AÑO V - Nº 237 - JUEVES 21 DE ENERO DE 2010RESPONSABLE: Guillermo Lesmes - COORDINACION: Natalia Lemir - www.sanrafaelobras.com - mail: observador_semanal@yahoo.com

OBSERVAD SEMANALRPALABRAS DE CERTEZA Y ESPERANZA

3 4,5 6 8Entrevistas Año SacerdotalPadre José Antonio Varela

No existe pueblo sin educaciónLa cultura del vai-vai

Señor, te entregamos todosestos muertos

En una entrevista publicada en el diario ABC,Monseñor Rogelio Livieres Plano, obispo deCiudad del Este, a la pregunta ¿La confusióncontinúa dentro de la Iglesia? contestó: “Laconfusión continúa. Los obispos tenemos bastanteclaras las cosas, pero no ha trascendido ni al cleroni al pueblo en su medida.” ¿Comparteusted el juicio de Mons. Livieres?

No tengáis miedo, Yo he venido almundo

Tú eres Pedro y sobre esta piedraedificaré mi Iglesia

Yopecador, confieso

Corazón maldito, ¿por quépalpitas? Corazón maldito, ¿por qué lates?

“

desesperados,

Padre,”.

Estoy plenamente de acuerdo, y agregaría que nosólo existe una confusión en el clero y en el pueblosino también en algunos obispos quetienen una postura ideológica.

La confusión que se vive en el cleroy en el pueblo es el fruto de la confusiónque hay en quienes guían a las Iglesiasparticulares. Es como en una familia: sihay confusión entre los hijos, si loshijos no saben qué rumbo tomar o haciadonde caminar, el problema, ante todo,está en la cabeza de la familia: lospadres. Es la falta de autoridad el puntode partida.

Cuando hablo de autoridad laentiendo de esta manera, usando unejemplo muy sencillo. ¿Qué esnecesario para que el agua de un ríollegue al mar, a su destino? Un cauce ylas orillas que forman un gran canal.

¿De qué sirven el cauce y las orillasdel río? Tienen dos funciones: laprimera es indicar la meta, el caminopara que el río alcance su ideal, el océano; lasegunda, la de limitar, impedir al río desbordar,inundar y destruir todo. ¿Quién no recuerda lasinundaciones provocadas por el río Paraguaycuando rompía los diques saliéndose del cauce?

La autoridad, no sólo en la Iglesia sino cualquierautoridad, tiene su razón ontológica de existir poreste motivo: indica la meta, el ideal, además deimpedir que las personas confiadas no se pierdan enla selva del mundo, saliéndose del camino que es elcorazón mismo del hombre porque el corazón delhombre lleva ya dentro de sí la brújula que le indicaa este el camino.

Pero sin la autoridad, la brújula puede fácilmenteenloquecer. Entonces, la confusión doctrinal ymoral que vivimos tiene su origen en un vacío deautoridad debido a unas razones muy evidentes:

presente enmuchos pastores. Se trata de un debilitamiento delnexo con el santo padre, es decir, la comunión con elPapa no es efectiva y afectiva. No olvidemos quesiempre en la historia de la Iglesia el origen decualquier herejía, como también la muerte demuchas Iglesias particulares ha sido la falta de esauna comunión con el Papa. Por eso es inaceptable

que en la Iglesia exista confusión toda vez que laautoridad del Papa y su magisterio son de unavisibilidad, claridad y firmeza impresionante.

El barco de la Iglesia tiene un capitánindiscutible, seguro, cargado de certeza. Por esoJesús ha dicho: “

”. Las palabras de Jesús a Pedro son paranosotros más claras que la luz del sol y más fuerteque el hormigón: “

”.

El problema entonces, está en los obispos, en elColegio Apostólico, donde siempre hubo, hay yhabrá un Judas. Es decir, alguien que, si bien fueelegido, no soporta la amistad, la mirada tierna deJesús. Si todos los pastores tuvieran la postura deSanta Catalina de Siena, que llamaba al Papa el“dulce Cristo en la tierra”, en todo el mundo ytambién en el Paraguay la Iglesia sería comoAsunción cuando florecen los lapachos.

que está en el origen de la confusión quevive nuestra Iglesia y la del continente

. ¿Por qué los santos, y hay millones,siempre nos han testimoniado, y siguen haciéndolo,su amor incondicional al papa hasta ofrecer su vidapor el Vicario de Cristo? Porque eran hombresenamorados de Cristo, hombres por los cualesCristo era y es todo.

Y donde existen los santos, los testimonios deesta pasión por Cristo que se traduce en un amorincondicionado al Santo Padre, las comunidadesson cristianas, son el signo evidente de lamisericordia divina. Estas comunidades no sonchantajeadas por el mal, no son víctima de losvientos, de los huracanes. Más bien son como “torresolitaria en desierto campo” como diría el poeta

italiano Leopardi. Es decir son como un puntoseguro, fuerte, luminoso en el desierto del mundo.

Basta, por favor, con las posturas demagógicasdel “sociologismo”, del “pastoralismo”, delanálisis, etc. El punto es la humildad de OrtizGuerrero cuando en una de sus poemas afirma: “

”.

Reconocer la propia falta de pasión por Cristo,reconocer que muchos somos burócratas de unainstitución, que muchos en lugar de vivir nuestra

vocación preferimos la política, los car-gos políticos y sociales, el compromisohumanitario. ¿Cómo es posible que lospastores se encuentren manejandoinstituciones sociales y políticas (parapeor deficientemente) en lugar de estaren el confesionario? ¿Es posible que nonos demos cuenta que nuestra genteestá como un pueblo sin rumbo,

sin pastores, en labúsqueda de alguien que le indique elcamino de la vida?

, lafalta de la santidad como única razón dela vida tiene su punto de partida en elolvido, en la censura de la propiahumanidad. Es el humano que falta ypor eso Cristo se vuelve un puronominalismo, un punto de referenciaética, una espiritualidad, una palabraque hay que predicar. No es más, como

reiteradamente afirma el Santo Padre, unAcontecimiento, un Hecho presente, un Tú, unROSTRO al cual mirar.

Cristo no es más interesante porque nuestrahumanidad está anestesiada. Es como sí el corazónhubiera dejado de latir, es como si nuestrasexigencias fundamentales que definen la estructuradel Yo hubieran sido sofocadas o eliminadas. Nisiquiera tenemos la postura rabiosa de Violeta Parracuando cantaba: “

”.Entonces ¿Cómo podemos buscar, desear a Cristo siel corazón está apagado?

Los evangelios de estos días nos presentan unoshechos en las cuales vemos la fe grande de unas per-sonas despiertas en su humanidad y por eso,deseosas de buscar a Cristo. Y son personas quesufren, personas enfermas, porque sólo el dolorparece ser capaz de sacarnos de la anestesia quevivimos. La samaritana, la adúltera, Zaqueo, Mateo¿por qué siguieron a Jesús? Porque estabanseriamente comprometidos con la propiahumanidad enferma y por eso encontrando lamirada de Jesús dejaron todo, se dejaron abrazar ysu vida cambió, se volvió más humana.

1. El complejo anti-romano,

2. Esta falta de una comunión afectiva yefectiva

nace de lafalta de fe

3. La falta de pasión por Cristo

La confusión en la Iglesia¿Dónde nace y cómo salir?

CARAVAGGIO - LA VOCACIÓN DE SAN MATEO

La amistad de Gladys AlonsoTestimonios

Sigue en la Página 2

Jueves 21 de enero de 2010 OBSERVADOR SEMANAL2

A C T U A L I D A D

Bellísimo el evangelio de días atrás sobre la vocación deMateo, quien cruzando la mirada con Cristo, siendo él unrecaudador de impuestos, un ladrón, dejó todo y con suscompañeros de robo organiza una cena en la cual participaJesús con sus discípulos, suscitando la ira de los expertos enexégesis y en los fariseos.

Pero a Jesús no le importa, más bien usa palabrasdurísimas contra los hipócritas, contra aquellos que censuranla verdad del propio corazón, de la propia humanidad ycomparte con los pecadores la cena. El factor humano no espara Jesús una objeción para que lo encontremos, más bien esla condición.

Por eso el problema de la confusión que vivimos tiene suorigen último en el descuido del yo, con sus exigencias deamor, belleza, felicidad, justicia y verdad.

También el Presidente de la República, los ministros,jueces y parlamentarios, una vez acabada la “orgía del poder”para usar el título de una famosa película, quedarán solos consu humanidad y con su corazón que le pasará una facturabastante costosa. Con la propia humanidad, con el propiocorazón no se puede jugar. Se podrá censurarlo con el poder,la farra, la diversión el éxito, pero de improviso un dolor, unaenfermedad imprevista y allí comienza el calvario.

Viviendo desde hace años con enfermos terminales, notengo la mínima duda en afirmar que para todos llegará elmomento en el cual la soledad de la enfermedad nos harácomprender las palabras de Jesús: “

”. ¿Qué dirá el Presidente, yomismo, los pastores, todos, cuando delante de Jesús Juez, nospida cuentas de lo que hemos hecho de nuestra vida y denuestra vocación?Acada uno corresponde la respuesta.

Es el único camino para salir de la confusión.

de qué sirve al hombreganar el mundo si pierde su vida

¿El “Estado de Derecho” debe primarmás que la vida humana?

Hemos llegado al fin de unsecuestro más en nuestro país,todos los que conformamos losdiversos estamentos del puebloparaguayo hemos festejado eldomingo por la noche y el lunes laliberación de Fidel después de másde noventa días de secuestro.

Pero delante de estos hechos(sobretodo después del sonadocaso de la repartija de carne por“cortesía del EPP”) he escuchadovarias veces reclamos sobre la rup-tura del “Estado de derecho” denuestro país, preguntando a variaspersonas, muchas me han contesta-do que lo que se necesita para noperder este “Estado de derecho” esla toma de medidas más duras con-tra aquellos que accionan tal comolo hacen los de este intento de gue-rrilleros, autodenominados “EPP”.

Entre las soluciones me citaronrepresión a estos grupos, algunosmás extremistas de la aniquilaciónde los miembros de estos grupos, yotros de leyes antisecuestros queimpongan medidas duras a los quecometan este tipo de delitos y res-tricciones de los bienes de las fami-lias para evitar negociaciones, ypreguntando ¿pero así no se pon-dría en riesgo la vida de aquellosque estén secuestrados? Más deuno me respondió:

, me quedé petrificado.

¿Cómo es posible que hable-mos de preferencia de un “Estadode Derecho” antes que la propiavida humana? Encima de todo ¿dequé Estado de Derecho me hablan,en un país donde los Poderes delEstado se mueven que se les antoje,pisoteando al pueblo y a laConstitución Nacional? Me pre-gunto ¿no son acaso los hombres(es decir el Pueblo) parte vital delEstado? ¿Si los hombres no estu-viesen existiría Estado? ¡NO!

Estamos totalmente de acuerdo

en que se deben tomar medidasduras para evitar esta clase de deli-tos, pero no podemos primar estoante la vida humana. Más de unome tratara de cretino por estos pen-samientos, algunos argumentaránque

, es cier-to que los intereses individuales nopueden ser impuestos ante los inte-reses de toda una nación, perohablamos de VIDAHUMANA.

He escuchado tantas opinionesen estos días, entre ellos que

, pero me imagino (intento,ha de ser millones de veces másduro y difícil) ponerme en el lugarde aquellos familiares que han pasa-do por esto y me supongo en unadesesperación enorme, buscandocualquier salida.

No hablemos de “Leyes antise-cuestros” porque mirando la reali-dad de otros países americanos nosdamos cuenta que de la gran cosano sirven, porque los secuestrosiguen y duran años, no meses, sinoAÑOS, y en algunos casos no sonde gente de nivel económico alto,sino de gente pobre ¿por qué o paraqué? En busca de un trueque burdo,como pedazos de carne, en busca

de liberación de miembros deteni-dos por la justicia.

Entonces ¿cuál es la solución?-Debemos salir del nihlismo y elhedonismo que dominan nuestravida y nos permiten afirmar queimporta más el Estado que la propiavida, tomar en serio nuestra vida,no verla como un pedazo de carneque se puede vender o tirar.

No necesitamos de mesianis-mos, de grandes ideólogos (ahoraen época de campañas políticas apa-recen muchísimos, pero hablare-mos después de ellos) que se propo-nen a sí mismos como la solución ala situación del país, tampoco nece-sitamos repeler a los grupos violen-tos creando nuevos grupos más vio-lentos. Lo único que soluciona laviolencia es el abrazo de un amormás grande que la misma violencia.

Necesitamos dejarnos abrazarpor este amor más grande, que loscristianos llaman Cristo. No es denuestros esfuerzos que nace la solu-ción, es del abrazo, del encuentrocon este amor más grande, es decircon Cristo presente que permitereconocer que el otro es también unhombre, con un corazón lleno de undeseo como el nuestro: ser amado yperdonado.

“Sí, pero nopuede primar una persona antesque el Estado de Derecho de unanación”

“Que no pueden primar losintereses personales delante de losintereses de seis millones”

“No sepuede caer ante el chantaje de ungrupo dedicado a sembrar elterror”

Juanki

juank_lzkno@hotmail.com

P. Aldo

EDITORIAL ACTUALIDAD

LA CONFUSION EN LA IGLESIA...

OBSERVADOR SEMANALJueves 21 de enero de 2010 3

ENTREVISTA AÑO SACERDOTAL - PADRE JOSE VARELA 26 AÑOS DE SACERDOCIO

Padre José Antonio Varela (54) ordenado por el Siervo de Dios Juan Pablo II, más de un cuarto de siglo de sacerdo-cio donado por amor a Cristo y a los hombres. Con su sotana tradicional que demuestra su profundo amor a su identidadsacerdotal y su infaltable maletín, donde guarda estampas, escritos y folletos para distribuir a cada persona con quiense encuentre sea un empresario, político o un humilde trabajador, viviendo lo que la Iglesia llama la "pastoral de la amis-tad y del encuentro", para anunciar a Cristo " a cada hombre y a todo el hombre". Es fundador de la AsociaciónSolidaria Socorro Silva (nombre de su madre), en beneficio de los más pobres del país y de varias naciones del mundo,con el lema "Actuar siempre con un Amor Ordenado".

Usted recuerda a su madre, a quienesmuchos se encomiendan por su testimoniode vida cristiana. ¿Cuál ha sido su papel enel nacimiento de su vocación?

¿Qué recuerda de su ordena-ción padre?

¿Qué representa la gracia grande deque Dios, el Espíritu Santo, lo haya elegidopara ser el fundador de un carisma, de unaobra?

¿En qué sitios están actualmente?

Usted padre es además artista, plas-mando en bellas pinturas la figura de laVirgen, del Siervo de Dios Juan Pablo II yde paisajes paraguayos. Aquí se expresa la"belleza del cristianismo", en la cual insis-te nuestro Papa Benedicto XVI, que los cris-tianos debemos apreciar y recuperar.

Dentro de su carisma de ayuda a lospobres están preparando una ayuda espe-cial frente a la tragedia de Haití, segúncomentaron. ¿Cómo la canalizarán?

Dentro del recuerdo especial que siem-pre ha guardado por su madre, muchagente la recuerda y agradece por los favo-res recibidos por su intercesión. ¿Es asípadre?

¿Cómo debemos anunciar al mundo aCristo, en medio de tanta secularización yrelativismo?

En este sentido usted vive padre la pas-toral del encuentro, siempre regalandoestampas, folletos y fotocopias a toda per-sona con quien se encuentre, desde el máshumilde hasta el más encumbrado...

¿Qué mensaje puede darnos en esteAño Sacerdotal?

¿Qué mensaje final deja para elObservador Semanal, ya que estuvo traba-jando cerca de nosotros al vivir un tiempode gracia acompañando a la comunidad dela parroquia San Rafael?

"El papel de mi madre ha sido básico yfundamental, el de preparar la tierra para elsurgimiento de la semilla del llamado deDios. Nadie me habló de ser sacerdote. Perocrecer en una familia virtuosa y caritativanos ayuda a percibir el llamado de Dios. Fuealgo espontáneo, que surgió en mi a los 16años. Me sugirieron además seguir otracarrera, que para mí fue la de Agronomía.Conocí al Opus Dei. Todo fue una prepara-ción del Señor para lo que vendría después.Me han dado la base para todo lo que des-pués acontecería. Fue una preparación porparte de Dios, de darme buena formación,ideas y base de todo lo que por gracia deDios sucedería. La Fundación Socorro Silvanació así en la ciudad de Rosario,Argentina,en el año 2001, con este nombre en lo civil.Mientras que como Asociación de Laicos

lleva el nombre de "Virgen delSocorro de los Pobres", también enrecordación de mi madre.Respondía así al llamado de tantagente pobre que siempre nos pedíaayuda, para acompañarlos en lacaridad y al mismo tiempo evange-lizar, anunciarles a Cristo"

"Me ordené el 12 de junio de1983, 26 años atrás. Tuve la grangracia de recibir la ordenaciónsacerdotal de manos del hoySiervo de Dios Juan Pablo II enRoma"

"Yo diría que es sencillamente una face-ta de la vocación cristiana. La vocación cris-tiana implica un sello de responsabilidad.Nuestro apoyo debe siempre estar en Dios.Me apoyo siempre en El. Soy uno más den-tro de esta empresa sobrenatural. Estoy pre-sente y disponible para aportar lo que elSeñor disponga para la Iglesia y la sociedad."Gracias, perdón, ayúdanos más", es una delas más hermosas jaculatorias cristianas,que expreso en estos momentos"

"DeArgentina y Paraguay partimos parael mundo. LaAsociación Socorro Silva cuen-ta actualmente con cerca de 10 mil simpati-zantes en 68 naciones de todo el mundo.Estamos en 14 ciudades de Argentina yParaguay".

"El obrar surge del ser, uno expresa loque lleva dentro y por gracia del Señor tratode estar siempre cerca de Él para poderexpresar esta belleza. Tengo actualmentemás de 40 obras, la mayor parte de ellas queson expresiones de esta belleza y piedad cris-tianas, como los Misterios del Rosario, laVirgen y el Siervo de Dios Juan Pablo II".

"Estamos preparando un gran festival,con el apoyo de uno de los Shoppings deAsunción, Los detalles los daremos a cono-cer en los próximos días. Tenemos simpati-zantes de nuestra comunidad que viven decerca esta realidad dolorosa del pueblo hai-tiano, hacia quien la Iglesia se ha solidariza-do con la oración y la ayuda concreta."

"Va de continuo el proceso de favoresrecibidos por su intercesión. Hemos recibi-do un impresionante testimonio de curaciónde una persona que se encontraba en comade Ciudad del Este. También otro testimoniode una persona que no podía tener hijosdesde hace más de 13 años y pese a losmuchos tratamientos no concebía.Finalmente se dio el milagro y quedó emba-razada"

"Con la naturalidad de la vocación cris-

tiana, conjugando la prudencia, caridad, conel ardor de la nueva evangelización de la quenos hablaba el Siervo de Dios Juan Pablo IIya hace unos años. Hoy Benedicto XVI nosinsiste en anunciar cada vez más el cristia-nismo en un mundo relativista y seculariza-do. Debemos presentar la luz de la verdad,con calidez, dulzura, siempre con el respetoy amor por los demás, por el bien de sus per-sonas. Entrando de puntillas en las almas,para que ellos abracen la fe como una deci-sión de su voluntad".

"Cómo decía el más célebre fotógrafo deJuan Pablo II, siempre tenemos que estarpreparados para todas las ocasiones que nospresenta el Señor, pues un profesional nopuede fallar, mucho menos un cristianocuando actúa en nombre del Señor".

"Es fundamental la Pastoral Vocacionaldel anuncio de Cristo. En este sentido,América Latina tiene un potencial enormepara las vocaciones sacerdotales y religio-sas. En nuestro carisma ya tenemos al pri-mer vocacionado, por gracia de Dios.

Debemos empezar con los niños, desdelas familias. Estimulando en los corazonesel amor a nuestro Señor Jesucristo"

"Que sigan siendo cada vez más instru-mento del Espíritu Santo para llevar a todoslos hombres por el camino de la santidad”.

El P. Varela aquí con Nicolás Leóz

El P. Varela (centro) rodeado de los colaboradores de la Fundación “Socorro Silva”

Pedro Kriskovich

"Que sigan siendo siempre instrumentopara llevar a todos camino a la santidad”

Faltaban pocas horas para que Gladys se despidiera defi-nitivamente de nosotros cuando pronunció estas palabras.¡Gladys!. Para mí había sido sinónimo de la belleza humana,de la belleza femenina. Cada vez que me acercaba, la mirabacon una intensidad que me permitía de reconocer en ella unrayo de la belleza divina.

Su cuerpo me remite a la poesía de Giacomo Leopardi,a su lírica, a unos versos dedicados a la mujer por el granpoeta italiano, en particular su poema “ ”:

Gladys ha sido para mí el signo más poderoso de labelleza divina. Mirándola viva, mirándola moribunda yfinalmente muerta, los versos de Leopardi, si de un lado todoshacen vibrar internamente mi corazón por el dolor, del otrodespertaban en mí una conmoción como raras veces acontece,por ver reflejado en ellos el rostro del Divino. “

Tu belleza, Gladys, evocó en mí algo que está “más allá”,despertó en mí el deseo de ver aquella Belleza última,creadora, que está en los anhelos más profundos de nuestrocorazón.

Tus ojos grandes, negros como tu pelo, tu sonrisa, tumirada tierna y profunda, como las caricias de tus manos,reflejaban aquí entre nosotros, distraídos, vulgares, efímeroshumanos, la Presencia del Misterio. Aquel Misterio del cualno sólo tu belleza era signo sino también tu modo de estarenfrente a tu dolor, al cáncer que lentamente andabacarcomiendo tu cuerpo.

¡Cuántos gemidos salieron de tu boca cuando ni siquierala morfina lograba disminuir el dolor! Recuerdo tu rostroafligido, tus ojos suplicantes, tu mano derecha que agarraba lamía y tus labios que me decían: “

Tu relación con Jesús fue siempre lucida,también en las últimas horas de tu vida, cuando rece contigo:“ ”.

Todas las veces que pasé con el Santísimo Sacramentono te bastaba la bendición sino que querías tocar elostensorio, darle un beso. Tu familiaridad con Cristo hasido el fruto de un largo camino donde el trabajo de lapurificación te vio protagonista con la gracia divina. Ahoraya no estás físicamente con nosotros, ahora tu bello cuerpoya está en la tumba recordándome aún los versos deLeopardi que en su dramática descripción de la verdad noimpiden verte más bella en el “más allá”:

[¡eras tan bella!]

Gladys, cuán doloroso y difícil es pensarte en la tumba,así como te describe el poeta). ¡Qué contraste! Tu belleza,rayo divino, una de las eternas ideas ahora es fango, barro.Tu cuerpo es ahora polvo; cada parte de tu cuerpo que untiempo en quien te miraba despertaba pensamientos sub-limes ahora “ ”.

De verdad “ ”. Si porque deun lado fuiste la evidencia y el signo más poderoso del eternoy del otro, en la obscuridad del sepulcro ahora eres polvo yhuesos. Bastó un segundo y ya de aquella belleza frágil ypotente no quedó nada. ¡Misterio eterno de nuestro ser!

Gracias Gladys porque las palabras de Leopardi “”, “ ”, “ ” y

“ ” una vez másme permitirá, mirándote en la foto, en la cual resplandece todatu belleza, de vivir conmovido delante del “

”. Misterio que sólo Cristo nos ha revelado yrevela, como tú nos lo testimoniaste, no sólo entregándole tutierna vida (23 años) sino mostrándonos que no existecircunstancia que nos impida decir “Tú, oh Cristo mío”.

Con tu belleza “divina” llevo en mi corazón tus grandesojos negros que me remitían a cada minuto a la mirada delMisterio y tus manos que acariciaban el ostensorio cuando,por tres veces al día, llegaba a tu cuarto para bendecirte o dartela comunión, expresión de la ternura femenina de tu corazón.Volviste a la belleza divina de la cual fuiste un “rayo” en estatierra. Te ruego que nunca se calme en mí la sed y el hambre dever aquel rostro del Misterio en el cual estás ahora sumergida.

A Su Dama

Cara beldad que, ausente,amor me inspiras, o escondiendo el rostrosalvo que el alma ardienteen el sueño tu sombra no sorprenda,o en el campo en que esplendamás claro el día y la creación más pura,¿acaso el inocente Siglo de Orocolmaste ventura,y eres en esta vida alado espíritu,u ocultándote ahora suerte avarapara futuras horas te prepara?

Poder mirarte vivami corazón no espera,sino en el día en que desnuda y solapor nueva ruta a peregrina esferamarche mi alma. En el albor primerode mi jornada incierta y tenebrosa,te imaginé viajera,por el árido mundo. Mas no hay cosaque aquí se te asemeje, y aunque algunarecordase tu rostro, nunca fueraen actos y en palabras tan hermosa.

Entre tantos dolorescomo a la vida humana ofrece el hado,si verdadera y cual te pinta el almate amase algún mortal, para él seríael vivir más preciado.Bien claro veo que tu amor me haría,cual en los verdes años, todavíaansiar gloria y virtud. En vano el cieloesquivo se mostrara a mis afanes;que al lado tuyo este mortal caminofuera un sueño divino.

Por los valles, que escuchandel laborioso agricultor el canto,y donde me lamento mientras huye,el ilusorio y juvenil encanto,y por las cumbres, en que evoco y llorolos deseos sin fruto y de mi vidala perdida esperanza, en ti pensandocomienzo a palpitar. ¡Ah si pudiera,en el ambiente tétrico y nefandodel siglo, conservar tu imagen pura!¡Ella sola endulzara mi amargura!

Si tú de las ideas eternales,eres una, de aquellas que de formassensibles no vistió la eterna cienciani entre caducos restossoportan el dolor, de la existencia,o si acaso en el cielo donde girasotra tierra te acoge entre sus mundos,y más bella que el sol próxima estrellate alumbra, y más benigno éter aspiras,desde aquí, donde llora aquel que vive,de ignoto amante la canción recibe.

rayo divinopareció a mi mente, mujer tan hermosa”.

Tengo listo en el paraíso unlugarcito para mí”.

Jesús te entrego mi vida

Tal fuiste : hoy bajo tierrapolvo, esqueleto eres. Sobre el fango,inmóvilmente colocado en vano,mudo, mirando de la edad el vuelo,está, de la memoriay del dolor custodio, el simulacrode la muerta hermosura. La miradadulce, que hacía temblar si, como ahora,se fijaban en otro; el labio, dondeel placer derramábasecual de urna llena; el cuello, circuidoya de deseo; la amorosa mano,que a menudo, al posarse,sintió helada la mano que oprimía,y el seno, ante el que todosse tornaban visiblemente pálidos,fueron un tiempo; huesosy fango eres ahora;visión tan triste oculta hoy una piedra.

A eso reduce el hadoa aquello que creímos la más vivaimagen celestial. Misterio eternode nuestra vida (…)

polvo y huesos eres

misterio eterno de nuestro ser

rayodivino cara beldad si una de las eternas ideas eres tútal fuiste; hoy bajo tierra polvo, esqueleto eres

misterio eterno denuestro ser

Jueves 21 de enero de 2010 OBSERVADOR SEMANAL4

“Por fin me voy…”

La Amistad de Gladys: “Si éstaT E S T I M O N I O

Gladys, a su llegada a la Clínica

“ ”Si no tengo amor, no soy nadaMi nombre es tengo

23 años y ahora estoy en manos de Dios y de la Virgen.Me detectaron cáncer a los 21 años. Estuve siguiendo mitratamiento acá en Paraguay, pero como no tenía el recur-so suficiente para seguir mi tratamiento tuve que viajar aArgentina.

Sufrí mucho en Argentina porque estaba lejos de todami familia, además, en el vecino país me trataban mal,nada más por ser paraguaya. Sufrí un año y me agarró unafuerte depresión por estar lejos de mi gente y de mi país.Decidí volver a buscar otras posibilidades acá y gracias aDios y a la Virgen, encontré éste paraíso, porque para míes un paraíso. Jamás pensé encontrar tanta paz, mi cora-zón risueña de alegría todos los días porque estoy en “SanRafael”, éste lugar paradisíaco donde se respira paz.

En San Rafael le conocí a Dios después de llegar acáme convertí, supe lo que es tenerle a Dios en el corazón,porque Él es la luz que guía mis pasos, que me ayuda acrecer, a aumentar la fe, el que me muestra cómo debosalir de ésta enfermedad!

En éste hospital hay tanta tranquilidad, que con laayuda del Padre Aldo que me ha fortalecido mucho estoysaliendo adelante.

Para estar feliz y plena lo único que hay que hacer esconocerle a Dios, llenarte nada más de Él y seguir suspasos. Porque sin Dios yo ya no estaría con ganas de vivir,Él me da fuerza, alegría, felicidad, gozo, ganas de vivir ylo más importante que es la paz y ésa certera tranquilidadde que me voy a sanar y luego ayudar a la gente que nece-sita apoyo y a la gente que le necesita a Dios.

Dios nos da lo más preciado de la tierra que es el amor,y si tengo el don de profecía, y entiendo todos los desig-nios secretos de Dios y sé todas las cosas y si tengo la fenecesaria para mover montañas, pero no tengo amor, nosoy nada. Tener amor es saber soportar, es ser bondadoso,es no tener envidia, ni ser presumido, ni orgulloso, ni gro-sero, ni egoísta, es no enojarse ni guardar rencor, es noalegrarse de las injusticias sino de la verdad. Tener amores sufrirlo todo, creerlo todo, esperarlo todo, soportarlotodo. Corintios 13

Gracias al amor que mi mamá me da cada día, cadamomento, y por el amor más grande que me da Dios estoysaliendo adelante, luchando con mi enfermedad y lo estoylogrando. Tengan amor y demuéstrenlo. Así como en laClínica donde todo el amor y el cariño te lo dan con segu-ridad. Es un lugar donde se respira paz, amor, paciencia,seguridad, solidaridad, además con el cariño del P. Aldo.

Gladys Adriana Alonso Ucedo,

P. Aldo

Hace un mes y medio, Daniele(un voluntario italiano que traba-jaba conmigo en la Casita deBelén) comenzó a visitar a unajoven que estaba internada en laClínica, y me propuse acompa-ñarlo.Al principio inventaba cual-quier excusa porque sólo el pen-sar en ver un enfermo terminal mehacía “un nudo en la garganta”.Después, un día acepté la pro-puesta de Daniele

.

Recuerdo, como si fuese ayer,el momento de mi encuentro conGladys. Después de una brevepresentación formal, yo no sabíaqué decir, fueron momentos desilencio total. Me sentí descon-certada y decidí, en mi corazónmientras la miraba, que no volve-ría a visitarla, pero aquellos ojosllenos de vida, de gratitud por elsimple hecho de estar un poco detiempo con ella, en los díassiguientes no me dejaban en paz.Así, cuando Daniele volvió aItalia, comencé a pensar: “¿Yahora quien estará con ella?¿Quién le hará compañía en esascuatro paredes además de la esen-cial compañía de su madre?”

Pasadas casi 2 semanas tomécoraje, dejé de lado mi miedo y midesconcierto y fui junto a ella enun momento de pausa que tenía enmi trabajo. Llegué hasta su camay me sentí acogida inesperada-mente por sus ojos llenos de sor-presa por el hecho de haber ido avisitarla de nuevo. Comencé acontarle sobre mis días en laCasita de Belén y ella comenzó acontarme sobre ella y empezó apedirme que le haga unos masajesen la pierna que le dolía (tenía unatrombosis). Al inicio, yo no sabíacomo responder, probaba, perotenía miedo de hacerle más daño ycausarle más dolor por mi inexpe-riencia en el campo, además mesentía realmente impotente frentea aquella carne herida.

Ella se dio cuenta que tembla-ba al sólo poner mis manos sobresus piernas y me dijo un poco ofen-dida y desilusionada: “¿Tenésmiedo de tocarme?”. La miré fija-mente a los ojos y me di cuentaque me preguntaba si tenía miedopor haber conocido a cerca de suenfermedad y percibí que mis mie-dos eran inútiles, que delante míotenía a una joven que me estabapidiendo de compartir con ella elmodo en el cual Dios la llamaba aser toda de El. Así le dije: “No, notengo miedo de ti. Tengo miedode hacerte daño porque no estoycapacitada, pero, si puedo ayu-darte, continúo.” Y así continuélos masajes en la pierna cada vezque iba junto a ella. Comenzó así

en poco tiempo una amistad queyo no hubiera querido que termi-nara, aunque no oculto que meresulta difícil hablar de esto.

Una vez me sentí triste peroquería ir a visitarla porque su mira-da no me era indiferente, llena deuna certeza en Cristo dentro de suenfermedad. Comencé a llorardiciendo que no tenía más ganasde nada. Con mi gran tristeza notéque también ella había comenza-do a llorar diciéndome que ellaestaba como yo, ya cansada deestar siempre en la cama, de sentirsiempre dolor en la pierna, de nopoder correr. Me dijo que creíaque yo iba a visitarla porque vien-do ella en una condición así dra-mática, podría alegrarme pensan-do que a mi no me piden pasar portal sufrimiento. Me sentía muymal y comencé a pensar: “Debíaalegrarla, hacerle compañía y enverdad hago lo contrario. Mihumanidad no vale nada, midepresión no me permite de sercompañía para alguien y me alejade Cristo.” Estaba casi a punto deirme cuando entró la Hna. Soniacon el Santísimo (eran las docedel mediodía, momento de la reco-rrida) y Gladys, cuando Lo vio,dejó de llorar, y comenzó a mirar-Lo con los ojos fijos en El; pidió ala hermana de acercarlo y le dioun beso.

Tenían que haber visto cómocambió su mirada: no estaba másreplegada sobre sí misma, sobresus tristezas. Luego volteó haciami y me dijo con una leticia en surostro: “Si esto es lo que El quiere,yo sigo adelante con lo que El mepide. Si ésta es Su Voluntad, yoestoy acá”. Yo le pedí perdón pormi comportamiento y le expliquéque yo quería hacerle compañía,que la quería mucho y que iba avisitarla no por lo que ella pensa-ba sino por lo que yo me ponía apensar: “Esta joven tiene un cán-cer en el colon, tiene trombosis enla pierna izquierda, no puedemoverse, sufre muchísimo, perotiene una mirada llena de certeza,de fe que yo no tengo”.

Ella vive su enfermedadcomo un camino a Cristo y yo encambio veo mi enfermedad (midepresión) como aquello que mealeja de El. Quisiera entender porqué ella tiene esta mirada paratenerla también yo.” Le expliquéque no era capaz de hacerle com-pañía, de ayudarla como ella meayudaba. Queriendo o no, midepresión podía empezar a mani-festarse en cualquier momentomientras estaba con ella comorecién había pasado. Así que ledije que si quería no iría más juntoa ella para no entristecerla. Ellame miró con mucha ternura y me

dijo: “Chulina, en tus ojos yo noveo la depresión. Veo una lindachica con una linda sonrisa y condos ojos que parecen decir lo queno puedes decir con las palabras,yo veo lo que siente tu corazón,cuando me miras, yo me sientoquerida. Trasmite el bien que vostenés hacia mi y esto me conmue-ve. Tenés una mirada cuando memiras, tus ojos quieren decir algomás, también cuando no mehablás, en tus ojos no veo ladepresión, veo dos ojos que bus-can desesperadamente a Cristo.No quiero que te vayas, chulina”

Es así que desde ese día cadamomento libre en la jornada y enla noche la pasaba con ella en vezde ir a descansar como siempre yme sorprendía dándome cuentaque me sentía cansada físicamen-te pero con ganas de vivir cadainstante como lo hacia ella enaquella cama. El modo en el cualCristo la llamaba y su “si”, meestaban educando a aceptar elmodo que El ha elegido para mí, apoder decir “si” a mi depresión,“tocando con la mano” una situa-ción dramática que podría hacer-me llegar a la desesperación y encambio no.

Por su mirada iba junto a ella,no por masoquismo, y por éstemotivo permanecí hasta pocashoras antes de que muera y noniego haber llorado mucho, sinembargo, a su lado, siempre atraí-da, recordé su “si” y por esto pasésus últimos tres días cantando alos pies de su cama en modo talque no podía prevalecer mi reac-ción emotiva. Impresionante es elhecho que ella no me haya alejadode su lado y que me educaba avivir su “si” hasta la muerte. Meimpresionó que haya querido lacompañía de una pobre depresivarecordándome que yo soy

Elisabetta, que yo soy más que mienfermedad y que la depresión esel modo con el que Dios me estállamando, como para ella era sucáncer. Recuerdo que tres díasantes de morir la sedaban muchí-simo, así no sentía dolor y nohacía otra cosa que dormir. Se des-pertó, abrió los ojos, se dio cuentade mi presencia, me miró siemprecon ternura desarmante y, con lapoca fuerza que tenía, sonriéndo-me me dijo: “Elisabetta!”- comodecir “Estas aquí!”- y luego vol-vió a cerrar los ojos.

En la mañana del 13 de enero,antes de la recorrida de las 07:15hs, fui hasta su habitación y laencontré respirando con dificul-tad, retorcida de dolor que invadíatodo su cuerpo. Su mamá metomó de la mano, me llevó a laotra parte de la cama, alzó la sába-na y me mostró la pierna deGladys (aquella delicada piernaque le masajeaba) que estaballena de hematomas. Algunashoras más tarde me avisaron de lamuerte de Gladys. Comencé a llo-rar muchísimo, tanto que, paratranquilizarme, tuve que tomar uncalmante pero no quería empeo-rar mi depresión tirándome a la

cama, llorando hasta el cansanciototal. Fui de nuevo a la clínica a lahabitación de Gladys y ayudé a sumamá a llevar sus cosas. Luegofuimos juntas a la habitacióndonde estaba el cuerpo de la hija:qué bella, su cara estaba relajada,llena de paz. Pero la tristezacomenzaba a invadir mi cabezaasí que comencé a cantar denuevo y continué aun cuando ayu-daba la mamá de Gladys a acomo-dar el cuerpo.

Esta es la historia de mi amis-tad con Adriana Gladys Alonso yno puedo borrarla porque tengovergüenza de mi enfermedad y noquisiera olvidarla porque es unagracia: Dios me puso delante deuna santa por un breve pero inten-so periodo de tiempo y quisieraque sepan todos que Gladys hadicho “si” a Cristo hasta la muer-te, aceptando lo que Otro ha elegi-do para ella, para que pueda ayu-darme y ayudar a ustedes a decir“si” cada día al modo que Cristoescoge para cada uno de nosotrosy que nos muestra en la realidad,sin censurar y escandalizarnos denuestra propia humanidad.

(no sé qué fuelo que me hizo cambiar de idea,fue realmente una gracia)

OBSERVADOR SEMANALJueves 21 de enero de 2010 5

Así escribió Gladys, cuandonos contó lo que vivía en laClínica. Y ésta es la frase que máslogra explicar sus tiernas demos-traciones de amor al Santísimocada vez que llegaba a ella parabendecirla. Ella lo esperabaansiosa, y cuando se acercaba, medecía: “¿Puedo darle un beso?”, ydespués quedaba como absortaen una paz sin límites que su ros-tro todo iluminado y sonrientepodía atestiguar. Unos días antesde su partida, cuando le llevé aJesús Sacramentado, después dedarle un largo beso, me dijo: “Dé-jale acá, no le lleves más”.

Supo lo que es tener a Dios ensu corazón, en un momento de suvida en el que sólo amar cuenta;

amándolo a Él colaboraba en lasalvación de las almas y permitía,con su sacrificio ofrecido poramor, que ninguna gota de sangrese pierda, que ninguna lágrimacaiga en vano, que ningún grito seoiga en el vacío, que todo sea reco-gido por las manos del Eterno, ysea derramado en gracia sobre lahumanidad.

Gladys era de un tempera-mento fuerte y decidido, amantede la belleza y del buen vestir.Recuerdo que la noche del AñoNuevo me dijo: “Como mamá yyo vamos a pasar juntas aquí enmi pieza, ¿me podría vestir “fas-hion” para esperar el AñoNuevo?”. Y se vistió, se maqui-lló, le saqué fotos, con sus “ojos

de cielo” como dice el PadreAldo; y con su chaleco y camisa“morados”, sorpresivamente elcolor del que de deshoja paraentrar en una vida nueva.

Una vez más en la Clínicaestuvimos delante de “un mila-gro”, una vez más fuimos testigosde la “Ternura de Dios” para connuestros enfermos y para connosotros. Una ternura que se reve-la al hacernos partícipes de susmaravillas, contándonos entresus elegidos, en quienes tiene suscomplacencias.

Que ella, desde el Paraíso,nos sostenga y siga a ayudando,como ella escribía, “a la genteque necesita a Dios”.

“Supe lo que es tenerle a Dios en el corazón”

Elisabetta(countryroad90@hotmail.it)

es Su voluntad, yo estoy acá”Yo soy más que mi enfermedad

T E S T I M O N I O

Vemos a Gladys aquí, hermosa, con su característica sonrisa

Hna. Sonia

Jueves 21 de enero de 2010 OBSERVADOR SEMANAL6

400 años del Paraguay librevs. 200 años de esclavitud

La finalidad de nuestra publicación es acercar laHistoria de España (la cual influye de una u otra formasobre la nuestra) tan maltratadas, una y otra, en lasúltimas décadas, a la gente de la calle y de maneraespecial a quienes las desconocen, es decir, a esasgeneraciones que llevan padeciendo desde hace años,demasiados, una alienación que tanto daño causa anuestra nación en términos culturales y educativos.

Fuente: César Vidal yFederico Jiménez Losantos,

Historia de España

CAPÍTULO XL

La crisis de las monarquías hispánicas (I): Castilla

H I S T O R I A

NO EXISTE PUEBLO SIN EDUCACIÓN (3)

En las pág inas an t e r io re s ,examinamos cómo la derrota de losbenimerines podría haberse traducido enel final de la Reconquista y señalamoscómo si no fue así se debió a la crisisinterna de las monarquías hispánicas.Para poder entenderla nos vamos adetener en este capítulo en laconfiguración de la monarquíacastellana y haremos lo mismo despuéscon la aragonesa.

Siete partidasFuero Real

Fuero de Sepúlveda,

y

¿Cómo se fue forjando el modeloinstitucional de la Corona de Castilla?

¿Cuáles eran las instituciones másimportantes?

¿Cómo era el ordenamientoterritorial de Castilla?

¿Tuvo otras instituciones centrales laCorona de Castilla?

Has señalado que la Corona deCastilla conservó la identidad de susreinos, ¿cómo logró entonces la igualdadde sus súbditos?

¿Dónde apareció la primerauniversidad española?

¿Cómo era la organización social?

¿Cuál era el régimen económico?

¿Qué papel tenía la Iglesia católica?

Se fue forjando gracias a laReconquista y a la repoblación en lostérminos establecidos en fueros. Estacircunstancia explica que Castillaposeyera un acento de libertad quellegaba incluso a las clases inferiores dela sociedad los caballeros villanos y queestuvo ausente en otras zonas de España.

La repoblación fue, en ocasiones,municipal siguiendo un modelo casidemocrático; y en otras, señorial,especialmente al sur del Tajo. Este último

modelo daríaun poder a losn o b l e s q u ec r e a r í atensiones conel rey.

En primer lugar, la monarquía que teníaelementos de derecho divino, pero que noera una teocracia. De hecho, el reygobernaba no sólo en la medida en que teníaderecho dinástico, sino en que además seajustaba a ese derecho.

En segundo lugar, se encontraban lasCortes, un germen de parlamento que,como en el caso inglés, se relaciona con elderecho a autorizar o prohibir los gastosregios y también a defender los derechos delos súbditos.

La Corona de Castilla mantuvo lavigencia de sus reinos, es decir, León,Castilla, Galicia, Toledo, Extremadura,Sevilla, Córdoba, Jaén y Murcia. Sinembargo, tuvo una sola Corte regia y unasCortes únicas para señalar la unidad detodos los reinos. Sí hubo dos Cancillerías lade León y la de Castilla y cuatro notarios: el

de Castilla, el de León, el de Toledo y el deAndalucía.

Sí. Fue el caso de la Audiencia (1371),el Consejo Real (1385) y la Casa deCuentas.

Pues de la única manera que esto resultaposible, mediante la igualdad jurídica. Esoexplica la importancia de lasy del de Alfonso X el Sabio o laextensión del de 1076,a todas las poblaciones nuevas. Desde estaperspectiva, el reino Castilla era política,social y jurídicamente una entidad muchomás moderna y avanzada que Aragón oNavarra. Eso explica, por ejemplo, queprotagonizara otros logros y que launiversidad apareciera en esta corona.

La más antigua documentada es la deFalencia. A finales de 1218, Alfonso IXfundó el Studium Salmantino, actualUniversidad de Salamanca. Alfonso X

protegió el Estudio y le otorgó su estatutoen 1254 y, al año siguiente, obtuvo del papaAlejandro IV la validez universal de lostítulos de Salamanca, salvo en Bolonia yParís. Se trata de universidades másantiguas que las famosas de Oxford yCambridge.

Tras el rey se encontraban los nobles,los villanos-libres y los siervos. Sinembargo, la situación de los siervos era,posiblemente, la mejor de Europa.

Por debajo de éstos se hallaban losjudíos que disfrutaban del mejor trato detodos los reinos peninsulares, que pasaronpor una época de oro y que contribuyeron aldesarrollo de la administración- y losmusulmanes o mudejares.

Tenían una especial importancia laagricultura, la industria lanera que acabaríadando lugar a la Mesta el comercio con losmercados del norte de Europa.

Muy considerable. Se reflejó en el estilogótico y también en la literatura y en launiversidad

Hace meses que pedí a “unexperto” de arreglar las cañeríasen una de las obras de laFundación “San Rafael” y lascosas no sólo siguen igual sinopeor. Cada vez que le preguntécómo funciona el pozo, la cisterna,la bomba, las cañerías, la respuestaera: “

”, o “”. Pero nunca solucionó

el problema.

Un mero hecho pero como estehay miles que describen la falta nosólo de profesionalidad sino hastade un elemento indispensable paradefinirse como ser humano: laseriedad en el decir las cosas, laseriedad en el asumir la propia res-ponsabilidad. Una palabra vale laotra, un compromiso significa“hago lo que se me antoja y comose me antoja”.

Solamente en la semana quepasó los dolores de cabeza hansido terribles: la empresa cons-tructora tenía que acabar con elrebajo exterior de la nueva clínicay no aconteció así aprovechandoque el contralor de la obra estabade vacaciones; en ocasión de micumpleaños una buena señoraregalo a la granja una desmaleza-dora nueva y el encargado de

moverla inculpó a la empresa ven-dedora de un problema del cual hasido el único responsable.

Pero la cosa más inhumana porabsurda es que cada vez que inten-tamos explicar a las personas elsignificado de una cosa, como usaruna máquina, qué significa asumiruna responsabilidad, respondenque “si”, que han entendido… y esuna terrible mentira. Nunca ynadie pregunta, siempre respon-den “Si señor” o “yo sé hacer detodo un poco”. Usan una cosa y sise rompe difícilmente dicen “yo lahe roto” sino “se rompió”. Lomismo pasa cuando llevan algo,difícilmente vuelve a su lugar. Y loque es peor es que tienen este com-portamiento hasta en nombre deCristo: “Padre, yo soy católico,apostólico, romano, yo soy cate-quista, yo soy responsable de lacapilla” y después desaparecesiempre algo… y no hay remordi-miento.

Pero si nos quedamos en estanegatividad arriesgamos de vol-vernos pesimistas y amargados ypor eso la urgencia de educar anuestra gente. Recuerdo siemprecomo mis padres me formaron.Normalmente delante de una difi-cultad yo tiraba la toalla e intenta-ba hacer otra cosa. Pero ellos me

reclamaban diciéndome: “

”.

Por ejemplo: cuando volvíadel colegio tenía que hacer lastareas y eran muchas. Así que meponía a realizarlas. Sacaba el librode matemáticas y sin ninguna ganaintentaba resolver los problemas.Pero en cuanto aparecía una difi-cultad agarraba el libro y lo poníaen la mochila y pasaba a otra mate-ria y, presentándose alguna difi-cultad hacia lo mismo que con lasmatemáticas. ¡Imagínense la reac-ción de mi padre! “

”.

Sólo si después de todas lastentativas no lograba la soluciónme permitía cambiar de materia deestudio diciéndome: “bueno, no lolograste pero hiciste todo lo posi-ble… verás mañana con el profe-sor”. Lo mismo sucedía con el tra-bajo: si o si tenía que terminarsiempre con la tarea que mepedían, si no del castigo no me sal-vaba ni el Padre Eterno. Tambiénrecuerdo el tirón de orejas cuando,

por ejemplo,u s a b a u nmartillo ydespués nolo devolvía as u l u g a r .Aún me pare-ce escucharlos gritos demi papá.

Cuandoa mi casallegó la heladera, nadie sin el per-miso de mis padres podía tocar ymucho menos sacar algo. Éramoscinco hijos y sólo ellos sabían aquien de los cinco estaban destina-das ciertas cosas. Una educaciónprecisa, seria, que nos formó comohombres responsables y con unadignidad. Para mis padres no exis-tía el vai-vai. Ni siquiera cuandotenían que agarrar un trabajo aje-no. Ellos daban su palabra y erasuficiente. Nunca firmaron pape-les de compromiso para garantizaral cliente. Era suficiente la pala-bra.

¿De dónde brotaba esta perso-nalidad? De la educación cristia-na, de aquella formación sencillatransmitida de generación en gene-ración por la cual la fe coincidíacon la vida, con el modo de pensar,hacer, decidir. Fe y vida eran la

misma cosa. No existía la fe y lavida, la fe y el trabajo. No. La fe enlo concreto de la vida era el modode trabajar, de hablar, de mirar a larealidad.

Por eso en un pueblo donde lapobreza era la reina, no sólo pudi-mos sobrevivir al hambre sinovivir con dignidad, alcanzando enel tiempo un desarrollo hoy díaenvidiado por todos.

Muchas veces sus habitantestuvieron que emigrar a Américadel Sur llevando aquel “

” que crea aquella riquezaque aún es visible en muchos paí-ses latinoamericanos.

Tristemente con el pasar deltiempo aquella sapiencia desapa-reció dejando que el vaí-vaí seadueñe de la cultura con las conse-cuencias bien y bien visibles.

el culpable de lo que pasa esquien hizo la instalación alcomienzo … muy bien, hemosarreglado

Nocomenzar miles de trabajos y des-pués no acabar ninguno

Hijo, te repito(nunca se cansaba de usar estaspalabras) cuando comiences unacosa si o si tienes que llevarla asolución. Agarras el libro de mate-máticas y hasta que no solucionesel problema de aquí no te mueves yno pasas a otra materia

modusvivendi

P.Aldo

La cultura del vaí-vaí

Jueves 21 de enero de 2010 OBSERVADOR SEMANAL 7

ACTUALIDAD

No ha sido insuficiente la pobreza paraponer de rodillas al pueblo de Haití, el paísmás pobre del continente, sino también unterremoto con un saldo de más de 100.000muertos.

Cuando el jueves 14 de mañana mire eldiario quede petrificado: ¿por qué, Señor?¿Por qué permitiste que la violencia de lanaturaleza matara miles de hombres ya“muertos” por la pobreza? Conmigo, quizá,cuántas personas se habrán hecho lasmismas preguntas. Parece terrible esteDios que en lugar de golpear a losmalvados, a los bandidos ricos, se“divierte” en destrozar a los que ya en estavida experimentan lo peor del infierno.

El dolor inocente, el dolor de los pobreses el más difícil de percibir por la razón.Además siempre en la historia del hombreel dolor del inocente, del pobre ha sido lamás grande objeción a la existencia de Diosy, en particular, de un Dios Padre. Si porquesi Dios es Padre ¿cómo permite estastragedias? Ya Job se había planteado esteproblema afirmando que el día delnacimiento de un hombre es una maldiciónporque la vida es fundamentalmente dolor yaburrimiento.

Miraba el diario con estas preguntas quecomo clavos me hacían sangrar el corazón ycon sorpresa vi dos bellísimas fotos: laprimera estaba en la tapa del diario ypresentaba a una mujer desesperada con lacara mirando al cielo y los brazos abiertosen forma de cruz, mientras al fondo habíamiles de toneladas de escombros. Unescenario apocalíptico. La segundaproponía a nuestros ojos, o mejor a nuestrocorazón, una iglesia completamentederrumbada, reducida a escombros. Pero enmedio de esta visión terrible la sorpresa deuna columna intacta en la cual estaba uncrucifijo, también intacto.

¡Qué impresión, que dulzura, quesignificado cargado de esperanza!

Todo alrededor era el triunfo de lamuerte pero en el medio una mujer mirandoal cielo con sus brazos abiertos en cruz ydentro de una iglesia derrumbada la bellezallena de dulzura de un Cristo crucificado. Laviolencia de la naturaleza no sofocó el gritode aquella mujer “crucificada” mirando alcielo ni al crucifijo, símbolo de unaPresencia que también en este momento porun milagro quiso, mediante una talla,decirnos que Él está aquí.

¡Qué impresión! Mientras en muchaspartes del mundo quieren sacarlo de todoslos lugares, aquí ni siquiera la violencia ter-rible del terremoto logró sacarlo de lamirada de los sobrevivientes. Una vez másquiso quedarse con nosotros para decirnosque el grito de aquella mujer, símbolo de losmillones de personas desesperadas cuyaspreguntas, cuyos porqués, sólo puedenencontrar en Él una respuesta.

Todo se derrumbo pero Él estaba, estáallí. No importa si la imagen es de yeso omadera. Lo que interesa es que aquel signonos grita, más fuerte que la violencia delterremoto, que Él está vivo. No existerespuesta humana racional ni razonable alas preguntas de Job y de todos nosotros. Larazón es impotente. La única respuesta es

aquel crucifijo porque es la respuesta queDios Padre mismo se encargo de darnosenviando a Su Hijo único al mundo,asumiendo la condición dolorosa de cadauno, para revelarnos que el destino del hom-bre es bueno, también cuando lascircunstancias sean las más terribles, comolas de un terremoto que arrasó a todo unpaís.

Cristo no elimino, ni elimina hoy laspreguntas que nos atormentan, Cristo novino para eliminar, censurar estas preguntasni a acabar con la violencia de la naturalezani para ahorrarnos el dolor y la muerte.Cristo vino para decirnos que Él es larespuesta a cualquier interrogante, Él es elsentido, el significado último de todo. Elmal no es obra de Dios, el mal es obra delpecado, de aquel pecado, que la Iglesiallama original, que no sólo descompuso elYo humano sino la misma naturaleza, el cos-mos que, como afirma San Pablo: “

”.

Este terremoto es un nuevo parto, no esun aborto si se reconoce que Él está vivo,está presente. De lo contrario, ¿de quéserviría nuestro sanatorio que prepara día adía a morir a decenas de pacientes o el dolory la muerte de la bellísima Gladys con tansólo 23 años acontecida el mismo día del

desastre en Haití? No son las proporcionesgrandes o pequeñas del mal que indican unmás o menos de dolor, un más o menos deinjusticia. El dolor de uno o de cien mil essiempre dolor, es siempre una provocación.El problema es que sin la fe, sin reconoceren aquel hombre crucificado en medio delos escombros la victoria sobre el pecado, elmal todo sería absurdo. Pero aquel crucifijomilagrosamente “vivo” entre toneladas deescombros afirma solemnemente “

” "”.

Por eso en este momento de dolor loúnico que nos queda es la de mirar en la caraaquel crucifijo, mirar en la cara a Jesús,como aquel día cuando Marta, entrelagrimas y sollozos fijo sus ojos en los deJesús diciéndole: “

” Ledice Jesús: “ ” Pero

Marta no podía pensar enpostergar a mañana el gusto, laesperanza de volver a ver a suhermano y contesta: “

”. Pero ¿y ahora?Jesús le respondió: “

Un desafío impresionante,un desafío que parece ponerK.O. a la razón, que según loscriterios de nuestra pobrein t e l igenc ia euc l id i anarespondería con un No seco.Pero la razón, para Marta, nose reduce al propio ombligo, auna medida restringida sino,gracias a la amistad con aquel hombre, contoda aquella energía que le permite mirar larealidad a 360º y contesto: “

”.

El sí de Marta (fíjense que estabadelante de un cadáver maloliente de tresdías) ha sido el acto supremo de una razóntriturada, molida, pero llena de la certezaque aquel hombre no la engañaba porque SuPresencia excepcional, hasta en un

momento tan terrible y doloroso, era larespuesta a lo que su corazón deseaba: lacerteza que su hermano estaba vivo.

También para nosotros en estemomento, como la foto de aquella mujerque grita hacia el cielo con los brazosabiertos en forma de cruz, también si llenode impotencia y dolor, la única cosa que nosqueda es la de gritar: “¡Si Señor, yo creo!”Es la única postura razonable porque de locontrario la desesperación se adueñará denosotros.

La fe, el “¡Si Señor, yo creo”, no eliminala rabia, el dolor, más bien aumenta lasensibilidad y el grito, pero reconoce hastaen la peor tragedia que el destino del hom-bre no coincide con la violencia de lamuerte sino con la certeza que Aquel hom-bre crucificado que nos mira desde aquellacolumna que surge intacta entre las

toneladas de escombros, está vivo y por eso,lejos de dejarnos determinar por el horror dela muerte arrasadora de un pueblo, aúnencontramos la energía de levantarnos yretomar el camino.

Una vez más hemos tocado con la manolos frutos del pecado, de la cruel violencia,de la muerte provocada por una naturaleza,ella misma herida por el pecado, pero almismo tiempo gracias a la fe podemosreconocer dentro de esta tragedia la dulce yamorosa mirada de un hombre crucificadoque nos mira recordándonos que Él, centrodel cosmos y de la historia, está vivo y estáaquí con nosotros desafiándonos como aMarta: “

De la respuesta que demos a estapregunta lo acontecido en Haití puederepresentar una tragedia irreparable o elcomienzo de una nueva vida. De unadecisión radical por lo que vale, por aqueldestino bueno para el cual está hechonuestro corazón y que los más de cien milmuertos nos indican porque ya para ellos noes más algo que vendrá sino Alguien en elcual ya viven en plenitud.

gime losdolores del parto esperando la resurrecciónde los Hijos de Dios

Yo hevencido la muerte Yo soy el camino, laverdad y la vida

Señor, si hubieras estadoaquí, no habría muerto mi hermano.... .

Tu hermano resucitará .

Yo sé queresucitará en la resurrección,el último día

Yo soy laresurrección. El que cree enmí, aunque muera, vivirá; ytodo el que vive y cree en mí,no morirá jamás. ¿Creesesto?».

Sí, Señor, yocreo…

¿Crees esto?

(G.L.)

Entre los escombros de Haití,la mirada tierna de un crucifijo

Una mujer llora, mirando al cielo, delante de los escombros en Puerto Príncipe

Todo destruido pero queda en pie un crucifijo: el amor de Dios

OBSERVADOR SEMANAL8 Jueves 21 de enero de 2010

LA AVENTURA HUMANA DE LOS SANTOS

ACTUALIDADACTUALIDAD

A C T U A L I D A D

Casi todas las enfermedades que afligennuestra pobre existencia terrena tienen unprotector, generalmente escogido por el pueblo.Para el dolor de garganta, la propia Iglesiapropone a San Blas, mártir, de quien la tradicióncuenta que libró a un niño de una espina depescado que lo asfixiaba. Si se trata de problemade visión, el pueblo invoca a Santa Lucia, contralas enfermedades de la piel hay quienes recurrena San Bartolomé, apóstol, cuyo martirioconsistió en ser desollado vivo por los verdugos.

San Sulpicio es invocado por muchos contrauna peligrosa enfermedad pulmonar: la pleuritis.Una tradición cuenta que curó milagrosamentede esta enfermedad a Clotario II, rey de losmerovingios, en Francia. Como manifestaciónde gratitud, el rey atenuó los impuestos quepesaban sobre la cuidad de Bourges, donde SanSulpicio era obispo.

Poco sabemos de la vida de este santo antesde su elevación a la Sede Episcopal de Bourges.Se sabe que era natural de Francia y pertenecía alclero de aquella ciudad, cuando, al morir supredecesor, fue escogido como pastor de aquelsitio. Esto sucedió en los primeros decenios delsiglo VII.

Era el siglo en el que Francia adquiría, pocoa poco, su fisonomía de nación, con su pensa-miento político y social y por su parte, la Iglesiacompletaba la obra de evangelización en lasaldeas más remotas y aisladas que estabantodavía aferradas a las tradiciones paganas.Muchos colaboraron para esta obra los monjesde san Benito y san Columbano.

El cristianismo entró en Bourges en el sigloII. La importancia de esta ciudad aumentó y seconvirtió en arquidiócesis, vanagloriándose decontar con seis santos entre sus obispos.

El paso de Sulpicio en la diócesis fuetrascendental debido al trabajo eficaz quedesplegó, tanto en la propagación del Evangelioy la consolidación de la fe, como en la formacióndel clero y en la implantación de la vida monásti-ca, que representaba en aquellos tiempos laorganización más eficiente y perseverante parala difusión del Evangelio.

Otra obra meritoria de San Sulpicio fueapaciguar los frecuentes choques que se dabanentre los diversos grupos étnicos que deambula-ban por Francia en aquel periodo de consolida-ción política.

Sulpicio falleció en enero del año 647 y fuesepultado en una abadía benedictina, fuera de losmuros de la ciudad. En Paris, fue dedicada a sunombre una de las Iglesia más linda de la capitalfrancesa, sobre la margen izquierda del río Sena,cerca de la Universidad de la Sorbona. Estaiglesia se hizo famosa porque tiene un seminariollamado también san Sulpicio, que fue el mayorcentro de formación del clero francés.Allí surgióla institución de los padres religiosos de sanSulpicio.

Con esta obra, san Sulpicio ha continuadocolaborando desde del cielo con la grandeza de laIglesia de Francia.

San Sulpicio

Fruto de una tragedia que nos superaa todos, nos deja sin aliento. Una tragediaque nos obliga a preguntarnos ¿Quién esel Hombre? ¿Qué es la vida? ¿Qué senti-do tiene todo?

Nosotros que pensamos poder vivirsin Dios y muchas veces nos sentimosdueños de la vida y del mundo mismo.

Delante de la tragedia nos quedan doscaminos: blasfemar o rezar. O uno es cre-yente o se vuelve contra Dios. Y el cris-tiano dice ser quien reza, en lugar de blas-femar, de echar culpa a los demás, pensarque es el castigo de Dios.Yno lo hace porsentimentalismo, ni por comodidad.

Al contrario, es más incomodo, peromás verdadero. Porque cuando el miste-rio de la vida nos supera -nos supera seaen la alegría o en el dolor- es más verda-dero abrir nuestras manos vacías, o llenasde escombros, llenas de la sangre de nues-tros hermanos, y gritar: toma todos estos

muertos y susténtalos en tus manos, sus-téntalos en tu corazón misericordioso.

Porque nosotros no logramos nisiquiera a proteger a los que amamos.Porque la vida es más grande que noso-tros y la muerte es aquel momento privi-legiado donde la vida toca físicamente SuMisterio. La naturaleza no es Dios. En lanaturaleza existen los encantos queengendran maravillas y los desastres queengendran dolor.

Nosotros no rezamos a la naturalezaque tiene defectos, como cada criatura.Rezamos a Dios creador para abrazar eldestino de todas las victimas. El destinotriste de nuestros hermanos haitianos.

Solo Dios, en el dolor como en la ale-gría, nos recuerda que no somos dueño denuestra pobre vida. Como aquella fotodramática donde se muestra la catedraldestruida, y una mujer que grita frente ala única cosa que no ha sido derrumbada

por el terremoto: un pilar con el crucifijo.

Frente a estas situaciones dramáticas,como la de Haití, el corazón no se quedasatisfecho con análisis tipo “es el castigode Dios porque el país ha hecho un pactocon el diablo”, o “culpa del descuido delhombre en el construir los edificios y lascasas que han facilitado el desastre”.Todos juicios que no dan paz ni a losmuertos, ni a los vivos.

Sólo aquel crucifijo tiene la fuerza deenjugar nuestras lágrimas. Tiene la fuer-za de darnos esperanza para empezar denuevo. Sólo el crucifijo puede escucharel grito de aquella mujer que había perdi-do todo frente a las ruinas de la Catedral.Sólo el crucifijo puede salvar lo que noso-tros no logramos salvar.

Sólo a Él podemos entregar todosestos muertos.

Señor, te entregamos todos estos muertos

Paolo Buscaroli

Trabajo y estudio caminan unidos. Elestudio es un instrumento de la razón, eltrabajo la modalidad ante la cual elconocimiento de la razón se traduce enobras. Cuando san Benito y sus monjesconstruyeron la Europa Medieval teníanclara la unidad profunda entre el estudioy el trabajo y el lema: “ ”expresa la esencialidad de este binomioen la experiencia de Dios.

La razón penetra en la realidad,quiere conocer su origen, su autor, susleyes y normas, su finalidad. Lasdiferentes materias científicas son elfruto del a investigación de la razón ycaminos para que la razón pueda seguiren el conocimiento siempre más profun-do de la realidad. El trabajo es latraducción concreta de esta fatigainvestigativa de la razón.

Por ejemplo, un arquitecto cuandorealiza una obra, indiscutiblemente tieneque partir de la razón y de la realidad ysolamente después entrega el productode su estudio a una empresa constructoraque mediante el trabajo realiza cuanto lainteligencia creativa del arquitecto haproducido. Lo mismo pasa con el arte.

Un pintor, un poeta, un artista, mira,penetra la realidad con su capacidadcognoscitiva y la genialidad de la razónexpresa en poesía, en cuadros,esculturas, en música, cuanto en elsilencio de la contemplación de larealidad escucha sus vibraciones, sus

gritos, sus provocaciones.

Un poeta delante de unabella mujer o de un panoramase siente arrastrado por estabelleza y casi instintivamentepone en verso o prosa lassensaciones, los sentimientosque este hecho provocan en sucorazón. Lo mismo vale paracualquier producción artísticaque el hombre produce: antese x i s t e s i e m p r e u n aobse rvac ión , una pas ión , unacomprensión o contemplación de larealidad y después nace, presentándosela obra de arte como en un parto.

Estudio y trabajo son funcionales unoal otro. La observación está en el origende la investigación y el fruto es el trabajo,la manipulación de la realidad según eldestino al cual está creada.

Entonces el problema del estudio hoydía es que forma parte de una mentalidadque lo ha sacado de la realidadreduciéndolo a algo abstracto, teórico, almargen de la vida y por eso insoportablea aburrido para los chicos.

En tanto, cuando un chico encuentra,por ejemplo, un profesor de matemáticaaferrado a la realidad lo cual le permitever como las leyes matemáticas tienenque ver con esa realidad, con el tiempoquedará fascinado, atrapado. Pero si elprofesor no vive asombrado por el cos-

mos, por la realidad, lo que comunica esalgo abstracto que justamente, nointeresa a nadie.

Educar al estudio es educar a lapasión por lo real, por lo que existe, esintroducir a la persona en el asombro porel dato dado. Es ayudar al chico areconocer la realidad como un datoprovidencial porque mientras obscurece,revela; es signo el Misterio, de aquel Túque está en el origen de todo y hacia elcual todo camina.

Estudiar significa igualmentecontemplar, es decir, dejarse aferrar porel Ser.

En este sentido implica una actitudllena de atención y aceptación de larealidad. Es decir, mirar en la cosa larealidad y reconocerlo como esencialpara el desarrollo de la propiapersonalidad.

Ora et labora

El valor del estudio

E D U C A C I O N Y T R A B A J O

(T. A.)

Con reconocimiento del Ministerio de Educación y Cultura

Inscripciones abiertas desde el 1 de diciembre de 2009

Descubra el sabor del éxito con la profesora Sarita Garófalo

Carrera Gastronómica

Título de Post Grado Internacional

Escuela GastronómicaCentro Garófalo

DESDE 1951

Más informes: 660-425 613-040 Tte. Vera 1678 c/ San Martín

www.escuelagarofalo.com.py - garofalo@rieder.net.py