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Enseñanzas de los Santos Padres
Si las palabras de la oración no
penetran dentro del alma, entonces
tampoco las lágrimas lavarán su
superficie. (San Elías Ekdikto el
Presbítero)
La gente, que no está predispuesta
al arrepentimiento, también peca
más frecuentemente, pero aquellos,
que pecaron contra su voluntad, se
arrepienten más fácilmente. Por
otra parte, ellos también tienen
menos necesidad en esto. (San
Elías Ekdikto el Presbítero)
Así como el que piensa elevadamente de sí mismo no nota sus defectos, así el
humildemente sabio, no nota sus buenas cualidades. Al primero la ignorancia le
oculta lo malo de los defectos y al segundo; lo agradable a Dios. (San Elías
Ekdikto el Presbítero)
Yo prefiero al hombre que peca y que se arrepiente, que al hombre que no peca
y que no se arrepiente (Abad Pimen).
Preséntate pecador ante el buen médico, y sánate sin esfuerzo. Quita de sobre ti
el peso de los pecados, trae tu oración y humedece con lágrimas tus úlceras
supurantes. Porque este celestial Medico con lágrimas y con suspiros cura las
úlceras. Preséntate entonces y trae lágrimas; esta es la mejor medicina. Porque
esto es lo agradable al celestial Medico, que cada uno con sus propias lágrimas
se medique y con esto se salve (San Efrén el Sirio).
He visto yo a personas débiles de alma y
de cuerpo, las cuales por causa de la gran
cantidad de pecados cometidos se
pusieron a hacer esfuerzos que estaban por
encima de sus fuerzas. Y yo les dije, que
Dios juzga el arrepentimiento no por la
medida de los trabajos, sino por la medida
de la humildad, que se acompaña con el
llanto, quebrantamiento y aversión al
pecado (San Juan Clímaco).
Diócesis de México Iglesia Ortodoxa en América
Av. Río Consulado e Irapuato # 53 Col. Peñón de los Baños México D.F.
www.ocamexico.org
Catedral Ortodoxa
—La Ascensión del Señor—
Este Quinto domingo de la Gran
Cuaresma, la Iglesia recuerda la
memoria de Santa María de
Egipto, la mujer pecadora
arrepentida. Esta gran santa nos
recuerda, en primer lugar, que no
hay ningún pecado o maldad, no
importa lo grande que sea, que
pueda separar a una persona de
Dios si en verdad se arrepiente.
Cristo vino para “llamarnos a
nosotros pecadores al
arrepentimiento” y a salvarnos de
nuestros pecados (Lucas 5,32).
Además, la historia de Santa
María de Egipto nos dice que
jamás es demasiado tarde en la
vida, ni demasiado tarde en la Cuaresma, para arrepentirse. Cristo
recibirá gozosamente a todos los que se acercan a Él, incluso en la
undécima hora de su vida. Sin embargo, este acercamiento ha de ser en
arrepentimiento sincero y profundo.
Miremos atentamente, y veremos, que muchos de los violentos hacen vigilias
empeñosamente, ayunan, practican el silencio, y el enemigo no les pone
dificultades en esto. Porque él sabe esconder las raíces de esta pasión aun
bajo los actos de arrepentimiento y llanto (San Juan Clímaco).
Ningún otro pensamiento es tan difícil de confesar, que el pensamiento
blasfemo (por causa de la soberbia), y por ello algunas personas sufren de los
pensamientos blasfemos hasta su vejez. Debemos saber, que nada colabora
tanto para el éxito de los demonios, que el hecho de que no confesamos
nuestros malos pensamientos, sino que los guardamos en secreto dentro de
nosotros y con eso los fortalecemos (San Juan Clímaco).
Nada tan fuera de lugar para el que está arrepintiéndose, que la cólera
encendida, porque la conversión a Dios exige una gran humildad, y la
irritabilidad es síntoma de una elevada opinión sobre uno mismo (San Juan
Clímaco).
5º domingo de la Gran Cuaresma – Tono 1°
TROPARIO DE LA RESURRECCIÓN — Tono 1º
Coro: Cuando la piedra, había sido sellada por los judíos, / y los soldados vigilaban tu
purísimo cuerpo, / te levantaste al tercer día, oh Salvador, / dando vida al mundo. / Por
eso, las potestades de los cielos, clamaron a ti, oh Dador de Vida: / ¡Gloria a tu
resurrección, oh Cristo! / ¡Gloria a tu reino!, / ¡Gloria a tu dispensación!, / oh tu que
solo amas a los hombres. //
Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo.
TROPARIO A SANTA MARÍA DE EGIPTO - Tono 1º
Coro: En ti fue preservada la imagen de Dios con exactitud, / oh Madre María; /
porque llevando la Cruz, seguiste a Cristo, / obraste y enseñaste a pasar por alto el
cuerpo siendo perecedero, / y de cuidar de las cosas del alma por ser inmortal. / Por eso
se regocija tu espíritu eternamente, / ¡Oh Venerable Madre María de Egipto!, junto a
los Ángeles. //
Ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.
CONTAQUIO A SANTA MARÍA DE EGIPTO - Tono 1º
Coro: Tú que antiguamente estabas manchada por toda impureza, / eres vista hoy como
la esposa de Cristo por tu arrepentimiento. / Deseando la vida de los Ángeles, / por el
arma de la Cruz aniquilaste a los demonios, / por esto ahora tú eres una esposa en el
Reino de los Cielos, / oh gloriosa Madre María de Egipto. //
Diácono: Atendamos.
Sacerdote: Paz a todos.
Lector: Y a tu espíritu.
Diácono: Sabiduría.
Lector: PROQUIMENO en el Tono 1º Lector: Que tu misericordia, Señor, sea sobre nosotros, como hemos puesto, nuestra
esperanza en ti. Como hemos puesto, nuestra esperanza en ti.
Coro: Que tu misericordia, Señor, sea sobre nosotros, / como hemos puesto,
nuestra esperanza en ti. / Como hemos puesto, nuestra esperanza en ti. //
Verso: Regocijaos en el Señor oh justos, porque es propia de los justos la alabanza.
Coro: Que tu misericordia, Señor, sea sobre nosotros, / como hemos puesto,
nuestra esperanza en ti. / Como hemos puesto, nuestra esperanza en ti. //
Verso: Que tu misericordia, Señor, sea sobre nosotros.
Coro: Como hemos puesto, nuestra esperanza en ti. / Como hemos puesto,
nuestra esperanza en ti. //
Diácono: Sabiduría.
ECTURA DE LA CARTA DEL APOSTOL SAN PABLO A
LOS HEBREOS. (Hebreos 9: 11 – 14)
Diácono: Atendamos.
Hermanos: Pero Cristo como Sumo Sacerdote de los bienes futuros y
penetrando, en un tabernáculo mejor y más perfecto, no hecho por manos de
hombre, es decir, no de este mundo. Penetró en el santuario de una vez para
siempre, no con sangre de machos cabríos ni de becerros, sino con su propia
sangre, realizando una redención eterna. Pues si la sangre de machos cabríos y
de los toros y la ceniza de la vaca santifica con su aspersión a los inmundos, en
orden a la purificación de la carne, ¡cuánto más la sangre de Cristo, que por
el Espíritu Eterno se ofreció a sí mismo inmaculado a Dios, limpiara de las
obras muertas nuestra conciencia para rendir culto al Dios vivo!
Sacerdote: Paz a ti.
Lector: Y a tu espíritu.
Diácono: Sabiduría.
Lector: ALELUYA, en el Tono 1º Coro: Aleluya. Aleluya. Aleluya.
Lector: Es Dios quien me da venganza y me sujeta los pueblos.
Coro: Aleluya. Aleluya. Aleluya.
Verso: Engrandece la salvación de los reyes y hace misericordia a su Cristo, a David
y a su simiente para siempre jamás.
Coro: Aleluya. Aleluya. Aleluya.
Diacono: Sabiduría. Estemos de pie, escuchemos el Santo Evangelio.
Sacerdote: Paz a todos.
Coro: Y a tu espíritu.
ECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN
MARCOS. (Marcos 10: 32 – 45)
Coro: GLORIA A TI, SEÑOR, GLORIA A TI.
Sacerdote: Atendamos.
En aquel tiempo: Iban de camino subiendo a Jerusalén, y Jesús caminaba
delante de ellos; ellos estaban sorprendidos y los que le seguían tenían miedo.
Tomó otra vez a los doce y comenzó a decirles lo que le iba a suceder: Miren que
subimos a Jerusalén, y el Hijo del hombre será entregado a los sumos sacerdotes
y a los escribas; lo condenarán a muerte y lo entregarán a los gentiles, y se
burlarán de Él, lo escupirán, lo azotarán y lo matarán, y a los tres días resucitará.
Se acercan a Él Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, y le dicen: Maestro,
queremos, nos concedas lo que te vamos a pedir. Él, les preguntó: ¿Qué quieren
que les conceda? Ellos le respondieron: Concédenos que nos sentemos en tu
gloria, uno a tu derecha y otro a tu izquierda. Jesús les dijo: No saben lo que
piden. ¿Podrán beber la copa que yo voy a beber, o ser bautizados con el
bautismo con que yo voy a ser bautizado? Ellos le dijeron: Sí, podemos. Jesús les
dijo: La copa que yo voy a beber, sí la beberán y también serán bautizados con el
bautismo conque yo voy a ser bautizado; pero, sentarse a mi derecha o a mi
izquierda no es cosa mía el concederlo, sino que es para aquellos para quienes
está preparado. Al oír esto los otros diez, empezaron a indignarse contra
Santiago y Juan. Jesús, llamándoles, les dice: Sepan que los que son tenidos
como jefes de las naciones, las dominan como señores absolutos y sus grandes
las oprimen con su poder. Pero no ha de ser así entre ustedes, sino que el que
quiera llegar a ser grande entre ustedes, será su servidor, y el que quiera ser el
primero entre ustedes, será siervo de todos, que tampoco el Hijo del hombre ha
venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida en rescate por muchos.
Coro: GLORIA A TI, SEÑOR, GLORIA A TI.
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