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Elaborado n°9 Los errores de las Religiones según los Maestros desencarnates del Cerchio Firenze 77 (Círculo Florencia 77) 1 Antes de copiar algunas páginas en los que los Maestros invisibles del Cerchio Firenze 77 (Círculo Florencia 77) nos dan sus enseñanzas hacemos estas premisas: En la antigüedad las Revelaciones divinas a los pueblos de la Tierra fueron llevadas por el Arquetipo Celeste y por lo tanto eran perfectas en el momento en que le fueron reveladas al Profeta, pero de aquel momento en luego las Revelaciones han estado en las manos de los hombres comúnes. En efecto, el Profeta refirió la Palabra de Dios como la recibió, pero luego la Palabra misma fue transmitida y sucesivamente transcrita por otros hombres, no como el Profeta dignos de recibir la Palabra de Dios. Las Revelaciones modernas que conocemos, en cambio, han sido transcritas por los Profetas como las han recibido; Ellas son: - La Revelación del Señor Jesús a Su escribano austríaco en el 19° siglo; - La Revelación del Señor Dios al inglés Eileen Caddy de la Comunidad de Findhorn en Escocia en el 20° siglo; - La Revelación de los Ángeles a la escocesa Dorothy Maclean de la Comunidad de Findhorn en Escocia en el 20° siglo; - La Revelación del Señor Jesús a la italiana Maria Valtorta en el 20° siglo; - La Revelación de la Virgen a los jóvenes Adivinos de Medjugorje; el texto de la Revelación es dictado enseguida después de haber lo escuchado; esta Revelación tuvo principio el 24 de junio de 1981 y ahora es todo en curso en el enero del 2014 ; - La Revelación de los Maestros desencarnatws del Cerchio Firenze 77 (Círculo Florencia 77) en el 20° siglo por el médium Roberto Setti de Florencia; cuánto el médium refiría era registrado en un registrador; sucesivamente las grabaciones fueron transcritas y publicáis en ocho libros de Ediciones Mediterráneas de Roma. En la antigüedad, del momento de la Revelación a aquel de la transcripción pasaron siglos, también en el caso del Alcorán al profeta Mahoma 2 , durante tales signlos las Revelaciónes fueron transmitida oralmente de padre a hijo y de este últimos a otros aún. Hace excepción la Revelación de la Divina Providencia a Santa Caterina de Siena, nata en el 1347 fallecida en el 1380, la que les dictó a tres escribanos la Revelación Divina hecha a ella: Barduccio Canigiani, Stefano Maconi 1 Libros publicados por Edizioni Mediterranee de Roma 2 Sergio Noja, Maometto profeta dell’Islam, páginas 115-125, Oscar Mondadori ; Michael Cook, Il Corano, páginas 125-132, páginas 133-143 y 144-148, Einaudi Tascabili ; Paolo Branca, Il Corano, páginas 53-67, Il Mulino 1

054b - Los errores de las Religiones según los Maestros desencarnates del Cerchio Firenze 77 (Círculo Florencia 77)

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Elaborado n°9

Los errores de las Religiones según los Maestros desencarnates del Cerchio Firenze 77

(Círculo Florencia 77) 1

Antes de copiar algunas páginas en los que los Maestros invisibles del Cerchio Firenze 77

(Círculo Florencia 77) nos dan sus enseñanzas hacemos estas premisas:

En la antigüedad las Revelaciones divinas a los pueblos de la Tierra fueron llevadas por el

Arquetipo Celeste y por lo tanto eran perfectas en el momento en que le fueron reveladas al

Profeta, pero de aquel momento en luego las Revelaciones han estado en las manos de los

hombres comúnes. En efecto, el Profeta refirió la Palabra de Dios como la recibió, pero luego la

Palabra misma fue transmitida y sucesivamente transcrita por otros hombres, no como el Profeta

dignos de recibir la Palabra de Dios.

Las Revelaciones modernas que conocemos, en cambio, han sido transcritas por los

Profetas como las han recibido; Ellas son:

- La Revelación del Señor Jesús a Su escribano austríaco en el 19° siglo;

- La Revelación del Señor Dios al inglés Eileen Caddy de la Comunidad de Findhorn en

Escocia en el 20° siglo;

- La Revelación de los Ángeles a la escocesa Dorothy Maclean de la Comunidad de

Findhorn en Escocia en el 20° siglo;

- La Revelación del Señor Jesús a la italiana Maria Valtorta en el 20° siglo;

- La Revelación de la Virgen a los jóvenes Adivinos de Medjugorje; el texto de la

Revelación es dictado enseguida después de haber lo escuchado; esta Revelación

tuvo principio el 24 de junio de 1981 y ahora es todo en curso en el enero del 2014 ;

- La Revelación de los Maestros desencarnatws del Cerchio Firenze 77 (Círculo

Florencia 77) en el 20° siglo por el médium Roberto Setti de Florencia; cuánto el

médium refiría era registrado en un registrador; sucesivamente las grabaciones fueron

transcritas y publicáis en ocho libros de Ediciones Mediterráneas de Roma.

En la antigüedad, del momento de la Revelación a aquel de la transcripción pasaron siglos,

también en el caso del Alcorán al profeta Mahoma 2 , durante tales signlos las Revelaciónes fueron

transmitida oralmente de padre a hijo y de este últimos a otros aún. Hace excepción la Revelación

de la Divina Providencia a Santa Caterina de Siena, nata en el 1347 fallecida en el 1380, la que

les dictó a tres escribanos la Revelación Divina hecha a ella: Barduccio Canigiani, Stefano Maconi

1 Libros publicados por Edizioni Mediterranee de Roma2 Sergio Noja, Maometto profeta dell’Islam, páginas 115-125, Oscar Mondadori ; Michael Cook, Il Corano, páginas 125-132, páginas 133-143 y 144-148, Einaudi Tascabili ; Paolo Branca, Il Corano, páginas 53-67, Il Mulino

1

y Negros de Landoccio los que se alternaron en el escribir bajo dictado 3 . Se trata por lo tanto de “

la obra original del Santa 4 " .

De la transmisión oral de Padre a hijo no hay certeza, porque la Palabra de Dios dada por

padre a hijo puede ser sida modificada, por lo menos por errores de transmisión/comprensión de

padre a hijo, o por lagunas de memoria o por errores diferentes, entre los que aquellos relativos a

las traducciones, o bien por imprecisión de recuerdos o por parecidos u otros motivos, entre cuyo

aquel del interés de los pueblos a exaltarse representado de quien ha fijado o hecho fijar en la

Escritura lo que le ha llegado oralmente.

Si se tiene cuenta sobre se puede comprender que entre la Revelación y la transcripción

escrita pueden haber diferencias, especialmente por lo que concerne la vida del Espíritu o del más

allá.

Deriva de ello que la “ Escritura no debe ser confundida con la Revelación, no debe ser

identificada literalmente con la Palabra de Dios en significado real. Palabra de Dios, en efecto es

ante todo Jesús Cristo 5 . "El hecho que la Iglesia quede fiel a todo el canon no significa que cada

individual proposición o versículo bíblico, tomado aisladamente por sí expresa en igual medida la

Palabra de Dios ... 6 ".

En su libro sobre el Taoísmo Matgioi tan se expresó: “ Una tradición no se mantiene

rígidamente si sólo es custodiada en el fondo del pensamiento; también debe - y de manera

absoluta - ser conservada y transmitida en la forma en que el maestro la vistió. En las lenguas

alfabéticas, si la oreja no recuerda la asonancia de las letras, la memoria individual y la

transmisión siguiente deforman el texto y lo transforman con el uso inconsciente pero inevitable de

sinónimos y aproximaciones. En la lengua a escritura ideográfica, no se acuerda la palabra, pero

la idea y la idea no tiene que un modo de transcripción. La tradición oral, también por

generaciones queda pues perfecta, y es tan frecuentemente usada... 7 , nuestra nota: no se

puede excluir en absoluto que con el pasar de los siglos la idea original en la lengua a escritura

ideográfica no haya sido alterada: en efecto puedan haber alterado la idea. A nuestro parer por lo

tanto, ninguna religión puede afirmar que la misma Escritura sea Palabra de Dios de la primera a

la última palabra o a idea transcrita; luego hay las dogmas y las verdades de fe o bien opiniones e

interpretaciones humanas, que sabemos como no son infalibles.

Según los Maestros disincarnati del Cerchio Firenze 77 (Círculo Florencia 77) los

errores de las religiones son muchos y a veces graves y son evidenciados en los

siguientes libros:

Cerchio Firenze 77, Dai mondi invisibili, De los mundos invisibles, Mediterranee –

3 Santa Caterina da Siena, Il Dialogo della Divina Provvidenza nella redazione di padre Angiolo Puccetti, O.P., Edizioni Cantagalli 1990, a cura di padre Tito S. Centi, O. P.4 Santa Caterina da Siena, Il Dialogo della Divina Provvidenza nella redazione di padre Angiolo Puccetti, O.P., nota 4 de páginas 14-15, Edizioni Cantagalli 1990, a cura di padre Tito S. Centi, O.P.5 Autores Diferentes, Guida alla lettura della Bibbia, página 124, San Paolo 6 Aurores Diferentes, Guida alla lettura della Bibbia, página 129. San Paolo7 Matgioi, La via Taoista, la via razionale, página 118, Basaia

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Roma: invitamos todas las religiones, nosotros comprendidos, a meditar sobre cuánto el Maestro

Kempis dijo sobre el Anticristo porque muchos son los casos en que se esconde; Satanás se

esconde en todo sitio en todas las organizaciones y también en las religiones y también en las

familias. El Maestro Kempis dijo: <<Preanunciado por el Apocalipsis, nuestra nota: ¡del apóstol

Juan, de los profetas de desdicha y hasta de los periódicos que tienen problemas de tirada,

avanza el Anticristo

.... Come podremos nos reconocer para no ser sorprendidos por el su sobrevenir?

¿Cómo distinguirlo con sus insidias, sus engaños? Nosotros tenemos que mirarlo en haga este

arrogante príncipe de las tinieblas. El Anticristo insidioso se esconde en la tácita aquiescencia de

la tiranía, del error y de la injusticia, nuestro nota:se también pensamos a las tiranías también

domésticas, a los errores y a las injusticias del mundo tenemos que reconocer que al menos en

esta época Satanás, el Anticristo es en todo sitio cubierto de la anonimidad y de la ignorancia

humana,. Satanás reina cuando a la claridad de las acciones se reemplaza las congerie de las

palabras, de los comprometidos que han la finalidad de esconder la incapacidad. Impera cuando

la libertad es usada a finos egoísticos y por lo tanto se convierte en ilicitud. Cuando se extravía el

sentido de la medida y la intemperancia ciega a los hombres, nuestra nota: también en las

religiones, . Cuando la caridad se convierte en una vacía formalidad para acrecentarse, para

merecerse el cielo y no por amor a lo próximo. Cuando se abandonan los ideales morales no para

mejorarlos, pero para dar libre desahogo a la propia codicia. La religión que se sirve enseñanzas

de los Maestros para maldecir, para condenar a sus enemigos, es religión del Anticristo. Entonces

si todo esto es el Anticristo, este apocalíptico enemigo del hombre, no es mucho lejano de

nosotros, no es de allá de venir, pero les está en nos, hijos y hermanos, vaga en nosotros y entre

nosotros de al menos dos mil años, nuestra nota: es decir del Adviento del Señor Jesús, ...si ésta

es la verdad una diferente pregunta debemos hacernos: ¿cuándo acabará el reino del Anticristo?

Cuándo solo la maldición será maldecida, cuando seremos libres de la esclavitud de las pasiones,

de los errores de la ignorancia, de las penas del temor, de las angustias del deseo ... ¿en nuestra

debilidad, en espera de este día, como ir adelante? Como comprender cuál es la calle más breve.

Estas últimas palabras son pronunciadas con tono cada vez más solemne y emocionado: siguen

momentos de silencio. Un perfume de nardos y azucenas empieza a invadir la habitación con

creciente intensidad. Se percibe que el médium se alza y se y va casi al centro de la habitación

donde queda en estado de levitación. La voz que los presentes oyen no pertenece a ningúna de

las Entidades que generalmente se manifiestan, nuestra nota: la voz era ciertamente aquella del

Señor Jesús, como demuestra Su inconfundible estilo oratorio 8 ,:

Beatos vosotros sois que os podéis refinar vod en la instrucción, pero apuros a quien

no es convencido de nada saber, porque de lo humildes es el Reino de los Cielos.

8 Vangelo di Matteo 5, 3-11 ; se vean también los diez volumenes del Evangelio revelado a Maria Valtorta, Cev srl, Viale Piscitelli 89-91, 03036 Isola del Liri (Frosinone), Italia

3

Beatos vosotros sois que no conocéis la obligación de participar no quiera en los

rituales religiosos, pero apuros a quien no encuentra el tiempo de decir un ruego, porque

de quien ama Dios es el Reino de los Cielos.

Beatos vosotros sois que os podéis nutrir sin preocupación, pero apuros a quien no

dona lo superfluo, porque de quién nada posee es el Reino de los Cielos.

Beatos vosotros sois que no conocéis el yugo del trabajo coactivo, pero apuros a

quien no es productivo, porque de quien pone a fruto su existencia es el Reino de los

Cielos.

Beatos vosotros sois que os podéis mover en una mayor libertad social, pero apuros a

quien es esclavo de s mismo, porque del hombre libre es el Reino de los Cielos.

Beatos vosotros sois que sobre la sangre de vuestros predecesores podéis soñar y

esperar en un mundo mejor, pero apuros a quien estropea la ocasión, porque de los puros

es el Reino de los Cielos.

Vosotros habéis oído que os fue dicho:

Beatos él hambrientos y los sedientos de justicia, pero yo os digo: más beato todavía

quién nada desea, tampoco la justicia, porque de quien le ha muerto a sí mismo y de quien

hace la voluntad del Padre es el Reino de los Cielos. El reino de los Cielos reposa en la

quietud interior.

Paz a vosotros”.... 9 .

Cerchio Firenze 77 , Círculo Florencia 77, Oltre l’illusione, Más allá de la ilusión,

Edizioni Mediterranee - Roma:

página 95: <<contestando a una pregunta el Maestro Kempis dijo: "No es verdadero

que el <<crecéis y multiplicadas vos>> sea una invitación perentoria porque el hombre procree

sin tener cuento de las condiciones en que deberán crecer a los hijos. Y más cruel y por lo tanto

más culpable quién largamente hace sufrir, de quien mata>>. ¡Los islámicos pobres deberían

reflejar bien sobre esta enseñanza antes de procrear hasta una veintena de hjios !

Cerchio Firenze 77 (Círculo Florencia 77), Per un mondo migliore, Por un mundo

mejor, Edizioni Mediterranee - Roma:

páginas 21 -43:

<< El yo y sus procesos de expansión:

<< ... Os ha sido dicho que cuando el individuo no encontra en una concepción de vida

lo que pueda satisfacerlo duraderomente, se vulga a la concepción

Habéis oído que el yo - qué es fruto de una limitación - no puede comprender lo que es

ilimitado. El yo no puede alcanzar la Realidad.

Estáis convencidos que la Realidad pueda poner término a vuestro dolor; por éste

querríais alcanzarla, y sintiendo que el yo es de impedimento querríais ponerlo de parte y actuar

según el "no yo". Pero todo eso es una ilusión: el no-yo es igualmente un volverse y no un ser.9 Cerchio Firenze 77, Dai mondi invisibili, páginas 54-56, Mediterranee

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¿Qué importa si el individuo, en vez de ser empeñado en el arribismo, cedes el paso y conserva la

intención oculta de acrecentarse de algún modo? El "no-yo" es cosa querida y no sentida. El "no-

yo” es una conducta tenida con una finalidad y no uno espontáneo ser pasivo a cualquiera

inmediato o remoto fin egoístico.

Hay muchos que creen, apartándose del mundo, de poder conseguir la sublimación de

ellos mismos. Eso es ilusorio. Los conventos y los monasterios no son fuera del dominio del yo.

Cada esfuerzo que el individuo cumple en sentido positivo o negativo para acrecentarse, está en

antítesis con la Realidad. Hace falta ir más allá de la apariencia y descubrir la intención.

El yo puede concebir un programa a la propia expansión que aparentemente puede estar

en contraste con la común ambición, y sin embargo desarrollarlo con el intento de acrecentarse.

Este programa puede llamarse renuncia a Satanás y sus lisonjas, ermita, apostolado, cristianismo

o brahmanesimo, antroposofía o teosofía, y servir a aportar orden en la sociedad, a mejorar las

relaciones individuales, pero ser incapaz de extirpar el egoísmo del individuo.

Las leyes humanas, los usos y las costumbres establecen el orden de la sociedad; un tal

orden necesita de tutores. Las religiones aspiran a hacer el individuo un tutor de sí mismo; y eso

es loable; pero no es lo que nos entendemos. Nosotros hablamos de un orden oído, de una

conciencia formada, por los que los tutores son superfluos.

Cada organización tiene una jerarquía, siendo la jerarquía la fuerza misma de la

organización. Pero la jerarquía atiza y alimenta la expansión del yo. Debéis en cambio liberarvos

del yo.

Cuando habréis alcanzado una tal liberación, seréis abiertos a la Realidad, comprenderéis

la belleza del Todo. Cuando habréis alcanzado una tal liberación ya no tendréis miedo. Serenos

seréis, de una serenidad que no conoce incertidumbre frente a los cambios de la vida, porque ya

no seréis acosados del examinar las ventajas y las desventajas del yo. Daréis por aquellos que

habréis tenido y por lo que no habréis tenido, pero sobre todo sin intención ni finalidad alguna, y

la fe corresponderá realmente a la expresión más alta de la conciencia individual, en el acto de

ser conciencia cósmica 10 >>. Maestro Claudio

Per un mondo migliore (Por un mundo mejor), Edizioni Mediterranee - Roma, páginas

77 -121:

Las organizaciones a los objetivos de la evolución espiritual:

<< .... Las religiones.

Hablar de religión en un tiempo en que este término ha asumido un significado que osaría

definir contrario al progreso y a la emancipación del hombre, puede parecer vano, si no del todo

dañoso. Sin embargo, también quedando en una parecida severidad de juicio, no se puede

desconocer que las religiones han constituido un tejido social de gran valor. Naturalmente me

refiero más a las religiones que predican las buenas relaciones entre los hombres, que a

aquellas que se limitan a buscar una relación entre el hombre y la Divinidad.

10 Cerchio Firenze 77, Per un mondo migliore, páginas 31-32, Mediterranee

5

Las religiones primitivas, por ejemplo, con una serie de rituales y prescripciones tratan de

establecer una relación entre los individuos y los Dioses; y también este en cierta medida,

constituye un soporte social; pero no así importante como aquel constituido por las religiones que

hacen del amor a lo próximo, de la ayuda recíproca, de la solidaridad, un mandamiento primario.

Eso no significa que las religiones, en sentido absoluto, conozcan un escalafón de

importancia, que algunas sean más importantes que otras. Cada una tiene un contenido suyo que

es válido para los individuos que la siguen. Cada una sirve a asentar en un determinado modo las

experiencias de los propios fieles.

Si confrontamos las varias religiones, se descubren grandes puntos de contacto, pero

también sensibles diferencias de principio. Sobre el plano personal cada puede gustar más o

menos, pero está seguro que cada una de ellas tiene un particular contenido, y es lo que asenta

en cierta manera las experiencias de los propios fieles, experiencias válidas por la evolución

espiritual.

El punto central de mi discurso es que si los hombres prácticos, positivos, racionales,

quieren considerar las religiones entre las cosas ya superadas, en un tiempo en cuyo todo tiene

que ser sustentado por la lógica y justificado por la utilidad práctica, no hay duda que aquella

parte de aquellas religiones que predica el amor a lo próximo, la solidaridad, la recíproca ayuda,

conserva valor todavía hoy: aún es actual con respecto de otros partes que se limitan a afirmar

principios de fe. Por ejemplo: la asunción al cielo de la madre de Cristo: un católico os cree, más

bien debe creervos, pero este no tiene un reflejo directo en la construcción de la sociedad, a

menos que el católico no imbracci el fusil para defender su fe.

Si en cambio hablamos de principios, a cuyo ahora he señalado, de solidaridad entre los

hombres, de ayuda recíproca, hablamos de principios que todavía conservan una utilidad práctica

en la vida de hoy. Por lo tanto las religiones que aquellos príncipes predican como de primaria

importancia, deben ser revaluadas y, con ellas, nosotros que de los mismos principios os

hablamos. ¿Pero es el nuestro quizás un decir y repetir las cosas ya repetidas por centenares de

años?

El conjunto de principios éticos, impuesto en nombre de una autoridad espiritual y con la

amenaza de un castigo es decir sin hacer comprender de ello la razón de ser para el individuo y

por la colectividad ha determinado todas las enajenaciones de que está llena la historia. El "no

fornicar de Moisés", impuesto sin comprender de ello la razón y los límites, ha determinado las

neurosis sexuales que según Freud son la causa única de la humana crueldad y ferocidad. Pero

el hombre tiene el deber de hacerse preguntas lógicas, también en una materia irracional como

aquélla religiosa, y de preguntarse si realmente todo el problema religioso, para el individuo,

puede residir en una elección individual. Porque - veis - hasta que se trata de hacer o no hacer

algo, entonces la voluntad individual puede ser determinante; pero cuando se trata del deseo -

como el no desear la cosa de otros, no desear a la mujer de otros - la voluntad sólo puede servir

a no traducir en práctica el deseo; pero el deseo queda. Sin embargo nosotros afirmamos que el

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hombre puede superar los propios deseos egoísticos. De otra manera de así, las grandes

destinos espirituales a las que es llamado el hombre deberían identificarse en una actitud exterior,

en un altruismo construido, falsificado, y el hombre quedar en cambio, en su íntimo, un pozo de

egoísmo. Pero el amor a lo próximo del Cristo no puede ser entendido como un mostrarse

corderos y quedar, en el íntimo, lobos feroces.

Usted es altruistas cuando se siente en términos de altruismo, no cuando nos comporta

como tales. El comportarse y no ser creas todas aquellos neurosis que afligen el individuo y la

sociedad. Ahora bien, nosotros queremos ayudarvos a "ser." Hoy especialmente, vosotros que

nos escucháis y que nos aceptáis, ya no es suficiente que tengáis "un comportamiento" altruístico;

es necesario que transforméis vuestro íntimo tanto de "ser" altruistas. Las leyes y las

imposiciones del exterior ya no sirven más a embridar el egoísmo del hombre; por lo tanto es

indispensable que cada uno le modifica sí mismo, si no quiere que la sociedad se conviertes en

un triste espectáculo de indiferencia, crueldad, insensibilidad. Pero sobre todo es importante que

esta transformación ocurra en un modo completamente simple y no alienante. Pues, si útil es

seguir el mandamiento que hermana a los hombres, todavía más útil será serenamente seguirlo,

en la armonía interior, libres de cada violencia a sí mismos.

La finalidad por la que venimos entre vosotros no es aquél de repetir los hasta demasiado

repetidas "ideales morales" pero aquel de llevarvos una palabra nueva, simple, eficaz y, sobre

todo, que se realize por cada uno aquél que, por siglos, ha sido conquista de pocos.

Queremos ilustrarvos a grandes líneas y citando piezas de libros sagrados, como se

encuentren en las religiones de los pueblos que tuvieron una civilización notable aquellas

verdades que nos vos tenemos más veces enseñadas. Estas religiones fueron la base de cada

elevado pensamiento filosófico - religioso de los grandes Maestros, sobre el que luego la

ignorancia del hombre ha entretejido fantasiosas añadiduras.

Resumimos estos principios, estas verdades que, con leves diferencias, volven a

aflorar en todas las religiones:

- una única existencia eterna, infinita, inconmensurable, del que ha procedido toda la

creación;

- la tríplice manifestación de esta existencia dicha también Trinidad;

- la ley de causa y efecto, vigente en el mundo emanado, en consecuencia de la primera

causa-efecto de la creación: la voluntad creadora es la causa y la inmediata

emanación del universo es el efecto;

- la ley de evolución;

- la transmigración de las individualidades en más cuerpos, entendida como medio de

evolución.

Los Atlantidi tuvieron relaciones con muchos pueblos habitantes de tierras limítrofe y

lejanas. Antes que esta civilización terminara su ciclo evolutivo no pocos habían sacado a la

sabiduría de aquella raza. Los Turani fueron entre estes y sobre lo que tomaron de Atlántida

7

surgió y se basó la vasta civilización chino. El Ching-Chang-Ching, o Clásico de pureza, que como

cada texto sagrado de remota fecha es atribuido no concordemente al mismo autore, conserva

piezas antiquísimas y auténticas con respecto de su primera redacción del tiempo de Atlántida.

Leemos algunos pasos para ver cuál idea refleja de la Divinidad:

El verdadero Tao no tiene forma ni cuerpo, pero produce y sustenta cada forma y cada

cuerpo. El verdadero Tao no tiene nombre pero conserva y nutre todos los nombres, o sea

todas las cosas,; pasa y pasando se pone remoto, y, poniéndose remoto, vuelve. El Tao se

manifiesta como puro y turbio, y tiene movimiento y reposo. Tao produció a uno, uno

produció jo dos, dos produció tres, tres produciós todas las cosas; todas las cosas se

avanzan a abrazar la luz de la que han emergidas. El Tao invade cada cosa y puede ser

reconocido en las cosas más pequeñas como en las más grandes.

Por cuántoconcerne la evolución es dicho:

Quien el que libera su ser del deseo egoístico, consigue la unión consapevole (Cosciente

es una otra cosa) con el Uno; el que tiene la absoluta pureza le entra en el verdadero Tao."

El concepto de reencarnación no se encuentra así claramente expreso aunque, si no se

pensara que la reencarnación y la ley de causa y efecto son sobreentendidas, ningún nexo lógico

se encontraría en los textos sagrados de esta religión. Lo encontramos más claramente expreso

en una sabia historia donde se pregunta a un moribundo: ¿Qué ahora hará de ti el Creador?

¿Serás ratón o insecto? Este para enseñarvos que reencarnación y karma, karma = ley de causa

y de efecto, son sobreentendidas en toda la enseñanza de esta religión, en cuánta la condición de

la nueva vida es determinada después de la muerte según las experiencias de la vida pasada.

Muchas añadiduras, mutilaciones y errada interpretación cuentan los textos sagrados

de esta religión; por ejemplo sabemos que, por la ley de evolución, quién ha llegado a la

encarnación humana no podrá reencarnarse nunca en una forma animal; también, al atento

estudioso todavía hoy se muestran de modo inequívoco las bases de la antigua sapiencia.

La religión Brahamanica, la más grande de las Arrianas, tiene en si claramente expresado el

concepto de Dios entendido como única existencia eterna; de manera parecida la Trinidad

(Trimurti). La ley de evolución y aquella de reencarnación hacen parte de ella integrante y son

expresas y enseñadas exotericamente como en ninguna otra religión. No hay necesidad por lo

tanto de citar los textos sagrados si no para reconocer de ello la belleza y la abundancia moral, ni

hay necesidad de mostrar la identicidad de los principios de esta religión con nuestra enseñanza.

Leemos junto algunas piezas del Mundaka - Upanishad y junto conveniremos de ello :

“ El intelecto purificado por el conocimiento conoce y Brahama contempla Brahama. Quien

Brahama conoce se vuelve Brahama ".

Es a propósito de Brahama, o Altísimo:

8

Presentes cada donde, gran morada dentro de la que se relaja todo lo que vive;

más sutil de lo que es sutil; dentro el que son los mundos con sus habitantes. Él es el

imperecedero Brahama ".

Está en otro texto:

Más allá de los universos, Brahama él eterno, lo indivisible, lo inmutable, escondido

a todos los seres contrariamente a sus evolución, el Señor conociendo el que se se pone

inmortales, la única respiración de todos los mundos, el eterno Joven, lo Anciano de los

ancianos, el alma de los mundos, que es llamado no nacido, que es llamado Eterno ".

Notando la cristalina claridad y veracidad de estos textos, es hecho de pensar que los

miembros de esta religión sean entre los más iluminados y desarrollados. Pero si el pueblo no ha

comprendido esta cristalina belleza y ha falseado la verdad tanto de transformarla en superstición

y de ponerse fanático, no tenemos que maravillarnos. Éste también ocurre en Occidente; más

bien, mientras los santones hindúes tratan de iluminar las mentes de los fieles, no igualmente se

puede decir de algunas autoridades religiosas.

La clara exposición de la verdad no es determinante para el individuo si no para hacerlo

entender, comprender y asimilar, o sea "desenvolver."

En Grecia, tierra dónde vieron la luz sabios hombres, variamente fue expresado el

pensamiento filosófico-religioso; pero si diferentes fueron los modos de expresarse, no así las

bases sobre las que cada gran mente basó su filosofía.

También según la teología de Orfeo, todas las cosas tienen origen de un inmenso principio

divino al que nosotros, por nuestra ignorancia, damos un nombre considerándolo como una

personalidad extra-cósmica. Es también reconocida la existencia de la Trinidad entendida como

Espíritu universal, Alma o Conciencia universal, Mente universal.

Los Orfici creen en la reencarnación y en la ley de evolución en cuánto el hombre,

teniendo potencialmente en si la suma y la sustancia de todo, por la transmigración poner en

práctica lo que tiene en potencia.

Pitagora enseñó la reencarnación junto al movimiento solar concéntrico. Nos vos hemos

explicado otras veces la matemática mística de este Grande; os hemos desvelado cosa Él

entendiera por unidad, Trinidad etcétera. Y para revelar otros nombres, Platón, Amonio Sacca con

los neoplatónicos y analogisti. Empédocles enseñaba doctrinas de transmigración y evolución.

Plotino predicaba una doctrina idéntica a aquella de los Vedantini, es decir que el alma, emanada

por un único principio divino, será, después de la romería sobre la tierra, reunida a éste. Porfirio,

más allá de que haber recogido los escritos de su maestro Plotino, fue él mismo autor

compartiendo de ello la fe y el pensamiento.

Muchos otros aún podríamos citar, si estos nombres no bastaran.

Maestro Claudio

La religión Budista es dividido en muchas sectas, porque es muy difícil conservar la

esencia de la antigua creencia. Si no existiera esta dificultad el Maestro Buda no sería descendido

9

entre nosotros. Él era un Hindú y no vino para fundar una nueva religión, pero aceptando todas

las enseñanzas fundamentales del Brahamanesimo lo purificó, descartó ignorantes añadiduras de

modo que la antigua sapiencia refulgiera de su verdadera luz.

Aunque muchas sean las sectas Budistas, todo pero conciben Dios como Absoluto. En la religión

Budista es creído importante que a las criaturas, a los discípulos, sea bien enseñado. En efecto

Buda dice:

Aquellas criaturas a las que haya sido enseñada bien la ley, y de ellas haya sido

asimilada bien, pueden alcanzar la otra ribera del extenso mar de los nacimientos y de las

muertes, tanto difícil de atravesar ".

La Trinidad no es enseñada tan unánimemente, pero éste depende de una

degeneración, y no de la enseñanza de Buda. En cambio, reencarnación, evolución, ley de

causa y de efecto o ley kármica, son la base fundamental de todo el Buddhismo. Para

ilustrar eso bastará citar pocos pasos de un texto sagrado:

Un Brahama es un iluminado que ha puesto término a la rueda de los

nacimientos y de las muertes. El individuo sabio, con el amor, la virtud, la pureza,

se hace inmune de cada ataque. Los que guardan rencor contra los que guardan

rencor, no pueden ser puros. En cambio el que no guarda rencor calma los que

odian, y puesto que el odio lleva a las más grandes miserias del mundo, el sabio,

verdadero despensero de riqueza, no puede odiar. Vencer la falsedad con la

franqueza.

Es implícito que aquellos "vencer" de la citación, no está para reprimir", pero para hacer

dejar de existir, tener dominio en ti.

Buda como los otros Maestros, ha llevado la verdad y los hombres la han falseado.

¿Quieres saber, hermano querido, quién enseña la Verdad? Va por exclusión; empieza a

descartar el que cree de ser el solo a profesarla, porque quién conoce la Realidad sabe que ella

no necesita ni de defensores ni de pregoneros.

Cuando un tuyo hermano está listo a recibirla, también puedes celar la Verdad, pero él la

encontrará y la reconocerá seguramente.

Om Manos Padme Hum.

Maestro Hermano Oriental

Dirigimos la mirada al antiguo Egipto para encontrarvos una otra Civilización. También del

la no copiosa literatura sagrada de aquella Civilización que allí ha quedada, podemos comprender

el pensamiento religioso de aquel pueblo. De los documentos de más remota fecha sabemos que

los egipcios creyían en la Trinidad, Rha, Osiris-Isis, Oro. Recordando el himno a Rha nosotros

comprendemos cuál idea tenían de lo Divino:

O Tú, Productor de los seres, nosotros adoramos el alma que Tú emanas: Tú nos

generas, o Incognoscible; Ti saludamos, adorándo lo espíritu que desciende de Ti y vive en

nosotros ".

10

Del fragmento del Libro de los muertos sabemos que los egipcios creyían en la

reencarnación según una ley de evolución, es decir hasta a la conjunción del alma humana con el

centrodel Todo, por el vagabundeo sobre la Tierra.

Todo esto es evidente y es inútil ilustrar lo que de por sí mismo ya está claro.

Del resplandor del antiguo Egipto a la su decadencia, a las diez llagas, por la liberación de

la esclavitud, hasta los principio de la nueva Civilización: aquella Hebrea. Interesémosnos del

pensamiento religioso de este pueblo según el particular punto de vista que nos permite este

encuentro.

En los libros exoterici, de las escrituras exoteriche de la religión hebrea no se encuentran

claramente expresos estas Verdades; encontrémoslas en cambio en el Kabbala o libro esotérico,

el estudio de la que no es creído hoy ventajoso. Al contrario, nosotros decimos, ya que en ella es

enseñada la doctrina del Uno, de la Trinidad.

Lo Anciano de los Ancianos, lo Anciano de los días - es dicho - no tiene forma,

pero también tiene forma: tiene forma en cuanto el universo es sustentado a medio de ella; no

tiene forma en cuanto no puede ser contenido ".

Y en efecto lo que es infinito no tiene forma. “ En nombre del Uno que en los ciclos

generadores toma el universo mismo como su forma ", nosotros decimos, y continuando:

"...cuando a lo inicio de los tempos toma forma, o sea inició este ciclo de

manifestaciónuniversal, partieron de Él diez luces, las tres de la Trinidad y las siete del Settenario,

las cuales todas junto dan forma a los diezsephiroth o atributos divinios”.

En el Zohar se dice que todas las almas están sometidas a revolución o a metempsicosis:

“Los hombres no saben cómo fueron juzgados cuándo dejaron el mundo y antes

que vinieran ".

Toda la enseñanza esotérica de esta religión se basa en aquellos principios enseñados por

cada grande Espíritu.

Sobre las palabras de los Maestros los hombres han fundado sus Iglesias, tal como si

sobre una verdadera obra de arte arquitectónico hubiera sido edificado un pésimo barroco. Pero el

atento estudioso sabrá reconocer lo que es bueno de lo que es inútil, demostrando una vez más la

inmortalidad y la indestructibilidad del Real.

La intuición es una forma de conocimiento que no revela de las abstracciones pero una

realidad, o, hasta por, la Realidad. La intuición es una forma de conocimiento por identificación.

Este discurso pero no tiene que hacervos creer erróneamente que el conocimiento de Dios

sea reservado a los solos carácteres místicos, porque el misticismo - como Hegel afirmaba - es

una actitud irrazionalistica. La intuición es una forma de conocimiento que es a disposición de

cada ser.

Otro error difundido es creer que la intuición ocurra sin alguna participación del sujeto,

mientras también ella es un efecto que se produce cada vez que cada el sujeto –

consapevolmente o no (mi nota: conscientemente es una otra cosa, más a menudo

11

inconsapevolmente se pone en las condiciones adecuadas a recibirla; es decir mueve la causa

que la produce.

El primer acto de este proceso se llama poner atención, como por cada forma de

conocimiento. El conocimiento intuitivo que nos revela “las cosas que son sobre de nosotros ",

para usar la expresión de Plotino, es más recurrente en el misticismo que no en los carácteres

racionales, porque la mística búsqueda una relación directa e individual con la Divinidad, libre de

los condicionamientos de la razón, y de este modo pone en marcha aquel proceso que se

concluye con la intuición; en su caso con el éxtasis.

El carácter racional, en cambio, raramente se dirige a Dios en términos de conocimiento,

por lo tanto sus intuiciones conciernen otras realidades; eso no quita que también los carácteres

racionales puedan tener éxtasis. Y si la experiencia extática no es exclusiva del misticismo, del

mismo modo no necesariamente el misticismo es atado a la religiosidad. El uno y lo otro son

actitudes diferentes. El misticismo y la religiosidad son confundidas en cambio, en la común

consideración, porque tanto en él cuanto en la otra se busca una relación con la Divinidad; pero

mientras el místico puede ser no atado a alguna particular creencia religiosa, en el religioso hay

un apego al complejo de creencias y actos de culto que constituyen una religión. Además, en el

religioso, puede no ser allí ninguna verdadera inspiración mística.

No se debe sin embargo olvidar que los fundadores y los reformadores de las grandes

religiones eran esencialmente de los místicos que han tratado de traducir en el lenguaje y en los

conceptos sus éxtasis; y puesto que éstas son intraducibles en un parecido lenguaje, han

resultado de ello de las expresiones incompletas e inadecuadas.

El ser como tal no se puede es caracterizar: lo Absoluto no es reconducible en el mundo

relativo. Sobre estas expresiones incompletas e inadecuadas, los hombres han construido sus

religiones también olvidando, entre otras cosas, que quien ha buscado de traducir en palabras la

propia o las propias éxtasis, inevitablemente lo ha hecho valiéndose de los medios que su cultura

le ponía a disposición. He aquí porque las doctrinas religiosas son traducciones en palabras - y

por lo tanto en símbolos - de una éxtasis. Está claro que una conciencia extática, también

exteriorizada en el mejor de los modos, pierde su carácter auténtico; y la autenticidad de una

semejante operación sólo puede residir en la tentativa de comunicar - y por lo tanto de transmitir

la Verdad revistiéndola de palabras y de símbolos por quién no esté capaz de comprenderla de si.

Quien se acerca a una religión, por cuanto iluminada pueda ser creída, debe tener

presente esta impostación inicial, para evitar de confundir el carácter simbólico de la tradición con

la Realidad.

La tradición religiosas son fábulas que consuelan, infunden ánimo a quien no tiene

conciencia de redimirse de la esclavitud de lo mudable y del contingente. Con este no quiero decir

que nada de válido y no de verdadero no sea en las religiones. Además de la utilidad, al que

ahora he señalado, no hay duda que cada una contiene un fragmento de Verdad, sombreado con

12

diferentes formulaciones, porque diferentes son los ambientes culturales en los que las religiones

se han desarrollado.

Si quien se acerca a una religión tuviera presente todo esto, muy probablemente las

religiones dejarían ser causa de incomprensiones y división entre los hombres.

Cada religioso debe tener presente que la religión no ha nacido por el odio entre los

hombres, pero por su amor. Y debe tenerlo presente para evitar que al aspecto negativo

consiguiente del carácter incompleto de las doctrinas religiosas, se sume el daño de sostenedores

fanáticos de ellas. Ciertamente no quiero hablar de los errores de los religiosos laicos y

eclesiásticos, la actitud de los que religiosos es esencialmente de dos tipos: en el primer tipo la

religión es consideradas como algo de tener presente en una pequeña parte del día, o hasta de la

semana; la segunda actitud, en cambio, deriva del hecho que dado que las doctrinas religiosas

no se interesan de lo aspecto práctico de la vida - y es justo que sea así, porque por este hay

particulares ciencias y disciplinas - eso es interpretado por ciertos religiosos como si el hombre

fuera llamado a odiar el mundo.

Querría recordar - particularmente a los religiosos - qué el hombre no debe amar más las

mismas opiniones de la Verdad; y, a los no religiosos, que la finalidad de la vida no es gozar el

mundo pero aquel de instruir, educar el individuo.

Si la religión debe tener un sitio y un significado en el mundo de hoy, debe enseñar la

unión del hombre con la naturaleza, con los suyos parecidos y con el Único Ser.

Debe hacer entender que lo que puede unir a los hombres, más que un común origen, es

un común destinación. Debe hacerse más íntima y más universal, liberandose de lo superfluo y

remontándose a las Verdades fundamentales de la fe. Debe afirmar la primacía del Espíritu sobre

las formas exteriores y sobre la adhesión dogmática a una fórmula. Debe acoger a todos los

hombres, porque el verdadero espíritu religioso no encarcela, no divide, pero, más bien, desarrolla

una más significativa actitud respecto a los propios parecidos y de la vida, que libera de la

esclavitud de la dependencia y de la ignorancia. Debe dejar de ensalzar la exclusividad de la

misma verdad.

La violencia con cuyo ciertas doctrinas y algunas facciones religiosas se quieren imponer

en la historia constituye fuente de grandísimas calamidades. Pero las disputas religiosas

cesarían si los hombres comprendieran que a la base de todas las religiones hay una

misma Verdad, como a la raíz de todos los "seres" está una misma identidad. Y es

importante que las disputas religiosas cesen, porque eso estará a significar que el hombre le ha

encontrado dentro de si la guía al camino que debe cumplir, frustrando así todas las

organizaciones religiosas 11 >>.

Le grandi verità ricercate dall’uomo, Las grandes Verdades rebuscadas por el hombre, Edizioni

Mediterranee - Roma , páginas 107 -109:

11 Cerchio Firenze 77, Per un mondo migliore, páginas 85-96, Mediterranee

13

<< Los errores de las religiones: el mundo no es un valle de lágrimas:

Alguien dijo: “En el momento que se nace se empieza a morir ".

Nos vos decimos: Nacéis al hoy, morís al ayer y seréis siempre vivos, no cadáveres

ambulantes ".

El más gran regalo: ¡el regalo de la vida!

Pero vosotros no sois de acuerdo conmigo: sois un poco todos de los cansados y

desanimados de la vida, pobres hermanos sin entusiasmo, temorosos de vivir, temorosos de

morir.

¿Es La vida una prueba, es verdadero hermano? Acá no hay felicidad, hace falta sólo

buscar de quedar en gracia de Dios para merecerse la vida eterna ": he aquí es el estribillo que

se canta desde hace siglos a la humanidad como supremo consuelo religioso.

Y cuando los hombres buscan algo de más convincente, hablan "los espíritus" con

palabras nuevas: “Este vuestro mundo no es el mundo de la realidad; la vida empieza después

de la muerte ".

A vosotros gustan estas explicaciones, porque os disculpan un poco con vosotros mismos

y con los otros por lo que no habéis hecho.

Si interrogáis una criatura que en su vida no haya hecho nada, os contestará que la ha

sido impedido de "hacer": enfermedades, golpes del destino, reveses de fortuna etcétera. Como si

el hombre existiera para ser impedido. Son todas evasiones y excusas.

El mundo no es un valle de lágrimas por disposición divina, no es tierra continuamente

independiente pero parte de aquel Todo-Uno que se llama Absoluto, en cuyo cada subdivisión es

convencional siendo única la Realidad.

Convéncedvos de este y la vida os aparecerá bajo una luz diferente.

Si pensáis en efecto que la vida sea un exilio para el hombre, sois llevados a transcurrirla

en un modo que es un compromiso entre lo que creéis agradable y lo que hacéis con esfuerzo,

cerrándovos en éste soslayar, a la realidad misma de la vida. Cada acontecimiento, cada

pensamiento son tomados, entonces, como pretexto por la continua evasión de la vida. La misma

Verdad comunicada por los otros es malentendida y usada como justificación al “no vivir” que

vosotros hacéis en el verdadero sentido de la palabra.

"¿Hermano, crees a la ley de evolución?". Es cómodo creervos. Vosotros decís": La

evolución ocurre en cada modo; llegará en todo caso la hora de mi liberación."

"¿Hermano, crees al karma? Mira aquella criatura cuanto sufre." "Es su karma”, y con éste

creéis de ser exonerados del ayudarla. "¿Y la otra criatura? Desde hace años está en las

privaciones." "Es su bien” decís.

¿No es así, desgragiadamente? Es el hombre que interpreta erróneamente, que vive entre

compromisos ilusionándose de llevar dos o más ventajas de ello.

No es importante creer a la ley de evolución: si no os movéis, tales sois y tales quedaréis.

14

No es importante creer al karma, hermano que crees en ello: más bien, si en el temor de

lo que pueda recaer sobre de ti vives en constricción, mejor es que tú no crees en ello.

No podéis decir ciertamente de amar a vuestros hermanos si, considerando que ellos se

encuentran en dificultad por el mismo causa ,creéis de estar en derecho de desinteresarse de

prestarles ayudo.

Debéis entender en su verdadero significado nuestras enseñanzas; no debéis huir a

vosotros mismos, ilusionarvos; pero debéis serr exactamente informados de todo aquellos

"como" y "porque" que determinan vuestra conducta y que corresponden a otros tantos "cómo" y

"porque", misteriosas incógnitas de vuestra existencia.

No debéis pensar que la vida sea una prueba, que la vida sea un castigo, que sea una y

una sola de las muchas encarnaciones necesarias a la consecución de la Realidad. Así haciendo,

vosotros miráis la vida como a algo que hace falta soportar de buen ánimo y que no es completa

en si, mientras justo por éste es el más gran regalo.

La vida es completa en si.

Cada uno toma exactamente de ella cuánto a él hace necesidad.

Nosotros, los Maestros, el mismo Cristo, níngun puede sustituirse a la enseñanza de la

vida 12 >>.

Maestro Kempis

Le grandi verità ricercate dall’uomo, Las grandes verdades rebuscadas por el hombre,

Edizioni Mediterranee - Roma, páginas 119 -125:

La “resurrección de la carne":

No hay duda que una situación, una ideología, una concepción de la vida gustan, se

aceptan libremente cuando dan - o por lo menos prometen - algo: es decir cuando valorizan a la

persona, el yo. Al mismo modo, una situación, una ideología, una concepción de la vida se

rechazan cuando no gratifican el yo personal y egoístico.

Por esta razón el concepto del yo que es transcendido, de la comunión de los seres, de la

identificación con Dios, deja muchos - en la mejor de las hipótesis - indiferentes. ¡Pensad como es

grande el instinto de conservación del yo! En la duda que la identificación en Dios pueda llevar al

aniquilamiento del ser, a la anulación del yo, se prefiere creer que la vida de limitación, sólo en el

que puede existir el yo - esta condición en el fondo miserable - continuas eternamente.

Ciertamente en la condición de existencia de conciencia absoluta a cuyo cada ser es

destinado no es concebible el sentido de separatividad sobre que se basa el yo; pero eso no

significa que, ya no sintiendo en términos de limitación, de separación, hay automáticamente un

aniquilamiento, ceses la conciencia de existir. Al contrario: se encuentra la conciencia de ser, de

ser el Todo. Es disculpáis si no tengo que otro ofrecervos en cambio del yo.

12 Cerchio Firenze 77, Le grandi verità ricercate dall’uomo, páginas 107-109 (Gli errori delle religioni), Mediterranee

15

De otra parte, si todo esto no os gusta, si os repugna la idea de la comunión de los seres, si

preferís el individualismo integral, hay la maravillosa concepción de la resurrección de la carne

que os puede satisfacer en lleno.

Preguntas sin respuesta

Pensáis qué maravilla: ¡al sonido de las trompetas del juicio cada hombre resucita de la

ceniza y readquire sus características psico-físicas por un tiempo sin fin! Este al menos ha sido la

reafirmación doctrinal oficiosa, de un Papa que no sabe más que expediente encontrar para

mantener a galla una barca llena de víes de agua, y no entiende que si aún hace mella sobre las

gentes no es por la doctrina, la teología que él puede ofrecer, pero por algo de más grande y más

verdadero: la necesidad del hombre de dirigirse a lo Divino, de tener ayuda, protección, pero

sobre todo de creer que la propia vida tenga un significado.

Ciertamente si se compara aquella reafirmación a una ley emanada, era necesario

rápidamente un reglamento, o cuanto menos una circular explicativa, porque contraponer al

concepto de evolución, de identificación en Dios, el concepto del hombre de carne que queda

íntegro con sus características psico-físicas por la eternidad, sin explicar un poco de más, es

ciertamente poco.

¿Cuál características psico-físicas? Porque de la infancia a la vejez las características

psico-físicas cambian no poco. ¿Entonces cuáles son las que sobreviven? Hay que esperar que

sean aquellos del momento mejor; pero aunque éste fuera verdadero, no sería muy

tranquilizante: en efecto no se puede decir que el ser rabioso, envidiosos, crueles, egoístas no

sean características de la personalidad de un hombre. ¿Y entonces, seguirán los hombres dando

así uno pobre espectáculo de su carácter por la eternidad?

Creo que, sin desperdiciar profundas especulaciones filosóficas, el simple sentido común

impida sustentar una parecida hipótesis; luego hay que creer que el hombre renacido abandona

todos sus defectos y sólo presentas virtud. Ciertamente, en cambio, no se puede decir que

conservará su personalidad. ¿Y las características físicas? ¿ También dejando perder la belleza o

la fealdad del cuerpo, que pueden ser opiniones, no hay duda que los defectos somáticos como la

gibosidad y parecidos, son características somáticas del individuo; y entonces? ¿Quedan por un

tiempo sin fin? Hay que esperar que el cuerpo físico renacido sea una copia revisada y correcta

de aquel mortal; o bien qué los defectos somáticos, en la concepción de la resurrección de los

cuerpos, no sean incluidos entre las características físicas. Quizás nota las características del

cuerpo físico sólo son el color de los ojos, del pelo, la altura, la raza ... ¿Qué decís?, ¿no sois

satisfechos de vuestras características y por lo tanto no querríais conservar por la eternidad

vuestra insatisfacción? Entonces no hay que de esperar que automáticamente lo seáis, o bien que

por características físicas otras sean entendidos; por ejemplo, que sé, el sexo.

¡Por caridad, qué me es evitado! El sexo lleva consigo un alud de problemas,

complicaciones, insatisfacciones. Y luego, hay que suponer que la vida, después de la

16

resurrección de la carne, sea tan sencillamente una vida asexuada como aquel de los Ángeles o

de Adán y Eva antes de la expulsión del paraíso terrenal por lo tanto "sexo" entendido, como

factor externo somático. Los usuales prolijos podrían preguntarse: ¿Pero algo está ello a hacer?".

Contestaría: “Nada." Había antes y es justo que también hay después. Sirve a mantener la

identidad de la persona. ¿En cambio, a bien ver, en qué consistiría esta identidad? En las

características físicas no, o al menos en sentido muy general, es decir en el sentido que todos

tendrían dos brazos, dos piernas, dos ojos etcétera; en fin tendrían un cuerpo humano. Pero éste

sería bien poco; tan menos en sentido psicológico de personalidad, porque si quitáis o cuanto

menos modificáis a un hombre sus inclinaciones, su carácter, décidme si no modificáis su modo

de ser y por lo tanto su identidad, si por identidad se entiende, nota, mantener inalterado el propio

ser. ¿Está en el concepto de la resurrección del cuerpo, debe la identidad ser atada

estrechamente a la conservación de las características psico-físicas, de otro modo que sentido

tendría conservar tales características?

Ciertamente, si el destino celeste del hombre es aquél de quedar un tiempo infinito con sus

características psico-físicas, es un destino bien pobre, porque no hay duda que tales

características condicionan y por lo tanto limitan el ser. ¿Quién puede afirmar el contrario?

¿Quién puede sustentar razonablemente que nuestros vicios, nuestras debilidades o

sencillamente nuestros gustos no nos limitan? Al límite nuestras mismas virtudes son

condicionantes. Ahora me decís si no es necio y ciego quién ensalza sí mismo así perfecto de

desear de no cambiar. En toda conciencia - cuerpo físico aparte, por el que la respuesta es

previsto - ¿no os parece que vuestras características psíquicas podrían ser mejores?

Ciertamente, las opiniones no hacen texto y por lo tanto no debemos interesar de ellas; pero

estoy seguro que cada hombre querría ser mejor en cada sentido ya sobre la Tierra, figuramos

luego en un reino celeste que no conozca fin.

El dilema lógico de la resurrección del cuerpo, creencia - cuidáis bien - qué no es exclusiva

del cristianismo, porque es compartida con el Judaismo, de cuyo nota la han llevada los cristianos,

y con el Zoroastrismo, es un dilema que se pone en estos términos: el hombre resurgiendo con

sus características psico-físicas quedaría condicionado por ellas. ¡Y entonces, déjadomelo decir,

que futuro miserando! O bien no sería condicionado de ello, gozando de un estado perfecto, pero

entonces me decís qué están a hacer tales características y sobre todo, como se exteriorizan.

¿Os imagináis si los hombres, de Adán en luego, resurgieran con sus carácteres humanos,

que muestrario estaría en el reino celeste? ¿Como sostenería el hombre de las cavernas el

acercamiento psico-físico con el elegante intelectual del futuro?

El verdadero destino del hombre

Nosotros afirmamos una diferente destino del ser, en cuyo no existen limitaciones; pero

éste sólo es posible en una condición de existencia en que no existe carácter, personalidad; en

17

cuyo no existe separatividad y por lo tanto relación dialéctica; pero existe plenitud de sentir,

comunión integral, identificación con el Todo.

En tal condición sobrevivimos no como nos sentimos de ser en este momento, porque

nuestra identidad no es atada a nuestros límites y para conservar y hacer sobrevivir la identidad

no es necesario conservar y hacer sobrevivir los límites. Por nosotros, conservar la propia

identidad no significa siempre quedar como se es, porque éste es absurdo; y luego basta

examinar la propia vida de la infancia en adelante para darse cuenta de cuanto cada uno

modifica su modo de ser.

Níngun es nunca idéntico, porque cada instante es diferente. Y es así diferente también

con respecto de los otros que es idéntico sólo a sí mismo, limitadamente a cada instante. Sólo

Dios es idéntico a sí mismo y siempre idéntico, en cuanto no cambia nunca.

Ahora, si, aunque los cambios cada uno queda sí mismo, es decir conserva la

autoconciencia, la consapevolezza de existir (nostra nota: la conciencia es una otra cosa), eso

significa que la identidad no es atada a las propias características psico-físicas, a los propios

límites. Por nosotros identidad significa mantener inalterada la propia unidad por el cambiar de

los atributos; y lo que en el ser queda por a las mutaciones, lo que une una teoría de sentir, el

uno diferente del otro, punto común de cada uno, es el sentirse de existir, la conciencia de ser.

La verdadera supervivencia

Pero, cuidáis bien, tampoco el sentir de existir queda o persiste inalterado. Todo otro. Para

convencernos de eso no hace falta poder examinar momentos de la existencia de un ser

perteneciente a encarnaciones diferentes; vosotros mismos, examinándovos instante por

instante, podéis dar vos cuenta: el vuestro sentir de existir - la asillamado autoconciencia del

hombre - en un momento puede ser exaltada por el buen humor, del entusiasmo, en otro

momento, en cambio, puede revelar cansacio, apatía, abandono; sin embargo más allá de lo que

la conciencia de existir revela, hace percibir, no hay duda que ella no viene nunca menos y que se

mantiene en los más diferentes estados de ánimo: por lo tanto es de naturaleza independiente de

ellos.

Digo de naturaleza independiente y no sólo independiente, porque efectivamente, cuando

el sentir no es suficientemente amplio la conciencia de existir es atada a los estímulos que vienen

del ambiente y que se repercuten en el individuo a través de los cuerpos bastos. Es decir el

individuo sente de existir porque tiene, cuánto menos, sensaciones; así que, después de la

muerte del cuerpo físico dado que la conciencia de existir no puede venir nunca menos ni tener

una solución de continuidad, ocurre que el ser tiene, a corto plazo, una nueva encarnación justo

para tener los estímulos necesarios a hacer manifestar su conciencia de ser. En cambio luego, a

medita que la conciencia se extiende por a las experiencias, el sentirse de existir, la auto-

conciencia existe tambièn de modo completamente desvinculado por las sensaciones, emociones,

pensamientos. Por lo tanto la verdadera supervivencia, la verdadera resurrección, es la conciencia

18

de existir, el sentirse de ser que no viene nunca menos también cuando vienen menos los

carácteres psico-somáticos.

Esta concepción, para ser aceptada, no necesita de un acto de fe porque encuentra sostén

en la lógica y en las unívocas afirmaciones de quien ha experimentado una tal condición de

conciencia.

La lógica de la Verdad

¡Si yo fuera Papa, evitaría de poner el acento sobre cuestiónes doctrinales que pueden ser

sólo aceptáis bajo imposición dogmática y silenciando la razón con la cómoda afirmación que

“¡ Las cosas divinas no pueden ser comprendidas por la mente humana!” ¡Deniego solemnemente

esta afirmación! Ciertamente Dios es un estado de conciencia que puede ser sólo comprendido

probándolo, sintiéndolo; sin embargo si Él es el Todo-Uno-Absoluto eso significa que cada Su

aspecto no es independiente, pero es totalmente una sucesión. Por lo tanto la consiguientalidad

que liga cada virtual parte - punto de Dios si no es la esencia misma de la lógica, décidme qué

es; y si es lógica, entonces la raciocinio, si no puede hacerla sentir, puede al menos hacerla

entender. Ciertamente debe ser descubierta. Pero, cuando se afirma que un tal concepto es la

Verdad, ella Verdad se da por descubrimiento y entonces debe ser lógica y así quedarle no sólo

en sí misma pero también frente a todas las consiguientes implicaciones y desarrollos.

Si fuera Papa, también evitaría afrontar los problemas humanos sobre el fácil terreno de

las afirmaciones que todos pueden suscribir. Como, por ejemplo, que cada hombre tiene derecho

a un trabajo justamente remunerativo, que no debe ser allí explotación, injusticia y que el hambre

en el mundo debe desaparecer. En efecto, hosannantes osannanti muchedumbres de fieles y no,

se complacen con estas palabras. “¡También el Papa lo ha dicho!". ¡Querría propio saber porque

un Papa debería decir el contrario! Tanto más que el sólo decir así no cuesta nada. Estoy seguro

que también vosotros, sin ser papi, alguien viendo en estrecheces económicas os sentiríais de

decir: ¡Pobrecito, te de ello querría propio un poco más de dinero!". Y, si no lo diríais, sería justo

para el miedo de ser golpeados, admitido que quien os escuchara fuera inteligente.

Naturalmente, cada referencia a hechos y a personas es puramente casual 13 .

Maestro Kempis

Le grandi verità ricercate dall’uomo, Las grandes verdades rebuscadas por el hombre,

Edizioni Mediterranee - Roma, páginas 127 -131:

La ideología de la supervivencia

Supervivencia: problema indiscutiblemente abierto a la búsqueda científica.

13 Cerchio Firenze 77, Le grandi verità ricercate dall’uomo, páginas 119-125 (La resurrezione della carne) Mediterranee

19

Quien no es de acuerdo y afirma que la búsqueda científica debe actuar en otros campos,

tenga presente que limitar el campo de búsqueda de la ciencia significa limitar la ciencia misma.

Mientras la verdadera ciencia no debe conocer apriorístiche preclusiones. Ciertamente, por otro

lado, si los medios de investigación de la búsqueda científica sólo se llaman microscopio, está

claro que ellos no son adecuados al objetivo.

¿En otras palabras, extendiendo el problema, quién os dice que lo que vosotros observáis

sea la Realidad? ¿Lo que el hombre conoce, descubre, es la Realidad o bien lo que aparece de

ella? Creo que níngun tenga dificultad a admitir, también sin hacer un acto de fe, que dados los

medios a través de los que el hombre conoce, dado el mecanismo humano del "conocer ", que se

basa sobre la percepción, indudablemente lo que el hombre llega a conocer sólo es una

apariencia de la Realidad.

De otra parte, el conocimiento basado apunto sobre la percepción no puede que dar este

resultado. La fría instrumentación científica, concebida de modo de captar lo que escapa a las

posibilidades penetrativas del hombre y transformarlo en señales coleccionables de uno de los

cinco sentidos humanos, no es probatoria en absoluto que lo que es observado sea la Realidad y

no en cambio una apariencia de ella. En efecto la instrumentación científica no constituye un

acrecentamiento del número de los sentidos del hombre, mientras sólo otras categorías de

sentidos podrían mostrar una realidad diferente.

Se debe convenir, por ejemplo, que la sutil estela nebulosa que se observa en una

habitación Wilson no es la observación directa de la Realidad pero un fenómeno provocados por

aquella realidad hipotizada por el científico; o sea una prueba cuánto menos indirecta; si prueba,

por lo tanto, puede ser.

No hay ninguna prueba probada científicamente, válida en absoluto, demostrante que la

realidad sea la que semeja ser y que es hipotizada por la observación de lo que aparece. No sólo:

filosóficamente, cuesta arriba del conocimiento, está el problema “si la Realidad sea conocible ";

dilema, este, sobre el que los filósofos se han regodeado ampliamente hasta a negar, con el

idealismo post-kantiano, la existencia objetiva de la Realidad.

Ciertamente si la Realidad, en si, no existe objetivamente, no es posible conocerla.

Ahora, admitiendo que la supervivencia exista, ella no puede que hacer parte de la

Realidad - no de la apariencia - de otro modo el problema de su existencia no existiría; pero si la

supervivencia hace parte de la Realidad que no aparece, que escapa es decir a la investigación

de los cinco sentidos humanos y los instrumentos construidos en función de aquellos sentidos,

entonces la búsqueda científica, que no cuenta otras posibilidades de conocimiento entre sus

medios de investigación que vayan más allá de aquellas sensoriales ordinarias, no podrá dar

nunca una respuesta cierta. Por lo tanto hace falta estar bien atentos, porque se podría deducir

que la investigación ha dado resultado negativo, es decir la supervivencia no existe, cuando no se

tenían en cambio los medios para indagar.

20

Pero más que entrar en lo vivo, en el mérito del problema, deseamos dirigir a todos los que

son interesados en el problema de la supervivencia y, al respeto, tienen una opinión.

El justo modo de creer

Vosotros, que creéis que la supervivencia sea un hecho demostrado y demostrable,

estados atentos a no construir sobre esta certeza una otra religión, en el sentido deterior de la

palabra.

Sea el creer de modo cierto a la supervivencia un motivo para ayudar fraternalmente a los

hombres, porque éste es el sentir que la certeza en la supervivencia debe llevar consigo.

También el creer en la supervivencia puede tener aspectos negativos: puede, por

ejemplo, hacer perderle al hombre el sentido de la importancia de la vida terrenal; o bien

condicionarlo con el miedo del castigo divino tanto de hacer de ello un tibio; peor aún, tanto de

ponerlo en manos de los que de lo invisible, se dicen intermediarios para plagiarlo y explotarlo.

El justo modo de creer a la supervivencia es lo que da serenidad, gana de vivir, de obrar;

es lo que hace ahora realizar sí mismos, en el presente, en la vida que estadas viviendo.

Vosotros que pensáis, en cambio, que la supervivencia sea un hecho incierto,

indemostrable, o que no os creéis para nada, sepáis que en la economía de las cosas sois tanto

útiles cuanto los más encendidos partidarios de la inmortalidad del ser; pero no os sentidas

autorizados a imprimir vuestra vida al más ciego materialismo, a la sensualidad más obscena,

dando importancia a los solos bienes materiales y a las solas sensaciones físicas.

El justo modo de actuar

El no creer en la supervivencia puede ser un hecho positivo cuando sirve a concentrar

todos los esfuerzos en la investigación falto de condicionantes tabús, pero con el sólo intento de

mejorar las condiciones de vida del mundo terrenal. El creer que nada exista después de la

muerte del cuerpo puede ser extremadamente útil si empuja a los hombres a unir sus fuerzas, a

ser solidarias en la desventura que - según la interpretación materialística - el caso ciego y cruel

verte sobre de ellos; cuando ellos empuja a llenar aquel vacío, aquellos "nada" que sería al sitio

del espíritu, con algo que dé un significado a la vida, la haga digna de haber vivido, la rescatas de

ser sólo una polluzione de la materia.

Cree que el hombre muera con la muerte del cuerpo puede ser positivo, cuando, también

sin la esperanza que la vida tenga un significado trascendental; es decir en la convicción de

acabar de existir; igualmente se logra a trabajar por un mundo mejor, por los que vendrán y que

no nos estarán agradecidos de su bienestar.

La concepción materialística, la que nada le da al hombre para colmar su soledad, se

convierte en la concepción más espiritual que hay cuando hace del hombre a un ser que vive, que

siente, en términos de rectitud también no teniendo la esperanza de ser recompensado en vidas

21

futuras. Y en verdad yo os digo que los ejemplos más fúlgidos de este auténtico espiritualismo se

encuentran entre los materialistas.

Invitación a la responsabilidad

A todo vosotros, que creéis y no creéis, decimos: no seáis convencidos de ser los

depositarios de la verdad absoluta, y por lo tanto no seáis intolerantes; siempre seáis dispuestos

a escuchar quien no es de vuestra misma opinión. Apuros en quien cree que no hay nada otro

que pueda hacerle rever sus convicciones; o, peor aún, a quien cree que no hay nada más

importante de lo que sabe.

No hacéis vuestras convicciones un pretexto para distinguirvos y dividirvos de quién no

piensa como vosotros. No vos coligáis con el intento de obstaculizar quien no está con vosotros,

pero seáis consapevoli (nostra nota:consciente es una otra cosa) que cada uno representa una

parte de un Todo poliédrico y que cada uno es útil e irrepetible en el Cosmos.

Como en un organismo pluricellulare cada órgano tiene a uno su función que lo distingue

de los otros y todos junto no se combaten pero cooperan e interaccionan por el equilibrio vital del

organismo mismo, así vosotros no hacéis de la ajena diversidad en sentido lato - es decir no sólo

de la diversidad de opinión - motivo de antagonismo, de condena; pero sepáis ver en quien es

diferente de vosotros un complemento de vosotros mismos, porque en realidad cada uno hace

parte de un sólo todo inseparable.

Tratáis de representar en el más buen modo posible la parte que sois llamados a

representar, así de no crear obstáculos a quien quiera reconocerse en lo que creéis. A cada uno

su tarea, y es importante que cada uno lo desarrolle con el único objetivo de enriquecer el

conocimiento del hombre y devolverla el más adherente posible a la Realidad objetiva.

A todos vosotros, creyentes y no creyentes, desean de estar sobre todo en buena fe; de no ser

portadores de intereses facciosos y egoísticos; de despertar las calidades mejores de quien

acercáis; de tener una claridad de ideas tal de constituir un punto de referencia por el

pensamiento del hombre; de llegar allá dónde sois esperados y necesarios; de ser dóciles

instrumentos del querer divino que todos conduce a la ampliación de la conciencia individual; de

entender que en realidad no hay ni deben ser vencidos o vencedores pero sólo personas que con

su fatiga, con su empeño, en buena fe, trabajan para rescatar el hombre de la ignorancia, del

miedo, de la dependencia y de la explotación y hacen de ello un nuevo ser con un nuevo

maravilloso sentir 14 .

Le grandi verità ricercate dall’uomo, Las grandes verdades rebuscadas por el hombre, Edizioni

Mediterranee, páginas 157 -159:

El hombre y sus espejos, las religiones del miedo

Pregunta: ¿Cual es estada y cuál es, en realidad, la función de las religiones?

14 Cerchio Firenze 77, Le grandi verità ricercate dall’uomo, páginas 127-131, Mediterranee

22

Respuesta: La religión ha sido para el hombre un refugio y un consuelo. Es innato en el hombre

la necesidad de creer en "algo" que está más allá de lo que los sentidos hacen percibir. Cada

pueblo siempre se ha dirigido, en formas adecuadas a la mentalidad común, a un Ente invisible

responsable de la buena o mala suerte del pueblo mismo, encomendarse a él, para ser de ello

privilegiado, y, en formas un poco más progresadas de religión, para consolarse de la propia

malasuerte.

La religión es entendida así, en el sentido común como una institución encargada de

contestar al innato sentido místico del hombre y, en el mismo tiempo, a una exigencia de carácter

práctico: la necesidad de encomendarse a un Amigo potente, la necesidad de refugiarse en este

Amigo para tener alivio y ayuda de ello a los propios problemas, a las propias adversidades.

Al principio, este coloquio entre el hombre y el Ente supremo es puesto en términos

muchos simples: hay ni más y ni menos, un tipo de contratación que tiene todo de lo humano, tal

como, ni más y ni menos, se podría transigir con un monarca, con un jefe cualquier.

A medida que el pueblo desenvuelve, la religión asume tonos un poco más refinados,

decimos, y el coloquio entre el hombre y el Ente supremo, mientras se eleva de tono, también se

refina en la exposición de los hechos y en la forma de las contrataciones. Entonces el hombre no

sacrifica más para tener una buena cosecha, para ser facilitado en los propios intereses

comerciales etcétera, pero sacrifica los propios instintos, los propios deseos para ganarse no

tanto una recompensa en el mundo, dónde tal recompensa podría ser transitoria, pero en un

mundo dónde la recompensa sea eterna; y por lo tanto, con poco, se cree de adquirir mucho.

Todavía hoy la religión es entendida como un refugio por todos los sufrimientos que

acosan el hombre en la vida de cada día, un consuelo por sus desilusiones, una esperanza de

venganza por los fracasos suportados o por las injusticias sufridas.

He aquí aquella enseñanza dada por las religiones, de no hacer mal a los propios

parecidos, únicamente es entendido como esperanza que quién nos hace del mal soporterá el

efecto de este mal que nos ha hecho padecer. Se invoca por lo tanto que sea hecha justicia a

nosotros; se ha convencido de estar en lo justo y, admitido que realmente se sea en lo justo, se

espera que el castigo divino golpee a réprobos y malvados; se invoca que justicia sea hecha

olvidando que, frente al Ente supremo, somos realmente todos iguales. Frente a lo Altísimo cada

uno de nosotros vale el otro.

Los errores cometidos contra los demás serán sí pagados, de nosotros, pero cuando

estaremos listos a entender. Ésta es la gran misericordia de Dios: el castigo no es finalizado a sí

mismo pero es una corrección, un modo de hacer comprender a las criaturas qué se debe hacer

y qué no se debe hacer, un modo para sanar una deficiencia de la conciencia individual.

No os refugiáis vosotros, pues, en el sentido místico para invocar justicia, no rogáis que

justicia os sea hecha: así haciéndovos demostráis que vuestro orgullo ha acusado el golpe.

Pensáis que frente a lo Altísimo cada uno de nosotros es igual al otro: la que será la corrección de

23

nuestros errores llegará, por nosotros como por todas las criaturas, al momento oportuno, cuando

estas criaturas y nosotros mismos estaremos listos para comprender.

No hacéis como muchos bienpensantes, o como vosotros decís beatos, los que están

seguros que el castigo de Dios golpeará a sus enemigos. Dios no necesita defender un algún

principio ni uno alguna idea ni una alguna religión, porque no es dicho de veras que este principio,

que esta idea y que esta religión reflejen la Verdad.

Dios defiende ni siquiera aquella que es la Realidad. Más bien, como os he dicho, el

efecto de las causas movidas recae al momento oportuno, cuando el individuo está listo para

entender, y no va por lo tanto entendido como una lista venganza de Dios hacia quien ha ido

contra sus principios y sus leyes.

Tratáis de encontrarvos en vosotros el auténtico y puro y cristalino sentido místico,

abandonando lo que es el error de cada religión.

No existen barreras de ideología ni tantomenos de raza o civilización; verdaderamente

somos todos iguales y todo amados del mismo modo frente a lo Altísimo 15 .

Le grandi verità ricercate dall’uomo, Las grandes verdades rebuscadas por el hombre, Edizioni

Mediterranee - Roma , páginas 160 -174: Los errores de las religiones

1. La "retorno" del Cristo

Pregunta: ¡No se puede decir que los principios cristianos se hayan vueltos, en todo esto tiempo

conciencia! Algunos han dicho, o dicen, más bien, que la obra del Cristo casi es fracasada. ¿Cómo

es puede éste ocurrir? ¿Qué responsabilidades tienen las Iglesias?

Respuesta: Dónde se ve que no ha sido el Principio que ha transformado al hombre pero el

hombre que ha conformado a sí mismo el Principio...

No está seguro con el crear una religión y ponerse bajo su insignia, es decir actuar y

pensar como esta religión enseña, que se cambia el propio sentimiento; qué en otras palabras se

evoluciona.

¿Qué son los eclesiásticos de hoy? Hombres políticos en vestidos sacerdotales; lobos

rapaces en vestidos de ovejas; falsos profetas.

No obstante nosotros caeríamos en el ellos mismo error si no reconociéramos

objetivamente que no todos regresan en este poca lisonjera definición.

Reconduzcámosnos al primer Cristianismo, al primitivo ardor, cuando ocultas eran las

reuniones porque el fuego estallara más intenso, cuando la que parecía la debilidad de los

Cristianos era en realidad su fuerza...

Se teme de perder a prosélitos cuando se da valor a la organización, y se da valor a la

organización para ejercitar una autoridad que, en todos casos se llame, siempre es de naturaleza

temporal, porque aquella espiritual no se aporta ciertamente con una investidura ni es

subordinada a la pertenencia a un cualquiera religión.

15 Cerchio Firenze 77, Le grandi verità ricercate dall’uomo, páginas 157-159, Mediterranee

24

Cristo surgirá en el íntimo de cada hombre 16 , pertenezca a la una o a la otra religión, a la

una o a la otra fe política.

El hombre se llama a cristiano cuando ama lo próximo su.

Creer de cambiar al hombre mojándolo o circuncidandolo equivale a creer de poderlo

cambiar cambiándole el vestido.

Pero la obra del Cristo no es fracasada. Cristo - la Caridad, el amor fraterno - surgirá en

el íntimo de cada hombre y no ya por el reconocimiento de un cualquiera organización religiosa

que puertos o no entregan su nombre 17 .

2. El Espíritu no nace

Pregunta: ¿El nacimiento espiritual del hombre cuándo inicia?

Respuesta: Vuestra religión enseña que Dios crea cada vez las almas y las pone a prueba. Es

decir, este hombre ya nato espiritualmente, con todo lo que nosotros entendemos con estas

palabras, hace una prueba. Mientras nos vos decimos que el hombre durante la vida, en sentido

lato, nace espiritualmente.

Es de secundaria importancia querer fijar el punto exacto en la evolución de este hombre

que corresponda a su nacimiento espiritual. Decimos que por nacimiento espiritual nosotros

entendemos el entero proceso que ocurre, durante la manifestación de un Cosmos, por cada

Individualidad 18 .

Usamos en sentido lato “nacimiento espiritual", indicando es decir aquel período durante

el que el individuo 19 está absorto a organizar sus vehículos, los que una vez organizados darán el

nacimiento espiritual específicamente dicho, o bien serán empleados específicamente para formar

la conciencia del individuo.

Toda la manifestación de un Cosmos 20 tiene est a finalidad, esta raíz: el nacimiento

espiritual.

El Espíritu no nace; no debéis entender luego "nacimiento espiritual" como nacimiento del

Espíritu. El Espíritu es increado y es partícipe de la naturaleza de lo Absoluto: es por lo tanto

completo, inmortal, inmutable, infinito, eterno etcétera. Nacimiento espiritual significa

“manifestación de este Espíritu en la conciencia del individuo ".

Según vuestra religión, deberíais creer que el hombre ya ha nacido espiritualmente y, en la

vida, está probando su Espíritu. No es así: vosotros estáis naciendo spiritualmente 21 .

3. La Tierra, escuela de "razas" en evolución

16 Eileen Caddy, Le porte interiori, Mensajes del 24 y 25 de Diciembre, Amrita17 Cerchio Firenze 77, Le grandi verità ricercate dall’uomo, páginas 160-161, Mediterranee18 Cerchio Firenze 77, Per un mondo migliore, página 208 (Individualità), Mediterranee19 Cerchio Firenze 77, Per un mondo migliore, página 208 (Individuo), Mediterranee20 Cerchio Firenze 77, Dizionario del Cerchio, páginas 64-65 (Cosmo), Mediterranee21 Cerchio Firenze 77, Le grandi verità ricercate dall’uomo, página 161 ( Lo Spirito non nasce), Mediterranee

25

Pregunta: Es difícil constatar que del principio de los tiempos a hoy hay estada realmente una

continua evolución en la conducta y en la conciencia de los hombres; más bien, algunos,

juzgando de este mundo, hablan de retroceso...

Respuesta: Mirando las cosas de la Tierra podría parecer que no os haya sido alguna evolución

en los hombres. Las comparaciones con las grandes civilizaciones del pasado parecen, y quizás

son, desfavorables a los hombres de hoy.

Pero necesita tener presente que varias "razas 22 “ se suceden cíclicamente sobre la

Tierra. No es que todos los hombres que eran al principio de las encarnaciones humanas sobre la

Tierra sean los mismos de hoy; no es que cuánto empezaron su evolución en forma humana al

principio de la Manifestación hayan progresado hasta a hoy y vosotros seáis sustancialmente

aquellos mismos de entonces: en tal caso la duda sobre la evolución sería legítima, mirándose

alrededor. Pero hace falta tener presente, nota, los sucederse cíclicos de muchas "razas": por

cuyo cuando una "raza" ha alcanzado su máxima evolución deja la Tierra; y primera que éste

ocurra, ya a la mitad de su ciclo se encarna de ella una nueva que empieza su evolución; no sólo,

pero cuando la primera "raza" ha acabado su evolución, del punto en que no se encarna más

empieza a encarnarse un otra "raza" todavía a por lo que hay una ulterior baja del nivelo general.

Mirando la tierra, entonces se puede decir que ella sea una especie de ambiente que sirve

a la evolución, tal como una escuela sirve a dar instrucción. Si uno guarda del exterior la escuela,

sin darse cuenta de cuáles son los individuos que la frecuentan, dirá: "¡Pero estos hombres no

aprenden nunca, siempre son a escuela!". Y así, guardándo del exterior, se puede decir: ¡Pero

estos hombres no evolucionan nunca!".

El hecho es que no son los mismos hombres, como no son siempre los mismos alumnos

que frecuentan la misma escuela.

La evolución no se ve por esta razón, y no está sometida a estadística. Se ven de vez en

cuando grandes espíritus, y son los que han iniciado su evolución muchos millares de años hace;

y luego hombres de mediana evolución se ven; y luego hombres se ven al estado primitivo, no

como civilización, pero del punto de vista espiritual, cuya evolución es iniciada por poca.

La Tierra es una mezcla de todas este razas y subrazas que se alternan y se trenzan, es una

especie de gimnasio dónde nosotros hombres venimos exclusivamente para evolucionar y que,

cuando hemos alcanzado un cierto estadio evolutivo, abandonamos para continuar la evolución

en otra dimensión 23 .

22 Cerchio Firenze 77, Le grandi verità ricercate dall’uomo, páginas 162, Mediterranee: << El término “raza”es aquí usado no en el su común significado biológico y antropológico sino en el sentido esotérico, a indicary entender uno escalón de almas, un junto de individualidades las cuáles han atadas entre los de o poralgunos mitivos y que an un arco de tiempo de – más allá cincuenta mil de nuestros años – conduce lapropia evolución sobre el planeta Tierra del estadio de hombre a los umbrales del superhombre. De laintersección de las “razas” se habla ampliamente en el volumen Oltre l’illusione de página 185 en adelante(NdR)23 Cerchio Firenze 77, Le grandi verità ricercate dagli uomini, páginas 162-163, Mediterranee

26

4. El alma de la Tierra y la expansión del "sentir"

Pregunta: ¿Cómo se explica que este momento de crisis se extiende a todo el mundo casi

arrastrando a los hombres?

Respuesta: En este momento particular, hay una situación de cambio general y, parece, de gran

confusión. También las tribus más aisladas, también las más escondidas sociedades primitivas no

logran tenerse aisladas, separadas, y sacan de la atmósfera de lo que está produciendo sobre la

Tierra.

Os ha sido ya dicho que cada ser encarnado contribuye con sus pensamientos, con su

vida, con la atmósfera psíquica que crea alrededor de si, a componer, a constituir una atmósfera

psíquica que es llamada "la Alma de la Tierra" por los ocultistas.

Ella une todas las mentes de los hombres y la dirige hacia lo que es el interés común. Es

como un tipo de tentación, algo que arrastra. Naturalmente son más arrastrados los que tienen

una voluntad más débil, que son empujados a hacer aquél que la mayor parte de los hombres

hace.

Se explican con ella, por ejemplo, las varias modas, que no pueden ser basadas

exclusivamente en señales exteriores, pero que se justifican y se entienden sólo, nota, si se

admite un tipo de psiquismo general que arrastra y dirige la voluntad de los hombres. ¿ Como? Lo

que algunos contribuyen a crear es en fin captado por otros que acogen las ideas nuevas y

quedan sometidos.

Todo esto podría hacer pensar a un tipo de fatalismo, a algo de superior que empuje los

hombres a determinados comportamientos; mientras se vuelve más comprensible cuando se

tiene cuenta que la finalidad de cada individuo, a través de sus encarnaciones, es de encontrarle

dentro de si un sentir, una conciencia tal de resistir a los estímulos procedentes del ambiente.

El hombre que dentro de si tiene un suyo pensar, un su desear, un su ponerse y estar en el

mundo, un su "sentir" no es arrastrado ciertamente por la atmósfera psíquica colectiva. La

conciencia que él ha desarrollado a traveés las varias encarnaciones lo hace hombre en el

verdadero sentido de la palabra, lo hace íntimamente maduro, así que no se hará esclavo de la

"Al ma" del Mundo, pero será uno de aquellos seres que, por fin pueden dirigir verdaderamente de

si mismos su vida.

Otros en cambio que todavía no tienen esta conciencia desarrollada, seguirán todas las

corrientes. Pero el seguirles constituye un estímulo tal que, chocando ahora en esta y ahora en

aquella experiencia, refuerza su ser interior, él desveste de ciertos velos y de ciertas envolturas,

de ello hace sentir florecer la esencia más íntima y más verdadera: en otras palabras hace sí que

el íntimo "sentir" aumenta. Y también el hombre que no tenía bastante conciencia se encuentra,

en tal modo, a ser madurado, a haber desarrollada y constituida la propia conciencia 24 .

5. El cumplimiento de los tiempos y los deberes del hombre

24 Cerchio Firenze 77, Le grandi verità ricercate dall’uomo, páginas 163-164, Mediterranee

27

Pregunta: Se habla cada vez más a menudo del principio de un "nueva era." ¿Qué significa

exactamente? ¿Cuáles cambios serán?

Respuesta: Hay una Verdad vieja como el Tiempo pero que, no siendo adecuada a las

limitaciones que el hombre tiene en los primeros estadios de su evolución, ha sido puesta de

parte. El hombre la "ha conocido" pero no "comprendida", y por muchos siglos ha quedada un

conjunto de palabras que no le han suscitado en el hombre ningún cotejo interior.

Ésta es la Verdad que habla del mundo íntimo del hombre y es la Verdad que predomina,

que caracteriza toda la época que vosotros viviréis, desde ahora.

El período de taluno llamado Espíritu Santo es el período en que el hombre desplazará la

propia atención del mundo alrededor de él para concentrarla en su íntimo; y a la luz de este

nuevo observar todo cuanto ocurre adquiere otro significado: un significado verdadero y real

porque es el significado que está tras cada cosa; es la Realidad de las cosas mismas; es lo que

es, y no lo que aparece.

Esta Verdad que caracterizará toda la época es aquélla que, finalmente, puede darnos la

llave que abra a la sociedad una realización de obras que hasta a hoy han estadas a veces el

ideal de los pocos, a veces las utopías de los pueblos.

Hablar del mundo íntimo del hombre significa hablar de su Realidad, de su esencia. Y no

nos cansaremos nunca de estimularvos a que vuestra atención sea dirigida a este mundo íntimo;

a horadar bajo cuánto ocurre en vuestra sociedad, dónde residen las verdaderas razones que

empujan los hombres a moverse, actuar, representar todos aquellos actos que podéis observar o

os son dichos por noticia, que no son efectivamente otro que una manifestación exterior, a veces

engañoso, de lo que está en cambio en el íntimo, en el secreto, en lo escondido.

Cuando el hombre habrá comprendido que es importante cambiar su íntimo, también

habrá comprendido que, hasta a hoy, todo cuanto ha sido hecho, también de lo que representa el

nivel más elevado de una sociedad como las obras humanitarias, los encuentros entre los pueblos

para mejorar las recíprocas relaciones, las leyes asistenciales etcétera, no es, efectivamente que

una prisión, un camino forzado que el hombre se ha querido crear. Él hombre descubrirá que,

dirigiendo la propia atención a su íntimo, tratando de encontrar en este su íntimo lo que de sólo

puede suplir todas las instituciones de la sociedad, él habrá demolido estas prisiones, estos

caminos forzosos.

Bien vengan cierto los acuerdos, las instituciones sociales, las leyes asistenciales y todo lo

que vosotros queréis, pero venga sobre todo aquel íntimo "sentir" por cuyo cada ley, cada

institución, cada forma de asistencia que volva a llamar a un deber del individuo, se pone inútil.

Sobre todo bien venga este íntimo sentir del hombre que, de solo, es capaz de llevar la

paz entre la humanidad, es capaz de cambiar totalmente la sociedad humana sin necesidad de

reformas o peor aún, de revoluciones.

Vosotros que habéis tenido el regalo de conocer esta esencial Verdad, sepáis aplicarla, te

hacéis de ella vuestra norma de vida, ya que yo os digo que es la intención aquélla que cuenta; y

28

por intención no entendemos aquel algo de que se dice sea adoquinado el infierno; por intención

entendemos la verdadera razón que anima a un hombre, la Verdad de su el ser; por intención

entendemos lo que muchas veces el hombre le esconde a sí mismo, para no aparecer a sus

mismos ojos aquél que es en realidad; por intención entendemos, en pocas palabras, la esencia y

la Realidad del hombre.

Puedan vuestras intenciones ser, no hay necesidad que yo diga las más altas y las más

nobles pero las más fraternas, amorosas, atentas, en los respetos de los vuestros parecidos.

Pudierais hablar, actuar o también callar, respecto a vuestra Realidad la acción no tiene

importancia, animados siempre de la intención de ser útiles a vuestros hermanos, de la intención

de ayudarlos, de rasciugare cada lágrima primera que el sol la sece .

La ciencia esotérica, la Verdad última, Dios mismo y todo cuanto de más elevado y divino

pueda existir, no es patrimonio de algunas sociedades oculta, de alguna organización oculta: es

encerrado en pocas palabras, en este concepto, en esta Verdad que, como muchos otras, ha sido

siempre al alcance de todos, pero que hace falta comprender para poder gozar, para ser de ella

liberada.

Está en vuestro íntimo la explicación y la razón de cada cosa; está en vuestro íntimo el

por qué de vosotros mismos; y es a este íntimo que debéis escuchar en un primer momento, para

conocer, y luego prestar obra, para actuar 25 .

6. El mèta de la evolución por la humanidad liberadaPregunta: ¿Pero como se puede hablar de "Nueva Fue" hoy, en un momento en que cada valor

aparece en crisis?

Respuesta: Parece que cada valor definido esté en crisis; parece que cuánto constituyaba

un punto de referencia y de apoyo para los hombres de ayer sea arrollado; qué un destino

de confusión, de gran caos venga a la humanidad.

Esta situación tiene muchas razones de ser, entre cuyo aquella de hacer comprenderles a

los hombres qué no han comprendido, y una otra no menos importante que es aquella de hacer

encontrar, a los que están listos para entender, en sí mismos y sólo en sí mismos la fuerza de

tener una vida recta, justa, abierta por los otros.

Hasta a hoy se ha tratado de varios modos no sólo de explotar a los hombres pero también

de tenerlos subyugados o con el miedo del infierno o con el miedo de un castigo humano, según

cuál tipo de poder se habla. De ahora en luego, el hombre debe desvincularse de cada forma de

sugestión, de sometimiento, y debe encontrar la propia conciencia individual; debe aprender a

ser hombre en el verdadero sentido del término, sin miedo del infierno o el poder que no actúe

humanitariamente; debe aprender a caminar de solo, con la sola fuerza de su ser y de su

conciencia de hombre.

25 Cerchio Firenze 77, Le grandi verità ricercate dall’uomo, páginas 164-166, Mediterranee

29

Ésta es, naturalmente, un mèta de alcanzar, pero es el mèta que espera la humanidad de

hoy.

Es muy difícil saber caminar sin muletas, sin puntos de apoyo, sin subsidios, sin ayudas o

supuestos tales: es muy difícil. Si el hombre no hubiera necesitado una ayuda, de una

sustentación, de una muleta, no habrían existidos poderes eclesiásticos y poderes temporales,

cada uno le habría encontrado en sí mismo la ley justa. Pero justo por un hecho evolutivo el

hombre es, inicialmente, como extraviado y tiene la necesidad que alguien, a través del miedo, le

indicas un modo de actuar y de comportarse.

La evolución ahora es tal que el hombre debe librarse de estas jaulas, que han estado en

alguna medida necesaria en el pasado, pero serían hoy dañosas. Es necesario que su conciencia

individual sea liberada por estas influencias, de todos los condicionamientos y las imposiciones

procedentes de sobras de sistemas ya superados.

Vosotros que nos escucháis sois a la de vanguardia de esta nueva fase de la evolución

que espera la humanidad. Estad por lo tanto consapevoli (nostra nota: conscientes es una otra

cosa) e profundamente consapevoli de vosotros mismos, de lo que debéis hacer no sólo en los

respetos de los otros pero también en los respetos de vuestro ser interior. Estad consapevoli que

la vida no puede reducirse a una continua diversión, pero debe ser algo de más importante, de

más constructivo; y con este no quiero decir que la diversión, que la distracción no estén en

alguna medida necesaria para reconducir el equilibrio, para levantar del cansacio e interrumpir la

monotonía; pero digo que todo tiene que ser hecho con templanza. Como hay el tiempo para

divertirse y para relajarse, así tiene que ser acquì el tiempo para dedicarse a los otros y el tiempo

para dedicarse al propio íntimo, buscando las razones verdaderas de las acciones que residen en

el íntimo de cada uno.

Os deseo que nuestras comunicaciones os sean útiles a este objetivo: éste es el objetivo

verdadero por el que ocurren 26 .

7. De las iIlusiones del mundo al conocimiento de la Realidad:

Pregunta: Querría entender mejor porque es más importante la intención de la acción. ¿Hecer "el

mal", entonces, en qué consiste realmente?

Respuesta: El hombre es convencido de poder hacer mal a los suyos parecidos pero en realidad,

como ya sabéis, ningún injustamente padece el mal causadole de una otra criatura.

El mal que el hombre hace existe sólo y únicamente en el suyo concebir este mal, en el

suyo imaginar o desear: y aunque se éste imaginar o desear consigue y sucede una acción

maléfica, no es aquel el mal: el mal es lo que ha sido pensado, concebido.

En términos de actualización, las criaturas que sufren o parecen sufrir de este mal

concebido contra de ellas, no sufren efectivamente que del mal de ellas mismos concebidos en

tiempos anteriores.

26 Cerchio Firenze 77, Le grandi verità ricercate dall’uomo, página 166-168, Mediterranee

30

Todo el mundo del individuo, que parece realizarse en las obras y en el mundo exterior,

existe solamente y efectivamente en el íntimo del hombre; sólo allí podemos decir que tiene una

cierta realidad.

He aquí porque ha sido dicho que importante es la intención: porque está en el íntimo del

hombre la realidad de su ser.

Qué una acción pensada, imaginada o deseada, sea luego o no sea actuada, no tiene

alguna importancia, porque la acción existe en el íntimo, en la intención del hombre. Y allí que

realmente existe, no en la actualización. La realización otra no es que un cumplir algo que no

puede caer nunca fuera de propósito sobre quien sea inocente.

Otra es la apariencia, otra es la esencia.

Cuando os enseñamos a invocar que pronto podáis pasar de la ilusión a la Realidad,

repitiendo antiguos principios de sabiduría, éste queremos significar: qué vuestra agudeza de

análisis e investigación se empuja tanto más allá de comprender la Realidad misma de las cosas,

de comprender dónde y porque lo que cae bajo los sentidos, que está alrededor de vosotros y que

os puede parecer Realidad, no es efectivamente que una ilusión, que un transitorio aparecer.

Ni por pienso, sin embargo, el decir que actualmente todo lo que es en vosotros y

alrededor de vosotros no tiene alguna importancia: todo es de extrema importancia por vosotros,

todo tiene un preciso sentido, un esencial porque. Es de la ilusión que el individuo nace y conoce

la Realidad 27 .

8. El miedo de la muerte:

Pregunta: Sabemos que, después de abandonado el cuerpo físico, el hombre abandona

sucesivamente el cuerpo astral y aquel mental. Querría saber: ¿también para la muerte de estos

vehículos el individuo tendrá miedo, como tiene miedo de su muerta física?

Respuesta: ¿Cómo nace el miedo de la muerte?

El niño crece y se da cuenta que las personas, a un alguno apunto mueren; qué todos se

muere. Frente a él hay este espectro inexorable que hace pensar: “Termineré, cesaré de existir

también yo, no sentiré más de ser. ¿Qué será de mí después de la muerte?".

El miedo nace justo del saber que todos, indistintamente, un día moriremos.

Cuando luego eres traspasado y te das cuenta que la muerte no existe, ya no puedes

tener miedo de la muerte. Cuando ocurre el tránsito del plan astral a aquel mental, cuando es

decir se deja el cuerpo astral para pasar en la dimensión mental, y "pasar" es un modo de decir

figurado, porque efectivamente no es que se cumpla ningún viaje: sólo se cambia posibilidad de

recepción, éste ocurre en un modo simple, tranquilo, lleno de beatitud y de ligereza, sin ninguna

angustia.

¿Dejar el cuerpo físico, a veces, inicia en cambio de modo angustioso, por qué es un

enfermarse, un sufrir, un presentir el fin de este cuerpo teniendo presente aquel interrogante

27 Cerchio Firenze 77, Le grandi verità ricercate dall’uomo, páginas 168-169, Mediterranee

31

espantoso, “que mí será de mí después de la muerte? ", que a lo mejor nos ha perseguido toda la

vida. Este no ocurre por cuanto concierne el abandono del plan astral y, igualmente mental;

porque a menudo la correspondiente salida del cuerpo físico es sufrimiento, enfermedad,

debilitamiento; mientras por cuánto concierne el cuerpo astral, es un sentido de liberación, de

ligereza, de expansión. Igualmente se dice por el abandono del cuerpo mental. No existe ninguna

angustia.

Todos los miedos tienen el poder de apartarvos de la Realidad. Todas, no solamente

aquellas de la muerte. Si uno, apenas empieza a tener un pco de raciocinio, empezara a pensar a

la muerte, al miedo de la muerte, toda su vida sería condicionada por este terror y no viviría su

vida que en esta llave de miedo. Eso sería y es deletéreo.

No seáis angustiados por lo que os puede suceder: ¿si tiene que sucedervos, a que sirve

angustiarse? Y si no tiene que sucedervos os habéis angustiado para nada. Estéis serenos, vivís

los problemas reales que la vida os pone no aquéllos que vosotros imagináis. Basta a cada día su

tormento "; sabio principio evangélico 28 .

9. La evolución y las muertes

Pregunta: ¿Pero por qué debe existir la muerte del cuerpo físico, del cuerpo astral y de aquel

mental?

Respuesta: La muerte del cuerpo físico, y por lo tanto del cuerpo astral, y por lo tanto del cuerpo

mental, no es nunca un acontecimiento casual, como nada es hecho al azar, pero tiene una

profunda razón de ser en cuanto le permite al individuo siempre nuevas experiencias con

personalidades siempre renovadas.

Si un individuo tuviera uno sólo cuerpo físico, que durara centenares de años, acabaría

con el no aprender más nada; las experiencias que haría siempre serían hechas por un mismo

punto de vista, con uno mismo y uno sólo modo de entender, con un mismo carácter.

El envejecer, el morir son esenciales para la evolución.

Cuando el hombre lograra, o logrará, a renovarse continuamente - continuamente, cuidáis

bien - su cuerpo no envejecería, porque es justo la necesidad de esperire de nuevos puntos de

vista y con nuevas personalidades que hace caduca, corruptible, mortal la parte más grosera del

ser.

Éste es el discurso de la "gloria" del cuerpo, que se relaciona al discurso de la Alquimia. Si

os fuera una continua transformación, una continua renovación del propio pensamiento, de los

propios deseos, del propio modo de sentir, entonces también aquella necesidad de renovarse

continuamente sería absuelta y satisfecha a través de este nuevo modo de existir, por cuyo

vendría a caer la necesidad de cambiar vehículos

28 Cerchio Firenze 77, Le grandi verità ricercate dall’uomo, páginas 169-170, Mediterranee

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Pero este, diréis, significa reconducir el cuerpo al valor que le era dado por los paganos;

cosa que luego fue completamente desconocida por el Cristianismo, el que basó en la vida eterna

la verdadera vida del hombre.

Como siempre, de un extremo se pasa al otro. Y por fin se encuentra la calle justa, la calle

equilibrada.

No hay duda, el cuerpo, la vida física tiene su importancia; no se puede decir que la

existencia que estáis conduciendo sea importante sólo en función de aquélla que será la vida del

Más allá: sería un error pensar y creer en éste.

La vida que estáis conduciendo es importante no como fin a sí misma pero porque os

transforma, os hace brotar, os encamina hacia aquella maravillosa transmutación del que habla,

nota la alquimia de la "Gran Obra " 29 .

10. La llamada de la vida

Pregunta: ¿Puede ocurrir que en el espacio entre dos encarnaciones un ser teme la vuelta sobre

la Tierra, que no desea reencarnarse?

Respuesta: Puede preguntarnos si, en el espacio entre dos encarnaciones, una entidad teme la

"vuelta" sobre la Tierra, a veces, o en cambio la vida sea siempre una gran llamada.

Siempre es una gran llamada, creéis. Ahora veis la vida con ojos humanos y estáis

saturados de ciertas experiencias, cansados de ciertas adversidades que no querríais aceptar y

que en cambio tienen una carga de enseñanza, llevan un mensaje que sólo sucesivamente

podréis apreciar plenamente. Por éste podéis pensar que el deber renacer sea, o pueda ser una

especie de condena, y os puede envilecer la idea de deber recomenzar todo como antes.

El hecho de sentir pesado el deber retornar de nuevo sobre la Tierra puede ser también

debido al hecho de haber tenido una niñez o una juventud tristes, fatigosas, dolorosas. A éste

puede asociarse el pensamiento de renacer a todo aquel sufrimiento y por lo tanto el deseo de no

renacer más.

Pero ésta es una visión que se tiene sólo de encarnados, porque después, cuando se

abandona el cuerpo, cuando se rever la vida pasada y se puede poner ella en relación con las

otras, pero principalmente con aquéllas que han llevado karma a la última apenas concluida, y

éste es importante, entonces se entienden muchas cosas, se entiende la belleza, la maravilla que

es el regalo de la vida. Y de aquel momento se olvida lo que ha sido la carga de sufrimiento y se

empieza a desear de nuevo de renacer e ir adelante y evolucionar 30 .

11. El papel del cuerpo

Pregunta: ¿Es posible, como unos afirman, que la evolución también ocurra sin la

necesidad, para el individuo, de encarnarse sobre la Tierra?

29 Cerchio Firenze 77, Le grandi verità ricercate dall’uomo, páginas 170.171, Mediterranee30 Cerchio Firenze 77, Le grandi verità ricercate dall’uomo, páginas 171-172, Mediterranee

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Respuesta: Los Maestros siempre han dicho que la evolución le ocurre en el llano físico.

Existen doctrinas según los que, en cambio, la evolución del ser también puede ocurrir en el Más

allá, sin la reencarnación en el llano físico.

Tenemos que entendernos: vosotros sabéis que, a un alguno apunto, en la evolución del

hombre, el llano físico es abandonado. En aquel punto la vida física ya no es necesaria y la

evolución continua en dimensiones, muy, muy más sutiles, más espirituales. Entre decir este, que

es verdadero, y decir en cambio que hay seres los que conducen su evolución sin nunca

encarnarse el paso es grandísimo. Y puedo asegurar categóricamente a vosotros que ningún,

digo ningún puede conducir su evolución si no se encarna inicialmente, si no parte del llano físico.

Se dice también, en estas doctrinas, que la evolución que ocurre más allá de la

encarnación en el llano físico es mucho más larga; no sólo, pero también que el ser estaría libre

de elegir una evolución sobre la Tierra, en la materia, o bien fuera de la materia, de seguir la calle

más breve y más fatigosa en vez de la más larga y el más leve. ¡También éstas son bolas! El ser

como nosotros entendemos, llámatelo espíritu, individuo o como queréis, lleva sus orígenes de la

materia, de los reinos mineral, vegetal, animal y humano. Así es por todos.

Hay diferencia, ciertamente, entre la densidad material de la Tierra y la densidad material

de uno otro planeta, de uno otro sistema solar. Este, sí. En uno otro sistema solar allí puede ser

un planeta que acoge formas de vida que tienen como matriz física una materia más sutil, más

rarefacta: ¡pero siempre materia física es, siempre!

El hecho que los seres le sean en el llano físico a conducir su evolución no es una cuestión

de elección, pero de necesidad. Por todos es así, no hay ninguna duda.

La visión según la que los espíritus serían creados, deshornardos por Dios perfectos en

potencia por luego volverselo en acto, y con la posibilidad de elegir, es una visión antropomorfica

de todo aquél que existe.

Mejor que este, me parezca mucho más adherente la visión según la que la realidad es

enseñada de modo panteístico. ¿Qué podemos observar con ojos humanos, sencillamente

humanos, mirando la naturaleza? Vemos que ella casi procede por tentativas. En este momento

somos sencillamente de los materialistas que miran como la vida procede sobre la Tierra, como

procede la evolución biológica. El biólogo os dirá, observando lo que cada uno de vosotros puede

observar tiene la gana y la paciencia, que la evolución avanza por tentativas.

Por ejemplo: si ponéis una semilla en un terreno dónde también hay roca, vosotros podéis

observar que las raíces, avanzando por tentativas, se dirigen en una dirección, encuentran la roca

y desvían. Éste sería a demostrar que la naturaleza no sigue un proyecto que las evitas de deber

hacer tentativas; no hay plano, es decir, gracias al que la raíz deba ser dirigida dónde no hay las

rocas, pero más bien ella casi le va a la ciega y, cuando se encuentra de frente un obstáculo,

desvía para buscar la calle justa.

Este pequeño ejemplo nos confirma, de una manera o una otra, que una visión más justa,

con respecto de cuánto se decía antes, es aquella panteísta, es decir de un "algo" que inclue todo

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cuanto existe en el mundo en el sentido más extenso, nota también el llano físico como un

accesorio como algo que se puede tomar o no tomar, pero como hacente parte de un Todo y más

bien indispensable a lo completo del Todo.

Cuando pensamos a una experiencia que deberemos hacer el día sucesivo, nosotros

también podemos imaginarla en los mínimos detalles, y podemos pensar de no tener alguno

miedo, de ser fuertes y de actuar en el modo mejor; pero hasta cuando no la hacemos realmente,

aquella experiencia, nosotros no sabremos nunca como la haremos, no la viviremos nunca.

Si así no fuera, entonces tendrían realmente razón los que afirman que la vida sobre la

Tierra tiene una alternativa no material, no sobre la Tierra. Pero como este propio no es, el hecho

que hasta que no vivimos físicamente una experiencia no lo adquirimos nos demuestra que el

llano físico es algo de esencial, de absolutamente necesario e insustituible.

¿Ahora, es posible alcanzar la comprensión por la mente, con el razonamiento, o se tiene

que necesariamente hacer la experiencia directa? Sí, es posible, a veces, entender con la mente;

otras veces no es posible. Por algunas cosas hay esta posibilidad de elegir, que no es por otras.

¿Cuándo es que hay esta posibilidad de no hacer la experiencia directa? Cuando se sigue la

enseñanza del maestro Claudio, cuando es decir se hace introspección, se trata de analizar y

entender sí mismos, los mismos movimientos interiores, las propias íntimas intenciones. Cuando

se hace este tipo de razonamiento introspectivo con una cierta constancia, se tiene entonces la

posibilidad de entender por la mente. Pero el que no reflecta sobre lo que hace, no podrá evitar

nunca la experiencia directa, que es siempre dolorosa 31 .

12. Se vean otras enseñanzas de los Maestros del Cerchio Firenze 77 (Círculo

Florencia 77) en las páginas 175-189 del libro " Le grandi verità ricercate dall’uomo “, Las

grandes verdades rebuscadas por el hombre", Edizioni Mediterranee - Roma:

página175: 1. La liberación de lo irreal;

páginas 175 -176: 2. La purificación del plan astral;

páginas 176 -177: 3. Los paraísos del plan mental;

páginas 177 -179: 4. Los plásticos del deseo (Mi nota: Los Maestros del Cerchio Firenze

77 desplegan que la materia del plano astral es modelable del pensamiento - deseo del hombre ) ;

páginas 179 -180: 5. El mundo de los ideales soñados.

13. Se vean también los siguenties otras enseñanzas de los Maestros del Cerchio

Firenze 77 (Círculo Florencia 77):

o En el libro Otre il Silenzio, Más allá del Silencio, Edizioni Mediterranee -

Roma:

páginas 123 -124: “¿ Qué enseñarles a los hijos?"

páginas 124 -126: “Vuestra vida no nos es desconocida";31 Cerchio Firenze 77, Le grandi verità ricercate dall’uomo, páginas 172-174, Mediterranee

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páginas 130 -131: "Desiderio de renovación;

páginas 131 -132: Necesidad del conocimiento" ;

páginas 132 -133: Porque todo es así";

o En el libro Maestro perché?, ¿Maestro por qué?, Edizioni Mediterranee -

Roma:

páginas 237 -252: Las religiones del hombre";

páginas 253 -259: El retorno de Cristo ".

¡Buena lectura!

Hago notar una extrañeza: los Maestros desencarnates del Cerchio Firenze 77 (Círculo

Florencia 77) - de los que tengo la máxima consideración y admiración - han hablado de todo,

pero no han dicho una palabra sobre el Islam y sobre la violencia que lo invade, no obstante que

sea uno de los gran Males del mundo, si no el más grande, conocido a Dios desde los tiempos del

Génesis 32 . La religión islámica es invadida de violencia ya desde de poco Después la muerte del

profeta Mahoma; por lo tanto es la religión o mejor la Antireligion del Anticristo, es decir de

Lúcifer- Satanás, del que Anticristo los Maestros espirituales del Cerchio Firenze 77 (Círculo

Florencia 77) han hablado; este ellos hablar es más que bastante para entender el Islam y no sólo

el Islam 33 .

Por mí el silensio sobre el Islam de los Maestro del Cerchio Firenze 77 es un silencio que

hace mucho ruido porque Satanás le mandonea en el Islam, tal como hemos demostrado en los

Elaborados 4 y 4bis de este Catecismo que encontraréis en la carpeta del Islam entre los

documentos de las Religiones.

32 Genesi 16, 11-1233 Cerchio Firenze 77, Dizionario del Cerchio, página 30 (Anticristo), Mediterranee

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