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El mejor jardín privado de España. Por Juan Carlos Rodríguez. Fotografías de Chema Conesa

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Visita al Paraíso Terrenal del empresario José Rivera, fundador de Panrico

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n0 3744 demayode 2012

Panrico,Donutsy ahora

jardineroEl paraísoterrenal delempresarioJosé Rivera

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PAISAJISMO

edénde Panrico

El jardín

Hace 20 años, JoséRivera, fundadorde Panrico, decidiócambiar los ‘donuts’por las camelias.Hoy, su jardín deLuarca (Asturias) esuno de los tesorosbotánicos de Europa.POR JUAN CARLOSRODRÍGUEZ FOTOGRAFÍASDE CHEMA CONESA

CON VISTAS. JoséRivera y su mujerRosa María Pardoen uno de los seismiradores de sujardín de Luarca(Asturias).

"ESTO ES LO más parecido a unparaíso terrenal que yo puedaimaginar”. Con la mirada en elhorizonte, José Rivera Larraya(Madrid, 7 de marzo de 1936)contempla su bosque-jardíndesde uno de los miradores,con magníficas vistas a la costasur de Luarca (Asturias). Elpropietario no exagera: la natu-raleza parece haberse encapri-chado de este rincón asturianoasomado al Cantábrico. Un ver-gel de 12 hectáreas con más de500 especies botánicas que po-dría haber servido de inspira-ción a El Bosco para su Jardínde las delicias. Castaños, abedu-les, secuoyas, rododendrosy azaleas conviven en este

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EL VERGEL EN CIFRAS� Tiene más de 100.000m2 de jardines (más de 10campos de fútbol). � 1.200m de paseo entre horten-sias azules. � Siete mirado-res al mar. � 1.876 came-lias variadas. � Más de 6km de caminos, senderosy paseos. � Ocho fuentesde agua. � Unas 500 es-pecies y variedades vege-tales. � 3.000 azaleas y ro-dodendros de todos los co-lores. � Cuatro estanquesy lagos naturalizados.� Un árbol con casi 7 mde perímetro de tronco.

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paisajismo josé riverasivo y naturalista: “La ratio es detres hectáreas por trabajador”.Muchos árboles, como algu-nos castaños centenarios, fue-ron comprados y salvados deuna tala segura. Con esa ac-ción introdujeron una masaforestal que hoy parece cente-naria, como la de cualquierbosque asturiano. Con la dife-rencia de que la distribución,la variedad y la ornamenta-ción convierten a este espacioen una “caja de sorpresas”.

PREGUNTA. José, ¿qué tiene de es-pecial su Jardín de la Fonte Baixa?RESPUESTA. Su paisaje prestado:el mar, a veces pacífico y a vecestenebroso. Es el punto de fugadel jardín y, dependiendo de laépoca del año, le da un con-traste diferente. Aquí la poli-cromía estacional es bárbara. Elcolor estalla en primavera, peroyo prefiero la profundidad delinvierno, o esos carmines rarosde los liquidámbar en otoño.P. ¿Cuál es su modelo de jardín?R. Me gustan eclécticos y colo-ristas, siguiendo la corrientedel paisajista brasileño RobertoBurle Marx. Entre mis referen-tes también están los exuberan-tes jardines de Madeira.P. ¿Dónde se aprecia su sello?R. Soy muy barroco, la antítesisdel minimalismo. A veces hedesatendido las recomenda-ciones de purismo de Falo, por-que tiendo al abigarramiento.He ido incorporando plantaspoco ortodoxas para lo que seconsidera un jardín atlántico.P. ¿Cuánto vale este paraíso?R. Su valor es incalculable y lodan su emplazamiento, biodi-versidad y dimensiones. Paralos ejemplares únicos habríaque aplicar las Normas de Gra-nada, un protocolo de valora-ción internacional. Según estasdirectrices, la camelia de 200años alcanzaría los 150.000 €; elcastaño de 700 años trasplan-tado de una mina romana, los60.000 €; el rododendro cente-nario, unos 50.000 €; y los hele-chos de Tasmania, 2.000 €.

Más que romántico, Rivera seconsidera un “amante de la be-lleza”. Esta joya labrada a lolargo de dos décadas es para élsu “descanso del guerrero”, laculminación de su vida profe-sional. “Lo estoy disfrutandomucho”. Lo sabe su mujer,Rosa María Pardo, Queco, quefue la promotora del libro Nues-tro jardín en Asturias (2011).Antes de que caiga el chapa-rrón, los marqueses nos invitana descubrir su tesoro. El reco-rrido, que dura unas tres horasa lo largo de 5 km, comienza

LOS ARTÍFICES. En los “Jardines de Panrico” –como los lugareñosconocen a este vergel privado de la Fonte Baixa– trabajan cincopersonas. En la foto, de izq. a dcha., Manuel Alba (guía), JoséRivera (propietario) y Rafael Ovalle (paisajista).

junto a una clave del sigloXVIII de una iglesia en ruinas.Desde este punto se divisa unagran pirámide cubierta dehierba que sirve de referencia alos pescadores. Para Ovalle“nada es gratuito, todo tiene unsentido. La idea fue hacer espa-cios singulares dentro del jar-dín como si fueran las depen-dencias de una casa”.

ITINERARIO. Antes de metersea jardinero, José Rivera ejercióde anticuario como propietariode la casa de subastas Fortuny.En su espacio, arte y naturalezavan de la mano. Así, en el paseode magnolios nos topamos concuatro columnas del sigloXVIII, y al final de esa vereda,una capilla con una virgen ir-landesa invita a la oración. “No-sotros venimos mucho al Mira-dor de la Virgen, desde dondecontemplamos el pueblo... ¿Vesaquel cementerio? Allí está en-terrado Severo Ochoa”, indicaQueco. Descendiendo por el pa-seo de los abedules, la mar-quesa nos anima a introducir lamano en el “hueco de los de-seos”. En un recodo del caminodormita un león gótico, y cercade un estanque con nenúfaresdestaca una fuente portuguesade mármol rojo. “Quiero cam-biarla por otra del marqués dePombal”, dice el dueño mien-tras su mujer suspira resignada.Por el camino, Ovalle va seña-lando las plantas más llamativas,como los helechos de los bos-ques de Tasmania o la Gunneramanicata de Brasil, con hojas de2 m de diámetro. Se detiene enel paseo de las camelias, de 400m, donde florecen desde la Albaplena a la Margherita coleoni. Estepaseo es uno de los preferidosde José y Rosa, “pero como to-dos están hechos por nosotros,sería una injusticia no dedicarleun rato a cada uno”, precisan.Casados en segundas nupcias,entre los dos suman 10 hijos y25 nietos, algunos de los cualesse apellidan Entrecanales, Sa-trústegui y Domecq.El recorrido acaba en la pirá-mide. Sentado en uno de losbancos, el propietario refle-xiona sobre el futuro de suobra: “Estamos estudiando laforma de que el jardín se con-serve, en nuestras manos o enlas de otros”. De momento,su paraíso no tiene precio.

DEL ‘DONUT’ A LAS CAMELIAS

Para José Rivera“un jardín re-quiere lo mismoque una em-presa”. Iba paraabogado pero sedecantó por losnegocios. En 1957fue el primer es-pañol becado porla American FieldService y a su re-greso trabajó enla embajada ame-ricana como se-cretario agre-gado económico.Después ocupó elcargo de repre-sentante deEEUU para la ex-

portación de losexcedentes detrigo y cebadapara España yPortugal. En esasandaba cuandose asoció con elpanadero AlbertCostafreda paramontar Panrico.“Nuestros padresnos dejaron200.000 pesetasa cada uno, y coneso empezamosel negocio”, re-cuerda mientrasenseña una fotodonde aparececon Franco enuna feria de

muestras, conmotivo de la lle-gada del ‘donut’ aEspaña, hace me-dio siglo. En losaños 70 se des-prendió de su co-lección de relojes(32 Patek Phi-lippe) para hacerfrente a una am-pliación de capi-tal. En 1973 ven-dió el 50% dePanrico a ungrupo inglés–Allied Domecq–,y reconoció ha-ber hecho ”elpeor negocio demi vida”.

MÁS INFORMACIÓN:

ENTRADA GRATUITA.TEL. RESERVAS: 98 547 08 61.

Más fotos y el vídeo de este reportaje en Orbyt y en

www.fueradeserie.com

singular espacio con came-lias de 200 años, hortensias

de 3 m y especies exóticas comoel milenario ginkgo biloba, elúnico ser vivo que resistió a labomba de Hiroshima.Aunque esta mañana las nubesamenazan lluvia, la primaveraya ha teñido de color el Jardínde la Fonte Baixa, situado en laparte alta de Luarca. De fondose escucha el trino de los pája-ros, que acuden en bandadas aeste privilegiado edén.Por extraño que parezca, hace20 años era un prado dondepastaban las vacas… “Encontréeste sitio de casualidad”, ex-plica José Rivera, quinto mar-qués de San Nicolás de Nora yuno de los fundadores de Pan-rico junto a Albert Costafreda,quienes, en los 60, importaronel donut desde Estados Unidos.“Mi cuñado Rafael Menéndezme habló de una parcela paraconstruir una casa. Cuandovine a verla, el paisaje me cau-tivó”, recuerda el empresario,que compró el terreno en1983. Por entonces no podíaimaginar que acabaría metién-dose en un jardín: poco a pocofue adquiriendo las parcelas co-lindantes y consiguió hacersecon las 12 hectáreas actuales, delas cuales 10 están ajardinadas.Una vez construida su casa de600 m2, buscó el asesoramientode un reconocido viverista y pai-sajista, Rafael, Falo, Ovalle, prin-cipal “culpable” de la tardía vo-cación del empresario por lajardinería. Junto con su mujer,Falo es el propietario de ViverosOvalle, que albergan más de unmillón de camelias, la mayor co-lección de Europa. “Al princi-pio, José sólo quería ajardinar lazona de la vivienda, apenas 200m, pero le planteé modelos deactuación y se fue emocio-nando”, explica este experto,que se inspiró en la jardineríaatlántica de los pazos gallegos.Como paisajista, Ovalle reco-noce que “el reto fue muygrande: por el emplazamiento,las dimensiones y la importan-cia del propietario”. Y afirmaque en los últimos 25 años nose ha diseñado, “ni en Españani en Europa”, un jardín natu-ralista privado tan excepcionalcomo éste. “Ni siquiera los deVersalles, de unas 800 hectá-reas, pueden presumir de estadiversidad. Aquí tenemos tantoplantas mediterráneas comoeurosiberianas”, dice orgulloso.Sin duda, el suelo ácido, la tem-peratura subtropical y el alto ín-dice de lluvias contribuyen aesta explosión de la naturaleza.Desde el principio, el marquésapostó por un espacio exten-

El círculodel éxito

Su receta essecreta, comola de la Coca-

Cola.

Panricoha relanzadoel envase y

la receta origi-nal es de

1962.

Este añose celebra

el 50 aniversa-rio del mítico

producto.

Seconsumen

19 ‘donuts’cada

segundo enEspaña.