J.21. la-quinta_trompeta

Estudios bíblicos

J: El Apocalipsis

21.- La quinta trompeta

16/05/13

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Estudios Bíblicos

J.21.- La quinta trompeta 1. Introducción

La quinta y sexta trompeta afectan a los seres humanos. Las primeras cuatro afectaban a la naturaleza. Estos textos se pueden analizar desde una perspectiva simbólica o desde una li-teral. En términos generales cuando analizamos el Apocalipsis debemos ser muy cuidado-sos de no analizar símbolos como textuales o literales o viceversa. Teniendo esto presente, todo parece indicar que estas trompetas tienen carácter demoniaco. Aquellas personas que fueron selladas por Dios con anterioridad no sufrirán los embates de estos terribles casti-gos. La iglesia santa, apartada para Dios, sufrirá como siempre, la persecución de la bestia mas no sufrirá los juicios enviados por Dios para los incrédulos. La quinta y sexta trompeta afectan a la humanidad inconversa directamente; las langostas demoníacas atormentan a los hombres y los doscientos millones de jinetes matan un tercio de la humanidad.

2. La quinta trompeta, el primer ¡Ay!

Apocalipsis 9:1-12 El quinto ángel tocó la trompeta, y vi una estrella que cayó del cielo a la tierra. Y se le dio la llave del pozo del abismo. Abrió el pozo del abismo, y del pozo subió humo como humo de un gran horno, y el sol y el

aire se oscurecieron por el humo del pozo. Del humo salieron langostas sobre la tierra, y se les dio poder, como el poder que tienen los escorpiones de la tierra. Se les mandó que no dañaran la hierba de la tierra, ni cosa ver-de alguna ni ningún árbol, sino solamente a los hombres que no tuvieran el sello de Dios en sus frentes.

Pero no se les permitió que los mataran, sino que los atormentaran cinco meses; y su tor-mento era como el tormento del escorpión cuando hiere al hombre. En aquellos días los hombres buscarán la muerte, pero no la hallarán; ansiarán morir, pe-ro la muerte huirá de ellos. El aspecto de las langostas era semejante a caballos preparados para la guerra; en las cabezas tenían como coronas de oro, sus caras eran como caras humanas, tenían cabello como cabello de mujer y sus dientes eran como de leones; tenían corazas como corazas de hierro y el ruido de sus alas era como el estruendo de muchos carros de caballos corrien-do a la batalla; tenían colas como de escorpiones, y también aguijones, y en sus colas te-nían poder para dañar a los hombres durante cinco meses. Sobre ellos tienen como rey al ángel del abismo, cuyo nombre en hebreo es Abadón, y en griego, Apolión. El primer ay pasó; pero vienen aún dos ayes después de esto.

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3. La identidad de la estrella El quinto ángel tocó la trompeta, y vi una estrella que cayó del cielo a la tierra. Y se le dio la llave del pozo del abismo. La identidad de la estrella tiene dos posibles interpretaciones. Una que esta estrella es el mismo ser que luego sale como líder de las langostas que estaban en el abismo y que es el destructor mencionado en el texto. Otra que esta estrella es un ángel poderoso de Dios y que es distinto al destructor mencionado más adelante. 3.1. La estrella es satanás

Algunos ven aquí una pizca de parodia satánica: aquí la llave del abismo es dada al caído; mientras que en el capítulo 1 las llaves de la muerte y del Hades son sosteni-dos por el resucitado. El hecho de que la estrella había caído del cielo a la tierra nos remite al capítulo 12 en donde satanás es arrojado a la tierra con sus ángeles, en cuyo caso la estrella es satanás. En el Antiguo Testamento, particularmente en el libro de Isaías, la estrella de la mañana es arrojada a la tierra. Esto se ve normalmente como una referencia a satanás que ha caído a la tierra. Isaías 14:12 ¡Cómo caíste del cielo, Lucero, hijo de la mañana! Derribado fuiste a tierra, tú que debilitabas a las naciones. En el Evangelio de Lucas Jesús ve a satanás caer como un rayo del cielo. Lucas 10:17-18 Regresaron los setenta con gozo, diciendo: --¡Señor, hasta los demonios se nos sujetan en tu nombre! Les dijo: --Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. Esta estrella podría ser identificada como el ángel del Abismo que se describe en el versículo 11, como el destructor que de nuevo, le cabría a satanás. El texto no identi-fica a ambos, uno podría ser quien abre el abismo y otro el líder de los que estaban en él. Si fuese el mismo ser entonces también podría ser al que se nombra más ade-lante en el capítulo 12, el dragón que arrastró con una tercera parte de las estrellas del cielo y las arrojó a la tierra. Esto es probable que sea una referencia a los ángeles que siguieron a satanás. Si la quinta trompeta se interpreta como un ataque demonía-co contra la humanidad entonces parecería ser natural que la estrella fuera su amo, es decir satanás.

3.2. La estrella es un ángel de Dios En el Apocalipsis las estrellas son una referencia a ángeles. En el capítulo 1 el Señor así lo dice:



Apocalipsis 1:20 Respecto al misterio de las siete estrellas que has visto en mi diestra, y de los siete candelabros de oro: las siete estrellas son los ángeles de las siete Iglesias… Considerando que el Señor es quien está a cargo de los eventos por venir, y que los ángeles son los grandes ejecutores del Apocalipsis, esta estrella, que se le dio poder para abrir las puertas del abismo, es un ángel poderoso de Dios. Por lo tanto quien abre el abismo no es el mismo de quien es líder de los que salen del abismo. Son dos seres diferentes, uno es un ángel y el otro es el destructor. El hecho de que el texto diga que a la estrella "se le dio" la llave del pozo del abismo indica que todo este proceso está bajo la soberanía de Dios. De hecho cuando satanás es apresado para dar inicio al milenio, es puesto por Miguel, el arcángel, bajo llave en el abismo.

4. El Abismo Abrió el pozo del abismo… El Abismo es mencionado en varias ocasiones, todas ellas asociadas a habitación de demo-nios o de muertos. Es a partir de este pasaje que el abismo toma protagonismo: 4.1. Es de donde sale la bestia

La bestia nombrada más adelante, que algunos han identificado como el anticristo, sale de este abismo. Apocalipsis 11:7 Cuando hayan acabado su testimonio, la bestia que sube del abismo hará guerra contra ellos, los vencerá y los matará. Apocalipsis 17:8 La bestia que has visto era y no es, y está para subir del abismo e ir a perdición. Los habitantes de la tierra, aquellos cuyos nombres no están escritos en el libro de la vida desde la fundación del mundo, se asombrarán viendo la bestia que era y no es, y será.

4.2. Es donde es atado satanás Apocalipsis 20:3 Lo arrojó al abismo, lo encerró y puso un sello sobre él, para que no engañara más a las naciones hasta que fueran cumplidos mil años. Después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo.

4.3. Es donde los espíritus malos son enviados En Lucas los malos espíritus le ruegan a Jesús que no los envíe al abismo, que es el lugar de tormento:



Lucas 8:28-31 Al ver a Jesús, lanzó un gran grito, y postrándose a sus pies exclamó a gran voz: --¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios altísimo? Te ruego que no me atormen-tes. (Jesús le ordenaba al espíritu impuro que saliera del hombre, pues hacía mucho tiempo que se había apoderado de él; y lo ataban con cadenas y grillos, pero, rom-piendo las cadenas, era impelido por el demonio a los desiertos.) Jesús le preguntó: --¿Cómo te llamas? Él dijo: --Legión. Muchos demonios habían entrado en él y le rogaban que no los mandara al abismo.

4.4. Es morada de muertos Romanos 10:6-7 Pero de la justicia que es por la fe, dice así: «No digas en tu corazón: "¿Quién subirá al cielo?" (esto es, para traer abajo a Cristo); o, "¿quién descenderá al abismo?" (esto es, para hacer subir a Cristo de entre los muertos)».

5. El humo del pozo

Abrió el pozo del abismo, y del pozo subió humo como humo de un gran horno, y el sol y el aire se oscurecieron por el humo del pozo. La oscuridad generalmente es un símbolo de lo demoníaco. En este caso ciertamente lo es; el reino de satanás es un reino de oscuridad. Sabemos que los apóstoles tenían muy claro la relación de lo oscuro con satanás. Colosenses 1:13 Él nos ha librado del poder de las tinieblas y nos ha trasladado al reino de su amado Hi-jo… Si el Abismo es un lugar de tormento para los demonios entonces si es abierto podríamos esperar que salga una corriente de demonios junto con el humo del fuego. Aquí Juan ha mezclado el humo del horno con una corriente de hordas demoníacas.

6. Las langostas

Del humo salieron langostas sobre la tierra, y se les dio poder, como el poder que tienen los escorpiones de la tierra. Esto trae a la mente la visión de Joel de las langostas.



Joel 1:4-7 Lo que dejó la oruga se lo comió el saltón; lo que dejó el saltón se lo comió el revoltón; y la langosta se comió lo que el revoltón había dejado. Despertad, borrachos, y llorad; gemid, todos los que bebéis vino, porque el vino se os ha quitado de vuestra boca. Porque un pueblo fuerte e innumerable subió a mi tierra; sus dientes son dientes de león, y sus muelas, muelas de león. Asoló mi vid y descortezó mi higuera; del todo la desnudó y derribó; sus ramas quedaron blancas. Las langostas de esta plaga no son langostas comunes sino que son poderes demoníacos

para traer miseria y oscuridad a las vidas de los hombres. La carac-terística de las langostas es que devoran todo, destruyen todo en su camino. También indican un juicio de Dios como en la octava plaga de langostas sobre Egipto Éxodo 10:4-6 Y si aún rehúsas dejarlo ir, mañana yo traeré sobre tu territorio la langosta, la cual cubrirá la faz de la tierra, de modo que no pueda verse la tierra. Ella comerá lo que escapó, lo que os quedó del gra-

nizo; comerá asimismo todo árbol que crece en el campo. Llenará tus casas, las casas de todos tus siervos y las casas de todos los egipcios, cual nunca vieron tus padres ni tus abuelos, desde que ellos aparecieron sobre la tierra hasta hoy. Cuando el rey Salomón construyó el templo, el Señor dio algunas instrucciones, en ellas se detallan algunas de las plagas que Él, en su soberanía, podría enviar si Su pueblo se desvía. Una de ellas era una plaga de langostas. 2 Crónicas 7:11-15 Terminó, pues, Salomón la casa de Jehová, y la casa del rey; y todo lo que Salomón se propuso hacer en la casa de Jehová, y en su propia casa, fue prosperado. Entonces apareció Jehová a Salomón de noche y le dijo: «Yo he oído tu oración, y he ele-gido para mí este lugar como Casa de sacrificio. Si yo cierro los cielos para que no haya lluvia, y si mando a la langosta que consuma la tierra, o si envío pestilencia a mi pueblo; si se humilla mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oran, y buscan mi rostro, y se convierten de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, perdonaré sus pecados y sanaré su tierra. Mis ojos estarán abiertos, y mis oídos atentos, a la oración que se haga en este lugar… Más tarde el pueblo le da la espalda al Señor y Él envía esas plagas para que se arrepientan, al igual que las trompetas apocalípticas.



Amós 4:9 Os herí con viento del este y con oruga; la langosta devoró vuestros muchos huertos y vuestras viñas, vuestros higuerales y vuestros olivares, pero nunca os volvisteis a mí, dice Jehová. A estas langostas se les dio poder como escorpiones. Esto implica que tenían permiso di-vino. El Señor usa el simbolismo de las escorpiones para indicar lo demoníaco. De hecho Él le da a Sus discípulos poder para pisotearlas. Lucas 10:19 Os doy potestad de pisotear serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará.

7. El poder de estos demonios

Se les mandó que no dañaran la hierba de la tierra, ni cosa verde alguna ni ningún árbol, sino solamente a los hombres que no tuvieran el sello de Dios en sus frentes. A estos demonios se les dijo que no dañaran el alimento natural. Es evidente que ellos es-tán bajo la soberanía de Dios y que su poder es limitado. En términos generales, todo lo que acontece en el Apocalipsis está bajo el gobierno divino, está contemplado en el libro que solamente el Señor era digno de abrir. Ya antes el Señor había detenido a los ángeles de las trompetas porque había que proteger, a través de su sello, a Su pueblo. Él dijo: Apocalipsis 7:3 …no hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios. La primera trompeta quema la tierra, los árboles y la hierba. Ahora a las langostas se les dice que no dañen la hierba ni a ninguna planta o árbol. En vez de la vegetación, deben da-ñar a la humanidad impía. Sólo podrían dañar a los impíos; no pueden a los santos pues es-tos tienen poder sobre serpientes, escorpiones y sobre todo poder del enemigo, y, según fue prometido, nada los dañará (serpientes y escorpiones se refiere a lo demoníaco). Una vez más el poder limitado de las langostas es una señal de la soberanía de Dios. No podían da-ñar a los sellados que fueron sellados antes que sonaran las trompetas. Así, la iglesia que todavía está sobre la tierra no es dañada por esta plaga, como ocurrió con los israelitas cuando envió la plaga de moscas a Egipto, cuando envió la plaga de muerte para el ganado egipcio, cuando envió tiniebla sobre los captores o cuando envió al ángel de la muerte. Éxodo 8:22 Jehová dijo a Moisés: --Levántate de mañana y ponte delante del faraón, cuando él salga al río, y dile: "Jehová ha dicho así: Deja ir a mi pueblo para que me sirva, porque si no dejas ir a mi pueblo, yo enviaré sobre ti, sobre tus siervos, sobre tu pueblo y sobre tus casas toda clase de moscas;



las casas de los egipcios se llenarán de toda clase de moscas, y asimismo la tierra donde ellos estén. Aquel día yo apartaré la tierra de Gosén, en la cual habita mi pueblo, para que no haya en ella ninguna clase de moscas, a fin de que sepas que yo soy Jehová en medio de la tierra. Éxodo 9:1-4 Entonces Jehová dijo a Moisés: --Entra a la presencia del faraón, y dile: "Jehová, el Dios de los hebreos, dice así: Deja ir a mi pueblo para que me sirva, porque si no lo dejas ir, y lo sigues deteniendo, la mano de Jehová caerá, con plaga gravísima, sobre el ganado que está en los campos: sobre caba-llos, asnos, camellos, vacas y ovejas. Pero Jehová hará distinción entre los ganados de Israel y los de Egipto, de modo que nada muera de todo lo que pertenece a los hijos de Israel". Éxodo 10:21-23 Jehová dijo a Moisés: --Extiende tu mano hacia el cielo, para que haya tinieblas sobre la tierra de Egipto, tanto que cualquiera las palpe. Extendió Moisés su mano hacia el cielo, y por tres días hubo densas tinieblas sobre toda la tierra de Egipto. Ninguno vio a su prójimo, ni nadie se levantó de su lugar en tres días; pero todos los hijos de Israel tenían luz en sus habitaciones. Éxodo 11:4-7 Dijo, pues, Moisés: --Jehová ha dicho así: "Hacia la medianoche yo atravesaré el país de Egipto, y morirá to-do primogénito en tierra de Egipto, desde el primogénito del faraón que se sienta en su trono, hasta el primogénito de la sierva que está tras el molino, y todo primogénito de las bestias. Y habrá gran clamor por toda la tierra de Egipto, cual nunca hubo ni jamás habrá. Pero contra todos los hijos de Israel, desde el hombre hasta la bestia, ni un perro moverá su lengua, para que sepáis que Jehová hace diferencia entre los egipcios y los israeli-tas". Esto parece ser una acometida masiva de los poderes demoníacos sobre toda la humanidad en los últimos días. No hay acá mención de un tercio como en las primeras cuatro y, por cierto, la sexta trompeta. Parece ser una aflicción universal sobre la humanidad.

8. Las instrucciones divinas Pero no se les permitió que los mataran, sino que los atormentaran cinco meses; y su tor-mento era como el tormento del escorpión cuando hiere al hombre.



Estos seres no podían matar a los hombres, sólo torturarlos, es decir tenían poder y dura-ción limitados, porque cinco meses es aproximadamente el tiempo de vida de una langosta. Estas trompetas son advertencias a la humanidad y no juicios finales como son las siete co-pas. El efecto de la langosta en Joel era quitar el gozo. Joel 1:12 La vid está seca y pereció la higuera; también el granado, la palmera y el manzano: To-dos los árboles del campo se secaron. Y así se extinguió el gozo de los hijos de los hom-bres. Esto nos recuerda a Job. satanás podía hacerle lo que quisiera pero tenía que respetarle la vida. Aquí ellos atormentan pero no matan a aquellos que no tienen el sello de Dios en sus frentes. A las langostas se les dio poder para herir como un escorpión.

9. El deseo de muerte

En aquellos días los hombres buscarán la muerte, pero no la hallarán; ansiarán morir, pe-ro la muerte huirá de ellos. Los hombres buscarán la muerte (hombres significa la humanidad) por el dolor de la heri-da. Este sufrimiento es de tal magnitud que ellos preferirán morir, pero la muerte no les so-brevendrá. La herida no es fatal, como la herida del escorpión. Esta es una nueva oportuni-dad de arrepentimiento, si muriesen no podrían arrepentirse, pero eso no ocurrirá. Este ver-sículo es difícil de interpretar. Parece escatológico, y "aquellos días" puede referirse a un tiempo bien cerca del final. Este tormento de la herida de la langosta está limitado a esta vida solamente donde hay al menos la posibilidad de muerte, si no, no desearían morir.

10. El aspecto de las langostas

El aspecto de las langostas era semejante a caballos preparados para la guerra; en las cabezas tenían como coronas de oro, sus caras eran como caras humanas, tenían cabello como cabello de mujer y sus dientes eran como de leones; tenían corazas como corazas de hierro y el ruido de sus alas era como el estruendo de muchos carros de caballos corrien-do a la batalla; tenían colas como de escorpiones, y también aguijones, y en sus colas te-nían poder para dañar a los hombres durante cinco meses. Aquí da inicio la descripción de las langostas. Las langostas se parecen a caballos prepara-dos para la batalla al igual que en los tiempos de Joel. Joel 2:4 Su aspecto, como aspecto de caballos, y como gente de a caballo correrán.



El hecho de que tengan como coronas de oro nos puede indicar que tienen “como” poder y cierta autoridad. Sus caras se parecen a caras humanas; tenían la astucia, la crueldad y algo de la inteligencia de los hombres. Esto podría indicar también la naturaleza personal del ataque. El cabello largo podría ser un símbolo de vitalidad, como Absalón y Sansón. Los dientes de león enfatizan su poder. Las corazas de hierro enfatizan su carácter de inexpug-nable. El sonido de sus alas realza su terror. Las carrozas corriendo a la batalla suena como la descripción de Joel de un ejército de langostas. Joel 2:5 Como estruendo de carros saltarán sobre las cumbres de los montes; como sonido de lla-ma de fuego que consume hojarascas, como pueblo fuerte dispuesto para la batalla. Las colas y los aguijones nos amplían la descripción de los escorpiones mencionados en los versículos precedentes. La interpretación más probable es que se refiere a la opresión demoníaca sobre las mentes de los hombres pues el propósito era traer a los hombres al arrepentimiento. Una vez más, su poder es limitado en duración (5 meses); es una adver-tencia a la humanidad. Dios usa hasta los planes de satanás para sus propios designios.

11. El destructor

Sobre ellos tienen como rey al ángel del abismo, cuyo nombre en hebreo es Abadón, y en griego, Apolión. Abadón = Destructor. Las langostas destruyen toda cosa viva en su paso, como lo hace Abadón. El ángel del Abismo del inicio del pasaje es identificado acá como el Destructor. Esta descripción le cabe mejor a satanás, quien es llamado el destructor. Él es el rey de es-tas hordas demoníacas. Este parece ser un ataque sin precedentes sobre la humanidad en los últimos días, probablemente asociado con el anticristo, cuyos poderes milagrosos son demoníacos.

12. Los “ayes” El primer ay pasó; he aquí, vienen aún dos ayes después de esto. Esto finaliza el primer ay y presenta los dos restantes que son peores. Esto indica que hay una secuencia temporal, ya que la sexta trompeta sigue a la quinta trompeta.

Basado parcialmente en el libro El León y El Cordero de John P. Newport, en el comentario “Apocalipsis: Un Comentario de Re-ferencia” de R A Taylor. Las citas de las escrituras son tomadas de la Biblia Reina Valera rev. 1995

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