6
UNIDAD EDUCATIVA “COMPUTER WORLD” Las Cruzadas Primero de Bachillerato Xavier Casanova 2013-2014

Las Cruzadas

Embed Size (px)

Citation preview

UNIDAD EDUCATIVA “COMPUTER WORLD”

Las CruzadasPrimero de Bachillerato

Xavier Casanova

2013-2014

LAS CRUZADAS

Las Cruzada

s

Las cruzadas fueron una serie de

campañas militares

impulsadas por el papado.

Las cruzadas, con el objetivo específico

inicial de restablecer el control cristiano

sobre Tierra Santa, se libraron durante un

período de casi doscientos años.

Los cruzados tomaron votos y se les concedió la

penitencia por los pecados del pasado, a menudo llamada indulgencia.

Las cruzadas fueron sostenidas

principalmente contra los musulmanes.

MOTIVOS

Primeros Motivos• Fueron

motivadas por los intereses expansionistas de la nobleza feudal.

• el control del comercio con Asia y el afán hegemónico del papado sobre las monarquías y las iglesias de Oriente

Motivos Religiosos• Se declararan con

principio y objeto de recuperar Tierra Santa.

• el emperador bizantino Alejo I solicitó protección para los cristianos de oriente al papa Urbano II, quien en el concilio de Clermont de 1095 inició la predicación de la cruzada.

Datos Curiosos• Las Cruzadas fueron

expediciones emprendidas en cumplimiento de un solemne voto para liberar los Lugares Santos de la dominación musulmana.

• El orígen de la palabra se remonta a la cruz hecha de tela y usada como insignia en la ropa exterior de los que tomaron parte en esas iniciativas.

Antecedentes

En torno al año 1000, Constantinopla se erigía

como la ciudad más próspera y poderosa del «mundo conocido» en Occidente. Situada en una posición

fácilmente defendible, en medio de las principales rutas comerciales, y con un gobierno centralizado además de un ejército capaz y profesional, hacían de la ciudad y los territorios gobernados por ésta una nación sin par en todo el

orbe.

Por otra parte, los turcos también

habían avanzado en dirección sur,

hacia Siria y Palestina. Una tras otra las ciudades del

Mediterráneo Oriental cayeron en sus manos, y

en 1070, un año antes de

Manzikert, entraron en la

Ciudad Santa, Jerusalén.

La Primera Cruzada no supuso el primer caso de Guerra Santa

entre cristianos y musulmanes inspirada por el papado. Ya

durante el papado de Alejandro II, éste predicó la guerra contra

el infiel musulmán en dos ocasiones.

Gracias a las acciones

emprendidas por el

Emperador Basilio

II Bulgaroktonos, los enemigos más cercanos a

sus fronteras habían sido humillados y

anulados en su totalidad.

PRIMERA CRUZADA

Al Papa Gregorio VII se debe la idea de que los países cristianos se unieran para luchar contra el común enemigo religioso que era el Islam.

El Papa Urbano II (1088-1099) fue quien la puso en práctica. En 1095, la invitación a la lucha contra los turcos arribaría en embajadas francesas e inglesas a las cortes de las naciones europeas medievales más importantes: Francia, Inglaterra, Alemania y Hungría (Hungría no se unirá a las primeras cruzadas por guardar el luto de tres años del recientemente fallecido rey San Ladislao I de Hungría (1046-1095), quien antes de morir habría aceptado participar en la campaña de Urbano II).

El llamamiento formal de Urbano II sucedió en el penúltimo día del Concilio de Clermont (Francia), jueves 27 de noviembre de 1095, cuando proclamó, al grito de '"Dieu lo volti"'(¡Dios lo quiere!), la denominada primera cruzada (1096-1099).

La Cruzada de los Príncipes

Desde Antioquía se dirigieron hacia

Jerusalén, conquistando algunas plazas por el camino y

sorteando otras. En junio de 1099 sitiaron la capital, que cayó en

manos de los cruzados el 15 de

julio de 1099. En la conquista, los

cruzados realizaron una terrible matanza,

que no respetó a judíos ni a

musulmanes, mujeres o niños.

Mucho más organizada fue la llamada Cruzada

de los Príncipes cerca de agosto de 1096, formada por una

serie de contingentes

armados procedentes

principalmente de Francia, Países

Bajos y el reino normando de

Sicilia.

Durante su estancia en Constantinopla, estos jefes juraron devolver al Imperio

Bizantino aquellos territorios perdidos frente a los turcos. Desde Bizancio se dirigieron hacia Siria atravesando el territorio selyúcida, donde consiguieron una serie de sorprendentes victorias.