(Con sus manos, colóquese una armadura) Me pongo la armadura de

Dios para estar vestido de Cristo. (Ponga las manos sobre la cabeza) Me

pongo el casco de la salvación sobre mi cabeza y llevo mi

mente a la cautividad de nuestro Señor Jesucristo. Someto mi

voluntad a la Tuya y ruego porque Tu voluntad perfecta se

haga en mí. (Ponga las manos sobre sus ojos) Me pongo el casco de la

salvación sobre los ojos, para ver con los ojos de Jesús. (Ponga las

manos sobre la naríz) Me pongo el casco de la salvación sobre la

naríz para participar de las fragancias de nuestro Señor

Jesucristo y yo sea agradable a Él. (Ponga las manos sobre las orejas)

Me pongo el casco de la salvación sobre mis orejas, para

escuchar la voz del Señor y solamente obedecer su voz. (Ponga

las manos sobre la boca) Me pongo el casco de la salvación sobre mi

boca, para que las palabras de mi boca y las meditaciones de

mi corazón, sean agradables a Ti. ¡Oh Señor!, mi fuerza y mi

Redentor. (Ponga las manos sobre el pecho). Me pongo la coraza de la

justicia sobre mi corazón para siempre actuar con Tú rectitud.

(Ajuste las manos a su cintura) Me pongo el cinturón de la verdad en

la cintura para pararme en la seguridad. Fortalece al hombre

en mi interior. (Colóquese las sandalias en los pies) Me coloco las

sandalias del Evangelio de la paz y me calzo los pies con la

plenitud del Evangelio para ir a proclamar la Buena Nueva del

Señor Jesucristo. (Empuñe el escudo de la fe en su mano izquierda)

Sostengo el escudo de la fe con mi mano izquierda, para

desviar las flechas encendidas del enemigo. Tú, Oh Señor, eres

mi fortaleza, mi baluarte y mi Redentor. A Ti sólo acudo.

(Empuñe la espada de la Palabra en la mano derecha) Empuño la espada del

Espíritu con la mano derecha que es más aguda que cualquier

espada de dos filos, penetrando y discerniendo las intenciones

del corazón. Cúbreme con tu Preciosa Sangre y crea en mí un

corazón límpio y no permitas que caiga la maldad sobre mí.

(Colóquese con los gestos de las manos, un círculo de fuego) Erige un grueso

escudo de fuego alrededor de mí y no permitas que caiga

sobre nosotros ninguna maldad. Pongo a mi familia, a mi

comunidad y a mí mismo, bajo la Cruz de Jesús y la protección

de Su Sangre Preciosa, ( santigüese) en el nombre del Padre, y del

Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

ORACION DE PROTECCIÓN

Efesios 6:12