PASTILLITAS BÍBLICAS PARA RUMIAR 34-4 AGO 2014

Metodología popular para leer las narraciones

Queridos Hnos/nas, espero que el frío ambiental no llegue a nuestros corazones, pues, ellos, deberían estar calurosos por la fuerza del Esp. Sto. y la presencia de Jesús y María santísima cuando nos aproximamos a la Palabra mediante la Lectio Divina.

A la valiosa documentación que está en la plataforma de La Alegría del Evangelio, sobre una técnica de acercamiento y apropiación de lo que dicen los textos sagrados, les comparto la propuesta metodológica del Equipo de Coordinación de Lectura Pastoral de la Biblia-LEPABIPE, del cual tengo la dicha de ser uno de sus fundadores, y que fue puesta en blanco y negro por el p. José Mizzotti Monera smm.

En nuestra propuesta cuando estamos frente a un texto bíblico, especialmente si es una narración, -por supuesto: leemos, leemos, leemos…, y leemos- orientados/as por las siguientes interrogantes buscamos que los textos nos develen sus misterios:

1. ¿Cuál es el tema/asunto?, o sea, ¿de qué trata? Esto, para ubicarnos.2. ¿Cuáles son los personajes que intervienen? ¿Tienen características

espaciales? ¿Cuál es la relación entre ellos: armonía, oposición, indiferencia, etc.? ¿Tienen un significado simbólico especial?

3. ¿En qué tiempo –si lo hay- se desarrollan los acontecimientos? 4. ¿En qué lugar/res ocurren los sucesos narrados? ¿Hay traslados: de

dónde a dónde? ¿Estos tiempos, lugares y traslados tienen un significado teológico especial? Por ejemplo, si Jesús es llevado por el Esp. Sto. al desierto,

¿este lugar tiene un significado especial en la historia de Israel, tal como la presenta el Antiguo Testamento?

5. ¿Cuáles son las palabras clave? Es decir, aquellas en las que descansa la carga de sentido en los textos. Ej., si con mi ordenador, tomo el evangelio de Marcos y borro las siguientes palabras: Pasión, resurrección, hijo del hombre, cruz, fe: ¿Qué pasa con el mensaje del evangelio? ¿Se altera? Claro que sí… ¡pierde significado, pierde su fuerza salvadora!

Estas preguntas sencillas, nos pueden sernos útiles, si las utilizas con verdadero interés, pasión y amor, por conocer a Jesús, para amarle y hacerme su discípulo/a.

Cuando leas orientado por las preguntas propuestas, sólo lee el texto, sin comentarios, ni introducciones, salvo un diccionario gramatical, porque, de lo que se trata es que tú hagas tu propia lectura, hagas tu propio saboreo del texto.

Cuando ya tengas tu opinión formada, sí es conveniente que seas iluminado por los expertos, los exégetas, si deseas profundizar en tu acercamiento a la Palabra.

Otra pista, que nos regaló la Dra. Tirsa Ventura, en un curso de Métodos de Estudios Bíblicos, en la facultad AETE, es que cuando encuentras algo que crees importante, pregúntate: ¿Esto ya tiene algún/algunos antecedentes en el Antiguo Testamento? Es decir, ¿qué tradición está tomando, recordando, recreando etc.? Por caso, cuando Jesús es crucificado en tiempo de Pascua, ¿Ésta tiene alguna importancia para los judíos? Cuando Jesús se refiere a sí mismo como hijo del hombre, esta designación ya figura en el Primer Testamento, ¿dónde? ¿Tiene un significado especial?

No te vayas a atemorizar, basta con que te dejes orientar por las 5 preguntas iniciales.

Bendiciones.¡Y la Vida… Vencerá!!!Tu Hno. y Amigo,Lucio