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ESPIRITUALIDAD DEL CATEQUISTA II «son muchos los cristianos que no son ni miembros vivos de la Iglesia ni auténticos discípulos del Señor, de ahí que haya que optar más decididamente por la creación de procesos de iniciación para formar discípulos».

Espiritualidad del catequista ii t 1

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ESPIRITUALIDAD

DEL

CATEQUISTA

II«son muchos los

cristianos que no son ni

miembros vivos de la

Iglesia ni auténticos

discípulos del Señor, de

ahí que haya que

optar más

decididamente por la

creación de procesos

de iniciación para

formar discípulos».

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Jesús, Maestro

de oración

La oración en la vida

del catequista

Llamados a vivir desde

una espiritualidad

El Señor nos ha llamado «amigos» dispongámonos a entrar con un corazón humilde a este taller de

formación

Formas y expresiones

de la oración.

Medios para

ayudarnos en la

oración

En presencia

de Dios

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Llamados a vivir desde

una espiritualidad

OBJETIVO: vivir la

espiritualidad de

catequistas para ser

auténticos

comunicadores del

Evangelio

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Lectura en voz alta:

¿Por qué casi no nos hablas de Dios?

Hace algunos años una persona muy estimada por mi, me hizo una

pregunta que me dejó casi temblando. Esta pregunta tan corta y tan

profunda han seguido acompañándome en la vida, permitiéndome

en muchas ocasiones de cansancio y desilusión refrescar mi

experiencia de Jesús. Dicha pregunta estuvo antecedida por un

comentario.

«Sabe cuando escucho hablar a fulanito que es ingeniero topógrafo,

me sorprende la espontaneidad y frescura, de que habla de caminos

peligrosos en las montañas, camiones, maquinas, compañeros de

trabajo, pendientes, ríos, comunidades lejanas y todo lo que se

relaciona con lo que felizmente realiza como ingeniero»

contrariamente con lo que eres de evangelizadora. ¿Por qué casi no

nos hablas de Dios?

¡Qué pregunta! Me quede sin respuesta. Sonreí sin hacer comentario,

evadiendo la pregunta, pero está ya había calado profundo en mi.

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Al retirarme a mi cuarto, me vinieron muchas justificaciones, entre ellas.

«No necesito hablar, mi vida y mi compromiso con la Iglesia lo dice

todo de Dios» me dije.

¡Qué gran mentira! ¡Qué tonta justificación!

Y en realidad en esta pregunta había algo más de fondo, esta persona

estaba preocupada no solo por no escuchar «acerca de Dios» sino

sobre todo por ver a una persona consagrada, con un proyecto de

vida decidido por Dios, y con poco entusiasmo en su experiencia de

Dios. Esta pregunta vino a corroborar lo que en otros ambientes había

escuchado: «La boca habla de lo que esta lleno el corazón». Entonces

acepte sencillamente que ¡Dios no ocupa mi corazón! ¡Que Él no

estaba siendo mi centro! Por lo menos no en esa ocasión. Verme con

esta pobreza espiritual me hizo pensar que desafortunadamente más

de algún evangelizador o catequista ha caído también en una cierta

anemia espiritual, trato quizás de un activismo desenfrenado,

buscando un cierto tipo de eficacia y rendimiento pastoral, creando y

desarrollando así una mediocridad espiritual que en mucho estorba a

la auténtica evangelización.

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Y tú catequista, alguna vez

¿Te has encontrado en situaciones semejantes?

¿Qué piensas de la mediocridad espiritual?

¿Crees que podemos caer en una anemia

espiritual? ¿Porqué?

Comparte con tu compañero de

al lado estas preguntas y también

acerca del riesgo de hablar de

Dios sin que Él esté en el

centro de nuestro corazón.

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La espiritualidad no es todo lo que se opone al mundo, lo inmaterial, lo escondido, lo oculto, la

pura intimidad.

La espiritualidad no es lo opuesto al compromiso y a la acción, rezar o estar en la

Iglesia, pero sin compromiso…

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«Fulano tiene mucho espíritu, tiene una espiritualidad

profunda». Vemos un fuego interior en la persona.

El espíritu de una persona es lo profundo y dinámico de su propio ser, sus más grandes

motivaciones, su ideal…

La vida espiritual es la acción del Espíritu Santo en nosotros como, savia que impregna y da vida a todas las áreas o zonas de nuestra persona…

¿QUÉ ES

ENTONCES

ESPIRITUALIDAD

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«Espiritualidad es Dios en

mi corazón y yo que

busco alcanzar a Dios

presente en el corazón

del otro».

San Pablo.

Para él vivir la

espiritualidad

es:

Abrirse a la

esperanza

(Rm 8, 18 –

25)

Tender a la

perfección

(Flp 1, 27 – 30)

Progresar en

la fe (2 Co

8, 7 – 10)

Sostenerse en la

caridad

(2 Co 8, 10 – 16)

Afirmarse en

la justicia

(Flp 1, 11)

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Vivió la oración

(Comunión con el

Padre)

Vivió la Misericordia

(Comunión con las

herman@s

pequeñ@s...)

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ADMIRACIÓN POR EL

MENSAJE CRISTIANO

INTENSA VIDA SACRAMENTAL

FAMILIARIDAD CON LA

ORACIÓN

TRANSFORMAR LA VIDA CON EL TESTIMONIO

CARIDAD, HUMILDAD Y PRUDENCIA

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Estas notas características de la espiritualidad del

catequista, las hemos de vivir en la intimidad y en la

acción, en el silencio y en la palabra; en la soledad y

en el encuentro catequístico. Por ello, retomemos

cada una de estas notas y escribamos cuál de ellas

nos gustaría fortalecer en nuestra vida y de que

medios nos vamos a valer para lograrlo.

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NO LE RECES A DIOS MIRANDO AL CIELO, ¡MIRA HACIA ADENTRO!

No busque a Dios lejos de ti, sino en ti mismo…

No le pidas a Dios lo que te falta: ¡búscalo tú mismo!, y Dios lo

buscará contigo, por que ya te lo dio como promesa y como meta

para que tú mismo lo alcances…

No reproches a Dios por tu desgracia; ¡súfrela con Él!, y Él sufrirá

contigo; y si hay dos para un dolor, se sufre menos…

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