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Allí estaba otra vez ese niño, sus cabellos mecianse con el silbar sinuoso del viento, cálido y húmedo, que venía desde esa montaña vecina, coronada por una intrigante choza, sus ojos un poco nublados por unas gotas que fueron producidas por unas imágenes recordativas, revueltas con un corazón melancolico,eranse sus pies muy sumergidos en la mar , a la cual ese niño que, ahora contemplaba desde este crujir de maderas de un muelle adentrándose sin estarlo totalmente, en esas cálidas aguas y su vapor susurrante en sus oídos, chocaban al fin en todo su cuerpo y en ese muelle, cuadro perfecto para la añoranza. De ese pueblo lejano de su mente hasta ahora este delante de sus ojos, no distaba mucho, los recuerdos casi en su totalidad son congruentes se decía, y al recordar los gestos, la parsimonia al sentarse en ese sitio, hace unos instantes atraz,murmuraba: como es de circular esta vida...las aguas tranquilas entre sus pies mostraban en el reflejo al anciano, fue un niño que alguna vez al sumergirse por un ratito en estas aguas del tiempo, la sonrisa juguetona que siempre llevamos de niños ahora a surcado una arruga, renuentemente la vida lo traía a este lugar paraje enigmático y misterioso, porque le pareció ser observado desde la cima de la montaña, desde la choza que alguna vez también visitara, sin duda alguna lo traía como con la marea, lo sacaba, tal vez como muestra infalible de que la vida mostrara un error, el clamor ,el chapoteo rechistarte iridiscentes gotas de la mar, la decisión fue tomada se decía y balbuceando este pobre viejo reclamaba: te largaste de mis espacios sin consultar esa decisión, no vistes mi titilar,encrispandose en rabia e ira se ha levantado del muelle , viéndose totalmente reflejado en el agua, ha empezado a llorar , se dio cuenta que se lo dijo a si mismo también. “Señor perdóname por eso creo que trunque tus designios”, el eco chocaba en las rocas y se propagaba desde el fondo del tiempo, se esparcía por el vapor de bruma. Es que todo era tan lento tan confuso ya vivir sin ti, era languidecer, ¿Que fueron de los sueños las promesas, las ilusiones donde están? la entrega total, las miradas convergentes que chocaban sin repeler, el suave sabor en la boca el olor de sus cabellos, las mezclas que no eran éticamente aconsejada los sueños renuentemente mezclados, los más de 35 años de matrimonio feliz?_ el niño sigue jugando a la orilla de esta playa aquí en la mar de su conciencia se reía, buscaba pececillos de colores de ilusiones de magia, un perdón que fue solicitado con días de antelación, un designio dicho por tu propia boca, ¿me entiendes?, un sabor cobrizo amargo surge en su boca, provocándole un mareo haciéndole resbalar tambalea cae por un madero suelto o podrido del muelle, atentado que le hace una familia de comején a los pescadores tal vez pudo ser esa la razón de bajar las pescas en la zona no habiendo muelle la cantidad de pesca y de carga no sería la misma, claro no se puede despreciar el hecho de que las maderas procedían de esa vieja choza, después de aquel temporal de mediados de siglos, siempre me recuerdo del estante que existía en la mita de la misma, era señorial, siempre olía como a guayabas envejeciendo, toda la choza olía a eso, estaba impregnada en las paredes, su olor ,los recuerdos… procedían tal vez de una base de datos biológicas, que se yo, de repente se enlazaba algo indivual con lo colectivo. Al entrar al agua ha sentido algo diferente, el sonido de madera quebrada se le añadía el sonido seco del cuerpo al agua ¡Glup¡ cambio de densidad entrando, cuando nadando suavemente entre ola y olas divisa a su madre en la orilla sus tíos y amigos cerca del muelle con los pies enterrados en el lodo, exclamaban orgullosos: será un excelente nadador (nadador mental. Un loco)...de eso no hay duda decían unos, parece un pescao aclaraban otros, en esa inmensidad trataba de mezclarse en todo las aguas, pero no se mojaba, solo recordaba la humedad, de sus labios, la congruencia de los cuerpos, el suave rubor de sus mejillas, los vasos con la mezclas etílicas, el mirar a un logos solar, esa representación del oro de nuestras almas, las llaves ,la búsqueda el escape, los ciclos.... divaga la

carta-a-una-fusion

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Allí estaba otra vez ese niño, sus cabellos mecianse con el silbar sinuoso del viento, cálido y

húmedo, que venía desde esa montaña vecina, coronada por una intrigante choza, sus ojos un poco

nublados por unas gotas que fueron producidas por unas imágenes recordativas, revueltas con un

corazón melancolico,eranse sus pies muy sumergidos en la mar , a la cual ese niño que, ahora

contemplaba desde este crujir de maderas de un muelle adentrándose sin estarlo totalmente, en

esas cálidas aguas y su vapor susurrante en sus oídos, chocaban al fin en todo su cuerpo y en ese

muelle, cuadro perfecto para la añoranza. De ese pueblo lejano de su mente hasta ahora este

delante de sus ojos, no distaba mucho, los recuerdos casi en su totalidad son congruentes se decía,

y al recordar los gestos, la parsimonia al sentarse en ese sitio, hace unos instantes

atraz,murmuraba: como es de circular esta vida...las aguas tranquilas entre sus pies mostraban en

el reflejo al anciano, fue un niño que alguna vez al sumergirse por un ratito en estas aguas del

tiempo, la sonrisa juguetona que siempre llevamos de niños ahora a surcado una arruga,

renuentemente la vida lo traía a este lugar paraje enigmático y misterioso, porque le pareció ser

observado desde la cima de la montaña, desde la choza que alguna vez también visitara, sin duda

alguna lo traía como con la marea, lo sacaba, tal vez como muestra infalible de que la vida

mostrara un error, el clamor ,el chapoteo rechistarte iridiscentes gotas de la mar, la decisión fue

tomada se decía y balbuceando este pobre viejo reclamaba: te largaste de mis espacios sin

consultar esa decisión, no vistes mi titilar,encrispandose en rabia e ira se ha levantado del muelle ,

viéndose totalmente reflejado en el agua, ha empezado a llorar , se dio cuenta que se lo dijo a si

mismo también. “Señor perdóname por eso creo que trunque tus designios”, el eco chocaba en las

rocas y se propagaba desde el fondo del tiempo, se esparcía por el vapor de bruma. Es que todo

era tan lento tan confuso ya vivir sin ti, era languidecer, ¿Que fueron de los sueños las promesas,

las ilusiones donde están? la entrega total, las miradas convergentes que chocaban sin repeler, el

suave sabor en la boca el olor de sus cabellos, las mezclas que no eran éticamente aconsejada los

sueños renuentemente mezclados, los más de 35 años de matrimonio feliz?_ el niño sigue jugando

a la orilla de esta playa aquí en la mar de su conciencia se reía, buscaba pececillos de colores de

ilusiones de magia, un perdón que fue solicitado con días de antelación, un designio dicho por tu

propia boca, ¿me entiendes?, un sabor cobrizo amargo surge en su boca, provocándole un mareo

haciéndole resbalar tambalea cae por un madero suelto o podrido del muelle, atentado que le hace

una familia de comején a los pescadores tal vez pudo ser esa la razón de bajar las pescas en la

zona no habiendo muelle la cantidad de pesca y de carga no sería la misma, claro no se puede

despreciar el hecho de que las maderas procedían de esa vieja choza, después de aquel temporal de

mediados de siglos, siempre me recuerdo del estante que existía en la mita de la misma, era

señorial, siempre olía como a guayabas envejeciendo, toda la choza olía a eso, estaba impregnada

en las paredes, su olor ,los recuerdos… procedían tal vez de una base de datos biológicas, que se

yo, de repente se enlazaba algo indivual con lo colectivo. Al entrar al agua ha sentido algo

diferente, el sonido de madera quebrada se le añadía el sonido seco del cuerpo al agua

¡Glup¡ cambio de densidad entrando, cuando nadando suavemente entre ola y olas divisa a su

madre en la orilla sus tíos y amigos cerca del muelle con los pies enterrados en el lodo,

exclamaban orgullosos: será un excelente nadador (nadador mental. Un loco)...de eso no hay duda

decían unos, parece un pescao aclaraban otros, en esa inmensidad trataba de mezclarse en todo las

aguas, pero no se mojaba, solo recordaba la humedad, de sus labios, la congruencia de los cuerpos,

el suave rubor de sus mejillas, los vasos con la mezclas etílicas, el mirar a un logos solar, esa

representación del oro de nuestras almas, las llaves ,la búsqueda el escape, los ciclos.... divaga la

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mente del anciano encuentra y trata de justificarlo, el embate de nuestros cuerpos , como olas

sonaban una y otra vez, como si algo estiraba la vida y la acortara, levantando una cresta azulada

retumbante al caer ,la bruma espesa la niebla se levanta el mar y su estela, ya cae la tarde, el juego

de las garzas comiendo alguno que otro pececillo, en tan solo dos metros, se podía divisar una

delgada línea de bruma cuando se retiraba la mar, como el espacio de los labios en donde hay un

poquito más de agua que de tierra y en tan solo unos centímetros, más tierra que agua, o de aquí

que de allá, etapas de transición ..Como una membrana, de cambio de éteres, de mundo de

escenas. Allí está todo se repetía en voz alta el anciano levantándose gritaba el anciano, ¿no lo

ven? y el eco le repetía ven ven ven...crujía un madero...el mareo...

Se escuchó unos pasos, se acercaba a la orilla, los veía otra vez, se hundía en el lodazal de la

playa, sucumbía huía de lo que la sofocaba, el ardor al parecer la dejaba atrás, las ropas mojadas

de la mar...ven ven... ven y se escuchaba ¿no lo ven?

Una extraña pero hermosa mujer abajo, en la playa transita desde temprano merodea, por aquel

muelle desolado, es raro que llegue hasta acá, sitio intrincado, paraje de historias encantadas pude

divisarla desde la ventana de esta vieja choza que me fue heredada por mi padre, el pescador, solo

vengo cada final de mes o en luna nueva, cuelgo la atarraya de él ,red de sueños de ideas, y salgo

al encuentro de esta extraña mujer merodeante, creo que tengo un recado, pues fue un raro sueño

más bien, pero al salir de mi casa bajando la cima de la cuesta, solo me encuentro sus pisadas al

contrario, que al seguirle me he dado cuenta llegan al espejo, ella y yo somos la misma, estaba

esperando esta edad para levantar una piedra que yace al fondo de la casa, sé que allí tengo una

carta, en donde saltaran unas líneas de tinta que se mezcla con una tenue luz de lámpara, la misma

que le reflejaba grandes ojeras y arruga a mi padre en su lecho. Ya allí en esa piedra, está la carta

la abrirás solo cuando quieras, entregarte en cuerpo y alma a un hombre, allí sabrás quien es el

afortunado. Balbuceaba el anciano. En tinta temblante se puede leer claramente:

"No te escondas entre tanta gente, en la calle de la ciudad, creí que de mi huías,

saltas como tomando por un ratito la mente, de la gente, eres una niña traviesa, pero no te dejas

aun ceñir por esa cintura metodica,no te quieres concretar de una vez en un solo ser , vas de aquí

para allá, pero se te olvida que el amarillo y azul que te circunda me he visto por mí, que mis

manos necesitan tocar como fue alguna vez, que mi aliento se debe de nuevo agitar , tan solo por

verte, estas tan difuminada como la bruma como la niebla, espesa, necesito que te cimientes en

este apartaco carnal, pero resuelta, pero madura, logrando una comunión ancestral , en el ser

integro, intimo unos momentos que desean ser vivenciados, reminiscentes, como escape ,conexión

y refulgencia de la maravilla que debe ser nuestra existencia, ya ahora no estás tan vaporizada,

dejas esa estela y te sigo, aunque no lo creas después de todos estos años aun te escribo, porque el

sabor aún sigue vivo, tal vez aunque no lo quiera , se enlazo entre los míos y en esas células viven

y vivo..."

De esa relación feliz truncada por un infortunio, fue historia de estos parajes, parecía que podía

haber rociado el amor que produjeron entre los lugareños, en donde brotaba una sonrisa, un

alivio ,la actitud impregnada, eran halitos de fe, pedacitos de esperanzas que regaron en las nubes,

todo es un producto de la creación un reflejo se repetía el anciano, una emanacion,como las

anteriores lagrimas que escurrían de sus ojos ahora poco a poco escurriendo de sus mejillas, las

penas las dudas la expansión de su corazón ,se contraía en anteriores actos , escenas vividas y el

agua se levantaba en pequeños hilillos hacías sus ojos, era el perdón , y un anciano corazón poco a

poco absorbía rejuvenecía , se hinchaba en gracia perdón y crecía hacia adentro, de vez en cuando

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fue visto cuando un niño junto con su madre en la playa, la misma que partiría como errante por

que no encontraba algo a la cima de la montaña, exclamaba , mami ven a ver estas nubes

regordetas y hermosas, toma los binoculares, el brillo de esas gotas que parecen ser lagrimones de

nubes, como estrellitas lo vez mama? a lo cual respondía la madre: si mi vida pero ten cuidado con

ese muelle viejo, esas tablas están viejas podridas y llenas de comején..

Con los brazo extendidos el anciano sonriente, levantabase del muelle sin más recuerdos con lo

cual entretenerse y exclamaba, pero ¿qué pasa? Y el eco le repetía, pasa, pasa... tambaleaba. La

seguía ya la fusión había llegado.....y por fin el niño a gatas salía, con la marea, rodeaban su

cuerpo nácar y algas…