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† En el Segundo Domingo de la Gran Cuaresma conmemoramos a
San Gregorio Palamás. Fue San Gregorio (+ 1359) quien
dio testimonio de que los seres humanos pueden
llegar a ser deificados mediante la gracia de Dios en
el Espíritu Santo; y que incluso en esta vida,
uniéndose a la obra salvífica del Espíritu, mediante la
oración y el ayuno, los seres humanos se hacen
partícipes de la luz increada de la Divina Gloria.
San Juan Damasceno
acerca de la Cruz
“Toda acción y todo
milagro de Cristo son
divinos y maravillosos,
pero el más maravilloso
de todos es su
Honorable Cruz.
Porque ninguna otra
cosa ha sometido a la
muerte; ha exterminado
el pecado de los
primeros padres, destruido el Hades, otorgando la
resurrección, dándonos el poder de condenar la muerte misma, preparando el
retorno hacia la hermosura original, abriendo las puertas del Paraíso, dando a
nuestra naturaleza un lugar a la diestra de Dios, y haciéndonos hijos de Dios,
¡Salve! a la Cruz de Nuestro Señor Jesucristo. La muerte de Cristo en la Cruz
nos vistió con la Sabiduría Hipostática y el Poder de Dios”
Diócesis de México Iglesia Ortodoxa en América
www.ocamexico.org
Catedral Ortodoxa La Ascensión del Señor
Hoy, tercer domingo de la Gran
Cuaresma, celebramos la veneración de
la Vivificante Cruz. Por esta razón:
puesto que en los cuarenta días de ayuno
en alguna forma nos crucificamos a
nosotros mismos y llegamos a sentir
amargura, desesperados y abatidos; la
Vivificante Cruz es presentada a nosotros
para refrescamiento y seguridad, para
remembranza de la Pasión de Nuestro
Señor, y para consolación… Somos como
aquellos que siguen un largo y cruel
camino, quienes cansados, miran un
hermoso árbol con muchas hojas, se sientan en la sombra y descansan
por un tiempo y después, rejuvenecidos, continúan su travesía; así
mismo este día, en el tiempo de ayuno, de travesía difícil y de
esfuerzo, la Vivificante Cruz fue plantada entre nosotros por los
Santos Padres para darnos descanso y refrescamiento, para hacernos
luz y ser valientes para la tarea pendiente… Aquí otro ejemplo:
Cuando un rey viene, primero aparecen su bandera y símbolos,
después llega él complacido y alegre por su victoria y llena a todos sus
súbditos con alegría; así mismo, Nuestro Señor Jesucristo, quien esta
cerca de mostrarnos Su Victoria sobre la muerte, y aparecer ante
nosotros en el glorioso Día de la Resurrección, nos es mandado en
anuncio Su cetro, el símbolo real – La Vivificante Cruz – y esto nos
llena con alegría y nos prepara para recibir (puesto que es posible para
nosotros), al Rey mismo, y para rendir gloria a Su victoria. Todo esto
en medio de la Cuaresma la cual es como una amarga fuente porque es
lagrimas, porque también es esfuerzo y abatimiento… pero Cristo nos
conforta, a quienes estamos como en un desierto hasta que Él nos
dirija hacía la Jerusalén espiritual con Su Resurrección, porque la Cruz
es llamada el Árbol de la Vida, es el árbol que estaba plantado en el
Paraíso, y es por esta razón que nuestros padres la plantaron en medio
de la Santa Cuaresma, en para recordarnos ambas cosas: La dicha de
Adán y de cómo fue privado de ella, recordando también que
participando de este Árbol no moriremos sino que seguiremos
vivos.
3er. Domingo de la Gran Cuaresma
TROPARIO DE LA RESURRECCIÓN - Tono 7°
Coro: Por Tu Cruz has destruido a la muerte. / Al ladrón has abierto el paraíso./
Los gemidos de las portadoras de mirra has tornado en regocijo. / Y has
mandado a Tus Apóstoles. / Proclamar que Tú, Oh Dios Nuestro, has
resucitado. / Y concedes al mundo grande misericordia.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Tropario de la Veneración de la preciosa y vivificadora Cruz - Tono 1°
Coro: Oh Señor, /salva a tu pueblo, /y bendice a tu heredad. / Concede /victoria
a los cristianos ortodoxos/ sobre el enemigo /y por la virtud / de tu cruz /
preserva a tu heredad. //
Ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén:
Contaquio de la Veneración de la preciosa y vivificadora Cruz - Tono 4°
Coro: Tú, que de por tu propia voluntad, / fuiste levantado sobre el madero de
la Cruz, / concede tu misericordia al nuevo pueblo que es llamado por tu
nombre, / Cristo Dios nuestro; / alegra con tu poder a tu pueblo fiel, /
concediendo victoria sobre el adversario, / a los que gozan de tu ayuda, / que tu
Cruz sea una armadura de paz, / y un trofeo invencible. //
Diácono: Atendamos.
Sacerdote: Paz a todos.
Lector: Y a tu espíritu.
Diácono: Sabiduría.
Lector: PROQUIMENO, en el Tono 7°
Lector: El Señor, dará fuerza a su pueblo; El Señor dará a su pueblo la
bendición de paz.
Coro: El Señor, / dará fuerza a su pueblo; / El Señor dará a su pueblo la
bendición, / de paz. //
Verso: Traed al señor, oh hijos de Dios, traed al Señor vuestros machos
cabríos.
Coro: El Señor, / dará fuerza a su pueblo; / El Señor dará a su pueblo la
bendición, / de paz. //
Verso: El Señor, dará fuerza a su pueblo.
Coro: El Señor dará a su pueblo la bendición, / de paz. //
Diácono: Sabiduría.
ECTURA DE LA CARTA DEL APOSTOL SAN PABLO
A LOS HEBREOS. (Hebreos. 4: 14 – 5: 6)
Diácono: Atendamos.
Hermanos: Teniendo, pues, tal Sumo Sacerdote que penetró los cielos, Jesús,
el Hijo de Dios, mantengamos firmes la fe que profesamos. Pues no tenemos
un Sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino
probado en todo igual que nosotros, excepto en el pecado. Acerquémonos,
pues, confiadamente al trono de gracia, a fin de alcanzar misericordia y hallar
gracia para una ayuda oportuna. Porque todo Sumo Sacerdote es tomado de
entre los hombres y está puesto en favor de los hombres en lo que se refiere
a Dios para ofrecer dones y sacrificios por los pecados; y puede sentir
compasión hacia los ignorantes y extraviados, por estar también él envuelto
en flaqueza. Y a causa de esa misma flaqueza debe ofrecer por los pecados
propios igual que por los del pueblo. Y nadie se apropia tal dignidad, sino el
que es llamado por Dios, lo mismo que Aarón. De igual modo, tampoco
Cristo se apropió la gloria del Sumo Sacerdocio, sino que la tuvo de quien le
dijo: Eres Tú mi Hijo; Yo te he engendrado hoy. Como también dice en otro
lugar: Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec.
Sacerdote: Paz a ti.
Lector: Y a tu espíritu.
Diácono: Sabiduría.
Lector: ALELUYA, en el Tono 7°
Coro: Aleluya. Aleluya. Aleluya.
Lector: Es bueno alabar al Señor y cantar salmos a tu nombre, oh Altísimo.
Coro: Aleluya. Aleluya. Aleluya.
Verso: Proclamar tu misericordia al amanecer y tu verdad por las noches.
Coro: Aleluya. Aleluya. Aleluya.
Diacono: Sabiduría. Estemos de pie, escuchemos el Santo Evangelio.
Sacerdote: Paz a todos.
Coro: Y a tu espíritu.
ECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN
MARCOS. (Marcos. 8: 34 – 9: 1)
Coro: Gloria a Ti, Señor, Gloria a Ti.
Sacerdote: Atendamos.
En aquel tiempo, Jesús: Llamando a la multitud a la vez que a sus
discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí
mismo, tome su cruz y sígame. Porque quien quiera salvar su vida, la
perderá; pero quien pierda la vida por mí y por el Evangelio, la
salvará. Pues ¿de qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si
pierde su alma? Pues ¿qué puede dar el hombre a cambio de su alma?
Porque quien se avergüence de mí y de mis palabras en esta
generación adúltera y pecadora, también el Hijo del hombre se
avergonzará de él cuando venga en la gloria de su Padre con los santos
ángeles. Y les dijo: En verdad les digo que de los que están aquí
presentes hay algunos que no gustarán la muerte hasta que vean venir
con poder el Reino de Dios.
Coro: Gloria a Ti, Señor, Gloria a Ti.
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