4
28 Cultura|s La Vanguardia Sábado, 13 junio 2015 MIRADAS Mirada | s Charles Taylor, en defensa del comunitarismo DANIEL GAMPER Nacido en 1931 en Montreal de pa- dreangloymadrefrancófona,Char- les Taylor es uno de los filósofos más conocidos de los últimos cincuenta años. Catedrático emérito en la uni- versidad McGill, se doctoró en Ox- ford bajo la dirección de Isaiah Ber- lin y Elizabeth Anscombe. Intelec- tual de referencia del Quebec, participó activamente en los deba- tes políticos durante la década de los sesenta, siendo candidato al parla- mento en diversas ocasiones por el New Democratic Party. Respecto del acalorado debate independen- tista, Taylor se declara federalista y apuesta por una solución que per- mita la coexistencia democrática en la diversidad. Ganador de los premios interna- cionales Kyoto y Tempelton, es au- tor de varios libros conocidos y estu- diados por todo profesor de filosofía que se precie. En 1979 publicó una voluminosa y exhaustiva monogra- fía sobre Hegel (traducida en espa- ñol en Anthropos) que pasó a ser el manual recomendado en las univer- sidades alemanas. Diez años des- pués publicó Las fuentes del yo (Pai- dós) donde narra el surgimiento de la identidad moderna a partir de fuentes culturales diversas que evi- dencian la amplitud de conocimien- tos del autor. Se manifiestan aquí ya los hilos conductores de su filosofía. Taylor cuestiona el predominio de las ciencias puras y experimenta- les en la interpretación del mundo. La realidad no consiste sólo en aquello que puede ser percibido, si- no que también hay que dar cuenta de nuestros propósitos y deseos, de la intencionalidad humana. Su pro- puesta es hermenéutica, es decir, in- cluye una reflexión sobre las dificul- tades de la comprensión, sobre las distancias que hay que salvar para poder hablar de conocimiento. El individualismo, el desencantamien- to del mundo y la razón instrumen- tal como rasgos propios del mundo moderno se transforman en sínto- mas de un malestar más profundo. Estos temas los recogerá Taylor en el breve libro La ética de la autentici- dad (Paidós), donde enfatiza la im- portancia de los horizontes de signi- ficado en los que el despliegue de nuestras vidas adquiere sentido. Como filósofo de la política, Tay- lor es, junto con Alasdair MacIntyre y Michael Sandel, uno de los defen- sores de la posición comunitarista. Frente al ideal moderno de un indi- viduo que decide sus finalidades y propósitos con independencia de los contextos de referencia cultura- les, el comunitarismo concibe la identidad individual como algo que se teje en las relaciones significati- vas con los otros. Este modo de en- tender la subjetividad tiene conse- cuencias políticas y normativas. En Multiculturalismo y la política del re- conocimiento (FCE), Taylor pro- pugna unas políticas públicas que no desatiendan la importancia de la cultura de los grupos presentes en la sociedad. Frente a las caricaturas del multiculturalismo como un mo- vimiento de identificación grupal que propugnaría la creación de gue- tos cerrados impermeables a la con- taminación cultural, la política del reconocimiento aboga por una dis- cusión democrática de todos los ciu- dadanos que no fije la identidad na- cional de una vez por todas, sino que la conciba como algo que puede mo- dificarse y efectivamente debe ha- cerlo para mantenerse al paso de la creciente diversidad social. La semana pasada, Taylor impar- tió una conferencia en el Centre de Cultura Contemporània de Barce- lona (CCCB) sobre democracia y di- versidad religiosa con motivo de la reciente publicación en dos volú- menes de su monumental La era se- cular (Gedisa), donde desarrolla sus dotes etnográficas y filosóficas. Se trata de un tratado de historia, filo- sofía, política y religión, en el que el filósofo quebequés diagnostica el estado de la creencia religiosa en las sociedades noratlánticas del siglo XXI. El libro es un auténtico tour de force para presentar las nuevas for- mas adoptadas por la religión sin abandonar la reflexión filosófica de altísimo nivel. Si bien algunos obje- tarán que Taylor, católico declara- do, pretende defender subrepticia- mente las razones de la religión, lo cierto es que nos hallamos ante una obra magna sobre la espiritualidad en el mundo moderno y los dispo- sitivos políticos necesarios para mantener en pie el ideal de igualdad y libertad de las sociedades demo- cráticas. Desde su aparición en inglés en el 2007, La era secular ha dominado la discusión sobre el papel de la reli- gión en las democracias contempo- ráneas. La fe, en contra de las pre- dicciones de la teoría de la seculari- zación, no ha desaparecido de las sociedades occidentales. Se ha dado un declive en la práctica religiosa y las autoridades eclesiásticas han perdido peso en los debates legisla- tivos, pero sería erróneo interpretar estas modificaciones como estadios previos a un mundo finalmente li- bre de religión. | Su libro más reciente, ‘La era secular’, es una obra magna sobre la espiritualidad en el mundo moderno

Charles Taylor habla sobre "La era secular" en Cultura|s de la Vanguardia

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Charles Taylor habla sobre "La era secular" en Cultura|s de la Vanguardia

28

Cultura|sLaVanguardia

Sábado,13junio2015

MIRADAS

Mirada|s

Charles Taylor,en defensa delcomunitarismoDANIELGAMPERNacido en 1931 enMontreal de pa­dreangloymadrefrancófona,Char­lesTayloresunodelosfilósofosmásconocidos de los últimos cincuentaaños.Catedráticoeméritoen launi­versidadMcGill, se doctoró en Ox­fordbajo ladireccióndeIsaiahBer­lin y Elizabeth Anscombe. Intelec­tual de referencia del Quebec,participó activamente en los deba­tespolíticosduranteladécadadelossesenta, siendo candidato al parla­mento en diversas ocasiones por elNew Democratic Party. Respectodel acalorado debate independen­tista, Taylor se declara federalista yapuesta por una solución que per­mita lacoexistenciademocráticaenladiversidad.Ganador de los premios interna­

cionales Kyoto y Tempelton, es au­tordevarioslibrosconocidosyestu­diadosportodoprofesordefilosofíaque se precie. En 1979 publicó unavoluminosa y exhaustivamonogra­fía sobreHegel (traducida en espa­ñol en Anthropos) que pasó a ser elmanualrecomendadoenlasuniver­sidades alemanas. Diez años des­puéspublicóLas fuentesdel yo (Pai­dós) donde narra el surgimiento dela identidad moderna a partir defuentes culturales diversas que evi­dencianlaamplituddeconocimien­tosdelautor.Semanifiestanaquíyaloshilosconductoresdesufilosofía.Taylor cuestiona el predominio

delascienciaspurasyexperimenta­les en la interpretación del mundo.La realidad no consiste sólo enaquello quepuede ser percibido, si­no que también hay que dar cuentade nuestros propósitos y deseos, dela intencionalidad humana. Su pro­puestaeshermenéutica,esdecir,in­cluyeunareflexiónsobrelasdificul­tades de la comprensión, sobre lasdistancias que hay que salvar para

poder hablar de conocimiento. Elindividualismo,eldesencantamien­to delmundo y la razón instrumen­tal como rasgos propios del mundomoderno se transforman en sínto­mas de un malestar más profundo.Estos temas los recogerá Taylor enelbrevelibroLaéticadelaautentici­dad (Paidós), donde enfatiza la im­portanciadeloshorizontesdesigni­ficado en los que el despliegue denuestrasvidasadquieresentido.Como filósofode la política, Tay­

lores, juntoconAlasdairMacIntyreyMichael Sandel, unode los defen­sores de la posición comunitarista.Frente al idealmodernodeun indi­viduo que decide sus finalidades ypropósitos con independencia delos contextosde referencia cultura­

les, el comunitarismo concibe laidentidad individual comoalgo quese teje en las relaciones significati­vas con los otros. Estemodo de en­tender la subjetividad tiene conse­cuencias políticas y normativas. EnMulticulturalismoylapolíticadelre­conocimiento (FCE), Taylor pro­pugna unas políticas públicas quenodesatiendan la importanciade laculturadelosgrupospresentesenlasociedad. Frente a las caricaturasdelmulticulturalismocomounmo­vimiento de identificación grupalquepropugnaríalacreacióndegue­toscerradosimpermeablesa lacon­taminación cultural, la política delreconocimiento aboga por una dis­cusióndemocráticadetodoslosciu­dadanosqueno fije la identidadna­

cionaldeunavezportodas,sinoquelaconcibacomoalgoquepuedemo­dificarse y efectivamente debe ha­cerlo paramantenerse al paso de lacrecientediversidadsocial.Lasemanapasada,Taylor impar­

tió una conferencia en el Centre deCultura Contemporània de Barce­lona(CCCB)sobredemocraciaydi­versidad religiosa con motivo de lareciente publicación en dos volú­menesdesumonumentalLaerase­cular (Gedisa),dondedesarrollasusdotes etnográficas y filosóficas. Setrata de un tratado de historia, filo­sofía, política y religión, en el que elfilósofo quebequés diagnostica elestadode lacreenciareligiosaen lassociedades noratlánticas del sigloXXI.El libroesunauténtico tourdeforce para presentar las nuevas for­mas adoptadas por la religión sinabandonar la reflexión filosófica dealtísimo nivel. Si bien algunos obje­tarán que Taylor, católico declara­do, pretende defender subrepticia­mente las razones de la religión, locierto es quenoshallamos ante unaobra magna sobre la espiritualidaden el mundo moderno y los dispo­sitivos políticos necesarios paramantenerenpieel idealdeigualdady libertad de las sociedades demo­cráticas.Desdesuaparicióneninglésenel

2007,Laerasecularhadominado ladiscusión sobre el papel de la reli­gión en las democracias contempo­ráneas. La fe, en contra de las pre­dicciones de la teoría de la seculari­zación, no ha desaparecido de lassociedadesoccidentales.Sehadadoun declive en la práctica religiosa ylas autoridades eclesiásticas hanperdido peso en los debates legisla­tivos,peroseríaerróneointerpretarestasmodificacionescomoestadiosprevios a un mundo finalmente li­bredereligión. |

Su libromás reciente,‘La era secular’, esuna obramagna sobrela espiritualidaden elmundomoderno

Page 2: Charles Taylor habla sobre "La era secular" en Cultura|s de la Vanguardia

29

Cultura|sLaVanguardia

Sábado,13junio2015

MIRADAS

El filósofo canadienseCharlesTaylor es sin duda una de las figurasmás prestigiosas del pensamiento contemporáneo.Sus obras son referencias ineludibles para cualquier reflexión sobre temas de tanta actualidad comoelmulticulturalismoo el debate sobre la espiritualidad en las sociedades occidentales. De todos estos temas habla para ‘Cultura/s’

Charles Taylorfotografiado en elCCCB de Barcelonael pasado mes demayo. En la páginasiguiente, detallede sus manosFOTOS MARC ARIAS

Page 3: Charles Taylor habla sobre "La era secular" en Cultura|s de la Vanguardia

30

Cultura|sLaVanguardia

Sábado,13junio2015

MIRADAS

entrevista a Charles Taylor

“Hoyhay undeclive dela solidaridad”D.G.Durante los ochenta a usted se le eti­quetó de comunitarista. ¿Qué quedadel comunitarismo hoy?Veamos, hay dos significados muydistintos del concepto y la gentetiende a confundirlos. De una par­te, hay los que, como el sociólogoAmitai Etzioni, son republicanis­tas.Paraellos losciudadanosnosó­lo tienen derechos, sino tambiéndeberes porque tienen que aceptaralgunas responsabilidades. De loque se trata es de normalizar la de­mocracia social. La comunidad esla totalidadde laRepública, demo­do que deberíamos vernos comomiembros de una comunidad y nosólo como individuos. Estoy deacuerdo con ellos, porque meopongo al excesivo individualismoamericano que está arruinando susociedad.

¿Cuál es el otro sentido?Eselmodoconfusoenque seusaeltérmino en Francia. Cuando ha­blan de communautarisme desig­nan una postura que en realidadnadie defiende, a saber, que todoslos grupos sociales deberían vivirenguetos.Demodoquesegúnelloslos que defendemos el comunita­rismo estaríamos a favor de estaposición claramente implausible.Desgraciadamente, en Francia im­pera esta caricatura del comunita­rismoa laquesecontrapone lapre­tensión de que losmiembros de lasdiversas comunidades culturalesse conviertan en copias exactas deun supuesto ciudadano francés es­tándar.

¿Cuál es la alternativa?La única alternativa en las demo­cracias modernas sería considerarque el ciudadano puede ser blancoo negro, musulmán o de otra reli­gión. La situación en el Reino Uni­do es mucho mejor. Basta mirar laBBC, en donde aparecen regular­mente rostros negros y nombresmusulmanes. En cambio en la tele­visión francesa predominan losblancos, franceses tradicionales.Creo que se equivocan, pues aca­ban creando ciudadanos de prime­ra y de segunda, y alienando a losmiembros de algunos grupos. Demodo que no soy un comunitaristaen el sentido que le dan estos fran­

ceses, pero sí en el otro sentido deltérmino como oposición al excesi­vo predominio de la perspectivaindividual.

¿Hay en ello un anhelo de la comuni­dad perdida?Lo que hay es un declive, iniciadoen los años setenta, de la solidari­dad en las democracias contempo­ráneas que tiende a dividir a la so­ciedad. Como un universo en ex­pansión, las distancias entre ricos ypobres van aumentando. Para re­solverlo es necesario pensar que eldestino de la sociedad depende detodos los ciudadanos consideradoscomo iguales. Si se pierde el senti­do de la solidaridad y de la respon­sabilidad, se diluye la ciudad.

¿Quépapel desempeña la integraciónsegún usted?Para lograruna integraciónexitosahay que tomar en consideracióntanto la necesidad de integrar co­mo la de reconocer las diferencias.La exclusión cultural de los inmi­grantes provoca situaciones impo­sibles, pues dificulta el acceso altrabajo de los jóvenes, los cualesaumentan su enojo, desarrollancontra­identidades, hablan verlanyno francés, demodoque las cosasempeoran aúnmás.

¿Cómo responde a la objeción segúnla cual no se puede pensar en solucio­nes para las sociedades de los Esta­dos­nación europeos en los mismostérminos que para las sociedades deinmigración como Canadá o EstadosUnidos? ¿Acaso no están los paíseseuropeos más comprometidos con laproteccióndeuna identidadnacional?En primer lugar hay que señalarque una sociedad de inmigracióntambién puede tener un trasfondobastante homogéneo que despuésse amplía.EnQuebec, por ejemplo,hasta hace unas décadas casi todosdescendían de los primeros colo­nos de 1608 liderados por SamueldeChamplain.Unaprimera pobla­ción de siete mil personas que al­canzó los siete millones con pocasaportaciones de otras partes. Aho­ra la sociedad se está diversifican­do enormemente, lo cual plantea elreto de ver la comunidad políticano sólo como una agrupación depersonas, sinoquesenecesitaalgu­

las claves

AUTENTICIDAD.Consu librito,Laéticade laautenticidad,Taylorcriticó la tendenciaaunexcesivo individualismoenelámbitode lamoral.Lavidaauténticanoseríapues laquecadacualdecide llevarsinintromisiónde losotros, sino laqueseadecúaavaloresquenospreexisten,aunhorizontedesignificados, a lasconversa­cionesmediante lasqueunasociedadreflexionasobre loqueconsideravalioso.

DIVERSIDADRELIGIOSA.Enel2008,TaylorjuntoconGérardBouchardpresidióunacomisiónencargadaporelgobiernodelQuebecparaanalizar lasprácticasdeacomodacióna lacrecientediversidadreligiosa.Eldocumento final realizaundiagnósticode ladiversidadreligiosaquebequesaasícomounaseriedereco­mendacionesparasu integración.Segúnlosautores, laopiniónpública tieneunavisióndistorsionadade losciudadanosconreligionesminoritariasazuzadapor

losmediosdecomunicación.Desdeelpuntodevistanormativo,TayloryBou­charddefiendenunprincipiode laicidadestructuradoapartirde laneutralidaddelEstado, la libertadreligiosa, la igualdaddelosciudadanoscon independenciadesusconviccionesreligiosas, lapromocióndela lenguafrancesacomovínculocomúnde laciudadanía,y laparticipacióndetodosenelprocesodemocrático.

SECULARIDAD.El libromásrecientedeTaylorproponeunanuevadefinicióndelosecular.Yanose tratade ladesapari­ciónde lasreligionesdelespaciopúblico,nideldeclivede laprácticareligiosa.Lasociedadsecularsedefineenvirtudde lascondicionesde laexperienciay labúsque­dareligiosas.Essecular lasociedaden laque lareligiónhadejadodeser lacreenciapordefecto,pasandoaser unadecisiónconscienteenelmarco inmanentepropiodenuestrassociedades.

Page 4: Charles Taylor habla sobre "La era secular" en Cultura|s de la Vanguardia

31

Cultura|sLaVanguardia

Sábado,13junio2015

MIRADAS

Grupo

GodóPresidenteJavierGodó,conde

deGodó.ConsejeroDelegadoCarlosGodó

VallsLaVanguardiaDirectorMàriusCarol.Cultura|sRedactorjefeSergioVila­Sanjuán.JefasecciónIsabelGómezMelenchón.Redacción

Anna

Duran,CarinaFarreras,IgnasiM

oya.DiseñoAnna

Belil,CarolTéllez

Cultura|s.Edita:LaVanguardiaEdiciones,S.L.Imprime:CRE­A,Impresionesde

Catalunya,SL.Depósito

legal:B­6389­1958Portada:

Detalledeldibujo‘Testadiun

guerrierodallaBattagliad’Anghiari’,cuyaautoría

correspondeaLeonardo

daVinci,aunque

hayunapolémicaalrespecto(Artes,página19)

En Europa ha habido en los últimosaños debates en torno a la presenciade crucifijos en las escuelas públicas.¿Cómo deberían afrontarse estascuestiones?Son dilemas que no pueden deci­dirse de manera general. Hay dosvalores que se quieren mantener.Porunaparte, la escuela debe estarabierta a todos, por otra, debe con­tribuir a mantener cierto grado decontinuidad de la comunidad. Esprobable que haya otras medidasque sean más alienantes que uncrucifijo en la escuela. La legis­lación francesa que prohíbe llevarsignos religiosos en las escuelas noes tan grave, pero puede provocarla alienación de losmusulmanes.

En su libro ‘La ética de la autentici­dad’, sostiene que la identidad de­pende en granmedida de un horizon­te de sentido preexistente, de modoque el valor de nuestras elecciones nodepende sólo de nosotros. Se diríaque así se excluye la posibilidad de latransformación de los valores.Pongamos el caso del matrimoniohomosexual. Frente al estereotipoque los presenta como personaspromiscuas, muchos homosexua­les afirman que desean establecerrelaciones reales y firmes de amor,y desean tener lasmismas facilida­des que los heterosexuales. Hayque destacar, pues, la continuidadentre este tipo de relaciones y lastradicionales relaciones amorosas.

En su libro ‘La era secular’ define elnuestro como un mundo cerrado ha­cia lo vertical. Se diría que según us­ted una vida puramente secular esmenos intensa o plena que la vida es­piritual.Cuandodigo que estamos en lo ho­rizontal, en lo que llamo el marcoinmanente, me refiero a un imagi­nario social, en concreto al hechode que somos conscientes de com­partir plenamente la vida en la so­ciedad tal y como la hemos cons­truido con instituciones humanas.Pero podemos vivir demaneras di­versas más o menos abiertas a latrascendencia. Mi apuesta es esta­blecer algún tipo de relación conDios comose lo entiendeenel cris­tianismo. Pero el problema es queno nos entendemos unos a otros, ycreoquepodemosganaralgunaco­sa intentandocomprenderposicio­nes distintas a las propias.

¿Qué importancia tienen sus creen­cias religiosas en su labor filosófica?Cuando escribo filosofía pretendoconvencer con independencia delas posicionesmetafísicas o nome­tafísicas de los lectores. Sin dudami comprensión de algunos asun­tos importantes está coloreada pormi experiencia como creyente. Porejemplo, entiendo la razón en unsentidomásamplioycomplejoquelos ateos militantes que dicen quela razón religiosa no es razón. Paraellos la razónesalgoqueseoponeala contradicción. Efectivamente esirracionaldecir“p”y“nop”,pero la

razón es más que eso. La razón noes sólounabúsquedade las contra­dicciones. La noción platónica delogos como logon didonai es máscompleja y entiendeel lenguaje co­mo dar cuenta de algo. Este darcuenta de las cosas y del ser huma­no debe ser también consistente,como hace Sócrates intentandodescubrir las inconsistencias desus interlocutores. La racionalidadentendida así es un elemento cen­tral de las ciencias humanas.

¿En qué medida puede haber verda­dero debate entre creyentes y ateos?Ateosycreyentesseacusandecon­tradecirse, lo cual no permite quehaya un intercambio real. Ambospartende ideassimplificadas.La fi­losofía debe partir del reconoci­miento socrático, es decir, del re­conocimiento que no sabemos. Pe­ro se trata de un gesto casiinexistente en nuestro mundo. Loque más me recompensa es el in­tento de llegar a explicar lo queotros entienden por plenitud.

Siendousted católico, ¿quépiensadelpapa Francisco?Me gusta mucho. Ha roto algunasdinámicas previas. No es que pre­tenda adaptar la iglesia a la veloci­dad de la secularidad, sino que tra­ta de actualizar el verdadero senti­

dodel evangelio, el cual seguroquenopredicaquedebemoshacermásdifícil la vida de los homosexuales.

¿Por qué ha defendido una soluciónfederal–yno independentista–a la si­tuación del Quebec en Canadá?Creo que lo mejor para los estadosmultinacionales de hecho, comoEspaña y Canadá, es crear institu­ciones para conseguir que las na­ciones en su interior se puedanmantener a sí mismas y prosperar,conservando al mismo tiempo launidad del Estado. Esto suele re­querir arreglos federales, pero encualquier caso las naciones en estetipo de federaciones deben tenerlos poderes necesarios para prote­ger su lengua, mantener su culturay prosperar económicamente. EnCanadá lascompetenciasde lapro­vincia quebequesa y los acuerdosespeciales que se han cerrado conOttawa, por ejemplo sobre inmi­gración, son adecuados y por ellome opongo a la independencia. |

naformadecontinuidad,porejem­plo, la lengua, el francés, y el siste­ma político, la democracia Lo im­portanteesquenosecree la ideadeque los verdaderos ciudadanos, losquebequeses 100%, los québécoisde souche, como se suelen llamar,son los que descienden de los pri­meros colonos,mientras que todoslos otros no son ciudadanos en lamisma medida. Cuando alguienemigra al Quebec se le debe infor­mar de cómo es la cultura y la so­ciedad en la que va a vivir, pero sele debe decir también que la cultu­ra evolucionará gracias a las apor­taciones que los nuevos ciudada­nos van a hacer. Dentro de veinte otreinta años entre todos los ciuda­danos se consolidará una sociedaddeacogida.Loque loseuropeosde­ben entender es que sus países seestán convirtiendo en sociedadesde inmigración. Lo importante esque los jóvenes crezcan con las ha­bilidades para integrarse en la so­ciedad, que vayan a una entrevista

de trabajo y puedan articularse enla lengua del país.

¿Quéefectos ha tenido el informequeredactó sobre las acomodaciones pormotivos religiosos en el Quebec?Debo decir que no hemos ganadola batalla, pero creo que el tiempoestá de nuestra parte, porque mu­cha gente joven ha tenido contactoconmusulmanes en la escuela y vi­ve la diversidad sin problemas. Sipudiéramos evitar hacer algo irre­versiblementemalo y alienantepa­ra las minorías, habríamos tenidoéxito.

¿Qué hay de la Carta de la laicidadque posteriormente introdujo restric­ciones a las religiones?La ley no fue aprobada, pero des­graciadamente la mera presenta­ción de la propuesta de ley que es­tigmatiza algunos tipos de vesti­dos, especialmente de los musul­manes, contribuyó a justificar ladesconfianza hacia ellos.

“Los estadosmultinacionales,comoEspaña y Canadá,requieren arreglosfederales”

“El papa Franciscomegustamucho. Ha rotodinámicas. Trata deactualizar el verdaderosentido del evangelio”