Viaje a Cuernavaca (Cuauhnáhuac) el 5 de Octubre del año 2,004.

Por Alma Minerva Leal Benavides.

Ayer lunes viajamos de Monterrey a México y luego a Cuernavaca, llegamos a las 12:00 del mediodía y nos instalamos, mi esposo y yo, en la Casa Colonial.

Hoy es mi segundo día en esta ciudad de Cuernavaca. Es una ciudad única, con un legado histórico muy importante para todos los mexicanos.

El entorno es boscoso, a donde mire uno hay jardines, árboles inmensos con flores de color anaranjado, flores de diversos colores, azules, rojas, amarillas, moradas, blancas, muchas anaranjadas que se llaman tabachines. La arquitectura es barroca, novohispana, y algunos ejemplares del gótico.

El Palacio de Hernán Cortés, que se mandó construir para su segunda esposa Juana de Zúñiga, encima del Centro Ceremonial del pariente de Moctezuma Xocoyotzin quien reinaba en Cuauhnáhuac en 1520.

Cuauhnáhuac fue sometida después de la resistencia que opusieron en la Gran TenochtitlánY Hernán Cortés después de haber llorado en el árbol aquella noche triste que fue derrotado por los tenochcas, hábilmente fue a cortar la posible ayuda que hubiera obtenido Moctezuma de los de Cuauhnáuac, Jiutepec, Oaxtepec y Yecapixtla.

Xochicalco, lugar importantísimo a 35 Kms. De Cuernavaca, en donde se juntaron para cotejar sus calendarios los de Xochicalco, los Totonacas (del Golfo de México) y los Zapotecas de Oaxaca, en el año 650 D.C. en un gran congreso, del cual dejaron huella, pues narraron el evento en un monolito de basalto, labrando en la piedra, la congregación de aquellos sabios astrónomos y las fechas.

La Catedral en cuyo patio exterior se encuentra una cruz atrial de piedra, varias iglesias o capillas independientes, construida en (1528-1552) para la orden de los Franciscanos, quienes se vieron obligados a decir la misa en un altar exterior bajo techo, para que los fieles, o mejor dicho los indígenas, quienes tenían miedo de entrar a la nave techada, pudieran acudir a la enseñanza de la nueva religión.

Ayer miércoles fuimos a conocer las ruinas de Xochicalco, Jesús Pablo y yo, Alma Leal.Existe un museo de sitio y caminamos como 5 minutos para llegar a la antigua Ciudad-Estado, Es un lugar espectacular, construido sobre un cerro, a sus pies, una de las canchas del juego de pelota, y a lo lejos, un hermoso y gran lago en la parte baja, que se llama actualmente el lago del Rodeo, cerca de Miacatlán.

Allí, tuvimos la fortuna de pasar hasta el interior del observatorio de los antiguos Xochicalcas, quienes lo construyeron en una cueva artificial al fondo de uno de los templos pirámides, por la parte de atrás.

Allí se nos explicó, cómo, ellos, hace 1,300 años observaban el paso del sol, siendo el 21 de Junio el día en que estando en el Cenit o centro del cielo, iluminaba toda la cueva, y era su fecha de sembrar la tierra con el maíz y el frijol.

Así pudieron observar los ciclos agrícolas, prever eclipses, y contar el paso del tiempo en un calendario.

La explicación de cada templo o edificio está escrito en 3 idiomas: Español, Náhuatl, e Inglés. Nosotros leemos Español e Inglés, pero nos falta aprender el Náhuatl. Ojalá un día mis hijos y mi nieta, puedan venir a conocer Xochicalco.

En el Museo de sitio compré un libro que se llama Espacio y tiempo del Museo Regional Cuauhnáuac (o Cuernavaca) Palacio de Cortés.

Hoy jueves volví a tomar fotos de la Catedral. Volví a ir a la tienda de los Jardines Borda donde se encuentra un museo de sitio, donde vivieron Maximiliano y Carlota Amalia, y se encuentran 3 pinturas al óleo pintadas en aquella época, del tamaño de una pared cada una de ellas.

En una están Maximiliano y Carlota en el lago de la casa viendo como desembarcan de unas lanchas sus amigos. En la otra pared, está la pintura de Maximiliano a caballo, (en un caballo blanco) volteando a ver a La India Bonita, vestida de china poblana, con trenzas, escondiéndose detrás de uno de los árboles del casi bosque , jardín de la casa. Y en la otra Benito Juárez en un despacho con 2 de sus secretarios, y Carlota de rodillas vestida de luto y dando la espalda, tal vez, siendo informada que debía regresarse con su padre, el Rey de Bélgica, ya que había sido derrotado el Imperio de los Habsburgo, que Maximiliano intentó forjar en nuestras tierras mexicanas, en 1867.

Cabe mencionar que Benito Juárez, Benemérito de las Américas, era un indígena zapoteca de Oaxaca, quien llegó a estudios superiores de Derecho en la Ciudad de México, pero que de niño sólo podía hablar zapoteco. Después le fue enseñado el Latín y finalmente el Español o Castellano.

En la tienda del museo compré un libro que se llama Nueva Historia Mínima de México, editada por el Colegio de México, hecha por 7 autores (corregida y sin aumentar), y otro para mi nieta y para mi hijo menor, que se llama Una Castellana Medieval en compañía de REGINE PERNOUD (Jaca book) de CONACULTA.

También compré un mapa del territorio nacional, donde viene explicado en qué parte viven las diferentes etnias, que a la fecha suman 13 millones de mexicanos nativos desde tiempos pre-hispánicos de estas tierras.

Creo que siempre me dedicaré al estudio y enseñanza de la Historia, pues de esta manera reconcilio mi identidad con mi mestizaje y mi ascendencia Benavides (Española) que se encuentra en los libros de Heráldica, por poseer blasón de Don Alfonso de Benavides, hijo natural y reconocido por el Rey Alfonso VII, autollamado El Emperador. FIN de la narración de nuestro viaje a Cuernavaca, Morelos, México.