Comprensión de la Lectura:

“Ley de la evolución intelectual de la humanidad o ley de los tres estados”,

de Aguste Comte. Realizada por Sánchez Yeimmy. 14.275.290

En el siguiente análisis, y posterior resumen; del primer capítulo contenido en el libro “Discurso sobre el Espíritu Positivo”, el autor plantea la idea principal de que la humanidad y en específico los individuos (como parte constitutiva) están determinados a pasar por tres estados sociales diferentes que se corresponden con distintos grados de desarrollo intelectual.

Para sustentar la idea principal, el autor establece varias ideas subordinadas que ayudan a describir el proceso de dichos estados o épocas por las cuales ha debido transitar el espíritu humano en torno al saber; en primer lugar: el estado teológico o ficticio, (infancia de la sociedad humana), el estado metafísico o abstracto (período intermedio, de duda, todo se cuestiona) y el estado científico o positivo (última fase en la evolución del pensamiento y de la sociedad).

Al respecto, cito al autor cuando se refiere a que “…todas nuestras especulaciones, cualesquiera, están sujetas inevitablemente, sea en el individuo, sea en la especie, a pasar sucesivamente por tres estados teóricos distintos, [...] el primer estado debe considerarse siempre, desde ahora, como provisional y transitorio; el segundo, que no constituye en realidad más que una modificación disolvente de aquel, no supone nunca más que un simple destino transitorio, a fin de conducir gradualmente a un tercero [...] el régimen definitivo de la razón humana", pág. 8 y me parece ineludible el hecho, de que a partir de éste momento, la sociedad cambiaría y de éste modo reinaría lo científico sobre el dogmatismo de la Iglesia Católica. Dentro del texto, también se encuentra claramente planteado, la idea de que en el tránsito “pasajero” de un estado a otro, se produce un inevitable progreso de la sociedad, necesario y universal porque emana de la naturaleza propia del espíritu humano.

En el primer estado teológico o ficticio, planteado por Comte, el hombre buscaba las causas últimas y explicativas de la naturaleza, en fuerzas sobrenaturales o divinas; es así como se explica, que un objeto mágico, entidades divinas o un ser todopoderoso (fase fetichista, politeísta, monoteísta, respectivamente) actúan y contienen las respuestas a los principales cuestionamientos del hombre.

Esta es la época más primitiva del conocimiento y de la vida social, cada ciencia pasa inevitablemente por esta fase inicial del saber. En éste nivel, la mente humana se interroga sobre la naturaleza de las cosas, indagando las causas de su producción.

Para responder a estas cuestiones el hombre construye a su propia imagen divinidades que le explican el mundo. El curso de la naturaleza se muestra como una continuidad de milagros realizados por fuerzas superiores que gobiernan el mundo visible.

A continuación los tres sub estados en los que se desarrolla la época teológica:

a) Fetichismo: Consiste en atribuir a todos los cuerpos exteriores una vida esencialmente análoga a la nuestra, siendo la adoración de los astros el grado más alto de esta primera fase.

En éste caso, la astronomía, no hubiera nacido por el simple amor a la verdad: ésta debe su nacimiento a la creencia en la existencia de relaciones ocultas entre los movimientos de los astros y los destinos de los individuos, y en la posibilidad de prever los acontecimientos futuros mediante cálculos astronómicos.

b) Politeísmo: surge un cambio porque se pasa de la etapa fetichista, a otra “un poco más avanzada”, en ésta época se entrega preponderancia a la imaginación, la vida es trasportada a seres ficticios, cuya intervención

activa, sería la fuente de todos los fenómenos humanos. Es el fin del animismo, que es sustituido por la creencia en seres ficticios divinizados. Ejemplo: Dioses de Grecia.

c) Monoteísmo: La razón empieza a restringir cada vez más el dominio anterior de la imaginación, dejando desarrollar gradualmente el sentimiento universal de la sujeción necesaria de todos los fenómenos naturales a leyes invariables. A esta sub etapa, por ejemplo; pertenece el tipo de organización social propio de la Edad Media: el sistema militar de defensa, el Cristianismo y el Islam.

Importante es saber, que en éste “estado inicial de la ciencia comtiana”, la SUPERSTICIÓN ha permitido empezar a reunir las primeras informaciones científicas.

En el estado metafísico, abstracto u ontológico, se cuestiona la racionalidad teológica y lo sobrenatural es reemplazado por entidades abstractas radicadas en las cosas mismas (formas, esencias, etc.) que explican su por qué y determinan su naturaleza.

El espíritu humano, continúa interesado en la naturaleza de las cosas y por el conocimiento de sus causas, pero ya no busca las causas de los acontecimientos fuera de la naturaleza, sino que las encuentra inmanentes a ella como divinidades secularizadas. Por ejemplo, las plantas crecen gracias a un "alma vegetativa", etc...Al final de este estado se unen todas las fuerzas en un único concepto general que sería el equivalente a Dios: la Naturaleza. Aunque sigue siendo la imaginación lo preponderante, la razón se va insinuando.

Lo característico del espíritu metafísico, es la especulación, exagerada, según Comte, por su tendencia a argumentar en vez de observar. De acuerdo con el autor:

"La metafísica no es, pues, realmente, en el fondo, más que una especie de teología gradualmente enervada por simplificaciones disolventes, que la privan espontáneamente del poder directo de impedir el despliegue especial de las concepciones positivas[...].Según su carácter contradictorio, el régimen metafísico está siempre situado en la inevitable alternativa de tender a una vana restauración del estado teológico, para satisfacer las condiciones de orden, o bien llegar a una situación puramente negativa, a fin de escapar al opresivo imperio de la teología.[...] Se puede contemplar, finalmente, como una especie de enfermedad crónica inherente por naturaleza a nuestra evolución mental, individual o colectiva, entre la infancia y la virilidad" pág. 12

El estadio metafísico ha de ser superado porque, según Comte, puede suponer un obstáculo para el establecimiento final del saber positivo en cuanto que se atribuye el privilegio casi exclusivo de las meditaciones filosóficas.

Este estado, que es considerado por Comte como una época de tránsito entre la infancia del espíritu y su madurez, corresponde ya al estado positivoi.

El Estado Positivo o Real, es el estadio más evolucionado, coincidente con la época de cambios y progresista en la que vive Comte, aunque él mismo reconoce que aún no está totalmente afianzado debido al estado u época metafísica, que aún interfiere en el progreso de algunos ámbitos.

De cualquier modo, el espíritu positivo se caracteriza por el abandono de las especulaciones metafísicas al considerarlas vanas e ineficaces al mismo tiempo que sustituye la pregunta por las causas, por la mera investigación de leyes según las cuales los fenómenos observables se desarrollan y se suceden.

La lógica especulativa, había consistido hasta entonces, a juicio de Comte, en razonar, con más o menos sutileza, valiéndose para ello de "principios confusos que no ofreciendo prueba alguna suficiente, suscitaban siempre disputas sin salidas". Desde ahora "toda proposición que no pueda reducirse estrictamente al mero enunciado de un hecho, particular o general, no puede ofrecer ningún sentido real e inteligible" . pág. 16 Sólo los fenómenos determinados por leyes interesan.

No obstante, la observación, dentro de la corriente Positivista, constituye un factor principal del conocimiento, para poder explicar y predecir sucesivamente hechos futuros. El método positivo coincide con el empleado por las ciencias y como ellas está basado en la observación, experimentación y la formulación de leyes.

Según Comte, este método, universal, ha de ser extrapolado a todos los dominios del saber, ya sea a la física como a la sociología. Sin embargo, Comte advierte que el estudio de los fenómenos no puede llegar a ser absoluto, sino que debe permanecer relativo a nuestra organización y situación; " Así, el verdadero espíritu positivo consiste, ante todo, en ver para prever, en estudiar lo que es, a fin de concluir de ello lo que será, según el dogma general de la invariabilidad de las leyes naturales".

Así pues, y para concluir puedo inferir en que el resorte del movimiento histórico de un estado a otro viene dado por la diversidad de los modos de pensamiento de cada etapa, lo cual puede significar que haya habido ciencias que habrían adquirido el estado positivo en períodos diferentes de la historia, conviviendo con formas del pensamiento teológico o metafísico aún vigente en otras áreas, dicho desajuste entre los modos de pensamientos sería el principal motor del progreso histórico. El positivismo halló las leyes que gobiernan no sólo la naturaleza, sino nuestra propia historia social, entendida como la sucesión y el progreso de determinados momentos históricos llamados estados sociales.

Glosario:

Fetichismo es la devoción hacia los objetos materiales, a los que se ha denominado fetiches. El fetichismo es una forma de creencia o práctica religiosa en la cual se considera que ciertos objetos poseen poderes mágicos o sobrenaturales y que protegen al portador o a las personas de las fuerzas naturales. Los amuletos también son considerados fetiches.

Metafísica (del latín metaphysica, y este del griego μετὰ φυσική, «más allá de la física»)1 es una rama de la filosofía que estudia la naturaleza, estructura, componentes y principios fundamentales de la realidad.

Positivismo: es un pensamiento filosófico que afirma que el conocimiento auténtico es el conocimiento científico, y que tal conocimiento solamente puede surgir de la afirmación de las hipótesis a través del método científico. El positivismo se deriva de la epistemología que surge en Francia a inicios del siglo XIX de la mano del pensador francés Saint-Simón, de Auguste Comte, y del británico John Stuart Mill y se extiende y desarrolla por el resto de Europa en la segunda mitad del siglo XIX.

Quimérico: Fantástico, imaginario, irreal o que no tiene una base cierta

Nicolàs Malebranche: (París, 5 de agosto de 1638 - París, 13 de octubre de 1715); filósofo y teólogo francés. Pertenecía a una familia distinguida y tuvo siempre una salud muy precaria. Esto lo obligó a superar sufrimientos con multitud de cuidados. Sus primeros contactos con la filosofía los tuvo en el Collège de la Marche y se defraudó.

Johannes Kepler (Weil der Stadt, Alemania, 27 de diciembre de 1571 - Ratisbona, Alemania, 15 de noviembre de 1630), figura clave en la revolución científica, astrónomo y matemático alemán; conocido fundamentalmente por sus leyes sobre el movimiento de los planetas en su órbita alrededor del Sol. Fue colaborador de Tycho Brahe, a quien sustituyó como matemático imperial de Rodolfo II.

Claude Louis Berthollet (Talloires, 9 de diciembre de 1748 - Arcueil, el 6 de noviembre de 1822) fue un químico saboyardo. Junto a Lavoisier y otros, concibió un sistema de nomenclatura química que es la base del sistema moderno de denominación de los compuestos químicos.

i En este estado el hombre no busca saber qué son las cosas, sino que mediante la experiencia y la observación trata de explicar cómo se comportan, describiéndolas fenoménicamente e intentando deducir sus leyes generales, útiles para prever, controlar y dominar la naturaleza (y la sociedad) en provecho de la humanidad. A este estado de conocimientos le corresponde la sociedad industrial, dominada por la ciencia y la técnica que asegurarán el orden y control social.