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4.- .Según Fernando Rielo explique creativamente en que consiste el Espíritu Psicosomatizado y La Divina Presencia Constitutiva de la persona. Para Fernando Rielo, la persona humana se halla estructurada por un espíritu psicosomatizado, "inhabitado" por la divina presencia constitutiva. Rielo prefiere la expresión "espíritu psicosomatizado" a "espíritu encarnado". El espíritu humano es la sede del yo que asume la complejidad de funciones de la psique con su integral somático. Psique y cuerpo forman con el espíritu la unicidad del ser humano en el que el espíritu es el principio rector. El acto del espíritu es la energía extática o potencia de unión que tiene como atributo la libertad que se proyecta en dos funciones psicológicas: la inteligencia y la voluntad. Esta energía espiritual o extática es la que dirige y controla las fuerzas pulsionales de la psique. La concepción de Fernando Rielo sobre la constitución del hombre es: En el hombre hay una unidad entre los niveles físico, psíquico y espiritual. Pero si buscamos un nivel que lo caracteriza esencialmente, éste no es el alma, sino el espíritu, precisamente porque el espíritu es aquella parte creada directamente, singularmente por Dios, que abre al hombre de forma libre, o sea personal, al diálogo con El. La Divina Presencia en los Seres Creados Distinguimos dos actos divinos en la constitución de los entes: uno es el mismo acto creador, el otro es el acto concreativo con el que Dios se hace presente en ellos de diferente manera, constituyéndoles, confiriéndoles el respectivo estatuto ontológico con la diferente modalidad de su presencia, en correspondencia a la diferente estructura de los entes mismos: Sobre la Divina Presencia Constitutiva, tres hechos aparecen, según Rielo, con la creación del espíritu humano desde el primer instante en que es biológicamente concebido. La negación de estos tres hechos denuncia un absurdo identitatico absolutamente cerrado e incomunicable: 1. el espíritu humano es + que su creación ex genética possibilitate porque si fuera solo creado resultaría "creado en cuanto creado", por tanto, imposibilidad de la creación; 2. el espíritu humano es + que espíritu humano porque quedaría en "espíritu humano en cuanto espíritu humano", por tanto, imposibilidad del espíritu;

Divina Presencia

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Page 1: Divina Presencia

4.- .Según Fernando Rielo explique creativamente en que consiste el Espíritu Psicosomatizado y La Divina Presencia Constitutiva de la persona.

Para Fernando Rielo, la persona humana se halla estructurada por un espíritu psicosomatizado, "inhabitado" por la divina presencia constitutiva. Rielo prefiere la expresión "espíritu psicosomatizado" a "espíritu encarnado". El espíritu humano es la sede del yo que asume la complejidad de funciones de la psique con su integral somático. Psique y cuerpo forman con el espíritu la unicidad del ser humano en el que el espíritu es el principio rector. El acto del espíritu es la energía extática o potencia de unión que tiene como atributo la libertad que se proyecta en dos funciones psicológicas: la inteligencia y la voluntad. Esta energía espiritual o extática es la que dirige y controla las fuerzas pulsionales de la psique.

La concepción de Fernando Rielo sobre la constitución del hombre es: En el hombre hay una unidad entre los niveles físico, psíquico y espiritual. Pero si buscamos un nivel que lo caracteriza esencialmente, éste no es el alma, sino el espíritu, precisamente porque el espíritu es aquella parte creada directamente, singularmente por Dios, que abre al hombre de forma libre, o sea personal, al diálogo con El.

 

La Divina Presencia en los Seres Creados Distinguimos dos actos divinos en la constitución de los entes: uno es el mismo acto creador, el otro es el acto concreativo con el que Dios se hace presente en ellos de diferente manera, constituyéndoles, confiriéndoles el respectivo estatuto ontológico con la diferente modalidad de su presencia, en correspondencia a la diferente estructura de los entes mismos:

Sobre la Divina Presencia Constitutiva, tres hechos aparecen, según Rielo, con la creación del espíritu humano desde el primer instante en que es biológicamente concebido. La negación de estos tres hechos denuncia un absurdo identitatico absolutamente cerrado e incomunicable:

1. el espíritu humano es + que su creación ex genética possibilitate porque si fuera solo creado resultaría "creado en cuanto creado", por tanto, imposibilidad de la creación;

2. el espíritu humano es + que espíritu humano porque quedaría en "espíritu humano en cuanto espíritu humano", por tanto, imposibilidad del espíritu;

 

3. el espíritu humano no puede ser sino persona formada por la divina presencia constitutiva porque, en caso contrario, resultaría "persona en cuanto persona", por tanto, imposibilidad de la persona. La divina presencia constitutiva, que por naturaleza es increada porque Dios no puede crear su propia presencia, es "gracia primera", gratia constituens, que transciende el concepto de persona creada elevándola a rango deitatico. "Cristo es ? afirma F. Rielo? el único que ha dado la más sublime, transcendente y sagrada definición mística del ser humano corroborando con su palabra nuestra mística deidad: "dioses sois" (Jn 10,34).

 

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La divina presencia constitutiva consiste, finalmente, en el datum intrínsecamente constitutivo, patrimonio genético de la persona humana, que detenta las siguientes funciones: dar carácter personal al espíritu humano; proveer el disposicional genético a la libertad; presentarse a la inteligencia como "ley del conocimiento"; proporcionar la forma del querer a la voluntad; otorgar al espíritu humano la energía, la energía extática, que lo pone en comunicación inmediata con el sujeto absoluto y con sus semejantes. La energía extática o acto del espíritu es, por tanto, una acción tendrica, esto es, la acción de Dios en el hombre con el hombre.

Esta energía extática, constitutiva de la persona humana, es la potestad ontologica que se presenta en los dos niveles: general o fundante, la creencia, energía constitutiva por la que se forja con la mediación de la diversidad de religiones, doctrinas y modos filosóficos de pensar, la tendencia unitiva hacia una Santísima Binidad que, por causa del pecado original, se presentaabscondita a nuestro herido inteligir; selectivo o transformante, la fe,energía cristologica que, elevando la creencia al orden de la gracia santificante, forja, inmediatamente, la unión del espíritu humano con la Santísima Trinidad en tal grado que nos hace mística u ontológica Santísima Trinidad de la Divina o metafísica Santísima Trinidad en revelado y manifiesto grado.