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fabrizio-ruggeri
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Como justamente se dice en la carta que hemos recibido hace unos días, cuatro ojos ven más que dos y
dos cerebros piensan más que uno (añado yo).
La observación entre profesores, o observación simétrica, es una herramienta de desarrollo profesional
que aporta mucho, tanto al observador como al observado.
Cuando damos clase es muy difícil reflexionar sobre lo que estamos haciendo, falta tiempo para ver
objetivamente lo que estamos diciendo y proponiendo; por eso, un compañero que nos observa nos
devuelve una imagen objetiva de lo que hacemos y puede ayudarnos a mejorar.
La reflexión posterior a la clase, con nuestro compañero, es una ocasión para intercambiar información,
reflexionar juntos y plantearse el por qué de lo que hemos hecho, por qué se ha actuado de una
determinada manera en esa actividad...
Para que la observación tenga éxito hay que tener presentes algunos puntos importantes:
El que observa:
· no vamos a observar para decir si la clase es buena o mala, sólo vamos para analizar cómo se han
hecho las cosas
· el intercambio de información posterior a la clase observada sirve para buscar soluciones, para
comentar de qué otra manera se pueden hacer las cosas
· la observación de la clase de un compañero siempre tiene que ser sin enjuiciamiento; si hay critica, que
sea constructiva y de ayuda
El observado:
· el observado tiene que estar a gusto y confiar en el observador; por esa razón, os aconsejo hacer
observaciones simétricas con compañeros en los que confiáis profesional y personalmente
· es mejor si el intercambio de información se hace justo después de la clase, cara a cara
La primera observación es mejor que sea una observación de tipo general o sobre un punto que
vuestro compañero (el observado) os pida: puede ser la comunicación no verbal, la interacción entre
alumnos, la interacción entre alumnos y profesor, el tiempo de habla del profesor en comparación al
tiempo de habla de los alumnos u otros puntos
Está claro que una persona exterior a la clase como puede ser el observador está modificando de alguna
forma la realidad de la clase pero esa “molestia” va cada vez a menos si:
ü explicamos a la clase que ese “intruso” es nuestro compañero y está allí para observar a nosotros y no a
ellos.
ü explicamos que la “intromisión” forma parte de un plan de mejoría de la calidad docente
ü el observador se pone en una esquina y detrás de los alumnos, lo mas posible lejos de ellos
A partir de ahora, lo que os invitamos a hacer es:
Ø hacer dos observaciones de aquí a final de curso académico, la primera de ellas entre el 18 de
noviembre y el 18 de diciembre.
Ø enviar la comunicación directamente a mí, de quién va a ver a quién, con la fecha de la primera
observación.
Ø tener una reflexión posterior a la clase observada lo antes posible, mejor si cara a cara y justo después
de la clase observada.
No hay que enviarme ninguna comunicación o informe de ningún tipo.
Por ultimo, querría destacar una entrevista muy interesante sobre este tema en el podcast de LdeLengua
con Elena Verdía, responsable de la formación de profesores del Instituto Cervantes, en la que se habla
de observaciones entre profesores: http://eledelengua.com/Podcasts/LdeLengua22.mp3