surgido
algunos puntos de vistas como para plantear que no es
posible una división entre cognición e interacción,
sociedad y cultura favoreciendo el desarrollo de la
"antropología cognitiva" con la noción de "cognición
social" como el fundamento base en el AD tanto en su
dimensión socio-cultural como cognitiva.
En síntesis, se puede afirmar que el AD define un
dominio de estudio que por si mismo ha promovido una
influencia interdisciplinaria, por ende, una integración
más que división. Se trata de que nos podamos centrar, en
el futuro, en un AD como disciplina autónoma. Para ello
no ser exclusividad referirse en detalle a una estructura o
gramática textual, o a la cognición, interacción, estructura
social, etc. sino como aspectos de un compromiso
científico complejo que explique y describa el "discurso"
humano como comunicación (Brown, 1994).
9. LOS PRINCIPIOS EN LA ACCIÓN DEL AD
No es suficiente explicar las propiedades del discurso así
como sus dominios correspondientes. Hasta aquí hemos
ampliado la visión o campo tratada en el trabajo anterior.
Como toda disciplina o área de conocimiento el AD se
orienta por algunos principios que es necesario de tener en
consideración sobre todo cuando diseñamos algún tipo de
investigación en el campo. van Dijk plantea que debemos
tener en cuenta un cierto número de normas con el objeto
de realizar un trabajo interdisciplinario objetivo y
académico. A pesar de que los mismos puedan provocar
reacciones críticas en el campo investigativo, ellos están
sujetos a cambios. Veamos los más relevantes:
Lo escrito y lo oral en su entorno natural. Significa
que cualquier estudio de AD debe tener como centro un
material de trabajo que refleje realmente lo que ocurre en
la interacción. Se deben evitar ejemplos inventados o
construidos en favor de datos reales o "corpus". Los datos
no pueden "editarse" o someterlos a un proceso de
"sanitización" sino estudiados tal como son recogidos en la
realidad o contexto social.
El contexto: el discurso debe ser estudiado
preferentemente como constituyente de su situación local,
global, socio-cultural. De muchas maneras los discursos
orales y escritos indican, reflejan o señalan su pertenencia
contextual. Así las estructuras contextuales se deben
observar y analizar en detalle y también como posibles
consecuencias del discurso: ambiente, participantes, roles
comunicativos, metas, conocimiento relevante, normas y
valores, o estructuras institucionales u organizacionales,
etc.
El discurso como expresión oral. Mientras la
mayoría de los trabajos iniciales de Ad se centraron en
textos escritos (literatura, medios), la tendencia ahora es
al cambio . Se trata de trabajar con interacciones verbales
reales en conversaciones o diálogos formales e informales .
El habla es considerada como la forma básica y primordial
del discurso.
29
El discurso como práctica de los miembros de una
sociedad. Tanto el discurso oral y escrito son formas de
prácticas sociales en contextos socio-culturales; no sólo
somos usuarios de una lengua sino también somos parte o
miembros de un grupo, institución o cultura. Mediante el
uso de la lengua, entre otros, desempeñamos roles,
afirmamos o negamos, estamos de acuerdo o desacuerdo,
pedimos o damos información, adquirimos conocimiento
e, incluso, dice van Dijk, somos capaces de "desafiar" una
estructura social, política o institucional.
Las categorías de los miembros. Desde las prácticas
en "análisis conversacional" siempre se ha mantenido la
idea de que no debemos imponer nociones preconcebidas
o categorías desde la perspectiva del investigador. Se
tienen que respetar las formas sobre cómo los integrantes
o miembros de un grupo social interpretan, orientan y
categorizan los atributos o propiedades del mundo social,
sus conductas y el discurso mismo. Sobre esta base se
deben formular las teorías que en forma sistemática y/o
explícita den cuenta del discurso como práctica social.
La secuencialidad. Se refiere al hecho de que el
discurso se realiza en un sentido lineal o secuencial tanto
en su producción como en comprensión. Esto es válido en
lo oral y escrito e implica que en todo sus niveles
(oraciones, proposiciones, actos) se deben enunciar e
interpretar de acuerdo a la información precedente que es
lo que ocurre en la así llamada "coherencia". Ello involucra
cierta "funcionalidad": los elementos últimos se relacionan
con los anteriores. Como usuarios de la lengua operamos
así mental e interactivamente (modo en línea o "on-line").
Así nos damos la oportunidad de re-interpretar o corregir
información o contenido.
La constructividad. Los discursos también son
constructivos en el sentido que las unidades constitutivas
se pueden usar, comprender, y analizar "funcionalmente"
como partes de un todo, creando estructuras jerárquicas
en la forma, significado e interacción.
Niveles y dimensiones. Los analistas del discurso
tienen siempre la tendencia a descomponer sus trabajo en
niveles y cómo se relacionan estos niveles. Como usuarios
de la lengua los manejamos como un conjunto (sonidos,
significados, o acciones).
Significado y función. El investigador siempre está
tras el o los significado(s) . Formular preguntas como:
¿Qué significa esto aquí? ¿Cuál es el sentido en este
contexto? Este principio tiene implicancias funcionales y
explicativas ¿Por qué se dice aquí?
La reglas. Se postula que el discurso también está
gobernado por reglas. Tanto el discurso oral como escrito
se debe analizar como manifestación o expresión de reglas
gramaticales, textuales, comunicativas o interaccionales
compartidas socialmente. También interesa al analista
descubrir cómo se quebrantan, se ignoran o se cambian
tales reglas y qué funciones discursivas presentan tales
perturbaciones.
Estrategias. Los usuarios de una lengua conocen y
aplican estrategias mentales e interactivas en el proceso de
producción y comprensión efectiva para lograr una
efectividad en la realización del discurso (expresión de la
intensionalidad) y su impacto en la conducta de un
destinatario . Es como en el ajedrez donde para ganar o
perder aplicamos técnicas, movimientos especiales, etc.
La cognición social. Es fundamental aunque sea
menos reconocida en algunos enfoque o tendencias. Se
trata de los procesos mentales y representaciones del
mundo que expresamos en lo oral o escrito. No podríamos
entender el significado, coherencia, acción, etc. sin
considerar lo que ocurre en la mente de los usuarios de la
lengua en la realización de las interacciones. También
juegan un rol fundamental en al AD los recuerdos o
experiencias personales (modelos), las representaciones
socio-culturales compartidas (conocimientos, actitudes,
ideologías, valores, normas) que tenemos como usuarios
de una lengua o como miembros de un grupo; la cognición
es la "interface" entre el discurso y la sociedad.
PALABRAS FINALES
En estos dos trabajos se ha presentado el
pensamiento de van Dijk en relación a los estudios sobre
análisis del discurso como una manera de divulgar, en el
ámbito académico, este importante conocimiento. Mirada
su teoría, retrospectivamente, se aprecia un recorrido
largo donde destacan, podríamos decir, los estudios
lingüísticos de la "pronominalización", la "coherencia
semántica", la observación de los "turnos
conversacionales", y la "comprensión textual". Sin duda,
en este camino se han involucrado más de una disciplina
con enfoques algunos más sofisticados que otros. Casi en
el término del milenio, el AD está cumpliendo la mayoría
de edad; su interdisciplinareidad garantiza, por tanto,
renovaciones continuas, e inspiraciones que apuntan en la
actualidad hacia los campos del Derecho, Ciencia Política,
y la Comunicación Humana. EL AD se mueve desde un
30
nivel macro-social a otro micro-social y viceversa
entregándonos un enfoque bien fundado y crítico para el
estudio de problemáticas sociales, el poder, y la
desigualdad. Por otro lado, está tomando, dice van Dijk, su
propio lugar en las Humanidades y Ciencias Sociales
entregándonos visiones o perspectivas de los fenómenos
sociales y mentales que, posiblemente, otras disciplinas lo
hacen tangencialmente. Debe tenerse en cuenta que el AD
no es un método aplicable al diseño de investigaciones
psicológicas, sociológicas, antropológicas o socio-política.
Postula a ser una disciplina autónoma. Específicamente,
en el ámbito de la "psicolingüística" el AD plantea que el
uso de la lengua y la manifestación del pensamiento se
manifiestan en lo que van Dijk denomina " interacción
social discursiva". En este sentido, habría que agregar que
no son muchas las especialidades del saber humano
capaces de ofrecer oportunidades válidas para entender
cómo los hablantes usan una lengua, piensan, e
interactúan "reproduciendo" de esta manera su
pertenencia grupal, y socio-cultural; ello desde el diálogo
cotidiano a la formalidad del discurso científico, o desde lo
cotidiano a la rigidez del discurso pedagógico en el aula,
etc. El camino de la ciencia del lenguaje en las décadas
venideras será textual, discursivo, comunicativo, crítico e
interdisciplinario.
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31
los bellacos liberales conformistas puedenencontrar una satisfacción hipócrita en su defensadel orden existente: saben que hay corrupción,explotación, y todo lo que se quiera; pero cualquierintento de cambiar las cosas se denuncia comoéticamente peligroso e inaceptable, como unaresurrección del fantasma del totalitarismo .
Slavoj ek. ¿Quién dijo totalitarismo?
A cinco años de las protestas de junio de 2002, contra la
privatización de las empresas eléctricas en Arequipa, es
necesario un análisis de los hechos tomando en cuenta el
contexto político y cultural que rodea a América Latina. Y
es que, tal como lo plantean muchos analistas, libertad de
expresión, libre mercado y democracia parecen conceptos
y prácticas inseparables al interior de una sociedad
globalizada en camino hacia el progreso. En este
panorama, las protestas populares son vistas como
expresión del totalitarismo, amenaza contra la
democracia, maniobra de la izquierda y del partido
nacionalista cuando no, un siniestro plan de Hugo
Chávez para desestabilizar al gobierno elegido
democráticamente. Estos calificativos llevan el signo del
atraso y de todo lo que pudiera significar oposición al
progreso y a la modernidad. El problema central es que
quienes avalan estas críticas exponen dos falsedades: la
primera, una falsa asociación entre populismo, revolución,
totalitarismo e izquierda, por un lado; y entre progreso,
modernidad, democracia y liberalismo, por otro. Además
de ignorar las contradicciones propias de la democracia
liberal y el rol que cumple la globalización al convertirla en
la única receta política, sociocultural y económica ante la
cual el resto de sociedades, aparentemente debieran
integrarse sin remedio, la segunda falsedad está en la
tendenciosa oposición entre democrático/totalitario,
liberal/conservador, progreso/atraso, civilización / barba-
rie y Lima/provincia. La discusión de este tema cobra,
actualmente, suma importancia, por cuanto en las dos
últimas décadas, un gran sector de la población peruana
manifiesta su desconfianza en la democracia a la vez que
apoya propuestas neopopulistas como la fujimorista o el
nacionalismo etnocentrista.
El arequipazo al igual que el autogolpe del 5 de
abril de 1992 puso en tela de juicio el arraigo y la
credibilidad de la ciudadanía en la democracia, exhibió las
tensiones entre dos formas opuestas de concebir a la
nación y ratificó la distancia cada vez mayor entre los
intelectuales y las masas. Lo ocurrido en Arequipa no fue
un hecho aislado de lo que sucedió en Ilave, Andahuaylas,
Bolivia, Ecuador, Venezuela y años antes, en México con el
movimiento zapatista. Todo ello tuvo lugar en un contexto
generalizado de descontento de las masas luego de que la
receta neoliberal aplicada en América Latina en la década
del 90, acentuara las diferencias económicas y, sobre todo,
la exclusión social de las mayorías. Es así que,
primeramente, sostengo que la universalización de la
democracia liberal es poco viable para las sociedades que
aún no se han consolidado dentro de la modernidad;
segundo, que el arequipazo fue una clara señal de que las
luchas ideológico-políticas están adoptando la forma de
reivindicaciones culturales; y tercero, que el repliegue de
los intelectuales de la esfera política cedió lugar a
propuestas neopopulistas y neoconservadoras.
En Un mundo desbocado, Anthony Giddens
propone que para democratizar la democracia esta debe
volverse transnacional (2000:88). El problema que
Giddens no percibe es que la transnacionalización de la
democracia liberal occidental, impulsada por la
globalización, acentúa la reafirmación de las identidades
culturales regionales en dos niveles: entre naciones que
comparten una misma cultura en oposición a las que no; y
al interior de un Estado-nación entre grupos étnicos
diferentes, más específicamente, en una sociedad
multicultural como el Perú.
¿Cuál es el rol que la globalización juega en este
asunto? Difundir las bondades de la democracia liberal
por todos los rincones del planeta: consumismo, confort,
libre mercado, libertad de expresión, libertad individual,
etc. (Lipovetsky 2002:10), además de propalar el fracaso
La democracia liberal, el arequipazo y el rol de
los intelectuales en el PerúArturo Caballero Medina
Pontificia Universidad Católica del Perú
32
de la izquierda y el fin del antagonismo izquierda/derecha.
La globalización significa hoy una nueva versión de la
expansión capitalista con un discurso remozado que ya no
alude a un enfrentamiento ideológico-político (la
magnificación de la amenaza comunista) sino que toma
ribetes más triviales y sutiles, ligados a lo que Slavoj ek
denomina goce , el imperativo del sujeto postmoderno
occidental u occidentalizado que lo lleva a satisfacer un
deseo que no es el deseo de un objeto, sino el signo de una
falta constante, cuyo vacío es inconmensurable; de ahí que
el deseo sea el deseo de desear45.
El capitalismo puritano a la antigua usanza nos
prohibía divertirnos, puesto que una vez que
hubiéramos adquirido el gusto por la cuestión
seguramente no podríamos volver a ver jamás el
trabajo desde dentro [ ] No obstante, un tipo de
capitalismo consumista más ladino nos persuade de
que satisfagamos nuestros sentidos y nos
complazcamos con tan poca mala conciencia como sea
posible. De este modo, no solo consumiremos más
bienes, sino que también identificaremos nuestra
propia satisfacción con la supervivencia del sistema .
(Eagleton 2005: 17-18)
En segundo lugar, significa la expansión del poder
económico46 de los Estados Unidos, mediante la
propagación del libre mercado; y en lo político, implica
derechos humanos y democracia electoral al estilo
estadounidense, (Huntington 1996). En resumen,
globalizar la democracia es globalizar cultura, política y
economías particulares de un estado que impone o
45 La globalización de la cultura del consumo ha generado unacceso masivo al crédito. Un modesto taxista o trabajadorindependiente con un sueldo mínimo puede acceder a una tarjetade crédito como CMR que le provoque el placer de comprarprimero y pagar después, placer que quince años atrás era soloprivilegio de un selecto grupo de clientes Diners, Visa, AmericanExpress o Mastercard. La ética protestante en la que se apoyó lamodernidad se basaba en el ahorro: juntemos ahora para elporvenir, gastemos con mesura, impongámonos restricciones.Paradójicamente hoy, los ricos del primer mundo están en rojo:tener deudas es ahora síntoma de riqueza puesto que solo puedeendeudarse aquel que puede consumir; hemos pasado del ahorroal consumo y esto ha sido posible por la masificación del crédito.La ética protestante en la que se apoyó la modernidad se basabaen el ahorro: juntemos ahora para el porvenir, gastemos conmesura, impongámonos restricciones.46 El FMI es un ejemplo de globalización por medio de laeconomía en un momento en el que es posible sumergir en lamiseria a un país si no cumple con los requerimientos del libremercado, bajo amenaza del retiro de los fondos de inversión(Jameson 2000:6). El proletariado de los Estados Unidos es hoyen día transnacional: está en Singapur, China, Taiwán, Corea yLatinoamérica.
pretende imponer su agenda al resto del mundo no
precisamente por vías pacíficas47.
Entonces, ¿por qué transnacionalizar la
democracia? Porque por medio de la globalización se logra
consolidar la estrategia, aparentemente no violenta, de
asegurar el dominio occidental, principalmente
estadounidense, sobre el resto de civilizaciones. Creo que
propuestas como esta tienen su origen en: a) la visión
triunfalista occidental luego de la caída del Muro de
Berlín, el colapso del bloque socialista, la disolución de la
URSS y el despegue económico de China bajo un sistema
capitalista, b) considerar que la democracia surge de la
ecuación libre mercado más libertad de expresión; y d)
explicar la expansión de la democracia liberal como
demostración de que el marxismo fracasó y que al resto de
estados no les queda otra opción que igualarse con el
vencedor de la guerra fría (Fukuyama 1989:4,18). El error
en estas apreciaciones es su afán totalizante: en un
momento en que la posmodernidad ha cuestionado y
relativizado todo discurso es paradójico que los dogmas
económicos neoliberales encuentren cada vez menos
resistencias, por ejemplo, el que las libertades económicas
acarrearán, por efecto de arrastre, libertades políticas.
Aquellos que lo enfrentan son invalidados con el
argumento de que están ideologizados y por lo tanto se
ha politizado el debate . Esta etiqueta es muy efectiva: ha
servido para menospreciar reivindicaciones legítimas y
para alertar a la ciudadanía del peligro de una opción
radical ¿Es que acaso existe un discurso no ideológico? De
existir, habría que suponer que el sujeto que lo posee se
encuentra en una ubicación por encima del lenguaje. La
posibilidad de un sujeto o discurso desideologizado es
insostenible porque toda forma de discurso se construye
dentro y a partir de presupuestos ideológicos que lo
articulan y sostienen, y que preexisten al sujeto que los
enuncia; además, porque todo discurso al insertarse en la
cultura no puede evitar su carácter dialógico con otros
discursos a partir de los cuales se ha construido. La noción
de texto planteada por Roland Barthes (1987:75) ilustra
47 Las evidencias apuntaban a que Corea del Norte era mucho másamenazante que el Irak de Husein; de la primera no quedabaduda alguna acerca de la posesión de un arsenal nuclear. Hoysabemos que no había armas de destrucción masiva en Irak. Y side democratizar el mundo islámico se trata ¿podríamos imaginarque los Estados Unidos invadirían Arabia Saudita como parte desu plan mundial de democratización? El gobierno de Bush tendríarazones de sobra para hacerlo considerando que la mayoría de losterroristas que participaron en los atentados del 11 de septiembreeran sauditas.
33
muy bien la inviabilidad de un discurso desideologizado
cuando afirma que un texto es a la vez muchos textos.
Análogamente, un discurso es a la vez muchos discursos y
ese entramado da cuenta de una complejidad de relaciones
que imposibilita el aislamiento ideológico. En síntesis, la
ideología se concreta a través del discurso y es inseparable
de él.
La transnacionalización de la democracia liberal,
además de totalizante, es contradictoria. En el Perú,
nuestra derecha tiene su particular interpretación de la
democracia liberal; sus representantes son, como afirma
Julio Cotler, liberales en lo económico pero conservadores
en lo político: apoyaron las reformas económicas liberales
durante el fujimorato como antes lo hicieron con Vargas
Llosa48 pero califican el descontento popular frente a la
privatización como una maniobra de la izquierda , horda
de bárbaros , gente que no sabe lo que se pierde por
ignorancia ; condenan el terrorismo, pero censuran el
informe de la Comisión de la Verdad; descalifican a
Humala como el enemigo de la democracia49 y censuran el
cierre de un canal de televisión en Venezuela, pero no
censuran abiertamente el autogolpe del 5 de abril, y
muchos de los que ahora defienden la libertad de
expresión y protestan por lo que acontece en Venezuela
callaron en su momento cuando se favoreció a los Winter
para apropiarse de Frecuencia Latina, (además de
enmudecer si se trata de condenar a Fujimori, y alguno
hasta es capaz de solicitar asesoramiento a Vladimiro
Montesinos en materia de seguridad del Estado si la
ocasión lo ameritara50 ); están a favor de un Tratado de
Libre Comercio con Estados Unidos, pero apoyan el retiro
del Perú de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos, la fiscalización a las ONG s, el control la Iglesia
48 A la luz de estas contradicciones recién puedo comprendercómo Rafael Rey, conservador y católico confesional, se adhirió almovimiento Libertad, liderado por un agnóstico Vargas Llosapartidario de la legalización del aborto, del consumo de drogas yde un estado laico. Pareciera que a Rey, el besamanos de AlanGarcía al cardenal Cipriani cuando aquel asumió la presidencia, loconvenció de que estaba en el lado equivocado y apresuró sumigración hacia el oficialismo aprista.49 El análisis de Carlos Iván Degregori es muy pertinente en estepunto: Paradójicamente, es cuando uno de los Humala decidejugar dentro de los marcos electorales y comienza a crecer, que losDioses se despeinan [ ] Ubiquémonos, pues, y agradezcamos quetenemos a Ollanta que optó por la vía electoral -y deberíamosestar interesados en que allí siga y no regrese a la que inauguróAntauro- en vez de una versión recargada de lo que sucedió en los80, porque poco hemos hecho para que nunca más se repita algosemejante . Cuestión de ubicación . Peru.2150 Sincero exabrupto del actual ministro de la Producción, RafaelRey, al ser consultado sobre el ex asesor de Alberto Fujimori.
en la Pontificia Universidad Católica y la instauración de la
pena de muerte, siendo esta última medida muy
popular , pero nada cristiana . La segunda
contradicción, siguiendo la línea de Isaiah Berlin, es que
igualdad y libertad son conceptos más antagónicos y
menos fraternos de lo que parecían cuando se enarbolaron
durante la Revolución Francesa. Para asegurar la igualdad
de todos los individuos se tiene que restringir las
libertades públicas e individuales. Es por ello que
democracia y liberalismo son también conceptos en
tensión porque mientras el primero desea mantener la
soberanía popular, el segundo se basa en el imperio de la
ley, la separación de poderes y derechos individuales: lo
popular y lo individual entran en conflicto porque,
dada la complejidad de las sociedades modernas, la
soberanía popular no se puede ejercer directa, sino
representativamente y, en consecuencia, la voluntad
popular se somete a voluntades individuales.
¿Cómo se explica entonces el resurgimiento del
nacionalismo, el etnocentrismo indígena y el colectivismo
en América Latina en momentos en que la democracia
liberal parece culminar su proceso de expansión mundial?
En parte por lo anteriormente expuesto, las paradojas de
la democracia liberal: ¿liberales conservadores o
conservadores liberales?; ¿igualdad y libertad individual
para todos?; ¿soberanía popular y democracia
representativa?; ¿pluralismo extremo que anule los
antagonismos izquierda/derecha dándolos por superados
o pluralismo agonista que reconozca las diferencias en las
relaciones sociales de subordinación? A continuación
analizo otras razones. Primeramente, porque América
Latina, ni bien ingresó a una modernidad forzada y en
conflicto, se encontró décadas después con la
postmodernidad en ciernes. En el acomodo nos quedamos,
como diría Alberto Hidalgo, muertos, heridos y
contusos . Detrás de la violencia popular del arequipazo ,
se escondía la frustración de un sector de la población que
no se siente integrado a la modernidad. No fue, como se
interpretó desde la metrópoli limeña, la reacción
primitiva, bárbara, popular, ignorante y desinformada de
la población arequipeña no solamente eso sino la
evidencia de una modernidad inconclusa y excluyente. A
diferencia del liberalismo clásico, que postulaba la
modernización para todos, la propuesta neoliberal nos
lleva a una modernidad selectiva: pasa de la integración de
34
las sociedades al sometimiento de la población a las élites
empresariales latinoamericanas y de estas a los bancos,
inversionistas y acreedores transnacionales (García
Canclini 2004:170). Más que bárbaros premodernos, los
sectores populares de Arequipa se comportaron como
sujetos atrapados dentro de una modernidad inacabada.
Este hecho se corresponde en segundo lugar con que
la democracia supone una promesa de derechos. La gente
comprende que se le deben derechos. Entonces hay un
descontento porque la democracia siempre tiene que dar.
Y hay expectativas muy elevadas por temas como la
globalización (Dioses, Alva 2005:15). Hay muchas
demandas insatisfechas y esto se agrava más cuando no
hay vías para canalizarlas hacia las instituciones
correspondientes, sencillamente porque estas no existen.
Entonces se recurre a la violencia.
Esta violencia en tercer lugar también es
resultado de la mirada que le imprime la metrópoli a los
cocaleros, campesinos y población rural como ignorantes
y bárbaros . Las declaraciones de Fernando Rospigliosi
fueron desafiantes y ausentes de una total capacidad de
negociación51; Ricardo Vega Llona52 minimizó las
protestas declarando que nada frenaría la privatización de
Egasa y Egesur, y pronosticó que las inversiones futuras se
comprometerían si el gobierno retrocedía frente a las
protestas; Jaime Quijandría53, en aquel momento ministro
de Energía y Minas, comunicó que de todas maneras se
procedería a la apertura de sobres con las propuestas
económicas a pesar de que Tractebel era el único postor54;
Fernando Olivera, ministro de Justicia, declaró que el
estado peruano denunciaría al juez arequipeño Benni José
51 El general en retiro Oscar Gómez de la Torre Ovalle, una vezmás recordó que el arequipazo no fue producto de la oposición ala privatización de Egasa, sino de los insultos del ex ministro delInterior, Fernando Rospigliosi Capurro. Me insultó a mí y aArequipa y la gente no le perdonó esta falta, eso fue lo más grave
] sostuvo que la orden explícita de Rospigliosi en la base de LaJoya fue: Se tiene que restablecer el orden en Arequipa, bajocualquier costo, así hayan cien muertos, se tiene que cumplir conel orden en la ciudad . (Correo, 11 de junio del 2007, locales).52 El Comercio, 14 de junio de 2002, economía, b2. Estasdeclaraciones también fueron secundadas por el presidente de laConfiep, Julio Favre: un eventual retiro de postores en la subastade las generadoras de energía eléctrica ( ) sería consecuencia delas manifestaciones y paros contra el proceso de privatización.Advirtió que si continúa esta situación nadie invertirá en el país .(La República, 13 de junio de 2002, política, 9).53 La República, 13 de junio de 2002, política, 9.54 De las cinco empresas precalificadas, solo Tractebel se presentóal concurso. El resto de empresas eran Statkraft, NRG Energy,Duke Energy y PSEG Global.
Álvarez Quiñónez por prevaricato55, la acuciosidad con la
que Rosa María Palacios suele preparar sus entrevistas y
su dominio en materia legal, no surtieron el efecto
esperado: lograr que se entienda el problema sobre la
privatización de las empresas eléctricas en el grueso de la
población arequipeña. El nivel del discurso de la notable
abogada y periodista estuvo impregnado de un hálito de
superioridad racional-intelectual-urbana-moderna-limeña
en oposición a la barbarie-ignorancia-intolerancia-
violencia-provinciana-arequipeña. El constitucionalista
Jorge Avendaño explicó que legalmente la región Arequipa
no era dueña de las empresas eléctricas simplemente
porque no existía como entidad jurídica56. Aldo
Mariátegui57, recientemente se refirió a Guillén como un
débil mental y a los arequipeños como irracionales. Así fue
como se interpretó la protesta desde la metrópoli
capitalina. No fue el contenido del mensaje sino la actitud
del emisor lo que indignó a gran parte de la población
arequipeña e impidió que la información precisa llegara
intacta a su destinatario: que no existía una base legal para
acreditar que la región Arequipa era dueña de las
empresas eléctricas; que el Estado Peruano era el legítimo
propietario; y que, en consecuencia, las autoridades
arequipeñas, con Guillén a la cabeza, mentían a la
población58. Esta información se discutió en los medios,
pero poniendo énfasis en la incapacidad de la población
55 La República, 14 de junio de 2002, política, 4. El mencionadojuez rechazó la acción cautelar que podía detener el proceso deprivatización, pero aceptó la acción de amparo.56 Refutando la tesis de Juan Manuel Guillén, y su séquito deoportunistas alcaldes distritales, entre los que destacaba SimónBalbuena, actual alcalde de Arequipa, dirigentes populares comoAndrés Mamani de AUPA y los miembros del Frente AmplioCívico de Arequipa. Avendaño, respecto a la acción de amparoiniciada por la Municipalidad Provincial de Arequipa, declaró queEl juez [Benni José Álvarez Quiñónez] ha cometido un error al
declarar fundada esa demanda, seguramente la Corte lo va arevocar. Además, la acción de amparo la interpone quien sufre laviolación. Debió haberlo hecho la región, no el alcalde. Esademanda debió ser desestimada ( ) es una locura, porque no sepuede violar el derecho de propiedad de una persona que noexiste. Esas empresas le pertenecen al Estado Peruano , acotó. (ElComercio, 14 de junio de 2002, economía, b1).57 Tras el irracional Arequipazo pensé que ya tendrían a laCiudad Blanca enterrada a pesar de la sinergia que Egasa lessupondría. Si el presidente regional Guillén tuviera dos neuronas
cosa que a veces dudo [ ] ¡Tiene la sartén por el mango! PeroGuillén y los mistianos están congelados en los 80 . (Correo, 11de junio del 2007, La columna del director ).58 El procurador del Estado, César Benites desestimó la acción deamparo interpuesta por la Municipalidad Provincial de Arequipaporque contravenía el artículo 4 inciso 6 de la Ley de Amparo yHábeas Corpus. Esta norma establece que no es permitido y estáprohibida la acción de amparo entre entidades del Estado . Laestrategia de Guillén se basaba en que la región Arequipa seguíasiendo dueña de Egasa y Egesur al no haberse derogado las leyesque le transferían su propiedad, argumento que queda invalidadopor lo expuesto por Jorge Avendaño.
35
arequipeña para poder entenderlos más que en
argumentar razones a favor de la sensatez. Los
argumentos que invalidaban las acciones legales contra la
privatización eran sólidos, pero ese no fue el problema,
sino la manera como se ilustraron. El éxito de la
explicación se basa en el entendimiento de lo explicado, y
los políticos, funcionarios del gobierno y comunicadores
sociales capitalinos y locales no lograron este cometido.
Esta mirada hacia la protesta y la población, provocó el
afloramiento de lo arequipeño y que este adquiriera la
forma de un colectivo sociocultural. A medida que
transcurría la protesta, la indignación por los agravios a la
población arequipeña iba desplazando progresivamente el
reclamo antiprivatización, dominando por momentos el
sentir de la protesta y generando más simpatizantes a
pesar de la discrepancia entre los ciudadanos. Este fue el
momento en que lo cultural reemplazó y apuntaló a lo
político e integró a sectores sociales hasta antes ausentes
en la protesta.
¿Qué esperaban los creadores del comercial a favor
de la privatización en Arequipa? Un viejito cascarrabias se
niega a escuchar razones tapándose los oídos, mientras su
joven hijo insiste inútilmente en convencerlo de las
ventajas que traerá la privatización en la región. Por otro
lado, los comentaristas radiales y conductores de
programas de opinión en la televisión colaboraron
directamente en alentar la violencia enarbolando la
bandera de Arequipa revolución .La deficiente
comprensión de la protesta por parte de los medios de
Lima tuvo su correspondencia en la irresponsabilidad de
varios medios locales al realizar la cobertura de los hechos
y la falta de rigor y profundidad para analizarlos. Los
periodistas de Radio Melodía y Radio Líder comentaban
los hechos con la superficialidad propia de un aficionado;
no brindaron explicaciones a la población sino que la
azuzaron a la violencia, y en el peor de los casos,
justificaron el vandalismo. El abogado Alberto Núñez
Borja, conductor de La ventana de Alberto , advertía a la
población que se venía un estado de sitio y que se
suspenderían las garantías constitucionales para
restablecer el orden en la ciudad, y para resistir a ello,
recomendaba a la población arequipeña atrincherarse y
enfrentar a las fuerzas del orden. En el clímax de las
protestas, lanzó un desafío al jefe del comando político-
militar general de división del ejército, Oscar Gómez de la
Torre Ovalle, advirtiéndole en vivo que no se dejaría
amedrentar y a que se atreviera a intervenir la emisora
para silenciarlo, en una actitud verdaderamente
paranoica. La cuota de sensatez la puso una joven
televidente que por teléfono instó al abogado a dejar de
victimizarse y alarmar a la población. Cinco años después,
se repiten las reacciones ante el mismo escenario: Cecilia
Valenzuela se escandaliza y llama a sus paisanos
arequipeños locos por oponerse al progreso, lo cual
podría ser cierto en lo que afirma (ingentes pérdidas
económicas) pero falso en lo que niega (que no haya razón
para alzarse). En síntesis, la falta de profesionalismo de
los comunicadores sociales locales, el oportunismo de las
autoridades y dirigentes populares, y la ausencia de un
discurso alternativo a la interpretación de los medios
capitalinos, colaboraron a que la violencia generalizada
opacara una protesta que entrañaba un reclamo legítimo
en términos éticos, pero cuestionable en lo económico. En
la medida que se cambie la mirada a las masas y se les
otorgue reconocimiento, representación y respeto, habrá
más posibilidades de disminuir aquella violencia.
Otra explicación más para la cuestión antes
planteada, la hallo además del escepticismo
posmoderno en la falta de pedagogía de parte de
nuestros políticos, intelectuales, comunicadores y en el
repliegue de la izquierda, (esto último no solo evidente en
el Perú y Latinoamérica, sino también en Europa).
Fujimorismo y nacionalismo etnocacerista tienen acogida
en las masas precisamente porque han llenado el espacio
que los intelectuales han abandonado, y me refiero sobre
todo a los intelectuales de izquierda. Por ello, es un error
considerar que detrás de toda manifestación popular
exista una maniobra desestabilizadora de la izquierda para
atentar contra la democracia. Ejemplo de esto es el
frecuente recurso neoliberal de vincular toda
manifestación populista y radical con proyectos de la
izquierda. El resurgimiento de los fundamentalismos
étnicos no implica necesariamente, un proyecto de
izquierda; y de la misma forma, los planteamientos
libertarios de la izquierda no se exponen necesariamente
en términos de violencia social (Zizek 2002:15). En el
panorama actual, más en Latinoamérica y un poco menos
en Europa, la izquierda está en otro lado y no
precisamente en las masas o detrás de toda revolución
popular o nacionalista. Más bien, en su afán conciliador, le
36
hace el juego a la hegemonía demoliberal, renunciando al
antagonismo izquierda/derecha bajo el supuesto de que
tal conflicto político está superado59. La lectura
equivocada de algunos políticos y funcionarios del
oficialismo como Fernando Rospigliosi, veían en las
protestas provincianas un complot de la vieja izquierda
(Patria Roja, Sendero Luminoso), del nacionalismo
etnocacerista y del aprismo. Aunque estos grupos hayan
participado en los acontecimientos del arequipazo , Ilave
y Andahuaylas, no coincido con la opinión de que fueron
los agentes motivadores del levantamiento. El papel que
desempeñaron los grupos antes mencionados (sobre todo
Patria Roja y los etnocaceristas) fue el de magnificar y
organizar la violencia añadida, además de coludirse
indirectamente con el sistema al que deseaban
desestabilizar: los dirigentes de AUPA (Asociación de
Urbanizaciones Populares de Arequipa) y del FACA
(Frente Amplio Cívico de Arequipa) compartían el
escenario con los alcaldes distritales liderados por Juan
Manuel Guillén60. Muchos de los dirigentes del FACA
encabezaron listas para regidores en las elecciones
municipales inmediatamente posteriores al arequipazo .
Fueron satélites que utilizaron la coyuntura del momento
59 la izquierda ha aceptado las coordenadas centrales de lademocracia liberal ( democracia frente a totalitarismo , etc.), yestá tratando de redefinir su (o)posición dentro de este espacio.
) lo primero que hay que hacer es quebrantar sin miedo algunoestos tabúes liberales, aun a riesgo de ser acusado deantidemocrático , totalitario . La hegemonía demoliberal hamanipulado el concepto de totalitarismo descalificando la críticade la izquierda a la democracia liberal que considera a esta últimacomo otra forma de dictadura fascista de derecha. (Zizek2002:13). Chantal Mouffe también se manifiesta en contra de esteconsenso a la manera de Anthony Giddens y la tercera vía .Considera que la hegemonía del neoliberalismo representa unaamenaza para las instituciones democráticas. Los dogmasneoliberales (libre mercado, libertad de expresión y libertadindividual) imperantes en las sociedades demoliberales sonintocables y tienen gran impacto en la izquierda ya que muchospartidos de izquierdas se están desplazando hacia la derecha yredefiniéndose eufemísticamente como centro izquierda . Elconsenso de centro lo que hace es invisibilizar a la izquierda, consu propia anuencia, apareciendo como la única opción políticadentro de la nueva sociedad de la información y desacreditar atodos aquellos que se opongan, calificándolos de conservadores.(2003:23).60 Cuyo papel como líder de la protesta fue, a mi parecer, muycuestionable. Su capacidad de convocatoria fue circunstancial laprotesta lo encontró a él como alcalde ; su estrategia legal fueerrada y no informó completamente a la población sobre lapropiedad de las empresas eléctricas. Pero a la vez, su situaciónfue la más crítica porque en él recayó el liderazgo de la protesta.Un Guillén opuesto a la voluntad popular lo hubiera convertido,probablemente, en el primer alcalde ejecutado del gobierno deToledo, al mejor estilo de Fuente Ovejuna, precursor de lo que lesucedería al de Ilave. Lo destacable es que cumplió su palabra deno participar en la reelección para la alcaldía.
para adquirir notoriedad pero de ninguna manera los
ideólogos o los traductores del sentir popular.
La ausencia de pedagogía política dejó el espacio
abierto para que la desinformación campeara a cual mejor.
A los ojos del ciudadano de a pie, liberalismo,
neoliberalismo y derecha son iguales; la privatización
implica necesariamente desempleo y alza de tarifas o más
empleo y eficiencia empresarial o que el estado es siempre
un mal administrador; y que Lourdes Flores representa el
partido de los ricos así como el etnocacerismo al
verdadero nacionalismo. A los ojos del político
improvisado y del analista miope, las protestas populares
ahuyentan la inversión y deterioran la imagen del país en
el extranjero61, el TLC es la oportunidad de nuestra vida y
Ollanta Humala es un cadáver político . Ante la ineficacia
de nuestros políticos, los intelectuales son los llamados a
discutir sobre los grandes temas nacionales: cultura,
educación y política. De lo contrario, estos se encontrarán
en manos de quienes ignoran por completo la
problemática nacional. Aparte de discutir en las aulas
universitarias, congresos y seminarios o a través de blogs,
deben presentarse al ciudadano de a pie posicionándose
en los medios sin importar su filiación ideológica.
Comparten una responsabilidad social con la sociedad civil
y los medios de comunicación, pero en vano esperamos
que los medios inicien esta pedagogía. Bajo el argumento
de la irrestricta libertad de expresión entendida como la
capacidad del medio para emitir los contenidos que
considere correctos y del televidente para elegir qué ver o
qué no ver, la pobreza informativa estará más que
asegurada62. Argumentarán que la intervención de la
61 La turbulencia social espanta muy poco a los mercadosinternacionales. Prueba de ello es que el riesgo país ha seguidobajando inexorablemente al mismo tiempo que ha subido elnúmero de incidentes sociales ( ) los conflictos sociales no ponenen riesgo la capacidad del Estado peruano de atender su deudapública ( ) gracias al crecimiento de los ingresos fiscales, estacapacidad viene mejorando . (Arbe 2005: 23). La cuestiónprincipal es si las empresas que van a invertir en el Perú estándispuestas a invertir paralelamente en proyectos de bienestarsocial que incluyan campañas de información sobre los beneficiosa la población de las regiones donde se instalarán. Mientras no seden cambios en la mentalidad de la población, producto de lainformación adecuada, y del modo en que el Estado se relacionacon la población rural, los proyectos de inversión seránobstaculizados por conflictos sociales.62 El responsable de que el cerdo se alimente de basura es quien loalimenta y no el cerdo; los responsables de que el grueso de lapoblación sea adicta al consumo de televisión basura son losmedios de comunicación que asumen un rol netamenteempresarial y poco o nada social. El argumento de la libertad deelección y de expresión que sustentan es endeble porque, en lasituación de desinformación y analfabetismo político-cultural enla que está sumergida gran parte de la población, es irrisorio
37
sociedad civil para regular los contenidos televisivos se
convertirá en un grave atentado contra la libertad de
información y, por extensión, contra la democracia63.
Esclarecer si la televisión es verdaderamente democrática
en el Perú no es el objetivo de esta investigación, pero
¿cómo podría serlo cuando la mayoría de ciudadanos
están condenados a sintonizar canales que no incluyen a la
cultura en su agenda debido a su escasa rentabilidad y
cada vez más televidentes tienen que pagar televisión por
cable para acceder a contenidos de mayor calidad? No
puedo creer en una televisión democrática donde se
ponen límites al ejercicio de la soberanía del pueblo
(Mouffe 2003:22) y donde los intereses privados de las
corporaciones, la mayor de las veces, no coinciden con los
de la sociedad civil, sino que los medios de comunicación
diseñan la agenda que la sociedad debe seguir64.
Afán de protagonismo, pertenencia a una élite,
consolidación de un espacio de influencia y poder son
vicios de los que adolecen algunos intelectuales que en
nuestro país entienden el ejercicio de la crítica política y
cultural como erudición exhibicionista a medio camino
entre el oscurantismo teórico y la discusión masmediática
de banalidades cortoplacistas. Al menos ocurre así en la
disciplina de la cual provengo: Los estudios literarios se
han vuelto acríticos en su gran mayoría porque se han
preocupado [los investigadores] en obtener su estatuto
académico propio, en mantener sus espacios
corporativos (Huamán 2007). Todo ello deriva en una
actitud egoísta e indiferente respecto a los asuntos que
pensar que será la misma sociedad la que se autorreguleconfiando en su capacidad de elección. ¿De dónde elegir cuandola parrilla televisiva no brinda variedad de opciones? Con estetipo de oferta la elección se reduce exceptuando al canal delestado simplemente a cambiar de canal pero no de contenidos.Deseo resaltar que no avalo la intervención del gobierno, sinembargo, soy de la opinión que para que la televisión seademocrática en el Perú, esta debe ser intervenida por el estado yla sociedad civil para asegurar contenidos mínimos de interésgeneral y de ninguna manera para censurar la información.63 Uno de los éxitos de la globalización ha sido, justamente,transnacionalizar la idea de que la democracia liberal es el únicoorden político correcto y que toda crítica a este sistema sea vistacomo una amenaza totalitaria (Zizek 2002:14)64 Recordemos la campaña presidencial: las encuestadorasdirigieron la intención de voto desapareciendo de la escena a loscandidatos menos comerciales, por no decir rentables. El declivede Lourdes Flores ya era notorio hacia mediados de enero de2006 pero los medios y las encuestadoras la inflaron hasta laquincena de marzo cuando ya era evidente que García habíapasado al segundo lugar de preferencias. Otro punto apartemerece la campaña de la gran mayoría de medios en contra deOllanta Humala quien debe estar muy agradecido a Rosa MaríaPalacios, Cecilia Valenzuela y Aldo Mariátegui por la coberturagratuita que le concedieron. César Hildebrandt prefirió salir de latelevisión antes que aunarse a esta campaña.
debieran ser cuestionados, situación manifiesta en la
complicidad ideológica de quienes ocupan un lugar
privilegiado en el circuito cultural.
En este sentido, ¿cuál es el rol de los intelectuales
en el Perú? propiciar un diálogo con el ciudadano común y
corriente, ya que el error de muchos fue, precisamente,
alejar su discurso al oscurecerlo con tecnicismos y
especulaciones abstractas; y sobre todo, asumir una
actitud crítica frente al poder. La fórmula es simple:
demandas populares insatisfechas más menosprecio o
ninguneo a las masas igual violencia generalizada. ¿Cómo
podemos exigirles que sean críticas o que estén alertas
ante la amenaza del chavismo ante un Estado inútil y
ausente, con líderes que no cuestionan el poder sino que lo
sostienen y sin la orientación de los que podrían decir algo
consistente? La plaza Francia entre las siete y las diez de la
noche congrega a espontáneos polemistas que publican
sus textos y los ofrecen en fotocopias a los asistentes y a un
público ávido de que le expliquen cosas como ¿si todo
está muy bien por qué yo estoy tan mal? , o si los judíos y
chilenos se están adueñando del Perú. Los textos que
circulan allí serán tendenciosos, faltos de rigor académico,
apócrifos y hasta plagiados, pero no podemos negar que
influyen en ese ciudadano que no encuentra respuestas en
quien se las debería dar. Salvando las distancias, aquellos
improvisados expositores convocan un reducido pero
selecto auditorio que participa, replica, corrige y se
enriquece con el aporte de los que matices más, matices
menos saben algo de lo que dicen. ¡Ya quisiera tener ese
público o esos compañeros en mis aulas!
La intención que ha guiado este ensayo ha sido
articular la crítica a la democracia liberal con el análisis
del arequipazo , con el fin de desarrollar la tesis de que
las luchas políticas adoptan la forma de reivindicaciones
culturales como respuesta a la globalización de la
democracia liberal, proceso que pretende la consolidación
de un sistema que es tomado como un fin, mas no como
un medio para gobernar una sociedad que pudiera no
estar lista para ello al no haber concluido su inserción en
la modernidad. En consecuencia, se agravan los conflictos
interculturales al interior de una sociedad. Otro objetivo
ha sido analizar las lecturas que suscitó el arequipazo
desde Lima, entendido como un discurso antimoderno y
políticamente incorrecto; y explicar la responsabilidad de
los intelectuales de izquierda en el auge de los discursos
38
neopopulistas y neoconservadores debido a su retiro de la
esfera política pública.
Las miradas que desde el centro se imponen hacia
los márgenes terminan por determinar estructuras fijas
que dificultan el reconocimiento del discurso del otro y la
transmisión del discurso propio cuando dichas estructuras
se entronizan en los imaginarios sociales. En la medida
que se cambie la mirada a las masas y se les otorgue
reconocimiento, representación y respeto, habrá más
posibilidades de disminuir aquella violencia en el futuro.
¿Cuál es el futuro de la democracia liberal?
Sintetizo las propuestas de Noam Chomsky y Chantal
Mouffe: volver a las raíces del liberalismo clásico que poco
tenía que ver con el neoliberalismo que superpone lo
económico a lo político; abandonar el pluralismo extremo
que impide reconocer las diferencias que se construyen
como relaciones de subordinación que deberían ser
cuestionadas por una política democrática radical, en aras
de un pluralismo que reconozca la lucha de una
multiplicidad de grupos por la afirmación de sus derechos,
ya que las reivindicaciones sociales que hoy en día
defendemos, fueron construidas sobre la base de la
exclusión o subordinación de otros a reclamos legítimos.
Para ello, el liberalismo debe dejar la posta a la una
versión de socialismo contemporáneo con el cual, en sus
inicios, tenía más afinidades que con el capitalismo y el
neoliberalismo actuales; es decir, construir un liberalismo
desde la izquierda.
BIBLIOGRAFÍA
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ZIZEK, Slavoj2002 ¿Quién dijo totalitarismo? Cinco tesis
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39
I. EL ROMANTICISMO EUROPEO
El romanticismo es una de las literaturas más amplias y
ricas del mundo y por eso mismo, compleja; sobre todo en
su definición. Que el nacimiento oficial del romanticismo
se da en Alemania a fines del siglo XVIII hasta mediados
del XIX, y que surge en oposición la neoclasicismo
enalteciendo los sentimientos de libertad y pasión, y
célebres nombres como, Schlegel, Novalis, Víctor Hugo,
Goethe lo representan, es cosa consabida, y nada nos dicen
de su ser como ideario o corriente.
Los sentimientos románticos tenían contacto con
tantos otros sentimientos, y había tanta filosofía, ciencia y
política y a la par, paganismo y cristianismo en lo
romántico, que era cada vez más difícil identificarlo.
Hubo un momento en el mundo que todo era romántico, y
entonces se llegó a la conclusión de que lo romántico, por
definir tanto, no definía nada. Los críticos confesaron que
no sabían lo qué era. ¿Qué en común podrían tener
Hölderlin, que era romántico, con Espronceda, que
también lo era?
Como se observará es difícil atribuir al
romanticismo una unidad intencional o significativa; es
más, pareciera que su naturaleza se opone a esos intentos
de codificación. No es posible reconocerlo por la ideología
ni por la unidad intencional sino sólo por su carácter,
predominantemente apasionado, lo romántico no se
delata por la forma exterior, sino por la interior, o sea por
el movimiento ( ) por la entrega sin disculpas y sin
reservas al volcán interior, al Sturm und Drang [tormenta
y pasión] del espíritu (Cirlot 1949:350)
Enrique de Gandia (1946) ha buscado en los
orígenes del romanticismo aquello que lo defina, el crítico
argentino sostiene que lo romántico se da con los
elementos de los antiguos romances, pero romance no en
el significado del latín que se refiere al nombre de la
lengua, sino en el sentido popular: historia, relato, que en
actualidad equivaldría a lo novelesco, sin embargo estos
elementos no son en sí mismo románticos sino hasta que
sean expresados en un estilo y gesto románticos, de no ser
así estos elementos amor, muerte, heroísmo- podrían ser
clásicos, realistas, naturalistas, etc. Y para de Gandia esto
del gesto romántico no es otra cosa que el carácter de las
antiguas novelas de caballería, En otras palabras lo
romántico es lo que tiene un viejo gesto Español (...) que
se habría formado en su historia. Durante ocho siglos
España se halló en lucha contra los moros. Esta cruzada
creó en ellos, antes que en ningún otro país, el sentido de
lo nacional y del nacionalismo (Ibit, 24). Es decir, en
España lo romántico era una realidad histórica, los
hombres vivían diariamente lo novelesco, y en ese sentido
afirma De Gandia que hay un romanticismo histórico
vivido y un romanticismo literario, de evocación.
No ha de ser una novedad que el sentido de lo
romántico en la actualidad ha devenido devaluado y
semánticamente también está maltratado, hoy hay dos
acepciones distintas, en terrenos distintos, de lo
romántico, que desgraciadamente suelen confundirse: lo
romántico que define un ismo, un estilo literario y
artístico, con características forjadas y definidas más
forjadas que definidas- por las plumas de los estudios y
críticos, por lo tanto su definición es académica. Y otro,
derivado los bordes significativos del anterior, es decir de
lo que superficialmente significa; esta segunda acepción se
ubica en el terreno de lo cotidiano, por lo tanto su
significación es variada y ambigua, puede referirse a lo
iluso o idealista, así como se refiere al que está enamorado
o también a lo que no es práctico. Y por un efecto bumerán
este sentido ya ultrajado ha regresado a su original y le ha
dado en la cabeza, desestabilizándolo.
Si en Europa el romanticismo fue considerado
como el florecimiento de fin de época, de evocación de las
grandes revoluciones y de tiempos pretéritos, en franca
rebeldía con el presente y el orden social de hegemonía
burguesa imperante. En el Perú no fue así, como es
sabido, aquí el romanticismo surge tardíamente (1840),
cuando el fervor ver la patria liberada estaba apagándose,
quizá porque prontamente después de 1821 (declaración
de la independencia) la gran mayoría de los peruanos no
se sentía liberado ni independiente. Mientras aquí
aparecía el romanticismo, en Europa llegaba a su fin.
II. LO ROMÁNTICO, MARIANO MELGAR
En nuestra literatura Mariano Melgar está
considerado como el precursor del romanticismo y,
además, por José Carlos Mariátegui, como el primer
momento peruano de esta literatura (1981:267), lo que
Significado del romanticismo en el PerúJorge Monteza Arredondo
Universidad Nacional de San Agustín
40
equivaldría a sostener que la literatura peruana nace
romántica y además arequipeña. Melgar es por excelencia
un romántico, y no sólo de obra sino también en vida, la
suya fue una vida novelesca con gesto romántico en el
sentido que De Gandia refiere: Melgar fue el poeta y joven
patriota que murió heroicamente en el campo de batalla
buscando ver la patria liberada. Amante apasionado que se
rebeló contra todo lo que se opusiera a su amor, a su amor
imposible y que abandonó una prominente carrera en el
sacerdocio y luego en la jurisprudencia por delirios de
amor, y buscó sus remedios volcando su pasión a la patria
para defenderla y liberarla, pero sobre todo escribió poesía
amorosa, y patriota. El preclaro e intelectual precoz había
tomado la cruz, la espada y la pluma antes de morir
prematuramente por esos ideales; así como el caballero
medieval cuyo lema de vida era defender tres cosas sobre
todas las cosas: mi Dios, mi patria y mi dama por las que
se vivía y también se moría. De ese espíritu, como sostiene
De Gandia, proviene el romanticismo, es decir a lo que él
llama el romanticismo vivido. Pero De Gandia no observa
que esa actitud, ese espíritu no puede ser considerado un
ismo, corriente o escuela, porque un ismo se refiere más
bien, a un determinado estilo que predomina en una
época, con una tendencia del pensamiento y la cultura de
manera colectiva, o sea, es esa actitud o espíritu refractado
en una manifestación cultural como el arte y la literatura
(en forma colectiva). Es decir, lo caballeros medievales
eran auténticos románticos, pero ellos no formaban una
corriente que podamos llamar romanticismo -aunque la
vida del caballero era romántica- porque sus andanzas no
se expresaba en un producto literario de estilo romántico;
las novelas de caballería, llenas de hazañas fabulosas son
más maravillosas que románticas. Así como tampoco
podemos llamar representante del romanticismo a Melgar
-aunque sus poemas sean románticos-, porque esa
expresión no era colectiva. Así, a Melgar o su obra se ha
dado en llamarlos pre-romanticismo, lo cual por supuesto
tampoco es un ismo, sino sólo un distintivo temporal. Sin
embargo, el significado y valor de Melgar radican en esa
actitud romántica y en su signo de precursor.
Suele ocurrir, y es normal en la literatura, que una
gran obra provoque en el lector conocer al autor, y con
esto los pormenores de su vida, es un natural pero siempre
secundario deseo. En el caso de Melgar fue al revés. Fue
su vida o mejor dicho su muerte, el término de una vida
intensa, que incentivó en la época la lectura de su poesía.
Hacia 1827 se publica Carta a Silvia, desde entonces
abundaron las publicaciones en revistas, periódicos y
antologías con bastante buena acogida, al parecer más por
saber qué y cómo escribía el héroe. En 1865, Manuel
Moscoso Melgar sobrino de Mariano presenta el libro
Poesías de Don Mariano Melgar; el motivo, según el
propio Manuel Moscoso, recordar el cincuentenario del
fusilamiento del poeta (Poesía completa, M.M., 1997). El
libro, considerado por la crítica como la edición oficial de
la poesía melgariana, aparece con una biografía del poeta,
también la primera biografía, Y es que en Melgar fue más
determinante el elemento prosaico que el lírico en el
sentido que el influjo histórico e incluso mítico, en suma
eso novelesco de su vida más que su obra poética
admitámoslo-, le forjó su sitial en la literatura peruana. En
general, la crítica no fue muy generosa con su poesía hasta
el famoso ensayo de José Carlos Mariátegui que encuentra
en los yaravíes de Melgar la primera manifestación de una
literatura auténticamente mestiza. Y después de
Mariátegui, esto ha sido reafirmado repetidas veces por la
crítica, sin olvidar que Mariátegui se estaba refiriendo a un
valor histórico de los yaravíes, puesto el proyecto de
Mariátegui más que rescatarlos literariamente, era el de
construir una nación y tomó lo que más auténticamente
mestizo le pareció.
Ciertamente no se puede negar el carácter
precursor de Melgar. Para Luis Alberto Sánchez de
acuerdo con Mariátegui en que los yaravíes son la primera
expresión mestiza literaria en el Perú , Melgar es el
primer poeta republicano y romántico del Perú, pero
además, dice L. A. Sánchez, que con Melgar aparece por
primera vez en nuestra literatura la mujer: Antes de
Melgar, es decir, antes de Silvia ¿cuál fue el nombre que
recogiera la historia literaria ? ( ) El primero en
nombrar al objeto de sus ensueños con un nombre real,
aunque siempre artificioso, fue Melgar (1981: 756). Por
otro lado Jorge Cornejo Polar observó que el tema de la
naturaleza, propio del romanticismo, aparece también por
primera vez en al poesía de Melgar.
Bueno, digamos que en toda historia literaria no
faltan escritores que tiene un lugar que no se justifica con
el valor intrínseco de la obra, es el caso de la poesía de
Melgar, cuyo sitial radica más bien en su carácter
inaugural, que no es pequeña cosa sino un punto
indispensable en todo proceso literario. Pero mejor
defensa hace el mismo Luis Alberto Sánchez. Si se insiste
en menospreciar al poeta por imperfecto, se comete craso
error. Cualquiera fuese su torpeza expresiva, le salva su
valentía temática. Él rompe las trabas coloniales. Exalta a
la mujer. Se entrega a la patria (1981: 766)
41
III. EL ROMANTICISMO EN EL PERÚ
Si bien, como sostiene Cirlot (1949), no es posible
reconocer el romanticismo por la ideología ni por la
unidad intencional, sino sólo por su carácter, no por su
forma exterior sino por la interior, y aunque algunos
críticos han llegado ha dudar la existencia del
romanticismo en el Perú y este ensayo observa la duda .
No se puede negar el carácter y tema románticos que se ha
experimentado en las letras peruanas con la obra de
Mariano Melgar, pero como ya se mencionó esta
experiencia está fuera de constituirse en un ismo por dos
razones; una cronológica, que no era determinante; y otra
es que Melgar fue una isla en la inclinación temática de su
obra, no tuvo seguidores inmediatos, y esta sí era
determinante.
José Miguel Oviedo ha dicho del romanticismo
peruano que fue tardío y endeble: casi todo lo que
produjo, en el campo de la poesía, el drama y la novela
bien pueden permanecer olvidado, sin que perdamos
mayor cosa, a excepción de Ricardo Palma (1997:117),
que sin duda es la mejor expresión literaria de esta época
que llamamos romanticismo y sin embargo Palma es el
que menos se parece y se ajusta al romanticismo.
Y es que el nuestro no sólo fue tardío sino también
pasivo y hasta incoherente. Los románticos peruanos
repitieron temas y formas de los maestros franceses y
españoles, naturalmente con algunas predilecciones
temática, al decir de Jorge Cornejo Polar Desolación,
soledad, incomprensión, desengaño y muerte aparecen
constantemente. Este sistema expresivo es especialmente
visible en al poesía de inspiración intimista, confesional,
amatoria, que es, por cierto la que predominó en el
romanticismo peruano (1980:33); por supuesto esta
imitación pasiva no implicaba el nivel.
Mientras que el carácter del romanticismo en
Europa estuvo marcado por una actitud de rebeldía y
retorno al pasado. Fundían el ímpetu literario con el credo
político. Cuando la burguesía ocupó el lugar dominante
en al sociedad, y cuando su vida no se exaltaba ya con el
fuego de la lucha emancipadora, entonces el arte nuevo no
tuvo otra tarea que idealizar la negación del orden burgués
de la vida. El arte romántico fue, precisamente esta
idealización (Plejanov, en L. A. Sánchez. 1981: 928)
Mientras que Europa el romanticismo se rebelaba contra
el modo de vida burgués, aquí los escritores románticos
representaban el orden burgués produciendo un
romanticismo de alcoba. En La bohemia de mi tiempo
Palma insiste en el generoso mecenazgo público y en la
rapidez con la que alcanzaron posiciones privilegiadas en
la diplomacia, la política, la administración del Estado
(En Cornejo Polar. 31). Ciertamente nuestra realidad es
diferente a la europea, y tiene que serlo, pero la opción
temática y actitud de nuestro romanticismo parece un
tanto incomprensible e incoherente entre la relación de lo
que le tocó vivir y el carácter del romanticismo. Aunque ya
Alejandro Losada ha observado esta situación y arguye
que nuestra generación romántica estuvo determinada por
una ambigua relación simultánea con la modernidad
europea y un público nacional tradicional que pretendía.
ponerse a tono con la época pero manteniendo al mismo
tiempo una estructura social y un comportamiento
coloniales (En Cornejo Polar: 31). En esta época se perdió
las posibilidades que había abierto Mariano Melgar, y que
tanta falta hacía, principalmente en la incorporación de
elementos y formas culturales indígenas a la literatura
culta. Si Melgar con su carácter precursor pagó su derecho
de piso en la historia de la literatura, cabría preguntarse si
los escritores románticos, excepto Palma y tal vez
Salaverry, merecen ser salvos; es cosa que todavía hay que
pensar. Este es un período fracturado y no sólo
cronológica, sino, lo que es más grave, culturalmente
debido a que no hubo una continuidad en la búsqueda de
un mestizaje cultural en la literatura, que por derecho y
definición esa exploración le tocaba al romanticismo y así
su rasgo particular estaría ajustado y en coherencia con
nuestra realidad cultural. Es por eso que no alcanzamos en
rigor a un romanticismo peruano sino sólo a lo romántico
en el Perú.
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42
La recuperación pública de la memoria constituye
una tarea política fundamental, perteneciente a lo que los
politólogos llaman procesos de justicia transicional. Este
concepto alude a los proyectos de reconstrucción
institucional que deciden afrontar las sociedades que han
padecido regímenes dictatoriales o períodos largos de
violencia interna. El esclarecimiento de la tragedia vivida,
la asignación de responsabilidades a los que perpetraron o
avalaron crímenes contra la vida y la libertad, la
reparación de las víctimas constituyen condiciones ético
políticas necesarias para la puesta en marcha de una
genuina transición democrática. Una sociedad que ha
recuperado la vigencia de la legalidad tiene que
comprometerse con la tarea de generar las políticas
sociales y las reformas institucionales que impidan que las
situaciones de conflicto armado o la suspensión del orden
constitucional puedan reproducirse. Como puede
apreciarse, la política que se plantea en contextos
transicionales no es corriente , pues introduce la
discontinuidad en el curso de la discusión y el diseño de la
política pública: plantea la revisión de la historia y
promueve la acción judicial sobre los casos en los que se
han lesionado tanto los derechos básicos de los
ciudadanos como los principios del propio Estado de
Derecho.
Es cierto que la puesta en marcha del proyecto de
justicia transicional es una opción que una sociedad
asume en la persona de sus ciudadanos y autoridades. No
todos los países que han afrontado transiciones
democráticas han conformado comisiones de la verdad o
han procesado a quienes han delinquido desde el poder.
España es el caso más conocido. Transcurridos cuarenta
años desde la Guerra Civil y muerto Franco, las fuerzas
políticas que acordaron el retorno al régimen
constitucional consideraron conveniente no hurgar en el
pasado para sancionar los crímenes de guerra. En diversos
países de Latinoamérica se han aprobado desde el poder
leyes de punto final e incluso medidas de amnistía
que archivaron investigaciones judiciales y dejaron
cerradas las fosas comunes. No han faltado autoridades
políticas y religiosas que han abogado por no reabrir
viejas heridas , y dejar las cosas como están. Debo decir
que no creo que estas políticas de silencio hayan
conseguido ahogar el anhelo de memoria que
experimentan las víctimas, aquellas personas que aun
quieren saber qué pasó con sus familiares desaparecidos,
aquellos que no encontrarán la paz a menos que sus
verdugos puedan ser castigados con todo el peso de la ley.
Considero que este anhelo de memoria no sólo está
presente en las víctimas directas de la violencia y la
exclusión; un sector importante de la ciudadanía todavía
invoca la reconstrucción de esa historia trágica. Por
ejemplo, son tantos los libros y películas que en España se
han producido para narrar bajo diversas perspectivas la
dictadura franquista y la Guerra Civil que cuesta creer que
a los ciudadanos españoles les es suficiente voltear la
página para construir una sociedad estable y civilizada.
Allí donde el sistema político y el Estado han preferido el
olvido como condición para la transición, comienzan a
abrirse espacios sociales diversos para el trabajo del
recuerdo.
El mayor adversario de la memoria de la violencia
no es el olvido. Paul Ricoeur y Tzvetan Todorov han
afirmado con agudeza que la memoria es un proceso
selectivo, que procura distinguir qué recuerdos son
relevantes para el ejercicio de la justicia, en contraste con
aquellas imágenes del pasado que pueden ser finalmente
olvidadas por los miembros de la comunidad65. Recordar
tiene sentido desde un punto de vista ético político
cuando el ejercicio de la rememoración se pone al servicio
de la construcción del presente. La alétheia el des-
cubrimiento de aquello que permanecía oculto o
65 Cfr. Todorov, Tzvetan Los abusos de la memoria Barcelona,Paidós 2000; Ricoeur, Paul El olvido en el horizonte de laprescripción en: Academia Universal de las Culturas ¿Por Quérecordar? Barcelona, Granica 2002 pp. 73 -80.
Transición política y recuperación pública de lamemoria
Gonzalo Gamio Gehri
Pontificia Universidad Católica del Perú
43
intencionalmente reprimido está vinculada al
discernimiento práctico. Ambos autores nos han
recordado la descripción borgiana de Funes el memorioso,
aquel inquietante personaje incapaz de olvidar. El
auténtico enemigo de la memoria es su supresión o control
bajo la forma de una historia oficial. Se trata de una
historia que se construye desde arriba por encargo de las
autoridades en ejercicio el poder o de sectores influyentes
en la sociedad. Una historia en la que los crímenes de lesa
humanidad no figuran como hechos relevantes, que
merecería la pena que fuesen conocidos por los
ciudadanos. Una historia que prescinde de la mirada y la
voz de las víctimas. Una historia sin desaparecidos ni fosas
comunes.
Es un hecho conocido que los regímenes
totalitarios se han esforzado por escribir historias de esta
clase, compuestas a imagen y semejanza de la voluntad de
sus dirigentes. Hemos visto las fotos de Stalin alteradas
para que no figure a su lado un antiguo camarada caído
en desgracia , sabemos de las declaraciones de los
generales nazis que negaban en su momento la existencia
de los campos de concentración. El control del pasado
basado en el recurso a la represión o la fuerza constituye
un poderoso instrumento contra la justicia. En nuestro
medio, cuando la CVR reveló que según las proyecciones
estadísticas que manejaba la cifra de muertos y
desaparecidos ascendía a 69,280 personas, diversos
actores políticos y periodistas insistieron en afirmar que la
Comisión había inflado aquel número, dado que hasta
aquel momento, las cifras que las instancias del gobierno
consideraban no superaban la mitad de esa cantidad.
Hasta hace muy poco, uno de los temas recurrentes en la
campaña mediática en contra de la CVR ha sido el
cuestionamiento de la cifra de muertos y desaparecidos.
Incluso un congresista conservador hoy miembro del
Consejo de Ministros llegó a exigir que, si la Comisión
pretendía que dicha cifra fuese creíble, debía adjuntar una
lista con los nombres y el DNI de las víctimas. En un país
en donde casi dos millones de personas son
indocumentados, ya sea porque el Estado no llega a los
lugares que habitan o porque se carece de dinero para
tramitar el DNI, tales declaraciones ponen de manifiesto
la absoluta ignorancia de su autor, o su evidente cinismo.
Hoy ese mismo político tradicionalista - que
lamentablemente actúa como brazo político del sector más
medievalizado de la Iglesia - muestra nuevamente su
insensibilidad moral bautizando un Pisco como "7.9", en
alusión directa al terremoto que destruyó parte del
Departamento de Ica. Uno se pregunta seriamente si
quienes suscriben esta posición consideran que sería
menos escandaloso el hecho que la cifra de muertos y
desaparecidos ascendiese a 35 mil personas. Lo que queda
claro es que el desafío de los defensores de los Derechos
Humanos ya no consiste solamente en demostrar que
miles de personas fueron sometidos a tortura o
asesinados, sino que nacieron alguna vez, formaron una
familia, tuvieron una vida.
La composición de una historia oficial constituye
una evidente usurpación de la potestad de los ciudadanos
de reconstruir la memoria histórica. La recuperación de la
memoria es una tarea pública, vinculada no solamente al
reconocimiento de la injusticia y al descubrimiento de la
verdad acerca de la violencia sufrida; también constituye
un elemento fundamental en la construcción de las
identidades colectivas66. Lo que somos como comunidad
política es en parte lo que hemos hecho con nuestras
instituciones y con nuestros conciudadanos (y lo que
hemos dejado que suceda con ellos). El trabajo de la
memoria puede convertirse a menudo en una operación
dolorosa, puesto que puede re-velar aquello que pudimos
hacer desde el lugar que ocupábamos en la sociedad
para evitar que otros conciudadanos sufrieran violencia o
exclusión. Cuando el propósito de la recuperación de la
memoria es la reparación de la injusticia, la primera voz
que debe ser escuchada es la de la víctima. Se trata de
generar espacios de comunicación en los que la víctima
pueda relatar lo que vivió y denunciar a sus agresores.
Paul Ricoeur ha señalado que lo que el testimonio de una
víctima quiere dejar en claro es aquello existió : no se
trata de una ficción creada por sectores sociales y políticos
deseosos de poder. El daño sufrido ha dejado una huella
que puede ser percibida, y esa imagen del pasado vivido
presente como huella puede convertirse en objeto de una
narración67.
66 Garretón, Manuel A. Reparación y construcción de la memoriahistórica en: Cuellar Martínez, Roberto y otros Democracia yderechos humanos en el Perú: del reconocimiento a la acciónLima, PUCP 2005 pp. 35 -38.67 Ricoeur, Paul Definición de la memoria desde un punto devista filosófico en: Academia Universal de las Culturas ¿Por Quérecordar? Op.cit., p. 26.
44
Ricoeur señala asimismo que con la aseveración
aquello existió corazón del relato de la víctima el
agente quiere decir fundamentalmente son tres cosas:
primero, yo estuve allí . En ese sentido, el relato
pretende verdad, en el sentido lato de fidelidad con la
experiencia vivida. En segunda instancia, a través del
testimonio la víctima esta formulación se torna
imperativa, nos dice créeme , invoca que su interlocutor
en el caso de las comisiones de la verdad, la ciudadanía,
la opinión pública se fíe de su palabra, confíe en la
veracidad del relato, y asuma la disposición a ponerse en
su lugar. Finalmente, nos exhorta a contrastar su
testimonio con el de otros: si no me crees, pregúntale a
otros . La palabra de otros puede dar fe de lo que
realmente la víctima ha tenido que afrontar. Lo que se
busca es que el relato pueda ser corroborado o
confrontado por el testimonio de otras víctimas, por
testigos oculares, o incluso por la propia palabra de los
perpetradores. Como es sabido, la CVR llegó a recabar casi
17 mil testimonios, visitando zonas andinas y selváticas a
las que no llegaban las dependencias del Estado, para
entrevistar a campesinos y comuneros que no habían sido
acogidos por las autoridades civiles y militares cuando
habían intentado denunciar la pérdida de sus familiares, o
el abuso o la desidia de quienes ejercían funciones de
Estado y prefirieron mirar a otro lado cuando se
vulneraban sus derechos fundamentales.
Escuchar y contrastar el testimonio de las víctimas
constituyen las primeras acciones conducentes a la
restitución de su condición de ciudadano, proceso que se
cumple con la sanción de los culpables, con la reparación
de la víctima, y con la construcción de una historia más
amplia que contribuya a esclarecer el proceso de violencia
vivido. Dar prioridad a la perspectiva de las víctimas en el
discernimiento cívico de la memoria reincorpora a quienes
han sufrido en los escenarios de la esfera pública, el
espacio de aparición de lo distintivamente humano
según el juicio de Hannah Arendt68. La víctima comparte y
confronta su testimonio con quienes pueden reconocerse a
sí mismos en su historia y asumir la defensa de sus
derechos. Mientras las historias oficiales condenan a las
víctimas a la invisibilidad y a la insignificancia social y
política, la recuperación pública de la memoria procura
68 Cfr. Arendt, Hannah La condición humana Madrid, Séix Barral1976 p. 262.
devolverles al lugar que les corresponde en la comunidad
como personas y ciudadanos. El entramado hermenéutico
de testimonios e interpretaciones de las experiencias de la
violencia - que es en sí mismo valioso para la reflexión y la
acción política tiene que insertarse en una narrativa
mayor, la del proceso histórico del conflicto armado
vivido, que pretende hacer explícitas las posibles causas y
las secuelas de aquella época de terror y represión.
Tampoco esta narrativa mayor deja de ser una
urdimbre de interpretaciones. El Informe Final de la CVR
no pretende constituirse en la explicación última del
proceso de violencia interna. Esto es necesario señalarlo,
dado que muchos de sus objetores académicos en su
mayoría periodistas formados en canteras tradicionalistas
han sugerido que los Comisionados han elaborado un
documento diseñado desde el paradigma de una
presuntamente incuestionada objetividad científica . El
Informe Final constituye una investigación
multidisciplinaria que ofrece a la sociedad peruana en
sus propias palabras un relato fidedigno, éticamente
articulado, científicamente respaldado, contrastado
intersubjetivamente, hilvanado en términos narrativos,
afectivamente concernido y perfectible, sobre lo ocurrido
en el país en los veinte años considerados por su
mandato 69. Es en este sentido que el texto pretende
verdad . El Informe fue presentado a la ciudadanía y a los
poderes del Estado para ser estudiado, discutido y
reformulado, si cabe hacerlo. Podríamos decir que el
documento más que pronunciar la palabra final sobre la
tragedia que describe y examina, pretende en todo caso
pronunciar una palabra primera en el contexto del
diálogo público que tendríamos que generar acerca de lo
que sucedió con nuestros compatriotas, muchas veces con
la complicidad de nuestro silencio o de nuestra
indiferencia. Es preciso señalar que el debate sobre el
Informe Final sigue pendiente, pues sólo algunas
instituciones de la sociedad civil algunas universidades,
ciertas comunidades religiosas han asumido esta tarea.
Ante el silencio mayoritario de nuestra autodenominada
clase política , corresponde a los propios ciudadanos
los primeros actores políticos en una democracia poner
en marcha el trabajo público de la memoria.
69 CVR, Informe Final de la Comisión de la Verdad y laReconciliación Tomo I, Lima UNMSM PUCP 2004 p. 56.
45
No me acuerdo haber escrito por mi gustosino un papelillo que llaman El sueño
Sor Juana Inés de la Cruz
0. PALABRAS PRELIMINARES
Hay en la literatura hispanoamericana una
tradición poética que rebasa las fronteras de lo que
Mariátegui llama etapa colonial, es decir, el proceso de
una auténtica literatura, madura, singular, original. Hay
también excepciones mayores en las que la poesía de las
colonias se sitúa de igual a igual (algo no muy frecuente) a
competir en el siglo XVII, siglo del Renacimiento y del
Barroquismo, con los grandes nombres de la metrópoli
española: Calderón, Góngora. Y lo extraordinario de esta
circunstancia es el que nuestra poetisa estudiada se
convierte no solo en ideario de la intelectualidad de la
época, sino, de todas las épocas.
La literatura creada por Sor Juana Inés de la Cruz
es considerada la más alta en tres siglos de la Nueva
España. Hay que considerar que Sor Juana vivió en un
tiempo que no era adecuado para que una mujer
extendiera su vocación por el estudio; pero no solo es esa
exquisitez la de Sor Juana la que nos sorprende, sino que
precisamente ése fuera el móvil que acrecentara su
esfuerzo por la comprensión y el entendimiento del
mundo.
El producto de toda esta situación: un arte
depurado y perfecto. El poema Primero Sueño, puede
considerarse su obra más alta y estar al lado de las de
Góngora(Al que supuestamente imitó) y Calderón.
Además debemos entender el impulso de la creación
poética: Entenderlo todo, conocerlo todo, por medio de lo
objetivo y lo subjetivo, de los ojos y la fantasía, del cuerpo
y el alma. Una grandiosa pieza que exige a sus lectores una
destreza sobre el conocimiento cultural de esa época, vale
decir la filosofía, la literatura, además de la ciencia.
En el presente trabajo, trataremos de abordar
algunos puntos, como propuesta para el debate y la
reflexión, para el mejor entendimiento del poema Primero
sueño, por lo que basaremos nuestra aproximación
interpretativa en los estudios teóricos que han
desarrollado sobre este poema, Octavio Paz, Georgina
Sabat, Antonio Alatorre, Jorge Checa, quienes han
desarrollado trabajos sobre distintos temas como la
mitología, el feminismo, las alegorías, el estilo barroco,
entre otros. Y nos apoyaremos en el análisis textual
entendiendo al texto como un tejido de textos, voces, como
lo entiende muy bien José E. Martínez Fernández70 Como
estudioso de la poesía contemporánea no he dejado de
observar su intensa intertertextualidad, explícita o difusa,
que integra en el tejido textual otras voces que hacen del
texto un cuerpo abierto, tarea a veces de una abundante
copia de citas que el estudio de la intertextualidad en la
poesía española es capaz de ofrecer pautas de
investigación, de evidenciar distintos objetivos poéticos,
caracterizar épocas, momentos ésta es la razón de mi
trabajo: explicarme a mí mismo y, si es posible, a los
demás la razón de la profusa e intensa intertextualidad
de la poesía española contemporánea .
Notamos en la inquietud de Martínez Fernández
una metodología de estudio amplia; sin embargo, creemos
que ese estudio, nos puede servir también para hurgar en
la poesía de Sor Juana Inés de la Cruz y su época.
La época de Sor Juana está marcada por la religión
y la tradición, ahí las rupturas se pagan, en el siglo XVII la
reforma española abomina lo científico y moderno, pero
no puede hacer mucho para que esto cobre notoriedad y
atención en el nuevo mundo. El intertexto que hallamos en
Sor Juana es riquísimo, casi todo el conocimiento de su
tiempo; leer su obra es acercarse a su época y su cultura.
Nosotros adentraremos nuestro estudio en algunos tópicos
70 José Enrique Martínez Fernández. La IntertextualidadLiteraria . Ediciones Cátedra. S. A. 2001.
Eje temático en Primero Sueño de Sor JuanaInés de la Cruz
Henry Rivas Sucari
Universidad Mayor de San Marcos
46
que nos parecen importantes, por ejemplo el carácter del
narrador en la poesía, personal o impersonal, la
estructuración, el sueño como material de amor engañoso
y el carácter científico del poema Primero Sueño.
1. SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ Y SU TIEMPO.
Juana Ramírez de Asbaje nacida según Calleja el 12
de noviembre de 165171 en una casa de campo en San
Miguel de Neplanta. Esta finca estaba situada cerca de
Amecameca, entre los volcanes Popocatepetl e Iztlacihuatl,
al sureste de la capital. Su padre fue el español: Pedro
Manuel de Asbaje y Vargas Machuca, probablemente de
origen vasco y su madre la criolla doña Isabel Ramírez de
Santillana. En los documentos del convento donde Sor
Juana profesó y vivió, siempre dice ser hija legítima de
sus padres; sin embargo su madre no estuvo casada y en
su testamento se declara mujer de estado soltera . La
madre de Sor Juana debió haber tenido un carácter
independiente e individualista, pues teniendo libertad
económica, dirigiendo ella misma su alquería, proporcionó
el modelo a seguir que varias de sus hijas tomaron.
Sor Juana tuvo una vocación precoz de mujer
intelectual y erudita y también, hay que decirlo una
extraña combinación de sometimiento e independencia. El
sometimiento al servir en una congregación religiosa y la
independencia del conocimiento, tan cara para la época y
además desde su posición de mujer, es decir una doble
exclusión.
A los tres años aprendió a leer, luego a escribir y se
ponía castigos rudos sino podía cumplir las metas de
aprendizaje que se había fijado. La frustración de poder ir
a la universidad, puesto que era inaudito e imposible tuvo
que resignarse con ser autodidacta, agotando así los libros
de la biblioteca de su abuelo materno en la cercana
Hacienda de Panoayán, por muchos castigos y represiones
que recibiera. A los ocho años había producido una loa
71 Conservamos la fecha de 1651 porque el hecho de haberseencontrado un acta bautismal de 1648 de una niña, hija deiglesia , a quien se le puso por nombre Inés y cuyos padres erandos hermanos de la madre de la madre de Sor Juana, no essuficiente para cambiar la fecha que la misma Sor Juana le daríaal padre Calleja. No sabemos si Sor Juana adoptaría el nombre deInés al hacerse monja o si lo tenía de sgundo al bautizarse. Locierto es que no solo usó, ni ella ni su madre (al referirse a ella),antes de entrar en el convento. Historia de la literaturahispanoamericana. Tomo I. Época colonial. Luis Iñigo Madrigal.°Ed. Madrid: Cátedra, 1992. Pág. 275-293.
eucarística, según nos dice su biógrafo Calleja. Al poco
tiempo, su madre la mandó a la capital a la casa de unos
parientes.
Los marqueses de Mancera, en la corte virreinal
captaron muy pronto estimación por la niña rara erudita.
El virrey comentaría el extraordinario talento a sus amigos
ilustrados y a someterla al examen de cuarenta personajes
conocidos por su erudición en distintos campos. Se puede
apuntar este hecho como la graduación de Sor Juana, su
reconocimiento como fenómeno raro de mujer intelectual
en el mundo de aquella época.
Sor Juana decidirá luego unirse al aristocrático
convento de las Carmelitas. Es decir, no se dejó seducir
por el mundo de la corte prefiriendo un espacio más
cómodo para su vocación de estudio. A su alrededor ve a
su hermana casada y abandonada por su marido; amigas,
compañeras, más o menos sometidas a esposos a sus
padres y hermanos; sin otra ocupación permitida ni
reconocida que el imperio de la devoción a los maridos y a
la crianza de los hijos.
Parece que Sor Juana no concilió sus costumbres
con esta orden y precipitó su salida a los tres meses, pero
esta vida conventual le permitía todavía algunos atractivos
como dialogar con los hombres ilustrados de la época y
frecuentar todavía el palacio.
La poetisa dedicó a la marquesa, Condesa de
Paredes varios versos y es ella la que a su retorno a
Madrid publicará Inundación de castálida (1689),
primera edición de parte de sus obras.
La fama de Sor Juana crecía en la Nueva España y
en la Península a la par que sus problemas, en un mundo
donde la ciencia ye le estudio no se concebía si no estaban
representados por un ser masculino.
Sor Juana cultivó todos los géneros, todos los
metros. Evidencia influencia de Lope de Vega, Quevedo,
Gracián, Góngora; así como Trillo y Figueroa, Salazar y
Torres, Jacinto Polo. Entre sus obras tenemos la ya
mencionada Inundación castálida (Madrid 1689). Las
ediciones sucesivas de este libro cambiaron el título por
Poemas. En total este primer tomo se editó nueve veces en
España. El tomo dos bajo el título de Segundo volumen
(Sevilla 1692), cambiado luego al de Segundo Tomo y más
tarde a Obras Poéticas. El tercer tomo se publicó bajo el
título de Fama y Obras póstumas (Madrid, 1700). Sus
47
Villancicos, (1676 a 1679). En teatro escribió Loas, Autos
sacramentales, comedias. Estas se publican en Madrid
dentro del Tomo II (Sevilla 1692). La Respuesta a Sor
Filotea (Crisis sobre un sermón, Carta Atenagórica, Tomo
II, Sevilla 1692). La única edición moderna completa es la
de A. Méndez Plancarte en cuatro tomos, México 1951-
1957.
En 1682, el que había sido su confesor, el padre
Antonio Núñez de Miranda, quien la guió antes
espiritualmente antes de entrar de monja, le instaba a
abandonar toda escritura no ligada a estrictos cánones
religiosos. La ruptura de parte de la monja con su confesor
se manifiesta en tono muy firme en lagarta del padre
Núñez ( Carta de Monterrey ,1681 o 1682). El dilema de
Sor Juana es que era mujer escritora y monja creyente en
una sola persona. El misógino arzobispo de México,
Francisco de Aguilar y Seijas, quien nunca aprobó la
actitud de estudiosa de Sor Juana intervino en la venta de
los bienes de ésta, de sus libros, para las limosnas para
pobres.
Sor Juana no era mística ni monja que creyera en
éxtasis, ni abogaba por una oración de tipo sobrenatural;
su fe religiosa recogía las razones humanas, morales y
filosóficas que buscaba el ser humano en su acercamiento
a Dios.
Sor Juana se dedicó a hacer penitencia con la
misma energía que antes utilizaba para defender su
vocación por el estudio. Sor Juana se dedicó a cuidar a sus
hermanas enfermas cuando ene. Convento de San
Jerónimo entró una epidemia tan pestilencial, que de diez
religiosas que enfermaban, apenas convalecía una. Era
muy contagiosa la enfermedad (Véase a Glantz, UNAM,
1995, pp.93-98). Juana Inés la contrajo, y aunque, según
Calleja, el rigor de la enfermedad, que bastó a quitarle la
vida, no la pudo causar la turbación más leve en le
entendimiento . La Décima Musa murió el 17 de abril de
1695.
2. PRIMERO SUEÑO, UNA APROXIMACIÓN
INTERPRETATIVA
El título de Primero Sueño, su poema más
ambicioso, está saturado de polisemia. Sueño puede
tener varias acepciones. Octavio Paz diferencia cinco
sentidos en la palabra: sueño como dormir; sueño como
ensoñación no mentirosa sino como visión; sueño como
nombre de esa misma visión; y sueño como ambición,
deseo o ilusión no realizada 72.
2.1. PLURALISMO SEMÁNTICO EN EL SUEÑO
Esto nos recuerda el pluralismo semántico de las
Soledades de Góngora, ya que soledad en este texto
tampoco presenta un significado único. Sueño evoca
entonces órdenes diversos o signos de experiencia, pero
esta imprecisión se ve retratada en el poema, por la
dificultad de saber, de conocer, de tener una explicación
sobre todos los fenómenos que nos rodean. Otra influencia
que podemos colegir según Octavio Paz73 es: Del
Somnium de Kepler; Iter exstaticum de Kircher. Estos
poemas pertenecen a la tradición hermética tan en boga en
el renacimiento y en el barroco. Según Paz esas
indicaciones le muestran ataca cabos para darse cuenta
que la visión hermética de la que es parte la visión del
alma liberada en el sueño de las cadenas corporales, llegó
a Sor Juana a través de Kircher y subsidiariamente de los
tratados de la mitología de Cartario ( P. 477).
A lo que concluye que Primero Sueño debe leerse
no como el relato de un éxtasis real, sino como la alegoría
de una experiencia que no puede encerrarse o en le
espacio de una noche la noche del poema es una noche
ejemplar, una noche de noches (p. 481).
Para Margo Glantz74 los textos anteriores a primero
Sueño que bordean el tema y que cita Paz, carecen de lo
que Sor Juana muestra: Individualidad. Así ene. Caso de
Kircher; Teodidacto es guiado por Cosmiel; en la Divina
Comedia, Dante es guiado por Virgilio; y en el Corpus
hermético Hermes por Pimandro. En este tipo de textos
siempre es necesaria la presencia de un ser divino para el
viaje sobrenatural.
72 Octavio Paz. Sor Juana Inés de la Cruz o las trampas de la feBarcelona: Seix Barral, 1982. Pág. 485.73 Octavio Paz. Sor Juana Inés de la cruz o las trampas de la fe.Barcelona, Seix Barral, 1982. Pág. 469.74 Raquel Chang-Rodríguez. Margo Glantz. Historia de laliteratura mexicana .Vol. 2. La cultura letrada en la NuevaEspaña del siglo XVII. Ed. Siglo XXI. 2002. Pág. 672. SorJuana: Los materiales afectos y el sueño
48
En Primero Sueño se rompe esa regla. El alma,
independizada del cuerpo recorre los espacios
supralunares sin ningún guía.
Paz cree que El Primero Sueño anticipa unote los
grandes poemas de finales del siglo XIX, Un coup de dés
nabolira pasle hazard de Stephane Mallarmé.
El texto nos propone que le fracaso en esta
aventura de conocerlo todo se explica por la riqueza y
variedad del universo. Octavio Paz nos dice que el poema
nos sugiere nociones de infinitud y descentramiento
asociadas a imágenes cósmicas mucho más inquietantes.
(502-503). Así el tema de Primero sueño será: la
representación de la aventura fallida del alma se equipara
a la victoria irremediable de las energías centrífugas que
nunca dejan de infiltrarse en el texto . 75
3. APUNTES FINALES
El poema Primero Sueño representa la búsqueda del
conocimiento total que gobierna el mundo, y asimismo la
frustración de esta búsqueda; pero no el fracaso, pues en
la búsqueda está el deleite y el arte.
En la composición de los elementos constitutivos de
esa visión del mundo; además de mitología y filosofía
clásica, están también el amor como símbolo de libertad;
la ciencia como herramienta de conocimiento y el carácter
personal en la voz narradora de Primero Sueño.
La influencia que recibió Sor Juana para la
composición del poema es múltiple; le debe tanto a
fuentes literarias clásicas como a filósofos y científicos.
El amor de Sor Juana por el conocimiento, en una
época en que la mujer desempeña un rol menor, y la
soberbia personalidad de esta mujer que fue admirada en
su tiempo y dio muestra que para la libertad no debe
existir ningún tipo de exclusión. 76
75 Jorge Checa. Los caracteres del estrago: Babel en PrimeroSueño . Mujer y cultura en la colonia hispanoamericana. MabelMoraña, Ed. Pittsburg: Instituto Internacional de LiteraturaIberoamericana, 1996. Pág. 257.76
BIBLIOGRAFÍA
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Historia de la literatura mexicana. Vol. 2. La cultura letrada en la Nueva España del siglo XVII. México: Siglo XXI.
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PAZ, Octavio1982 Sor Juana Inés de la Cruz o las trampas de la fe
Barcelona: Seix Barral.
49
Rojo: es el color de la Muerte que nos acompaña
Rosas rojo sangre, rojo púrpura.
Arturo Caballero. Almendra, Poema X
La luz del foco era muy pobre, las paredes ennegrecidas
del cuarto apenas la reflejaban. Junto a la cama principal,
en una maleta amplia y desvencijada, a duras penas
dormía una niña de poco más de dos años.
Desde la cocina, la tetera de agua empezó a pitar.
La mujer, abandonada en el suelo del recibidor, lloraba
abrazando sus rodillas. Por el piso rodaba un frasco de
medicamentos vacío.
Un hombre entró al ascensor, se dirigía al quinto
piso. Afuera, el tránsito ya había cesado, sin embargo, la
noche parecía ser larga.
Llamaron a la puerta, la mujer se levantó de un
salto; algo de su aspecto triste había cambiado, se secó las
lágrimas y fue a abrir.
hasta que por fin llegaste le habló al hombre parado
frente a ella y lloró nuevamente.
No pude salir antes.
No sé qué hacer la bebé cada vez está peor, ven vamos
a verla la mujer le tomó una mano, quería conducirlo al
cuarto, que supiera por él mismo, que se conmoviera, que
no la dejara sola, que le dijera algo que la aliente. Deseaba
desde su alma escuchar (de cualquiera) No te preocupes,
tu hija sanará
El hombre se soltó. La mujer sorprendida se quedó
mirándolo.
¿Qué pasa? ¿No quieres venir?
No, no es necesario que vaya.
La mujer se molestó
¡Entonces dame las medicinas! ¿Las trajiste?
El hombre negó moviendo la cabeza.
Pero si te mandé un mensaje al celular dijo la mujer
preocupada.
Sí, lo leí él respondió con cierta aspereza.
Entonces ¿por qué no las has traído?
Porque no me alcanzó el dinero. Hoy tuve que pagar la
matrícula de mis hijos.
Tus hijos, tus hijos ¡siempre tus hijos! Y para qué diablos
vienes, si no traes nada ¡Pobre imbécil! ¡La bebé está
grave! ¡Ella también es tu hija! la mujer rabiaba de
impotencia.
¡Una hija que no pedí! el hombre levantó la voz ¡yo
no quise que la tuvieras, lo sabes bien!
¡Cómo te atreves! el corazón de la mujer empezó a
llenarse de odio.
Tú conocías perfectamente mi condición, esa niña no
estaba en mis planes. He sido paciente y he soportado todo
esto por ti el hombre habló suavemente esperando que
la mujer respondiese de la misma forma.
¡Basta! ¡Eres un infeliz! volvió a estallar en llanto, sus
ojos reflejaban todo el dolor que sentía.
¡Cálmate! ¡Cálmate! No hagas un escándalo dijo el
hombre preocupado por no llamar la atención de los
vecinos.
¡Un escándalo! gritó la mujer ¡Tú, que no te duele
ver como está tu hija me hablas de escándalo! ¡Tú, que
nos has hecho vivir a escondidas, como unas ratas, en esta
podredumbre! ¡Eso es un escándalo! ¡Qué poco hombre
eres!
Los gritos llegaron hasta el cuarto e incomodaron
a la criatura que empezó a toser fuertemente. En la cocina
la tetera de agua seguía pitando.
Mi amor, por favor, no te pongas así; yo te quiero y
deseo que volvamos a ser felices, como antes dijo el
hombre acercándose, tratando de abrazarla . Esa niña
está muy enferma, ya no podemos hacer mucho por ella.
¡Cállate! ¡Maldito egoísta! ¡Es tu hija, es tu hija!
La mujer se precipitó a golpear con sus puños sobre
el pecho del hombre, él logró asirla fuertemente de las
muñecas empujándola contra la pared, en una serie de
movimientos bruscos le arrancó la ropa y comenzó a
besarla a la fuerza. Ella no dejaba de golpearlo y de
maldecir.
Mientras tanto, a través de la puerta semiabierta
del cuarto y desde su maleta desvencijada, la niña los
estaba observando. Un hilo de sangre se abría camino por
una de las comisuras de sus labios pequeños.
CuentoTristeza a la media noche
Elena De Yta Bejarano
Universidad Nacional de San Agustín