El fuego del cielo (Ap 13:13) y la falsa Parusía: Una mirada desde los escritos de Elena White y la Biblia. Carlos Olivares

Evangelio 6 (2013): 133-144

EL FUEGO DEL CIELO (AP 13:13) Y LA FALSA

PARUSÍA: UNA MIRADA DESDE LOS ESCRITOS

DE ELENA WHITE Y LA BIBLIA

Carlos Olivares University of Auckland, Auckland, NEW ZELAND

[email protected]

Resumen

El presente artículo trata del tema del “fuego que cae del cielo” en Apoca-lipsis 13:13, intentando encontrar bases teológicas en la Biblia y en los es-critos de Elena White. La investigación presenta la relación simbólica del espiritismo con el tema propuesto, mostrando cómo Satanás intenta reali-zar su acto capital de engaño como tentativa de imitación de la segunda venida de Jesús.

Palabras clave: Apocalipsis - Elías - Espiritismo - Fuego del cielo - Segunda venida

Abstract

This article deals with the theme of “fire falling from the sky” in Revelation 13:13, looking and finding bases in the Bible and in the writings of Ellen White. The research also presents the symbolic relationship of spiritualism to the theme, viewing Satan’s attempt of imitating the second coming of Jesus.

Keywords: Elijah - Fire from the sky - Revelation - Second coming - Spiritu-alism

INTRODUCCIÓN

Este artículo sugiere que la frase “fuego que cae del cielo” (Ap 13:13) en los escritos de Elena White y en la Biblia, no sólo sería una representa-ción simbólica del espiritismo, sino también una metáfora acerca de lo que ella llama el “acto capital que coronará el engaño”.1 En este artículo, se propone que este “acto capital”, el cual sería el intento de Satanás de imitar

1 Elena White, El conflicto de los siglos (Buenos Aires: ACES, 1993), 682.

Evangelio - Revista bíblico-teológica 134

la segunda venida de Jesús,2 podría también estar simbolizado en Apocalip-sis 13:13. Para llevar a cabo esto, primero se describe como autores adven-tistas han interpretado Apocalipsis 13:13, para luego examinar lo que los escritos de Elena White dicen sobre el tema. Finalmente, se sugiere que el contexto bíblico de Apocalipsis 13:13 insinuaría la misma figura en relación a la falsa parusía.

1. EL FUEGO DEL CIELO EN LA INTERPRETACIÓN ADVENTISTA

Aunque John N. Andrews, a mediados de 1851, opinaba que el posible cumplimiento de la imagen del “fuego que cae del cielo” de Apocalipsis 13:13 serían los avances tecnológicos que se estarían viendo en Estados Unidos,3 Andrews era también de la idea que esta señal se explicaría a la luz de aquellos que se comunicaban con los muertos.4 Unos meses antes, sin embargo, Hiram Edson ya había hecho esta conexión entre “espiritismo” y los eventos de Apocalipsis 13:13. En esta declaraba que las “señales” se estaban cumpliendo a través de los “golpes misteriosos” que se escuchaban en Rochester, los que algunos decían eran producto de espíritus de perso-nas fallecidas.5

Esta identificación, que dentro del siglo XIX fue repetida entre otros,6 por Jaime White,7 J. N. Loughborough8 y R. F. Cottrell,9 y luego por varios

2 Ibíd. 3 John N. Andrews, “Thoughts on Revelation XIII and XIV”, Review and Herald,

19 de mayo de 1851, 84. 4 Andrews, “Thoughts on Revelation XIII and XIV”, 84. Cf. J. N. Andrews,

“The Three Angels of Rev. XIV, 6-12”, Review and Herald, 3 de abril de 1855, 202; J. N. Andrews, “The Proclamation of Rev. XIV, 9-12”, Review and Herald, 22 de junio de 1869, 204.

5 Hiram Edson, “Appeal to the Laodicean Church”, Adventist Review Extra, sep-tiembre de 1850, 12-13.

6 Ver M. E. Cohnell, “The Last Work of the True Church”, Review and Herald, 3 de abril de 1855, 206; W. A. Blakely, “The Spirit World”, Review and Herald, 5 de julio de 1887, 422, A. O. Tait, “The Great Deceptions”, Review and Herald, 7 de diciembre de 1897, 770-771.

7 J(ames) W(hite), “Espiritualism”, Review and Herald, 17 de febrero de 1859, 98. 8 John N. Loughborough, “The Two-Horned Beast”, Review and Herald, 2 de

Olivares: Fuego del cielo 135

autores adventistas,10 posiblemente es un eco de lo que Elena White dijo al respecto en 1850 y en años posteriores en relación al “fuego del cielo”.11 No obstante, es interesante notar que si bien en los primeros obras de Ele-na White hay una conexión entre el “fuego que cae del cielo” y el “espiri-tismo”, es también cierto que en ninguno de estos ella cite directamente Apocalipsis 13:13.12 ¿Estaba ella aludiendo al Apocalipsis (Ap 13:13), o a algún otro evento similar (cf. Gn 19:24; 2R 1:10-14; 1Cr 21:26), como por ejemplo la ocasión en la que Salomón dedicó el templo (2Cr 7:1)? La res-puesta a esta interrogante puede ser respondida desde dos ángulos. El pri-mero es referente al estrecho parecido que existe entre las primeras decla-raciones de Elena White y el contenido de Apocalipsis 13:13, especialmen-te la última parte del versículo que reza “ante la vista de los hombres”.13 En segundo lugar, en 1884 ella expresamente conecta los falsos milagros

julio de 1857, 67.

9 R. F. Cottrell, “Prophetic Description of the United State”, Review and Herald, 10 de mayo de 1877, 145.

10 Ver T. M. F., “The Image to the Beast”, Review and Herald, 24 de octubre de 1935, 8; C. P. B(ollman)., “Spiritualism-Its Significance”, Review and Herald, 23 de julio de 1936, 4; D.F.N(eufeld), “Spiritualist Claim Gain”, Review and Herald, 23 de septiembre de 1971, 13; Máximo Vicuña Arrieta, Interpretación histórica del libro de Apocalipsis (Lima: Imprenta Unión, 1989), 101; Mario Veloso, Apocalipsis y el fin del mundo: Fe para enfrentar la crisis final (Nampa: Pacific Press, 1998), 171; Juan Salazar Riquelme, Apocalipsis, el libro de la redención (Santiago, Chile: Publi-magen, 2003), 105; C. Mervyn Maxwell, Apocalipsis: sus revelaciones (Buenos Ai-res: ACES, 1991), 444-445.

11 Ellen White, A Sketch of the Christian Experience and Views of Ellen G. White (Sara-toga Springs, NY: James White, 1851), 47-48; Ellen White, Supplement to the Christian Experience and Views of Ellen G. White (Rochester, New York: James White, 1854), 5.

12 Así, mientras otras alusiones bíblicas son citadas, en el caso del fuego que cae del cielo no se puede decir lo mismo. Por ejemplo, en A Sketch of the Christian Experience and Views of Ellen G. White, 47-48, ella cita Isaías 8: 19, 20, pero omite cualquier referencia al “fuego del cielo” de Apocalipsis 13:13.

13 Por ejemplo, en A Sketch of the Christian Experience and Views of Ellen G. White, 47, Elena White expresa: “Bring down fire from heaven in the sight of men”; mientras que la King James dice: “fire come down from heaven on the earth in the sight of men” (Ap 13:13; énfasis añadido).


del espiritismo con el fuego del cielo de Apocalipsis 13:13.14 Por lo cual, considerando esta explícita conexión con el Apocalipsis, se podría sugerir que las citas anteriores a 1884 se referirían al fuego de Apocalipsis 13:13. Cosa que los autores contemporáneos a Elena White habrían entendido de un modo similar.

Autores contemporáneos, sin embargo, aunque sin negar esta relación espiritista, han interpretado el fuego que cae del cielo de cuatro formas: (1) como una parodia del Pentecostés (Hch 2:3),15 (2) como una falsa manifes-tación de la divinidad,16 (3) como la contraparte satánica de los dos testigos de Ap 1117 (4) y como una imitación de la parusía.18 Esta última interpreta-ción, que señala que en el fin del tiempo Satanás tratará de imitar la parusía, no deja de ser interesante. No sólo porque da espacio para analizar bíbli-camente este evento, el cual comúnmente se ha examinado a la luz de 2Tesalonicenses 2:8-9 y 2Corintios 11:14,19 sino además porque permitiría

14 Ellen White, Spirit of Prophecy (Battle Creek: Steem Press of the Seventh-day

Adventist Publishing Association, 1884), 4: 372. 15 Jon Paulien, What the Bible Says About the End-Time (Hagerstown: Review and

Herald, 1994), 111; Antolín Diestre Gil, El sentido de la historia y la palabra proféti-ca (Terrassa: Clie, 1995), 2:515.

16 Ranko Stefanovic, Revelation of Jesus Christ: Commentary on the book of Revelation (Berrien Springs: Andrews University Press, 2002), 421.

17 William G. Johnsson, “The Saint’s End-Time Victory over the Forces of Evil”, en Symposium on Revelation (ed. Frank Holbrook; Silver Spring: Biblical Research Institute, 1992), 2:21; Hans Larondelle, Las profecías del fin (Buenos Aires: ACES, 2000), 313.

18 Paulien, What the Bible Says About the End-Time, 112; Ángel Manuel Rodríguez, Fulgores De Gloria (Buenos Aires: ACES, 2001), 123. Por otro lado, posiblemen-te, Cottrell, tácitamente señala lo mismo, al referirse al engaño final en que el diablo se haga pasar por Jesús, citando 2Te 2:9, junto con Ap 13:13, ver Roy Cottrell, “Healing, Counterfeit and Genuine”, Review and Herald, 9 de junio 1949,11. Una idea similar se puede evidenciar en Kenneth Wood, cuando afirma que el espiritismo jugará un importante rol en los eventos finales, seña-lando la impostura del diablo; ver K. H. W(ood), “Espiritism”, Review and He-rald, 19 de febrero de 1959, 3. Ver también Ángel Manuel Rodríguez, “Gran-des profecías apocalípticas”, en Guía de Estudio de la Biblia (Ed. para maestros (Buenos Aires: ACES, abril-junio de 2002), 124.

19 Harry Lowe, “The Spread of Spiritism”, Review and Herald, 26 de enero de


redescubrir lo que Elena White dijo al respecto. En vista de esto, se pro-pone a continuación analizar el tema.

2. EL FUEGO DEL CIELO Y LA FALSA VENIDA EN LOS ESCRITOS

DE ELENA WHITE

En esta sección se intentará demostrar que las características mencio-nadas en los escritos Elena White acerca del fuego del cielo son similares a las características del falso mesías. Con esto, se busca establecer una cone-xión que provea una base textual acerca de la identificación del “fuego” de Apocalipsis 13:13 con la falsa parusía.

2.1. El fuego del cielo: El espiritismo

La primera declaración donde Elena White menciona el fuego que cae del cielo (Ap 13:13) se encuentra en una visión del 24 de agosto de 1850.20 En esta visión, la que más tarde sería parte de Primeros escritos,21 ella comen-ta el origen satánico de los “golpes misteriosos” que estaban ocurriendo en los Estados Unidos.22 Un año antes, no obstante, Elena White ya había hecho referencia de estos golpes, indicando que estos no sólo se volverían cada vez más comunes, sino también se revestirían de un manto religioso.23 De esta manera, si bien lo escrito en 1850 no era nuevo, la conexión del “fuego que cae del cielo” y los “golpes misteriosos” serían una importante unión que debería ser analizada.

En su primera visión ella declara que los adeptos a estos “golpes miste-riosos” tendrían el poder de realizar milagros, como lo tuvieron los magos de Egipto, “hasta para hacer bajar fuego del cielo a la vista de los hom-

1961, 27; C. A. Reeves, “The Coming of a Counterfeit Christ”, Signs of the Times, 8 de junio de 1937, 11, 14; Don Neufeld, “The Antichrist”, Review and Herald, 29 de julio de 1965, 4.

20 White, A Sketch of the Christian Experience and Views of Ellen G. White, 47-48. 21 Elena White, Primeros escritos (Buenos Aires: ACES, 1987), 11-84. 22 White, A Sketch of the Christian Experience and Views of Ellen G. White, 47. Cf.

White, Primeros escritos, 59-60. 23 Ellen White, “Dear Brethren and Sisters”, Present Truth, agosto de 1849, 21; cf.

White, A Sketch of the Christian Experience and Views of Ellen G. White, 25-26; White, Primeros escritos, 43.


bres”.24 Cuatro años después, en armonía con lo escrito en 1850, Elena White explicaría que los “golpes misteriosos” se vinculaban con el espiri-tismo, el que tendría como único objetivo engañar, utilizando a espíritus de demonios que se harían pasar por seres queridos y parientes, enseñándoles “que el día de reposo ha sido cambiado, y otras doctrinas ajenas a la Bi-blia”.25 Esto es ampliado en el cuarto volumen de Spirit of Prophecy, en el que indica que estos “espíritus” realizarían milagros y se lamentarían de la maldad que existe en el mundo, apoyando a los líderes religiosos que dicen que la “degradación moral se debe a la profanación del domingo”.26

En resumen, el espiritismo del fin del tiempo, simbolizado por “el fue-go que cae del cielo”, cumple la función de convencer a través de espíritus y falsos milagros, que el día de reposo es el domingo. Todo esto se pude evidenciar mejor en el siguiente cuadro:

Espiritismo

Propósito Domingo es el día de reposo

Estrategia Falsos milagros

Engaño Fuego que cae del cielo: Espiritismo

2.2. El fuego del cielo: El falso Mesías

Elena White describe vívidamente el momento en que Satanás mismo simula ser Jesús en su segunda venida.27 Esto, que ella denomina como el “acto capital que coronará el gran drama del engaño”, es un elemento im-portante en la escatología adventista, toda vez que esta falsa parusía tiene

24 White, A Sketch of the Christian Experience and Views of Ellen G. White, 47; White,

Primeros escritos, 59-60. 25 White, Supplement to the Christian Experience and Views of Ellen G. White, 5. White,

Primeros Escritos, 87. Nótense los vínculos que se perciben entre las declaracio-nes citadas. Todas ellas repiten los mismos conceptos de milagro, fuego del cielo y de magos modernos.

26 White, Spirit of Prophecy, 4:409; cf. 371, 377. 27 White, Spirit of Prophecy, 4:442; White, El conflicto de los siglos, 682. Cf. Elena Whi-

te, Eventos de los últimos días (Buenos Aires: ACES, 1999), 168.


como propósito pervertir el mensaje Bíblico.28 Este falso Jesús, con un mensaje equivalente al perpetrado por el espiritismo, asegura “haber cam-biado el día de reposo del sábado al domingo”, declarando que aquellos que “persisten en santificar el séptimo día blasfeman su nombre”.29 Debi-do a esto, y con el propósito de ganar autoridad, cura las “dolencias del pueblo”30 y realiza milagros.31

En un discurso dado el 3 de Abril de 1903, y publicado una semana después en la Review and Herald,32 Elena White repite la misma idea, aña-diendo sin embargo un aspecto importante. Ella afirma que Satanás no sólo asegurará ser Cristo, sino que además se hará pasar por el gran médico misionero, haciendo “descender fuego del cielo a la vista de los hombres para probar que es Dios”.33

Ahora bien, aunque es cierto que en este artículo ella nuevamente omite cualquier referencia bíblica a Apocalipsis 13:13; a la luz de la cita de 1884 y el detalle que menciona la frase “a la vista de los hombres”, es posible sos-tener que ella podría estar refiriéndose al texto apocalíptico.

En resumen, el propósito final de la falsa venida no es sólo desviar la mirada de la verdadera venida, sino también declarar que el domingo es el día de reposo, utilizando milagros con el fin de convencer al mundo ente-ro. De esta manera, las características de este remedo del segundo adveni-miento son similares a las que presentaría el espiritismo, en especial cuando se considera que ella también habría hecho referencia a Apocalipsis 13:13 al mencionar este evento (ver cuadro).

28 White, El conflicto de los siglos, 682. 29 Ibíd. 30 Ibíd. 31 Elena White, Mensajes selectos (Mountain View, Calif.: Pacific Press, 1981),

2:110, 455. 32 Ellen White, “Our Duty to Leave Battle Creek”, Review and Herald, 14 de abril de

1903, 17-19. 33 Ibíd., 19.


Características Espiritismo Falsa Venida

Propósito Domingo es el día

de reposo Domingo es el

día de reposo

Estrategia Falsos milagros Falsos milagros

Engaño Fuego que baja del

cielo: Espiritismo

Fuego que baja del cielo: Falsa ve-

nida

2.3. El fuego del cielo como símbolo de la falsa parusía.

Si el análisis anterior es correcto, el fuego que desciende del cielo en Apocalipsis 13:13 personificaría al espiritismo moderno, el que sería “co-ronado” por la falsa venida de Jesús. Satanás, quien está detrás del espiri-tismo y es el agente en persona que se hace pasar por Cristo, sería el cau-sante y el ideador de esta parodia. Esto, empero, no significa un doble cumplimiento; sino que la falsa venida es la “corona” del engaño, es decir, su clímax. Tampoco implica que este remedo de la parusía vendrá desde el cielo. No hay que olvidar que es un símbolo. Pues así como el espiritismo tampoco viene del cielo, la falsa venida debería ser considerada como una metáfora de la parodia que Satanás intentará realizar. En este sentido Elena White es clara, cuando señala que a Satanás no se le permitirá “contrahacer la manera en que vendrá Jesús”.34 En otras palabras, como dice Ángel M. Rodríguez, el fuego que desciende “del cielo se está refiriendo a un intento por parte de Satanás para imitar la segunda venida de Cristo”.35 Es decir, es simplemente un plagio, que sería posible de descubrir a través de la Escri-tura.36 Por lo cual, se hace necesario ver si la Biblia, específicamente el Apocalipsis, apoyaría estas conclusiones.

34 White, El conflicto de los siglos, 683. 35 Ángel Manuel Rodríguez, Fulgores de gloria (Buenos Aires: ACES, 2001), 123;

Rodríguez, “Grandes profecías apocalípticas”, 124. 36 White, El conflicto de los siglos, 651; Elena White, Joyas de los testimonios (Buenos

Aires: ACES, 1975), 3:284-285.


4. EL FALSO ELÍAS Y EL FALSO MOISÉS: ECOS DE LA FALSA

VENIDA

Apocalipsis llama de “falso profeta” a la segunda bestia del capítulo 13 (cf. Ap 16:13; 19:20; 20:10). Esta promueve la adoración de la bestia que sube del mar (13:12, 15; cf. 13:8), y realiza señales tales como hacer des-cender fuego del cielo (Ap 13:13). En términos concretos, esta imagen po-dría evocar el ministerio del profeta Elías,37 quien sostuvo, a nombre de Dios, un encuentro cultual con los profetas de Baal, en que el fuego que descendió del cielo fue el medio por el cual se evidenció quien servía al Dios verdadero (1 R 18:20-40).38 En los Evangelios la figura de Elías tipifi-ca a aquel que aparecería para anunciar el advenimiento del Mesías. Jesús es claro en anunciar que Elías había venido en la figura de Juan el Bautista (Mt 17:10-13; Mc 9:11-13; cf. Mt 11:14; 16:14; Mc 8:28; Lc 9:19), quien anunció la manifestación del Mesías, llamándolo de Cordero de Dios (Jn 1:29-34; Is 40:3). De esta manera, se podría sugerir que el falso Elías, o falso Juan Bautista, anunciaría o certificaría la venida del falso Cristo, en contraposición al remanente que prepararía el camino de la verdadera pa-rusía.39

Pero el motivo de Elías no es el único. El texto también podría ser un eco de Moisés, a quien Dios, como lo establece la LXX, le comisionó reali- 37 Sobre esta identificación, existe un acuerdo casi general entre los comentadores

del Apocalipsis, sin importar la escuela de interpretación a la que pertenezcan. Ver, por ejemplo, R. H Charles, A Critical and Exegetical Commentary on the Reve-lation of St. John (Edinburgh: T. & T. Clark, 1920),1:359; M. Eugene Boring, Re-velation (IBC; Louisville, Ky.: John Knox Press, 1989), 156; Ralph Bass, Back to the Future (Greenville: Living Hope Press, 2004), 311; Evis Carballosa, Apocalip-sis: La consumación del plan eterno de Dios (Grand Rapids, Mich.: Portavoz, 1998), 264-265; Alfred Läpple, El Apocalipsis de san Juan (Madrid: Ediciones Paulinas, 1971), 154; Pablo Richard, Apocalipsis: Reconstrucción de la esperanza (Caracas: San Pablo, 2001), 155.

38 Milagro que fue repetido unos años después, cuando descendió fuego del cielo sobre quienes buscaban al profeta en nombre del rey Ocozías (2R 1:1-16).

39 Elena White hace referencia a la labor del remanente y su predicación del se-gundo advenimiento aludiendo a Malaquías 4:5, 6. Ver Elena White, La Tempe-rancia (Buenos Aires: ACES, 1976), 81; cf. Elena White, Consejos sobre el régimen alimenticio (Buenos Aires: ACES, 1995), 84; Elena White, Consejos sobre la salud (Bogotá, Colombia: Asociación Publicadora Interamericana, 1989), 72.


zar “señales” (Éx 4:17).40 Estas señales fueron realizadas primeramente delante su hermano (4:28), luego ante los ancianos de Israel (4:30), y final-mente en frente de Faraón (11:10). Haciendo esto, Moisés habría eviden-ciado la autoridad Divina que estaba detrás de los prodigios,41 es decir, las señalas habrían tenido como objetivo resaltar que era Dios quien realizaba los portentos (10:2; 11:10; cf. 4:28, 30).42 Si bien Aarón, el hermano de Moisés, es llamado de profeta (Éx 7:1), el propio Moisés es quien se auto-califica como tal, anunciando el levantamiento futuro de un profeta como él (Dt 18:15; cf. 18:18). De acuerdo a los Evangelios, los judíos esperaban en su tiempo la aparición de aquel que ellos llamaban “el Profeta” (Jn 1:21), viendo muchos de ellos cumplida la profecía en el ministerio de Je-sús (Jn 6:14; 7:40). Esto es verificado por Pedro y Esteban en el libro He-chos de los Apóstoles que registra el cumplimiento tipológico de Cristo con el profeta anunciado por Moisés (Hch 3:22; 7:37).43 En consecuencia, el concepto de un Moisés como portavoz, que hace señales bajo el benepláci-to de Dios, está presente en el texto. Incluso es posible ver que la imagen de Moisés mismo es un símbolo mesiánico, la cual podría simbolizar la

40 La primera mención del sustantivo plural σημεῖα, “señales” es utilizada en la

LXX por primera vez en el relato del cuarto día de la creación, determinando que las lumbreras en el cielo servirían como σημεῖα, “señales” de las estaciones, días y años (Gn 1:14; LXX). La segunda mención es esta de Éxodo 4:17, don-de Dios le concede realizar señales. Ambas tendrían la intención de “mostrar algo”.

41 G. K. Beale, The Book of Revelation: A Commentary on the Greek Text (NIGTC; Grand Rapids: Mich.: Eerdmans, 1999), 708.

42 Esta relación de las señales y el poder divino se observa en el Pentateuco (Éx 4:17, 28, 30; 7:3; 10:1, 2; 11:9,10; Nm 14:22; Dt 6:22; 7:19; 11:3; 29:2; LXX), el cual es un eco de las señales realizadas en Egipto. Se exceptúa sin embargo, la mención que se hace de este sustantivo en la creación (Gn 1:14). De igual ma-nera, no se relaciona en aquel donde se le recuerda al pueblo a tener como una señal los mandamientos (Dt 20:45-46). No obstante, en el resto de los textos se vincula a los milagros realizados en Egipto (Éx 4:17, 28, 30; 7:3; 10:1,2; 11:9,10; Nm 14:22; Dt 6:22; 7:19; 11:3; 29:2; LXX).

43 Con relación a esto, el cuadro de las señales y el fuego que desciende del cielo (Ap 13:13-14), se contextualiza a la luz de esta profecía. En particular cuando se observa que en Egipto, la séptima plaga que cae del cielo es el granizo, pero mezclado con fuego (Éx 9:23-24), una posible conexión al fuego perpetrado por la bestia que sube de la tierra (Ap 13:13).


anunciada llegada del Cristo o legitimar su parusía.

Esta tácita mención de Elías y Moisés, ambos anunciadores del Mesías, no es extraña al Nuevo Testamento. Toda vez que en ocasión de la transfi-guración, Juan, Pedro y Jacobo, presenciaron como Elías y Moisés se apa-recieron delante de Jesús (Mt 17:1-3; Mc 9:2-4; Lc 9:28-30). En otras pala-bras, pareciera que bíblicamente estos dos personajes representarían la ve-nida mesiánica.44 Por lo cual, posiblemente la mención implícita de Elías y Moisés, sea el testimonio bíblico en el Apocalipsis de que el falso profeta cumple simbólicamente la función de Elías y Moisés de anunciar y legiti-mar al falso mesías, esto es, al diablo disfrazado de Cristo.

CONCLUSIÓN

En consecuencia, en los escritos de Elena White es una posibilidad in-terpretar la imagen del fuego que desciende del cielo de Apocalipsis 13:13 como un símbolo del espiritismo y la segunda falsa venida. Esto, porque ambos eventos presentan similares características, lo que los conectaría temáticamente. Sin embargo, esto no significa que haya un doble cumpli-miento, sino que simplemente el último de ellos, la falsa parusía, sería el clímax de un engaño orquestado con el fin de engañar al mundo. A este respecto, es interesante notar que entre Apocalipsis 13:11-15 existiría un quiasmo, el que como bien sugirió Enrique Treiyer, tendría como centro el verbo “engañar” (cf. 19:20).45

Igualmente, el contexto que rodea Apocalipsis 13:13 permitiría sugerir que la bestia que sube de la tierra estaría actuando como Elías y Moisés, los cuales, como se intentó demostrar, serían el testimonio bíblico de que “el falso profeta”, esto es la bestia que sube de la tierra, sería el promotor o legitimador de esta falsa venida. Con todo, aun quedaría analizar si es posi-ble definir si esta falsa parusía se llevaría a cabo antes o después de lo que Elena White llama el cierre de la puerta de gracia.46 De igual modo, faltaría

44 R. T. France, The Gospel of Matthew (NICNT; Grand Rapids, Mich.: Eerdmans,

2007), 648. 45 Enrique Treiyer, “Ap 13:11-18: Feu Du Ciel Et Marque De La Bête”, Andrews

University Seminary Studies 37 (1999): 74. 46 White, El conflicto de los siglos, 671. Cf. Seventh-day Adventist Encyclopedia (1976),

ver “probation”.


considerar como el fuego del cielo, es decir, la falsa parusía, prepararía el camino para construir una imagen de la bestia sanada (13:14), la cual, como lo señala el libro de Apocalipsis, emitirá un decreto de muerte sobre todos aquellos que no le adoren (13:15-17). Analizar esta y otras cuestiones va más allá del intento de este artículo. Por lo cual, será necesario continuar este análisis en un estudio futuro.