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COMISIÓN DEACCIÓN SOCIAL NACIONAL
LA ORDEN FRANCISCANA SEGLARDESDE LA ACCIÓN SOCIAL NACIONAL
DEBE SACRAMENTARLA CALLE, LA VIDA, EL MUNDO.
PROYECTO: LA MUJER EMIGRANTE
COMISIÓN DE ACCIÓN SOCIALORDEN FRANCISCANA SEGLAR ESPAÑA
C/ SAN BERNARDO, 77 – 2º - [email protected]
28015 MADRID
CONSEJO NACIONAL - 20 SEPTIEMBRE 2015
SACRAMENTAR LA CALLE, LA VIDA, EL MUNDO
LA ORDEN FRANCISCANA SEGLARDESDE LA ACCIÓN SOCIAL NACIONAL
DEBE SACRAMENTARLAS CALLES, LA VIDA, EL MUNDO.
SACRAMENTAR LA CALLE-
Vamos a encomendarnos al Espíritu Santo, a nuestro seráfico padre san
Francisco y a nuestra madre Clara. Que nos ayuden a interpretar los signos de
nuestro tiempo; signos, los tiempos, eso queda muy lejos, hoy, en la calle.
¿Dónde deberíamos estar los seglares?
En las calles y en el mundo, donde están nuestros hermanos, en la calle.
Rompiendo clases sociales, y mirar más nuestro entorno y cercanía que
nuestro yo.
Pero no es así, estamos –como de costumbre- en nuestros rezos y rincones
de silencio emulando a los frailes y monjas. Y no es que estemos contra el
silencio, no.
Nosotros, partiendo de la Palabra de Dios, de los escritos de nuestro
seráfico padre; deberíamos pisar más la calle.
Para Sacramentar las calles debemos salir de nuestras comodidades y
rutinas.
Regla 6 Artículo 17 1 CC.GG.
Su apostolado preferentemente es el testimonio personal en el
ambiente en que viven y el servicio para la edificación del Reino de Dios en
las realidades terrenas.
En las Fraternidades promuévase la preparación de los
hermanos para la difusión del mensaje evangélico «en las condiciones
comunes del mundo».
Para Sacramentar la calle hay que vivirla, hay que creértela, hay que quererla.
¿Tú amas? Sin duda.
Para amar hay que entregarse. Y sin esperar recompensa alguna.
¿Dónde están nuestros vecinos, nuestros próximos?
Barrio, Asociaciones; Ahí deberíamos estar, junto a ellos.
En la calle.
Y nosotros ocupados en nuestra vida, calentitos o fresquitos, y decimos:
qué pena de nuestros hermanos, los pobres y necesitados de éste mundo.
En ese momento debemos dejar a un lado las penas y tristezas y salir a la
calle, y estar con nuestros hermanos, encontrarnos con los que no tienen techo,
comida, esperanza; no tienen cariño.
Para que puedan recuperar su dignidad de personas, ¿qué hacemos?
nosotros se la quitamos con nuestra “caridad” y “buen hacer”. Eso sí, sin
intención alguna, no sea que tenga que rascar los bolsillos.
Dice el Papa Francisco:
“Si la fe no llega a los bolsillos y
no está dispuesta a donar, no es
genuina”.
SACRAMENTAR LA VIDA.-
En la Regla 13 y Artículo 18 3 de las Constituciones Generales.
Colaboren con los movimientos que promueven la hermandad
entre los pueblos: comprométanse
a «crear condiciones dignas de
vida» para todos y a trabajar por la
libertad de todos los pueblos.
Sacramentar la vida nos recuerda san Juan en su primera epístola: “Es claro que
quién dice que ama a Dios a quién no ve, y no ama a su projimo, a quién ve,
es un hipócrita.
Cuando salimos a vivir en paz y fraternidad y somos más que solidarios
con nuestro entorno, es aquí que debemos sacramentar la vida con nuestros
hermanos.
El cristiano, el franciscano, debe hacer que el don que Dios le ha dado, no
se quede como el tesoro que permanece escondido, como el talento que se
guarda para poder dar cuenta en el día que nos lo pidan.
José Rodríguez Carballo (ofm) habla del tesoro escondido en el campo
(Mateo) y a continuación viene la parábola de la perla preciosa.
Todas estas parábolas son una reflexión a la determinación y a la
responsabilidad.
Estas parábolas podríamos resumirlas en decidirse por lo que vale la pena.
No basta buscar, no basta encontrar, es necesario decidir, quien mete los
pies en un mismo zapato no camina.
Hay muchos admiradores de Jesús ¡pero no son sus discípulos! Sí por
discípulo entendemos la persona que sigue el camino trazado por Jesús con su
vida y con sus enseñanzas.
No hay evangelio a la carta, no podemos tomar lo que nos gusta. Y lo que no
nos gusta ¿A quién se lo encomendamos?
Qué poco apreciamos la vida que Dios nos regala cada día, cada mañana,
cada momento.
Cuando un hermano pide pan, TÚ, franciscano, lo mandas con mucho cariño y
buenos modales a Caritas, a la Parroquia, o a alguna ONG. Pero no lo mandas a
las OFS ¿por qué? Siempre la misma respuesta, no tenemos conocimiento, no
tenemos dinero; pero a veces, no es el dinero, sino el tiempo
¿Compartirías en tu casa tu pan con el necesitado?
¿Te pones en el lugar del marginado?
¿Eres franciscano seglar?
¿Te pones al lado del necesitado?
Todo esto es comenzar a hacer
condiciones dignas de vida
sacramental.
Yo me pregunto:
― ¿Cuántas cosas hacemos?
Como fraternidad, algunas.
Como individuo, muchas.
Pero NO COMUNICAMOS, no hay comunicación, local, provincial y nacional.
¡Qué poco nos queremos cuando se trata de nuestro bolsillo!
Cuando nos piden ¡el compartir!
Tenemos riqueza en el corazón, caridad, la Palabra de Dios, el
conocimiento de Dios hace que ésta riqueza llegue a los bolsillos. Y esta es
una regla de oro. Cuando la fe no llega a los bolsillos no es una fe genuina.
Es una regla de oro que Pablo aquí dice: “Son ricos en muchas cosas, ahora
también sean generosos en esta obra generosa”.
Papa Francisco.
LA COMISIÓN DE ACCIÓN SOCIAL DEL 2013 AL 2015 CUENTA CON
UNOS CINCO PROYECTOS.
SÓLO TRES PROVINCIAS HAN CONTESTADO
A Francisco le daban asco los leprosos.
¿Me dan asco los pobres?
Así podríamos comenzar para poder sacramentar la vida y, querer a
nuestros hermanos más desfavorecidos. Y nunca deberíamos saber porqué y por
quién, sino, por nuestro padre san Francisco.
La comunicación es esencial para la convivencia de cada día, en cada
hora, en cada momento, o sea, un WhatsApp sin florituras.
El GUASA ese que está de moda en los móviles.
Todo es vivir la vida con mucha
intensidad, dice Jesús: “He venido al mundo
para dar vida y vida en abundancia”.
Que nos queramos y respetemos como
nuestro padre Francisco amó y respetó a
nuestra madre naturaleza.
SACRAMENTAR El MUNDO.-
Regla 8 Artículo 14 1 Constituciones Generales.
Conscientes de que Dios ha hecho de todos nosotros un pueblo y ha
constituido a su Iglesia sacramento universal de salvación, los hermanos
comprométanse en una reflexión de fe sobre la Iglesia, sobre sumisión en el
mundo de hoy y sobre el rol de los franciscanos seglares en la Iglesia,
afrontando los desafíos y asumiendo las responsabilidades que esta reflexión les
ayudará a descubrir.
El apostol San Pablo en su primera carta Corintios 14 1
La estructura ministerial de la Iglesia supone e incluye una estructura
sacramental que es de servicio en todas sus dimensiones.
Los sacramentos instituidos por nuestro señor Jesucristo son los signos
visibles de ésta capacidad de transmitir la vida nueva para un mundo nuevo que
nosotros, franciscanos seglares, tenemos que hacerlos vivos, no con la palabra,
con obras, con nuestro ejemplo, ese ejemplo que estamos obligados por
herencia con nuestro seráfico padre, de minoridad, de responsabilidad y amor al
mundo; que es donde nacemos, vivimos y pasamos al Amor del Padre, con la
ayuda de Jesús y de María.
Por eso nosotros con la comunicación y la Palabra de Dios, debemos y
tenemos que sacramentar el mundo con buenas maneras y mejores resultados.
Si queremos referirnos al sacramento que se transmitió a la Iglesia, es
decir, al mundo, encontraremos la referencia especialmente en la palabra de
Jesús a Nicodemo: “En verdad, en verdad te digo, el que no nazca del agua y del
espíritu no puede entrar en el Reino de Dios”. (Juan 3 – 5).
Resumiendo, que en los cristianos franciscanos, mediante la vida
sacramental vivamos un compromiso de amor y de acción, no solo con los
hermanos sino con el mundo, aunque les fuera adverso, los maltraten y los
persigan.
Bajo esta perspectiva se
entenderá mejor que no es
posible tener intensamente
una dicotomía en la que
por una parte se vive una
vida sacramental intensa,
se es bautizado, se
confiesa con frecuencia, se
comulga a menudo; y por otra parte se practica una injusticia: no se tiene
verdadero amor y compromiso con los demás y mediante ellos con Dios.
¡Aquí pasa algo! Seguramente es que la vida sacramental no está tomándose en serio, cómo
tampoco se toma en serio la Acción Social Nacional.
Esto ya lo hemos apuntado algunas veces, parece ser que ahora se
empieza a entender.
Pues está claro que todas las fraternidades trabajan y mucho, pero no
recanaliza hacia la Acción Social Nacional, que es un logro que ésta Acción
Social quiere: saber qué proyectos tienen las fraternidades y que se quiere
transmitir a la familia franciscana.
Regla 15 Artículo 22 2 CC.GG.
Asuman posiciones claras cuando el hombre es agredido en su
dignidad por causa de cualquier forma de opresión o indiferencia. Ofrezcan su
servicio fraterno a las víctimas de la injusticia.
Regla 4 Artículo 8 2
Los franciscanos seglares atentos a las interpelaciones que llegan de
la sociedad y de la realidad eclesial, «pasando del Evangelio a la vida y de la
vida al Evangelio»; en la dimensión personal y comunitaria de este itinerario.
¿Sabes qué proyectos tiene la Comisión de
Acción Social Nacional?
BUSQUÉ A MI ALMA,
A MI ALMA NO LA PUDE VER.
BUSQUÉ A MI DIOS, Y ME ELUDIÓ.
BUSQUÉ A MI HERMANO
Y ENCONTRÉ A LOS TRES Rosario Navarro, OFS