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Dad gratuitamente lo que habéis recibido gratuitamente

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Page 1: Dad gratuitamente lo que habéis recibido gratuitamente

Calle 5ª Nº 17-37, San Carlos 1Tel: 3207362447 - 3147126726Conferencias Públicas: Sábados 4:00 PMChinchiná - Caldas

www.asencaminos.blogspot.com

Calle 18 Nº 17-04, Santa MónicaConferencias Públicas: Sábados 4:00 PMDosquebradas - Risaralda http://asepal.blogspot.com/

Calle 18a Nº 4a-94, San CarlosTel: 3148664690 - 3142260485La Virginia - Risaralda

Calle 6 Nº 4-19Conferencias Públicas: Jueves 7:00 PMTel: 2595324Roldanillo - Valle

Tema de Hoy 18 de Agosto de 2012

Dad gratuitamente lo que habéis recibido gratuitamente

Don de curar Restituid la salud a los enfermos, resucitad a los muertos, curad los leprosos, expulsad los demonios. Dad gratuitamente lo que habéis recibido gratuitamente. (San Mateo, cap. X, v. 8).“Dad gratuitamente lo que habéis recibido gratuitamente”, dijo Jesús a sus discípulos; por este precepto prescribe que no se haga pagar lo que uno mismo no ha pagado, y lo que ellos habían recibido gratuitamente era la facultad de curar a los enfermos y echar a los demonios, es decir, a los malos Espíritus; este don les fuera dado gratuitamente por Dios para alivio de los que sufren y para ayudar a la propagación de la fe, diciéndoles que no hicieran de él ningún negocio, ni un objeto de especulación, ni un medio de vivir.

Oraciones pagadasÉl dijo, después, a sus discípulos, en presencia de todo el pueblo que lo escuchaba: Guardaos de los escribas que ostentan paseando con largas túnicas, que gustan ser saludados en las plazas públicas y de ocupar las primeras sillas en las sinagogas y los primeros lugares en las fiestas; que bajo el pretexto de largas oraciones, devoran las casas de las viudas. Esas personas recibirán, por eso, una condenación más rigurosa. (San Lucas, cap. XX, v. 45, 46 y 47. San Marcos, cap. XII, v. 38,39 y 40. San Mateo, cap. XXIII, v. 14).También dijo Jesús: No hagáis pagar vuestras oraciones; no hagáis como los escribas, que “bajo el pretexto de largas oraciones, devoran la casa de las viudas”; es decir, acaparan las fortunas. La oración es un acto de caridad, un impulso del corazón y hacer pagar por la que se dirige a Dios por otro, es transformarse en intermediario asalariado; pues entonces la oración no es más que una fórmula cuya duración está proporcionada a la cantidad que produce. Luego, una de dos: Dios mide o no sus gracias por el número de palabras; si son necesarias muchas, ¿por qué se dicen pocas o ninguna al que no puede pagar? Esto es una falta de caridad; si una sola basta, lo que sobra es inútil y entonces ¿por qué se hace pagar? Esto es una prevaricación. Dios no vende los beneficios que concede; ¿por qué aquel, que ni siquiera es distribuidor, ni puede garantizar la obtención de ellos, hace pagar una súplica tal vez sin resultado?Dios no puede subordinar un acto de clemencia, de bondad o de justicia que se solicite de su misericordia, a una cantidad de dinero.

Mediumnidad gratuitaLos médiums modernos –porque los apóstoles poseían también la mediumnidad– han recibido igualmente de Dios un don gratuito: el de ser los intérpretes de los Espíritus para la instrucción de los hombres, para mostrarles el camino del bien y conducirles a la fe, y no para vender palabras que no les pertenecen, porque no son producto de su concepción, ni de sus investigaciones, ni de su trabajo personal. Dios quiere que la luz alcance a todos; y no quiere que el más pobre quede desheredado y pueda decir: No tengo fe porque no he podido pagarla; no tuve el consuelo de recibir el ánimo y los testimonios de afecto de los que lloro, porque soy pobre. He aquí, por qué la mediumnidad no es un privilegio, sino que se halla en todas partes y hacerla pagar sería, pues, desviarla de su finalidad providencial. La mediumnidad seria no puede ser y no será jamás, una profesión, no sólo porque sería desacreditada moralmente y muy pronto comparada a los que dicen la buenaventura, sino porque se opone a ella un obstáculo material: es una facultad esencialmente movible, fugitiva y variable, con cuya permanencia nadie puede contar. Pero la mediumnidad no es ni un arte ni un talento, por lo cual no puede ser una profesión; sólo existe por el concurso de los Espíritus; si esos Espíritus llegasen a faltar, ya no hay mediumnidad; la aptitud puede subsistir, pero el ejercicio está anulado. La mediumnidad es una cosa santa que debe ser practicada santa y religiosamente. Si hay una clase de mediumnidad que requiere esta condición y de un modo aún más absoluto, es la mediumnidad curativa. Así, pues, todo el que no tenga de qué vivir, que busque recursos por otra parte y no en la mediumnidad; que no consagre a ello, si fuere necesario, sino el tiempo de que pueda disponer materialmente. Los Espíritus le tendrán en cuenta su consagración y sacrificios, mientras que se apartan de los que esperan hacer de ellos un medio para escalar.

Tomado del

TEMA DEL PRÓXIMO SÁBADO 25 de Agosto de 2012

Pedid y se os dará

Evangelio según el Espiritismo. Capítulo XXVI.

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Tema de Hoy 18 de Agosto de 2012

Dad gratuitamente lo que habéis recibido gratuitamente

Don de curar Restituid la salud a los enfermos, resucitad a los muertos, curad los leprosos, expulsad los demonios. Dad gratuitamente lo que habéis recibido gratuitamente. (San Mateo, cap. X, v. 8).“Dad gratuitamente lo que habéis recibido gratuitamente”, dijo Jesús a sus discípulos; por este precepto prescribe que no se haga pagar lo que uno mismo no ha pagado, y lo que ellos habían recibido gratuitamente era la facultad de curar a los enfermos y echar a los demonios, es decir, a los malos Espíritus; este don les fuera dado gratuitamente por Dios para alivio de los que sufren y para ayudar a la propagación de la fe, diciéndoles que no hicieran de él ningún negocio, ni un objeto de especulación, ni un medio de vivir.

Oraciones pagadasÉl dijo, después, a sus discípulos, en presencia de todo el pueblo que lo escuchaba: Guardaos de los escribas que ostentan paseando con largas túnicas, que gustan ser saludados en las plazas públicas y de ocupar las primeras sillas en las sinagogas y los primeros lugares en las fiestas; que bajo el pretexto de largas oraciones, devoran las casas de las viudas. Esas personas recibirán, por eso, una condenación más rigurosa. (San Lucas, cap. XX, v. 45, 46 y 47. San Marcos, cap. XII, v. 38,39 y 40. San Mateo, cap. XXIII, v. 14).También dijo Jesús: No hagáis pagar vuestras oraciones; no hagáis como los escribas, que “bajo el pretexto de largas oraciones, devoran la casa de las viudas”; es decir, acaparan las fortunas. La oración es un acto de caridad, un impulso del corazón y hacer pagar por la que se dirige a Dios por otro, es transformarse en intermediario asalariado; pues entonces la oración no es más que una fórmula cuya duración está proporcionada a la cantidad que produce. Luego, una de dos: Dios mide o no sus gracias por el número de palabras; si son necesarias muchas, ¿por qué se dicen pocas o ninguna al que no puede pagar? Esto es una falta de caridad; si una sola basta, lo que sobra es inútil y entonces ¿por qué se hace pagar? Esto es una prevaricación. Dios no vende los beneficios que concede; ¿por qué aquel, que ni siquiera es distribuidor, ni puede garantizar la obtención de ellos, hace pagar una súplica tal vez sin resultado?Dios no puede subordinar un acto de clemencia, de bondad o de justicia que se solicite de su misericordia, a una cantidad de dinero.

Mediumnidad gratuitaLos médiums modernos –porque los apóstoles poseían también la mediumnidad– han recibido igualmente de Dios un don gratuito: el de ser los intérpretes de los Espíritus para la instrucción de los hombres, para mostrarles el camino del bien y conducirles a la fe, y no para vender palabras que no les pertenecen, porque no son producto de su concepción, ni de sus investigaciones, ni de su trabajo personal. Dios quiere que la luz alcance a todos; y no quiere que el más pobre quede desheredado y pueda decir: No tengo fe porque no he podido pagarla; no tuve el consuelo de recibir el ánimo y los testimonios de afecto de los que lloro, porque soy pobre. He aquí, por qué la mediumnidad no es un privilegio, sino que se halla en todas partes y hacerla pagar sería, pues, desviarla de su finalidad providencial. La mediumnidad seria no puede ser y no será jamás, una profesión, no sólo porque sería desacreditada moralmente y muy pronto comparada a los que dicen la buenaventura, sino porque se opone a ella un obstáculo material: es una facultad esencialmente movible, fugitiva y variable, con cuya permanencia nadie puede contar. Pero la mediumnidad no es ni un arte ni un talento, por lo cual no puede ser una profesión; sólo existe por el concurso de los Espíritus; si esos Espíritus llegasen a faltar, ya no hay mediumnidad; la aptitud puede subsistir, pero el ejercicio está anulado. La mediumnidad es una cosa santa que debe ser practicada santa y religiosamente. Si hay una clase de mediumnidad que requiere esta condición y de un modo aún más absoluto, es la mediumnidad curativa. Así, pues, todo el que no tenga de qué vivir, que busque recursos por otra parte y no en la mediumnidad; que no consagre a ello, si fuere necesario, sino el tiempo de que pueda disponer materialmente. Los Espíritus le tendrán en cuenta su consagración y sacrificios, mientras que se apartan de los que esperan hacer de ellos un medio para escalar.

Tomado del

TEMA DEL PRÓXIMO SÁBADO 25 de Agosto de 2012

Pedid y se os dará

Evangelio según el Espiritismo. Capítulo XXVI.