PROMESA DE UNA MAESTRA

• Procurare cada día hacer de mi trabajo una experiencia grata y apasionante. Alimentare mi corazón y mi deseo de trabajar con las pequeñas grandes cosas que cosecho cada día.

• Me armaré de coraje y valentía para no dejarme arrastrar por las situaciones ambientales: Crisis, conflictos, carencias de recursos, etc. que me impidan entregar el mejor trabajo que en ese momento pueda hacer. ¡Daré lo mejor de mi sin reservas!.

• Me llenaré de energía y entusiasmo para asumir humanamente cada reto, cada situación. No huiré al trabajo. No despotricaré de él. Procuraré disfrutarlo plenamente y ver cada situación que se me plantee como la posibilidad para acercarme al perfil personal y profesional que me he propuesto.

• Haré todo lo posible cada día para que mi sitio de trabajo sea el reflejo de mis convicciones y principios. Quiero decir que me esforzaré por proyectar en él y con él responsabilidad, honestidad, respeto, lealtad y el firme propósito de hacer las cosas cada vez mejor. No seré pasiva. Con educación y trabajo haré sentir mi opinión y puntos de vista.

• Procuraré con mis acciones fortificar el entusiasmo y el optimismo de ser y hacer de mis compañeras de aprendizaje. Abrigaré en mi corazón la esperanza de ser útil.

• Procuraré que cada día mis clases tengan comienzo y final feliz. Haré todo lo que esté a mi alcance para que el encuentro diario sea una experiencia vivida, que regocije el interior de cada uno y sirva de invitación diaria para un regreso prometedor y entusiasta.

• Haré que cada contacto sea un recordado e irrepetible encuentro humano. Me aseguraré que cada día nadie se retire sin sentirse amado y valorado

• Me esmeraré porque mi salón sea el recinto sagrado y espacio natural deseado por todos; el lugar propicio para expresar sin reservas y amenamente los sentimientos

• Apartaré de mi vida aunque sea por un momento los problemas personales. Buscaré la alianza de Dios y me dedicaré con pasión a abrir caminos al aprendizaje

• Me esmeraré cada día por alimentar el corazón y el cerebro de mi grupo. Propiciaré el deseo irrefrenable de amar, aprender y descubrir. Los alentaré cuando se sientan fracasados. Procuraré que comprendan que el error o fracaso es sólo la oportunidad para reiniciar la búsqueda.

• Me esforzaré para que aprendan no sólo lo conocido sino también todo aquello que suponga riesgo e incertidumbre. Los induciré a investigar, a ser inconformes positivos, críticos y creativos

PROMESA DE UNA MAESTRA

• No vacilaré en comunicarle tanto con mis palabras, con mis gestos, que tengo fe y confianza en las posibilidades de cada uno. Valoraré su riqueza espiritual y a experiencia que han atesorado a lo largo de los años.

• Aprenderé de sus saberes y compartiré sin mezquindad los míos. Sin duda que cada día el enriquecimiento será mutuo

• Procuraré que cada día nos sintamos divinamente acompañados y que la convivencia solidaria sea el sentimiento y valor predominante en la clase. Lucharé para que nadie se siente desconocido ni ignorado.

No desaprovecharé ninguna oportunidad que me brinde mi trabajo para comunicar a los que me rodean que ser Maestra de Educación Preescolar es una filosofía de vida. Es un edificante compromiso que vale la pena disfrutar y asumir

Me propondré contribuir con mi comportamiento el modelo de empresa que siempre he deseado. Una Empresa próspera que ayude a prosperar a sus trabajadores.

Carmen Josefina Estaba Ciudad Guayana, 19 de noviembre de 1.996