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ORACION
Señor dame la gracia de tu Espíritu Santo…
- para ser consciente de mi situación personal…
- para ver lo que debo cambiar…
- para darme cuenta de aquello que no corresponde a tu amor…
- para tener la valentía de cambiar…
- para buscar identificarme cada vez más contigo…
- para no abandonarte más…
- para volver a comenzar…
- para buscar solo en ti el sentido de mi vida…
- para confiar y esperar en ti…
- para darme cuenta de tu misericordia y tu bondad…
- para mirarme como Tú me miras…
- para dejarme transformar por ti…
- para aferrarme siempre más a ti…
- para dejarme iluminar por ti…
- para encontrar en ti mi fortaleza…
- Todo esto te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor Amén
Del Libro de Josué
En aquellos días, el Señor dijo a Josué: "Hoy he
quitado de encima de ustedes el oprobio de Egipto".
Los israelitas acamparon en Guilgal, donde
celebraron la Pascua, al atardecer del día catorce del
mes, en la llanura desértica de Jericó. El día siguiente
a la Pascua, comieron del fruto de la tierra, panes
ázimos y granos de trigo tostados. A partir de aquel
día, cesó el maná. Los israelitas ya no volvieron a
tener maná, y desde aquel año comieron de los frutos
que producía la tierra de Canaán. Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.VALLE DEL
GUILGAL
Josué es quien tomó el relevo de Moisés en la guía del pueblo en su entrada
a la tierra prometida de Canaán, y el que por tanto presidió la primera Pascua que en
aquella ocasión solemnemente celebró el pueblo. Se terminó la época del desierto, o sea,
de la peregrinación constante: aquel día "cesó el maná", que era el alimento provisional,
y pudieron ya comer de la cosecha de la nueva tierra. Fue un momento muy
significativo de la historia de este pueblo, como conclusión del éxodo que había
comenzado en la salida de Egipto hacía cuarenta años.
Del salmo 33 R/. Haz la prueba y verás qué bueno es el
Señor.
Bendeciré al Señor a todas horas, no cesará mi boca de
alabarlo. Yo me siento orgulloso del Señor, que se alegre su
pueblo al escucharlo. R/.
Proclamemos la grandeza del Señor y alabemos todos juntos
su poder. Cuando acudí al Señor, me hizo caso y me libró de
todos mis temores. R/.
Confía en el Señor y saltarás de gusto, jamás te sentirás
decepcionado, porque el Señor escucha el clamor de los
pobres y los libra de todas sus angustias. R/.
El salmista inicia un himno de alabanza al Señor para que los que le
escuchan se relacionen con El. “Bendeciré al Señor en todo tiempo,
su alabanza estará siempre en mis labios”. Los humildes serán los
primeros que se asociarán a su alabanza, porque serán los primeros
en reconocer la mano protectora del Señor en sus vidas de
sufrimiento
Si durante tres mil años este salmo ha ido dando su lección a los
corazones de los fieles, tal vez en nuestro tiempo es cuando esta lección
se hace más apremiante. El mundo moderno parece alejado de Dios,
inmerso en la inquietud, en la angustia, en la inseguridad. La confianza
parece ausente, y la paz como desterrada de un mundo lleno de
convulsiones y de guerras. Pues sobre este mundo resuena una palabra
de esperanza, de confianza: es el salmo 33, magnífica lección que
alimenta el corazón del hombre creyente, y estupendo preludio a la gran
doctrina de Cristo, que nos enseñó el sermón de la montaña y la oración
del padrenuestro.
De la segunda carta del apóstol san Pablo a los
corintios
Hermanos: El que vive según Cristo es una creatura
nueva; para él todo lo viejo ha pasado. Ya todo es
nuevo.
Todo esto proviene de Dios, que nos reconcilió
consigo por medio de Cristo y que nos confirió el
ministerio de la reconciliación. Porque,
efectivamente, en Cristo, Dios reconcilió al mundo
consigo y renunció a tomar en cuenta los pecados
de los hombres, y a nosotros nos confió el mensaje
de la reconciliación. Por eso, nosotros somos
embajadores de Cristo, y por nuestro medio, es
como si Dios mismo los exhortara a ustedes. En
nombre de Cristo les pedimos que se dejen
reconciliar con Dios.
Al que nunca cometió pecado, Dios lo hizo
"pecado" por nosotros, para que, unidos a Él,
recibamos la salvación de Dios y nos volvamos
justos y santos. Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
La página de Pablo es un canto entusiasta a la reconciliación
que se ha dado, en todas las direcciones, por medio de Cristo
Jesús: "Dios nos reconcilió consigo por medio de Cristo y nos
encargó el servicio de reconciliar". La reconciliación la realiza
Dios y, además, encarga a la comunidad cristiana que
predique y realice esa misma reconciliación.
Es una gran noticia la que nos da Pablo en este tiempo de
Cuaresma, ya a las puertas de la Pascua: Dios nos concede
siempre la oportunidad de la reconciliación. Todos
necesitamos que Dios use esa misericordia con nosotros. Será
bueno que, en estas próximas semanas, aprovechemos el
sacramento en que precisamente se nos concreta la gracia de
esta reconciliación.
Del santo Evangelio según san Lucas
En aquel tiempo, se acercaban a Jesús los publicanos y los pecadores para escucharlo.
Por lo cual los fariseos y los escribas murmuraban entre sí: "Éste recibe a los
pecadores y come con ellos". Jesús les dijo entonces esta parábola "Un hombre tenía
dos hijos, y el menor de ellos le dijo a su padre: `Padre, dame la parte de la herencia
que me toca'. Y él les repartió los bienes. No muchos días después, el hijo menor,
juntando todo lo suyo, se fue a un país lejano y allá derrochó su fortuna, viviendo de
una manera disoluta. Después de malgastarlo todo, sobrevino en aquella región una
gran hambre y él empezó a pasar necesidad. Entonces fue a pedirle trabajo a un
habitante de aquel país, el cual lo mandó a sus campos a cuidar cerdos. Tenía ganas de
hartarse con las bellotas que comían los cerdos, pero no lo dejaban que se las comiera.
Se puso entonces a reflexionar y se dijo: ¡Cuántos trabajadores en casa de mi
padre tienen pan de sobra, y yo, aquí, me estoy muriendo de hambre! Me
levantaré, volveré a mi padre y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra
ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo. Recíbeme como a uno de tus
trabajadores'. Enseguida se puso en camino hacia la casa de su padre. Estaba todavía
lejos, cuando su padre lo vio y se enterneció profundamente. Corrió hacia él, y
echándole los brazos al cuello, lo cubrió de besos. El muchacho le dijo: 'Padre, he
pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo'. Pero el
padre les dijo a sus criados
¡Pronto!, traigan la túnica más rica y vístansela; pónganle un anillo en el dedo y
sandalias en los pies; traigan el becerro gordo y mátenlo. Comamos y hagamos una
fiesta, porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y lo
hemos encontrado Y empezó el banquete. El hijo mayor estaba en el campo y al volver,
cuando se acercó a la casa, oyó la música y los cantos. Entonces llamó a uno de los criados y le
preguntó qué pasaba. Éste le contestó: `Tu hermano ha regresado y tu padre mandó matar el
becerro gordo, por haberlo recobrado sano y salvo‘ El hermano mayor se enojó y no quería
entrar. Salió entonces el padre y le rogó que entrara; pero él replicó:¡Hace tanto tiempo que te
sirvo, sin desobedecer jamás una orden tuya, y tú no me has dado nunca ni un cabrito
para comérmelo con mis amigos! Pero eso sí, viene ese hijo tuyo, que despilfarró tus
bienes con malas mujeres, y tú mandas matar el becerro gordo'. El padre repuso 'Hijo,
tú siempre estás conmigo y todo lo mío es tuyo. Pero era necesario hacer fiesta y
regocijarnos, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba
perdido y lo hemos encontrado' ".
¿qué le reclamaban los escribas y fariseos a Jesús? Recibía a los pecadores y comía con ellos
En la parábola que Jesús cuenta
¿que dice el hijo menor a su padre y
qué hace ?
`Padre, dame la parte de la herencia que me toca'. se
fue a un país lejano y allá derrochó su fortuna,
viviendo de una manera disoluta.
El hijo cuando malgastó
todo ¿qué hizo?
empezó a pasar necesidad. Entonces fue a pedirle trabajo a un
habitante de aquel país, el cual lo mandó a sus campos a cuidar
cerdos. Tenía ganas de hartarse con las bellotas que comían los
cerdos, pero no lo dejaban que se las comiera
¿qué reflexionó?
¡Cuántos trabajadores en casa de mi padre tienen pan de sobra, y yo, aquí,
me estoy muriendo de hambre! Me levantaré, volveré a mi padre y le diré:
Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo
tuyo. Recíbeme como a uno de tus trabajadores'.
¿qué hizo el padre?lo vio y se enterneció profundamente. Corrió hacia él, y
echándole los brazos al cuello, lo cubrió de besos.
¿qué puedo hacer para acercarme al Señor, para experimentar su perdón y
así reconciliarme con Él, volviendo a vivir de acuerdo a su voluntad?
¿qué tanto respetamos la libertad de nuestros hijos, familiares, etc.?
estaba en el campo y preguntó qué pasaba.
¿qué ordenó el padre a
los criados?
¿dónde estaba el hijo mayor y
qué preguntó?
¿cuál fue la actitud
del hermano y que
dijo a su padre?
¿qué le contestó el
padre?
Tu hermano ha regresado y tu padre mandó matar el
becerro gordo, por haberlo recobrado sano y salvo
¿En qué circunstancias actúo de la misma manera?
se enojó y no quería entrar. replicó:¡Hace tanto tiempo que te sirvo,
sin desobedecer jamás una orden tuya, y tú no me has dado nunca ni
un cabrito para comérmelo con mis amigos! Pero eso sí, viene ese
hijo tuyo, que despilfarró tus bienes con malas mujeres, y tú mandas
matar el becerro gordo'
¿qué le dijo el criado?
traigan la túnica más rica y vístansela; pónganle un anillo
en el dedo y sandalias en los pies; traigan el becerro gordo
y mátenlo.
'Hijo, tú siempre estás conmigo y todo lo mío es tuyo. Pero era necesario
hacer fiesta y regocijarnos, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha
vuelto a la vida, estaba perdido y lo hemos encontrado' ".
Cuándo alguien se equivoca ¿Cómo lo recibes con los brazos abiertos? o con un ¡te lo dije !
El regreso del hijo pródigo es
un cuadro repleto de
simbolismos a través de los
cuales Rembrandt quiere aquí
mostrar el poder y la ternura de
Dios que perdona, acoge e
ilumina a la humanidad abatida
y pecadora que acude al refugio
de la gracia divina.
Frente a él figura el padre, inclinado
levemente sobre su hijo, posando las
manos sobre su espalda. Las
vestiduras del anciano están
cubiertas por un manto rojo y por
debajo de éste asoman las mangas de
una túnica de color ocre con reflejos
de un dorado verdoso que contrasta
con los vestidos harapientos del
joven.
La mirada del Padre aparece cansada, casi ciega, pero
llena de gozo y de emoción contenidas. La cara del
hijo menor trasluce anonadamiento y petición de
perdón. El rostro del hermano mayor aparece
resignado, escéptico y juez. El hijo mayor,
correctamente ataviado, surge en el cuadro desde la
distancia.
La ropa es vieja, de color amarillento y marrón, está estropeada, y
el personaje ha sido representado con la cabeza rapada. Sin
embargo, lleva ceñida a la cintura una pequeña espada. El único
signo de dignidad que le queda Es el testimonio de su origen, el
único vínculo que le queda de su historia, la única realidad que
todavía le une al Padre. Su rostro no se advierte, pues el joven lo
hunde en las vestiduras paternas. No quiere mostrar íntegro su
rostro, sus intenciones -"Me pondré en camino y le diré...¡Padre, he
pecado contra el cielo y contra ti!...Trátame como a uno de tus
jornaleros".
el hermano mayor. Existe un parecido entre éste y su
padre, tanto por la barba como por sus atuendos. Es
un hombre alto, de postura señorial y rígida , lo cual se
acentúa con el fino bastón que sostiene entre sus
manos. Su mirada aparece fría y distante, a diferencia
de la del padre, que es tierna y acogedora. Nada tienen
que ver tampoco sus manos con las de su progenitor:
si el padre con sus manos extendidas da acogida al
hermano menor, el recogimiento de las suyas insinúa
un cierto rechazo.
Completan la escena tres personajes más, un
hombre sentado que se golpea en el pecho,
posiblemente un administrador, y, en último
término un recaudador de impuestos al que tan
sólo se le intuye el rostro, totalmente
ensombrecido y, por tanto, difuso. Por detrás una
mujer. Estos personajes son también testigos de
los hechos que están teniendo lugar, pero su
papel es secundario
El protagonista de esta parábola no es
el hijo perdido, porque además hay dos
hijos perdidos, uno que se va de casa y
otro que se va del corazón, habría que
decir que son los dos hijos pródigos.
Pero el protagonista principal, la
“estrella” de esta historia es el padre, no
los hijos. Lo sorprendente de esta
escena no es el comportamiento
humano de los hijos, muy humano por
cierto, sino el comportamiento
desmesurado del padre.
basílica del Sto. Sepulcro, desde
donde el Hijo volvió al Padre
Jesús se ha hecho Hijo pródigo por nosotros