La ciudad de los muertos es una ciudad dentro de El Cairo. Se trata, del cementerio más extenso del orbe, construido por los mamelucos y habitado hoy en día por más de medio millón de cairotas que viven en chabolas o, directamente, dentro de las tumbas y panteones. Para quien ha nacido y vivido en un cementerio, no es nada extraño pasear o ir de compras entre las tumbas y mausoleos, nosotros lo visitamos de noche y vimos como realmente a través de las ventanas la gente vive como en una casa normal, con tv, antenas y todo.Una vez que entramos en una tumba, la cual vimos que tenía dos cúpulas, una era para enterrar a los hombres y otra para las mujeres y entre medias, había un patio. Salimos del cementerio y los niños nos rodeaban por todas partes pidiendo caramelos y bolis, desde allí partimos a cenar, a un restaurante de comida típica de allí y el cual nos brindaron un espectáculos fascinante.

"No hay motivo para tener miedo de los muertos", sonríe Fathiya. Ella, su marido y sus seis hijos viven en el panteón de la familia Zaruq, un notable de la época otomana cuyos descendientes siguen siendo enterrados bajo las losas sobre las que tiende la colada y corretean los pequeños. El mausoleo, cuyo pórtico testimonia un pasado mejor, se halla en la calle Al Hasan al Malakia de Qarafa, el conjunto de cementerios de El Cairo conocido como Ciudad de los Muertos. La escasez de pisos asequibles confina a 15 millones de egipcios a vivir en infraviviendas, algunas tan insólitas como barcas de pesca en el Nilo, chamizos levantados sobre las azoteas o panteones en los cementerios.