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Comunión en la Mano Mateo 26, 26: Mientras estaban comiendo, tomó Jesús pan y lo bendijo, lo partió y, dándoselo a sus discípulos, dijo: «Tomad, comed, éste es mi cuerpo.»

Comunión en la mano

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Comunión en la ManoMateo 26, 26: Mientras estaban comiendo, tomó Jesús pan y lo bendijo, lo partió y, dándoselo a sus discípulos, dijo: «Tomad, comed, éste es mi cuerpo.»

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Comunión en la Mano«Existe la falsa idea de que la comunión en la mano es una falta de respeto a la eucaristía, algo así como una irreverencia. Lo cual es absolutamente falso» José Manuel Bernal, doctor en teología litúrgica.

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Introducción

El documento admite que éste era el modo normal utilizado en la antigüe-dad, pero no da una explicación de los mo-tivos que han llevado a la praxis de poner la hostia sobre la lengua de los fieles.

El 29 de mayo de 1969, con la Instrucción Memo-riale Domini sobre el mo-do de distribuir la Comu-nión, la Congregación para el Culto Divino dio a las Conferencias Episco-pales la posibilidad de introducir la praxis de la Comunión en la mano, previa autorización.

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Introducción

Evita el peligro de profanar las especies eucarísticas; y permite observar con exactitud la recomendación siempre hecha por la Iglesia con respecto a los fragmentos de pan consagrado.

Pone en evidencia de este modo, considerado "ahora tradicional", el asegurar una distribución respetuosa, conveniente y digna de la comunión;

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Introducción

Evaluada la respuesta a la consulta, Pablo VI decidió que la práctica tradicional de la comunión sobre la lengua debía ser conservada pero manifestó que se podía conceder el permiso de la comunión en la mano a aquellas Conferencias Episcopales que hicieran el pedido.

Por autoridad del papa Pablo VI se había hecho una consulta entre los obispos de la Iglesia latina de todo el mundo acerca de la oportunidad de introducir la praxis de la comunión en la mano junto al modo tradicional.

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Jesús se reunió con sus discípulos para celebrar

la Pascua Judía. Pero hubo un cambio

sustancial de la Pascua Judía.

Los judíos comían el cordero pascual. Ahora el cordero pascual

es Cristo Mismo.El pan y el vino de la cena lo convierte Jesús en su

propio Cuerpo y Sangre.La liberación de Egipto, que celebraban los judíos, en su pascua, es ahora la liberación de la esclavitud del pecado.

“Tomad y comed, esto es mi cuerpo… tomad y

bebed, esta es mi sangre…”.

I. Origen en la pascua judía

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I. Origen en la pascua judía-TomadLa Noche del Seder Pascual judío está dividida en quince pasos:7. Motzí – Se recita la bendición. Cuando decimos “Hamotzí”, sostenemos la matzá con los diez dedos, para recordar que si bien esta comida es producto de las manos humanas, no deja de ser un regalo más del Creador que mantiene toda vida.

Al celebrar la última Cena con sus Apóstoles en el transcurso del banquete pascual, Jesús dio su sentido definitivo a la pascua judía (CEC 1340).

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La Noche del Seder Pascual judío está dividida en quince pasos:8. Matzá (pan ázimo) – La matzá se come en posición reclinada, indicando la realeza y el esplendor de la noche en la cual pasamos de la esclavitud a la libertad.Textos tomados del Haggadah del Pesaj

Al celebrar la última Cena con sus Apóstoles en el transcurso del banquete pascual, Jesús dio su sentido definitivo a la pascua judía (CEC 1340).

I. Origen en la pascua judía-Comed

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I. Origen en la pascua judíaPara completar el cuadro se añaden unos fragmen-tos de la tradición de Juan que podrían ser un inten-to de reflejar las palabras de Jesús durante la última cena:e) Jn 6,51: «Yo soy el pan vivo bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre.Y el pan que yo voy a dar es mi carne, para que el mundo viva».

Las palabras sobre el pan se han transmitido de la siguiente manera:a) 1 Cor 11,24: «Esto es mi cuerpo, que [es] por vosotros».b) Mc 14,22: «Tomad, esto es mi cuerpo».c) Mt 26,26 «Tomad, comed; esto es mi cuerpo».d) Lc 22,19: «Esto es mi cuerpo, que se entrega por vosotros».

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I. Origen en la pascua judía- el padre, o cabeza de familia, sentado, toma el pan y dice la bendición;- a continuación, parte el pan con las manos, sin utilizar cuchillo;- por fin, distribuye los trozos de pan a los comensales.De este modo quedaba constituida la comunidad de mesa.

Extractos de la obra «Para comprender la Eucaristía» de Xabier Basurko: En efecto, el rito de partir el pan tenía entre los judíos la función de inaugurar la comida, tanto la cotidiana como la de los días de fiesta. El rito se desarrollaba en tres tiempos:

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I. Origen en la pascua judíaEl mismo Pablo explica el significado de esta acción de partir el pan, en su célebre texto de la carta a los Corintios:«El pan que partimos, ¿no nos hace entrar en comunión con el cuerpo de Cristo?Pues si el pan es uno solo y todos participamos de ese único pan, todos formamos un solo cuerpo» (1 Cor 10,16-17).

En este rito inicial tiene particular relieve la oración de bendición, que cada uno de los comensales hace suya con el amén final, y que tiene la finalidad de hacer participar a todos los presentes en la corriente de la bendición divina.Este rito era familiar para cualquier judío, ya desde su infancia.

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I. Origen en la pascua judía¿Cómo se ha llegado a esa denominación? No lo sabemos exactamente. Con la mayoría de los exegetas actuales podemos pensar que el propio Lucas, o una tradición anterior a él, ha transformado el gesto inicial de toda comida judía en designación de la eucaristía cristiana.

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I. Origen en la pascua judía- Jesús, en contra de la práctica habitual judía, dio de beber de su propio cáliz a todos los comen-sales.En claro paralelismo con la fracción y el ofreci-miento del mismo pan a cada comensal, este gesto inédito del único cáliz constituye un enérgico deseo de bendición y la participación en un único don de salvación para cada comensal.

Estamos, según H. Schürmann, ante acciones que provienen directamente del propio Jesús (ipsissima facta Jesu).

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I. Origen en la pascua judíaEn la Última Cena, con sus amigos, (Jesús) comparte el pan y distribuye el cáliz "para nosotros". El Hijo de Dios se ofrece a nosotros, ofrece en nuestras manos su Cuerpo y su Sangre para estar siempre con nosotros, para habitar entre nosotros (Papa Francisco, Audiencia General, 27 Mar 2013).

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En los primeros siglos de la Iglesia era éste el modo común y normal de comulgar, praxis observada en todas las Iglesias durante el primer milenio: en las Iglesias occidentales ha permanecido por lo menos hasta el siglo IX, mientras que en el Oriente, hasta nuestros días.

1. La Tradición de la Iglesia.La comunión en la mano no es una innovación. Si bien la Iglesia Occidental ha practicado durante siglos solo la comunión en la boca, la forma más antigua de recibir la comunión es la de poner la hostia consagrada sobre la mano de los fieles.

II. HISTORIA Y FUNDAMENTACIÓN

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"Cuando te acerques, no lo hagas con las manos extendidas, o los dedos separados, sino haz con tu izquierda un trono para la derecha, que ha de recibir al Rey, y luego con la palma de la mano forma un recipiente, recibe el cuerpo del Señor y di "Amén".

Son muchos los textos que atestiguan esta antigua praxis. Entre los más significativos se puede citar el de las "Catequesis mistagógicas" de San Cirilo, obispo de Jerusalén (313-386), que describe la comunión de los adultos bautizados en la noche de Pascua, quienes participan por primera vez en la Eucaristía:

II. HISTORIA Y FUNDAMENTACIÓN

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San Agustín habla de una reverencia consistente también en una inclina-ción (Cf. Enarrt. in Ps. 125, 9), y se comulgaba de pie, ya que esta era la postura de cristiana dignidad ante Dios.

II. HISTORIA Y FUNDAMENTACIÓN

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II. HISTORIA Y FUNDAMENTACIÓNEn relación a esta forma ritual nació el uso de lavarse las manos antes de participar en la Eucaristía. Esto se hacía en casa, o en las fuentes a la entrada de las iglesias. Las manos limpias de pecados. Y, como escribió en el siglo IV Juan Crisóstomo, "no tiene sentido purificar con cuidado las manos que pueden tocar al Señor, dejando manchada el alma que recibirá totalmente el Cuerpo del Señor. El que comulga debe tener las manos lavadas y el corazón purificado" (Cf . Homilía 3, 4in Ef)

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Para los laicos la prohibición de tocar la hostia con la mano se difundió cada vez más. Hacia el año 1000, la práctica de la comunión en la boca ya se había generalizado bastante en Occidente, trayendo consigo la costumbre de adoptar hostias como obleas en la misa y en la comunión de los fieles.

El uso de la comunión en la mano cambia en el siglo IX. Con este siglo desaparecen en Oriente y Occidente los testimonios de la distribución de la Eucaristía en la mano de los laicos. El Sínodo de Rouen (878) estableció que la Eucaristía debía ser dada a los laicos no en la mano sino en la boca (Canon 2, Mansi 10, 1199 ss).

II. HISTORIA Y FUNDAMENTACIÓN

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En lo que respecta a la comunión en la mano, se fue difundiendo la opinión de que sólo las manos consagradas del sacerdote podían tocar el cuerpo del Señor. Algunos peritos de la historia de la liturgia sostienen que el paso de la comunión en la mano a aquella en la boca no fue causado por un respeto hacia la Eucaristía.

2. Razones teológico-pastorales del cambio de praxis de la mano a la boca(1º) Se han perdido de vista los gestos propios de la pascua judía, que Jesús utilizó en la institución de la Eucaristía.(2º) Al entrar la edad Media, la liturgia fue pasando a ser asunto del clero.

II. HISTORIA Y FUNDAMENTACIÓN

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Hasta la misma arquitectura dividió el espacio arquitectónico en dos espacios delimitados por balaustradas, escalinatas y rejas entre presbiterio y nave.

En realidad, lo que suce-dió fue que a los laicos les fue asignado un puesto menos activo del que tenían en los primeros siglos de la Iglesia. Solo las acciones del sacerdote eran consideradas impor-tantes. Se dio una separa-ción entre sacerdote y pueblo en la celebración litúrgica.

II. HISTORIA Y FUNDAMENTACIÓN

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De comulgar de pie, se pasó a comulgar de rodillas en el siglo XI, actitud que debía ser signo de respeto. En el siglo XIII aumentan más los documentos que hablan de la balaustrada o comulgatorio, que en el siglo XVI era cubierto con el lienzo, antes sostenido por dos acólitos ante el comulgante, con el fin de impedir que las partículas cayesen al suelo.

II. HISTORIA Y FUNDAMENTACIÓN

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2. Razones teológico-pastorales para restaurar la antigua praxis de la comunión en la mano.a) La enseñanza conciliar sobre el sacerdocio co-mún de los fieles por el bautismo, fundamento por el que la Iglesia hoy sostiene la dignidad de todos los bautizados. En consecuencia, es adecua-do que el laico pueda tocar la Eucaristía con sus manos.

II. HISTORIA Y FUNDAMENTACIÓNb) La verdad del signo en la liturgia, por la que obe-dece mejor al mandato del Señor: «Tomad y co-med, esto es mi Cuerpo» y «Haced esto en conme-moración mía».c) Signo de adultez cristia-na: el cristiano recibe el don de Dios (alimento) con las manos y él mismo se lo lleva a la boca.

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Podemos preguntarnos cuál de los dos modos de comulgar sea el mejor o preferible. La historia de la liturgia nos enseña que no se puede afirmar a priori que un modo sea mejor que otro. No se trata tanto de ver cual es el modo mejor. El proble-ma está en el respeto personal a la Eucaristía, que cada una de estas formas de comulgar pueda llegar a expresar.

III. Qué es mejorEl punto de partida para reflexionar sobre el modo de comulgar debe ser la fe. Se trata de recibir el Cuerpo de Cristo. Y esto está en la base de la licitud de ambas formas.

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En el siglo XVII época en que solo se celebraba la Misa Tridentina y era obligatoria la Comunión en la boca y de rodillas, el Papa muchas veces comulgaba sentado.El Dr. Amado Pouget, liturgista muy reconocido de la época, explicó para justificar el tomar la comunión sentado:

III. Qué es mejor"Este es un uso antiquísimo, y expresa IMITACIÓN DE LO QUE HIZO JESUCRISTO QUE INSTITUYÓ LA SAGRADA EUCARISTÍA SENTADO EN LA MESA CON SUS APÓSTOLES." Y agregaba el Dr. Pouget: "PUEDE ADORARSE A JESUCRISTO o SENTADO, o DE RODILLAS, o EN PIE. LA SITUACIÓN DEL CUERPO NO ES ESENCIAL A LA ADORACIÓN."

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IV. CARTA «DOMINICAE CENAE» DEL PAPA SAN JUAN PABLO II

En algunos Países se ha in-troducido el uso de la comu-nión en la mano. Esta prác-tica ha sido solicitada por algunas Conferencias Episco-pales y HA OBTENIDO LA APROBACIÓN DE LA SEDE APOSTÓLICA.

Sin embargo, llegan voces sobre casos de faltas de-plorables de respeto a las Especies eucarísticas, fal-tas que gravan no sólo sobre las personas culpa-bles de tal comporta-miento, sino también sobre los Pastores de la Iglesia, que hayan sido menos vigilantes sobre el comportamiento de los fieles hacia la Eucaristía.

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IV. CARTA «DOMINICAE CENAE» DEL PAPA SAN JUAN PABLO II

"ESCRIBIENDO ESTO NO QUIERO DE NINGUNA MANERA REFERIRME A LAS PERSONAS QUE, RECIBIENDO AL SEÑOR JESÚS EN LA MANO, LO HACEN CON ESPÍRITU DE PROFUNDA REVERENCIA y DEVOCIÓN", en los Países donde esta praxis ha sido autorizada.

Conviene sin embargo no olvidar el deber primordial de los sacerdotes, que han sido consagrados en su ordenación para representar a Cristo Sacerdote: por eso sus manos, como su palabra y su voluntad, se han hecho instrumento directo de Cristo.

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IV. CARTA «DOMINICAE CENAE» DEL PAPA SAN JUAN PABLO II

Por eso, es decir, como ministros de la sagrada Eucaristía, éstos tienen sobre las sagradas Espe-cies una responsabilidad primaria, porque es total: ofrecen el pan y el vino, los consagran, y luego dis-tribuyen las sagradas Es-pecies a los participantes en la Asamblea.

Los diáconos pueden solamente llevar al altar las ofrendas de los fieles y, una vez consagradas por el sacerdote, distri-buirlas. El tocar las sagra-das Especies, su distribu-ción con las propias ma-nos es un privilegio de los ordenados, que indica una participación activa en el ministerio de la Eucaristía.

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IV. CARTA «DOMINICAE CENAE» DEL PAPA SAN JUAN PABLO II

"ES OBVIO QUE LA IGLESIA PUEDE CONCEDER ESA FACULTAD A PERSONAS QUE NO SON NI SACERDOTES NI DIÁCONOS, COMO SON TANTO LOS ACÓLITOS, EN PREPARACIÓN PARA SUS FUTURAS ORDENACIONES, COMO OTROS LAICOS, QUE LA HAN RECIBIDO POR UNA JUSTA NECESIDAD, PERO SIEMPRE DESPUÉS DE UNA ADECUADA PREPARACIÓN." ...

Vaticano, 24 de febrero, domingo I de Cuaresma, del año 1980, segundo de mi Pontificado

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V. REVELACIONES PRIVADAS

CEC 66 "La economía cristiana, como alianza nueva y definitiva, nunca pasará; ni hay que espe-rar otra revelación pública an-tes de la gloriosa manifesta-ción de nuestro Señor Jesucris-to" (DV 4).

Sin embargo, aunque la Revelación esté aca-bada, no está comple-tamente explicitada; corresponderá a la fe cristiana comprender gradualmente todo su contenido en el trans-curso de los siglos.

Han surgido múltiples voces afirmando que la Virgen María o Jesús en persona en una visión o aparición prohíbe la comunión en la mano. Veamos que dice el Catecismo de la Iglesia Católica al respecto

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V. REVELACIONES PRIVADAS

CEC 67 A lo largo de los siglos ha habido revela-ciones llamadas "priva-das", algunas de las cua-les han sido reconocidas por la autoridad de la Iglesia. Estas, sin embar-go, no pertenecen al depósito de la fe.

GUIADO POR EL MAGIS-TERIO DE LA IGLESIA, el sentir de los fieles (sensus fidelium) sabe discernir y acoger lo que en estas revelaciones constituye una llamada auténtica de Cristo o de sus santos a la Iglesia. La fe cristiana no puede aceptar "revela-ciones" que pretenden superar o corregir la Revelación de la que Cristo es la plenitud.

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V. REVELACIONES PRIVADAS

O sea que la clave para saber si son auténticas revelaciones de Cristo es que no van en contra del magisterio de la iglesia.

ROMA LOCUTACAUSA FINITA

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Más información

http://aica.org/aica/documentos_files/Otros_Documentos/Comunion_en_la_mano/doc_Otros_Comunion_en_la_mano.htmhttp://parroquiadelapalma.blogspot.com/2012/01/comunion-en-la-mano-o-en-la-boca.htmlhttp://www.corazones.org/sacramentos/eucaristia/mano_comunion.htm http://fjaviermv.blogspot.com/2011/03/la-comunion-en-la-mano.htmlhttps://www.youtube.com/watch?v=8JANSohzcmU