Upload
cuartocrecienteconcordia
View
316
Download
0
Embed Size (px)
Citation preview
“Es que no les he dicho que me habían echado. No me dejaban volver después de las vacaciones
porque me habían suspendido en cuatro asignaturas y no estudiaba nada. “
(pág. 10)
“Cuando me quise dar cuenta estaba
tumbado en el suelo y tenía
encima a Stradlater con la cara roja de furia.
Se me había puesto de rodillas sobre el pecho y pesaba como una
tonelada. ”
(Pág. 51)
“ Cuando abrí la puerta vi a la prostituta de pie en el pasillo.[…] Entró, se quitó el chaquetón y lo tiró sobre la cama. ”
(Pág. 105)
-Vamos a patinar a Radio City-. le dije.-¿A patinar a Radio
City? ¿Ahora?Así que fuimos a
Radio City y después de recoger los patines alquilé
para Sally una pizca de falda azul. La verdad es que
estaba graciosísima con ella. Y Sally lo
sabía.
(pág. 140)
“Al final eché a andar en dirección al parque. Se me ocurrió acercarme al lago para ver si los patos
seguían allí o no. Aún no había podido averiguarlo, así que como no estaba muy lejos y no tenía
adonde ir, decidí darme una vuelta por ese lugar. “ (pág. 166).
“ Tardé como una hora en llegar hasta el cuarto de Phoebe, pero cuando abrí la
puerta no la vi. […] Se me había olvidado que cuando D.B. está en Hollywood, ella se va a
dormir a su habitación. “ (pág. 172)
“Muchas veces me imagino que hay un montón de niños jugando en un campo de centeno. Miles de niños. Y están solos, quiero decir que
no hay nadie mayor vigilándolos. Sólo yo. Estoy al borde de un precipicio y mi trabajo consiste en evitar que los niños caigan a él. En
cuanto empiezan a correr sin mirar adonde van, yo salgo de donde esté y los cojo. Eso es lo que me gustaría hacer todo el tiempo.
Vigilarlos. Yo sería el guardián entre el centeno. “(pág. 185)
“[…] así que me fui andando hasta Lexington y allí tomé el metro a la estación de Grand Central. Tenía
las maletas en esa consigna y pensé que podría dormir un poco en esa horrible sala de espera
donde hay un montón de bancos. “(Pág. 207)
Era imposible no reconocerla porque llevaba mi gorra de caza puesta.
[…] Lo que no podía entender era por qué llevaba una maleta.
(pág. 217)