1. |. A. Abad IbczM. Garrido Bonao O.S.B. niciacion a la
liturgia le la Iglesia
2. I a edicin, octubre 1988 2a edicin, septiembre 1997 J. A.
Abad Ibez M. Garrido Bonao O.S.B. Iniciacin a la liturgia de la
Iglesia Segunda edicin COLECCIN PELCANO Coordinacin: Juan Manuel
Burgos Jos Antonio Abad - Manuel Garrido O. S. B. 1988 by Ediciones
Palabra, S. A. 1988 P de la Castellana, 210 - 28046 Madrid
Produccin: Francisco Fernndez Printed in Spain ISBN: 84-7118-584-9
Depsito legal: M-20.660-1997 Pedidos a su librera habitual o a
Ediciones Palabra, S. A. Anzos, S. L. - Fuenlabrada (Madrid)
EDICIONES PALABRA Madrid
3. NOTA A LA SEGUNDA EDICIN Hace tiempo que se agot la primera
edicin de este li-bro, publicado en 1988. En un principio, por
diversas cir-cunstancias, no se pens en reeditarlo de nuevo, pero
lademanda de ejemplares ha sido tan abundante que se hadeterminado
hacer esta segunda edicin, a pesar de queexisten muchos libros
sobre liturgia en Espaa. En reali-dad, las reseas bibliogrficas han
sido muy elogiosas,tanto en Espaa cuanto en el extranjero, como las
apareci-das en Religin y Cultura, Nova et Vetera, Revue d-Histoire
Ecclsiastique, Biblioteca y Documentacin y,sobre todo, Questions
Liturgiques, de Blgica, que es elCentro ms elevado en cuestiones
litrgicas desde haceaos, y subray en este libro los aspectos
teolgicos, escri-tursticos y propiamente litrgicos o pastorales. Se
ha revisado el texto, se ha aadido el Apndice y sehan realizado
algunas modificaciones, pero en general lasegunda edicin sale como
la primera, pues as lo han que-rido muchos lectores no slo entre
los alumnos de liturgia,sino tambin entre los sacerdotes y
catequistas que lo utili-zan con gran provecho en sus explicaciones
de los sacra-mentos y otras cuestiones. Manuel Garrido Bonao O.S.B.
Abada Santa Cruz, Valle de los Cados, 1997 5
4. PRLOGO A LA PRIMERA EDICIN La santa madre Iglesia desea
ardientemente que se lle-ve a todos los fieles a aquella
participacin plena, conscien-te y activa en las celebraciones
litrgicas que exige la mis-ma naturaleza de la liturgia, y a la
cual tiene derecho y obli-gacin, en virtud del Bautismo, el pueblo
cristiano (SC,14-1). Por eso, al reformar y fomentar la sagrada
liturgiahay que tener muy en cuenta esta plena y activa
participa-cin de todo el pueblo, porque es la fuente primaria y
nece-saria en la que han de beber los fieles el espritu
verdadera-mente cristiano (SC, 12-2). En estas palabras los Padres
Conciliares hicieron unaapretada sntesis y una declaracin de
principios sobre susfuturos trabajos, y sealaron con nitidez el
objetivo priori-tario de la reforma litrgica que pretendan llevar a
cabo: re-conducir al entero Pueblo de Dios a la participacin
activay fructuosa en la liturgia. La mayora de los Padres del
Concilio Vaticano II eranpastores de almas, ya que regentaban como
titulares oauxiliares una dicesis. Muchos de ellos, adems,
habantrabajado en una parroquia como prrocos y coadjutores oa otros
niveles pastorales, por ejemplo, como consiliarios dealgn
movimiento apostlico, a nivel diocesano o nacional.Eran
conscientes, por ello, del papel decisivo que correspon-da a los
pastores de almas respecto a la puesta en prcticade lo que ellos
aprobasen en el aula conciliar. En ltima ins-tancia, seran ellos
los principales motores de la reforma o,en caso negativo, el freno
ms eficaz de la misma. Por eso, sintieron la imperiosa necesidad de
sealar so-lemnemente este hecho en unas palabras llenas de gran
rea-lismo pastoral: Y como eso no puede esperarse que ocurra 7
5. INICIACIN A LA LITURGIA DE LA IGLESIA PROLOGOsi antes los
pastores de almas no se impregnan totalmente esta triple
sugerencia: que los obispos expliquen claramen-del espritu y fuerza
de la liturgia, y llegan a ser maestros de te a su pueblo el
fundamento teolgico de la disciplina sa-la misma, es indispensable
que se provea, antes que nada, a cramental y de la liturgia; las
catequesis, como ya lo fue-la educacin litrgica del clero (SC,
14-3). ron en el comienzo de la Iglesia, deben ser de nuevo hoy el
Los casi veinticinco aos transcurridos desde la aproba- camino que
introduzca a la vida litrgica; los futuros sa-cin solemne de esta
enseanza, han ratificado su carcter cerdotes aprendan la vida
litrgica por experiencia y conoz-proftico y su plena validez;
puesto que si la renovacin li- can bien la teologa de la liturgia
(II, B, b, 2).trgica es el fruto ms visible de la obra conciliar en
pa-labras del Snodo Extraordinario de Obispos de 1985 (II, B, El
estudio que presentamos quiere ser una amorosa res-b, 1), es claro
que, en gran medida, se debe al esfuerzo si- puesta a estas
indicaciones sinodales y un humilde serviciolencioso pero eficaz de
los sacerdotes con cura de almas. a los que trabajan ya en la via
del Seor en cualquiera de Estas evidencias exigen, con todo, alguna
matizacin, las formas de pastoral litrgica eclesial, y tambin a
aque-puesto que lo realizado u omitido no siempre ha sido posi-
llos que, desde las aulas universitarias, del seminario o detivo,
sobre todo en algunas partes. El mismo Snodo parece las casas de
formacin se preparan para el mismo menester.reconocerlo cuando hace
esta afirmacin: La innovacin li- Como el lector comprobar
fcilmente, nuestro trabajotrgica no puede restringirse a las
ceremonnias, ritos, tex- comprende dos grandes bloques de materia.
El primerotos, etc., y la participacin activa (...) no consiste slo
en la aborda las grandes cuestiones de lo que llamaramos
litur-actividad externa, sino, en primer lugar, en la participacin
gia fundamental, en cuanto que es aplicable a todas las reasinterna
y espiritual, en la participacin viva y fructuosa del del saber y
de la praxis litrgicas: la naturaleza e importan-misterio pascual
de Jesucristo (Ibidem). Da la impresin, en cia de la liturgia, el
signo litrgico, la liturgia como educa-efecto, que estas palabras
apuntan dos deficiencias: la re- dora de la fe, la asamblea, etc.
El segundo el ms exten-duccin de la reforma litrgica al cambio de
ritos y textos y so trata las cuatro cuestiones que constituyen lo
que po-la minusvaloracin de la participacin interna y espiritual
demos denominar liturgia especial: los sacramentos, los sa-en la
liturgia. De hecho, el anlisis objetivo de la realidad cramentales,
el ao litrgico y el Oficio divino.avala esta apreciacin del Snodo,
puesto que, en no pocoscasos, ha primado la participacin externa
sobre la interna La metodologa empleada sobre todo en la liturgia
es-y la renovacin ritual sobre la espiritual. pecial es de tipo
gentico; es decir, partiendo de los orge- Es ms que probable que
estas deficiencias obedezcan a nes de cada cuestin, hemos seguido
su evolucin a lo largomuchas concausas. Sin embargo, no parece
injusto afirmar de los siglos, desembocando en la reforma llevada a
cabo aque una de ellas y no la menos importante ha sido la in-
instancias del Concilio Vaticano II. Con ello hemos
preten-troduccin de la liturgia renovada sin el acompaamiento dido
dar una visin de conjunto unitaria y enriquecedora yde la
correlativa catcquesis litrgica o en los casos en que facilitar la
comprensin de la liturgia actual, la cual corre elsta ha existido
de una catequesis que ha primado lo ex- peligro de la tergiversacin
si se la somete a una ruptura ra-terno sobre lo interno y no ha
tenido suficientemente en dical con el pasado o se hace de ella
campo de operacionescuenta la vertiente inicitica que le es
inherente; y todo ello subjetivistas.debido a la insuficiente
formacin del clero en alguno de los Es comprensible que el objetivo
de ayudar a los pasto-mbitos de la liturgia: teolgico, histrico,
espiritual, jurdi- res de almas y a quienes lo sern un da en su
labor cate-co, etc. qutico-litrgica, nos haya obligado a rehuir un
lenguaje ter- Sea como fuere, el citado Snodo Episcopal, a la hora
de minolgico y conceptual demasiado erudito y que hayamosorientar
el prximo futuro de la pastoral litrgica, ha hecho subrayado mucho
la explicacin de los diversos elementos8 9
6. INICIACIN A LA LITURGIA DE LA IGLESIAy partes de los ritos
actuales, especialmente en los sa-cramentos. No quisiramos terminar
esta breve introduccin sin ha-cer una postrera aclaracin. Hemos
credo oportuno sacri-ficar la erudicin a las necesidades y
urgencias de los desti-natarios, resumiendo en un slo volumen un
material queexigira muchas ms pginas; y limitar no poco el aparato
bi-bliogrfico. Ambas limitaciones pueden quedar compensa- PARTE
PRIMERAdas con la visin unitaria y fundamental que proporciona
CUESTIONES FUNDAMENTALES Y GENERALESun compendio y con la ayuda de
algn profesor o experto SOBRE LA LITURGIAen liturgia. Quiera la
Santsima Virgen bendecir con abundantes Captulo Ifrutos
espirituales a quienes se acerquen a este trabajo para NATURALEZA Y
CARACTERSTICAS DE LA LITURGIAcomprender un poco mejor sus
contenidos y vivir y ayu-dar a los dems a vivir el insondable
misterio de Cristo, alque Ella estuvo y est indisolublemente
vinculada! 1. Historia del trmino liturgia1 Burgos, 1987 Sentido
etimolgico. El trmino liturgia, que hoy se emplea en sentido casi
exclusivamente cultual, es una pala- bra griega compuesta de ergos
(obra) y de leiton (adjetivo derivado de leos-laos = pueblo).
Etimolgicamente significa, por tanto, obra pblica. En el uso civil
griego. En los inicios de la cultura hele- nstica se empleaba para
designar los servicios que presta- ban los ciudadanos de clase
acomodada en beneficio de la comunidad (servicio gratuito y
oneroso). Despus, con el de- bilitamiento del sentido democrtico en
Grecia, vino a em- plearse para todo aquello que tena una relacin
con el bien comn, aunque de suyo tuviera un sentido ms restringido:
el servicio militar, la agricultura, la prestacin de los siervos,
etc. (servicio incluso pagado). Desde el siglo II antes de Cris- to
se aplic tambin al servicio de los dioses (sentido cultual). En la
versin de los LXX (traduccin greco-alejandrina del Antiguo
Testamento) leiturgha, y sus derivados, se re- fiere al culto
levtico, es decir, al culto que realizan los sa- cerdotes y levitas
en el tabernculo en nombre del pueblo; por eso aparecen sobre todo
en los libros y lugares que tra- tan del culto levtico (vg. Ex. 28,
21). Algunas veces designa el culto espiritual (vg. Is. 61,6). Para
traducir el culto en ge- 1110
7. INICIACIN A LA LITURGIA DE LA IGLESIA NATURALEZA Y
CARACTERSTICAS DE LA LITURGIA neral o el culto realizado por el
pueblo se emplean los tr- minos latreia y douleia. Con esta
distincin de sujetos (sa- Segn esto, el significado del trmino
liturgia ha evolu- cerdotes = levitas = leiturghia = pueblo =
latreia y douleia) cionado en esta direccin: servicio en favor del
pueblo, cul- se pone de manifiesto la distincin entre rito y culto,
distin- to pagano, culto ritual del pueblo hebreo, culto espiritual
y cin que no existe en el texto hebreo. ritual cristiano, culto
oficial de la Iglesia. En el Nuevo Testamento. Es poco frecuente el
trmino li- turgia (slo aparece 15 veces, cinco de ellas en Heb.) y
su sig- 2. Historia del concepto liturgia2 nificado es muy diverso:
a) culto ritual del A.T. (Le. 1, 23; Heb. 8, 26; 9, 21; 10, 11); b)
servicio oneroso en sentido pro- Nuevo Testamento. Segn el N.T. la
liturgia cristiana tie- fano aplicado a la actividad caritativa
(Rm. 15, 27; 2 Cor. 9, ne un carcter absolutamente singular, puesto
que lo ms 12; Fil. 2, 25-30); y al servicio de los ngeles (Heb. 1,
7-14); importante y central no es lo que realiza el hombre, sino lo
c) culto espiritual de los cristianos (Rm. 5, 16; Fil. 2, 17) y d)
que realiza Dios en Jesucristo a travs de la presencia ince- culto
ritual cristiano (Act. 13, 2). sante del Espritu Santo. Al tomar
parte en la accin cultual La explicacin del uso infrecuente del
trmino liturgia (en el N.T. hay muchos actos cultuales), el hombre
recibe se debe a que la traduccin cristiana primitiva lo encontra-
por la fe la salvacin que realiza Dios y responde cultual-ba poco
adecuado para expresar la riqueza del culto cristia- mente a ella
unindose a la presencia mediadora de Cristono en espritu y verdad
(Jn. 4, 24). y del Espritu. La literatura cristiana primitiva hizo
poco uso del trmi- Primeros escritores cristianos. El perodo
siguiente insis-no liturgia y le dio un significado muy variado:
Eucarista; te en que la liturgia es la obra de Dios, que est
presente yel servicio de los ngeles al cantar el trisagio; el
servicio con acta en Jesucristo y en su Espritu.que los santos
honraron a Dios en su vida; el oficio y misin Sin embargo, ni
siquiera en la poca patrstica hay algode los Apstoles en la
comunidad cristiana; el servicio cul- ms que un intento de definir
lo que se designa con muchostual en general y del obispo; un
servicio sagrado; cualquier nombres (S. Isidoro es una
excepcin).servicio cultual de la Iglesia incluida la predicacin
rea- La escolstica. Tampoco se preocup seriamente de ex-lizado por
el obispo, el presbtero o cualquier otro orden cle- plicar el
concepto. Los elementos de la liturgia, en cuanto ac-rical, y sobre
todo, los oficios divinos: el bautismo, la salmo- cin
santificadora, los estudi en la teologa de los sacramen-dia, etc.
tos y el aspecto cultual en la teologa moral Esta separacin El
occidente cristiano introdujo el trmino liturgia con escolstica ha
estado presente hasta nuestros das, en ma-los humanistas. Hasta
entonces emple una amplia termino- yor o menor medida, en los
tratados de liturgia y en la teo-loga: mysterium, sacramentum,
actio, officium, celebratio, loga pastoral y catequtica.sacrum,
solemnitas, etc. Desde el siglo XVI liturgia aparece A partir del
siglo XVI, en que se adopta el trmino litur-con frecuencia en los
ttulos de libros, sobre todo de carc- gia, sta suele ser sinnimo de
celebracin eucarstica ater eucarstico. A partir del siglo XVHI se
emplea cada vez veces de los textos que se usan en ella y no
incluye los sa-ms como sinnimo de culto divino. Desde el siglo XIX
se cramentos y sacramentales. Algunos autores defendieron elusa con
mayor frecuencia y aparece en los documentos ma- concepto de
liturgia que incluyera los sacramentos (Assema-gisteriales en su
sentido actual. El Cdigo de Derecho Can- ni, Fornici, Amberger,
Ruef, etc.), pero no intentaron una de-nico de 1917 le dio carcter
oficial al insertarlo en algunos finicin propiamente tal.de sus
cnones (vg. 447, 1257) y el Vaticano II lo consagr Muratori
Muratori (siglo XVIII) fue el primero que in-definitivamente en la
Constitucin Sacrosanctum Conci- cluy el concepto culto en la
definicin de liturgia, logran-lium. do as que sta abarcase la Misa
y los sacramentos. Segn12 13
8. INICIACIN A LA LITURGIA DE LA IGLESIA NATURALEZA Y
CARACTERSTICAS DE LA LITURGIA l, la liturgia es el modo de rendir
culto al Dios verdadero por medio de los ritos externos legalmente
determinados, se incorpora a Cristo y se convierte en miembro de su
cuer- con el fin de darle honor y comunicar sus beneficios a los po
(Bautismo, sacerdocio comn), puede participar realmen-hombres. Esta
perspectiva teolgica habra dado ptimos te en el culto de la
Iglesia. resultados si se hubiese seguido, pero evolucion en la ma-
El aspecto cultual de la liturgia necesitaba un comple-yora de los
casos hacia una concepcin esteticista y jurdica mento; pues si
subrayaba justamente el aspecto ascendentede la liturgia que,
todava en 1947, tuvo que ser condenada de la liturgia: el que va
del hombre a Dios, dejaba en la pe-por la Encclica Mediator Dei
numbra o minusvaloraba su vertiente descendente: el acer-
Perspectiva esteticista. La tendencia esteticista considera
camiento de Dios al hombre para comunicarle su gracia y sula
liturgia como la forma externa y sensible del culto. Su
salvacin.mximo representante, el P. Navatel, lo expresa en estos
tr-minos: Todos saben que la liturgia es la parte sensible, ce- B.
La liturgia, realidad santificadoraremonial y decorativa del culto
catlico. La tendencia jur- Este segundo aspecto fue puesto de
manifiesto por O.dica afirma que lo especfico del culto cristiano
es su regla- Casel. Despus de un detenido examen de las religiones
dementacin y ordenacin por parte de la Jerarqua Eclesis- los
misterios y de las fuentes litrgicas antiguas, donde latica. Segn
Calewaert, la liturgia puede definirse como el liturgia se llama
mysterium-sacramentum, formul as losordenamiento eclesistico del
culto pblico. El esteticismo elementos esenciales del culto
cristiano: a) un hecho salvfi-y el juridicismo subrayan que el
aspecto exterior de la litur- co; b) que se hace presente en un
rito; c) y comunica la sal-gia es su rasgo ms especfico. vacin a
quienes participan en l. El culto cristiano, realiza- Concepcin
teolgica. Aunque estas perspectivas preva- do en la forma cultual
de misterio, no es tanto una accinlecieron durante los primeros
decenios subsiguientes al mo- del hombre que busca encontrarse con
Dios (concepto na-vimiento litrgico iniciado por Dom Guranguer en
Francia tural de la virtud de la religin), cuanto un momento de lay
ratificado oficialmente por S. Po X, a principios del siglo accin
salvadora de Dios (concepto revelado de la reli-XX aparecen dos
tendencias de carcter teolgico que, con gin). Desde esta
perspectiva O. Casel definira la liturgiael tiempo, terminaron
imponindose: la liturgia como culto como la accin ritual de la obra
salvfica de Cristo; es de-de la Iglesia y como misterio de
salvacin. cir, la presencia bajo el velo de los smbolos de la obra
di- vina de la redencin.A. La liturgia como realidad cultual El
punto de partida de esta tendencia mistrica es la obra salvfica
realizada por Cristo. Esa obra se actualiza en Los iniciadores de
la primera tendencia son los benedic- el rito; consecuentemente, la
liturgia es una realidad en latinos M. Festugire y L. Beauduin.
Segn ellos, la liturgia que la obra de Cristo se hace presente y
activa para los hom-puede definirse como el culto de la Iglesia.
Son liturgia bres de todos los tiempos, convirtindose as en una
actua-todos y slo los actos que la Iglesia reconoce como propios,
lizacin ininterrumpida de la historia de la salvacin.comunicndoles
determinadas notas que proceden de la La encclica Mediator Dei En
1947 apareci la encclicamisma naturaleza de la Iglesia, en cuanto
que es social, uni- Mediator Dei, la cual no tardara en ser
calificada como laversal, y jerrquica, continuacin de Cristo,
santificadora y carta magna de la liturgia. Aunque Po XII parece
que nocompuesta de hombres. Cristo resucitado es el nico y uni-
pretendi explicitar todos los componentes esenciales de laversal
sujeto de ese culto de la Iglesia, puesto que es el Me- liturgia ni
dar una definicin cientfica de la misma, sancio-diador entre Dios y
los hombres, y el Pontfice de la Nueva n oficialmente su carcter
teolgico y puso las bases sli-Alianza que realiza nuestro culto aqu
en la tierra. Slo quien das de una definicin cientfica.14 15
9. INICIACIN A LA LITURGIA DE LA IGLESIA NATURALEZA Y
CARACTERSTICAS DE LA LITURGIA Segn la MD, Cristo es el punto de
partida para com- Jesucristo. En ella los signos significan y cada
uno a su ma-prender la liturgia. Por su condicin de Mediador
tributa al nera realizan la santificacin del hombre, y as el
CuerpoPadre un culto perf ectsimo. Este culto se inicia en la
Encar- Mstico de Jesucristo, es decir, la Cabeza y los
miembros,nacin (de ah el carcter cultual de la misma), contina a
ejercen el culto pblico ntegro (SC, 7).lo largo de toda su vida y
culmina con el sacrificio de la Cruz,que tiene como consecuencia la
santificacin de los hom- 3. Nocin de la liturgia 3bres. La liturgia
es la continuacin ininterrumpida de ese cul- Desde los comienzos
del movimiento litrgico hastato de Cristo en su doble vertiente:
glorificacin de Dios y sal- nuestros das se han propuesto ms de
treinta definicionesvacin de los hombres. Esto es posible gracias a
la natura- de liturgia y todava no existe una que sea admitida
unni-leza cultual de la Iglesia y a la presencia de Cristo como Me-
memente. Sin embargo, todos los autores admiten que eldiador y como
Sacerdote. concepto de liturgia incluye, al menos, los siguientes
elemen- Partiendo de estos presupuestos doctrinales de fondo, la
tos: la presencia de Cristo Sacerdote, la accin de la IglesiaMD
define la liturgia como continuacin del oficio sacer- y del Espritu
Santo, la historia de la salvacin continuada ydotal de Cristo; como
ejercicio del sacerdocio de Cristos- actualizada a travs de signos
eficaces, y la santificacin ycomo el culto pblico que nuestro
Redentor, Cabeza de la el culto. La liturgia no se puede definir
por ser trascenden-Iglesia, tributa al Padre Celestial y que la
comunidad de los tal.fieles tributa a su Divino Fundador y por
medio de l al Pa- Segn esto se podra considerar la liturgia como la
ac-dre; y como EL CULTO pblico ntegro del Cuerpo Mstico cin
sacerdotal de Jesucristo, continuada en y por la Igle-de Cristo,
Cabeza y miembros. sia bajo la accin del Espritu Santo, por medio
de la cual La Constitucin Sacrosanctum Concilium. Movindose
actualiza su obra salvfica a travs de signos eficaces, dandoen
posiciones doctrinales substancialmente idnticas a la as culto
perfectsimo a Dios y comunicando a los hombresMD, aunque tomando
como punto de partida no la nocin la salvacin. Veamos brevemente
cada una de estas afir-general y abstracta del culto sino el
designio salvfico de maciones.Dios, la Constitucin conciliar
Sacrosanctum Concilium se-ala los siguientes aspectos: a) la
voluntad salvfica trinita- A) La liturgia, accin de Cristo
sacerdoteria se realiza en el tiempo por Cristo, Mediador entre
Dios y La presencia de Cristo sacerdote es un aspecto tan cen-los
hombres, quien a travs de todos los actos de su vida, y tral en la
liturgia, que su recta inteligencia condiciona todosobre todo, por
el misterio pascual de su muerte y resurrec- lo dems. Para
entenderla correctamente se requiere situar-cin, glorifica a Dios
de modo perfectsimo y salva a los hom- la en un contexto muy
amplio, a saber: el estado cultual pri-bres (SC, 5); b) la accin de
Cristo contina y se ejerce con- mitivo del hombre, el pecado de
origen, la necesidad de untinuamente en la Iglesia, sobre todo en
el sacrificio y en los Mediador, la Encarnacin como realidad
mediadora y sacer-sacramentos, corazn de toda la liturgia (SC, 6);
c) esto es po- dotal, y el carcter cultual de toda la vida de
Cristo.sible porque Cristo est presente en todas y cada una de
lasacciones litrgicas, actualizando, a travs de los signos sen- a)
Estado cultual primitivo del hombre. El acto creadorsibles y
eficaces, su obra redentora y comunicndola a to- fue el comienzo
del dilogo de amor divino-humano: Diosdos los hombres de todos los
tiempos (SC, 7). cre al hombre a su imagen y lo constituy seor de
todas De esta argumentacin extrae una definicin de liturgia, las
cosas creadas, es decir: lo hizo partcipe, en alguna me-si bien no
pretendi que fuese cientfica: Con razn, pues, dida, de su
naturaleza al elevarle al orden de la gracia y lese considera la
liturgia como el ejercicio del sacerdocio de encomend el cuidado y
desarrollo de todas las realidades16 17
10. INICIACIN A LA LITURGIA DE LA IGLESIA NATURALEZA Y
CARACTERSTICAS DE LA LITURGIAnaturales. Durante este estado
originario, cuya duracin ig- 5-7). La Encarnacin fue, por tanto,
una accin sacerdotalnoramos, Adn reconoca su condicin de creatura y
orde- con la que Cristo enton un cntico de infinita alabanza anaba
todos los actos de su existencia segn la voluntad di- la Trinidad
y, como nueva Cabeza, reconcili a los hombresvina, dando lugar a
una adecuacin perfecta entre el que- con Dios. En otras palabras:
la Encarnacin es un hecho cul-rer de Dios y la actuacin del hombre.
La vida humana an- tual perfectsimo, por el cual Dios fue
perfectamente glori-terior a la cada era, por tanto, una realidad
enteramente cul- ficado y el hombre plenamente salvado. Por ello,
Encarna-tual, puesto que el nombre, reconociendo, terica y prcti-
cin glorificacin y santificacin son realidades indisoluble-camente,
tanto la excelencia de Dios como su condicin de mente unidas e
interrelacionadas.creatura, actuaba como sacerdote de su propia
existencia yla converta en ofrenda agradable a Dios. e) Carcter
cultual de la vida de Cristo. La respuesta obe- diencial al Padre
en la Encarnacin fue prolongada por Cris- to a lo largo de toda su
vida oculta y de su ministerio pbli- b) El pecado de origen. Esta
situacin cultual fue radi- co, llegando a su culminacin en el
misterio pascual, reali-calmente truncada por la desobediencia de
Adn y la consi- dad y signo soberano de la veracidad y hondura con
que pro-guiente prdida de los dones sobrenaturales. En efecto, la
nunci el heme aqu, oh Padre!, para hacer tu voluntadcada de Adn
introdujo una tal ruptura en su existencia, en (Hb. 10, 5-7). Toda
la vida de Cristo fue, en consecuencia, unla de toda la humanidad,
y, en cierto sentido, en la misma ininterrumpido acto sacerdotal y
cultual.creacin, que el hombre qued radicalmente incapacitadopara
tributar a Dios el culto debido y alcanzar su propia sal- Este acto
contina en la liturgia, donde Cristo, actuali-vacin. Privado de los
bienes sobrenaturales, el culto huma- zando la fuerza salvfica de
su vida, muerte y resurreccin,no perdi su originaria grandeza y
universalidad, encerrn- realiza ahora la plenitud del culto. La
liturgia es, por tanto,dose en las estrechas posibilidades de un
culto meramente un acto de Cristo Sacerdote. De estos presupuestos
teolgi-natural, cuyos lmites y degradaciones apareceran en la his-
cos derivan el carcter cristocntrico y la especial dignidadtoria
posterior. y eficacia de la liturgia. El cristocentrismo litrgico,
seala- do ya en la Mediator Dei, est muy subrayado en la Sacro-
sanctum Concilium, tanto en lo que se refiere a la liturgia c)
Necesidad de un mediador. Dios poda haber anulado en general (SC,
5-7), como a los sacramentos (SC, 61), el Ofi-esta situacin por un
perdn gratuito; sin embargo, eligi el cio divino (SC, 83) y el ao
litrgico (SC, 102). Respecto a lacamino de una justa reparacin,
haciendo as necesaria la originalidad y eficacia de la liturgia,
baste recordar la con-existencia de un Hombre-Dios, el cual, desde
su condicin clusin con la que la constitucin conciliar cierra el
discur-mediadora, pudiese realizar un culto perfectsimo, dando a so
teolgico de los nmeros cinco al siete: En consecuen-Dios la debida
alabanza y comunicando a los hombres la cia, (...) por ser obra de
Cristo sacerdote, (...) toda la liturgiasalvacin. es una accin
sagrada por excelencia, cuya eficacia, por el mismo ttulo y el
mismo grado, no tiene parangn con nin- d) La Encarnacin, realidad
mediadora y sacerdotal Este guna otra accin de la Iglesia (SC 7).
Como ha escrito Va-Mediador es, de hecho, Jesucristo, que une en
una misma gaggnini, en cualquier parte que se considere la liturgia
esPersona la naturaleza humana y divina. Esta unin, llamada siempre
y principalmente Cristo quien est presente en pri-tcnicamente
hiposttica, se realiza en la Encarnacin del mer plano: Cristo es
quien ofrece el sacrificio de la Misa;Verbo, por lo que sta es una
realidad constitutivamente me- Cristo quien santifica y distribuye
las gracias en los sacra-diadora. Es tambin una realidad
sacerdotal, puesto que, en mentos; Cristo quien ruega y alaba al
Padre en los sacra-el momento de su entrada en el mundo, Jesucristo
se ofre- mentales y en la oracin de la Iglesia, y en la alabanza
divi-ci a S mismo como Vctima agradable al Padre (Hb. 10,18 19
11. INICIACIN A LA LITURGIA DE LA IGLESIA NATURALEZA Y
CARACTERSTICAS DE LA LITURGIAna. La Iglesia, sus ministros, sus
feles, son en la liturgia la b) La Iglesia comunidad bautismal El
trmino Iglesiasombra que l arrastra tras de S; a todos los cubre El
con- (ekklesa, ecclesia) no se refiere exclusiva o
primariamentesigo mismo; el Padre mira la liturgia como cosa de
Cristo; a la Jerarqua, sino al Cuerpo Mstico, es decir, a quienes
seas la ve, as la escucha, as la ama. En la liturgia no ve Dios han
incorporado a Cristo por el Bautismo. Sin embargo, in-a los
hombres, sino slo a Cristo, que obra por los hombres cluye tambin
la jerarqua ministerial, sin la cual sera im-y los asocia a S
mismo4. Con todo, es indispensable la in- posible, por ejemplo, la
liturgia eucarstica.corporacin a la obra de Cristo por parte de los
que quieren Por tanto, cuando se afirma que la liturgia es una
reali-beneficiarse de su eficacia, pues la salvacin obrada por dad
eclesial, se indica que es una realidad esencialmente co-Cristo slo
se aplica a quienes cooperan libremente con la munitaria en el
sentido teolgico, es decir, derivada de la co-gracia. munin
existente entre Cristo-Cabeza y los bautizados. Con- viene advertir
que el carcter comunitario de la liturgia bro-B) La liturgia, accin
de la Iglesia ta de su eclesialidad, de tal modo, que todas las
acciones li- trgicas son, y no pueden no serlo, acciones
comunitarias, a) La Iglesia, pueblo sacerdotal Cristo, Sacerdote y
Pon- aunque a veces no sean colectivas. La presencia o
ausenciatfice de la Nueva Alianza, contina en la liturgia el culto
per- de la comunidad ni crea ni aumenta el carcter
comunitariofectsimo que realiz durante su vida terrena. Esto
explica de las acciones litrgicas; es, nicamente, su signo, su
mani-que todas las acciones litrgicas sean actos de Cristo, y que
festacin, su epifana. Haya o no signo epifnico: pueblo, co-Cristo
sea el sujeto primario del culto cristiano. munidad, asamblea,
aquella accin es accin que realiza la Ahora bien, al igual que
sucedi en la economa antigua, Iglesia.Cristo ha elegido al pueblo
de la Nueva Alianza, destinndo- Consecuentemente, se afirma tambin
que la universa-lo a realizar un culto nuevo en un templo tambin
nuevo. A lidades una nota esencial de la liturgia cristiana: cuando
statodos los miembros de ese pueblo los ha hecho partcipes de se
realiza, es toda la Iglesia, Cabeza y miembros, quien la rea-su
sacerdocio (1 Pd. 2, 9-10), convirtindole en una comuni- liza. Ms
an, entran en comunin la iglesia celeste y ladad enteramente
sacerdotal y cultual. terrestre, asocindose al culto realizado por
Cristo-Cabeza. Sin embargo, no ha configurado esta comunidad como
Esta es la doctrina de la Sacrosanctum Conciliunv las ac-una
realidad autnoma, sino solidaria y en comunin tan n- ciones
litrgicas no son acciones privadas sino celebracio-tima con l como
la que rige entre la cabeza y los miembros nes de la Iglesia,
pueblo santo de Dios jerrquicamente or-de un cuerpo. ganizado, al
cual pertenecen, manifiestan e implican (SC, Este nuevo qahal de
Dios no es, por tanto, una comuni- 26).dad cultual como la del
qahal de Yav (Ex. 12, 3-6.19.47; Dt.9, 10; 10, 4; 18, 16; Nm. 2,
1-34; 9, 15-23), sino una comuni- c) Iglesias particulares y
reuniones de grupos de fieles.dad cultual que se une al culto que
realiza la cabeza. Ahora bien, la Iglesia de Cristo est
verdaderamente pre- Segn esto, la liturgia es una accin cultual
unitaria de sente en todas las reuniones locales legtimas de
fieles, enCristo y de la Iglesia. Cristo es el sujeto principal y
la Iglesia las cuales, aunque sean frecuentemente pequeas y pobres
sujeto por apropiacin; pero en una relacin tan ntima, que o vivan
en la dispersin, est presente Cristo por cuya vir-la Iglesia, en y
por Cristo, y Cristo, en y por la Iglesia, reali- tud se congrega
la Iglesia Una, Santa, Catlica y Apostlicazan la glorificacin de
Dios y la salvacin de los hombres. (LG 26). Esta es la doctrina
recogida por la Sacrosanctum Conciliunv Segn esto, la comunidad
cultual universal se hace pre- Cristo asocia siempre consigo a su
amadsima Esposa, la sente y actuante en las reuniones de fieles
congregadas le-Iglesia (SC, 7), en las acciones litrgicas.
gtimamente en torno al Pastor y a los sacerdotes en comu-20 21
12. INICIACIN A LA LITURGIA DE LA IGLESIA NATURALEZA Y
CARACTERSTICAS DE LA LITURGIAnin jerrquica; en algunas
circunstancias, vg. en el rezo delOficio divino, incluso en una
persona singular. 8, 15; Gal. 4, 6), dan testimonio esforzado de su
fe (Act. 7, Esas iglesias cultuales locales son, de hecho, las
cele- 54-60; 8-4; etc.) y celebran el culto en espritu y verdad
(Ef.braciones litrgicas del obispo en su iglesia catedral; las ce-
5, 18-19; Col. 3, 16; 1 Cor. 12 y 14).lebraciones parroquiales; los
grupos pequeos de fieles reu- La presencia del Espritu Santo es
especialmente percep-nidos en torno a un sacerdote autorizado por
los obispos y tible en las acciones litrgicas. El Bautismo se
realiza invo-prelados; las comunidades monsticas u otras
cannicamen- cando al Espritu Santo (Mt. 28, 28; Act. 1, 5; 11, 16),
y con-te instituidas que celebran el culto no eucarstico pero ecle-
vierte a quienes lo reciben en templos del Espritu (1 Cor. 6,sial;
las comunidades que rezan el Oficio divino; o cualquier 15-19). La
Confirmacin confiere el don del Espritu Santocristiano que,
teniendo la deputacin de la Iglesia, reza la Li- (Act. 8, 15-20).
Lo mismo sucede con el sacramento del Or-turgia de las Horas. den
(1 Tim. 4, 14; 2 Tim. 1, 6; Act. 6, 3-6; 13, 1-4), si bien la La
causa de la presencialidad de la Iglesia en estas igle- donacin del
mismo Espritu tiene efectos y finalidades di-sias es la presencia
de Cristo-Cabeza, el cual, actuando versas. El Espritu Santo se da
a los Apstoles para perdo-como sujeto principal, asocia consigo a
la Iglesia universal nar los pecados (Jn 20, 22-23). Finalmente, la
oblacin sacri-en la liturgia que celebra l mismo en y por la
Iglesia local. ficial cruenta de Cristo aparece como realizada bajo
la ac-De ah brota la interrelacin entre Iglesia y liturgia, la cual
cin del Espritu.es tan importante que ambas se condicionan y
posibilitan su La tradicin litrgica de Oriente y Occidente ha
explici-existencia. tado esta presencia del Espritu Santo en el
organismo sa- Brevemente: Cristo se hace presente en la celebracin
li- cramental y en el cuerpo oracional. Baste recordar, portrgica
que realiza la comunidad local, entendida en senti- ejemplo, la
epclesis eucarstica, las oraciones epiclticas dedo amplio. Esa
presencia de Cristo-Cabeza implica la presen- los diversos
sacramentos y las doxologas.cia de la Iglesia como Cuerpo Mstico y
Pueblo de Dios. Am- Conviene tener en cuenta que la presencia
dinnica delbas presencias hacen posible que, en Cristo y por
Cristo, toda Espritu Santo no es exclusiva de ciertas acciones o
perso-la Iglesia terrestre glorifique al Padre y participe de los
bie- nas sino comn a toda la liturgia, ya que sta es el mbitones
salvficos, y entre en comunin con la Iglesia celeste. por
excelencia donde Cristo realiza su misin salvfica.
SinConsecuentemente, la liturgia es siempre una accin ecle-
embargo, no anula ni excluye la accin de Cristo.sial, puesto que
eclesiales son el mbito donde acontece, elsujeto que la realiza y
los frutos que comunica. Esta eclesia- D) La liturgia, realidad
sacramentallidad incluye la intercomunin tanto de los miembros
entre En un orden de cosas absolutamente hipottico, la sal-s y la
Cabeza, como de la Iglesia peregrina y celeste. vacin podra haberse
realizado a travs de relaciones sub- jetivas de Dios con los
hombres. Pero, en el orden salvficoC) La Liturgia, accin del
Espritu Santo real la salvacin se realiza por medio de realidades
objeti- vas y simblicas, es decir: en un rgimen de signos sensibles
Los escritos neotestamentarios subrayan fuertemente la y eficaces,
gracias a los cuales Dios entra en comunin coninseparabilidad de la
accin de Cristo y del Espritu Santo y los hombres y stos tienen
acceso a Dios.presentan la accin de la tercera persona trinitaria
como La existencia, naturaleza y eficacia de estas
realidadescontinuacin y remante de la obra realizada por Cristo.
Gra- sacramentales encuentran su ltimo fundamento en la librecias a
este influjo del Espritu, los Apstoles y los fieles ad- y
omnipotente voluntad divina. Sin embargo, se inscriben enquieren la
verdadera comprensin de la doctrina del Maes- la lnea de la
Encarnacin, continan el modo de obrar detro, se transforman
interiormente, oran como conviene (Rm. Dios en la historia salvfica
y responden al constitutivo de la persona humana.22 23
13. INICIACIN A LA LITURGIA DE LA IGLESIA NATURALEZA Y
CARACTERSTICAS DE LA LITURGIA En primer trmino, se inscriben en la
lnea de la Encar- de espritu y materia; y a su estilo connatural de
comportar-nacin. En efecto, el plan salvfico ha previsto la
comunica- se, puesto que el alma espiritual conoce y se perfecciona
me-cin de Dios con los hombres y el acceso de stos a Dios a diante
el cuerpo y las cosas sensibles, y, a la vez, se mani-travs de
otros hombres y de cosas materiales y sensibles. fiesta en el
cuerpo y en las realidades sensibles, imprimien-Cristo, Dios y
Hombre, camino nico^ para ir al Padre, es el do algo de s
misma.prototipo de esta ley, puesto que en El lo divino sali al en-
Segn esto, el carcter sacramental de la liturgia en-cuentro de lo
humano y lo humano se encontr totalmente cierra una profunda
pedagoga divina y es un vehculo muycon lo divino, aunque
permaneciendo lo humano y lo divino apto de comunicacin entre Dios
y los hombres.como realidades distintas, inconfusas y sin
mixtificacin. La Iglesia, continuacin, expresin e instrumento de E)
La liturgia, actualizacin del misterio pascualCristo, construida
segn el primer molde encarnado, es tam-bin una realidad
divino-humana, visible (como realidad so- Antes de subir al Cielo,
Cristo encomend a los Apsto-cial) e invisible (como misterio),
mbito e instrumento del les el anuncio y la realizacin de su obra
salvadora. Esa sal-que Cristo se sirve apra comunicar su vida
divina a los hom- vacin, previamente anunciada y preparada en el AT
e ini-bres, y para que los hombres rindan culto a Dios desde Pen-
ciada en la Encarnacin, tuvo su momento culminante en eltecosts a
la Parusa. La liturgia, instrumento de Cristo y de misterio
pascual. En ese misterio, en efecto, Cristo (y en Ella Iglesia por
el cual Dios santifica en Cristo a la Iglesia, y y por El toda la
humanidad) se entreg enteramente al Pa-la Iglesia, tambin por medio
de Cristo, rinde culto al Pa- dre hasta la muerte, y el Padre acept
esa oblacin y comu-dre, ha sido construida segn el mismo modelo
encarna- nic a la humanidad una nueva vida.do, ya que en ella
confluyen lo humano (realidades materia-les) y lo divino (la
gracia), lo visible (lo sensible) y lo que tras- Por tanto, si la
salvacin obrada por Cristo que ha deciende a los sentidos (lo
invisible). Del protosacramento que actualizarse en la liturgia
tuvo lugar sobre todo en el mis-es Cristo, deriva el sacramento
universal que es la Iglesia y terio pascual, salvacin-misterio
pascual-liturgia son realida-sta se expresa fundamentalmente en los
ritos sacramenta- des inseparables. En otros trminos: la liturgia
actualiza elles y de modo especial en los sacramentos propiamente
ta- misterio pascual y el misterio pascual comunica la
salvacin.les, sobre todo en la Eucarista. Los hombres participan en
esa actualizacin en diversos Adems de inscribirse en la lnea de la
Encarnacin, las momentos: cuando renacen a una nueva vida en el
Bautis-realidades sacramentales continan el modo de obrar de mo;
cuando reciben el Espritu Santo en la Confirmacin; alDios en la
historia salvfica. En efecto, en la economa anti- tomar parte en el
sacrificio de la Misa; al recibir el perdngua las personas y las
cosas hacan referencia a otras reali- en el sacramento de la
Penitencia, etc. Aqu encuentra ex-dades superiores y sagradas.
Baste recordar, por ejemplo, el plicacin el hecho de que todos los
sacramentos estn uni-diluvio, el mar Rojo, el man, la serpiente, el
agua de la pea, dos a la Eucarista y que todo el ao litrgico, al
desarrollarque prefiguraban el Bautismo, la Eucarista, etc. De
alguna los misterios de Cristo desde su nacimiento a Pentecosts
ymanera, toda la economa veterotestamentaria era un gran la Parusa,
celebre y actualice el misterio pascual.sacramentum de la nueva y
definitiva alianza. Por otra par- Segn esto, la celebracin de la
Pascua del Seor es elte, el mismo Cristo realiz ciertos milagros
sirvindose del centro del culto cristiano. As lo entendieron las
primeras ge-lenguaje simblico, como la uncin con saliva y barro que
neraciones de cristianos, para quienes la celebracin de larealiz a
un sordomudo. pascua anual era no slo la fiesta por antonomasia
sino la Este modo divino de obrar responde perfectamente a la nica
fiesta, y la pascua hebdomadaria el eje sobre el cualnaturaleza
humana, unidad substancial de cuerpo y alma, giraba la vida
litrgica.24 25
14. INICIACIN A LA LITURGIA DE LA IGLESIA NATURALEZA Y
CARACTERSTICAS DE LA LITURGIAF) La liturgia, momento culminante de
la historia de lasalvacin la economa veterotestamentaria y la
neotestamentaria: el tiempo de la profeca (AT) es ininteligible sin
el de Cristo, Rectamente entendida, la Revelacin es un sucederse de
que lo explica y plenifica; por su parte, el tiempo de Cristoetapas
salvficas, cuya totalidad constituye la historia de la slo se
entiende perfectamente a la luz de la profeca, don-salvacin. de se
inicia; y el tiempo de la Iglesia, a la vez que se encuen- La
primera de estas etapas es la de la profeca o el anun- tra en uno y
en otro, prolonga a ambos en la historia. cio. Temporal y
salvficamente coincide con el Antiguo Tes- Esta prolongacin tiene
lugar principalmente en la litur-tamento. En ella, de forma
imperfecta, gradual y progresiva gia, pues aunque la liturgia no es
la nica realidad eclesialse revela el misterio de Dios escondido
desde la eternidad portadora y comunicadora de la salvacin, s es la
ms im-(Col. 1, 26), misterio que no es otro que el designio divino
de portante, ya que de ella derivan y hacia ella convergen
to-salvar en Cristo y por Cristo a todos los hombres. das las dems
acciones eclesiales. Con la Encarnacin del Verbo, el anuncio da
paso a la Segn esto, la liturgia se presenta como una etapa de
larealidad y se inicia la etapa de la plenitud de los tiempos.
historia salvfica en el sentido de que contina, en el tiempoCristo,
convertido en Mediador y Pontfice gracias a su hu- de la Iglesia,
las acciones salvficas realizadas por Dios en elmanidad a la que se
ha unido el Verbo, y con todos los ac- AT y consumadas por
Cristo.tos de su vida, especialmente los de su muerte y resurrec-
Precisamente en ella, Dios sigue realizando su voluntadcin,
reconcilia totalmente a los hombres con Dios y realiza salvadora y
posibilita el advenimiento de la consumacin dea plenitud dei cuito
divino. De este modo, del tiempo de ia a historia saivfca, en a
que, en Cristo y por Cristo, ios ee-preparacin se pasa al tiempo de
la realizacin. gidos celebrarn eternamente la liturgia celeste.
Esta segunda etapa, llamada tambin tiempo de Cristo, Esta conexin
entre liturgia e historia salvfica explica,origina un nuevo momento
salvfico: el tiempo de la Iglesia, por ejemplo, el recurso
frecuente de los Padres a la tipolo-ya que en el mismo momento en
que Cristo cumple la obra ga veterotestamentaria a la hora de
explicar los sacramen-de la salvacin, nace la Iglesia como
prolongacin suya, para tos, sobre todo el del Bautismo (Mar Rojo,
Diluvio, Nube) ycomunicar a todos los hombres de todos los tiempos
la efi- de la Eucarista (Man, Agua de la pea, Sacrificios,
etc.).cacia salvfica de esta salvacin. Tambin usaron esa tipologa
Jesucristo y los Apstoles se- Estas tres etapas no son realidades
yuxtapuestas sino gn aparece en los Evangelios y en las
Cartas.partes de un todo unitario e ntimamente relacionadas en- Se
puede, pues, decir que el Antiguo Testamento, el Nue-tre s. As, el
tiempo de la profeca prefigura y realiza de al- vo y la liturgia
son partes de una nica, misteriosa e insepa-gn modo el tiempo de
Cristo y se orienta hacia l, convir- rable realidad: la historia de
la salvacin; la cual es anuncia-tiendo todo el AT en un gran
adviento. El tiempo de la Igle- da en el AT, se plenifica en el
Nuevo y se actualiza inin-sia, por su parte, prolonga la fuerza
salvfica del misterio pas- terrumpidamente en la liturgia.cual
desde Pentecosts a la ltima venida de Cristo. El tiem-po de Cristo
hace de llave entre los dos. G) La liturgia, realidad
cultual-santificadora De esta manera la economa salvfica aparece
como larealizacin temporal del plan trinitario salvador; es decir,
Aunque algunos autores sostienen que la liturgia, tal ycomo un nico
proyecto que, iniciado en el eterno querer como est descrita en el
nmero siete de la constitucin con-de Dios, se realiza en la
historia en tres tiempos sucesivos: ciliar, es una realidad
horizontal que mira a la salvacin deel de la profeca, el de Cristo
y el de la Iglesia. Existe, pues, los hombres y no tiene en cuenta
la vertiente ascendente, nouna sola historia salvfica. Aqu radica
la interrelacin entre hay razones objetivas para sostener tal
supuesto, pues la en- seanza de SC, 5-7 muestra que la liturgia es
inseparable-26 27
15. INICIACIN A LA LITURGIA DE LA IGLESIA NATURALEZA Y
CARACTERSTICAS DE LA LITURGIAmente culto y santificacin. En este
contexto, en efecto, cul- agradecimiento, el temor, la splica, etc.
Es lo que conoce-to tiene un sentido muy amplio y abarca la obra
unitaria y mos con el nombre de culto naturalglobal realizada por
Cristo, la cual incluye ambos elementos. Segn esto, el culto
natural tiene dos grandes compo-Por eso, culto cristiano, en
sentido amplio, es esa realidad to- nentes: a) el reconocimiento,
por una parte, de la dignidadtal que glorifica a Dios y salva a los
hombres. Para compren- de Dios, de la propia dependencia y de la
obligacin de orien-der mejor su naturaleza y originalidad vamos a
situarlo en tar toda la existencia hacia l; y b) la orientacin
fctica deel contexto del culto natural y judo. la vida segn esos
postulados. En esta perspectiva el culto religioso natural
aparecea) El culto natural como el conjunto de actos por los cuales
el hombre, indivi- dual y colectivamente, expresa sus relaciones*
con Dios. En- El culto es una realidad temporal y espacialmente
uni- tre ellas destacan el honor y la sumisin, con las cuales
glo-versal, pues la historia de las religiones demuestra que to-
rifica a Dios por su excelencia y se somete a El. Esto originados
los pueblos, incluso los ms arcaicos y apartados de la una fuerte
vinculacin entre culto y glorificacin.civilizacin, han tenido
conciencia de un Ser Supremo del La virtud natural de la religin
es, pues, el quicio sobreque se sentan dependientes y con el cual
entraban en co- el cual gira el culto natural. De ella brotan las
disposicionesmunicacin a travs de ciertos ritos. interiores que
evitan caer en un vano ritualismo y vivifican Las manifestaciones
de este culto, variable segn pue- las manifestaciones externas que
el culto ha de tener parablos y pocas, han sido fundamentalmente
las siguientes: el ser verdaderamente tal.culto domstico o
familiar, que se practicaba ante los diosesdomsticos, a los cuales
se ofrecan ofrendas y se acuda b) El culto judopara orar; la oracin
pblica y privada; las ofrendas de lasprimicias privadas y
colectivas; los sacrificios, cruentos o in- Si la virtud natural de
la religin origina y sustenta el cul-cruentos, realizados por
particulares o por alguno en nom- to natural, el culto judo, en
cambio, tiene como fundamen-bre de la colectividad; las grandes
festividades en las que to los hechos salvficos realizados en la
economa antigua.participaba todo el pueblo; los lugares
especficamente cul- Mediante el culto se conmemoraban los hechos
del pasadotuales destinados al culto pblico (aunque no se excluyese
y se actualizaba la fe del pueblo en el poder actuante de Dios,el
privado); las peregrinaciones a lugares especialmente ve- a la vez
que se estimulaba su esperanza respecto al cumpli-nerados, sobre
todo para agradecer favores recibidos o para miento futuro de todas
las promesas. El paradigma por an-implorar ciertos beneficios o el
perdn de las culpas; y la ve- tonomasia era la Pascua.neracin de
los muertos y antepasados. El centro de ese culto era el Arca de la
Alianza, smbolo Frecuentemente este culto cay en deformaciones
poli- de la presencia de Dios entre su pueblo. Albergada en el
ta-testas, pantestas, idoltricas, mgicas, etc.; sin embargo, es-
bernculo, se convirti en el santuario porttil de los hebreostas
deformaciones e impurezas no invalidan el hecho ni la en su
peregrinacin por el desierto. Despus de haber esta-universalidad
del culto; ms an, manifiestan, aunque sea do colocada en Silo, Nob
y Gaban, fue fijada en el Temploimperfectamente, un sentimiento
natural que brota espon- construido en Jerusaln por Salomn,
desapareciendo contneamente del corazn humano, a saber: el
reconocimien- l en el momento de la cautividad y siendo sustituida
por elto de la excelencia de Dios y de la propia indignidad y de-
propiciatorio del segundo Templo.pendencia, con la consiguiente
obligacin de manifesetar Con la fijacin del Arca en el Templo, ste
se convirtiuna y otra a travs de todos los actos de la propia
existencia en el centro del culto de Israel, pues a l qued
vinculada lay por medio de ciertas acciones, tales como la
adoracin, el presencia de Yahv. Por este motivo, los fieles de todo
el pas28 29
16. INICIACIN A LA LITURGIA DE LA IGLESIA NATURALEZA Y
CARACTERSTICAS DE LA LITURGIAvenan al Templo para contemplar el
rostro de Dios y tomar to superficial, ritualista y meramente
externo; sobre todoparte en el culto oficial nacional que all se
celebraba. cuando se tomaba como sustitutivo de las profundas
infide- En el Templo tenan lugar a diario sacrificios, entre los
lidades contra Dios. Ciertamente Dios no rechazaba el cul-que
destacaba, por su belleza y significado, el que se ofreca to, pues
le agradaba si proceda de un corazn recto y justocada maana y cada
tarde en nombre de la nacin. Consis- (Eccl. 35, 1-10). De hecho, el
mismo Seor, sus Apstoles yta en la ofrenda de un cordero sin
mancha, una torta de ha- su Madre participaron con asiduidad en el
culto del Templorina y aceite y una libacin de vino. La ceremonia
de la in- y en el sinagogal.censacin del altar de oro situado en el
Santo prece- Esta dimensin de interioridad, donde se realiza la
con-da a esta ofrenda matutina y serva de conclusin a la ves-
versin del corazn y toma forma el amor y el temor de Dios,pertina.
Una vez al ao, el da de la Expiacin, el Sumo Sa- sera llevado hasta
las ltimas consecuencias por el NT.cerdote entraba en el Sancta
Sanctorum para hacer una Dimensin escatolgica. Recordando sin cesar
las pro-breve oracin en favor de todo el pueblo. Las personas que
mesas de Dios, el culto judo alimentaba la esperanza futu-formaron
parte de la institucin sacerdotal y levtica estu- ra incluso en los
momentos de mayor postracin nacional.vieron fuertemente vinculadas
a este culto, en cuanto que La lectura de textos como los que
recordaban la salidaeran ministros oficiales del mismo. de Egipto
que invitaban a un nuevo xodo y los que evo- Ms tarde, el culto del
Templo se vio completado por la caban la creacin que hacan esperar
una nueva creacin:liturgia sinagogal. Propiamente hablando, las
sinagogas no la liberacin y salvacin definitivas jugaron un papel
de-eran lugares destinados al culto (pues ste consista sobre
cisivo. Era pues, un culto totalmente orientado hacia el fu-todo en
sacrificios, los cuales se ofrecan en el Templo). Sin turo: Dios,
por medio de sus promesas, se haba comprome-embargo, las lecturas,
cantos, y oraciones del culto sinago- tido a convertir en realidad
lo que humanamente sera meragal pueden considerarse justamente como
complemento del utopa. El culto no agotaba, por tanto, su
significacin en elculto sacrificial. momento presente, sino que,
aguijoneado por la predicacin El culto judo tuvo como dimensiones
especficas la co- proftica, estaba volcado hacia el porvenir. Esta
dimensinmunitariedad, la interioridad y la proyeccin escatolgica.
escatolgica sera consumada y llevada a plenitud en el cul- Dimensin
comunitaria. En virtud de su eleccin como to cristiano.pueblo de
Dios, Israel vino a ser, en cuanto comunidad na-cional, el espacio
donde Dios cumpla sus promesas y el tiem- c) El culto cristianopo
donde Dios desarrollaba su designio salvfico. Cuandoeste pueblo
celebraba el culto, tena conciencia de ser todo Observaciones
generales. Aunque superior al culto natu-l reino de sacerdotes y
nacin consagrada (Ex. 19, 5-6), ral, el culto judo era y segua
siendo imperfecto, transitorioque entraba en comunin con Dios a
travs de ciertos actos y figurativo. No obstante, los planes
salvficos de Dios con-religiosos, que se consideraban propios de
todo el pueblo y templaban la existencia de un culto real, perfecto
y definiti-realizados por todos; es decir, como algo nacional y co-
vo. La llegada de ste y la abolicin del culto judo fue
anun-munitario. ciada por Cristo a la samaritana, en respuesta a la
pregunta Dimensin interior. Es un principio constante de la Ley,
sobre la legitimidad cultual del templo de Garizm o del dede los
libros prof ticos y de los sapienciales, la inutilidad del Sin
(Jerusaln): Nuestros padres adoraron en este monte,culto si se
realiza sin las actitudes interiores que Dios espera y vosotros
decs que es Jerusaln el sitio donde hay que ado-de su pueblo: la
obediencia es superior a los sacrificios y la rar. Jess le dijo:
Creme, mujer, que es llegada la hora endocilidad ms que la grasa de
terneros (1 Sam. 15, 22). De que ni en este monte ni en Jerusaln
adoraris al Padre. Vo-ah los ataques, a veces violentos en la
forma, contra un cul- sotros adoris lo que no conocis, nosotros
adoramos lo que30 31
17. INICIACIN A LA LITURGIA DE LA IGLESIA NATURALEZA Y
CARACTERSTICAS DE LA LITURGIA conocemos; porque la salvacin viene
de los judos; pero ya nes litrgicas, pues, al ser un culto en
espritu y verdad,llega la hora, y es sta, cuando los verdaderos
adoradores abarca toda la existencia, que ha de ser vivida como
hostia adorarn al Padre en espritu y en verdad (Jn. 4, 20-23).
ofrecida a Dios (L G, 10). Sin embargo este culto de la pro- Pero
Cristo no slo anunci sino que instaur el nuevo pia vida (culto
espiritual) est en ntima dependencia del cul- culto. Asumiendo la
naturaleza humana en actitud de abso- to litrgico, en cuanto
necesita de la gracia que comunicanluta obediencia al Padre (Fil.
2, 5-10), fue constituido en nue- de modo especial los sacramentos;
y precisa, adems, paravo Pontfice de un nuevo culto en un nuevo
templo. Este cul- su desarrollo de diversos actos, momentos y
lugares espec-to fue inaugurado en la Encarnacin y prolongado en
todos ficos. El culto cristiano no anula, por tanto, lo sagrado, lo
ri-los actos de su vida oculta y ministerio pblico, culminado tual,
lo simblico, la conciencia de la necesidad de sacrificio,en su
pasin y muerte, con la cual ofreci al Padre un sacri- etc., sino
que lo eleva y purifica, superando, de una parte, laficio
perfectsimo, de incomparable naturaleza y valor res- exterioridad
farisaica y, de otra, situando la religin en el ul-pecto a los
sacrificios del culto antiguo. Cristo, constituido terior de la
respuesta a un Dios que llama a la unin con El,Pontfice de los
bienes futuros y penetrando en el tabern- y que reclama en
consecuencia la entrega de la entera exis-culo mejor y ms perfecto,
no hecho por manos de hombre, tencia del hombre.esto es, no de esta
creacin; ni por la sangre de machos ca-bros ni becerros, sino por
su propia sangre, entr de una Caractersticas del culto cristiano.
El culto cristiano tienevez para siempre en el santuario,
realizando la salvacin como caractersticas fundamentales las
siguientes: es espiri- tual y sensible, personal y comunitario,
glorificador de Dioseterna. Porque si la sangre de machos cabros y
toros y la y salvador de los hombres, terreno y
escatolgico.aspersin de las cenizas de la vaca santifica a los
inmundosy les da limpieza de la carne, cunto ms la sangre de Cris-
Culto espiritual y sensible. El culto inaugurado por Cris-to, que
por el Espritu Eterno se ofreci a S mismo inma- to en la Encarnacin
y consumado en la Cruz consisti esen- cialmente en la oblacin
interna de su voluntad, con la queculado a Dios, limpiar nuestra
conciencia de las obras acept la voluntad del Padre con tal hondura
y radicalidad,muertas, para dar culto a Dios vivo! (Heb. 9, 11-14).
que para cumplirla asumi primero y entreg despus la na- Este culto
se prolonga en la historia por institucin del turaleza humana, que
le situaba en la condicin de siervomismo Cristo, que ha hecho
posible la reactualizacin inin- (Fil. 2, 7), y la disposicin real
de cumplir siempre y en todoterrumpida de su sacrificio redentor y
la trasmisin de su momento la voluntad del Padre (Jn. 4, 34). Fue,
pues, un cul-contenido espiritual, al instituir el misterio
eucarstico y los to con esta doble dimensin: interna (oblacin de la
volun-dems sacramentos. Gracias al carcter sensible y espiritual
tad) y sensible (asuncin y entrega, incluso cruenta, de la na-de
los mismos, el sacrificio y los sacramentos posibilitan la turaleza
humana).plena participacin en el culto de Cristo. En cuanto
prolongacin del de Cristo, el culto cristiano Segn esto, el culto
cristiano, en sentido estricto, consis- tiene tambin este carcter
espiritual y sensible, tal y comote en la actualizacin de las obras
sacerdotales de Cristo y manifiestan los signos sacramentales, en
los que aqul seen la adhesin interior y exterior a las mismas,
mediante una perpeta. Se trata, en efecto, de realidades visibles
(signo ex-verdadera participacin. A travs de esas acciones sacerdo-
terno: agua, pan, aceite, palabra, etc.) que contienen y comu-tales
de Cristo-Cabeza, el cristiano se une a la adoracin, ala- nican
realidades invisibles (la gracia).banza, peticin, oblacin que l
tribut al Padre. Gracias a Unindonos a estos ritos sagrados en
verdad y en esp-nuestra condicin de miembros del Cuerpo Mstico,
esos ac- ritu, imitamos la vida de Cristo, nos hacemos oblacin
in-tos se unen al culto que realiza el mismo Cristo, entrando terna
y externa con El, y recibimos la gracia, la cual posibi-as en una
esfera de absoluta dignidad y valor. lita convertir nuestra
existencia en un acto de culto y en Ciertamente el culto cristiano
no se agota en las accio- cumplimiento amoroso y fiel de su
voluntad.32 33
18. INICIACIN A LA LITURGIA DE LA IGLESIA NATURALEZA Y
CARACTERSTICAS DE LA LITURGIA Personal y comunitario. El culto que
Cristo realiz du- modos de ejercer el culto cristiano. De otra
parte, aunque el rante su vida, se actualiza ahora en las acciones
litrgicas, uno se realiza en el tiempo (historia) y el otro ms
silla, del en las que El mismo est presente y actuante. Esta
presen- tiempo (metahistoria), entre ambos no existe ruptura sino
n- cia es tan radical, que las acciones litrgicas son actos de tima
comunin, pues cuando la Iglesia peregrina realiza su Cristo. Se
trata, por tanto, de un culto personal. liturgia, y en particular
la eucarista, se une al culto de la Por otra parte, cada hombre,
con el Bautismo, y cada Iglesia celestial entrando en comunin y
venerando en pri- cristiano, con los dems sacramentos y acciones
sagradas, mer lugar la memoria de la Bienaventurada y siempre Vir-
es quien tiene que incorporarse al culto que realiza Cristo, gen
Mara, Madre de Dios, la de su esposo S. Jos, y la de los siendo
intransferible la propia participacin. Tambin desde santos
Apstoles, mrtires y la de todos los santos (Canon esta perspectiva
es personal el culto cristiano. romano). Esta comunin entre el
culto terreno y el celestial Pero, de otro lado, Cristo entreg a su
Iglesia, Cuerpo confiere al culto cristiano un carcter
esencialmente esca- Mstico y Pueblo de Dios, la realizacin de su
culto; y la aso- tolgico; carcter que se pone tambin de manifiesto
en la ci a s mismo, como Esposa amadsima, para que as tribu-
transitoriedad del terreno frente a la situacin definitiva quete al
Padre un culto perfectsimo. caracteriza al celestial. Por tanto, el
culto cristiano es una accin que pertenece a toda la Iglesia y que
realiza la entera comunidad de losbautizados; es decir, es una
realidad comunitaria. 4. La liturgia, fuente y cumbre de la vida de
la Iglesia5 Glorificador y santificador. Segn atestigua la carta a
losromanos, por la desobediencia del primer Adn entraron en El
sacerdocio de Cristo realiza su nica misin glorifi-la tierra el
pecado, la muerte y la condenacin. La obra del cacin de Dios,
salvacin de los hombres mediante un tri-primer Adn fue, por tanto,
desglorificadora (pecado contra ple ministerio: el proftico, el
litrgico y el pastoral. Sin em-Dios) y condenadora (prdida para el
gnero humano). El bargo, los ministerios proftico y pastoral estn
subordina-mismo texto aade, sin embargo, que el pecado, la muerte
dos al litrgico; en l encuentran su mxima expresin y dey la
condenacin fueron vencidos por la obediencia del nue- l extraen su
fuerza y eficacia.vo Adn, Cristo, obediencia que le llev a entregar
su vida Efectivamente, el punto culminante del ministerio litr-en
rescate de todos, mediante una oblacin amorosa al Pa- gico de
Cristo: su muerte en la Cruz es, de una parte, la mxi-dre. De este
modo, el nuevo Adn resitu el honor de Dios ma revelacin del amor
del Padre a los hombres (ministerioy la condicin del hombre en un
estado semejante al de la proftico) y la prueba ms elocuente del no
hay mayorcreacin-elevacin. amor que dar la vida por las ovejas
(ministerio pastoral); y, Este doble movimiento contina ahora en
los actos litr- de otra, el punto focal hacia el que mira toda la
actividadgicos, pues, como hemos visto antes, actualizan y
contienen proftica de Cristo y la fuente de donde brota la eficacia
dela obra realizada por Cristo. Una y otra son inseparables, si su
ministerio pastoral.bien el aspecto glorificador es el aspecto
principal del culto La Iglesia, cuya misin y ministerios se
identifican concristiano, en cuanto que la obra de Cristo tuvo como
fin dar los de su Fundador, encuentra en la liturgia la cumbre
ha-gloria al Padre. cia la cual orienta toda su actividad y, al
mismo tiempo, la Terreno y celestial El culto que Cristo realiz en
la tierra fuente de donde extrae toda su fuerza (SC, 10).lo contina
en la liturgia terrena y en la liturgia que realiza Segn esto, la
evangelizacin y el pastoreo culminan enen la Jerusaln celestial,
donde acta como ministro del san- la sacramentalizacin (liturgia).
La evangelizacin, porque eltuario y del tabernculo (SC, 8). id y
ensead a todas las gentes (Mt. 28, 19a) est radical- El culto
terreno y el celestial no son dos cultos sino dos mente orientado y
completado con el bautizndolos en el34 35
19. INICIACIN A LA LITURGIA DE LA IGLESIA NATURALEZA Y
CARACTERSTICAS DE LA LITURGIA nombre del Padre y del Hijo y del
Espritu Santo (Mt. 28, cilio Vaticano U en la misma constitucin de
liturgia, al re- 196). El pastoreo, porque los trabajos apostlicos
se orde- comendar encarecidamente los ejercicios piadosos del pue-
nan a que, una vez hechos hijos de Dios por la fe y el Bau- blo
cristiano, sobre todo las prcticas de piedad de las igle- tismo,
todos se renan, alaben a Dios en medio de la Iglesia, sias
particulares que se celebran por mandato de los obis- participen en
el sacrificio y coman la Cena del Seor (SC, pos (SC, 12-13), con
tal de que sean conformes a las leyes 10). y noimas de la Iglesia,
se organicen teniendo en cuenta los Por otra parte, la
sacramentalizacin confiere eficacia, al tiempos litrgicos, vayan de
acuerdo con la sagrada litur- pastoreo y a la evangelizacin, puesto
que la liturgia impul- gia, en cierto modo deriven de ella y a ella
conduzcan (SC, sa a los fieles a que, saciados con los sacramentos
pascua- 13). les, sean concordes en la piedad (SC, 10); y, ms en
concre- to, la Eucarista enciende y arrastra a los fieles a la
apre- miante caridad de Cristo (SC, 10). Un punto concreto: piedad
litrgica y piedad popular Por este motivo puede afirmar el Concilio
Vaticano II que ninguna vida cristiana ni ninguna comunidad local
se Frente a los errores doctrinales de algunos liturgistas
construye al margen de la liturgia (PO, 6), sobre todo al mar-
eminentes, a veces, en otros campos, deca el Papa Pa-gen de la
Eucarista; y, al contrario, una fuerte vida litrgica blo VI en la
Evangelii nuntiandv Tanto en las regiones don-y eucarstica es el
medio ms eficaz para potenciar la evan- de est establecida desde
hace siglos, como en aquellas don-gelizacin y el apostolado, tanto
a nivel personal como de se est implantando, se descubren en el
pueblo expresio-comunitario. nes particulares de bsqueda de Dios y
de fe. Consideradas Sin embargo, sera ilegtimo derivar de estas
afirmacio- durante largo tiempo como menos puras, y a veces
despre-nes hacia un panliturgismo terico o prctico, pues la litur-
ciadas, estas expresiones constituyen hoy el objeto de ungia no
agota toda la actividad eclesial ni toda la vida nuevo
descubrimiento casi generalizado. Durante el Snodo,espiritual. los
obispos estudiaron a fondo el significado de las mismas, No agota
toda la actividad eclesial, porque la Iglesia pro- con un realismo
pastoral y un celo admirables.clama a los no creyentes el mensaje
de la salvacin, para que La religiosidad popular, hay que
confesarlo, tiene cier-todos ios hombres conozcan al Dios verdadero
y a su envia- tamente sus lmites. Est expuesta frecuentemente a
mu-do Jesucristo y se conviertan de sus caminos haciendo pe- chas
deformaciones de la religin, es decir, a las supersticio-nitencia
(SC, 9); y a los creyentes les debe predicar conti- nes. Se queda
frecuentemente a un nivel de manifestacio-nuamente la fe y la
penitencia, y debe adems prepararlos nes culturales, sin llegar a
una verdadera adhesin de la fe.para los dems sacramentos, ensearles
a cumplir todo Puede incluso conducir a la formacin de sectas y
poner encuanto mand Cristo y estimularles a toda clase de obras de
peligro la verdadera comunidad eclesial.caridad, piedad y
apostolado (Ibidem). El ministerio litrgi- Pero cuando est bien
orientada, sobre todo medianteco, por tanto, presupone y exige el
proftico y el pastoral. una pedagoga de la evangelizacin, contiene
muchos valo- Tampoco agota toda la vida espiritual, porque el
cristia- res. Refleja una sed de Dios que solamente los pobres y
sen-no, llamado a orar en comn, debe, no obstante, entrar en cillos
pueden conocer. Hace capaz de generosidad y sacrifi-su cuarto para
orar al Padre en secreto y llevar siempre cio hasta el herosmo,
cuando se trata de manifestar la fe.la mortificacin de Jess en su
cuerpo (SC, 12). Por eso, la Comporta un hondo sentido de los
atributos profundos depiedad litrgica y la piedad extralitrgica ni
se contraponen Dios: la paternidad, la providencia, la presencia
amorosa yni se excluyen, sino que se integran y potencian, segn la
en- constante. Engendra actitudes interiores que raramenteseanza de
Po XII en la Mediator Dei, ratificada por el Con- pueden observarse
en el mismo grado en quienes no poseen36 37
20. INICIACIN A LA LITURGIA DE LA IGLESIA NATURALEZA Y
CARACTERSTICAS DE LA LITURGIA esa religiosidad: paciencia, sentido
de la cruz en la vida co- tidiana, desapego, aceptacin de los dems,
devocin. Te- 5. La liturgia, realidad didasclica6 niendo en cuenta
esos aspectos, la llamamos gustosamente piedad popular, es decir,
religin del pueblo, ms bien que A) Constatacin religiosidad. Desde
los orgenes la liturgia ha sido, de hecho, la prin- La caridad
pastoral debe dictar, a cuantos el Seor ha cipal escuela eclesial
para alimentar la fe y la formacin del pueblo cristiano. Baste
pensar, por ejemplo, en el influjo del colocado como jefes de las
comunidades eclesiales, las nor- catecumenado y en las homilas
dominicales de los Santos mas de conducta con respecto a esta
realidad, a la vez tan Padres. rica y tan amenazada. Ante todo, hay
que ser sensibles a ella, Esta afirmacin sigue siendo vlida en
nuestros das. En saber percibir sus dimensiones interiores y sus
valores inne- efecto, los diversos instrumentos de formacin
cristiana: gables, estar dispuesto a ayudarla a superar sus riesgos
de charlas, crculos de estudio, cursos o cursillos, catequesis de
desviacin. Bien orientada, esta religiosidad popular puede adultos,
revisin de vida, etctera, llegan a sectores minori- ser cada vez
ms, para nuestras masas populares, un verda- tarios. La formacin
religiosa de la comunidad cristiana dero encuentro con Dios en
Jesucristo (n. 48). como tal se realiza sobre todo a travs de la
participacin en Juan Pablo U ha repetido la misma doctrina en todos
sus la misa dominical y en la liturgia bautismal, funeraria y
viajes apostlicos a los ms variados pases del mundo. As,
matrimonial. en su primer viaje a Amrica, en 1979, deca en
Guadalajara La Iglesia, consciente de esta realidad, ha reiterado
fre- (Mxico): Esta piedad popular no es necesariamente un sen-
cuentemente la importancia de la liturgia como educadora timiento
vago, carente de slida base doctrinal, como una de la fe del pueblo
de Dios. Baste recordar las enseanzas forma inferior de
manifestacin religiosa. Cuntas veces es, del Concilio de Trento, de
Po XI y del Vaticano II. Para el al contrario, como la expresin
verdadera del alma de un Concilio Tridentino la Misa contiene una
gran instruccin pueblo, en cuanto tocada por la gracia y forjada
por el en- para el pueblo cristiano (Ses. XXII, cap. 8). Po XI
escriba cuentro feliz entre la obra de la evangelizacin y la
cultura as a Dom Bernard Capelle: La liturgia es la gran didascala
local. Guiada y sostenida, y si es el caso, purificada por la ac-
de la Iglesia. El Vaticano II ha extendido a toda la liturgia cin
permanente de los pastores, y ejercitada diariamente lo que Trento
deca de la Misa (SC, 33). en la vida del pueblo, la piedad popular
es de veras la pie- dad de los pobres y sencillos. Es la manera
como estos pre- B) Fundamentos del carcter didasclico de la
liturgia dilectos del Seor viven y traducen en sus actitudes huma-
La importancia didasclica de la liturgia se apoya sobrenas y en
todas las dimensiones de su vida el ministerio de la estos cuatro
pilares: los contenidos, la estructura, el lengua-fe que han
recibido (Santuario de N.S. de Zapopn, 30. XI. je y el clima.
1979). a) Los contenidos Esta enseanza del Concilio Vaticano II y
de los ltimosPapas enlaza con la praxis eclesial ms remota, como
ates- La liturgia no es un catecismo, un compendio del dog-tiguan
los grafitos de las tumbas de los mrtires, la venera- ma cristiano
o una escuela que imparte conceptos religiosos llenos de claridad y
vigor. Ni siquiera va dirigida, intencio-cin de la Santa Cruz, el
culto y veneracin de las sagradas nal y especficamente, a suscitar
la fe.imgenes, etctera. Adems, hay que tener presente que mu- Sin
embargo, la liturgia contiene, ms o menos explici-chas prcticas de
piedad han brotado de una intensa vida li- tados, los grandes temas
de la fe cristiana. En efecto, a lo lar-trgica y que la vida de los
santos evidencia el influjo ben- go del ao celebra el entero
misterio de Cristo en sus distin-fico que ejerce la piedad
extralitrgica en la piedad litrgica. tas fases: encarnacin, pasin,
muerte, resurreccin, retor-38 39
21. INICIACIN A LA LITURGIA DE LA IGLESIA NATURALEZA Y
CARACTERSTICAS DE LA LITURGIAno al Padre y envo del Espritu Santo,
ofreciendo as una En este sentido hay que mencionar, en primer
trmino, sntesis muy completa del misterio de Cristo. Por otro lado,
los ritos sacramentales de la liturgia reformada por Pablo a travs
del amplsimo leccionario de la Misa y de los sacra- VI sobre todo
la de la Eucarista, en los cuales la litur-mentos, presenta una
visin de conjunto, substancialmente gia propiamente sacramental va
precedida siempre de unantegra, de la historia de la salvacin y de
la revelacin. Ade- liturgia de la palabra, en que no faltan las
lecturas y la ho-ms, los smbolos, especialmente los de la Misa,
recogen los mila, al objeto de suscitar y/o potenciar la fe de los
asisten-principales captulos del dogma cristiano. Los ritos sacra-
tes y prepararlos as a una participacin ms activa y fruc-mentales,
por su parte, contienen los principales aspectos de tuosa. Tienen
tambin una estructura muy didasclica lasla teologa sacramentara Por
ltimo, en las oraciones euco- profesiones de fe bautismales,
eucarsticas, las homilas,lgicas y anaforales aparecen los grandes
temas trinitarios, las moniciones, etc. cristolgicos,
eclesiolgicos, mariolgicos, etc. Pueden darnos una idea aproximada
unas palabras dePablo VI referidas al contenido mariolgico del
Misal Roma- c) El lenguajeno actual: Dado que la instruccin no es
su objetivo directo y pri- Recorriendo los temas del Misal
restaurado, vemos mario, la liturgia, en su conjunto, no est
redactada en uncmo los grandes temas de la eucologa romana el tema
estilo destinado a expresar o comunicar conceptos y racio-de la
Inmaculada Concepcin, y de la plenitud de gracia, de cinios que
enriquezcan la inteligencia.la Maternidad Divina, de la integrrima
y fecunda virgini-dad, del Templo del Espritu Santo, de la
cooperacin a la Sin embargo, sera un grave error concluir que el
len-obra de su Hijo, de la santidad ejemp