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Semana santa tema 7 - jairo y jesus

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Quien hace de

Jesús su amigo, se

convierte en un

amigo de esperanza

y en una bendición

para las personas

con las cuales

convive.

Era un hombre

religioso, un

profesional exitoso.

Aparentemente tenía

todo lo que

necesitaba para ser

feliz.

Jesús estaba

caminando por

aquellas tierras.

“Jesús puede

hacer alguna cosa

por mi hija.”

Jesús fue con

Jairo.

Imagino que Jairo

estaba con

urgencia.

Cuando salió de su

casa su hija había

entrado en coma.

Sin embargo,

parecía que Jesús

no tenía prisa.

Mientras caminaba

atendía las

necesidades de los

que encontraba en

su camino.

Cuando él demora

en responder su

oración, es porque

le está queriendo

enseñar alguna

otra lección.

“Estaba hablando

aún, cuando vino

uno de casa del

principal de la

sinagoga a decirle:

Tu hija ha muerto;

no molestes más al

Maestro…

...Oyéndolo Jesús,

le respondió: No

temas; cree

solamente, y será

salva”.

Jairo iba delante

de Jesús diciendo:

–Por aquí, Señor, a

mi manera, como

yo quiero, por aquí

Señor es más

rápido.

A partir de ese

momento, Jesús

tomó a Jairo de la

mano y lo llevó por

dónde él quería.

Ser cristiano no es

tomar a Jesús y

llevarlo por donde

la gente quiere. Si

para aprender esta

gran lección,

tenemos que llorar,

Jesús va a permitir

que lloremos.

Jairo aprendió la

lección con dolor,

pero ¡qué día

grande fue ese!

Lo que Dios tiene

para nosotros

siempre es mejor

de lo que estamos

pidiendo.

“Y a Aquel que es

poderoso para hacer

todas las cosas

mucho más

abundantemente de

lo que pedimos o

entendemos, según

el poder que actúa en

nosotros”.Efesios 3:20

La única solución para

la muerte no es la

reencarnación, sino la

resurrección.

La promesa bíblica

de la resurrección

es un mensaje de

esperanza. Jesús

es “Amigo de

Esperanza”.

Jesús entró en la casa de

Jairo, y donde Jesús entra,

entra el poder y la victoria.

Abra su corazón.

“Estoy a la puerta y llamo, si

alguien oye mi voz y abre la

puerta entraré a su casa” (Apocalipsis 3:20).