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GOLPEA LA TIERRA Y NO TE DETENGAS 2 Reyes 13:14-19 14 Estaba Eliseo enfermo de la enfermedad de que murió. Y descendió a él Joás rey de Israel, y llorando delante de él, dijo: !!Padre mío, padre mío, carro de Israel y su gente de a caballo! 15 Y le dijo Eliseo: Toma un arco y unas saetas. Tomó él entonces un arco y unas saetas. 16 Luego dijo Eliseo al rey de Israel: Pon tu mano sobre el arco. Y puso él su mano sobre el arco. Entonces puso Eliseo sus manos sobre las manos del rey, 17 y dijo: Abre la ventana que da al oriente. Y cuando él la abrió, dijo Eliseo: Tira. Y tirando él, dijo Eliseo: Saeta de salvación de Jehová, y saeta de salvación contra Siria; porque herirás a los sirios en Afec hasta consumirlos. 18 Y le volvió a decir: Toma las saetas. Y luego que el rey de Israel las hubo tomado, le dijo: Golpea la tierra. Y él la golpeó tres veces, y se detuvo. 19 Entonces el varón de Dios, enojado contra él, le dijo: Al dar cinco o seis golpes, hubieras derrotado a Siria hasta no quedar ninguno; pero ahora sólo tres veces derrotarás a Siria. Introducción 1. Los seres humanos somos dados a rendirnos. Luchamos, peleamos, empujamos, pero en el momento menos esperado: desistimos, dejamos ir, bajamos los brazos, bajamos la guardia, desmayamos. 2. Toda la Escritura es un llamado a la perseverancia, a continuar hasta alcanzar lo prometido, hasta llegar a la meta, hasta alcanzar el premio. El alcanzarlas conllevaría fe en Jesús de lo que el habló y prometió y por otro lado: esfuerzo, trabajo y persistencia por parte de aquél a quien se le prometió. 3. Utilizaremos varias palabras que recogen la idea de lo que el señor quiere comunicarles y Son las siguientes: perseverar, persistir, no te rindas. Cuerpo del mensaje 1. Vayamos a la historia en 2 Reyes. Eliseo está en su lecho de muerte, ya era anciano, estaba enfermo y moriría de dicha enfermedad. El había sido la voz profética por más de 40 años para el pueblo de Israel. 2. El rey de turno, Joás, reconocía la voz profética en Eliseo y fue a verlo desesperado porque al morir Eliseo, ¿qué sucedería con sus enemigos? ¿Prevalecerían contra Israel? 3. El profeta Eliseo lo recibe, oye su clamor y le pide que haga algunas cosas que parecen absurdas, v.15: busca un arco y flechas, empuña el arco, el profeta puso la mano sobre la mano de Joás, le pide que tire al viento por la ventana del oriente, le declara que exterminará a sus enemigos. Luego le pide que tome las flechas, ¿y ahora qué? Que golpee el suelo con las flechas. ¡Qué locura! ¡Qué tontería! ¡Qué ridiculez! Las flechas son para lanzarlas con el arco contra el enemigo, ¡no para golpear el suelo! 4. Lo que no entendía Joás era que las órdenes de Dios son para obedecerlas no para cuestionarlas. Para recibir una victoria completa, para recibir el premio, para alcanzar la meta, para recibir los plenos beneficios del plan de Dios se requiere obediencia y perseverancia.

Golpea la tierra y no te detengas 2

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GOLPEA LA TIERRA Y NO TE DETENGAS

2 Reyes 13:14-19

14 Estaba Eliseo enfermo de la enfermedad de que murió. Y descendió a él Joás rey de

Israel, y llorando delante de él, dijo: !!Padre mío, padre mío, carro de Israel y su gente

de a caballo! 15 Y le dijo Eliseo: Toma un arco y unas saetas. Tomó él entonces un arco

y unas saetas. 16 Luego dijo Eliseo al rey de Israel: Pon tu mano sobre el arco. Y puso

él su mano sobre el arco. Entonces puso Eliseo sus manos sobre las manos del rey, 17 y

dijo: Abre la ventana que da al oriente. Y cuando él la abrió, dijo Eliseo: Tira. Y tirando

él, dijo Eliseo: Saeta de salvación de Jehová, y saeta de salvación contra Siria; porque

herirás a los sirios en Afec hasta consumirlos. 18 Y le volvió a decir: Toma las saetas. Y

luego que el rey de Israel las hubo tomado, le dijo: Golpea la tierra. Y él la golpeó tres

veces, y se detuvo. 19 Entonces el varón de Dios, enojado contra él, le dijo: Al dar

cinco o seis golpes, hubieras derrotado a Siria hasta no quedar ninguno; pero ahora sólo tres veces derrotarás a Siria.

Introducción

1. Los seres humanos somos dados a rendirnos. Luchamos, peleamos, empujamos, pero en el

momento menos esperado: desistimos, dejamos ir, bajamos los brazos, bajamos la guardia,

desmayamos. 2. Toda la Escritura es un llamado a la perseverancia, a continuar hasta alcanzar lo

prometido, hasta llegar a la meta, hasta alcanzar el premio. El alcanzarlas conllevaría fe en Jesús

de lo que el habló y prometió y por otro lado: esfuerzo, trabajo y persistencia por parte de aquél a

quien se le prometió. 3. Utilizaremos varias palabras que recogen la idea de lo que el señor quiere

comunicarles y Son las siguientes: perseverar, persistir, no te rindas.

Cuerpo del mensaje

1. Vayamos a la historia en 2 Reyes. Eliseo está en su lecho de muerte, ya era anciano, estaba

enfermo y moriría de dicha enfermedad. El había sido la voz profética por más de 40 años para el

pueblo de Israel.

2. El rey de turno, Joás, reconocía la voz profética en Eliseo y fue a verlo desesperado porque al

morir Eliseo, ¿qué sucedería con sus enemigos? ¿Prevalecerían contra Israel?

3. El profeta Eliseo lo recibe, oye su clamor y le pide que haga algunas cosas que parecen

absurdas, v.15: busca un arco y flechas, empuña el arco, el profeta puso la mano sobre la mano de

Joás, le pide que tire al viento por la ventana del oriente, le declara que exterminará a sus

enemigos. Luego le pide que tome las flechas, ¿y ahora qué? Que golpee el suelo con las flechas.

¡Qué locura! ¡Qué tontería! ¡Qué ridiculez! Las flechas son para lanzarlas con el arco contra el

enemigo, ¡no para golpear el suelo!

4. Lo que no entendía Joás era que las órdenes de Dios son para obedecerlas no para

cuestionarlas. Para recibir una victoria completa, para recibir el premio, para alcanzar la meta,

para recibir los plenos beneficios del plan de Dios se requiere obediencia y perseverancia.

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5. Joás tomó las flechas, “el profeta dice que golpee, pues voy a golpear, pero, ¿hasta cuándo? No

me veo muy bien que digamos haciendo este ridículo. Una, dos, tres. Ya es suficiente. No voy a

continuar con esta tontería, ya se acabó”.

6. Joás te perdiste la conquista de tus enemigos por no perseverar, por no persistir, por rendirte

demasiado pronto. No sabes lo que es perseverancia, si hubieras continuado golpeando aunque

no hiciera sentido, si hubieras continuado golpeando por dos veces más, sólo dos veces más,

hubieras liquidado a tus enemigos para siempre.

7. Quizás en tu situación la orden es golpea una vez más o hasta 10 si es necesario, el punto es: no

te rindas hasta que veas el cumplimiento de lo prometido, hasta que alcances el sueño, hasta que

llegues a la meta. Si no continúas golpeando nunca sabrás cuán cerca puedes estar de la victoria.

8. Quizás lo único que falta es que ores una vez más, que adores una vez más, que alabes una vez

más, que levantes las manos una vez más, que te quebrantes una vez más, que clames una vez

más, que grites una vez más, que llores una vez más, que des una vez más, que ofrendes una vez

más, que perdones una vez más, que olvides una vez más, que ames una vez más, que hagas una

llamada una vez más, que vayas a otra entrevista una vez más, y después, ¡LA VICTORIA, LA

BENDICION, LA PROMESA CUMPLIDA!

9. No te canses de hacer lo correcto, no te desanimes, no te rindas, sigue esforzándote, sigue

orando hasta el día que serás lo que Dios desea que seas, hasta que veas el cumplimiento de lo

prometido. Olvida el pasado, mira hacia adelante.

10. ¿Que sufrirás mientras perseveras? Sí, es cierto, pero hazlo como un valiente soldado de

Jesucristo, sin enredarte en los afanes de este mundo, eso te distraerá. Trabaja duro, como el

agricultor que espera buena cosecha. No te rindas aunque las cosas no comiencen bien.

11. No te rindas aunque otros no te apoyen, incluso tu familia.

12. No te rindas aunque veas que el recorrido está lleno de sorpresas a veces no muy agradables.

13. No te rindas aunque veas que se está tardando mucho en cumplirse la promesa.

14. Dios siempre hace bien las cosas, aunque pase un largo tiempo.

15. Dios siempre hace bien las cosas, aunque lo que diga parezca absurdo.

16. Dios siempre hace bien las cosas, aunque lo cuestionemos.

17. Dios siempre hace bien las cosas, aunque no comprendamos.

18. Lo que a mí me corresponde hacer es perseverar, persistir, no rendirme.

19. Perseverar implica que habrá alguna medida de lucha, adversidad, prueba y en medio de todo

eso, no me rindo, no me doy por vencida, no desmayo. Así se muestra la realidad y seguridad de

mi fe.

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Conclusión:

1. ¿Qué me hace perseverar? ¿Cómo persisto? ¿Qué me hace no rendirme? Salmo 27:13: “Hubiera

yo desmayado (me hubiera rendido) si no hubiera creído que había de ver la bondad del Señor en

la tierra de los vivientes”. Creer que Dios sigue siendo bueno y que su bondad se hará manifiesta,

me hace perseverar, no rendirme, no desmayar.

2. Salmo 61:2: “…cuando mi corazón desmaya…” (Cuando esté por rendirme) . Aún en mi peor

momento, cuando pareciera que no hay ya esperanzas, pareciera que estoy atrapado en el fondo

del abismo, lo llamo, lo invoco, le grito, le clamo una vez más y me lleva a una roca alta, más alta

que yo.

3. Isaías 41:10: “…no desmayes…” (no te rindas, no te desalientes) . Persevera, sosténte, no

desmayes, no te rindas, puedes estar a un paso de tu milagro, a un paso de tu respuesta, a un paso

de tu bendición, a un paso de la puerta abierta, a un paso de ese trabajo, a un paso de la sanidad,

a un paso, a un aleluya, a un clamor, a una alabanza, golpea una vez más, aunque parezca ridículo,

absurdo, aunque parezca que llevas ya demasiado tiempo golpeando, ¡NO TE RINDAS, PERSEVERA,

PERSISTE!