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PRIMERA LECTURA
Lectura del libro de Isaías 63, 16b-17. 19b; 64, 2b-7
¡Ojalá rasgases el cielo y bajases!
SALMO RESPONSORIAL Sal 79
Oh Dios, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 1,3-9
Aguardamos la manifestación de nuestro Señor Jesucristo
ALELUYA
Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación
EVANGELIO San Marcos 13, 33-37
Velad, pues no sabéis cuándo vendrá el dueño de la casa
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
"Mirad, vigilad: pues no sabéis cuando es el momento.
Es igual que un hombre que se fue de viaje y dejo su casa, y dio a cada uno de sus criados su tarea, encargando al portero que velara.
Velad entonces, pues no sabéis cuándo vendrá el dueño de la casa, si al atardecer, o a medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer;
no sea que venga inesperadamente y os encuentre dormidos.
Lo que os digo a vosotros lo digo a todos: !Velad!"
Palabra de Dios
Con el primer domingo de Adviento comienza un nuevo año litúrgico
ciclo B
ADVIENTO
es la preparación a la venida del Señor en Navidad
Es un tiempo de encuentro con Dios
Tenemos que vivir la alegría de la espera
Queremos estar despiertos y vigilantes, porque tú traes la luz más clara, la paz más profunda y la alegría más verdadera.
¡Ven, Señor Jesús!
Toda nuestra vida debiera ser un continuo “adviento”,
una continua espera y
preparación a la segunda
venida de Cristo
Por eso hay que estar siempre preparados, vigilando
“vivir cada día de nuestra vida como si fuera el último día de nuestra vida en la tierra”
San Francisco de Sales
no sabemos el día ni la hora
Pero parece que no tengamos un solo momento para pararnos
preocupados en los asuntos de nuestra vida
inmersos en una sociedad
en la que todo vale
como si el final de nuestro camino fuese
la nada
Dejemos de una vez esa vida ramplona, que nos ata a los placeres de este mundo
que nos hace insensibles y ciegos
para las cosas de Dios
y para las necesidades de nuestros hermanos
¿Cómo prepararnos?
Intensificando la oración:
La vivencia de las virtudes, sobre todo la esperanza, la conversión de nuestra vida a Dios.
Estando despiertos y vigilantes:
Hoy suena el despertador en nuestra vida para sacarnos del adormecimiento
Amando:
vela bien precisamente el que ama
Lo sabe la esposa que espera al marido que debe volver de lejos después de un viaje
lo sabe la madre que está intranquila porque el hijo todavía no ha vuelto a casa
lo sabe el enamorado que no ve la hora de encontrarse con su amada . . .
El que ama sabe esperar también cuando el otro tarda
Esperamos a Jesús . . .
si lo amamos y deseamos ardientemente encontrarnos con Él
Se le espera amando al que está cerca de nosotros
Adviento es espera, pero también transformación, conversión.
Nuestra oración "Ven, señor, Jesús" debe ir acompañada . . .
por la decisión
"Voy, Señor Jesús"
Pidamos en este comienzo de Adviento:
unos ojos que estén en vela,
que sean capaces de mirar a las personas y descubrir en ellas sus alegrías, sus preocupaciones, sus ilusiones, sus tristezas
y además una actitud para estar dispuestos a responder a los que nos necesitan.