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1 006.- El llamado de Elohim a la reforma “En aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado”. Mt. 3:1,2 Juan el Bautista durante su vida en el desierto aprendió de Elohim (Dios). Estudiaba las revelaciones de Elohim en la naturaleza. Bajo la dirección del Espíritu divino, estudiaba los rollos de los profetas. De día y de noche estudiaba al Salvador; él era su meditación, hasta que su mente, su corazón y su alma estaban llenos de la gloriosa visión. Contemplaba al Rey en su hermosura y perdía de vista al yo. Consideraba la majestad de la santidad y reconocía su incapacidad e indignidad. Debía anunciar el mensaje de Elohim. Debía permanecer de pie con el poder y la justicia del TODOPODEROSO. Estaba listo para salir como mensajero del Cielo, impávido frente a los hombres, porque había contemplado al Divino. Podía comparecer sin temor frente a los monarcas terrenales, porque se había inclinado tembloroso ante el Rey de reyes. Juan proclamó su mensaje sin recurrir a argumentos complicados ni teorías alambicadas. Sorprendente y enérgica, pero llena de esperanza, su voz se oyó en el desierto diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado” Mt. 3:2. Conmovió a la gente con un poder nuevo y extraño. Toda la nación fue sacudida. Multitudes acudían al desierto... Y todos, aun los fariseos y los saduceos, los fríos e indiferentes burladores, se retiraban con su burla acallada y el corazón herido por el sentimiento de sus pecados... En esta época, precisamente antes de la segunda venida del Salvador en las nubes del cielo, debe hacerse una obra como la de Juan. Elohim llama a hombres para que preparen a un pueblo que permanezca de pie en el gran día de YHWH... Como pueblo que cree en la pronta venida de Cristo, tenemos un mensaje que dar: “Prepárate para venir al encuentro de tu Dios” Amós 4:12 Nuestro mensaje debe ser tan directo como el de Juan. Reprendió a reyes por su iniquidad. Aunque su vida corría peligro, no vaciló en declarar la palabra de Dios. Con la misma fidelidad debemos hacer ahora nuestra obra. A fin de dar un mensaje como el de Juan, debemos tener una experiencia espiritual semejante a la suya. Debe hacerse en nosotros la misma obra. Debemos contemplar a Dios y al contemplarlo, perder de vista al yo”. Mar 114 Juan tenía por naturaleza las faltas y debilidades comunes a los seres humanos; pero el toque del amor divino lo había transformado... Al contemplar por fe al Redentor, Juan se había elevado a la altura de la abnegación. No trataba de atraer a sí mismo a los hombres, sino que trataba de elevar sus pensamientos cada vez más alto, hasta que reposaran en el Cordero de Elohim... Los que sean fieles a su vocación de mensajeros del TODOPODEROSO no buscarán honra para sí mismos... Reconocerán que su obra consiste en proclamar como lo hizo Juan el Bautista: “He aquí el Cordero de Elohim que quita el pecado del mundo”. Exaltarán al Salvador, y con él la humanidad será exaltada...

006 el llamado de elohim a la reforma

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006.- El llamado de Elohim a la reforma

“En aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea

diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado”. Mt. 3:1,2

Juan el Bautista durante su vida en el desierto aprendió de Elohim (Dios). Estudiaba las

revelaciones de Elohim en la naturaleza. Bajo la dirección del Espíritu divino,

estudiaba los rollos de los profetas. De día y de noche estudiaba al Salvador; él era su

meditación, hasta que su mente, su corazón y su alma estaban llenos de la gloriosa

visión.

Contemplaba al Rey en su hermosura y perdía de vista al yo. Consideraba la majestad

de la santidad y reconocía su incapacidad e indignidad. Debía anunciar el mensaje de

Elohim. Debía permanecer de pie con el poder y la justicia del TODOPODEROSO.

Estaba listo para salir como mensajero del Cielo, impávido frente a los hombres, porque

había contemplado al Divino. Podía comparecer sin temor frente a los monarcas

terrenales, porque se había inclinado tembloroso ante el Rey de reyes.

Juan proclamó su mensaje sin recurrir a argumentos complicados ni teorías

alambicadas. Sorprendente y enérgica, pero llena de esperanza, su voz se oyó en el

desierto diciendo: “Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado” Mt.

3:2. Conmovió a la gente con un poder nuevo y extraño. Toda la nación fue sacudida.

Multitudes acudían al desierto... Y todos, aun los fariseos y los saduceos, los fríos e

indiferentes burladores, se retiraban con su burla acallada y el corazón herido por el

sentimiento de sus pecados...

En esta época, precisamente antes de la segunda venida del Salvador en las nubes del

cielo, debe hacerse una obra como la de Juan. Elohim llama a hombres para que

preparen a un pueblo que permanezca de pie en el gran día de YHWH... Como pueblo

que cree en la pronta venida de Cristo, tenemos un mensaje que dar: “Prepárate para

venir al encuentro de tu Dios” Amós 4:12 Nuestro mensaje debe ser tan directo como

el de Juan. Reprendió a reyes por su iniquidad. Aunque su vida corría peligro, no

vaciló en declarar la palabra de Dios. Con la misma fidelidad debemos hacer ahora

nuestra obra. A fin de dar un mensaje como el de Juan, debemos tener una experiencia

espiritual semejante a la suya. Debe hacerse en nosotros la misma obra. Debemos

contemplar a Dios y al contemplarlo, perder de vista al yo”. Mar 114

Juan tenía por naturaleza las faltas y debilidades comunes a los seres humanos; pero el

toque del amor divino lo había transformado...

Al contemplar por fe al Redentor, Juan se había elevado a la altura de la abnegación.

No trataba de atraer a sí mismo a los hombres, sino que trataba de elevar sus

pensamientos cada vez más alto, hasta que reposaran en el Cordero de Elohim...

Los que sean fieles a su vocación de mensajeros del TODOPODEROSO no buscarán

honra para sí mismos... Reconocerán que su obra consiste en proclamar como lo hizo

Juan el Bautista: “He aquí el Cordero de Elohim que quita el pecado del mundo”.

Exaltarán al Salvador, y con él la humanidad será exaltada...

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El alma del profeta, despojada del yo, se llenó de la luz del Ser divino... Dio testimonio

acerca de la gloria del Salvador. En esta gloria del Salvador todos sus seguidores han

de participar... Podemos recibir la luz del cielo sólo en la medida en que estemos

dispuestos a despojarnos del yo. Podemos percibir el carácter del TODOPODEROSO y

aceptar Al Mesías prometido por fe sólo si estamos dispuestos a someter todo

pensamiento a la obediencia a Él. A todos los que lo hacen, se les da el Espíritu Santo

sin medida. En Él “habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, y vosotros

estáis completos en él” Id. 115

Juan el Bautista salió con el espíritu y el poder de Elías, para preparar el camino del

Salvador y para hacer volver el pueblo a la sabiduría de los justos. El fue un

representante de los que viven en estos últimos días, a quienes Dios ha confiado

verdades sagradas para presentar delante del pueblo con el propósito de preparar el

camino para la segunda aparición del Salvador...

Los que deben preparar el camino para la segunda venida del Salvador están

representados por el fiel Elías, así como Juan vino en el espíritu de Elías a fin de

preparar el camino para su primera venida. El gran tema de la reforma debe ser puesto

sobre el tapete, y la mente del público debe ser sacudida. La temperancia en todas las

cosas debe estar relacionada con el mensaje, para apartar al pueblo de YHWH de su

idolatría, su glotonería y su extravagancia en el vestir y en otras cosas.

Debe presentarse a la gente la abnegación, la humildad y la temperancia que se requiere

de los justos, a quienes EL TODOPODEROSO guía y bendice especialmente, en

contraste con los hábitos extravagantes y destructores de la salud de los que viven en

esta época tan degenerada. EL ha mostrado que la reforma sanitaria está tan

íntimamente relacionada con el mensaje del tercer ángel como la mano lo está con el

cuerpo. No puede encontrarse en ninguna otra cosa una causa tan grande de

degeneración física y moral como en el descuido de este importante asunto. Son

culpables ante EL TODOPODEROSO los que satisfacen sus apetitos y pasiones, y

cierran los ojos a la luz por temor de percibir complacencias pecaminosas que no están

dispuestos a abandonar...

La Providencia ha estado dirigiendo al pueblo de YHWH para que se aparte de las

costumbres extravagantes del mundo, de la satisfacción de los apetitos y pasiones, a fin

de ocupar su lugar en la plataforma de la abnegación y la temperancia en todas las

cosas. El pueblo de que YHWH guía debe ser peculiar. No debe ser semejante al

mundo. Pero si sigue la dirección del TODOPODEROSO, cumplirá sus propósitos y

someterá su voluntad a la voluntad del Creador. El Mesías (Cristo) morará en el

corazón. El templo del TODOPODEROSO será apartado. Vuestro cuerpo, dice el

apóstol Shaul (Pablo), es templo del Espíritu apartado (Santo) mar 114-116

Ernesto Farga

www.unavozsinfronteras.com.ar [email protected]

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