La Entrega

Hoy mis ojos nerviosos ante tu presencia…

Temblorosas las manos… no aciertan

Sostener, manipular… o alguna asistencia

Pues tu poder y control me sentencian…

Sentencia a seguir amándote con vehemencia

Sin control, tan sensitiva y en complacencia

Accediendo a tus gustos, deseos e impaciencias

Pues mandas tú en mis sentidos y en mi existencia

No te das cuenta… que te integras en todas mis vivencias

Como parte de mis añoranzas y dolencias

Dolor de mi cuerpo por la necesidad de tu presencia

Dentro de mi calmando mis exigencias

Pues eres río… camino a la confluencia

Fogoso, ardoroso, pasional y con vehemencia

Llevándome en esta locura descontrolada a la condescendencia

De todos tus deseos hasta nuestra exaltación de la vitalidad interna