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TALLER: GESTIÓN DEMOCRÁTICA EN LOS GOBIERNOS MUNICIPALES
Fortalecer las capacidades institucionales de los Ayuntamientos.
Promover la calidad de los gobiernos perredistas.
Impulsar procesos de democratización. Creación de espacios institucionales
adecuados para la participación de la ciudadanía en la elaboración, implementación y evaluación de las políticas de gobierno a nivel local.
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Impulsar políticas para gobernar los estados y municipios en función del interés común, atendiendo las necesidades de todos, sin perder de vista que somos un partido de izquierda que tiene un compromiso con el mejoramiento permanente de las condiciones de vida, la justicia social, la igualdad, la equidad y el ejercicio de las libertades fundamentales de las personas. 3
Elaborar iniciativas para adecuar el marco jurídico municipal, sus principales instrumentos jurídicos, administrativos y financieros, las facultades y atribuciones de los ayuntamientos, para profundizar y acelerar los procesos de descentralización en materia política, fiscal que han aumentado las responsabilidades de los gobiernos municipales.
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Revisar críticamente nuestra actuación, hacernos cargo y modificar la percepción de que el PRD es un partido corrupto.
Incentivar la actuación ética de los gobernantes del PRD, entendida como un proceso de autorregulación que incorpore valores a la función pública: transparencia, austeridad y rendición de cuentas,
Administraciones municipales racionales y eficaces.
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No es posible tener gobiernos legitimados en cualquier nivel, a menos de que sus funcionarios electos o no, se conduzcan con dignidad.
En la actuación de los gobiernos, los modos y las maneras cuentan, los fines son tan importantes como los medios.
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Una opinión negativa de los gobernados, Socava la confianza hacia los políticos, la
política y las instituciones. Inestabilidad en los gobiernos. Pérdida de credibilidad del partido que los
llevó al poder. Un costo económico para el país. Retrasa la construcción de una sociedad más
justa y menos desigual.
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Los gobernantes tienen más en cuenta cuáles son sus facultades, que sus deberes y consideran que pueden gobernar imponiéndose arbitrariamente sin dialogar, ni convencer.
En los gobernantes pesan, más que los deberes impuestos por el cargo, las lealtades a su grupo político o a su familia.
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Al asumir los nuevos cargos, se desmoronan los principios, se impone un nuevo nivel de vida y nuevas necesidades económicas, el buen vivir a costa de quien sea y de lo que sea.
En la sociedad no existe la igualdad deseada y cuando no tenemos los mismos derechos todos, se necesita tener a alguien cerca del poder que los haga valer para obtenerlos antes que los demás o de mejor calidad y los ciudadanos se preocupan más de conseguir un padrino, una recomendación, que de exigir sus derechos.
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Formas de gobierno y relaciones entre gobernantes y gobernados, que aún se rigen por las reglas de un pasado autoritario.
Una idea equivocada de la democracia, los gobernantes creen que como fueron elegidos, son especiales y tienen licencia para cualquier cosa, se desligan del partido y de los gobernados.
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Un sistema electoral demasiado costoso que alienta la deshonestidad y la corrupción. Se hace cualquier cosa con tal de ganar y después se hace lo que sea para mantenerse en los cargos.
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Los medios de comunicación, prestan más atención a las figuras políticas prefabricadas en la televisión, que al desempeño o trayectoria de los funcionarios o gobernantes. Pagar por aparecer 30 segundos en la televisión, parecería redituar más que los buenos programas sociales o que una trayectoria impecable en la función pública.
El crimen organizado y el narcotráfico utilizan el soborno, cuando no, la intimidación en contra de los gobiernos.
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La conducta de los gobernantes es tachada por la opinión pública como ilegal, indecente o como un delito, pero rara vez como éticamente reprobable.
Cuando la conducta indebida de los políticos se relaciona con el erario o su función pública, éstos argumentan el derecho a la privacidad para evitar que se les investigue y juzgue.
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La aceptación resignada de los ciudadanos, de que la corrupción o la conducta inadecuada de los gobernantes, han adquirido carta de naturalización en nuestra sociedad.
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Impulsar una política de izquierda que exija una ética autentica a los gobernantes en general.
Fomentar convicciones democráticas; equidad, igualdad, pluralidad, respeto a la legalidad, etc.
Cultivar en nuestros gobernantes, virtudes tales como: entereza, templanza, persistencia, seriedad, compromiso, resolución, moderación, prudencia, un inmenso sentido del deber, de responsabilidad ante el futuro y dedicación a los asuntos públicos, es decir necesitamos gobernantes virtuosos.
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NO, también se requiere un funcionamiento aceptable de:
Las instituciones.
Los servicios.
Los programas.
Tomar decisiones apegadas a la legalidad.
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Es la brújula que orienta, cuando de decidir se trata, que permite elegir bien para no acabar mal, para respetar a los otros y a nosotros mismos.
El esfuerzo inteligente para elegir en libertad, entre formas diferentes de conducta.
El criterio objetivo para distinguir si hacemos el bien común o evitamos el mal, el bien entendido como lo que más conviene a la sociedad, lo que la perfecciona.
Es la capacidad de autodeterminación, de elección, de autodominio para gobernar nuestras acciones.
La decisión libre que nos es imputable y por la que debemos responder ante el Partido y la sociedad.
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No son leyes, no implican sanciones penales o administrativas.
Son una puntualización de principios y valores que guían la actuación de los gobernantes.
Son el punto de partida de la autorregulación, del autocontrol.
Conjunto de reglas y principios orientadores de la acción.
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1.- No todo lo jurídicamente irreprochable es bueno.
2.- No todo debe ser legislado.
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Su efectividad depende del consenso, de la aceptación de quienes hagan suyos esos principios de actuación.
Son más coherentes con la idea de libertad de elección, de autonomía de las personas.
A veces son más precisos que la ley. La ética es a veces más exigente que la
ley.20
Implican una reflexión colectiva, una búsqueda de acuerdos, un compromiso de autolimitación.
El consenso de los propios gobernantes, los hace más cercanos a las necesidades y dificultades de su quehacer público.
Tienen una función sensibilizadora y formativa, crean actitudes, la disposición a actuar de una manera y no de otra.
Los códigos de ética son más morales, más laxos y generales, su fuerza coercitiva es menor.
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Órganos de Control, leyes, reglamentos y sanciones.
Al escrutinio público, al juicio social.
Reconocimiento, legitimidad y aceptación.
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Un comportamiento honesto, siempre a favor del interés público,
Que favorezcan el desarrollo de un orden social justo,
Que armonice los intereses individuales y sociales,
Que procure el interés auténticamente común a la sociedad entera;
Que vigile el quehacer de sus subordinados y la aplicación de controles institucionales.
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Asumir la obligación de informar a la sociedad sobre el impacto que tienen las acciones de gobierno.
Explicar el proceso en la toma de decisiones.
Justificar el cumplimiento o incumplimiento de los objetivos trazados.
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Abrir la información del gobierno al escrutinio público.
Acceso de los ciudadanos a los asuntos públicos.
Información accesible y comprensible.
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Fomenta la certeza jurídica. Favorece una correcta toma de decisiones. Reduce el rumor. Garantiza el acceso a los programas o beneficios
sociales en condiciones de igualdad de oportunidades.
A mayor transparencia, mayor confianza en las autoridades y mayor participación ciudadana.
Limita la arbitrariedad y el secreto en los asuntos públicos.
Permite a los ciudadanos ejercer el control público sobre sus gobernantes.
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Capacidad de atender las necesidades reales y urgentes de la población.
Resolver y tomar decisiones, siempre con base en el interés general.
Capacidad de responder políticamente a los conflictos. Administrar, prestar servicios públicos con eficiencia y
eficacia. Servir a los intereses de la ciudadanía, en especial a la
población más necesitada de asistencia. Capacidad de permanecer fiel, de ser congruente con
el programa del partido que lo llevó al poder, lo que se debe reflejar en las políticas concretas que aplica como gobierno.
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Los partidos acuden a las elecciones con una oferta concreta, que refleja la forma en que cada cual pretende transformar la realidad económica, política y social de un Municipio o Estado, una propuesta para resolver los principales problemas, que refleja la ideología que cada fuerza dice defender.
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Ofrecer y pactar con los ciudadanos y comprometerse a gobernarles de acuerdo a lo pactado.
Mantener el apoyo de los votantes a través de la formulación de políticas públicas adecuadas.
Diferenciar los estilos y las estrategias de las fuerzas políticas: izquierda, derecha o centro, progresistas o conservadores, etc.
Mostrar la coherencia del partido siendo gobierno.
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Para hacer política en beneficio de la gente, porque cuando se lucha sólo por el poder, difícilmente se cumple lo ofrecido.
La política concebida como valor, como proyecto colectivo, nos permite lograr grandes propósitos.
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Hagan un buen gobierno, formulen políticas públicas que satisfagan las necesidades de quienes votaron por el PRD como opción de gobierno, gobiernen con la gente, para que nuestro partido conserve en las siguientes administraciones, el poder que hoy nos han otorgado los ciudadanos.
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¡MUCHO ÉXITO!
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